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Ciencia y conciencia:

La aparición de las ciencias


humanas y la lucha
entre dos enfoques
epistemológicos
Germán I. Martínez Gómez
Escuela Normal de Tenancingo
german_img@yahoo.com.mx

Unos pescadores
arrastraban una red y,
como era pesada, se
pusieron contentos y
introducción a bailar, creyendo que
era mucha la pesca.

C
omo expresa Esopo en esta fábula, la alegría que se Pero cuando la sacaron
manifiesta por adelantado fácilmente puede convertirse en a rastras a la orilla
desilusión o disgusto. Así, tal y como aconteció a estos encontraron pocos peces y
que la red estaba llena de
pescadores, las ciencias naturales creyeron poseer el
piedras y otros deshechos,
verdadero conocimiento y las vías que habrían de conducir a él. Sin embargo, se quedaron muy tristes,
cuando la validez de sus planteamientos se consideró inaplicable para todos menos contrariados por
los campos del saber, cuando su método y las implicaciones que éste contenía lo que les había pasado
se cuestionaron, fue más difícil alegrarnos de lo que se había alcanzado que que por haber imaginado
avergonzarnos de ello. Cuando la exclusividad del conocimiento “científico” lo contrario. Uno de ellos,
se atribuyó a las ciencias de la naturaleza, cuando la objetividad y la validez viejo ya, dijo: <<Vamos a
dejarlo, compañeros, pues,
experimental se convirtieron una, en sinónimo de imparcialidad, y la otra,
como parece la desilusión
en un requisito esencial para lograr una ciencia fiel a los datos, se hizo más
es hermana de la alegría y
urgente resquebrajar una serie de supuestos en los que se había fincado la falta nos hacía, sin duda,
ciencia moderna. Supuestos que marcaron de manera definitiva el desarrollo disgustarnos algo después
de las ciencias sociales, humanas o, como dijera Wilhelm Dilthey (1833- de habernos alegrado
1911), “del espíritu”, pero que hicieron también posible la aparición de dos tanto por adelantado>>
enfoques epistemológicos, dos formas de apropiarse del conocimiento y Esopo
una pugna que se fue gestando entre ellas a lo largo de los años y que,
posiblemente, no fue infértil.

MAGISTERIO 7
Se parte de la convicción de que En este sentido, la pretensión de
la designación “ciencias humanas” o finales del siglo XIX y principios del
“ciencias del espíritu” emerge preci- XX de establecer el estatuto epis-
samente para llamar así a un conjunto temológico de las ciencias humanas,
de ciencias que buscan subsanar esa dotándolas de un método estable y
necesidad del hombre por conocerse riguroso, respondió no sólo al afán de
a sí mismo, pretendiendo llenar, de equipararse a las ciencias naturales
esta manera, ese sentimiento de sino, también, fue fruto de la concien-
vacuidad que le inundaba. Afirmación cia que progresivamente adquirió el
sustentada en lo que Dilthey denomina hombre de sí mismo y de la puesta
el impacto de la conciencia histórica en cuestión de su papel en el cosmos.
en el surgimiento de las “ciencias del Así, afirma Durán Ramos: “El ser hu-
espíritu”, que no es otra cosa que la mano debió ir analizando la realidad
confrontación “[...] con la conciencia circundante de la periferia al centro”,3
de la relatividad de lo histórico y al lo hizo sin saber que el propósito de
mismo tiempo con la revelación de las conocer el mundo y dominarlo, habría
posibilidades que tiene el hombre de de incidir negativamente, a la postre,
conocerse a sí mismo y a la sociedad en el conocimiento de su propia
y la historia creada por él”.1 naturaleza. Fue este sentimiento
De esta forma, e independiente- de “indigencia vital”, como dijera
mente de la crítica a la que se some- Husserl, el que provocó que el ser
tieron en el momento de su aparición humano volviera los ojos sobre su
como tales, las ciencias humanas, han propio ser para descubrir “[...] que la
marchado por un sendero que intenta sociedad, la vida de los hombres en
llegar a un mismo fin: comprender al ella con sus múltiples relaciones, no
hombre y el papel que éste desempeña era ni algo claro, ni dado de una vez
en el mundo. Así, si bien es cierto que por todas”.4 Fue la reflexión en torno
Pierre Vilar sostiene que “las ciencias a los distintos problemas sociales
humanas, precisamente porque tratan de la época, incluida la sospecha del
del hombre, de sus intereses, de sus desconocimiento humano, la que
instituciones, de sus grupos, y porque permitió la aparición de las “ciencias
dependen de la conciencia –tan a sociales”, “ciencias del espíritu” o
menudo falsa– que los hombres tienen “ciencias humanas” y su designación.
a) La necesidad de de ellos mismos, llevan un retraso Veamos por qué.
las ciencias humanas respecto a las ciencias de la naturaleza. Los orígenes del sentimiento de
[Y que] Es una banalidad recordarlo”,2 ignorancia del hombre hacia sí mis-
Al hablar de “la necesidad” de las
también sería una afirmación baladí mo, se hallan, como refiere Miguel
ciencias humanas, no se enuncia, él o
si la dejásemos en estos términos. Ángel Sobrino, en cinco grandes hu-
los requerimientos que estas ciencias,
De ahí que sea importante, pese a millaciones: una cosmológica, otra
como saberes ya consolidados, han
lo insustancial que le resulta a Vilar
tenido a lo largo del tiempo o tienen
remembrar que las ciencias humanas
actualmente. Más bien se aborda lo
o sociales poseen esta desventaja, 1
Monteagudo V., Cecilia Ana. Mundo de la vida y
que hizo posible la aparición de su autorreflexión de las ciencias del espíritu. p. 16.
reconocer que ella no es producto (Ponencia presentada en el XIV Congreso
denominación, en el decurso de la
de una situación voluntaria, sino que Interamericano de Filosofía, efectuado en
historia: la escasez de conocimientos la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
responde a circunstancias de diversa los días 16 al 20 de agosto de 1999)
que se centraran en el ser humano y 2
Vilar, Pierre. Iniciación al vocabulario del análisis
índole que se fincan, las más de las
dieran cuenta de sí: histórico. pp. 27-28.
veces, en cuestiones generalmente 3
Durán Ramos, Teresita . “Perspectivas
• El agravio que para el hombre esto ajenas a las ciencias humanas, algunas epistemológicas y metodológicas de la pedagogía
como ciencia social”, en Paedagogium. Revista
implicaba y de las cuales se derivan de aspectos Mexicana de Educación y Desarrollo. Año 2, Núm. 9.
p. 12.
• La urgencia de conocerse a fondo. propiamente históricos o de prejuicios 4
Mardones, J. M. Filosofía de las ciencias humanas
y malentendidos. y sociales. Materiales para una fundamentación
científica. p. 19.

8 O
biológica, una más de la psicología Mientras se pensara que el sol y la guntas lacerantes: ¿era este producto
profunda, otra que proviene de las luna, los planetas y las estrellas fijas de un plan previamente establecido
ciencias de la vida y del cuidado de la giraban todos los días en torno a la por Dios o más bien el resultado de un
salud y, finalmente, la que propina el Tierra, era fácil suponer que estaban juego azaroso? ¿había sido engañado
estructuralismo.5 para nuestro beneficio, y que nosotros el hombre por Dios en cuanto a su
La humillación cosmológica se éramos de especial interés para el destino? ¿era realmente el ser humano
inicia con el Renacimiento, etapa Creador. Pero cuando Copérnico y tan importante para Dios o tan sólo
histórica que representa no sólo sus sucesores persuadieron al mundo un instrumento y una extensión de
un movimiento literario, científico y de que éramos nosotros los que su poder? A estas y otras muchas
artístico propiamente dicho sino, so- girábamos, mientras que las estrellas preguntas podemos agregar las que
bretodo, la superación de la Edad no tenían noticia de nuestra tierra; Emmanuel Kant se formulara en plena
Media. Durante el medioevo se vivía de cuando después apareció que nuestra Ilustración: ¿qué debo hacer? ¿qué
manera intensa el conflicto entre la fe tierra era pequeña, comparada con puedo saber? ¿qué me cabe esperar?
y la razón; éste, consistía básicamente varios de los planetas, y que ellos y, finalmente, ¿qué es el hombre?;
en encontrar cuál de las dos vías era eran pequeños comparados con el interrogante esta última que dio
mejor para alcanzar la verdad pero, sol; cuando el cálculo y el telescopio paso formalmente a la aparición de la
encerraba en el fondo, una pugna de revelaron la vastedad del sistema solar antropología filosófica.10
mayor dureza y más largos alcances: de nuestra galaxia, y, finalmente, del La humillación biológica surge en
la de la teología y la filosofía”.6 universo de innumerables galaxias, el siglo XIX y es atribuida a Charles
Es importante señalar que con el llegó a ser más difícil creer que un Darwin (1809-1882). Como afirma
Renacimiento apareció la Moderni- rincón tan lejano y parroquial pudiera Omiti Fancello: “Fue la publicación de
dad; y aunque este concepto encierra tener la importancia que correspondía El origen de las especies [...] lo que
mucha ambigüedad, su discurso se al hogar del hombre si éste en verdad provocó en la historia del pensamiento
presenta como negación, superación y tenía la significación cósmica que le humano una reacción verdaderamente
diferencia del pasado.7 Así, el término asignaba la teología tradicional.8 revolucionaria y fecunda”.11 Es Darwin
moderno, dice Horst Kurnitzky, tiene su La revolución copernicana vino a quien, al preguntarse: “¿Es el hombre
origen en el latín “modo”, que significa evidenciar que el centro del mundo el descendiente modificado de alguna
“recién” y se aplica indistintamente no era el hombre. De esta forma, el
a los diversos alcances logrados por ser “formado a la imagen y semejanza
la economía, la ciencia y la técnica. de Dios”, se vio condenado a saber
Entre otros aspectos que caracterizan que ocupaba un sitio remoto y
la Modernidad están la secularización, mísero que sólo remarcaba su
la revolución y el cambio, el racionalis- insignificancia. Simultánea-
mo y el progresismo. mente, dice Mardones,
Con el Renacimiento no sólo cambió “Acontece que se deja
la imagen que el hombre tenía del de mirar el universo
mundo sino también la que tenía de sí como un conjunto de
mismo. Escribe Bertrand Russell: sustancias con sus pro-
piedades y poderes, pa-
ra verlo como un flujo de
5
cfr. l Sobrino Ordóñez, Miguel Angel. La subjetividad
negada. pp. 23-42.
acontecimientos que
6
Addington Symonds, Juan. “El Renacimiento suceden según le-
en Italia”, en Alejandro Herrera Ibáñez, Lecturas
Universitarias 15. Antología. Del Renacimiento a la
yes”.9 Leyes que
Ilustración.Textos de Historia Universal. p. 19. permitirían, a partir
7
cfr. Luhmann, Niklas. Observaciones de la
modernidad. Racionalidad y contingencia en la de su conocimiento,
sociedad moderna. Paidós. Barcelona, 1997. prever; ver anticipa-
[Trad. Carlos Fortea Gil]
8
Russell, Bertrand. Religión y ciencia. p. 20. damente un futuro que
9
Mardones, J. M. op. cit. p. 23. se tornaba incierto.
10
cfr. Buber, Martín ¿Qué es el hombre? Fondo de
Cultura Económica. México, 1985, o Mijail Malishev. Al verse desplazado
Invitación a la antropología filosófica. Universidad
Autónoma del Estado de México, Toluca, 2000.
el hombre de su puesto
11
Fancello, Omiti. El camino de la ciencia. De la cósmico, surgieron pre-
molécula al hombre. Vol. II. pp. 12-13.

MAGISTERIO 9
forma preexistente?”,12 concluye di- por la cultura, lo que conlleva el en un objeto más de laboratorio que
ciendo que la evidencia histórica aniquilamiento del ser.14 Con sus es posible construir y reconstruir”.17
demuestra que su conformación cor- planteamientos, afirma Miguel Ángel La cuarta humillación del hombre se
poral y sus facultades mentales han Sobrino, Freud nos demuestra que centra, entonces, en esta contun-
estado sujetas a variaciones que, “[...] el hombre racional y moral en dente y peligrosa cosificación de su
de generación en generación, se el sentido tradicional, el hombre res- persona.
trasmiten de acuerdo a las leyes que ponsable de sus pensamientos y de La quinta humillación es la del
prevalecen en los animales inferiores. sus actos, es una ficción, mera ilusión estructuralismo, que sostiene que
En este sentido, Darwin subraya de e invención del mismo hombre”.15 el hombre no es sino una parte ín-
manera definitiva que el hombre no Por su parte, Luis Tamayo, psicólogo fima de una estructura. Ésta, dice
es producto de una creación divina y filósofo mexicano, miembro del Vilar, es una palabra de origen latino
sino el resultado de un conjunto de l`école lacanienne de psychanalyse, que “[...] viene del verbo struere,
fuerzas biológicas. El origen celestial sostiene que la revelación del incons- que significa construir. La imagen
del hombre es sustituido por un lento ciente por parte de Freud es también la sugerida –sostiene– es, pues, la de un
proceso de evolución en donde sólo de los deseos reprimidos, patogénicos edificio, con su plano, su elevación,
los más aptos o adecuados para e irruptivos de los que se constituye. sus proporciones calculadas, sus fun-
cierto ambiente sobreviven. Con esto, El inconsciente, dice Tamayo, “Es una ciones”.18 Esta noción de estructura,
Darwin replantea el conocimiento parte escindida de sí que se halla en aplicada al campo de las ciencias
de la historia y produce también un contradicción con la conciencia, la cual humanas, evidencia que el hombre
desencanto perturbador. la devalúa y oprime, aunque, a pesar es algo más de lo que a primera vista
La tercera humillación, de la psi- de todo, irrumpe, causando síntomas, vemos en él pero, además, que no
cología profunda, la propina Sigmund sueños, lapsus y la conciencia del puede entenderse éste sin todos los
Freud (1856-1939) al instaurar el desconocimiento de sí mismo, abrien- elementos que le circundan. El hombre
psicoanálisis como método de estudio do un vacío inconmesurable. Pues éste entonces es sujeto de la historia en
y fragmentación de la estructura psí- es el gran descubrimiento freudiano: tanto protagonista o artífice de su
quica. En este sentido, sostiene el inconmensurable desconocimiento propio destino, pero también lo es, en
Mueller, “Freud, más que descubridor de sí mismo”.16 tanto permanece atado a ella.
del inconsciente como tal, tuvo el “La cuarta humillación proviene de
genio de determinar el papel del las ciencias de la vida y del cuidado 12
Darwin, Charles. Teoría de la evolución. p. 113.
psiquismo inconsciente”,13 pues no de la salud, como de las ciencias de la 13
Mueller, F. L. La psicología contemporánea. p. 34.
14
Freud, Sigmund. El malestar en la cultura. Alianza.
sólo contribuye al estudio del hombre informática [...] La nueva genética ha México, 1989. 240 pp.
15
al afirmar que su comportamiento tiene abierto un extraordinario abanico de Sobrino, Miguel Ángel. op. cit. p. 24.
16
Tamayo, Luis. El discipulado en la formación
también sus raíces en motivaciones posibilidades de manipulación de los del psicoanalista. Un aporte del psicoanálisis a la
inconscientes, sino que éstas se seres vivos y del mismo ser humano, pedagogía, 24.
17
loc. cit. p.
encuentran aprisionadas o reprimidas así el mismo hombre se ha convertido 18
Vilar, Pierre. op. cit. p. 52.

10 O
Referido a los acontecimientos al trabajo enajenado de Marx (1818- el origen de la denominación “ciencias
sociales y, particularmente al impedi- 1883). El primero, dio cuenta en La humanas”, para referirse al conjunto
mento del sujeto de alejarse de la genealogía de la moral, de la razón de ciencias que atendían de manera
captación de los mismos, Lévi-Strauss del desconocimiento del hombre de sí directa esa necesidad. En palabras de
sostendrá que a pesar del esfuerzo mismo: “Nosotros los que buscamos Dilthey, las ciencias del espíritu “[...]
humano, el proceso del conocimien- el conocimiento no nos conocemos, se hallan comprendidas en un proceso
to se determina en gran parte por nos ignoramos a nosotros mismos, y de aproximación constante a la meta
las estructuras profundas de nuestra hay una buena razón para ello: nunca lejana de una reflexión del hombre
mentalidad: nos hemos buscado”.20 El segundo, sobre sí mismo, de un percatarse de
[...] desde nuestro nacimiento, el al advertir que el obrero, cuanta más sí, de una autognosis”.23
medio ambiente hace penetrar en riqueza produce más se empobrece,
nosotros de muchos modos cons- vino a poner en claro que las bases
cientes e inconscientes, un complejo del capitalismo se cimientan en la b) Nacimiento y pugna de
sistema de referencia consistente en explotación y el extrañamiento, que los modelos epistemológicos
juicios de valor, motivaciones y puntos no son otra cosa que los factores que Se mencionó, basándonos en Hus-
de interés, donde se comprende la inciden en el sujeto para que sea cada serl, que la aspiración del Renaci-
visión reflexiva que nos impone la vez más ajeno de sí mismo. Aun antes miento de retornar a lo antiguo tenía
educación del devenir histórico de que ellos, es Georg Wilhelm Friedrich como móvil volver a un conocimiento
nuestra civilización, sin la cual, ésta Hegel (1770-1831) quien, en un discurso unitario. Se conoce que en la antigua
llegaría a ser impensable o aparecería pronunciado el 22 de octubre de 1818, Grecia, la ciencia y la filosofía eran una
en contradicción con las conductas en la apertura de su curso de filosofía y la misma cosa. Así, aquella aspira-
reales. Nosotros nos movemos literal- en Berlín, expresa por una parte que “el ción motivó que las ciencias natura-
mente con este sistema de referencias, hombre es obligado a ocuparse en lo les y humanas pretendieran cobijarse
y las realidades culturales del exterior que hay de esencial en él”,21 y por otra, bajo un mismo método de conoci-
no son observables mas que a través que es esta época y este aspecto, los miento, y esto tiene sus causas. Con
de las deformaciones que el sistema le que mayor concentración han exigido el nacimiento de la ciencia moderna
impone, cuando no nos adentra en la de su pensamiento. apareció también la necesidad de su
imposibilidad de percibir lo que es.19 Estos aspectos esbozados hacen fundamentación filosófica. A partir de
En esta imposibilidad de percibir apenas referencia a la enorme ne- las aportaciones de Copérnico, Bru-
lo que es, se centró la crítica que las cesidad que tuvo el hombre de la no, Tycho Brahe, Kepler y otros más,
ciencias naturales harían a las sociales, Época Moderna, la cual inició con el Galileo sugiere un nuevo modelo de
pero lo abordaremos más adelante. Renacimiento y se consolidó a partir conocimiento que “reivindica el do-
A estas cinco grandes humillaciones del siglo XVIII, de ocuparse de sí mis- minio humano en su totalidad y llega
que refiere Miguel Ángel Sobrino, mo para conocerse y comprenderse. a imponerle sus esquemas teóricos
podemos agregar las que propinan Michel Foucault, muchos años más fundamentales: la idea de ley riguro-
por una parte la filosofía de la tarde, recuperará el concepto antiguo sa y la de estructura matemática”.24
sospecha de Nietzsche (1844-1900) de épiméleia heautou, para referirse Este nuevo modelo epistemológico,
y por otra, las reflexiones en torno a una forma que tuvo el hombre de mecanicista en esencia, es también
mirarse y preocuparse por sí mismo. funcional y pragmático. Francis Bacon
Dice Foucault: “[...] Preocuparse por sostendrá entonces que “la ciencia del
19
Lévi-Strauss, Claude. Raza y cultura. p. 69.7 cfr. uno mismo implica que uno recon-
Luhmann, Niklas. Observaciones de la modernidad.
hombre es la medida de su potencia,
Racionalidad y contingencia en la sociedad moderna. vierta su mirada y la desplace desde el porque ignorar la causa es no poder
Paidós. Barcelona, 1997.
exterior, desde el mundo, y desde los reproducir el efecto. [Por lo que] No se
[Trad. Carlos Fortea Gil]
20
Nietzsche, Federico. Genealogía de la moral. p. 141. otros, hacia sí mismo. La preocupación triunfa sobre la naturaleza sino obede-
21
Hegel G. W. F. Lógica I, p. 13.
22
Foucault, Michel. Hermenéutica del sujeto. p. 36.
por uno mismo implica una cierta ciéndola, y lo que en la especulación
23
Dilthey, W. Mundo histórico. FCE. México, 1963, p. forma de vigilancia sobre lo que uno lleva el nombre de causa conviértese
104. Citado por Ana Cecilia Monteagudo V. op. cit. p.
17. piensa y sobre lo que acontece en el en regla en la práctica”.25
24
Citado por Zuraya Monroy Nasr, “Racionalismo pensamiento”.22 La ciencia moderna intentará explicar
y empirismo en la construcción de la psicología
científica: Descartes y Locke”, en Adrián Medina Fue precisamente esta necesidad del todo a partir de hipótesis causales; el
Liberty. Psicología y epistemología. Hacia una hombre de preocuparse de sí mismo
psicología abierta. p. 57.
criterio de validez de tales hipótesis lo
25
Bacon, Francis. Novum organum, Libro I, aforismo 3. la que, desde mi visión, hizo posible dará el análisis experimental.26 Nace
26
Mardones, J. M. op. cit. p. 26.

MAGISTERIO 11
aquí una concepción empirista de Para demostrar esta proposición no es investigador excluya toda posible toma
cómo se construye el conocimiento; necesario filosofar sobre su naturaleza, de posición o valoración, sino que
concepción que tendrá como carac- ni discutir las analogías que presentan pondrá en tela de juicio el desarrollo
terísticas según Jorge A. Serrano, el con los fenómenos de los reinos de las ciencias naturales mismas al
desprecio por el saber acumulado,27 inferiores. Basta comprobar que son el hablar de una crisis a partir de la cual
la utilidad de las obras y los inventos, único datum ofrecido al sociólogo. En su cientificidad, propósitos, acciones
la panacea metodológica, la idea casi efecto, se entiende por cosa todo lo y recursos metodológicos, se habían
obsesiva por la observación medida y que está dado, todo lo que se ofrece, vuelvo problemáticos en cuanto tales.
el control experimental.28 o, más bien, todo lo que se impone a Algunas consecuencias que habrían
La ciencia moderna pretendió, de la observación. Tratar los fenómenos de venir a partir de dicha crisis son:
alguna forma, satisfacer los reclamos como cosas es tratarlos en calidad La exclusividad con la que en la
de la Ilustración, tal y como había sido de data que constituyen el punto de segunda mitad del siglo XIX se dejó
concebida por Kant, es decir, como la partida de la ciencia. Los fenómenos determinar la visión entera del mundo
liberación del hombre de la culpable sociales presentan indiscutiblemente del hombre moderno por las ciencias
incapacidad de servirse de su propia este carácter[...] Nos es preciso con- positivas y se dejó deslumbrar por la
conciencia.29 siderar, pues, los fenómenos sociales prosperity hecha posible por ellas,
En este sentido, el uso y supremacía en sí mismos, separados de los sujetos significó paralelamente un desvío in-
de la razón, garantizaban por una parte conscientes que se los representan; es diferente respecto de las cuestiones
la prosperidad y el progreso; al tiempo preciso estudiarlos desde fuera como realmente decisivas para una huma-
que su vínculo con la inducción empí- cosas exteriores; porque es así como nidad auténtica. Meras ciencias de
rica, hicieron del método científico el se presentan a nosotros.31 hechos hacen meros hombres de
camino más “propio” para consolidar El análisis de los hechos sociales hechos.36
una ciencia fiel a los datos. Estas a partir de esta postura que finca Lo que subrayaba Husserl era pre-
ideas que encontraban fundamento su credibilidad por un lado en la cisamente esta decadencia de lo
en el pensamiento positivista re- experiencia (Locke) y por otro en
percutieron en la consolidación del la razón (Descartes32) –enfoque
cientificismo, postura que consideró a empírico-analítico– obligó a otros es- 27
El mejor ejemplo de esto lo da Descartes en
la ciencia como la única forma válida tudiosos a desvelar la ingenuidad de El discurso del método: “[...] desde el momento en
que me propuse entregarme ya exclusivamente a la
de conocimiento humano. concebirlo todo desde el punto de investigación de la verdad, pensé que debía hacer
todo lo contrario y rechazar como absolutamente
Esta especie de fetichización del vista estrictamente racional y causal.
falso todo aquello en lo que pudiera imaginar la más
conocimiento científico generó la Será Nietzsche, según Vattimo, quien pequeña duda, para ver si después de esto quedaba
algo entre mis creencias que fuese enteramente
ambición de los investigadores so- mejor expresará que “La evidencia (en indubitable. Así [...] rechacé como falsas todas
ciales de hacer uso del método de términos cartesianos: la idea clara y las razones que antes había aceptado mediante la
demostración [...]”. Descartes, op. cit. pp. 71-72.
las ciencias naturales para abortar distinta) como contraseña y criterio 28
Serrano, Jorge A. Filosofía de la ciencia. p. 225.
sus estudios. Entre otros sobresale distintivo de la verdad es fenómeno 29
cfr. Kant, Emmanuel. Filosofía de la historia.
Fondo de Cultura Económica. México, 1997. p. 25.
Émile Durkheim (1858-1917) quien, cultural constitutivo de una civilización [Trad. Eugenio Ímaz]
30
en Las reglas del método sociológico, en la cual el hombre es pensado y Durkheim, Emeli. Las reglas del método sociológico.
p. 13.
afirma que su principal objetivo “[...] definido en términos de conciencia, de 31
ibídem. p. 59.
32
Descartes enumera las etapas por las que ha
es extender a la conducta humana hegemonía del conocimiento sobre las
de atravesar el método que, fundado en la “duda
el racionalismo científico, haciendo otras instancias de la personalidad”.33 metódica”, tiene por objeto alcanzar verdades “claras
y distintas”: 1) evidencia, 2) análisis, 3) síntesis y
ver que, considerada en el pasado, Fue Wilhelm Dilthey, dirá Mardones, 4) enumeración.
puede reducirse a relaciones de quien al señalar que al ser el hombre 33
Vattimo, Gianni. Las aventuras de la diferencia.
Pensar después de Nietzsche y Heidegger. p. 46.
causa a efecto que una operación no el objeto de estudio de las ciencias 34
Al respecto, véase el texto “La objetividad como
menos racional puede transformar, humanas o del espíritu, le era imposible visión de alguna parte” de William R. McKenna de
la Universidad de Miami. En él, en franca oposición
seguidamente, en una serie de reglas alcanzar la objetividad,34 tal y como era a Thomas Nagel (The view from nowhere, Oxford
para el porvenir”.30 concebida por las ciencias naturales; University Press, New York, 1986), sostiene que
podemos trascender la parcialidad de una perspectiva
El mismo Durkheim advierte de “la por lo que “[...] no se puede desvincular particular sin abandonarla, al lograr hacer expansiva
nuestra conciencia para alcanzar un conocimiento
tentación de ir más allá de los hechos”, el investigador y la realidad investigada
más comprehensivo del mundo. (Ponencia presentada
pero sentencia: en las ciencias humanas”.35 Edmund en el XIV Congreso Interamericano de Filosofía,
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 16-20
[...] los fenómenos sociales son Husserl no sólo rechazará la idea de de agosto de 1999)
cosas y se les debe tratar como tales. que dentro de las ciencias sociales el 35
Mardones, J. M. op. cit. p. 247.
36
Husserl, Edmud. op. cit. p. 6.

12 O
humano y la importancia de que las desconocimiento del hombre de sí
nuevas ciencias recobraran la respon- mismo, si bien es fundamento de
sabilidad moral y social que poseían. las ciencias humanas, también es la
En franca oposición a la postura constante que habrá de acompañar
empírico-analítica, Dilthey, Ranke, a éstas en una labor que durará el
Windelband y Rickert, lucharon por tiempo que permanezca el hombre
“dotar a las ciencias humanas nacientes sobre la faz de la Tierra.
de un estatuto científico propio”.37 Pese
a sus diferencias, estos pensadores se
unieron para poner en tela de juicio la
noción de progreso que se cimentaba, BIBLIOGRAFÍA
Bacon, Novum organum Franci . Aforismos sobre la
según la filosofía positivista, ya no en _______. El hombre: un ser multifacético. Antología
interpretación de la naturaleza y el reino del hombre. de antropología filosófica. Universidad Autónoma del
la especulación sino en la práctica. Barcelona, 2000. [Trad. Cristóbal Litrán] Estado de México, 2003.
Aparece entonces un enfoque distinto: Buber, Martín. ¿Qué es el hombre? FCE. Mokenna, William R. “La objetividad como visión
México, 1985. de alguna parte”. (Ponencia presentada en el XIV
el fenomenológico-hermenéutico, que Beck, H Robert. Historia social de la educación. Congreso Interamericano de Filosofía, llevado a cabo
se conforma a partir de los plantea- UTEHA. México, 1965. [Trad. Carlos Gerhard] en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en
Cioran, Émile Michel. Adiós a la filosofía. Altaya. Puebla, Pue., los días 16 al 20 de agosto de 1999)
mientos de Edmund Husserl y los
Barcelona, 1999. [Trad. Fernando Savater] Medina Liberty, Adrián. Psicología y epistemología.
teóricos de la hermenéutica del siglo Darwin, Charles. Teoría de la evolución. Grandes Hacia una pedagogía abierta. Trillas. México, 1989.
XIX, como Friedrich Schleiermacher y Obras del Pensamiento Contemporáneo. No. 10. Monteagudo V., Ana Cecilia. Mundo de la vida y
Altaya. Madrid, 1999. autorreflexión de las ciencias del espíritu. (Ponencia
Dilthey. El primero buscaba alcanzar presentada en el XIV Congreso Interamericano de
Descartes, René. Discurso del método. Reglas para
el conocimiento de las cosas a partir la dirección de la mente. Folio. Barcelona, 1999. Filosofía, llevado a cabo en la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, los días 16 al 20 de agosto de
del estudio de los fenómenos de la Durán Ramos, Teresita. “Perspectivas epistemológicas 1999)
y metodológicas de la pedagogía como ciencia
conciencia humana; los segundos, social”, en Paedagogium. Revista Mexicana de Moulton, F. R. y J. J. Shiffers. Autobiografía de
la ciencia. FCE. México, 1986. [Trad. Francisco A.
partían de que era fundamental en- Educación y Desarrollo. Año 2, Núm. 9. p. 12.
Delpiane]
Durkheim, Émile. Las reglas del método sociológico.
tender que la comprensión de los Mueller, F. L. La psicología contemporánea. FCE.
Navarra. 1999. [Trad. L. L. Echevarría Rivera]
fenómenos sociales, es un proceso de México, 2001. [Trad. Julieta Campos]
Fancello, Omiti. El camino de la ciencia. De
Nietzsche, Friedrich. Así habló Zarathustra.
reconstrucción psicológica, es decir, de la molécula al hombre. Vol. II. CNCA-Grijalbo.
Planeta-Agostini. Obras Maestras del Pensamiento
México, 1990.
reconstrucción, por parte del investi- Foucault, Michel. Las palabras y las cosas, una
Contemporáneo 2. Barcelona, 1992. [Trad. Juan Carlos
García Borrón]
gador, de la intencionalidad original del arqueología de las ciencias humanas. Siglo XXI.
México. 1985. _______. Más allá del bien y del mal. Preludio de
autor(es). Husserl se había percatado una filosofía del futuro. Altaya. Grandes Obras del
_______. Hermenéutica del sujeto. Altamira. Argentina, Pensamiento Contemporáneo 4. Barcelona, 1999.
entonces, como advierte Merleau- 1996. [Trad. Fernando Álvarez Uría]
_______. Más allá del bien y del mal. Genealogía de
Ponty, “de que el problema era hacer Freud, Sigmund. El malestar en la cultura. Alianza. la moral. Porrúa. Sepan Cuantos 430. México, 1997.
México, 1989. [Trad. Ramón Rey Ardid] [Trad. Eduardo Ovejero y Maury]
de nuevo posibles, a la vez, la Filosofía,
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a la Ilustración. Textos de Historia Universal. UNAM. Rodríguez Casas, Gerardo Armando. Epistemología
la racionalidad”.38 Lecturas Universitarias 15. 1972. científica. Universidad Autónoma del Estado de
En suma, decir que la pugna que Husserl, Edmund. La crisis de las ciencias europeas México. Toluca, 1997.
y la fenomenología transcendental. Altaya. Grandes
se generó a partir de la aparición de Obras del Pensamiento Contemporáneo 48. Madrid,
Russell, Bertrand. Religión y ciencia. FCE. Breviarios
55. México, 1965. [Trad. Samuel Ramos]
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Serrano, Jorge A. Filosofía de la ciencia. Trillas.
fenomenológico-hermenéutico no fue Kant, Emmanuel. Filosofía de la historia. FCE. México, México, 1990.
1997. [Trad. Eugenio Ímaz]
infructuosa, sirvió, entre otras cosas, Kurnizky, Horst. “¿Qué quiere decir modernidad”. en
Sobrino Ordóñez, Miguel Ángel. La subjetividad
negada. Universidad Autónoma del Estado de México.
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autoreflexionaran en cuanto a su Levi-Strauss, Claude. Raza y cultura. Grandes Obras Tamayo, Luis. El discipulado en la formación del
del Pensamiento Contemporáneo 20. Altaya. psicoanalista. Un aporte del psicoanálisis a la
status, métodos y principios y para que Barcelona, Madrid, 1999. [Trads. Sofía Bengoa y Alicia pedagogía. Instituto de Cultura de Morelos-CIDHEM.
Duprat]
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Luhmann, Niklas. Observaciones de la modernidad. Vattimo, Gianni. Las aventuras de la diferencia. Pensar
propiamente el conocimiento. Sirvió, Racionalidad y contingencia en la sociedad moderna. después de Nietzsche y Heidegger. Grandes Obras del
también, para hacer patente que el Paidós. Barcelona, 1997. [Trad. Carlos Fortea Gil] Pensamiento Contemporáneo 22. Altaya. Barcelona,
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MAGISTERIO 13

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