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Torre Nilsson fue en su tiempo la figura del cine nacional más conocida
internacionalmente, a partir de La casa del ángel (1957) y su entusiasta
recepción por la crítica europea. Sus raíces familiares lo conectaban con
el cine criollo a través de su padre Leopoldo Torres Ríos (1899 - 1960),
aparte de parentescos suecos y británicos; su vida y su cultura de gran
autodidacta, desde el existencialismo hasta los cineclubes, abarcan una
tensión inescapable entre el potrero y el té de las cinco. Entre sajones y
el arrabal (Jorge Alvarez, 1967) fue el título de su primera colección de
relatos. Al margen de la fundamental colaboración artística con la
escritora Beatriz Guido (1922 - 1988)...
... Desde mediados de los ´60 hasta el final de su vida, los films de Torre
Nilsson son difíciles de clasificar en cómodos casilleros. Salvo de los
convenientes rótulos de "Ciclo folcklórico-hitórico" o "ciclo épico-
histórico" (la primera clasificación es de Couselo, Torre Nilsson por Torre
Nilsson; y la segunda de Jorge Abel Martín, Los films de Leopoldo Torre
Nilsson, Corregidor, 1980), para incluir a Martín Fierro (1968), El santo
de la espada (1970) y Güemes - La tierra en armas (1971), todas
interpretadas por Alfredo Alcón, las otras películas corresponden a
categorías de "adaptación literaria": Boquitas pintadas (1974, sobre
novela de Puig), "cine - espectáculo": La mafia (1972),
BIOGRAFÍA
Gente de Terra contó alguna vez que Leopoldo, una tarde, casi le
arrebata la posesión del Heraldo del Cinematografista (la difundida
revista del gremio) al apasionado Chas de Cruz jugando a la carta mas
alta y apostando todo lo ganado en cada vuelta.
"Si eres capaz de jugarte todo a una carta, eres un hombre", decía
citando a Kiplling. Y Leopoldo se jugó entero el día que ganó $5.500 a la
carta más alta y los invirtió sin más en la realización de un corto
metraje, "El muro", que estaba basado en uno de sus cuentos.
EL MURO (1947)
Torre Nilsson solía definir a "El muro" como "un pecado de juventud".
Pero viendo el film en perspectiva, lo podemos distinguir como un
primer rechazo hacia el cine comercial, ese cine que podría haber
significado un provechoso camino.
A los 25 años - unido aún a Torres Ríos - realiza "El crimen de Oribe".
A.B.C.: En el 53
F.S.: Es que, cuando uno lee, las palabras dicen y sugieren, pero
también ocultan. La imagen no: uno ve lo que ve, y, si el director no ha
sido hábil, el espectador no lo cree y no lo cree y no lo cree.
Con respecto a la autoría del film, Torre Nilsson recordará: ... después
del éxito de "Pelota de trapo" consiguió (su padre) que Mapol le diese
carta blanca. Pero como no podía lanzarme solo en la primer película
porque los productores podrían echarse atrás, se dijo que era codirigida.
Estuvo los primeros días de filmación y después me largó solo.
-No quiero ola- les dijo abruptamente Perón. La película no puede ser
rosista ni antirosista. Si es rosista, le queman los cines los liberales, y si
no, se la queman los rosistas".
Comenta Nilsson: Con esta película volví a ser minoritario. Pero fue un
festival, el de San Pablo, en 1953, el que me daría el espaldarazo. Y a
raíz de la cálida acogida - casi espectacular - de la prensa brasileña,
Atilio Mentasti resolvió contratarme, diciéndome: "Usted quiere volar
demasiado alto, yo muchas veces vuelo demasiado bajo; a lo mejor
entre los dos logramos un buen termino medio".
Al volver a Buenos Aires, después de contratarme, me pidió una lista de
mis proyectos. Se la llevé. Incluían títulos como una adaptación de "El
proceso" de Kafka; una versión de "Martín Fierro" ubicada en la década
del ´30, UNA ADAPTACIÓN DE "El hombre que fue jueves" de Chesterton;
un proyecto de adaptar "Don segundo sombra" y algunos títulos más.
Los miró atentamente y levantó la vista. Me dijo: - Usted va a hacer
"Para vestir santos", de Pondal Ríos, con Tita Merelo.
LA TIGRA (1953)
Sobre argumento de Sixto Pondal Ríos y Carlos Olivari, con Tita Merello y
Jorge Salcedo en los protagónicos fue, una concesión a las exigencias de
mercado, satisfaciendo las expectativas de Mentasti y pudiendo trabajar
en Argentina Sono Film (la empresa productora de mayor gravitación en
aquellos años) donde después se le permitió concretar: "La casa del
ángel" y "El secuestrador".
GRACIELA (1955).
EL PROTEGIDO (1956)
El inglés Jhon Gillett apuntó en 1960 que La casa del ángel "tocó muchos
de los temas que fueron desarrollados en el trabajo posterior de Torre
Nilsson: la corrupción a la inocencia en la juventud y en la adolescencia,
los efectos de la educación cerrada en la sociedad burguesa, y la
permanente influencia de la iglesia. El clima tenía una suerte de
pesimismo nostálgico, el recuerdo de un mundo con firmes tabúes
sociales y sexuales, expresado a través de un estilo pródigo en tomas
agudas, densos primeros planos y súbitos golpes musicales" (Sight and
Sound, otoño 1960).
Este Nuevo Cine lo integraban: David José Kohon, Manuel Antín, Lautaro
Murúa, Martinez Suárez, Kuhn, Alfredo Bettanín, Simón Feldman,
Leonardo Favio, Fernando Birri, y otros.
Atilio Mentasti (director de Argentina Sono Film) confesó por esta época:
"No tuve nunca inconveniente en promover nuevos talentos, si esos
talentos se parecían a Torre Nilsson. Me atreví a financiarle La casa del
ángel en 1957 y El secuestrador al año siguiente. Pero cuando 5 idiotas
se pasean frente a una cámara hablando de su soledad y de su
incomunicación, a espaldas del público y de ellos mismos, entonces digo
no, no y no".
EL SECUESTRADOR (1958)
Las historia original de la que se partió para este film es un cuento muy
breve de Beatriz Guido, donde el sexo y la muerte, la infancia y la
truculencia, se amalgamaron en un patético ritual que mostró la niñez
desvalida y la juventud desorientada de las Villas Miseria.
Los rostros para la historia fueron: Lautaro Murúa, los debutantes María
Vaner y Leonardo Favio y los niños Oscar Orlegui, Carlos López Monet y
Luis María Galó.
LA CAÍDA (1959)
Fue el último film de Torre Nilsson para Argentina Sono Film que, ya a
esta altura no le oponía reparo.
Los tres primeros títulos del binomio Nilsson – Guido (La casa del ángel,
El secuestrador y La caída) fueron films intimistas.
Mientras tanto, todos los domingos lleva a sus hijos a ver fútbol a las
canchas de San Lorenzo o Estudiantes de La Plata (Pablo simpatiza con
Estudiantes). Después entra en el cine Real y asiste con los chicos a una
función completa. Éste "impenetrable" tiene que ser un hombre tierno
en el fondo.
El argumento contado por Nilsson es como sigue: "Es una historia de una
casa donde viven dos mujeres viejas. En un cuarto de arriba tienen
encerrado a un opa, un descendiente deformado. A esa casa llega la hija
de una de las mujeres a pasar sus vacaciones y comienza a vivir
envuelta en esa atmósfera de pesadilla con esa especie de cosa vedada
y misteriosa que hay arriba. Al mismo tiempo traba relación con un
mecánico del pueblo, una especie de evasión que ella tiene de ese
mundo que la asfixia. El mecánico la acosa con el misterio que está
encerrado en su casa. Le dice que es un monstruo, que tiene pelos en la
cara; la acosa con sus preguntas, y la muchacha, un poco obsesionada
por la historia, resuelve espiar el cuarto, para lo cual pide ayuda al
mecánico. Consigue subir al cuarto que está cerrado y, valiéndose del
montacargas, en el que le envían comida dos veces al día, llega a
descubrir que en el cuarto no hay tal opa, sino una tía de la cual se decía
que se había casado con un norteamericano hace veinte años y que se
había ido a vivir a los Estados Unidos, cosa que estaba justificada por
una carta semanal que envía un preso de Alcatraz que sostiene
correspondencia con las tías. Entonces comienza a descubrir toda esta
historia de simulación. Descubre que esta tía estuvo de novia con un
terrateniente del pueblo, que tiene ahora su familia, y se acerca a este
hombre para ver que relación hubo entre él y su tía. Descubre que este
hombre había abandonado a su mujer y que ella inventó la historia para
no afrontar la vergüenza de ser abandonada por un hombre. Se encierra
en ese cuarto (que pertenecía, efectivamente, a un opa que muere en
esa noche y es enterrado en el jardín).
Junto a estas películas está Setenta veces siete, que Gaffet no produjo.
Adaptación poco feliz de dos cuentos de Dalmiro Sáenz ("Sur viejo" y "El
prostíbulo") .
O.S.- Por qué eligió a Isabel Sarli para interpretar Setenta veces siete?.
LA TERRAZA (1962).
1964. El nuevo orden mundial está organizado. Pero las ideas de orden
político vienen de la mano del Poder; ese Poder, comienza a
cuestionarse. Al margen del establishmen y de la guerra fría, las
marchas de protesta recorren las calles del mundo, la utopía parece el
único horizonte en un mundo de violencia.
Producido por Paul Heller para la televisión Series for the United Nations,
sobre un argumento de Arthur Ross y contó en el elenco con: Alan Bates,
Diane Cilento, Jean Pierre Aumont, Richard Harris y Barbara Steele.
N* 395/67) .
Ambientada en las zonas rurales de Puerto Rico, "La chica del lunes" fue
la contraposición de dos mundos: uno construido con un padre débil y
una hija malcriada y una madre neurótica angustiada por el recuerdo de
su hijo muerto, y otro, por la corrupción y miseria del ambiente.
Nilsson tenía gran aprecio por la chica del lunes y los traidores de San
Angel tocaban sin disimulos el tema de las dictaduras latinoamericanas.
Aunque se rodó en Puerto Rico durante 1966, no se estrenó en Buenos
Aires hasta el año siguiente, en pleno "Onganiato".
1966. La Argentina vivía un preámbulo sombrío: el golpe de Onganía, "
La noche de los bastones largos ".
El Hippismo también lucha por una vida nueva, tras su lema "Amor y
Paz". En nuestro continente, la juventud, los obreros y los desposeídos,
también están atrincherados.
O.S.- Por qué usted saltó del mundo cinematográfico dado por las
novelas de Beatriz Guido a un mundo tan absolutamente diferente como
el de las películas épicas: Martín Fierro y San Martín?
Ninguno como San Martín llegó tan lejos con su sueño de independencia.
Torre Nilsson se sumerge en la gesta del más grande militar y estadista
que tuvo América. Apogeo, gloria y finalmente el exilio. Un live-motive
que parece repetirse a lo largo de la historia de este continente.
L.T.N.- Nuestra versión tendía a superar eso que usted llama ilustración.
Los diálogos y los textos se tomaron de la correspondencia y los
discursos de San Martín, nunca de textos primarios. Fue la versión de El
santo de la espada de Ricardo Rojas, y todas las situaciones están
tomadas de ese libro. A ello se agregaron fragmentos de Pacífico Otero,
de Julio Busaniche, de Mitre. Fue un film biográfico, pero dentro de ese
film biográfico intenté mostrar la soledad de San Martín y el desdén que
tuvo cierta parte del liberalismo porteño respecto a lo que éste
considera "descabellada campaña". Entiendo que dentro de los marcos
de un film sobre un tema y un personaje histórico, también estuvo dado
el matiz humano en una medida bastante importante.
LA MAFIA (1971)
Junto a "Los siete locos" y "Boquitas pintadas" , "La guerra del cerdo"
puede filiarse a la efímera "euforia política" de 1973-75 que provocó un
paralelo renacimiento artístico-ideológico en la industria del cine , con
títulos tan conocidos como La Patagonia rebelde (Hector Olivera, 1974),
Quebracho (Ricardo Wullicher, 1973), Juan Moreira (Leonardo Favio,
1973), La Raulito (Lautaro Murúa, 1975) y La tregua (Sergio Renán,
1975)
"La guerra del cerdo no logra toda la fuerza alucinante que ofrecía su
tema"
La Opinión, 9/8/1975
1976. Nilsson hizo pública por primera vez una intención de irse del país,
era octubre, sólo concretó un breve lapso de estada en España.
Dijo Torre Nilsson: "Para ser artista, hay que ser fiel a uno mismo, del
único modo que se logrará una obra válida, será respondiendo a los
interrogantes interiores".
NOUVELLE VAGUE
En 1958, Pierre Billard utiliza este concepto para designar el nuevo cine
realizado por los jóvenes cineastas salidos de la revista Cahiers du
Cinéma. Como por ejemplo: Claude Chabron, Pierre Kast, Jacques
Rivette, Francois Truffaut, Jean-Luc Godard, etc. En un sentido estricto,
el término Nouvelle Vague engloba a todos los jóvenes cineastas que
realizaron su primer largometraje entre 1958 y 1960.
IMPULSA: