LA DEFICIENCIA VISUAL: INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA
Uno de los cuatro padecimientos más temidos en la actualidad
después del sida, el cáncer y el alzheimer es la ceguera.
En este resumen se pretende abordar la estructura conceptual y las pautas
de intervención educativas que permitan pasar de la descripción-explicación a la predicción-intervención en el ámbito de la deficiencia visual.
- LA DEFICIENCIA VISUAL
La función visual consiste en la competencia de los sujetos para recoger,
integrar y dar significados a los estímulos luminosos captados por su sentido de la vista, siendo el ojo el órgano receptor, con el objetivo de enviar la energía al cerebro para procesar esa información, obtener significados y elaborar conceptos que permitan dar respuestas futuras. Por tanto, cualquier alteración durante todo ese proceso dará como resultado una deficiencia visual. Esto pone de manifiesto que en el proceso de la visión existe, por una parte, un aspecto o soporte físico y, por otra, un aspecto o soporte psicológico.
Entre los aspectos más relacionados con la deficiencia visual se
encuentran: - La agudeza visual: habilidad para discriminar objetos a distancia. - El campo visual: espacio que el ojo, estando en reposo, puede percibir cuando enfoca un objeto. - El cromatismo visual: diferenciación de colores. - La sensibilidad al contraste: discriminación entre figura y fondo. - Acomodación: capacidad de enfoque por parte del cristalino. - Adaptación/regulación a la luz/oscuridad: visión tanto con luz, como en penumbra o, incluso, en la oscuridad. - Visión binocular: obtener una misma imagen con los dos ojos, pero desde distinto ángulo.
- CLASIFICACIÓN DE LA DEFICIENCIA VISUAL
A pesar de que hay muchas clasificaciones dependiendo de los distintos autores, aquí recogemos la siguiente que presenta diferentes grados de variabilidad, desde la ceguera hasta deficiencias visuales mínimas: - Visión parcial - Visión escasa - Ceguera parcial - Ceguera
Las principales dificultades que suelen presentar los sujetos pacientes de
baja visión son: autoimagen alterada y deficiencias en el vínculo madre-hijo, distorsión en la percepción de la realidad con integración pobre o confusa de la misma, infrautilización del resto visual que poseen, imposibilidad de imitar comportamientos, gestos y juegos, problemas en el control del mundo que le rodea, ritmo más lento de maduración y desarrollo, particularmente motor, trastornos en la atención e hiperactividad y necesidad de una estimulación lo más precoz posible.
- CAUSAS DE LA DEFICIENCIA VISUAL
La deficiencia visual puede aparecer por diferentes motivos, en función
de la parte del proceso u órgano de la visión que se vea afectado.
Según la O.N.C.E. se pueden reducir a ocho las causas de la ceguera:
1. Anomalías heredadas o congénitas. 2. Daños en el nervio óptico, quiasma o centros corticales. 3. Disfunciones en la refracción de las imágenes. 4. Enfermedades infecciosas, endocrinas e intoxicaciones. 5. Lesiones en el globo ocular. 6. Parasitosis. 7. Trastornos de los órganos anexos al ojo. 8. Traumatismos
- DESARROLLO DEL DEFICIENTE VISUAL
La ceguera es algo más complejo que no ver, implica tal grado de
restricciones afectivas, sensitivas, perceptivas, motoras y psicomotoras, cognitivas, sociales, educativas y relacionales, que obstaculizan el desarrollo armónico e integral de la personalidad y del autoconcepto/autoestima, merman el caudal de información, entorpecen los diferentes tipos de aprendizaje, especialmente el observacional, lo que dificulta terriblemente el discurrir de la vida del invidente. Parece obvio pensar que aquellas personas con algún tipo de deficiencia visual, arrastrarán durante todo su desarrollo una serie de dificultades añadidas respecto a quienes no las padecen.
Después de muchos estudios sobre ciegos de diferentes edades, se ha
podido comprobar que sus pautas evolutivas están sometidas a las mismas leyes de desarrollo que de aquellos que no tiene afectada su visión; aunque eso sí, modificando sustancialmente su ritmo y sus características, en función de su problemática específica.
Podríamos afirmar que en el bebé ciego se dan una serie de desequilibrios
en su relación afectivo-materna; la imitación le resulta bastante difícil igual que el anticiparse a una situación; en el proceso de adquisición del lenguaje, presenta serias dificultades al no poder comprender con exactitud el significado de palabras o sonidos que pronuncia (significantes), pero no ve (significado); en cuanto al proceso de pensamiento les cuesta más generalizar que a aquellos cuya visión no está mermada.
- DIAGNÓSTICO DE LA DEFICIENCIA VISUAL
Todo diagnóstico debe partir de la recogida de información adecuada lo
más completa posible para, tras su profundo análisis, poder delimitar con claridad la situación real existente,, con el objetivo final de trazar pautas de intervención operativas que permitan superar o mejorar las disfunciones encontradas. Esta evaluación supondrá, dentro del ámbito educativo:
- La valoración específica del déficit visual particular: agudeza visual,
campo visual, cromatismo, fondo de ojos. - La valoración psicopedagógica: afectividad, aptitud cognitiva y verbal, actitudes sociorrelacionales, comportamiento y conducta adaptativa, personalidad, psicomotricidad, rendimiento académico, sentidos.
- NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES DE LA DEFICIENCIA
VISUAL Y SU TRATAMIENTO El Real Decreto 384/85 (revalidado por la LOGSE en 1990) pone de relieve que: “...El sistema educativo dispondrá de los recursos necesarios para que los alumnos con n.e.e., temporales o permanentes puedan desarrollarse con las mismas oportunidades que el resto del alumnado, ayudados por los especialistas adecuados, inspirados en los principios de normalización y de integración escolar, lo cual requerirá que la pauta a seguir sea aquella que respete además los principios de individualización, adecuación al perfil de desarrollo específico y de atención individualizada a la personalidad”
Adaptación del niño a la escuela
Hay que destacar la importante misión de los padres para favorecer
la adaptación del deficiente visual a la escuela partiendo desde el mismo ambiente familiar y de su colaboración con los profesores. Cuando este niño llega al centro educativo se encuentra con muchos compañeros que no conoce, en un lugar con el que no está familiarizado y con un mundo de sensaciones extrañas a las que aún no se ha habituado, sin la protección y las precauciones que los padres suelen dispensarle. En sus primeros días en la escuela se va a sentir inseguro, Evidentemente, esta situación variará en función de la gravedad de la deficiencia visual y de la fecha de su inicio. Así pues, la llegada del niño deficiente visual a la escuela y su posterior adaptación deberá ser planificada a conciencia respetando una serie de pautas.
Atención /estimulación precoz /temprana
Entendemos la atención /estimulación precoz /temprana como el
conjunto de experiencias que hay que proporcionarle para que desarrolle al máximo sus potencialidades y que van dirigidas tanto al niño como a su familia, escuela y entorno.
La atención precoz tiene como objetivo general colaborar al mejor y mayor
desarrollo global de la persona, de ahí que se requiera para esta tarea la colaboración de todos, especialmente de los padres y profesionales
Las normas generales de intervención precoz con deficientes visuales son:
- Debe tener una dimensión ecológica de interacción sujeto-medio. - Debe apoyarse en los padres y personas próximas. - Debe favorecer la estimulación del resto visual respetando su nivel madurativo
Cualquier estimulación precoz deberá partir del respeto de las leyes
madurativas. Atención a otras posibles deficiencias asociadas
Las principales y poco probables apariciones de deficiencias asociadas
a la ceguera son muy escasas; aunque, no obstante, las más frecuentes son las ligadas a la sordera y a la deficiencia mental
Adaptaciones curriculares y áreas específicas
Como cualquier otro niño, el deficiente visual puede participar en las
actividades habituales de clase, aunque precisa de una adaptación curricular específica individualizada en determinados momentos, siendo conveniente tener en cuenta el tipo de centro educativo del que se trate: - De enseñanza específica donde las ventajas son notables: adecuación de los espacios físicos, abundancia de materiales específicos, diversificación de las técnicas, profesorado especializado y planificación adecuada de actividad y ocio. Sus principales desventajas son: desarraigo familiar y social, poca relación familia- escuela, y poco contacto con la realidad del entorno. - De enseñanza integrada, las ventajas son: atención al niño desde su nacimiento, buena convivencia familiar, clima de colaboración familia – escuela, disponibilidad ante los retos que se plantean, escolaridad junto a niños de la comunidad habitual e inserción en la realidad sociocultural; siendo sus inconvenientes: carencia de recursos adecuados, descoordinación interinstitucional, diversificación de textos de estudio, excesivo nº de alumnos por aula y por especialista, falta de profesionalidad y pérdida de tiempo en los traslados a los centros educativos.
En cuanto a la adaptación curricular individualizada a la deficiencia visual
hay que manifestar que, en principio, deberá armonizar los recursos personales, materiales y funcionales u organizativos, para pasar, en segundo lugar al diseño y posterior desarrollo de los objetivos, contenidos y actividades de aprendizaje y evaluación, en un espacio y un tiempo determinados. Las áreas específicas de formación del deficiente visual serán: afectividad/aceptación de la deficiencia,, estimulación sensorial, desarrollo motor y psicomotor, movilidad y orientación, interacción con el medio, relaciones socioafectivas, juego, prevención de estereotipias, adaptación de los recursos didácticos, lecto-escritura braille, motivación hacia la lectura, estrategias de aprendizaje (cognitivas, metacognitivas, de apoyo), manejo de nuevas tecnologías.
Programas especiales: estimulación del resto visual
Se trata de una intervención, casi siempre de recuperación y, a veces,
preventiva, que debe ser diseñada, desarrollada y evaluada convenientemente. Puede haber tantas líneas de intervención como situaciones se planteen.
Recursos de intervención en el ámbito de a deficiencia visual:
personales, materiales y funcionales
- Recursos personales: Cada día son más necesarios buenos
profesionales con experiencia práctica asegurada en los diferentes campos de intervención dentro del ámbito de la deficiencia visual: educadores, estimuladores, rehabilitadores, psicomotricistas, equipos multiprofesionales y de integración, etc. - Recursos materiales: cada vez son más útiles y sofisticados, sobe todo desde la aparición de la informática y la tecnología punta, haciéndolos cada vez más perfectos y adaptados alas necesidades de las distintas especialidades. - Recursos funcionales: destacar el sistema braille.
Orientaciones a los padres
La mejor manera de evitar las deficiencias visuales es previniendo su
aparición, pero una vez aparecidas, se impone la intervención especializada en todos los ámbitos asociados, siendo de gran importancia la colaboración de los padres en el tratamiento y evolución de la marcha de sus hijos, dedicándoles las atenciones que se merecen.