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TABLA DE CONTENIDO

Introducción y Contextualización del fenómeno

1. Un acercamiento conceptual

Definición de desplazamiento forzoso para efectos legales en Colombia,


Legislación y normatividad vigente sobre el tema.

2. implicaciones para la administración pública de un fenómeno de estas


magnitudes (cuadros y cifras, por regionales).

4. Planes y programas que en materia de desplazamiento se emprendieron


por la administración en el periodo a estudiar.

5. conclusiones y comentarios.

Bibliografía y anexos.
IMPLICACIONES DEL DESPLAZAMIENTO FORZOSO PARA LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN COLOMBIA
EN EL PRIMER 2002 – 20061

“Un país mata, otro se muere y otro mira expectante. El cuarto huye de la
violencia y protesta en busca de reconocimiento social. (...) Son un problema
para el gobierno, una incomodidad para el resto de la sociedad, un escudo
humano para los actores armados, un indicador de la degradación de la guerra
(...). Son desplazados por que no participaron en la guerra, y por no hacerlo son
sus principales víctimas.” 2

Indudablemente los desplazados constituyen para Colombia, la más latente


desintegración de comunidades, de redes desconfiguradas en los espacios
locales, en las vecindades, y lo que es peor, de las perdidas de redes afectivas
familiares, fragmentación de los vínculos de las gentes con su tierra, del
desarraigo cultural a una territorialidad en constante disputa por los grupos
armados ilegales, esto por solo referirse a lo social, sin tener en cuenta lo
económico y político del asunto; académicamente y para dar cuenta del fenómeno
del desplazamiento, usualmente se han tenido en cuenta, dos dimensiones
claramente diferenciables para entender las representaciones del espacio. En la
primera la tierra es entendida como medio de producción que respalda la
subsistencia y el arraigo a lo propio; y en segundo lugar es la representación del
dominio en su tenencia y modos de uso.

Para entender la problemática abordada, entenderemos el territorio como lugar de


dialécticas, de formas de vida, que demarca y expresa dinámicas resultado de las
luchas entre los sectores de poder, de culturas y de formas relacionales y de
supervivencias, que tal como lo aprehenden, lo habitan también lo afectan. Es
entonces el territorio, el centro de las potestades y de las voluntades que sobre el
espacio y el medio ambiente ejercen los grupos humanos, y mas que ser
solamente visto como un espacio físico, debe entenderse como un conjunto en el
cual conviven los elementos geográficos, biológicos y físico-ambientales que
contienen a su vez las esferas sociales, culturales, simbólicas, políticas y
económicas. Sin olvidar por supuesto que el territorio incluye la riqueza material
que de alguna manera está a disposición de quienes tienen el poder del mismo; y
justamente por lo cual es susceptible a disputas de todos los niveles.

1
Análisis elaborado por Orlando Rincón Administrador Público, Estudiante de la especialización Alta
Dirección del Estado. ESAP 2007
2
Prada Penagos, Rodolfo y Ramos Ortiz, Álvaro
La historia colombiana ha tenido una serie de etapas diferenciadas, sin embargo y
para nuestro pesar, la violencia ha sido sin lugar a dudas, el primer factor
detonante del fenómeno permanente, persistente y creciente del desplazamiento
forzoso.

Durante la modernidad, con la irrupción del capitalismo global, la lógica de


sedentarización de las poblaciones en torno a la vida rural y a la propiedad
sobre la tierra se modificó drásticamente. Los economistas políticos clásicos,
describieron la acumulación originaria del capital como un proceso a través del
cual se desarrollo la configuración de estructuras productivas de mercado y se
combina con la movilidad de una nueva fuerza laboral, la clase obrera, que
desde siempre provino en la mayoría de los casos de la descomposición del
campesinado; para dar lugar a la concentración urbana y a la disposición de la
fuerza de trabajo3.

Colombia no podía ser la excepción, y con las políticas de modernización hacia


adentro propuestas por la CEPAL, y el afianzamiento de un proceso de
industrialización que prometía, propulsaron este fenómeno. Sin embargo, no es
este el tema central del presente trabajo, y tomaremos más de cerca el
fenómeno de la violencia y la ilegalidad para explicar el fenómeno del
desplazamiento forzoso en nuestro país.

El comienzo de esta guerra aun no es suficientemente claro, presenta


diferentes matices y hace parecer que la violencia es algo innato del
Colombiano, no obstante, encontramos que a partir de la violencia clásica y la
frustración de la reforma agraria4 por allá por los años 40, en las diferentes
clases de dominación del territorio, se descubrió que la colonización armada
podría ser no solo el garante de las nuevas formas de economía de lo ilegal,
sino también una forma para conseguir presión política.

En Colombia hablar de la guerrilla de las FARC es, si se me permite, hablar de


un actor con pretensiones fuertes de poder, casi, emisor de sus propias
normas y un garante de las mismas, en otras palabras, una organización o
agencia de protección privada; en palabras de Nozick “que le disputa
abiertamente al Estado (agencia dominante) la supremacía de sus reglas”.

Entre tanto la población se encuentra frente a un gravísimo problema, no solo


por pertenecer nominalmente a un Estado incapaz de hacer presencia en todo
su territorio, sino también porque la finalidad esencial del mismo, la seguridad
de sus ciudadanos, se ve francamente vulnerada.

3
Véase al respecto el reciente libro del profesor canadiense Omar Aktouf “La stratégie de l’autruche.
Post-mondialisation, management, et rationalité économique”, Quebec: Ed. Écosociété, 2002. También
puede referirse sobre este proceso el trabajo de Benjamin Coriat “El taller y el robot. Ensayos sobre el
fordismo y la producción en masa en la era de la electrónica”, Ed. Siglo Veintiuno, 3a. Edición, Madrid,
1996.

4
La Ley 200 de 1936 había convertido a los invasores de las haciendas en propietarios de derecho pero
la Ley 100 de 1944 la echó para atrás. En esta contraposición de fuerzas o por ella misma estalló la
violencia. MOLANO, Alfredo (1997) Selva Adentro: Una historia oral de la colonización del Guaviare. El
Ancora Editores. Bogotá.
Las dinámicas migratorias promovidas por causas violentas, se dispararon a
partir de los años 80’s con la irrupción en la economía del narcotráfico, a
demás de la mutación del proyecto político-militar de las organizaciones
insurgentes y si se me permite, su perdida de ideología clara y concreta; con la
consecuente aparición y respuesta de organizaciones paramilitares, dando no
solo un tinte diferente y con mas agravantes para la población civil que se
encuentra en el medio de una guerra asimétrica y en donde las principales
victimas son puestas por ella; lo cual, le da a este fenómeno una dimensión de
primera línea en cuanto a la agenda de política pública en el país, y que ha
llevado a la comunidad internacional a pronunciarse de manera enfática,
llamando la atención del gobierno para que se tomen medidas frente al mismo.

Es en este contexto en el cual, se enmarcan unos procesos de desplazamiento


de personas, en su gran mayoría dedicadas a las labores agropecuarias, en
unos sistemas de economía casi que precapitalistas en los cueles la
subsistencia es lo más importante en cuanto a sus relaciones familiares y en
general las efectivas.

La propuesta para el presente análisis, es, no solamente, demostrar como al


igual que en muchos otros aspectos, el Estado Colombiano reacciona
tardíamente y puede decirse que de manera ineficiente a las demandas
sociales; que sus respuestas de política pública son casi siempre reactivas y
resultado de exigencias de la comunidad internacional y no a una expresa
voluntad de solución política del problema, y poniendo siempre a la
administración publica en la palestra de los juzgamientos por las acciones u
omisiones de las cuales no siempre es responsable. Para ello el planteamiento
es hacer un breve acercamiento conceptual de lo que hoy se entiende por
desplazamiento forzoso a nivel nacional y supranacional; en segundo lugar
hacer un recorrido por las implicaciones y consecuencias de u fenómeno de
estas proporciones para la administración publica en nuestro país, haciendo un
análisis de las políticas emprendidas en el primer periodo de gobierno de
Álvaro Uribe Vélez. Tratando de hacer un balance de la política pública
estatal, de sus limitaciones y de la forma como otros actores le han restado
protagonismo al Estado en la búsqueda de soluciones para tal problemática.
¿A Que Nos Referimos Cuando Hablamos De Desplazamiento Forzoso?

"La mera voz 'desplazados' denuncia la tentativa de ocultar una de las historias
más dramáticas y sangrientas de nuestro tiempo. La verdad es que la gente no
se desplaza: la destierran, la expulsan, la obligan a huir y a esconderse. Otro
manido recurso para escamotear el hecho es verlo como si se tratara del
resultado de los enfrentamientos entre dos actores recientes de la violencia:
guerrilla y paramilitares. Se olvida que la expulsión de pueblos y de ciudadanos
es un antiguo recurso del sistema y que, al situar el origen del problema en los
grupos armados ilegales, se exculpa al régimen y, en particular, a las Fuerzas
Armadas, de toda responsabilidad".5

Colombia cuenta con una constitución política, que consagra al nuestro como
un Estado Social de Derecho, dedicado a defender la vida, los bienes y los
intereses de sus conciudadanos, sin embargo, la violación a los mismos y más
allá de eso al Derecho internacional humanitario, es el pan diario, al punto de
encontrarnos con la mas insensata de las apatías y con una indiferencia ya
preocupante, frente a fenómenos como la inequidad, la pobreza y el
desplazamiento, originados o agravados por la violencia, el desplazamiento y la
economía de la ilegalidad.

Con el fin de unificar conceptos, se propone entender desplazado como: “toda


persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional
abandonando su localidad de residencia o actividades económicas habituales,
por que su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han
sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasión de
cualquiera de las siguientes situaciones: conflicto armado interno, disturbios y
tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los
Derechos Humanos, infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras
circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que pueden alterar o
alteren drásticamente el orden público .” 6

La libertad de circulación y residencia es drásticamente perturbada por


desplazamientos internos de familias y comunidades, por amenazas y
restricciones perpetuadas por grupos ilegales, y en algunos casos hasta por las
presiones de las autoridades legalmente constituidas, sin embargo, el tema
central del presenta análisis es tomando como actor principal, a los grupos al
margen de la ley. Sin olvidar que por diferentes razones Uno de cada 36
colombianos ha sido víctima del desplazamiento forzado, la mayoría mujeres
viudas y niños huérfanos provenientes de zonas rurales del país.

5
Alfredo Molano, "Desterrados", en Papeles de cuestiones internacionales, Nº 70, primavera de 2000,
Centro de Investigación para la Paz, Madrid.
6
Ley 387 de 1997, artículo 1o. La conceptualización sobre desplazado y refugiado ha sido objeto de
algunos cuestionamientos desde la sociología, la filosofía política, el trabajo social y la doctrina jurídica,
por lo cual es importante hacer la aclaración de que ésta definición se acoge por ser la más difundida en
Colombia y por su pertinencia en relación con el análisis que se desarrolla.
La ausencia del Estado en grandes zonas del país, sobre todo en el oriente y el
sur, ha permitido la expansión de la violencia, convirtiéndola en el camino más
viable para la resolución de los conflictos. A esa carencia de apropiación de
partes tan grandes de su territorio, le es atribuible también la formación de
Estados paralelos en contradicción al principio del monopolio de la fuerza
legalmente constituida. La economía del narcotráfico tuvo influencia en la
expansión y complejidad de la violencia: en muchos lugares se reconfiguraron
los poderes locales, en un proceso reforzado por la concentración de propiedad
territorial en manos de los narcotraficantes.

Las dimensiones de semejante problema han superado las vividas en cualquier


otro momento histórico de nuestro país, las dinámicas de urbanización de toda
nuestra cultura rural, hacen que las correas de pobreza y miseria de las
grandes ciudades, tengan que ser padecidas por aquellos denominados
desplazados, quienes pretenden encontrar seguridad en el anonimato que
puede darse en los barrios periféricos, en las culturas diferentes y a demás
excluyentes de las ciudades, que no los reciben para ayudar sino más bien
para invisibilizar su gran problema.

Los problemas vividos por las personas en condición de desplazamiento


forzoso, van desde las carencias de sus arraigos culturales, desde la
perspectiva sociológica, hasta la carencia de los mínimos vitales, vistos desde
la perspectiva económica. Son muchos los desplazados que incurren en
conductas de mendicidad y/o delincuenciales.

Familias enteras hacinadas en la vivienda de alguno de sus familiares, o


sencillamente, sin un techo o una oportunidad laboral agravan las
consecuencias de la movilización masiva de campesinos a las ciudades. Las
condiciones en cuanto a la educación, la equidad de genero, el empleo, la
infancia, el acceso al los servicios públicos mínimos y demás advierten sobre la
dificultad del Estado para atender las demandas de este tipo de poblador.

Los ingresos mensuales familiares, distan mucho de ser los adecuados para
sostener unas condiciones mínimas de salubridad, de educación y de vivienda.
Existen en la materia estudios que presenta cifras de los mismos en la tabla 1
encontramos un comparativo, realizado en una porción de las familias en
condición de desplazamiento en la localidad Simón Bolívar en Bogotá en el año
2001 vs las familias locales.

Ingresos familiares mensuales Residentes Desplazados


Menos de 100.000 pesos 8,6% 14,7%
Entre 100.000 y 199.000 13,5% 22,4%
Entre 200.000 y 279.000* 15,2% 19,2%
Media mensual en pesos 317752 233.269

279.000 pesos es el salario mínimo actual


Fuente: Desterrados. Desplazamiento forzado en Colombia. Informe 2001
Médicos Sin Fronteras.

Sin lugar a dudas, las familias desplazadas, son mucho más vulnerables y
padecen más el rigor de la pobreza y todas las problemáticas que vienes con
ella.

La salud pública y ambiental de este tipo de comunidades no presenta las


condiciones exiguas, están expuestos a vectores de enfermedad
permanentemente y las condiciones de desnutrición les hace mucho más
sensibles a la condición de enfermedad. Sus viviendas generalmente, no solo
están ubicadas en sectores invadidos y por tanto carentes de servicios públicos
domiciliarios, sino que también resultan ser geológicamente inestables,
generalmente ubicados alrededor de barrancos, laderas de caños o ríos
contaminados, la borde de peñascos etc.

La carencia de oportunidades educativas, empeoran le panorama, ya que si


bien es cierto, hay muchas familias que obligan a sus niños y jóvenes a
ingresar al mercado laboral informal para ayudar con la economía familiar,
existen también familias que a pesar de buscar la forma no logran el acceso de
sus integrantes al sistema educativo, lo que reafirma carente oferta del Estado
de este tipo de bien.

La vinculación a los sistemas de seguridad social, es difícil. Ser tipificado y


certificado como desplazado no es tarea fácil, y cuando se consigue, las
ayudas institucionales, tienen un alcance poco viable para la atención de
estas personas y además es temporal.

Pero no queda ahí el problema, es necesario verlo desde la perspectiva social


e individual, y en realidad no es necesario ser experto en el teme para darse
cuenta de la desconfianza, el miedo, le depresión y otro sin numero de
problemas que deben afrontar aquellos que han tenido que pasar por
experiencias extremadamente violentas y adicionalmente han tenido que
insertarse en comunidades con las cuales no comparten culturalmente nada.

Marco normativo en la materia:

LEY 589 DE 2000 (julio 6) "Artículo 1°. El Código Esta Ley, busca tipificar
Penal tendrá unos nuevos algunos delitos de guerra.
Por medio de la cual se tipifica el artículos del siguiente Y hacer alusión a las
genocidio, la desaparición tenor: condenas que recibirán
forzada, el desplazamiento aquellos que incurran en
forzado y la tortura; y se dictan Artículo 284A. los mismos.
otras disposiciones. Desplazamiento forzado. El
que de manera arbitraria,
mediante violencia u otros
actos coactivos dirigidos
contra un sector de la
población, ocasione que uno
o varios de sus miembros
cambie el lugar de su
residencia, incurrirá en
prisión de quince (15) a
treinta (30) años, en multa de
quinientos (500) a dos mil
(2.000) salarios mínimos
legales mensuales vigentes y
en interdicción de derechos y
funciones públicas de cinco
(5) a diez (10) años.

No se entenderá por
desplazamiento forzado, el
movimiento de población que
realice la fuerza pública
cuando tenga por objeto la
seguridad de la población, o
en desarrollo de imperiosas
razones militares, de acuerdo
con el derecho internacional
humanitario.
LEY 387 DE 1997 (julio 18) Artículo 1º. Del desplazada Esta ley se encarga de
Es desplazado toda persona identificar concretamente
Por la cual se que se ha visto forzada a al las personas en
adoptan migrar dentro del territorio condición de
medidas para la nacional abandonando su desplazamiento, creando o
prevención del localidad de residencia o reglamentando los
desplazamiento actividades económicas sistemas institucionales
forzado; la habituales, porque su vida, creados para dar atención
atención su integridad física, su a la problemática.
protección, seguridad o libertad
consolidación y personales han sido Creación, constitución y
estabilización vulneradas o se encuentran objetivos del sistema
socioeconómica directamente amenazadas, nacional de atención
de los con ocasión de cualquiera de integral a la población
desplazados las siguientes situaciones: desplazada por violencia.
internos por la Conflicto armado interno,
violencia en la disturbios y tensiones Plan nacional para la
República de interiores, violencia atención integral a la
Colombia. generalizada, violaciones población desplazada por
masivas de los Derechos violencia
Humanos, infracciones al
Derecho Internacional
Humanitario u otras Red nacional para la
circunstancias emanadas de atención integral de la
las situaciones anteriores población desplazada por
que puedan alterar o alteren violencia.
drásticamente el orden
público. Atención humanitaria de
emergencia
Creación,
constitución Consolidación y
y objetivos estabilización económica
del Sistema
Nacional de Cesación de la condición
Atención
Integral a la
Población de desplazado
Desplazada
por la
Violencia

Decreto 2569 de diciembre de Que reglamenta la ley 387 de Red de solidaridad social
2000 1997 y viendo la necesidad ente coordinador del
de omitir la duplicidad de sistema de información y
funciones de las atención integral a la
organizaciones del estado en población desplazada por
cuento a la atención de la violencia.
población en condición de
desplazamiento reglamenta El registro único de
entre otros a la red de población desplazada
solidaridad social.
Reglamenta los requisitos
para acreditar la condición de
desplazado-

La burocratización del proceso, resulta ser a demás de tedioso y largo,


degradante para las personas que a el tienen que someterse, ya que no solo
deben disponer de una serie de documentos, tiempo y disponibilidad, sino que
pueden estar poniendo en peligro la seguridad que están buscando al huir del
sitio de origen y en el cual han sido expuestos a violencia.

Resumiendo el proceso, una persona en condición de desplazamiento, para


acreditar la misma debe prestar declaración en una oficina del Ministerio
Público (Defensoría, Personería o Procuraduría) o en un despacho judicial;
debe dar detalles sobre el actor armado que lo desplazó; esa declaración se
envía a la oficina departamental de la Red de Solidaridad Social, que
comprueba su veracidad con el lugar de origen, en teoría en un plazo máximo
de 15 días; el desplazado debe volver allí para comprobar si ha sido admitido;
en caso de que así sea, recibirá un mercado y una pequeña ayuda monetaria
para arriendo procedente de la Red de Solidaridad, así como una carta que le
posibilita el acceso a los servicios de salud.

No obstante y con todas las instituciones encargadas del registro y control de la


población que sufre con este flagelo, la diferencia entre las cifras entregadas
por actores de diversa naturaleza dice mucho de lo grave del problema y de las
deficiencias del estado para la medición del mismo.

La Consejería para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes) creó


un sistema de información llamado SISDES para estimar las cifras anualmente.
Para ellos lo más importante es tener la condición de desplazado, sin tener en
cuenta en que fecha haya sucedido; sin embargo, no queda claro para otras
formas de medición, en que momento se deja de ser desplazado.

Las cifras de población desplazada del sistema de información de la Pastoral


Social de Colombia (Conferencia Episcopal), denominado RUT, señalan más
de 60.000 personas a junio de 2001.
La Red de Solidaridad, entidad estatal encargada de la coordinación en esta
materia, presenta dos cifras: las del Registro Único y las del Sistema de
Información de Fuentes Contrastadas (SEFC), que son estimaciones y resultan
más altas que las del registro. Según el balance del sistema de estimación a
julio de 2001, en los primeros seis meses del año 2001 habrían sido obligadas
a desplazarse 85.012 personas, y 213.855 desde enero de 2000. lo cual
demuestra que el fenómeno es creciente y persistente en el tiempo.

Éste es un esquema de las cifras ofrecidas por cada institución

Codees. Pastoral CICR. RSS. RSS.


Año 2000 Social. Atención Estimaciones Personas
Junio de en 2000 desde enero incluidas en
2001 2000 el Registro
(total)
317000 60.000 123.651 213.855 376.856

Fuente: Desterrados. Desplazamiento forzado en Colombia. Informe 2001


Médicos Sin Fronteras.

Según las estimaciones de la Red, la expulsión de poblaciones está afectando


a extensiones crecientes del país. Si en el año 2000 eran 480 los municipios
afectados, en los seis primeros meses de 2001 han sido un total de 547. Pese
a esto, se presenta un alto grado de concentración: sólo 27 municipios
expulsan el 51% de la población y a ellos llega el 55%.
Comparativo regiones

Región 2005 2006 Variación Enero - Enero Variación


en el – junio – junio en el
periodo de de periodo
2006 2007
Arauca 4.965 3.866 -22% 2.225 2.122 -5%
Antioquia 29.892 24.239 -19% 13.153 6.681 -49%
Boyacá 1.365 1.317 -4% 885 733 -17%
Bogotá 455 570 25% 363 215 -41%
Casanare 2.897 1.189 -59% 873 504 -42%
Caquetá 13.424 16.810 25% 9.821 6.292 -36%
Cauca 6.754 9.241 37% 9.908 2.521 -64%
Chocó 9.071 5.141 -43% 3.073 1.471 -60%
Cundinamarc 3.604 2.651 -26% 1.715 1.716 0%
a
Nariño 8.654 10.311 19% 5.444 8.700 60%
Putumayo 9.460 10.522 11% 6.590 3.998 -39%
Santander 5.077 5.559 9% 3.500 2.599 -26%
Tolima 11.028 12.995 18% 6.832 5.678 -17%
Valle d 5.453 7.953 46% 3.601 2.216 -38%
Cauca

Fuente: Indicadores de situación de derechos humanos. Observatorio del


programa presidencial de derechos humanos.

Conclusiones

Tal ves lo mas importante del fenómeno estudiado no es solo la coyuntura del
éxodo de familias enteras, que llegan a ocupar lugares específicos, o que se
dispersan en zonas subnormales. Sino más bien, es poner en el lugar que le
corresponde al la administración pública que es la que se ha encargado muchas
veces, en ofrecer un paternalismo asistencialcita, que poco hace por el bienestar
integral de las personas en situación de desplazamiento, un asistencialismo en le
cual, no se coordina en medidas por parte de las diferentes entidades, en el que
se duplican funciones y esfuerzos y al final los mas desplazados son los
desplazados. Las funciones de los gobiernos locales, no son del todo claras. Y lo
mas preocupante es que en el marco de un Tanto como no se concatenan las
ONG que brindan apoyo, no se canalizan esfuerzos unificados ni se coordinan
acciones. Allí los desplazados son personas flotantes que representan gastos
para las arcas municipales. Con los servicios y la asistencia que después de un
tiempo deja de otorgarse, y sin posibilidades de retorno, eclosionan efectos
colaterales del desplazamiento como mendicidad y economía informal
(subempleo), sin que esto quiera decir que en lo absoluto tales problemáticas se
asocien exclusivamente a los desplazados.

Vivencias del desplazado: conjeturas y desafíos para los municipios


Son los municipios los llamados a atender demandas que se concentran en
lugares usualmente desatendidos, en los cuales se reubican los desterrados. Son
numerosos agregados humanos que entre el trastorno de estrés postraumático [8]
deben franquear el hambre, las aguas insalubres, la necesidad de aposento, la
falta de alcantarillado. A la par enfermedades, carencia de oportunidades,
desesperanza, hijos sin educación ni seguridad social, incluso un peyorativo
estigma social; toda una realidad que anuda una sola presión para el Estado
encarnado en los municipios. Aunque para muchos no existe claridad en la
interrelación de estas circunstancias con el desarrollo territorial, hay que recordar
que el saneamiento

básico, las áreas de expansión urbana, los proyectos de vivienda de interés social,
los servicios públicos domiciliarios, la ubicación de infraestructura en salud y
educación, y los lugares susceptibles de ser albergues transitorios, son elementos
que las municipalidades deben anticipar a través de los Planes de Ordenamiento
Territorial (POT). Es fundamental invitar el esfuerzo de planificar sistemáticamente
un país de cara a la guerra, sin embargo, es evidente que en municipios con cada
vez mayores dificultades presupuéstales la viabilidad financiera para atender a
estas personas está distante[9].

Es importante comenzar a deliberar el lugar del desplazamiento en todos y cada


uno de los municipios de Colombia, exactamente, en las cabeceras y principales
centros poblados. La confrontación bélica ha cambiado el país. Muchos
campesinos de apropiación dispersa en el territorio ahora se concentran en
parajes y cascos urbanos, allí demandan servicios y asistencia;

los flujos migratorios del desplazamiento se dirigen no sólo a las ciudades


capitales e intermedias sino también a cabeceras municipales importantes por su
ubicación o actividad comercial-agropecuaria, hacia zonas de nueva colonización
o zonas de economía de enclave, en donde los desplazados buscan seguridad
alimentaría y posibilidades de inserción en nuevos circuitos económicos [10].

El Estado, desde los preceptos de ley, debería ofrecer alternativas para atender
esta población con paquetes de proyectos para la estabilización socioeconómica,
lo cual apenas germina en el horizonte de lo espinoso pues no siempre las leyes
cuentan con los medios institucionales y financieros suficientes para cumplirse a
cabalidad.

Por otro lado, el nodo de las problemáticas para los conglomerados humanos no
es únicamente la ausencia estatal o el conflicto armado, debe tenerse en cuenta
que la degradación ambiental en algunos lugares está condicionando movilidad de
población, porque tanto suelos, agua y bosques se mitigan. La alteración del
medio predetermina movilizaciones de personas que se van a hacer presión a
otros lugares débiles ecológicamente, o ya alterados [11]. Además, muchas
instancias de planificación coinciden en afirmar que el conflicto armado impedirá
usufructuar las potencialidades del territorio nacional. El valor paisajístico de
Colombia que pudiera cimentar el ecoturismo no se aprovechará con el
recrudecimiento de la guerra. Es conocido que la gran mayoría de municipios
destacan dicha ventaja de sus regiones, pero pocos lo consignan en sus planes
de ordenamiento territorial y de desarrollo como un renglón viable de ser
aprovechado con certeza, por lo menos en el corto plazo.

Un campo inseguro, cambiante, marginal, con necesidades básicas insatisfechas,


recursos naturales en progresiva degradación y habitantes temerosos y sin
cohesión social, plantea desafíos sustanciales que reclaman acciones urgentes.
Por su parte, lo urbano expone una diferenciación vertical de estratos sociales,
personas en áreas periféricas subsumidas en la ilegalidad, con servicios públicos
deficientes y poco creyentes en sus gobernantes, rezagados de oportunidades,
sorteando la situación económica en el mercado informal y con serios
inconvenientes en su calidad de vida. El hecho de buscar oportunidades forzosas
en lugares distintos a los de origen es correr el riesgo de sumarse a cordones de
miseria, como habitantes de zonas de alto riesgo o como población desatendida
en la periferia, donde el desempleo y la segmentación del tejido social sentencian
a colombianos sin lugar. A esto se asocian factores señalados por la Cepal como
neurálgicos en los procesos de exclusión y déficit territorial en la región, donde la
"segregación residencial de los asentamientos precarios, en los que se concentra
una gran proporción de los niños y adolescentes, contribuye a reproducir
sentimientos de no pertenencia a la sociedad, y subcultura con normas propias,
que agravan la marginalidad social y laboral" [12].

La dimensión del desplazamiento forzado debe ser una prioridad para definir el
universo de víctimas del conflicto armado interno para fines de verdad, justicia
y reparación. El Sistema de Información sobre Desplazamiento Forzado y
Derechos Humanos SISDHES, que opera CODHES desde 1995 y que recoge
la cifra de la Conferencia Episcopal de Colombia del período 1985-1994, indica
que alrededor de 3.832.527 personas han sido desplazadas en los últimos 20
años (primero de enero de 1985 y el 30 de junio de 2006) la ONU acaba de
plantear en su informe del mes de junio de 2007, que la cifra de desplazados
en Colombia alcanza un numero de 3.000.000, según el organismo, tres de los
trece millones de desarraigados internos que atendió el año pasado en todo el
mundo son colombianos, esta cifra equivale al 23% del total, lo cual elevo al
país al indeseable primer lugar en numero de desplazados atendidos por la
ONU.(tomado del periódico el Tiempo edición del 20 de junio del 2007, Pág. 1-
2). Cifras del gobierno periodo enero 1995- junio de 2005 es de 1.877.328
personas desplazadas.

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