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DECISION DE CREDITO

Nunca puede saberse todo acerca del sujeto de crédito (prestatario); aunque
nuestros conocimientos fueran muy profundos, quedarían algunos factores
desconocidos, ya que el reembolso del préstamo depende de lo que acontezca en el
futuro, y no de lo que ha sucedido en el pasado. El objetivo de toda empresa es el
de obtener un beneficio por los riesgos asumidos, al igual que las instituciones
financieras, cuyos riesgos deben ser razonables y controlables dentro de ciertos
límites. Las decisiones sobre concesión de créditos constituyen una cuestión de
criterio personal, y han de adoptarse dentro del contexto de la política de crédito de
la institución.

Para la toma de las decisiones de crédito, a continuación se mencionan algunas


reglas que han demostrado ser muy útiles. Debemos tener presente que ningún
crédito está libre de riesgo, y por supuesto cuando se decida no aprobar un crédito,
se deben tener razones muy claras para tal decisión. Estos principios se dividen en
dos grupos, los primeros siete se refieren a la institución prestamista, y los restantes
11 al prestatario:

1.- La calidad del crédito es más importante que la explotación de nuevas


oportunidades. Existe un dicho entre los banqueros: “cualquier loco puede prestar
dinero, pero se necesita mucha habilidad para recuperarlo”. Las instituciones
financieras en general no tienen como objetivo de colocar capital de riesgo, pues el
costo financiero de ese dinero sería mucho más alto para compensar las posibles
pérdidas de tales proyectos.

Al analizar el grado de riesgo que la institución va a asumir en un crédito, deberá


prestarse especial atención al nivel de experiencia de la dirección del prestatario, a
sus posibilidades, a su política, a la rentabilidad, a sus flujos de caja y al capital.
Como analista deberá decidir cuanto dinero podrá “manejar” el proyecto, cual es el
plazo adecuado para el pago total, y la finalidad real del crédito.

2.- Cada préstamo debe tener dos salidas alternativas, no relacionadas, y existentes
desde un principio. La primera será producto de la realización y desarrollo exitoso
del proyecto. La segunda alternativa, en caso de que el proyecto fracase, estará
constituida por las medidas adoptadas por el prestatario, para realizar activos o
recurrir a sus reservas, incluyendo la posibilidad de obtener fondos por otros
medios y en otros mercados (mercado de valores).

3.- El prestatario, o la dirección de la empresa o los accionistas, si es una empresa,


no debe ofrecer ninguna duda en cuanto a su integridad. Si se tiene alguna duda
sobre la integridad, honradez o buenas intenciones del prestatario, no se deberá
aprobar la concesión del crédito. Antes de comenzar los trámites, se verificará la
integridad moral y la razón social de la empresa.

4.- Si no conoce el negocio no le dé crédito. Antes de iniciar cualquier trámite,


debemos conocer profundamente las condiciones del crédito en los distintos
sectores económicos, y el comportamiento general del mercado en el que el
proyecto se va a desarrollar. Se debe decidir los tipos de clientes que son
aceptables, así como la forma del crédito, el monto, los plazos, las garantías, la
documentación necesaria, etc. Si no es posible, recurrir a especialistas o peritos
antes de comprometerse. Si no conoce la industria o el sector, como podrá evaluar
los riesgos?.

5.- La decisión es suya, y la debe considerar correcta según su propio criterio. Las
decisiones que corresponden al crédito son personales, y no pueden adoptarse
únicamente en virtud de las directrices o métodos de análisis. El encargado del
crédito deberá guiarse por su sentido común y sano juicio. Se asegurará de que es
su propio criterio, independiente, el que aplica a cada operación y que no se ha
dejado influir indebidamente por terceros, menos por el propio prestatario. El costo
de un crédito mal concedido, no esta reflejado tan solo por el monto incobrable, sino
también por el costo de los recursos utilizados en el proceso de concesión y los
esfuerzos adicionales involucrados en el proceso de recuperación. Es por tanto
evidente, que el analista de crédito debe anticiparse a los hechos, no reaccionar
ante ellos; debe “sentirse bien” con la decisión tomada, su trabajo depende de ella.

6.- La finalidad del crédito deberá implicar la base de su reembolso. El analista debe
analizar la distribución del activo del sujeto de crédito en términos de liquidez. En los
créditos a largo plazo, tomando en cuenta que cuanto mayor sea el plazo, mayor
será el riesgo y menor será la liquidez, y a medida que disminuye la liquidez, la
certeza de pago se reduce como consecuencia de la prolongación del horizonte
temporal. Por lo que es importante determinar un programa realista de pagos al
momento de la concesión del crédito, en función de los ciclos de conversión de las
cuentas por cobrar y de los períodos definidos en los flujos de caja.

7.- Si tiene todos los datos, no necesitará ser un genio para adoptar la decisión
correcta. La curiosidad nunca ha matado a ningún analista de crédito: saber
compensa. Cuantas más preguntas haga, mejor conocimiento tendrá del proyecto, y
mayor consideración alcanzará entre los prestatarios que prefieren tratar con
ejecutivos que conocen de cerca la realidad de su sector. El conocimiento de los
hechos ayuda y facilita la toma de una decisión.

8.- El ciclo económico es inevitable. El analista debe tener muy en cuenta el punto
actual en el que se encuentra el ciclo con el objeto de poder evaluar los riesgos que
posiblemente aparecerán cuando cambie la situación económica en el futuro. Las
cosas siempre mejoran o empeoran, pero a veces el cambio es imperceptible. En
determinados puntos del ciclo económico, la concesión del crédito puede suponer
un riesgo mayor. Se dice que “Los malos créditos se conceden en los buenos
tiempos”.

9.- Aunque es más difícil que evaluar los estados financieros, la evaluación de la
dirección de la empresa es vital. La calidad de la dirección de la empresa se revela
de muchas maneras, por ejemplo: en la elección del estilo de dirección apropiado
para el sector, en la facilidad o dificultad con que pueden ocuparse las vacantes de
puestos de responsabilidad con personal de fuera de la empresa, en el estilo de las
oficinas de la compañía, en la manera de enfocar la innovación y la tecnología y en
la reputación que la empresa tiene entre la competencia. Se deberían tomar en
cuenta otros aspectos tales como: Los altos directivos de la empresa llevan un estilo
de vida ostentoso?, Se fomenta la participación accionaria de los empleados de la
empresa?, Que piensan los niveles inferiores de la dirección?.
El que los directivos posean todo o parte del capital de la empresa, no debe ser en si
mismo motivo de tranquilidad. Se debe evaluar su capacidad de gestión igual qe si
estos no son accionistas de la compañía.

10.- Los valores en garantía no son un sustituto de la cancelación del crédito.

11.- Cuando se acepta una garantía, deberá obtenerse un dictamen pericial e


imparcial de su valor y de su facilidad de realización. Como se dijo antes, el pago del
crédito se hará con cargo al flujo de caja; la seguridad se acepta, en parte, para
impedir que esos activos lleguen a manos de otros prestamistas y, en parte, para
fortalecer la posición negociadora del prestamista, ya que los activos normalmente
se necesitan para la explotación del proyecto.

12.- La concesión de crédito a pequeñas empresas significa más riesgo que la


concesión de préstamos a empresas más grandes. Aunque rigen los mismos
principios para las pequeñas que para las grandes empresas, en una empresa
pequeña los recursos de la dirección son más reducidos. En las grandes empresas
puede haber muchos tomadores de decisiones que en una compañía pequeña,
donde la dependencia del jefe es vertical.

Por el contrario, en las pequeñas sociedades se consigue, por lo general un mayor


compromiso hacia el cumplimiento de los objetivos por parte de los empleados,
debido a que estos tienen mayor implicación o interés personal en el éxito o fracaso
de la empresa. En la pequeña empresa los recursos financieros son limitados, las
grandes disponen de mayores recursos y acceso a otras fuentes de financiamiento.

13.- No prestar la debida atención al detalle y a la administración del crédito, hecha


a perder un préstamo concedido acertadamente. Una gran parte de las
cancelaciones por fallidos (una vez ejercidas todas las acciones legales, etc.,
encaminadas a la recuperación de la deuda, si han resultado infructuosas se deberá
contabilizar como incobrables o castigados) se deben a una administración y una
documentación deficientes. La experiencia dice que los préstamos preparados
deprisa son los que más probabilidad tienen de resolverse por la vía legal. Cuando
tenga dudas pida ayuda a ejecutivos de mayor experiencia.

14.- Los bancos locales deben colocar créditos entre los prestatarios locales. Es una
señal de alerta el que los bancos locales no presten dinero a empresas locales. Esas
entidades pueden conocer ya, demasiado bien, los riesgos de esos créditos. Hay
que ser muy precavido con aquellos clientes que dan quejas del banco con el que
trabajan actualmente. Los créditos incobrables son más frecuentes con clientes
nuevos que con los antiguos.

15.- Si el posible prestatario desea una respuesta rápida, ésta debe ser <no>. A
todas las personas que intenten presionarle para que tome una rápida decisión de
crédito, deberá informárselas de este principio. Aunque tambien compensa el estar
preparado para admitir las solicitudes de los posibles prestatarios. Lo mejor es
asegurarse de que los analistas de crédito comenten con sus superiores que
empresas piensan visitar antes de hacerlo.
16.- Si el préstamo va a ser garantizado,(Codeudor) asegúrese de que los intereses
del garante quedan tan bien atendidos como los del deudor principal. Deberá
comprobar que el codeudor conoce sus obligaciones.

17.- Compruebe en que se va a invertir el dinero del crédito.- Si no visita la empresa,


no podrá conocer la atmósfera, el estilo empresarial y otros efectos intangibles. Es
importante, sobre todo en las empresas pequeñas, comprobar lo que la dirección o
su dueño le dice.

18.- Piense primero en la institución. Los riesgos aumentan cuando se violan los
principios. Buen criterio, experiencia y sentido común son los factores que
caracterizan a un buen profesional de crédito. Los criterios antes establecidos no
son perfectos, por lo que en caso de duda, pregúntese a si mismo: prestaría mi
propio dinero?

Tomado del libro Como Analizar la Concesión de Créditos y Valorar Empresas, R. H.


Hale, Editorial Deusto, 1986.

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