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de la nicotina reclama la incorporación de más nicotina toda vez que
disminuye el grado de la droga en el organismo. La incorporación de
la droga extraña una adaptación del organismo, que necesita
aumentar la cantidad del producto absorbido para conseguir los
mismos efectos. Este es el fenómeno de la tolerancia y habituación
que se observa muy frecuentemente en los adictos al tabaco que
con los años han aumentado la cantidad de cigarrillos y no es
posible rehusarse porque se produce un desequilibrio del medio
interno que se traduce en un intenso malestar y angustia, y a veces
en determinados trastornos funcionales (insomnios, sudación, etc.).
Este cuadro recibe el nombre de “síndrome de abstinencia”. A ello
se debe que tantos fracasen en abandonar el tabaco o fácilmente
reincidan. Lo más conveniente es hacer un tratamiento
especializado para atenuar el síndrome de abstinencia y favorecer
la rápida desintoxicación.
Las razones por las que una persona adquiere él hábito de fumar
cubren un amplio espectro: desde las más fácilmente relevable a
nivel consciente, hasta las que hunden sus raíces en el más
profundo inconscientes.
Una de las razones más evidentes para adquirir el vicio es la que los
mismos iniciados expresan cuando llegan al consultorio: el status.
Durante la adolescencia crea la ficción de haber ingresado en el
mundo de los “maduros”.
Al adulto un cigarrillo entre los dedos le crea la ficción de
compartir el mismo nivel socioeconómico que aquel personaje que ve
en las subjetivas imágenes publicitarias; y al mismo tiempo le
brinda seguridad y confianza.
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Un cigarrillo genera una especie de seguridad, para que los gestos y
la conversación se vuelvan amenos y fluidos.
Pero en un análisis más profundo encontramos personas que
padecen un estado de dependencia casi absoluto, y que difícilmente
podrían dejar de fumar sin que mediara una ayuda profesional.
Dentro de este tipo de fumadores, debemos señalar a los que
buscan mediante el cigarrillo la gratificación de la oralidad.
Cuando los padres buscan gratificar o simplemente calmar los
gritos o los llantos del niño, un chupete o una golosina se convierten
en el auxilio eficaz. También el dedo u otro objeto puede ser el
consuelo que el mismo niño se proporciona frente a una situación
que le produce ansiedad o cierta violencia interior. Por este
acondicionamiento el chupete, el dedo o las golosinas son
sustituidos por el cigarrillo, que pasa a ser el sucedáneo
psicológico para enfrentar las situaciones de angustia, temor o
ansiedad que de niño superaba mediante la gratificación oral.
Y en relación con la oralidad, otra motivación para fumar tiene que
ver con la satisfacción sustitutiva de necesidades emocionales. La
persona que padece una sed insaciable de afecto, siente que
mediante el acto de fumar compensa en cierta medida esa
necesidad.
Por otra parte debemos señalar que muchas personas adquieren el
vicio para compensar la soledad. Un cigarrillo se transforma en un
compañero casi vivo.
Otras causas que conducen a este hábito nocivo tienen que ver con
el mismo mecanismo del acto de fumar: el cigarrillo sirve para
descargar la tensión emocional.
Y otros fumadores buscan en el cigarrillo una sensación estimulante
o relajante.
Finalmente, debemos señalar que muchos fuman porque
simplemente - o quizá complejamente -han adquirido el hábito.
En síntesis, como dijimos al principio, toda la estructura de la
personalidad del fumador esta implicada en su vicio.
Conocerse mejor es el paso fundamental para conocerse más
objetivamente los móviles que condujeron al vicio. Y conocer estos
móviles es comenzar a superarlos.
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¿Qué hay en el humo del tabaco?
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embargo muchos fumadores se sienten tentados a fumar una
cantidad mayor de cigarrillo con filtro; en la creencia de que dichos
cigarrillos son menos dañinos. Al hacer eso, eliminan la ventaja de
usar filtros. Es obvio que la única forma segura de evitar daños es
abandonar completamente el hábito
Tabaco y cáncer
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Si usted fuma, las posibilidades que tiene de morir de cáncer son
110% mayores respecto de los que nunca han fumado en forma
regular.
Esta sobradamente demostrado que el fumador tiene mucho mas
posibilidades de contraer enfermedades graves y, de ese modo,
adelantar su muerte. Cada cigarrillo quita al fumador 15 minutos de
vida.
La mayor amenaza para los fumadores es el cáncer, un crecimiento
celular desenfrenado, invasor y destructivo. El benzopireno y otras
sustancias que se encuentran en el tabaco, que entran en los
pulmones y se esparcen por todas partes del cuerpo por medio del
torrente sanguíneo y del sistema linfático, contribuyen a la
aparición del cáncer.
El cáncer de estómago, que puede parecer una ulcera estomacal,
afecta con doble frecuencia a los fumadores que a los no
fumadores.
El cáncer de garganta, que se produce por el efecto irritante de las
sustancias químicas que están en el humo del tabaco, a menudo deja
a sus víctimas sin cuerdas vocales, después de la cirugía correctiva;
el paciente debe aprender a hablar de nuevo, regurgitando el aire
que ha tragado. El 80% de los cánceres de las cuerdas vocales se
presenta en los fumadores.
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pasajes de aire, pero el alquitrán del tabaco los paraliza y se abre
paso hacia los pulmones.
A medida que transcurren los años los residuos de alquitrán
continúan depositándose en los pasajes de aire, las células que
están en la superficie comienzan a cambiar y aumentar en número.
En poco tiempo aparece el cáncer de pulmón.
Desde los pulmones, las células cancerosas entran en los vasos
sanguíneos y linfáticos, y se esparcen por todo el cuerpo.
Cuando finalmente el diagnostico confirma la presencia de cáncer
de pulmón generalmente la enfermedad se ha extendido fuera de
control. Esa es la razón por la cual, aún hoy a pesar de los
progresos espectaculares de la ciencia medica, el cáncer de pulmón
todavía resulta fatal en un 95% de los casos.
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Tabaquismo y embarazo.
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excesivamente de peso. Si se encontrara entre ellos, o se le ocurrió
pero no lo expreso, recordar que nada o casi nada, es más
perjudicial que fumar; ambos factores de riesgo son peligrosos,
fumar es mucho peor.
¿Cómo comer?
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Un buen programa para mantener el peso ideal no debería ser solo
una dieta. Por lo tanto es importante destacar no sólo que debemos
comer sino como debemos hacerlo.
Recuerde un viejo aforismo: Desayune como un rey, almuerce como
un príncipe y cene como un mendigo. Lo ideal es incorporar las
calorías mientras podemos “quemarlas”, esto es en el desayuno y
almuerzo, dejando que la cena sea lo mas hipocalórica posible. Esto,
de paso, favorecerá un descanso regular y profundo eliminando en
gran parte el insomnio y los trastornos del sueño, tan comunes
entre los “cenadores “en exceso.
La última sugerencia es mastique lentamente; levántese de la mesa
antes de “no dar más”.
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Conclusión:
Un problema de TODOS.
Lo más triste de esta historia es que el fumador no es el único
perjudicado: quien involuntariamente inhala los tóxicos
provenientes del cigarrillo, es decir el “fumador pasivo”. También
sufre las consecuencias. Es que se hace muy difícil evitar el
contacto con el humo en sociedades como la nuestra, donde
prácticamente no existe el respeto por el prójimo y, además, una
de cada tres personas fuma.
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El doctor Stev Adelman, asegura que la dependencia producida por
la nicotina es, en muchos, casos superiores a la generada por la
heroína u otras drogas. “se trata de una de las sustancias más
adictivas que la humanidad haya conocido”. Además la constante
presión de la publicidad y la aceptación social, hace que dejar de
fumar sea más difícil todavía.
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