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Traducido por Maximiliano

http://lamasabajthani.blogspot.com/

PLAN DE USO DE GUERRA PSICOLÓGICA Y TERREMOTOS

CONTRA LA PATRIA JAPONESA

Documento secreto desclasificado de la OSS, precursora de la CIA, del


año 1945.

PREFACIO

"Japón es un país de tensiones sociales .......

"La inestabilidad emocional (de Japón) en momentos de tensión o de


crisis, la rienda suelta de la brutalidad desenfrenada de las tropas
japonesas contra la población civil de los países asiáticos, carga
evidencias de una sociedad enferma donde saludables muestras de auto-
expresión, una racional ambición, o un intelecto crítico son
efectivamente condenados .......

"La historia social de Japón ilustra cómo los japoneses reaccionaron


violentamente contra plastantes restricciones sociales e inhibiciones
para entregarse a un frenesí que periódicamente se extendió por todos
los centros de las poblaciones en la era Tokugawa (1605) y más
recientemente en 1923, durante los freneticos disturbios que siguieron
al devastador incendio y terremoto en el distrito de Tokio ....... "

Las citas anteriores fueron tomadas de un artículo, titulado "Histeria


Masiva en Japón", publicado recientemente por el "Estudio del Lejano
Oriente, Consejo Americano del Instituto de Relaciones del Pacífico".
Fue escrito por E. Herbert Norman, notable autoridad sobre Japón, y
autor de "Emergencia de Japón como un Estado Moderno".

En otra parte de este artículo señala que "no hace falta ser un
Freudiano para imaginar la neurosis, las febriles pasiones que se
ocultan detrás de la calma glacial de muchos japoneses ......

Luego, él se vuelca a desacreditar el mito de un "impasible


emocionalmente sobrio y estoico Japón como la característica principal
del comportamiento social japonés". Él insiste en que "estas
manifestaciones externas de un comportamiento social no explican las
razones sociales de estas restricciones, y no podría ser tan un hábito
de temperamento tanto como un patrón de comportamiento deliberadamente
cultivado asumido como camuflaje para autoprotección".......

Todavía en otra parte de este artículo nos da una advertencia de una


posible guerra psicológica que podría ser utilizada no sólo para
activar este complejo de pánico entre la multitud, pero que quizas
pueda ser capaz de lograr una condición social histérica que
convertiría Japón de un bien regimentado estado en una turba más
interesada en la supervivencia individual que en la supervivencia
estatal.

Norman dice además: "Hoy, con el Japón contemporáneo sujeto a la


voluntad de la policía política, la ajustada reglamentación social de
los grupos de vecinos, la agobiante explotación económica, la
chauvinista propaganda de los estudiantes, y la superstición
Shintoísta, están colocando cargas mas pesadas al pueblo japones que
las que ha experimentado incluso bajo el severo gobierno feudal Bakufu.
A medida que la maquinaria militar y política del imperialismo japonés
comienza a agrietarse bajo los golpes del martillo de sus enemigos, no
es improbable que la violenta explosión de histeria colectiva estallen
aquí y allá".

Ante estos hechos, ahora es evidente que es oportuno que nosotros


intensificemos nuestra Guerra Psicológica contra el pueblo japonés.

Ya hay suficiente evidencia que se filtra desde las transmisiones de


radio japonesa, que indica que la mayor moral de las principales
operaciones del gobierno es la canalización de este frustrante
complejo. Esto fue evidente con la caída de dos gabinetes en el período
de la guerra, que entró como un apaciguamiento de la masa, cuando
Saipan cayó y Okinawa fue invadida. El propósito real detrás de estos
movimientos fue para suministrar una nueva esperanza para la creciente
frustración. El método estaba destinado a descartar un líder que se
creía infalible para otro que podría ser publicitado como uno
verdaderamente infalible. Pero no hace falta decir que ni siquiera el
pueblo japonés puede seguir siendo engañado con la sustitución de un
infalible que resulta ser falible.

Ya existe creciente evidencia de una disminución en el barómetro moral


japones. Esto se reflejó en el primer discurso público de los primer
ministro Suzuki, después de la caída del gabinete Koiso, después de la
invasión de Okinawa. Hizo hincapié en la gravedad de la crisis que
ahora enfrenta Japón, como resultado de la invasión de Okinawa. Cómo la
burocracia japonesa toma muy en serio esta medida de EE.UU. en la zona
de defensa interna de Japón se pone de manifiesto en un reciente
editorial en el Tokyo-Yomuri-Hochi, voz del grupo militarista. En este
editorial se admite que la pérdida de Okinawa dejará al Japón con
"ninguna esperanza de transformar el curso de la guerra. La pérdida de
Okinawa significaría el colapso de las vanguardias del Japón".

Tales observaciones de redacción de un periódico oficial como el


Yomuri-Hochi parece indicar que las semillas del miedo histérico ya
están brotando, incluso en fuentes oficiales.

Esto nos llevará al punto en cuanto a cómo se podría poner suficiente


presión sobre este pánico potencial para convertirlo en una realidad,
en una loca histeria entre la masa del Japón.

Esto puede ser logrado por un plan estratégico a largo plazo en el que
unamos la destrucción de la guerra física con la de las fuerzas de la
naturaleza.

Tal campaña de guerra psicológica debe ser diseñada para demostrar que
mediante el bombardeo científico de Japón, tenemos la intención de
utilizar incluso las fuerzas de la naturaleza para avanzar hasta su
aniquilación.

¿SE PUEDE HACER?

Esto plantea la pregunta: Científicamente pueden bombardeos, colocados


con precisión en conocidas zonas sísmicas, provocar una condición
subterranea dentro de las secciones de las fallas tectónicas que
intensificen ésta esperanza y eventualmente provoquen un terremoto
desastroso en un área determinada? Siendo el propósito táctico el de
poner fuera de producción la industria de guerra en esta zona, o
neutralizar un fuerte sector de defensa.

Esta pregunta es parcialmente contestada por N.H. Heck, Director


Adjunto del Estudio Geodésico de Costas de los EE.UU. en su folleto
"Terremoto en Japón desde el punto de vista militar". Él dice en parte:
"¿Puede un Terremoto ser creado por una explosión?".

"Esta pregunta se ha hecho en varias ocasiones, por lo que debe recibir


una seria respuesta. Todo lo que se podría aplicar es la fuerza de
disparo, y esto sólo puede avanzar y ajustar la hora para un terremoto
que está a punto de ocurrir. Es concebible, sin embargo, que una
explosión en el momento justo y el lugar exacto podría tener el efecto
correcto. Éste (el explosivo) tendría que ser muy grande y sería
necesario saber dónde colocarlo, y esto último no se puede determinar
de ningun modo desde fuera del Japón".

Cuándo y dónde dejar caer éste explosivo mensaje, (en la hora más
oportuna) es el quid del problema, subraya.

Este problema, añade, se ha visto complicado por la pérdida de


estaciones de escucha sismológicas en Manila, Shangai, y Batavia. Estas
estaciones, señala, son necesarias para proporcionar los datos para
prever una posible "activación de tensión".

Algunos de los datos necesarios serían los cambios geológicos en el


propio Japón y aquellos que cubren concurrentes sismos menores. Estas
declaraciones, es oportuno informar, se realizaron antes de la
reconquista de Manila y la ocupación por parte de nuestras fuerzas de
las islas de Okinawa, bien dentro de la zona del propio Japón.

Parece ahora como si se pensaran que ésto ya no tiene validez, y que


este trabajo de recopilar los datos necesarios ya está en el reino de
la posibilidad.

Con la posibilidad de obtener estos datos, se plantea ahora la cuestión


de dónde colocar esta enorme carga explosiva. El profesor P. Byerly del
Laboratorio Sismológico de la Universidad de California, en una
respuesta a esta pregunta, reduce el alcance de las especulaciones en
cuanto a tiempo y lugar. En una carta al Dr. L. H. Adams, del
Laboratorio Geofísico, dice: ... "Tendríamos que poner (la bomba)
dentro de menos de 5 millas de ese lugar en la falla que está destinada
a romperse en un año, sin mas ayuda que esa..." y "... si podemos
conseguir colocar (la bomba) dentro de una milla de un punto en una
falla destinada a romperse un plazo de 90 años podríamos hacerla
estallar ...".
Una vez más, la determinación de las fallas vulnerables depende de los
datos más concretos que se obtendrán de los puestos de escucha sísmica.

Las declaraciones de estos hombres, científicos prominentes en su


campo, dan testimonio de la veracidad de "activar" una condición
potencial para terremotos mediante intensificados y precisos
bombardeos. Esta credibilidad se ve corroborada por pruebas reales
realizadas en el Laboratorio de Física Palmer. Aquí, altas cargas
explosivas fueron estudiadas con vistas a su efecto en estas
condiciones para crear terremotos.

Fue el resultado de este estudio que llevó a la posibilidad de


desencadenar una condición potencial para crear terremotos del reino de
la fantasía al de la posibilidad científica.

Con el conocimiento de los posibles efectos de los explosivos, y los


datos sismológicos para obtener de los puestos de escucha parece una
buena posibilidad que seamos capaces de crear una campaña de guerra
psicológica de pánico dentro del campo de lo científicamente plausible.

Y si se hace conocido en Japón que hemos puesto científicos en áreas


estratégicas dentro de la zona de Japón para la correcta elaboración
del plan hipotético para acosar aún más al Japón mediante la creación
de terremotos, otros rasgos diabólicos se añadirían para despertar la
imaginación y aumentar el pánico e histeria de los japoneses.

Además, el conocimiento de la presencia de estos científicos en Manila


y Okinawa, fue deslizado al Japón adecuadamente por nuestros agentes en
China, no sólo para dar crédito a un plan diabólico entre la masa de
Japón, sino también para que actúe como un desafío para los científicos
de Japón.

Este plan diabólico también agregará otro dilema para los funcionarios
japoneses que lo hallen. Dicho plan, es obvio, neutralizaría la
eficacia de las industrias subterráneas, puesta allí para proteger la
maquinaria y los trabajadores de los bombardeos comúnes de la
superficie. No se necesita mucha imaginación por parte del peón más
humilde para visualizarse a sí mismo atrapado en las entrañas de la
tierra y condenado a ser enterrado vivo, por ejemplo un terremoto por
el hombre. Añadir a esta localizada histeria los temores de la masa de
los trabajadores de las industrias por encima del suelo, los
trabajadores de los astilleros, el miedo de ver a la masa de las
grandes represas hidroeléctricas convertirse en inundaciones que
arrasen con sus campos, y la tensión general de ver sus hogares caer
sobre sus cabezas en cualquier momento, y tendrás una fórmula de Guerra
Psicológica para crear pánico e histeria que no podría ser duplicada
por ningun tipo de guerra física.

CAMPAÑA DE GUERRA PSICOLÓGICA DE PÁNICO


CONTRA LA PATRIA JAPONESA

PROPÓSITO:

El de crear un flujo negativo, el cual es una condición donde el pueblo


del Japón sea convertido en una turba histérica, ya no creyendo en
ningun liderazgo que venga desde arriba, sino más bien interesados en
la supervivencia individual que en la supervivencia del Estado, el cual
ha perdido su poder de liderazgo místico. Nuestro propósito es
principalmente rompen el reglamentado patrón de estado y destruirlo en
un flujo de supervivencia individual. Esta campaña de guerra
psicológica, por supuesto, debe ser programada para ejecutarse
simultáneamente con la intensificación de la guerra física contra el
Japón. Mientras esta guerra física vaya en aumento en intensidad
creará para nosotros una cuña automática para la Guerra Psicológica.
Debemos estar listos para tomar ventaja de esto para incrementar la
presión psicológica del creciente temperamento de pánico generado por
la destrucción física intensa del Japón.

MÉTODO:

Esto puede ser logrado mediante el aumento de la presión sobre el


complejo de pánico natural del pueblo japonés. Ya existen muchas
evidentes señales de que el anillo de frustración dibujado alrededor de
la gente de Japón, está comenzando a apretar hasta el punto en que algo
está a punto de quebrarse. Los datos históricos disponibles revelan a
Japón como un "país de las tensiones sociales", y uno que varias veces
en su historia ha tenido explosiones de violencia social a causa de
estas tensiones sociales.

MEDIOS:

Dos factores relevantes han jugado un papel histórico importante en la


creación de la histeria social y pánico entre los japoneses; éstos son
el fuego y los terremotos. Cuando estos se han producido en épocas de
gran presión económica, a menudo ha sido seguido de caos social.
Sabemos que ahora el factor económico está presente; el factor fuego
está siendo suministrando por nuestros intensos bombardeos con bombas
incendiarias. Nos queda ahora tan solo otro factor a utilizar. Este es
el factor terremoto.

SITUACIÓN:

Los sismólogos revelan que Japón es una mina geológica. La evidencia de


mapas geológicos y los registros de movimientos sísmicos dan testimonio
de la condición inestable del interior de la tierra inmediatamente
debajo de Japón. Albergado dentro de este interior hay una fuerza
latente de destrucción tremenda. Cuando es activada, esta energía
latente que se ha ido acumulando durante un período de años, se lanza
en una recurrente ola que hace temblar la tierra. En los intervalos
espaciados a lo largo de la historia de Japón esta mina ha estallado
con intensidad y ha agitado ferozmente las estructuras sobre la
superficie del suelo y costado la vida a millones de personas.

Los científicos revelan la posibilidad de la activación de este


potencial terremoto mediante intensificados bombardeos. A través de
pruebas realizadas en los laboratorios de física de las principales
universidades e instituciones, la similitud entre las fuerzas normales
de disparo de la naturaleza y las que el hombre puede ejercer están
establecidas. Estos científicos, sismólogos y físicos, han elaborado
tablas para mostrar los efectos de bombas de varios tamaños en esta
mina geológica, y han determinado la distancia de la mina en el que los
explosivos tienen que ser detonados con el fin de ser eficaces.
Impulso es en gran medida añadido a la ya establecida posibilidad
científica de provocar potenciales terremotos mediante la reciente
revelación de la bomba atómica. Con una múltilpe cantidad mayor de la
fuerza destructiva de una sola bomba atómica la posibilidad de
desencadenar un potencial terremoto se coloca más cerca del reino de lo
práctico.

Esto también plantea la posibilidad de que la fuerza explosiva de una


bomba atómica podrá crear, dentro del fondo de un bloque de terremotos,
una onda sísmica, el resultado de la radiactividad liberada. Esto puede
acelerar la hora de activación, o por sí misma aumentar las presiones
externas obligando a los bloques a hacer un ajuste brusco en un intento
de recuperar su equilibrio.

Sobre la base de la posibilidad científica de activar este potencial


terremoto de escala atómica y grandes e intensificados bombardeos se
halla la base de nuestro plan psicológico para combinar, dentro de las
mentes de los japoneses, el temor adicional de los terremotos siendo
causados por la destrucción radiactiva de la bomba atómica.

INSTRUMENTO QUE DEBEN UTILIZARSE:

1) Revista: La base de trabajo que todos los medios utilizarían sería


un artículo pseudo-científico insertado en una revista japonesa
falsificada. En este artículo se debería pretender que fue escrito por
científicos japoneses y quienes deberían sostener que el propósito
principal de los aliados, para seguir intensificando sus ataques, es
provocar un terremoto catastrófico. El artículo a continuación,
llegaría a plantear argumentos en relación con la posibilidad de
desencadenar el potencial terremoto mediante potentes explosivos, y,
sobre todo, mediante la nueva bomba atómica. Debería crearse más
artículos falsificados, firmados por individuos sismólogos japoneses,
que acrediten la negación de la posibilidad de realizar este fin, se
mantendrá así el temor de los terremotos latente en la mente del pueblo
japonés.

2) Folletos seguirían la aparición de los artículos falsificados y


darán instrucciones detalladas sobre las medidas cautelares que deben
adoptarse en caso de que el terremoto se produjera. En estos folletos,
la normativa vigente de el ataque aéreo se revisaría para incorporar
las nuevas medidas necesarias por el terremoto en espera. Estos
folletos pueden ser distribuidos en el territorio ocupado por nuestros
agentes en China, o arrojada desde aviones B-29.

3) La radio podría se utilizada si se puede encontrar algún método para


establecer una estación en Okinawa, que podría emitir a onda media,
directamente en Japón, una serie de emisiones de banda falsificando un
programa de radio oficial de difusión japonesa. Este programa mediante
la subversión indirecta, llamaría a la atención de la gente de Japón,
la necesidad de prepararse para cualquier sismo que pueda resultar del
intenso bombardeo por los estadounidenses. También se podría, mediante
la subversión indirecta, llamar la atención sobre el peligro de las
industrias subterraneas, al detallar cómo los funcionarios japoneses
están trabajando en planes para salvaguardar a todos los trabajadores
que se hallan destinados a trabajar en estas plantas subterráneas.

4) Rumores pueden ser distribuidos en el sentido de que los


estadounidenses están utilizando las islas de Iwo Jima y Okinawa como
prueba de las bases de esta teoría, también, que los temblores que se
producen constantemente, fueran el efecto directo de los bombardeos en
último lugar por aviones B- 29.

5) Falsificación de copias de cartas que supuestamente han circulado


entre miembros del Comité Imperial de Terremotos, al comentar sobre los
posibles efectos de los duros bombardeos en el potencial de condiciones
para un terremoto, podrían ser dejados en lugares estratégicos, por los
agentes, para el fácil consumo y distribución del pueblo japonés.

META ESTRATÉGICA:

Si somos capaces de crear este flujo negativo entónces estaríamos en la


posición de dirigirlos en un flujo posible. Este flujo negativo creado
a partir de un reflejo natural, siempre intenta encontrar una esperanza
positiva. Esta esperanza positiva podría ser suministrada por la
aparición de un supuesto movimiento de un "Japón Libre". Las
actividades de este grupo disparadas al Japón por la onda de radio
media desde Okinawa bien podría ser el medio para activar el Grupo
Liberal del Japón, que podría ofrecer una fuerza positiva para la
liberación de las frustraciones de la guerra.

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