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AMEN
Así esta Hermandad conmemora, contempla y da culto a los Misterios a que hacen
referencia sus Titulares:
En primer lugar, el Misterio de la Santa Cena, última que Cristo celebró con sus Apóstoles,
instituyendo la Eucaristía, "acción Sagrada por excelencia" (Lt. 7), derivando de ello el carácter
Sacramental de la Hermandad, cuyos miembros "no omitirán nada de cuanto pueda contribuir a
despertar en sus almas la devoción a la Sagrada Eucaristía" (Cn. 1.271).
Y por último, el Misterio profundo del Dolor corredentor de su Santísima Madre de Dulce
Nombre María, quien ve como tras los sufrimientos que esperan a Su Hijo a partir de la institución
de la Eucaristía, habrá de llegar también Su inmediata Resurrección, símbolo verdadero de toda
Su magnificencia y amor hacia sus hijos, todos nosotros. A Ella -por prerrogativa de su Maternidad
Divina- la invoca esta Hermandad como REINA, ABOGADA, AUXILIADORA Y MEDIADORA nuestra
ante Dios, porque ELLA es hacia donde se orienta la Iglesia, cuando quiere acentuar su selecta
vocación de ser siempre y en todas partes íntegramente de Cristo.
Esta Hermandad, por ser pública, goza en la Iglesia de personalidad jurídica propia, a
tenor del Cn. 313.
El hábito se compone de sotana cerrada de color marfil, capillo de raso blanco, cinturón
de raso color eminencia con tira de esparto sobrepuesta, beca cruzada en la espalda de color
verde, calcetines blancos y sandalias franciscanas negras; portando los hermanos hachón de cera
apoyado en la cintura, o cayado de madera con farol.
Podrán pertenecer a esta Hermandad todo varón o hembra bautizados, que, además de
cumplir con todos los deberes comunes a los cristianos, se comprometan a observar los propios
de la Hermandad.
Para solicitar el ingreso en la Hermandad, el candidato deberá ser presentado por dos
miembros de la misma a la Junta Directiva, que, asesorada por el Consiliario, se reserva el juicio
sobre su admisión, sin que en ningún caso pueda ser rechazado sino por razones graves.
Los menores de 16 años, no serán admitidos sin la expresa autorización de sus padres o
tutores, debiendo al cumplir dicha edad ratificar su deseo de pertenecer a esta Hermandad y de
acatar las presentes normas.
A) ACTIVOS.
Serán así considerados todos los hermanos mayores de 16 años, y con un año, como
mínimo, de antigüedad, con voz y voto y todos los derechos y obligaciones que se contienen en
estas normas.
B) ADHERIDOS.
Serán así considerados todos los hermanos menores de 16 años, y que ostentan el
derecho a participar en todos y cada uno de los actos de culto y actividades de la Hermandad, si
bien en las Asambleas y demás reuniones solo contarán con voz pero no con voto.
Serán también considerados como adheridos, los mayores de 16 años que no hubieren
alcanzado un año de antigüedad en la Hermandad.
C) HONORARIOS.
Serán así considerados aquellas personas que acepten tal nombramiento otorgado por la
Junta Directiva, en razón de su contribución moral o material al fomento de la Hermandad. En
ningún caso podrán ser al tiempo hermanos activos, ni nombrados por razones sociales, culturales
o políticas, conforme a las Normas Diocesanas sobre Asociaciones de Fieles.
Los hermanos activos tienen derecho y obligación de asistencia, con voz y voto, a cuantas
Asambleas Generales, tanto Ordinarias como Extraordinarias, se celebren.
Todos los hermanos tienen derecho a ser escuchados por la Junta Directiva, en cualquier
cuestión que se les plantee, tomándose las decisiones pertinentes al caso.
Del mismo modo todos los hermanos tienen el derecho de formular sus opiniones en
todas y cada una de las Asambleas que celebre la Hermandad.
En caso de fallecimiento, y tan pronto como tenga conocimiento de ello, la Junta Directiva
aplicará Misa por su alma, notificándose a los familiares del mismo el sufragio para que puedan
asistir. A dicho sufragio asistirán el Hermano Mayor y el resto de la Junta Directiva, portando la
insignia de la Hermandad.
Todo hermano, por el hecho de serlo, debe sentirse obligado, no solo al estricto
cumplimiento de los Estatutos de la Hermandad, y a la asistencia a cuantos cultos y actos se
organicen, sino también, y primordialmente, a comprometerse como auténtico cristiano, dando
testimonio de ello y procurando ejercer una perfecta labor apostólica en la vida cotidiana.
Así mismo tienen el deber de participar en la Estación de Penitencia todos los hermanos
mayores de 10 años, siendo aconsejable que los menores de dicha edad lo hagan desde el mismo
momento en que les sea posible.
Si hubiera una respuesta negativa o pertinaz por parte del mismo, deberá ser elevada ésta
ante la Junta Directiva en pleno, con la debida inclusión del Consiliario.
Y en el peor de los casos, agotada ya toda medida de caridad, se le aplicarán las sanciones
que establecen estos Estatutos.
Para poder discernir esta conducta, se establecerán tres causas principales: moral,
espiritual y material.
A tal efecto la Autoridad Eclesiástica procederá a escuchar antes, sin embargo, a dicho
Hermano Mayor y a los miembros de su Junta Directiva.
En todos y cada uno de los casos que por las anteriores causas se presenten, será de
obligado cumplimiento lo establecido en el artículo 14.
Aquel hermano que, habiendo causado baja desease su readmisión, lo hará una vez
desaparecida la causa sin que por ello recupere su anterior antigüedad, salvo que su situación de
baja haya sido motivada por error involuntario imputable a la Hermandad.
La misión pastoral con las Asociaciones Seglares, de la que se considera parte integrante
esta Hermandad, ha de ser ejercida por el Sr. Obispo de la Diócesis, con el que la Hermandad
mantendrá los contactos necesarios.
Así mismo, la Hermandad debe estar siempre en actitud de buena acogida a las iniciativas
del Consiliario.
Como testimonio de comunión, la Hermandad estimulará entre sus miembros una vida de
verdadera fraternidad, así como el servicio al bien común. Y, como expresión de amor a la
pobreza evangélica y solidaridad con los más desfavorecidos, procurará, en la medida de sus
posibilidades, atender a las necesidades y problemas de los más débiles, y trabajar por promover
la justicia social según las enseñanzas de la Iglesia.
La Asamblea General se celebrará, con el carácter de ordinaria, al menos una vez al año y
en tiempo de Cuaresma.
Los acuerdos serán válidos siempre que, en primera o en segunda votación, obtengan la
mayoría absoluta de los presentes con derecho a voto. En el caso de llegar a una tercera votación,
los acuerdos serán válidos si obtienen la mayoría simple de los votos de los presentes con derecho
a voto. Si después de una tercera votación se diera la igualdad de votos, puede resolver el Hermano
Mayor con su voto.
En el caso de elecciones, resultará elegida la candidatura que obtenga la mayoría absoluta
de los presentes con derecho a voto. Después de dos escrutinios ineficaces, la votación se hará
entre las dos candidaturas que hayan obtenido más votos. Si se diese empate, quedará elegida la
candidatura que presente para el cargo de Hermano Mayor al hermano de más edad (Can. 119).
Estos acuerdos y elecciones no podrán ser impugnados pasados treinta días hábiles,
después de la celebración de la Asamblea.
A) Aprobar las líneas generales de actuación para cada curso, presentadas por
la Junta Directiva.
C.- El Secretario.
D.- El Vice-Secretario.
E.- El Tesorero.
* De Grupo Joven.
* De Conservación de Patrimonio.
* De Costaleros.
G.- Los Vocales (en número a determinar en cada momento por la Junta Directiva
existente, sin que puedan exceder de cuatro).
Podrá optar al cargo de Hermano Mayor, todo aquel activo, mayor de veinticinco años, y
con más de cinco de antigüedad en la Hermandad. Deberá acompañar candidatura en la que se
ocupen los cargos señalados con las letras B, C, D, E y F por hermanos activos.
Las listas serán cerradas, votándose no únicamente el Hermano Mayor, sino al conjunto
de su candidatura.
Constituida la Junta Directiva, cada miembro solo podrá ser destituido por acuerdo
mayoritario adoptado en el seno de la misma.
El Hermano Mayor, una vez elegido por la Asamblea General, necesita ser confirmado
como tal por el Sr. Obispo de la Diócesis, y no podrá desempeñar cargos de dirección en partido
político u organización sindical.
El mandato ordinario de la Junta Directiva se extenderá a un período de cuatro años,
pudiendo los cargos ser reelegidos por iguales períodos.
- Observar y hacer observar todas y cada una de las normas que integran los
presentes Estatutos.
- Refrendar con su firma todas y cada una de las actas tomadas por el Secretario,
así como todas las certificaciones expedidas por el Secretario en nombre de la
Hermandad.
- Asistir a todos los sufragios que se celebren por el alma de los hermanos
difuntos.
- Asistir a todos los sufragios que se celebren por el alma de los hermanos
difuntos.
- Convocar a los miembros de la Junta Directiva para las reuniones de esta, así
como a todos los hermanos para cuantas Asambleas, actos y cultos se celebren, por
orden del Hermano Mayor.
- Tomar debida nota del número de asistentes a las Juntas y Asambleas, así como
efectuar el recuento de votos de cuantas elecciones y votaciones se efectúen.
- Asistir a todos los sufragios que se celebren por el alma de los hermanos
difuntos.
- Asistir a todos los sufragios que se celebren por el alma de los hermanos
difuntos.
- Asistir a todos los sufragios que se celebren por el alma de los hermanos
difuntos.
- Asumir las competencias que les sean atribuidas por el Hermano Mayor, con el
visto bueno del resto de la Junta Directiva.
- Asistir a todos los sufragios que se celebren por el alma de los hermanos
difuntos.
Ostentará el cargo de Consiliario el Sacerdote que sea nombrado por el Sr. Obispo,
pudiendo la Junta Directiva realizar sugerencias a este respecto aun cuando no sean vinculantes.
Representa al Ordinario, dentro de los límites de su oficio, para que "como hermano
entre hermanos, trabaje, juntamente con los seglares, en la Iglesia y por la Iglesia" (P.A.9), y sea el
impulsor de la espiritualidad de la misma, recibiendo todo el apoyo necesario de la Hermandad,
para el buen desarrollo de su misión, atendiéndole en todo cuanto requiere su labor.
Asimismo asistirá a las reuniones de Junta Directiva, y a todas las Asambleas Generales
que celebre la Hermandad, ocupando, a la derecha del Hermano Mayor, la Presidencia de éstas y
de los actos que se celebren, siempre que no participe en ellos como oficiante, asesorando en lo
que es materia propia de su cometido.
Deberá ser oído y dar su visto bueno en todo lo referente a actos de culto y proclamación
de la Palabra de Dios, llevando todas las directrices pastorales establecidas, impartiendo
catequesis, predicaciones, cursillos, charlas y convivencias entre los hermanos, para la más
perfecta formación cristiana de ellos, potenciando la vida espiritual y pastoral de las mismas.
Todos aquellos hermanos menores de treinta años que así lo deseen, podrán integrarse
en el Grupo Joven de la Hermandad.
Dicho Grupo Joven contará con una Junta Rectora encargada de coordinar todos los actos
a celebrar por el mismo, y a velar por el cumplimiento de todas las competencias establecidas en
el art.30.
En todo caso, la Junta Rectora deberá ser aprobada por la Junta Directiva.
El Grupo Joven se guiará en el orden religioso por los consejos del Consiliario de la
Hermandad, con el deber concreto de colaborar y participar en todos los actos de culto que
organice o a los que asista la Hermandad, y en especial en la Estación de Penitencia, intentando
con ello conseguir el carácter de respeto necesario hacia nuestros Titulares, dignos del
Sacramento de la Eucaristía, y respetuosos con el dolor expresado por nuestra Madre Mª Stma.
del Dulce Nombre.
Velará con especialísimo celo el adecuado cuidado de las imágenes de nuestros Sagrados
Titulares, en perfecta coordinación con Mayordomos y Camareras.
El Secretario de la Junta Rectora llevará al día Libro de Actas en el que se recogerán todas
y cada una de las reuniones celebradas tanto por dicha Junta como por el Grupo Joven, e
informará semanalmente al Secretario de la Hermandad de los hermanos que ingresen en el seno
del Grupo.
En toda su actuación, el Grupo Joven se regirá por los presentes Estatutos y por las
normas que en desarrollo de los mismos dicte la Junta Directiva.
Los hermanos que deseen efectuar la Estación de Penitencia como costaleros, deberán
solicitarlo con la antelación debida a la Junta Directiva, a fin de que se pueda, a la vista del
número de solicitudes y de las cualidades que se juzguen necesarias para conceder la
autorización, decidir quienes podrán formar las correspondientes cuadrillas.
Dado el alto honor que ello representa, estos hermanos costaleros se obligan, aparte de
lo previsto en estas normas, a prestar un interés especial a la preparación necesaria para llevar a
cabo de la forma más perfecta y digna su alto cometido, y vendrán sometidos en su realización, de
forma especial, a cuanto la Junta Directiva acuerde y ordene al Capataz que los dirija, y a las
órdenes directas y propias dadas por éste.
Podrá ser Capataz de esta Hermandad, todo hermano activo, con más de tres años de
permanencia en la misma, que haya sido hermano-costalero y sea elegido por la Junta Directiva.
Los mismos requisitos deberá reunir el Conductor, a excepción de haber sido hermano-
costalero.
EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO NOS GUARDEN PARA LA VIDA ETERNA Página 19
El Capataz tendrá como competencias las siguientes:
- Juzgar, junto con la Junta Directiva, las cualidades que se estimen necesarias
para la inclusión de nuevos hermanos-costaleros.
- Estar presente en todos los traslados, montajes, y todo lo demás que concierna
a nuestros Titulares y sus tronos.
V BIENES
Para el cumplimiento de sus fines, la Hermandad cuenta con los siguientes medios
económicos:
- Los bienes de cualquier naturaleza que le pertenezcan, así como sus rentas y
productos.
- Las donaciones y legados de que sean objeto, una vez aceptadas por la Junta
Directiva.
Al comenzar cada Junta Directiva su mandato, y con ello a ejercer la administración, hará
inventario de todos los bienes de la Hermandad, enviando copia al Ordinario.
Cada año, la Junta Directiva presentará a la Asamblea General Ordinaria para su
aprobación, relación de gastos e ingresos del ejercicio anterior, comprendiendo cada ejercicio un
período de tiempo que va desde el mes anterior a la fecha de la Asamblea General Ordinaria
anterior, hasta el mes anterior a la fecha de la Asamblea General Ordinaria en que deba rendirse
cuentas.
VI DISOLUCIÓN DE LA HERMANDAD-
La Hermandad se disolverá:
Si no quedare más que un hermano, en él recaerán los derechos de todos, si bien con
estricta observancia de todas y cada una de las prohibiciones establecidas en estas normas.
Las presentes normas podrán ser modificadas en todo o en parte a propuesta de la Junta
Directiva en ejercicio, con la correspondiente aprobación de la Asamblea General Ordinaria o
Extraordinaria convocada al efecto y la aprobación del Sr. Obispo.
Queda a salvo lo establecido en el Artículo nº12, párrafo segundo.
A ESTOS ESTATUTOS
Todo hermano tendrá derecho a impugnar los actos realizados y acuerdos adoptados
tanto por la Junta Directiva como por la Asamblea General, que se consideren contrarios a lo
dispuesto en los presentes Estatutos.
Toda impugnación será presentada por escrito ante cualquiera de los miembros de la
Junta Directiva, el cual la trasladará inmediatamente al Secretario. En la misma se contendrá, al
menos, el nombre, apellidos y domicilio de quien la presente.
La Hermandad procurará secundar las orientaciones del Concilio Vaticano II, las de la
Conferencia Episcopal y las del propio Obispo Diocesano respecto a asociaciones de los fieles.