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No: 20060210CARDBR
Doctor
EDUARDO REINA ANDRADE
Director Asesor Departamento Jurídico
Banco de la República
Ciudad
Acuso recibo de su carta de la referencia, mediante la cual usted manifiesta que no está
de acuerdo con los términos de mi oficio de fecha del pasado 30 de enero dirigido a la
DIAN en relación con la posición y actuación del Banco frente al gravamen que se ha
venido aplicando desde los inicios del pasado año a mi pensión y a las de mis
compañeros que aún no tenemos las edades para merecerlas en calidad de vejez, y se
ratifica en los términos expresados por la Subgerencia Administrativa en sus cartas
SGA-18814 y SGA-19553 de 29 de agosto y 7 de septiembre de 2005, respectivamente.
Sin embargo lamento que, quizás en razón a que no tuvo oportunidad de conocer otros
escritos míos dirigidos a la Gerencia General y a la Gerencia Ejecutiva con posterioridad
al pasado 3 de los corrientes, fecha de su muy atenta comunicación DJ-1939, usted no
tuvo ocasión de hacer una evaluación más profunda de la compleja situación a la cual
nos estamos refiriendo.
En virtud de que la Ley 100 de 1993 no desconoció derechos adquiridos por los
trabajadores, como lo es el de poder conciliar diferencias referidas a derechos inciertos o
discutibles, garantía que no solamente es de los empleados o trabajadores sino también
de la entidad, necesariamente dicho Artículo 41 fue acogido por la mencionada Ley 100.
En virtud de que las pensiones reconocidas por el Banco de la República en el marco del
plan de retiro voluntario expuesto entre 1993 y 2004, fueron conciliadas judicialmente,
asunto que manejó la dependencia a su buen encargo, en ejercicio de esa garantía legal
expresada por el mencionado Artículo 41, están enmarcadas en la Ley 100 de 1993 y en
consecuencia son exentas de impuestos como también lo son las reglamentarias, de
conformidad con el Estatuto Tributario.
Cordialmente,