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l ciclo de vida de una mariposa comprende cuatro estadios: huevo, oruga (larva), crisálida (pupa) y

adulto. En casi todos los casos, la hembra realiza la puesta de huevos sobre plantas y los fija a las hojas
con una sustancia adhesiva. Al nacer, las orugas son tan voraces que se las considera verdaderas
"mandíbulas con patas". Casi todas poseen un cuerpo segmentado y son herbívoras; por tanto, deben
procesar los tóxicos defensivos de las plantas.

A su vez, las orugas poseen variados mecanismos de defensa contra sus depredadores: pelos urticantes
(capaces de causar tremendo dolor, incluso en humanos), sorprendentes camuflajes (algunos asemejan
excremento de aves, musgos, etc.) o sustancias tóxicas (anunciadas por "colores de advertencia" sobre sus
cuerpos). Al ser molestadas, las orugas de la familia Papilionidae (mariposas tigre) muestran un par de
glándulas que liberan químicos olorosos como acción defensiva.

En la etapa de crisálida o pupa se suceden grandes cambios hasta que emerge la mariposa adulta. A partir
de allí su vida es corta, por lo que, en muchos casos, la hembra es fecundada pocos segundos después de
la eclosión.

Las alas de las mariposas están revestidas de minúsculas escamas y sus colores pueden enviar mensajes
de advertencia a sus depredadores o de comunicación entre ellas.

Un mariposario es un ejemplo del uso sustentable de los recursos naturales sin dañarlos, asimismo
representa una alternativa viable para la protección de especies en peligro de extinción y la protección de
su hábitat. En un criadero de producción intensiva se obtienen las mariposas adultas vivas y con
capacidad de producir una gran cantidad de animales en perfecto estado, lo que le otorga un valor
agregado para quienes las adquieren.

Crianza de mariposas:
1. Condiciones ideales: La humedad ambiental es una de las condiciones de importancia para el
buen desarrollo de los lepidópteros en general. Por ello, el clima que puede tomarse como el más
apropiado en la cría de lepidópteros es el de un ambiente tropical, aunque depende generalmente
de las condiciones de hábitat de cada especie en particular teniendo muy en cuenta que debemos
disponer siempre de la planta que alimentará a la especie que elijamos. Por ello es de gran
importancia saber al menos de que planta se alimenta.
2. El lugar apropiado: El jardín de una casa puede ser apropiado ya que las mariposas que vuelan
por el área suelen desovar en alguna de las plantas que por allí se encuentran. Ahora bien, quien
tenga un pequeño invernadero tiene además, un lugar perfecto o al menos más apropiado para el
desarrollo óptimo de plantas y crías de mariposas ya que al ser cerrado podremos tener control
sobre las condiciones ambientales.
3. Jaulas y contenedores: Si quisiéramos realizar la cría en jaula o contenedor para mariposas,
tendríamos que conseguir una o fabricarla.
Procedimiento de cría:
• Para lograr la cría a partir de huevos, solo debemos esperar la eclosión de ellos. Algo que
ocurrirá sin dudas en pocos días dependiendo siempre de la temperatura relativamente cálida y la
húmedad del lugar. A partir del nacimiento, las larvas deberán ser alimentadas nutriéndolas con
su planta alimenticia.
• En esta primera instancia, sepamos que las pequeñas larvas cuentan con unos pocos
milímetros de tamaño y por ello sólo nos bastará con colocarlas en un recipiente chico como
podría serlo una caja de zapatos o el recipiente que se considere apropiado pero con tapa. Las
orugas comienzan por comer ínfimamente el borde de la hoja llegando con el tiempo, cada una,
a devorar más de una hoja entera de la planta. Es de alta importancia entregarles siempre fresco
su alimento ya que la hidratación de las larvas u orugas es obtenida a través del líquido que
ingieren al masticar las hojas.
• Es indispensable mantener la higiene dentro de la jaula. Su mantenimiento es diario y a
veces requiere de más de una limpieza por día. La acumulación de los desechos fecales
producidos por las orugas pueden traer aparejadas ciertas enfermedades asociadas a bacterias y
hongos que afectarán en forma directa a todas las orugas ocasionándoles la muerte.
• Luego de una desenfrenada alimentación y después de cuatro, cinco o más mudas de piel o
instars, dejarán de alimentarse, cambiarán la coloración, podrían perder algunas cerdas o pelos si
fueran orugas que los tubieran y se desplazarán por todo el habitáculo o lugar donde se hallen,
buscando el sitio apropiado para comenzar a pupar. Si estamos criando orugas de mariposas
nocturnas, veremos que cada una de ellas tejerá un capullo para luego allí dentro desarrollar la
crisálida.
• Pasando un período entre tres y cuatro semanas en la generalidad de los casos y dependiendo
de algunos factores climáticos, veremos aparecer a las mariposas que solo necesitarán colgarse
para extender, desplegar y luego secar sus alas.
Las crianza de mariposas en una granja tiene varias ventajas por ejemplo el control de las condiciones
ambientales, la alimentación balanceada y formulada de acuerdo a cada especie, El control y calidad de
las plantas hospederas de las larvas y productoras de néctar para alimentar a las mariposas adultas,
también se puede controlar el tamaño poblacional y la cantidad de especies dentro del insectario.

Estrategias de supervivencia
1. Dada su vulnerabilidad, las mariposas y polillas han evolucionado una diversidad de astutas
defensas para eludir a sus depredadores. Desde su primer estadio como larvas, los huevos se
camuflan imitando manchas en las hojas, o escondiéndose en las zonas más inaccesibles de la
planta hospedera.
2. Al convertirse en orugas, las posibilidades de defensa se multiplican para estos insectos: muchas
se cubren con verdaderas "armaduras" de erizados pelos terminados en gotas de veneno, de
manera similar a las flechas venenosas de ciertas tribus de la selva.
3. Estos colores equivalen a letreros luminosos que anuncian su naturaleza tóxica.
4. Su capacidad para confundir es tal, que algunas orugas se disfrazan de excremento de aves
quedándose inmóviles sobre las hojas.

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