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RENACER

Por Fernando González Sitges

SEC.1: EXTERIOR MONTAÑAS ANGANGUEO (MICHOACAN). DIA.

Vemos un paisaje de montañas y bosques.

Subtítulo: Michoacán, México, 1910.

Un hombre corre por la ladera de un monte salpicado de


pinos. Es delgado, de alrededor de cuarenta años. Su ropa,
aunque algo sucia y desgarrada demuestra nivel económico.
El hombre se apoya en el tronco de un pino para recuperar
el aliento cuando un disparo levanta la corteza junto a su
cabeza. El hombre vuelve a correr internándose en una zona
boscosa.

SEC. 2: EXTERIOR MONTAÑAS. DIA.

Dos jinetes maldicen la mala puntería de uno de ellos, que


baja el rifle. Desde su posición dominan la colina por la
que ascendía el hombre.

JINETE 1
¡Vamos!

Los dos jinetes se lanzan en persecución del hombre.

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SEC. 3: INTERIOR BOSQUE MICHOACAN. DIA.

El hombre corre entre los pinos, salta un promontorio


rocoso y, jadeando, se esconde parapetado tras la roca.

Los dos jinetes entran al paso en el bosque. Van mirando


a derecha e izquierda y cada uno de ellos lleva un rifle
preparado.

JINETE 1
(Sonriendo)
¡Señor de la Vega! ¿Dónde está? Sólo queremos hablar
con usted.

El hombre perseguido se asoma tímidamente para ver por


dónde van. Su cara está cubierta de sudor y el dolor se
refleja en su rostro.

Los jinetes se adentran por el bosque.

El hombre levanta su chaqueta y mira su costado. Una gran


mancha de sangre tiñe de rojo su camisa blanca.

Uno de los jinetes desmonta para rastrear el suelo. El


otro sigue hablando.

JINETE 1
¡No sea terco hombre! El patrón le ofrece un buen
trato.

Mira a su compañero que desde el suelo le muestra sus


dedos manchados de sangre. El que habla, intentando
no hacer ruido, asiente con la cabeza y arma su rifle
mientras con el mismo tono amistoso continúa hablando.

JINETE 1
Usted quiere detener el progreso y eso nos perjudica
a todos. Si no quiere sacar el oro de la mina ¿Para
qué arriesgar la vida por ella?

El hombre vuelve a asomarse al notar que el jinete se ha


callado. Asoma de nuevo tímidamente la cabeza y un disparo
hace saltar esquirlas de la roca a pocos centímetros de su
cabeza. El hombre echa a correr.

Los jinetes se lanzan en su persecución.

SEC. 4: EXTERIOR MONTAÑAS MICHOACAN. DIA.

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Un viejo indio observa la escena desde un promontorio
rocoso en una colina cercana. Es un hombre muy arrugado
pero que irradia dignidad y poder. Por su atuendo,
tatuajes y abalorios, se ve que es un chamán. El hombre,
que sujeta un báculo retorcido, lo agarra con ambas manos
e inclina la cabeza a modo de meditación. Comienza un
canto monótono en voz baja. En la parte interior de uno
de sus antebrazos vemos una mancha de la piel que, a modo
de tatuaje natural, hace un dibujo bien diferenciado
que recuerda a una mariposa y una espiral. Algunas
mariposas monarca comienzan a revolotear junto a él. El
chamán levanta su cabeza. Parece en trance. Sus ojos son
completamente negros. El cántico sube de volumen.

SEC. 5: EXTERIOR MONTAÑAS MICHOACAN. DIA.

El hombre corre entre los pinos sujetándose el costado.


Las balas silban a su paso y levantan el suelo o la
corteza de los árboles.

Los jinetes parecen divertirse sabiendo que tienen toda la


ventaja de su parte.

JINETE 1
¡Déjale correr! Va hacia el viejo pozo de la mina.
Mejor le damos una sorpresa.

Los dos jinetes dan la vuelta y espolean a sus caballos.

SEC. 6: EXTERIOR MONTAÑAS MICHOACAN. DIA.

El hombre herido corre dando traspiés hasta que sale a un


claro del bosque. Un muro de piedra cierra el frente. Bajo
éste hay un agujero en el suelo señalizado con un viejo
cartel en el que se lee “PELIGRO RESPIRADERO MINA OYAMEL”.

El hombre se acerca a la pared de roca y mira hacia


arriba. Intenta escalar pero el dolor de su herida se lo
impide. Retrocede y se asoma al agujero. Unas piedras caen
a la oscuridad interior. Por allí tampoco hay forma de
huir. El hombre se vuelve dispuesto a huir de nuevo por
el bosque y se encuentra con que sus dos perseguidores
le cierran el paso. Los dos jinetes, uno a cada lado del
semicírculo que forma el claro, le apuntan con sus armas.
Varias mariposas, cada vez en mayor número, vuelan en el
límite del bosque.

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JINETE 1
(Negando con la cabeza y con una sonrisa en el rostro)
¡Vaya!, parece que hoy no es su día de suerte.

El otro jinete, que le mira con seriedad, está cada vez


más rodeado de mariposas. De pronto ve algo azulado que
pasa rápidamente a su espalda. El hombre se gira de golpe
apuntando con el rifle.

El otro jinete deja de hablar.

JINETE 1
(Alarmado)
¿Qué pasa, cuate? ¿Qué viste?

JINETE 2
(Vuelto en su silla mirando inquieto)
No sé…

Más mariposas se ven en toda la escena.

JINETE 1
Te dije que no tomaras mescal, hermano. Me tienes
loco con tus cosas de muertos y todas esas pamplinas
de…

El jinete se calla cuando ve otro movimiento azulado y


furtivo entre los troncos del bosque.
JINETE 1
¿Qué diablos?…
JINETE 2
(Nervioso)
¡Venga! Acabemos con esto.

JINETE 1
(Apuntando con precisión)
Se le acabó el tiempo, licenciado. Le veré en el
infierno.

Hay otros dos movimientos furtivos en el interior del


bosque. Una mariposa luminiscente pasa frente al jinete
distrayéndolo mientras dispara.

De la Vega se toca un hombro y al girar sobre sí mismo se


tambalea y finalmente cae al pozo.

Hay mariposas por todos lados y movimientos de luz azul en


la oscuridad del bosque. Los jinetes están asustados.

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JINETE 2
(Asustado)
¡Vámonos! ¡Aquí está pasando algo!

Da la vuelta a su caballo para regresar y mira asustado


los movimientos de luz del interior del bosque. Parece que
están empezando a tomar formas humanas.

JINETE 1
¿Qué demonios?...

Del bosque, despacio, van saliendo las luces azules. Según


salen se van materializando en indios que se adelantan
de forma amenazadora. Son translúcidos, de color azul
luminoso. Todo está lleno de mariposas volando entre
ellos.

El segundo jinete dispara varias veces. Los disparos


atraviesan a los seres incorpóreos.

JINETE 2
(Aterrorizado)
¿Qué es eso? ¿Qué son esas cosas?

JINETE 1
(Al lado de su compañero)
El diablo, Ramiro, son esos indios muertos del
diablo…
Ambos empiezan a disparar. Los espectros avanzan.

Desde el agujero De la Vega, que se ha agarrado a una


raíz en la pared del pozo, oye los disparos, luego gritos
espantosos y finalmente ve caer a sus dos perseguidores.
Sus gritos se cortan de golpe en la oscuridad cuando se
escucha el ruido sordo de sus cuerpos contra el suelo.

De la Vega asoma lentamente por el agujero por el que


ha trepado. No sabe lo que han visto los jinetes ni qué
les ha hecho caer. Al salir sólo ve el claro con los dos
caballos pastando. Miles y miles de mariposas monarca
cubren los árboles que rodean el claro.

A negro.

SEC. 7: INTERIOR ESTUDIO.

Mientras aparecen los primeros créditos vemos en

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macrofotografía los huevos de una puesta de mariposas
monarca. Algunas orugas comienzan a salir de los huevos.
Suena el tema principal de la película.

SEC. 8: EXTERIOR BOSQUES ANGANGUEO. DIA.

Mientras siguen los créditos un padre y su hija recorren


juntos un bosque donde vuelan millares de mariposas
monarca. Los árboles – pinos y oyameles – están cubiertos
de monarcas. El abuelo le va enseñando, hablando con ella,
haciendo que se fije en detalles. Con ellos va un indio
joven que permanece en segundo plano.

SEC. 7 BIS Y 8 BIS.

Las imágenes de las orugas creciendo y del padre y la


hija se alternan mientras siguen los créditos. La niña va
creciendo en el transcurso de las imágenes.

SEC. 9: EXTERIOR CASA LUIS DE LA VEGA. DIA.

El hombre, ya mayor, se despide de su hija, ahora una


mujer, a la puerta de su casa. Junto al hombre, en segundo
plano, sigue el indio, que también la despide. La casa
linda con el bosque. Hay miles de mariposas alrededor. La
mujer se va con un hombre que la espera junto a un coche.
Se despiden emocionados. El coche se aleja. El padre,
triste, levanta el brazo en una última despedida. Luego se
aleja hacia el bosque. Miles y miles de mariposas alzan
el vuelo desde allí. Mientras las mariposas salen por
millones del bosque y el padre se interna en él, aparece
el título.

R E N A C E R

SEC. 10: EXTERIOR CASA FAMILIA. ALREDEDORES DE TORONTO.


DIA.

En un precioso vecindario de jardines cuidados y grandes


árboles hay una casa rústica y agradable. Junto a la casa
se ve un tipi, una tienda india. En el jardín Marta, una
niña de ocho años y su hermana Susana, de 15, disfrutan de
un día soleado. Marta juega con Pulgas, su perro de pelo
desordenado y raza indefinida. Susana, en un balancín, en
el porche, escucha música con un i-touch aislándose del

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mundo con sus pequeños cascos.

Marta se acerca a unos arbustos del jardín y se pone de


rodillas para observar algo.

MARTA
¡Supi, mira esto! Las orugas están gordísimas.

Susana sigue con su música sin oír a su hermana. Tiene


toda su atención en el vecino que está podando la
jardinera que rodea la casa de al lado. Es un chico algo
desgarbado, de alrededor de 17 años, que al darse cuenta
de que su vecina lo observa, la saluda y sigue podando con
una sonrisa.

Susana le devuelve el saludo con evidente vergüenza. Es un


poco tímida pero está encantada con el saludo. Marta, que
ha visto el proceso, pone cara de paciencia y se dirige a
su perro.

MARTA
Bueno, Pulgas, pues míralo tú. Supi está atontada con
ése.

Se acerca a uno de los arbustos y mira un grupo de orugas.

MARTA
¿Ves? Las orugas ya se han hartado de comer estas
plantas. No sé a dónde, pero deben estar haciendo los
capullos para irse. A ver quién es el primero que ve
una monarca volando.

El perro la mira moviendo la cola.

MARTA
Quieres jugar ¿eh?

La niña y el perro se revuelcan por el suelo.

SEC. 11: INTERIOR CASA FAMILIA. DIA.

Ana, la madre de Susana y Marta, mira a sus hijas desde la


ventana de la cocina mientras sujeta una taza de café. El
juego de Marta y Pulgas la hace sonreír inconscientemente.
Detrás de ella está Tlulik, cocinera y niñera de la
familia desde hace 15 años; una india Athabasca que ya
pasó de los 60 pero que no los aparenta gracias a su
evidente gordura. Es una persona seria y callada.

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Paul, el marido de Ana y padre de las niñas, entra en la
cocina, saluda distraído a Tlulik y se sirve un café.
Mientras lo hace mira a su mujer.

PAUL
¿Qué tal, Ana? ¿Qué miras tan interesada?

ANA
(Sin apartar la vista del exterior)
A tus hijas.

PAUL
(Acercándose mientras sorbe un poco de café demasiado
caliente)
¡Mis hijas! ¡Qué miedo! Cada vez que son “mis hijas”
en vez de “nuestras hijas” me pongo en guardia.

Ana se vuelve y le mira sonriendo. Se besan.

ANA
(Volviendo a mirar por la ventana)
Miraba a “nuestras hijas”. Míralas. Yo sí que tengo
miedo de lo rápido que pasa el tiempo. Mira a
nuestra “enana”. Es una mujer.

Paul la mira con evidente cariño.

PAUL
¡Venga! ¡Anda, no exageres! Ha crecido mucho pero
sigue siendo…

Paul se fija en el flirteo de Susana y el vecino. Su


sonrisa desaparece.

PAUL
¡Qué demonios está haciendo ése!
Ana le mira de reojo y sonríe.

ANA
“Ése” es Mark, el hijo mayor de los Lalou. Le conoces
desde que nació. Yo diría que lo que están haciendo
es ligar.

Tlulik se vuelve con cara de que sabe el resultado de esa


afirmación

PAUL
¿Ligar? ¿Mark? Será… ¿Y tú le dejas? ¿No haces nada?

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ANA
¿Has visto a tu hija?

PAUL
Sí he visto a “nuestra” hija ¿por qué?

Paul está mirando a Susana. Ésta levanta la vista y vuelve


a sonreír al vecino.

ANA
Pues que no parece que le moleste mucho ¿no?

Paul deja su taza. Tlulik le mira seria negando con la


cabeza. Paul se queda mirándola un instante y se vuelve
con determinación hacia su mujer.

PAUL
Pero si es una niña. Voy a decirle un par de cosas a
ese…

TLULIK
(Para sí misma)
¡Hombres…!
ANA
(Cortándole divertida)
¡Venga Paul! Déjate de chorradas. Vas a hacer el
ridículo. No querrás ser el típico padre paliza que
no quiere reconocer que su hija crece ¿no? Es de
libro. Y no están haciendo nada malo.

Paul, incómodo, mira de nuevo a su hija.

PAUL
(En voz más baja y tras pensar en silencio)
Creo que esto me va a costar un mundo. No puede pasar
tan pronto. No hace ni un año que me lo contaba todo.
Y ahora me cuesta cada vez más hablar con ella; que
me cuente algo. Sólo escucha a su aparato de música.

Ante la falta de respuesta por parte de su mujer Paul se


vuelve a mirarla. Ana no le está prestando atención. Mira
en dirección a su otra hija. En la valla que delimita el
jardín, cerca de donde Marta y Pulgas juegan, un hombre de
aspecto extraño se acerca.

SEC 12: EXTERIOR JARDIN CASA FAMILIA. DIA.

Marta sigue jugando con Pulgas. Al fondo, por la calle,

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se acerca un hombre. Es delgado, de estatura media, con
el pelo gris, largo y abundante, sujeto en una coleta.
Lleva una cazadora de cuero de la que sobresale una
camisa de algodón blanca hasta medio muslo. Unos vaqueros
desgastados y un morral de cuero viejo completan su
indumentaria.

El hombre llega a la valla y mira a Marta que sigue


jugando. Al verle más cerca vemos que es un indio y que su
cara morena, tostada por el sol, está surcada de arrugas.
Sus ojos oscuros miran con interés a la niña. Luego, sin
moverse, recorre el jardín con la vista y descubre a
Susana. Una sonrisa triste hace aparecer nuevas arrugas en
su rostro.

SEC. 13: INTERIOR CASA FAMILIA. COCINA. DIA.

Desde la cocina Ana mira al desconocido con evidente


concentración. No sabe quién es y no distingue su cara
desde allí, pero hay algo en el extraño que le resulta
familiar.

PAUL
¿Quién es ése? Parece muy interesado en las niñas.
Voy a ver qué quiere. Seguro que es un vendedor.

Ana se vuelve con la expresión ausente.

ANA
¡Espera Paul! Ya voy yo. Creo que es para mí.

Paul la mira con cara de sorpresa.

PAUL
¿Le conoces?

Ana ya está saliendo de la cocina.

SEC. 14: EXTERIOR JARDÍN FAMILIA. DIA.

Ana sale al jardín y ve que el hombre ha entrado y está


acuclillado hablando con Marta. Pulgas parece encantado lo
que tranquiliza en parte a Ana. Susana, desde el balancín,
sigue ajena a lo que pasa enfrascada en su música y en el
vecino.

Ana se acerca. El hombre se levanta y la mira. Ana se

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queda parada de golpe. Ha reconocido a Vicente, un indio
purépecha que trabajaba con su padre desde que ella era
pequeña. Los años que llevaba sin verlo le han envejecido
pero ahora que lo ve de cerca lo reconoce. Y eso la
asusta. No puede imaginar qué hace allí, en Canadá.

VICENTE
Hola, Papalotl.

ANA
(Caminando hacia él)
¡Vicente! ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces aquí? Te hacía de
viaje con mi padre.

MARTA
(Corriendo hacia Ana)
Mamá este señor dice que nos conoce y que soy una
mariposa muy especial…

Ana acaricia la cabeza de su hija.

ANA
(Haciendo un esfuerzo por concentrarse)
Luego, Marta. Luego venís con Vicente y os cuenta
cosas de mariposas. Anda, vete con tu hermana y
entrad a recoger el cuarto. Yo tengo que hablar con
Vicente.

Marta a regañadientes se aleja hacia Susana.

ANA
(Nerviosa, como si supiera la respuesta)
¿Cómo está papá? Me dijo que salía contigo pero llevo
días llamándole y no hay forma de localizarle. Su
teléfono no da señal y no tiene móvil. Esa manía de
no usar móvil…

VICENTE
Tu padre emprendió el vuelo, Papalotl. Hace dos días.
Cuando se fue a dormir me dijo que debía emprender su
vuelo. Y me pidió que fuera yo quien te lo dijera y
quien te trajera esto.
El indio saca del morral un paquete de cartas. Ana intenta
asimilar lo que le está diciendo. Gruesas lágrimas
empiezan a caer por sus mejillas.

VICENTE
Me pidió que te despidiera, que te dijera que no te
apenaras, que él ahora está mejor que nunca y que

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siempre le tendrás a tu lado. Las inundaciones nos
han dejado sin línea en Angangueo desde hace más de
una semana. No había forma de avisarte.

Ana siente que le abandonan las fuerzas. Se siente


mareada. Parece que se va a desmayar cuando Vicente la
sujeta.

Paul, que ha salido a la puerta para ver quién era el


recién llegado ve a su mujer desfallecer y corre hacia
ella. Susana y Marta, que hablan en el balancín, lo ven
correr y miran hacia su madre.

SUSANA
(Asustada)
¡Mamá!

Las dos niñas corren también hacia su madre.

SEC. 15: INTERIOR CASA FAMILIA SALÓN. DIA.

Toda la familia está sentada junta. Paul consuela a


Ana. Susana y Marta lloran. Vicente, el indio, les está
explicando la última voluntad del padre de Ana.

VICENTE
El Sr. De la Vega quería que su familia esparciera
sus cenizas en su querido bosque el Día de Todos los
Santos, en la fiesta de los muertos del pueblo. Por
otro lado, y aunque no sea el momento para hablar de
estos temas, tienes que presentarte con tu hermano en
la notaría para haceros cargo del testamento. Tenéis
hasta el día anterior a Todos los Santos. Ya sabes,
por culpa del litigio con vuestro primo.

Ana asiente. Paul le mira sin saber a qué se refiere.

VICENTE
(Mirando a las niñas)
Tengo algo más para vosotras dos.

Saca unas cartas del morral y se las ofrece a Susana.

VICENTE
Son para ti. Sé que tu abuelo las escribió los
últimos días.

Susana coge las cartas sorprendida. Secándose las lágrimas

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se sienta y las mira. Todas llevan su nombre. Marta mira a
su hermana y luego a Vicente. Su mirada indica que también
ella espera algo de su abuelo. Vicente la mira de reojo y
sonríe con timidez. Busca en su bolsa de viaje y saca un
único sobre.

VICENTE
(Tendiéndoselo a Marta)
Y esto para la más pequeña.

Marta sonríe sin ganas y lo coge tímidamente. En el remite


hay un extraño dibujo de una mariposa y una espiral.

ANA
(Mientras se levanta, con voz cansada)
Bueno, vamos a comer algo. (Mirando a Vicente) Debes
estar hambriento y cansado después del viaje.

PAUL
Déjalo, ya me encargo yo de la comida. Os aviso
cuando esté lista. (y mirando a sus hijas)¿Me echáis
una mano, chicas?

Susana y Marta le siguen. Pulgas va tras ellos.

ANA
(Muy afectada)
¿Y cómo no has avisado a Rodrigo?

VICENTE
No me atreví. Sabes que cuando se pelearon yo salí en
defensa de tu padre y…, bueno, no acabamos bien.

ANA
(Sin dejarle acabar. Levantándose)
Tengo que llamarle.

Ana sale de la habitación con el móvil en la mano.

SEC.16 : EXTERIOR CASA RODRIGO. DIA.

Vemos un chalet de una sola altura con un pequeño jardín


de grandes árboles. Dentro del jardín hay un coche frente
a la puerta de la casa. El sonido de un móvil adelanta la
secuencia siguiente.
SEC.17: INTERIOR CASA RODRIGO. DÍA.

Rodrigo, el hermano de Ana tiene alrededor de 40 años,

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es moreno, tiene una tripa incipiente y unas gafas de
concha rectangulares. Se le ve una persona que cuida
mucho su aspecto. Es muy elegante, tiene buen gusto y
es un sibarita maniático. El interior de la casa parece
la portada de una revista de decoración. Todo está
excesivamente ordenado.

Rodrigo está sentado con Mary Millard, una amiga que es


capitana de policía. Él toma un oporto; su amiga una coca
cola diet.

RODRIGO
(Ante la insistencia del móvil)
Perdona un momento capitana. Sólo ver si es urgente.

CAPITANA
No hay problema, no te arrestaré. Tú como si
estuvieras en tu casa.

RODRIGO
(Viendo quién le llama)
¡Vaya! Perdona un momento Mary, es mi hermana.

Rodrigo toma aire, coloca una pequeña escultura, que hace


juego con otras dos, unos milímetros más cerca de las
otras, y descuelga.

RODRIGO
¡Hola hermanita! ¡Qué sorpresa tan agradable! ¿Qué…?

La conversación de su hermana le corta. Por un momento


parece vacilar. Luego se apoya en una mampara cercana.

RODRIGO
(Con el rostro alterado)
¿Cuándo ha sido? ¿Qué le pasó? (escucha) Dios mío…
(Escucha). Sí, sí…, yo…; cogeré el primer vuelo.
(Escucha) ¿Cómo? ¿Juntos?

SEC.18: INTERIOR CASA FAMILIA. DÍA

Ana habla por teléfono desde el hall de la casa


continuando la conversación con su hermano.

ANA
Podríamos vernos Rodrigo. Hace años que no lo hacemos
y no quiero encontrarte allí. Es…, demasiado frío.
(Escucha)No lo sé. Podríamos ir en coche y pasar a

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buscarte. (Escucha)Sí, ya se que son más de 3.000km.
Pero ¿cuánto hace que no compartimos un rato, un poco
de nuestras vidas? Somos los únicos que quedamos
de la familia, Rodrigo. Y Marta no sé si llega a
recordarte. (Escucha)No es lo mismo. Sería bueno
compartir algunas vivencias ¿no te parece? (Escucha)
Y qué más da Paul, no empieces… No, no lo sabe. Se
me ha ocurrido ahora mismo, sobre la marcha. Es que
últimamente veo que hasta en mi propia casa tenemos
tiempo para todo menos para nosotros, para los que
tenemos más cerca y queremos más.

SEC.17 bis: INTERIOR CASA RODRIGO. DÍA.

RODRIGO
(Muy afectado)
Bueno, déjame que lo piense un poco ¿de acuerdo?

A pesar de su esfuerzo no puede contener las lágrimas.


Mary, que le ve desde su asiento, se da cuenta de que algo
grave ha sucedido.

RODRIGO
Sí…, bien…, bueno, hablamos más tarde. Ahora no puedo
ni pensar. Cuídate mucho. Nos vemos enseguida Anita.
Un beso.

Rodrigo cuelga. Su amiga Mary se levanta preocupada.

SEC.18 bis: INTERIOR CASA FAMILIA. DÍA

Ana cuelga y al darse la vuelta ve que Paul ha entrado en


la habitación y la estaba escuchando.

PAUL
Ana sé que estás muy afectada pero el viaje en coche…

ANA
Sé que parece una locura. Pero piénsalo. ¿Cuánto hace
que no hacemos un plan todos juntos? ¿Cuántas veces
hemos aplazado las vacaciones? ¿Cuánto hace que no le
dedicamos nuestro tiempo a las niñas; todo nuestro
tiempo?

PAUL
Pero…

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ANA
Últimamente te quejas de que no te comunicas con
Susana. ¡Está creciendo Paul! Se hace una mujer y te
lo estás perdiendo. Nos lo estamos perdiendo.

PAUL
(A la defensiva)
Oye, hago lo que puedo. El maldito trabajo…

ANA
(Cansada)
No es una acusación cariño. Es sólo que el tiempo
pasa y luego… no hay marcha atrás. Llevaba años
asegurándole a papá que iríamos a verle. ¡Años! Y
ahora…

Ana no puede evitar romper a llorar. Paul se acerca y la


abraza.

ANA
Debería haber ido. Debería haber compartido a las
niñas con él. Marta ni le recuerda.

PAUL
Es la vida, Ana. Las obligaciones…

Ana le corta mirándole muy cerca mientras niega con la


cabeza. Hay determinación en su rostro por el que caen
gruesas lágrimas.

ANA
No debería haber mayor obligación que la de nuestra
familia, Paul. Las niñas se perdieron a su abuelo.
Sería muchísimo más grave que se perdieran también a
sus padres, ¿no crees?

Ana se separa y se dirige a la cocina.

ANA
Voy a ver si están comiendo.

Paul se queda pensativo. Él también ha pensado últimamente


en el tema.

SEC 16 bis: EXTERIOR CASA RODRIGO. DIA.

Vemos el exterior de la casa de Rodrigo. El coche sigue

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aparcado frente a la puerta.

SEC. 19: INTERIOR CASA DE RODRIGO. DÍA.

Rodrigo está sentado con Mary en el salón de su casa.

RODRIGO
No lo se, por estupidez. Teníamos dos personalidades
fuertes y tan diferentes… Y mi maldito orgullo.

MARY
¿Cuánto hacía que no hablábais?

RODRIGO
Años. Algo más de quince años. Me llamaba todos los
años dos o tres veces. Nunca le cogí el teléfono.
Nunca.

Rodrigo se tapa la cara con las manos al pensar en lo


irremediable de sus actos.

MARY
¡Qué os pasó?

RODRIGO
(Tomándose tiempo para pensar)
Me…, él me…, me dijo que en su casa las cosas eran
como él decía. Yo quería cambiar aquella casa
apolillada. Tenía apalabrada la obra con un decorador
de Los Ángeles con el que había empezado a trabajar.
¡Un gurú de la decoración de interiores! Íbamos a
hacer una casa nueva y la obra la pagaba yo. Y él le
echó de allí poco menos que a patadas. Yo perdí el
trabajo y perdí los papeles. Aquel día dije cosas que
un hijo jamás debería decirle a un padre. Le eché la
culpa de la muerte de mamá, le dije…, bueno, le dije
cosas terribles y me fui de casa.

MARY
Y no volviste a hablar con él.

RODRIGO
(Mirándola con lágrimas en los ojos)
Exacto. Me vencía la vergüenza; el orgullo. Maldita
sea. Me arrepiento tanto…

Mary se levanta y consuela a su amigo.

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SEC. 20: INTERIOR CASA FAMILIA. DÍA.

Ana está en su cuarto subida a una silla, sacando unas


maletas de la parte superior de un armario. Susana entra.
ANA
Hola hija. ¿Me ayudas?

Susana baja una maleta que le tiende su madre. Ana busca


otra en el fondo del armario.

SUSANA
No quiero ir mamá.

Ana la mira sin decir nada.

SUSANA
Bueno, quiero ir a lo del abuelo. Pero esa idea de
papá, el viaje, es horrible. Son días metida en el
coche con todos. Me volveré loca mamá.

ANA
(Bajando de la silla)
No creo que sea para tanto.

SUSANA
¿Qué no? Papá está insoportable y me trata como una
niña. Viene ese indio, Tlulik - que se pondrá aún más
borde porque habrá hombres alrededor -, y parece que
también vendrá el tío Rodrigo con sus manías. Y ya
sabes cómo se lleva con papá. Habrá peleas, gritos,
mal rollo. ¿No podría ir en avión?

ANA
Exageras un poco ¿no crees? He sido yo la que le he
pedido a tu padre ir por carretera. Y la idea le
gusta tan poco como a tí. Pero me gustaría que todos
os acercarais un poco más. Sobre todo tu padre y tú,
que no sé qué os pasa. Y creo que el viaje puede ser
un buen momento.

SUSANA
O sea que tengo que ir.

ANA
Yo creo que sí, que deberías.

Susana no espera a que acabe la frase. Con evidente


disgusto da la vuelta y se va de la habitación.

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SUSANA
(Con voz llorosa, mientras sale)
Estupendo.

Ana baja despacio de la silla mirando por donde se ha ido


Susana. Está agotada, triste, desorientada.
SEC. 21: INTERIOR CASA FAMILIA. DÍA.

Susana sale del cuarto de su madre y en el pasillo se


encuentra con Marta que asoma desde su habitación. Lleva
el sobre de su abuelo en la mano. Al pasar junto a ella la
mira secándose una lágrima.

SUSANA
(Sin detenerse, camino de su habitación)
Y tú ¿qué miras?

MARTA
El abuelo quiere que leas las cartas.

Susana se extraña de la contestación pero no para.

SUSANA
¿Es que todo el mundo se está volviendo loco en esta
casa?

Mientras termina la frase entra en su cuarto y cierra con


un portazo. Pulgas sale del cuarto de Marta y se pone a su
lado gimiendo.

MARTA
(Mirando el sobre y sonriendo a su perro)
Tranquilo Pulgas, va a leer las cartas. Vámonos tú y
yo al jardín, que esto está que arde.

Los dos se alejan escaleras abajo.

SEC. 22: INTERIOR HABITACIÓN DE SUSANA. DIA.

Susana se sienta en la cama secándose lágrimas de


rabia. En la mesita de noche ve las cartas de su abuelo.
Sin demasiada convicción las coge, ve que están numeradas,
abre la primera y empieza a leer.

ABUELO (Voz en off)


No puedo lamentar más haberme perdido tu infancia.
Quisiera haberte mostrado tantas cosas que enseñé a

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tu madre… Lo recuerdo como si fuera ayer, la primera
vez que la llevé al santuario…

SEC. 23: EXTERIOR SANTUARIO ANGANGUEO. DIA.

(Con una luz de dominante azul)


La música sinfónica nos introduce. Un hombre – el abuelo
con 40 años – lleva a su hija pequeña – Ana, con 6 – a
ver las mariposas del santuario. Hay monarcas por todas
partes. El hombre se acerca a un grupo de mariposas y se
las muestra a la niña.

ABUELO (Voz en off)


Cada invierno, con la llegada de las monarcas,
los indios purépechas celebran el regreso de sus
difuntos. Creen que el alma de los muertos regresa
con ellos, que les visitan.

El hombre señala a su hija un hombre y una mujer indios


que meditan reverentes bajo un oyamel. Las mariposas los
rodean revoloteando a su alrededor.

ABUELO (Voz en off)


Para los purépechas nuestras tierras, estos bosques
donde se reúnen las monarcas, son un lugar sagrado.
Aquí se encuentran con sus seres queridos, con sus
antepasados…

El indio extiende sus brazos y cientos de mariposas se


posan sobre ellos.

ABUELO (Voz en off)


… Y completan la rueda de la vida. Para esta gente la
muerte es la metamorfosis a otro tipo de ser; éste
espiritual.

Mientras habla la niña extiende un brazo. Una mariposa se


posa en él.

ABUELO (Voz en off)


Ya ves, yo estoy a punto de realizar el gran viaje y
tú, aunque no lo sepas, estás a punto de empezar a
volar. Lo notarás por tu rebeldía, al creer que nadie
te comprende. No lo pagues con la familia. Yo, en
otro momento de mi vida, lo hice. Y no he dejado de
lamentarlo.

131
SEC. 22 bis: INTERIOR HABITACIÓN SUSANA. DÍA.

Susana continúa leyendo sobre la cama. Algunas lágrimas


caen por sus mejillas. Éstas ya no son de rabia.

ABUELO (Voz en off)


Espero que mis cartas te guíen y te ayuden a guiar a
nuestra familia. Tu metamorfosis ya ha empezado. La
mía, irremediablemente, también. No tengas miedo. Ni
pena. La vida es un cambio sin fin. Y este periodo ha
sido precioso. Te quiero mucho Susana. Tu abuelo.
Susana mete lentamente la carta en el sobre mientras
medita sus palabras.

SEC. 24: EXTERIOR JARDÍN CASA FAMILIA. DIA.

Una larva de mariposa monarca come las hojas de una


asclepsia. Detrás, de rodillas, mirándola fijamente está
Vicente. Marta se le acerca por detrás con Pulgas y se
agacha a ver qué es lo que está mirando el indio.

VICENTE
Ya está suficientemente gorda. En pocos días se hará
mariposa.

MARTA
(Mirando la mariposa)
No lo he visto nunca.

VICENTE
¿No has visto a las monarcas?

MARTA
(Volviéndose)
¡Claro que las he visto! Digo que no he visto cómo se
convierten.

VICENTE
Se esconden.

MARTA
¿Cómo?

VICENTE
Son tímidas. Cuando sienten que se van a convertir en
mariposas, buscan un buen escondite antes de hacer el
capullo.

131
MARTA
¿Las has visto? ¿Sabes dónde se esconden?

El indio sonríe.

VICENTE
Es posible…

Marta se pone de pie y se acerca a Vicente nerviosa.

MARTA
Enséñamelo, enséñamelo, enséñamelo…
Vicente se vuelve a agachar mirando a la oruga.

VICENTE
Verás la transformación. Sólo hace falta tiempo.

Marta se queda concentrada mirando la oruga. La oruga


se enrosca sobre el tallo de la asclepsia donde come y,
lentamente, comienza a soltar una seda. Está haciendo el
capullo delante de Marta.

El indio mira atónito la escena. Su cara muestra seriedad


y devoción. Es algo absolutamente insólito. La mariposa
se convierte en un capullo rígido que queda sujeto a la
rama de la asclepsia. Marta se vuelve y mira a Vicente. Es
como si saliera de un trance. El indio la mira fijamente
asombrado.

MARTA
(Poniendo otra vez su cara despreocupada)
Pues ésta no se esconde. ¡Qué guay! Tenemos que ver
cómo sale.

Y sale andando hacia la casa.

MARTA
(Volviéndose a mirar a Vicente, sin dejar de andar)
Tengo hambre ¿No quieres cenar?

SEC. 25: EXTERIOR CASA FAMILIA. NOCHE

Vemos la casa de la familia en una noche de luna. Todo


está envuelto en una absoluta tranquilidad. Ana está en
el porche moviéndose suavemente en el balancín mientras
escucha una música suave que sale de los altavoces
que asoman por la ventana del salón. Michael Jackson

131
canta “You are not alone”: …“And now that the day is gone,
I still all alone, how could this be?, You’re not here
with me…” Paul sale de la casa y se sienta con ella. Sin
decir una palabra se cogen la mano, cada uno pensando cómo
empezar la conversación sin estropear el momento.

ANA
Gracias

PAUL
¿Gracias?

ANA
Por el viaje. Sé que no te hace ninguna gracia.

PAUL
Si de verdad nos ayuda a estar un poco más unidos,
bienvenido sea. Pero creo que estamos haciendo
una mezcla explosiva. Viene tu hermano, Vicente, y
la “simpática” Tlulik. Un rarito, un indio místico y
una homófoba más seca que el desierto. ¡Que Dios nos
proteja!

Ana fuerza una sonrisa, agradecida de que su marido se lo


tome con humor.

ANA
Vamos, no exageres.

En ese momento Tlulik sale por la puerta de la cocina con


un extraño camisón y un gorro largo que le da un aspecto
de gnomo. Sin mirarles se dirige a su tipi donde se mete
resoplando por el esfuerzo de agacharse.

Paul y Ana se miran.

ANA
¿Qué? Lleva 15 años así. Ya sabes que le gusta ser
fiel a sus orígenes.

PAUL
(Mirando al horizonte)
Lo dicho. ¡Que Dios nos proteja!

Ambos siguen en silencio contemplando la noche. Jackson


canta “… you are not alone, I’m here with you…”

SEC. 26: INTERIOR HABITACIÓN SUSANA. NOCHE

131
La música continúa mientras vemos a Susana dormida en su
cama con las cartas que ha estado leyendo desparramadas
sobre las sábanas.

SEC. 27: INTERIOR CUARTO DE VICENTE. NOCHE

La música sigue. Vemos a Vicente sentado en el suelo


con las piernas cruzadas mirando la luna por la ventana
abierta de la habitación. Está concentrado en profunda
meditación.

SEC. 28: INTERIOR HABITACIÓN DE MARTA. NOCHE

La música continúa. Vemos a Marta dormida con una sonrisa.


Pulgas duerme con ella sobre la cama. En la mesita está la
carta del abuelo. El dibujo de la mariposa y la espiral
que tiene en el remite comienza a brillar destacando en el
cuarto oscuro iluminado por la luna.

SEC. 29: EXTERIOR EDIFICIO MEXICO D.F. DIA.

Vemos un impresionante edificio de oficinas. Su moderna


superficie acristalada refleja el sol de un luminoso día
en la ciudad. En la entrada un cartel anuncia: Edificio
Boyles & Asociados. México D.F.

SEC. 30: INTERIOR EDIFICIO MEXICO D.F. DIA.

Un hombre preside una reunión en una amplia sala de


juntas de estilo modernista. Es Tim Boyles, presidente de
Industrias Boyles, empresa con minas en EE.UU y México.
Las paredes, de cristal, dejan ver el mar inacabable de
casas y edificios del Distrito Federal. En la mesa, a
los lados de Boyles, hay un grupo de hombres y mujeres
trajeados y serios. Son sus socios. Uno de ellos está
hablando con evidente nerviosismo.

SOCIO 1
… y eso supondría algo más que un problema. Debemos
tener la mina en plazo. Ya son dos años esperando…

SOCIA 2
¡Son tres! – una mujer de gesto crispado revisa sus
papeles – Tres años que nos han supuesto millones

131
de dólares. Ya no nos vale una nueva promesa. Con la
plata por los suelos hemos cerrado seis minas. ¡Seis
minas! Y ahora esto. Más excusas. ¿Qué ha pasado con
los fondos de la compañía? ¿Y el aval de las minas de
Utah?

Boyles mira a sus interlocutores intentando mantener la


serenidad.

SOCIA 2
(En tono creciente)
Usted hace que Madoff parezca un colegial. Usted…

El hombre que tiene al lado la sujeta del brazo con


suavidad. La mujer se calla de golpe. Es evidente que este
hombre delgado, de pómulos marcados y ojos inteligentes y
fríos, despierta respeto y temor en los demás. Boyles, por
primera vez, deja ver el temor en su rostro.
SOCIO DELGADO
(Con voz suave, en tono más bajo que los demás)
No perdamos el tiempo. No somos niños y el tiempo es
oro…. (Sonríe con una mueca forzada).

Todos están tensos. Evidentemente todos temen a este


hombre.

SOCIO DELGADO
(Jugando con un extraño amuleto oriental entre las manos)
Señor Boyles ¿tiene usted alguna noticia que debamos
saber?

BOYLES
Ya les he dicho que la mina está prácticamente en
nuestras manos. El viejo De la Vega ha muerto hace
tres días. Si para el Día de Difuntos no se presenta
algún pariente a reclamarla, la mina pasa a un primo
segundo. Y éste ya nos ha firmado su cesión a cambio
de unas deudas de juego. Como les digo, en menos de
dos semanas la mina será nuestra.

SOCIO DELGADO
(Sonriente)
¿Y qué pasa con los hijos de De la Vega?

Echa un vistazo a un par de folios que le pasa otro de los


reunidos. En ellos están las fotos de Ana y de otro hombre
(Rodrigo).

El hombre sentado a su izquierda lee como si hubiera

131
recibido una orden.

HOMBRE IZQUIERDA
Rodrigo de la Vega: 42 años, soltero. Trabaja para
una galería de arte en Chicago. Vive sólo y declara
$150,000 anuales. No se le conocen antecedentes. Ni
una multa de tráfico. Es adicto a la música clásica,
las exposiciones de arte y le encanta la alta cocina.

El hombre delgado hace un gesto rápido. Los detalles


secundarios no le interesan:

HOMBRE IZQUIERDA
Ana de la Vega: 37 años, casada con Paul Couvier,
ingeniero canadiense. Dos hijas, Susana de 15 años
y Marta de 9. Bióloga. Trabaja en el Colegio Saint
Paul. El matrimonio gana conjuntamente $135,000.
Tienen hipoteca que apenas les permite cubrir sus
gastos. Aficionados a…

El hombre delgado le calla con otro gesto.

SOCIO DELGADO
Ana y Rodrigo ¿no es eso? ¿Crees que rechazarán una
mina de oro? ¿Que no se enterarán? ¿Va a comprársela
por otra deuda de juego? ¿Es que juega toda la
familia?

BOYLES
No están interesados en vender. Se lo llevo
proponiendo tres años. Es cosa de familia. Pobres
pero ecologistas, o espiritistas…, o algo así. Los
hijos tuvieron que emigrar a Canadá y EE.UU. Llevan
una vida vulgar. Ella tiene una hipoteca, incluso.
Pero no quieren vender. Creo que no saben que la
mina aún guarda oro y en cualquier caso no podrían
explotarla por las leyes de protección del Estado.
Está en un santuario para mariposas; un parque
protegido por la ley Federal.

SOCIO DELGADO
¿Me he perdido algo? ¿Dice que no podrá explotarse la
mina?

BOYLES
Ellos no. En principio está terminantemente prohibida
la actividad minera en el área protegida. Pero si se
tiene el contacto adecuado en las altas esferas y se
le ofrece una parte…

131
SOCIO DELGADO
Y entiendo que usted lo tiene.

BOYLES
Y bien importante. En cuestión de semanas el terreno
quedará recalificado y se podrá sacar el oro de una
forma totalmente legal.

SOCIO DELGADO
Me preocupa Sr. Boyles. Ya sabe cómo son esas cosas.
Luego las semanas se convierten en meses y cada día
que pasa perdemos una fortuna.

BOYLES
Mi contacto me ha asegurado que podré iniciar
la actividad incluso antes de que se firme la
recalificación. Sólo necesito tener la propiedad de
las tierras.
SOCIO DELGADO
Y con eso volvemos al inicio de nuestro problema.
¿Cómo va a conseguir la propiedad? ¿Hay algo con lo
que pueda negociar con ellos?

BOYLES
No. Yo había pensado más bien en evitar que llegaran
a tiempo. Viven lejos y parece que se están
planteando ir a México por carretera. Eso nos pone
las cosas mucho más fáciles. Den por seguro que no
llegarán a tiempo a Angangueo.

El socio delgado se le queda mirando con una seriedad que


produce terror. Su silencio pesa sobre la reunión como una
losa. Al cabo de unos segundos eternos vuelve a hablar con
suavidad.
SOCIO DELGADO
Se me acaba la paciencia Sr. Boyles. No me importa
cómo lo haga pero espero que cumpla su palabra.

El hombre se levanta. Dos de los reunidos lo hacen con él.

SOCIO DELGADO
O también usted tendrá algo que celebrar el Día de
Difuntos.

Sin cambiar el gesto se da la vuelta y sale de la


habitación. Los dos hombres que se levantaron con él
recogen los papeles de la mesa y le siguen. El resto
de los reunidos mira a Boyles. Este se ve claramente

131
afectado.
BOYLES
Señores, les mantendré informados de cualquier
novedad. Muchas gracias.

Los hombres y mujeres reunidos se levantan comentando


entre ellos y van saliendo mientras Boyles sigue sentado.
Cuando están saliendo los últimos saca otro móvil de su
chaqueta. Espera a que el último cierre la puerta y marca
mientras gira su silla y mira el horizonte de la ciudad
enfrentado a la pared de cristal.

SEC. 31: EXTERIOR CARRETERA DESIERTO. DÍA

Estamos en una carretera recta que atraviesa un paisaje


semidesértico cuajado de arbustos en el que varias
afloraciones rocosas contrastan con el terreno llano.
Un Corbett rojo salta en un cambio de rasante dando la
impresión de que ha surgido de la nada. Detrás vienen tres
coches de policía. Todos ruedan a gran velocidad.
SEC. 32: INTERIOR CORBETT. DÍA.

En el interior del Corbett conduce Cicatriz, un hombre


delgado y moreno que tiene la cara cruzada de lado a lado
por una cicatriz. De copiloto lleva a Alicates, un pitbull
de aspecto fiero.

CICATRIZ
(Dando un grito de emoción por el salto)
Hemos robado el coche adecuado Alicates. Con esta
maravilla no nos va a resultar difícil sacarles a
esos polis los 45 segundos que necesitamos. Corre
como el mismísimo diablo.

El perro bufa mirándole de reojo y vuelve a mirar


concentrado hacia delante. A pesar de su aspecto feroz la
forma de conducir de su amo le aterroriza.

CICATRIZ
Lástima que tengamos que destrozarlo.

SEC. 31 bis: EXTERIOR CARRETERA. DÍA.

Un nuevo cambio de rasante hace saltar al deportivo.


Detrás los coches de policía saltan igualmente. Uno está a
punto de perder el control.

131
SEC. 32 bis: INTERIOR CORBET. DÍA

Cicatriz recibe una llamada. Coge el móvil mientras


conduce.
CICATRIZ
Hola jefe. Sí, misión cumplida. ¿Cómo? Sí, pero
no tardaré en deshacerme de ellos, lo tengo todo
previsto. Un momento jefe.

SEC. 31 3ª: EXTERIOR CARRETERA. DÍA.

Cicatriz deja el teléfono sobre sus piernas y gira


bruscamente a la derecha metiéndose en una pista de
tierra. La maniobra levanta una enorme nube de polvo.

Los coches de policía intentan la maniobra. El segundo


coche choca contra el primero, que ha frenado de golpe
para desviarse. El tercero los esquiva derrapando pero
después de maniobrar, entra en la pista y se mete de lleno
en la nube de polvo. El primer coche, aunque abollado, se
recupera y le sigue. El segundo se queda en la cuneta con
sus ocupantes maldiciendo fuera.
SEC. 33: INTERIOR COCHE POLICÍA. DÍA.

Desde el interior del coche de policía no se ve nada. El


polvo hace desaparecer el paisaje.

POLICÍA CONDUCTOR
¡Maldita sea! No veo nada.

SEC. 32 3ª: INTERIOR CORBETT. DÍA.

Cicatriz vuelve a coger el móvil.

CICATRIZ
Disculpe jefe, ¿Cómo? ¿Un nuevo encargo? ¡Vaya, sí
que está ocupado últimamente!

SEC. 31 4ª: EXTERIOR PISTA DESIERTO. DÍA.

El Corbett pasa a toda velocidad levantando grandes nubes


de polvo.

SEC. 32 4ª: INTERIOR CORBETT. DÍA.

Cicatriz sigue hablando.

131
CICATRIZ

Sí, jefe… Sí… Por supuesto, Jefe, sabe que puede


confiar en mí. Chicago, sí. De acuerdo. Mañana puedo
estar allí. ¿Canadá? Bien, mándeme la información…
(Otro rato de escucha) Y, ¿hasta dónde puedo llegar?

Cicatriz sonríe ante la respuesta.

CICATRIZ
En ese caso délo por hecho.

Cicatriz cuelga y mira a Alicates.

CICATRIZ
Bueno amigo, ya tenemos la delantera que queríamos. Y
ahora, la traca final.

SEC. 34 : EXTERIOR PISTA DESIERTO. DÍA.

El Corbett se desvía de la pista y se mete entre dos


afloramientos de roca. Rápidamente Cicatriz para el coche
y sale. Alicates salta al suelo agradecido de volver a
pisarlo. Luego cicatriz bloquea el volante, mete una
marcha y coloca un saco pesado, que lleva detrás del
asiento, sobre el acelerador. El Corbett sale disparado
campo a través. Cicatriz corre hacia las rocas.

CICATRIZ
¡Vamos Alicates! No nos sobra el tiempo.

SEC.33 bis: INTERIOR COCHE DE POLICÍA. DÍA

Desde dentro del coche la policía ve al Corbett salir de


las rocas fuera de pista. La nube de polvo les guía; es
imposible ver bien al coche fugitivo.

CONDUCTOR
¡Qué hace ese imbécil? Van directos al cañón de
Bryde.

SEC. 35: AÉREO DESIERTO. DÍA.

El Corbett corre en línea recta levantando polvo. Detrás,


acortando distancia, le siguen los dos coches de policía.
Todos corren hacia un profundo cañón que se abre en el
paisaje.

131
SEC. 36: EXTERIOR PAISAJE DESIERTO. DÍA.

El Corbett llega al cortado y salta al vacío. La policía


llega al lugar. Los agentes bajan de los coches y se
asoman. Nadie puede sobrevivir a semejante caída.

SEC. 34 bis: EXTERIOR AFLORAMIENTO ROCOSO. DÍA.

Cicatriz y Pulgas caminan por un estrecho sendero entre


las rocas hasta llegar a un coche negro, un Chevrolet
Impala de 1967. Ambos entran en el coche.

SEC. 37: INTERIOR COCHE CICATRIZ. DÍA.

CICATRIZ
(Dando un golpecito al volante. Hablando con el coche)
No tengas celos, viejo. Yo a ti no te cambio por
nada.

Cicatriz arranca.

SEC. 34 3ª: EXTERIOR AFLORAMIENTO ROCOSO. DÍA

El coche arranca despacio y se aleja por una pista


estrecha internándose en el paisaje desértico.
SEC. 38: INTERIOR HALL CASA FAMILIA. DIA.

En el hall de la casa hay un movimiento permanente. Junto


a la puerta de entrada esperan un montón de bolsas y
maletas. Susana reorganiza una mochila mientras Ana mete
sándwiches, galletas y frutas en una bolsa.

Paul sale de la cocina con una nevera portátil y dos


botellas grandes de agua y se queda parado viendo el
panorama. Se está juntando una increíble cantidad de
equipaje.

PAUL
¿Hay que llevar todo esto? Vamos, sólo nos vamos unos
días y esto parece una mudanza.

En ese momento baja Vicente llevando dos maletas de las


niñas. Sin decir una palabra las coloca junto a las demás,
a lo pies de Paul. Éste le mira con cara de asesino.

VICENTE
(Muy digno)

131
A mí no me mires. Yo viajo con un morral.

PAUL
¿Pero dónde creéis que va a caber todo esto?

ANA
(Sin dejar de empaquetar)
Podemos usar la baca.

PAUL
Ya, ya contaba con la baca. Pero todo esto… ¿es
necesario?

ANA
Sólo llevamos lo imprescindible Paul.

PAUL
Pero si llevamos seis maletas, ocho o diez bolsas,
mochilas, abrigos como para pasar un invierno en
Alaska…

En ese momento entra Tlulik desde la cocina con un macuto


de piel y el tipi desmontado. Al meter las maderas que
hacen de esqueleto de la tienda golpea varias veces las
paredes, la puerta, el suelo… El proceso dura largos
segundos mientras todos permanecen como hipnotizados
viendo los apuros de la india y la batería de golpes y
resoplidos.
Susana y Marta se miran y hacen un gesto disimulado
de “¡se va a organizar una buena!”

Por fin Tlulik suelta estrepitosamente todo su equipaje


en el suelo. Paul va a decir algo pero la india le mira
con la cara congestionada brillante de sudor y una mirada
fiera que le quita la idea. Luego Tlulik da la vuelta,
bufa y se mete de nuevo en la cocina.

PAUL
… Y un tipi indio. Lo imprescindible, claro.

SUSANA
(En voz baja)
Y lo que traiga el tío Rodrigo.

Paul la mira, imagina lo que traerá su cuñado, da media


vuelta y se mete en la cocina.

PAUL
Perdonad un momento.

131
SEC. 39: EXTERIOR CASA FAMILIA. DÍA.

Mark, el hijo del vecino, está podando el seto que separa


las dos casas buscando disimuladamente la posibilidad de
ver a Susana sin que le vea su padre, que le atemoriza.
Con un gesto presumido se arregla el pelo y se asoma
lentamente sobre el seto.

Paul sale a la calle por la puerta de la cocina, se acerca


al seto con decisión y mirando hacia la casa del vecino
para intentar que no le oigan dentro de la suya, grita con
todas sus fuerzas para desahogarse. El grito coincide con
el momento en el que Mark se asoma de forma que le grita
en la cara. Ante el susto Mark grita también con la cara
desencajada, tira las tijeras y sale corriendo hacia su
casa aterrorizado.

Paul, que ha dejado de gritar al ver al chico y oír su


grito, le mira correr con cierta sorpresa.

PAUL
(Para sí mismo, mientras vuelve hacia la casa negando con
la cabeza)
Menudo maricón.

SEC. 38bis: INTERIOR HALL CASA FAMILIA. DÍA.

Paul entra en el hall desde la cocina cuando Marta abre la


puerta principal y entra desde la calle. Es evidente que
algo la emociona. Coge de la mano a Vicente.

MARTA
Ven, ven, ven…

ANA
¿Qué pasa, Marta?

PAUL
Estamos a punto de irnos.

Marta le mira un instante.

MARTA
Luego me cuentas porqué le gritas al vecino ¿vale?

131
Paul se queda cortado. Marta vuelve a mirar a Vicente.

MARTA
Ven, ven. Tienes que ver la mariposa. Está saliendo.

VICENTE
¿Qué mariposa?

MARTA
La del capullo. La que lo hizo delante nuestro. Está
saliendo.

VICENTE
No puede ser. Debe ser otra. Las orugas tardan diez
días en salir del capullo.

MARTA
Esta no. Ven.

Vicente mira a Ana y a Paul como esperando su permiso para


salir.

ANA
No entretengas mucho a Vicente, tiene que ayudarnos
con las maletas.

Vicente sale tras Marta.

SEC. 40. EXTERIOR CASA FAMILIA DIA.

Un capullo se está moviendo. Marta y Vicente llegan


a verlo. Ambos se agachan. El capullo se contorsiona
repetidas veces.

MARTA
¿Lo ves? Es nuestra oruga. Parece que ya quiere
salir.

Vicente mira el capullo con evidente impresión. Su cara


muestra seriedad. No puede creer lo que está viendo.

MARTA
¡Mira, mira! ¡Ya sale!

El capullo se empieza a romper. Una mariposa con las alas

131
pegadas y húmedas sale al exterior.

MARTA
¡Qué guay!

La mariposa despega sus alas aún blandas. Poco a poco va


adquiriendo su forma. Las alas se abren y agitan dejando
ver todo su extraordinario colorido. En la parte inferior
de ambos lados tiene una mancha color rojo intenso que la
diferencia del resto de las monarcas.

VICENTE
(Mientras la mariposa muestra su color)
No puede ser…

El indio parece tener miedo. La salida de la monarca en


tan poco tiempo lo había llenado de asombro. Ahora, al ver
los colores, parece que el asombro se ha transformado en
miedo.

MARTA
¿Qué te pasa? ¡Es preciosa! Parece como si te diera
miedo.

Vicente sigue mirando a la mariposa sin decir palabra.


El insecto mueve sus alas para ejercitar sus músculos y
emprende el vuelo.

MARTA
¡Allá va! ¡Qué pasada! ¡Vuela, Rojita! ¡Vuela.

La mariposa revolotea a baja altura y se acerca a Marta.


Marta extiende una mano y la mariposa se posa en ella.

Vicente parece en estado de trance ante lo que está


viendo.
MARTA
(Mirando a la mariposa)
¡Mira! ¡Se ha hecho mi amiga! ¡Rojita se ha hecho mi
amiga!

La mariposa emprende el vuelo de nuevo, se eleva y se


aleja en el cielo.

SEC. 41: EXTERIOR GARAJE CASA FAMILIA. DIA.

Paul y Ana están cargando el equipaje en la baca del


coche. Susana sale con su maleta oyendo música con sus

131
cascos. Paul, subido en la baca, hace un gesto para que
Susana le pase la maleta pero ésta, que no le ve, la deja
junto al monovolumen y se aleja moviéndose al ritmo de la
música que escucha.

Su padre la mira y niega con la cabeza mientras baja a por


la maleta y vuelve a subir a la baca con ella. Ana sale
con dos bolsas que mete en el interior del coche. Tlulik
ya está sentada dentro y la mira con seriedad. Ana la mira
y también niega con la cabeza dándose cuenta de la tarea
que tiene por delante intentando que el viaje una a la
familia.

Al salir del coche se fija en Marta, que llega corriendo


alegremente seguida de Pulgas. Ana sonríe al ver que al
menos hay alguien contento en la familia. Pero al fijarse
en Vicente, que llega detrás, se preocupa. La cara del
indio muestra que ha sufrido una gran impresión.

MARTA
¡Mamá! ¡Papá! Tendríais que haberlo visto. Ha sido
increíble. La mariposa ha salido de su capullo
y se ha hecho mi amiga. Tiene unas manchas rojas
chulísimas. La he llamado Rojita. Y es mi amiga. Se
me ha posado aquí.

Ana fuerza una sonrisa y le hace una caricia pero espera a


que llegue Vicente.

ANA
¿Qué pasa, Vicente?

El indio la mira saliendo de sus pensamientos. Por un


momento permanece en silencio, decidiendo si le cuenta lo
que piensa o no, pero cambia de actitud y fuerza una mueca
que intenta ser una sonrisa.
VICENTE
Nada, he venido a ayudaros a cargar.

PAUL
A buenas horas. Bueno esto ya está. Sólo nos faltan
la nevera, la tele y las alfombras.

Vicente se mete en el coche, ve a Tlulik al fondo, al lado


de donde le toca sentarse y se vuelve instintivamente
hacia Ana con mirada suplicante. Ana levanta las cejas en
señal de disculpa. Vicente se resigna y entra.

PAUL

131
(salta al suelo)
¡Todo el mundo arriba! ¡Nos vamos!

Ana, las niñas y el perro se meten en el coche. Paul, al


cerrar la puerta corredera lateral mira hacia el interior
y ve la cara de Vicente y la de Tlulik.

PAUL
(Para si mismo)
¡Que Dios nos asista!

El monovolumen sale de la casa y se aleja. Algunas


monarcas, de colores habituales, vuelan sobre la
urbanización aquí y allá.

SEC. 42: EXTERIOR CASA RODRIGO. DIA.

Vemos la casa de Rodrigo. Junto a la valla del jardín se


detiene el coche de Cicatriz. Él y el pitbull vigilan. Hay
un coche aparcado en el jardín y eso parece retener a
ambos.

CICATRIZ
Quieto amigo. O soy nuevo en el negocio o ese coche
de ahí es de la pasma. Será mejor esperar un rato
aquí dentro.

SEC. 43: INTERIOR. HALL CASA RODRIGO. DIA.

Rodrigo está con su amiga Mary Millard, la capitana de


policía, en el hall de la casa. Rodrigo trae una maleta
del interior de la casa y la pone junto con dos bolsas y
otras dos maletas que esperan en la entrada.

CAPITANA
¿No puedo convencerte?
RODRIGO
No Mary, esta vez no. Se lo he prometido a Ana.

CAPITANA
Pero son más de tres mil kilómetros.

RODRIGO
No me lo recuerdes. Sólo la idea del viaje me produce
jaqueca. Imagínate…, todos en esa furgoneta.

CAPITANA

131
Eso te pasa por no querer sacarte el carnet de
conducir. Te lo habré dicho un millón de veces.

RODRIGO
(Colocando la maleta de forma ordenada junto a las otras
dos)
Yo no estoy hecho para conducir. Es un acto de piedad
con los seres humanos. Si sacara ese papelito pondría
en peligro a toda la población.

CAPITANA
(Forzando una sonrisa porque sabe el esfuerzo que hace
Rodrigo para parecer alegre)
No puedo hacerte cambiar de idea ¿verdad?

Rodrigo se para y la mira. Luego se acerca y la coge


cariñosamente por los hombros.

RODRIGO
¿Sabes qué? Creo que Ana no me había hablado así en
mi vida. ¿Y sabes algo más? Creo que tiene razón. No
será fácil, pero pasar unos días de viaje juntos toda
la familia nos puede venir bien.

Luego se queda abstraído un rato, como meditando.

RODRIGO
(Para sí mismo)
Espero ser capaz de soportarlo.

Una bocina desde el exterior le saca de sus pensamientos.

RODRIGO
(Con un gesto que demuestra que le molesta el ruido)
Ya están aquí. Y conduce Paul; sigue con la manía
del maldito claxon. ¿Me echas una mano querida?

CAPITANA
Cómo no. Cualquier esfuerzo merece la pena si así te
pierdo de vista unos días.
Rodrigo fuerza una sonrisa.

CAPITANA
Cuídate ¿vale?

Rodrigo asiente con la cabeza, agradecido por el cariño


que le muestra su amiga. Abre la puerta, coge dos maletas
y sale a la calle.

131
SEC. 44: EXTERIOR CASA RODRIGO. DIA

Ana baja del coche cuando se abre la puerta de la casa y


corre hacia Rodrigo. Los dos se abrazan y se miran sin
decir nada. No hace falta, sin palabras se están diciendo
mucho. Rodrigo es el primero en reaccionar.

RODRIGO
Ana te presento a mi amiga Mary, capitana de policía.
Mary, Ana… y su marido, Paul.

Paul sale del coche y saluda a Mary sin acercarse. Ana,


que la tiene al lado, le da la mano.

ANA
Encantada.

CAPITANA
Siento mucho lo de su padre.

ANA
Gracias. Creo que ahora, con Rodrigo, lo llevaré
mejor. Te veo muy bien hermanito; como siempre.

RODRIGO
Tonterías. Dejemos los cumplidos para más tarde.
Tenemos que irnos. (Volviéndose hacia su amiga) Te
veré en unos días Mary.

Rodrigo abraza con fuerza a su amiga.

RODRIGO
(Cerca del oído de su amiga)
Te voy a echar mucho de menos. No te extrañe que te
llame para desahogarme. O para pedir auxilio.

La capitana le acaricia la mejilla y le da un beso. Paul,


que baja del coche, se sorprende porque sospecha que
a Rodrigo no son las mujeres, precisamente, lo que le
gustan.

PAUL
(Para sí mismo)
¡Vaya, qué sorpresa!

Luego Rodrigo se adelanta hasta él y le tiende la mano.

RODRIGO

131
Encantado de verte Paul.

PAUL
Lo mismo digo.

RODRIGO
El viaje promete ser interesante.

PAUL
(Que ha visto las tres maletas y las dos bolsas de su
cuñado)
Sí, desde luego. Veo que sólo has cogido lo
imprescindible.

Rodrigo le mira. En otra ocasión habría empezado una de


sus habituales discusiones pero esta vez prefiere dejarlo
pasar. Sin hacer un comentario se dirige a las niñas.

RODRIGO
¿Cómo estáis sobrinas? ¡Pero mira esa señorita! ¿De
verdad eres Marta?

Marta se ríe desde dentro.

SUSANA Y MARTA
Hola tío Rodrigo.

RODRIGO
¡Y Pulgas! Y también nos acompaña la simpática
Tlulik. Tan expresiva como siempre ¿eh? (Tlulik bufa
desde el interior y mira hacia otro lado) Esto va
a ser grandioso. ¿Y quién más viene en el viaje…?

Rodrigo reconoce entonces a Vicente y la sorpresa se


dibuja en su cara. Un millón de recuerdos le asaltan de
golpe.

VICENTE
Hola hijo del viento, me alegra verte.

Rodrigo titubea. Luego reacciona emocionado.

RODRIGO
Sal del coche Vicente, ahí dentro no puedo saludarte.
El indio sale y para su sorpresa Rodrigo le abraza.

RODRIGO
(Algo cortado)
Qué alegría volver a verte. Tienes que contarme

131
tantas cosas.

VICENTE
(Igualmente cortado)
Muchas, pequeño De la Vega. Muchas.

Ana los mira emocionada. Paul, que termina de colocar


el nuevo equipaje en la baca del coche, pone cara de
paciencia.

PAUL
(Entrando en la furgoneta)
Bueno, siento ser aguafiestas pero deberíamos irnos.

Todos se meten en el coche. Desde el interior se despiden


de Mary que los ve alejarse lentamente por la calle.

Luego la capitana se fija en algo diferente y su rostro


se pone serio. Un Chevrolet Impala negro sale de una
calle secundaria y se aleja detrás de la furgoneta. Por su
expresión vemos que el coche despierta recelos en ella.

SEC. 45: INTERIOR CUEVA.

En el interior de una cueva un grupo de personas embozadas


se ha reunido alrededor de un rústico altar. Varias
antorchas iluminan la cueva. Los hombres y mujeres
congregados llevan capas que ocultan a medias sus rostros.
Bajo las capas se aprecian todo tipo de vestimentas que
desvelan que los reunidos pertenecen a todo tipo de
estamentos sociales y económicos.

Un murmullo cubre la cueva levantando ecos.

Un hombre llega al altar. El hombre, vestido con la misma


capa, se coloca frente a los reunidos y espera a que el
murmullo baje hasta desaparecer. Cuando reina un absoluto
silencio el hombre se quita el embozo. Vemos que es el
chamán que observó la persecución en 1910. Su cara está
aún más envejecida y arrugada.

CHAMÁN
El Santuario está en peligro.

Un murmullo de alarma se levanta entre los congregados. El


chamán espera una vez más a que reine el silencio.

CHAMÁN

131
Don Luis ha emprendido el viaje. Lo dejó todo bien
dispuesto. Pero la mina vuelve a atraer al mal hasta
la casa de nuestros mayores.

El chamán se desprende de la capa y se queda con el


vestido tradicional, similar al que vimos en la secuencia
4.
CHAMÁN.
Noto grandes cambios; cambios que afectarán al
Santuario, a nuestra Sociedad, a nuestro futuro y
nuestra historia.

De nuevo un murmullo entre los asistentes. Esta vez el


chamán no espera a que se haga el silencio.

CHAMÁN
Hay señales inequívocas. Un ciclo llega a su fin. Ya
nada volverá a ser lo mismo. Por eso os he reunido.
Debemos recordar nuestro juramento, debemos proteger
a la familia, debemos luchar por el futuro de
nuestros hijos y el respeto a nuestros antepasados.

Un asentimiento general se eleva entre los congregados.

El chamán está muy fatigado. Su edad y el discurso parecen


haber minado sus fuerzas. Por un momento se tambalea. Los
reunidos se callan. El indio está en trance. Dos hombres
suben y le ayudan a mantenerse en pie. Entonces recobra la
consciencia y levanta de nuevo la cabeza.

CHAMÁN
Las ruedas del destino ya se han puesto en marcha. El
viaje ha comenzado. Id y manteneos alerta. Ayudad a
los espíritus del bien.

Los dos ayudantes ayudan al chamán a sentarse mientras


la gente sale de la cueva y el asentimiento general se
escucha una y otra vez levantando ecos.

SEC. 46: INTERIOR MONOVOLUMEN. DÍA

El monovolumen avanza por una gran autopista de tráfico


fluido. En el interior hay un silencio tenso. Susana sigue
aislada con sus cascos. Marta mira por la ventanilla con
interés. El resto mira al frente con cara seria. Incluso
Pulgas parece tenso en la parte de atrás, mirando al
frente entre Vicente y Tlulik.

131
Por el lado de Marta pasa un camión que lleva en el
trailer una casa prefabricada.

MARTA
Mira, mira, un camión con una casa encima.

Todos siguen sin mover un músculo.

El monovolumen pasa junto a un cartel en el que un


gigantesco san bernardo anuncia comida para perros.

MARTA
¡Hala! ¡Mirad que perro!

Todos continúan impasibles. Pulgas gime.

Pasan junto a un coche de una empresa de control de plagas


que tiene en la parte delantera del techo dos grandes
orejas de rata.

MARTA
¡Mirad! ¡Un coche con orejas…!

Se da la vuelta entusiasmada y ve que todos siguen con la


misma cara. Pulgas es el único que gime y mira suplicante.

MARTA
¡Sois unos rollazos!

Ana se vuelve con cara de disculpa.

ANA
¿Te apetece un poco de música?

Paul mira por el retrovisor a su cuñado sabiendo que van


a empezar las tensiones. Ana, que ve lo mismo, se vuelve,
hace un gesto a Susana para que se levante los cascos y
pregunta.

ANA
Hay de todo. A ver, ¿qué música os gusta?

Todos contestan a la vez.

RODRIGO
Clásica

PAUL

131
Rock
SUSANA
Pop
VICENTE
Country

Todos miran entonces a Tlulik esperando su opinión.

TLULIK
¡Bah! Prefiero el silencio.

Todos vuelven a mirar al frente en silencio.

ANA
Bueno Marta, te toca a ti decidir.

MARTA
Pues… (piensa mientras todos la miran
inquisitorialmente)… música divertida.

Paul se adelanta y pulsa un botón del reproductor.

PAUL
Perfecto, quiere rock.

Comienza a sonar Bryan Adams. Rodrigo y Paul se cruzan una


mirada por el retrovisor. Susana vuelve a los cascos.

MARTA
¿Te gusta tío Rodrigo? ¡Es muy marchosa!

RODRIGO
Sí, muy divertida, es perfecta para niños.

Paul hace acuso de recibo y sube un poco el volumen. Ana


niega con la cabeza. La furgoneta sigue adelante mientras
se oye a Adams a todo volumen.

SEC. 47: EXTERIOR MOTEL. DIA.

El monovolumen llega a un motel con la caída de la tarde.


La familia baja del vehículo. Marta sale tras Pulgas.
Luego baja Rodrigo con un pequeño ordenador en la mano en
el que ha visto un hotel adecuado a sus gustos.

RODRIGO
(Mirando el ordenador)
Está a sólo treinta kilómetros de aquí. ¿De verdad

131
nos vamos a quedar en “esto”?
Rodrigo mira el motel. Es un local discreto de cuatro
habitaciones adosadas que le dan cierto aire de
urbanización. Es un motel funcional, sin pretensiones.
Rodrigo está acostumbrado a lugares con mucho más encanto.

ANA
Somos muchos y la economía no está para sobresaltos.

RODRIGO
(Mirando las casas)
Lo entiendo pero esto…

Paul, que ha bajado y le escucha mientras estira sus


músculos agarrotados, está demasiado cansado para
discutir.

PAUL
Voy a registrarnos.

Ana le sigue para ayudarle. Rodrigo va tras ella.

ANA
¡Marta! ¡Pulgas! No os alejéis; cuidado con los
coches.

Susana baja del coche oyendo música con los cascos de su


i-touch. Ana la mira y le hace un gesto para que se los
quite.
ANA
Échale un ojo a tu hermana. Que no se aleje.

SUSANA
(Con cara de paciencia)
Vale…

ANA
Vicente…

VICENTE
No le quito el ojo, Papalotzin. Vete tranquila.

Ana entra en la recepción del motel.

Vicente se acerca a Susana.

VICENTE
¿Todo bien?

131
SUSANA
(Quitándose otra vez los cascos)
¿Qué?
VICENTE
Te preguntaba si todo va bien.

SUSANA
Sí. Todo bien.

VICENTE
Tu abuelo me insistió en las cartas. Quería que las
leyeras durante el viaje.

SUSANA
(Con una mezcla de vergüenza y fastidio)
Ya las he leído. La mayoría.

VICENTE
Don Luis quería contarte tantas cosas… Siempre
pensaba que lo haría durante el verano. Pero pasaban
los veranos y nunca aparecíais.

SUSANA
(A la defensiva)
No teníamos dinero. Y a papá no le dan vacaciones
desde hace…

VICENTE
(Levantando las manos conciliador)
Lo sé, lo sé. No era un reproche. Es sólo que tu
abuelo puso mucho interés en todo lo que te cuenta en
las cartas. Cuando tu madre era como tú ya le había
contado mucho sobre las mariposas, el Santuario,
nosotros, los indios purépechas, la vida…

SUSANA
Ya lo sé. Mamá también me contaba cosas de pequeña.

Vicente la mira serio y asiente.

SUSANA
Que sí, estaba lo del ciclo de las mariposas y que
unas venían desde México y luego volvían. Está bien
¿sabes?, pero tampoco me parece que unos insectos
sean tan importantes. Bueno, quiero decir que a mí
me gustan las monarcas y todo eso, pero me gustaría
más que me hablaran del abuelo sin sacar siempre las
mariposas.

131
VICENTE
Mi querida niña. Las mariposas son sólo el vehículo
para contarte la visión que tu abuelo tenía de la
vida. La visión de nuestro pueblo.

SUSANA
(Cada vez más fastidiada)
¡Ya! O sea que siempre tienen que salir las
mariposas.

VICENTE
(Viendo lo poco receptiva que está Susana)
Bueno, lee las cartas y hablamos de las mariposas. Tu
hermana parece muy interesada en ellas…

La mención de Marta les recuerda al indio y a Susana que


tenían que vigilar a Marta. Ambos se vuelven con ansiedad
buscándola con la mirada. Entonces ven que Ana está con
ella entregándole una llave. Mientras Marta se dirige a
una de las habitaciones del motel Ana se vuelve hacia
ellos.

ANA
(Con tono de irónico reproche)
No le ibais a quitar el ojo de encima ¿eh? Anda,
ayudad con las maletas.

Los dos van hacia el coche. Rodrigo, que ha salido de


recepción a tiempo de oír parte de la conversación de
Susana y Vicente y está bajando sus maletas espera a
Susana hasta que está a su lado.

RODRIGO
Si te parece mal lo de las mariposas espera a ver las
habitaciones. Seguro que encuentras que hay animales
más molestos.

Paul llega con más llaves y le entrega una a Vicente.


Luego se acerca a Susana.

PAUL
Marta y tú dormiréis con Rodrigo. Ha escogido una
suite y estará encantado de que durmáis en la mejor
habitación del hotel.

SUSANA
(Dirigiéndose a Rodrigo mientras mira acusadoramente a su
padre)
¿Te lo ha consultado?

131
RODRIGO
(Agradecido ante el detalle de que se preocupe por él)
Sí Susana. (Paul hace un gesto de burla a su hija)
Y estaré encantado. Así recuperamos tanto tiempo
perdido. Si queréis, claro.

MARTA
¡Qué bien! ¿Sabes jugar a las preguntas?

Paul le mira con una sonrisa malvada.

RODRIGO
(Forzando una sonrisa)
Sospecho que aprenderé pronto.

Mientras Rodrigo, Marta y Susana se alejan Paul se vuelve


para bajar más maletas y se encuentra cara a cara con
Tlulik que espera como un tótem a que le bajen su petate y
su tienda.

PAUL
Ya lo bajo, ya lo bajo.

Paul baja las cosas de Tlulik y aún desde el techo del


coche ve cómo ésta las recoge, se las echa encima y
se dirige a una pequeña zona ajardinada al lado de las
habitaciones de la familia. Ana se acerca de nuevo para
ayudar con el equipaje.

PAUL
(Bajando los últimos bártulos)
Ya veremos lo que nos dicen en recepción mañana
cuando vean una tienda india en mitad del jardín
y a esa embajadora de la simpatía protegiendo sus
dominios.

ANA
Anda, deja ya de quejarte y vámonos a dormir. Estamos
todos muy cansados.

Paul baja del coche, lo cierra, coge las últimas maletas y


sigue a su mujer echando un último vistazo a Tlulik que ya
levanta el tipi en el pequeño jardín.

SEC.48: INTERIOR HABITACIÓN ANA Y PAUL MOTEL. NOCHE.

Paul está sentado en la cama mirando distraídamente la

131
televisión. Ana sale del baño con una toalla envolviéndole
la cabeza después de habérsela lavado. Una nube de vapor
sale por la puerta. Mira a su marido y le ve ausente.

ANA
¿Va todo bien?

PAUL
¿Eh?... Sí, sí. Todo bien.
ANA
Pareces distraído ¿Cansado de conducir? Mañana
empiezo yo. Sería mejor turnarnos más a menudo.

PAUL
No, de verdad, estoy bien. Es sólo que pienso en lo
rápido que pasa el tiempo. (Mira hacia el espejo,
junto a la tele y se ve reflejado en él). Me veo y no
me reconozco; no veo al chico alegre que creo ser. Me
veo viejo Ana. Y mira a Susana. Está cambiando, ya no
es nuestra niñita.

ANA
No, claro, tiene 15 años.

PAUL
Pues a eso me refiero. Pasa todo muy deprisa. Y con
el trabajo, la hipoteca, las obligaciones… Debería
estar más tiempo en casa.

ANA
(Sentándose con él)
Tranquilo papá. Sabe perfectamente cuánto la quieres.

PAUL
Ya, pues a veces no lo parece.

ANA
A veces todos tenemos malos momentos.

Paul se la queda mirando. La ve cansada, con la toalla en


la cabeza, y piensa en lo mucho que la quiere.

PAUL
¿Sabes que estás preciosa?

ANA
(Sorprendida)
Gracias. (Luego se queda mirando al frente) Lo echo
de menos Paul. Lo echo tanto de menos…

131
PAUL
Lo sé cariño.

Ambos se abrazan en silencio.

SEC. 49: EXTERIOR MOTEL. NOCHE.

El motel permanece en silencio bañado por la luz de la


luna. Sin apenas hacer ruido un Chevrolet Impala negro
para frente a las habitaciones.
SEC. 50: INTERIOR SUITE DE RODRIGO. NOCHE.

Vemos el interior de una habitación bañada por la luz de


la luna. Hay una gran maleta armario abierta de la que
cuelgan camisas perfectamente ordenadas. Por todos lados
hay ropa colocada con orden y precisión, algunos artículos
de higiene personal dispuestos en una pequeña mesa camilla
y una plancha portátil. En la cama, plácidamente dormido,
está RODRIGO. Lleva puesto un antifaz antiestrés y un
pijama de seda y descansa en dos grandes almohadas de
plumas que ha traído con él. La luz de los faros de un
coche que pasa por el exterior ilumina la habitación.

Todo está en calma en la habitación de Rodrigo, también en


la sala central de la suite y en la habitación contigua,
dentro de la misma suite, donde Marta y Susana duermen
profundamente. La luz de los faros al pasar las ilumina
desde la ventana.

Pulgas, que duerme a sus pies, levanta la cabeza. Algo


capta su atención. Despacio, tenso, sale de la habitación
y camina hacia la puerta del hall común. Al llegar
allí los pelos de su cuello se erizan mientras gruñe
amenazadoramente.

SEC. 50: INTERIOR HABITACION ANA Y PAUL. NOCHE.

Los ladridos de Pulgas, en la habitación contigua,


despiertan a Paul.

PAUL
(Medio dormido)
Voy a estrangular a ese perro.

Al incorporarse en la cama algo le despierta


completamente. Huele a quemado. Alarmado sale de la cama.
Ana lo nota.

131
ANA
¿Qué pasa?

PAUL
Nada, creo. Sólo que Pulgas no para de ladrar y huele
a quemado. Hay algo que se está quemando. (Mientras
se pone los pantalones encima de los del pijama)
Duerme. Sólo voy a echar un vistazo.

Paul abre la puerta. Ana, mientras, mira qué hora es en el


reloj que ha dejado en la mesilla de noche. En ese momento
se oye un grito de Paul.
PAUL
(Gritando en OFF)
¡Ana! ¡El coche está ardiendo! ¡Vete a por las niñas!

Ana sale disparada de la habitación.

SEC. 51: EXTERIOR MOTEL. NOCHE.

Paul intenta apagar su coche inútilmente. El calor no


le deja acercarse. Mientras, al fondo, Ana sale de su
habitación y antes de llegar a la habitación de sus hijas
ve que Rodrigo abre la puerta rodeado de Susana y Marta.

Pulgas sale corriendo.

SUSANA
¿Qué pasa mamá? ¿Es nuestro coche?

Entonces ve a su padre, impotente, mirando sin moverse


cómo las llamas acaban con el monovolumen. Susana se
asusta al ver a su padre en una situación de indefensión
total.

Ana abraza a sus hijas mientras Rodrigo corre hacia el


coche por si puede hacer algo.

RODRIGO
Paul sepárate, el coche puede explotar.

Paul sigue intentando acercarse sin saber bien qué hacer.

RODRIGO
(Con toda la calma de la que es capaz en su voz)
Paul, por favor. Las niñas están asustadas.

131
Paul se vuelve al oír hablar de las niñas y las mira.

ANA
Quedaos aquí. Y, por favor, no os mováis.

Con cuidado se acerca hasta Paul y lo abraza por la


espalda. Rodrigo se aparta del coche.

ANA
Vamos. Estás demasiado cerca y puede ser peligroso.
No podemos hacer nada.

Ambos se vuelven y caminan hacia sus hijas.

PAUL
Ni siquiera lo habíamos acabado de pagar ¿Qué
demonios ha pasado?

Otros huéspedes y el dueño del motel empiezan a salir a la


calle. El dueño ve el coche ardiendo y luego se fija en
que hay una tienda india en su jardín. En la puerta del
tipi ve una criatura extraña vestida con un camisón y un
gorro enorme que le mira con mirada fiera.

DUEÑO DEL HOTEL


(Sin dejar de mirar a la espeluznante visión)
Margaret ¡llama a la policía!

Vicente se acerca a la familia.

VICENTE
Papalotl ¿estáis todos bien?

ANA
Sí, todos bien.

VICENTE
Ya han empezado.

Paul, muy afectado, se enfrenta con Vicente.

PAUL
¿Quién ha empezado? ¿Qué ha empezado?

VICENTE
(Intentando ser muy cuidadoso)
La gente que quiere la mina de oro. No quiere que el
Santuario siga en manos de la familia De la Vega.

131
ANA
Vicente, mejor lo dejamos para otro momento.

PAUL
No, no lo dejamos. ¿De qué estás hablando? ¿De qué
gente? Esa maldita mina de oro no sirve para nada.

VICENTE
Son los que quieren el oro que guarda la mina. Los
que no ven más allá del dinero.

PAUL
¿Quién? ¡Dame nombres, hechos, algo tangible! La mina
se agotó hace un siglo. Siempre andas con misterios
y adivinanzas. Y le llenas la cabeza a las niñas con
todas esas chorradas de las mariposas. Pues ya está
bien. ¡Estoy harto! ¡Harto!

Paul empuja a sus hijas hacia la habitación.

PAUL
Se acabaron las estupideces. ¡Y se acabó el viaje!

Paul se mete con las niñas en la habitación.

Vicente mira preocupado a Ana, pero cuando va a hablar Ana


le corta con un gesto.

ANA
Mañana…

Vicente asiente. Ana sigue a su marido y a sus hijas y se


mete en la habitación.

Vicente se queda mirando a la oscuridad, como si


presintiera algo. De las sombras de delante del motel sale
Pulgas. El perro llega a los pies de Vicente gimoteando.

VICENTE
(Acariciando al perro)
Estaban aquí ¿verdad?

Luego se da la vuelta y regresa a su habitación seguido


por el perro. Tlulik los observa desde la puerta de su
tipi.

SEC. 51: EXTERIOR CARRETERA EE.UU. DIA.

131
Mariposas dispersas vuelan sobre una carretera. Entre
ellas hay una con unas manchas rojas características. Se
oye “The climb” de Miley Cyrus.

Debajo, por la carretera vemos una destartalada furgoneta


VW, típica de los hippies de los años’60, que avanza
solitaria por ella.

SEC. 52: INTERIOR FURGONETA. DIA.

La familia permanece en silencio en el interior de la


furgoneta. Paul conduce con evidente enfado. Ana mira al
frente intentando no crear fricciones. Ha convencido a su
marido para que siga el viaje. Vicente y Tlulik miran al
frente en la última fila de asientos sin mover un músculo.
Pulgas sirve de frontera entre los dos. En la fila de en
medio van Susana, que lee una carta del abuelo mientras
escucha la canción que oímos con sus cascos, Rodrigo, que
parece esculpido en cera, y Marta, que es la única que
parece disfrutar del paisaje exterior. Marta mira hacia el
cielo donde vuelan las mariposas.

PAUL
Maldita sea, este trasto no pasa de 60 millas por
hora.
ANA
(Intentando animar)
Venga Paul, no está tan mal. Y reconocerás que nos la
han dejado regalada.

MARTA
A mi me gusta. Es guay.

Paul mira hacia delante y niega con la cabeza al límite de


su aguante.

Susana lee. La música de Miley vuelve a subir “Every


step I’m taking, every move I make feels lost with no
direction, my faith is shaking…”

ABUELO (Voz en off)


“… y emprenden la aventura más extraordinaria. Van
a recorrer más de 4.000 km hacia un lugar que nunca
han visto, que nadie les ha contado pero que llevan
grabado en el interior”.

Susana da una cabezada. Después del susto de la noche

131
anterior todos están muy cansados. Sigue la música. Mira
por el cristal y se fija en unas mariposas que cruzan el
cielo. Luego sigue leyendo.

SEC. 53: EXTERIOR CARRETERA EE.UU. DIA.

Varias mariposas monarca sobrevuelan el paisaje por el que


transcurre la carretera por la que va la furgoneta.

ABUELO (Voz en off)


“Acuden a una llamada invisible. Todas. Desde todo
el sur de Canadá y su frontera con los EE.UU. Las
monarca saben que deben volver hacia México. Lo saben
a la vez, como si se hubieran puesto de acuerdo.”

Desde una perspectiva mucho más alejada de tierra hay


miles de mariposas sobrevolando la región sobre paisajes
espectaculares. Mailey “The struggles I’m facing, the
chances I’m taking…”
SEC. 52 BIS: INTERIOR FURGONETA. DIA.

Susana mira por la ventana hacia el cielo y da una segunda


cabezada. La imagen de las mariposas sobre el cielo se
desdibuja y se torna negra. Susana se queda dormida.

SEC. 54: SUEÑO SUSANA.

Millones de mariposas vuelan sobre un negro profundo


acercándose, pasando de ser pequeños puntos de color a
convertirse en una oleada de infinitas mariposas que lo
cubren todo. Se oye omnipresente la voz suave del abuelo.

ABUELO (Voz en off)


“Llegado el momento escucharás este tipo de mensajes
invisibles en diferentes momentos de tu vida. No deben
asustarte”.

La amalgama de colores de las alas de las mariposas se


transforma en un colorido capullo que se abre para dejar
salir una mariposa monarca que estira de golpe sus alas.

ABUELO (Voz en off)


Muchos los rechazan porque nadie los pronuncia ni te
llegarán escritos. Simplemente los oirás. Síguelos,
son el anuncio de un cambio”.

La mariposa sale volando. Cuando parece que domina el

131
espacio que la rodea un pájaro gigantesco aparece desde el
fondo negro, avanza con rapidez y atrapa a la mariposa con
su pico.

SEC. 52 3ª BIS: INTERIOR FURGONETA. DIA.

Susana se despierta de golpe asustada. Volviendo a la


realidad se quita los cascos, se gira y mira a los
ocupantes de la furgoneta. Ve a Vicente, a Tlulik, a
Rodrigo… Rodrigo, a su lado, la mira y fuerza una sonrisa.
Adormilada, Susana sonríe tímidamente y vuelve a coger la
carta.

“La vida, la existencia, es un cambio permanente.


Cambiar es seguir existiendo”.

Levanta la mirada de la carta y mira pensativa a sus


padres en los asientos delanteros.
Rodrigo, a su lado, vuelve a sonreírle.

RODRIGO
¿Pesadillas?

SUSANA
(Pensándoselo un rato)
Depende cómo se mire.

Susana se vuelve a mirar por la ventana. Rodrigo la mira


sorprendido por la respuesta.

La furgoneta se aleja por el paisaje bajo el vuelo de las


mariposas. Miley vuelve a oírse y termina su tema: “…keep
on moving, keep climbing, keep the faith baby…”

SEC. 55: EXTERIOR JEFATURA DE POLICÍA DE CHICAGO. DÍA

Vemos el edificio de la Jefatura General de Policía de


Chicago. Coches patrulla, policías y civiles animan el
escenario.

SEC. 56: INTERIOR DESPACHO CAPITANA. DÍA.

La capitana Mary Millard habla por teléfono desde su


despacho mientras apunta datos en un papel.

CAPITANA

131
¿En una vieja Volkswagen ¡Quién lo iba a decir! Tú en
una VW. (Escucha) ¿Cómo? ¿Durante la noche? (escucha)
¿Estás bien? ¿Todos? (escucha) Vaya, lo siento. ¿Era
viejo el coche? ¿Nuevo? (escucha) ¿No visteis a
nadie cerca, alguien que pudiera haberlo provocado?
(escucha) Ya.

Mary tira un par de lápices contra el cristal de la pared


por el que se ve a un agente trabajando en su mesa. El
agente se vuelve y la capitana le hace señas de que entre.
Mientras sigue hablando.

CAPITANA
Y tú ¿qué tal lo llevas?

El policía entra y la capitana tapa el auricular del


teléfono mientras escucha la contestación de su amigo.

CAPITANA
(Dándole una nota)
Mande aquí una unidad y que investiguen el incendio
de un vehículo.
El agente asiente y sale con el papel.

CAPITANA
Agente. (El agente se vuelve) Y que el equipo se
emplee a fondo. Tengo un interés personal en el caso.

AGENTE
Bien capitana.

El agente sale.
CAPITANA
Bueno Rodrigo, todo acabará antes de que te des
cuenta. Haré mis indagaciones. Llámame a la menor
sospecha de que alguien os sigue o vigila ¿De
acuerdo? Y cuídate mucho. Un beso.

La capitana cuelga y vuelve a marcar.

CAPITANA
Van por la carretera 65 hacia Texas. Y su coche ha
ardido. (Escucha) No, no creo en las coincidencias.
Me gustaría que pudierais estar pendientes. (Escucha)
Una furgoneta VW. Ya sabes lo que nos va en ello.
(Escucha) De acuerdo.

La capitana cuelga con cara de preocupación y mira un mapa


de carreteras que cuelga en la pared tras ella.

131
SEC. 57: EXTERIOR CARRETERA. DÍA.

La furgoneta está parada en la cuneta de una carretera


solitaria. Un coche de policía está parado delante.
Un agente está terminando de rellenar una multa que
arranca de su cuaderno y le entrega a Paul a través de la
ventanilla.
POLICIA
Y cambie las bombillas en el próximo pueblo o irá
cosechando multas hasta la frontera.

Paul coge la multa y asiente desesperado con la cabeza. De


nuevo tiene ganas de gritar.

POLICÍA
(Guiñándole un ojo a Marta que le mira desde atrás).
Buenos días. Que tengan buen viaje.

El policía se mete en el coche y se va.

PAUL
Buen viaje… Será canalla. (Tira la multa junto al
hueco donde hay otras cuatro) ¡Hala! Otra para la
colección.

Todos permanecen callados. Resignado Paul arranca y sigue


la ruta.

Rodrigo, sin poder evitarlo, empieza a ordenar las multas


almacenadas. Paul le mira furioso por el retrovisor.
Rodrigo lo deja y vuelve a mirar al frente inmóvil.

ANA
Vamos Paul. Intenta positivarte. ¿Quieres música?

RODRIGO
(Instintivamente)
No, no, no, no…

PAUL
(Sin hacer caso de Rodrigo)

Ha ardido el coche, este cascajo no anda, nos quedan


dos mil kilómetros… Y cada día la poli nos para y
nos multa por culpa de esta furgoneta. ¿Cómo voy a
animarme?

131
ANA
Sólo han sido tres o cuatro multas y han sido
amables.

PAUL
Cinco. Y me miraban como si fuera un asesino.

ANA
(Forzando una sonrisa cansada)
Eso es por la pinta que tienes.

Las niñas se ríen detrás. Vicente sonríe pero la mirada


que le echa Paul a través del retrovisor le hace ponerse
serio.

RODRIGO
Yo podría darte algunos consejos, cuñado. Esas
camisas…, y ese corte de pelo…

PAUL
Muy graciosos. Todos. Y encima esta chatarra ruinosa…

El sonido del motor cambia. El coche empieza a fallar.


Poco a poco pierde fuerza.
PAUL
Oh, no, no, no…

El coche se para.

PAUL
(Recostándose sobre sus brazos apoyados en el volante)
Lo que faltaba.

SEC. 57 BIS: EXTERIOR CARRETERA. DIA.

El coche se ha quedado en una recta larguísima. La


carretera está vacía. No hay poblaciones, ni coches, ni
posibilidad de ayuda cercana.

Armándose de paciencia Paul baja y abre el capó. El motor


da una imagen desoladora.

PAUL
(Para sí mismo)
Y ahora ¿qué? Ya me parecía a mí que tres días sin
problemas eran demasiados.

Ana abre la puerta lateral y todos, menos Tlulik, bajan

131
del coche.
ANA
Cuidado chicas. Nada de salir a la carretera. Y
cuidado con Pulgas.

VICENTE
Ya las vigilo yo.

ANA
(Mirándole de reojo mientras se acerca a la parte
delantera del coche)
Ya…
RODRIGO
(Saliendo y alejándose rápidamente)
Me voy con ellas. Necesito respirar un poco de aire
fresco y estirar las piernas.

PAUL
(Mientras sale del coche)
Sí, no sea que te arrugues o te manches si echas una
mano con el motor.

RODRIGO
(Sin volverse)
No sé nada de mecánica, soy inútil para una avería.

PAUL
Y para algo más… (Para sí mismo) Cursi de las
narices.

Paul toquetea el motor y se quema los dedos. Maldiciendo


se levanta de golpe y se da contra el capó.

PAUL
¡Maldita sea!

ANA
¿Qué le pasa?

PAUL
(Tirando el trapo que tiene en la mano contra el motor)
¿Que qué le pasa? ¡Que es una mierda!

ANA
(Inclinándose hacia el motor)
Tranquilízate. Este motor es de los antiguos.
Sencillo y comprensible. No puede ser tan grave.
(Toquetea el motor) ¿Has notado algo raro desde que
salimos? ¿Daba tirones?

131
Ante la falta de respuesta de Paul levanta la cabeza y ve
a su marido tenso, mirando fijamente hacia el horizonte.
Ana se incorpora y ve lo que llama la atención de Paul. Un
grupo de moteros vestidos con cuero negro al estilo de los
Ángeles del Infierno, avanzan en formación hacia ellos.

ANA
¡Chicas! ¡Chicas! Venid aquí. Subid al coche.

Las niñas están algo alejadas, paseando por el campo


cercano. Al oír a su madre Susana mira y ve las motos.

SUSANA
Marta, vámonos.

Marta ve las motos y sigue a su hermana camino del coche.


Rodrigo, más lejos de la carretera, mira hacia los
motociclistas con expresión asustada.

Los motociclistas llegan antes que las niñas. Su líder, un


hombre enorme con abultados músculos y cara de duro, para
junto a la furgoneta. El resto de los motociclistas paran
detrás. El líder baja de su Indian, se quita el casco y
las gafas oscuras y camina hacia ellos. Paul, asustado,
agarra una llave de la caja de herramientas y la aprieta
con fuerza. Las niñas, al ver que los motociclistas han
llegado, bajan el ritmo pero siguen hacia la furgoneta.

El líder de los motociclistas se acerca, mira la llave que


sujeta Paul con fuerza y sonríe.

MOTOCICLISTA LÍDER
Buenos días. ¿Algún problema?

PAUL
(Muy nervioso)
Se nos ha estropeado el peligro…, la furgoneta se ha
atacado… eh…

ANA
Se nos ha parado. No sabemos qué le pasa.

Las niñas llegan a la carretera.

MOTOCICLISTA LÍDER
¿Son hijas suyas?

Paul se tensa. Va a decir algo pero el motociclista le

131
corta.

MOTOCICLISTA LÍDER
Deberían salir de la carretera. Puede ser peligroso.

Paul mira a los otros motociclistas. Ve sus cueros, sus


tatuajes, sus músculos, sus sonrisas. Y no se le escapa
que miran a Susana divertidos.

El líder que parece divertirse con los nervios de Paul, se


adelanta un poco. Paul se tensa de nuevo.

MOTOCICLISTA LÍDER
¡Tranquilo, hombre! Déjeme echarle un vistazo al
coche.

Mientras el líder se agacha debajo del motor Vicente llega


donde las niñas. Uno de los motociclistas le da un codazo
a otro para que se fije en el indio. Los dos asienten.

MOTOCICLISTA 1
¿Navajo?
VICENTE
Purépecha.

MOTOCICLISTA 2
¡Purépecha! Vaya, sí que estás lejos de tu casa,
amigo.

Vicente está tenso pero muestra dignidad. No sabe si esos


hombres se meterán con él por ser indio. Le ha pasado
infinidad de veces.

MOTOCICLISTA 1
De México. ¡Vaya!
VICENTE
No hay muchos que sepan de los purépechas. ¿Dónde
oyeron de nosotros?

MOTOCICLISTA 2
Bueno, aquí y allá, de unos y de otros.

Marta se acerca a Vicente y mira a los motociclistas.

MOTOCICLISTA 1
¡Vaya! Y tú ¿quién eres?

Vicente en un acto reflejo, la coge de la mano. Pulgas,


que acaba de llegar, se adelanta moviendo la cola. Un

131
tercer motociclista se baja y le acaricia efusivamente.

MARTA
Soy Marta. ¡Qué motos tan chulas!

Los dos motociclistas se ríen.

MOTOCICLISTA 2
Gracias, Marta. Pero son más que motos, son Harleys.

MARTA
Pues son chulísimas. Aunque me gusta más aquélla.

Señala la del líder. Más risas.

MOTOCICLISTA 2
Tienes buen gusto, hija. Eso de ahí es una Indian.
La madre de todas las motos. La única a la que una
Harley mira con respeto.

Marta se fija en un tatuaje de uno de ellos y cambia de


tema.

MARTA
¡Hala! Eso es una monarca.

El motociclista 1 se mira el tatuaje y sin perder la


sonrisa la mira con curiosidad.

MOTOCICLISTA 1
Chica lista. ¿Te gustan las monarcas?

Los dos motociclistas la miran esperando su respuesta con


una atención que hace sospechar que ocultan algo. Entre
tanto el líder se está levantando del suelo.
MOTOCICLISTA LIDER
(Levantándose y limpiándose con un trapo)
El motor de su furgoneta se ha quedado sin gasolina.

PAUL
¿Cómo? No puede ser. El indicador marca ¾ de
depósito. Llené el tanque esta mañana.

MOTOCICLISTA LIDER
No digo su furgoneta, sino el motor de su furgoneta.

Paul se le queda mirando. No entiende qué quiere decir.

131
MOTOCICLISTA LIDER
El manguito de la gasolina se ha salido. Conozco
bien estas furgonetas. Son magníficas. (Mira con
intención a Paul) Hechas como se hacían antes los
coches: para durar. Pero, como nos pasa a todos, al
hacerse mayores tienen sus achaques. Se le ha salido
el manguito de la gasolina. Cosa de un minuto.
Esperen.

Antes de que puedan reaccionar el motociclista, que ha


sacado un alambre de uno de sus bolsillos, se tira al
suelo y mete la mitad de su cuerpo bajo el coche. Ana y
Paul se miran.

MOTOCICLISTA LÍDER
(Desde debajo del coche)
¿Tienen ustedes enemigos?
PAUL
(Tensándose de nuevo)
¿A qué viene eso?
ANA
(A la vez)
No, ¿qué enemigos?

MOTOCICLISTA LIDER
Agáchense y miren esto.

Ana y Paul se agachan y asoman sus cabezas tras la rueda


delantera.

MOTOCICLISTA LIDER
¡Aquí! ¿Lo ven? Alguien ha serrado el tensor del
freno. Es un milagro que no se haya partido ya. Si
esto salta en la bajada de Swallow Creek, a unas
60 millas de aquí… ¡¡CHAF!! No creo que pudiéramos
ayudarles entonces. Ha sido una suerte lo del
manguito.

ANA
¿Quiere decir que nos han roto el coche a propósito?

El líder asiente con la cabeza.

PAUL
Eso explicaría lo del incendio.

ANA
(Mirándole)
Quizás Vicente no “chocheaba”, cariño.

131
Paul mira hacia el indio con cara de culpable.

MOTOCICLISTA LIDER
¿Han sufrido un incendio?

ANA
Nuestro coche, una Voyager nueva, ardió hace cuatro
noches mientras dormíamos en un motel.

El motociclista silba y sonríe.

MOTOCICLISTA LIDER
Pues tienen un problema. Ahora sí me atrevería a
apostar que les han tocado el coche por ahí abajo.
Al menos han salido ganando en algo. Me gusta más su
nueva furgoneta, tiene… más “encanto”.

Paul y Ana se miran. Los tres se incorporan. Ana y Paul


están muy afectados.

PAUL
No puede ser. Está hablando de que alguien quiere
matarnos.

ANA
Y las niñas…

MOTOCICLISTA LIDER
Escuchen, no deben seguir así. Hay un motel que
alquila cabañas en la base de aquellas montañas.
Hasta allí la carretera no tiene prácticamente
pendiente, así que no tendrán problemas. Nosotros les
acompañaremos. El dueño tiene un taller. Los chicos
podrán tomarse un descanso en el bar de Molly. Y
Molly estará encantada de verme.

Le da una palmada a Paul que le hace dar un traspié.

MOTOCICLISTA LIDER
¡Vamos! ¡Alegre esa cara, hombre! Mientras los “Sky
Riders” les escolten nadie se atreverá a tocarles.
No. Puede jurarlo. Por cierto ¿Quién es ese?

Paul mira y ve a Rodrigo en mitad del campo, alejado de


las motos.
PAUL
Mi cuñado.

131
MOTOCICLISTA LÍDER
Todo un valiente ¿eh?

Mientras acaba la frase el líder sube a su moto y la


arranca. Ana llama a su hermano. Paul hace un gesto de
desesperación que saca una sonrisa al motociclista.

MOTOCICLISTA LIDER
Por cierto, me llamo Dwayne, pero todos me conocen
como La Roca.

Luego se pone el casco, las gafas oscuras y hace un gesto


con el brazo. En el bíceps tiene una monarca tatuada. Los
demás motociclistas arrancan sus motos.

La familia sube al coche. Paul mira acusadoramente


a Rodrigo que se mete rápidamente en la furgoneta
avergonzado.

MOTOCICLISTA LIDER
¡Síganme familia!

Todos arrancan y se alejan por la carretera en un paisaje


en el que cada vez se ven más mariposas surcando el cielo.

SEC. 58: EXTERIOR CASA ANGANGUEO. DIA.

En las afueras del pueblo de Angangueo vemos una casa


impresionante de aspecto rústico pero grande y muy
cuidada. Una enorme bandera de México ondea en un mástil
cerca de la entrada. Hay dos coches en la entrada. Uno es
un todo terreno de la policía local, el otro es un Bentley
gris acero último modelo. Junto a los coches chóferes y
guardaespaldas charlan de forma distraída.

SEC. 59: INTERIOR CASA ANGANGUEO. DIA.

En el interior de un salón espacioso Tim Boyles y dos


hombres estudian planos topográficos sobre una mesa
larga y espaciosa. En ese momento tocan a la puerta y un
guardaespaldas asoma.

GUARDAESPALDAS
Señor están aquí el Alcalde y el jefe de policía local.

BOYLES

131
(Con cara de fastidio)
Que pasen.

Los dos hombres entran.

ALCALDE
Sr. Boyles, señores.

BOYLES
Sr. Alcalde, Jefe… ¿En qué puedo ayudarles?

ALCALDE
Ha estado llegando maquinaria pesada al pueblo desde
hace dos días. Hay excavadoras, grúas, y camiones por
todo el pueblo. Y todos son de su empresa.

BOYLES
¿Y…?

ALCALDE
La actividad extractora en el Santuario está
prohibida, como sabe.

BOYLES
Sí, de momento sí. Pero mis camiones no están en el
Santuario ¿cierto?

ALCALDE
No. Pero quisiera saber qué piensa hacer con ellos.

BOYLES
Y yo quisiera poder trabajar en paz. Mis camiones
están en regla y de momento, salvo que alguno haya
aparcado mal, no han infringido ninguna ley ¿No es
cierto sheriff?

SHERIFF
(Incómodo)
Así es.

BOYLES
Bien caballeros, en ese caso si no quieren nada más…

ALCALDE
Escúcheme Sr. Boyles, este pueblo vive del Santuario.
No es mucho, pero con eso nos basta. No nos gustaría
que…

131
BOYLES
(Cortándole)
Oiga Alcalde, yo sólo pretendo ayudar al pueblo y
sí, porqué no, ganar algo de dinero con ello. Ya
le he presentado el proyecto. El grupo inversor
francocanadiense que quiere un complejo hotelero
presenta unas cifras más que interesantes.

Boyles busca entre los papeles, a su espalda, y coge los


planos de una construcción hotelera.

BOYLES
Aquí tiene los planos del hotel que han proyectado.
Todo sin impacto ambiental. Limpio, ecológico y
rentable. Pero tienen prisa. Cierran su balance
contable anual y quieren una respuesta ya. Cada día
de retraso es un riesgo añadido a la empresa. Yo no
quiero perderla y ustedes no sólo no me agradecen que
quiera seguir invirtiendo, sino que me ponen todo
tipo de trabas.

ALCALDE
Le agradecemos sus inversiones en Angangueo, Sr.
Boyles. Pero también le agradeceríamos que nos
contara un último detalle. ¿Dónde va a levantar ese
hotel?

BOYLES
En alguno de mis terrenos. He comprado decenas de
fincas en los alrededores.

ALCALDE
¿En cuál de ellas?

El Alcalde se adelanta intentando ver los mapas de la


mesa. Boyles le corta el paso con determinación.

BOYLES
En el que considere oportuno, Sr. Alcalde. Incluso
puede que en alguno de próxima adquisición. (Boyles
sonríe con malicia) Y ahora, si no les importa, tengo
trabajo.

El Alcalde y el sheriff se miran.

ALCALDE
Está bien. Pero mándeme el informe en cuanto lo tenga
decidido o no cuente con la licencia de obra en unos

131
cuantos meses.

BOYLES
(Sonriendo ante su triunfo)
Por supuesto Sr. Alcalde.

El Alcalde y el sheriff abandonan la habitación.

SEC. 60: EXTERIOR CASA ANGANGUEO. DÍA

El Alcalde y el sheriff salen de la casa y van hacia el


coche de éste último.

ALCALDE
Quiere explotar la mina de oro.

SHERIFF
Bueno ¿y qué si lo quiere? Está prohibido, la ley se
lo impedirá ¿qué te preocupa?

ALCALDE
Me preocupa el “de momento”.

SHERIFF
¿Cómo?
ALCALDE
Boyles, cuando le he recordado que era ilegal la
minería en el Santuario. Ha contestado “de momento”.

SHERIFF
¿Y eso te preocupa? Es sólo un chulo millonario sin
modales.

ALCALDE
Lo que tú quieras, pero ya sabes de quién es esta
casa.

Los dos, que han llegado al coche del sheriff, se dan la


vuelta y ven la fachada impresionante de la casa y la
enorme bandera mexicana que ondea en su entrada.

ALCALDE
Escribiremos al Presidente.

ALCALDE
(Resignado)
¿Y crees que llegaría a leer la carta?
SHERIFF

131
(Mientras los dos se meten en el coche)
¡Maldita sea!

El coche arranca y se aleja despacio de la mansión.

SEC. 61: EXTERIOR CABAÑA TEXAS. DIA.

Atardece. En mitad de una sierra pedregosa salpicada de


pinos y arbustos Cicatriz y su perro Alicates descansan
en el destartalado porche de una cabaña. Cicatriz toma un
trago de su cerveza cuando suena su móvil. Lo coge, mira
quién es, y pone gesto de fastidio antes de contestar.

CICATRIZ
Diga jefe. (Escucha). Si jefe, los dos. (Escucha).
Seguro jefe. No, no, pero los paré en seco. Tendrán
que ir andando. (Escucha). El coche; es el segundo
que me cargo y ya no tienen plata ni para una
bicicleta. (Escucha). No, no… bueno, no creo.
(Escucha). Oiga, yo… (Escucha). Sabe que no, jefe, a
mí no me asusta nada, pero esos llevan dos niñas; dos
niñas pequeñas. (Escucha y pone cara de disgusto).
Ya… está bien. Le tendré informado.

Cicatriz cuelga y se queda mirando al horizonte con cara


de disgusto.
CICATRIZ
Maldito gringo.

Tira la botella de cerveza contra una piedra con fastidio.


Se levanta y va hacia el coche.

CICATRIZ
(Metiéndose en el coche)
¡Alicates! Tenemos trabajo.

Con el coche arrancado el pitbull llega corriendo y entra


saltando por la ventana. El coche se aleja por una pista
polvorienta.

SEC. 62: MOTEL TEXAS. NOCHE.

Vemos un motel de carretera formado por varias cabañas, el


edificio de recepción y el Bar de Molly, un animado bar
grill donde un luminoso anuncia BBQ, ribs y Budweisser.
Las motos de los “Sky Riders” están aparcadas junto a la
entrada. La furgoneta destartalada se vislumbra junto a

131
una de las cabañas. Hay un tipi indio un poco más allá,
sobre el césped de un pequeño jardín.

SEC. 63: RESTAURANTE MOTEL TEXAS. NOCHE.

La familia está sentada en la mesa del restaurante del


motel. Todos leen las cartas con cierta animación. RODRIGO
deja la suya sobre la mesa y se dedica a colocar cubiertos
y vasos en la forma que a él le gusta. Susana, a su lado
le mira con curiosidad.

RODRIGO
(Sin levantar la voz, como un secreto a Susana)
A partir de los 18 nunca comas en un restaurante que
no tenga carta de vinos.

PAUL
Susana, no le hagas caso. Hay que saber comer en
todas partes. Lo bueno es que te guste todo tipo de
cocina.

RODRIGO
¿Cocina? ¿A esto le llamas cocina? Aritos de cebolla
y hot wings; pelotas goteantes de aceite requemado y
frijoles… ¡Por el amor de Dios! ¡Esto me agujereará
el estómago!

PAUL
(Volviendo a su carta)
Pues no te lo comas. No es obligatorio y adelgazarás.

Rodrigo mira instintivamente su tripa.

MARTA
A mi me encantan las alitas tío Rodrigo. ¿Por qué no
las pruebas?

VICENTE
Sí, de pequeño te gustaban picantes. Prueba las hot
wings. A lo mejor descubres que te gustan.

RODRIGO
No, me dan alergia las salsas baratas.

PAUL
(Cada vez más molesto)
¡Vaya hombre! ¿No hay salsas finas en tu suite? ¿No
será que el señorito se ha hecho tan refinado que le

131
da miedo un poco de picante?

ANA
(Intentando calmar a los dos)
Venga chicos…

RODRIGO
(Picado)
Escucha cuñado, éste “señorito” es mexicano. A ningún
mexicano le asusta el picante y menos si lo hacen en
Texas. Yo mascaba chicle de chile cuando a ti se te
atragantaba la coca cola.

PAUL
(Con sonrisa malvada)
¿Sí? Pues veamos quién aguanta más el pique. Te has
colado conmigo, amigo. Me encanta el picante.

RODRIGO
(Levantándose envalentonado con la mano en alto)
¡¡¡Camarera!!!

SEC. 63 bis: RESTAURANTE MOTEL TEXAS. NOCHE.

Paul y Rodrigo tienen delante un enorme plato lleno de


huesos de alitas de pollo. Hay varios recipientes con todo
tipo de salsas. El resto de la familia ya ha acabado sus
platos y miran a los contendientes. Éstos están claramente
afectados por el picante que han ingerido y por las
múltiples cervezas que hay vacías sobre la mesa.

ANA
Vamos chicos, parecéis niños. Os va a sentar fatal
tanto picante.

PAUL
(Con la cara colorada y sudando copiosamente)
¿Picante? ¿Qué picante? Aquí está todo muy suave
cariño.

RODRIGO
(Secándose disimuladamente una lágrima)
Exactamente. Todavía no han traído nada que pique.

La camarera pone sobre la mesa un nuevo recipiente.

CAMARERA
De parte de Molly. Es su salsa del vacío,

131
especialidad de la casa, aunque sólo la toma ella
porque ninguno la aguantamos. Dice que si esto no
les pica nada lo hará. (Y en voz más baja y con
una sonrisa de disculpa) Pero yo que ustedes no la
probaría.

PAUL
(Que está animado por las cervezas)
Pues venga ese vacío. Para reforzar sus palabras mete
una alita del nuevo recipiente humeante, la saca
llena de salsa hasta arriba y mira a su cuñado.

Rodrigo, igual de afectado por las cervezas, coge otra


alita y la llena igualmente de la nueva salsa. También él
mira de forma retadora a Paul.

CAMARERA
Por favor, señores, no se dan cuenta de la cantidad
que se han puesto.

Todos miran. Ana empieza a preocuparse. Las niñas parecen


divertidas. Vicente sigue con el rostro inescrutable. Y
Tlulik muestra por primera vez auténtico interés en el
lance aunque no emite comentario alguno.

ANA
Vicente pon un poco de cordura entre estos dos.

Vicente coge una alita, la mete en la salsa hasta arriba y


se la come. Todos le miran en silencio mientras mastica y
traga sin un gesto.

VICENTE
No deberíais comerlas. Esta salsa os va a picar.
Mucho.

Tlulik mira a Vicente. Esta vez, aunque intenta


disimularlo, hay cierta admiración en sus ojos.

Paul y Rodrigo miran también a Vicente, se miran con


valentía, se meten la alita entera en la boca, sacan a la
vez los huesos y mastican la carne. Poco a poco sus caras
se van cambiando. Los ojos empiezan a llorar, las narices
les moquean, el sudor cubre sus frentes.

MARTA
Mira mamá están llorando. Y son de color rojo.

Sin poderlo evitar los dos contendientes se levantan a

131
la vez de la mesa, tirando vasos y botellas, y gritan
mirándose el uno al otro, llamando la atención de todos
los comensales. Luego salen corriendo hacia el exterior
del restaurante sujetándose el estómago con las manos.
Tlulik se levanta de golpe y emite una especie de
carcajada que recuerda a un grito de guerra aborigen.

Mientras los dos hombres salen por la puerta en la barra


del restaurante asoma Molly con una sonrisa burlona.

MOLLY
(Con una enorme sonrisa)
Y ahora, el vacío.

Los motociclistas, que están sentados en la barra,


levantan sus cervezas hacia ellos y ríen a carcajadas.

SEC. 64: MOTEL TEXAS. NOCHE.

Las cabañas del motel están iluminadas por un fuego de


campamento. Las luces de un bar, junto a la recepción, son
el otro punto de luz.

En el fuego de campamento Susana, Marta, Vicente y Pulgas


miran hipnotizados las llamas. Una espiral de pavesas
brillantes se eleva en el aire.

VICENTE
Son como mariposas de fuego.

SUSANA
Vicente, ¿hay algo para ti que no sean las mariposas?

VICENTE
(Sin dejar de mirar las pavesas, con una sonrisa)
Las mariposas son un vínculo espiritual para mi
pueblo. Creemos que las monarcas son el vehículo que
eligen nuestros antepasados para visitarnos y el que
utilizan nuestros espíritus para dejar el mundo de
los vivos y volar al más allá.

Susana mira a su hermana y hace un gesto como si se


quedara dormida por el sermón de Vicente. Marta contiene
una carcajada e intenta disimular.

MARTA
Qué bonito. Y qué chulo poder volar.

131
VICENTE
Las papalotl, las mariposas, nos enseñan algo que
habéis olvidado con tanto avance material; que la
vida, la vida de verdad, no termina con la muerte de
nuestros cuerpos.

MARTA
¿Cómo que no? Cuando te mueres te quedas fatal,
te comen los gusanos, te pudres y sólo quedan tus
huesos. (Luego piensa un poco) Bueno, aunque tu
alma se salva y, si has sido buena, eres feliz ¿no?

VICENTE
(Aguantando la risa)
De eso es de lo que estoy hablando. Las monarcas
viven normalmente un par de meses como mucho. Durante
cuatro generaciones son mariposas de vida corta. Pero
la quinta generación nace con un don especial. Estas
son las que llevarán a cabo el viaje de Canadá hasta
México. Esas monarcas de la quinta generación viven
hasta siete meses. Son las mariposas que más tiempo
viven del mundo.

MARTA
¡Hááálaaa!

VICENTE
Es como si de repente una de nuestras generaciones
viviera 800 años. Nadie puede explicárselo. Como
nadie se explica que esa generación conozca el camino
desde vuestra casa hasta las montañas de Michoacán,
la tierra de vuestro abuelo; mi tierra.

SUSANA
(Mirando el fuego)
Es como si alguien las guiara.

Vicente la mira y asiente.

VICENTE
Para los primeros pobladores de México las monarcas
se convirtieron en un símbolo espiritual. Los aztecas
adoptaron a las papalotl, las mariposas, como
animales espirituales.

El fuego ilumina la cara del indio marcando sus arrugas y


dándole un aspecto misterioso e inquietante.

VICENTE

131
Cuando un azteca de alto rango moría se le enterraba
con el “manto de la mariposa” pensando en su
metamorfosis, su paso al más allá, su renacer en otro
plano. Y luego estaban los elegidos.

Susana y Marta se miran. Poco a poco el discurso del indio


y el ambiente junto al fuego las está captando.

MARTA
¿Quiénes eran los elegidos?

VICENTE
Quienes “son” los elegidos. Sigue habiéndolos.

SUSANA
¿Cómo? ¡Venga ya!

VICENTE
Cuentan las historias anteriores a los aztecas
que, como las monarcas, también hay personas
que viven tres veces más que el resto. Son las
Istapapalosiuatl, las seguidoras de la diosa Mariposa
Blanca.

Mientras habla Vicente dibuja con una rama un símbolo en


el suelo.

VICENTE
Viven doscientos o trescientos años, cuidan y vigilan
los santuarios de las monarcas y, según dicen,
presiden una orden secreta entregada al cuidado de
las mariposas y las almas que las animan.

SUSANA
Venga Vicente. ¿Y quienes son esos elegidos?

VICENTE
Nadie lo sabe. Nadie que no sea de la orden. Pero,
según cuentan los antiguos textos, todas nacen con la
misma marca.

Vicente acaba el dibujo y con un gesto se lo indica a las


niñas. En la tierra unas líneas componen la forma de una
mariposa con una espiral en medio. Es muy parecida a la
que tenía tatuada el líder de los motociclistas pero menos
realista.
VICENTE
Bueno, niñas, es hora de dormir.

131
Susana y Vicente se levantan y se dirigen a las cabañas.
Marta se queda rezagada mirando el dibujo como ausente.

VICENTE
Marta.

MARTA
Ya voy…

Antes de seguirles Marta se mira bajo el brazo. Tiene una


mancha de nacimiento que parece una copia del dibujo que
ve en el suelo. Sin decir nada, despacio, se levanta y
sigue a los demás.

SEC. 65: INTERIOR HABITACIÓN DE RODRIGO. DÍA.

Los primeros rayos del sol iluminan el interior de la


habitación de Rodrigo, que muestra el orden obsesivo
habitual. Se oye el sonido de alguien que tira de la
cadena.

Rodrigo sale del cuarto de baño de la habitación con un


aspecto terrible. Con un gemido se tapa los ojos con la
mano y avanza arrastrando los pies. A medio camino hacia
la cama descubre a Marta, que le mira de pie bajo el marco
de la puerta.

RODRIGO
(Haciendo un esfuerzo inútil para sonar normal)
¡Vaya! ¡Hola Marta! Pasa.

Marta se adelanta. Rodrigo llega a su cama y se sienta


pesadamente en el borde con un suspiro. Luego da unos
golpecitos a su izquierda invitando a Marta a sentarse
a su lado. Marta lo hace corriendo, se sienta y le mira
fijamente sin decir nada.

RODRIGO
(Algo incómodo por la mirada)
Bueno, y ¿qué puedo hacer por mi sobrina pequeña?

MARTA
¿Es malo ser distinto?

La pregunta sorprende a Rodrigo.

RODRIGO
¿Cómo?

131
MARTA
Que si es malo ser distinto, ser diferente a los
demás. Tú lo eres ¿no? Creo que yo también lo soy. Y
me da miedo. ¿Es malo?

Rodrigo se queda mirándola desconcertado. No esperaba una


pregunta así de una niña tan pequeña.

RODRIGO
¡Para nada! Al revés. Ser distinto es bueno; muy
bueno.
Marta le mira intentando descubrir si miente.

RODRIGO
¿Te imaginas que fuéramos todos iguales? ¡Vaya rollo!
Además, piensa en todos los que vamos en este viaje.
Todos somos distintos (hace un gesto reforzando la
obviedad que acaba de decir) ¡Y de qué manera! O
te parecen iguales Tlulik y tu madre; o Susana y
Vicente.

MARTA
(Riéndose al imaginar la comparación)
No, no se parecen en nada.

Rodrigo la mira fascinado por su risa limpia.

RODRIGO
Además, Marta, yo creo que lo que te pasa a ti no es
que seas distinta. Eso lo somos todos. Lo que te pasa
a ti es que eres especial.

Marta lo mira un rato. Una sonrisa ilumina su cara. Luego


le da un beso.

MARTA
Eso dice el abuelo. Gracias tío Rodrigo.

Marta sale corriendo feliz de la habitación. Rodrigo la


ve marcharse y se toca la mejilla donde ha recibido el
beso. La mención a su padre y el gesto de cariño le han
desarmado.

RODRIGO
(Emocionado)
Vaya…

Marta vuelve a asomarse en la puerta asustándole.

131
MARTA
Por cierto tío Rodrigo, tienes mala cara. Estás muy
pálido.

Marta desaparece sin esperar contestación.

Rodrigo se mira en el espejo de la mesita y se asusta de


su aspecto. Un ruido de motor se va haciendo cada vez más
patente.

SEC. 66: EXTERIOR MOTEL TEXAS. DIA.

El ruido del motor hace salir a los huéspedes de las


cabañas del motel. Un ultraligero (ULM) aterriza frente al
bar. Las alas del ULM tienen la forma y los colores de una
mariposa monarca.

Susana y Marta salen de su cabaña seguidas por Pulgas.

MARTA
¡Qué chulo! ¡Vamos a verlo de cerca!

Al llegar el piloto, que se llama Alberto, habla con el


dueño del motel.
ALBERTO
Cada vez hay menos, viejo. Se quedan por el camino.
Se las cargan.
DUEÑO MOTEL
Es esa mierda que fumigan al maíz. Se carga a las
orugas.

En ese momento llegan las niñas.

MARTA
(Acercándose al ULM)
¡Qué mariposa!
ALBERTO
¡Cuidado! El motor está ardiendo.

Susana se fija en que Alberto es muy atractivo. Tiene 19


años y su aspecto desenfadado y su equipo de piloto le
encantan.
SUSANA
¡Marta, no toques nada!

ALBERTO

131
¡Hola, soy Alberto!
SUSANA
Susana. Y esa es mi hermana Marta.

MARTA
(Con coquetería)
Hola. Y este es Pulgas.

Pulgas mueve la cola. Alberto saluda a los dos.

DUEÑO MOTEL
(Alejándose)
Bueno, chicos, tengo tarea. Alberto tienes las llaves
del garaje donde siempre. Y el desayuno listo para
cuando te laves.
ALBERTO
(Riendo el comentario de su amigo y dirigiéndose a Susana)
Estoy haciendo un estudio sobre las monarcas. Llevo
dos años siguiéndolas en su migración. Con esto
(señala el ULM) se tiene otra perspectiva. Ahí
arriba…, ahí sí que te das cuenta de lo que es su
viaje.

SUSANA
(Mirando el ULM)
Debe ser increíble.

Ambos han empezado a andar hasta el ULM y Alberto empieza


a moverlo para meterlo en el garaje. Marta ve que no le
hacen ni caso y regresa con sus padres.

MARTA
(Para sí misma)
Ya estamos, aparece un chico y me hago invisible.
¡Bah! ¡Vamos Pulgas!

Susana la mira con cara de asesina y Alberto, divertido,


cambia de tema.

ALBERTO
¿Me echas una mano?

Susana le ayuda a empujar.

ALBERTO
Si te apetece puedes venirte conmigo esta tarde.
Salgo después de comer.

Susana emocionada por la posibilidad se lo piensa mejor.

131
SUSANA
No creo que me dejen mis padres.

ALBERTO
Si quieres hablo con ellos. Esto es muy seguro.

SUSANA
No ya se lo digo yo. Pero mi padre… (Niega con la
cabeza) mi padre va a decir que le parece una locura.

SEC. 67: INTERIOR BAR MOTEL. DIA.

Ana, Paul y las niñas están desayunando en el bar del


motel.

PAUL
Me parece una locura.

Paul toma un té caliente. Es evidente que ha pasado una


noche terrible.
SUSANA
Pero papá, es seguro, muy seguro. Alberto lleva
cuatro años volando y nunca le ha pasado nada.

Paul hace un gesto de dolor y mueve la mano para que baje


la voz.

PAUL
SHHH…, más bajo, por favor.

En ese momento entra Rodrigo con gafas oscuras y


movimientos lentos.

ANA
Buenos días Rodrigo. ¡Qué cara tan pálida! ¿Cómo te
encuentras?

RODRIGO
(Haciendo un gesto a izquierda y derecha con la mano)
Digamos que ya sé por qué se llama salsa del vacío.

Paul le mira con comprensión y afirma con la cabeza.

PAUL
(Con un hilo de voz)
Qué me vas a contar…

131
RODRIGO
(Sentándose)
He pasado una noche de pesadilla. No se si podré
comer hasta llegar a México. Y tengo otros problemas
más urgentes… ¿No podríamos quedarnos un día aquí?

PAUL
No te preocupes, si necesitas quedarte un día podemos
sacrificarnos ¿verdad cariño?

Ana le lanza una mirada acusadora.

RODRIGO
(Que se ha dado cuenta de que su cuñado está igual)
Bien. Creo que mi “vacío” aún no ha terminado. ¿Y el
tuyo cuñado?

Paul le mira con complicidad y por primera vez se ríe a


gusto con él.
PAUL
No, creo que no.

SUSANA
¿Y de mi vuelo?

PAUL
Tienes quince años. Cuando cumplas dieciocho podrás
hacer lo que quieras. Tú dirás lo que sea pero ese
cacharro parece muy poco fiable.

SUSANA
Mamá…

ANA
Paul, a lo mejor podía darse una vuelta. Es por aquí
cerca y el chico tiene experiencia.

PAUL
“Dice” que tiene experiencia. Vete a saber qué…

CAMARERA
(Sirviendo café)
Disculpe pero “sí” tiene experiencia.

La camarera señala unos recortes de periódico enmarcados y


colgados de la pared.

Paul la mira y reconoce a la que les llevó la salsa del


vacío. Él y Rodrigo se miran asustados. El recuerdo le

131
produce otro retortijón en el estómago.

PAUL
Señorita aléjese de mí, por favor.

Rodrigo sonríe.

CAMARERA
El vacío ¿eh? (Sonríe con malicia) Bueno, usted lea
esos recortes. Alberto es de fiar al cien por cien.

Paul mira hacia los recortes y lee. Son artículos sobre el


trabajo de Alberto en el que le ponen por las nubes.

ANA
Venga Paul, es una oportunidad. Sabes que el viaje
está resultando aburrido en la furgoneta y no
acabarán de arreglarla hasta mañana. Y si seguís como
esta noche no deberías alejarte mucho de un cuarto de
baño.

PAUL
Pero un viaje corto ¿eh?

A Susana se le ilumina la cara.

PAUL
(Levantándose)
Y ahora, si me perdonáis, tengo que “reunirme”.

Paul sale con prisa del restaurante. Rodrigo, al verle, se


levanta, pide perdón y sale detrás.

ANA
Parece que vuestro padre y vuestro tío tienen por fin
algo en común.

Ana y sus hijas se miran y se ríen a gusto. La camarera, a


su lado, ríe con ellas.

SEC. 68: EXTERIOR MOTEL. DIA.

Todo el grupo, el dueño del motel y algunos “Sky Riders”


despiden al ULM que despega. Susana, detrás de Alberto,
saluda con la mano.

Tlulik niega con la cabeza y se va refunfuñando a su tipi.

131
TLULIK
Si Dios quisiera que voláramos nos habría dado alas.

El ULM se eleva en un cielo en el que vuelan numerosas


monarcas. Rodrigo, junto a Ana, se despide.

RODRIGO
Bueno, voy a intentar descansar un poco. Luego os veo
familia.

ANA
Esta noche las niñas dormirán con Vicente, así podrás
descansar mejor.

RODRIGO
(Mientras se aleja)
Te lo agradezco hermanita. Dile a Vicente que esta
noche le cambio la habitación. Así las niñas no
tendrán que moverse.

Paul, que no pierde de vista al ULM, le mira un momento


sorprendido.

RODRIGO
(Mientras se aleja)
Por favor dile que no me desordene nada.

Paul vuelve a mirar al cielo donde el ULM ya casi no se


distingue.
PAUL
Espero que todo vaya bien.

MOTOCICLISTA LIDER
(Junto a Paul)
¡Bien por papá! Hay que dejar volar a las mariposas.

Paul le mira con cara de asesino.

MOTOCICLISTA LIDER
(Riendo y dándole una palmada)
¡Venga, hombre! Le invito a un trago.

Paul hace un gesto instintivo de dolor.

PAUL
Nada de tragos, por Dios; de momento nada de tragos.

SEC. 69: EXTERIOR VUELO SOBRE TEXAS. DIA.

131
Susana y Alberto sobrevuelan con el ULM algunos escenarios
preciosos mientras escuchamos una música sinfónica que nos
sumerge en la inmensidad del paisaje. Alrededor de ellos,
por todas partes, vuelan mariposas monarca. Ambos hablan a
través de unos micrófonos instalados en sus cascos.

ALBERTO
Parece que están llegando más. No veía tantas desde
el año pasado.
SUSANA
Son impresionantes.

ALBERTO
No te lo imaginas. Y están afrontando la parte más
peligrosa de su viaje.

SUSANA
¿Por qué peligrosa?

ALBERTO
(Señalando con la cabeza)
Fíjate bien. Son apenas un gusanito con dos alas de
papel que recorren 4.000 kilómetros ayudadas por el
viento. Aquí arriba se enfrentan a grandes peligros.
Un pájaro les cruza por delante como una bala.

ALBERTO
Esos son uno de ellos.

Susana mira con una mezcla de admiración por el


espectáculo y miedo al recordar su extraño sueño.

SEC. 70: VUELO MARIPOSAS. DIA.

Como si se tratara de un combate aéreo de la Iª Guerra


Mundial pájaros de distintas especies atacan a las
monarcas que los esquivan como pueden con mayor o menor
éxito. Muchas mueren atrapadas por las aves.

La batalla aérea se sucede sobre un escenario natural


espectacular mientras la música le da ritmo y emoción a
la secuencia. Las aves les quitan las alas que caen como
una lluvia multicolor. En tierra, en ese mismo paisaje,
comienza a llover alas de mariposa.

Sobre el cielo, en el mismo paisaje, cruza el ULM.

131
SEC. 71: EXTERIOR MOTEL TEXAS. DÍA.

Rodrigo, cansado y resacoso, sale de su habitación y


camina hacia la piscina del recinto. Va lleno de crema, en
albornoz y zapatillas.

En su camino pasa frente al tipi de Tlulik, ésta le ve


pasar.

TLULIK
Y luego soy yo la rara.
SEC. 72: PISCINA MOTEL TEXAS. DÍA

Rodrigo llega a la piscina que está vacía, elige una


hamaca, se quita el albornoz quedándose en traje de baño,
y se coloca su antifaz antiestrés.

RODRIGO
Intentemos recuperar un poco de color.

Rodrigo se tumba en la hamaca y se queda inmóvil bajo el


sol.

SEC. 70 bis: EXTERIOR VUELO SOBRE TEXAS. DIA.

De nuevo en el ULM Susana y Alberto sobrevuelan miles de


mariposas.

SUSANA
Pobrecillas. Mueren a miles

Alberto no dice nada. Está concentrado en el horizonte.

SUSANA
¿Alberto?
ALBERTO
(Con voz seria)
Perdona. Será mejor que volvamos. Ahí delante se está
poniendo feo.

Unas nubes están rodeándoles por el oeste. El ULM vira


en el aire. Alberto quiere regresar pero la tormenta
le cierra el paso. Golpes de viento mueven el ULM en
sacudidas que hacen gritar a Susana.

SUSANA
¿Qué pasa? ¿Está todo bien?

131
ALBERTO
Tenemos que bajar.

SUSANA
¿Qué?

ALBERTO
No hay de qué preocuparse. Salvo que nos quedemos
aquí arriba. La tormenta nos ha cerrado el paso. Este
aparato puede aterrizar casi en cualquier parte, pero
los vientos que traen esas nubes nos lo pueden poner
muy difícil si no bajamos ahora.

El ULM comienza a bajar rápidamente. Las mariposas que


tienen alrededor son arrastradas por el viento que las
hace moverse caóticamente en el aire. Finalmente aterrizan
en un terreno arbustivo cerca de unos promontorios
rocosos.
SUSANA
(Mirando la masacre que el viento hace con las mariposas)
Pobrecillas.

ALBERTO
Vamos hacia a esas rocas. Allí estamos protegidos
hasta que pase la tormenta.
Susana reacciona y ayuda al piloto a remolcar el ULM hacia
las rocas protectoras.

SEC. 73: EXTERIOR MOTEL TEXAS. DIA.

Paul y Ana miran frente a su cabaña el cielo negro y


amenazador. Un viento terrible les azota. Empiezan a caer
las primeras gotas.

PAUL
No debí dejarla. No tenía que haberos hecho caso.

ANA
(Marcando en su móvil)
Estarán bien...

Paul la mira interrogante.

ANA
Nada, no hay cobertura. Pero ese chico sabe lo que
hace. Habrán parado en algún sitio.

131
PAUL
¡Fantástico! Y eso ¿me tiene que consolar? ¿Conoces a
ese tipo? Hemos visto dos recortes colgados de un bar
de mala muerte y dejamos a nuestra hija en manos de
un desconocido. Y la noche se echa encima. ¡Maldita
sea! ¿Cómo he podido dejarla?

Paul se da la vuelta y se dirige a su cabaña. Ana se queda


mirando al cielo.

Aparece Rodrigo. Ana se vuelve al oírle y por un momento


se queda impresionada. Rodrigo está rojo como un cangrejo,
quemado por el sol de arriba abajo.

ANA
¿Qué te ha pasado?
RODRIGO
Dejémoslo.

La lluvia arrecia.

Ana vuelve a mirar hacia el horizonte. Rodrigo le pone una


mano en el hombro a su hermana.

RODRIGO
Estará bien.

Ana sigue mirando al cielo sin decir nada. También ella


está asustada. Luego se vuelve y abraza a su hermano. Éste
gime de dolor.
ANA
Deberían mirarte eso. Estás achicharrado.

RODRIGO
Yo me ocupo, no hay problema.

Rodrigo se va andando con dificultad. Ana le mira y luego


vuelve a mirar al cielo.

SEC. 74: EXTERIOR PAISAJE TEXAS. ANOCHECER.

La tormenta ha oscurecido buena parte del paisaje. Alberto


y Susana están refugiados bajo una cornisa de piedra.
Susana cuelga el móvil preocupada.

SUSANA
No hay cobertura.

131
ALBERTO
Tranquila. Utilizaré la radio del ultraligero.
Avisaré a la central para que llamen al hotel.

Susana mira cómo Alberto se aleja hacia el ultraligero


bajo la lluvia. Luego mira al suelo. Hay cadáveres de
monarcas y alas sueltas por todas partes. Entonces se
fija. Una lluvia de alas cae a su alrededor. De nuevo el
tema sinfónico acompaña a las imágines. A pesar de la
tragedia que supone, la belleza del espectáculo natural
la sobrecoge. Alberto, que vuelve de hacer la llamada
desde el ultraligero, la ve y se para dejándola sola.

Por un momento Susana olvida todo y disfruta emocionada


de la lluvia de alas de mariposa mientras la música nos
acerca a sus sensaciones.

SEC. 75: INTERIOR HABITACION PAUL Y ANA. DIA.

Paul está hablando con la policía por teléfono cuando Ana


entra en la habitación. Se oyen los primeros truenos. La
lluvia cae ahora con furia impulsada por el viento.

PAUL
No, no ha desaparecido. Sólo que la tormenta les ha
pillado en el aire. (Escucha). Sí, le conocemos;
bueno sabemos quién es, pero conocerle… (Escucha).
No, no se han estrellado. (Escucha). Oiga, ¿cómo
quiere que lo sepa? (Escucha). Sí, la hemos dejado.
(Escucha) Alberto no se qué. (Escucha). ¿Qué?
(Escucha). Puede, sí, con un ultraligero en forma de
mariposa, ¡eso! (Escucha). ¿Qué? (Escucha) Y a mi qué
que le conozca todo el mundo. ¡Yo no! (Escucha) ¿Cómo
que no? Oiga… (Escucha) Oiga, ¿oiga? ¡No me lo puedo
creer! ¡Me ha colgado!

ANA
¿Qué te ha dicho?

PAUL
Que deben de estar refugiándose de la lluvia.
¡Imbéciles! ¡Incompetentes! ¿Y qué si mi hija, menor
de edad, pasa la noche con un desconocido? Dice que a
ese tío le conoce todo el mundo, que ella le conoce y
que nuestra hija está segura en sus manos.

ANA
Bueno, cariño, eso es tranquilizador.

131
PAUL
¿Quééé?

Al preguntar se da la vuelta, se enreda con el cordón del


teléfono y se cae de cabeza contra la mesita de noche
tirándolo todo por los aires y dándose un golpe terrible.

SEC. 74 bis: EXTERIOR PAISAJE TEXAS. ANOCHECER.

Susana y Alberto esperan bajo la cornisa de piedra. Hay


rayos y relámpagos en el horizonte.

ALBERTO
(Señalando la lluvia que viene)
Esto es aún más peligroso que los pájaros.

Susana, que una vez en tierra vuelve a sentirse segura,


está pensando en lo emocionante de pasar la noche allí con
Alberto.

SUSANA
¿Qué pájaros?

Alberto la mira con guasa.

ALBERTO
Nada, hablaba de las mariposas. Ven. Si tenemos que
pasar la noche aquí y encima viene la lluvia, será
mejor que nos demos prisa.
SUSANA
Prisa para qué.

ALBERTO
(Subiendo entre las rocas)
Sígueme. Sé donde refugiarnos de la tormenta. Te
enseñaré un secreto que no le he contado a nadie.

Susana, al ver que se aleja, le sigue.

SUSANA
Espera ¿a dónde vamos? Papá y mamá estarán asustados…

ALBERTO
Ya he avisado por radio. Ven, te voy a enseñar mi
santuario particular. Sígueme, es una sorpresa.

Susana le sigue. Comienzan a caminar por unas rocas de

131
aspecto extraordinario, rayadas simétricamente como un mar
encrespado que se hubiera convertido en piedra. Susana,
mientras sube por las rocas, se queda maravillada por
el lugar. Al fondo la tormenta se acerca dando mayor
dramatismo al paisaje.

Por fin ve que Alberto se ha parado en lo alto de lo que


parece una ola fosilizada.

ALBERTO
Vamos, es aquí.

Susana se asoma y descubre un cortado de roca en el que


está excavado un pueblo indio. La música pone dramatismo a
la escena. Las pequeñas casas se enmarcan en un prodigioso
arco de piedra. Susana se queda impresionada.

SUSANA
(Con voz de asombro)
Esto…, esto es…, mágico.

Alberto se ríe, alegre de que le guste tanto su lugar


secreto.
ALBERTO
¡Vamos! ¡Te lo enseñaré! Ahí estaremos protegidos de
la lluvia.

SUSANA
Es maravilloso.

ALBERTO
(Yéndose hacia el pueblo indio)
Y aún te queda por ver la mayor sorpresa.
SEC. 76: INTERIOR POBLADO ANASAZI. ANOCHECER.

Alberto y Susana entran en el pueblo abandonado. En las


casas se ven platos con maíz, vasijas, cuencos pintados…

SUSANA
¡Es increíble! Parece como si acabaran de irse. ¿Qué
les pasó a los indios…?

ALBERTO
Anasazis. Nadie lo sabe. Se fueron de la noche a la
mañana hace alrededor de 200 años.

SUSANA
(Levantando una vasija y vertiendo la arena de su
interior)

131
Así, por las buenas ¿Nadie sabe por qué?

ALBERTO
Hay teorías para todos los gustos. Pero nadie ha
demostrado ninguna. Encontré el pueblo hace algo
más de un año y me pareció mágico. Imagínate, yo
estudiando las mariposas y me encuentro con esto.

SUSANA
¿Qué tienen que ver las monarcas? A ver si vas a
empezar tú también como Vicente.

Alberto la coge de la mano. El gesto sorprende pero gusta


a Susana.

VICENTE
Ven, es la sorpresa de la que te hablaba.

Al dar la vuelta a una casa se encuentran con una pared


desnuda rematada por el arco de la bóveda de piedra. En la
pared, pintado con rasgos sencillos y policromados, hay un
dibujo enorme de una mariposa monarca y una espiral.

ALBERTO
¿Te parece o no te parece cosa de magia?

La música sinfónica vuelve a sonar. La lluvia comienza a


caer. Susana mira asombrada el dibujo. Es el mismo que
dibujó Vicente en la arena. En el horizonte la tormenta
ilumina el escenario intermitentemente con sus rayos.

SEC. 77: TORMENTA EN CIELO DE TEXAS. DIA.

Millones de grandes gotas caen entre millares de


monarcas que intentan mantener el control de su vuelo
entre la lluvia y el viento. Algunas son alcanzadas por
las gotas y sus alas se quiebran, se tuercen y caen
descontroladamente.

En el suelo hay mariposas muertas mientras las gotas


estallan a millares. Algunas monarcas caen desde el cielo
estrellándose. En tierra cientos de mariposas monarca
intentan recuperar el equilibrio con las alas empapadas o
rotas. Algunos ratones corren entre ellas devorando la que
tienen más cerca.

SEC. 76 bis: POBLADO ANASAZI. NOCHE.

131
El sol se ha puesto y la tormenta oscurece más aún el
entorno. Alberto y Susana siguen refugiados frente al
dibujo de la monarca y la espiral. Un pequeño fuego
ilumina el dibujo y a nuestros protagonistas. Ambos están
sentados junto a las llamas. La tormenta parece alejarse
por fin.
SUSANA
(Con el cadáver de una mariposa en la mano)
¿Cómo pueden sobrevivir a esto?

ALBERTO
Muchas encuentran refugio antes de que las alcance
la lluvia. Si baja la temperatura el frío las puede
matar; así que se refugian donde pueden.

SUSANA
Por cierto, empieza a hacer frío.

ALBERTO
Sí, las noches del desierto son muy frescas. Ven,
compartiremos la manta. Así nos daremos calor
mutuamente.

Alberto saca una manta de su mochila. Susana se queda


inmóvil. Le da vergüenza la situación aunque la idea no le
desagrada.
ALBERTO
¡Vamos! No seas niña. Si te quedas ahí te quedarás
helada.
SUSANA
(Acercándose más al fuego)
Podré aguantarlo. Aunque sería un detalle que me
dejaras la manta.
ALBERTO
(Con cara de guasa)
De eso nada. No soporto el frío. (Y mirando hacia las
sombras del pueblo)Y prefiero estar pegado a la pared
para ver si se acerca alguna cascabel.

SUSANA
¿Cascabel?

ALBERTO
Serpientes. Salen a cazar con la oscuridad.

SUSANA
Vengaaaa…

131
Alberto la mira sin un gesto.

SEC. 76 3ª: POBLADO ANASAZI. NOCHE.

Susana está pegada a Alberto que sonríe mirando al


horizonte. Ambos comparten la manta junto al fuego.

Susana está cortada. Tiene a Alberto a escasos


centímetros. Ninguno dice nada. Por turnos, evitando
encontrar la mirada del otro, se miran de reojo de forma
alternativa. Por fin los dos coinciden y se quedan mirando
muy cerca el uno del otro. Alberto se mueve un poco hacia
ella.
ALBERTO
(Hablando despacio, con voz baja)
Susana

SUSANA
(Cortada, con la voz igualmente baja)
¿Qué pasa?
ALBERTO
Me gustaría preguntarte algo.

Susana titubea.

SUSANA
Pregunta.

ALBERTO
No sé, no sé si me estoy precipitando.

SUSANA
¿Precipitando en qué?
ALBERTO
Es que no sé si es el momento…
SUSANA
¿De qué? ¿Qué momento?

ALBERTO
De… sacar la cena.

Con un movimiento rápido le pone delante una bolsa de


tacos de maíz. Susana, sin moverse, se queda mirando la
bolsa delante de su cara y la cara de guasa de Alberto.
Con una carcajada le da un empujón y le quita la bolsa.

SUSANA
Muy gracioso, muuuuuy gracioso. Pues te va a costar

131
recuperar la cena.

Los dos ríen. Las llamas de la hoguera iluminan el dibujo


de la mariposa que tienen a su espalda. En la repisa de
roca, sobre el dibujo, hay algunas mariposas monarca que
se han refugiado de la lluvia. Entre ellas destaca una
con unas manchas rojas en las alas. Se oyen las voces de
Alberto y Susana.

SUSANA
No había serpientes ¿no?

ALBERTO
No. Que yo sepa.

SEC. 78: EXTERIOR MOTEL TEXAS. NOCHE.

En las cabañas del motel hay algunas luces encendidas.


Las motos y la furgoneta no están, se las han llevado
a cubierto, pero está el coche negro de Cicatriz. Su
radiador está cubierto de monarcas muertas.
SEC. 79: INTERIOR SUITE RODRIGO. NOCHE.

Vicente y Marta charlan sentados en dos viejos sofás.

MARTA
¿Le pasará algo?

VICENTE
Tu hermana está bien. Han avisado al motel. Ese
chico ha aterrizado y están esperando a que pase la
tormenta. Mañana por la mañana estarán de vuelta.
MARTA
¿Dormirán fuera? ¿Juntos? ¿En el bosque?

VICENTE
Marta no pasa…
Pulgas gruñe frente a la puerta. Vicente se extraña y le
mira.

VICENTE
Espera, debe haber olido un zorro.

Vicente se acerca a Pulgas y le abre la puerta. Pulgas


sale corriendo.

VICENTE
Le dejaremos darse una vuelta. Así dormirá mejor ¿no

131
crees?

Marta no contesta. Mira hacia la puerta con concentración.


Parece ausente. Hay una extraña expresión en su rostro.
Vicente sigue su mirada y vuelve a mirarla a ella. Hay
preocupación en su cara.

VICENTE
¿Marta, pasa algo?

SEC. 80 EXTERIOR MOTEL. NOCHE.

Cicatriz ve salir a Pulgas de la habitación. El perro


corre hacia él. Alicates, el pitbull, gruñe a su lado.

CICATRIZ
No viejo, organizarías demasiado ruido. Éste es mío.

Cuando Pulgas está a escasos metros, Cicatriz saca una


pistola con silenciador y le dispara. Con un gemido el
perro cae inerte.
CICATRIZ
Y ahora, a por el premio gordo.

SEC. 81: INTERIOR HABITACIÓN PAUL Y ANA. NOCHE.

Paul está tumbado sobre la cama con una toalla húmeda


encima de un enorme chichón. Ana, de pie a su lado, busca
algo en la maleta.

PAUL
Me desespera no poder hacer nada.
ANA
Sí puedes. Vas a tomarte un calmante e intentar
dormir. Te has dado un golpe muy fuerte.

PAUL
Hablo de Susana.
ANA
Ya sé que hablas de Susana. Ya han avisado que están
bien, ¿qué más quieres? Pero si no te tranquilizas el
que va a acabar mal vas a ser tú.

PAUL
(Incorporándose y cortándola)
¿Has oído?
ANA

131
(Levantando la vista de la maleta)
¿Qué?
PAUL
Un coche, creo. Me ha parecido el sonido de un motor.
A lo mejor han traído a Susana.

ANA
(Yendo hacia la ventana)
No he oído nada.

Se asoma y mira.
ANA
Aquí no hay nadie.

PAUL
(Levantándose)
Te digo que he oído un motor.

Paul se asoma también por la ventana.

PAUL
¿No es ésa la cabaña de Rodrigo?

Ana mira hacia la cabaña. La puerta está abierta y la luz


encendida. Los dos se miran. Paul sale a toda prisa.

PAUL
¿Qué está pasando?

Ana le sigue.

SEC.82: EXTERIOR MOTEL TEXAS. NOCHE.

Paul sale de la cabaña y ve un coche negro que se aleja.


Luego corre hacia la habitación de sus hijas. Ana, algo
retrasada, le sigue.

SEC.83: INTERIOR HABITACIÓN MARTA. NOCHE.

Paul y Ana entran en la habitación. Miran con miedo.


PAUL
¿Marta? ¿Marta?

Paul mira enloquecido en el baño y sale al exterior.

SEC. 84: EXTERIOR MOTEL TEXAS. NOCHE.

131
En el exterior Paul busca desesperadamente.

PAUL
¡Marta! ¡Marta!

Entonces se fija en un bulto oscuro tirado en el suelo.


Corre hacia él y ve que es el cuerpo de Pulgas.

PAUL
(Fuera de sí)
¡Dios mío! ¡Socorro! ¿Me oye alguien? ¡¡¡Socorro!!!

Mientras grita Ana acude corriendo. Otras luces se van


encendiendo en las distintas cabañas.

SEC. 85: EXTERIOR MOTEL TEXAS. DIA.

Hay un helicóptero posado frente al motel. La policía


interroga a Paul y a Ana. Los “Sky Riders”, el dueño del
motel y la camarera están con ellos. Con la policía está
Mary, la capitana que vimos en Chicago. Va de paisano.
Se acerca y mira a su amigo Rodrigo que se adelanta a
saludarla completamente rojo.

CAPITANA
¿Qué te ha pasado?

RODRIGO
Por favor, sin abrazo. Te lo contaré luego. Es mi
sobrina pequeña, Marta. Tienes que recuperarla. Era
mi habitación ¿sabes? Marta es… (La capitana se para
y le mira. Nunca había visto así a su amigo) Es muy
especial. Si el pasara algo no me lo perdonaría.

Mary sigue andando mientras asiente. Rodrigo la acompaña


hasta Paul y Ana.

PAUL
Por favor, agentes, por favor. (Al ver a Mary) Mary
tienes que encontrarla.

CAPITANA
Lo haremos. Tenemos todas las carreteras controladas.
Intenta descansar. La encontraremos.

RANGER 2

131
Lo siento, la tormenta de anoche no ha facilitado las
cosas. No hay una sola huella que nos dé una pista.

CAPITANA
¿Paul te acuerdas del coche? ¿Marca? ¿Modelo?

PAUL
Era…, antiguo. Uno de esos coches de capó y maletero
grandes. Negro…, o, al menos, oscuro. Un Chevrolet o
un Ford de los años 70, o algo así, no sé. Y sonaba
como…, como…
ANA
(Llorando)
Yo ni siquiera lo oí. Y estaba delante.

CAPITANA
Cálmate Ana, todo se arreglará. Estamos analizando la
bala que dispararon al perro. Al menos es algo. Por
suerte sólo le rozó y quedó incrustada en el suelo.
La hemos mandado a balística.

ANA
Mi niña…

RANGER 2
La ambulancia está al llegar. Sería bueno que les
dejaran suministrarles un calmante.

PAUL
No, necesito estar…

Un ruido le corta. Se levanta y mira el horizonte. El


ULM está llegando. Susana saluda alegre desde el cielo,
ignorante de lo que ha sucedido.

PAUL
Gracias a Dios.

SEC. 86: INTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

Marta y Vicente están atados a una viga con una soga.


Cicatriz, abre la puerta.

CICATRIZ
Tengo que hacer unas llamadas. No hagáis ninguna
estupidez. Si os portáis bien os dejaré libres en un

131
par de días. (Se queda mirándolos con una expresión
que da miedo) De lo contrario alguien podría morir.

VICENTE
Espera, suelta a la niña. ¿No te basta conmigo?

CICATRIZ
¿A la niña? ¿Te crees que tú me importas? No sé por
qué no estaba Rodrigo en la habitación, pero con una
de las hijas de Ana me basta. Pero tú… Tú eres del
todo prescindible. ¿Entiendes? Así que más vale que
te quedes quietecito. Estaré ahí fuera vigilando.
El primero que asome la jeta se llevará el premio
gordo. (Toca la culata de su revólver, que asoma en
la cintura. Luego señala a Vicente con el índice y el
pulgar extendidos a modo de una pistola). Y ya sabes,
eres del todo prescindible.

Cicatriz sale de la cabaña.

SEC. 87: EXTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DÍA.

Cicatriz habla con Boyles mientras se aleja caminando de


la cabaña. El coche negro está aparcado un poco más allá.

CICATRIZ
¿Qué no le basta? Es la hija pequeña.

SEC. 88: DESPACHO DE BOYLES. DÍA

Boyles habla sentado en su despacho. Está sólo y mira la


ciudad a través de la pared acristalada.

BOYLES
Eso no es suficiente. Ana se quedará, seguro, pero
puede que su hermano venga a reclamar la herencia por
los dos. (Escucha) Déjate de estupideces, ¿me oyes?
Quiero a RODRIGO fuera de circulación. Me importa un
bledo cómo lo hagas. ¡Pero hazlo!

Boyles cuelga el teléfono.

BOYLES
Será incompetente….

SEC. 89: EXTERIOR MOTEL TEXAS. DIA.

131
Susana y Alberto están sentados de nuevo en el ULM. Los
padres de Susana, la policía y los “Sky Riders” están
alrededor.

SUSANA
La previsión es buena. Desde ahí arriba podemos ver mucho
más que desde la carretera.

PAUL
¿Y qué vais a buscar? Sólo sabemos cómo es el coche.

SUSANA
(Cogiéndole de la mano impresionada por ver llorar a su
padre)
Déjame intentarlo papá. A lo mejor vemos algo que nos
dé una pista.

Paul y Susana se miran. Lentamente Paul asiente con la


cabeza.

CAPITANA
Podría resultar.

PAUL
Está bien. Id con cuidado. Y llamadnos a la menor
sospecha.

El ULM despega.

SEC. 90: INTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DÍA.

Vicente se mueve constantemente moviendo a su vez a Marta.


MARTA
Me haces daño. Deja de moverte así.

VICENTE
Un momento… ¡ya está!

Vicente ha conseguido soltarse.

MARTA
¿Cómo…?

Vicente se guarda un pequeño cuchillo en el interior de su


bota.

VICENTE

131
Siempre lo llevo.
Vicente desata a Marta y los dos se acercan cautelosamente
a la salida. Vicente se asoma muy despacio y mira.

VICENTE
¡Vamos!

Los dos salen de la cabaña.

SEC. 91: INTERIOR SUITE RODRIGO. DÍA.

Rodrigo está desesperado en su habitación. Maldice


mientras está sentado en la cama con la cabeza apoyada
entre las manos.

RODRIGO
¿Porqué, porqué, porqué…?

Se levanta enfadado.

RODRIGO
¡Maldita sea! ¿PORQUÉ?

Mientras grita empieza a tirar sus maletas y a


desordenarlo todo para desahogarse. Lanza objetos contra
las paredes, vuelca la mesa, patea sus maletas armario.
Cuando acaba jadeando ve a Paul que le mira desde la
puerta. Ambos se quedan mirando un rato. Luego avanzan y
se dan un abrazo sin decir nada.

SEC. 92: EXTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DÍA.

Cicatriz guarda su móvil y oye un motor lejano. Sube una


pequeña loma y mira el horizonte. A lo lejos ve un ULM que
se acerca.

CICATRIZ
¡Maldita sea!

Cicatriz y Alicates salen corriendo volviendo por donde


han venido, camino de la cabaña.

SEC. 93: INTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

Cicatriz y Alicates entran en la cabaña y ven que no hay


nadie.

131
CICATRIZ
¡Maldita sea! Precisamente ahora… ¡Vamos Alicates!
¡Encuéntralos!

El perro sale ladrando a toda velocidad. Cicatriz le


sigue.

SEC. 94: EXTERIOR PAISAJE TEXAS. DIA.

Vicente Y Marta avanzan lo más rápido que pueden por un


terreno abrupto lleno de matorrales, piedras y árboles
retorcidos.

MARTA
¡Espera! No puedo más.

VICENTE
Un poco más. ¡Ánimo! No debemos estar lejos de alguna
carretera.

Un ladrido lejano les hace levantar la cabeza. Al fondo,


bajando por una colina ven a Alicates y luego a Cicatriz.

VICENTE
No tenemos tiempo. ¡Vámonos!

Los dos corren lo más deprisa que pueden. Sortean


matorrales, bordean piedras, suben pequeñas rampas
pedregosas y paran de golpe. Están al borde del acantilado
de un pequeño cañón que ha excavado un río. El agua corre
formando remolinos. El salto es muy peligroso para un
hombre mayor y una niña. Los ladridos se oyen más cerca.
Vicente levanta la cabeza. Alicates asoma gruñendo por el
terreno que tienen a sus espaldas. Poco después aparece
Cicatriz.

CICATRIZ (jadeando)
Buen intento. Pero se acabaron las tonterías.

Vicente y Marta se miran. El indio asiente con la cabeza


y le da la mano. Marta también asiente. Los dos saltan al
vacío. Marta grita hasta que se oye, lejos, el impacto en
el agua. Cicatriz se asoma. La corriente parece haberse
tragado a los dos.

131
CICATRIZ
Asunto zanjado, viejo. Dos menos. Y sin una huella.

Ambos dan la vuelta y vuelven hacia la cabaña.

SEC. 95: EXTERIOR MOTEL TEXAS. DIA.

Paul y Ana, sentados en las escaleras de su cabaña,


parecen extenuados. Con ellos está el líder de los “Sky
Riders”.

MOTOCICLISTA LIDER
Deberían intentar descansar.

Paul niega con la cabeza, sin fuerzas para contestar. En


ese momento se acerca la capitana.

CAPITANA
Tenemos una pista. Tenemos su descripción. (Les tiende
una hoja con el retrato de Cicatriz y del coche) Las
huellas de casa de su hermano nos llevan a Diego Silva, de
Chihuahua. Un hombre con un largo historial. Y el coche es
probablemente un Impala del 67 robado en Chicago hace más
de un año. Ya tienen una copia las comisarías de todo el
estado y todos los puestos fronterizos.

ANA
Vaya consuelo… Si es lo que sospechamos los retendrán
hasta el día 1 o el 2. Luego ya no tendrá sentido
tenerlos prisioneros ¿no?

La capitana pone un gesto serio.

CAPITANA
Eso espero Ana. Pero con este tipo de canallas…

En ese momento suena el móvil de Ana.

ANA
¿Habéis visto algo? (escucha) ¿Negro? Sí, sí, puede
ser. Un Chevrolet…

CAPITANA
Impala de 1967

ANA
Impala de 1967. (escucha) Ya, pues el típico coche
de los años 70. (escucha). Bueno pues un coche feo
y grande y negro ¿ok? (escucha) ¿Veis la matrícula?

131
(escucha) Espera ¿dónde estáis? (Hablándole a la
capitana que toma nota) En una cabaña a 3 kilómetros
de la carretera del motel y a unos 20 kilómetros de
aquí. Hacia el este.

La capitana mira a uno de los Rangers que ha acudido al


oír la llamada.
RANGER
La cabaña de O’Brian. Sé dónde está.

ANA
Está bien, pero id con cuidado.

La capitana hace un gesto vehemente.

CAPITANA
No, que vuelvan. No deben exponerse.

ANA
Han colgado.

CAPITANA
Pues llámala. No es una buena idea. Ese tipo es
peligroso.

Ana lo intenta pero no cogen el teléfono.

ANA
No debe oír la llamada con el motor.

PAUL
¿Y qué hacemos parados? ¡Vámonos!

CAPITANA
De acuerdo, pero vosotros quedaros aquí. Ese tipo
tiene unos antecedentes que podrían encuadernarse. Es
peligroso y están agotados.

PAUL Y ANA
Ni hablar.

RODRIGO
Yo también voy, qué demonios.

Paul y Rodrigo se miran. Paul asiente agradecido.

La capitana va a meterse en su coche y encuentra a Tlulik


junto a la puerta, muy seria. La capitana la mira sin
sospechar qué quiere.

131
TLULIK
Tráigalos. A los dos.

CAPITANA
Descuide.

Tlulik se aparta y la capitana entra en el coche.

MOTOCICLISTA LIDER
Vamos con ustedes. Es posible que necesiten ayuda.

Ana y Rodrigo se suben al coche de Mary. Paul, para


sorpresa de todos, se acerca al líder de los “Sky Riders”.

PAUL
¿Le importa si voy con usted?

MOTOCICLISTA LIDER
(Sonriendo después de vencer su sorpresa)
Será un placer, amigo.

El líder arranca. Tlulik se queda mirando fijamente a otro


de los motociclistas. Éste le mira seriamente. Luego hace
un gesto corto con la cabeza. Tlulik se sube en la moto.

Todos salen levantando polvo hacia la cabaña.

Desde la puerta de la recepción del motel se escuchan unos


ladridos. Pulgas sale despedido detrás del coche y las
motos con una venda en la cabeza. Molly sale corriendo
detrás y para en el porche.

MOLLY
¡Espera, hombre! Aún estás herido… Demonio de perro.

SEC. 96: EXTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

El ULM está aparcado al lado del coche de Cicatriz.


Susana y Alberto miran por la ventana de la cabaña lo más
disimuladamente que pueden. El interior está vacío.

SUSANA
Parece que no hay nadie. Pero vamos a echar un
vistazo desde dentro.

ALBERTO
(Mirando hacia el coche)

131
Espera un momento, se me está ocurriendo algo.

SUSANA
(Concentrada en la cabaña)
Bueno, pero date prisa.

SEC. 97: INTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

Susana abre la puerta y entra. Definitivamente la cabaña


está vacía. Poco después entra Alberto. Buscan entre los
bártulos del interior intentando encontrar una pista que
demuestre que han estado allí Marta y Vicente. Cuando van
a salir se vuelven y ven las siluetas de Cicatriz y su
perro recortadas contra el hueco de la puerta.

CICATRIZ
Esto es magnífico. Se me escapa una y me llega la
otra por su propio pie. ¡Biiiien!

SEC. 98: EXTERIOR PAISAJE TEXAS. DIA.

Marta y Vicente salen del agua arrastrándose extenuados.

VICENTE
¿Estás bien?

Marta asiente con la cabeza. Ambos descansan un momento.


Vicente se levanta y mira a su alrededor.

VICENTE
Vamos, hay que ponerse en marcha. Tenemos que ayudar
a tu tío.

Marta se sienta en el suelo. Parece ausente.

MARTA
Espera, Vicente.

VICENTE
¿Qué pasa?

MARTA
No lo sé. Pasa algo malo. Pero no sé qué es.

Vicente le tiende la mano y le ayuda a levantarse.

VICENTE

131
No hay tiempo para eso. Tenemos que irnos.

Sin esperar comienza a andar pero al dar el segundo


paso una serpiente de cascabel le muerde dos veces en
la pierna. Vicente mira horrorizado al crótalo que huye
entre las rocas. Marta está muy asustada. Vicente cae de
rodillas, se sienta y se remanga el pantalón.

VICENTE
(Con dolor en la voz)
Hay que darse prisa. Hay que evitar el veneno…

Un grito corta su frase. Se ha hecho un corte en la herida


con el cuchillo. Con su cinturón se hace un torniquete.

MARTA
(Asustada)
¿Qué tengo que hacer? ¿Qué hago?

VICENTE
Ve a buscar ayuda.

MARTA
No.

VICENTE
¡Vete! Es mi única oportunidad.

MARTA
No me voy a ir. Me quedo contigo. Te ayudaré.

SEC. 99: INTERIOR CUEVA ANGANGUEO.

El chamán está solo sentado en el suelo junto a un


pebetero en el que se quema algo lentamente. Algo le
hace despertar de su letargo. En su cara se pinta la
preocupación. Saca algo de unos saquitos de cuero que
tiene al lado y comienza un cántico monótono. Echa lo que
ha cogido al pebetero. Una espiral de humo sube hacia
la cúpula de la cueva formando poco a poco la imagen de
una mariposa. Otras volutas de humo se forman alrededor
y van cogiendo forma de pájaros. El chamán las mira con
preocupación y refuerza su canto letanía. Los pájaros de
humo se ciernen sobre la gran mariposa. El chamán echa
el contenido de un nuevo saquito. Un humo diferente, más
denso, se eleva. El chamán lo mira concentrado con una
seriedad absoluta. El humo asciende lentamente y forma una
espiral bajo la mariposa. El chamán abre mucho los ojos.

131
SEC. 100: EXTERIOR PAISAJE TEXAS. DIA.

Marta está arrodillada junto a Vicente que tiembla por la


fiebre en el suelo. El veneno hace su efecto. Marta llora
asustada.

VICENTE.
No debes tener miedo. Deberías ir a pedir ayuda. Aún
puedes salvar a Rodrigo.

MARTA
Te vas a poner bien.
VICENTE
(Haciéndole una caricia)
Puede que mis ancestros me estén llamando. Puede que
haya llegado la hora de que yo también emprenda el
viaje.

Marta le abraza llorando. A su alrededor cada vez hay más


mariposas. Vicente abre los ojos y cree que delira. Hay
millares de monarcas alrededor.

VICENTE
Nunca temas a la muerte. Es sólo un paso, una etapa…
Mira vienen a por mí.

Se calla de golpe. Las mariposas se están posando sobre


Marta empezando a cubrirla. Algunas brillan con una
extraña luz azul. Marta parece en trance. Extiende la mano
y una mariposa con manchas rojas en las alas se posa en
ella. En el interior del antebrazo de la niña el indio ve
una pequeña mancha en forma de mariposa con una espiral en
el centro. Sus ojos se abren desorbitadamente.

VICENTE
(Completamente impresionado, con voz delirante)
Istapapalosiuatl…

Y pierde el conocimiento. Él y Marta están ahora cubiertos


por completo de miles y miles de monarcas de azulada
fosforescencia.

SEC. 101: EXTERIOR PISTA. DIA.

Una pick-up circula por una pista de tierra


levantando una estela de polvo mientras se oye una

131
canción country a todo volumen.

SEC. 102: INTERIOR PICK-UP. DIA.

Dentro van tres hombres cantando y bebiendo de una botella


que se pasan uno a otro. Los tres están animados por el
alcohol.

PASAJERO 1
¡Eh! ¡Mirad! ¿Qué diablos es eso?

Los otros dos miran. Vicente y Marta aparecen en la pista


unos metros por delante.

PASAJERO 1
¡Coño, un indio! ¡Para, para! Nos vamos a divertir.

SEC. 101 BIS: EXTERIOR PISTA. DIA.

Vicente levanta la cabeza mirando la pick-up que se para.


De ella bajan los tres hombres.

PASAJERO 1
¡Vaya hombre! ¿Qué tenemos aquí? Si es un espalda
mojada.

Los otros dos ríen.


PASAJERO 2
Salen como las setas, después de la lluvia.

Más risas.
MARTA
Está herido, necesitamos ayuda.

El primero de los hombres le da un empujón tirándola al


suelo sin mirarla.

PASAJERO 1
¡Cállate, mocosa! Esto no va contigo.

Vicente, al ver el empujón se adelanta tambaleante a


defender a Marta. El hombre le da un puñetazo y lo tira al
suelo.

PASAJERO 1
Y encima se nos pone chulo. A este indio asqueroso le

131
hace falta una lección.

Los otros dos hombres se aproximan dispuestos a dar una


paliza a Vicente.

En ese momento se oyen unos motores. Los tres hombres


miran. Los “Sky Riders” llegan y les rodean. Paul, al ver
a Marta, salta de la moto, se tira al suelo y la abraza.
El líder de los motociclistas baja de la moto y se encara
al hombre que ha golpeado a Vicente.

MOTOCICLISTA LIDER
(Con una expresión que da miedo)
¿Tienes algún problema, tejano?

PASAJERO 1
(Sonriendo nervioso)
Sólo nos divertíamos. Ese es sólo un indio mexicano.
MOTOCICLISTA LIDER
(Tensando los músculos y haciendo sonar sus nudillos)
Como mi madre. Y como mi moto.

Antes de que pueda decir nada más Paul se levanta de al


lado de su hija y, sin mediar palabra, le da un puñetazo
al hombre de la pick-up dejándolo inconsciente.

MOTOCICLISTA LIDER
Este tío cada vez me gusta más. Bien hecho, gringo.

Llega el coche de la policía y baja la capitana, un


ranger, Rodrigo y Ana que corre a abrazar a su hija.

CAPITANA
Ocúpese de ellos, ranger. (Luego, acercándose) ¿Están
bien?

VICENTE
(Mirando a Marta con reverencia)
Sí. Perfectamente.

Tlulik se acerca hasta Vicente y le mira con preocupación.


El texano que ha golpeado a Vicente se reincorpora
recuperándose poco a poco del puñetazo de Paul. Tlulik
le ve levantarse y le asesta un puñetazo dejándolo de
nuevo inconsciente. Vicente la mira y sonríe. Ella sonríe
también.

Marta mira a Rodrigo y ve su cara roja.

131
MARTA
¡Hala! ¿Qué te ha pasado? Estás rojo como un tomate.

RODRIGO
(Haciendo un gesto cómico mientras se agacha y la abraza)
Es la moda.

Marta le abraza fuerte y Rodrigo gime por el dolor del


abrazo en sus quemaduras.

CAPITANA
Nos tienen que contar que pasó, por qué estos tipos
se los llevaron.

MARTA
No fueron estos.

PAUL
¿Cómo?

MARTA
Fue un hombre feo.

Paul le enseña la foto de Cicatriz.

MARTA
Éste, sí, éste. Y su perro, que es tan feo como él.

PAUL
¿Y dónde está? ¿Habéis visto una cabaña?

VICENTE
Nos encerraron en una. Debe estar a unos pocos
kilómetros de aquí. Creo…

Paul mira al motociclista líder con la alarma pintada en


la cara.

PAUL
Roca, Susana…

MOTOCICLISTA LIDER
(Subiendo a su Indian)
¿A qué esperamos? ¡Vamos!

ANA
Esperad. Esta vez yo voy con vosotros.

Ana se sube en la moto de otro de los motociclistas, la

131
arranca y se disculpa con su dueño antes de salir tras su
marido y La Roca.

CAPITANA
Esperen. Es mejor que vayamos todos.

Pero las motos ya corren levantando polvo por la pista.

SEC.103: EXTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA

Las dos motos llegan a la cabaña. Ven el ULM a un lado


y el coche de Cicatriz. La Roca, Ana y Paul bajan y se
dirigen a la cabaña que tiene la puerta abierta.

SEC. 104: INTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

Al entrar ven a Susana y Alberto atados y amordazados.


Paul y Ana corren a desatarlos mientras el motociclista
líder investiga los bártulos de la cabaña.

Ana le quita la mordaza a Susana.

SUSANA
Es una trampa, corred, salid de aquí.

CICATRIZ
(Armado, en la puerta)
Demasiado tarde, niña. Ha caído el premio gordo. Y
sin la pasma. Contra la pared y con las manos sobre
la cabeza.

Cicatriz se adelanta y les obliga a ponerse pegados a la


pared y con las manos sobre la cabeza. El perro enseña los
dientes gruñendo amenazadoramente.

Luego se acerca a La Roca y le golpea sin previo aviso


dejándole inconsciente.

CICATRIZ
(Con tono de excusa)
Es que éste me daba miedo. Ahora, si son tan amables,
espérenme mientras hago una llamada. ¡Alicates! (el
perro se pone en guardia) Espero que no cometan el
error de intentar escapar.

Cicatriz sale al porche de la cabaña.

131
SEC. 103 BIS: EXTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

Cicatriz saca el móvil y llama mientras camina despacio


por el porche de la cabaña.

SEC. 105: EXTERIOR BOSQUE ANGANGUEO. DIA.

En el límite del Santuario de las Monarcas esperan


excavadoras, tractores y camiones. Un equipo uniformado
espera con grandes sierras mecánicas. Los vecinos se van
congregando alrededor alarmados por lo que temen que pueda
pasar. Tim Boyles habla con el alcalde, el sheriff y el
jefe indio local.

BOYLES
Simplemente gano tiempo. Eso es todo.

ALCALDE
Está creando alarma social. Me dijo que levantaría su
hotel en una de sus fincas.

BOYLES
Cambié de opinión. Parece que voy a ser el nuevo
propietario en… (Mira el reloj)un par de horas. A mis
inversores les va a encantar.

Un murmullo de queja demuestra que la tensión crece entre


los vecinos congregados.

JEFE INDIO
Usted quiere la mina. Y eso significa la destrucción
del bosque. Este lugar es suelo sagrado.

BOYLES
Déjese de chorradas.

ALCALDE
No son chorradas. O quita usted estas máquinas de
aquí o las quito yo.

Boyles saca un teléfono, marca y se lo pone al alcalde.

ALCALDE
¿Sí? ¿Quién es usted?

El alcalde escucha y su cara se va poniendo cada vez más

131
seria.

ALCALDE
Sí… Sí, señor ministro.

Cuelga, le pasa el teléfono a Boyles, y se aleja con el


Sheriff. Boyles sonríe abiertamente. Suena su teléfono,
mira y descuelga mientras se aleja.

BOYLES
Espero que sean buenas noticias. ¿Cómo? ¿Los dos?
¡Estupendo! ¡Magnífico! Vamos a empezar incluso antes
de lo previsto. Enhorabuena. (Escucha). No, no puede
haber testigos. Y no quiero una prueba ¿entendido?

BOYLES
(Volviéndose hacia sus trabajadores)
Señores, vayan calentando motores. Empezamos en un
par de horas.

SEC. 106: INTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

Cicatriz termina de atar a Ana y a Paul en sendas sillas.


La Roca permanece inconsciente.

CICATRIZ
No tengo buenas noticias para ustedes. Su preciosa
mina va a estar de nuevo en uso. Hoy mismo. Y su
maldito bosque de las mariposas va a pasar a la
historia. Como ustedes, por cierto.

Coge una lata de gasolina de un estante.

CICATRIZ
Señores es hora de despedirnos.

Cicatriz empieza a echar gasolina por la periferia de la


cabaña. Paul y Ana intentan convencerle con todo tipo de
argumentos.

CICATRIZ
Lo siento, es demasiado tarde. Esto es lo que pasa
cuando se va con tipos tan peligrosos como ése
(señala al motociclista líder). Se vuelven locos y
acaban inmolándose con sus prisioneros. Una tragedia.

Cicatriz pone la lata de gasolina junto al cuerpo de La


Roca. Finalmente se para en el marco de la puerta y tira

131
una cerilla. Todo empieza a arder.

SEC. 107: EXTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

Cicatriz sale de la cabaña y va hacia el coche. Las llamas


empiezan a verse por la puerta y la ventana mientras una
nube densa de humo asciende entre las tablas del tejado.

Cicatriz sube al coche, llama a su perro.

CICATRIZ
¡Vamos Alicates! Hay que hacerse invisibles durante
unos meses.

Cicatriz intenta arrancar y el coche falla.

CICATRIZ
No puede ser. Ahora no…

Sale y ve que bajo el coche hay un charco enorme. Alberto


ha cortado varios tubos del motor.

CICATRIZ
Malditos sean. (Gritando) ¡Arded en el infierno!

Luego abre el maletero, saca un rifle y sale corriendo


perdiéndose en el paisaje.
CICATRIZ
Vamos chucho, la poli no tardará en llegar.

SEC. 108: INTERIOR CUEVA ANGANGUEO.

El chamán vuelve a echar polvos y hojas al pebetero


mientras habla en una lengua extraña en un estado de
trance.

SUBTÍTULOS
Espíritus de los antepasados proteged al bosque.
Espíritus de los antepasados velad por los
Istapapalosiuatl.
Espíritus venerables alejad al mal que lucha por
ganar la batalla.
Almas del pueblo purépecha ayudad a la niña
mariposa. Es nuestra última esperanza.

Mientras habla hay destellos de luz azul y sombras


imprecisas que se mueven alrededor del altar. El humo, que

131
ha formado la forma de mariposa de la mancha que tiene
Marta en el brazo, empieza a emitir una luz azulada.

SEC. 109: INTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

Las llamas y el humo llenan la habitación. Paul


desesperado intenta liberarse.

PAUL
¡Roca! ¡Roca! ¡Despierta!

El motociclista sigue inconsciente. Todos empiezan a


toser. Paul y Ana se miran con temor. No quieren hablar de
lo que está a punto de pasar. La primera viga en llamas
cae del techo.
ANA
¡Dios mío, Paul! Vamos a…

PAUL
Intentaré ponerme delante de Susana. La protegeré de
las llamas.

Se tira al suelo con la silla a la que está atado e


intenta acercarse a ella. Susana le mira asombrada por lo
que quiere hacer.

SUSANA
Papá ¡no!

ANA
¡Un momento! ¡Escucha!

Se oyen unos ladridos. Pulgas salta sobre el fuego de la


entrada y corre hacia sus dueños. Lame la cara de Susana y
ladra.
SUSANA
Pulgas, Pulgas, tiene que ayudarnos, ¡vamos!

El perro mueve la cola y la mira con curiosidad.

SUSANA
(Con Paul y Ana haciéndole los coros)
Vamos, Pulgas, intenta morder la cuerda.

PAUL
¡Vamos! ¡Vamos! Rompe la cuerda.

Pulgas que siegue moviendo el rabo, da la vuelta, hace

131
un pis sobre las llamas y les mira moviendo el rabo.
Todos lanzan bufidos de desesperación. Luego Pulgas sale
corriendo de la habitación. Todos gritan angustiados que
regrese. Ana llora. Susana se desespera. Paul permanece
inmóvil viendo desaparecer su última esperanza. Entonces
la capitana y un Ranger saltan por encima de las llamas de
la entrada.

CAPITANA
Esto está a punto de ceder. ¡Vamos!

SEC. 110: EXTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DIA.

Dos coches de policía y varias motos rodean las ruinas


humeantes de la cabaña. La Roca se sujeta un paño sobre la
cabeza, apoyado en el coche de la capitana. Susana está
apoyada en su padre. El resto del grupo está hablando con
la capitana.
CAPITANA
Hemos dado el aviso y todas las carreteras están
cerradas. Es poco probable que escape.

Vicente, que está apartado del grupo acuclillado en el


suelo, lee las huellas de Cicatriz.

VICENTE
Se ha ido por aquí.

CAPITANA
¿Sabe leer el suelo?

VICENTE
Mejor que los libros. Nos lleva diez minutos de
ventaja.

Tlulik vuelve a mirarle con disimulada admiración.

CAPITANA
(Al policía que tiene al lado)
Bien, vámonos. (Luego, a la familia) Familia, basta
de aventuras. Ese hombre va armado y es peligroso,
así que os quedáis aquí. Agente, le dejo al cargo.

Un policía asiente y saluda. Mary sale detrás de Vicente


acompañada de otro policía.

RODRIGO
(Mirando al agente)

131
Son dos contra uno. ¿No cree que debería ayudar? Ese
se las sabe todas.

El agente le mira y duda. Paul, Susana y la Roca le miran


también. No saben a qué viene ese interés.

RODRIGO
Nosotros estamos bien. Les esperaremos aquí.

AGENTE
Está bien, pero no se muevan de aquí, ¿de acuerdo?

El policía sale corriendo por donde se ha ido Mary.


Rodrigo le ve alejarse y se vuelve hacia Alberto.

RODRIGO
Oye chico ¿me darías una vuelta en esa mariposa
gigante?

ANA
¿Qué te propones?

RODRIGO
Desde el aire podremos localizar a ese tipejo. Sólo
eso.

ALBERTO
Será un placer.

ANA
Ni hablar. Eso es peligroso. ¿Recuerdas que va
armado?

Rodrigo mira a Paul, que no sale de su asombro. Recuerda


el comportamiento de Rodrigo cuando llegaron las motos.

PAUL
Déjale Ana. Creo que tiene razón.

Rodrigo le hace un gesto de agradecimiento y va hacia el


ULM. Mientras camina Ana se le acerca.

ANA
No tienes por qué hacerlo.

RODRIGO
Creo que no me sentía más vivo desde que era pequeño.
No es que tenga; es que quiero hacerlo.

131
Antes de llegar al ULM que ya ha encendido el motor
Rodrigo se para mirando al coche de Cicatriz.

RODRIGO
Espera un segundo. Se me ha ocurrido una idea.

SEC. 111: EXTERIOR PAISAJE TEXAS. DÍA

Mary y el policía van siguiendo a Vicente que busca


huellas en una zona rocosa.

VICENTE
Un momento, sobre la roca es más complicado.

Cicatriz, a unos cien metros, apunta a la capitana desde


detrás de una roca.

CICATRIZ
(Para sí mismo)
Os habéis equivocado conmigo gringos.

El dedo roza el gatillo. En ese momento se oye un motor y


un siseo. Cicatriz, instintivamente, levanta la cabeza.
Una rueda de su propio coche choca contra la roca y le
hace disparar al aire. Rodrigo se la ha tirado desde el
ULM. Cicatriz va a apuntar al ultraligero cuando las balas
silban a su lado y debe emprender la huída.

CICATRIZ
¡Maldito sea!

Mary mira incrédula a Rodrigo que la sobrevuela saludando


mientras sujeta una segunda rueda junto a su asiento.

CAPITANA
Largaos de ahí. Ese tipo tiene un rifle.

Desde el ULM no la oyen y se alejan detrás de Cicatriz.


Mary sale corriendo en la misma dirección.

SEC. 112: EXTERIOR PAISAJE TEXAS. DÍA

Cicatriz llega hasta el cortado que cae sobre el río.


Mira hacia abajo y las rocas que sobresalen del agua le
disuaden de saltar. De nuevo oye el motor del ULM que le
intenta localizar.

131
CICATRIZ
(Levantando lentamente el rifle, esperando ver aparecer el
aparato)
Puede que me cojan, pero estos dos no se van a ir de
rositas.

El ULM aparece en vuelo rasante sorprendiendo a Cicatriz


que dispara precipitadamente.

SEC. 113: VUELO ULM. DÍA

La bala silba entre Alberto y Rodrigo haciendo un agujero


limpio en la tela.

ALBERTO
(Gritando por la radio)
Ese tío tiene un rifle. Será mejor largarse.

Rodrigo mira hacia abajo y ve que Cicatriz, al borde del


precipicio, les está apuntando. Y esta vez sí tiene tiempo
de hacer puntería.

SEC. 112 bis: EXTERIOR PAISAJE TEXAS. DÍA.

Cicatriz apunta con cuidado.

CICATRIZ
Fin de trayecto.

En ese momento Pulgas salta desde una roca y le muerde en


las piernas. Cicatriz se vuelve asustado, se le dispara el
rifle y pierde el equilibrio cayendo por el cortado.

Pulgas oye un gruñido. Frente a él, enseñando los dientes,


está Alicates que se acerca en paralelo al precipicio.
Pulgas se eriza y retrocede. Es evidente que no tiene
nada que hacer contra el pitbull. Alicates, gruñendo, se
lanza sobre él pero antes de que llegue a tocarlo una
enorme rueda golpea el suelo, rebota y tira al pitbull
al precipicio. Pulgas mira hacia el cielo ladrando.
Rodrigo saluda con un grito salvaje y gestos de júbilo.

SEC. 114: EXTERIOR CABAÑA CICATRIZ. DÍA

Todos están de nuevo reunidos junto a la cabaña. En uno de


los coches de policía están metiendo esposado y empapado a

131
Cicatriz y a Alicates, que lleva un bozal y gime.

CAPITANA
(Mirando a Ana)
Tenéis que llegar a Angangueo. Debéis salir ya si
queréis salvar el Santuario.

Ana la mira intentado comprender qué sabe y qué quiere


decir. La capitana se remanga el brazo izquierdo y muestra
un pequeño tatuaje con la forma de una mariposa.

ANA
¿Qué es eso?

CAPITANA
La marca de la Sociedad ¿Ya habéis olvidado todo lo
que aprendisteis de niños?

RODRIGO
(Mirándola incrédula)
¿Y no me has dicho nada durante tantos años?

Mary le acaricia la cara, roja por el sol, disculpándose.

ANA
No puede ser. Eso son chismes populares. ¿Me quiere
decir que eres…?

La capitana asiente con la cabeza. El motociclista líder


se acerca y muestra su tatuaje.

MOTOCICLISTA LIDER
Ya os dije que estabais en buenas manos.

Paul y Ana miran a los motociclistas. Todos saludan y


sonríen desde las motos. Ana no se lo acaba de creer pero
duda.

CAPITANA
Tienen un testamento que aceptar.

PAUL
Ya me explicarán qué es todo esto de los tatuajes
pero me parece que es un poco tarde para el
testamento. Hay más de mil kilómetros y el plazo
vence… (mira el reloj) Bueno, creo que ha vencido ya.

CAPITANA

131
Lo importante es que lleguen antes de que las
máquinas destruyan el bosque. Hay un helicóptero
esperándoles en el motel.

PAUL
¿Nos va a llevar la policía en helicóptero?

CAPITANA
La policía no tiene nada que ver con esto. Hay mucho
en juego y tenéis una misión muy importante que
cumplir.

Vicente se acerca a la capitana y le susurra algo al oído.


La capitana mira a Marta que acaricia a Pulgas. Luego mira
con una mezcla de asombro e incredulidad a Vicente. Este
asiente con la cabeza.

CAPITANA
Insisto. Vámonos. ¡Ah! Y cuidar mucho vuestra
familia. Es extraordinaria.

Mientras van hacia el coche Ana le pregunta a Vicente.

ANA
¿Qué le has dicho de Marta? Parece que le ha
impresionado.

VICENTE
Nada, sólo que era muy valiente.

ANA
Ya…

SEC. 115: EXTERIOR BOSQUE ANGANGUEO. DIA.

De nuevo en el límite del Santuario, rodeados de


excavadoras y camiones, Tim Boyles le muestra unos papeles
al Alcalde. Hay máquinas por todas partes.

BOYLES
Aquí los tiene. Léalos. Firmados por el ministro. La
tierra es mía legalmente. Así que apártense, es hora
de poner manos a la obra.

Boyles se vuelve y se encuentra de cara con el chamán.


Detrás suyo están el jefe indio local, los ciudadanos de
Angangueo y más indios de otros lugares.

131
CHAMÁN
No puede hacerlo.

BOYLES
(Volviéndose)
¿Quién es éste?

CHAMÁN
No puede profanar tierra sagrada. Nuestros
antepasados están enterrados aquí. Vuelven aquí cada
año y es aquí donde nos reencontramos. El oro es
pasajero. Las almas son inmortales.

BOYLES
(Con cara de paciencia)
Otro loco, lo que faltaba. Apártese ¿quiere?

Le da un empujón al chamán y se dirige hacia el capataz


junto a las excavadoras. Hay un murmullo de desaprobación
creciente. La tensión aumenta por momentos.

BOYLES
¡Preparen las máquinas!

La gente sigue protestando. Cada vez hay más tensión. El


rugido de los motores de excavadoras y camiones tensa aún
más la situación.

BOYLES
¡Dejen paso al progreso! ¡Apártense!

El chamán entra en trance y empieza a emitir su canto


monótono. Al subir la cabeza tiene los ojos completamente
negros.

SEC. 116: EXTERIOR MOTEL TEXAS. DIA.

Un helicóptero se prepara para despegar. Junto a él la


familia se despide de Mary, el ranger y los “Sky Riders”.

CAPITANA
Aquí nos separamos. Os deseo la mejor de las suertes.

ANA
Muchas gracias. De verdad, por todo.

131
La capitana se agacha junto a Marta.

CAPITANA
Cuida de todos nosotros niña mariposa.

Marta se ríe y le da un beso. Mary se levanta emocionada y


se encuentra con Rodrigo.

MARY
¿Nos vemos a la vuelta? Creo que tenemos mucho que
contarnos.

Rodrigo se acerca y la besa en los labios. Mary le


contesta el beso.
RODRIGO
Mucho más de lo que crees.

Paul le mira y ríe.

PAUL
Bien hecho, cuñado.

MARY
El viaje te ha sentado muy bien. Te estaré esperando.

Susana se despide de Alberto.

ALBERTO
Espero que volvamos a vernos pronto. Yo… me gustaría
preguntarte algo.

SUSANA
¿Ya empezamos otra vez?

Susana se acerca con decisión y le da un beso en la boca.


Paul se queda sin habla, con cara de pasmado, pero no hace
nada. Mira a Ana, que sonríe, y él también sonríe.

SUSANA
(Pasándole un papel a Alberto)
Aquí tienes mi mail y mi dirección de Facebook. Seguimos
en contacto. Y no estaría mal que vinieras a verme.

La Roca se acerca a Paul que está mirando nervioso a su


hija.
MOTOCICLISTA LIDER
(Tendiéndole la mano)
Ha sido un placer Paul, de verdad.

131
PAUL
(Sonriendo)
El placer ha sido mío. ¿Qué tal si tomamos unas
cervezas a la vuelta? (Mirando a Molly) Y nada de
vacío.

Molly, detrás de ellos, ríe y asiente. El motociclista ríe


y le da una palmada.

MOTOCICLISTA LIDER
Realmente me gusta este tío. ¡Buen viaje amigos!

La familia sube al helicóptero. Todos les despiden


mientras se elevan y aceleran en un cielo salpicado de
mariposas.

SEC. 117: EXTERIOR BOSQUE ANGANGUEO. DIA.

En el límite del bosque las máquinas han empezado a


moverse. Los locales están indignados. Miles y miles de
mariposas empiezan a salir de los pinos y oyameles. El
chamán sigue cantando. Los trabajadores vacilan ante el
espectáculo de las monarcas. Cada vez hay más. Boyles
aparece con dos guardaespaldas gritando entre ellos.

BOYLES
¡Vamos, imbéciles! Sólo son mariposas. No os pago
para que os quedéis mirando.

ALCALDE
(Mirando al sheriff)
José, llama a tus hombres. La situación se va a
descontrolar de un momento a otro.

Las máquinas siguen avanzando. Las mariposas, que ya son


millones, empiezan a emitir brillos azulados. Extrañas
voces y murmullos empiezan a oírse. Los insectos salen del
bosque y se mezclan entre las máquinas y la gente.

SHERIFF
¿Qué diablos es eso?

El alcalde no contesta. Está impresionado mirando lo que


ocurre. Trabajadores y vecinos, están desconcertados. Las
luces de las mariposas van tomando formas: hay caras,
cuerpos, personas que se mueven translúcidas y espectrales
y que aparecen y desaparecen. Algunos reconocen a los
suyos: un padre, un abuelo difunto... Los hombres de

131
las máquinas huyen. Boyles y un grupo de matones con el
uniforme de su compañía intentan detenerlos. Los vecinos
se sublevan y empieza una pelea donde matones, vecinos,
policías, trabajadores, mariposas y espectros forman un
pandemonio extraordinario.

SEC. 118: INTERIOR HELICÓPTERO ANGANGUEO. DIA.

Desde el helicóptero la familia ve la pelea en el límite


del bosque.

PILOTO
Vamos a descender. Hay demasiadas mariposas. Es más
seguro tomar tierra.

SEC. 119: EXTERIOR BOSQUE ANGANGUEO. DIA.

El helicóptero aterriza. La familia sale corriendo y van


donde está el alcalde y el sheriff. Entre mariposas,
hombres peleando y extrañas luces, se reúnen con ellos.

PAUL
¿Qué es eso? ¿Qué son esas cosas? ¿Qué…?

Ana le contesta con una mirada.

ANA
Luego, Paul. Pedro, qué gusto verte.

ALCALDE
¡Ana! Creía que no vendrías.

ANA
Escucha, nos han secuestrado, disparado, saboteado…
Estamos vivos de milagro. Y ha sido todo para que no
llegáramos a tiempo.

ALCALDE
(Mirando al sheriff)
¡Lo sabía! José, búscame al Sr. Boyles y detenle. Va
a tener que explicar muchas cosas.

El Sheriff mira entre el barullo generalizado.

SHERIFF
Será un verdadero placer. Ahí, ahí está.

131
Boyles, que les ha visto, huye hacia el bosque con dos
guardaespaldas.

SHERIFF
¡Están huyendo! Marcelo, Ángeles, Rafael, que no se
escapen.

Varios agentes salen tras ellos. Paul los sigue con el


Sheriff y el Alcalde. Susana sale tras ellos.

ANA
¡Susana! ¡Ven aquí! Esto no es un juego.

Susana ya está lejos para oírla y el desbarajuste que las


rodea hace imposible que sepa por dónde ha ido.

SEC. 120: EXTERIOR BOSQUE SANTUARIO. DIA.

Paul, Susana y el sheriff y sus hombres persiguen a Tim


Boyles y dos de sus matones por el bosque. Éstos, armados,
disparan a sus perseguidores. Boyles se adelanta a sus
guardaespaldas que frenan con sus disparos a la policía
mientras su jefe huye.

PAUL
(Agachado detrás de una roca, junto a Susana)
Susana ¿qué tal si le dejamos esto a los policías?

Susana le sonríe asustada.

SUSANA
Estoy totalmente de acuerdo contigo papi.

PAUL
Vaya, por fin. Así que lo que necesitabas para darme
la razón eran unos tiros de por medio.

Susana sonríe y hace un gesto cómico.

SEC. 121: EXTERIOR. BOSQUE SANTUARIO. DIA

Ana y Marta caminan por el bosque.

ANA
Debemos encontrar a Susana. Y a papá. Se han creído
que esto es una película. Y eso (refiriéndose al
sonido que llega del bosque) son disparos de verdad.

131
Ambas buscan en el bosque y entran en un claro
semicircular cuyo frente lo cierra una pared de rocas.
Hay un agujero y un cartel de aviso frente al muro. Es el
respiradero de Mina Oyamel. Las monarcas vuelan por todas
partes.

MARTA
¿Qué es eso, mamá?

ANA
El respiradero de la vieja mina. Cuidado, no te
acerques. Es muy profundo.

Al ver que no hay salida van a dar la vuelta pero Boyles


les corta el paso apuntándolas con un arma.

BOYLES
Vaya sorpresa. Mi venganza justo tras mi caída.
Magnífico. Hoy no es un buen día para nadie.

ANA
Señor, no sé qué quiere, pero si depende de mí se lo
daré. Sólo deje que la niña se vaya.

BOYLES
(Negando con la cabeza)
Demasiado tarde. Le he dado infinitas oportunidades.
Ahora no nos queda tiempo. A ninguno de los tres.

Ana retrocede sujetando a Marta hasta que sus pies llegan


al límite del pozo.

BOYLES
¡Qué ironía! La misma mina que no quisieron venderme,
la mina que va a terminar conmigo, va a ser también
la tumba de los De la Vega. Está claro. Esta es una
mina maldita.

ANA
¿Es usted el Sr. Boyles? ¿De Boyles y Asociados? Por
Dios, ya le dijimos que esta mina estaba agotada.
Todo esto es por esta mina vacía.

BOYLES
(Quitándose mariposas de la cara)
No es eso lo que dicen mis geólogos. Esta mina tiene
dos galerías cerradas, olvidadas, que tocan una nueva
veta de oro. Ya ve. Vale una fortuna. Pero ahora eso

131
no importa…

Boyles levanta el arma. Millares de mariposas vuelan por


todas partes.

BOYLES
¿Quién va primero?

Marta mira asustada cuando una mariposa monarca con


manchas rojas en las alas vuela frente a ella. Marta
extiende la mano. La monarca se posa.

MARTA
Rojita.

En ese momento millones de mariposas surgen del bosque


nublando la visión. Son frentes sólidos, infinidad de
insectos que rodean a las tres personas. En ese espacio de
mariposas Ana y Marta se alejan del agujero.

ANA
Vamos, hay que alejarse de aquí.

Se oyen unos disparos. Boyles tampoco puede ver y es


empujado y desorientado por la marea de mariposas. Dispara
al azar como desahogo. Detrás de él las mariposas abren un
espacio. Boyles camina sin verlo hacia el respiradero de
la mina. Cuando está en el borde se vuelve y ve que va a
caer al vacío. Se detiene. Delante de él una de las luces
que hay entre las mariposas toma la forma de un indio
viejo.
INDIO
(Con voz espectral)
Tu hora de viajar ha llegado.

Boyles se desequilibra y cae al pozo gritando.

Las mariposas empiezan a retroceder y a hacerse menos


numerosas. Ana y Marta vuelven a ver el claro. Boyles no
está. Se acercan al respiradero. La oscuridad del pozo es
todo lo que ven.

ANA
Ha debido de caer ahí abajo.

MARTA
¡Hala! ¿Se ha muerto?

Ana la toca cariñosamente.

131
ANA
No lo sé, cariño. Espero que no. Ya nos lo dirá la
policía.
La mariposa de las manchas rojas vuelve a volar junto a
ella.

MARTA
¡Mira mamá, es Rojita!

Ana la mira hipnotizada. El resto de las mariposas


rodean el claro del bosque. Las luces azuladas se van
transformando en personas. La mariposa de manchas rojas se
convierte también en un hombre.

ANA
(Balbuceando, en un suspiro)
Papá.

El espectro sonríe y abraza a su hija que llora


emocionada.

MARTA
¿Eres tú, abuelo?

El espectro se agacha y mira a Marta.

ESPECTRO
Ahora eres tú la que tendrás que cuidar de todos.

Marta le mira encantada y asiente.

ESPECTRO
Tú y Pulgas, claro.

El perro mueve la cola en el límite del claro. Paul,


Susana y Vicente han llegado hasta allí al oír los
disparos y miran asombrados la escena desde el límite del
bosque.

ESPECTRO
(De nuevo frente a Ana)
Mi niña… Gracias por venir. No llores. Yo estoy
mejor que nunca. Como te dije mil veces y parece que
olvidaste, la vida es sólo un paso, un tránsito
hacia otro lugar.(La acaricia)Vive tranquila y
piensa que al final, la muerte, es una forma de
renacer. Te quiero tanto…

131
Se vuelven a abrazar. El espectro se separa sonriendo.

ESPECTRO
Tengo que marcharme. Recuerda, siempre estaré con
vosotras.

El espectro se transforma en la mariposa con manchas rojas


que vuela elevándose en el cielo hasta perderse de vista.

La familia se reúne y todos se abrazan.

SEC. 122: INTERIOR MINA OYAMEL. DIA.

Bajando por el respiradero de la mina llegamos al fondo.


Allí yace el cuerpo de Tim Boyles y los esqueletos aún
vestidos de los dos vaqueros que cayeron en 1910.

SEC. 123: CASA LUIS DE LA VEGA. DIA.

Susana lee una última carta sentada en el porche de la


casa de su abuelo. Se oye un tema de Maná sobre “Renacer”.

ABUELO (Voz en off)


… de un proceso que llega al final y que,
sorprendentemente, acaba por convertirse en el
principio. Mira los grandes oyameles. Están llenos
de mariposas, de vida, de esperanza.

Susana levanta la vista hacia los árboles cercanos. Luego


sigue leyendo.

SEC. 124: EXTERIOR SANTUARIO MONARCAS. DIA.

Vemos los oyameles repletos de mariposas. Las monarcas se


hacinan en las ramas.

ABUELO (Voz en off)


Aquí están a tres mil metros de altitud y sólo con
el calor que se dan entre ellas consiguen vencer las
gélidas noches del Santuario. Ya ves, es la ayuda,
la unión entre ellas, la que obra el milagro. Otra
lección que aprender, mi querida Susana.

Vemos las mariposas en el santuario. Salen volando por


millones. Las vemos en el aire sobre preciosos paisajes

131
ABUELO (Voz en off)
Hoy, si todo ha ido bien, mis cenizas regresarán
a las sierras donde nací y me crié. Se cerrará
el círculo. Y yo estaré allí, con tu madre, con
tu hermana, contigo. Susana, vive sin miedo. Y
nunca olvides que este milagro, este ciclo vital y
espiritual, se basa en la fuerza más universal: el
amor. Te quiero mucho, Susana. Disfruta de tu viaje
por la vida. Tu abuelo.

La canción de Maná nos trae su mensaje.

SEC. 125: EXTERIOR CASA LUIS DE LA VEGA. DIA.

Susana guarda la carta. Una lágrima cae por su mejilla. A


su espalda sus padres y su hermana se le acercan. Ana va
abrazada a Rodrigo. Llevan una vasija en las manos.

ANA
Vamos, Supi.

Susana se levanta y los sigue. Se dirigen al bosque.


Vicente y Tlulik, les observan desde el porche mientras se
alejan.

SEC. 126: EXTERIOR SANTUARIO MONARCAS. DIA.

En un precioso paisaje, rodeados de pinos y oyameles, en


una ladera que deja ver un paisaje boscoso impresionante,
y rodeados de mariposas que revolotean por todas partes,
Ana abre la vasija acompañada de su hermano y deja que las
cenizas salgan y se las lleve el viento.

ANA
Buen viaje, papá. Y gracias.

Paul la abraza. Susana y Marta se unen al abrazo. Miles


de mariposas los rodean. Una mariposa de alas manchadas
de rojo revolotea frente al grupo. Rodrigo, de forma
instintiva, levanta una mano. La mariposa se posa en ella.
Rodrigo cierra los ojos y una paz enorme le invade.

RODRIGO
Gracias papá.

Luego la mariposa de alas rojas reemprende el vuelo y se


deja llevar por el viento siguiendo las cenizas.

131
SEC. 127: EXTERIOR PUEBLO ANGANGUEO. NOCHE.

En el pueblo se celebra la fiesta de Todos los Santos.


Vicente y Ana hablan entre velas, gente disfrazada y
adornos multicolores.

VICENTE
Son pocos y surgen cada cuatro o cinco generaciones.

ANA
Es una historia preciosa. Me encantan las leyendas de
nuestro pueblo.

VICENTE
No, Papalotl, esto no es una leyenda. Ni la Sociedad
Secreta tampoco.

ANA
Venga, Vicente, no empieces. Ya sé lo de la capitana
y eso.

VICENTE
La capitana, los motociclistas, el alcalde…
pertenecen a la Sociedad. Yo también.

Ana le mira incrédula.

VICENTE
Todos tenemos la marca tatuada. Mira (le enseña su
hombro tatuado) Pero sólo los elegidos llevan la
marca de nacimiento. Esta otra marca.

Vicente le enseña un dibujo que sintetiza una mariposa


y una espiral. Es el dibujo que tiene la mancha de
nacimiento de Marta. Ana la reconoce y se queda
impresionada.
ANA
Mi niña…

Mira a Marta que juega alegre con Pulgas junto a otros


niños disfrazados de esqueletos y mariposas.

VICENTE
Lo descubrí en el viaje. Ella…, ella me curó,
Papalotl. Es un privilegio tenerla.

131
ANA
Desde luego. Pero con o sin mancha. Míralas. Son mi
tesoro.

VICENTE
¿Y Susana?

ANA
Allí, con su padre.

SEC. 128: PISTA DE BAILE ANGANGUEO. NOCHE.

Susana y Paul bailan una música alegre y moderna en una


pista al aire libre. Paul se mueve algo torpe pero Susana
le enseña. Los dos parecen divertirse a lo grande.

PAUL
(Entrecortadamente por el esfuerzo)
¿Puedo preguntarte algo?

SUSANA
Ahá

PAUL
¿Me ayudarías a convencer al resto para hacer algo?

SUSANA
¿Hacer qué?

PAUL
Bueno, siempre que tú también estés de acuerdo…

SUSANA
Vale, bien, ¿pero qué se te ha ocurrido hacer?

PAUL
He pensado que podríamos hacer el viaje de vuelta por
carretera. ¿Qué te parece?

Susana ha parado de bailar y le mira emocionada. Luego le


abraza.

SUSANA
¡¡¡Síííííí!!!!

SEC. 127 bis: EXTERIOR PUEBLO ANGANGUEO. NOCHE.

131
Vicente ve bailar a Paul con Susana.

VICENTE
¡Caramba! Nunca lo hubiera imaginado. ¿Qué hace tu
marido?

ANA
Paul está disfrutando por primera vez en mucho tiempo
de algo que le ha preocupado desde que nació Susana.

VICENTE
¿Qué?

ANA
Mírale. Disfruta de la metamorfosis de nuestra hija.

Paul y Susana bailan cada vez más animados y mejor.


La gente, disfrazada, los rodea. Marta, Rodrigo, Ana
y Vicente les miran. Paul y Susana ni se dan cuenta de
que les han hecho un corro. Están felices y comparten el
momento intensamente. Mientras bailan juntos no existe
nada ni nadie más en el universo.

FIN

CREDITOS
Mientras pasan los créditos vemos diferentes escenas.

SEC. 129: EXTERIOR CASA ANGANGUEO. DÍA.

La familia entra en la vieja VW mientras se despide de


Vicente y Tlulik que, de la mano, les saludan desde el
porche de la casa.

SEC. 130: ULM TEXAS. DÍA.

Susana vuela manejando el ULM mientras Alberto, a su lado,


la enseña. Pasan sobre el motel desde el que Paul y Ana
les saludan.

SEC. 131: INTERIOR RESTAURANTE MOTEL. DÍA.

Rodrigo está comiendo con Marta una fuente enorme de


alitas de pollo. Molly se acerca con un bote de salsa.
Rodrigo hace un gesto de terror y aparta la salsa mientras
todos ríen.

SEC. 132: EXTERIOR POBLADO ANASAZI. DÍA.

131
En el pueblo Anasazi secreto, Susana señala el suelo
avisando a Alberto. Una serpiente de cascabel cruza entre
las casas. Los dos se miran.

SEC. 133: EXTERIOR CASA RODRIGO. DÍA.

Rodrigo se encuentra con Mary en la entrada de su casa.


Ambos se abrazan y se besan. El resto de la familia les
jalea desde la VW.

SEC. 134: EXTERIOR CASA FAMILIA. DÍA.

Ana, Paul, las niñas y Pulgas llegan a su casa. Hay


infinidad de mariposas volando en el cielo. Una de ellas
tiene las alas con manchas rojas.

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