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PREVENCION Y TRATAMIENTO DE OBSTRUCCIONES DE LOS

GOTEROS

El problema de la obstrucción de los goteros preocupa a los agricultores y puede suponer un trastorno
importante en el manejo de la instalación de riego.

A continuación se intenta resumir las medidas a seguir para prevenir y tratar las obstrucciones de los
goteros, que dependiendo de su naturaleza las clasificamos en físicas, biológicas y químicas.

Obstrucciones físicas

Son producidas por partículas sólidas que se acumulan en los goteros. Estas partículas pueden ser de
arcilla, limo, arena, plástico, etc., que pasan los filtros o que se introducen en el sistema a la hora de
instalarse o de repararse.

Para prevenirlas se debe tener especial cuidado en el diseño de las balsas de decantación y el filtrado,
de acuerdo con el origen y la calidad del agua. En la entrada del agua a la balsa se colocarán unos
coladores para eliminar materias sólidas extrañas. En caso de bombear el agua de una balsa de
decantación, la toma flotante de agua debe estar ubicada en un punto que evite la introducción de
partículas en el sistema. Generalmente el punto de aspiración se ata a una boya para que esté a cierta
profundidad de la superficie (toma flotante). La presencia de arena en el agua, que puede ser habitual
en algunos pozos y sondeos, obliga a instalar hidrociclones (Figura 1), cuya misión es separar la arena.
Éstos se instalan a la entrada del cabezal.

Figura 1. Hidrociclones para la eliminación de la arena contenida en el agua de riego


Al comenzar y al finalizar la campaña de riego y cuando se produzca alguna reparación en la
instalación, se deben abrir los finales de las líneas para permitir la salida de todas las partículas que se
acumularon en las tuberías. Esta operación de lavado debe repetirse con cierta frecuencia durante la
campaña de riego, dependiendo de la limpieza del agua utilizada.

Obstrucciones biológicas

Son producidas por organismos como algas, bacterias y hongos.

Las algas se reproducen rápidamente en aguas superficiales (Figura 2). Es recomendable cubrir la
balsa con un plástico oscuro para evitar su formación, lo cual puede ser relativamente sencillo en
balsas de pequeño tamaño. Actualmente la posibilidad de cubrir balsas de gran tamaño está siendo
considerada mediante sistemas de flotación como anclaje de la lámina polietineno. Esta es una
solución interesante, ya que elimina la aparición de algas y microorganismos al evitar la radiación
solar.

Figura 2. Balsa con algas en suspensión.

El sistema de filtrado puede evitar el paso de las algas, especialmente los filtros de arena, hoy en
desuso. Algunas algas consiguen pasar los filtros y se reproducen en el interior de las conducciones,
sobre todo si hay partes del sistema que permiten el paso de luz.

Tradicionalmente se han utilizado productos químicos para evitar la proliferación de algas,


fundamentalmente el sulfato de cobre. Si el agua permanece embalsada se debe tratar
periódicamente: cada 10-15 días en verano y una vez cada mes y medio en invierno. La dosis
recomendada es de 2 a 5 gramos por m3 de agua embalsada.

Otro producto de uso común fue el permanganato de potasio, pero actualmente su uso está
prohibido.

Actualmente se suelen instalar sistema de ultrasonidos en la balsas, más respetuosos con el


medioambiente de manera que impiden la proliferación de algas.
Los microorganismos más frecuentes son bacterias, hongos y algas microscópicas. Estos se
reproducen en las tuberías formando depósitos gelatinosos en las paredes y en los goteros. Existen
bacterias filamentosas que forman masas gelatinosas cuando el agua contiene una concentración alta
de hierro. Las bacterias ferrosas provocan precipitaciones de óxido férrico. Las bacterias sulfurosas
producen precipitaciones de azufre. Ambas provocan la obstrucción de goteros.

Para la prevención y control de microorganismos en el agua de riego se usa el hipoclorito sódico


(concentración de cloro activo del orden del 12%) a una dosis de 15-20 cm3 por m3 de agua. Se aplica
al final del riego, en los últimos 10 minutos, de forma que la solución quede retenida en la tubería
hasta el siguiente riego. La solución debe inyectarse al sistema antes de los filtros de arena, para de
este modo desinfectarlos.

Siempre es preferible hacer tratamientos preventivos, pero en el caso en que se hayan formado masa
gelatinosas se debe aplicar una dosis de 1-3 litros de hipoclorito sódico por m3 de agua, manteniendo
esta solución durante 12 horas en las tuberías. El lavado posterior debe hacerse con abundante agua,
ya que el cloro residual concentrado puede afectar a las plantas. Nunca debe mezclarse el hipoclorito
sódico con ácidos, ya que desprende cloro en forma de gas, que es sumamente tóxico para las
personas. Una vez realizado este tratamiento es necesario abrir los terminales de las tuberías
secundarias y de las portagoteros para eliminar los esqueletos de los microorganismos eliminados.

Obstrucciones químicas

Son producidas por la formación de precipitados de origen químico en las tuberías y/o por evaporación
del agua en los propios goteros. El riesgo es mayor cuando se riega con aguas alcalinas. Estos
precipitados pueden ser de diferente origen:

Los precipitados de hierro se forman cuando existen en el agua de riego concentraciones de hierro
superiores a 0,2 gramos por m3, y el pH es superior a 7,5. Se puede evitar que los precipitados de
hierro se formen dentro de las tuberías, provocando la formación de sales insolubles antes de los filtros
mediante oxigenación del agua, por floculación con floculantes específicos o clorando el agua. Las sales
insolubles que se forman deben ser retenidas por los filtros.

El método más accesible es el clorado del agua. La cantidad de cloro a inyectar se calcula según:

ppm de Fe en agua x 0,65 = ppm cloro.

Los precipitados de carbonato cálcico se producen si las aguas calcáreas llevan en disolución el ión
bicarbonato (HCO3-) en una concentración mayor que 130 mg/l (2,13 meq/l) y pH mayor de 7,5. Este
problema se ha detectado en buena parte de las instalaciones de riego por goteo de olivar en la
provincia de Jaén, al tener el agua condiciones similares a las expuestas. Problemas en goteros con
acumulaciones de cal, se pueden ver en la Figura 3.
Figura 3. Acumulaciones de cal en gotero

Las obstrucciones por precipitados de carbonato cálcico se pueden prevenir con el uso de fertilizantes
ácidos, de tal forma que se obtenga un pH del agua de riego algo inferior a 7 a la salida de goteros, lo
que aumenta la solubilidad de las sales de calcio, evitando las obturaciones. Para verificar el pH del
agua de riego con el fertilizante incluido se pueden usar tiras de papel tornasol o enviar una muestra
del agua al laboratorio. Con la aparición de la fertirrigación con abonos ácidos y su correcto uso, se
han reducido de forma apreciable las obturaciones por carbonato cálcico en la mayoría de riegos de
olivar comentados anteriormente.

En caso que se hayan formado precipitados de carbonato de calcio o de magnesio en los goteros y se
quiera proceder a su disolución hay que hacer un tratamiento a base de ácidos.

El ácido nítrico es el más utilizado para este fin por los agricultores, diluido al 50%. Este ácido es
sumamente peligroso por su alta corrosividad y puede provocar quemaduras graves en contacto con la
piel.

Para determinar la concentración de ácido nítrico a aplicar se recomienda hacer una prueba. A un cubo
de agua de 15-20 litros se le va agregando cantidades medias de ácido nítrico, hasta que llegue a un
pH de 3. Luego se calcula la cantidad de ácido necesaria para el caudal de agua que circula por las
tuberías a la salida del filtro.

El tratamiento se realizará de la siguiente manera:

1. Se aplica agua hasta llegar a la presión de trabajo normal.


2. Se trata durante 30 minutos con ácido.
3. Se procede al lavado del sistema a presión normal, abriendo los finales de las líneas, para dejar
salir por ellos la suciedad acumulada.

En el caso que el nivel de obturación sea grave se debe hacer un tratamiento con una dosis de 2 litros
de ácido nítrico por m3 de agua, manteniendo esta solución durante varias horas dentro del sistema,
lavando después con agua abundante para evitar posibles daños a los cultivos.

Es conveniente diluir el ácido antes de inyectarlo a la red de riego. Echar siempre el ácido sobre el
agua, porque la mezcla libera calor e incluso puede ser explosiva.
Consideraciones generales

- Cuando se pone en marcha una nueva instalación o después de reparar una avería se deben abrir
los finales de las líneas antes de abrir el agua, para proceder al lavado de materias extrañas.
- Realizar lavados periódicos, abriendo los finales de las líneas.
- Llevar a cabo revisiones y limpieza periódicas de los filtros de mallas y anillas. Si se observan
obturaciones por carbonatos introducir una solución de ácido nítrico al 3% durante 30 minutos.
- Asegurarse que no queda abono en las tuberías al finalizar el riego.
- Si regamos con aguas con riesgo de producir obturaciones, lo mejor es bajar sistemáticamente el
pH del agua hasta valores un poco por debajo de 7, lo que puede conseguirse adicionando ácido
nítrico o fosfórico, o simplemente con abonos líquidos ácidos, lo cual tiene múltiples ventajas.

El color de las obturaciones difiere según sea su origen:

- blanco cuando son originadas por carbonatos;


- negro grasiento con textura gelatinosa cuando son originadas por microorganismos;
- ocre rojizo cuando son originadas por precipitados de hierro.

Texto base gentileza de GAT Fertilizantes.


Puesto que la Reglamentación está cambiando, puede ocurrir que algún producto de los comentados
en este texto tenga o pueda tener restricciones en su uso.

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