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Tema 7c
LOS RECURSOS TURÍSTICOS EN ESPAÑA
El desarrollo del turismo en España es un fenómeno reciente, con gran impulso desde la
década de 1960.
Los viajes y vacaciones, hasta entonces reservados a una minoría, pasan a ser disfrutados
por un porcentaje muy elevado de la población de los países desarrollados.
España, por sus especiales condiciones, se convierte en una gran potencia turística, la
cuarta potencia turística del mundo en la actualidad tanto por el volumen del turismo extranjero
como por los ingresos aportados.
Las repercusiones tanto económicas como espaciales (urbanísticas y medioambientales) de
este fenómeno son de primer orden.
España ocupa un papel de primer orden en el ranking internacional del turismo, según
ponen de manifiesto los dos indicadores que se usan habitualmente.
El número de turistas extranjeros, unos 60 millones en 2007, y el volumen de divisas que
aportan, en los que nuestro país ocupa el cuarto lugar del mundo; después de Francia, Estados
Unidos y China en número de visitantes, y de Estados Unidos en ingresos por turismo.
Sin embargo, la importancia económica del turismo para España va más allá de lo que
revela la posición de nuestro país en el ranking turístico internacional.
El turismo es una de las actividades estratégicas de la economía española, ya que:
• Contribuye a crear empleo.
• Impulsa la producción.
• Capta divisas.
• Atrae inversión exterior.
• Compensa nuestra pobre balanza de pagos.
El turismo es una fuente fundamental de ocupación de la población activa, especialmente
de las zonas turísticas más características, aunque buena parte de este empleo es estacional.
Da empleo a más de dos millones de personas, más del 12% de la población activa. A ello hay
que añadir el fomento de la actividad constructora a que ha dado lugar y la creación de
industrias complementarias en torno a la construcción como las industrias del cemento, de la
cerámica o del mueble, con su ocupación de personas.
Aporta más del 11% del PIB y los ingresos procedentes del turismo exterior han sido una
fuente constante y creciente de inversiones que han contribuido al desarrollo económico de los
años sesenta. Su valor actual se aprecia cuando se considera que sus ingresos compensan un
70% del déficit comercial español.
No obstante, no todos son efectos beneficiosos y la actividad turística supone sus
contrapartidas económicas.
La acumulación turística durante el verano ha contribuido a incrementar el índice de
inflación, al producirse una acumulación espasmódica de la demanda.
El turismo representa gastos que han de ser asumidos por el Estado en los Presupuestos
Generales en forma de financiación de infraestructuras (autopistas o aeropuertos), o de
En la actualidad el nuevo modelo se caracteriza por una oferta de calidad dirigida a una
demanda más diferenciada y menos numerosa con mayor poder adquisitivo, mejor repartida en
el tiempo y en el espacio como resultado de la mayor diversificación de las modalidades del
turismo.
Los factores que ocasionan este nuevo modelo son:
• La mejora de la calidad de la oferta basada en la mejora del servicio.
• La mejora de los transportes.
• La mejora de las infraestructuras que permitan compensar la disminución de los turistas
con el incremento del gasto.
• La diversificación de los productos turísticos ofertados explotando la variedad de
recursos naturales y culturales
• La promoción estatal, autonómica y local creando una imagen turística de España.
• La sostenibilidad medioambiental.
• La consolidación de una amplia demanda interna.
• La disponibilidad de recursos humanos cualificados.
• La inestabilidad política en zonas competidoras, como los Balcanes y los países del
norte de África.
La oferta turística es el conjunto de servicios puestos a disposición del turista y está
integrada por los que vendedores del producto y por las instalaciones turísticas.
Los vendedores del producto son las instituciones que promocionan el turismo en ferias
internacionales y en las oficinas de turismo asó como en las agencias de viajes.
Las instalaciones turísticas cubren las necesidades de alojamiento, manutención y recreo
del turista.
La oferta de alojamiento se concentra en el litoral mediterráneo peninsular, Baleares y
Canarias, aunque en los últimos años ha crecido en el interior peninsular gracias al turismo
rural y al turismo cultural y de negocios.
La oferta de alojamiento es muy amplia y se agrupa en:
• Losestablecimientos hoteleros, que alcanzan un gran volumen, en torno al millón y
medio de plazas, pero en su mayoría de categoría media o baja.
• Los establecimientos extrahoteleros, campings, apartamentos y segundas residencias,
que suponen más de diez millones de plazas.
La oferta de manutención se basa en los servicios de restauración y complementariamente,
en las cafeterías y bares.
En la oferta de recreo destacan las instalaciones deportivas, parques recreativos, los
parques de agua, los clubes hípicos y de golf y las instalaciones náuticas.
La demanda turística estuvo dominada inicialmente por el turismo extranjero, pero en la
actualidad, la demanda nacional desempeña un destacado papel.
La demanda internacional:
• Ha crecido desde finales de los años cincuenta, salvo breves paréntesis que coinciden
con etapas de crisis.
• Desde la entrada de España en la Comunidad Europea en 1986 ha aumentado
notablemente el número de visitantes, alcanzándose los 75,7 millones de visitantes en el
año 2001.
• En su mayor parte proceden de Europa occidental y del norte y son, sobre todo,
alemanes, británicos, franceses, del Benelux, italianos y portugueses. Muy distantes, los
norteamericanos.
• El turismo extranjero es mayoritariamente estival, se dirige principalmente a zonas de sol
y de playa de Baleares, Canarias y Cataluña, seguidas de Andalucía y la Comunidad
Valenciana, y es el principal cliente de las plazas hoteleras.
La demanda nacional:
• Fue aumentando desde la década de 1960 a medida que crecía el nivel de vida de los
españoles.
• Procede de las zonas más industrializadas: Madrid y Cataluña.
La política turística se plantea los siguientes objetivos para lograr la reconversión del sector
y mejorar la competitividad:
• Potenciar el turismo de calidad.
• Disminuir la dependencia del exterior mediante la creación de tour-operadores
nacionales, tanto en el mercado interno como en el externo.
• Compatibilizar el desarrollo del turismo con la calidad medioambiental. Hoy preocupa
que el turismo no perjudique al medio ambiente.
Las áreas turísticas son los espacios que cuentan con una elevada afluencia de turistas,
tanto extranjeros como nacionales. En España, las densidades más altas corresponden a las
zonas de turismo de sol y playa.
Los puntos turísticos son núcleos turísticos aislados, como las ciudades históricas del
interior.
Las áreas turísticas pueden clasificarse en:
• Regiones de temporada, con estacionalidad superior a la media: Cataluña y Baleares.
• Regiones de turismo estabilizado o especialmente turísticas, bien por las estancias
prolongadas (Canarias, Málaga, Alicante, Madrid), o bien por visitas puntuales
relacionadas con su patrimonio histórico (Granada, Córdoba, Sevilla, Toledo)
Además, se puede distinguir entre:
• Las áreas turísticas de sol y playa, que son las islas Baleares y Canarias y la costa
mediterránea peninsular.
Reciben una importante afluencia turística basada en sus características climáticas y sus
playas.
Presentan diferencias notables basadas en los siguientes aspectos:
o La accesibilidad.
o El modelo de ocupación del espacio.
o El tipo, la calidad y la clientela de los alojamientos.
• Ellitoral gallego y cantábrico, que ofrece áreas costeras e interiores no saturadas y
destacados paisajes rurales y naturales.
• Los centros de turismo rural, que pretenden estimular aspectos complementarios a la
actividad agraria y recuperar las viviendas, la artesanía y las tradiciones locales. Ofrecen
actividades de ocio relacionadas con la naturaleza.
• Las estaciones de esquí, basadas en el turismo de nieve.
• Las ciudades históricas y artísticas, que permiten un turismo cultural de visita de museos
y monumentos y recorridos por los centros históricos.
• Madrid, con una oferta hotelera destinada al turismo cultural y a un creciente turismo de
congresos y convenciones.
Estas otras áreas turísticas no destinadas al sol y playa, desde la década de 1990 han
intensificado la difusión espacial del turismo debido a los siguientes factores:
o El aumento del turismo de proximidad generado por las grandes aglomeraciones
urbanas.
o Las áreas rurales del interior han visto en el turismo una estrategia de desarrollo y
diversificación económica.
o La necesidad de reestructurar los espacios litorales tradicionales ha supuesto la
incorporación al turismo de la zona prelitoral y la articulación entre los espacios
litorales.
o El deseo de calidad y de nuevos atractivos por parte de la demanda.
EL IMPACTO ESPACIAL DEL TURISMO
El turismo tiene importantes impactos territoriales en las áreas receptoras, que son más
evidentes e intensos en las tradicionales zonas turísticas del litoral, pero afectan también al
resto de las áreas.
Las consecuencias de todo ello son los grandes bloques de apartamentos y hoteles junto a
las playas, la urbanización incontrolada en espacios naturales de gran valor, la contaminación
de playas o bosques, que exigen actualmente políticas de protección y rehabilitación.