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1) Explicar el título de los cuentos Graffiti y Pesadillas. En el primer caso dar una
definición de Graffiti y transcribir tres ejemplos contemporáneos de él y luego
explicar su significado.
El graffiti es una forma de expresión contemporánea y popular, y está
estrechamente ligado a los cambios sociales. Representa una zona fronteriza entre lo
permitido y lo prohibido, y es además una alternativa a la represión y a la censura
permanente. En el texto, el graffiti es el modo que utilizan los personajes para
comunicarse y es también una forma de resistencia. El graffiti puede ser practicado por
mera diversión, como el chico, o con un compromiso político, como es el caso de la
chica. De todas formas, como el texto indica, en aquella época cualquier persona que
realizase uno era castigada. Puede ser visual o lingüístico. Al final del texto, se resalta
que el arte visual es la mejor forma de expresar aquel dolor que no se puede describir
lingüísticamente.
“Nos mean y la prensa dice que llueve”, denuncia la distorsión de la realidad que la
prensa comete a veces, con o sin intención.
“¡Devuélvanme mi capa! - Ozono”, denuncia con un tono humorístico el daño que le
producimos a la capa de ozono y reclama la implementación medidas necesarias para
disminuirlo e incluso tratar de recuperarla.
“Argentina, hay quien te quiere y quien te U.S.A.”, critica a la relación de nuestro país
con los Estados Unidos, remarcando el hecho de que se aprovechan de nosotros.
2) Analizar los tres momentos en Graffiti sonde aparece la dictadura militar con
toda su crudeza: la censura a toda forma de expresión, el secuestro de la chica y la
vida en los centros clandestinos de detención. Buscar un ejemplo textual para cada
una.
El graffiti era un medio popular utilizado para expresar los cambios que se dan
dentro de la sociedad. Con la dictadura militar, se reprimía toda opinión al respecto de
la situación del momento. Incluso graffitis que no tuvieran que ver con política, se
consideraban subversivos así también como el creador de ellos. En el texto lo podemos
encontrar así cuando dice: “[…] Poco les importaba que no fueran dibujos políticos, la
prohibición abarcaba cualquier cosa, y si algún niño se hubiera atrevido a dibujar una
casa o un perro, lo mismo lo hubieran borrado entre palabrotas y amenazas. […]” Esta
frase muestra que la censura abarcaba toda forma de expresión, ya que no era permitida
por la dictadura en su momento.
Al ser encontrada la chica dibujando la respuesta al graffiti del chico, es secuestrada de
manera violenta. “[…] viste la lucha, un pelo negro tironeado por manos enguantadas,
los puntapiés y los alaridos, la visión entrecortada de unos pantalones azules antes de
que la tiraran en el carro y se la llevaran. […]” Con esto, se muestra la violencia de
ese momento y la poca tolerancia (o nula) por parte de los militares, que repudiaban
absolutamente cualquier medio de expresión popular.
Los centros de detención, aunque eran conocidos por todos, nadie los mencionaba:
como si no existieran. Pero sí existían, y la gente sabía lo que sucedía allí y de no
saberlo, lo imaginaba. Es por eso que dice: “[…] Lo sabías muy bien, te sobraría
tiempo para imaginar los detalles de lo que estaría sucediendo en el cuartel central; en
la ciudad todo eso rezumaba poco a poco, la gente estaba al tanto del destino de los
prisioneros, y si a veces volvían a ver a uno que otro, hubieran preferido no verlos y
que al igual que la mayoría se perdieran en ese silencio que nadie se atrevía a quebrar.
[…]” “Ese silencio que nadie se atrevía a quebrar.” Seguir pretendiendo que nada
pasaba, por miedo a caer preso en estos mismos centros. Además, en esta frase queda
implícito el hecho de que no era común que volviesen la gente que había sido
secuestrada.
7) Analizar los tipos de narrador que aparecen en los cuentos Graffiti y Pesadillas.
Dar un ejemplo de cada uno.
En Graffiti, el narrador está dirigiéndose a una persona en particular: al chico.
Este narrador conoce y describe casi perfectamente los sentimientos del chico y, de esta
forma, nos hace dar cuenta del cambio que se produce en el personaje a lo largo del
cuento. “Mucho después (era horrible temblar así, era horrible pensar que eso pasaba
por culpa de tu dibujo en el paredón gris) te mezclaste con otras gentes y alcanzaste a
ver un esbozo en azul, los trazos de ese naranja que era como su nombre o como su
boca [...” Este tipo de narrador es constante hasta que, al final cambia bruscamente a
una voz que también le habla al chico pero también hace referencia a sus sentimientos.
“Ya sé, ya sé. ¿Pero qué otra cosa hubiera podido dibujarte? ¿Qué mensaje hubiera
tenido sentido ahora?” Podemos suponer que esta voz sería de la chica. Esta
modificación aparece luego de que el chico descubre el último graffiti que dibujó la
chica. En ese momento, también resalta la fuerte conexión que existía entre ellos y la
forma en que se comunicaban a través de los graffiti: la chica le estaba pidiendo que no
se olvide y que continúe en su resistencia, dibujando más y más graffiti.
En Pesadillas, el narrador es omnisciente ya que sabe todo lo que sucede en el
cuento. Sin embargo, en el final, nos deja con la duda de qué les sucedió a la familia y
qué había pasado con Lauro.
El señor Botto sobresaltado creyó entrar a un grupo de tareas, pero solo había
sido un delirio, un vestigio de locura encarnando la ausencia de Lauro, aunque Mecha
sin darse cuenta también lo había oído en su cabeza. Una sensación fría fue lo primero
que entro por el interior de Mecha y le recorrió todo el cuerpo, aturdida, solo llego a
pronunciar el nombre de su hermano Lauro y cayó desplomada nuevamente sobre la
cama, pero esta vez dormida. La enfermera corría desesperada, le tomaba el pulso a
Mecha, le ponía otro sedante, trataba de tranquilizar a Luisa diciendo que ya había
pasado lo peor. Mientras tanto al señor Botto todavía no se le iba la impresión y ahora
intentaba acercarse y abrazar a Mecha, quien se encontraba tendida en un ligero sueño.
Paso una larga hora hasta q todo el barrio estuvo en silencio y por fin se pudo comenzar
a transitar de nuevo. El doctor Raimondi llego enseguida a traer las noticias de lo que
estaba sucediendo y a atender con urgencia a Mecha. Ya para la media noche Mecha
había despertado definitivamente y sus mejillas se tornaron de un rojo intenso y
afiebrado, aunque Raimondi dijo que era un símbolo de vitalidad. Esto alegro a Luisa
que no podía contener el llanto de felicidad y al señor Botto, aunque a el por poco
tiempo porque enseguida lo invadió el sabor amargo por la ausencia de Lauro y se le
lleno todo el cuerpo de recientes fantasmas. Justo a tiempo Mecha recordó aquel sonido
que le trajo una sensación mezclada de ansiedad, miedo, dolor y desesperación y
cuestiono porque su hermano no estaba junto a ella y la tristeza comenzó a ocupar la
casa con un aire turbio, pesado, irrespirable nuevamente. Pasaron los días y Lauro no
aparecía, ya era evidente para todos su “paradero”, si así se lo podía llamar. Mecha
aunque ya estaba conciente no salía de su cama y permanecía en un estado afiebrado
constante, casi sin comer, evitando la realidad. Raimondi iba perdiendo la necesidad de
ir, ya que Mecha se había recuperado del todo, hasta que Botto decidió definitivamente
que ya no se lo requería. Pasaron meses, inclusive algunos años, cuando al fin el frágil
cuerpo casi apagado de Mecha tomo animo para levantarse de la cama, y logro entender
lo que le había sucedido a Lauro. Ya no se escuchaban tiros ni sirenas por el barrio.
Botto ya estaba muy deteriorado por tratar de tapar los dolores de la vida y además ya
no le quedaba mucho tiempo. Luisa había muerto hace ya un año. Mecha decidió que
era hora de destapar la horrible verdad y desde aquel momento fue todos los días a
Plaza de Mayo.