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Beatriz Ramirez
PROMSEX
Todas las personas, sin distinción de ningún tipo, deberíamos poder acceder a los
mecanismos legales que ya existen para nuestra vida en pareja: o la convivencia
o el matrimonio. No hay motivos razonables que justifiquen la exclusión de lo uno
ni de lo otro, salvo por confesiones personales basadas en una estricta
concepción religiosa o acerca de lo que es “natural” o no. Y aunque esas
posiciones personales sean respetables no pueden justificar el que a otras
personas se les recorte una parte de sus vidas negándoles el acceso a un
reconocimiento legal que, en justicia, merecen.
Sobre el matrimonio civil nuestra Constitución dice que su forma y las causas de
separación y de disolución son reguladas por la ley (artículo 4º). El Código Civil
dice que “es la unión voluntariamente concertada por un varón y una mujer
legalmente aptos para ella y formalizada con sujeción a las disposiciones de este
Código, a fin de hacer vida común” (artículo 234º).
Existe una tercera línea, que es altamente criticada pues entiende la unión civil
como un régimen totalmente al margen de la convivencia y el matrimonio, y
aplicable solo a parejas homosexuales. En esta opción se listan qué derechos se
tienen y cuáles no. Es un gueto legal que refuerza la idea de que las personas por
su orientación sexual merecen estatutos jurídicos diferentes, y es una opción en
la que la convivencia y en matrimonio permanecen como instituciones legales
intocables en su clave heterosexual.
Una nota útil. En el Perú las/los convivientes no tienen exactamente los mismos
derechos que las/los casados. Cuando se optó por reconocer la convivencia, en
1979, sólo se le quisieron dar derechos patrimoniales porque se entendía que era
una forma “precaria” de ser familia; esto ha ido mejorando con el tiempo en
virtud del principio-derecho de igualdad y el día de hoy las/os convivientes tienen
acceso a:
1. Herencia
2. Pensión de alimentos en todo caso más allá del abandono
¿Qué sentiría usted si su usted, trabajador/a que cotiza a ESSALUD o a una EPS
mensualmente, tiene una pareja que requiere una operación quirúgica y se la
niegan?, ¿qué sentiría si usted muere y a su pareja se le niega una pensión de
viudez para la que usted abonó?, ¿qué sentiría usted si se le impidiera tomar
decisiones médicas si la persona con la que comparte su vida está en una
situación médica que así lo amerita?
Tener la libre opción de elegir qué tipo de protección legal quiere uno/a para su
vida en pareja es algo que es tan “natural” que ni siquiera se percibe como un
derecho. Es ese mínimo el que justamente no tienen aseguradas las personas
que aman a alguien de su mismo sexo, ese mínimo legal es parte de su paquete
de derechos como ciudadanas/os que ninguna democracia se debería permitir
ignorar.