Vous êtes sur la page 1sur 12

Introducción

¿Por qué tengo que dejar de fumar si a mi me gusta?, protesta


Reymundo con voz ronca, mientras tose, carraspea y traga la flema
acumulada en su garganta. Los labios gruesos y ennegrecidos se
abren para dejar entrever unos dientes amarillentos que se dibujan
en el marco de un rostro lívido, hinchado y granuloso la barbita
blancuzca aparece teñida del mismo color caoba que pinta los dedos
de la mano derecha. Hacia unos meses que una cirugía lo había
obligado a una abstinencia tabáquica de 20 días. “me sentí un pibe
en esos momentos, comenta. Si embargo, ya en el postoperatorio
volvió a fumar (“estaba desesperado, al otro día de la operación me
fume tres cigarrillos seguidos; me dio un ataque a los pulmones que
casi me muero”) continuando con el habito de allí en más.
Hay muchos que dicen melancólicamente y hasta con cierto orgullo:
“De algo hay que morir”; consolándose con la idea de que “algún
vicio hay que tener en la vida”, sin considerar que no se trata solo
de un acortamiento cuantitativo de la vida, sino también de una
disminución de la calidad o del nivel de salud.

Fumar no es un hábito, es una dependencia

Un hábito es comportamiento adquirido por la repetición de actos.


Esos actos crean el mecanismo que luego actúa por sí solo. Por
ejemplo, conducir un automóvil, escribir a máquina, lavarse los
dientes todas las mañanas, etc. Esas son actividades que realizamos
automáticamente, casi sin pensar, pero sin el control de nuestros
actos pudiendo dejar de hacer esas cosas habituales sin que por
ello nos sintamos mal. Por ejemplo, puedo dejar de escribir a
maquina y ocuparme en leer y no me veo obligado por la maquina ha
continuar tecleando. No sucede así con las dependencias. El
cigarrillo tiraniza la voluntad y obliga a fumar, porque el alcaloide

1
de la nicotina reclama la incorporación de más nicotina toda vez que
disminuye el grado de la droga en el organismo. La incorporación de
la droga extraña una adaptación del organismo, que necesita
aumentar la cantidad del producto absorbido para conseguir los
mismos efectos. Este es el fenómeno de la tolerancia y habituación
que se observa muy frecuentemente en los adictos al tabaco que
con los años han aumentado la cantidad de cigarrillos y no es
posible rehusarse porque se produce un desequilibrio del medio
interno que se traduce en un intenso malestar y angustia, y a veces
en determinados trastornos funcionales (insomnios, sudación, etc.).
Este cuadro recibe el nombre de “síndrome de abstinencia”. A ello
se debe que tantos fracasen en abandonar el tabaco o fácilmente
reincidan. Lo más conveniente es hacer un tratamiento
especializado para atenuar el síndrome de abstinencia y favorecer
la rápida desintoxicación.

¿Sabia usted porque fuma?

Las razones por las que una persona adquiere él hábito de fumar
cubren un amplio espectro: desde las más fácilmente relevable a
nivel consciente, hasta las que hunden sus raíces en el más
profundo inconscientes.
Una de las razones más evidentes para adquirir el vicio es la que los
mismos iniciados expresan cuando llegan al consultorio: el status.
Durante la adolescencia crea la ficción de haber ingresado en el
mundo de los “maduros”.
Al adulto un cigarrillo entre los dedos le crea la ficción de
compartir el mismo nivel socioeconómico que aquel personaje que ve
en las subjetivas imágenes publicitarias; y al mismo tiempo le
brinda seguridad y confianza.

2
Un cigarrillo genera una especie de seguridad, para que los gestos y
la conversación se vuelvan amenos y fluidos.
Pero en un análisis más profundo encontramos personas que
padecen un estado de dependencia casi absoluto, y que difícilmente
podrían dejar de fumar sin que mediara una ayuda profesional.
Dentro de este tipo de fumadores, debemos señalar a los que
buscan mediante el cigarrillo la gratificación de la oralidad.
Cuando los padres buscan gratificar o simplemente calmar los
gritos o los llantos del niño, un chupete o una golosina se convierten
en el auxilio eficaz. También el dedo u otro objeto puede ser el
consuelo que el mismo niño se proporciona frente a una situación
que le produce ansiedad o cierta violencia interior. Por este
acondicionamiento el chupete, el dedo o las golosinas son
sustituidos por el cigarrillo, que pasa a ser el sucedáneo
psicológico para enfrentar las situaciones de angustia, temor o
ansiedad que de niño superaba mediante la gratificación oral.
Y en relación con la oralidad, otra motivación para fumar tiene que
ver con la satisfacción sustitutiva de necesidades emocionales. La
persona que padece una sed insaciable de afecto, siente que
mediante el acto de fumar compensa en cierta medida esa
necesidad.
Por otra parte debemos señalar que muchas personas adquieren el
vicio para compensar la soledad. Un cigarrillo se transforma en un
compañero casi vivo.
Otras causas que conducen a este hábito nocivo tienen que ver con
el mismo mecanismo del acto de fumar: el cigarrillo sirve para
descargar la tensión emocional.
Y otros fumadores buscan en el cigarrillo una sensación estimulante
o relajante.
Finalmente, debemos señalar que muchos fuman porque
simplemente - o quizá complejamente -han adquirido el hábito.
En síntesis, como dijimos al principio, toda la estructura de la
personalidad del fumador esta implicada en su vicio.
Conocerse mejor es el paso fundamental para conocerse más
objetivamente los móviles que condujeron al vicio. Y conocer estos
móviles es comenzar a superarlos.

3
¿Qué hay en el humo del tabaco?

El humo es una mezcla de gases y pequeñísimas partículas de


materia sólida en suspensión, producida por cualquier proceso de
combustión; naturalmente el humo depende de una variedad de
componentes, algunos de ellos son: la hoja del tabaco, el
procesamiento del tabaco también tiene influencia; los insecticidas
que usaron durante el cultivo del tabaco; otro factor son las
sustancias que se usan con el fin de añadir sabor al producto; hasta
el papel que envuelve al tabaco añade sustancias al humo.
Frente a esta multitud de aditamentos, es fácil comprender porque
es imposible que el químico pueda predecir con seguridad que
sustancia se hallara presente en el humo de un cigarrillo
determinado.
Pero igualmente a pesar de la variación que existe en la composición
del humo los químicos han procurado cuidadosamente identificar las
sustancias que aparecen por lo general cuando se quema un
cigarrillo.
No las vamos a mencionar pero es sabido que muchas de ellas son
las que constituyen carcinógenos (sustancias que producen cáncer)

¿Cuánto ayudan los filtros?

Ciertos estudios científicos indican que los alquitranes que


contienen el humo que ha pasado a través del filtro de un cigarrillo,
poseen las mismas características que los alquitranes derivados de
un cigarrillo sin filtro. El filtro reduce la cantidad de alquitrán
presente en el humo, pero no cambia su naturaleza. En cantidad
suficiente el alquitrán que ha pasado a través de un filtro es tan
carcinógeno como el que se obtiene de un cigarrillo sin filtro.
Es razonable asumir que el uso de filtros adecuados produciría el
mismo efecto que si se fumaran menos cigarrillos por día; sin

4
embargo muchos fumadores se sienten tentados a fumar una
cantidad mayor de cigarrillo con filtro; en la creencia de que dichos
cigarrillos son menos dañinos. Al hacer eso, eliminan la ventaja de
usar filtros. Es obvio que la única forma segura de evitar daños es
abandonar completamente el hábito

Efectos del monóxido de carbono

El monóxido de carbono es uno de los constituyentes del humo del


tabaco, por ser un producto de la combustión incompleta. Cuando
ocurre alguna combustión, los átomos de carbono, que contienen las
sustancias que se esta quemando; tienden a unirse con átomos de
oxigeno para formar el gas “anhídrido carbónico”.
Si abunda el oxigeno cada átomo de carbono liberado por el proceso
de combustión se une con dos átomos de oxigeno para producir
anhídrido carbónico. Si no hay suficiente oxígeno, algunos de los
átomos de carbón se unen con solo un átomo de oxigeno, formando
así monóxido de carbono.
Cada uno de estos gases es incoloro e inodoro.
El anhídrido carbónico es inofensivo, mientras que el monóxido de
carbono es venenoso.
El monóxido de carbono es el gas que contamina el ambiente de un
cuarto en el cual hay un calentador y esta inadecuadamente
ventilado. También está presente en las emanaciones del escape de
un automóvil, etc.
Sucede que el monóxido de carbono y la hemoglobina (sirve tan solo
como el vehículo que transporta el oxigeno a los tejidos del cuerpo)
teniendo mucho mayor afinidad.

Tabaco y cáncer

5
Si usted fuma, las posibilidades que tiene de morir de cáncer son
110% mayores respecto de los que nunca han fumado en forma
regular.
Esta sobradamente demostrado que el fumador tiene mucho mas
posibilidades de contraer enfermedades graves y, de ese modo,
adelantar su muerte. Cada cigarrillo quita al fumador 15 minutos de
vida.
La mayor amenaza para los fumadores es el cáncer, un crecimiento
celular desenfrenado, invasor y destructivo. El benzopireno y otras
sustancias que se encuentran en el tabaco, que entran en los
pulmones y se esparcen por todas partes del cuerpo por medio del
torrente sanguíneo y del sistema linfático, contribuyen a la
aparición del cáncer.
El cáncer de estómago, que puede parecer una ulcera estomacal,
afecta con doble frecuencia a los fumadores que a los no
fumadores.
El cáncer de garganta, que se produce por el efecto irritante de las
sustancias químicas que están en el humo del tabaco, a menudo deja
a sus víctimas sin cuerdas vocales, después de la cirugía correctiva;
el paciente debe aprender a hablar de nuevo, regurgitando el aire
que ha tragado. El 80% de los cánceres de las cuerdas vocales se
presenta en los fumadores.

Tabaco y cáncer de pulmón

Cuando el fumador promedio inhala profundamente una buena


bocanada del humo de su cigarrillo introduce alquitrán, nicotina y
otras sustancias nocivas en las nocivas en las secciones más
remotas de sus pulmones, constituidos por innumerables sacos de
aire.
Con cada inhalación, los pasajes de aire se van cubriendo cada vez
más con el pegajoso alquitrán, que contiene varios agentes
productores de cáncer. Comúnmente, los cilios, pequeños filamentos
protoplasmáticos, tratan de eliminar la materia invasora de los

6
pasajes de aire, pero el alquitrán del tabaco los paraliza y se abre
paso hacia los pulmones.
A medida que transcurren los años los residuos de alquitrán
continúan depositándose en los pasajes de aire, las células que
están en la superficie comienzan a cambiar y aumentar en número.
En poco tiempo aparece el cáncer de pulmón.
Desde los pulmones, las células cancerosas entran en los vasos
sanguíneos y linfáticos, y se esparcen por todo el cuerpo.
Cuando finalmente el diagnostico confirma la presencia de cáncer
de pulmón generalmente la enfermedad se ha extendido fuera de
control. Esa es la razón por la cual, aún hoy a pesar de los
progresos espectaculares de la ciencia medica, el cáncer de pulmón
todavía resulta fatal en un 95% de los casos.

Tabaco y Endurecimiento de las arterias

En años recientes, los médicos han descubierto que la enfermedad


se relaciona directamente con un régimen rico en grasa. Los
trabajos de investigación han demostrado que la nicotina, y
posiblemente otras sustancias químicas absorbidas del tabaco,
aumenta el depósito adiposo o la grasa (mayormente en forma de
colesterol) a lo largo de las paredes internas de las arterias. Pero
eso no es todo: la nicotina hace también que las arterias se encojan.
Esta combinación de depósito grasoso y de encogimiento de las
arterias obstaculiza la tarea de los vasos sanguíneos de
proporcionar suficiente sangre al corazón, al cerebro, a las
extremidades y a otros órganos.
A medida que la condición empeora, a menudo los tejidos resultan
perjudicados.
En esta condición, solo se necesita que un pequeño coagulo de
sangre se detenga en los vasos sanguíneos estrechados, para que
produzca un ataque cardiaco o una embolia cerebral.

7
Tabaquismo y embarazo.

Uno de los grandes males de nuestra época es la contaminación


ambiental. Y cuando hablamos de este tipo de contaminación
pensamos inmediatamente en humos de chimeneas, o en restos
químicos que destruyen el ecosistema. Sin embargo, existe una
forma de contaminación más sutil, más artera, que atenta contra la
esencia misma de la vida, y que afecta también la pureza del
ambiente.
El tabaquismo es una de las formas más nocivas de contaminación,
porque no sólo socava la salud integral del individuo, sino que - y
esto es lo mas grave - afecta directamente a los órganos que
tienen que ver con la reproducción humana.
El hábito de fumar, por ejemplo, incrementa el riesgo de aborto
espontaneo o muerte fetal, parto prematuro y bajo peso en el
recién nacido.
La consulta medica desde los comienzos del embarazo y con cierta
periodicidad es de fundamental importancia para ser asesorada y
aconsejada, entre otras cuestiones, sobre las ventajas que trae
evitar la bebida y el cigarrillo durante este periodo y la lactancia.

Como dejar de fumar...


Sin aumentar de peso.

En realidad, el hecho de dejar de fumar, ¿Genera un aumento de


peso corporal? El 90% de los fumadores creen que sí. Sin embargo
, no es una constante que se observe en todos los casos. Solo
el 33% de los fumadores que abandonan el hábito desarrollan una
tendencia variable a aumentar de peso.
No obstante, esa preocupación no debería transformarse en una
excusa para seguir fumando. No es infrecuente escuchar algunas
damas, y también algunos caballeros, que intentan justificar su
reincidencia tabáquica con el argumento de haber aumentado

8
excesivamente de peso. Si se encontrara entre ellos, o se le ocurrió
pero no lo expreso, recordar que nada o casi nada, es más
perjudicial que fumar; ambos factores de riesgo son peligrosos,
fumar es mucho peor.

¿Por qué el ex fumador tiende a aumentar de peso?

Las razones son varias, pero solo nombraremos tres. En primer


lugar, los sentidos del gusto y del olfato son los primeros en
normalizarse luego de la carga y penosa intoxicación producida por
el tabaco. Como sabemos estos sentidos afectan directamente al
apetito; por lo tanto, su recuperación, ligada al recuerdo de
sabores y olores gratos, suele aumentar el deseo de comer, lo que
produce el aumento del peso corporal.
En segundo lugar el metabolismo del fumador, afectado por
diversos tóxicos, se modifica sustancialmente cuando se libera de
esos venenos. Por eso aprovecha los nutrientes de otra manera, y,
aunque coma lo mismo, aumenta de peso.
Por ultimo, existe un elemento de orden psicológico que algunos
especialistas han dado en llamar la “oralidad” del fumador: es esa
especie de chupete que el cigarrillo significa en la mente del
fumador, y que, una vez abandonado, este tiende a remplazar de
manera casi compulsiva por caramelos o chocolatines, que tienen un
alto valor calórico. Muchas veces esta tendencia a remplazar el
cigarrillo por golosinas o comida se produce por la excesiva
ansiedad que padece el fumador.
Por otra parte, queremos aclarar que nuestra intención no es
ofrecer una dieta para bajar de peso. Lo que si intentamos es poner
en manos del lector un programa que le permita conservar su peso
ideal.

¿Cómo comer?

9
Un buen programa para mantener el peso ideal no debería ser solo
una dieta. Por lo tanto es importante destacar no sólo que debemos
comer sino como debemos hacerlo.
Recuerde un viejo aforismo: Desayune como un rey, almuerce como
un príncipe y cene como un mendigo. Lo ideal es incorporar las
calorías mientras podemos “quemarlas”, esto es en el desayuno y
almuerzo, dejando que la cena sea lo mas hipocalórica posible. Esto,
de paso, favorecerá un descanso regular y profundo eliminando en
gran parte el insomnio y los trastornos del sueño, tan comunes
entre los “cenadores “en exceso.
La última sugerencia es mastique lentamente; levántese de la mesa
antes de “no dar más”.

10
Conclusión:

Apaguen ese humo!!!

Más del 80% de las personas comienza a fumar antes de los 18


años; sin embargo, aun no existen suficientes campañas de
educación para evitar el tabaquismo en menores de edad. Los
fumadores pasivos también sufren las consecuencias del cigarrillo.
Para el 2020, el tabaquismo será la principal causa de muerte del
mundo y habrá terminado con más vidas que ninguna otra
enfermedad, incluido el cáncer y el SIDA, de acuerdo con
recientes datos arrojados por la organización mundial de la salud
(OMS.). Y aun más para ese entonces, el cigarrillo habrá matado
nada menos que un tercio de los hombres chinos, hoy, menores de
30 años.
Actualmente, existen 1100 millones de fumadores en los países
subdesarrollados. El primer consumidor de tabaco mundial es
China, con 300 millones de fumadores en nuestro país se calcula
que el 37,4% de los hombres y el 33,3% de las mujeres son
adictos a la nicotina, con una incidencia mayor entre los 20 y los 44
años. De manera tal que, en la Argentina, existen alrededor de 10
millones de personas que fuman; 40000 de los cuales morirán cada
año por enfermedades relacionadas con el habito.

Un problema de TODOS.
Lo más triste de esta historia es que el fumador no es el único
perjudicado: quien involuntariamente inhala los tóxicos
provenientes del cigarrillo, es decir el “fumador pasivo”. También
sufre las consecuencias. Es que se hace muy difícil evitar el
contacto con el humo en sociedades como la nuestra, donde
prácticamente no existe el respeto por el prójimo y, además, una
de cada tres personas fuma.

11
El doctor Stev Adelman, asegura que la dependencia producida por
la nicotina es, en muchos, casos superiores a la generada por la
heroína u otras drogas. “se trata de una de las sustancias más
adictivas que la humanidad haya conocido”. Además la constante
presión de la publicidad y la aceptación social, hace que dejar de
fumar sea más difícil todavía.

12

Vous aimerez peut-être aussi