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ESTADO DEL ARTE ACTUAL SOBRE EL ACOMPAÑAMIENTO


TERAPEUTICO A NIVEL MUNDIAL.
Por Eduardo Cossi.

3ra Jornada Nacional de Acompañamiento Terapéutico. 1er Encuentro


Interamericano de Acompañamiento Terapéutico. Organizada por la UBA.
Capacitación Continua. Junio 2001.

Apertura.
Dr. Eduardo Cossi:
-Les presento a la Lic. Marta Santore, que es la coordinadora técnico
docente, del programa de capacitación continua, que como ustedes sabrán
depende del programa de Extensión Universitaria de la Universidad de Buenos
Aires y que organiza este evento que estamos iniciando ahora.
Lic. Marta Santore:
-Bueno gracias, buenos días. El objetivo de esta jornada es el diálogo
multisectorial que convoca la actualización de criterios y consensos sobre el
acompañamiento terapéutico, su realidad y posibilidades así como su proyección
futura dentro del campo de la asistencia terapéutica. Esta convocatoria,
contempla los ámbitos de formación, equipos e instituciones de trabajo; tanto del
sector público como privado, así como especialistas en áreas de interés y a la
comunidad en general. Quiero hacer hincapié en esto “y la comunidad en
general”, cada vez, más interesada en protagonizar la solución de sus problemas
más acuciantes; así lo expresan los profesores de nuestro programa para el
trabajo la Lic. Verónica Recchia y el Dr. Eduardo Cossi, por cuyo trabajo inmenso
y la colaboración del equipo técnico, hoy justamente estamos aquí abriendo esta
jornada cuyo carácter interamericano realmente nos pone contentos y satisfechos.
En este marco agradecemos especialmente la Universidad de la República,
Facultad de Psicología Uruguay; Universidad de San Marcos ,San Pablo, Brasil;
Universidad Paulista, San Pablo, Brasil; Universidad de la Ciudad San Pablo,
Universidad de Córdoba, Facultad de Psicología Argentina; Hospital Psiquiátrico
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Vilardebó Montevideo, Uruguay; Hospital Neuropsiquiátrico José T. Borda,


Argentina; Hospital Municipal de San Isidro Buenos Aires, Argentina; Salud-Arte-
ONG Uruguay; la Clínica Moravia, y nosotros, el Programa de Capacitación
Continua de la Secretaría de Extensión de la Universidad de Buenos Aires, que
con el auspicio de UNESCO, ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD
Y ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, convocamos a este espacio donde
se trata justamente (vuelvo a insistir) de protagonizar. Deseo que con ustedes
esto se logre. Muchas gracias.

Conferencia: Estado del arte actual sobre el acompañamiento terapéutico a


nivel mundial.
Dr. Eduardo Cossi:
Bueno ahora los vuelvo a saludar, es para mí, un orgullo además de una
alegría muy grande poder haber llegado así con mucho esfuerzo a esta TERCER
JORNADA NACIONAL, que tiene como objetivo, para nosotros, como
organizadores, que crezca en cantidad y que crezca cada ves más en calidad
también. Esperamos una jornada de trabajo intensivo y pensamos que en relación
a jornadas anteriores, es un paso muy fuerte dado hacia delante en el crecimiento
del campo del acompañamiento terapéutico. Verdaderamente considero que hoy
tienen ustedes después de siete u ocho horas de trabajo un verdadero evento del
sector, este sector que cada ves es más maduro y cada ves es más autogestivo.
El campo del Acompañamiento, tiene cada vez, más herramientas de gestión de
espacios propios y campos de discusión propios. La idea mía es presentar en
esta oportunidad, algunas consideraciones básicas, sobre tres puntos que son los
que en particular, me parecen que convocan a esta altura, el trabajo del
Acompañamiento Terapéutico.
Uno de ellos, es lo que podríamos llamar la situación mundial de los
requerimientos y de las demandas en el trabajo de la salud mental, más
específicamente en el campo de las patologías graves, de estas figuras
terapéuticas, privilegiadamente terapéuticas, estrictamente terapéuticas, que son
la figura de los auxiliares psicoterapéuticos, o asistentes psicoterapéuticos.
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En segundo lugar, voy a tratar de plantear lo que considero, los perfiles


actuales que estas figuras están requiriendo y por último, presentar al debate y a
la discusión cuales son los requerimientos que considero, que desde dentro del
sector se están haciendo cada ves más evidentes y cada ves más necesarios.
Requerimientos de crecimiento, en la capacitación; de crecimiento en la
capacitación técnica, en la pericia técnica y requerimientos que también pasan por
los conocimientos formales y académicos en la formación y en la reglamentación
de la práctica. Este es más o menos el esquema de la charla que les voy a
proponer a ustedes para la discusión y el debate.
En primer lugar, tendríamos que destacar, que la figura del acompañante
terapéutico es una figura, que hoy a nivel mundial está siendo cada vez más
promovida y fomentada por las organizaciones internacionales. Las naciones
unidas (ONU) en particular, año a año va generando el perfil de requerimiento, de
asistentes que puedan cumplir con las demandas actuales del sector de la salud
mental.
Dos indicadores importantes quiero traer, esta mañana para comentarles,
respecto al crecimiento de demanda de auxiliares terapéuticos, por un lado, las
transformaciones sociales, las transformaciones socioculturales, que van
marcando una proyección de la distribución de la población donde se espera
crezca, la demanda de servicios auxiliares, como el del acompañamiento
terapéutico, es una variable significativa a tener en cuenta. El crecimiento
poblacional, genera demanda en el sector de las patologías graves, pero también
en la tercera edad y en niñez. La población afectada con problemas en salud
mental, está creciendo mundialmente y está superando porcentajes que van entre
los 20 y 25 por ciento de la población mundial. Todas las proyecciones son de
crecimiento en este sector de la salud mental, las enfermedades mentales graves,
en particular. Lo que las investigaciones indican, es que el sector que actualmente
más está requiriendo los servicios sanitarios, es el sector de las patologías graves,
de las enfermedades llamadas: enfermedades graves en el campo de la salud
mental. Este sector es el que está en crecimiento. Los estudios de proyecciones
indican que en el campo de la salud, los requerimientos a futuro van a ser cada
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vez, más específicamente de los que se correspondan con el crecimiento de las


patologías graves, de las enfermedades graves de la vida de relación social.
Otros indicadores secundarios y asociados nos pueden presentar un
panorama un poco más claro, también las patologías graves de la vida de relación,
son las que más están requiriendo de los servicios sanitarios y son las que más
están insumiendo, los servicios sanitarios llamados de atención primaria. Estas
son consideraciones sociales que hay que tener en cuenta en la planificación a
futuro de los servicios de Acompañamiento terapéutico. Hoy en día la atención y
los requerimientos de atención de éstas patologías, se convirtieron mundialmente
en cuestión de estado, lo fueron tradicionalmente, pero ahora en un campo muy
recortado y cada ves más específico, que es un sector en particular, el sector de
las patologías graves. Las patologías graves se convirtieron en verdadera
cuestión de estado, aunque a la fecha, todavía está atendida a niveles muy
deficitarios. Las tenemos que considerar desde este punto de vista, las
enfermedades mentales severas, se caracterizan por la gravedad de los costos
que tienen. Los costos a largo plazo que representan para la población en
general, se calcula, sin exagerar - aquellos que se llaman los costos mórbidos-
superan a nivel poblacional los costos totales de guerras. Lamentablemente los
gobiernos invierten del producto bruto más en cuestiones de armamentos, que en
cuestiones de salud. Esto es un problema de estado importante que nos habilita a
nosotros a presentar seriamente, que queremos, como sector de acompañamiento
terapéutico más y mejor reconocimiento, por porque a nivel mundial, las
instituciones están requiriendo de los estados nacionales que se tomen a cargo los
tratamientos, que por haber evolucionado a niveles de mayor complejidad, están
necesitando en sus diseños y no de manera contingente (no como de modo
accesorio a sus diseños), figuras de auxiliares psicoterapéuticos.
Este es el primer punto que quería marcar. Las demandas mundiales en la
asistencia de salud mental, están provocando dos cosas: el crecimiento de las
enfermedades mentales graves y por otro lado el crecimiento del déficit asistencial
que requieren estas enfermedades mentales graves. Por eso es que es de doble
peso para mí, seguir un trabajo que estamos continuando desde 1996, en el
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programa de capacitación continuada, porque entendemos dos cosas: que las


enfermedades graves se modifican a un ritmo, que es el ritmo de los cambios
sociales, los cambios socioculturales, y que la capacitación que busque la
excelencia académica y la pericia técnica de figuras auxiliares obliga a éste
concepto que nosotros sostenemos ideológico, político y académicamente, que es
el de la capacitación continuada, el de la capacitación permanente.
A nivel mundial, no solo sobre el acompañamiento terapéutico, sino sobre la
salud en general, el área privilegiada de formación, son los programas de
capacitación continua o capacitación permanente. En ese sentido, lo que debería
quedar claro es esto: “ el mercado crece no por la contingencia, o por cuestiones
accidentales regionales, ya sea de la Argentina, de capital federal, del conurbano;
sino, porque el mercado de salud mental, el mercado de las patologías graves en
salud mental, está requiriendo de nuevas medidas, nuevos abordajes y nuevas
estrategias, para dar cuenta no sólo hoy, en la actualidad, del déficit entre los
requerimientos asistenciales y la asistencia ofrecida, sino de las proyecciones que
marcan una distancia que parecería que se va a acrecentar cada ves más en el
futuro. Los requerimientos van a ser cada ves más importantes y los recursos, los
modos de enfrentarlos, sino se toman las medidas adecuadas, van a ser cada ves
más deficitarias y en la atención de las patologías graves, se corre serio peligro de
quedarse a un margen de distancia muy amplio respecto de los requerimientos
que las patologías graves están necesitando de suyo. Estos requerimientos son
de cantidad, pero los requerimientos también son de calidad, esto es a lo que
apuntamos en la formación de acompañantes terapéuticos. Un acompañante
terapéutico necesita un mínimo de formación, en el campo de la salud mental y un
porcentaje muy alto de actualización de información en los requerimientos
actuales de atención, porque el trabajo es interdisciplinario, el trabajo es un trabajo
de equipo, pero el trabajo de equipo es uno de los problemas más importantes,
hoy, en el campo de la asistencia, en el campo de la práctica terapéutica.
Los equipos no existen a priori, los equipos interdisciplinarios no son dados
de partida, sino que es competencia misma de las figuras terapéuticas la
capacidad para la conformación de un trabajo en equipo. Los terapeutas hoy en
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día requieren en su formación el criterio claro, que el equipo es aquello con lo que
tengo que trabajar necesariamente para que un tratamiento pueda llegar a buen
puerto, para que podamos tener chances en los tratamientos y este equipo es lo
que no está dado, es parte del trabajo de construcción, así como los encuadres
del trabajo, los contratos terapéuticos; cómo un diagnóstico. El trabajo en equipo,
dejó hace mucho tiempo de ser el punto de partida de un tratamiento, es un punto
de partida y un punto permanente de monitoreo durante todo el tratamiento. Esta
es una consideración que no hay que perder de vista. Estamos muy
acostumbrados a delegar en la queja de la falta de elementos, en la falta de
ambientes, de equipos de trabajo, en los recursos humanos, una responsabilidad
que hoy en día a nivel mundial se considera propia de los terapeutas y ésta
concretamente es una idea que lleva a delante de manera muy fuerte la
Asociación Americana de Retraso Mental. Un asistente terapéutico, un auxiliar
terapéutico tiene como competencia esta responsabilidad la de generar sus
interlocutores, generar el equipo que está haciendo falta. Desde aquí, los
acompañantes terapéuticos se constituyen en verdaderos terapeutas
especializados en dispositivos alternativos a los modelos clásicos, como siendo
parte de una nueva época, no solo como una nueva figura aislada, sino, como una
nueva época de los tratamientos de las patologías graves de la salud y las
enfermedades graves de la vida de relación. Allí se ubica la importancia de esta
demanda de requerimientos asistenciales.
Esta importancia va de la mano con otra noción, que tiene ya varias
décadas de historia, pero tiene las últimas dos décadas, principalmente un
posicionamiento que es de revisión, de crítica de aquello que en un momento
había parecido como un proyecto muy interesante y de alcances más grandes de
lo que resultó ser en la realidad.
En el campo de la psiquiatría, en el campo de la psicopatología, a partir de
los avances ciertos y consistentes de la Psicofarmacología, a partir de la
herramienta que la Psicofarmacología hace a la psiquiatría de sector, la psiquiatría
dinámica, etc., el tratamiento ambulatorio se presentaba como una verdadera
alternativa, no solo a los idearios que políticamente o socialmente se puede juzgar
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desmanicomiales, o asilares, sino verdaderas cuestiones técnicas requerimientos


técnicos de los tratamientos. Los tratamientos necesitan modificaciones en los
dispositivos, porque lo que se empezó a demostrar es la iatrogénia de algunos
dispositivos no por el dispositivo mismo, sino por los tiempos de instalación de
algunos dispositivos y de algunos modelos institucionales, principalmente las
criticas se enfocaron en el modelo de internación psiquiátrica. Bueno, aquello que
hubo en primera instancia, como alternativa a los tratamientos clásicos, era lo que
hoy se llama el tratamiento ambulatorio convencional ¿que es lo primero que
podemos pensar de estos tratamientos ambulatorios?
La Psicofarmacología y las técnicas profesionales de los terapeutas
prometieron avanzar en el tratamiento de las patologías graves en acortamiento
de tiempos y en eficacia clínica -los modos de compensar y estabilizar cuadros
agudos-. Ahora, sucede que cada vez más en la actualización de las guías, en la
actualización de los consensos de las comunidades de practicantes, la tendencia
de los tratamientos yo diría, presenta un cuadro más bien paradójico, a una
observación primera y superficial. Los tratamientos progresaron desde el
tratamiento ambulatorio convencional. El paciente compensado, el paciente
estabilizado, que vuelve a su hogar, porque debe volver de una u otra manera a su
vida de relación, a su medio ambiente cotidiano, presentaron a nivel mundial
niveles de recaída muy importantes y las recaídas se presentaron básicamente
por dos problemas, dos problemas que de alguna manera son uno mismo, lo que
se conoce como el problema de la adherencia de los pacientes a los tratamientos
el problema de la “compliance”, que también la podemos forzando un poco los
términos, traducir como un problema de cumplimiento, el problema de la
continuación de los tratamientos. Se acortan los tiempos de internación de
pacientes, los dispositivos de internación empiezan a ser más eficaces y más
efectivos y necesarios, privilegiadamente necesarios, en sus modos de atacar las
crisis agudas que como les vengo tratando de presentar, tienen un crecimiento
poblacional cada ves más importante y necesitan de un abordaje, que no sea el
sistema de atención primaria sino que sea del dispositivo y las instituciones
especializadas. Al tiempo de internación, al tiempo de la compensación, le siguen
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tratamientos que cada vez, se diseñan en tiempos más largos, esto es lo primero
que tenemos que tener presente, los tratamientos óptimos, los tratamientos que
tratan de salir de las filas de las estadísticas, de las recaídas de los abandonos de
tratamientos, de los finales más bien de corto alcance, de tratamientos muy
costosos, insumen mucho tiempo, mucho costo y recursos humanos y materiales.
Los tratamientos hoy en día, se están presentando cada vez, en tiempos
más largos, ahora esto no quiere decir tiempos más largos de exclusión, tiempos
más largos de aislamiento, quiere decir que a tiempos mas cortos de
institucionalización del paciente, se pueden obtener mejores resultados en los
tratamientos, siempre y cuando se cuente con las alternativas de tratamientos que
no sean en instituciones asilares, en instituciones de internación. Digo, cual es la
diferencia que presentan las guías y los consensos hoy en día: que en sus
diseños, el tratamiento ambulatorio ya no es el tratamiento ambulatorio
convencional, auto-administrado por parte del paciente o de la familia. El
monitoreo del paciente fuera de la institución por parte del paciente o de la familia.
El monitoreo del tratamiento fuera de las instituciones tiene que estar a
cargo de un equipo tratante, con estrategias que son cada ves más complejas y
cada ves necesitan más requerimientos técnicos. Por eso digo, la figura del
asistente terapéutico, la figura del acompañante, del auxiliar terapéutico, deja de
ser una figura contingente, deja de ser una figura accidental, alguien que viene a
resolver los problemas de un tratamiento difícil, o alguien que viene a resolver los
problemas en una familia que no puede vérselas con los requerimientos de un
tratamiento ambulatorio. El tratamiento ambulatorio, que es lo que las
instituciones internacionales están promoviendo como cuestión de estado, hoy
están contando con diseños de tratamientos que incluyen, insisto en esto, en el
diseño mismo, figuras de auxiliares psicoterapéuticos. Qué quiero decir con esto,
de incluir en el diseño? Uno puede juzgar la suerte, las chances en tratamiento a
partir de su diseño. Ustedes saben que en acciones terapéuticas, todo no se
desenvuelve no en el campo de la certeza, sino en el plano de los cálculos de
beneficio-costos y de riesgo, bueno, uno puede evaluar en el diseño de un
tratamiento de patologías graves de la vida de relación, en el diseño más general,
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en el más básico, en aquellos que las guías de practicantes y los consensos de


practicantes, promueven, uno puede juzgar la suerte de ese tratamiento,
atendiendo a que necesariamente a partir de los avances (por ese digo parece
una cuestión paradójica) de las disciplinas que atienden a la salud mental, crecen
en el tiempo. Son tratamientos más largos, son tratamientos más costosos, pero
costosos en recursos, pero en una nueva relación de beneficios costos y riesgos,
una relación optima. Son más largos en una relación más optima, en una
ecuación más optimas entre beneficios costos y riesgos. En estos tratamientos la
figura de auxiliar psicoterapéutico es parte necesaria del diseño. Un tratamiento
que no cuenta en sus estrategias básicas, en sus diseños, en la continuación del
tratamiento, después de compensada la crisis aguda, después del inicio del
tratamiento de ataque a la crisis aguda, no cuenta, con estrategias que incluya los
modelos alternativos, los modelos del tratamiento en el domicilio en ámbitos más
cotidianos en la vida de relación de un paciente, son instrumentos que pueden ser
juzgados, desde el principio, en sus posibilidades escazas de éxito. No estamos
hablando, entonces de un campo, de un sector, que sea el de la conveniencia, de
la oportunidad de una crisis en el sistema de salud mental, sino estamos hablando
de un campo que juega su crecimiento, no cuando el sistema de salud mental
entra en crisis y no puede dar a basto con las demandas que tiene. Este sería el
acompañante que entra contingentemente al servicio de salud. Este es el
acompañante que se necesita, porque hay algo que no se está pudiendo hacer.
Estamos hablando de una proyección a corto plazo, a mediano plazo, de una
figura que es parte constituyente de los diseños posibles de tratamiento que estoy
presentando. En el campo de la salud mental, yo en esto no tengo duda alguna, y
lo pongo, lo hago público para que lo podamos debatir, estoy totalmente
convencido que hoy en día, en el 2001 son muchas más las cosas que se
conocen, muchas más las herramientas técnicas existentes, los dispositivos
existentes, las instituciones existentes, que aquellas que efectivamente se llevan
a cabo. No estamos hablando entonces del acompañante, que es solicitado por
iniciativa, por ocurrencia, por ojo clínico, por la intuición de un terapeuta, estamos
diciendo que el acompañante terapéutico a través de los diálogos y las
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transferencias y que el campo del acompañamiento terapéutico establece con el


campo de la medicina psiquiátrica y con el campo de la Psicología clínica, es una
figura necesaria al diseño de las estrategias de los tratamientos, es una figura que
se agrega en las posibilidades de los tratamientos.
Los tratamientos tienen muchas posibilidades ciertas y consistentes de
mejorar la performance, mejorar las tasas y las estadísticas de los resultados que
hoy en día estamos teniendo de los tratamientos. Nosotros deberíamos pensar
dos cosas, si las enfermedades graves están proyectadas en un incremento muy
importante en los próximos cinco años, en los próximos diez, en los próximos
quince años a nivel mundial; debemos extraer nosotros algunas consideraciones
de este primer punto, en primer lugar, no solo quedarnos en una cuestión que sí
es evidente... que el campo va a crecer como una figura cada ves más
demandada. En el mercado hay una proyección de inserción cada vez más
importante de esta figura. A nosotros, encargados no sólo de la coordinación y la
estrategia terapéutica, no solo la formación, esta situación representa un doble
peso de responsabilidad. Hoy en día, ya estamos viviendo esta situación en el
campo del acompañamiento terapéutico en la Argentina, pasa algo que no pasa
en casi ninguna otra profesión, en ninguna otra práctica. Si uno tomara el
porcentaje de acompañantes terapéuticos que están trabajando en la actualidad,
es menor el porcentaje de acompañantes calificados y formados y es mayor el de
acompañantes no calificados y no formados. Bueno, cuantas otras profesiones y
actividades cuentan con estas características en la Argentina hoy, muy pocas.
Este es un indicador muy serio del crecimiento y de la responsabilidad de
estado y de la formación de los acompañantes terapéuticos. El campo crece sólo,
el campo no le pide al estado, una matriculación y no le pide a las universidades
una formación, crece solo y tenemos entonces, un campo donde las personas
calificadas son las menos que las personas que no están calificadas. Esto es un
indicador muy importante insisto, no es lo único en donde nosotros nos tenemos
que quedar porque si la enfermedad mental grave crece poblacionalmente indica
dos cosas: primero hay transformaciones sociales que están hablando de este
crecimiento, hay factores asociados a los trastornos de dependencia del consumo
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de sustancias, a la esquizofrenia misma y hay consecuencias de este trastorno.


Las estadísticas en la esquizofrenia son verdaderamente graves, las estadísticas
hablan de un ochenta a noventa por ciento de pacientes esquizofrénicos a nivel
mundial, que no se reinsertan productivamente, hablan entre un diez y un quince
por ciento de esquizofrénicos que realizan un acto suicida. Pacientes que se
suicidan producto de una co-morbilidad con la depresión mayor y con el consumo
de sustancias, que están en el orden del cuarenta al cincuenta y hasta del sesenta
por ciento. Este es un grado grave de consecuencias de la enfermedad mental. A
nivel mundial la enfermedad mental, no se la atiende pero sí se la evalúa, en los
costos sociales, en los costos poblacionales, el mayor incremento en enfermedad
mental es correlativo a la disminución de la capacidad productiva de una
población.
Este es el modo que hay que presentar seriamente o de manera macro las
consideraciones sobre el reconocimiento y el modo en que están instalados los
debates actuales sobre la figura del acompañante terapéutico. Nosotros
tendríamos que hacernos esta pregunta, ¿tendría algo que ver con este
crecimiento, el estado actual de los tratamientos, los modos en que se están
abordando hoy las patologías graves de la vida de relación?, ¿son suficientes o
presentan déficit importantes? por eso digo, el acompañamiento terapéutico, por
supuesto, tiene que revisar el estado del arte en el que se encuentra y la
composición de la situación actual del campo de salud. Tiene que dialogar, tiene
que constituir interlocutores del campo de la psiquiatría, de la Psicología clínica,
del campo del psicoanálisis también, pero principalmente, del campo de la
Psicología clínica; tiene que revisar (y lo están haciendo) como el campo del
acompañamiento lo hace permanentemente, las posibilidades y la revisión de los
diseños de los tratamientos actuales. No es de poco sentido común, pensar que si
este es el sector que está creciendo es porque los tratamientos hoy están a una
distancia muy grande de poder estar cumpliendo con los requerimientos que las
enfermedades están necesitando. Insisto en esto, mi posición es que desde la
psiquiatría, desde la Psicofarmacología, desde las neurociencias, desde los
estudios complementarios que hoy se pueden hacer, con posibilidad de
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diagnósticos que diez, veinte, veinticinco años atrás no tenían una presencia tan
importante en la clínica, desde los avances de la Psicología experimental misma,
hay mucho más de cuestiones que ya se conocen y tienen una evidencia probada.
Hay líneas de investigación de una consistencia muy fuerte y que no se están
llevando a cabo, por eso es muy importante que las figuras auxiliares no se formen
en modelos que hoy ya están superados y que han sido fracasados.
La experiencia del campo nos previene de algo, finalmente,
disciplinariamente, se está revisando mucho desde el campo de la psiquiatría,
desde el campo de la psicofarmacología y la Psicología clínica y experimental,
esto quiere decir que el acompañante terapéutico, el acompañamiento terapéutico,
yo diría, es un campo específico de la intervención terapéutica y es esto, no lo
tenemos que olvidar, sobre todo en el campo de formación, un campo de
investigación, es una figura muy importante y muy rica para el trabajo de
investigación, sobre todo en estos requerimientos que los tratamientos están
necesitando y no están teniendo dentro del campo de la salud, por ejemplo, las
competencias diagnósticas de un acompañamiento terapéutico, las competencias
en el monitoreo, de la adherencia de un paciente en tratamiento. En un
acompañamiento terapéutico, hay competencias en la compliance, en relación a
los tratamientos farmacológicos y a las estrategias psicoterapéuticas. La
competencia de los acompañantes terapéuticos en las estrategias de asistencia
social, la competencia de los acompañantes terapéuticos en la gestión de los
recursos financieros y de los recursos humanos que el tratamiento necesita. Hoy
en día se sabe mucho más de lo que se puede lograr, con la competencia
privilegiada de los auxiliares, y si en algo somos, en el diseño, los auxiliares
psicoterapéuticos esenciales a los tratamientos, es en el problema de la
adherencia.
Los tratamientos posibles, no llegan a finalizarse. No es que las patologías
graves sean incurables, hoy habría que dar muchos rodeos para poder establecer
enfermedades o cuadros en los cuales uno desde el inicio se pueda posicionar
como no teniendo posibilidad de éxito a partir de una estrategia terapéutica, no
teniendo tratamiento posible. Hoy son muchos los tratamientos posibles, la
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mayoría. El campo clínico actual, es menos un campo de especulación, es mucho


más el campo de la aplicación de técnicas de evidencias consistentes, de
evidencias fuertes. Adherencia quiere decir, esto sí, que estamos en porcentajes
altísimos, en tasas altísimas de tratamientos que no se pueden continuar, que
fracasan y desde este punto de vista, la mirada tiene que estar puesta, no como
cuarenta años atrás, estaba puesta en el fracaso de los tratamientos, en que la
familia o el paciente no hizo lo que era lo adecuado. Hoy en día, esto se
considera competencia del diseño y estrategia del tratamiento, la familia no está
en condiciones y el paciente no está en condiciones de seguir y poder cumplir con
tratamientos que cada ves son más complejos; porque son cada ves más
complejos y más largos, porque cada ves tienen una evidencia más fuerte detrás,
cada ves son estrategias más consistentes y ofrecen más posibilidades ciertas a la
remisión de las patologías graves.
El último punto entonces, que quiero presentar, es más interno, ya no tiene
que ver tanto con la promoción de las organizaciones internacionales, de la
formación de agentes técnicos especializados en nuevos campos, en nuevas
competencias, en nuevas incumbencias, sino tiene que ver tanto con los
interlocutores, los otros profesionales terapéuticos que están necesitando llevar
adelante sus tratamientos, con este tipo de competencias e incumbencias nuevas.
Este es entonces el lugar que ocupa el sector del acompañante terapéutico y en
ese sentido me parece que se juega un poco la intención, el objetivo de estas
jornadas, que necesitan ser jornadas continuadas de intercambio y de
transferencia. El problema que quiero plantear, el último tema que quiero plantear,
es el del reconocimiento del acompañante terapéutico. Hay reconocimientos
históricos de las figuras que se generan como nuevas; ustedes saben las figuras
de auxiliares terapéuticos, tienen la misma historia que la psiquiatría tiene, el
mismo pasado que la psiquiatría, si son los que antes se consideraban los
terapeutas del tratamiento moral, aquellos que en conjunto con el médico
conformaban los equipos psi, los equipos tratantes, bueno, la figura de conserje,
empíricos, fueron siempre tradicionales.
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Pero como figura nueva, como figura técnica nueva, es una figura
contemporánea, es una figura que entra en correspondencia y es correlativa a los
avances de la últimas dos décadas, del último cuarto de siglo, en materia de
dispositivos, en materia de avances psicofarmacológicos y en materia de los
avances científicos de las disciplinas de la salud.
Desde este punto de vista, uno podría considerar una posición, más bien
común, más bien habitual dentro de las figuras nuevas que demandan de
reconocimiento. Hay dos tipos de demandas de reconocimiento: en lo
institucional-académico y sabemos ya que hay, en el campo del acompañamiento
terapéutico diferentes proyectos, hoy estuvimos hablando de proyectos a nivel
terciario, a nivel, de tecnicaturas, de especializaciones universitarias. Bueno no
nos olvidemos nunca de esto, el acompañante terapéutico, no es solo una figura
académica, es una figura terapéutica, nunca se tiene que perder de vista el
reconocimiento que va a dar la formación actualizada, la formación permanente.
Hoy en día cualquier terapeuta que trabaja en el campo, necesita no solo de
certificados, sino de reconocimientos institucionales, espacios institucionales de
formación cierta y consistente, sin la cual uno queda fuera del mercado de salud.
Si, hoy en día, después vamos a hablar con los sectores de Psicología, y de
la psiquiatría, creo poder ponernos de acuerdo en esto, hoy en día un psiquiatra
es una persona que conoce las guías y los consensos de los últimos cinco años,
no alguien que tiene un título de grado de especialista médico en el sector de
psiquiatría, lo mismo con la psicología. La matrícula es el reconocimiento del
estado desde otro punto de vista, no el académico, sino el profesional. Bueno,
tenemos también sectores matriculados, tenemos también el sector de la
Psicología matriculada, el sector de la medicina matriculada, varias figuras
matriculadas. Les estoy diciendo, el sistema de salud mental tiene una crisis muy
importante en este sentido. El reconocimiento que necesitan las figuras efectivas
terapéuticas, es el reconocimiento de los consensos, de las guías de las
comunidades practicantes, de los pares. Una figura terapéutica para crecer en la
actualización, en formación, en madurez, en consistencia, primeramente necesita
las comunidades de practicantes, de los pares, que pueden ser asociaciones que
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pueden ser colegios. Pero poco favor le puede hacer a una figura tan
problemática, tan difícil de asir como la figura de acompañante terapéutico una ley
de ejercicio profesional si no hay primero un claro consenso de sobre la práctica.
Si no hay primero un consenso sobre el cual debería ser la reglamentación
de la práctica, por ejemplo. Se puede pedir al estado que defina, cual es el campo
óptimo de reglamentación de una práctica, pero para eso, la práctica necesita una
madurez de sus grupos de practicantes, hoy en día a nivel general, la ciencia se
maneja en el reconocimiento de los grupos de pares, en las comunidades de
practicantes. Se puede pedir a las universidades que aprueben carreras, pero
necesita la formación del acompañamiento terapéutico, la legitimación en los
grupos de practicantes, insisto en esto.
El acompañamiento terapéutico, tiene un campo que es mucho más maduro
que el de su reconocimiento, creo que viene por un camino de maduración que es
el de la reflexión. La figura es suficientemente madura ya para empezar el inicio
de autorreflexión para de alguna manera empezar este inicio de la
autoconciencia, no seguir preguntándole a los psicoanalistas qué es un
acompañante terapéutico, porque mal pueden saber los analistas qué es un
acompañante terapéutico, buena parte del tiempo tendrían que estar insumiendo
en ver como el psicoanálisis entra en diálogo, entonces, con estos nuevos diseños
de tratamientos con estos nuevos requerimientos en salud. Mal se puede
preguntar a la psiquiatría qué es un acompañante terapéutico, cuando la
psiquiatría está investigando y desarrollando sus propias investigaciones en el
campo de la salud. Lo mismo para la psicología clínica. El acompañante
terapéutico está en condiciones de ser no una entidad, sino un campo comunitario
de practicantes, que empiezan a resolver por sí mismos, los lugares de sus
espacios de reconocimiento. Los acompañantes terapéuticos, el sector que
conforman los practicantes, estudiantes y formadores de acompañantes
terapéuticos. En este sentido me parece, que ésta es la importancia que tienen
que tener las jornadas de intercambios de transferencias, no solo venir a presentar
ponencias, sino venir a discutir, no hacia donde va el acompañamiento
terapéutico, sino hacia donde los practicantes pueden llevar un campo que el
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sistema de salud está haciendo crecer. Bueno... hacia donde vamos a caminar,
esta sería la pregunta, hacia donde los acompañantes terapéuticos pueden, que
capacidad, que posibilidades tienen de llevar sus campos a niveles de
reconocimientos más consistentes, no cada ves más formales.
Yo vengo, ustedes lo saben, del campo del psicoanálisis y del campo de la
Psicología clínica y son dos campos que tienen todos los reconocimientos que se
necesitan de dos maneras diferentes; la Psicología clínica tiene todos los
reconocimientos y avales, institucionales que hagan falta. Tienen las matrículas
que hagan falta, bueno falta el reconocimiento y la legitimación del campo. Hay
una verdadera crisis en el campo de la Psicología clínica, hay una verdadera crisis
de identidad entre los psicólogos clínicos. El campo del psicoanálisis tiene como
una exacerbación de su identidad y no tiene ninguno de los avales institucionales
académicos, institucionales gremiales, instituciones a nivel ministeriales de
regulación del Ministerio de Salud; no hay matrículas, no hay diplomas de grado,
no hay licenciatura y sin embargo tiene una presencia importante en la práctica de
la salud mental. Estas son las consideraciones que me parece que el sector tiene
que tener. ¿Qué tipo de reconocimiento buscamos? ¿El reconocimiento que otros
pueden dar? ¿el reconocimiento que la ley puede y debe imponer? a la que
estamos subordinados, queramos o no, cada ves que ejercemos una relación que
pueda definirse como una relación terapéutica.
Estamos bajo la ley en general de los terapeutas , falta todavía ver con que
suerte corremos, hasta que el campo no genere sus pautas, sus consensos y sus
guías, de lo que es y lo que debe hacer un acompañante terapéutico y aquello que
no debe hacer un acompañante terapéutico, mal nos puede caer cualquier
responsabilidad por acción o por omisión, sino está definido formalmente,
reglamentadamente, aunque más no sea, desde el primer punto, el punto básico,
el punto de mayor consideración , aquello que los practicantes del
acompañamiento terapéutico consideran que es la figura y la práctica.
Mal podemos esperar nosotros desde el sector de la psiquiatría o desde el
sector de la Psicología clínica, el reconocimiento del acompañante terapéutico, si
no tenemos primero, si los acompañantes no tienen primero, qué decir con
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respecto a aquello que el acompañante terapéutico es, lo que el acompañamiento


terapéutico ofrece, cuál es su incumbencia y en ese campo de incumbencia cuales
son las competencias, que tengo o necesito, cuál es el servicio que ofrezco.
Bueno, así es un poco la idea de los cursos que desarrollamos hace años, y
hoy ya son cursos simultáneos que en general tienes una población aproximada
de más de 200 personas por año. Esto nos genera una doble responsabilidad,
consideramos que hay una comunidad de practicantes terapéuticos y hay una
comunidad que necesita espacios cedidos por las instituciones reconocidas,
estamos hablando de cuatro, cinco o seis Universidades Nacionales de diferentes
países, estamos hablando de la UNESCO de la OMS de la Organización
Panamericana de la Salud. Esta jornada que está empezando de esta manera,
tiene esta intuición, que podemos debatir y que podemos pensar seriamente, este
espacio cedido, que sea un espacio para que los acompañantes piensen hacia
donde se puede llevar, hacia donde los acompañantes terapéuticos pueden llevar
al sector. No es una chance me parece, preguntarle a la UNESCO, preguntarle a
la OMS qué es un acompañante terapéutico, sí me parece que o al menos lo
intenté, intenté presentarles que es lo que se está pidiendo en el campo de la
salud mental. La responsabilidad del sector, es ver de que manera podemos ser
nosotros las personas indicadas, las personas capacitadas, para complementar
requerimientos, que hoy en día están siendo deficitarios, ocupar lugares que no
son contingentes, no es que le arreglamos problemas a otros en los tratamientos,
sino que somos parte de un diseño y de una estrategia de tratamiento, y me
parece que el trabajo a futuro y el trabajo en el que nosotros estamos poniendo
hoy en día muchas energías, son los primeros pasos, los de una comunidad de
practicantes que empieza a contar, con códigos de ética, con definiciones y
reglamentos de incumbencias y competencias y con los espacios del sector
mismo, para que todo esto pueda ser producido. Bueno esto es todo aquello que
quería decirles, muchas gracias.

REVISADO POR EDUARDO COSSI Julio 2010. Material Interno.

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