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CAPITULO II
Introducción
En este trabajo buscaremos mostrar que en términos teóricos, es muy difícil sustentar
que un proceso de crecimiento económico generalizado, a nivel de sectores productivos y
por regiones, no contribuya a la disminución de la pobreza.
Por ello analizaremos los diferentes canales a través de los cuales el crecimiento reduce
la pobreza y, cuando tiene las características actuales, puede también mejorar la
distribución del ingreso.
En segundo lugar, en el frente más importante, el de los hechos, buscaremos mostrar que
las afirmaciones del primer párrafo de este documento, tanto las vinculadas al “patrón de
crecimiento” como a las de la pobreza e incluso las relativas al tema de desigualdad, no
guardan correspondencia con lo observado.
Por eso se puede decir que el crecimiento económico generalizado y sostenido es una
condición suficiente para reducir la pobreza a lo largo del tiempo
2.1 EVOLUCION ECONOMICA DEL PRODUCTO BRUTO INTERNO
El Producto Bruto Interno del Perú, creció en términos de nuevos soles constantes (año
base 1994), en el año 2010 en un 8,0%. La tasa de crecimiento media entre los años
1991-2010 ascendió a 4,92%.
50 000 000
FUENTE: INEI
Este incremento sostenido del PBI se debe a diversos factores que intervienen en la
economía como que es uno de los países importantes para invertir, además el Perú
cuenta con sólidos fundamentos económicos que reducen su vulnerabilidad frente a éstos
valores externos
La evolución en los últimos 15 años el PBI per cápita decreció sólo en 2009, ya que afecto
la crisis financiera internacional. Podemos decir que a través del tiempo el Perú ha tenido
un crecimiento directo entre el PBI y el PBI per cápita, por lo que vemos que así como el
nivel de producción aumenta también aumenta la población total.
FUENTE: INEI
Con respecto al stock Inversión Extranjera Directa por sector económico de destino el
sector minero concentra el mayor porcentaje del stock de Inversión Extranjera Directa con
21%. Buena parte de estas inversiones fueron efectuadas en los últimos 5 años, por la
puesta en marcha de diversos proyectos. Entre las principales empresas del sector
destacan Southern Perú, Xstrata, Gold Fields, Yanacocha, Cerro Verde, Antamina y
Cajamarquilla. Durante el 2004-2009 se anunciaron inversiones por más de US$ 30 mil
millones para los próximos años.
AÑO 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Agropecuario 12 775 12 867 12 668 13 470 14 213 15 135 17 107 19 342 22 352 23 945
Pesca 1 665 1 430 1 733 1 426 1 571 2 041 2 099 2 183 2 569 2 605
Minería e
Hidrocarburos 9 708 9 312 10 961 12 929 18 264 23 139 35 248 38 413 39 267 38 354
Manufactura 26 860 27 737 28 954 30 352 35 373 39 077 44 234 49 035 54 921 50 897
Otros Servicios 83 779 86 279 90 764 97 053 103 514 112 006 122 597 136 540 152 816 167 444
Construcción 9 948 9 882 10 737 11 561 12 885 14 214 17 122 20 395 24 112 27 082
Comercio 25 164 25 818 26 945 28 000 30 734 32 726 37 845 42 104 48 602 52 319
FUENTE: INEI
EVOLUCIÓN DEL CRECIMIENTO DEL PBI POR SECTORES
ECONÓMICOS - Valores a Precios Corrientes (Millones de
Nuevos Soles)
180 000
160 000
140 000
120 000
100 000
80 000
60 000
40 000
20 000
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Es cierto que el Perú esta creciendo continuamente en los últimos años. Este cambio se
percibe en un nuevo orden social y económico; que se ha sustentado en cambios
importantes en la estructura de la propiedad, en la apertura al mercado y en las fuentes
de financiamiento de la inversión. Pero este crecimiento se ha basado en un modelo
primario exportador y de servicios con una fuerte dependencia del exterior y con poca
capacidad de desarrollo económico interno, es decir no se han creado las condiciones
necesarias en el mercado de trabajo para que se traduzca el crecimiento económico en
bienestar. De esta manera aunque se muestren positivos los indicadores
macroeconómicos, no se llega a percibir entre los habitantes dicho crecimiento
económico. Se percibe una diferencia en la distribución de la riqueza. Por esto, es
necesario examinar los siguientes puntos: en primer lugar corroborar si la tesis de
crecimiento “pro pobre” (sustentado en sectores con gran capacidad de generación de
mano de obra) correspondería con la realidad, ya que las tasas de crecimiento de los
sectores de la construcción, la agricultura, la industria y la pesca han superado a las del
sector de la minería solo en dos últimos años.
Por ello, es importante a partir de estas investigaciones tener una idea clara y un
consenso de lo que se debe hacer para buscar objetivos de aliviar la desigualdad o
atender primero al crecimiento en el corto o largo plazo.
El estudio realiza pruebas para estimar la significancia estadística de los cambios en los
indicadores de desigualdad entre periodos, concluyendo que las ganancias del
crecimiento económico (7,3% en promedio para dicho periodo) no se han transferido en
igual magnitud a los ingresos de los hogares (reducción del coeficiente de Gini para el
periodo en estudio de tan solo 0,28% en promedio), hecho que podría ser explicado por la
ineficiencia del gobierno para la implementación de políticas de protección social y
reducción de la pobreza, sugiriendo que el crecimiento sin redistribución puede
desencadenar inestabilidad social y económica.
Es interesante observar la contradicción entre las cifras presentadas por distintos estudios
y la falta de presencia del organismo llamado a dar las cifras oficiales en este punto, el
INEI, entidad responsable de las estadísticas nacionales. Igualmente, llama la atención
que la mayoría de conclusiones de estos estudios se esgrimen alrededor de estas cifras,
que como vemos son poco concluyentes.
Finalmente, creo que lo que podemos deducir de las cifras presentadas por los distintos
estudios es que la desigualdad del ingreso no ha variado; y si lo ha hecho, este ha sido un
cambio poco significativo, sobre todo contrastado con la magnitud del crecimiento
económico de los últimos años. La desigualdad en términos de ingresos o gastos, además
de la preocupación que genera tanto desde un punto de vista ético como de justicia social,
no es altamente crítica en términos económicos, siempre y cuando exista movilidad social
e igualdad de oportunidades para todos. En otras palabras, no debería haber ningún
problema económico derivado de una sociedad desigual en términos monetarios, que
cuente con un sistema distributivo progresivo que equipare no solamente el gasto de los
más ricos y más pobres, sino las oportunidades para todos los miembros de esta
sociedad.
Por otro lado, en relación con las políticas de protección social en el Perú, observamos
que la composición del gasto público social, si bien ha crecido durante los últimos quince
años, todavía nos coloca muy por debajo del promedio de la región. Más aún, la variación
del gasto social se ha dado en desmedro de la educación y a favor del desarrollo de
programas sociales y de salud. Es importante resaltar además que gran parte del
aumento del gasto social responde a incrementos en gasto corriente, en perjuicio de
gastos de inversión tanto en salud como en educación.
Además que este modelo ha postergado el desarrollo de un mercado interno que podría
asegurar, tanto una relativa estabilidad para el empresariado doméstico, como una
presión tributaria elevada y de ancha base que permita satisfacer las demandas sociales.
Más aún, esta situación restringe la capacidad de los más pobres de adquirir activos
capital humano, tierra, vivienda que fortalezcan sus capacidades para reducir la
vulnerabilidad en el consumo. El segundo, más asociado a la política económica, indica
que en sociedades con un alto nivel de concentración de la riqueza y del poder, las elites
tienen mayores posibilidades para elegir estrategias en su propio beneficio, y
generalmente en desmedro de las mayorías, generando así una dinámica creciente de
desigualdad que atenúa el efecto de las transferencias sociales progresivas.
Por otro lado, el camino propuesto por los últimos tres gobiernos ha probado su poca
capacidad distributiva. El modelo primario exportador y de servicios no es capaz de crear
eslabonamientos con el resto de la economía y tampoco es generador de empleo
sostenido. La cantidad de protestas sociales y la poca confianza en nuestro sistema
político respalda esta afirmación. Ante esta situación, seguimos con esta lógica de
crecimiento exclusivo o nos ponemos a trabajar en un modelo que permita el desarrollo de
nuestro mercado interno de manera dinámica, buscando desarrollar los sectores más
intensivos en capital humano, como la agricultura. Esperemos que las propuestas que nos
presenten en las próximas elecciones sean un poco más abiertas al cambio y al desarrollo
de nuestro país.