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PSICORADIOGRAF

ÍA

Vicente Guerrero.

Por
Alexis Aguilar Aguilar

Vicente Ramón Guerrero Saldaña nació el 10 de agosto de 1783 en Tixtla,


Acapulco, actual estado de Guerrero aguerrido patriota y campeón de la guerra de
independencia de México. Conocido por ser el único libertador totalmente nativo,
no descendiente de españoles.

Aunque sus orígenes no están del todo claros, se tiene la seguridad de que es
descendiente de nativos del estado de Guerrero. Al iniciar la guerra, se dedicaba a
la arriería en su tierra natal, pero se enlistó en las tropas independientes al mando
de Hermenegildo Galeana.

Su primera gran victoria ocurrió en febrero de 1812 en la batalla de Izucar al


liberar a Oaxaca, tras lo cual fue nombrado teniente.

Guerrero conocía de manera extraordinaria la geografía de la “tierra caliente”,


con todas sus trincheras y escondites ocultos, además que al ser nativo de ahí, su
resistencia a las difíciles condiciones naturales era más que notable.

En 1815, cuando José María Morelos y Pavón muere, la independencia se sumió


en un limbo que parecía no tener fin, al faltar un líder que coordinara a todos, el
movimiento se empieza a fragmentar. El ejército realista había recuperado la
mayor parte del país, dejando como único punto rebelde el sur de México,
liderado por Vicente Guerrero.

Durante los años siguientes, el sur se vio envuelto en una batalla entre Guerrero y
el general español Gabriel de Armijo, quien fue enviado por el virrey Juan Ruiz
de Apodaca a sofocar a los insurrectos.

Las batallas son inútiles para la causa realista, poco a poco los insurgentes se
anotan batallas en comunidades del sur como las de: Ajuchitán, Santa Fe,
Huetamo, Cuautlotitlán y Tetela del Río.

La estrategia de desgaste daba resultado, al punto de que el ejército realista tiende


un cerco alrededor de los territorios de Guerrero para evitar su expansión, éste se
mantiene por tanto tiempo que se llega al punto de que las tropas se toleran y
conviven en su frontera.
Desesperado, en 1819 el virrey envía al mismísimo padre de Vicente Guerrero
para persuadirlo a abandonar la guerrilla y tomar el indulto, es en ese momento
cuando pronuncia estas, hoy célebres, palabras:

"Compañeros, este viejo es mi padre. Ha venido a ofrecerme el indulto en nombre


de los españoles. Siempre he respetado a mi padre pero... ¡LA PATRIA
ES PRIMERO!"

Tiempo después, Apodaca envía al capitán Agustín de Iturbe al mando de un


poderoso ejército en Noviembre de 1820. Iturbe era un criollo que también había
trazado su propio plan revolucionario, como se vería más adelante.

Al recibir derrota tras derrota, el capitán se pone en contacto con Guerrero y le


propone su Plan de las Tres Garantías
- Supresión de castas (unión de españoles y americanos)
- Religión católica (manteniendo las prebendas del clero)
- México independiente (monarquía constitucional)

Guerrero, al sentir el apoyo de Iturbe a su causa, acepta y firman el Plan de


Iguala. Casi de inmediato, ambos bandos se funden y dan nacimiento al Ejército
Trigarante, que entra a la Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, día de
la consumación de la Independencia de México.

Juan O’Donojú llega a México para sustituir al depuesto virrey Apodaca y al


confirmar que los insurgentes dominaban ya casi todo el territorio novohispano
acuerda firmar los tratados de Córdoba, con lo cual se estipuló que México sería
una monarquía constitucional y se rompían los lazos con España.

En julio de 1822, Iturbide desconoce el plan de Iguala y se autonombra


emperador de México, buscando poner orden y estabilidad en una joven nación
que iniciaba su vida independiente en la miseria tras once años de guerra, pero su
imperio es un fracaso total sumido en el derroche y la ineficacia.

En 1823, Guerrero, junto al general Nicolás Bravo y el capitán criollo Antonio


López de Santana, se levanta en armas nuevamente, ahora contra el traidor
Agustín de Iturbide, a quien derrotan el 23 de enero de 1823 en Almolonga y
fusilan en 1824.

De inmediato se forma un congreso constituyente para formar una República, tras


lo cual se nombra Presidente a Guadalupe Victoria, vicepresidente Nicolás Bravo
y el general español Pedro C. Negrete como líder del Congreso.

Tras algunos años de inestabilidad política propias de las nuevas


democracias, Vicente Guerrero asume el gobierno en 1829, pero su cargo es
usurpado por el antiguo coronel criollo del ejército realista Anastacio Bustamante
apoyado por Nicolás Bravo. Guerrero regresa al sur para reorganizar sus tropas
contra el gobierno ilegítimo.

Para vencerlo, Bustamante recurre a la traición del ministro de guerra José


Antonio Facio, quien pagó 50 mil pesos en oro al “amigo” de Vicente Guerrero,
Francisco Picaluga, quien lo secuestra tras invitarlo a comer a su bergantín
anclado en Acapulco.

Guerrero fue fusilado por sus enemigos tras ser sometido a una corte marcial en
Cuilapan, Oaxaca el 14 de febrero de 1831.

Psicoradiografía de Vicente Ramón Guerrero Saldaña

Por
Luis Fernando Burguete

Hablar de un caudillo, tratar de analizarlo o tratar de echar un vistazo dentro de su


psique, es algo que resulta muy complicado pues podemos quedar atónitos por
toda una descripción romántica y apasionada del personaje. Leer sobre un héroe
que luchó por lo que ahora somos, a mí en lo personal es algo que me enchina la
piel y me llena tremendamente de orgullo, mas sin embargo haré mi mejor
esfuerzo y trataré de olvidar que este protagonista de nuestra historia mexicana
logró a borbotones de sangre establecer los pilares de la soberanía nacional.

Habiendo leído parte de su ficha biográfica, podríamos destacar que Vicente


Guerrero, como cualquier combatiente revolucionario, pudo haber sido una
persona que podríamos definir como “impulsiva”, pero ¿a qué obedece expresar
esta hipótesis? Una persona impulsiva es aquella que puede hacer cosas sin que
exista alguna represión que le haga limitar su actuar al pensar; es decir, una
persona impulsiva hace lo que piensa “sin pensarlo dos veces”. Un individuo que
lucha, al final de cuentas, es impulsivo pues termina por poner en riesgo su
integridad –y que quede claro que no es mi intención cuestionar si fue justa su
lucha o no, claro que la fue y gracias a muchos como él es que hoy por hoy
tenemos libertad-. Se puede tener una creencia muy fuerte y cabe decir que éstas
son parte primordial en la ejecución de nuestros actos, pero teóricamente lo que
antecede a una creencia es un instinto de supervivencia; por tanto, el seguir una
creencia más allá de algo innato nos hace impulsivos.
Por otra parte, generalmente en lo que basamos nuestra vida, nuestra vocación,
nuestro oficio, nuestra profesión, etc., habla de mucho de lo que somos, y esto se
convierte en una forma de plasmar lo que hay en nuestra personalidad
inconsciente (oculta, la que a a veces no conocemos muy bien). Por tanto, se
puede decir que Vicente Guerrero fue una persona que de cierta forma, al dedicar
parte de su vida a la lucha, trató de sublimar (transformar sus impulsos negativos
algo positivo) “sus demonios” en una causa benévola. Podríamos inferir,
entonces, que Vicente Guerrero sublimó sus impulsos agresivos y violentos por
una causa recta de libertad y justicia.

Asimismo, algo que seguramente a todo aquél que haya leído la columna
completa llamó su atención, fue la narración que hace el autor respecto a la
fehaciente contestación que hace Guerrero en un pasaje histórico respecto a su
padre: "Compañeros, este viejo es mi padre. Ha venido a ofrecerme el indulto en
nombre de los españoles. Siempre he respetado a mi padre pero... ¡LA PATRIA
ES PRIMERO!". Esto resulta suculento y extraordinariamente patriótico y
poético, pero ¿te imaginas diciendo esto? Pudiera parecer fuerte, pero se puede
entender que al nulificar la envestidura de su padre, Guerrero consuma también
esa independencia y autonomía personal como la que seguía con la lucha armada.

Se puede decir que dentro de esta breve biografía se pueden apreciar ciertos
matices obsesivos en la personalidad de Guerrero pues la persecución constante e
invulnerable por la consecución de algo termina por ser un rasgo característico de
esta gama.

Para concluir debo decir que: las radiografías ayudan a los médicos a
diagnosticar, pero una psicoradiografía nos ayuda, en esta revista, a conocer
mejor a un personaje. El diagnóstico psicológico se logra a través de técnicas más
sofisticadas que un simple análisis biográfico y por tanto aquí no lo hay,
únicamente esto es un intento de aproximarnos al entendimiento del actuar de este
indudable héroe nacional.

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