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Consejería frente a VIH/SIDA.

¿Herramienta eficaz o gasto


innecesario?
Autor: Devanir da Silva Concha
Antropólogo social de Universidad de Chile
Diplomado de Género y Sociedad UAHC 2001
MD in Social Anthropologu, U Of Gothemburg, Sweden

Este artículo se elabora en el contexto, en FLACSO-Chile, del proyecto “Reformulación


del modelo de formación e implementación de la consejería para la prevención primaria
del Vih/Sida y las Ets” del 2005. Que deriva directamente del proyecto nacional de la
“Aceleración y Profundización de la Respuesta Nacional, Participativa y descentralizada
a la Epidemia VIH/SIDA en Chile”, cuyo objetivo Estratégico número 3: Ampliar y
optimizar acciones y estrategias de prevención del VIH/SIDA en el nivel individual, en
los ámbitos de la consejería, formación en sexualidad y la atención en los centros de
enfermedades de transmisión sexual

Introducción:
La propagación del Sida en el mundo ha sido uno de los mayores desafíos que se
encuentra actualmente enfrentado las organizaciones de salud a todo nivel desde el nivel
mundial hasta la ONG local a nivel comunitario. (ONUSIDA)
Las medidas que se ha planteado frente a esto han sido varias y no tan solo desde la
medicina, como controlar variables epidemiológicas, sino también desde las ciencias
“blandas”. Y de las más renombradas y comprobadas como efectiva es la consejería.
(CDC, 2001) Podemos ver de forma preliminar que hay dos niveles de lectura de esta
herramienta, basándonos en sus distintas modalidades, y son: Primero el costo-
efectividad, que son básicamente los gastos a nivel gubernamental en diferentes
programas y el segundo que opera a nivel pedagógico, tanto en la formación como en la
atención y el trabajo preventivo.

En este artículo se pretende discutir las ventajas y desventajas, a partir de la experiencia


de dos investigaciones inéditas para CONASIDA sobre evaluación e implementación de
la consejería en VIH/SIDA en Chile, para argumentar, desde las políticas públicas, la
incorporación continua de la consejería, en tanto una labor paralela en el mejoramiento

1
de metodologías de atención en Salud y actualización permanente de su contenido, tanto
desde la ética como desde investigación social.

Este texto ahondará y tendrá como objetivo primario responder la pregunta:¿Qué es la


consejería y como esta se ha desarrollado en el mundo? Segundo, pretende describir
debilidades y fortalezas para su implementación y tercero compartir la propuesta de
implementación de consejería en Chile, formulado el un documento inédito de la Área
de Género de FLACSO-Chile.

Fundamentos y concepto de la consejería

La consejería se basa, fundamentalmente, en la relación de cara a cara. Este es uno de


los centrales axiomas metodológicos que sustenta esta herramienta de intervención
social. Esta se enmarca, a su vez, en la dimensión global del concepto de prevención y
como tal apunta a la labor de reducción de enfermedades y dolencias que experimenta
una población. Esta modalidad de trabajo, a nivel mundial, tiene la ventaja que puede
ser aplicado a diferentes espacios en donde la metodología aporte a la reducción de
riesgos en la población y busca hacerla participe en las dolencias que les afecta.
Así, ya antes y durante la década de los 1990, ONUSIDA propuso la consejería como
herramienta útil para la prevención en VIH/SIDA definiendo el consejero como una
persona como “una persona adiestrada en los conocimientos prácticos en los
conocimientos prácticos de esa área: escuchar al usuario, formular preguntas con fines
de apoyo; discutir alternativas; estimular al beneficiario a tomar sus propias decisiones
informadas; proporcionar información práctica, y proponer el apoyo complementario”.
(ONUSIDA, 1997) Sin embargo, la idea de la ayuda psico-social individualizada ya
había tomado fuerza desde la década de los ´70, habiéndose desarrollado desde el
reformismo ético en EE.UU en 1920, y finalizando constituyéndose en un movimiento
social independiente del modelo médico general, principalmente en la población
homosexual. Así instaló una diferencia ética crucial en donde “la orientación sexual de
los individuos no es un problema que dependa de la terapia, sino es la intensidad de la
homofóbia en la sociedad la que constituye en sí mismo un problema y requiere u
cambio en todos los niveles de la sociedad” (Tourette-Turgis, 1996).
En el mundo podemos identificar una variedad de consejerías que primero se segmenta
por población y segundo por el tipo de espacio intervenido. Fundamentalmente las
poblaciones que se han intervenido son: hetero- y homosexuales, adolescentes,

2
drogadictos, encarcelados, adultos hombres que tienen sexo con hombres y
trabajadores/as sexuales. Los lugares de intervención y/o investigación son muy
variados: las calles y bares, característico para la intervención comunitaria, y hasta las
intervenciones específicas en salas de clases y lugares de trabajo. Básicamente estos
tratan de determinar le efecto de las intervenciones a pequeña escala en el grupo
objetivo. Además, estas intervenciones se concentran también en el desarrollo de
habilidades, conocimiento y la efectividad de las campañas de los medios de
comunicación de masa. En los estudios sobre la efectividad de la consejería se evalúan y
comparan con intervenciones en nivel mundial. Estas concuerdan en que la consejería,
en sus diferentes intensidades y modalidades, potencia la entrega de habilidades y
conocimientos pertinentes. Esto se comprueba en, por ejemplo en la reducción de
comportamientos de alto riesgo auto reportado en los entrevistados, la manutención de
la condición de serodiscordancia en parejas en donde uno ellos es VIH + (positivo) y
además el menor costo real para la sociedad de implementar programas de prevención
en consejería1. (CDC, 2001)

El momento crucial de la consejería es el cara a cara, como dijimos anteriormente, y de


este el modelo original y más básico han evolucionado las otras modalidades,
dependiendo del contexto y las demandas específicas del momento. Pero entonces
¿Cuál ha sido el punto de partida o referencia? ¿Cuáles han sido las definiciones que se
han manejado? Partamos con una de las definiciones centrales.

“Desde nuestro punto de vista, la consejería es una forma de psicología situacionista: es


la situación al que causa el síntoma y no al contrario. En este sentido, la consejería,
forma de acompañamiento psicológico y social, designa una situación en la cual dos
personas entran en relación, una de las cuales recurre a la otra solicitándole un apoyo a
fin de tratar, resolver, asumir uno o los problemas que le aquejan”. (Tourette-Turgis,
Catherine, año 1996 Pág. 19)

Entonces nos encontramos con el primer punto central de la consejería: solidaridad. De


esto se ha desprendido elementos que hoy son centrales para la consejería como lo es la
confidencialidad, la entrega de información pertinente, empatía con el consultante,

1
Libro IV sistematización de estudios internacionales y nacionales sobre eficacia e impacto de la
consejería en: Modelo de consejería en salud sexual y reproductiva con énfasis en la prevención de
VIH/SIDA y ETS. Investigador principal: José Olavaria. Santiago diciembre 2005. documento inédito.

3
eliminar los prejuicios y entrega de habilidades sociales. O como lo vemos explicitado
en la definición de CONASIDA:

“Se entiende a la consejería como un proceso de comunicación interpersonal entre un


consejero y un consultante, basado en la escucha activa centrada en la persona, en el
contexto de una relación de confianza, que desarrolla capacidades y recursos internos
de la persona para llevar a cabo su proceso de evaluación de riesgo y toma decisiones
en plena libertad contado con apoyo emocional especializado e información
personalizada”. (Solar, Ximena. CONASIDA,. 2002)

En esta definición podemos ver que el escucha activa es una de otras herramientas
usadas para conducir una buena consejería. Otras son la contención emocional,
Una definición que puede aportar en la definición, pero también a la buena práctica en
consejería, proviene de una evaluación nacional en Brasil sobre la consejería. Esta
definición apunta, fundamentalmente, a relevar la escucha activa y instalarlo como un
aspecto crucial en la labor del consejero.

Es “un proceso de escucha activa, individualizando y centrado en el cliente. Presupone


la capacidad de establecer una relación de confianza entre los interlocutores, yendo al
rescate de los recursos internos del cliente para que este tenga la posibilidad de
reconocerse como sujeto de su propia salud y transformación”. (Ministerio de salud,
Brasil 1999).

Es asimismo importante rescatar y resaltar la escucha activa, porque aún teniendo


presente esto, como parte de las habilidades, técnicas o metodología de trabajo, el/la
consejero/a tiene el desafío de conocer, asimilar y apropiarse verdaderamente la
información (biográfica) del consultante. El escucha activa apunta así a realmente
profundizar y comprender la narrativa individual del consultante y así hacer una más
efectiva consejería. Dentro las evaluaciones de Brasil y Chile se ha visto que aspectos
específicos de la cultura organizacional y de autocuidado de la consejería,
especialmente en los contextos de los servicios de salud, han estado actuando como
barreras, imposibilitando así efectuar una consejería efectiva y que logre los objetivos
centrales de la prevención y empoderamiento.

4
Se ha, tanto desde los dos niveles inicialmente mencionado pedagogía como del análisis
de costo-efectividad, consignado los beneficios de la consejería para los consultantes y
para la sociedad en general. (UNFPA, 2004) Solo para mencionar algunos brevemente :
Para los clientes VIH negativo es una gran motivación para permanecer negativo,
posibilita la toma de decisiones informadas para la prevención en distintos niveles y
provee oportunidades y apoyo para las parejas. A su vez, posibilita que los consultantes
positivos tomen decisiones informadas sobre la prevención en distintos niveles,
promueve cambios de comportamiento en salud sexual y mejora la planificación para el
futuro. Finalmente a nivel societal, promueve la conciencia y conocimiento sobre
VIH/SIDA y puede conllevar a una reducción de índices de contagio. Contribuye a un
entorno social más amigable con el sexo seguro; motiva la apertura y reduce el miedo
de estigmatización con el VIH. (UNFPA, 2004, página 2-3).

Los tipos de consejería y su implementación

Los diferentes tipos de consejería obedece a una historicidad y a contextos específicos,


y haremos un breve repaso a los siguientes: Individual (cara a cara), entre pares,
comunitario, convencional y finalmente la consejería telefónica. Para terminar la
consejería telefónica.

La consejería individual es aquella que solamente entre el/la consultante con el/la
consejero/a en un lugar privado. Así el anonimato y la disponibilidad inmediata del
servicio es una de las ventajas garantizadas de la consejería. (Solar, X. 2002) Es,
además, en esta relación de cara a cara en donde se acompaña al consultante en SU
particularidad. Estas la modalidad una de las más utilizadas en VIH/SIDA una de las
ventajas, en términos de prevención, porque posibilita mostrar y entregar material audio
visual, además de que el consultante ejercite el uso del condón.
La consejería entre pares, en algunas experiencias en el mundo, ha sido básicamente
usada en el marco de la consejería comunitaria porque es una modalidad participativa
amplia de la comunidad. Esta ha sido especialmente usada en la PVVIH2. Se puede
mencionar especialmente el proyecto Mpowerment con hombres que tienen sexo con
hombres en la ciudad de San Francisco y que ha sido nombrado como una de las labores
preventivas más efectivas. (Compendio CDC)

2
Población Vulnerable VIH.

5
Ahora bien, la consejería convencional es aquella situada en el contexto de los servicios
de atención de salud como son los CETS y consultorios. Ciertamente esta puede
conllevar a ciertos limitantes, tanto en términos de estigma social como respecto a la
reticencia resultando en la asistencia o no a los centros. Podemos así decir que el control
sanitario, o más bien la ubicación estos, impacta negativamente en la entrega de
herramientas efectivas de prevención efectiva a la población. Así, el ejemplo de la
consejería no convencional, en algunos casos en la literatura anglosajona llamada “de
alcance, es una respuesta a este estigma social. Por que trata de instalarse en los
ambientes naturales de las poblaciones objetivo para limitar el momento de la
exposición social de los consultantes y así eliminar el momento estigma de la consejería
especialmente para las PVVIH. Además se plantea capacitar un miembro respetado de
la comunidad en cuestión para insertar la consejería de forma efectiva3. Ciertamente así
hay un manejo diferente desde los derechos en salud (la atención confidencial), por la
valoración positiva del consultante porque finalmente, desde la perspectiva del
ciudadano, es el sector de salud que se acerca al consultante y no viceversa.
Por último tenemos la consejería telefónica que fundamentalmente se encuentra más
desarrollado en países del primer mundo en los servicios de salud y sociedad civil. Esta
apunta a que se pueda consultar y compartir con la confidencialidad garantizada sobre
aspectos y preguntas de su vida sexual sin necesidad de salir de la casa. Esta modalidad
tiene obviamente un sustento tecnológico pero también estructural epidemiológico ya
que controlado la frecuencia de contagio en la población no es necesario implementar
medidas más profundas. Esta se ve desarrollada más adelante cuando se habla de la
implementación de la consejería en Chile.

Así se consignaría dentro del contexto de los derechos, en los ámbitos de la salud sexual
de las personas, que los sujetos pueden exigir y apropiarse del derecho del bienestar
general. Entonces veamos una definición de los derechos en salud reproductiva y sexual
que nos entrega un punto de partida para argumentar a favor de la consejería:

“La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de


mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el
sistema reproductivo y sus funciones y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva
entraña la capacidad de disfrutar hacerlo, cuando y con qué frecuencia. Esta última

3
Documento PDF: “Asesoramiento y VIH/SIDA”. ONUSIDA. Actualización técnica. Noviembre de
1997. Colección Prácticas Óptimas.

6
condición lleva implícito el derecho del hombre y la mujer de obtener información y de
planificación de la familia de su elección,…” (OMS, 1994. vea web
http://www.who.int/reproductive-health/publications/strategy_small_es.pdf)

Siguiendo esta definición de la salud reproductiva y sexual podemos ver entonces,


desde las políticas publicas, que la consejería es coherente con no tan solo el hecho de
asegurar el acceso a salud sino también posibilitar y potenciar el empoderamiento
reflejado en el ejercicio de una ciudadanía en la salud sexual y reproductiva, de tanto las
mujeres como hombres.

Veremos a continuación una revisión algunos ejemplos y casos de aplicación de la


consejería en el mundo pero también de evaluaciones sobre la efectividad de esta.

Primero tenemos a Thomas J. Coates con el artículo “The Voluntary HIV-1 Counselling
and Testing Efficacy Study: A Randomized Controlled Trial in Three Developing
Countries”. Este trabajo resume el trabajo efectuado en tres ciudades: Nairobi, Kenya,
Dar es Salam, Tanzania y Port of Spain, Trinidad. Los cinco resultados principales
señalados en el artículo fueron los siguientes: 1. -El VCT (consejeria voluntaria y test de
elisa) para VIH-1 reduce la cantidad de relaciones sexuales no protegidas con parejas no
primarias entre hombres y mujeres que se hacen el test y reciben consejería de forma
independiente de su pareja primaria. 2.-Individuos que resultaron con el test de VIH
positivo redujeron sus relaciones sexuales no protegidas con la pareja primaria. 3.-
Parejas que juntas recibieron consejería, y se hicieron el test de Elisa, redujeron las
relaciones no protegidas en mayor grado que las parejas que recibieron al azar y que
solamente recibieron una breve sesión de información en salud sexual. 4.- Parejas
serodiscordantes fueron mucho más proclives a reducir las relaciones sexuales no
protegidas entre ellos. 5.- La consejería preventiva es altamente beneficiosa en la
relación costo-efectividad en países en desarrollo, comparable con otras estrategias
probadas de prevención, como los servicios de ITS y acceso universal a Nevirapine para
mujeres embarazadas en lugares de alta prevalencia.
Por otro lado tenemos a Seth C. Kalichman et alt. que en “Experimental Components
Analysis of Brief Theory-based HIV/AIDS Risk-Reduction Counseling for STI
Patients,” hablan de la aplicación del modelo IMB (Information-Motivation-
Behaviroral Skills) en 432 hombres y 193 mujeres (Milwaukee, Estados Unidos) que

7
recibían previamente servicios en clínicas de ETS de esa ciudad. Hombres que
recibieron todas las sesiones (en 1 a 4 grupos de 90 minutos), fueron seguidos por 9
meses y monitoreado por ETS durante 12 meses. Así en los hombres que recibieron las
sesiones completas de IMB (tres componentes: información, motivacional, habilidades
autouidado) evidenciaron el uso relativamente mayor en las aptitudes de reducción de
riesgo y una baja en el número de relaciones sexuales no protegidas durante un
seguimiento de 6 meses, teniendo menos ETS nuevas. Para los hombres las consejerías
motivacional fue donde se mostró los resultados más positivos y dentro del seguimiento
de tres y seis meses. Los resultados sugieren que solamente una breve sesión de
consejería preventiva puede reducir el riesgo de contagio del VIH.
Fred Molitor, trata en “Predictors of Failure to Return for HIV Test Result and
Counseling by Test Site Type” el interés determinar el índice de retorno para hacerse el
test del Elisa la consejería post-test (California, Estados Unidos). El objetivo es
determinar motivos primarios del no retorno para la consejería postest. La muestra total
fue de 366,280 consultantes que se hicieron el test de VIH con seguimiento durante un
período de 18 meses en diversos lugares. El índice de no retorno en la muestra total fue
de 16.4%, o sea no pudieron conocer su condición VIH. El factor más relevante para el
no retorno fue el lugar donde se hacía el test, para aquellos que fueron a clínicas de ITS
el índice de no retorno aumentó en mas de 4 veces.
James Kahn et alter analizaron económicamente en ”Cost-Effectiveness of the
Mpowerment Project, a Community-Level Intervention for Young Gay Men” la
intervención a nivel local, comunitario (Albuquerque, EE.UU) en hombres jóvenes
homosexuales. Es un estudio retrospectivo sobre del costo estimado de en infecciones
evitadas de VIH. Se hace un análisis retrospectivo de la efectividad en gasto-efectividad
en intervención con jóvenes hombres gay durante un período de hasta 20 años. El
estudio se hizo por tres medios principales que son: grupo de pares, talleres grupales
únicos de tres horas cada uno, y campaña continúa dentro de la comunidad gay. El costo
se calculó desde tres perspectivas: societal general, societal excluido el trabajo
voluntario, y desde una organización de base de la comunidad. Los resultados fueron
calculados para una línea base de 20 años. Los resultados obtenidos, en resumidas
cuentas, señalan que se evitó un estimado de 2.0 hasta 2.3 infecciones de VIH en el
primer año, 5.0 hasta 6.2 en un período de 5 años, y de 9.2 a 13.1 en 20 años. El costo
societal por infección de VIH fue estimado entre U$ 14.600 y 18.300 sobre 5 años.

8
Hay casos de investigaciones que no se logra identificar a la efectividad sino al uso de la
consejería podemos mencionar los siguientes:
Primero tenemos el articulo “Repetición del test de VIH: ¿comportamiento de alto
riesgo o estrategia de reducción de riesgo” por Samantha Leaity, en donde el objetivo es
examinar las características de personas que van por primera vez a hacerse el test y
aquellos que repiten el test, y considerar sus implicancias para la consejería y test de
VIH. Se aplicó un cuestionario anónimo que fue respondido por aproximadamente
1.500 personas que solicitaba hacerse el test de VIH - entre septiembre de 1997 y julio
de 1998- en una clínica de Londres. La información fue recolectada sobre sus respuestas
en torno a Sexo Penetrativo no Protegido (SPnP) en los 3 meses previos y razones de
por qué se estaba tomando el test VIH. Resultados fueron los siguientes: En general el
50,6% (721 del total de 1.446) fueron personas que ya se había hecho el test. Los
hombres homosexuales en un 71,7%; los hombres heterosexuales en un 42,1%. y
mujeres heterosexuales en un 38,6%. No fueron encontradas diferencias significativas
en la frecuencia de sexo penetrativo no protegido. Sin embargo, hombres homosexuales
que reportaron tres o más test anteriores tenían mas probabilidad de reportar sexo
penetrativo no protegido (42,2%) que aquellos que tenían uno, dos o ningún test previo
test de VIH. (Para los/as heterosexuales fue de 35,3% en hombres heterosexuales y 25,4
en mujeres heterosexuales). Más de la mitad de los hombres y mujeres heterosexuales y
un tercio de los hombres homosexuales dijeron que estaban buscando hacerse el test de
VIH porque pensaban iniciar una nueva relación; estas proporciones no difieren
mayormente entre los que van por primera vez y lo que repiten el test VIH. Las
conclusiones fueron: En esta clínica de Londres que se hacía el test de VIH, no fueron
encontradas diferencias significativas en la frecuencia de SPnP entre los primerizos y
los que iban por segunda, tercera o cuarta vez, con la excepción de hombres
homosexuales con historial de 3 o más test de VIH, que reportaron elevados niveles de
conductas sexuales de alto riesgo. Para muchos, el hecho de volver a hacerse el test se
torna como parte de sus estrategias de reducción de riesgo para establecer cero-
concordancia con su pareja regular. La consejería en el test de VIH entrega la
oportunidad para enfocarse en comportamiento sexual de alto riesgo y reforzar las
estrategias de reducción de riego de infección ya implementadas a nivel personal.
En “La efectividad de las intervenciones para prevenir las ITS y VIH en hombres
heterosexuales” la autora Rani Elwy establece que en su revisión de 27 estudios (en
Estados Unidos, Australia, Kenya, Brasil, Senegal, India, Namibia, Escocia,

9
Mozambique y Tailandia), vio que no había efectividad en la consejería con pacientes
VIH-, pero si tiene una efectividad en pacientes VIH+. Un dato a tomar en cuenta,
relacionado con las consejerías, es que en cuatro estudios sobre prevención (en las
cuales se aprendía negociación sexual, uso de condón y demostración y reducción de
riesgo) con aplicación de test de VIH y consejería in situ de trabajadores, arrojó como
resultado que se bajara la frecuencia de incidencia en ETS y que bajara el número de
parejas sexuales de esos hombres. Uno de estos estudios no fue tan efectivo, como sí lo
fueron los otros, por ejemplo uno que usó como monitores trabajadores de puerto que
reclutaban a colegas trabajadores para participar en consejería grupal o individual, y que
tuvieron los mismos logros mencionados, pero que no pudieron cambiar la actitud de
los hombres frente al condón y sus conocimientos generales respecto a VIH SIDA.
También en cinco intervenciones en clínicas de ETS reportaron efectividad en el
comportamiento sexual de hombres heterosexuales. Un estudio reportó efectos en un
grupo experimental con sesiones grupales de consejería. Finalmente la autora no logra
establecer un patrón o modo único efectivo de intervención en todas las situaciones, en
la reducción de índice de contagio de ETS y VIH, por la heterogeneidad de los grupos
de hombre en estudio. Así se confirma en el texto que la efectividad de la intervención
en la prevención de VIH debe ser sistemática y apelar a la población de hombres
heterosexuales porque sí baja la incidencia en ITS se logra consecuentemente menos
infecciones en VIH.

En algunos casos de estos recién mencionados cuando no se haya cumplido obedece a


varios factores. Ciertamente el alcance de las políticas públicas a las poblaciones
general, vulnerables y adolescentes, teniendo en cuanta se debe que confrontarse con el
tema de sexualidad, que si bien no hay resultados identificables, necesariamente apunta
a la educación continua de la población desde las propias vivencias y recién a mediano
plazo se verán resultados concretos. Estos resultados se deberían reflejar en los
continuos sondeos sobre el avance del VIH/SIDA a nivel nacional e internacional. Si
bien el número de personas que viven con VIH/SIDA sigue en aumento, hay avances
cautelosos en la disminución de la tasa de contagio o índices de prevalencia en
diferentes países. Esto tomará tiempo en reflejarse en la tasa global de personas con
VIH/SIDA, porque es una herramienta con resultados a media y largo plazo.
Ciertamente así es difícil comprobar que este descenso obedece a la instalación de
consejería. Sin embargo, como la consejería implica una efectiva herramienta en

10
contextos específicos y como parte de educación sexual (situada) de la población
general por que la consejería se ha instalado con el Modelo de Reducción de Daño que
busca reducir gradualmente las conductas de riesgo asumiendo particularidades y
haciendo cambios realistas desde el/la consultante4.
Siendo en América Latina la principal vía de transmisión del VIH la (hetero-) sexual 5
es importante reiterar que debe haber instancias de inclusión de diferentes modalidades
(desde la educación formal, servicios médicos, sociedad civil) de educación sexual
equitativa y enmarcada en los derechos humanos para potenciar el descenso de los
contagios. Y esto se ve en que ONUSIDA ha actualizado el objetivo, debido a los
pequeños avances en prevención, de ampliar la respuesta de la prevención integral al
avance del VIH/SIDA (web:http://www.unaids.org/en/HIV_data/default.asp Fecha:
2006-05-26). Esto entonces fortalece la necesidad de seguir implementando la
consejería ya que es parte de la respuesta integral en salud.

Así podemos mencionar que es una ventaja de bajo costo económico para la sociedad
por persona y al evitar una infección que implica el tratamiento posterior. El costo por
persona infectada es evidentemente más alto y siendo la consejería una herramienta que
potencia los sujetos en actores de prevención el costo estimado de las infecciones
evitadas por la implementación de la consejería son muy relevantes. En este sentido el
análisis de costo-efectividad es una herramienta central para destinar efectivamente un
presupuesto restringido de forma efectiva6.

Los modelos de intervención social en VIH/SIDA en Chile.

En Chile, y desde CONASIDA, se ha planteado una intervención estratégica desde tres


niveles: Individual, comunitario y masivo. (CONASIDA) El primero es donde la
consejería se instala para promocionar la prevención en el sujeto y su contexto
particular y además focalizar en el tema de VIH/SIDA en forma breve y concisa. El
segundo nivel se asocia, aunque no es exclusivo, con la modalidad de la consejería entre
pares y resulta una intervención muy efectiva en contextos como las drogas,
adolescentes etc. En el caso de Chile las organizaciones como Grupo Lazos, MUMS
4
http://www.aegis.com/conferences/iac/1996/MoD1757.htmlfecha: 2006-06-05
5
http://www.paho.org/spanish/sha/be_v21n3-SIDA.htm fecha 2006-05-25
6
vea documentos como “Cost-effectiveness of HIV Prevention in developping countries” Autor: Elliot
MArseille. Web: http://hivinsite.ucsf.edu/ fecha21-07-2005. Otra referencia es: Can cost-efectiveness
analysis help in HIV prevention? Autor: James G. Kahn. Web: www.caps.ucsf.edu/costeffectiverev.html
fecha: 24/6/2005. Además Using cost-effectiveness league tables to compare interventions to prevent
sexual transmission of HIV” autor: Pinkerton, Steven et alter. Web: fecha: 28/6/2005.

11
CChPS y Fundación CIPRESS han trabajado y sistematizado el trabajo de consejería
desde la sociedad civil7. El tercer nivel se refiere básicamente al nivel de
concientización de la consejería o VIH/SIDA a través de los medios de comunicación
masiva. Aquí se puede mencionar las campañas televisivas de VIH/SIDA y el uso de
condón, propulsado por CONASIDA y el Ministerio de Salud8.
Entonces en el caso de Chile podemos hacer la pregunta ¿Cuáles ha sido los principios
rectores del trabajo en consejería desprendidos de los acuerdos e iniciativas nacionales e
internacionales? Así la instalación la consejería se ha basado fundamentalmente en los
siguientes principios:
 Derecho a la vida
 Respeto por la dignidad de las personas
 Confidencialidad
 Derecho a la decisión libre e informada
 Voluntariedad de aceptar el test del VIH y la consejería, con consentimiento
informado
 Derecho a la No Discriminación y respeto por los estilos de vida
 Respeto a los valores y creencias de las personas
 Solidaridad
 Derecho a acceder a técnicas y recursos disponibles científicamente
comprobados como efectivos
 Derecho a que la consejería sea ejercida por personas debidamente capacitadas
(profesionales y técnicos de salud y miembros de organizaciones sociales) que
cuenten con los recursos mínimos para hacerla (espacio físico, tiempo, recursos
pedagógicos)
Cuadro 1. 9

Pudiendo enmarcar estos principios dentro de los derechos humanos es importante


mencionar la centralidad del empoderamiento del consultante porque busca conferir un

7
Modelo consensuado de Consejería para la prevención primaria del VIH/SIDA en Organizaciones de la
Soecidad Civil. Fecha? Elaborado por: Jazmín Bitrán (fundación Lazos) et alter.
8
La primera campaña masiva en Chile de ISDA se efectuó en 1991 y 1992. Vea link sobre campañas del
SIDA en Chile: http://www.conasida.cl/campa/campa1.htm. Fecha 2006-05-22
9
Libro nr I en: “Modelo de consejería en salud sexual y reproductiva con énfasis en la prevensión de
VIH/SIDA y ETS”. Publicación Inédita Investigador principal: José Olavaria. Santiago diciembre 2005.
documento inédito.

12
trabajo efectivo de prevención a nivel personal, básicamente con transmisión de
habilidades sociales.

Una modalidad que también se ha implementado en Chile y que se ha actualizado es la


consejería telefónica: FONOSIDA. Esta consejería, gratuita y confidencial, tiene los
mismos principios rectores de la consejería en general y se centra en hacer más
accesible información y conversación de apoyo a cualquiera que tenga dudas inmediatas
sobre sexualidad y salud sexual. No se encuentra en el contexto del Test de Elisa, pero
apoya las personas en su salud sexual, entrega información y recomendaciones
específicas de caso a caso, sin necesidad de que el consultante deba esperar una hora
específica ni recurrir a un espacio físico determinado. Esto tiene un gran valor a medida
que adopta una modalidad similar a la de la consejería comunitaria o entre pares ya que
elimina el momento de la potencial discriminación, o incomodidad, del consultante.
La paulatina implementación y consolidación de la consejería en Chile se ha efectuado
entonces paralelamente en dos niveles: Sector salud y sociedad civil. Ciertamente desde
el último sector se potenció la incorporación de la consejería por el interés de
implementar medidas reales contra el avance del SIDA en el país. Así, esta nueva
instancia con focalización en salud reproductiva y tratamiento de las ITS (Infecciones
de Transmisión Sexual) ha favorecido su implementación, aún con sus dificultades. A
nivel de la sociedad civil han sido las ONG´s que ha promovido y facilitado la
consejería para y en la población general y vulnerable como herramienta
empoderamiento y mejorar la salud sexual. Y es aquí en donde el voluntario se ha
transformado en agente y propulsor del cambio cultural desde el individuo y para la
prevención del VIH/SIDA. (R. Villaroel Ferrada 2002)

Facilitadotes y barreras para la implementación de la consejería en Chile

Ley Sanitaria (19.779) en Chile hizo posible en el escenario para instalar legalmente la
consejería preventiva asociada al examen y fue así fue lentamente incorporada la
consejería post-test. Dentro de las herramientas del consejero con que cuenta , hasta
ahora son los lineamientos generales en el “Documento Técnico de trabajo: Consejería
para VIH/SIDA”. Además de esto hay un conjunto de documentos que se han usado en
los talleres de formación de l@s consejer@s.

13
Las ventajas y barreras en Chile de la consejería son, entre otras, las siguientes10: La
consejería ha tenido un impacto significativo impacto en el sector salud logrando abrir
la discusión en el sector salud y en la población general entorno a la sexualidad,
homosexualidad y diversidad sexual, buscando así el cambio tanto en la actitud del
personal de salud con el consultante. Además podemos ver que la consejería tiene dos
potencialidades en tanto herramienta de prevención: una sanitaria y otra de
empoderamiento. (FLACSO, 2004) Segundo, la instalación de la red de consejeros en
Chile ha sido un aspecto positivo a medida que con la ley 19.779 exige que todo Test de
Elisa se precedido de una consejería preventiva. Tercero, una barrera que se constata es
que la consejería no tiene una instalación como una labor preventiva en general en
temas de VIH/SIDA sino que ha acompañado la enfermedad de VIH se ha transformado
desde una algo mortal a algo más crónico que es resultado más bien de los
medicamentos retrovirales. Otra barrera es la falta de un reconocimiento de la consejería
como tal desde un nivel institucional. Ha sido un voluntariado se ha apoyado
fundamentalmente en la voluntad de trabajar conjuntamente contra la propagación de
VIH/SIDA y desde los acuerdos internacionales de salud reproductiva y SIDA.

Por último, vale la pena mencionar que existen también dificultades en el trabajo en
redes, la falta, en ciertos casos, de todos los implementos para llevar a cabo una
consejería efectiva preventiva. En este sentido también el hecho de efectuar solo un
seguimiento parcial, herramienta para el mejoramiento del trabajo en redes, no ha
logrado las metas para evaluar adecuadamente el trabajo de conjunto que se efectúa.

Cada consejería implicaría, desde las políticas públicas, un esfuerzo distinto para ser
implementada. Hay ciertos temas que se deben abordar como la formación de
consejeros como por ejemplo el autocuidado11, infraestructura, y relaciones
institucionales. O sea, como está en la propuesta del modelo de consejería de FLACSO-
Chile, desafíos que implican desafíos fundamentalmente en el capital humano y
organizacional. La primera apunta a la relevancia de la continuidad del contingente de
consejeros disponibles para atender el contingente de población que solicita o necesita

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Extraídas de las conclusiones generales de la evaluación nacional de consejería para prevención del
VIH/SIDA. Para CONASIDA. Santiago marzo 2004 y también de la Propuesta de Modelo de Consejería
para la prevensión del VIH/SIDA, diciembre 2005.
11
Definición: El autocuidado comprende al conjunto de operaciones organizativas destinadas a asegurar
la calidad de vida de los consejeros/as en el desempeño de su servicio de forma permanente. en: Modelo
de consejería en salud sexual y reproductiva con énfasis en la prevención de VIH/SIDA y ETS

14
la consejería. Aquí se haya procesos de evaluación de demanda sumamente delicada
debido a, como en el caso de Chile, el carácter cambiante de la demanda y
disponibilidad de potenciales consejeros de región a región y de comuna en comuna.
Ciertamente la falta de consejerías en lugares donde se necesita, o se ha detectado una
demanda puede tornarse doblemente difícil por la falta de recursos humanos, y
económicos que posibilitan la implementación de la consejería. En la dimensión del
autocuidado es relevante porque enfatiza la necesidad de mantener en un buen nivel la
calidad de la atención. El mismo agotamiento mental del consejero es una de las
barreras para una buena atención pero también planificación de la consejería. Tercero, la
infraestructura es el soporte físico mínimo que posibilita el ejercicio de una consejería
básica. En ese sentido es desde las políticas públicas es entonces garantizar las
condiciones macro de ejercicio de la consejería. Aquí se puede mencionar la
precariedad en la cual se ha trabajado la consejería en Chile pero también las medidas
que se ha tomado para implementar y institucionalizar su práctica, como también ha
sido la demanda explicitada desde los mismos consejeros. Cuarto y último, las
relaciones públicas son necesarias a medida que la población general en Chile no
conoce los beneficios, en tanto derecho en salud sexual y las ventajas de la consejería, y
que no necesariamente se aplican, como se ha mencionado anteriormente,
exclusivamente en Salud Sexual.

Propuesta

En el modelo propuesto, para la implementación de Consejería, por el equipo de


FLACSO-Chile Área Género, está compuesto primero por cuatro capitales (K) básicos:
K Humano, K Relacional, K organizacional y K metodológico/tecnológico. Estos se
consideran complementarios, dinámicos y están íntimamente relacionados. Este modelo
es efectivo cuando las relaciones entre estos componentes actúan con el interés superior
del consultante. A continuación compartiremos las definiciones de estos elementos.
El capital humano se refiere al: “valor que construyen, explícita e implícitamente, los
profesionales, personal y grupos que componen los servicios de consejería. Tiene una
importancia estratégica pues las actividades de los/as consejeros/as en su interacción
con los/as consultantes y equipos de salud son el principal factor en la realización del
servicio de consejería. En ese marco, la disposición de quienes ejercen la consejería, el
nivel de compromiso que adquieren, la creatividad ante nuevas situaciones y
demandas, agregan valor progresivamente a la consejería y les lleva a apropiarse de la

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visión de ésta. La incorporación de nuevas personas y la formación de los
consejeros/as favorece su productividad y calidad de desempeño organizacional”
(FLACSO-Chile, diciembre 2005).
A su vez el capital relacional: “Comprende los vínculos entre las organizaciones y sus
miembros, las relaciones que mantienen con otros agentes del Estado y de la sociedad
en general. Este capital incluye las relaciones con los grupos de interés y redes, y su
potencialidad para el desarrollo de servicios en distintos niveles de integración,
compromiso y responsabilidad. Conforman este capital las mesas regionales de
prevención del VIH/SIDA y ETS, las redes regionales de consejeros, la red nacional de
consejeros, los sistemas de derivación al interior de la red de salud, la asociatividad
con las Organizaciones de la Sociedad Civil y la relación con el sector privado. La
intersectorialidad con otros ministerios y servicios públicos desarrolla este capital
social”. (FLACSO-Chile, diciembre 2005)
Así el capital organizacional es: “La instalación y desarrollo de las bases apropiadas
organizacionales e institucionales es lo que se denomina capital organizacional e
institucional, es el recurso que hace posible que una organización alcance sus apuestas
y propósitos. Está integrado por el conjunto de activos intangibles vinculados a la
cultura organizacional. Hay capital organizacional cuando la estructura formal,
informal y la cultura están alineadas con esas estrategias o política. Es parte del
capital institucional la imagen pública de los servicios de consejería. Conforma el
capital organizacional la inserción institucional de los servicios de consejería, así
como las poblaciones y situaciones específicas, de manera que sea un servicio expedito
con procedimientos claros en consultorios, hospitales, CETS, bancos de sangre, entre
otros. Incluye, también, los recursos necesarios como dotación de consejeros/as,
infraestructura -salas, mobiliario, aseo, luminosidad-, disponibilidad de horas de
consejeros/as, material educativo, acompañamiento a los consejeros y plataforma
Internet. Los sistemas de derivación al interior de la red sector de salud pública y
privada –especialidades, médicos tratantes, FONOSIDA, y otros. Los sistemas de
registros, seguimiento y evaluación del servicio integran el capital organizacional”.
(FLACSO-Chile, diciembre 2005); y finalmente el capital/es metodológico/s son: “el
conjunto de conocimientos técnicos que permiten el desarrollo de las actividades y
funciones relativas al proceso de producción o de prestación de servicios de la
organización, según población y situaciones específicas. Los procedimientos y guías
que establecen criterios comunes en los distintos servicios y regiones forman parte del

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capital metodológico. La innovación y los aprendizajes de la práctica de la consejería,
mediante evaluaciones y sistematizaciones constituyen aspectos importantes de este
capital. La incorporación de sistemas basados en una plataforma Internet permite la
conexión entre los miembros de las redes de consejeros, agentes del Estado y sociedad
civil”. (FLACSO-Chile, diciembre 2005)

Teniendo en cuenta estas definiciones de los componentes centrales, este modelo


propuesto se basa en, y esta relacionado con una evaluación nacional exhaustiva de la
consejería en Chile el año 2004, en el cual se centró en su implementación hasta ese
momento y trabajo local de los consejeros. Cada una de estas definiciones implica la
claridad, coordinación e implementación desde las políticas públicas.

Los aspectos más relevantes extraíbles de lo anterior esto: La herencia y sesgos


institucionales de salud como la pesquisa de los portadores de VIH y además el personal
mayoritario de los consejeros era de mujeres, preparadas para atender mujeres
heterosexuales en directa asociación con salud reproductiva y no para una epidemia
históricamente de hombres y homosexual. Entonces no hay una correspondencia entre
el modelo formativo y los resultados de su práctica. Por eso es importante asegurar la
conexión entre el sistema formativo de consejeros con el programa de actualización
continua (que en el modelo propuesto es parte de la formación de los consejeros/as)
porque conecta la realidad epidemiológica con la práctica preventiva, además evitar que
se instale lógicas institucionales en una práctica que busca cumplir los objetivos
planteados en los cursos formativos de consejería. Se plantea así en el estudio de
evaluación que si se mantiene la consejería exclusivamente dentro del ámbito de la
obstetricia y vigilancia del las ITS, esta dinámica difícilmente va a cambiar.

Podemos decir, adicionalmente, que en este modelo propuesto se incluye algo no


considerado previamente y eso es la consejería en poblaciones específicas. Estas son:
Población general, Población vulnerable, mujeres embarazadas, adolescentes, bancos de
sangre, población dializada y personal de salud. Cada uno de estas no incluye todos los
momentos debido a los tiempos que se debe respetar cada contexto. Eso es el caso de
los bancos de sangre, población dializada y personal de salud que se encuentran en una
situación particular y que se derivan posteriormente de la consejería abreviada a una
población general o población vulnerable para un abordaje más profundo. Esta

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consejería de poblaciones se encuentra obviamente en concordancia con el flujo-grama
de la atención del sistema de salud12.

Una de las demandas centrales desde la sociedad civil que ha participado activamente
desde la implementación misma de la consejería en Chile es la institucionalización y
valoración de la actividad de los consejeros. Esto a su vez se traduce en una demanda
de mayor interés y aporte del gobierno de hacia la realización del trabajo preventivo y
no tan solo basado en las cifras epidemiológico.

Pensando a largo plazo, la implementación de un plan nacional de prevención en Salud


debe ser algo pensado desde varios frentes, tanto en sociedad civil como
institucionalmente, para lograr resultados nacionales efectivos, reflejado en cambios en
las cifras de prevalencia , la baja de contagio anuales y transmisión vertical, y que
busca, en definitiva, frenar el avance de VIH/SIDA.

Conclusiones

Así llegamos a argumentar, con los elementos expuestos previamente, que la consejería
es una medida efectiva que no solo puede tener logros en reducción de costos para las
políticas públicas, sino que también constituye en una medida que potencia el ejercicio
de los derechos en salud. Falta mucho para que en Chile la consejería se integre, tanto
institucionalmente como culturalmente, como parte de un concepto de salud integral de
los sujetos. Aún así, creemos que la consejería constituye una real herramienta de
intervención social, a nivel personal y comunitario, para potenciar las formas de
prevención sin una visión paternalista y autoritaria, como sería un modelo
exclusivamente medico-epidemiológico. Esta es la central ventaja de la consejería que
busca, a plazo medio, detener y reducir la velocidad de avance del SIDA tanto a nivel
nacional como internacional. Así en la perspectiva macro, la implementación de la
consejería desde las políticas debe estar sumamente claro en qué ámbitos específicos,
desde la realidad existente de cada país, se inserta la actualización o potencialización de
una medida de prevención eficaz. Ciertamente esta medida debe, para aumentar aún más
su efectividad, debe equilibrarse entre una ser una herramienta de intervención que
abarca la población general como una herramienta espacios específicos.

12
Vea documento “Discurso preventivo común y consensuado Red Nacional de Consejería en
VIH/SIDA”. Documento elaborado en el encuentro nacional de la Red de Consejeros 2002.

18
No solo hay una ventaja macro sino también posibilita una ciudadanía sexual con la
cual, sostenida por la declaración de los derechos reproductivos y sexuales, posibilita el
ejercicio en la toma decisiones informadas respecto a la esfera intima de cada persona.

Bibliografía

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Modelo Comunitario. CChPS. 1987-2002

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