Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Tan pronto como curadores e inversores encuentran modos de definir y acreditar arte,
los artistas mismos se comprometen en la subversión de este proceso. Esta batalla
por independencia es continua, y se ha acelerado durante el presente siglo. Sucesivos
grupos (Secesionistas, Impresionistas, Cubistas) lograron éxito en la ruptura de los
modos establecidos de representar la realidad, solo para ser rodeados y re-encerrados
en el corral del establishment artístico, la gran estrategia en este proceso de control
institucional ha sido la segregación de la obra artística dentro del sitio neutral de las
galerías de arte, tan lejos como sea posible de la posibilidad de impacto político o
social. La escultura, que históricamente ha provisto siempre una interfase pública
potente, sufre especialmente cualquier limitación de su alcance sobre el campo
estético, y, ampliamente hablando, es desde esta disciplina que el retorno al interés en
valores de vida ha emergido.
La escultura ambiental, a pesar de que sus orígenes se remontan a los del hombre
mismo, data su presente encarnación desde finales de los años 60. En ese punto,
artístas estadounidenses como Robert Smithson, Robert Morris, y otros, ensayaron
una ruptura con el sistema de galerías a través de la creación de enormes (y en teoría
incomercializables) trabajos en el paisaje. Esculturas tales como SPIRAL JETTY de
Smithson, un sendero espiral de 5 m de ancho y 500 m de extensión en Great Salt
Lake, Utah (1969/70), o los trabajos de Michael Heizer sobre movimientos de tierra
derivados de las figuras de Nazca, pueden de alguna manera ser vistos mas como
una extensión heroica del Modernismo Minimalista que como producto de un interés
ambiental. Sectores verdes críticos opinan que algunos de estos artistas debieran ser
señalados como eco-vándalos, profanadores de la riqueza natural americana con sus
gestos egoístas.
Tal modo de trabajo no parece ser popular entre la mayoría de los artistas, muchos de
los cuales están ocupados modelando para si mismos una carrera en el campo del
Arte Público convencional, creando estatuas y fuentes que celebran la filosofía de
equipamiento de las ciudades del siglo XX. Los verdaderos trabajos artístico-
ambientales tienden a ser tan invisibles como la escultura submarina diseñada por la
artista Betty Beaumont, OCEAN LANDMARK (1978/80), un modo limpio de
disposición de residuos industriales, creando al mismo tiempo un nuevo hábitat
marino.
No muchos artistas tienen egos suficientemente modestos para ser completamente
felices con esto, y en consecuencia ha habido en muchos casos algo de retorno a las
galerías, vía fotografías, dibujos y videos de proyectos. Ello posibilita a artistas tales
como Andy Goldsworthy (Gran Bretaña) aprovechar lo que es otra característica
frecuente del modo ambiental de trabajo, su efimeralidad. Las fotografías de
Goldsworthy, hoy extensamente comercializadas como libros para mesa de café o
tarjetas de salutación, enfocan sobre momentos de perfección; el segundo de
descomposición en el que los cristales de hielo forman un marco circular en el paisaje
o cuando hojas unidas por sus espinas flotan en la corriente. Se apela a la estética
visual, más que a la ética laborativa del verdadero ambientalista.
Pero hay unos pocos artistas alrededor del mundo que usan su creatividad para tratar
problemas ambientales, tratando de arribar a soluciones para la vida real. Los pioneros
en este tipo de trabajo son el equipo artístico formado por Helen y Newton Harrison,
quienes comenzaron a principios de los años 70 con proyectos para granjas ictícolas.
Premiados con una beca de investigación por el Scripps Institute de investigación
oceanográfica, también representados en sucesivas Documenta de Kassel, los
Harrison son ejemplo de artistas que han adquirido la habilidad de operar dentro del
ambiente científico y profesional, tanto como de conservar los modos de pensar y
trabajar intuitivamente, propios del mundo del arte. Como tal, ellos son una inspiración
para los jóvenes artistas que ensayan hacer lo suyo para la recuperación y reparación
ambiental.