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Voces: CONTRATACION DIRECTA ~ DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACION PUBLICA ~ FALTA

DE MERITO ~ NEGOCIACION INCOMPATIBLE CON EL EJERCICIO DE LA FUNCION PUBLICA ~


PROCESAMIENTO ~ TIPICIDAD
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, sala
II(CNFedCrimyCorrec)(SalaII)
Fecha: 13/02/2007
Partes: A., J. C. y otro
Publicado en: La Ley Online
Cita Online: AR/JUR/253/2007

Hechos:
El interventor y el coordinador de inspecciones del Comité Federal de Radiodifusión — COMFER—
habrían decidido adjudicar mediante contratación directa la adquisición e instalación de varias antenas
receptoras. La Oficina Anticorrupción dedujo una denuncia por presuntas irregularidades en la operatoria, a
saber, no aplicación del procedimiento licitatorio, falta de confidencialidad de las ofertas efectuadas, ausencia
de dictamen jurídico previo. El juez de primera instancia sobreseyó a los imputados. La Cámara decretó la falta
de mérito.

Sumarios:
1. Cabe decretar la falta de mérito en orden al delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la
función pública, respecto de aquellos funcionarios del Comité Federal de Radiodifusión que habrían intervenido
en las contrataciones directas llevadas a cabo para la adquisición de antenas receptoras pues, no se han
incorporado a la causa pruebas que demuestren algún tipo de vinculación previa entre los imputados y la
empresa contratada que permita sospechar una intención de favorecimiento económico de aquélla.

Jurisprudencia Relacionada(*)
Ver Tambien
CNCrimyCorrecFed, sala II, "López del Carril, Nelson y otros", 15/06/2006, LA LEY 23/02/2007, 7; "Mayorga, Francisco",
23/03/2006, LA LEY 18/12/2006, 11, sala I, "Bastos, Carlos M. y otros", 01/03/2006, LA LEY 2006-D, 166.
(*) Información a la época del fallo

2. Corresponde procesar como autores del delito consignado en el art. 265 del Cód. Penal a quienes en su
calidad de interventor y coordinador de un organismo público, habrían llevado a cabo contrataciones directas sin
detallar las razones de urgencia que impedían una licitación toda vez que, dicha circunstancia permite afirmar
que los imputados direccionaron la operatoria mediante la adopción de un mecanismo de excepción y la
invitación a ofertar a empresas que carecían de antecedentes. (Del voto en disidencia del doctor Cavallo)

Jurisprudencia Relacionada(*)
Ver Tambien
CNCrimyCorrecFed, sala II, "López del Carril, Nelson y otros", 15/06/2006, LA LEY 23/02/2007, 7; "Mayorga, Francisco",
23/03/2006, LA LEY 18/12/2006, 11, sala I, "Bastos, Carlos M. y otros", 01/03/2006, LA LEY 2006-D, 166.
(*) Información a la época del fallo

3. La configuración del delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública no exige
que el funcionario público contrate consigo mismo, sino que basta con que vuelque en el negocio un interés
ajeno al de la administración pública. (Del voto en disidencia del doctor Cavallo)

Jurisprudencia Relacionada(*)
Ver Tambien
CNCrimyCorrecFed, sala II, "López del Carril, Nelson y otros", 15/06/2006, LA LEY 23/02/2007, 7; "Mayorga, Francisco",
23/03/2006, LA LEY 18/12/2006, 11, sala I, "Bastos, Carlos M. y otros", 01/03/2006, LA LEY 2006-D, 166.
(*) Información a la época del fallo

4. El delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública previsto en el art. 265 del Cód.
Penal reprime al funcionario público que actúa como parte interesada en una negociación y, simultáneamente,
representa al Estado en su manifestación negociadora, siempre que dicho obrar interesado ponga en peligro o
lesione la imparcialidad de la administración pública. (Del voto en disidencia del doctor Cavallo)

Jurisprudencia Relacionada(*)
Ver Tambien
CNCrimyCorrecFed, sala II, "López del Carril, Nelson y otros", 15/06/2006, LA LEY 23/02/2007, 7; "Mayorga, Francisco",

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23/03/2006, LA LEY 18/12/2006, 11, sala I, "Bastos, Carlos M. y otros", 01/03/2006, LA LEY 2006-D, 166.
(*) Información a la época del fallo

Texto Completo: 2ª Instancia. — Buenos Aires, febrero 13 de 2007. Y Vistos Y Considerando:


El doctor Cavallo dijo:
I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión de este Tribunal en virtud del recurso de
apelación interpuesto por el Sr. Fiscal, Dr. Federico Delgado, a fojas 349, contra el auto que luce a fojas 321/47
por el cual el a quo sobresee a J. C. A. y a R. L. D. (art. 336, inc. 2 del C.P.P.N.).
II. La causa tuvo su inicio en la denuncia formulada por el Dr. Carlos Manuel Garrido, Director de
Investigaciones de la Oficina Anticorrupción, en donde señaló una serie de irregularidades en las contrataciones
directas llevadas a cabo por el Comité Federal de Radiodifusión — de aquí en más COMFER— en el año 1999
respecto de la adquisición e instalación de antenas receptoras para cuatro sedes nuevas ubicadas en San Carlos
de Bariloche, Provincia de Río Negro, y en los partidos de Moreno, Tigre, Florencio Varela y para la
delimitación del área correspondiente a la Delegación Pilar, en la Provincia de Buenos Aires, que tramitaron
bajo los expedientes administrativos n° 3140/99, 3096/99, 3095/99, 3093/99 y 3094/99 respectivamente.
Se agravia el Fiscal por cuanto sostiene que los encausados alegaron razones de urgencia y que eligieron el
camino de la parcialización de las obras para que los montos de cada una de ellas no superara los cien mil pesos
($100.000), y de esa manera, amparándose en lo normado por el artículo 56, inciso 3° apartado "a" de la Ley de
Contabilidad de la Nación, llevar a cabo contrataciones directas.
También señala que tanto M. Radiosistemas — firma adjudicada en todas las contrataciones— , como las
otras empresas que presentaron los presupuestos en cada uno de los cinco expedientes, no se encontraban
registradas en la Inspección General de Justicia y que tampoco se hallaron datos de éstas en la Administración
Federal de Ingresos Públicos. A partir de ello, solicitó que se revoque el resolutorio impugnado y se dicte el
procesamiento de los encausados.
Asimismo, el Fiscal de Cámara — en los términos del art. 454 del C.P.P.N.— se manifestó acerca de la
"particular dinámica" con la que se llevó a cabo el proceso de contratación y la circunstancia de no haber
resuelto la situación procesal de N. M., titular de la firma en cuestión.
En los mismos términos se presentaron las defensas de los encausados solicitando que se confirme el
decisorio apelado.
III. Ahora bien, de las constancias de la causa surge que los procesos de contratación cuestionados los llevó
a cabo el Coordinador General de Inspecciones del COMFER, Sr. R. L. D. y que quien aprobó el mecanismo de
excepción y las adjudicaciones a la empresa "M. Radiosistemas" fue el Interventor del Comité, Dr. J. C. A..
Mediante la resolución n° 778/99 fueron creadas las nuevas delegaciones y con motivo de adjudicar los
contratos de locación de los inmuebles donde se asentarían, en el mes de julio de 1999 se llamó a licitación
pública n° 9/99 y se tramitaron los expedientes n° 3140/99, 3093/99, 3094/99, 3095/99 y 3096/99. En los
mismos sumarios se realizó la contratación directa de la instalación de antenas que ahora viene cuestionada.
Para empezar, cabe tener en cuenta que la defensa de A., en sus diversas presentaciones (fs. 246/64, 280/93
y 363/71), señaló que se convocó en todos los casos a un concurso de precios para los antenamientos y que la
contratación se le adjudicó al oferente que mayores condiciones técnicas y menor monto proponía. Además
menciona que previo a la aprobación se le dio intervención a los estamentos jurídicos, técnicos y contables.
Con relación al monto y a la urgencia de las obras, A. señaló que la parcialización se realizó en virtud de que
cada antenamiento es particular y lleva un estudio de factibilidad propio, motivo por el cual no puede incluirse a
todas en un solo paquete ni hacerse una licitación en conjunto, y que la urgencia se debió entre otras cosas a un
tema presupuestario y que si el proyecto no se concretaba antes de fin de año, difícilmente podría realizarse
porque las partidas dinerarias no consumidas antes de ese período no estarían vigentes para el próximo
presupuesto.
Por su lado, la defensa de D. (ver presentaciones de fs. 265/8 y 294/8) giró en torno a que sólo presentó
cuatro solicitudes de gastos para la adquisición de antenas y que luego ninguna otra intervención le cupo en el
desarrollo de trámite administrativo. Señaló también que se advierte una clara persecución de tinte político.
Sin embargo, a mi criterio, del análisis de los expedientes administrativos se puede observar que la
contratación directa para la provisión y montaje de antenas en tales delegaciones estuvo rodeada de una serie de
graves irregularidades administrativas que impiden homologar el decisorio del juez instructor.
En efecto, según surge del expediente administrativo n° 3140/99, el 27 de octubre del año 1999 el
Interventor A. — a través de la licitación pública— aprobó la locación de un inmueble en la ciudad de San
Carlos de Bariloche. Lo relevante de esta situación es que con fecha 26 de octubre de ese año obra una solicitud

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de gastos firmada por el Sr. D. para la adquisición de una torre con antena receptora de AM/FM y T.V.A. para
cubrir necesidades urgentes de fiscalización en la nueva delegación, con lo cual queda claro que se realizó la
solicitud de gastos sobre un inmueble que todavía no había sido alquilado. En ella se menciona que el solicitante
es la Dirección de Fiscalización de Emisiones e Inspecciones, aunque no figura la firma del director.
Con igual fecha, el Interventor A. autorizó el procedimiento de contratación directa al amparo del artículo
56, inciso 3°, apartado a) de la Ley de Contabilidad de la Nación (referente a operaciones inferiores a cien mil
pesos) para la provisión y montaje de una torre con antena receptora de AM/FM y T.V.A. para cubrir
necesidades urgentes de fiscalización.
En esa misma jornada la Dirección de Contrataciones del COMFER remitió un oficio firmado por la Dra. G.
E. F. P. — A/C Contrataciones— , invitando a cotizar a la firma Link Comunicaciones, la cual confeccionó el
presupuesto ese preciso día y lo presentó al siguiente.
El 27 de octubre de ese año se convocó a cotizar a las empresas Torre Sur Comunicaciones y M.
Radiosistemas, las cuales también confeccionaron los presupuestos en el día y lo presentaron al siguiente ante el
Comité.
Posteriormente obra una nota del Sr. D. de fecha 1° de noviembre de 1999, en donde remite a la Dirección
General de Administración y Finanzas los presupuestos solicitados por la Coordinación General a las empresas
antes señaladas.
A los dos días mediante resolución n° 1246/99, el Interventor A. aprobó la contratación directa en favor de
M. Radiosistemas por la suma de $26.832.
El 9 de noviembre de 1999 la Coordinación General de Servicios Auxiliares solicitó a la Dirección General
de Administración y Finanzas la ampliación de la orden de compra original para proceder a la interconexión
interna. Atento a esto, la empresa M. Radiosistemas presenta un presupuesto sin fecha y el 7 de diciembre de
ese año se cumple con la orden señalada.
En el segundo expediente administrativo — n° 3093/99— se desprende que luego de aprobarse la locación
de un inmueble en la ciudad de Florencio Varela, con fecha 6 de diciembre de 1999 el Interventor A. autorizó el
procedimiento de contratación directa bajo las mismas necesidades que en el caso anterior. Cabe resaltar que no
consta en este expediente la solicitud de gastos observada en el caso anterior, ya que la incorporada a fs. 87,
carente de fecha, pertenece a un inmueble que no fue objeto de alquiler, y tampoco se encuentran incorporados
los oficios mediante los cuales se habría invitado a cotizar a las empresas.
Luego obra una nota del Sr. D. fechada tres días antes de la autorización del mecanismo de excepción por la
cual remite a la Dirección General de Administración y Finanzas los presupuestos solicitados por la
Coordinación General a su cargo a las empresas "Torre Sur Comunicaciones", "Adeco Radiosistemas " y "M.
Radiosistemas".
A su vez, estos tres presupuestos tienen fecha 6 de diciembre del año 1999, o sea, el mismo día en que se
autorizó la contratación directa y tres días después de que supuestamente habían sido enviados a la Dirección
General de Administración y Finanzas. En idéntica fecha, el Ing. J. M. P. — Coordinador General Area
Técnica— , informa que M. Radiosistemas es la única firma que se ajusta a lo solicitado en el Anexo de
especificaciones técnicas que forma parte del Pliego de Bases y Condiciones, aunque de hecho ese Pliego no
está agregado al expediente.
El 7 de diciembre de ese año mediante resolución 1246/99, el Interventor A. aprobó la contratación en favor
de M. Radiosistemas por la suma de $35.438 y también se efectuó la orden de compra. Esa misma jornada, y
habiendo concluido el antenamiento y cableado externo, se estimó conveniente ampliar esa orden con el fin de
completar la obra.
Ante esto, y a partir de un presupuesto sin fecha que presentó la empresa contratante, ese mismo día se
emitió la orden de compra ampliatoria, con la firma del Interventor A..
Respecto del expediente administrativo n° 3094/99, y luego de haberse aprobado la contratación directa para
la locación del inmueble en la ciudad de Pilar, el 5 de octubre del año 1999 se realizó la solicitud de gastos
firmada por el Dr. F. R. F. — Director de Fiscalización de Emisiones e Inspecciones— para adquirir una antena
receptora de AM/FM y T.V.A. y, ese mismo día, el Dr. A. autorizó la contratación directa amparándose en el
mismo motivo que en los casos anteriores.
En este caso, a diferencia de todos los otros expedientes, se adjuntó un Pliego de Bases y Condiciones que
establecía entre otras cosas, que "...las propuestas deberán ser presentadas en un sobre cerrado que deberá ser
identificado con los datos del presente llamado, no debiendo existir referencia alguna de la firma que lo
presenta...".
Para ello, en esa jornada se remitieron los oficios — con firma de la Dra. G. E. F. P.— invitando a las
mismas empresas que en el caso anterior a cotizar para la contratación en cuestión.

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Lo cierto es que las condiciones fijadas en el Pliego nunca se cumplieron, ya que no se encuentra en el
expediente la constancia de apertura de los sobres cerrados con los presupuestos enviados por las empresas.
El 13 de octubre de 1999, mediante resolución n° 733/99, el Interventor A. aprobó nuevamente la
contratación directa en favor de M. Radiosistemas por la suma de $45.070 y emitió la orden de compra a favor
de esta empresa. Habiendo concluido el antenamiento y cableado externo, también en este caso, el 6 de
diciembre de ese año se estimó conveniente ampliar la orden con el fin de completar la obra. Por esto,
nuevamente ante un presupuesto sin fecha que presentó la contratante, el día siguiente se emitió la orden de
compra ampliatoria, con la firma del Interventor A..
Del análisis del expediente 3095/99 surge que luego de aprobarse la contratación directa el 20 de octubre del
año 1999 para la locación de un inmueble en la localidad de Tigre, esa misma jornada el Sr. D. solicitó gastos
para la adquisición de una torre con antena receptora AM/FM y T.V.A, con igual justificación que en el caso
anterior y que el Dr. A. autorizó el mecanismo de la contratación directa por los mismos motivos expuestos en
los casos precedentes.
Los presupuestos fueron solicitados el 29 de octubre de ese año a las firmas Torre Sur Comunicaciones,
Link Radiosistemas y a M. Radiosistemas. Al día siguiente las dos primeras presentaron sus propuestas,
mientras que la restante también la presentó, pero sin fecha.
El 2 de noviembre de 1999 el Sr. D. remite los tres presupuestos mediante la nota de pase que se repite en
todos los expedientes y también ese día se hace el informe técnico.
En la jornada siguiente, mediante resolución n° 871/99, el Interventor A. aprueba nuevamente la
contratación directa en favor de M. Radiosistemas por la suma de $35.438. Un día después se confecciona la
orden de compra con igual fundamento que en los casos anteriores y finalmente el 6 de noviembre de ese año se
estima conveniente ampliar esa orden con el fin de completar la obra y ante el presupuesto sin fecha presentado
por M. Radiosistemas se amplía la orden original.
Por último, en el expediente n° 3096/99 se puede observar la misma dinámica señalada precedentemente,
puesto que luego de haberse aprobado el 19 de octubre del año 1999 la contratación directa para la locación de
un inmueble en la localidad de Moreno, el Sr. D. realiza tres días después la solicitud de gastos por las mismas
necesidades ya expuestas en los demás casos, y también en esa fecha, el Dr. A. autoriza el mecanismo de
excepción bajo el extremo de que se trataba de operaciones menores a los cien mil pesos ($100.000).
Los presupuestos fueron solicitados otra vez a las mismas empresas que figuraban en los expedientes
3140/99 y 3095/99.
Una vez más, el Sr. D. remite los presupuestos a la Dirección General de Administración y Finanzas, y
luego del informe técnico, el 2 de noviembre del año en cuestión el Interventor A. aprueba mediante resolución
n° 863/99, nuevamente la contratación directa a favor de M. Radiosistemas por la suma de $35.438. En idéntica
fecha se emitió la orden de compra y el 6 de diciembre de 1999 se solicitó ampliarla por la misma causa que en
todos los expedientes, y ante otro presupuesto sin fecha, al día siguiente se realizó la orden de ampliación.
De lo expuesto hasta aquí se desprende que las contrataciones se han visto rodeadas de manifiestas
irregularidades entre las que cabe mencionar la cantidad de actos que se realizaron en un mismo día, errores en
las fechas, falta de constancias de las invitaciones a cotizar y falta de Pliego de Bases y Condiciones que
derivaron en las cinco contrataciones directas en favor de la empresa M. Radiosistemas.
Sin embargo, esos no fueron los únicos defectos detectados, pues advierto que tampoco se respetaron los
principios esenciales de la contratación pública, lo que permite apreciar lo arbitrario del trámite.
En efecto, a partir de todo lo señalado y en concordancia con lo que surge de la lectura del dictamen n°
000205 de fecha 23 de febrero del año 2001, agregado a fojas 176/86 del expediente 3140/99 firmado por el Dr.
Marcelo Roitbarg — Director de Dirección de recursos y sumarios— y el Dr. Alejandro Fabio Pereyra —
Director General de Asuntos Legales y Normativa— que a su vez fuera pedido por la Unidad de Auditoria
Interna del Organismo por tener relación con el Informe n° 17 COMFER/UAI/00, de fecha 25 de julio de 2000
(agregado a fojas 147/77 de ese mismo expediente) se advierte que el procedimiento de excepción seguido —
contratación directa— no se ajustaba a las prescripciones acordadas por el Artículo 56, inciso 3°, apartado "a"
de la Ley de Contabilidad y que tampoco habrían existido razones de urgencia, ni de cualquier otra índole, para
prescindir de una licitación pública o privada.
Si bien el hecho de que la instalación de las antenas debía efectuarse en cinco lugares distintos haría pensar
que estaba justificada la tramitación por separado de las contrataciones por cuestiones técnicas, geográficas y
económicas, tal como lo alegan los imputados, esta hipótesis queda totalmente desvirtuada desde el momento en
que se advierte que pese a tal circunstancia siempre se convocó a ofertar a las mismas empresas, que en el
expediente 3093/99 pese al cambio del inmueble no se modificó la calidad del producto y, sobre todo, que en
definitiva resultó siempre adjudicataria M. Radiosistemas.
A ello se suma, que en ninguno de los expedientes se dejó constancia de cuáles eran los motivos de urgencia

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que impedían la realización del mecanismo de contratación correspondiente (licitación pública o privada),
extremo que, por otro lado, cabe descartarlo pues ya desde hacía varios meses se sabía de la necesidad de tal
contratación toda vez que, precisamente, el fundamento del alquiler de los inmuebles era la instalación de estas
antenas.
No debemos olvidar que las razones de urgencia deben ser debidamente fundadas por la autoridad
competente que autorice el procedimiento de excepción, tienen que responder a circunstancias objetivas y su
magnitud ser tal que impida la realización de otro procedimiento de elección en tiempo oportuno, situación que
no se refleja en estas contrataciones.
No obstante el error en el tipo de mecanismo de contratación, esta circunstancia tampoco implicaba que en
la contratación directa no deban preservarse las formas básicas que aseguren la transparencia del obrar de la
Administración y el principio de igualdad entre los oferentes.
Hay que destacar la falta de confidencialidad en las ofertas efectuadas y la exclusión en la intervención de la
Oficina de Compras de la Dirección de Administración y Finanzas del COMFER en cada una de las
contrataciones, situación que permitió elegir y solicitar los presupuestos a las empresas sin su aprobación y
previo análisis de sus cualidades, como indica el dictamen mencionado.
Al respecto, es menester señalar que ninguna de las empresas llamadas a ofertar se encontraban registradas
ante la Inspección General de Justicia (fs. 16/17), como así tampoco en el padrón de la Administración Federal
de Ingresos Públicos (fs. 25/7). Lo único que surge, consultado que fue el Padrón General de Contribuyentes de
dicho organismo, es que N. M. se encuentra inscripto en la Agencia n° 16 desde el 17 de marzo de 1992 y a
partir del 1° de enero de 1999 inició actividades relacionadas con la electrónica y las comunicaciones.
Es decir, se contrató en forma directa a una empresa que habría iniciado actividades relacionadas con la
electrónica y las comunicaciones unos meses antes de la contratación, sin ningún tipo de verificación de
condiciones y antecedentes en el rubro que garanticen su solvencia.
A este cuadro se suma que en ningún caso se contó con el dictamen jurídico previo — esencial en el
procedimiento administrativo— lo que acentúa la arbitrariedad con la que se llevaron a cabo las contrataciones.
En suma, el conjunto de irregularidades señaladas permiten afirmar, con el grado de probabilidad que esta
etapa requiere, que los imputados direccionaron las contrataciones mediante la adopción de un mecanismo de
excepción que no correspondía al caso, la invitación a empresas sin ningún tipo de antecedentes a ofertar, la
ausencia de la intervención necesaria de dependencias de control (oficina de compras y del departamento
jurídico), con el objetivo de adjudicar a la empresa M. Radiosistemas la provisión de las antenas por un monto
total de $194.616.
En estas condiciones, en el contexto en que fueron realizadas las contrataciones resulta desacertado el
dictado del temperamento recurrido, pues los elementos reunidos son suficientes para el procesamiento de R. L.
D. y J. C. A. (art. 306 del código de forma), tal como lo solicitara el Sr. Agente Fiscal.
Cabe aclarar que con los elementos reunidos hasta el momento no puede sostenerse que haya existido un
perjuicio patrimonial — aspecto sobre el que el a quo deberá profundizar la investigación— , circunstancia que
impide analizar la hipótesis delictiva a la luz del delito de administración fraudulenta (artículo 173, inciso 7° del
Código Penal).
Por tal motivo, la calificación legal que corresponde es la prevista en el artículo 265 del Código Penal, dado
que las circunstancias que rodearon a la contratación directa de la empresa "M. Radiosistemas" evidenciaron
una actividad que tuvo la virtualidad de afectar la imparcialidad de la administración pública, comprometiendo
su transparencia.
Previo al análisis de la figura, cabe señalar que la circunstancia de que los hechos se hayan cometido tanto
antes como después de la modificación introducida por la ley 25.188 al tipo penal en nada afecta a su
calificación legal provisoria como conductas de negociaciones incompatibles pues, tanto bajo una u otra
redacción, se satisfacen los requisitos típicos (en similar sentido, de la Sala Segunda, causa n° 22.335 "Tabuada"
del 21/10/2005, reg. n° 24.346).
Para ello debe tenerse en cuenta que la conducta punible consiste en que el funcionario público actúe como
parte interesada en una negociación y, simultáneamente, represente al Estado en su manifestación negociadora.
Es decir, que exista un desdoblamiento en la personalidad del funcionario público, con miras a obtener un
beneficio.
El funcionario público debe haberse interesado en un contrato o relación, introduciéndose en la voluntad
negociadora de la Administración Pública, orientando la misma para producir un beneficio particular y que no
se habría producido si las negociaciones contractuales entre las partes no se hubieran visto afectadas por la
mentada injerencia.
Repárese que el bien jurídico protegido por tal figura es "el fiel y debido desempeño de las funciones de la
administración en sentido amplio de manera que la actuación de los órganos no sólo sea imparcial, sino que se

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encuentre a cubierto de toda sospecha de parcialidad" (conf. Soler, Sebastián "Derecho Penal Argentino", ed.
Tea 1992, Tomo V, pág. 246). De allí que no se requiera un perjuicio económico para la Administración
Pública, ni tampoco, el lucro personal del autor.
Ricardo Núñez señala que lo punible no es un acto de fraude patrimonial o su intento, sino en sí mismo, por
los peligros que implica, el simple acto del agente de tomar interés ajeno al de la administración pública. Así, ha
definido al interesarse "...como un interés ajeno al que representa en razón de su cargo..." (conf. autor citado
"Tratado de Derecho Penal" Tomo VII, Ed. Lerner, 1992, pág. 128). A su vez, Marcelo Sancinetti sostiene que
"el 'interés' que la figura requiere del funcionario público no se refiere a la concreción de éste en un beneficio
para sí y un perjuicio al Estado, sino más bien a un actuar interesado en el que el funcionario persigue un interés
con independencia del resultado final. Ello es así en la medida en que...la actuación parcial del funcionario se
verifica...en una injerencia orientada a obtener un beneficio condicionando la voluntad de la administración por
la inserción del interés particular" (conf. autor citado "Negociaciones incompatibles con el ejercicio de
funciones públicas", Doctrina Penal, Ed. Depalma, 1986, ps. 74/75).
Cabe aclarar que en numerosos precedentes jurisprudenciales, esta Cámara ha adoptado un criterio amplio
de la figura de negociaciones incompatibles, entendiendo que también pueda ser cometido por un funcionario
que no contrata consigo mismo, siempre que vuelque sobre el negocio un interés ajeno al de la administración
pública.
Así lo relevante es el desvío de poder que ejerce el funcionario en desmedro del necesario interés unilateral
que debe arrimar toda actuación de un órgano estatal, procediendo con tendencia beneficiante, condicionando la
voluntad negocial de la administración por la inserción de un interés particular (conf. esta Sala I, c. n° 22.371
"Martínez de Hoz", rta. el 15 de noviembre de 1990, reg. n° 742; c. n° 28.847 "Lira", rta. el 4 de noviembre de
1997, reg. n° 943; c. n° 34.844 "Dirección Nacional del Registro de la Propiedad Automotor", rta. el 19 de
mayo de 2003, reg. n° 384 y c. n° 38.242 "Bastos", rta. el 1° de marzo de 2006, reg. n° 109; Sala II c. n° 12.480
"Nicolini", rta. el 29 de mayo de 1996, reg. n° 13.177; c. n° 12.307 "Tedesco Balut", rta. el 16 de septiembre de
1996, reg. n° 13.497; c. n° 22.335 "Tabuada", rta. el 21 de octubre de 2005, reg. n° 24.346 y c. n° 23.318
"Acuña", rta. el 21 de septiembre de 2006, reg. n° 25.725, entre otras).
Entonces, en el caso concreto, la conducta de A. de haber en todos los casos aprobado el mecanismo de la
contratación directa y luego la adjudicación a la empresa M., en el contexto de irregularidades descriptas
(ausencia de motivos de urgencia, invitación arbitraria de las empresas para ofertar, no darle intervención al
departamento jurídico, defectos en la tramitación de los expedientes, etc.), permiten sostener fundadamente que
se interesó en el sentido del art. 265 del Código Penal en el resultado de ese negocio con el fin de beneficiar a
una empresa que en definitiva resultó contratada.
Por su parte, la intervención de D. también merece el mismo reproche pues fue él quien se encargó de pasos
esenciales del trámite de los expedientes que permitieron terminar contratando con la firma en cuestión, pues
efectuó las solicitudes de gastos y la dependencia a su cargo solicitó y recibió los presupuestos de las empresas,
y luego los remitió a otras áreas para la conclusión del trámite.
En el contexto en que ocurrieron los hechos no se advierte que los nombrados hayan podido actuar bajo
algún tipo de error sobre los elementos del tipo objetivo que merezca su tratamiento en esta etapa preparatoria.
Y en cuanto a las justificaciones dadas en sus descargos por el modo de actuar, cabe señalar que resultan
irrelevantes para descartar la antijuridicidad de sus conductas, pues ni los problemas presupuestarios ni las
demás alegaciones permiten explicar por qué se terminó seleccionando a una empresa mediante un trámite que
no respetó ninguno de los requisitos formales de la contratación estatal.
Las demás defensas efectuadas por los imputados ya han sido respondidas en su mayoría, mientras que las
restantes no alcanzan a desvirtuar este cuadro probatorio que llevará a cautelarlos provisoriamente.
IV. De acuerdo a esta solución corresponderá al a quo el análisis y decisión de las medidas de cautela en los
términos de los artículos 312 y 518 del Código Procesal Penal de la Nación, a los fines de no privar de instancia.
Por último, el juez de grado deberá proseguir con la investigación en los términos señalados por el Sr. Fiscal
de Cámara en su escrito de fojas 361vta., analizando la posibilidad de solicitar las declaraciones de otras
personas relacionadas con los hechos mencionados, como así también profundizar la pesquisa en torno al
posible perjuicio patrimonial contra el Estado Nacional.
Por lo expuesto, propongo al Acuerdo: I. Revocar la resolución obrante a fs. 321/47 en cuanto sobresee a J.
C. A. y a R. L. D. y decretar el procesamiento de los nombrados por encontrarlos, prima facie, autores del delito
de negociaciones incompatibles con el ejercicio de las funciones públicas (artículos 45 y 265 del Código Penal y
artículo 306 del Código Procesal Penal de la Nación). II. Ordenar al magistrado a quo proceder conforme lo
dispuesto en los considerandos.
El doctor Irurzun dijo:
I. He sido designado para intervenir en el presente conflicto a los efectos de resolver sobre el recurso de

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apelación deducido a fs. 349 por el Sr. Fiscal Federal, Dr. Federico Delgado contra la resolución del 8 de julio
de 2005 que sobresee a J. C. A. y a R. L. D..
Radicadas las actuaciones ante esta Alzada, el Sr. Fiscal General Dr. Germán M. Moldes expresó agravios
— art. 454, segundo párrafo del Código Procesal Penal de la Nación— , solicitando por las consideraciones allí
vertidas la revocación del pronunciamiento impugnado y la prosecución de la investigación respecto de los aquí
imputados y de N. R. M. (fs. 361).
A fs. 363, los Dres. C. L. L. y L. M. V., letrados defensores de J. C. A. mejoraron fundamentos del decisorio
criticado postulando su confirmación.
A fs. 373 se hace lugar a la excusación del Dr. E. F. para intervenir en esta causa — 6 de octubre de 2005—
, a fs. 374 se suspende el pase al Acuerdo — 22 de mayo de 2006— y se ordena la notificación a la Fiscalía de
Investigaciones Administrativas.
A fs. 398 resulta desinsaculado el suscripto para continuar entendiendo en las presentes actuaciones — 1 de
noviembre de 2006— .
Por último, a fs. 403 pasaron los autos nuevamente al acuerdo para resolver y se remitieron las presentes
actuaciones a la vocalía a mi cargo — 13 de noviembre de 2006— .
II. Sentado ello, y en lo que hace al planteo en cuestión debo señalar que la presente causa tiene su origen en
la denuncia formulada por el entonces Director de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción, Dr. Carlos
Manuel Garrido a raíz de la presentación efectuada ante esa oficina por el Dr. Gustavo López, interventor del
COMFER, con el objeto que se analicen los términos del dictamen jurídico emitido por la Dirección General de
Asuntos Legales y Normativas de ese organismo respecto de irregularidades en las contrataciones y
adjudicaciones de las obras destinadas a instalar antenas receptoras en la delegación en la Ciudad de San Carlos
de Bariloche, Provincia de Río Negro, en tres nuevas delegaciones en las localidades de Tigre, Moreno y
Florencio Varela en la Provincia de Buenos Aires, y en la delegación Pilar (ver dictamen 205/01 obrante a fs.
178/86 del expediente 3140/99).
El Fiscal de Control Administrativo de la Oficina Anticorrupción, Dr. J. M., consideró que aun cuando los
hechos materia de denuncia podrían constituir ilícitos penales, carecían de significación a los efectos de habilitar
la apertura de una investigación preliminar y remitió los expedientes para que sean investigados por la Justicia
Federal — Resolución n° 1222/01— .
El Representante del Ministerio Público impulsó la acción y solicitó las indagatorias de J. C. A. y R. D., por
considerar que los nombrados eludieron las normas que rigen la materia — Dto. Ley N° 23.354 (Ley de
Contabilidad de la Nación) y sus reglamentaciones— , llevando a cabo contrataciones directas parciales, para
que los montos de cada una de ellas fueran menores a pesos cien mil, y de esa forma, se adjudicaron a "M.
Radiosistemas" las obras que debían llevarse a cabo en las nuevas sedes del Comité, amparándose en lo
normado por el referido artículo 56 inciso 3° apartado "a" de la Ley de Contabilidad de la Nación, lo que habría
ocasionado un perjuicio a las arcas del Estado (cfr. dictamen de fs. 3/4 y fs. 271/6).
El mencionado dictamen suscripto por los auditores Dra. L. O. B. y H. M. F. concluía "...habiéndose llevado
a cabo cinco contrataciones directas por el mismo objeto, en la misma fecha, otorgadas al mismo oferente,
superando el importe de $100.000 surge que de haberse efectuado una licitación (pública o privada) podría
haberse obtenido un mejor precio, y encuadrar la adquisición a la normativa legal vigente..." (cfr. informe n° 17
del 24/7/00).
El a quo llevó a cabo numerosas medidas, con el objeto de corroborar la denuncia efectuada, entre ellas,
solicitó a la Auditoría General de la Nación, a la Sindicatura General de la Nación y a la Procuración del Tesoro
de la Nación, sucesivamente, un análisis global de las contrataciones cuestionadas y concretamente la
determinación del eventual perjuicio al patrimonio público como consecuencias del fraccionamiento del objeto
de contratación en cinco contrataciones directas en lugar de efectuarse un llamado a licitación pública o privada.
Los mencionados organismos informaron, en similares términos, que no resultaba posible acceder a lo solicitado
(fs. 28, fs. 30/1, fs. 37, fs. 217 y fs. 227/8).
Asimismo, respecto de los precios de referencia correspondiente a la adquisición, provisión y montaje de
Torres con antena receptora de AM/FM y TVA cuestionadas, la Gerencia de Normativa y Proyectos Especiales
de la SIGEN, por Memorando N° 149/02 informó que no resultaba posible satisfacer lo requerido ya que las
variaciones del mercado hacían imposible retrotraer precios y tampoco se daba la alternativa de contar en sus
archivos con operaciones de la época que reunieran similares características (fs. 60 y fs. 79).
Por su parte, la defensa de A. sostuvo en su descargo que autorizó el procedimiento de la contratación
directa al amparo del artículo 56, inciso 3° apartado a) de la Ley de Contabilidad de la Nación y sus normas
reglamentarias para la provisión y montaje de Torre con antenas receptoras AM/FM y T.V.A. con fundamento
en las necesidades urgentes de fiscalización de las respectivas delegaciones, que la oficina de Compra y
Contrataciones participó en todo el procedimiento y que intervino sólo cuando el trámite ya se encontraba

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concluido.
Agregó, que no existieron irregularidades sino premura en la apertura de las delegaciones y que obedeció a
dos causas fácticas fundamentales: a) La presupuestaria y b) El cumplimiento de los cronogramas de
adjudicación de emisoras, aprobados por distintos Decretos del Poder Ejecutivo Nacional.
También manifestó que "...desde la creación del organismo hasta ese lapso, jamás las antenas se adquirieron
por el mecanismo de la licitación pública existiendo en ese entonces 28 de ellas en el organismo...que las
antenas no constan en el inventario del COMFER...toda vez que son finalmente donadas a los organismos de
seguridad a cambio que éstos se encarguen del desmantelamiento, ya que resulta mas costo el desmantelarlas y
reutilizarlas...que...son específicas para cada lugar, hallándose cada una enclavada en un ámbito específico y
contando con las características técnicas específicas para dicha área y todo lo cual permite deducir que de las 28
antenas que posee el Comité ninguna posee las mismas características técnicas..." (cfr. fs. 310).
Ambos imputados señalaron que no puede hacerse una licitación en conjunto porque cada antenamiento es
particular y lleva a un estudio de factibilidad propio donde juegan elementos como la topografía del terreno, el
lugar a ser instalada, el área de cobertura, la existencia de edificación y bosques, los vientos, etc.
La defensa de D. giró en torno a su falta de participación en la tramitación de los expedientes ya que
únicamente presentó cuatro "solicitudes de gastos", las que debieron ser analizadas en los departamentos de
legales, técnica y finanzas previo a su adjudicación.
III. Sin perjuicio de considerar el acierto o no de las contrataciones efectuadas, no puede dejar de señalarse
que a juicio del suscripto, lo resuelto por el Sr. Juez instructor, resulta al menos prematuro, pues no se encuentra
corroborado el argumento que en su descargo ha efectuado la defensa de los aquí imputados.
Además no se ha acreditado si las contrataciones efectuadas ocasionaron perjuicio para el organismo, por
cuanto no se llevó a cabo ningún informe pericial, ni de alguna otra naturaleza que permita al menos conjeturar
que los importes abonados se encontrarían dentro de los parámetros lógicos que fijaba el mercado, tampoco se
logró determinar si el trámite licitatorio hubiera evitado el eventual perjuicio para el organismo, invocado por el
recurrente, toda vez que de la lectura de los expedientes surge que "M. Radiosistemas" resultó la empresa
adjudicada por menor precio y ajustarse a lo solicitado según el informe técnico respectivo.
Si bien no existen en autos constancia alguna que indique que los precios abonados hayan sido
sobreestimados o abultados, tal circunstancia deviene imprescindible previo a resolver en el sentido efectuado
por el Sr. Juez instructor.
En cuanto al agravio del recurrente, es relevante señalar, sin agotar con ello los elementos de prueba no
estimados, que tampoco se han incorporado al legajo pruebas que demuestren algún tipo de vinculación previa
entre los funcionarios y la empresa contratada que permita sospechar una intención de favorecimiento
económico hacia aquella, téngase presente que el Sr. Fiscal no asignó ninguna relevancia a la tarea realizada por
la empresa contratada que habría continuado percibiendo los pagos durante la gestión del Dr. Gustavo López sin
ninguna objeción, lo que demostraría cabalmente su existencia.
IV. Lo expuesto exige que se profundice la investigación con el objeto de determinar científicamente, por
expertos en la materia, el eventual monto del perjuicio invocado, así como la intervención de los funcionarios
que de una u otra manera avalaron la adjudicación y además proveer al descargo efectuado por la defensa
respecto de lo manifestado por la Contadora B. al prestar declaración testimonial (cfr. fs. 40 y fs. 310/11).
Por todo ello, el suscripto entiende que corresponde revocar el sobreseimiento apelado y disponer con
relación a los nombrados la declaración de falta de mérito para procesar o sobreseer, en los términos del artículo
309 del Código Procesal Penal de la Nación, sin perjuicio de lo que determine la prosecución de la
investigación.
Por ello, propongo al Acuerdo:
I. Revocar la resolución recurrida en cuanto sobresee a J. C. A. y a R. L. D. y declarar que en la presente
causa no existe mérito para procesar ni para sobreseer a los nombrados en orden al hecho por el que han sido
indagados (artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación).
El doctor Luraschi dijo:
I. Conforme surge de fs. 406/7 he sido designado para integrar la Sala I de este Tribunal ante la divergente
opinión de mis colegas preopinantes en torno de la cuestión traída a estudio, es decir el tratamiento del recurso
de apelación interpuesto por el Sr. Fiscal (fs. 349) respecto de lo resuelto a fs. 321/347 en cuanto se dispone
sobreseer a J. C. A. y a R. L. D. en orden a los delitos por los que fueran indagados, con la declaración de que la
formación de la presente en nada afecta el buen nombre y honor de que pudieren gozar (arts. 334 y 336 inciso 2°
del. C.P.P.N.).
II. En esta instancia se aprecia a fs. 361 el dictamen del Sr. Fiscal General quien propicia se revoque el
decisorio cuestionado mediante el cual se dispusieran los sobreseimientos aludidos y se ordene proseguir la

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investigación respecto de los encartados y de N. R. M.. Para sostener su postura se remite en general a los
argumentos del Fiscal de la anterior instancia, sin perjuicio de lo cual pone de manifiesto la existencia de
falencias administrativas que presentan los expedientes en cuestión, las que permitieron evitar cumplir con la
legislación vigente, posibilitando adjudicar de modo directo el objeto de la contratación a una empresa que —
dice— se supone relacionada a uno de los indagados, circunstancias estas que no fueron abordadas con la
nitidez y precisión en el decisorio de referencia.
Por su parte (fs. 363/371) se presentan los Dres. C. L. L. y L. M. V. en su carácter de defensores de J. C. A.
en esta caso propiciando la confirmación del auto apelado, señalando que no comparten el criterio esbozado por
el recurrente desde que en rigor, ninguno de los eventos administrativos en estudio se llevaron a cabo a través de
una contratación directa, sino que la locación de inmuebles se concretó mediante una licitación pública,
mientras que para el antenamiento se recurrió a un concurso de precios, pese a la inexistencia — en este caso—
de impedimento alguno para recurrir a la contratación directa. Efectúan además una reseña del marco normativo
que avala tal proceder y las situaciones específicas de cada expediente concluyendo en que la actividad
desarrollada se halla ajustada a las disposiciones legales.
III. Así las cosas debo adelantar que habré de concordar con la postura de mi colega preopinante, por lo que
considero debe revocarse la resolución recurrida, resultando atinada también su propuesta en el sentido de que el
Tribunal se pronuncie con arreglo a lo dispuesto del art. 309 del Código ritual para con los encartados y, a partir
de lo cual, llevar adelante las necesarias medidas probatorias indicadas por el doctor Irurzun.
Deben tenerse presente además las manifestaciones de J. C. A. (fs. 308/312) en las que puntualiza otras
diligencias cuya realización fue omitida y a su criterio — el que comparto— devienen conducentes para el
esclarecimiento de los hechos; esto es a partir de establecer en forma precisa la actividad desarrollada por otros
funcionarios del organismo que contribuyeran a la adopción de las decisiones que se cuestionan, disponer su
convocatoria a efectos de que suministren toda la información de la que dispusieran. Tampoco debe soslayarse
la comparecencia de los responsables de las empresas participantes en la operatoria, con el fin de que expliciten
todas las circunstancias que fueran de su conocimiento sobre cada caso en particular. En igual sentido —
probatorio— se impone corroborar las variadas afirmaciones de R. L. D. al prestar declaración indagatoria (fs.
318/319), debiendo disponerse las medidas que resultaren conducentes a tal fin.
En virtud del Acuerdo al que ha arribado el Tribunal, se resuelve:
Revocar la resolución recurrida en cuanto sobresee a J. C. A. y a R. L. D. y declarar que en la presente causa
no existe mérito para procesar ni para sobreseer a los nombrados en orden al hecho por el que han sido
indagados (artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, notifíquese al Sr. Fiscal de Cámara y devuélvase sin más trámite junto con la documentación,
debiéndose cumplimentar en la anterior instancia las notificaciones a las que hubiere lugar.
Sirva la presente de atenta nota de envío. — Gabriel R. Cavallo. — Martín Irurzun. — Eduardo Luraschi.

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