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Chilam Balam es el nombre de varios libros que relatan la historia de la civilización

maya escritos en lengua maya, por personajes anónimos, durante los siglos
XVII y XVIII, en la Península de Yucatán y que tomaron el nombre de la población en
donde fueron, cada uno de ellos, escritos.

Son fuente importante para el conocimiento de


la religión, historia, folklore, medicina, y astronomía maya.

Se estima que originalmente existieron una cantidad mayor de libros (designados


por el nombre del pueblo en los cuales fueron escritos) en la colección de Chilam
Balam, aunque solamente unos cuantos han llegado hasta nuestros días.

Al principio de la época colonial, la mayor parte de los escritos y vestigios de la


mitología maya fueron destruidos por los misioneros, al considerar que tales
vestigios representaban influencias paganas y por tanto nocivas para la
catequización de los mayas. Los libros del Chilam Balam fueron escritos después de
la conquista por los descendientes de los mayas, por lo que en su redacción se nota
ya la influencia de la cultura española, sobre todo en materia religiosa. Los libros en
su conjunto relatan acontecimientos de relevancia histórica consignados conforme
a los katunes (períodos de 20 años) del calendario maya. Los relatos dejan
constancia de las tradiciones religiosas del pueblo original, así como de su devenir
histórico. Algunos historiadores piensan que los libros contienen cierta información
que habría provenido, a través de la memoria colectiva, de los escritos destruídos
en el auto de fe de Diego de Landa.1

Los Anales de los Cakchiqueles, también conocido como Anales de los


Xahil, Memorial de Tecpán-Atitlán o Memorial de Sololá, es un documento escrito en
el idioma kaqchikel por miembros del linaje Xahil, entre ellos Francisco Hernández
Arana Xajilá (de 1560 hasta 1583) y su nieto, Francisco Rojas (de 1583 hasta
1604).1

El documento fue escrito e inicialmente guardado en la ciudad de Sololá, cerca


del lago de Atitlán, hasta que fue encontrado en los archivos del convento San
Francisco de Guatemala en 1844, y posteriormente traducido por el abad Charles
Étienne Brasseur de Bourbourg en 1855 (el mismo traductor de Rabinal Achí).1

El manuscrito recuenta la historia y la mitología del pueblo kaqchikel, conservada


por vía oral durante siglos y finalmente recogida y preservada por los miembros del
patrilinaje Xahil. La parte histórica narra sobre los logros y las conquistas de los
reyes kaqchikeles y sus guerreros, la fundación de aldeas, y la sucesión de
gobernantes hasta la época de la conquista española.
Tanto como en el Popol Vuh, los anales identifican a Tulán, como el lugar originario
de los kaqchikeles. Sin embargo, Los textos difieren de otras fuentes históricas,
tales como Historia de los Xpantzay de Tecpán Guatemala, el Título de Totonicapán,
y el Popol Vuh en particular, en que menciona que los ancestros kaqchikeles
llegaron a Tulán "por mar" (ch'aqa palow), donde el sol desciende ("uqajib'al q'ij"),
es decir, el oeste. Los textos se refieren también a las rebeliones internas de los
k'iche', que finalmente forzaron al rey K'iq'ab el Grande a ordernar que los
kaqchikeles abandonaran Chaviar (Chichicastenango). Relata sobre la migración
hacia las montañas Razamut donde fundaronIximché, la capital kaqchikel hasta la
llegada de los conquistadores españoles.
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