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La ciudad de Alejandría

Al

ejandría es la segunda ciudad en tamaño de Egipto y su principal puerto


marítimo. Fué construida por indicación de Alejandro Magno en los años 332 y 331
antes de Cristo por el arquitecto griego Dinócrates donde se encontraba la antigua
villa de Rhakotis. Nombrada en honor a su fundador, -- quien nunca vió la ciudad
construida, pero fue enterrado en ella --, la ciudad se convirtió rápidamente en un
importante centro cultural, intelectual, económico y político en la antigüedad. Su
famosa biblioteca se dice que llegó a tener mas de 500,000 textos con los más
variados tópicos de la época.
Con una población actual de unos 3.5 millones de habitantes (1990), está
construida en un arenoso trecho de tierra entre el Mar Mediterráneo y el Lago
Mareotis en la extensión occidental del gran delta del Río Nilo. Si bien Alejandría es
una ciudad comercial e industrial, está acompañada por una serie de canales de
regadío en el área intensamente cultivada e irrigada del Delta del Río Nilo.

Alejandría debe su nombre a su fundador, Alejandro el Grande (356-323 a.C.), cuyo


deceso marca el comienzo de la Era Helenística. Las exploraciones y conquistas
conocidas de Alejandro prepararon el camino para el intercambio cultural y el
desarrollo de una verdadera perspectiva cosmopolita.

La Era Helenística fue un tiempo de intercambio y mudanzas culturales. A medida


que se convertía en el mayor puerto de mar del mundo antiguo, Alejandría se
revelaba como un arquetipo histórico y cultural, como el punto de encuentro para la
colisión y fusión alquímica de las culturas del mundo. Durante el período clásico, el
individuo estaba en conocimiento de la posición que ocupaba en relación con la
familia, el estado, la comunidad y los dioses. Con la llegada de la Era Helenística, sin
embargo, se produjo un cambio: un nuevo mundo se habría. Alejandro llega con sus
tropas hasta India donde los colonizadores griegos se conectan con los pueblos de la
zona. Los viajeros y mercaderes de Oriente traen sus divinidades y prácticas
espirituales a Occidente. Ya Clemente de Alejandría, uno de los primeros padres de la
Iglesia, menciona a Buddha en uno de sus escritos, y es sabido que llegaron hasta
Alejandría misioneros budistas. Los judíos se helenizaron tanto que sus escrituras
tuvieron que ser traducidas al griego. La Era Helenística marca el advenimiento de un
nuevo orden mundial, uno en el cual las formas culturales específicas fueron vistas
como aspectos relativos de una gran trama mundial.

Alejandría, la que fuera una de las capitales del mundo antiguo, urbe de la ciencia,
desvela hoy, poco a poco, su pasado entre edificios modernos y ruinas arqueológicas.
En alguna parte de la ciudad se esconden aún su célebre faro, su gran biblioteca y los
sublimes palacios de los faraones helénicos.

Griegos, italianos, sirios, armenios y libios han poblado esta ciudad cosmopolita
llamada por los romanos Alexandria ad Aegyptum (Alejandría aparte de
Egipto), aunque de sus esplendores ancestrales apenas queda ni rastro. Un
terremoto y un maremoto, en el siglo IV, acabaron con la isla
Antirhodos, donde Cleopatra se construyó su palacio, mientras que a
la ciudad se fueron superponiendo las construcciones del Bajo Imperio, el estilo árabe
y las corrientes europeas.
Fue diseñada por Alejandro el Grande, que con 24 años ya había vencido a los persas
y a los sirios. En el 331 a. C. descendió el Nilo hasta la costa y ordenó construir la
ciudad alrededor del antiguo pueblo egipcio de Rakotis. Salió a combatir hacia Persia,
Afganistán e India, y murió de malaria en Babilonia. Egipto pasó entonces a manos de
uno de sus generales, Tolomeo, que se proclamó rey y salvador del país.

Singulares monumentos, como el museo y su famosa biblioteca, hoy desaparecidos,


también la hicieron famosa, aparte de su impreesionante faro. Afortunadamente, aún
se puede admirar la columna Pompea, de más de 26 metros de alto, en granito rosa,
que formaba parte del Serapeum, un templo dedicado a la divinidad Serapis. A
principios del siglo IV, un terremoto y un maremoto se tragaron los palacios del borde
del mar y el museo. Después el triunfo del cristianismo conllevó la destrucción masiva
de Alejandría. Sin embargo, tras muchos años de olvido y apatía para desesperación
de los arqueólogos, Alejandría está resurgiendo de sus cenizas. Las obras civiles que se
están realizando tropiezan con necrópolis y santuarios, mientras se están intentando
localizar las antiguas ubicaciones de sus principales monumentos.

Moneda del emperador romano Cómodo (161-192 d.C.), acuñada en Alejandría,


con dos símbolos de la ciudad: el barco y el faro:

La escuela de Alejandría marca un hito en la historia de la ciencia y singularmente en


el campo filológico. Sus principios y métodos influyeron directamente en la labor
filológica de los sabios judíos y cristianos a la hora de seleccionar los libros bíblicos,
fijar su texto e interpretarlo.

Alejandría, en la actualidad una ciudad de más de tres millones de habitantes.


Fundada, como deciamos por Alejandro Magno en el 331 a.C, concretamente el 7 de
Abril del 331 a.C. El esplendor de la ciudad se dá en el s. III a C. .) Desde su fundación
es una ciudad cosmopólita: macedonios, egipcios, griegos, mercenarios, judios,
hindúes, monjes budistas,... "Riquezas, juegos de palestra, poder, prosperidad, glória,
espectáculos, filósofos, oro, juventud, el templo Adelfos, un rey generoso, el Mouseion,
vino, todas las cosas buenas que uno pudiera desear, y mas mujeres que estrellas hay en
el firmamento..." (Herondas, 300-250 a.C.)

"Las ideas de Alejandro a la hora de fundar ciudades eran meridianas:


significaban el establecimiento de una población macedonia con representantes de la
población autóctona, a los que se añadía el mayor número posible de griegos. En el caso
de Alejandría se daban estos elementos: una colonia macedonia, la población egipcia
originaria de Rakotis y población griega procedente de los asentamientos de Náucratis y
Memfis" (El-Abbadi)

Tetradracma en plata de Alejando Magno, acuñado en Alejandría por Tolomeo I


Soter (323.284 a.C.) Fué Tolomeo I, hijo de Lagos, general y sucesor de Alejandro
como gobernador deEgipto, quien trasladó su residencia y administración a
Alejandría el 320 a.C.

... A pesar de la gran tradición histórica a favor de Tolomeo II Filadelfo (Carta de


Asristeas), la mayor parte de los estudiosos modernos atribuyen a Tolomeo I Soter
(Ireneo, s. II, Clemente de Alejandría, s. III) la creación de la Biblioteca,
gestionada por un bibliotecario real, y del Mouseion, Santuario dedicado a las
musas, centro de investigación patrocinado por el rey, y dirigido por un sacerdote.

Demetrio se convirtió en consejero del rey y sugirió a Soter la idea de crear en


Alejandría un gran centro de investigación (el Mouseion) con una gran Biblioteca.
Una relación entre Demetrio y Filadelfo parece imposible, pues Demetrio no era
partidario del nuevo rey y éste lo exilió

"Demetrio de Falerón, encargado de la Biblioteca real, recibió un enorme presupuesto


para reunir, si fuera posible, todos los libros de la tierra. Mediante compras y
transcripciones llevó adelante, en cuanto de él dependía, el proyecto del rey" (Carta
de Aristeas 9)

La Biblioteca Hebrea fué traducida al griego en parte durante los s. III y II a.C. "Lo
importante es que la empresa fue posible en Alejandría gracias a la abundancia de
material de investigación disponible en la Biblioteca. La version de los Setenta sigue
siendo la obra mas valiosa de toda la historia de la traducción y aún hoy resulta
indispensable para los estudios biblicos" (M. El-Abbadi)

"La asociación de la Biblioteca y el Mouseion con el nombre de Demetrio sugiere que


habían sido fundadas al mismo tiempo bajo el reinado de Tolomeo I Soter, en el año
295 a.C. como muy tarde" (El-Abbadi)

La primera biblioteca debió ser ampliada con una segunda construída en el


Serapeum. El Mouseion y la Biblioteca tenían administración independiente.

"Los Tolomeos deseaban que su Biblioteca fuera universal. No sólo debía contener
lo fundamental del saber griego, sino escritos de todos los países, que luego
habían de ser traducidos al griego" (El-Abbadi)

En Alejandría se pudieron tener los Anales Sagrados Egipcios, una Historia de


Babilonia, una exposición de la religión Mazdea persa, estudios sobre
Zoroatrismo, textos del Budismo y los escritos sagrados de los judíos

La LXX

La carta de Aristeas es un escrito de un judío alejandrino del s. II a.C.


(probablemente entre el 127 y el 118) que pretende explicar legendariamente el origen
alejandrino de la traducción griega de la Torah. Hay un punto histórico, que es la
comunión de intereses entre las instituciones regias y los sabios judíos

"La traducción al griego de la Torah y de los demás escritos bíblicos constituye un


fenómeno único y sin parangón en la antigüedad. Como toda traducción
constituye todo un esfuerzo de interpretación del original hebreo y, al mismo
tiempo, un esfuerzo ingente de versión de términos y de conceptos del mundo
semítico al mundo occidental griego. La difusión de la versión de los LXX fue un
elemento decisivo en el proceso de helenización del judaísmo" (Trebolle)

"La versión de los LXX constituye un ensayo de aproximación de las concepciones


religiosas y de las tradiciones culturales hebreas al espíritu y al pensamiento
filosófico de los griegos. Filón de Alejandría afrontó el reto de lograr una síntesis
entre estos dos mundos, con resultados inaceptables para el rabinismo
posterior"(Trebolle)

El fenómeno de la traducción ha acompañado siempre a la Biblia: casi siempre ha


sido leía en traducciones: arameo, griego, siríaco, latín, eslavo, lenguas
modernas...

De LXX existe un considerable número de papiros (del s. II a.C al s. VII d.C.),


manuscritos unciales (entre los ss. IV-VIII d.C.) y minúsculos (ss. IX-XVI d.C.)

El fragmento de papiro que reproducimos es de los más antiguos de LXX: Papiro


957, Ryland gr. 458, segunda mitad del s. II a.C. Recoge el texto de Dt 25,1-3

Filología Alejandrina

"Los alejandrinos hubieron de desarrollar, en relación con la literatura griega


antigua, las mismas tareas que los escribas y rabinos judíos y los Padres de la Iglesia
hubieron de llevar a cabo en relación con la literatura bíblica. Estas tareas eran
básicamente las tres siguientes:

·Establecimiento de un canon de libros clásicos o canónicos

·Fijación del texto de los mismos

·Interpretación de su contenido según los principios y métodos adecuados en cada


caso" (Trebolle)

Calímaco (310-246 a.C.): Hacia el 270 a.C. debió comenzar su grandiosa obra


Pinakes (Cuadros o tablas), 120 libros dedicados a la catalogación razonada de
autores y obras de la Biblioteca, que constituyó el fundamento de la historia de
la literatura griega" (El-Abbadi)
Eratóstenes de Cirene (276-194 a.C.): alumno de Calímaco en Alejandría, le
sucedió como fundador de la Biblioteca. Crítico literario independiente: "Todo
poeta busca más agradar que instruir". Estoicismo científico humanista:
denuncia la división de la humanidad en griegos y no griegos y preconiza la
clasificación basada en criterios de vicio y virtud

Aristófanes de Bizancio (257-180 a.C.): cuarto director de la Biblioteca de


Alejandría. Editor crítico de Homero y otros

Aristarco (220-143 a.C.): director de la Biblioteca de Alejandría. Edición crítica de


Homero. Principio hermenéutico: "Interpretar a Homero a través de Homero"

Catalogación

Fue Calímaco quien escogió y clasificó los autores "eminentes"

·La palabra griega enkrineinsignifica · En Roma se instauró la costumbre de


"admitir" o "aprobar" y designa el llamar a los autores escogidos
método de elegir autores e introducir sus comoclassici. La palabra tuvo éxito y fue
nombres en una lista seleccionada retomada en el Renacimiento

· El término ordo, utilizado por - Los classici, escogidos y


Quintiliano (autores de primer comentados y
orden), designaba una clase recopiadoscontinuamente,
social o escalafón militarCicerón pasaron a la posteridad mientras
adoptó el término classis, otros se vieron condenados al
también designación de la olvido
jerarquía social romana

Fijación del texto

El sistema de catalogación erudita resultaba molesto para el público lector.Con el


tiempo las anotaciones dejaron de usarse e incluso se contaminaron manuscritos con
anotaciones diversasEl mismo fenómeno ocurrió con las anotaciones hexaplares de
Orígenes

Hermenéutica

La hermenéutica judeocristiana se inspira también en la alejandrina

 La cuestión homérica o la paternidad de Homero respecto a lo que se le


atribuye tiene su equivalencia en la cuestión de las fuentes del Pentateuco o
autoría de Moisés. La misma problemática en el NT plantea la cuestión
sinóptica o interrelación entre los tres evangelios sinópticos (Mt, Mc, Lc)
 El principio rabínico clásico de que la Biblia se entiende desde la misma
Biblia (Torah mi-tok Torah, TJ Meg 1,13,72b, y Dibre Torah mi-dibre
qabbalah, TB BQ 2b) es un calco del principio aristárquico "Homero desde
Homero" en frase de Porfirio (233-305 d.C.)
 "El problema más importante de interpretación de los textos épicos era el de
justificar la amoralidad de los dioses homéricos. Para ello hubieron de servirse
de la interpretación alegórica" (Trebolle). La misma solución buscaron en el
Judaísmo y Cristianismo autores como Filón, Clemente y Orígenes. El método
alegórico consiste en buscar "otra" explicación o sentido a lo dicho. Y así se
desarrolló la teoría de los sentidos de la Escritura.

El fin de la Biblioteca

Para la destrucción de la Biblioteca se proponen diversas fechas. Probablemente cada


una tiene su fundamento, pues en cada una se destruyó algoLa conclusión es que a lo
largo de la historia la violencia, el fanatismo, el interés comercial y la estupidez ponen
su grano de arena para acabar con la cultura

La destrucción de César (48 a.C.) parece fue importante según testimonio de la


antigüedad

Pero aún debió subsistir parte de la Biblioteca, pues en el s. IV un decreto


del emperador cristiano Teodosio (391 d.C.) aprobó la demolición de los
templos en Alejandría. Ejecutado por el obispo Teófilo debió afectar al
Serapeum (la acrópolis de Alejandría) y a su Biblioteca

La tradición árabe recuerda la destrucción por el general Amr (642 d.C.)


siguiendo el principio del califa Omar: "A propósito de los libros que
mencionas, si lo que allí se encuentra escrito es conforme al libro de Dios
(Corán), no son necesarios; y si son contrarios, son inútiles. Así pues,
destrúyelos"

Bibliografia:

M. El-Abbadi, La antigua Biblioteca de Alejandria..., pp 117-159

Mustafá El-Abbadi, La Antigua Biblioteca de Alejandría. Vida y Destino. Unesco 1994

L.D. Reynolds - N.G. Wilson, Copistas y filiólogos. Madrid 1986

"El recuerdo de la antigua Biblioteca de Alejandría, que ha traido hasta nosotros el más
genuino y auténtico concepto de cultura universal, debe ser el faro que ilumine la gran obra
del saber y el conocimiento, morada de las Letras y de las Ciencias, que la nueva Biblioteca
aspira a ser."
S.M. Doña Sofia Reina de España.

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