Universidad Autónoma de Chihuahua

Lic. en Filosofía (división virtual)

Módulo 5: Metafísica
Objeto 1: “Los problemas fundamentales de la Metafísica”.
Tarea: Actividad de Aplicación Eva Padilla – a78591

Alumna: Eva Lidia Padilla Galicia

Matrícula: a78591
Asesor: M.E.S. Alejandra Olivas Dávila
Fecha: Enero 30, 2011

I.- De la siguiente listas de problemas identifique aquellos que son de carácter metafísico y
aquellos que no los son. Al mismo tiempo, señale dónde radica la naturaleza metafísica de
aquellos que lo son.

• Encontrar las valencias en una fórmula química

• Calcular la masa del sol.
• Probar la existencia o inexistencia de Dios.
• Distinguir ser y ente.
• El intento por caracterizar al absoluto.
• Definir qué es un número natural.

II.- Haga un cuadro sinóptico tomando como punto de referencia los autores leídos en las
Actividades de Desarrollo marcando las diferencias y concordancias que existen entre ellos.

III.- De estos mismos textos señale cuáles son los conceptos fundamentales y los argumentos
principales.

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Módulo 5: Metafísica
Objeto 1: “Los problemas fundamentales de la Metafísica”.
Tarea: Actividad de Aplicación Eva Padilla – a78591

I.- De la siguiente listas de problemas identifique aquellos que son de carácter metafísico y
aquellos que no los son. Al mismo tiempo, señale dónde radica la naturaleza metafísica de
aquellos que lo son.

Problema: Carácter

• Encontrar las valencias en una fórmula química No metafísico

• Calcular la masa del sol. No metafísico

• Probar la existencia o inexistencia de Dios. Metafísico

Este es un problema de carácter metafísico, ya que
tiene como objeto de conocimiento un ser
cuya existencia no puede ser comprobada empíricamente,
y a partir de la cual el hombre, en su realidad, especula su conexión
y aproximación a lo “absoluto” o divino.
.

• Distinguir ser y ente. metafísico

Este problema es metafísico porque “especula”
con las expresiones del ser y su naturaleza,
así como de la realidad y del ente, y a partir de los
cuales el hombre busca trascender mediante el
conocimiento así revelado y dada su experiencia existencial.

• El intento por caracterizar al absoluto. metafísico

Problema metafísico porque, de nuevo, “especula”
sobre un conocimiento existencial, no científico, el cual está
influido por un pasado de extensa fundamentación
teológica.

• Definir qué es un número natural. no metafísico

II.- Haga un cuadro sinóptico tomando como punto de referencia los autores leídos en las
Actividades de Desarrollo marcando las diferencias y concordancias que existen entre ellos.

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Módulo 5: Metafísica
Objeto 1: “Los problemas fundamentales de la Metafísica”.
Tarea: Actividad de Aplicación
Julián Marías
Objeto de conocimiento
La metafísica es vista como una forma
de conocimiento especulativo que
tiene por objeto conocer la realidad
radical y sus componentes.
Forma de conocimiento
Se analiza la realidad en todos sus
componentes, con fundamento en el
ser y el ente, y la realidad radical.
El ente, o entes, son realidades ya
existentes, a las que el hombre no
cognoscente, debe enfrentar.
La realidad, es decir, el plano de la
existencia—la realidad radical de Julián
Marías—es descubierta como un
momento autónomo y conclusivo.
La realidad es siempre pensada –y
vivida—desde una cierta interpretación
para llegar a la realidad radical.
Eva Padilla – a78591
Henri Bergson
La metafísica es vista como el
conocimiento intrínseco, cuyo objeto
es poseer absolutamente la realidad
por medio de la intuición y por un
esfuerzo de la imaginación, dejando
fuera toda expresión, traducción y
representación simbólica.
Otro de los objetos de la metafísica es
operar diferenciaciones e integraciones
cualitativas, entendiéndose cualidades
como realidades.
La realidad es intuida, ya que es la
única forma de conocerla
absolutamente. Al analizar la realidad,
sólo se la posee relativamente.
La intuición sólo se logra cuando se
transcienden los conceptos. Estos
conceptos son trascendidos al hacer
la concreción de la duración en un solo
momento, coincidiendo sólo en esta
parte con Julián Marías, al deducir que
es autónomo y conclusivo.
Bergson explica que “el análisis opera
sobre lo inmóvil, mientras que la
intuición se coloca en la movilidad, o
en la duración.”
La duración demuestra la
multiplicidad del ser en el tiempo, sin
embargo, excluyendo “toda idea de
yuxtaposición, de exterioridad recíproca
y de extensión,” dado que en la
consciencia (el ser consciente) no hay
dos momentos iguales, y por lo tanto,
“conciencia significa memoria.”
Nota.-Esta explicación de Bergson
es poco convincente, dado que el
Constructivismo es una tesis de
conocimiento sucesivo, no intuido.
Hay una realidad exterior y esta es
una tendencia, si ésta se toma como
cambio de dirección en estado
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Martin Heidegger
Para Heidegger, el objeto de
conocimiento de la metafísica es la
búsqueda del ente, el cual no es otro
que el hombre visto como “una
formación que se informa a sí misma y
que como tal, se representa en forma e
imagen.”
Heidegger asume la metafísica desde
un punto de vista ontológico como la
existencia, es decir, el drama de
nuestro vivir.
El hombre, en la búsqueda del ente,
hace ciencia por una actitud libremente
adoptada de la existencia humana, es
decir, de involucrarse con el ente,
mediante la irrupción (interrogar,
determinar, fundamentar) del mismo, y
la referencia al mundo (¿qué ocurre?),
para lograr un acercamiento—
idealmente—a lo esencial (la verdad
sobre la naturaleza y sobre la historia)
de toda cosa, pero como hablando de
otro.
Este punto de vista es común con el
estudio de la realidad visto desde
afuera, de Julián Marías.
Heidegger coincide con Bergson en
cuanto a la acción moral o arte
(formas espirituales) como signos de
movilidad del ser, en contraposición
con la inmovilidad del mismo frente al
análisis de Julián Marías.
El problema del tiempo con base en
su tridimensionalidad, es fundamento
del existir del hombre por la finitud de
su destino, y por lo tanto, la expresión
ontológica de la angustia.
El ser es pensamiento o acción
moral o arte, coincidiendo con Julián
Marías en que es una interpretación
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Julián Marías parte del “ser como una
interpretación de la realidad, a la
realidad radical allende todas las
interpretaciones”.
La realidad radical como raíz de todas
las demás, fuera de ideas,
interpretaciones y teorías. Es la vida
humana, mi vida (yo y mi
circunstancia). Con ello, Julián Marías
habla de la trascendencia del ser
hacia la realidad radical.
Metafísica y Ontología
Julián Marías da una definición
“posible” de metafísica basada en su
función: La “busca de la certidumbre
radical acerca de la realidad radical.”
La ciencia de la realidad radical.
Define a la realidad como “el ámbito o
área donde se constituye toda realidad
en cuanto realidad.”
La metafísica es la teoría de la vida
humana, “un estado de previa
incertidumbre a una certeza a la que
se llega por necesidad.”
“Todo saber tiene supuestos.”
(¿Conceptos?) He aquí un punto en
común con Heidegger en cuanto a la
reconquista del ente de forma
conceptual, es decir, después de
haber trascendido el ente desde la
misma esencia de la existencia.
Sin embargo, Julián Marías acepta que
es en el estado de previa
incertidumbre a partir del cual se parte
sin supuestos, al sentirse obligado
uno para dar razón de cada una de sus
verdades.
Sin embargo, los tres autores, asimismo, concluyen en la metafísica como un acontecimiento radical—llámese
incertidumbre, llámese angustia—y a partir del cual, el hombre trasciende en busca de la verdad.
La vida—mi vida—como “organización
real de la realidad,” es decir,
“cualquier porción, aspecto o
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naciente.
La realidad concreta de Bergson
guarda similitud con la realidad radical
vivida de Julián Marías, con las cuales
existe una empatía, y fuera de
interpretaciones o ideas externas.
“Metafísica es la ciencia que pretende
abstenerse de símbolos,” y romper con
ellos. Esto es, fuera de las
interpretaciones, teorías, e ideas
enunciados por Julián Marías, para el
conocimiento (certidumbre radical) de
la realidad radical—o concreta--.
La metafísica es el movimiento de la
intuición entre los límites de la
distensión homogénea y repetitiva de
las sensaciones ya diluidas en su
cualidad hacia la cantidad, llamada
materialismo, y los de la continuidad
intensificada, reencontrada en la
concreción de toda duración, de la
eternidad.
Bergson concluye con una definición de
metafísica como la experiencia
integral (la vida, ¿mi vida?), no
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de la realidad.
Heidegger parte de la vida, o realidad
radical, es decir, del Dasein, al ser.
El Dasein (existencia) viene a ser el
punto de partida al existir (sostenido
en la nada), coincidiendo así con la
apreciación de Julián Marías en cuanto
a la raíz del existir, fuera de
interpretaciones, “separado de
nosotros” y la empatía de la que habla
Bergson, y de la cual se puede tomar
como la que “experimentamos” (¿o
intuimos?) como fundamento del existir.
“Todo plano del ser representa, desde
un punto de vista propio, toda la
realidad.” Aquí coincide con Julián
Marías en cuanto al punto de vista
externo—aunque propio—desde el cual
se crea la realidad, esto es, como un
mapa (la representación del ámbito de
la realidad vista por el sujeto, es decir,
por el hombre como ente hablando de
otro).
La metafísica es “una trans-
interrogación allende al ente para
reconquistarlo después,
conceptualmente, en cuanto a tal y en
total.”
El existencialismo de Heidegger
asume, en su significado más profundo,
“en haber descubierto el plano de la
existencia (Dasein) como un momento
en sí autónomo y conclusivo, como
absoluta y pura problematicidad, como
inquietud profunda, angustia radical,
que se ahonda en sí misma…”. Esto
tiene, en su rasgo ontológico, mucho en
común con el estado de previa
incertidumbre del que habla Julián
Marías sobre la realidad radical.
La vida y la existencia son una sola
cosa: “toda la inquietud
(¿incertidumbre?) que nos domina
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interpretación de la realidad.” debiendo confundir esto con una antes de la expresión estética, antes
generalización de la experiencia. de la actuación de la ley moral, antes
de la clasificación del pensamiento.”

Heidegger, sin embargo, invita a

afirmar la condición finita y existencia
concreta del hombre como sin
redención, causada por una
aceptación de esa condición de finitud
(la muerte), y por la cual se trasciende
hacia la creación de un mundo
(¿realidad?) de valores provistos de un
significado espiritual y eterno.

III.- De estos mismos textos señale cuáles son los conceptos fundamentales y los
argumentos principales.

SER.-
Julián Marías argumenta que el ser es una “interpretación de lo real, a la cual se llega en
virtud de ciertos supuestos, y que tiene que ser derivada y justificada.”
Heidegger explica que “el ser puro y la pura nada son lo mismo”, de acuerdo con la
concepción de Hegel, pero porque van juntos, porque el ser, siendo en esencia finito, se
patentiza en la trascendencia de la existencia que sobrenada en la nada”.

ENTE.-
Heidegger desarrolla concepto de ente como “aquella formación que se informa a sí misma y
que, como tal, se representa en forma o imagen”, sin embargo como vista por otro. Heidegger
argumenta que el hombre hace ciencia para involucrarse en el ente, por una forma
especialísima de la simplicitud y acuidad del existir del hombre en la existencia científica, a
como tiene que vérselas con el ente mismo y únicamente con él.

EXISTENCIA.-

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Según Heidegger, existencia es el Dasein, como un ser de múltiples posibilidades, todas

abiertas frente a su elección de finitud del ser y en los límites de su destino; es el existir en el
tiempo, lo irracional de la personalidad, la vida de la naturaleza y del hombre en todas sus
formas. Es la vida, pero como inquietud que domina antes de la expresión estética, de la ley
moral, de la libre elección de trascender. En sí, “toda la realidad considerada en su
existencialidad”. (pp. 34-35) Heidegger argumenta que el acondicionamiento de la existencia
tiene un punto de partida dogmático, ya que “todos nosotros estamos ligados a nuestra
personalidad, a nuestras condiciones de vida, al límite de nuestra cultura y a todos los límites
de nuestra humanidad”, de tal forma que cuando se inicia el proceso filosófico, se parte de un
dato de hecho viniendo arrastrado en todo el movimiento del pensamiento. Julián Marías
habla también de este condicionamiento como una interpretación histórico-social inherente a
realidad radical.

TRASCENDENCIA.-
Heidegger explica que “este estar sosteniéndose dentro de la nada (existir), apoyada
en la recóndita angustia, es un sobrepasar el ente en total: es la trascendencia.” Esta
trascendencia está apoyada por la condición finita y concreta del hombre en su existir, ya que
al aceptarla, es empujado más allá de la existencia trivial, en al cual sólo se vive la vida
utilitaria y económica del hombre como ente anónimo generalizado, hacia la exigencia moral,
la expresión artística, y el reconocimiento de un mundo del espíritu, en un afán por crear un
mundo provisto de valores provistos de un significado espiritual y eterno.
Julián Marías concuerda con Heidegger al reconocer que la trascendencia es la
condición misma de la vida.

REALIDAD RADICAL.-
Julián Marías argumenta que ésta, previa a teorías e interpretaciones, es mi vida, la
vida concreta, singular, circunstancial de cada uno, la cual tienen que hacerse y proyectarla
imaginativamente—ya que no está hecha de antemano—dando razón de ella, es decir,
haciéndola funcionar real y efectivamente en el ámbito o área de mi vida, y a cuyo acceso se

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da, por un lado, al enunciarla, esto es, mediante el relato o razón narrativa, y por otro, al
hacer un análisis de mi vida individual, en el que se descubren ciertas estructuras,
condiciones o requisitos sin los cuales, mi vida no sería posible. Ambas funciones se ponen
en marcha al vivir (razonar, pensar) viviendo, es decir, al aprender la realidad en su conexión
efectiva y concreta, también llamada razón vital, o método de la metafísica.
Sin embargo, la vida concreta, mi vida, la realidad radical, funciona a cierto nivel, ya
que viene interpretada por cierto condicionamiento histórico-social inherente a él y por lo tanto
falso, si se pretende presentarse como una radicalización de las cosas. Además, la realidad
radical debe ir más allá de la fenomenología—concepto ampliamente desarrollado por
Heidegger—por considerarla mera descripción o teoría, y por lo tanto sin la posibilidad de una
aprehensión de la realidad en su conexión efectiva y concreta (vivir), y tomando en cuenta la
estructura empírica como forma concreta de la circunstancialidad, considerada por el autor
como marco de posible variación histórica, esto es, considerando las condiciones y limitantes
físicas y temporales del hombre con su circunstancia, ya que son estructurales y estables.
Finalmente, Julián Marías concluye el determinar que la realidad radical es “el área en
que toda realidad en cuanto tal se constituye, en que se ADVIENE A ALGO ese carácter
que llamamos REALIDAD.”
Bergson afirma que hay una realidad exterior y no obstante dada inmediatamente al
espíritu, y explica que toda realidad es tendencia, si se conviene en llamar tendencia a un
cambio de dirección en estado naciente. Esta descripción de realidad exterior,
inmediatamente captada por el espíritu, puede ser interpretada como un proceso dogmático,
ya que más adelante, el autor afirma que no hay cosas hechas, sino cosas que se hacen…”El
dogmatismo en tanto que constructor de sistemas, siempre ha intentado, sin embargo,
esta reconstitución”. (Refiriéndose a la imposibilidad de la reconstitución de la movilidad de
lo real con la fijeza de los conceptos.)

LA NADA.-

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Heidegger define la nada como un estado de angustia en el que el ente está

anonadado, es decir, donde siente la negación de su omnitud, y es en este ámbito donde este
ente llamado hombre vive su vida utilitaria o económica, la vida, la existencia, “drama sin
solución en tanto que es vivido en su inmediatez de dato vital, que en sí, no se explica.” Es
la vida trivial, la ausencia de dar razón, de pensamiento, de vida moral, de arte, huir de de la
profunda preocupación del por qué de nuestra vida, en el anonimato de la generalidad del
hombre.

TIEMPO.-
Para Heidegger, el problema del tiempo tiene un especial tratamiento en la metafísica y
en la historia. El tiempo es definido como estructura de la existencia, el disponerse, en el
tiempo, de lo humano como personalidad. Al aceptar el hombre su condición finita, queda
estructurada su existencia manifestada en una renunciación libre para crear (elegir) un mundo
provisto de valores espirituales y eternos. Es ser de esta elección en lo finito, como elección
que es destino. El tiempo es, sobre todo, futuro como aceptación del pasado y decisión de la
libertad en el presente. Heidegger argumenta que si es verdad que todo plano del ser
representa, en su forma particular, toda la realidad, el problema del tiempo se proyectará en
modos diversos según se lo planteé en términos de fenomenología, de racionalidad lógica del
sistema, de existencia o de vida espiritual.
Para Bergson, el tiempo es definido como duración, es decir, la movilidad del estado
de alma con la adición al sentimiento presente, del recuerdo de los momentos pasados. Sin la
supervivencia del pasado en el presente no habría duración, sino solamente instantaneidad.
Además, la duración es única, por una síntesis de la multiplicidad de estados de conciencia
sucesivos por un lado, y por otro, la de una unidad que los liga—misteriosamente ejecutados
—y donde nuestra conciencia opera habitualmente.

HISTORIA.-

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En Heidegger, estructura de la existencia. Es el fundamento de la existencia, la esencia

finita de nuestra personalidad, el realizarse de nuestro destino. Aquí Heidegger argumenta
que se está en la historia en cuanto se reconoce nuestra situación decadente frente a la
trascendencia, en cuanto el hombre acepta con decisión el destino propio y no escapa a la
propia deyección. He aquí una conexión con el tiempo, dado que historia y tiempo van juntos
en la aceptación de la muerte por el hombre, y la utilización del tiempo para trascender y
formar un destino propio.

INTUICIÓN.-
Bergson define este concepto como la investigación metafísica del objeto en lo que
tiene de esencial y propio.

METAFÍSICA.-
Según Heidegger, la metafísica es una trans-interrogación allende al ente, para
reconquistarlo después, conceptualmente, en cuanto a tal, y en total. Es el acontecimiento
radical en la existencia misma y como tal existencia.
Para Julián Marías, al argumentar que la metafísica es una forma histórica concreta de
realizarse uno de los requisitos constitutivos de la vida humana (teoría de la vida humana,
ciencia de la realidad radical), ya que no es una certeza en la que se está, sino una certeza a
la que se llega (certidumbre radical acerca de la realidad radical), provocada por un estado de
previa incertidumbre, se ve inexorablemente remitida a la trascendencia.
Bergson argumenta que la verdadera metafísica proviene de un empirismo verdadero,
siendo este “aquel que se propone abarcar, tan cerca como sea posible, el original mismo,
profundizar su vida y, por una especie de auscultación espiritual, sentir palpitar su alma”.
Además, el autor afirma que la principal razón de ser de la metafísica es una ruptura con los
símbolos”, ya que “nada tiene que ver con la generalización de la experiencia, y sin embargo,
podría definirse como la experiencia integral”.