ANEXO I

SÍNTESIS DEL DESARROLLO PSICOEVOLUTIVO DEL ADOLESCENTE

Abordando los aspectos del Desarrollo afectivo, social y moral, consideramos la aportación de
FIERRO (1991); este autor explica que constituye un periodo de transición, preparatorio para la
edad adulta, pero también es un periodo de recapitulación de la experiencia acumulada en el
pasado. Para este autor, la magnitud y repercusión de los cambios biológicos y cognitivos que
sufre el adolescente en este periodo hacen que se configure como uno de los más complejos de la
vida de una persona, y originan en muchas ocasiones, conductas de difícil comprensión.
Será necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:
• Identidad; Es, en esta etapa, según ERIKSON (1963) cuando se forma la identidad
personal y el concepto de si mismo. El concepto de identidad personal es, según algunos
autores, un conjunto de representaciones y juicios de valor acerca de uno mismo, que se
refiere a la imagen corporal, psíquica, social y moral. La búsqueda de la identidad se
manifiesta en la consecución de un atractivo físico, de capacidad y destreza deportiva y
física, así como en la necesidad de reconocimiento por parte de otros. En este proceso, lo
habitual es que el adolescente sienta ansiedad y confusión.
• Relaciones sociales; Las relaciones con la familia van cambiando porque el adolescente
adquiere un mayor sentido de la independencia, a la vez que acrecienta su capacidad de
crítica hacia los padres. CASTELLANA, (2003) explica que el conflicto cotidiano en las
familias ayuda a la construcción de la autonomía personal. Y al tiempo que el adolescente
comienza a “emanciparse” de la familia, forma vínculos más estrechos con el grupo de
compañeros. Éste ejerce influencias en la realización de deseos y necesidades de presente,
y en aspectos como forma de vestir, lecturas, música, etc.
• Desarrollo moral y de valores; La capacidad de descentramiento cognitivo que se da en
estas edades puede relacionarse con un descentramiento respecto a sus intereses, dando
lugar a que el adolescente tienda a ser, teóricamente, más generoso, altruista, idealista, etc.
El profesor debe potenciar el desarrollo moral, en el que la conducta se rija por principios.

En cuanto al Desarrollo cognitivo, Mario CARRETERO (1993) explica que, en la adolescencia,

el desarrollo del pensamiento formal implica:
• Un alto nivel de abstracción.
• La construcción y articulación de conceptos complejos en forma de teorías.
• La comprensión de contenidos contrarios a la intuición.
Las investigaciones más recientes apuntan a que existen dificultades en la adquisición de este tipo
de pensamiento. No se accede a él de manera tan fácil ni de forma tan homogénea como
inicialmente postularon algunos autores (PIAGET E INHELDER, 1955).
Las implicaciones para el tratamiento educativo de estas investigaciones es importante: Es
necesario prestar gran importancia a variables del siguiente tipo:
• La tarea (modo de representación, contenido y demandas específicas)
• El sujeto (diferencias personales, nivel educativo)
CARRETEROY LEÓN (1991) concluyen, en este sentido, que el contenido de la tarea posee una
influencia definitiva en la solución de las mismas; es decir, los sujetos pueden razonar
formalmente con respecto a determinados temas y no, respecto a otros dependiendo todo ello de
variables tales como experiencia o la familiaridad con la tarea, en general, o con el manejo del
contenido concreto.
Esto implica, desde el punto de vista de la metodología, que es necesario prestar atención al
principio de intervención a partir del nivel de desarrollo del alumno, considerando los
conocimientos previos adquiridos.