Vous êtes sur la page 1sur 1

L O S M O J O S D E L A Ú L T I M A

Un lector inmune al Disgustos en el La línea 905 o la gran Césped que amarillea


desaliento hipermercado lata de sardinas por falta de riego
䡲 Un asiduo lector del periódico y ya habi- 䡲 Nos llega la advertencia de un cliente 䡲 Si quisiéramos convencernos de que la 䡲 Este “mojo” nos coge muy cerquita de
tual interlocutor de esta sección vuelve a habitual de hipermercados acerca de las superpoblación en las Islas es una reali- la sede del periódico. Los pequeños jar-
la carga con una pequeña reivindicación: taquillas de “seguridad” que tienen algu- dad, no tendríamos que hacer otra cosa dines que conforman la glorieta Pedro de
la de colocar dos espejos en los cruces de nos de estos establecimientos para dejar que viajar en la línea 905 de Titsa, que va Mendoza, más conocida como rotonda de
las calles Rafael Arrocha y Juan Rumeu las bolsos mientras se realiza la compra. desde el Muelle Norte a García Escámez, La Salle, están amarilleando por falta de
con Eladio Roca Salazar, en el barrio de Se ha comprobado cómo hay pillos que en Santa Cruz. Da la impresión de que la riego, según nos comenta un vecino de la
la Salud. Mantiene nuestro comunicante se dedican a hacer copias de las llaves guagua, especialmente en hora punta, no zona y vemos nosotros mismos. Al pare-
que esta pequeña actuación permitirá me- mientras las taquillas están vacías; luego, va a poder con la cantidad de gente que cer, el ayuntamiento tampoco ha plantado
jorar la seguridad del tráfico en la zona se ponen a acechar y cuando alguien deja se sube. Más de una vez el chófer ha en este lugar flores de temporada, como
y evitar muchos sustos, porque la visibi- sus efectos, van y se lo llevan con toda pedido refuerzos a la central y le han dicho ha hecho en otros puntos de la ciudad. A
lidad en el cruce es pequeña. la naturalidad del mundo. Ojo, pues. que debe seguir recogiendo clientes. ver si se puede hacer algo.

SÁBADO, 20 DE MAYO DE 2006  ·EDITORIAL LEONCIO RODRÍGUEZ, S.A.  AVDA. BUENOS AIRES, 71, SANTA CRUZ DE TENERIFE, ISLAS CANARIAS  TELÉFONO: 922 238 300  E-MAIL: eldia@eldia.es

Puede no quedar otra salida que


acudir al Rey para que interceda en
el asunto de la inmigración
EL DÍA Adán Martín, presidente del Gobierno canario
© Editorial Leoncio Rodríguez, S.A. Santa Cruz de Tenerife. 2006. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede, total o parcialmente, ser distribuida, reproducida, comunicada públicamente, tratada o, en
general, utilizada, por cualquier sistema o medio, sin la autorización previa y por escrito del editor.

El Gongo
Santiago Díaz Bravo*

Óscar Domínguez
A HISTORIA, lejos de quedarse en
L una mera sucesión cronológica de
hechos, se torna en la identidad de un
pueblo, en el espejo donde hombres y
mujeres se miran para congraciarse con
el pasado o avergonzarse de él, para sen-
tirse a gusto o a disgusto en el pellejo de
la sociedad de la que forman parte. Den-
tro de ella navegan los personajes, esos
seres impagables, por buenos o por
malos, a cuyo alrededor rondan los acon-
tecimientos que ellos mismos provocan
y padecen. En ocasiones la historia juega
un papel terapéutico, sobre todo en aque-
llos pueblos cuyo presente luce plagado
de insatisfacciones y el futuro se adivina
sombrío, lo que la convierte en una suerte
de refugio donde reafirmarse, buscar la
grandeza perdida y hacer crecer sobre ella
la esperanza en tiempos mejores. Enton-
ces los personajes se transforman en
modelos, en vidas que nos hubiera gus-
tado vivir, en muertes que a veces, sólo
a veces, se nos antojan tan grandiosas que
sin envidiarlas, porque la parca es la
parca y a nadie agrada, admiramos con

Con pico, la boca grande. Dentro de ese marasmo


surge la elefantiásica figura de Óscar
Domínguez, que respiró el mismo aire
que Pablo Picasso, Wilfredo Lam, Man

alada... y Ray y Paul Eluard, paseó su extraña


figura por las bulliciosas calles de Saint
Germain y amó sin querer, como sólo los

herreña
grandes artistas saben hacerlo. Y nos
enteramos de que nació en la calle de al
lado, de que su azarosa vida fue de todo
menos aburrida, y entonces nuestra cor-
ta y sosa historia isleña, huérfana de per-
Los herreños cuentan desde hace sonajes grandiosos, vilipendiada por la
más de un año con una ilustre visi- aparición de personajillos elevados a
tante que parece dispuesta a que- figuras, deja de ser pobre y monótona.
darse, porque de hecho, y contraviniendo Y dirigimos nuestros ojos hacia París
las leyes habituales de la migración, no igual que lo hemos hecho siempre, con
parece que tenga interés alguno en aban- la mirada provinciana que nos es propia,
donar la meseta de Nisdafe, entre los pue- para comprobar que uno de los nuestros,
blos de Isora y El Pinar. Esta cigueña, un ave un personaje a quien no teníamos el gusto
migratoria, ha decidido hacer de El Hierro de conocer (y qué enorme gusto), déca-
su lugar habitual de residencia, una práctica das atrás se hizo un honroso y merecido
poco habitual, pero que según quienes sitio en una de las vetustas mesas del
entienden sobre el comportamiento de Café de Flore. Óscar Domínguez, aun-
estos animañes se está tornando en más que para ello se viese obligado a ali-
usual de lo normal debido al cambio climá- mentar con sus restos una tierra que no
tico que está experimentando el planeta, que era la suya, nos concede lo que el medio-
influye en el modo de actuar de la práctica cre presente nos niega y lo que el incierto
totalidad de los seres vivos. Las fotos de devenir vaya usted a saber. La historia,
Tasio Armas muestran a la cigueña posada hermosa, cruel y paradójica, ha querido
sobre los carteles informativos que indican que una de nuestras esperanzas de
la dirección hacia diferentes lugares de la futuro descanse varios metros bajo el
isla, como si se hubiese erigido en guardiana suelo en un cementerio parisino.
de los caminos herreños. TASIO ARMAS (*) Jefe de sección de EL DÍA

Vous aimerez peut-être aussi