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JURISPRUDENCIA LABORAL:

Prescripción en materia de riesgos del


trabajo -Prestaciones sistémicas.-
Juzgado de Primera Instancia en lo Laboral de la Quinta Nominación, Santa
Fe. Juez: Dra. Patricia De Petre Santa Fe, 29 de Noviembre de 2007.-
Y VISTOS: estos caratulados “FERRERO, César Oscar c/ PROVINCIA DE SANTA
FE s/ C.P.L.” (Expte. N° 501, Año 2006), que se tramitan por ante este Juzgado
de Primera Instancia del Distrito Judicial Nº1 en lo Laboral de la Quinta Nominación de
ésta ciudad; de los que - - - - - -
RESULTA: I) Que César Oscar FERRERO, por apoderado ha iniciado la presente acción
tendiente al Cobro de Indemnización por Accidente de Trabajo contra la Provincia de
Santa Fe. Manifiesta que el reclamo es por el importe correspondiente a las prestación
dineraria de pago único que le es adeudada como consecuencia de la disminución de
sus aptitudes laborales derivadas de los accidentes de trabajo sufridos en fecha
13/07/2001 y 19/09/2003, siniestros éstos que fueran debidamente reconocidos por
acto administrativo regular, firme y consentido expedido por autoridad competente.
Que el monto de la reparación será determinado por Pericial Contable a practicarse
luego de determinado el porcentaje de incapacidad que padece, de acuerdo a los
parámetros que a tales efectos establece la ley 24557, con más la adición de los
intereses devengados desde la mora y hasta el efectivo pago total, y con la debida
actualización del monto indemnizatorio adeudado. Afirma que es dependiente de la
Policía de la Provincia de Santa Fe, revistiendo la jerarquía de Oficial Auxiliar del
Cuerpo de Seguridad Escalafón General de la citada repartición y que en fecha
13/07/2001 en ocasión de encontrarse en cumplimiento de las tareas propias del
servicio integrando un procedimiento policial dispuesto por la superioridad para la
captura de mal vivientes en la zona de la costa de Sauce Viejo, sufrió un accidente de
trabajo al resbalar en el fango y caer pesadamente sobre la rodilla derecha lo que dio
origen a una grave lesión en la articulación de referencia que le impidió la
normal bipedestación. Asegura que con posterioridad fue reincorporado al servicio,
habiéndose consolidado el daño que disminuyó las aptitudes laborales, sin haberse
expedido la Junta de Incapacidad de la DGMLP sobre el porcentaje de afectación de la
capacidad de ganancia. Agrega que en ese marco y en fecha 19/09/2003, en
oportunidad de encontrarse de guardia en las inmediaciones del barrio FONAVI Don
Bosco entre las torres F y G patrullando la jurisdicción, recibió el impacto de un
proyectil en el móvil lanzado desde las torres por dos masculinos, dando origen a la
persecución de los mismos y debido a la oscuridad de dicha zona tropezó sufriendo
una nueva lesión en la misma rodilla, debiendo ser asistido y recibiendo la atención
del médico policial Dr. De Feo quien constató las lesiones confeccionando la
correspondiente ficha lesiográfica. Agrega que en ambos siniestros, el señor Jefe de la
URI, por resolución fundada de fecha 15/08/2001 y 30/04/2004, declaró la
profesionalidad de las lesiones padecidas, encuadrándolas dentro de las previsiones
del art. 19 del Decreto 4413/79 (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales).
Afirma que como consecuencia de ello, en fecha 20/02/2004 solicitó la constitución de
Junta Médica Oficial, por ante la Secretaría de Estado de Trabajo de la Provincia de
Santa Fe, para que se determine el grado de la afectación discapacitante y se
practique la correspondiente liquidación del monto indemnizatorio. Que ante la
morosidad inexcusable de los distintos órganos de la accionada, en fecha 07/04/2004
se presentó el correspondiente requerimiento de Pronto Despacho a los fines de
solicitar nuevamente la constitución de Junta Médica y expidiera el pertinente
dictamen definitivo. Afirma que luego de reclamar ante el Poder Ejecutivo (ley 7234) e
interponer un nuevo pedido de Pronto Despacho en fecha 25/05/2004, al no haber
tenido respuesta acude a ésta instancia para obtener la justa tutela de los derechos.
II) Citada y emplazada para que comparezca a estar a derecho y conteste la
demanda, a fojas 23/26, lo hace la Provincia de Santa Fe, por medio de la Fiscalía de
Estado. Opone la defensa de prescripción, afirmando que la acción resulta alcanzada
por la norma contenida en el art. 44 de la ley 24557, que establece de manera
expresa que las acciones derivadas de accidentes de trabajo prescriben a los dos años
de producido el hecho que da lugar a la misma, y como surge del propio expediente
administrativo de modo irrefutable, el hecho generador tuvo lugar el 13/07/2001, y la
gestión administrativa tendiente al reconocimiento de la profesionalidad de las
lesiones tuvo lugar el 15/08/2001, por lo que solicita que así sea declarado. Agrega
que la solicitud de fojas 4 del expediente administrativo indicado, carece de efecto
alguno relativo a la interrupción o suspensión de la prescripción, por cuanto no
contiene requerimiento formal alguno, y además de ello lo efectúa el 20 de febrero de
2004, cuando ya había transcurrido en exceso el plazo de la prescripción.
Subsidiariamente contesta la demanda, reconociendo el vínculo que los une con el
actor, el cargo desempeñado y que en ambas fechas indicadas en el escrito
introductivo de instancia ocurrieron los siniestros denunciados que fueron
considerados como tales por el Jefe de la Unidad Regional I. Argumenta que pese a lo
expresado, en el caso no se ha dictado el “acto administrativo” como acto jurídico de
derecho público final del procedimiento que reconozca el derecho, ni el mismo ha sido
denegado por la autoridad administrativa ni se ha configurado denegación presunta a
la habilitación de la vía judicial, negando la admisibilidad de la acción judicial
intentada. Agrega que la ausencia al momento de la demanda de la conclusión
mediante los actos previstos legalmente, para el procedimiento de determinación y
declaración de la incapacidad, sumado a la circunstancia de que en las actuaciones no
se advierte la existencia de una mora administrativa. Argumenta, que tampoco puede
dejar de tomarse en consideración que el sistema de la ley tiene su finalidad concreta,
en evitar litigios judiciales para lo cual elabora un régimen o procedimiento que
permite la tutela inmediata del damnificado mediante un sistema de “prestaciones
dinerarias”, que incluye una provisoria reducida durante el lapso de la provisionalidad
de la Incapacidad Laboral Permanente Parcial. Afirma que en este supuesto, la
Administración ha abonado el total de la remuneración del agente y no el 70 % que
prevé la disposición, circunstancia que justifican en mayor medida la improcedencia de
la acción tal como ha sido propuesta. Niega que se deba abonar suma alguna con
adición de intereses, funda su derecho, ofrece la prueba pertinente y solicita el
rechazo de la demanda con costas.- -
III) Advirtiéndose que en la oportunidad procesal adecuada no se había corrido
traslado a la actora de la defensa de prescripción, a los fines de reencausar el
procedimiento se ordena el mismo por decreto de fecha 17/05/07. A fojas 83/4 es
contestado dicho traslado, peticionando -la demandante- el rechazo de la prescripción
opuesta. En fecha 11/08/06 -fojas 64 vto. se llaman los autos, y agregado el alegato
de la parte actora -única en alegar-, quedan en estado de ser resueltos; y - - - - - - - -
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CONSIDERANDO: I) Tal como ha quedado trabada la litis, resulta indiscutido en los
presentes, la vinculación habida entre las partes, así como también la existencia,
mecánica y calificación de los accidentes denunciados tanto el ocurrido en fecha
13/07/01 como el posterior de fecha 19/09/03, que inclusive fueran objeto del dictado
de sendas resoluciones de la Jefatura de Policía de la Provincia reconociendo la
“profesionalidad de las lesiones” en fecha 15/08/01 y 30/04/04, de suerte tal que
corresponde entonces determinar el derecho del actor a percibir la indemnización que
reclama.
Siguiendo el orden de los planteos realizados por la accionada y las defensas
esgrimidas, analizaré en primer lugar la prescripción opuesta respecto del accidente
acaecido en fecha 13/07/01.
Precisamente el instituto de la “prescripción” en la hermenéutica de la L.R.T. ha sido
objeto de debate en orden a como se encuentra allí diseñado.
Luis Enrique RAMIREZ, en SU obra “RIEGOS DEL TRABAJO- Manual Práctico (Ley
24557)-” parte de considerar que a la teoría general de las prescripciones la
encontramos en el Código Civil (arts.3947 a4043) y que, por su parte, la LCT contiene
una regulación complementaria, específica para las obligaciones laborales
(arts.256,257). Nos enseña, además que la “L.R.T. se refiere al tema, en su art.44, el
que contiene dos reglas que marcan -a mi criterio- cuáles son los intereses protegidos
por el sistema: las ART tienen diez (10) años para demandar el pago de sus
créditos. Los trabajadores sólo dos (2). No obstante, en este último caso, el plazo de
prescripción se comienza a contar desde la fecha en que cada prestación debió ser
otorgada (las que son en especie), o abonada (las dinerarias).Ello significa que la
obligación de pagar el ingreso base (IB) durante la incapacidad laboral temporaria, por
ejemplo, se prescribe -mes a mes- a los dos (2) años, a contar desde la fecha de
vencimiento del plazo para su pago.” Continúa afirmando que hay que tener en cuenta
esta forma de contar el plazo de prescripción dado los largos períodos de
provisionalidad según los grados incapacitantes y que “parecería” que la víctima de un
infortunio laboral “podría reclamar prestaciones dinerarias hasta varios años después,
de ocurrido el siniestro.” Agrega, que si no se hizo la denuncia oportunamente,
perdería las prestaciones anteriores al inicio el reclamo, pero por las posteriores
tendría hasta dos años para reclamarlas. Agrega, que conforme a lo previsto en el art.
44 LRT en ningún caso el plazo de prescripción puede superar los dos años contados
de la ruptura del vínculo laboral. Luego alude a la suspensión e interrupción según lo
previsto en los arts. 3986 del CC y 257 LCT. En cuanto a la “suspensión” se verifica
como consecuencia de una intimación por medio fehaciente (telegrama, carta
documento, etc) reclamando el cumplimiento de la prestación.
Por su parte, Carlos Alberto ETALA (“Derecho de la Seguridad Social”, Ed. Astrea, año
2007, pág.307/8) sostiene que “la jurisprudencia ha aclarado que, dado que la
prescripción es un medio de extinción de la acción, su cómputo debe comenzar a
correr desde que ella pudo ejercerse, es decir, desde que la parte afectada estuvo en
condiciones de accionar en defensa de sus derechos, por haber adquirido un cabal
conocimiento del grado de incapacidad resultante de su enfermedad o accidente.” Cita
al pie de página el fallo de la Cámara Federal de Seguridad Social, Sala III, de fecha
22/04/02. En efecto, en la causa “OTHAZ, OLGA E. C. CONSOLIDAR ART SA Y OTRO”,
la doctrina que surge del fallo es la reseñada por el citado autor. Bajo otro aspecto, en
su voto el Dr.Fasciolo insiste en el tema agregando: “En este mismo orden de ideas
he de agregar que la parte actora no estuvo en condiciones de accionar en
reclamo de su derecho sino a partir del momento en que el perjuicio sufrido
estuvo definitivamente determinado, circunstancia que sólo cabe tener por
configurada al momento en que adquirió cabal conocimiento del grado de
incapacidad resultante de su enfermedad (CNTrab., sala III, 31/7/88,
"Gómez, L.P. c. M.C.B.A." y Suprema Corte de Justicia de la Prov. de Bs. As.
"Mantovani, Alfredo Norberto c. Somisa", 1/3/94, entre muchos otros -DT, 1994-B,
2245, LLBA, 1994-147, DJBA, 146-1875-). El mismo temperamento fue
compartido por la C.S.J.N. al sostener que para el cálculo del plazo de
prescripción corresponde arrancar desde aquél hecho que precisamente
determina la incapacidad en forma fehaciente (Fallos 306:337), lo que
requiere de una apreciación objetiva del grado de incapacidad que ponga de
manifiesto el cabal conocimiento de su invalidez por parte del trabajador, sin
que pueda suplirse esta exigencia sobre bases inciertas que no demuestran
de manera concluyente que el recurrente dejó transcurrir los plazos legales
consciente de las afectaciones que lo aquejaban (Fallos 308:2077).”
Comentando dicho fallo la Dra. Amanda Lucía Pawlowski de Pose, en un artículo
publicado en la Revista “Derecho del Trabajo” (2003-A-933), bajo el título “Sobre la
prescripción liberatoria en materia de responsabilidad emergente de la ley de riesgos
del trabajo”, nos ilustra sobre el tema afirmando que “En el caso que nos ocupa ... se
debate la operatividad de una defensa de prescripción liberatoria y el tribunal federal
realiza valiosas precisiones relativas a la aplicación racional del art. 44 de la ley
24.557 reivindicando criterios previos que habían sido adoptados para resolver
controversias derivadas de la aplicación de las leyes 9688 y 24.028.” “La decisión
adoptada coincide con la que, en su momento, defendieron los juslaboralistas al
analizar las directivas de normas siniestrales que sirven de antecedente histórico a la
ley 24.557.” “Así, Cabanellas expresa que: "el término de prescripción no
comienza a correr sino desde el momento en el cual sea definida en su clase
la incapacidad resultante, de modo que el accidentado se encuentra en
condiciones de conocer la indemnización que le corresponde; el hecho
generador de la responsabilidad del patrono, punto de partida para la
prescripción en materia de accidentes laborales, debe tenerse por ocurrido,
en caso de incapacidad, cuando ésta se manifieste realmente, de manera que
le impida al obrero el normal desempeño de sus tareas, o cuando el
trabajador se halle en condiciones de conocer la gravedad del mal y las
consecuencias del mismo sobre su capacidad profesional", mientras que
Meilij asevera que la prescripción corre "desde el momento en que la víctima
ha tenido conocimiento exacto de las consecuencias que el infortunio
ocasionó en su capacidad laborativa". “En síntesis, si bien la sanción de la ley
24.557 ha cambiado sustancialmente el régimen vigente en materia de
atribución de responsabilidad y cobertura de siniestros laborales, hay
determinados aspectos que no han sufrido modificación sustancial como
sucede respecto a la figura de la prescripción liberatoria en la que se
mantiene incólume el principio de racional conocimiento de la lesión sufrida
para el nacimiento del cómputo prescriptivo.”
Más allá de lo esgrimido precedentemente, un reciente -11/10/07- fallo de la Sala II
-integrada- de la Cámara de Apelaciones del Trabajo, se expidió en un caso donde se
debatía una situación -mutatis mutandi- similar a la ventilada en el sub examine,
precisamente la demandada (CAJA DE JUBILACIONES Y PENSIONES DE LA PROVINCIA
DE SANTA FE) ante un accidente de un agente de dicha repartición había opuesto
como defensa la prescripción. Como comparto los fundamentos de dicho decisorio, me
permito realizar la cita de la parte pertinente del mismo, obrando la misma como
argumento del sub lite. Cabe aclarar, que el Señor Juez de anterior Instancia había
admitido la defensa de prescripción opuesta por la accionada. En dicho orden de ideas
la Exma.Sala se expide en los siguientes términos: “El primer yerro que cabe atribuir a
la sentencia recurrida es que toma la fecha del accidente como dies a quo del cómputo
prescriptivo, siendo que la misma no es decisiva a tales fines según los arts. 43 y 44
de la L.R.T., normas de las que deriva sin esfuerzo que ha de tomarse la fecha de la
denuncia del siniestro a partir de la cual nace el derecho a recibir las prestaciones y,
respecto de cada una de ellas, desde que debió ser abonada o prestada (según se
dineraria o en especie). Como en la especie se reclamó una indemnización por
incapacidad permanente, ella, de proceder, debió abonarse luego de cesado el lapso
de I.L.T. que la ley fija, a salvo de declaración anterior o muerte, en una año (art. 7
L.R.T.). Adviértase que este es el punto de vista de la demandada-recurrida, ya que en
ningún momento propuso como día de inicio de cómputo bienal el de la ocurrencia del
accidente, sino la de la realización de la Junta Médica ante la S.E.T.S.S. (f.195 vta.).En
rigor, según lo dispone la Resolución S.R.T. 104/98, tampoco es este el momento en
que la prestación “debió abonarse”, sino el de 15 días posteriores a la comunicación al
responsable del dictamen u homologación que determinó el porcentaje de incapacidad.
Es decir, en todo caso, lo que hubieran prescripto serían las prestaciones por I.L.T. y
no las que eran inexigibles antes del transcurso de dicho plazo. Pero, además, la
singularidad del “atípico diseño de acceso a la jurisdicción previsto por la ley 24.557”,
como lo ha caracterizado la C.S.J.N., obliga adecuar las reglas y precedentes sobre las
causas por las que en el curso prescriptivo se interrumpe o suspende, por la evidente
razón de que las acciones judiciales no están allí previstas como cauce normal y
ordinario de los reclamos. En tal sentido, no comparto en absoluto el criterio del Sr.
Juez de anterior instancia en orden a que en materia de accidentes de trabajo no
resultan aplicables, al no estar expresamente previstas, las reglas comunes sobre
suspensión o interrupción de la prescripción. En efecto, el hecho de que la L.R.T. diga
nada sobre el punto no puede ser interpretado como una voluntad legislativa expresa,
posterior y especial que tenga efecto derogatorio respecto del art.257 L.C.T. ni sobre
el Código Civil. Por el contrario, se trata de un claro supuesto en el que el Derecho
común cumple una función de integración supletoria. Dado que la demandada no se
encuentra en situación de “afiliada” conforme a la L.R.T., sino en situación de auto-
seguro, es evidente que en uno u otro caso quedó emplazada como responsable
sistémica de las prestaciones, de suerte que el pronto despacho deducido el 19/04/00
(f.79) resultó un modo idóneo -en tanto voluntad de actuar impuesta al legitimado
pasivo- para interrumpir el curso prescriptivo. Ello así por cuanto, como resulta obvio
en el contexto jurídico-objetivo de la L.R.T., la reclamación administrativa de carácter
necesario es equiparable a una demanda en el sentido del art. 3986 del C.C. O, cuanto
menos, a una interpelación fehaciente en el sentido de su segundo párrafo.” ...”Así,
correspondiendo la denuncia del siniestro al empleador en la arquitectura de la L.R.T.,
es evidente que el impulso oficioso dado por la Caja a la intervención de la S.E.T.S.S.,
cuya intervención se solicita en sucesivos “pases” a los fines de determinar las
consecuencias de un accidente cuya naturaleza laboral se entendió incuestionable
...implica un reconocimiento del derecho ya que, como la ha entendido reiteradamente
la doctrina de la CSJN, la ulterior determinación de las consecuencias mediante los
peritajes que resulten menester para cuantificar la acreencia tiene carácter declarativo
y no constitutivo” (“SEGUI, Juan Alberto c/CAJA JUB. PENS.PROV. STA.FE
S/ACCIDENTE DE TRABAJO” (Expte. 135- F°347- Año 2006; primer voto del Dr.JOSE
DANIEL MACHADO al que adhiere el Dr. JULIO VILLAGGI).
Trasladando estos conceptos al caso en examen y analizadas las constancias de autos
destaco que respecto del siniestro acaecido en fecha 13/07/01, que fuera reconocido
por el Señor Jefe de la Unidad Regional N°1 en fecha 15/08/01 declarando la
profesionalidad de las lesiones que en la fecha aludida experimentara el actor (vid.
fojas 3 y 110), habiendo cesado el lapso de la I.L.T. en fecha 13/07/02 (un año a
contar desde la primera manifestación invalidante, art.7 inc.c) L.R.T.), concluiremos
que a la fecha en que se solicitara la constitución de Junta médica y pago de las
indemnizaciones pertinentes-20/02/04- (Expediente Administrativo incoado por ante
la S.E.T.S.S. Nº016001-0058706-4 y similar presentación por ante el Ministerio
Coordinador de fecha 07/04/04) no había operado la prescripción bianual. Pero
además, ha quedado claro -conforme a la trascripción del fallo arriba realizada- las
viscisitudes a tener en cuenta a la hora de aplicar este instituto.
Lo cierto es que, conforme a lo argüido precedentemente, habré de rechazar la
defensa de prescripción opuesta por la parte demandada.
II) He de analizar ahora la procedencia de la reparación pretendida. Respecto del
segundo accidente acaecido 19/09/03, se planteó –de suyo que subsidiariamente
también respecto del ocurrido en el año 2001- que no se encontraba habilitada la vía
judicial para su reclamo, dado que no existía una decisión ya sea expresa o por
denegación de la administración para habilitarla de conformidad al procedimiento
vigente.
Reitero en los presentes, y sobre el particular los fundamentos de los que eché mano
a la hora de pronunciarme en la causa “MOYANO, Mónica Alejandra c/ PROVINCIA DE
SANTA FE s/ACCIDENTE DE TRABAJO” (Expte. N°489, Año 2006), transcribiendo a su
vez lo decidido en “BAICHE”, en orden a que “Tratándose la especie de un accidente de
trabajo, circunstancia reconocida en el responde, queda fuera del ámbito de aplicación
de la ley 11.330 y de las condiciones requeridas por la misma para la llamada
“habilitación de instancia”. Bastaba, en cambio, con el mero reclamo de la ley 7234
que en el caso debe juzgarse satisfecho mediante las piezas glosadas a fs. 9 y 11. Por
otra parte, siendo el derecho sustancial aplicable al caso la Ley Nacional 24.557, las
prestaciones por incapacidad parcial permanente deben ser satisfechas mediante
único pago dentro del plazo dispuesto por la Resolución S.R.T. N°104/98, lapso que se
encontraba holgadamente vencido al momento en que se hace efectiva la percepción
de la suma liquidada.”—
En efecto, la instancia judicial se inicia en fecha 29/11/04, luego del reclamo y
solicitudes de pronto despachos –como lucen en autos- totalmente desoídos,
superándose los plazos contenidos en la citada resolución.
Ahora bien, ofrecida la prueba pericial médica pertinente, a los fines de la
determinación del grado de incapacidad del actor y sus factores de ponderación
conforme a la ley de Riesgos del Trabajo, la misma se realiza –en ausencia de la
contraria pese a su debida notificación- y las conclusiones del dictamen arrojan el
19,28% de incapacidad Parcial, Permanente y Definitiva (vid fojas 55/57), como
consecuencia de una “menisectomía del menisco interno de rodilla derecha, con dolor,
resaltos e hipotrofia muscular” provocada por el accidente de trabajo del que fuera
víctima en fecha 19/09/03. En su informe el Perito actuante solo alude –del principio
al fin de su dictamen- a las consecuencias del accidente ocurrido en fecha 19 de
setiembre de 2003, no refiriendo ni el actor ni tampoco el profesional de la medicina al
primero de los denunciados (13/07/01). Lo cierto, es que no impugnado por ninguna
de las partes, resulta de suya abstracta la determinación del primero, y aclaro,
tampoco deviene ocioso lo argumentado en punto a la defensa de prescripción.
De resultas de todo lo expuesto, y siendo la salud del trabajador objeto de preferente
tutela constitucional, corresponde hacer lugar a la demanda instaurada, teniendo en
cuenta -además- que la demandada no solo no compareció a la audiencia prevista por
el art. 51 de la ley 7945, sino que tampoco cuestionó el dictamen pericial obrante en
autos que determina la incapacidad de quien acciona, conducta ésta que no puede
tampoco pasar inadvertida.
III)a) De lo expresado en el considerando anterior surge palmaria la incapacidad
atribuida al actor, resultando por ende procedente la demanda debiendo hacerse lugar
a la prestación dineraria de pago único prevista por el art. 14 ap.2 a) de la Ley 24.557
y, condenando a la demandada a pagar la indemnización reclamada en el plazo que se
establecerá razonablemente, teniendo en cuenta que se trata de una administración
pública, firme que sea la liquidación que se practique.
En lo atinente a los intereses y el momento a partir del cual se computarán los
mismos, deberá tomarse la fecha de notificación a la demandada –cfr.fojas 51- del
dictamen obrante a fojas 55/7 que determina por fin la incapacidad que porta
FERRERO, luego se contarán primero los quince días previstos por Resolución
N°104/98 SRT y luego treinta días corridos según Resolución N°414/99 SRT (art.2°) y
hasta el efectivo pago. Cabe aclarar, que encuentro ajustado a derecho el parámetro
indicado, siguiendo en ello, el criterio expuesto por autores como Vázquez Vialard, al
señalar que una vez determinada la incapacidad por la Junta Médica, el trabajador
tiene delimitada su obligación patrimonial y es en dicha ocasión en que las partes
conocen con precisión sus derechos y obligaciones.
b) El interés compensatorio que se fija es el equivalente al promedio mensual de la
tasa de Interés activa fijada por el Banco de la Nación Argentina para el otorgamiento
de préstamos .--
III) Las costas se cargarán al vencido atento a lo previsto por el art.101 C.P.L. y la
doctrina que surge de los precedentes “OLIVA, Dalila c/PROVINCIA DE SANTA FE
s/ACCIDENTE DE TRABAJO” Expte.19/2006(sentencia del 28/09/06 de la Sala II de la
Excma. Cámara de Apelación en lo Laboral) y “AVILA, Hernán Uriel c/PROVINCIA DE
SANTA FE S/ACCIDENTE DE TRABADO” EXPTE.129/06 (Sentencia de fecha 07/02/07
de la misma Sala), entre otros.
Por ello;-
RESUELVO: I) hacer lugar a la demanda, condenando a la PROVINCIA DE SANTA FE
a pagar al actor César Oscar FERRERO (DNI N°23.171.990), en concepto de
indemnización por accidente de trabajo, la suma que arroje la liquidación que deberá
practicarse en autos, en el plazo de 30 días de quedar firme la misma.
II) Establecer que para el cálculo indemnizatorio se aplicará un interés compensatorio
equivalente al promedio mensual de la tasa de Interés activa fijada por el Banco de la
Nación Argentina para el otorgamiento de préstamos, que se computarán desde la
fecha indicada el considerando III) a) y hasta el efectivo pago.
III) Imponer las costas a la demandada (art.101 C.P.L.).

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