Profonde

Pasquín sin posibilidades dedicado a la Magia Ilusionista

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Enero 2005 Año 1 Nº 1
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Max Malini
“The best machician in the vord”
L a Edad de oro de la magia, como sabemos,
se ubica a fines del siglo XIX y principios
del XX. Durante esos años, los grandes
teatros de América y Europa presentaron
grandes espectáculos de magia con éxito
arrollador; el Vaudeville dio los más grandes
actos de todos los tiempos y la literatura
mágica creció en cantidad y en calidad. Magia y
magos ganaron prestigio a punto tal que,
muchos de ellos, llegaron a ser entretenedores
oficiales de presidentes, reyes y sultanes.
MAX MALINI, por ejemplo, actuó ante los
presidentes norteamericanos Mc Kinley,
Harding y Roosvelt; ante los reyes ingleses
Eduardo VII y Jorge V así como ante Lord Darby,
Baron de Rotschikd, Duque de Portland y Lord
De Grey. Fuera de los países anglosajones, se
presentó ante el rey de Siam, el rey de Grecia,
el primer presidente de China y el presidente
cubano Machado. Además, actuó ante los
grandes personajes del capitalismo y la mafia
norteamericana: Rockefeller y Al Capone.
Su personalidad distaba mucho del arquetipo
del mago. Si bien su vestimenta era impecable
y de calidad, sus modales no eran para nada
refinados. Petiso, gordo, calvo, voz ronca y
acento extranjero bien marcado, eran las
características formales de Malini. Poseía, no
obstante, una fuerte personalidad y seguridad
en sí mismo que lo transformaron en uno de
los magos más sobresalientes y respetados de
la historia de la magia. Su dominio de la
atención era absoluto y su capacidad para
aprovechar las oportunidades inigualable.
Malini se acerca elegantemente vestido a un
personaje de la alta sociedad al que jamás
había visto en su vida y le dice “¿Que tal viejo
amigo?!!, ¿Cómo has estado todos estos
años?¡Fue hace tanto tiempo! , ¿te acuerdas?,
solíamos juntarnos a tomar unas bebidas en
Rangoon”
Ante este saludo, el personaje asombrado le
responde que él nunca había estado en
Rangoon. Malini entonces, con falsa congoja
responde “Oh por el amor de Dios.! Luces
exactamente igual que mi amigo. Espero que
sepas perdonarme” “No te preocupes.!. Pide lo
que quieras para tomar —le dice el personaje y
le pregunta su nombre. “No me conoces? Yo
soy Max Malini, “el mejor mago del mundo”!
¿Quieres conocer mi trabajo? Te mostraré. Mira
ese botón, ¿te parece que esta realmente bien
cosido?
-Por supuesto que si
-Yo no lo creo, dice Malini y lleva la solapa del
saco a su boca, arrancando de un tirón el botón
y un trozo de tela que muestra entre sus
dientes. El espectador atónito no sabe si
enojarse o asombrarse aún más de lo que ya
estaba. “No te alarmes viejo amigo. Look, Look”.
Malini toma el botón de su boca y lo coloca
nuevamente en el saco del espectador y, cómo
dice Ricky Jay, “se asegura un muy lucrativo
contrato” .
Okito fue quien describió esta ilustrativa
anécdota en su libro “Okito on Magic” y quien
bautizó a Malini como “The Last of the
Mountebanks”(“El último de los saltimbanquis”),
aunque es posible que haya sido el propio
Malini quien se haya hecho llamar así. Sea
como fuera, el mote es perfecto para quien
ciertamente poseyó las principales
características de los viejos juglares (o al
 2

menos, los conceptos estereotipados que se

tienen de estos entretenedores medievales), es
decir: gran capacidad para autopromoverse y
de convocar espectadores; capacidad de
realizar espectáculos con objetos fácilmente
conseguibles y transportables; un trato con el
público imprudente pero efectivo; la condición
de viajero, realizador de su magia de ciudad en
ciudad, y fundamentalmente, de corte en corte.
“Entre los magos modernos —dice Okito- hay
muchos grandes ejemplos de lo que puede
llamarse ‘sobrevivientes de lo arcaico’,
características de los juglares medievales y
charlatanes del siglo XVIII que han sido
tomadas por las nuevas técnicas teatrales”.
Basta nombrar a Houdini a quien, su maestría
en las técnicas publicitarias le dieron en
nuestro tiempo, la estatura de un Cagliostro. De
nuevo —continua Okito- está mi viejo amigo
Max Malini “el último de los saltimbanquis” y
sin duda alguna, uno de lo más peculiares y
exitosos magos que he encontrado en toda mi
carrera”
Las principales características mágicas están
muy bien definidas en un párrafo del libro
“Malini and his Magic”, editado por Lewis
Ganson y basado en conversaciones con Dai
Vernon.

“...Una vez más debemos enfatizar

fuertemente que era Malini en sí
mismo; su personalidad; su actuación;
su inigualable timing, aún más que sus
métodos, lo que dejaba una impresión
eterna.
La magia de Malini parecía que
sucedía espontáneamente; en otras
palabras, era un oportunista que
tomaba ventaja de cualquier
circunstancia. Para realizar un truco
nunca tomaba una moneda de sus
bolsillos. Si necesitaba, por ejemplo,
medio dólar, esperaba que alguien
estuviese parado en un bar o en
cualquier lugar, que tuviese la moneda
en sus manos y, de repente, decía
‘Hey, dame esa moneda y te mostraré
un pequeño truco’. Todo parecía
suceder naturalmente”.

Malini, en verdad, Max Katz nació en Ostrov,

frontera de Polonia y Austria en 1873. Aprendió
magia en un bar de pocas pulgas dirigido por
un tragafuego, ventrílocuo y mago llamado
Seiden. Sin duda alguna, las pésimas
condiciones de actuación le ayudaron a
consolidar las características que luego lo
distinguirían del resto de los magos. Por
 3
ejemplo, su seguridad y aplomo para
‘improvisar’ efectos y aprovechar las
oportunidades. “Puedo hacer cualquier cosa en
el mundo -decía Malini- si estoy en el lugar y la
hora correcta”. Una vez, alguien lo vio
esconderse un reloj despertador en su
chaqueta y hacerlo aparecer recién ¡tres horas
después! de cargado.
Malini sabía cuándo hacer algo y cómo
cubrirlo. No hacía ninguna manipulación hasta
no estar seguro que su misdirection lo
resguardaba completamente. En una ocasión,
Charlie Miller le preguntó qué haría si algún
espectador le miraba la mano donde tenía una
carta empalmada. Malini con certeza le dijo “I
vait” (wait, espero).-¿Cuánto tiempo?, -¡Una
semana!
Fú Manchú, por su parte, comenta que Malini
no era un gran manipulador ni un “crack con las
cartas”. “Algunos de los pases con cartas que le
vi hacer fueron la cosa más cruda que uno
pueda imaginar. No obstante, nadie lo notaba
gracias a su habilidad para cubrirlo”
La poderosa seguridad en sí mismo puede
imaginarse a través de otra anécdota.
Malini frecuentaba el restaurant “Romano” y
los clientes de ese distinguido lugar llegaron a
conocerlo mucho. Sabiendo que se presentaría
para el festejo del cumpleaños de la Reina
Alexandra, los presentes comenzaron a darle
una serie de alarmantes consejos protocolares.
“Max —dijo un cliente- cada vez que el Rey se
dirija a ti, recuerda arrodillarte”. “Arrodillarme! —
contestó Malini, “Goot I tink I remember” (“Bien,
creo que lo recuerdo”). Otra persona le dijo, “No
olvides dirigirte a los reyes como Su Realeza o
Sagrada Majestad”. “Royal and sacred Majesty.
Goot, I remember”, dijo el obediente Max. Un
tercero le advirtió, “Camina siempre hacia atrás,
Max”. “Valk backwards, Goot, I remember dat”
replicó Malini1.
El día después de la presentación oficial, los
muchos consejeros del bar lo rodearon y lo
llenaron de preguntas. Malini adelantándoseles
y riéndose les dijo: “Y ustedes creían que yo iba
a seguir todas esas idioteces. Conozco muy
bien el negocio de la etiqueta real. Cuando el
1 No se tratan de errores de ortografía en el inglés;
simplemente, se trata de la ‘fonética’ de Malini tal cual la
describen muchos de los cronistas y que me parece, le
permite a uno imaginarse correctamente como era su modo
de hablar . La anécdota está extraída de Malini and his Magic
de Lewis Ganson y Dai Vernon. Ricky Jay, también cuenta
esta historia y, aparentemente, apareció originalmente
publicada en el libro de John Booth “Old Pink’ un Days.
rey vino hacia mi y me dijo “Muy inteligente, Sr
Malini, verdaderamente muy inteligente”, no
me arrodillé o dije ‘realeza o sagrada no se qué’
No, yo conozco la etiqueta real, solo le dije
“Muy agradecido señor Rey” y él se rió y me
dijo ‘Ten un cigarro’ y yo le dije ‘Gracias. Lo
guardaré con los otros que me regalaron los
reyes, tengo una colección de ellos.’ , entonces
el rey volvió a reír y me dijo ‘Bueno, aquí tienes
otro pero a este no lo guardes’” 2 . Y Malini y el
rey disfrutaron de un cigarro juntos.
Programa
Su programa estaba compuesto por efectos
sencillos que causaban un gran impacto
gracias a su particular personalidad y manejo
de los tiempos. “Para Malini —dice Vernon- un
efecto debía ser simple, directo y fácil de
seguir”.
Los materiales con los que actuaban eran
escasos: apenas seis barajas, dos cuchillos,
papel, un pañuelo y pocas cosas más. Sus
actuaciones de noches completas (“full evening
shows”)estaban divididas en tres partes.
En la primera, Malini se presentaba en
impecable smoking blanco y llamaba la
atención al hecho de que no usaba aparatos, ni
parafernalia o asistentes. Entonces, comenzaba
realizando efectos con pañuelos, cigarrillos y
naipes y finalizaba con su maravillosa versión
de las Cartas Clavadas.
Más allá de este último truco, es interesante
destacar el truco con seis barajas que realizaba-
ya que esto, nos permitirá saber más de su
personalidad y de su capacidad para sorprender
con poco.
Los seis paquetes de naipes estaban sin
cerrar sobre la mesa, Malini invitaba a seis
personas a subir al escenario y a cada uno les
entregaba una baraja. Se acercaba al primero,
tomaba el mazo, lo abría, le quitaba los
comodines y las publicidades y dejaba que el
espectador eligiese un naipe. Lo mismo
realizaba con los otros espectadores. Al
finalizar, Malini decía “Damas y Caballeros,
2 Vale la pena leerlo en el modo en que lo dijo Malini
(sobretodo para evitar mi traducción): “Ven de King gome up
to me an’ say –choost like dat- ‘Ferry clefer, Mr Malini, ferri
clefer inteet’, I no fall on my Knees or say ‘royal and Sacred
tommy-nonsense” No, I knows de etiket – I choost say,
‘Much obligaded Royal Mister’ and der King he laff and say
“Haf a cigar’ and I say ‘You bet-I keep zis wit’ my other
heengs’ cigars vot Ihaf gollect’ and he laff again and say,
‘Vell, here’s annuder, and don’t keep zat’’.
 4
como muchos de ustedes saben yo he viajado
por todo el mundo. He actuado prácticamente
en cada ciudad civilizada del planeta. Ahora
muchas personas me preguntan “Malini, en
todos tus viajes, con toda la gente que haz
conocido, en todas las naciones del mundo
¿qué características o modos encuentras en
común en todas las personas? Eso, amigos
míos, es muy fácil de responder. Lo común en
todos las personas del mundo, es el amor del
hombre hacia la mujer. Para demostrar mi
afirmación le pediré a los seis caballeros sobre
el escenario que tomen la carta de sus bolsillos
y muestren de cuál se trata”. Al hacerlo, todas
las cartas eran la Dama de Corazones.
¡Una genialidad con sólo un forzaje!.
David Alexander recuerda que una vez le
preguntó a Ozzie (hijo de Malini) que sucedía si
el espectador número cuatro, por ejemplo,
decidía ayudarlo y abría el paquete antes de
tiempo. Ozzie le respondió, “¡Tu no harías eso
estando con Malini en el escenario! Allí arriba,
se hacía cuanto él dijera”.
Otro efecto con naipes sencillo,
sorprendente y que también pinta la
personalidad de Malini era el siguiente: Daba a
elegir varias cartas (digamos seis) y las perdía
en la baraja. Luego, hacía un pase y en la mano
producía una carta (no con endorse, sino con
empalme). La mostraba al primer espectador y
resultaba no ser la elegida. Le daba un soplido
y mágicamente se transformaba en la elegida.
Inmediatamente volvía a soplarla y ahora,
resultaba ser la del segundo espectador. Se
acercaba al tercero y le decía “Mire, mire” ,
soplaba y la transformaba en su carta. Así con
todos los demás espectadores. Esta “Carta
Universal” era verdaderamente sencilla y
requería un solo enfile, el primero. Malini
forzaba a todos la misma carta, y tras la
primera transformación sólo hacía pantomima
logrando, gracias a su personalidad, que los
espectadores creyeran que todas eran
diferentes.
Como puede verse Malini solía realizar efectos
con naipes incluyendo a varios espectadores.
De hecho, cuentan que uno de los efectos que
solía presentar era dar a elegir, diez o doce
cartas y solicitar a los espectadores que a lo
largo del espectáculo le fueran pidiendo que
adivinara alguno. De esa manera mientras
estaba realizando, por ejemplo, el efecto de la
suspensión del cigarrillo alguien le decía “¿Cuál
es mi carta?” y Malini la nombraba.
La segunda parte no incluía ningún efecto con
naipes. Realizaba su famosa “Bolsa y huevo”,
“La cinta Rota y Compuesta”, “Un juego con una
moneda” (una idea muy entretenida, donde el
espectador tiene que intentar robarle la
moneda que Malini sostiene en el dedo índice
de su mano cubierta por un pañuelo. Algunos
quizás le han visto hacer esto a MIchel).
Realizaba además, el viaje del billete al limón y
al huevo (Emil Jarrow fue el inventor del viaje al
limón y Malini le agregó algunos detalles más)
Para la última parte Malini salía vestido de
chino y realizaba la famosa y tan popular
producción de los Bowls de agua.
En “Illusion Show” Fu Manchú cuenta que,
estando en la Argentina3, Malini lo invitó a ver
su actuación en un teatro de la comunidad
inglesa. Especialmente le había recomendado
que prestara atención a su producción de
Bowls de Agua ya que la había aprendido en
China y era como realmente debía hacerse el
truco y no cómo él (Fú) lo estaba haciendo. “Las
primeras dos partes del show —cuenta Fu
Manchú- consistieron en los efectos standards
de Malini., y su espectacular rutina de las Cartas
Clavadas fue una lección para cualquier mago.
Cuando la tercera parte del show fue
anunciada, yo esperaba ansiosamente la
producción de los Bowls de Agua. Al verla
sospeché seriamente que Malini no estaba bien
de la cabeza. Muy pocas veces vi algo tan malo”
(...) Cuando terminó el show y Malini le
preguntó a Fú que le había parecido, éste, muy
diplomáticamente, le dio su opinión sobre la
producción de los bowls, a lo que Malini, le
respondió “Vell, maybe but dat’s the right vay
to do it”(“Bueno, puede ser. Pero esa es la forma
correcta de hacerlo”)… “So, what a hell!-
concluye Fú4.
B ien mis queridos y valientes lectores,
termino aquí esta reseña sobre el genial
Malini. No ha sido más que una recopilación y
selección de algunos de los aspectos que más
me atrapan de él. Un próximo número lo
dedicaremos integramente a su versión de “Las
Cartas Clavadas”. Mientras tanto, los dejo con la
Bibliografía y el Material consultado.
3 Tengo como promesa personal rastrear alguna vez en mi
vida, datos sobre las presentaciones de Malini en Argentina.
4Es deliciosa la lectura de esta anécdota (y de otras más)
ubicada en el Capitulo 29 (pags 186-190) de Illusion Show.
Recomiendo su lectura y, en general, de todo el libro.
 5
BIBLIOGRAFÍA Y MATERIAL SOBRE MALINI
(CONSULTADO) 5
A
l parecer Malini escribió una autobiografía
pero nunca fue publicada aunque ha
habido intentos posteriores de hacerlo.
Sobre este tema puede consultarse el tópico de
Malini en el Foro Web de la revista Genii.
Revista Genii, Noviembre 1999, “Focus on Malini” . Un
excelente artículo sobre Malini de catorce páginas en
donde Richard Kauffman escribe sobre La Chaqueta
como Servante que tanto usaba Malini facilitado por
el hecho de tener sus brazos cortos y Dick Newton
comenta la actuación que vio de Malini. Se republicó
además, el ‘review’ de Jamy Ian Swiss sobre la
reedición del libro “Malini and his Magic” y la
magnifica nota que Horowitz escribiera sobre Malini
para la revista The Sphinx en diciembre de 1939.
También se republicó el Magicana de 1946 donde se
describe la desaparición de la baraja realizada por
Malini. De la misma manera, en todas las páginas
aparecen fragmentos de correspondencia de Charlie
Miller —amigo de Malini- a Faucett Ross así como
anotaciones personales de Jacob Daley.
Learned Pig and Fireproof Women, Ricky Jay; “Max
Malini: The Last of the Mountebanks”. Un excelente
capítulo de este libro (en el que se reseñan
personajes tan curiosos del varieté y del espectáculo
de fines del siglo XIX y principios del XX) dedica un
capítulo al genial Malini. En sus catorce páginas
aparecen unas serie de fotografías familiares
inéditas, así como la portada del libro que Malini
habría escrito. Además de las excelentes anécdotas
que se detallan -extraídas muchas de ellas de la
conversación que Ricky Jay mantuvo con el hijo de
Malini, Oziar (Ozzie)-, en la Bibliografía se detallan una
serie de fuentes de información muy valiosas para
quien esté interesado en la vida de Malini.
Estrellas de la Magia, Editado por Tannen, “Vernon on
Malini”. En este capítulo del sensacional libro “Stars of
Magic” (recopilación de los fascículos editados por
Tannen), Vernon da un perfil sobre Malini y describe
tres de los efectos que éste realizaba comúnmente:
Las Cartas Clavadas, Malini´s Own Color Change y
Malini´s Favorite.
Magia Selecta, Marko, “Malini y sus cartas clavadas”.
En estas cinco páginas, Marko realiza un perfil de
Malini y centra su análisis en la explicación del
legendario efecto de las Cartas Clavadas. Para ello
estudia las explicaciones que Vernon da en “Malini
and his Magic” y en “Stars of Magic” y las compara
5 Quiero y debo agradecer a Michel por dejarme acceder
siempre a su magnífica biblioteca. La mayor parte de las
referencias señaladas a continuación provienen de sus
vastos estantes que, debo decirlo, son algo así como un
anticipo del paraíso.
con la dada por Mc Guire en su carta a Nelson
Downs. La conclusión a la que llega es que Vernon
describe dos versiones del mismo efecto y que en
realidad se trata de lo que él creía que hacía Malini y
no de lo que verdaderamente presentaba. Las
principales diferencias que marca son en la
presentación (Malini, entre otras cosas, realizaba
todo el proceso previo vendado mientras que
Vernon dice que lo hacía recién cuando se disponía a
averiguar las cartas) y en algunos aspectos técnicos.
Por último, en el Apéndice, Marko traduce el
programa completo de Malini.
Revista Pentagram, Septiembre de 1955, “Max
Malini”. En esta revista editada por Peter Warlock, se
publicó un artículo de Eric de la Mare en donde éste
menciona su experiencia con Malini y describe su
propia versión para el legendario juego de la
aparición de un ladrillo o bloque de hielo debajo de
un sombrero prestado.
Magic - A Pictorial History of Conjurer in the Theatre,
David Price. En este excelente libro sobre la historia
de la magia (que abarca la época de oro del “show
bizz.”mágico) Price dedica casi dos páginas a Malini.
“Algunos pueden dudar la mención de Malini en un
libro dedicado exclusivamente a los que actuaron en
teatros —dice-, ya que él jamás actuó en teatro o
auditorio alguno. No obstante, cómo puede uno
omitir a un mago que apareció ante las principales
cabezas de Estados más que ningún otro, que daba
una presentación de más de dos horas y media de
duración y cuyos efectos dejaban con los pantalones
bajos hasta a sus pares”.
Teniendo en cuenta que el libro pretende dar
perfiles de los diferentes magos que actuaron en la
época señalada y que a pocos les dedica grandes
páginas, me parece que lo dedicado a Malini está
muy bueno. Los datos que otorga pueden
encontrarse en las fuentes señaladas más arriba,
aunque es únicamente aquí donde he encontrado
que Malini realizaba el truco de las cartas clavadas
cubriendo los naipes con un periódico.
En otro libro sobre la historia de la magia (Annals of
Conjuring publicado en 1926, y editado por Mágico
Magazine como compilación de los artículos escritos
por Sydney Clarke para la revista The Magic Wand
durante los años 1924 a 1928) se menciona apenas
un párrafo sobre Malini, no sólo porque los artículos
parecen centrarse en la “primera” parte de la historia
de la magia (es decir antes de su consolidación como
arte escénico, teatral y del show business) sino
porque Malini, por los años en los que se publicaban
los artículos de Clarke, continuaba actuando. Esto es,
claro, mi opinión.
Mc Guire on Malini, editado por Karl Fulves. La clásica
epísotola de once páginas que Mc Guire le escribiera
a Downs el 15 de Julio de 1926 describiéndole todo el
acto de Malini. Muy valiosa por tratarse de una
persona que trató personalmente a Malini. (En la
 6
revista Genii de marzo y abril de 1980, en la sección
“The Vernon Touch”, “El Profesor” se refiere a Eddie
McGuire y da algunos datos sobre su curioso y
particular modo de ser)
T. Nelson Downs & Edward “Tex” Mc Guire — Letters
(1923-1933). Se trata de la selección y compilación
que realizó John Braun para la revista Linking Ring de
la correspondencia entre Nelson Downs y Mc Guire.
Esta selección fue publicada en las ediciones de Abril
y Mayo de 1971 para la tradicional sección “Hocus
Pocus Parade”. En dos cartas, Downs hace mención a
Malini (respondiendo a la admiración de Mc Guire
sobre éste) y refiere algunas críticas. Estas son,
básicamente, por hacer siempre los mismos trucos
viejos, por carecer de habilidad (“le dije a Malini que
yo tenía más habilidad en mi meñique izquierdo que
la que el tenía en sus dos manos y, él asintió”) y por
no haber sido exitoso económicamente en su
carrera, afirmación que, como sabemos no es del
todo cierta.
Max Malini Gold Coin Routine- Eddie (Tex) Mc Guire.
Es un artículo publicado en Linking Ring en la edición
de enero de 1964. Aquí Mc Guire describe un efecto
con monedas de oro y el por qué del nombre de la
rutina (Max Malini Gold Coin Routine). Es interesante,
en tanto se puede intuir el modo en que Malini se
preparaba para sus funciones particulares. Cuando leí
algunos párrafos pude “verlo” a Malini preparando
sus cosas.
South American Notes —Leslie Briant. Se trata de un
artículo escrito por un corresponsal inglés del diario
The Buenos Aires Herald aficionado a la magia y
corresponsal, también, de la revista mágica The
Sphinx. En esta revista, en la edición de marzo de
1951 que conmemoraba los cincuenta años de la
publicación, Briant realizó un ‘racconto’ de la magia
sudamericana y Argentina y allí recuerda una sesión
privada de close up que Malini les diera a él y a Fu
Manchú. El artículo puede encontrarse en el sitio
web de Marko (www.thelearnedpig.com.pa).
Genii Forum- En el sitio de Genii
(www.geniimagazine.com) puede accederse al foro
donde en la sala “Historia y Anécdotas” se encuentra
un tópico dedicado a Malini. Son numerosas las
participaciones y pueden encontrarse datos muy
interesantes, fundamentalmente por parte de David
Alexander quien tuvo trato directo con Ozzie Malini,
hijo de Max.
Ben Jonson Site Web- En el sitio del famoso autor de
“Twelve Have Died” (el libro en el que se mencionan
las doce muertes provocados por el truco “Catching
Bullet”) hay una buena cantidad de información
sobre Malini de primera mano, es decir, proveniente
de investigación propia del autor, asi como
interesantes fotos.
Okito on Magic — Theo Bamberg. Okito da un perfil
sobre Malini basado en su amistad con él y describe
tres efectos que Malini realizaba. Primero, el
legendario “Truco del Botón”, luego “un Truco con la
Baraja Stripper” y por último, el también legendario
efecto del ladrillo que aparece debajo de un
sombrero prestado.
Ilusion Show —David Bamberg. Aquí Fu Manchú
dedica cinco páginas a contar su relación con Malini
cuando éste estuvo en la Argentina. Considero que
se trata de una crónica magnifica ya que pinta la
personalidad de Malini muy claramente y además
nos lo hace sentir ‘cerca” debido a que todo ocurrió
aquí, en Argentina.
Malini and his Magic- Dai Vernon y Lewis Ganson.
Dejo al final la mención de este libro que se trata del
único libro exclusivamente dedicado a Malini. Sin
duda no alcanza la perfección pero brinda un
excelente compendio del material sobre Malini,
detallando su personalidad, su manera de hacer
magia y los métodos de sus trucos. Aquel que espera
encontrar grandes efectos o la “perla de las perlas”
debe buscar en otros libros. Mucho se dijo ya, que
Malini realizaba cosas verdaderamente muy sencillas
pero fortalecidas con su personalidad única. Me
resultó muy interesante la publicación de la carta
que Eddie Dearn le escribió a Ganson sobre su íntima
amistad con Malini.
Quiero destacar, por último, el trabajo de Lewis
Ganson como editor de este, y tantos otros libros
excelentes de magia. Sucede que muchas veces el
nombre de Vernon pudo eclipsar las virtudes y
aportes de Ganson para con la Magia (Jamy Ian Swiss
en la reseña sobre la reedición de este libro critica,
entre otras cosas, el hecho que Kauffman haya
obviado el nombre de Ganson en la portada del libro,
habiendo sido Ganson el editor y escritor del libro).
Más bibliografía
En los libros de Ganson y de Ricky Jay, así como en
otros artículos, pueden encontrarse referencias a
fuentes de información sobre Malini. De la no
consultada aún, se encuentra:
Inconsequentalities, de Stanley Collins en Linking
Ring 1948.
Magic Circular, órgano del Magic Circle de Londres. El
número 101 esta dedicado a Malini y fue escrito por
Edwin Dawes. Según nos dice Ganson, la baraja que
usó Malini para el truco de las cartas clavadas en una
de sus presentaciones, se encuentra expuesta en el
Magic Circle Museum.
Old Pink ’Un Days, John Booth. Ganson menciona los
capítulos 1 y 9 de este libro como referencias a
Malini. Yo supongo que deben ser los mismos que
están publicados en “Extending Magic Beyond
Credibility” que, según tengo entendido, es una
 7

compilación de trabajos sobre y de John Booth,
editado por Andrew Pinard. Los capítulos 39 y 47
están dedicados a Malini. El primero se llama Harry
Houdini and Max Malini y el segundo Malini and His
Violin.
Por último quiero decir que Pinard es uno de los que
participó también en el Foro de Genii y que brindó
datos muy interesantes.
Two Gun Cohen, de Charles Drage. Publicado por
Hamilton & Co. Aquí hay, según nos cuenta Ganson,
una breve referencia a Malini.
Ricky Jay menciona como fuentes consultadas la
enorme cantidad de artículos periodísticos referidos
a Malini (uno incluso escrito por el propio Malini para
Pearson’s Weekly) y la carpeta personal, cartas y
programas de Malini que su hijo le mostrara además,
claro, de la cantidad de anécdotas personales que
éste le contara.
Meciona además:
Revista The Wizard, de Noviembre de 1905 por
P.T.Selbit.
Footlight Memories, George Altrees (Londres 1932)
Datas: The Memory Man (Londres 1932)
Por ultimo, vale señalar que el genial Paul Daniels ha
presentado un espectáculo integrado
exclusivamente por efectos de Malini. Según tengo
entendido ha salido a la venta, recientemente, un
DVD con dicho show.-

Dirección, tipeado, diseño, investigación, redacción y producción a cargo de Roberto Mansilla

Conversión a formato PDF: Walter Valle (Gracias!)
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