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Aunque algunos críticos de la Educación Chilena han sostenido que ser un buen
estudioso de una materia es calificación suficiente para ser un buen profesor. Sin embargo,
todos recordamos profesores que eran grandes conocedores de su tema, pero que carecían de
aptitudes para enseñarlo. De la misma manera, se ha llegado a aceptar el hecho que un
docente es algo más que un buen técnico.
Más allá del equilibrio entre conocimiento y capacidad pedagógica, ¿qué atributos
convierten a un individuo en un buen docente? ¿Cuáles son algunas de las formas en que un
profesor puede ser simultáneamente humano e interesante, con tal de centrar el aprendizaje
como foco de atención?.
Una visita realizada a distintos profesores
en sus aulas
Profesor Señor. MANUEL ROJAS.
Parece una persona agradable. No aparenta preocuparse por el modo ruidoso
en que los alumnos entran en el aula. Cuando suena la campana, está revisando
algunos papeles. Con el sonido de la campana, los alumnos al verlo dentro de la sala
se callan y prestan atención a las indicaciones, en la pizarra cuelga una lámina, luego
de realizar un examen de lo que la lámina representa, comienza un estruendo de sillas
cuando seis alumnos se desplazan hacia el frente de aula, se dirigen al profesor y le
presenta un informe relacionado con el tema de la lámina, a los pocos minutos se
produce una discusión algo ruidosa, pues algunos alumnos se aferran a sus puntos de
vistas. El Sr. Rojas ocasionalmente hace de moderador, pero no efectúa comentarios
sobre el tema. Cuando faltan unos cinco minutos para que termine el período, llama a
dos de los alumnos para que resuman los informes a favor y en contra, sintetizando el
punto de vista opuesto al presentado en el informe.
EL AULA
El aula del Sr. Rojas, está llena de gráficos, modelos plásticos del cuerpo
humano y una buena cantidad de láminas realizadas por alumnos. Hay una gran
biblioteca con textos de Ciencias Naturales y cuenta con Videos sobre temas diversos
para sus clases.
EL PROFESOR
Luego de su clase el Sr. Rojas explica que es su séptimo año en la docencia. El
primer año en que enseñe hablaba demasiado. Mientras hacía práctica, siendo
estudiante, advertí que en realidad no dominaba lo suficiente las materias a enseñar, de
modo que pase mi primer año leyendo y preparando notas detalladas para mis clases.
Recuerdo que pensaba que al hablar yo mismo durante todo el período, los
alumnos me plantearían preguntas a las que no podría responder. Cuando miro hacia
atrás recuerdo muchas faltas de atención y conversación durante mi clase; debo haber
sido bastante monótono. De todos modos, pasado mi primer año, comencé a
experimentar con distintas técnicas didácticas. Pertenezco a varias organizaciones
profesionales, y de sus periódicos y conferencias obtienen una gran cantidad de
información práctica sobre la enseñanza. Si me parece adecuada la utilizo en la
preparación de mis clases.
EL ALUMNO
Uno no puede evitar interesarse en la clase del Sr. Rojas, realmente, sorprende
a los TRAGALIBROS usted sabe a que me refiero: esos chicos que anotan todo lo que
dice el profesor para el examen. Hay días enteros en que el Sr. Rojas no abre la boca.
A veces nos escapamos por la tangente y tiene que traernos de vuelta. Conocer los
datos no basta en su clase.
También tiene un gran sentido del humor. No quiero decir que es un payaso o
algo por el estilo, sino que por lo general tiene algo grandioso que decir, y de una
manera siempre está relacionado con la lección. Además de hacer bromas, también
sabe como recibirlas. El Sr. Rojas dice que si uno no sabe reír no sabe vivir.
EL PADRE
Me acuerdo de las clases de Ciencias Naturales, era un montón de cosas para
memorizar. Pero Rodrigo vuelve a casa hablando de asuntos que yo mismo tengo que
repasar. Algunos padres se escandalizaron cuando la clase estudió la reproducción
humana, pero cuando el director apoyó al Sr. Rojas y descubrieron que se trataba el
tema con pudor y sensibilidad, se callaron. Rodrigo me dice que ahora están
estudiando el efecto que causa la contaminación.
EL DIRECTOR
El Sr. Rojas es uno de los mejores profesores del colegio. De acuerdo con las
opiniones que me llegan de sus alumnos, parece que se mantiene actualizado y los
hace interesarse en el estudio. A veces sus clases se tornan ruidosas y algunos
profesores de las aulas vecinas se quejan. Lo único que me molesta, sin embargo, es
que trata algunos temas bastante discutidos sin consultar primero conmigo.
PROFESORA MARIA VERA
EL AULA
El aula de la Sra. Araya es un modelo de orden. Sus presentaciones audiovisuales son
mucho más ordenadas que las del Sr. Rojas, las arregla ella misma. Clasifica el material para
cada tema en sobres que vuelve a utilizar todos los años. Entre los claveles y rosas de las
macetas que se encuentran sobre el alféizar de la ventana, hay diccionarios y colecciones de
obras de los autores que se estudiarán durante el año. Un armario, en la parte posterior del
aula, contiene copias de material mimeografiado que se distribuye cuando corresponde
LA PROFESORA
He enseñado durante veinte años, y en mi experiencia, los alumnos trabajan
mejor cuando saben exactamente qué es lo que se espera de ellos. Mis alumnos saben
que el aula es un lugar para trabajar seriamente. Mi trabajo consiste en planear y
ejecutar las lecciones, y el de ellos, en realizar la tarea asignada y aprender. Todos
sabemos qué tenemos que hacer y lo hacemos.
EL ALUMNO
La Sra. Araya es buena, pero no acepta bromas. A veces un alumno nuevo la
pasa bastante mal antes de aprender. Simplemente, nos atraviesa con la mirada. Sus
clases son bastante buenas y pienso que aprendemos, pero me gustaría que sonriera
un poco más.
EL PADRE
LA Sra. Araya es una profesora hecha y derecha. Es a la manera antigua. Estos
profesores nuevos son demasiado débiles y tranquilos. No ocurre esto con la Sra.
Araya, hace marcar el paso a los chicos. Carlos nuestro hijo, se inclinaba a haraganear,
hasta que entro su clase.
EL DIRECTOR
La Sra. Araya es excelente. Estaba aquí cuando llegué, y pienso que seguirá
estando cuando me vaya. Para ella la docencia es un trabajo serio, y sus informes
siempre llega a tiempo y son modelos de exactitud.
He notado algo interesante: los pocos días en que la Sra. Araya está enferma y
tenemos que buscar un suplente, éste comenta siempre que los alumnos están en
condiciones de decir de qué tratará la clase, y se preocupan por no atrasarse en los
planes que ha establecido la Sra. Araya. Su disciplina forma parte de los propios
alumnos después de un tiempo.
PROFESOR Sr-. ALBERTO ESCARATE
El Sr. Escárate es un técnico eléctrico, y enseña electricidad en un Liceo Técnico
Profesional. Sus alumnos en este momento están aprendiendo electricidad; varios están
trabajando en sus propios aparatos de radio, y otros efectúan investigaciones sobre la materia
en una sala adecuada para ello a un costado del área principal del taller. El Sr. Escárate recorre
los pupitres, comentando el trabajo de los alumnos, y ayudándolos ocasionalmente a soldar una
pieza. Sin embargo, pasados unos momentos se dedica a conversar con un estudiante en la
oficina que existe en esa aula tecnológica. Tan pronto como sale un alumno, entra otro, al final
del período, han entrado cuatro alumnos a la oficina.
EL AULA
El equipo del aula es relativamente nuevo y está bien conservado, pero no
trasunta ningún intento de convertir la sala en algo más que el taller que efectivamente
es. Aproximadamente cinco minutos antes de que termine el período, los alumnos
comienzan a guardar sus proyectos y reubican las herramientas y útiles. Cuando suena
la campana, todo está en orden.
EL PROFESOR
El Sr. Escaráte explica que por alguna razón se ha convertido en padre y
profesor de sus alumnos. No sabe muy bien cómo ocurrió. Opina que quizás fue porque
tiene más o menos la misma edad que muchos de sus padres y porque, a diferencia de
varios de éstos, se encuentra dispuesto a escucharlos:
Los alumnos a menudo vienen a verme después de clase. Uno o dos de los
muchachos con los que conversé durante la clase vendrán por la tarde. Después tengo
que programar mis clases para el día siguiente. Rara vez puedo retirarme antes de las
6 de la tarde, pero no me importa. Estos chicos generalmente son los que no irán a la
universidad y, desafortunadamente, nuestra escuela no se interesa tanto por ellos como
por los otros.
Supongo que estoy invadiendo el área del orientador, pero a éste no parece
molestarle.
EL ALUMNO
El Sr. Escárate es fantástico, Es la única persona en este colegio que nos
escucha y que nos ayudará a conseguir empleo cuando egresemos. Algunos de
nosotros pensábamos dejar el colegio, pero nos convenció de que no lo hiciéramos
EL PADRE
No me gustaba al principio el Sr. Escárate. Mi hijo siempre estaba diciendo: El
Sr. Escárate esto o el Sr. Escárate lo otro. Hasta que fui al colegio para decirle que se
metiera en sus cosas, pero se alegró tanto al verme que no pude quejarme,.
Conversamos sobre mi muchacho durante largo rato y creo que aprendí unas cuantas
cosas.
EL DIRECTOR
Pienso que el Sr. Escárate está en lo cierto. Creo que de alguna manera somos
menos sensibles a las necesidades de los chicos de los talleres. Somos un colegio
grande, y la mayoría de nuestros alumnos no ingresan a la universidad. El Sr. Escárate
tal vez no sea el mejor profesor de taller, pero ayuda a sus alumnos a prestar atención
a sus problemas y trabajar con ellos.
PROFESORA Sra.. PIA REBOLLEDO
La precisión de la materia que enseña la Sra. Rebolledo no se vislumbra con la
rapidez con que escribe y explica las soluciones a los problemas que está estudiando
en clase. Aunque es una profesora competente, la principal virtud de la Sra. Rebolledo
es su contribución al espíritu de compañerismo del colegio. Siempre tiene un alegre
saludo para todos aún los días Viernes por la tarde. Está particularmente bien
informada sobre los asuntos del colegio, y dedica algunos minutos de casi todos los
períodos a discutir las últimas novedades de la escuela con sus alumnos. Está presente
en todas las funciones del colegio, y promueve voluntariamente actividades entre los
alumnos.
La Sra. Rebolledo, fue la primera profesora de clase social baja, asignada a este
colegio, durante los primeros meses tuvo que hacer frente a la animosidad de varios
alumnos. Sin embargo, su encanto, vivacidad y conocimiento de su materia, ya hace
mucho tiempo que han eliminado cualquier prejuicio que pudiera existir.
EL AULA
El aula de la Sra. Rebolledo es acogedora de un modo hogareño. El arreglo no
es algo casual: hay flores y una gran variedad de revistas. Su diario mural no
demuestra excesiva imaginación, pero ha sido utilizada para instruir e informar a los
alumnos. Siempre a la vista están los afiches con las últimas actividades, hay
fotografías de la mascota del colegio al, igual que la mascota de éste, que le fuera
regalado a la Sra. Rebolledo por el curso que egresó el año anterior.
LA PROFESORA
Me gusta enseñar Matemáticas, pero creo que más me agrada, es simplemente
trabajar en la escuela, con los alumnos. Hace sólo dos años que estoy aquí.
EL ALUMNO
La Sra. Rebolledo, está bien como profesora. A veces se equivoca en los
problemas que estamos estudiando, pero no se enoja cuando la corregimos y
realmente aprendimos matemáticas. Como persona es magnifica. Lo que más nos
gusta es su interés en las actividades del colegio. Concurre a todos los acontecimientos
y felicita a los alumnos por lo bien que actuaron en obras de teatro o en los partidos de
fútbol. Hasta llegó a decirnos algo amable sobre el equipo de básquetbol luego de que
éste perdiera por cuarenta puntos. Creo que a veces abusamos de su buena
disposición para ayudarnos a lo que hacemos, pero nunca se queja. ¿Su clase social?
Bueno, es de clase baja; pero, ¿cuál es la diferencia? Nunca la he notado.
EL PADRE
Nuestra hija egresa de la enseñanza básica, y está bastante excitada con la
cuestión fiesta y el baile de despedida. Se trata de un acontecimiento nuevo. El curso
se ocupará de varios proyectos para pagar todos los gastos. La Sra. Rebolledo, dedica
varios sábados durante el año para organizar esto y así ayudar a los alumnos.
EL DIRECTOR
La Sra. Rebolledo logra hacer cosas que yo ni siquiera intentaría.
Si reflexionamos acerca
de las distintas EL MAESTRO IDEAL cualidades del Sr.
Rojas, Srta. Vera, Sra. Araya, Sr.
Escárate y la Sra. Rebolledo, ¿qué es lo
que tienen de bueno como docentes? ¿Algunos de ellos es un profesor ideal?. Algunos
se concentran en su materia, mientras otros están orientados más bien hacia las
personas. Sus enfoques de la organización y operación cotidiana son tan variados
como ellos mismos. ¿Cuál es la cualidad especial o cualidades que poseen cada uno y
que permite que lo llamemos profesor?. Cada uno tiene defectos obvios, pero todos
logran en alguna medida ayudar a los alumnos a descubrir conocimientos, su propia
personalidad, o ambos.
Puesto que tienen defectos, no podemos decir que ninguno sea ideal, Sin
embargo, ¿ha conocido usted algún ser humano que no tuviera defectos?. Los defectos
son los que nos ayudan a ser humanos. Quizás el reconocimiento de las deficiencias de
a las personas que admiramos, nos permita concebir la manera de llegar a ser como
ellos en los aspectos en que queremos imitarlos. En síntesis, el maestro ideal un
profesor sin defectos es un mito. Concentrar los propios esfuerzos en tratar de alcanzar
el ideal es perder la oportunidad de desarrollar en forma realista las propias aptitudes y
potencialidades
EL PROCESO DE ENSEÑAR Y APRENDER PARA
LA EFICIENCIA
El debate acerca de la esencia de lo que constituye una buena enseñanza a
veces ha generado más calor que luminosidad. Tanto teóricos como docentes en
ejercicio, se han visto forzados a adoptar posiciones más extremas de lo que realmente
POR QUÉ” y “SABER CÓMO”. La posición “QUE” subraya los conocimientos de cada
asignatura. La Posición “POR QUE” tiene que ver con los valores en sentido amplio,
Todos los alumnos, ven poca o ninguna razón para aprender cuando se
convencen de que la escuela no ofrece material pertinente a sus necesidades y
objetivos inmediatos y cuando no tienen ni voz en la determinación del contenido y
forma que asumirá su educación, desarrollan rápidamente el desagrado por los
profesores como la escuela al ver las contradicciones que se presentan entre lo que se
predica y lo que se practica.