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JINETE 1
¡Vamos!
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SEC. 3: INTERIOR BOSQUE MICHOACAN. DIA.
JINETE 1
(Sonriendo)
¡Señor de la Vega! ¿Dónde está? Sólo queremos hablar
con usted.
JINETE 1
¡No sea terco hombre! El patrón le ofrece un buen
trato.
JINETE 1
Usted quiere detener el progreso y eso nos perjudica
a todos. Si no quiere sacar el oro de la mina ¿Para
qué arriesgar la vida por ella?
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Un viejo indio observa la escena desde un promontorio
rocoso en una colina cercana. Es un hombre muy arrugado
pero que irradia dignidad y poder. Por su atuendo,
tatuajes y abalorios, se ve que es un chamán. El hombre,
que sujeta un báculo retorcido, lo agarra con ambas manos
e inclina la cabeza a modo de meditación. Comienza un
canto monótono en voz baja. En la parte interior de uno
de sus antebrazos vemos una mancha de la piel que, a modo
de tatuaje natural, hace un dibujo bien diferenciado
que recuerda a una mariposa y una espiral. Algunas
mariposas monarca comienzan a revolotear junto a él. El
chamán levanta su cabeza. Parece en trance. Sus ojos son
completamente negros. El cántico sube de volumen.
JINETE 1
¡Déjale correr! Va hacia el viejo pozo de la mina.
Mejor le damos una sorpresa.
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JINETE 1
(Negando con la cabeza y con una sonrisa en el rostro)
¡Vaya!, parece que hoy no es su día de suerte.
JINETE 1
(Alarmado)
¿Qué pasa, cuate? ¿Qué viste?
JINETE 2
(Vuelto en su silla mirando inquieto)
No sé…
JINETE 1
Te dije que no tomaras mescal, hermano. Me tienes
loco con tus cosas de muertos y todas esas pamplinas
de…
JINETE 1
(Apuntando con precisión)
Se le acabó el tiempo, licenciado. Le veré en el
infierno.
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JINETE 2
(Asustado)
¡Vámonos! ¡Aquí está pasando algo!
JINETE 1
¿Qué demonios?...
JINETE 2
(Aterrorizado)
¿Qué es eso? ¿Qué son esas cosas?
JINETE 1
(Al lado de su compañero)
El diablo, Ramiro, son esos indios muertos del
diablo…
Ambos empiezan a disparar. Los espectros avanzan.
A negro.
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macrofotografía los huevos de una puesta de mariposas
monarca. Algunas orugas comienzan a salir de los huevos.
Suena el tema principal de la película.
R E N A C E R
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mundo con sus pequeños cascos.
MARTA
¡Supi, mira esto! Las orugas están gordísimas.
MARTA
Bueno, Pulgas, pues míralo tú. Supi está atontada con
ése.
MARTA
¿Ves? Las orugas ya se han hartado de comer estas
plantas. No sé a dónde, pero deben estar haciendo los
capullos para irse. A ver quién es el primero que ve
una monarca volando.
MARTA
Quieres jugar ¿eh?
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Paul, el marido de Ana y padre de las niñas, entra en la
cocina, saluda distraído a Tlulik y se sirve un café.
Mientras lo hace mira a su mujer.
PAUL
¿Qué tal, Ana? ¿Qué miras tan interesada?
ANA
(Sin apartar la vista del exterior)
A tus hijas.
PAUL
(Acercándose mientras sorbe un poco de café demasiado
caliente)
¡Mis hijas! ¡Qué miedo! Cada vez que son “mis hijas”
en vez de “nuestras hijas” me pongo en guardia.
ANA
(Volviendo a mirar por la ventana)
Miraba a “nuestras hijas”. Míralas. Yo sí que tengo
miedo de lo rápido que pasa el tiempo. Mira a
nuestra “enana”. Es una mujer.
PAUL
¡Venga! ¡Anda, no exageres! Ha crecido mucho pero
sigue siendo…
PAUL
¡Qué demonios está haciendo ése!
Ana le mira de reojo y sonríe.
ANA
“Ése” es Mark, el hijo mayor de los Lalou. Le conoces
desde que nació. Yo diría que lo que están haciendo
es ligar.
PAUL
¿Ligar? ¿Mark? Será… ¿Y tú le dejas? ¿No haces nada?
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ANA
¿Has visto a tu hija?
PAUL
Sí he visto a “nuestra” hija ¿por qué?
ANA
Pues que no parece que le moleste mucho ¿no?
PAUL
Pero si es una niña. Voy a decirle un par de cosas a
ese…
TLULIK
(Para sí misma)
¡Hombres…!
ANA
(Cortándole divertida)
¡Venga Paul! Déjate de chorradas. Vas a hacer el
ridículo. No querrás ser el típico padre paliza que
no quiere reconocer que su hija crece ¿no? Es de
libro. Y no están haciendo nada malo.
PAUL
(En voz más baja y tras pensar en silencio)
Creo que esto me va a costar un mundo. No puede pasar
tan pronto. No hace ni un año que me lo contaba todo.
Y ahora me cuesta cada vez más hablar con ella; que
me cuente algo. Sólo escucha a su aparato de música.
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se acerca un hombre. Es delgado, de estatura media, con
el pelo gris, largo y abundante, sujeto en una coleta.
Lleva una cazadora de cuero de la que sobresale una
camisa de algodón blanca hasta medio muslo. Unos vaqueros
desgastados y un morral de cuero viejo completan su
indumentaria.
PAUL
¿Quién es ése? Parece muy interesado en las niñas.
Voy a ver qué quiere. Seguro que es un vendedor.
ANA
¡Espera Paul! Ya voy yo. Creo que es para mí.
PAUL
¿Le conoces?
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queda parada de golpe. Ha reconocido a Vicente, un indio
purépecha que trabajaba con su padre desde que ella era
pequeña. Los años que llevaba sin verlo le han envejecido
pero ahora que lo ve de cerca lo reconoce. Y eso la
asusta. No puede imaginar qué hace allí, en Canadá.
VICENTE
Hola, Papalotl.
ANA
(Caminando hacia él)
¡Vicente! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces aquí? Te hacía de
viaje con mi padre.
MARTA
(Corriendo hacia Ana)
Mamá este señor dice que nos conoce y que soy una
mariposa muy especial…
ANA
(Haciendo un esfuerzo por concentrarse)
Luego, Marta. Luego venís con Vicente y os cuenta
cosas de mariposas. Anda, vete con tu hermana y
entrad a recoger el cuarto. Yo tengo que hablar con
Vicente.
ANA
(Nerviosa, como si supiera la respuesta)
¿Cómo está papá? Me dijo que salía contigo pero llevo
días llamándole y no hay forma de localizarle. Su
teléfono no da señal y no tiene móvil. Esa manía de
no usar móvil…
VICENTE
Tu padre emprendió el vuelo, Papalotl. Hace dos días.
Cuando se fue a dormir me dijo que debía emprender su
vuelo. Y me pidió que fuera yo quien te lo dijera y
quien te trajera esto.
El indio saca del morral un paquete de cartas. Ana intenta
asimilar lo que le está diciendo. Gruesas lágrimas
empiezan a caer por sus mejillas.
VICENTE
Me pidió que te despidiera, que te dijera que no te
apenaras, que él ahora está mejor que nunca y que
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siempre le tendrás a tu lado. Las inundaciones nos
han dejado sin línea en Angangueo desde hace más de
una semana. No había forma de avisarte.
SUSANA
(Asustada)
¡Mamá!
VICENTE
El Sr. De la Vega quería que su familia esparciera
sus cenizas en su querido bosque el Día de Todos los
Santos, en la fiesta de los muertos del pueblo. Por
otro lado, y aunque no sea el momento para hablar de
estos temas, tienes que presentarte con tu hermano en
la notaría para haceros cargo del testamento. Tenéis
hasta el día anterior a Todos los Santos. Ya sabes,
por culpa del litigio con vuestro primo.
VICENTE
(Mirando a las niñas)
Tengo algo más para vosotras dos.
VICENTE
Son para ti. Sé que tu abuelo las escribió los
últimos días.
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se sienta y las mira. Todas llevan su nombre. Marta mira a
su hermana y luego a Vicente. Su mirada indica que también
ella espera algo de su abuelo. Vicente la mira de reojo y
sonríe con timidez. Busca en su bolsa de viaje y saca un
único sobre.
VICENTE
(Tendiéndoselo a Marta)
Y esto para la más pequeña.
ANA
(Mientras se levanta, con voz cansada)
Bueno, vamos a comer algo. (Mirando a Vicente) Debes
estar hambriento y cansado después del viaje.
PAUL
Déjalo, ya me encargo yo de la comida. Os aviso
cuando esté lista. (y mirando a sus hijas)¿Me echáis
una mano, chicas?
ANA
(Muy afectada)
¿Y cómo no has avisado a Rodrigo?
VICENTE
No me atreví. Sabes que cuando se pelearon yo salí en
defensa de tu padre y…, bueno, no acabamos bien.
ANA
(Sin dejarle acabar. Levantándose)
Tengo que llamarle.
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es moreno, tiene una tripa incipiente y unas gafas de
concha rectangulares. Se le ve una persona que cuida
mucho su aspecto. Es muy elegante, tiene buen gusto y
es un sibarita maniático. El interior de la casa parece
la portada de una revista de decoración. Todo está
excesivamente ordenado.
RODRIGO
(Ante la insistencia del móvil)
Perdona un momento capitana. Sólo ver si es urgente.
CAPITANA
No hay problema, no te arrestaré. Tú como si
estuvieras en tu casa.
RODRIGO
(Viendo quién le llama)
¡Vaya! Perdona un momento Mary, es mi hermana.
RODRIGO
¡Hola hermanita! ¡Qué sorpresa tan agradable! ¿Qué…?
RODRIGO
(Con el rostro alterado)
¿Cuándo ha sido? ¿Qué le pasó? (escucha) Dios mío…
(Escucha). Sí, sí…, yo…; cogeré el primer vuelo.
(Escucha) ¿Cómo? ¿Juntos?
ANA
Podríamos vernos Rodrigo. Hace años que no lo hacemos
y no quiero encontrarte allí. Es…, demasiado frío.
(Escucha)No lo sé. Podríamos ir en coche y pasar a
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buscarte. (Escucha)Sí, ya se que son más de 3.000km.
Pero ¿cuánto hace que no compartimos un rato, un poco
de nuestras vidas? Somos los únicos que quedamos
de la familia, Rodrigo. Y Marta no sé si llega a
recordarte. (Escucha)No es lo mismo. Sería bueno
compartir algunas vivencias ¿no te parece? (Escucha)
Y qué más da Paul, no empieces… No, no lo sabe. Se
me ha ocurrido ahora mismo, sobre la marcha. Es que
últimamente veo que hasta en mi propia casa tenemos
tiempo para todo menos para nosotros, para los que
tenemos más cerca y queremos más.
RODRIGO
(Muy afectado)
Bueno, déjame que lo piense un poco ¿de acuerdo?
RODRIGO
Sí…, bien…, bueno, hablamos más tarde. Ahora no puedo
ni pensar. Cuídate mucho. Nos vemos enseguida Anita.
Un beso.
PAUL
Ana sé que estás muy afectada pero el viaje en coche…
ANA
Sé que parece una locura. Pero piénsalo. ¿Cuánto hace
que no hacemos un plan todos juntos? ¿Cuántas veces
hemos aplazado las vacaciones? ¿Cuánto hace que no le
dedicamos nuestro tiempo a las niñas; todo nuestro
tiempo?
PAUL
Pero…
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ANA
Últimamente te quejas de que no te comunicas con
Susana. ¡Está creciendo Paul! Se hace una mujer y te
lo estás perdiendo. Nos lo estamos perdiendo.
PAUL
(A la defensiva)
Oye, hago lo que puedo. El maldito trabajo…
ANA
(Cansada)
No es una acusación cariño. Es sólo que el tiempo
pasa y luego… no hay marcha atrás. Llevaba años
asegurándole a papá que iríamos a verle. ¡Años! Y
ahora…
ANA
Debería haber ido. Debería haber compartido a las
niñas con él. Marta ni le recuerda.
PAUL
Es la vida, Ana. Las obligaciones…
ANA
No debería haber mayor obligación que la de nuestra
familia, Paul. Las niñas se perdieron a su abuelo.
Sería muchísimo más grave que se perdieran también a
sus padres, ¿no crees?
ANA
Voy a ver si están comiendo.
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aparcado frente a la puerta.
RODRIGO
No lo se, por estupidez. Teníamos dos personalidades
fuertes y tan diferentes… Y mi maldito orgullo.
MARY
¿Cuánto hacía que no hablábais?
RODRIGO
Años. Algo más de quince años. Me llamaba todos los
años dos o tres veces. Nunca le cogí el teléfono.
Nunca.
MARY
¡Qué os pasó?
RODRIGO
(Tomándose tiempo para pensar)
Me…, él me…, me dijo que en su casa las cosas eran
como él decía. Yo quería cambiar aquella casa
apolillada. Tenía apalabrada la obra con un decorador
de Los Ángeles con el que había empezado a trabajar.
¡Un gurú de la decoración de interiores! Íbamos a
hacer una casa nueva y la obra la pagaba yo. Y él le
echó de allí poco menos que a patadas. Yo perdí el
trabajo y perdí los papeles. Aquel día dije cosas que
un hijo jamás debería decirle a un padre. Le eché la
culpa de la muerte de mamá, le dije…, bueno, le dije
cosas terribles y me fui de casa.
MARY
Y no volviste a hablar con él.
RODRIGO
(Mirándola con lágrimas en los ojos)
Exacto. Me vencía la vergüenza; el orgullo. Maldita
sea. Me arrepiento tanto…
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SEC. 20: INTERIOR CASA FAMILIA. DÍA.
SUSANA
No quiero ir mamá.
SUSANA
Bueno, quiero ir a lo del abuelo. Pero esa idea de
papá, el viaje, es horrible. Son días metida en el
coche con todos. Me volveré loca mamá.
ANA
(Bajando de la silla)
No creo que sea para tanto.
SUSANA
¿Qué no? Papá está insoportable y me trata como una
niña. Viene ese indio, Tlulik - que se pondrá aún más
borde porque habrá hombres alrededor -, y parece que
también vendrá el tío Rodrigo con sus manías. Y ya
sabes cómo se lleva con papá. Habrá peleas, gritos,
mal rollo. ¿No podría ir en avión?
ANA
Exageras un poco ¿no crees? He sido yo la que le he
pedido a tu padre ir por carretera. Y la idea le
gusta tan poco como a tí. Pero me gustaría que todos
os acercarais un poco más. Sobre todo tu padre y tú,
que no sé qué os pasa. Y creo que el viaje puede ser
un buen momento.
SUSANA
O sea que tengo que ir.
ANA
Yo creo que sí, que deberías.
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SUSANA
(Con voz llorosa, mientras sale)
Estupendo.
SUSANA
(Sin detenerse, camino de su habitación)
Y tú ¿qué miras?
MARTA
El abuelo quiere que leas las cartas.
SUSANA
¿Es que todo el mundo se está volviendo loco en esta
casa?
MARTA
(Mirando el sobre y sonriendo a su perro)
Tranquilo Pulgas, va a leer las cartas. Vámonos tú y
yo al jardín, que esto está que arde.
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tu madre… Lo recuerdo como si fuera ayer, la primera
vez que la llevé al santuario…
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SEC. 22 bis: INTERIOR HABITACIÓN SUSANA. DÍA.
VICENTE
Ya está suficientemente gorda. En pocos días se hará
mariposa.
MARTA
(Mirando la mariposa)
No lo he visto nunca.
VICENTE
¿No has visto a las monarcas?
MARTA
(Volviéndose)
¡Claro que las he visto! Digo que no he visto cómo se
convierten.
VICENTE
Se esconden.
MARTA
¿Cómo?
VICENTE
Son tímidas. Cuando sienten que se van a convertir en
mariposas, buscan un buen escondite antes de hacer el
capullo.
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MARTA
¿Las has visto? ¿Sabes dónde se esconden?
El indio sonríe.
VICENTE
Es posible…
MARTA
Enséñamelo, enséñamelo, enséñamelo…
Vicente se vuelve a agachar mirando a la oruga.
VICENTE
Verás la transformación. Sólo hace falta tiempo.
MARTA
(Poniendo otra vez su cara despreocupada)
Pues ésta no se esconde. ¡Qué guay! Tenemos que ver
cómo sale.
MARTA
(Volviéndose a mirar a Vicente, sin dejar de andar)
Tengo hambre ¿No quieres cenar?
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canta “You are not alone”: …“And now that the day is gone,
I still all alone, how could this be?, You’re not here
with me…” Paul sale de la casa y se sienta con ella. Sin
decir una palabra se cogen la mano, cada uno pensando cómo
empezar la conversación sin estropear el momento.
ANA
Gracias
PAUL
¿Gracias?
ANA
Por el viaje. Sé que no te hace ninguna gracia.
PAUL
Si de verdad nos ayuda a estar un poco más unidos,
bienvenido sea. Pero creo que estamos haciendo
una mezcla explosiva. Viene tu hermano, Vicente, y
la “simpática” Tlulik. Un rarito, un indio místico y
una homófoba más seca que el desierto. ¡Que Dios nos
proteja!
ANA
Vamos, no exageres.
ANA
¿Qué? Lleva 15 años así. Ya sabes que le gusta ser
fiel a sus orígenes.
PAUL
(Mirando al horizonte)
Lo dicho. ¡Que Dios nos proteja!
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La música continúa mientras vemos a Susana dormida en su
cama con las cartas que ha estado leyendo desparramadas
sobre las sábanas.
SOCIO 1
… y eso supondría algo más que un problema. Debemos
tener la mina en plazo. Ya son dos años esperando…
SOCIA 2
¡Son tres! – una mujer de gesto crispado revisa sus
papeles – Tres años que nos han supuesto millones
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de dólares. Ya no nos vale una nueva promesa. Con la
plata por los suelos hemos cerrado seis minas. ¡Seis
minas! Y ahora esto. Más excusas. ¿Qué ha pasado con
los fondos de la compañía? ¿Y el aval de las minas de
Utah?
SOCIA 2
(En tono creciente)
Usted hace que Madoff parezca un colegial. Usted…
SOCIO DELGADO
(Jugando con un extraño amuleto oriental entre las manos)
Señor Boyles ¿tiene usted alguna noticia que debamos
saber?
BOYLES
Ya les he dicho que la mina está prácticamente en
nuestras manos. El viejo De la Vega ha muerto hace
tres días. Si para el Día de Difuntos no se presenta
algún pariente a reclamarla, la mina pasa a un primo
segundo. Y éste ya nos ha firmado su cesión a cambio
de unas deudas de juego. Como les digo, en menos de
dos semanas la mina será nuestra.
SOCIO DELGADO
(Sonriente)
¿Y qué pasa con los hijos de De la Vega?
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recibido una orden.
HOMBRE IZQUIERDA
Rodrigo de la Vega: 42 años, soltero. Trabaja para
una galería de arte en Chicago. Vive sólo y declara
$150,000 anuales. No se le conocen antecedentes. Ni
una multa de tráfico. Es adicto a la música clásica,
las exposiciones de arte y le encanta la alta cocina.
HOMBRE IZQUIERDA
Ana de la Vega: 37 años, casada con Paul Couvier,
ingeniero canadiense. Dos hijas, Susana de 15 años
y Marta de 9. Bióloga. Trabaja en el Colegio Saint
Paul. El matrimonio gana conjuntamente $135,000.
Tienen hipoteca que apenas les permite cubrir sus
gastos. Aficionados a…
SOCIO DELGADO
Ana y Rodrigo ¿no es eso? ¿Crees que rechazarán una
mina de oro? ¿Que no se enterarán? ¿Va a comprársela
por otra deuda de juego? ¿Es que juega toda la
familia?
BOYLES
No están interesados en vender. Se lo llevo
proponiendo tres años. Es cosa de familia. Pobres
pero ecologistas, o espiritistas…, o algo así. Los
hijos tuvieron que emigrar a Canadá y EE.UU. Llevan
una vida vulgar. Ella tiene una hipoteca, incluso.
Pero no quieren vender. Creo que no saben que la
mina aún guarda oro y en cualquier caso no podrían
explotarla por las leyes de protección del Estado.
Está en un santuario para mariposas; un parque
protegido por la ley Federal.
SOCIO DELGADO
¿Me he perdido algo? ¿Dice que no podrá explotarse la
mina?
BOYLES
Ellos no. En principio está terminantemente prohibida
la actividad minera en el área protegida. Pero si se
tiene el contacto adecuado en las altas esferas y se
le ofrece una parte…
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SOCIO DELGADO
Y entiendo que usted lo tiene.
BOYLES
Y bien importante. En cuestión de semanas el terreno
quedará recalificado y se podrá sacar el oro de una
forma totalmente legal.
SOCIO DELGADO
Me preocupa Sr. Boyles. Ya sabe cómo son esas cosas.
Luego las semanas se convierten en meses y cada día
que pasa perdemos una fortuna.
BOYLES
Mi contacto me ha asegurado que podré iniciar
la actividad incluso antes de que se firme la
recalificación. Sólo necesito tener la propiedad de
las tierras.
SOCIO DELGADO
Y con eso volvemos al inicio de nuestro problema.
¿Cómo va a conseguir la propiedad? ¿Hay algo con lo
que pueda negociar con ellos?
BOYLES
No. Yo había pensado más bien en evitar que llegaran
a tiempo. Viven lejos y parece que se están
planteando ir a México por carretera. Eso nos pone
las cosas mucho más fáciles. Den por seguro que no
llegarán a tiempo a Angangueo.
SOCIO DELGADO
O también usted tendrá algo que celebrar el Día de
Difuntos.
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afectado.
BOYLES
Señores, les mantendré informados de cualquier
novedad. Muchas gracias.
CICATRIZ
(Dando un grito de emoción por el salto)
Hemos robado el coche adecuado Alicates. Con esta
maravilla no nos va a resultar difícil sacarles a
esos polis los 45 segundos que necesitamos. Corre
como el mismísimo diablo.
CICATRIZ
Lástima que tengamos que destrozarlo.
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SEC. 32 bis: INTERIOR CORBET. DÍA
POLICÍA CONDUCTOR
¡Maldita sea! No veo nada.
CICATRIZ
Disculpe jefe, ¿Cómo? ¿Un nuevo encargo? ¡Vaya, sí
que está ocupado últimamente!
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CICATRIZ
CICATRIZ
En ese caso délo por hecho.
CICATRIZ
Bueno amigo, ya tenemos la delantera que queríamos. Y
ahora, la traca final.
CICATRIZ
¡Vamos Alicates! No nos sobra el tiempo.
CONDUCTOR
¡Qué hace ese imbécil? Van directos al cañón de
Bryde.
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SEC. 36: EXTERIOR PAISAJE DESIERTO. DÍA.
CICATRIZ
(Dando un golpecito al volante. Hablando con el coche)
No tengas celos, viejo. Yo a ti no te cambio por
nada.
Cicatriz arranca.
PAUL
¿Hay que llevar todo esto? Vamos, sólo nos vamos unos
días y esto parece una mudanza.
VICENTE
(Muy digno)
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A mí no me mires. Yo viajo con un morral.
PAUL
¿Pero dónde creéis que va a caber todo esto?
ANA
(Sin dejar de empaquetar)
Podemos usar la baca.
PAUL
Ya, ya contaba con la baca. Pero todo esto… ¿es
necesario?
ANA
Sólo llevamos lo imprescindible Paul.
PAUL
Pero si llevamos seis maletas, ocho o diez bolsas,
mochilas, abrigos como para pasar un invierno en
Alaska…
PAUL
… Y un tipi indio. Lo imprescindible, claro.
SUSANA
(En voz baja)
Y lo que traiga el tío Rodrigo.
PAUL
Perdonad un momento.
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SEC. 39: EXTERIOR CASA FAMILIA. DÍA.
PAUL
(Para sí mismo, mientras vuelve hacia la casa negando con
la cabeza)
Menudo maricón.
MARTA
Ven, ven, ven…
ANA
¿Qué pasa, Marta?
PAUL
Estamos a punto de irnos.
MARTA
Luego me cuentas porqué le gritas al vecino ¿vale?
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Paul se queda cortado. Marta vuelve a mirar a Vicente.
MARTA
Ven, ven. Tienes que ver la mariposa. Está saliendo.
VICENTE
¿Qué mariposa?
MARTA
La del capullo. La que lo hizo delante nuestro. Está
saliendo.
VICENTE
No puede ser. Debe ser otra. Las orugas tardan diez
días en salir del capullo.
MARTA
Esta no. Ven.
ANA
No entretengas mucho a Vicente, tiene que ayudarnos
con las maletas.
MARTA
¿Lo ves? Es nuestra oruga. Parece que ya quiere
salir.
MARTA
¡Mira, mira! ¡Ya sale!
131
pegadas y húmedas sale al exterior.
MARTA
¡Qué guay!
VICENTE
(Mientras la mariposa muestra su color)
No puede ser…
MARTA
¿Qué te pasa? ¡Es preciosa! Parece como si te diera
miedo.
MARTA
¡Allá va! ¡Qué pasada! ¡Vuela, Rojita! ¡Vuela.
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cascos. Paul, subido en la baca, hace un gesto para que
Susana le pase la maleta pero ésta, que no le ve, la deja
junto al monovolumen y se aleja moviéndose al ritmo de la
música que escucha.
MARTA
¡Mamá! ¡Papá! Tendríais que haberlo visto. Ha sido
increíble. La mariposa ha salido de su capullo
y se ha hecho mi amiga. Tiene unas manchas rojas
chulísimas. La he llamado Rojita. Y es mi amiga. Se
me ha posado aquí.
ANA
¿Qué pasa, Vicente?
PAUL
A buenas horas. Bueno esto ya está. Sólo nos faltan
la nevera, la tele y las alfombras.
PAUL
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(salta al suelo)
¡Todo el mundo arriba! ¡Nos vamos!
PAUL
(Para si mismo)
¡Que Dios nos asista!
CICATRIZ
Quieto amigo. O soy nuevo en el negocio o ese coche
de ahí es de la pasma. Será mejor esperar un rato
aquí dentro.
CAPITANA
¿No puedo convencerte?
RODRIGO
No Mary, esta vez no. Se lo he prometido a Ana.
CAPITANA
Pero son más de tres mil kilómetros.
RODRIGO
No me lo recuerdes. Sólo la idea del viaje me produce
jaqueca. Imagínate…, todos en esa furgoneta.
CAPITANA
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Eso te pasa por no querer sacarte el carnet de
conducir. Te lo habré dicho un millón de veces.
RODRIGO
(Colocando la maleta de forma ordenada junto a las otras
dos)
Yo no estoy hecho para conducir. Es un acto de piedad
con los seres humanos. Si sacara ese papelito pondría
en peligro a toda la población.
CAPITANA
(Forzando una sonrisa porque sabe el esfuerzo que hace
Rodrigo para parecer alegre)
No puedo hacerte cambiar de idea ¿verdad?
RODRIGO
¿Sabes qué? Creo que Ana no me había hablado así en
mi vida. ¿Y sabes algo más? Creo que tiene razón. No
será fácil, pero pasar unos días de viaje juntos toda
la familia nos puede venir bien.
RODRIGO
(Para sí mismo)
Espero ser capaz de soportarlo.
RODRIGO
(Con un gesto que demuestra que le molesta el ruido)
Ya están aquí. Y conduce Paul; sigue con la manía
del maldito claxon. ¿Me echas una mano querida?
CAPITANA
Cómo no. Cualquier esfuerzo merece la pena si así te
pierdo de vista unos días.
Rodrigo fuerza una sonrisa.
CAPITANA
Cuídate ¿vale?
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SEC. 44: EXTERIOR CASA RODRIGO. DIA
RODRIGO
Ana te presento a mi amiga Mary, capitana de policía.
Mary, Ana… y su marido, Paul.
ANA
Encantada.
CAPITANA
Siento mucho lo de su padre.
ANA
Gracias. Creo que ahora, con Rodrigo, lo llevaré
mejor. Te veo muy bien hermanito; como siempre.
RODRIGO
Tonterías. Dejemos los cumplidos para más tarde.
Tenemos que irnos. (Volviéndose hacia su amiga) Te
veré en unos días Mary.
RODRIGO
(Cerca del oído de su amiga)
Te voy a echar mucho de menos. No te extrañe que te
llame para desahogarme. O para pedir auxilio.
PAUL
(Para sí mismo)
¡Vaya, qué sorpresa!
RODRIGO
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Encantado de verte Paul.
PAUL
Lo mismo digo.
RODRIGO
El viaje promete ser interesante.
PAUL
(Que ha visto las tres maletas y las dos bolsas de su
cuñado)
Sí, desde luego. Veo que sólo has cogido lo
imprescindible.
RODRIGO
¿Cómo estáis sobrinas? ¡Pero mira esa señorita! ¿De
verdad eres Marta?
SUSANA Y MARTA
Hola tío Rodrigo.
RODRIGO
¡Y Pulgas! Y también nos acompaña la simpática
Tlulik. Tan expresiva como siempre ¿eh? (Tlulik bufa
desde el interior y mira hacia otro lado) Esto va
a ser grandioso. ¿Y quién más viene en el viaje…?
VICENTE
Hola hijo del viento, me alegra verte.
RODRIGO
Sal del coche Vicente, ahí dentro no puedo saludarte.
El indio sale y para su sorpresa Rodrigo le abraza.
RODRIGO
(Algo cortado)
Qué alegría volver a verte. Tienes que contarme
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tantas cosas.
VICENTE
(Igualmente cortado)
Muchas, pequeño De la Vega. Muchas.
PAUL
(Entrando en la furgoneta)
Bueno, siento ser aguafiestas pero deberíamos irnos.
CHAMÁN
El Santuario está en peligro.
CHAMÁN
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Don Luis ha emprendido el viaje. Lo dejó todo bien
dispuesto. Pero la mina vuelve a atraer al mal hasta
la casa de nuestros mayores.
CHAMÁN
Hay señales inequívocas. Un ciclo llega a su fin. Ya
nada volverá a ser lo mismo. Por eso os he reunido.
Debemos recordar nuestro juramento, debemos proteger
a la familia, debemos luchar por el futuro de
nuestros hijos y el respeto a nuestros antepasados.
CHAMÁN
Las ruedas del destino ya se han puesto en marcha. El
viaje ha comenzado. Id y manteneos alerta. Ayudad a
los espíritus del bien.
131
Por el lado de Marta pasa un camión que lleva en el
trailer una casa prefabricada.
MARTA
Mira, mira, un camión con una casa encima.
MARTA
¡Hala! ¡Mirad que perro!
MARTA
¡Mirad! ¡Un coche con orejas…!
MARTA
¡Sois unos rollazos!
ANA
¿Te apetece un poco de música?
ANA
Hay de todo. A ver, ¿qué música os gusta?
RODRIGO
Clásica
PAUL
131
Rock
SUSANA
Pop
VICENTE
Country
TLULIK
¡Bah! Prefiero el silencio.
ANA
Bueno Marta, te toca a ti decidir.
MARTA
Pues… (piensa mientras todos la miran
inquisitorialmente)… música divertida.
PAUL
Perfecto, quiere rock.
MARTA
¿Te gusta tío Rodrigo? ¡Es muy marchosa!
RODRIGO
Sí, muy divertida, es perfecta para niños.
RODRIGO
(Mirando el ordenador)
Está a sólo treinta kilómetros de aquí. ¿De verdad
131
nos vamos a quedar en “esto”?
Rodrigo mira el motel. Es un local discreto de cuatro
habitaciones adosadas que le dan cierto aire de
urbanización. Es un motel funcional, sin pretensiones.
Rodrigo está acostumbrado a lugares con mucho más encanto.
ANA
Somos muchos y la economía no está para sobresaltos.
RODRIGO
(Mirando las casas)
Lo entiendo pero esto…
PAUL
Voy a registrarnos.
ANA
¡Marta! ¡Pulgas! No os alejéis; cuidado con los
coches.
SUSANA
(Con cara de paciencia)
Vale…
ANA
Vicente…
VICENTE
No le quito el ojo, Papalotzin. Vete tranquila.
VICENTE
¿Todo bien?
131
SUSANA
(Quitándose otra vez los cascos)
¿Qué?
VICENTE
Te preguntaba si todo va bien.
SUSANA
Sí. Todo bien.
VICENTE
Tu abuelo me insistió en las cartas. Quería que las
leyeras durante el viaje.
SUSANA
(Con una mezcla de vergüenza y fastidio)
Ya las he leído. La mayoría.
VICENTE
Don Luis quería contarte tantas cosas… Siempre
pensaba que lo haría durante el verano. Pero pasaban
los veranos y nunca aparecíais.
SUSANA
(A la defensiva)
No teníamos dinero. Y a papá no le dan vacaciones
desde hace…
VICENTE
(Levantando las manos conciliador)
Lo sé, lo sé. No era un reproche. Es sólo que tu
abuelo puso mucho interés en todo lo que te cuenta en
las cartas. Cuando tu madre era como tú ya le había
contado mucho sobre las mariposas, el Santuario,
nosotros, los indios purépechas, la vida…
SUSANA
Ya lo sé. Mamá también me contaba cosas de pequeña.
SUSANA
Que sí, estaba lo del ciclo de las mariposas y que
unas venían desde México y luego volvían. Está bien
¿sabes?, pero tampoco me parece que unos insectos
sean tan importantes. Bueno, quiero decir que a mí
me gustan las monarcas y todo eso, pero me gustaría
más que me hablaran del abuelo sin sacar siempre las
mariposas.
131
VICENTE
Mi querida niña. Las mariposas son sólo el vehículo
para contarte la visión que tu abuelo tenía de la
vida. La visión de nuestro pueblo.
SUSANA
(Cada vez más fastidiada)
¡Ya! O sea que siempre tienen que salir las
mariposas.
VICENTE
(Viendo lo poco receptiva que está Susana)
Bueno, lee las cartas y hablamos de las mariposas. Tu
hermana parece muy interesada en ellas…
ANA
(Con tono de irónico reproche)
No le ibais a quitar el ojo de encima ¿eh? Anda,
ayudad con las maletas.
RODRIGO
Si te parece mal lo de las mariposas espera a ver las
habitaciones. Seguro que encuentras que hay animales
más molestos.
PAUL
Marta y tú dormiréis con Rodrigo. Ha escogido una
suite y estará encantado de que durmáis en la mejor
habitación del hotel.
SUSANA
(Dirigiéndose a Rodrigo mientras mira acusadoramente a su
padre)
¿Te lo ha consultado?
131
RODRIGO
(Agradecido ante el detalle de que se preocupe por él)
Sí Susana. (Paul hace un gesto de burla a su hija)
Y estaré encantado. Así recuperamos tanto tiempo
perdido. Si queréis, claro.
MARTA
¡Qué bien! ¿Sabes jugar a las preguntas?
RODRIGO
(Forzando una sonrisa)
Sospecho que aprenderé pronto.
PAUL
Ya lo bajo, ya lo bajo.
PAUL
(Bajando los últimos bártulos)
Ya veremos lo que nos dicen en recepción mañana
cuando vean una tienda india en mitad del jardín
y a esa embajadora de la simpatía protegiendo sus
dominios.
ANA
Anda, deja ya de quejarte y vámonos a dormir. Estamos
todos muy cansados.
131
televisión. Ana sale del baño con una toalla envolviéndole
la cabeza después de habérsela lavado. Una nube de vapor
sale por la puerta. Mira a su marido y le ve ausente.
ANA
¿Va todo bien?
PAUL
¿Eh?... Sí, sí. Todo bien.
ANA
Pareces distraído ¿Cansado de conducir? Mañana
empiezo yo. Sería mejor turnarnos más a menudo.
PAUL
No, de verdad, estoy bien. Es sólo que pienso en lo
rápido que pasa el tiempo. (Mira hacia el espejo,
junto a la tele y se ve reflejado en él). Me veo y no
me reconozco; no veo al chico alegre que creo ser. Me
veo viejo Ana. Y mira a Susana. Está cambiando, ya no
es nuestra niñita.
ANA
No, claro, tiene 15 años.
PAUL
Pues a eso me refiero. Pasa todo muy deprisa. Y con
el trabajo, la hipoteca, las obligaciones… Debería
estar más tiempo en casa.
ANA
(Sentándose con él)
Tranquilo papá. Sabe perfectamente cuánto la quieres.
PAUL
Ya, pues a veces no lo parece.
ANA
A veces todos tenemos malos momentos.
PAUL
¿Sabes que estás preciosa?
ANA
(Sorprendida)
Gracias. (Luego se queda mirando al frente) Lo echo
de menos Paul. Lo echo tanto de menos…
131
PAUL
Lo sé cariño.
PAUL
(Medio dormido)
Voy a estrangular a ese perro.
131
ANA
¿Qué pasa?
PAUL
Nada, creo. Sólo que Pulgas no para de ladrar y huele
a quemado. Hay algo que se está quemando. (Mientras
se pone los pantalones encima de los del pijama)
Duerme. Sólo voy a echar un vistazo.
SUSANA
¿Qué pasa mamá? ¿Es nuestro coche?
RODRIGO
Paul sepárate, el coche puede explotar.
RODRIGO
(Con toda la calma de la que es capaz en su voz)
Paul, por favor. Las niñas están asustadas.
131
Paul se vuelve al oír hablar de las niñas y las mira.
ANA
Quedaos aquí. Y, por favor, no os mováis.
ANA
Vamos. Estás demasiado cerca y puede ser peligroso.
No podemos hacer nada.
PAUL
Ni siquiera lo habíamos acabado de pagar ¿Qué
demonios ha pasado?
VICENTE
Papalotl ¿estáis todos bien?
ANA
Sí, todos bien.
VICENTE
Ya han empezado.
PAUL
¿Quién ha empezado? ¿Qué ha empezado?
VICENTE
(Intentando ser muy cuidadoso)
La gente que quiere la mina de oro. No quiere que el
Santuario siga en manos de la familia De la Vega.
131
ANA
Vicente, mejor lo dejamos para otro momento.
PAUL
No, no lo dejamos. ¿De qué estás hablando? ¿De qué
gente? Esa maldita mina de oro no sirve para nada.
VICENTE
Son los que quieren el oro que guarda la mina. Los
que no ven más allá del dinero.
PAUL
¿Quién? ¡Dame nombres, hechos, algo tangible! La mina
se agotó hace un siglo. Siempre andas con misterios
y adivinanzas. Y le llenas la cabeza a las niñas con
todas esas chorradas de las mariposas. Pues ya está
bien. ¡Estoy harto! ¡Harto!
PAUL
Se acabaron las estupideces. ¡Y se acabó el viaje!
ANA
Mañana…
VICENTE
(Acariciando al perro)
Estaban aquí ¿verdad?
131
Mariposas dispersas vuelan sobre una carretera. Entre
ellas hay una con unas manchas rojas características. Se
oye “The climb” de Miley Cyrus.
PAUL
Maldita sea, este trasto no pasa de 60 millas por
hora.
ANA
(Intentando animar)
Venga Paul, no está tan mal. Y reconocerás que nos la
han dejado regalada.
MARTA
A mi me gusta. Es guay.
131
anterior todos están muy cansados. Sigue la música. Mira
por el cristal y se fija en unas mariposas que cruzan el
cielo. Luego sigue leyendo.
131
espacio que la rodea un pájaro gigantesco aparece desde el
fondo negro, avanza con rapidez y atrapa a la mariposa con
su pico.
RODRIGO
¿Pesadillas?
SUSANA
(Pensándoselo un rato)
Depende cómo se mire.
CAPITANA
131
¿En una vieja Volkswagen ¡Quién lo iba a decir! Tú en
una VW. (Escucha) ¿Cómo? ¿Durante la noche? (escucha)
¿Estás bien? ¿Todos? (escucha) Vaya, lo siento. ¿Era
viejo el coche? ¿Nuevo? (escucha) ¿No visteis a
nadie cerca, alguien que pudiera haberlo provocado?
(escucha) Ya.
CAPITANA
Y tú ¿qué tal lo llevas?
CAPITANA
(Dándole una nota)
Mande aquí una unidad y que investiguen el incendio
de un vehículo.
El agente asiente y sale con el papel.
CAPITANA
Agente. (El agente se vuelve) Y que el equipo se
emplee a fondo. Tengo un interés personal en el caso.
AGENTE
Bien capitana.
El agente sale.
CAPITANA
Bueno Rodrigo, todo acabará antes de que te des
cuenta. Haré mis indagaciones. Llámame a la menor
sospecha de que alguien os sigue o vigila ¿De
acuerdo? Y cuídate mucho. Un beso.
CAPITANA
Van por la carretera 65 hacia Texas. Y su coche ha
ardido. (Escucha) No, no creo en las coincidencias.
Me gustaría que pudierais estar pendientes. (Escucha)
Una furgoneta VW. Ya sabes lo que nos va en ello.
(Escucha) De acuerdo.
131
SEC. 57: EXTERIOR CARRETERA. DÍA.
POLICÍA
(Guiñándole un ojo a Marta que le mira desde atrás).
Buenos días. Que tengan buen viaje.
PAUL
Buen viaje… Será canalla. (Tira la multa junto al
hueco donde hay otras cuatro) ¡Hala! Otra para la
colección.
ANA
Vamos Paul. Intenta positivarte. ¿Quieres música?
RODRIGO
(Instintivamente)
No, no, no, no…
PAUL
(Sin hacer caso de Rodrigo)
131
ANA
Sólo han sido tres o cuatro multas y han sido
amables.
PAUL
Cinco. Y me miraban como si fuera un asesino.
ANA
(Forzando una sonrisa cansada)
Eso es por la pinta que tienes.
RODRIGO
Yo podría darte algunos consejos, cuñado. Esas
camisas…, y ese corte de pelo…
PAUL
Muy graciosos. Todos. Y encima esta chatarra ruinosa…
El coche se para.
PAUL
(Recostándose sobre sus brazos apoyados en el volante)
Lo que faltaba.
PAUL
(Para sí mismo)
Y ahora ¿qué? Ya me parecía a mí que tres días sin
problemas eran demasiados.
131
del coche.
ANA
Cuidado chicas. Nada de salir a la carretera. Y
cuidado con Pulgas.
VICENTE
Ya las vigilo yo.
ANA
(Mirándole de reojo mientras se acerca a la parte
delantera del coche)
Ya…
RODRIGO
(Saliendo y alejándose rápidamente)
Me voy con ellas. Necesito respirar un poco de aire
fresco y estirar las piernas.
PAUL
(Mientras sale del coche)
Sí, no sea que te arrugues o te manches si echas una
mano con el motor.
RODRIGO
(Sin volverse)
No sé nada de mecánica, soy inútil para una avería.
PAUL
Y para algo más… (Para sí mismo) Cursi de las
narices.
PAUL
¡Maldita sea!
ANA
¿Qué le pasa?
PAUL
(Tirando el trapo que tiene en la mano contra el motor)
¿Que qué le pasa? ¡Que es una mierda!
ANA
(Inclinándose hacia el motor)
Tranquilízate. Este motor es de los antiguos.
Sencillo y comprensible. No puede ser tan grave.
(Toquetea el motor) ¿Has notado algo raro desde que
salimos? ¿Daba tirones?
131
Ante la falta de respuesta de Paul levanta la cabeza y ve
a su marido tenso, mirando fijamente hacia el horizonte.
Ana se incorpora y ve lo que llama la atención de Paul. Un
grupo de moteros vestidos con cuero negro al estilo de los
Ángeles del Infierno, avanzan en formación hacia ellos.
ANA
¡Chicas! ¡Chicas! Venid aquí. Subid al coche.
SUSANA
Marta, vámonos.
MOTOCICLISTA LÍDER
Buenos días. ¿Algún problema?
PAUL
(Muy nervioso)
Se nos ha estropeado el peligro…, la furgoneta se ha
atacado… eh…
ANA
Se nos ha parado. No sabemos qué le pasa.
MOTOCICLISTA LÍDER
¿Son hijas suyas?
131
corta.
MOTOCICLISTA LÍDER
Deberían salir de la carretera. Puede ser peligroso.
MOTOCICLISTA LÍDER
¡Tranquilo, hombre! Déjeme echarle un vistazo al
coche.
MOTOCICLISTA 1
¿Navajo?
VICENTE
Purépecha.
MOTOCICLISTA 2
¡Purépecha! Vaya, sí que estás lejos de tu casa,
amigo.
MOTOCICLISTA 1
De México. ¡Vaya!
VICENTE
No hay muchos que sepan de los purépechas. ¿Dónde
oyeron de nosotros?
MOTOCICLISTA 2
Bueno, aquí y allá, de unos y de otros.
MOTOCICLISTA 1
¡Vaya! Y tú ¿quién eres?
131
tercer motociclista se baja y le acaricia efusivamente.
MARTA
Soy Marta. ¡Qué motos tan chulas!
MOTOCICLISTA 2
Gracias, Marta. Pero son más que motos, son Harleys.
MARTA
Pues son chulísimas. Aunque me gusta más aquélla.
MOTOCICLISTA 2
Tienes buen gusto, hija. Eso de ahí es una Indian.
La madre de todas las motos. La única a la que una
Harley mira con respeto.
MARTA
¡Hala! Eso es una monarca.
MOTOCICLISTA 1
Chica lista. ¿Te gustan las monarcas?
PAUL
¿Cómo? No puede ser. El indicador marca ¾ de
depósito. Llené el tanque esta mañana.
MOTOCICLISTA LIDER
No digo su furgoneta, sino el motor de su furgoneta.
131
MOTOCICLISTA LIDER
El manguito de la gasolina se ha salido. Conozco
bien estas furgonetas. Son magníficas. (Mira con
intención a Paul) Hechas como se hacían antes los
coches: para durar. Pero, como nos pasa a todos, al
hacerse mayores tienen sus achaques. Se le ha salido
el manguito de la gasolina. Cosa de un minuto.
Esperen.
MOTOCICLISTA LÍDER
(Desde debajo del coche)
¿Tienen ustedes enemigos?
PAUL
(Tensándose de nuevo)
¿A qué viene eso?
ANA
(A la vez)
No, ¿qué enemigos?
MOTOCICLISTA LIDER
Agáchense y miren esto.
MOTOCICLISTA LIDER
¡Aquí! ¿Lo ven? Alguien ha serrado el tensor del
freno. Es un milagro que no se haya partido ya. Si
esto salta en la bajada de Swallow Creek, a unas
60 millas de aquí… ¡¡CHAF!! No creo que pudiéramos
ayudarles entonces. Ha sido una suerte lo del
manguito.
ANA
¿Quiere decir que nos han roto el coche a propósito?
PAUL
Eso explicaría lo del incendio.
ANA
(Mirándole)
Quizás Vicente no “chocheaba”, cariño.
131
Paul mira hacia el indio con cara de culpable.
MOTOCICLISTA LIDER
¿Han sufrido un incendio?
ANA
Nuestro coche, una Voyager nueva, ardió hace cuatro
noches mientras dormíamos en un motel.
MOTOCICLISTA LIDER
Pues tienen un problema. Ahora sí me atrevería a
apostar que les han tocado el coche por ahí abajo.
Al menos han salido ganando en algo. Me gusta más su
nueva furgoneta, tiene… más “encanto”.
PAUL
No puede ser. Está hablando de que alguien quiere
matarnos.
ANA
Y las niñas…
MOTOCICLISTA LIDER
Escuchen, no deben seguir así. Hay un motel que
alquila cabañas en la base de aquellas montañas.
Hasta allí la carretera no tiene prácticamente
pendiente, así que no tendrán problemas. Nosotros les
acompañaremos. El dueño tiene un taller. Los chicos
podrán tomarse un descanso en el bar de Molly. Y
Molly estará encantada de verme.
MOTOCICLISTA LIDER
¡Vamos! ¡Alegre esa cara, hombre! Mientras los “Sky
Riders” les escolten nadie se atreverá a tocarles.
No. Puede jurarlo. Por cierto ¿Quién es ese?
131
MOTOCICLISTA LÍDER
Todo un valiente ¿eh?
MOTOCICLISTA LIDER
Por cierto, me llamo Dwayne, pero todos me conocen
como La Roca.
MOTOCICLISTA LIDER
¡Síganme familia!
GUARDAESPALDAS
Señor están aquí el Alcalde y el jefe de policía local.
BOYLES
131
(Con cara de fastidio)
Que pasen.
ALCALDE
Sr. Boyles, señores.
BOYLES
Sr. Alcalde, Jefe… ¿En qué puedo ayudarles?
ALCALDE
Ha estado llegando maquinaria pesada al pueblo desde
hace dos días. Hay excavadoras, grúas, y camiones por
todo el pueblo. Y todos son de su empresa.
BOYLES
¿Y…?
ALCALDE
La actividad extractora en el Santuario está
prohibida, como sabe.
BOYLES
Sí, de momento sí. Pero mis camiones no están en el
Santuario ¿cierto?
ALCALDE
No. Pero quisiera saber qué piensa hacer con ellos.
BOYLES
Y yo quisiera poder trabajar en paz. Mis camiones
están en regla y de momento, salvo que alguno haya
aparcado mal, no han infringido ninguna ley ¿No es
cierto sheriff?
SHERIFF
(Incómodo)
Así es.
BOYLES
Bien caballeros, en ese caso si no quieren nada más…
ALCALDE
Escúcheme Sr. Boyles, este pueblo vive del Santuario.
No es mucho, pero con eso nos basta. No nos gustaría
que…
131
BOYLES
(Cortándole)
Oiga Alcalde, yo sólo pretendo ayudar al pueblo y
sí, porqué no, ganar algo de dinero con ello. Ya
le he presentado el proyecto. El grupo inversor
francocanadiense que quiere un complejo hotelero
presenta unas cifras más que interesantes.
BOYLES
Aquí tiene los planos del hotel que han proyectado.
Todo sin impacto ambiental. Limpio, ecológico y
rentable. Pero tienen prisa. Cierran su balance
contable anual y quieren una respuesta ya. Cada día
de retraso es un riesgo añadido a la empresa. Yo no
quiero perderla y ustedes no sólo no me agradecen que
quiera seguir invirtiendo, sino que me ponen todo
tipo de trabas.
ALCALDE
Le agradecemos sus inversiones en Angangueo, Sr.
Boyles. Pero también le agradeceríamos que nos
contara un último detalle. ¿Dónde va a levantar ese
hotel?
BOYLES
En alguno de mis terrenos. He comprado decenas de
fincas en los alrededores.
ALCALDE
¿En cuál de ellas?
BOYLES
En el que considere oportuno, Sr. Alcalde. Incluso
puede que en alguno de próxima adquisición. (Boyles
sonríe con malicia) Y ahora, si no les importa, tengo
trabajo.
ALCALDE
Está bien. Pero mándeme el informe en cuanto lo tenga
decidido o no cuente con la licencia de obra en unos
131
cuantos meses.
BOYLES
(Sonriendo ante su triunfo)
Por supuesto Sr. Alcalde.
ALCALDE
Quiere explotar la mina de oro.
SHERIFF
Bueno ¿y qué si lo quiere? Está prohibido, la ley se
lo impedirá ¿qué te preocupa?
ALCALDE
Me preocupa el “de momento”.
SHERIFF
¿Cómo?
ALCALDE
Boyles, cuando le he recordado que era ilegal la
minería en el Santuario. Ha contestado “de momento”.
SHERIFF
¿Y eso te preocupa? Es sólo un chulo millonario sin
modales.
ALCALDE
Lo que tú quieras, pero ya sabes de quién es esta
casa.
ALCALDE
Escribiremos al Presidente.
ALCALDE
(Resignado)
¿Y crees que llegaría a leer la carta?
SHERIFF
131
(Mientras los dos se meten en el coche)
¡Maldita sea!
CICATRIZ
Diga jefe. (Escucha). Si jefe, los dos. (Escucha).
Seguro jefe. No, no, pero los paré en seco. Tendrán
que ir andando. (Escucha). El coche; es el segundo
que me cargo y ya no tienen plata ni para una
bicicleta. (Escucha). No, no… bueno, no creo.
(Escucha). Oiga, yo… (Escucha). Sabe que no, jefe, a
mí no me asusta nada, pero esos llevan dos niñas; dos
niñas pequeñas. (Escucha y pone cara de disgusto).
Ya… está bien. Le tendré informado.
CICATRIZ
(Metiéndose en el coche)
¡Alicates! Tenemos trabajo.
131
una de las cabañas. Hay un tipi indio un poco más allá,
sobre el césped de un pequeño jardín.
RODRIGO
(Sin levantar la voz, como un secreto a Susana)
A partir de los 18 nunca comas en un restaurante que
no tenga carta de vinos.
PAUL
Susana, no le hagas caso. Hay que saber comer en
todas partes. Lo bueno es que te guste todo tipo de
cocina.
RODRIGO
¿Cocina? ¿A esto le llamas cocina? Aritos de cebolla
y hot wings; pelotas goteantes de aceite requemado y
frijoles… ¡Por el amor de Dios! ¡Esto me agujereará
el estómago!
PAUL
(Volviendo a su carta)
Pues no te lo comas. No es obligatorio y adelgazarás.
MARTA
A mi me encantan las alitas tío Rodrigo. ¿Por qué no
las pruebas?
VICENTE
Sí, de pequeño te gustaban picantes. Prueba las hot
wings. A lo mejor descubres que te gustan.
RODRIGO
No, me dan alergia las salsas baratas.
PAUL
(Cada vez más molesto)
¡Vaya hombre! ¿No hay salsas finas en tu suite? ¿No
será que el señorito se ha hecho tan refinado que le
131
da miedo un poco de picante?
ANA
(Intentando calmar a los dos)
Venga chicos…
RODRIGO
(Picado)
Escucha cuñado, éste “señorito” es mexicano. A ningún
mexicano le asusta el picante y menos si lo hacen en
Texas. Yo mascaba chicle de chile cuando a ti se te
atragantaba la coca cola.
PAUL
(Con sonrisa malvada)
¿Sí? Pues veamos quién aguanta más el pique. Te has
colado conmigo, amigo. Me encanta el picante.
RODRIGO
(Levantándose envalentonado con la mano en alto)
¡¡¡Camarera!!!
ANA
Vamos chicos, parecéis niños. Os va a sentar fatal
tanto picante.
PAUL
(Con la cara colorada y sudando copiosamente)
¿Picante? ¿Qué picante? Aquí está todo muy suave
cariño.
RODRIGO
(Secándose disimuladamente una lágrima)
Exactamente. Todavía no han traído nada que pique.
CAMARERA
De parte de Molly. Es su salsa del vacío,
131
especialidad de la casa, aunque sólo la toma ella
porque ninguno la aguantamos. Dice que si esto no
les pica nada lo hará. (Y en voz más baja y con
una sonrisa de disculpa) Pero yo que ustedes no la
probaría.
PAUL
(Que está animado por las cervezas)
Pues venga ese vacío. Para reforzar sus palabras mete
una alita del nuevo recipiente humeante, la saca
llena de salsa hasta arriba y mira a su cuñado.
CAMARERA
Por favor, señores, no se dan cuenta de la cantidad
que se han puesto.
ANA
Vicente pon un poco de cordura entre estos dos.
VICENTE
No deberíais comerlas. Esta salsa os va a picar.
Mucho.
MARTA
Mira mamá están llorando. Y son de color rojo.
131
la vez de la mesa, tirando vasos y botellas, y gritan
mirándose el uno al otro, llamando la atención de todos
los comensales. Luego salen corriendo hacia el exterior
del restaurante sujetándose el estómago con las manos.
Tlulik se levanta de golpe y emite una especie de
carcajada que recuerda a un grito de guerra aborigen.
MOLLY
(Con una enorme sonrisa)
Y ahora, el vacío.
VICENTE
Son como mariposas de fuego.
SUSANA
Vicente, ¿hay algo para ti que no sean las mariposas?
VICENTE
(Sin dejar de mirar las pavesas, con una sonrisa)
Las mariposas son un vínculo espiritual para mi
pueblo. Creemos que las monarcas son el vehículo que
eligen nuestros antepasados para visitarnos y el que
utilizan nuestros espíritus para dejar el mundo de
los vivos y volar al más allá.
MARTA
Qué bonito. Y qué chulo poder volar.
131
VICENTE
Las papalotl, las mariposas, nos enseñan algo que
habéis olvidado con tanto avance material; que la
vida, la vida de verdad, no termina con la muerte de
nuestros cuerpos.
MARTA
¿Cómo que no? Cuando te mueres te quedas fatal,
te comen los gusanos, te pudres y sólo quedan tus
huesos. (Luego piensa un poco) Bueno, aunque tu
alma se salva y, si has sido buena, eres feliz ¿no?
VICENTE
(Aguantando la risa)
De eso es de lo que estoy hablando. Las monarcas
viven normalmente un par de meses como mucho. Durante
cuatro generaciones son mariposas de vida corta. Pero
la quinta generación nace con un don especial. Estas
son las que llevarán a cabo el viaje de Canadá hasta
México. Esas monarcas de la quinta generación viven
hasta siete meses. Son las mariposas que más tiempo
viven del mundo.
MARTA
¡Hááálaaa!
VICENTE
Es como si de repente una de nuestras generaciones
viviera 800 años. Nadie puede explicárselo. Como
nadie se explica que esa generación conozca el camino
desde vuestra casa hasta las montañas de Michoacán,
la tierra de vuestro abuelo; mi tierra.
SUSANA
(Mirando el fuego)
Es como si alguien las guiara.
VICENTE
Para los primeros pobladores de México las monarcas
se convirtieron en un símbolo espiritual. Los aztecas
adoptaron a las papalotl, las mariposas, como
animales espirituales.
VICENTE
131
Cuando un azteca de alto rango moría se le enterraba
con el “manto de la mariposa” pensando en su
metamorfosis, su paso al más allá, su renacer en otro
plano. Y luego estaban los elegidos.
MARTA
¿Quiénes eran los elegidos?
VICENTE
Quienes “son” los elegidos. Sigue habiéndolos.
SUSANA
¿Cómo? ¡Venga ya!
VICENTE
Cuentan las historias anteriores a los aztecas
que, como las monarcas, también hay personas
que viven tres veces más que el resto. Son las
Istapapalosiuatl, las seguidoras de la diosa Mariposa
Blanca.
VICENTE
Viven doscientos o trescientos años, cuidan y vigilan
los santuarios de las monarcas y, según dicen,
presiden una orden secreta entregada al cuidado de
las mariposas y las almas que las animan.
SUSANA
Venga Vicente. ¿Y quienes son esos elegidos?
VICENTE
Nadie lo sabe. Nadie que no sea de la orden. Pero,
según cuentan los antiguos textos, todas nacen con la
misma marca.
131
Susana y Vicente se levantan y se dirigen a las cabañas.
Marta se queda rezagada mirando el dibujo como ausente.
VICENTE
Marta.
MARTA
Ya voy…
RODRIGO
(Haciendo un esfuerzo inútil para sonar normal)
¡Vaya! ¡Hola Marta! Pasa.
RODRIGO
(Algo incómodo por la mirada)
Bueno, y ¿qué puedo hacer por mi sobrina pequeña?
MARTA
¿Es malo ser distinto?
RODRIGO
¿Cómo?
131
MARTA
Que si es malo ser distinto, ser diferente a los
demás. Tú lo eres ¿no? Creo que yo también lo soy. Y
me da miedo. ¿Es malo?
RODRIGO
¡Para nada! Al revés. Ser distinto es bueno; muy
bueno.
Marta le mira intentando descubrir si miente.
RODRIGO
¿Te imaginas que fuéramos todos iguales? ¡Vaya rollo!
Además, piensa en todos los que vamos en este viaje.
Todos somos distintos (hace un gesto reforzando la
obviedad que acaba de decir) ¡Y de qué manera! O
te parecen iguales Tlulik y tu madre; o Susana y
Vicente.
MARTA
(Riéndose al imaginar la comparación)
No, no se parecen en nada.
RODRIGO
Además, Marta, yo creo que lo que te pasa a ti no es
que seas distinta. Eso lo somos todos. Lo que te pasa
a ti es que eres especial.
MARTA
Eso dice el abuelo. Gracias tío Rodrigo.
RODRIGO
(Emocionado)
Vaya…
131
MARTA
Por cierto tío Rodrigo, tienes mala cara. Estás muy
pálido.
MARTA
¡Qué chulo! ¡Vamos a verlo de cerca!
MARTA
(Acercándose al ULM)
¡Qué mariposa!
ALBERTO
¡Cuidado! El motor está ardiendo.
ALBERTO
131
¡Hola, soy Alberto!
SUSANA
Susana. Y esa es mi hermana Marta.
MARTA
(Con coquetería)
Hola. Y este es Pulgas.
DUEÑO MOTEL
(Alejándose)
Bueno, chicos, tengo tarea. Alberto tienes las llaves
del garaje donde siempre. Y el desayuno listo para
cuando te laves.
ALBERTO
(Riendo el comentario de su amigo y dirigiéndose a Susana)
Estoy haciendo un estudio sobre las monarcas. Llevo
dos años siguiéndolas en su migración. Con esto
(señala el ULM) se tiene otra perspectiva. Ahí
arriba…, ahí sí que te das cuenta de lo que es su
viaje.
SUSANA
(Mirando el ULM)
Debe ser increíble.
MARTA
(Para sí misma)
Ya estamos, aparece un chico y me hago invisible.
¡Bah! ¡Vamos Pulgas!
ALBERTO
¿Me echas una mano?
ALBERTO
Si te apetece puedes venirte conmigo esta tarde.
Salgo después de comer.
131
SUSANA
No creo que me dejen mis padres.
ALBERTO
Si quieres hablo con ellos. Esto es muy seguro.
SUSANA
No ya se lo digo yo. Pero mi padre… (Niega con la
cabeza) mi padre va a decir que le parece una locura.
PAUL
Me parece una locura.
PAUL
SHHH…, más bajo, por favor.
ANA
Buenos días Rodrigo. ¡Qué cara tan pálida! ¿Cómo te
encuentras?
RODRIGO
(Haciendo un gesto a izquierda y derecha con la mano)
Digamos que ya sé por qué se llama salsa del vacío.
PAUL
(Con un hilo de voz)
Qué me vas a contar…
131
RODRIGO
(Sentándose)
He pasado una noche de pesadilla. No se si podré
comer hasta llegar a México. Y tengo otros problemas
más urgentes… ¿No podríamos quedarnos un día aquí?
PAUL
No te preocupes, si necesitas quedarte un día podemos
sacrificarnos ¿verdad cariño?
RODRIGO
(Que se ha dado cuenta de que su cuñado está igual)
Bien. Creo que mi “vacío” aún no ha terminado. ¿Y el
tuyo cuñado?
SUSANA
¿Y de mi vuelo?
PAUL
Tienes quince años. Cuando cumplas dieciocho podrás
hacer lo que quieras. Tú dirás lo que sea pero ese
cacharro parece muy poco fiable.
SUSANA
Mamá…
ANA
Paul, a lo mejor podía darse una vuelta. Es por aquí
cerca y el chico tiene experiencia.
PAUL
“Dice” que tiene experiencia. Vete a saber qué…
CAMARERA
(Sirviendo café)
Disculpe pero “sí” tiene experiencia.
131
produce otro retortijón en el estómago.
PAUL
Señorita aléjese de mí, por favor.
Rodrigo sonríe.
CAMARERA
El vacío ¿eh? (Sonríe con malicia) Bueno, usted lea
esos recortes. Alberto es de fiar al cien por cien.
ANA
Venga Paul, es una oportunidad. Sabes que el viaje
está resultando aburrido en la furgoneta y no
acabarán de arreglarla hasta mañana. Y si seguís como
esta noche no deberías alejarte mucho de un cuarto de
baño.
PAUL
Pero un viaje corto ¿eh?
PAUL
(Levantándose)
Y ahora, si me perdonáis, tengo que “reunirme”.
ANA
Parece que vuestro padre y vuestro tío tienen por fin
algo en común.
131
TLULIK
Si Dios quisiera que voláramos nos habría dado alas.
RODRIGO
Bueno, voy a intentar descansar un poco. Luego os veo
familia.
ANA
Esta noche las niñas dormirán con Vicente, así podrás
descansar mejor.
RODRIGO
(Mientras se aleja)
Te lo agradezco hermanita. Dile a Vicente que esta
noche le cambio la habitación. Así las niñas no
tendrán que moverse.
RODRIGO
(Mientras se aleja)
Por favor dile que no me desordene nada.
MOTOCICLISTA LIDER
(Junto a Paul)
¡Bien por papá! Hay que dejar volar a las mariposas.
MOTOCICLISTA LIDER
(Riendo y dándole una palmada)
¡Venga, hombre! Le invito a un trago.
PAUL
Nada de tragos, por Dios; de momento nada de tragos.
131
Susana y Alberto sobrevuelan con el ULM algunos escenarios
preciosos mientras escuchamos una música sinfónica que nos
sumerge en la inmensidad del paisaje. Alrededor de ellos,
por todas partes, vuelan mariposas monarca. Ambos hablan a
través de unos micrófonos instalados en sus cascos.
ALBERTO
Parece que están llegando más. No veía tantas desde
el año pasado.
SUSANA
Son impresionantes.
ALBERTO
No te lo imaginas. Y están afrontando la parte más
peligrosa de su viaje.
SUSANA
¿Por qué peligrosa?
ALBERTO
(Señalando con la cabeza)
Fíjate bien. Son apenas un gusanito con dos alas de
papel que recorren 4.000 kilómetros ayudadas por el
viento. Aquí arriba se enfrentan a grandes peligros.
Un pájaro les cruza por delante como una bala.
ALBERTO
Esos son uno de ellos.
131
SEC. 71: EXTERIOR MOTEL TEXAS. DÍA.
TLULIK
Y luego soy yo la rara.
SEC. 72: PISCINA MOTEL TEXAS. DÍA
RODRIGO
Intentemos recuperar un poco de color.
SUSANA
Pobrecillas. Mueren a miles
SUSANA
¿Alberto?
ALBERTO
(Con voz seria)
Perdona. Será mejor que volvamos. Ahí delante se está
poniendo feo.
SUSANA
¿Qué pasa? ¿Está todo bien?
131
ALBERTO
Tenemos que bajar.
SUSANA
¿Qué?
ALBERTO
No hay de qué preocuparse. Salvo que nos quedemos
aquí arriba. La tormenta nos ha cerrado el paso. Este
aparato puede aterrizar casi en cualquier parte, pero
los vientos que traen esas nubes nos lo pueden poner
muy difícil si no bajamos ahora.
ALBERTO
Vamos hacia a esas rocas. Allí estamos protegidos
hasta que pase la tormenta.
Susana reacciona y ayuda al piloto a remolcar el ULM hacia
las rocas protectoras.
PAUL
No debí dejarla. No tenía que haberos hecho caso.
ANA
(Marcando en su móvil)
Estarán bien...
ANA
Nada, no hay cobertura. Pero ese chico sabe lo que
hace. Habrán parado en algún sitio.
131
PAUL
¡Fantástico! Y eso ¿me tiene que consolar? ¿Conoces a
ese tipo? Hemos visto dos recortes colgados de un bar
de mala muerte y dejamos a nuestra hija en manos de
un desconocido. Y la noche se echa encima. ¡Maldita
sea! ¿Cómo he podido dejarla?
ANA
¿Qué te ha pasado?
RODRIGO
Dejémoslo.
La lluvia arrecia.
RODRIGO
Estará bien.
RODRIGO
Yo me ocupo, no hay problema.
SUSANA
No hay cobertura.
131
ALBERTO
Tranquila. Utilizaré la radio del ultraligero.
Avisaré a la central para que llamen al hotel.
PAUL
No, no ha desaparecido. Sólo que la tormenta les ha
pillado en el aire. (Escucha). Sí, le conocemos;
bueno sabemos quién es, pero conocerle… (Escucha).
No, no se han estrellado. (Escucha). Oiga, ¿cómo
quiere que lo sepa? (Escucha). Sí, la hemos dejado.
(Escucha) Alberto no se qué. (Escucha). ¿Qué?
(Escucha). Puede, sí, con un ultraligero en forma de
mariposa, ¡eso! (Escucha). ¿Qué? (Escucha) Y a mi qué
que le conozca todo el mundo. ¡Yo no! (Escucha) ¿Cómo
que no? Oiga… (Escucha) Oiga, ¿oiga? ¡No me lo puedo
creer! ¡Me ha colgado!
ANA
¿Qué te ha dicho?
PAUL
Que deben de estar refugiándose de la lluvia.
¡Imbéciles! ¡Incompetentes! ¿Y qué si mi hija, menor
de edad, pasa la noche con un desconocido? Dice que a
ese tío le conoce todo el mundo, que ella le conoce y
que nuestra hija está segura en sus manos.
ANA
Bueno, cariño, eso es tranquilizador.
131
PAUL
¿Quééé?
ALBERTO
(Señalando la lluvia que viene)
Esto es aún más peligroso que los pájaros.
SUSANA
¿Qué pájaros?
ALBERTO
Nada, hablaba de las mariposas. Ven. Si tenemos que
pasar la noche aquí y encima viene la lluvia, será
mejor que nos demos prisa.
SUSANA
Prisa para qué.
ALBERTO
(Subiendo entre las rocas)
Sígueme. Sé donde refugiarnos de la tormenta. Te
enseñaré un secreto que no le he contado a nadie.
SUSANA
Espera ¿a dónde vamos? Papá y mamá estarán asustados…
ALBERTO
Ya he avisado por radio. Ven, te voy a enseñar mi
santuario particular. Sígueme, es una sorpresa.
131
aspecto extraordinario, rayadas simétricamente como un mar
encrespado que se hubiera convertido en piedra. Susana,
mientras sube por las rocas, se queda maravillada por
el lugar. Al fondo la tormenta se acerca dando mayor
dramatismo al paisaje.
ALBERTO
Vamos, es aquí.
SUSANA
(Con voz de asombro)
Esto…, esto es…, mágico.
SUSANA
Es maravilloso.
ALBERTO
(Yéndose hacia el pueblo indio)
Y aún te queda por ver la mayor sorpresa.
SEC. 76: INTERIOR POBLADO ANASAZI. ANOCHECER.
SUSANA
¡Es increíble! Parece como si acabaran de irse. ¿Qué
les pasó a los indios…?
ALBERTO
Anasazis. Nadie lo sabe. Se fueron de la noche a la
mañana hace alrededor de 200 años.
SUSANA
(Levantando una vasija y vertiendo la arena de su
interior)
131
Así, por las buenas ¿Nadie sabe por qué?
ALBERTO
Hay teorías para todos los gustos. Pero nadie ha
demostrado ninguna. Encontré el pueblo hace algo
más de un año y me pareció mágico. Imagínate, yo
estudiando las mariposas y me encuentro con esto.
SUSANA
¿Qué tienen que ver las monarcas? A ver si vas a
empezar tú también como Vicente.
VICENTE
Ven, es la sorpresa de la que te hablaba.
ALBERTO
¿Te parece o no te parece cosa de magia?
131
El sol se ha puesto y la tormenta oscurece más aún el
entorno. Alberto y Susana siguen refugiados frente al
dibujo de la monarca y la espiral. Un pequeño fuego
ilumina el dibujo y a nuestros protagonistas. Ambos están
sentados junto a las llamas. La tormenta parece alejarse
por fin.
SUSANA
(Con el cadáver de una mariposa en la mano)
¿Cómo pueden sobrevivir a esto?
ALBERTO
Muchas encuentran refugio antes de que las alcance
la lluvia. Si baja la temperatura el frío las puede
matar; así que se refugian donde pueden.
SUSANA
Por cierto, empieza a hacer frío.
ALBERTO
Sí, las noches del desierto son muy frescas. Ven,
compartiremos la manta. Así nos daremos calor
mutuamente.
SUSANA
¿Cascabel?
ALBERTO
Serpientes. Salen a cazar con la oscuridad.
SUSANA
Vengaaaa…
131
Alberto la mira sin un gesto.
SUSANA
(Cortada, con la voz igualmente baja)
¿Qué pasa?
ALBERTO
Me gustaría preguntarte algo.
Susana titubea.
SUSANA
Pregunta.
ALBERTO
No sé, no sé si me estoy precipitando.
SUSANA
¿Precipitando en qué?
ALBERTO
Es que no sé si es el momento…
SUSANA
¿De qué? ¿Qué momento?
ALBERTO
De… sacar la cena.
SUSANA
Muy gracioso, muuuuuy gracioso. Pues te va a costar
131
recuperar la cena.
SUSANA
No había serpientes ¿no?
ALBERTO
No. Que yo sepa.
MARTA
¿Le pasará algo?
VICENTE
Tu hermana está bien. Han avisado al motel. Ese
chico ha aterrizado y están esperando a que pase la
tormenta. Mañana por la mañana estarán de vuelta.
MARTA
¿Dormirán fuera? ¿Juntos? ¿En el bosque?
VICENTE
Marta no pasa…
Pulgas gruñe frente a la puerta. Vicente se extraña y le
mira.
VICENTE
Espera, debe haber olido un zorro.
VICENTE
Le dejaremos darse una vuelta. Así dormirá mejor ¿no
131
crees?
VICENTE
¿Marta, pasa algo?
CICATRIZ
No viejo, organizarías demasiado ruido. Éste es mío.
PAUL
Me desespera no poder hacer nada.
ANA
Sí puedes. Vas a tomarte un calmante e intentar
dormir. Te has dado un golpe muy fuerte.
PAUL
Hablo de Susana.
ANA
Ya sé que hablas de Susana. Ya han avisado que están
bien, ¿qué más quieres? Pero si no te tranquilizas el
que va a acabar mal vas a ser tú.
PAUL
(Incorporándose y cortándola)
¿Has oído?
ANA
131
(Levantando la vista de la maleta)
¿Qué?
PAUL
Un coche, creo. Me ha parecido el sonido de un motor.
A lo mejor han traído a Susana.
ANA
(Yendo hacia la ventana)
No he oído nada.
Se asoma y mira.
ANA
Aquí no hay nadie.
PAUL
(Levantándose)
Te digo que he oído un motor.
PAUL
¿No es ésa la cabaña de Rodrigo?
PAUL
¿Qué está pasando?
Ana le sigue.
131
En el exterior Paul busca desesperadamente.
PAUL
¡Marta! ¡Marta!
PAUL
(Fuera de sí)
¡Dios mío! ¡Socorro! ¿Me oye alguien? ¡¡¡Socorro!!!
CAPITANA
¿Qué te ha pasado?
RODRIGO
Por favor, sin abrazo. Te lo contaré luego. Es mi
sobrina pequeña, Marta. Tienes que recuperarla. Era
mi habitación ¿sabes? Marta es… (La capitana se para
y le mira. Nunca había visto así a su amigo) Es muy
especial. Si el pasara algo no me lo perdonaría.
PAUL
Por favor, agentes, por favor. (Al ver a Mary) Mary
tienes que encontrarla.
CAPITANA
Lo haremos. Tenemos todas las carreteras controladas.
Intenta descansar. La encontraremos.
RANGER 2
131
Lo siento, la tormenta de anoche no ha facilitado las
cosas. No hay una sola huella que nos dé una pista.
CAPITANA
¿Paul te acuerdas del coche? ¿Marca? ¿Modelo?
PAUL
Era…, antiguo. Uno de esos coches de capó y maletero
grandes. Negro…, o, al menos, oscuro. Un Chevrolet o
un Ford de los años 70, o algo así, no sé. Y sonaba
como…, como…
ANA
(Llorando)
Yo ni siquiera lo oí. Y estaba delante.
CAPITANA
Cálmate Ana, todo se arreglará. Estamos analizando la
bala que dispararon al perro. Al menos es algo. Por
suerte sólo le rozó y quedó incrustada en el suelo.
La hemos mandado a balística.
ANA
Mi niña…
RANGER 2
La ambulancia está al llegar. Sería bueno que les
dejaran suministrarles un calmante.
PAUL
No, necesito estar…
PAUL
Gracias a Dios.
CICATRIZ
Tengo que hacer unas llamadas. No hagáis ninguna
estupidez. Si os portáis bien os dejaré libres en un
131
par de días. (Se queda mirándolos con una expresión
que da miedo) De lo contrario alguien podría morir.
VICENTE
Espera, suelta a la niña. ¿No te basta conmigo?
CICATRIZ
¿A la niña? ¿Te crees que tú me importas? No sé por
qué no estaba Rodrigo en la habitación, pero con una
de las hijas de Ana me basta. Pero tú… Tú eres del
todo prescindible. ¿Entiendes? Así que más vale que
te quedes quietecito. Estaré ahí fuera vigilando.
El primero que asome la jeta se llevará el premio
gordo. (Toca la culata de su revólver, que asoma en
la cintura. Luego señala a Vicente con el índice y el
pulgar extendidos a modo de una pistola). Y ya sabes,
eres del todo prescindible.
CICATRIZ
¿Qué no le basta? Es la hija pequeña.
BOYLES
Eso no es suficiente. Ana se quedará, seguro, pero
puede que su hermano venga a reclamar la herencia por
los dos. (Escucha) Déjate de estupideces, ¿me oyes?
Quiero a RODRIGO fuera de circulación. Me importa un
bledo cómo lo hagas. ¡Pero hazlo!
BOYLES
Será incompetente….
131
Susana y Alberto están sentados de nuevo en el ULM. Los
padres de Susana, la policía y los “Sky Riders” están
alrededor.
SUSANA
La previsión es buena. Desde ahí arriba podemos ver mucho
más que desde la carretera.
PAUL
¿Y qué vais a buscar? Sólo sabemos cómo es el coche.
SUSANA
(Cogiéndole de la mano impresionada por ver llorar a su
padre)
Déjame intentarlo papá. A lo mejor vemos algo que nos
dé una pista.
CAPITANA
Podría resultar.
PAUL
Está bien. Id con cuidado. Y llamadnos a la menor
sospecha.
El ULM despega.
VICENTE
Un momento… ¡ya está!
MARTA
¿Cómo…?
VICENTE
131
Siempre lo llevo.
Vicente desata a Marta y los dos se acercan cautelosamente
a la salida. Vicente se asoma muy despacio y mira.
VICENTE
¡Vamos!
RODRIGO
¿Porqué, porqué, porqué…?
Se levanta enfadado.
RODRIGO
¡Maldita sea! ¿PORQUÉ?
CICATRIZ
¡Maldita sea!
131
CICATRIZ
¡Maldita sea! Precisamente ahora… ¡Vamos Alicates!
¡Encuéntralos!
MARTA
¡Espera! No puedo más.
VICENTE
Un poco más. ¡Ánimo! No debemos estar lejos de alguna
carretera.
VICENTE
No tenemos tiempo. ¡Vámonos!
CICATRIZ (jadeando)
Buen intento. Pero se acabaron las tonterías.
131
CICATRIZ
Asunto zanjado, viejo. Dos menos. Y sin una huella.
MOTOCICLISTA LIDER
Deberían intentar descansar.
CAPITANA
Tenemos una pista. Tenemos su descripción. (Les tiende
una hoja con el retrato de Cicatriz y del coche) Las
huellas de casa de su hermano nos llevan a Diego Silva, de
Chihuahua. Un hombre con un largo historial. Y el coche es
probablemente un Impala del 67 robado en Chicago hace más
de un año. Ya tienen una copia las comisarías de todo el
estado y todos los puestos fronterizos.
ANA
Vaya consuelo… Si es lo que sospechamos los retendrán
hasta el día 1 o el 2. Luego ya no tendrá sentido
tenerlos prisioneros ¿no?
CAPITANA
Eso espero Ana. Pero con este tipo de canallas…
ANA
¿Habéis visto algo? (escucha) ¿Negro? Sí, sí, puede
ser. Un Chevrolet…
CAPITANA
Impala de 1967
ANA
Impala de 1967. (escucha) Ya, pues el típico coche
de los años 70. (escucha). Bueno pues un coche feo
y grande y negro ¿ok? (escucha) ¿Veis la matrícula?
131
(escucha) Espera ¿dónde estáis? (Hablándole a la
capitana que toma nota) En una cabaña a 3 kilómetros
de la carretera del motel y a unos 20 kilómetros de
aquí. Hacia el este.
ANA
Está bien, pero id con cuidado.
CAPITANA
No, que vuelvan. No deben exponerse.
ANA
Han colgado.
CAPITANA
Pues llámala. No es una buena idea. Ese tipo es
peligroso.
ANA
No debe oír la llamada con el motor.
PAUL
¿Y qué hacemos parados? ¡Vámonos!
CAPITANA
De acuerdo, pero vosotros quedaros aquí. Ese tipo
tiene unos antecedentes que podrían encuadernarse. Es
peligroso y están agotados.
PAUL Y ANA
Ni hablar.
RODRIGO
Yo también voy, qué demonios.
131
TLULIK
Tráigalos. A los dos.
CAPITANA
Descuide.
MOTOCICLISTA LIDER
Vamos con ustedes. Es posible que necesiten ayuda.
PAUL
¿Le importa si voy con usted?
MOTOCICLISTA LIDER
(Sonriendo después de vencer su sorpresa)
Será un placer, amigo.
MOLLY
¡Espera, hombre! Aún estás herido… Demonio de perro.
SUSANA
Parece que no hay nadie. Pero vamos a echar un
vistazo desde dentro.
ALBERTO
(Mirando hacia el coche)
131
Espera un momento, se me está ocurriendo algo.
SUSANA
(Concentrada en la cabaña)
Bueno, pero date prisa.
CICATRIZ
Esto es magnífico. Se me escapa una y me llega la
otra por su propio pie. ¡Biiiien!
VICENTE
¿Estás bien?
VICENTE
Vamos, hay que ponerse en marcha. Tenemos que ayudar
a tu tío.
MARTA
Espera, Vicente.
VICENTE
¿Qué pasa?
MARTA
No lo sé. Pasa algo malo. Pero no sé qué es.
VICENTE
131
No hay tiempo para eso. Tenemos que irnos.
VICENTE
(Con dolor en la voz)
Hay que darse prisa. Hay que evitar el veneno…
MARTA
(Asustada)
¿Qué tengo que hacer? ¿Qué hago?
VICENTE
Ve a buscar ayuda.
MARTA
No.
VICENTE
¡Vete! Es mi única oportunidad.
MARTA
No me voy a ir. Me quedo contigo. Te ayudaré.
131
SEC. 100: EXTERIOR PAISAJE TEXAS. DIA.
VICENTE.
No debes tener miedo. Deberías ir a pedir ayuda. Aún
puedes salvar a Rodrigo.
MARTA
Te vas a poner bien.
VICENTE
(Haciéndole una caricia)
Puede que mis ancestros me estén llamando. Puede que
haya llegado la hora de que yo también emprenda el
viaje.
VICENTE
Nunca temas a la muerte. Es sólo un paso, una etapa…
Mira vienen a por mí.
VICENTE
(Completamente impresionado, con voz delirante)
Istapapalosiuatl…
131
canción country a todo volumen.
PASAJERO 1
¡Eh! ¡Mirad! ¿Qué diablos es eso?
PASAJERO 1
¡Coño, un indio! ¡Para, para! Nos vamos a divertir.
PASAJERO 1
¡Vaya hombre! ¿Qué tenemos aquí? Si es un espalda
mojada.
Más risas.
MARTA
Está herido, necesitamos ayuda.
PASAJERO 1
¡Cállate, mocosa! Esto no va contigo.
PASAJERO 1
Y encima se nos pone chulo. A este indio asqueroso le
131
hace falta una lección.
MOTOCICLISTA LIDER
(Con una expresión que da miedo)
¿Tienes algún problema, tejano?
PASAJERO 1
(Sonriendo nervioso)
Sólo nos divertíamos. Ese es sólo un indio mexicano.
MOTOCICLISTA LIDER
(Tensando los músculos y haciendo sonar sus nudillos)
Como mi madre. Y como mi moto.
MOTOCICLISTA LIDER
Este tío cada vez me gusta más. Bien hecho, gringo.
CAPITANA
Ocúpese de ellos, ranger. (Luego, acercándose) ¿Están
bien?
VICENTE
(Mirando a Marta con reverencia)
Sí. Perfectamente.
131
MARTA
¡Hala! ¿Qué te ha pasado? Estás rojo como un tomate.
RODRIGO
(Haciendo un gesto cómico mientras se agacha y la abraza)
Es la moda.
CAPITANA
Nos tienen que contar que pasó, por qué estos tipos
se los llevaron.
MARTA
No fueron estos.
PAUL
¿Cómo?
MARTA
Fue un hombre feo.
MARTA
Éste, sí, éste. Y su perro, que es tan feo como él.
PAUL
¿Y dónde está? ¿Habéis visto una cabaña?
VICENTE
Nos encerraron en una. Debe estar a unos pocos
kilómetros de aquí. Creo…
PAUL
Roca, Susana…
MOTOCICLISTA LIDER
(Subiendo a su Indian)
¿A qué esperamos? ¡Vamos!
ANA
Esperad. Esta vez yo voy con vosotros.
131
arranca y se disculpa con su dueño antes de salir tras su
marido y La Roca.
CAPITANA
Esperen. Es mejor que vayamos todos.
SUSANA
Es una trampa, corred, salid de aquí.
CICATRIZ
(Armado, en la puerta)
Demasiado tarde, niña. Ha caído el premio gordo. Y
sin la pasma. Contra la pared y con las manos sobre
la cabeza.
CICATRIZ
(Con tono de excusa)
Es que éste me daba miedo. Ahora, si son tan amables,
espérenme mientras hago una llamada. ¡Alicates! (el
perro se pone en guardia) Espero que no cometan el
error de intentar escapar.
131
SEC. 103 BIS: EXTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.
BOYLES
Simplemente gano tiempo. Eso es todo.
ALCALDE
Está creando alarma social. Me dijo que levantaría su
hotel en una de sus fincas.
BOYLES
Cambié de opinión. Parece que voy a ser el nuevo
propietario en… (Mira el reloj)un par de horas. A mis
inversores les va a encantar.
JEFE INDIO
Usted quiere la mina. Y eso significa la destrucción
del bosque. Este lugar es suelo sagrado.
BOYLES
Déjese de chorradas.
ALCALDE
No son chorradas. O quita usted estas máquinas de
aquí o las quito yo.
ALCALDE
¿Sí? ¿Quién es usted?
131
seria.
ALCALDE
Sí… Sí, señor ministro.
BOYLES
Espero que sean buenas noticias. ¿Cómo? ¿Los dos?
¡Estupendo! ¡Magnífico! Vamos a empezar incluso antes
de lo previsto. Enhorabuena. (Escucha). No, no puede
haber testigos. Y no quiero una prueba ¿entendido?
BOYLES
(Volviéndose hacia sus trabajadores)
Señores, vayan calentando motores. Empezamos en un
par de horas.
CICATRIZ
No tengo buenas noticias para ustedes. Su preciosa
mina va a estar de nuevo en uso. Hoy mismo. Y su
maldito bosque de las mariposas va a pasar a la
historia. Como ustedes, por cierto.
CICATRIZ
Señores es hora de despedirnos.
CICATRIZ
Lo siento, es demasiado tarde. Esto es lo que pasa
cuando se va con tipos tan peligrosos como ése
(señala al motociclista líder). Se vuelven locos y
acaban inmolándose con sus prisioneros. Una tragedia.
131
una cerilla. Todo empieza a arder.
CICATRIZ
¡Vamos Alicates! Hay que hacerse invisibles durante
unos meses.
CICATRIZ
No puede ser. Ahora no…
CICATRIZ
Malditos sean. (Gritando) ¡Arded en el infierno!
SUBTÍTULOS
Espíritus de los antepasados proteged al bosque.
Espíritus de los antepasados velad por los
Istapapalosiuatl.
Espíritus venerables alejad al mal que lucha por
ganar la batalla.
Almas del pueblo purépecha ayudad a la niña
mariposa. Es nuestra última esperanza.
131
ha formado la forma de mariposa de la mancha que tiene
Marta en el brazo, empieza a emitir una luz azulada.
PAUL
¡Roca! ¡Roca! ¡Despierta!
PAUL
Intentaré ponerme delante de Susana. La protegeré de
las llamas.
SUSANA
Papá ¡no!
ANA
¡Un momento! ¡Escucha!
SUSANA
(Con Paul y Ana haciéndole los coros)
Vamos, Pulgas, intenta morder la cuerda.
PAUL
¡Vamos! ¡Vamos! Rompe la cuerda.
131
un pis sobre las llamas y les mira moviendo el rabo.
Todos lanzan bufidos de desesperación. Luego Pulgas sale
corriendo de la habitación. Todos gritan angustiados que
regrese. Ana llora. Susana se desespera. Paul permanece
inmóvil viendo desaparecer su última esperanza. Entonces
la capitana y un Ranger saltan por encima de las llamas de
la entrada.
CAPITANA
Esto está a punto de ceder. ¡Vamos!
VICENTE
Se ha ido por aquí.
CAPITANA
¿Sabe leer el suelo?
VICENTE
Mejor que los libros. Nos lleva diez minutos de
ventaja.
CAPITANA
(Al policía que tiene al lado)
Bien, vámonos. (Luego, a la familia) Familia, basta
de aventuras. Ese hombre va armado y es peligroso,
así que os quedáis aquí. Agente, le dejo al cargo.
RODRIGO
(Mirando al agente)
131
Son dos contra uno. ¿No cree que debería ayudar? Ese
se las sabe todas.
RODRIGO
Nosotros estamos bien. Les esperaremos aquí.
AGENTE
Está bien, pero no se muevan de aquí, ¿de acuerdo?
RODRIGO
Oye chico ¿me darías una vuelta en esa mariposa
gigante?
ANA
¿Qué te propones?
RODRIGO
Desde el aire podremos localizar a ese tipejo. Sólo
eso.
ALBERTO
Será un placer.
ANA
Ni hablar. Eso es peligroso. ¿Recuerdas que va
armado?
PAUL
Déjale Ana. Creo que tiene razón.
ANA
No tienes por qué hacerlo.
RODRIGO
Creo que no me sentía más vivo desde que era pequeño.
No es que tenga; es que quiero hacerlo.
131
Antes de llegar al ULM que ya ha encendido el motor
Rodrigo se para mirando al coche de Cicatriz.
RODRIGO
Espera un segundo. Se me ha ocurrido una idea.
VICENTE
Un momento, sobre la roca es más complicado.
CICATRIZ
(Para sí mismo)
Os habéis equivocado conmigo gringos.
CICATRIZ
¡Maldito sea!
CAPITANA
Largaos de ahí. Ese tipo tiene un rifle.
131
CICATRIZ
(Levantando lentamente el rifle, esperando ver aparecer el
aparato)
Puede que me cojan, pero estos dos no se van a ir de
rositas.
ALBERTO
(Gritando por la radio)
Ese tío tiene un rifle. Será mejor largarse.
CICATRIZ
Fin de trayecto.
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Cicatriz y a Alicates, que lleva un bozal y gime.
CAPITANA
(Mirando a Ana)
Tenéis que llegar a Angangueo. Debéis salir ya si
queréis salvar el Santuario.
ANA
¿Qué es eso?
CAPITANA
La marca de la Sociedad ¿Ya habéis olvidado todo lo
que aprendisteis de niños?
RODRIGO
(Mirándola incrédula)
¿Y no me has dicho nada durante tantos años?
ANA
No puede ser. Eso son chismes populares. ¿Me quiere
decir que eres…?
MOTOCICLISTA LIDER
Ya os dije que estabais en buenas manos.
CAPITANA
Tienen un testamento que aceptar.
PAUL
Ya me explicarán qué es todo esto de los tatuajes
pero me parece que es un poco tarde para el
testamento. Hay más de mil kilómetros y el plazo
vence… (mira el reloj) Bueno, creo que ha vencido ya.
CAPITANA
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Lo importante es que lleguen antes de que las
máquinas destruyan el bosque. Hay un helicóptero
esperándoles en el motel.
PAUL
¿Nos va a llevar la policía en helicóptero?
CAPITANA
La policía no tiene nada que ver con esto. Hay mucho
en juego y tenéis una misión muy importante que
cumplir.
CAPITANA
Insisto. Vámonos. ¡Ah! Y cuidar mucho vuestra
familia. Es extraordinaria.
ANA
¿Qué le has dicho de Marta? Parece que le ha
impresionado.
VICENTE
Nada, sólo que era muy valiente.
ANA
Ya…
BOYLES
Aquí los tiene. Léalos. Firmados por el ministro. La
tierra es mía legalmente. Así que apártense, es hora
de poner manos a la obra.
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CHAMÁN
No puede hacerlo.
BOYLES
(Volviéndose)
¿Quién es éste?
CHAMÁN
No puede profanar tierra sagrada. Nuestros
antepasados están enterrados aquí. Vuelven aquí cada
año y es aquí donde nos reencontramos. El oro es
pasajero. Las almas son inmortales.
BOYLES
(Con cara de paciencia)
Otro loco, lo que faltaba. Apártese ¿quiere?
BOYLES
¡Preparen las máquinas!
BOYLES
¡Dejen paso al progreso! ¡Apártense!
CAPITANA
Aquí nos separamos. Os deseo la mejor de las suertes.
ANA
Muchas gracias. De verdad, por todo.
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La capitana se agacha junto a Marta.
CAPITANA
Cuida de todos nosotros niña mariposa.
MARY
¿Nos vemos a la vuelta? Creo que tenemos mucho que
contarnos.
PAUL
Bien hecho, cuñado.
MARY
El viaje te ha sentado muy bien. Te estaré esperando.
ALBERTO
Espero que volvamos a vernos pronto. Yo… me gustaría
preguntarte algo.
SUSANA
¿Ya empezamos otra vez?
SUSANA
(Pasándole un papel a Alberto)
Aquí tienes mi mail y mi dirección de Facebook. Seguimos
en contacto. Y no estaría mal que vinieras a verme.
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PAUL
(Sonriendo)
El placer ha sido mío. ¿Qué tal si tomamos unas
cervezas a la vuelta? (Mirando a Molly) Y nada de
vacío.
MOTOCICLISTA LIDER
Realmente me gusta este tío. ¡Buen viaje amigos!
BOYLES
¡Vamos, imbéciles! Sólo son mariposas. No os pago
para que os quedéis mirando.
ALCALDE
(Mirando al sheriff)
José, llama a tus hombres. La situación se va a
descontrolar de un momento a otro.
SHERIFF
¿Qué diablos es eso?
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las máquinas huyen. Boyles y un grupo de matones con el
uniforme de su compañía intentan detenerlos. Los vecinos
se sublevan y empieza una pelea donde matones, vecinos,
policías, trabajadores, mariposas y espectros forman un
pandemonio extraordinario.
PILOTO
Vamos a descender. Hay demasiadas mariposas. Es más
seguro tomar tierra.
PAUL
¿Qué es eso? ¿Qué son esas cosas? ¿Qué…?
ANA
Luego, Paul. Pedro, qué gusto verte.
ALCALDE
¡Ana! Creía que no vendrías.
ANA
Escucha, nos han secuestrado, disparado, saboteado…
Estamos vivos de milagro. Y ha sido todo para que no
llegáramos a tiempo.
ALCALDE
(Mirando al sheriff)
¡Lo sabía! José, búscame al Sr. Boyles y detenle. Va
a tener que explicar muchas cosas.
SHERIFF
Será un verdadero placer. Ahí, ahí está.
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Boyles, que les ha visto, huye hacia el bosque con dos
guardaespaldas.
SHERIFF
¡Están huyendo! Marcelo, Ángeles, Rafael, que no se
escapen.
ANA
¡Susana! ¡Ven aquí! Esto no es un juego.
PAUL
(Agachado detrás de una roca, junto a Susana)
Susana ¿qué tal si le dejamos esto a los policías?
SUSANA
Estoy totalmente de acuerdo contigo papi.
PAUL
Vaya, por fin. Así que lo que necesitabas para darme
la razón eran unos tiros de por medio.
ANA
Debemos encontrar a Susana. Y a papá. Se han creído
que esto es una película. Y eso (refiriéndose al
sonido que llega del bosque) son disparos de verdad.
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Ambas buscan en el bosque y entran en un claro
semicircular cuyo frente lo cierra una pared de rocas.
Hay un agujero y un cartel de aviso frente al muro. Es el
respiradero de Mina Oyamel. Las monarcas vuelan por todas
partes.
MARTA
¿Qué es eso, mamá?
ANA
El respiradero de la vieja mina. Cuidado, no te
acerques. Es muy profundo.
BOYLES
Vaya sorpresa. Mi venganza justo tras mi caída.
Magnífico. Hoy no es un buen día para nadie.
ANA
Señor, no sé qué quiere, pero si depende de mí se lo
daré. Sólo deje que la niña se vaya.
BOYLES
(Negando con la cabeza)
Demasiado tarde. Le he dado infinitas oportunidades.
Ahora no nos queda tiempo. A ninguno de los tres.
BOYLES
¡Qué ironía! La misma mina que no quisieron venderme,
la mina que va a terminar conmigo, va a ser también
la tumba de los De la Vega. Está claro. Esta es una
mina maldita.
ANA
¿Es usted el Sr. Boyles? ¿De Boyles y Asociados? Por
Dios, ya le dijimos que esta mina estaba agotada.
Todo esto es por esta mina vacía.
BOYLES
(Quitándose mariposas de la cara)
No es eso lo que dicen mis geólogos. Esta mina tiene
dos galerías cerradas, olvidadas, que tocan una nueva
veta de oro. Ya ve. Vale una fortuna. Pero ahora eso
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no importa…
BOYLES
¿Quién va primero?
MARTA
Rojita.
ANA
Vamos, hay que alejarse de aquí.
ANA
Ha debido de caer ahí abajo.
MARTA
¡Hala! ¿Se ha muerto?
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ANA
No lo sé, cariño. Espero que no. Ya nos lo dirá la
policía.
La mariposa de las manchas rojas vuelve a volar junto a
ella.
MARTA
¡Mira mamá, es Rojita!
ANA
(Balbuceando, en un suspiro)
Papá.
MARTA
¿Eres tú, abuelo?
ESPECTRO
Ahora eres tú la que tendrás que cuidar de todos.
ESPECTRO
Tú y Pulgas, claro.
ESPECTRO
(De nuevo frente a Ana)
Mi niña… Gracias por venir. No llores. Yo estoy
mejor que nunca. Como te dije mil veces y parece que
olvidaste, la vida es sólo un paso, un tránsito
hacia otro lugar.(La acaricia)Vive tranquila y
piensa que al final, la muerte, es una forma de
renacer. Te quiero tanto…
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Se vuelven a abrazar. El espectro se separa sonriendo.
ESPECTRO
Tengo que marcharme. Recuerda, siempre estaré con
vosotras.
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ABUELO (Voz en off)
Hoy, si todo ha ido bien, mis cenizas regresarán
a las sierras donde nací y me crié. Se cerrará
el círculo. Y yo estaré allí, con tu madre, con
tu hermana, contigo. Susana, vive sin miedo. Y
nunca olvides que este milagro, este ciclo vital y
espiritual, se basa en la fuerza más universal: el
amor. Te quiero mucho, Susana. Disfruta de tu viaje
por la vida. Tu abuelo.
ANA
Vamos, Supi.
ANA
Buen viaje, papá. Y gracias.
RODRIGO
Gracias papá.
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SEC. 127: EXTERIOR PUEBLO ANGANGUEO. NOCHE.
VICENTE
Son pocos y surgen cada cuatro o cinco generaciones.
ANA
Es una historia preciosa. Me encantan las leyendas de
nuestro pueblo.
VICENTE
No, Papalotl, esto no es una leyenda. Ni la Sociedad
Secreta tampoco.
ANA
Venga, Vicente, no empieces. Ya sé lo de la capitana
y eso.
VICENTE
La capitana, los motociclistas, el alcalde…
pertenecen a la Sociedad. Yo también.
VICENTE
Todos tenemos la marca tatuada. Mira (le enseña su
hombro tatuado) Pero sólo los elegidos llevan la
marca de nacimiento. Esta otra marca.
VICENTE
Lo descubrí en el viaje. Ella…, ella me curó,
Papalotl. Es un privilegio tenerla.
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ANA
Desde luego. Pero con o sin mancha. Míralas. Son mi
tesoro.
VICENTE
¿Y Susana?
ANA
Allí, con su padre.
PAUL
(Entrecortadamente por el esfuerzo)
¿Puedo preguntarte algo?
SUSANA
Ahá
PAUL
¿Me ayudarías a convencer al resto para hacer algo?
SUSANA
¿Hacer qué?
PAUL
Bueno, siempre que tú también estés de acuerdo…
SUSANA
Vale, bien, ¿pero qué se te ha ocurrido hacer?
PAUL
He pensado que podríamos hacer el viaje de vuelta por
carretera. ¿Qué te parece?
SUSANA
¡¡¡Síííííí!!!!
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Vicente ve bailar a Paul con Susana.
VICENTE
¡Caramba! Nunca lo hubiera imaginado. ¿Qué hace tu
marido?
ANA
Paul está disfrutando por primera vez en mucho tiempo
de algo que le ha preocupado desde que nació Susana.
VICENTE
¿Qué?
ANA
Mírale. Disfruta de la metamorfosis de nuestra hija.
FIN
CREDITOS
Mientras pasan los créditos vemos diferentes escenas.
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En el pueblo Anasazi secreto, Susana señala el suelo
avisando a Alberto. Una serpiente de cascabel cruza entre
las casas. Los dos se miran.
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