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Proyecto de Ley No.

96 DE 2005 CÁMARA
(por la cual se expide el Código de Niñez y Juventud que subroga el
Decreto 2737 de 1989, Código del Menor)

EXPOSICION DE MOTIVOS

En aras de la unificación de la normatividad existente en relación con la niñez y la


juventud, y siempre buscando la actualización de las normas legales de manera
sistemática y en consonancia con las demás normas jurídicas, se busca armonizar
el código del menor (Decreto 2737 de 1989) con la constitución política de 1991,
que es nuestro horizonte normativo y además presentar en este espacio de
globalización la sincronía con el denominado bloque de constitucionalidad.

Por ello, fruto de un gran esfuerzo de profesionales de las distintas Defensorías


de Familia, bajo la dirección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y con
el apoyo de brillantes juristas, se realizó un estudio serio y concienzudo de
recopilación de las distintas normas existentes en nuestro ordenamiento.

Como Representante a la Cámara por el departamento del Valle y con la


convicción de creer, que no con mas normas se alcanza la eficacia pretendida del
derecho, tomo la vocería del sector representativo de la sociedad que se ha
destacado por la protección de la niñez y la juventud desde la institucionalidad
del Estado, para radicar ante el honorable Congreso de la República, este
proyecto de Ley que busca unificar la legislación de la niñez y la Juventud, con la
certeza, que en el trasegar del tramite legislativo será enriquecido por un
sinnúmero de parlamentarios que con su experiencia y sabiduría mejoraran y
fortalecerán el proyecto de Ley.

1. ANALISIS DEL CONTENIDO.

El presente proyecto de reforma al código del Menor, pretende actualizar y


unificar la legislación vigente en las diversas materias que conforman dicho
estatuto, identificándolo con los principios constitucionales de democracia
participativa, y descentralización, como instrumento de realización del Estado
Social de Derecho que adoptamos en nuestra constitución de 1991, con el espíritu
de la convención de los Derechos del Niño, de las Naciones Unidas de noviembre
de 1989 y con los postulados de la doctrina de la protección integral; es decir,
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una legislación edificada a partir del respecto a la dignidad humana que


desarrolle los principios de la igualdad y la solidaridad entre los miembros de la
sociedad.

Igualmente se propone en este trabajo, recoger no solo el desarrollo normativo


que se ha dado por más de 10 años desde la entrada en vigencia del actual
código, sino la experiencia que desde el ámbito profesional, permite vislumbrar
formas adecuadas de intervención y participación.

Se considera oportuna la necesidad de establecer nuevas estrategias y modificar


algunas existentes en aras de lograr adoptar un modelo de legislación que
exprese formas más democráticas e igualitarias en el tratamiento del menor y la
familia.

Por ello a lo largo de este trabajo se deja atrás clasificaciones que en verdad
encasillan al menor rotulándolo y victimizándolo, en aras de protegerlo, pero que
significa la aceptación de una exclusión social bien intencionada.

En este sentido vale la pena señalar que la amplitud expresada en el caso de las
“Acciones de restablecimiento de derechos vulnerados” que comprenden las
actuales causales de “protección especial”, esta señalando el cambio de
concepción de la protección irregular a la protección integral, en tanto que se
parte de considerar que a todo niño se deben garantizar sus derechos sin
distinción alguna; puesto que a la vulneración de cualquier Derecho, se debe
responder con una acción concreta del Estado, que tienda a restablecerlos
mediante una intervención que consulte mas la realidad que la taxatividad.
Dentro de ajustados criterios que tengan en cuenta alternativas conjuntas de
disolución y donde la familia y la comunidad deben comprometerse. Así, la
clasificación de las situaciones carece de objeto y es discriminatoria.

La Corresponsabilidad que se observa como un activo y productivo


acompañamiento hace que se deban expresar formas nuevas de atención a la
problemática de la niñez y la familia.

La posibilidad de ir transitando hacia formas nuevas de atención, mas


integradoras de la sociedad es un resultado valorado por la experiencia del ICBF,
que ve la imperiosa necesidad de hacer de la familia y la comunidad verdaderos
protagonistas del cambio.

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En este orden, los mecanismos tradicionales de protección y control social se


verán precisados a interactuar dentro de la dinámica de los demás medios
originados en la misma comunidad, por tanto aquellos dejaran de ser exclusivos
y la única alternativa.

La familia debe recuperar su trascendental función de ser el núcleo esencial de la


sociedad, a través, de las políticas que a su favor se promueven y de la
protección que se da a sus miembros, y en ello la responsabilidad del Estado y
de la sociedad es mandato superior. En estos últimos años el legislador a
previsto la sanción a las agresiones y violencia en la familia y a tipificado el
maltrato intrafamiliar como delito, así mismo ha determinado la competencia
para el conocimiento y sanción de la violencia intrafamiliar.

También del mandato Constitucional en el orden interno deviene la garantía de


los derechos fundamentales del niño, que consagra además del derecho a la vida,
el derecho a la integridad física, a la salud y la seguridad social, a la alimentación
equilibrada, al cuidado y amor, al nombre y la nacionalidad, a tener una familia y
a no ser separado de ella, como lo expresa el texto del articulo 44 de la
Constitución Política.

Respetando el mandato constitucional, consideramos en materia de medidas de


restablecimiento de los derechos vulnerados, que la institucionalización y la
adopción deberán ser excepcionales para cuando el niño carezca de familia o
cuando las especiales circunstancias en que se encuentre, así lo exijan;
circunstancias que excluyen las razones de índole económico: Pues mientras
exista familia corresponde al Estado y la sociedad garantizar su protección, la que
comienza por su preservación, como quiera que se estaría refiriendo a unos de
los fines del Estado cual es el de promover la prosperidad y garantizar la
efectividad de los principios, derechos y deberes constitucionales como lo
establece el articulo 2 de la carta.

El esquema participativo hace que la familia sea también responsable de su


propia existencia y de su razón de ser, y le exige pasar de ente receptor a ente
actor de su propio desarrollo.

Conforme a esta nueva dinámica, vemos necesario que desaparezca el


consentimiento que se otorga por los padres para dar a su hijo en adopción, pues

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precisamente es a la familia a quien corresponde el deber legal de protección y


cuidado del niño, constituyéndose aquel en un contrasentido, con el agravante,
que el ICBF no interviene ni antes ni después de otorgado, haciéndolo solo
durante la breve diligencia sin intervención del equipo interdisciplinario. Los
derechos de patria potestad o autoridad parental, por los que los padres tienen la
participación legal de sus hijos no emancipados, en materia alguna les otorga de
disponer de la persona del niño cuya indefensión es palmaria, esto solo se
compadecería con las formas más primitivas del ejerció de la patria potestad.
Proponemos que en reemplazo de la figura, la situación del niño y su familia
ingrese como un caso que requiere de acciones de restablecimiento de derechos
vulnerados, y que solo en el caso de no ser posible preservar al niño en su familia
de origen, se de, por parte del defensor de familia la autorización para su
adopción.

El termino “menor” que en verdad para nosotros pasaba desapercibido y que en


la doctrina de la protección integral adquiere gran importancia como quiera que
se considera que hace referencia a un termino unido a circunstancias históricas
de discriminación y estigmatización social, desaparece teniendo en cuenta su
origen que es contrario a los principios de respeto, de la dignidad humana, de la
igualdad y solidaridad para adoptar la categoría de “niño” como lo desarrolla la
misma convención.

En materia civil como en el ámbito judicial, pero sobre todo en el extrajudicial se


confirma la importancia de la autocomposición como sistema alternativo de
resolución de conflictos. En efecto, la conciliación nos ha demostrado ser el medio
idóneo para la reflexión, que debe constituir la búsqueda de soluciones que
consulten la realidad de las partes y la necesidad de obtener una pronta decisión
en su litigio.

Se hace énfasis entonces, en que la conciliación debe agotarse en el plano


extrajudicial debiendo el funcionario administrativo en caso de no ser viable,
decidir el conflicto de acuerdo con la valoración de las pruebas que se alleguen y
con las circunstancias de las partes; decisión que solo podrá ser revisable ante la
jurisdicción, a petición del inconforme, conservando mientras ello, la firmeza y
trascendencia que merece la intervención de la autoridad administrativa en este
campo.

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La definición, así sea en el grado de provisionalidad es garantía de


restablecimiento de los derechos del niño, y por ello acorde de su protección
integral. Las disposiciones propuestas según las cuales se acuden ante la
jurisdicción de familia a petición de la parte inconforme en la parte de alimentos,
custodia, visitas y demás concíbales, hace que se termine con la actual práctica
según la cual el solo fracaso de la conciliación de lugar para que el funcionario
administrativo de oficio promueva la actuación judicial.

Igualmente se propone abrir la practica de presentar las revisiones de los


procesos de alimentos en despachos diferentes al primero en que conoció del
asunto, pues se debe observar que el derecho del niño es un derecho
fundamental, por encima del cual no puede colocarse razones diferentes a la
misma garantía del derecho. Al igual, con la actual práctica judicial, se están
desconociendo los principios de celeridad y economía procesal que debe regir esta
materia.

Otras varias materias como la relacionada con los reconocimientos de la


paternidad y la investigación de la misma, se tocan en aspectos que son
importantes superar en la actual legislación, como es el caso de la necesidad de
dar igual eficacia jurídica al reconocimiento voluntario expresado ante el Defensor
de Familia, que el que se da ante el Juez, pues no parece razonable que facultado
como lo esta el Defensor para propiciar el reconocimiento una vez hecho este de
manera voluntaria por el citado no obtenga efectos legales más halla, que el de
un indicio.

De igual manera, si en la diligencia administrativa de reconocimiento, este no se


hace de manera voluntaria, no hay razón para que el funcionario ordene o solicite
la práctica de la prueba científica extraproceso, por lo que será del resorte de la
actuación judicial; excepto cuando se trate de acciones especiales de
restablecimiento de derechos vulnerados, en donde sea necesario establecer la
filiación del niño.

De otro lado, se hace urgente que la condena a pagar alimentos dentro de las
sentencias de investigación de la paternidad se retrotraiga por lo menos al
momento de la presentación de la demanda.

En cuanto a las relaciones parento-filiales se hace énfasis en los derechos que ella
comprende, pero sobre todo en los deberes que se imponen a los padres y

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miembros de la familia en ejercicio de los mismos, toda vez que se debe colocar
freno al desconocimiento del derecho de custodia y cuidado personal, así como el
llamado actual de visitas, desconocimiento que vulnera gravemente los derechos
naturales de padres e hijos y que propicia un alto índice de violencia moral y
psicológica entre los miembros de la unidad familiar.

Podríamos continuar enunciando otra serie de reformas que por no ser puntuales
carezcan de trascendencia e importancia, como es el favorecimiento del menor al
que se eleva la edad a los 14 años como mínimo para hacer parte de la fuerza
laboral, y el ajuste de esta legislación a los convenios de la O.I.T.

Pero un aspecto a destacar en atención a la racionalización de las funciones de las


Defensorías y Comisarías de Familia, es el deslinde de las mismas a partir de la
competencia que la ley 575 de 2000 les otorgó a estos últimos funcionarios para
el conocimiento y sanción de la violencia intrafamiliar, al considerar que le
corresponde conocer de los asuntos conciliables en familia solo con ocasión de la
violencia.

En esta materia se parte de considerar que es sujeto de esta legislación el niño a


partir de los doce años de edad y hasta los dieciocho, acogiendo el criterio casi
unánime de la legislación internacional.

Igualmente se acoge el criterio del legislador que prevé en el estatuto penal


ordinario la inimputabilidad del menor de dieciocho años, siendo compatibles con
las mediadas que se adopten y que tiene como finalidad posibilitar el cambio en la
situación del adolescente y su familia que se coloque en condiciones de asumir
sus derechos y responsabilidades.

Las medidas son inminentemente de carácter socio educativo y se aplican


teniendo en cuanta los criterios de proporcionalidad, subsidiariedad, e
intervención mínima penal, que obedece a la necesidad de tener presente, en
primer lugar, el hecho cometido, su gravedad o levedad, y las circunstancias
personales del joven, que al igual que para el adulto, representan los parámetros
para señalar la medida y dosificar la duración de la misma.

Esto no puede observarse como un tratamiento antropológico de la problemática


de la delincuencia juvenil, pues, la medida contraria a la práctica actual, tiene
como presupuesto la existencia de indicios graves respecto de la conducta

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desplegada, pero eso si reconociendo, que el niño o adolescente es una persona


en proceso de formación, a quien en manera alguna se puede como bien lo dice la
doctrina de la protección integral, inculpar cuando en realidad es víctima y no el
causante de las circunstancias que han rodeado su entorno social. Por ello el
carácter educativo y pedagógico de la medida es irrefutable por lo que queda
descartado todo fin represivo y retributivo, y se erige un modelo protector de
legislación que encuentra en la práctica una repuesta acorde con los propósitos
que se plantea; igualmente los derechos consagrados se ven respaldados con los
instrumentos procesales que se introducen, como es la garantía de la doble
instancia mediante la cual se hace posible la revisión por vía de apelación de la
decisión tomada por los Jueces de primera instancia, tomadas por la Salas de
Familia de los Tribunales Superiores de Distrito: es decir, se trata de lograr un
acercamiento al esquema jurídico de las garantías procesales que siendo
conscientes, que dichos esquemas deben consultar la realidad social, y esa
realidad exige que en verdad se incida en el cambio de la conducta del infractor y
en las condiciones socio-familiares que lo rodean.

Es necesario manifestar que alrededor de la eficiencia de la medida surgen varios


interrogantes, como es la consideración sobre la compatibilidad de la duración de
la medida respecto de los resultados perseguidos, pues, para algunos de los
integrantes del grupo de trabajo ofrecen dudas los tiempos cortos de la medida,
tratándose de conductas complejas que requieren mas intervención que otras; en
cambio, la eficacia de las medidas depende mas de la ejecución de las mismas al
interior del trabajo que desarrollan las instituciones y de las entidades del
sistema. En este punto es necesario tener en cuenta la experiencia de quienes
responsable y profesionalmente han asumido la ejecución de la medida; porque
no se trata de desconocer simplemente el trabajo de las instituciones, sino que
por el contrario se debe acercar más a la valoración de los resultados dentro de
un intercambio de conocimientos que solo perseguirá ser acorde con el interés
superior de los niños y adolescente sujetos de la ley penal especial.

Se sabe también que el deslinde dentro de lo jurídico penal y lo social ofrece


serias dificultades y en relación con el niño en conflicto con la ley, esta división
aparece más nociva que conveniente, y sobre todo contraria a la naturaleza de la
medida y el carácter de la jurisdicción.

Lo unánime, es la consideración de la no-indiferencia que debe observarse en el


tratamiento socio-educativo que requiere el adolescente en este caso, pues en

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aras de la descongestión de la justicia no puede sacrificarse un proceso formativo


y transformador de la realidad del joven y su entorno social, que expresa un
interés superior.

En el Estado Social de Derecho, las condiciones para una vida digna y los
derechos fundamentales no son simples enunciados o catálogos de buenas
intenciones como muchos lo han sostenido, sino que en este modelo de Estado
esos derechos son un imperativo a cumplir, y lejos de poder ser el Estado
indiferente a sus obligaciones sociales debe ser promotor para la materialización
de esos derechos.

2. IMPORTANCIA DEL PROYECTO.

El presente proyecto de Ley es de manera imperiosa para la actividad jurídico


legal, pues, es un diseño de los operadores del actual código del menor, en
busca de actualizar las normas a la realidad social y adecuar las mismas a los
operadores del derecho facilitando así la comprensión de las nuevas instituciones,
acordes con la experiencia y con nuestra Constitución Política de 1991 y su
Estado Social de Derecho.

Por ello es menester actualizar y compilar la normatividad que se refiere a una


misma materia como es el caso en estudio.

Para finalizar es de suma importancia escuchar a los conocedores de los temas


que día a día se desenvuelven en la maraña jurídica resolviendo casos de la
cotidianidad, en donde los legisladores deben ser los únicos voceros de los
mismos en el parlamento par lograr así materializar las normas jurídicas,
buscando que sean lo más cercanas a la realidad social.

3. JUSTIFICACION.

Dada la necesidad de responder a las exigencias del Estado moderno que


propende por una amplia participación de la sociedad civil no solo en la ejecución
de las políticas sino en su elaboración, implementación y concertación; se hace
indispensable establecer un marco jurídico que en materia de niñez y familia,
contribuya a la unificación de los criterios y conceptos relacionados con la
protección integral, el quehacer de las diferentes entidades del Sistema Nacional
de Bienestar Familiar y los procedimientos a utilizar para garantizar el ejercicio de

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los derechos de los niños pregonados tanto por el derecho internacional como por
nuestro derecho interno.

Este marco jurídico pretende no solo adaptar la legislación de los niños y familias
a la Constitución Colombiana de 1991, sino a los Convenios Internacionales
ratificados por Colombia, entre los que se destacan la Convención de los derechos
del niño ratificada por medio de la ley 12 de 1991 y las reglas mínimas de las
Naciones Unidas para la administración de justicia de menores, sino integrar
parte de las situaciones que se encuentran descritas en el actual Código del
Menor, Código Civil y Laboral, tomando en cuenta las directrices de las normas
relacionadas con la conciliación en familia, las normas sobre seguridad social y la
jurisprudencia de la Corte Constitucional, sobre el sin número de situaciones que
se presentan en la vida cotidiana, además de la experiencia de funcionarios del
ICBF, en relación con la protección de los niños y las familias.

Pretende también adecuar esta legislación a las condiciones actuales del país y
avanzar en una unificación de la legislación Colombiana de la niñez y la familia,
dentro de los principios Constitucionales de participación, descentralización y
Corresponsabilidad de los diferentes entes del Sistema Nacional de Bienestar
Familiar frente a la problemática e intereses de la niñez y la familia.

Teniendo en cuenta que los derechos de los niños son prevalentes y de orden
público, se procura en este estatuto enfatizar que es deber de la familia, la
sociedad y el Estado, hacer valer los derechos, proteger al niño en su desarrollo
integral y ejecutar los programas necesarios para garantizarle una vida digna y
un desarrollo humano sostenible.

A pesar de la amplia legislación existente sobre el menor y la familia continúa la


situación de desprotección del niño y el maltrato infantil, lo que significa que no
se han desarrollado en forma articulada y eficaz las políticas de prevención que
incluyen los mecanismos de protección integral y la participación efectiva y
corresponsable de las diferentes entidades y la familia, para garantizar los
derechos de los niños, haciendo conciencia de la repercusión tan profunda de la
dinámica familiar en el bienestar de los niños y la sociedad.

Solamente con la participación y el ejercicio de la Corresponsabilidad de los entes


del Estado y la sociedad civil, se hace efectivo en la realidad el cumplimiento de la
constitución y la ley en la búsqueda del mejoramiento de la calidad de vida, no

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solo, para las próximas generaciones, sino afrontando el reto para el presente y
las futuras, como presupuesto para una verdadera justicia social.

Es por estas razones, que se requiere mediante esta tarea de la reforma al


Código del Menor, para orientar y precisar la intervención del Estado a través de
las entidades del sistema Nacional de Bienestar Familiar, de la sociedad y de la
familia en la ejecución de las políticas de familia y protección integral de la niñez.

En la presente propuesta se tomaran elementos del Decreto 2737 de 1989 o


Código del Menor que se consideran validos y de actualidad pero vistos, no a la
luz de la filosofía de situación irregular, considera discriminatoria, sino bajo la
paradigma de la protección integral. También se tuvieron en cuenta los aportes
que ofrece el proyecto 116 presentado en 1997 siendo ministra de justicia la Dra.
Alma Beatriz Rengifo, los cuales una vez analizados hacen parte de la actual
propuesta de la reforma que se pone a consideración teniendo en cuenta como
finalidad no solo responder a una política de gobierno sino de Estado,
pretendiendo crear una cultura del buen trato y garantía de los derechos de los
niños, y de mejoramiento de las relaciones familiares.

Es así, que ante la necesidad de actualizar la propuesta del código a los principios
constitucionales, convenios internacionales, Estado moderno caracterizado por la
globalización e internacionalización, y en Colombia Estado Social de Derecho; por
iniciativa del gremio de defensores de familia a través de las directivas de la
asociación, con el apoyo de la dirección del ICBF, se organizó una comisión
integrada por varios defensores de familia de las diferentes áreas de prestación
del servicio, con amplia experiencia en las diferentes materias e interesados en el
desarrollo del trabajo y profesionales de los equipos interdisciplinarios tanto del
nivel regional como del nivel nacional y comisarías de familia.

4. SITUACIÓN ACTUAL DE LA NIÑEZ Y FAMILIA EN COLOMBIA

Caracterizar, así sea cuantitativamente la situación de la familia y niñez en el país


resulta necesario para acercarnos al conocimiento de su realidad, lo que
contribuye significativamente a visualizar su compleja problemática en relación
con violencia, abandono, maltrato infantil, sin desconocer el contexto socio-
económico en que se desarrolla nuestra familia.

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En primer lugar debemos señalar que la familia es una institución cambiante y


principal vehículo para transmitir la cultura de una generación a otra, es el núcleo
primario e “institución básica de la sociedad” independientemente de su origen y
entre otras razones por ésta, el Estado y la sociedad garantizan su proyección
integral.

La familia en Colombia constituye una realidad diversa y compleja, pues existen


muchas formas de organización que va desde la mencionada familia nuclear hasta
familias extensas, pasando por el denominado padresolterismo y
madresolterismo, familias incompletas, organizaciones sucesivas y otras, que
influyen necesariamente en el desarrollo del niño y adolescente.

Colombia con una población aproximada de 43.000.000 habitantes, presenta hoy


una fuerte caída de la fecundidad desde los principios de la segunda mitad de la
década de los setenta (7 hijos por mujer a 2.6) aunque la fecundidad
adolescente ha aumentado, pues el 19% de las adolescentes (15 a 19 años) ya
han sido madres o se encuentran embarazadas. Se presenta un proceso de
envejecimiento con la población, con reducción de la población joven e
incremento del adulto, pues la población joven que en 1964 era del 45% ha ido
decreciendo y hoy se ubica alrededor de 30-35%.

Otros fenómenos actuales que han de tenerse en cuenta son las secuelas del
narcotráfico, la guerrilla, el sicariato, los grupos paramilitares, vinculación de
niños a grupos alzados en armas, secuestro, delincuencia común y amenazas que
han extendido y agudizado los problemas de la niñez y la familia, en productos
combinados de la migración, la ruptura de uniones, la mayor autonomía de los
jóvenes y mujeres, desplazamiento forzados, conformación de cinturones de
miseria que han conducido a la violación de derechos humanos específicamente
de los niños y adolescentes.

“La distribución inequitativa de la riqueza, la insatisfacción de necedades básicas


de la población frente al consumismo de artículos suntuarios, al derroche de
dinero y la ostentación de grupos privilegiados generan una situación de
descontento y malestar en la población menos favorecida con sus
correspondientes manifestaciones de violencia a nivel social y familiar.” 1

1
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Conceptualización y orientaciones para el trabajo con Familia
1999 pag 21

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A pesar de las normas expedidas para prevenir y erradicar la violencia


intrafamiliar se encuentra que el 47% de las mujeres alguna vez en unión, han
sido maltratadas físicamente por su cónyuge, dentro de ellas el 42% reportó que
su esposo o compañero castigaba a sus hijos con golpes. El 47% manifestó que
castigaba a sus hijos con golpes, igualmente, el 47% de mujeres con hijos
considera que el castigo físico es necesario para educarlos. 2

El maltrato al adulto mayor también se reporta en aumento.

Sobre la situación de los menores de 18 años, estos padecen con mayor rigor los
problemas derivados del conflicto armado, la violencia, delincuencia, abandono
familiar, social y Estatal. Las estadísticas nos dicen que diariamente son
asesinados cinco menores. Anualmente son evacuados por medicina legal cerca
de 100.000 casos de maltrato físico y 9300 por abuso sexual. Mas de 30.000
niños y niñas menores de 18 años se encuentran vinculados a procesos por
infracciones a la ley penal. Cada 2 días es secuestrado un niño. Trabaja en
condiciones de alto riesgo mas de 2.500 niños y niñas se encuentran vinculados a
grupos insurgentes y paramilitares.

En cuanto a algunas de las características que se consideran positivas


encontramos que en educación el nivel educativo sigue en aumento y el
analfabetismo disminuye pero es significativo el hecho de la deserción escolar. Se
logró establecer, que en el grado 5ª de primaria se alcanza el 13% de deserción
mientras que en el grado 11 llega al 69%.

Con relación a la mortalidad infantil, ésta se ha disminuido en casi todas las


regiones, la proporción de nacimientos que reciben atención prenatal por parte
del profesional medico ha pasado de 67% en 1986 a 91% en el 2000.

El panorama anterior nos indica, pues, que es fundamental que exista coherencia
entre las políticas sociales y económicas como complementarias, en términos de
estar orientadas hacia el desarrollo de las familias. Implica un replanteamiento
del Estado y del sector privado en la inversión humana y social. La política social
debe ser integral y unida a la política económica, con activa participación del
Estado de Colombia que es un Estado Social de Derecho, de la sociedad civil y del
sector privado. Consolidando la realidad familiar como sujeto de conocimiento e
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PROFAMILIA Op Pág. 186

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investigación, como eje de políticas y como estrategia de intervención del Estado,


emergiendo la familia como indicador que mide los procesos dinamizadores del
cambio social, económico, político y cultural.

Este Proyecto de Ley fue revisado por el Doctor Mario German Iguaran Arana.

El presente proyecto de Ley que se denomina “Por medio del cual se expide el
Código de la Niñez y la Juventud, que subroga el Decreto 2737 de 1989,
Código del Menor” y se compone de un TÍTULO PRELIMINAR que contiene las,
NORMAS GENERALES Y PRINCIPIOS RECTORES, un TÍTULO I, que contiene los
DERECHOS, DEBERES Y RESPONSABILIDADES, un TÍTULO II de las
INSTITUCIONES DE FAMILIA, un TITULO III de la PROTECCIÓN INTEGRAL, y un
TITULO IV de las DISPOSICIONES ESPECIALES PARA LA PROTECCIÓN INTEGRAL
DE POBLACIONES VULNERABLES, constando de 257 artículos.

AUTOR H.R. MARINO PAZ OSPINA


REPRESENTANTE A LA CAMARA POR EL VALLE DEL CAUCA

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Proyecto de Ley No.


(por la cual se expide el Código de Niñez y Juventud que subroga el
Decreto 2737 de 1989, Código del Menor)

El Congreso de Colombia
DECRETA:

TÍTULO PRELIMINAR
NORMAS GENERALES Y PRINCIPIOS RECTORES

CAPITULO I.
OBJETO, NATURALEZA Y ÁMBITO DE APLICACIÓN

Artículo 1. Objeto. El objeto de este Código es determinar los principios rectores


que regulan la protección integral de los niños, la responsabilidad compartida de
la familia, la sociedad y el Estado en su protección preventiva y especial, sus
derechos fundamentales, así como sus deberes u obligaciones, las competencias,
procedimientos y medidas de protección, las relaciones personales y
patrimoniales entre padres e hijos y la estructura básica de los organismos de
protección al niño dentro del sistema nacional de bienestar familiar

Artículo 2. Naturaleza del Código. Las normas relativas a los niños, niñas y
jóvenes son de orden público, los principios en ellas consagrados son de carácter
irrenunciable y se aplicarán de preferencia a disposiciones contenidas en otras
Leyes.

Artículo 3. Ámbito de aplicación. En los términos del artículo 1 de la


Convención internacional de los Derechos del Niño, para todos los efectos legales,
se entiende por niño a quien no haya cumplido dieciocho años de edad. En todo
caso, cuando en este Código se utilice la expresión niño sin otro calificativo, se
entenderá que comprende también a la niña y al joven que aún no alcanza la
mayoría de edad.

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Parágrafo Primero. En caso de duda sobre la mayoría o minoría de edad, se


presumirá ésta. En caso de duda sobre la edad del niño, niña o joven, se
presumirá la edad inferior. Las autoridades judiciales y administrativas, ordenarán
la práctica de las pruebas para la determinación de la edad, y una vez
establecida, confirmarán o revocarán las medidas y ordenarán los correctivos
necesarios para la adecuada aplicación de la ley.

Parágrafo segundo. En el caso de los pueblos indígenas, la capacidad para el


ejercicio de derechos, se regirá por sus propios sistemas normativos, los cuales
deben guardar plena armonía con la Constitución Política.

CAPITULO II
PRINCIPIOS RECTORES

Artículo 4. Prevalencia de los Derechos de los Niños e interés superior. En


todos los asuntos relacionados con la niñez y la adolescencia, las personas y
entidades que tengan responsabilidades frente a aquellas, tomaran en cuenta,
sobre cualquier otra consideración, el interés superior que les asiste, toda vez que
sus derechos prevalecen sobre los derechos de los demás.

Artículo 5. Prevalencia del Derecho Internacional. Las normas contenidas en


los Tratados, Convenios y Acuerdos Internacionales ratificados y aprobados por
Colombia, de acuerdo con la Constitución Política y las Leyes, en que se
reconozcan principios, derechos, garantías y libertades de los niños, niñas y
jóvenes o que prohíban su limitación aún en los estados de excepción, prevalecen
en el orden interno y deberán servir de guía de interpretación y aplicación de las
disposiciones contenidas en el presente código. En todo caso, se aplicará siempre
la norma más favorable a los intereses del niño, la niña o el joven.

Artículo 6. Reglas de interpretación. Los servidores públicos, es decir, los


jueces y funcionarios administrativos, así como los particulares en ejercicio de
funciones públicas o en la prestación de un servicio público, que adelanten
procesos, trámites o acciones de cualquier naturaleza en relación con los niños,
niñas y jóvenes, al apreciar los hechos deberán tener en cuenta los usos,
costumbres y tradiciones propias del medio socioeconómico y cultural, en que
habitualmente se encuentran.

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Artículo 7. Respeto a la dignidad humana. El respeto a la dignidad humana


constituye el presupuesto esencial de la enunciación y efectividad del sistema de
derechos y garantías del niño y debe inspirar las actuaciones de la familia, la
sociedad y el Estado.

Artículo 8. Protección integral. La protección integral consiste principalmente


en: 1. Garantizar la efectividad de los derechos consagrados en favor de los
niños, niñas y jóvenes, en los tratados internacionales ratificados por Colombia,
en la Constitución Política y en la ley. 2. Asegurar a los niños, niñas y jóvenes el
ejercicio de las acciones indispensables para hacer exigibles de la familia, la
sociedad y el Estado, sus derechos y garantías. 3. Elevar el nivel y calidad de
vida de los niños, niñas y jóvenes en general. 4. Obrar conforme al principio de
Corresponsabilidad en favor de la efectividad material de los derechos de los
niños, niñas y jóvenes.

Artículo 9. Naturaleza y función de la familia. La familia como núcleo


fundamental de la sociedad y unidad básica para el desarrollo integral de los
niños, niñas y jóvenes, es directamente responsable de la efectiva garantía de
sus derechos constitucionales fundamentales.

Artículo 10. Corresponsabilidad. En ausencia temporal o definitiva de la


familia natural o biológica, la sociedad y el Estado actuarán con criterio de
Corresponsabilidad como garantes de la protección integral de los derechos de los
niños, niñas y jóvenes. En todo caso, el Estado intervendrá con el fin esencial de
restablecer la unidad y armonía familiar, aplicando las medidas de protección más
convenientes al interés superior de los niños, niñas y jóvenes, y protegiendo su
derecho fundamental a tener una familia y no ser separado de ella, cuando ello
fuere posible.

Artículo 11. Derechos de los niños, niñas y jóvenes indígenas. De la


protección de los niños, niñas y jóvenes pertenecientes a pueblos o comunidades
indígenas, se ocupará su familia y en su defecto, las autoridades de su comunidad
con el apoyo de los organismos especializados del Estado.

Parágrafo Primero. Las autoridades de los pueblos indígenas adelantarán las


acciones, gestiones y trámites en relación con niños, niñas y jóvenes indígenas en
ejercicio de la Jurisdicción Especial Indígena, dentro de su ámbito territorial, de

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conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que no sean


contrarios a la Constitución y a la ley.

Parágrafo Segundo. Cuando se trate de niños, niñas y jóvenes indígenas


sujetos a procesos severos de cambio cultural, en su protección se deberán tener
en cuenta además de las disposiciones previstas en este Código, en los Tratados
Internacionales, la Doctrina Constitucional y en la Legislación Indígena, las
normas, procedimientos, usos y costumbres de su pueblo indígena de origen.

Parágrafo Tercero. En todo caso las minorías étnicas, religiosas o lingüísticas


gozarán de todos los derechos consagrados en los Tratados o Convenios
Internacionales, la Constitución Política y este Código y preferentemente se
protegerán los derechos a tener su propia vida cultural, a profesar y practicar sus
propias creencias y a emplear su propio idioma.

Artículo 12. Funciones del Estado en relación con los niños y jóvenes
dentro del contexto familiar. Corresponde al Estado entre otras funciones, las
siguientes:

1. Otorgar especial atención y protección a la madre y al niño durante la


gestación, el parto y el período de lactancia, proporcionándoles servicios de salud
y suministrándoles subsidio alimentario, cuando aquella estuviere desempleada o
desamparada. La protección y el apoyo serán prioritarios para la madre menor de
edad.

2. Adoptar las medidas necesarias de carácter Legislativo y Administrativo, para


proteger los derechos de los niños, niñas y jóvenes reconocidos en los Tratados o
Convenios Internacionales, la Constitución Política y en la Ley o restablecer los
derechos amenazados o vulnerados. En lo que respecta a los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, el Estado adoptará esas medidas hasta el
máximo de recursos de que disponga y, cuando sea necesario, dentro del marco
de la Cooperación Internacional.

3. Fortalecer las medidas necesarias para luchar contra los traslados ilícitos de
niños, niñas y adhesión al extranjero y la retención ilícita de estos en el
extranjero. Para tal fin el Estado promoverá la adhesión de acuerdos bilaterales o
multilaterales o la adhesión a acuerdos existentes.

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4. Realizar todos los esfuerzos necesarios tendientes a reducir la morbi-


mortalidad infantil, promover programas de educación para la vida en familia, de
salud sexual y prevenir y combatir la malnutrición, otorgando prioridad en los
planes, programas y proyectos tendientes a lograr dichas finalidades, a las
familias, niños, niñas y jóvenes, especialmente de los sectores más vulnerables
de la sociedad.

5. Reconocer a todos los niños, niñas y jóvenes el derecho a beneficiarse de la


seguridad social, incluso del seguro social y, adoptará las medidas necesarias
para lograr la plena realización de este derecho.

6. Tomar todas las medidas apropiadas para asegurar el cumplimiento del


derecho de alimentos por parte de los padres de familia u otras personas que
tengan dicha obligación, tanto en el ámbito nacional como en el extranjero. En el
caso de que los padres de familia o las personas responsables residan en un
Estado diferente de aquel en que resida el niño, la niña o el joven menor de edad,
el Estado promoverá la adhesión a los Convenios Internacionales o la
concertación de cualesquiera otros arreglos apropiados.

7. Proteger integralmente y adelantar políticas públicas de previsión,


rehabilitación e integración social para aquellos jóvenes que siendo menores de
edad hayan ingresado a servicios o programas de carácter social y que estando
en ellos cumplan la mayoría de edad, sin que se les haya podido reintegrar a su
medio familiar, se encuentren en situación de abandono o padezcan
discapacidades físicas o mentales.

8. Fomentar en todo el país, programas de educación para la vida en familia,


tendientes a mejorar la calidad de vida de las familias respecto de la convivencia
familiar y doméstica para construir las bases afectivas, emocionales y materiales
que permitan a la familia establecer relaciones más sólidas y estables.

Artículo 13. Acción Solidaria. Las autoridades públicas y los particulares tienen
el deber de desarrollar acciones en favor de los niños, niñas y jóvenes y obrar
conforme al principio de solidaridad social, así como prestar su concurso en
acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro su integridad.

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Parágrafo. La sociedad y el Estado asistirán a la familia para el desempeño de


sus funciones en lo que respecta a la crianza de los niños, niñas y jóvenes y
fortaleciendo la creación de servicios para su atención.

Artículo 14. Permanencia de los derechos, garantías y libertades de los


niños, niñas y jóvenes. Los derechos, garantías y libertades del niño, no
pueden ser derogados ni suspendidos bajo ninguna circunstancia, ni siquiera
durante los estados de excepción.

Artículo 15. Exigibilidad de los derechos. El niño, niña o joven, o cualquier


autoridad competente puede exigir a los padres, a los demás miembros de su
familia, a la sociedad o al Estado, según el caso, el cumplimiento de los deberes y
responsabilidades que la Constitución Política y ley les impone, a través de la
acción correspondiente.

Artículo 16. Responsabilidad solidaria. Los padres tienen la responsabilidad


del desarrollo integral y armónico de sus hijos; a falta de uno, le corresponde al
otro; a falta de ambos, las obligaciones deberán ser asumidas solidariamente por
los demás miembros de la familia, y en su defecto por el Estado.

Artículo 17. Protección especial a los niños, niñas y jóvenes víctimas del
desplazamiento forzado. Los niños, niñas y jóvenes víctimas del
desplazamiento forzado debe gozar de especial protección de conformidad con los
Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos y deben recibir toda la
asistencia humanitaria adecuada para la garantía de sus derechos fundamentales.

Parágrafo. El Estado fortalecerá la cooperación con los Organismos


Internacionales Humanitarios competentes para brindar apoyo a los niños, niñas
y jóvenes desplazados, localizar a sus padres o a otros miembros de su familia, a
fin de obtener la información necesaria para que se reúna con esta. En caso de
que no se pueda localizar a ninguno de los padres o miembros de la familia, se
concederá la misma protección integral que se da a aquellos niños, niñas y
jóvenes privados temporal o permanentemente de su medio familiar, por
cualquier otro motivo.

Artículo 18. Respeto al Derecho Internacional Humanitario. El Estado debe


velar por el respeto de las normas de Derecho Internacional Humanitario que

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sean aplicables en situación de conflicto armado y que sean pertinentes para la


protección integral de los niños, niñas y jóvenes.

Parágrafo Primero. Para tal fin se adoptarán todas las medidas posibles para
que se evite que los niños, niñas y jóvenes menores de edad sean víctimas del
conflicto armado.

Parágrafo Segundo. Atendiendo lo dispuesto por las normas de Derecho


Internacional Humanitario de proteger a la población civil durante los conflictos
armados, el Estado adoptará todas las medidas necesarias, par asegurar la
protección integral y el cuidado de los niños, niñas y jóvenes afectados por el
conflicto armado. Por lo tanto, los niños, niñas y jóvenes tienen derecho a que se
apliquen las normas del Derecho Internacional Humanitario, asegurando:
 
1. La divulgación y aplicación del Derecho Internacional Humanitario.

2. El apoyo psicosocial y material al niño y a su familia, que hayan participado


directa o indirectamente en un conflicto o hayan sido víctimas del mismo.

3. Que los niños, niñas y jóvenes se reúnan con su familia, cuando esté
temporalmente separado de ella con ocasión de un conflicto.

4. La amnistía y protección socio-jurídica al niño que directa o indirectamente


haya participado en hostilidades y que ha sido capturado o se ha desvinculado
voluntariamente.

5. El respeto a los establecimientos educativos, de salud, y a las instituciones de


carácter social, como zonas neutrales y la creación de sistemas de señalización de
las zonas neutrales y las zonas peligrosas.

Artículo 19. Servicio militar para jóvenes menores de edad. Los jóvenes
menores de edad no serán incorporados a filas para la prestación del servicio
militar.

Artículo 20. Prohibición de uso de estupefacientes y sustancias


psicotrópicas.- El Estado, la familia y la sociedad, adoptarán todas las medidas
necesarias, incluidas las legislativas administrativas, sociales y educacionales,
para proteger a los niños, las niñas y los jóvenes, contra el uso de

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estupefacientes y sustancias psicotrópicas e impedir que se les utilice en la


producción y el tráfico ilícito de dichas sustancias.

Artículo 21. Protección de los niños, niñas y jóvenes contra toda forma de
explotación sexual. El Estado junto con la familia y la sociedad, protegerá a los
niños, niñas y jóvenes contra todas las formas de explotación y abuso sexuales,
tomando todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean
necesarias para impedir:

1. La coacción para que los niños, niñas y jóvenes se dediquen a cualquier


actividad sexual ilegal.

2. La explotación en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales.

3. La explotación en espectáculos o materiales pornográficos.

Artículo 22. Protección contra toda forma de secuestro, venta, o trata de


niños, niñas y jóvenes. El Estado junto con la familia y la sociedad tomarán
todas las medidas tendientes a proteger a los niños, niñas y jóvenes contra el
secuestro, la venta o la trata de personas para cualquier fin o en cualquier
forma.

Artículo 23. Protección a los niños, niñas y jóvenes contra todas las
demás formas de explotación. El Estado, la familia y la sociedad protegerán a
los niños, niñas y jóvenes, contra todas las demás formas de explotación que
atenten contra su dignidad, su integridad personal y su libertad.

Artículo 24. Protección a los niños, niñas y jóvenes contra toda forma de
tortura. Todo niño, niña y jóvenes tienen derecho a no ser sometido a torturas ni
a otros tratos o penas crueles, inhumanas y degradantes. No se impondrá la pena
capital, ni la prisión perpetua, por delitos cometidos por niños, niñas o jóvenes.

Artículo 25. Favorabilidad.- En caso de conflicto entre dos o más disposiciones


legales, se aplicará la más favorable al interés superior del niño, niña o joven.
Parágrafo. En materia de responsabilidad penal juvenil, la ley permisiva o
favorable, aún cuando sea posterior, se aplicará de preferencia a la restrictiva o
desfavorable.

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Artículo 26. Normas de orden público. Las normas consagradas en éste


Código son de orden público y, por lo mismo, los principios en ellas consagrados
son de carácter irrenunciable y se aplicarán de preferencia a disposiciones
contenidas en otras Leyes.

Artículo 27. Normatividad Internacional. Los Convenios y Tratados


Internacionales ratificados y aprobados de acuerdo con la Constitución y las
Leyes, relacionados con los derechos de los niños, las niñas y los jóvenes,
deberán servir de guía de interpretación y aplicación de las disposiciones de éste
Código.

TÍTULO I
DERECHOS, DEBERES Y RESPONSABILIDADES

CAPÍTULO I
Derechos de los niños, las niñas y los jóvenes.

Artículo 28. Derecho a la vida y a la integridad personal. El derecho a la


vida y a la integridad personal es inviolable. Los niños, niñas y jóvenes, tienen
derecho a ser protegidos contra toda forma de discriminación, abandono o
descuido, violencia física o moral, maltrato, secuestro, venta, desaparición
forzada, tortura, trato o penas crueles, inhumanos o degradantes, esclavitud,
servidumbre, trata en todas sus modalidades, secuestro, tráfico, venta, abuso
sexual, explotación laboral o económica, trabajos riesgosos, adicción a sustancias
que produzcan dependencia, conflictos armados, desastres naturales o cualquiera
otra circunstancia que amenace o vulnere sus derechos, garantías o libertades.

Parágrafo Primero. El Estado adoptará las medidas necesarias para proteger o


restablecer el derecho amenazado o vulnerado del niño, proporcionará los medios
necesarios para garantizar su recuperación y reintegro a su medio sociofamiliar,
educativo y cultural y sancionará a los responsables.

Parágrafo Segundo. La familia, la sociedad y el Estado garantizarán la


supervivencia y el desarrollo integral de los niños, niñas y jóvenes.

Artículo 29. Derecho a la Igualdad. Todos los niños, niñas y jóvenes son
iguales ante la Constitución y la Ley, recibirán la misma protección y trato de sus

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padres, de su familia, de la sociedad y del Estado y gozarán de los mismos


derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de
sexo, idioma, raza, origen nacional, étnico, social o familiar, la posición
económica, las discapacidades físicas o mentales, la lengua, la religión, las
creencias, opinión política o filosófica o cualquiera otra condición suya, de sus
padres o de sus representantes legales.

Parágrafo Primero. Los niños y niñas habidos en el matrimonio o fuera de él,


procreados naturalmente o con asistencia científica, o adoptados, tienen iguales
derechos deberes.

Parágrafo Segundo. El Estado deberá promover las condiciones para que la


igualdad de los niños sea real y efectiva, adoptando medidas a favor de los
grupos de niños, niñas y jóvenes discriminados, marginados o excluidos,
protegiendo especialmente a aquellos que se encuentren en circunstancias de
indefensión, vulnerabilidad o debilidad manifiesta.

Artículo 30. Derecho al Desarrollo Integral. El niño tiene derecho a un nivel


de vida que le asegure un adecuado desarrollo físico, afectivo, psicológico, moral,
cultural, social y sexual, en un ambiente de armonía y bienestar. La familia en
concurrencia con la sociedad y el Estado están obligados a garantizarlo.

Artículo 31. Derecho al Libre Desarrollo de la Personalidad y a la


Autonomía Personal. El niño, niña y joven tiene derecho al libre desarrollo de
su personalidad y a la autonomía personal, de acuerdo con su edad, madurez y
tradición cultural, con las limitaciones que imponen el respeto a su propia
dignidad, los derechos de los demás y el Ordenamiento Jurídico.

Parágrafo. A los niños, niñas y jóvenes pertenecientes a diferentes grupos


étnicos, se les garantiza el derecho a pertenecer a su pueblo de origen, a convivir
con los miembros del mismo, a tener su propia vida cultural, a practicar sus
creencias, preservar sus tradiciones lingüísticas y dialectos.

Artículo 32. Derechos del que está por nacer. El ser humano desde el
momento de su concepción, tiene todos los derechos inherentes a su condición,
entre otros, el derecho a la vida y a la integridad; a la propia identidad genética;
a no ser discriminado, aun por razón de discapacidades físicas o mentales o la
forma de procreación; a su familia, a desarrollarse, nacer y a ser protegido por

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sus progenitores, por la sociedad y por el Estado. En todo caso, será


especialmente protegido por su condición de indefensión y vulnerabilidad.

Artículo 33. Derecho al Cuidado y al Amor. El niño tiene derecho a recibir


amor y cuidado de sus padres, de su familia y de los demás miembros de la
sociedad. La familia, la sociedad y el Estado tienen el deber de fortalecer la
armonía y unidad familiar, erradicando toda forma de maltrato infantil y violencia
intra-familiar. Todo niño y niña tiene derecho a conocer a sus padres y a ser
cuidado por ellos.

Artículo 34. Derechos de los niños, niñas y jóvenes con discapacidad. Los
niños, niñas y jóvenes con discapacidades físicas o mentales tienen derecho a
disfrutar de una vida plena, en condiciones que aseguren su dignidad, le permitan
llegar a bastarse por si mismo e integrarse activamente a la vida familiar y social.

Parágrafo Primero. La familia, la sociedad y el Estado, desarrollarán actividades


pedagógicas, médicas y terapéuticas, y crearán las condiciones ergonómicas,
urbanísticas y ambientales orientadas al proceso de integración social y familiar
de los niños, niñas y jóvenes con discapacidad, reconociendo su derecho a recibir
cuidados especiales y la asistencia necesaria que requiera para su cuidado.

Parágrafo Segundo. La sociedad y el Estado apoyarán a la familia, cuando ésta


carezca de recursos económicos suficientes para asegurar su rehabilitación,
logrando el ejercicio pleno de su derecho a la educación, la capacitación, los
servicios de salud, la habilitación para la vida productiva y laboral y las
oportunidades de esparcimiento, con el fin de lograr su plena integración social y
su desarrollo integral.

Parágrafo Tercero. El Estado se obliga a fortalecer los mecanismos de


cooperación internacional para implementar programas tendientes a la atención
de los niños, niñas y jóvenes con discapacidades.

Parágrafo Cuarto. Cuando el niño tuviere una discapacidad mental severa y


permanente, que le impida valerse por sí mismo, sus padres, o uno de ellos, o el
Defensor de Familia, deberán promover al Proceso de Interdicción antes de
cumplir aquel la mayoría de edad, para efectos dé su protección.

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25

Artículo 35. Derecho a la Seguridad Social en Salud. Los niños, niñas y


jóvenes tienen derecho al más alto nivel posible de salud y a los servicios de
prevención y tratamiento de enfermedades, asegurando el Estado que la
cobertura de seguridad social cumpla con los principios esenciales de eficiencia,
universalidad, solidaridad, integridad, unidad y participación.

Parágrafo Primero. Los niños y niñas menores de un año, que no tengan algún
tipo de protección o de seguridad social en salud, tendrán derecho a recibir
atención inmediata y gratuita en todas las instituciones de salud públicas o que
reciban aportes del Estado. En caso de requerir asistencia de urgencia los Centros
Hospitalarios tanto públicos como privados están obligados a dispensar la
atención que se requiera, sin que pueda aducir motivo alguno para negarlo, so
pena de ser sancionados. Los demás niños, niñas y jóvenes tendrán derecho a la
atención básica, cuya prestación será gratuita y obligatoria en todas las
Instituciones de Salud que reciban aportes del Estado.

Parágrafo Segundo. El Estado debe asegurar en la formulación y ejecución de


las Políticas Públicas de Salud, que todos los sectores de la sociedad, y en
particular los padres de familia, los niños, niñas y jóvenes, conozcan los principios
básicos de la salud y la nutrición, las ventajas de la lactancia materna, la
preservación del medio ambiente y las medidas de prevención de accidentes.

Parágrafo Tercero. El sector salud se obliga en el marco de la prestación de sus


programas y servicios a desarrollar la prevención y orientación necesaria en
materia de planificación familiar.

Parágrafo Cuarto. Los niños, niñas y jóvenes que han sido internados en un
establecimiento por las autoridades competentes para los fines de atención,
protección o tratamiento de su salud física o mental, tendrán derecho a un
examen periódico del tratamiento al que esté sometido y de todas las demás
circunstancias propias de su internación.

Artículo 36. Derecho a la Alimentación Equilibrada. Los niños, niñas y


jóvenes tienen derecho a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico,
mental, espiritual, moral y social. A los padres de familia u otras personas
encargadas de su cuidado, les incumbe la responsabilidad primordial de
proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones y
calidad de vida que sean necesarias para su desarrollo integral.

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Parágrafo. El Estado tomará las medidas apropiadas para asegurar que el


derecho de alimentos sea real y efectivo por parte de los padres u otras personas
que tengan este deber para con los niños, niñas y jóvenes, tanto si viven en el
territorio nacional o en el extranjero, evento para el cual se promoverá la
adhesión a los Convenios Internacionales o la concertación de dichos Convenios u
otros afines con este derecho fundamental.

Artículo 37. Derecho a un Nombre. Todo niño, niña y joven, tienen derecho a
su individualidad, y por consiguiente, al nombre que por ley le corresponde. El
nombre comprende, el nombre, los apellidos, y en su caso, el seudónimo. En
ejercicio de este derecho debe ser inscrito en el registro civil inmediatamente
después de su nacimiento.

Parágrafo Primero. No se admitirán cambios, agregaciones o rectificaciones del


nombre, sino en las circunstancias y con las formalidades que señale la Ley.

Parágrafo Segundo. En cada clínica, hospital o cualquier otra unidad asistencial


autorizada para atender partos, existirá una Oficina encargada del registro civil.
El Gobierno Nacional reglamentará la materia y establecerá un régimen o código
de identificación y registro único a ser aplicado desde el nacimiento.

Parágrafo Tercero. Para los efectos de la inscripción de los niños y niñas


indígenas, deben consignarse como nombres y apellidos, aquellos que
correspondan a la tradición cultural del respectivo pueblo indígena respetando su
idioma, sus sistemas de parentesco, creencias, usos y costumbres. Las
autoridades indígenas podrán regular mecanismos internos de registro civil para
su comunidad, en coordinación con las Notarías o Alcaldías municipales.

Artículo 38. Derecho a la filiación. Todo niño y niña, tiene derecho a que se le
defina su filiación. La filiación es uno de los atributos de la personalidad jurídica
que está indisolublemente ligada al estado civil de la persona. A esta garantía
corresponde el deber del Estado de brindar todas las oportunidades para asegurar
una progenitura responsable.

Parágrafo. El Gobierno Nacional reglamentará lo relacionado con competencias,


requisitos, parámetros científico-técnicos, costos y demás aspectos de las
pruebas científicas para la investigación biológica de la paternidad.

26
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Artículo 39. Derecho a tener una familia y a no ser separado de ella. Los
niños, las niñas y los jóvenes tienen derecho a crecer en el seno de su familia. La
sociedad y el Estado velarán porque no sean separados de sus padres contra la
voluntad de éstos, excepto cuando, por decisión de la autoridad competente, se
determine de conformidad con la Constitución, la Ley y los procedimientos
aplicables, que tal separación es necesaria en su interés superior.

Parágrafo Primero. Tal determinación puede ser necesaria en casos particulares


cuando el niño, niña o joven es maltratado o sufre descuido por parte de sus
padres o cuando estos viven separados y debe adoptarse una decisión respecto
del lugar de residencia de los niños. En todo caso, se debe ofrecer a las partes
interesadas la oportunidad de participar en los procedimientos que se realicen
para amparar la decisión protegiendo el derecho de las partes involucradas a dar
a conocer sus opiniones, el debido proceso y el derecho a la defensa.

Parágrafo Segundo. El Estado deberá garantizar que el cuidado y la protección


de los niños y niñas realizado por instituciones, sólo se dé como medida
excepcional para aquel que no tenga una familia o se halle separado de ella. En
todo caso, al considerar las soluciones, se prestará particular atención a que las
personas naturales o jurídicas encargadas de la protección y el cuidado de los
niños y niñas garanticen la continuidad en su educación, la cual debe
corresponder a su origen étnico, religioso, cultural y lingüístico.

Parágrafo Tercero. Por ningún motivo, la carencia de recursos materiales


constituye motivo suficiente para la separación de los niños, las niñas y los
jóvenes de su familia. La decisión de separar los niños y las niñas de su medio
familiar se debe considerar como excepcional. La sociedad y el Estado protegerán
la unidad familiar y dispondrán todo lo necesario para su fortalecimiento y para el
mejoramiento de calidad de vida.

Artículo 40. Derecho de las relaciones familiares. La sociedad y el Estado


protegerán el derecho de los niños, niñas y los jóvenes que estén separados de
uno o ambos padres a mantener relaciones personales y contacto directo con
ambos progenitores de modo regular. Este derecho faculta a los niños, niñas y
jóvenes para exigir el contacto personal con sus padres y familiares, que
comprende la posibilidad permanente de comunicación y de pernoctación, con la
frecuencia, durante el tiempo y bajo las condiciones acordadas o fijadas ante o

27
28

por la autoridad competente, siempre y cuando ello no se oponga a su interés


superior.

Parágrafo Primero. Con la salvedad indicada en el inciso anterior, este derecho


no podrá ser objeto de restricción alguna por parte de las Entidades que integran
el Sistema Nacional de Bienestar Familiar, en especial de las Instituciones de
Protección o de los Centros especiales para niños, en caso de internación.

Parágrafo Segundo. El niño, niña o joven, cuyos padres residen en Estados


diferentes, tendrá derecho a mantener periódicamente, salvo en situaciones
excepcionales, relaciones personales, y contactos directos con ambos padres. En
consecuencia, se respetará el derecho de los niños, niñas y jóvenes y de sus
padres a salir de cualquier país, incluido el propio, y de entrar en su propio país.
Este derecho estará sujeto solamente a las restricciones estipuladas por la Ley y
que sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden público, la
salud, la moral pública o los derechos y libertades de otras personas y que estén
en consonancia con los derechos consagrados en este Código.

Parágrafo Tercero. Cuando la separación de padres e hijos sea el resultado de


la detención, el encarcelamiento, el exilio, la deportación o la muerte en territorio
nacional o extranjero, de uno de los padres de los niños, o de ambos, o del niño,
se debe proteger el derecho de la familia a recibir información básica acerca del
paradero del familiar o familiares ausentes, a no ser que ello resultare perjudicial
o contrario al bienestar de los niños.

Artículo 41. Derecho de los niños, niñas y jóvenes a ser escuchados en el


curso de los procesos judiciales o actuaciones administrativas donde se
discuten o controvierten sus derechos. Los niños, niñas y jóvenes que estén
en condiciones de formarse un juicio propio, tienen derecho de expresar su
opinión libremente en todos los asuntos que los afecten, teniendo en cuenta las
autoridades competentes, las opiniones de los niños, niñas y jóvenes, en función
de su edad y madurez.

Parágrafo. Para el cumplimiento de la disposición consagrada en el inciso


primero del presente artículo, se dará en particular a los niños y niñas la
oportunidad de ser escuchado en todo procedimiento judicial o administrativo que
le afecte, ya sea directamente o por medio de un representante o de un órgano

28
29

apropiado, en consonancia con las normas sustanciales y procedimentales del


ordenamiento jurídico nacional.

Artículo 42. Derecho a la libertad de expresión. Los niños, niñas y jóvenes


tendrán derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de
buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, ya sea verbalmente,
por escrito o por el medio más idóneo.

Parágrafo Primero. El ejercicio de este derecho podrá estar sujeto a ciertas


restricciones, que serán únicamente las que la Ley prevea y sean necesarias:
a. Para el respeto de los derechos o la reputación de los demás; o
b. Para la protección de la seguridad nacional o del orden público.

Parágrafo Segundo. Los niños y niñas que estén en condiciones de formarse un


juicio propio, por razón de su edad y madurez, gozan del derecho a expresar su
libre opinión en todos los asuntos que los afecten. Por lo tanto, tendrán la
oportunidad de ser escuchados en todo procedimiento judicial o administrativo en
que sean parte, ya sea directamente o por medio de un representante legal o de
un órgano apropiado.

Artículo 43. Derecho a la libertad de pensamiento y de conciencia y de


religión. La familia, la sociedad y el Estado, respetarán el derecho de los niños,
niñas y jóvenes a la libertad de pensamiento, de conciencia y de cultos.

Parágrafo Primero. Se respetará a los padres y representantes legales, los


derechos y deberes de guiar al niño en el ejercicio de este derecho, conforme a la
evolución de sus facultades.

Parágrafo Segundo. La libertad de profesar la propia religión o las propias


creencias estará sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la Ley, que
sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, o los derechos y libertades
fundamentales de los demás.

Artículo 44. Derecho a la libertad de asociación y de reunión. La sociedad y


el Estado, reconocen los derechos de los niños, niñas y jóvenes la libertad de
asociación y a la libertad de realizar reuniones pacíficas.

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30

Parágrafo. No se impondrán restricciones al ejercicio de estos derechos


distintas a las establecidas de conformidad con la Ley y que sean necesarias en
interés de la seguridad pública, el orden público, la protección de los derechos y
libertades de los demás.

Artículo 45. Derecho a la libertad de información. Los medios masivos de


comunicación desempeñan una importante función social, en la cual deben velar
porque el niño tenga acceso a información y material procedentes de diversas
fuentes nacionales e internacionales, en especial la información y el material que
tenga por finalidad promover su bienestar integral. En el cumplimiento de esta
finalidad los medios masivos de comunicación:

a) Publicarán información y materiales de interés social y cultural para los niños,


niñas y jóvenes, de conformidad con el espíritu del artículo 67 de la C.N.
b) Promoverán la cooperación nacional e internacional en la producción, el
intercambio y la difusión de la información y materiales procedentes de diversas
fuentes culturales nacionales e internacionales.
c) Promoverán la producción y difusión de obras educativas y culturales por
medios escritos, radiales y televisivos.
d) Tendrán en cuenta la cultura, usos y costumbres, así como las particularidades
lingüísticas de los niños, niñas y jóvenes pertenecientes a diversas comunidades
indígenas y otras de otros grupos sociales.
e) Cumplirán las normas de vigilancia y control que para su operación y
funcionamiento establezca el Gobierno Nacional, respecto de directrices
tendientes al respeto del derecho a la información y a la intimidad de los niños,
niñas y jóvenes y a la debida protección contra toda información y material que
atente contra sus derechos y libertades, especialmente aquellas relacionadas con
los derechos a la libertad de expresión e información.
f) Los medios televisivos de comunicación y la prensa escrita destinaran franjas
de sus espacios de mayor audiencia para difundir mensajes de valor en torno al
fortalecimiento de la familia y la protección de la infancia y la juventud de
conformidad con la reglamentación que para tal fin expida el Gobierno Nacional.

ARTICULO 46. Derecho a la intimidad. Ningún niño, niña y joven será objeto
de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o
su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación. Contra toda
injerencia o ataque el niño será protegido legalmente.

30
31

ARTICULO 47. Derecho a la debida protección contra toda forma de


perjuicio, abuso, descuido o malos tratos a los niños, niñas y jóvenes. El
Estado y la sociedad adoptarán todas las medidas necesarias de carácter
legislativo, administrativo, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño
contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato
negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras los
niños o niñas se encuentren bajo la custodia y cuidado personal de los padres, de
un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.

Parágrafo. Este derecho se garantizará mediante procedimientos eficaces para el


establecimiento de programas sociales tendientes a proporcionar al niño, niña o
joven la asistencia necesaria para intervenir la situación que sea del caso y,
según corresponda la intervención de las autoridades competentes.

Artículo 48. Derecho a la libertad personal. El niño tiene derecho a ser


protegido en su libertad. El Estado prevendrá, investigará y castigará
severamente el secuestro, la tortura u otra forma de tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes, o conflictos armados, el abandono, explotación o
abuso, la venta o tráfico, la desaparición forzada, la privación ilegal de la libertad
y las adopciones ilegales.

Artículo 49. Derecho a la educación. Los niños, las niñas y los jóvenes tiene
derecho a la educación. Los padres de familia tienen el derecho de escoger el
tipo de educación de sus hijos menores de edad, facultad que se fundamenta
sobre la base del reconocimiento implícito de la autoridad paterna. En
consecuencia, la familia, la sociedad y el Estado deben proteger las condiciones
de igualdad de oportunidades para el ejercicio pleno de este derecho:

1. Creando las condiciones para que todos los niños, las niñas y los jóvenes
accedan a la instrucción y formación académica, técnica o científica, que
comprenderá como mínimo un año de preescolar y nueve de educación básica
que será gratuita cuando se preste por parte del Estado.
2. Haciendo la enseñanza superior accesible a todos, sobre la base de la
capacidad, por cuantos medios sean apropiados.
3. Posibilitando que todos los niños, niñas y jóvenes dispongan de información y
orientación en cuestiones educativas y profesionales y tengan acceso a ellas.
4. Adoptando medidas eficaces para fomentar la asistencia regular a las escuelas
y colegios y reducir las tasas de deserción escolar.

31
32

5. Tomando medidas adecuadas para garantizar que la disciplina escolar se


administre de modo compatible con la dignidad humana de los niños, niñas y
jóvenes de conformidad con la Constitución Política, los Tratados Internacionales
y las normas internas.
6. Fortaleciendo la cooperación internacional en cuestiones de educación, para
contribuir a la eliminación del analfabetismo en todo el país y facilitar el acceso a
los conocimientos técnicos, la tecnología informática y a los métodos modernos
de enseñanza.
7. Encaminando la educación de los niños, niñas y jóvenes hacia: -el desarrollo
de su personalidad, las aptitudes y capacidad mental y física del niño hasta el
máximo de sus potencialidades y posibilidades. -el fortalecimiento del respeto de
sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y valores, de los valores
nacionales del país. -la construcción de un proyecto de vida responsable en una
sociedad democrática, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia e igualdad.
-el respeto del medio ambiente.

Parágrafo. El niño perteneciente a un pueblo o comunidad indígena, tiene


derecho a que la educación que le proporcione el Estado o los particulares respete
su cosmogonía, sus tradiciones, usos y costumbres, lenguas o dialectos. La
enseñanza que se imparta en las comunidades con tradiciones lingüísticas
propias, será bilingüe e intercultural, conservando siempre su lengua madre.

Artículo 50. Derecho a la recreación. El niño tiene derecho al descanso, al


esparcimiento sano, al juego, al aprovechamiento del tiempo libre, a las
actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida
cultural y en las artes.

Parágrafo. La debida utilización de los juegos electrónicos que no representen


un peligro para el niño y que constituyan una experiencia recreativa y educativa
es responsabilidad de sus padres o de quienes tengan su cuidado personal, y de
sus maestros. El niño menor de doce años, debe estar acompañado de sus padres
o personas responsables de su cuidado mientras permanece en las salas de
juegos electrónicos. Se prohíbe el ingreso de los niños y las niñas a las salas de
juegos de suerte o azar.

Artículo 51. Derecho a practicar regularmente un deporte. El niño tiene


derecho a practicar regularmente por lo menos un deporte acorde con sus
condiciones físicas y mentales. Los establecimientos educativos garantizarán este

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33

derecho desde el nivel preescolar y durante la educación básica. Las Secretarías


de Educación promoverán los programas correspondientes y sancionarán la
omisión de los responsables.

Artículo 52. Derecho al debido proceso. El debido proceso se aplicará a toda


clase de actuación judicial y administrativa en la cual esté involucrado un niño,
una niña o un joven. Comprende entre otras las garantías a
1. No ser privado de la libertad, sino mediante orden escrita de juez competente,
como medida excepcional y por el menor tiempo posible.
2. Solicitar la presencia de sus padres o de las personas responsables del
cuidado.
3. Procurar un arreglo conciliatorio de conformidad con la ley.
4. Ejercer el derecho a la defensa.
5. Recibir, según la edad y madurez, información clara y precisa, sobre el
significado de cada una de las actuaciones que lo afecten, del contenido y de las
razones de la decisión.
6. Ser asistido gratuitamente por un traductor o intérprete cuando lo requiera.
7. Conocer y contradecir las pruebas que obren en el proceso y solicitar la
práctica de las que considere necesarias para su defensa.
8. Impugnar las decisiones y solicitar la revisión de las medidas impuestas.

Parágrafo. Tratándose de niños indígenas, será obligatoria la asistencia de un


traductor de su comunidad, en procesos que se tramiten por fuera de su
jurisdicción.

Artículo 53.- Derecho al trato digno. El Estado reconoce el derecho de todo


niño, niña y joven de quien se alegue que ha infringido las leyes penales o quien
se acuse o declare culpable de haber infringido esas Leyes a ser tratado de
manera acorde con su dignidad, fortaleciendo su respeto por los Derechos
Humanos y las libertades fundamentales, teniendo en cuenta además su edad, y
la importancia de promover su reintegro a la familia y a la sociedad.

Parágrafo. De conformidad con los Tratados Internacionales el Estado


garantizará en particular:

1. La presunción de inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a


la Ley.

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2. El derecho de información sin demora y directamente o, cuando sea


procedente por intermedio de sus padres o sus representantes legales, de los
cargos que se le imputan y que dispondrá de una adecuada defensa técnica u
otra asistencia apropiada en la preparación y presentación de su defensa.

3. Que la causa será dirimida sin demora por una autoridad u órgano judicial
competente, independiente e imparcial, garantizando el debido proceso y
teniendo en cuenta en particular su edad, o situación y a sus padres o
representantes legales.

4. Que los niños, niñas o jóvenes, no serán obligados a prestar testimonio o


declararse culpables, y que podrá interrogar o hacer que se interrogue a testigos
de cargo y obtener la participación y el interrogatorio de testigos de descargo en
condiciones de igualdad.

5. Si se determina responsabilidad del niño, la niña o el joven, respecto de la


infracción a la Ley penal, que esta decisión y toda medida impuesta a
consecuencia de ella, serán sometidas a una autoridad u órgano judicial
especializado competente, independiente e imparcial, conforme a las
disposiciones prescritas en la Constitución Política y en las Leyes.

6. En todo caso se respetará plenamente su derecho de intimidad, en todas las


fases del procedimiento.

7. El establecimiento de una edad mínima antes de la cual se presumirá que los


niños y niñas no tienen capacidad para infringir las leyes penales.

8. El respeto pleno a los derechos humanos y a todas las garantías legales, para
asegurar que los niños, niñas y jóvenes sean tratados de manera apropiada a sus
circunstancias.

Artículo 54. Derecho de los niños, niñas y jóvenes a ser protegidos contra
toda forma de explotación. El Estado, la familia y la sociedad se obligan a
proteger a los niños, niñas y jóvenes contra toda forma de explotación económica
y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer
su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social.

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Parágrafo. El Estado adoptará medidas legislativas, administrativas, sociales y


educativas para garantizar la aplicación de esta disposición. Con este fin y
teniendo en cuenta lo establecido por la Constitución Política de Colombia y los
Tratados Internacionales en particular:

1. Se fijará una edad o edades mínimas para trabajar.

2. Dispondrá la reglamentación apropiada a las jornadas y condiciones de trabajo.

3. Estipulará las penas u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación


efectiva de esta disposición.

En todo caso, el trabajo infantil debe desestimularse y sólo será aceptado


excepcionalmente.

Artículo 55. Derecho a valoración y a exámenes periódicos. El niño, niña o


joven que se encuentre bajo el cuidado de una institución tiene derecho a que
ésta le practique la valoración mensual de las circunstancias propias de su
situación de protección o internación. Además tiene derecho a exámenes médicos
generales, con intervalos no superiores a tres meses, y al tratamiento que su
caso requiera.

Artículo 56. Derechos de los jóvenes. Los jóvenes menores de edad tienen
derecho a la protección y a la formación integral. El Estado y la sociedad
garantizan su participación activa en los organismos públicos y privados que
tengan a cargo la protección, educación y progreso de la juventud.

Artículo 57. Compatibilidad con otras normas. La enunciación de los


derechos y garantías contenidos en este Código o en los tratados internacionales
no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes al niño, niña
o joven o necesarios para su autoperfeccionamiento, no figuren expresamente en
él.

CAPÍTULO II
DEBERES Y RESPONSABILIDADES DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y JÓVENES

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Artículo 58. Deberes y responsabilidades de los niños, niñas y jóvenes.


Son deberes y responsabilidades de los niños, niñas y jóvenes de conformidad
con su edad y nivel de desarrollo:
1. Ejercer sus derechos con responsabilidad.
2. Respetar el derecho ajeno y participar en el mantenimiento de la paz.
3. Aportar su voluntad y capacidad intelectual en el proceso educativo.
4. Acceder con responsabilidad y respeto a los bienes públicos, culturales,
artísticos y científicos y velar por la conservación del medio ambiente.
5. Cuidar los espacios dedicados a la educación, recreación, prácticas deportivas y
juego.
6. Respetar las orientaciones que en su interés impartan sus padres o las
personas responsables de su cuidado, contribuir a la armonía y al mejoramiento
de las relaciones familiares.
7. Participar en la vida cultural propia, respetar su identidad, su idioma, los
valores de su pueblo o comunidad y del país en que vive, del que sea originario y
las culturas diferentes a la suya.
8. Obrar conforme al principio de solidaridad social y responder con acciones
humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las
demás personas.
9. Cuidar y auxiliar en la medida de sus capacidades a sus parientes dentro del
cuarto grado de consaguinidad y segundo de afinidad en caso de enfermedad y
ancianidad.
10. Cumplir los deberes escolares establecidos en los reglamentos escolares o
manuales de convivencia, según los niveles y edades escolares.

Parágrafo: Las consecuencias por el incumplimiento de los deberes señalados


serán determinados en cada caso especifico por la familia, la autoridad escolar y
el Estado, advertidas con criterio pedagógico y en busca de su formación integral
y no como sanción.

TÍTULO II
INSTITUCIONES DE FAMILIA

CAPÍTULO I
Unidad Familiar

Artículo 59. La Familia. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. El


Estado y la sociedad garantizan su protección integral. Las relaciones familiares

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se basan en la igualdad de derechos y deberes y el respeto recíproco entre todos


sus integrantes. La familia tiene el deber primario de asistir y proteger a los
niños, niñas y jóvenes para garantizar su desarrollo armónico e integral y el
ejercicio pleno de sus derechos. Los derechos de los niños, las niñas y los jóvenes
prevalecen sobre los derechos de los demás.

Artículo 60. Integrantes del núcleo familiar: Para los efectos de este Código,
integran la familia:

  1. Los cónyuges o compañeros permanentes.


 2. El padre y la madre de familia, aunque no convivan en la misma morada.
 3. Los ascendientes de las personas señaladas en los numerales anteriores.
 4. Los hijos procreados naturalmente, con asistencia científica, o adoptivos.
 5. Los parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad.

Parágrafo. Para los efectos de este artículo, se reconocen y protegen los


sistemas de parentesco y las formas de vida social de los pueblos indígenas y de
otras formas de organización social y familiar.

Artículo 61. Unidad, armonía y convivencia familiar. La unidad familiar es el


principio que rige las relaciones, deberes y derechos entre los miembros que
integran la familia y se constituye en referente indispensable para la efectiva
protección y garantía de los derechos de los niños, niñas y jóvenes.

Parágrafo Primero. La unidad familiar debe ser preservada de las


desavenencias entre sus miembros, y subsiste aún cuando se haya disuelto la
unidad doméstica. En consecuencia:

1. Los miembros de la familia deberán actuar observando los principios de


unidad, armonía, convivencia y solidaridad.

2. Las autoridades administrativas y judiciales colaborarán para que la familia


dirima sus conflictos a través de soluciones justas, razonables y pacíficas que
favorezcan el desarrollo integral de los niños, niñas y se abstendrán de decretar
medidas cuyo efecto agudice el deterioro de las relaciones entre quienes la
integran.

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Parágrafo Segundo. La unidad doméstica, se integra por las personas que en el


ámbito de la unidad familiar conviven bajo un mismo techo.

CAPÍTULO II
OBLIGACIONES Y DERECHOS ENTRE PADRES E HIJOS

Artículo 62. Autoridad Parental. La autoridad parental se define como el


conjunto de derechos y deberes de carácter personal, patrimonial y de
representación legal que tienen los padres sobre los hijos no emancipados.

Artículo 63. Ejercicio conjunto. Los padres ejercerán conjuntamente la


autoridad parental. A falta de uno la ejercerá el otro.

Las discrepancias en relación con su ejercicio serán dirimidas mediante el trámite


de la conciliación, ante las autoridades competentes. A falta de acuerdo resolverá
de fondo el Juez competente.

Artículo 64. Facultades y obligaciones de la autoridad parental. En


ejercicio de la autoridad parental, los padres tienen el deber de protección, amor,
cuidado y, educación y, la facultad de representación legal judicial y extrajudicial
y de administración y usufructo de los bienes de los hijos menores de edad o
incapaces.

Artículo 65. Custodia y cuidado personal. Es la facultad que la Ley otorga a


los padres para criar, educar, orientar, conducir, formar hábitos, dirigir,
disciplinar y sancionar la conducta de los hijos y del incapaz de obrar y de
autorregular en forma independiente su comportamiento

Artículo 66. Requisitos para la suspensión de la autoridad parental. La


suspensión de la autoridad parental deberá ser decretada por el juez competente,
después de ser oídos sobre ello los parientes del hijo (a) y el Defensor de Familia.

Artículo 67. Autoridad parental indígena. En los pueblos indígenas, la


autoridad parental se rige por sus propios sistemas normativos.

Artículo 68. Autoridad parental prorrogada. Cuando el menor sufra de severa


deficiencia mental permanente, sus padres, o uno de ellos, o el Defensor de
Familia, deberán promover el proceso de interdicción, antes de cumplir aquél la

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mayoría de edad, para que a partir de ésta se le prorrogue indefinidamente su


estado de sujeción a la autoridad parental por ministerio de ley.

La sujeción a la patria potestad prorrogada terminará:

1. Por la muerte real o presunta de ambos padres o del hijo.


2. Por la adopción del hijo.
3. Por haberse declarado la rehabilitación del interdicto.

Si al terminar la sujeción a la autoridad parental prorrogada subsistiere la


deficiencia mental grave, se constituirá la guarda.

Artículo 69. Presunción de autorización para representar. Para los actos


ejecutados por uno de los padres, se presumirá la autorización del otro. Cuando
para la existencia, validez o eficacia de un acto jurídico la Ley exija una
solemnidad, la autorización deberá ser igualmente solemne.

Parágrafo. En todo caso, los padres responden solidariamente ante terceros de


buena fe.

Artículo 70. Representación procesal. Cualquiera de los padres representará


activa o pasivamente al niño en toda actuación o proceso con la debida
autorización del otro.

Artículo 71. Conflicto de intereses. Cuando los niños, niñas o jóvenes


controviertan el ejercicio de derechos u obligaciones contra cualquiera de sus
padres, o contra ambos, o cuando éstos conjunta o separadamente actúen contra
aquellos, los niños, niñas y jóvenes serán representados por el Defensor de
Familia.

En el evento de que el Defensor de Familia sea quien ejerce la acción, la


representación de los niños, niñas y jóvenes estará a cargo de un curador adliten.

CAPITULO III
DEL NIÑO, LA NIÑA O EL JOVEN QUE CARECE DE REPRESENTANTE LEGAL

Artículo 72. Defensor de Familia. Corresponde al Defensor de Familia


promover los procesos judiciales encaminados a la provisión de guarda general

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del niño, la niña o el joven que carece de representante legal y otorgar, cuando
sea del caso, la autorización para su adopción. Esta facultad otorgada al Defensor
de Familia no impedirá que los parientes del niño, la niña o el joven u otras
personas autorizadas por la Ley para ello, promuevan el respectivo proceso de
guarda.

Artículo 73. Acciones judiciales y administrativas. El Defensor de Familia


podrá promover en beneficio del niño, la niña o el joven que carezca de
representante legal, todas las acciones judiciales y administrativas pertinentes
para la protección y garantía de sus derechos.

CAPITULO IV
REGLAS RELATIVAS A LA ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES.

Artículo 74. Obligación de inventario. Cuando cualquiera de los padres


pretenda contraer nupcias, deberá pedir al juez de familia o promiscuo de familia
de su domicilio, y si no lo hubiere, al juez civil o promiscuo municipal, la
designación de un curador especial que examine si el valor de los bienes del niño,
la niña o el joven menor de edad, es igual o superior a cien (100) salarios
mínimos legales mensuales. En este caso, el peticionario confeccionará un
inventario que elevará a Escritura Pública. Si el valor es inferior, hará él
inventario en escrito privado, que deberá ser autorizado por el Defensor de
Familia.

Parágrafo. Quien estando obligado al inventario lo omita, responderá


patrimonialmente por los perjuicios que por su omisión se causen al niño, niña o
joven, sin perjuicio de la responsabilidad penal a que hubiere lugar.

Artículo 75. Requisito previo al matrimonio. El funcionario ante quien se


solicite la celebración del matrimonio, se abstendrá de autorizar el acto mientras
no se acompañe a las diligencias, copia de la Escritura Pública o del escrito
privado debidamente autorizado del inventario de los bienes del hijo, so pena de
incurrir en falta disciplinaria que podrá ser sanciona con destitución y de asumir
la responsabilidad patrimonial por los perjuicios que se le ocasionaren al niño,
niña o joven menor de edad.

Artículo 76. Actos dispositivos y de administración. Los actos dispositivos


que efectúen los padres con respecto de los bienes del niño, la niña o el joven

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menor de edad, que impliquen enajenación o gravamen, requieren para su


validez de autorización judicial tramitada conforme al proceso de jurisdicción
voluntaria, con la intervención del Defensor de Familia.

Parágrafo Primero. Los actos de simple administración no necesitan de


autorización, salvo que los bienes valgan cien (100) salarios mínimos legales
mensuales o excedan de este valor. En tal caso la autorización la concederá el
Defensor de Familia competente.

Parágrafo Segundo. En todas las actuaciones relativas a los incisos anteriores,


será obligatoria la audiencia del niño o niña mayor de doce años.

Artículo 77. Administración por parte de los padres menores de edad. Los
padres menores de edad, ejercerán esta administración con la orientación y
supervisión de los abuelos del niño.

Artículo 78. Representación por parte de padres menores de edad. Cuando


uno de los padres fuere menor de edad y el otro mayor, éste representará sólo al
hijo. Si ambos padres fueren menores de edad, representarán al hijo con la
asistencia del Defensor de Familia. Las dificultades que surgieren en el ejercicio
de dicha representación las resolverá el juez competente.

Artículo 79. Cuentas de la administración. Los padres que administren bienes


del hijo, deberán rendir cuentas razonadas de su administración al término de su
gestión. Si en ese momento el hijo fuere aún menor de edad, las cuentas se le
rendirán a quien lo represente. Si careciera de representante legal, se le rendirán
al Defensor de Familia. En todo caso, dichas cuentas, serán sometidas a la
aprobación del juez competente.

Artículo 80. Frutos de los bienes de los hijos menores de edad. Los
rendimientos económicos de los bienes de los hijos menores de edad, pertenecen
a éste. Quienes los administren podrán destinar dichos frutos preferentemente al
sostenimiento y a la formación integral del hijo menor de edad.

CAPITULO V
DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y JOVENES AMENAZADOS EN SU PATRIMONIO
POR QUIENES LOS ADMINISTRAN

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Artículo 81. Administración de los bienes. Siempre que quien tenga la


administración de los bienes del niño, la niña o el joven, en su condición de
padre, madre, tutor o curador ponga en peligro los intereses económicos puestos
bajo su cuidado el Defensor de Familia deberá promover el proceso judicial
tendiente a la privación de la administración de los bienes, o a la remoción del
guardador en su cargo y, los encaminados a obtener la reparación del perjuicio a
que hubiere lugar.

Parágrafo. Si en desarrollo de esta atribución el Defensor de Familia demandare


a quien ejerce la autoridad parental sobre el niño, la niña o el joven, no le será
necesaria la autorización de que trata la última parte del artículo 305 del Código
Civil.

Artículo 82. Solicitud de suspensión provisional de las facultades de


disposición y de administración de los bienes. El Defensor de Familia en los
eventos considerados en el artículo anterior, podrá solicitar al Juez competente,
mientras dure el proceso, la suspensión provisional de las facultades de
disposición y de administración de los bienes del niño, la niña o el joven y, el
nombramiento de un administrador de los mismos con sujeción a los requisitos
legales. El Juez también podrá decretar la suspensión de oficio en los casos en
que lo considere conveniente.

Artículo 83. Audiencia. Cuando el peligro para los intereses económicos del
niño, la niña o el joven provenga del desacuerdo de los padres acerca de los actos
de administración de los bienes del hijo, podrá el defensor de Familia citar a
ambos padres a una audiencia en la cual cada uno expondrá sus razones. Aunque
el defensor de Familia no podrá en estos casos dirimir la controversia, está
facultado para promover el proceso de que trata el artículo 126, en caso de
encontrar inconveniente para el niño, la niña o el joven la conducta de cualquiera
de los padres.

CAPÍTULO VI
EMANCIPACIÓN

Artículo 84. Emancipación. La emancipación pone fin a la autoridad parental.


Puede ser legal, voluntaria o judicial.

Artículo 85. Emancipación Legal. La emancipación legal se produce por:

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 1. Haber llegado el hijo o la hija a la mayoría de edad.


 2. El matrimonio del hijo o de la hija.
 3. Muerte real o presunta de los padres.
4. Sentencia que decrete la privación de la autoridad parental.

Artículo 86. Emancipación voluntaria. La emancipación voluntaria se efectúa


por instrumento público, en que los padres declaran emancipar al hijo adulto y
éste consiente en ello, atendiendo lo dispuesto en la Legislación Civil. No valdrá
esta emancipación si no es autorizada por el Juez competente. La emancipación
voluntaria una vez efectuada, es irrevocable, aun por causa de ingratitud.

Artículo 87. Emancipación Judicial. La emancipación judicial, se produce por


decisión del juez competente, cuando los padres que ejercen la autoridad
parental incurren en alguna de las siguientes causales:

1. Maltrato habitual del hijo o hija, en términos de poner en peligro su vida o de


causarle grave daño.
2. Haber abandonado al hijo o hija.
3. Depravación, que los incapacite de ejercer la autoridad parental.
4. Haber sido condenados por delito en persona del hijo o hija.
5. Enfermedad mental o grave anomalía síquica que lo incapacite para cumplir los
deberes parento filiales.

Parágrafo. En las causales anteriores deberá proceder el juez competente a


solicitud de cualquier familiar o pariente del hijo o la hija, a petición del Defensor
de Familia o de oficio.

Artículo 88. Suspensión de la autoridad parental. La autoridad parental se


suspende, con respecto a cualquiera de los padres por:

1. Su demencia.
2. Estar en entredicho de administrar sus propios bienes.
3. Su larga ausencia que conlleve el incumplimiento injustificado de
sus deberes de padre o madre.
4. Embriaguez o uso de sustancias que produzcan dependencia, en
forma habitual, que ponga en peligro la relación parento filial.

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5. Utilizar al hijo (a) en actividades que amenacen o vulneren sus


derechos.
6. Condena a la pena accesoria de suspensión de la patria potestad
por el tiempo de la pena principal.
7. La reincidencia o la renuencia a darle cumplimiento a la orden del
Defensor de Familia de asignación provisional de la custodia o
cuidado personal del niño, la niña o el joven.

Parágrafo Primero. Así mismo, la autoridad parental termina por las causales
contempladas en el artículo 80 de éste Código; pero si éstas se dan respecto de
ambos padres, se aplicará lo dispuesto en dicho artículo.

Parágrafo Segundo. La decisión que decrete el abandono y que disponga como


medida de protección la adopción, producirá respecto de los padres, la
terminación de la autoridad parental del niño, niña o joven adoptable.

Parágrafo Tercero. Cuando la autoridad parental se suspenda respecto de


ambos padres, mientras dure la suspensión se dará guardador al hijo o a la hija,
no habilitado (a) de edad.

Parágrafo Cuarto. La suspensión o privación de la autoridad parental no


exonera a los padres de sus deberes de tales para con sus hijos (as), de acuerdo
a lo establecido en el presente Código. Las obligaciones terminan cuando queda
ejecutoriada la sentencia de adopción.

Parágrafo Quinto. En lo relativo al numeral 2, se entenderá suspendida la


autoridad parental, para el solo efecto de la administración de los bienes del hijo
(a).

Parágrafo Sexto. En la sentencia que decrete la suspensión o privación de la


autoridad parental, el juez designará al guardador temporal o definitivo.

Artículo 89. Restitución de la autoridad parental. Los padres a quienes se


les haya suspendido el ejercicio de la autoridad parental, pueden pedir su
restitución cuando la causal que la motivó haya cesado.

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Artículo 90. Petición de suspensión y privación de la autoridad parental.


El niño, niña o joven, cualquiera de sus padres, sus ascendientes, el Defensor de
Familia o las personas responsables de su cuidado, pueden pedir la suspensión o
privación de la autoridad parental. Para una y otra, procederá también de oficio.

CAPÍTULO VII
CUIDADO PERSONAL

Artículo 91. Ejercicio conjunto del cuidado personal. El cuidado personal de


los hijos corresponde de consuno a los padres que viven juntos; en caso
contrario, a uno u otro, y a falta de ambos a los parientes más cercanos de
acuerdo a lo dispuesto por el artículo 61 del Código Civil.

Artículo 92. Desacuerdo sobre el cuidado personal. En caso de desacuerdo


entre los padres sobre el cuidado personal de los hijos, se acudirá al trámite de
conciliación ante el Defensor de Familia o el Comisario de Familia. De no haber
conciliación, éstos asignarán la custodia y cuidado personal de manera provisional
a aquel que ofrezca mayores garantías para su desarrollo integral, hasta tanto el
juez competente no se pronuncie de fondo.

Artículo 93. Unión parento filial. Para todos los efectos, cuando se hable del
derecho de visita se entenderá que es el derecho del niño, de la niña o del joven
menor de edad, a mantener la unión parento filial.

Parágrafo. El derecho de visita, debe procurar el mayor acercamiento posible


entre padres e hijos y debe ser establecido de modo que considere el interés de
los padres como el de los hijos con el fin de estrechar las relaciones familiares. En
el ejercicio de este derecho se debe proteger en todo caso, el interés superior de
los niños, niñas y jóvenes.

Artículo 94. Limitación del derecho a mantener la unión parento filial. El


derecho a mantener la unión parento filial, sólo podrá limitarse por el Defensor de
Familia o por el juez competente, en consideración al interés superior del niño.

Parágrafo. Las decisiones que adopten las autoridades competentes, sobre


tenencia y cuidado personal de los hijos no hacen tránsito a cosa juzgada
material y por lo tanto no se tornan definitivas, lo que permite que tales
decisiones puedan ser revisadas posteriormente en el mismo proceso donde se

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adoptó, o en posterior que la Ley autorice, cuando el cambio de las circunstancias


iniciales así lo aconsejen.

CAPÍTULO VIII
SEGURIDAD PERSONAL Y JURÍDICA DEL NIÑO, LA NIÑA Y EL JOVEN
PARA SALIR DEL PAÍS

Artículo 95. Autorización para el pasaporte. Todo niño, niña o joven puede
obtener pasaporte y salir del país con sus padres o con el padre supérstite, o con
su representante legal, sin que sea necesario acreditar documento diferente al
registro civil de nacimiento, o copia auténtica de la providencia que confiere la
representación legal o copia auténtica de la sentencia de adopción ejecutoriada o
registro de defunción de quien faltare si es el caso.

Parágrafo. Cuando el niño, la niña o el joven menor de edad vaya a salir del país
con uno de los padres o con persona distinta a los representantes legales, deberá
obtener previamente el permiso de aquel con quien no viajare o el de aquellos,
debidamente autenticado ante Notario Público o Autoridad Consular.

Artículo 96. Permiso de Plano. El Defensor de Familia otorgará de plano el


permiso del niño, la niña o el joven para salir del país, cuando el padre que
pretende salir con él demuestre cualquiera de las siguientes situaciones:

1. Carezca de representante legal.


2. Sentencia de suspensión o privación de la autoridad parental.
3. Sentencia de divorcio, de cesación de efectos civiles de matrimonio religiosos,
de nulidad civil de matrimonio o de separación de cuerpos decretada
judicialmente en donde exista pronunciamiento respecto del ejercicio de la
autoridad parental a favor de quien viaja con el niño, la niña o el joven menor de
edad.

4. Cuando los padres o representantes legales, o en su defecto, el Defensor de


Familia, por intermedio a la Fiscalía General de la Nación, o esta, de manera
oficiosa, con la anuencia de aquéllos, soliciten al I.C.B.F que se otorgue permiso
para salir del país al niño, niña o joven que sea parte del Programa de protección
a testigos, víctimas e intervinientes en el proceso penal, a fin de proteger y
garantizar su derecho fundamental a la vida y a la integridad personal.

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5. Secuestro de uno o de ambos padres del que se conozca por medio de la


Fiscalía General de la Nación.
6. Sentencia ejecutoriada por el delito de inasistencia alimentaría.
7. Cuando se certifique que ambos o uno de los padres, el niño, la niña o el joven
se encuentren en inminente peligro que amenace su vida o su integridad personal
o que sea víctimas de graves amenazas.
8. Cuando por certificación de medicina legal uno o ambos padres no se
encuentren en condiciones psíquicas o mentales para otorgarlo.
9. Cuando el niño, niña o joven requiera un tratamiento medico o intervención
quirúrgica en el exterior.

Parágrafo. En los casos de adopción para permitir la salida del país del niño, la
niña o el joven menor de edad adoptado, bien sea por extranjeros o por
ciudadanos colombianos, deberá estar ejecutoriada la sentencia que decrete la
adopción. Las autoridades de emigración exigirán copia auténtica de la sentencia
de adopción con la constancia de ejecutoria.

Artículo 97. Solicitud del permiso. El representante legal, o la persona de


quien el niño, la niña o el joven menor de edad dependa, presentará ante el
Defensor de Familia, solicitud escrita expresando con claridad y precisión los
hechos y circunstancias que motivan su solicitud, el tiempo de permanencia del
niño, la niña o el joven en el exterior y las personas que puedan declarar sobre la
veracidad de los hechos objeto de solicitud.

Parágrafo Primero. A la solicitud se anexará copia del registro civil de


nacimiento del niño, la niña o el joven, registro civil de matrimonio de sus padres
o documento idóneo de unión marital de hecho, o de defunción según el caso y
las demás pruebas que se pretenda hacer valer.

Parágrafo Segundo. El Defensor de Familia hará conocer al interesado el


contenido y alcances del artículo 453 del Código Penal, dejando constancia de
esta actuación en el respectivo expediente.

Artículo 98. Trámite. De manera inmediata al recibo de la solicitud, el Defensor


de Familia ordenará la notificación al padre renuente a otorgar el permiso o
procederá al emplazamiento mediante aviso de aquel o de aquellos cuyo paradero
se ignora. El aviso se publicará por una sola vez en un diario de amplia circulación

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nacional, en cuyo texto se informará que tendrá cinco (5) días para hacer valer
sus derechos.

Parágrafo Primero. Si el notificado o emplazado comparece y se niega a otorgar


el permiso, el Defensor de Familia exhortará a las partes a conciliar sus
diferencias acerca de la salida del niño, la niña o el joven del país. Surtida la
conciliación y logrado el acuerdo levantará Acta que suscribirán las partes.

Parágrafo Segundo. Si pasados cinco (5) días de la publicación del aviso, el


emplazado no comparece, o surtida la notificación el notificado no se hace
presente, el Defensor de Familia ordenará la práctica de las pruebas que estime
conveniente y realizadas estás decidirá de fondo la solicitud, otorgando o
negando el permiso.

Parágrafo Tercero. Si el notificado o emplazado, se hace presente y niega el


permiso de salida del país, el Defensor de Familia remitirá las diligencias al Juez
de Familia, quien resolverá la controversia de acuerdo con el procedimiento
verbal sumario.

Parágrafo Cuarto. El Defensor de Familia de inmediato oficiará a la División de


Registros Judiciales del DAS y a la respectiva Regional del I.C.B.F para que
certifique si existe o no impedimento de parte de uno o de ambos de los padres
para que el niño, la niña o el joven menor de edad salga del país.

Artículo 99. Decisión Administrativa. Surtido el trámite anterior, en los cinco


(5) días siguientes el Defensor de Familia producirá su decisión mediante
Resolución motivada, que deberá ser notificada personalmente y contra la cual
proceden los recursos de reposición, apelación y el de queja cuando se deniegue
el de apelación.

Parágrafo. De no poderse realizar la notificación personal, se notificará por


edicto el cual se fijará por el término de cinco (5) días en la secretaria de la
Defensoría, una vez vencido este término si no hubiere oposición al tercer (3) día
siguiente quedará ejecutoriada la decisión y a partir de ese momento el Acto
Administrativo tendrá una vigencia de sesenta (60) días contados a partir de la
fecha de expedición de la Resolución.

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Artículo 100. Competencia para otorgar permisos. Los Jueces de Familia,


Promiscuos de Familia o en su defecto los Jueces Civiles o Promiscuos
Municipales, serán competentes para otorgar los permisos a niños, niñas y
jóvenes menores de edad para salir del país, cuando haya desacuerdo al respecto
entre sus representantes legales o entre éstos y quienes detentan la custodia y
cuidado personal de acuerdo con el proceso verbal sumario establecido en la
Legislación de Procedimiento Civil y demás normas concordantes.

Artículo 101. Contenido del pasaporte. En el pasaporte del niño deberá


aparecer en lugar visible, bajo el título de «Padres o Guardador General», la
siguiente información: los nombres, documentos de identificación, nacionalidad,
direcciones y teléfonos, fotografías, huellas dactilares del índice derecho y rúbrica
de los padres o del guardador del niño.

Artículo 102. Sello especial. El niño puede salir del país siempre que acredite
en su pasaporte el sello especial del Ministerio de Relaciones Exteriores o de la
respectiva Gobernación, como constancia de que cumpla los requisitos legales
para salir del país. La vigencia de esta constancia expirará al término de sesenta
(60) días.

CAPÍTULO IX
ALIMENTOS

Artículo 103. Concepto de alimentos. Se entiende por alimentos todo lo que


es indispensable para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica,
recreación, formación integral y educación o instrucción del menor. Los alimentos
comprenden la obligación de proporcionar a la madre los gastos de embarazo y
parto.

Artículo 104. Titulares de alimentos. Se deben alimentos:


1. A las personas enumeradas en el artículo 411 de Código Civil.
2. A la madre gestante, los cuales comprende los gastos médicos y los que
requiere ésta durante el embarazo y el parto.
3. A los hijos con discapacidad siempre y cuando no puedan subsistir
económicamente por sus propios medios. 4. A los hijos mayores de edad que
cursen estudios, dicha obligación se extenderá hasta los 25 años.

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Parágrafo primero: Quien fuere vencido y declarado padre en juicio de


investigación de paternidad, deberá alimentos al niño, desde el momento de la
presentación de la demanda.

Parágrafo segundo: La mujer grávida podrá reclamar alimentos respecto del


hijo que está por nacer, del padre matrimonial o del que haya reconocido la
paternidad en el caso del hijo extramatrimonial.

Artículo 105. Créditos por alimentos. Los créditos por alimentos a favor del
niño, la niña y el joven pertenecen a la primera causa de los créditos
privilegiados de primera clase y se regulan por las normas del presente Código y
en lo aquí no previsto, por el Código Civil y el Código de Procedimiento Civil.

Artículo 106. Acuerdo sobre alimentos. Alimentante y alimentarlo


personalmente o por medio de representante legal, podrán determinar de común
acuerdo en documento escrito la cuantía de la obligación alimentaría, su
incremento, el lugar y la forma de cumplimiento, de tal manera que se garantice
la satisfacción de las necesidades del niño, la niña o el joven. Expresado el
acuerdo de voluntades por las partes, tiene efectos vinculantes entre éstas y
presta mérito ejecutivo.

Artículo 107. Trámite de conciliación como requisito de procedibilidad. En


caso de incumplimiento o de desacuerdo sobre la obligación alimentaría, será
obligatoria el trámite de conciliación; de no lograrse o no cumplirse lo acordado,
podrá iniciarse el proceso judicial correspondiente. A la demanda deberá anexarse
el acta de conciliación.

Artículo 108. Conciliación en alimentos. En caso de incumplimiento de la


obligación alimentaría para con un menor, cualquiera de sus padres, sus
parientes, el guardador o la persona que lo tenga bajo su cuidado, podrán
provocar la conciliación ante el defensor de familia, los jueces competentes, el
comisario de familia, o el inspector de los corregimientos de la residencia del
menor, o éstos de oficio. En la conciliación se determinará la cuantía de la
obligación alimentaría, el lugar y forma de su cumplimiento, la persona a quien
debe hacerse el pago, los descuentos saláriales, sus garantías y demás aspectos
que se estimen necesario.

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El acta de conciliación y el auto que la apruebe, prestarán mérito ejecutivo,


mediante el trámite del proceso ejecutivo de mínima cuantía ante los jueces de
familia o municipales, conforme a la competencia señalada en la ley.

Artículo 109. Audiencia de Conciliación. La audiencia de conciliación se


realizará dentro de los cinco (5) días siguientes al recibo de la solicitud verbal o
por escrito, sin perjuicio de realizarla inmediatamente si estuvieron presentes las
partes.

Parágrafo. La audiencia de conciliación sólo podrá suspenderse por una vez y se


señalará su continuación para el quinto día siguiente a la fecha de la suspensión.

Artículo 110. Acta de Conciliación. En el acta de conciliación se determinará la


cuantía de la obligación alimentaría, el lugar y forma de cumplimiento, la persona
a quien debe hacerse el pago, los descuentos saláriales, los incrementos de la
cuota alimentaría, las garantías y demás aspectos que se estimen necesarios.
Igualmente, quedará consignada la autorización para que el pagador o en defecto
de éste el empleador, efectúe los descuentos correspondientes a la cuota
pactada. El funcionario competente ante quien se llevó a cabo la conciliación,
oficiará al empleador o pagador una vez firmada el acta. En todo caso, la cuota
alimentaría deberá ser incrementada en el mes de enero de cada año, éste
incremento no puede ser inferior al aumento del salario mínimo legal vigente. El
acta de conciliación prestará mérito ejecutivo.

Artículo 111. Prevalencia del Acta de Conciliación. En caso de existir dos o


más actas de conciliación que versen sobre el mismo asunto, suscritas por las
mismas partes, prevalecerá aquella que sea más favorable al derecho alimentario
del niño, la niña o el joven.

Artículo 112. Ofrecimiento de Alimentos. Al ofrecimiento de alimentos por


parte del alimentante, se aplicará si hay acuerdo, lo dispuesto en el artículo 96.
Si el ofrecimiento es rechazado se aplicará el artículo 100 de éste Código. En el
último caso, el funcionario competente tomará en cuenta en su decisión los
términos del ofrecimiento y los informes y pruebas presentadas por el oferente
para sustentar su propuesta.

Artículo 113. Fijación provisional de alimentos. Si citado en dos


oportunidades la persona señalada como obligada a suministrar alimentos al niño,

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la niña o el joven no compareciera habiéndosele dado a conocer el contenido de


la petición, o si fracasare la conciliación, el Defensor de Familia y las demás
autoridades competentes, según el caso, fijarán provisionalmente los alimentos.
El Auto que señale la cuota provisional prestará mérito ejecutivo.

Artículo 114. Legitimación para demandar alimentos. En caso de que


fracase la conciliación o se produzca incumplimiento del acuerdo, el niño, la niña
o el joven, su representante legal, la persona responsable de su cuidado, o el
Defensor de Familia, podrán demandar ante el Juez de Familia, Promiscuo de
Familia, o en su defecto ante el Juez Civil o Promiscuo Municipal del lugar de
residencia del niño, la niña o el joven, la fijación o revisión de alimentos, que se
tramitará por el procedimiento que regulan los artículos siguientes. El Juez podrá
también iniciar de oficio el proceso.

Artículo 115. Procedimiento. El proceso de alimentos, se tramitará como


especial de conformidad como lo establece este Código, salvo el de ejecución, que
se tramitará conforme al proceso de mínima cuantía. En la reclamación de
alimentos procederá la acumulación de pretensiones, procesos o actuaciones a
que haya lugar.

Artículo 116. Demanda de alimentos. La demanda deberá expresar el nombre


de las partes, el lugar de su notificación, el valor de los alimentos, los hechos que
le sirven de fundamento, el acta de conciliación o el documento que pruebe el
agotamiento de esta etapa y las pruebas que se pretenda hacer valer.

Parágrafo Primero. La demanda podrá presentarse por escrito o verbalmente.


En el último caso, el secretario del juzgado extenderá un acta que firmará con el
demandante, la cual deberá reunir los requisitos del inciso anterior, so pena de
incurrir en causal de mala conducta.

Parágrafo Segundo. Si faltare algún documento que el demandante no esté en


posibilidades de anexar, el Juez, previo informe del secretario, a solicitud de parte
o de oficio, ordenará a la autoridad correspondiente que gratuitamente se expida
y se remita al proceso.

Artículo 117. Admisión de la demanda. El Juez admitirá la demanda mediante


Auto que se notificará al demandado, conforme a lo dispuesto en los artículos 314
y 315 del Código de Procedimiento Civil, con la entrega de la copia de la demanda

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o del acta de conciliación respectiva, según fuere el caso, con el objeto de que el
demandado la conteste dentro de los cuatro (4) días siguientes a la notificación.

Parágrafo. Si faltare algún requisito de la demanda, el Juez ordenará por Auto


de Cúmplase que se subsane por escrito. Cuando el Juez de oficio promoviere
este proceso, dictará un Auto en que exponga los hechos de que ha tenido
conocimiento y la finalidad que se propone. Este Auto se notificará conforme con
lo establecido en el presente artículo.

Artículo 118. Contestación de la demanda. La contestación de la demanda


podrá hacerse por escrito o verbalmente. En el último caso se extenderá un Acta
que firmarán el demandado y el secretario. Con la contestación de la demanda
deberán aportarse los documentos que se encuentren en poder del demandado y
pedirse en ella las demás pruebas que se pretenda hacer valer. Si se propusieren
excepciones de mérito se dará traslado de éstas al demandante por tres (3) días
con el objeto de que pida las pruebas que estime convenientes en relación con
éstas. En este proceso no podrán proponerse excepciones previas y los hechos
que las configuran deberán alegarse haciendo uso del recurso de reposición
contra el Auto admisorio de la demanda.

Artículo 119. Audiencia. Vencido el término de traslado de la demanda y el de


las excepciones de mérito si se hubieren propuesto, el Juez señalará fecha para la
audiencia, por Auto que no tendrá recursos y prevendrá a las partes para que en
ella presenten los documentos y testigos. La audiencia deberá celebrarse dentro
de los diez (10) días siguientes a la fecha del Auto.

Artículo 120. Saneamiento y citación a las partes. En el Auto que señale


fecha para la Audiencia, el Juez a petición de parte o de oficio, adoptará las
medidas necesarias para el saneamiento del proceso, con el fin de evitar
nulidades y sentencias inhibitorias. En el mismo Auto citará a las partes para que
en ellas absuelvan sus interrogatorios.

Artículo 121. Trámite de la Audiencia. Para el trámite de la Audiencia se


aplicará, en lo pertinente lo dispuesto en los parágrafos 2 y 3 del artículo 101 del
Código de Procedimiento Civil y si dentro de ella prospera la conciliación se
regulará por lo previsto en este Código y en las normas concordantes sobre la
materia, en especial el parágrafo 6 del citado artículo 101.

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Parágrafo Primero. En la misma Audiencia el Juez decretará y practicará las


pruebas pedidas por las partes o las que de oficio considere necesarias. Si no
fuese posible practicarlas en su totalidad de inmediato, señalará el término para
ello, que no podrá exceder de diez (10) días.

Parágrafo Segundo. Las partes podrán presentar los documentos que no se


hubieren anexado a la demanda o a su contestación, así como los testigos cuya
declaración se hubiere solicitado, que no excederán de dos (2) sobre los mismos
hechos.

Artículo 122. Sistema de grabación en la Audiencia. Durante la Audiencia, si


así lo estimaren las partes y el Juez, se utilizará el sistema de grabación
magnetofónica o electrónica y en el Acta se dejará constancia únicamente de
quines intervinieron en la Audiencia, de los documentos que se hayan presentado,
del Auto que suspendió la Audiencia, si es el caso, y se incorporará la parte
resolutiva de la sentencia si se hubiere proferido verbalmente. Esta Acta presta
mérito ejecutivo.

Parágrafo Primero. Cuando no fuere posible utilizar el sistema de grabación


porque el Juzgado carece de los elementos necesarios y las partes no estén de
acuerdo o nos los proporcionaren, se utilizará la versión escrita mecanografiada.

Parágrafo Segundo. Quienes tengan interés legítimo en el proceso, podrán


pedir al secretario, la reproducción magnetofónica de las grabaciones,
proporcionando los medios necesarios para ello. De las grabaciones se dejará
duplicado que formará parte del archivo del Juzgado.

Artículo 123. Certificación de ingresos. Para los efectos de fijar alimentos en


el proceso, el Juez o el Defensor de Familia podrán solicitar al pagador o
empleador, certificación de los ingresos y salarios del demandado; a la
Administración de Impuestos Nacionales copia de la última declaración de renta y
a otras autoridades y entidades las certificaciones que consideren pertinentes.

Artículo 124. Constitución de garantía. La sentencia podrá disponer que los


alimentos se paguen y garanticen mediante la constitución de un capital, cuya
renta los satisfaga; en tal caso, si el demandado no cumple la orden en el curso
de los diez (10) días siguientes, el demandante podrá pedir al Juez en el mismo
expediente, que decrete el embargo, secuestro y remate de bienes del deudor en

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la cantidad necesaria para la obtención del capital fijado, por el trámite del
proceso ejecutivo de mínima cuantía, sin la intervención de terceros acreedores.

Parágrafo. En el evento en que, el alimentante haya sido condenado por el delito


de inasistencia alimentaría, y se le haya otorgado la libertad provisional, el Juez
deberá determinar las garantías para el cumplimiento de la obligación
alimentaría.

Artículo 125. Indicios y presunción de ingresos. Cuando no fuere posible


acreditar el monto de los ingresos del alimentante, el Juez deberá establecerlo
tomando en cuenta su patrimonio, posición social, costumbres, y en general
todas las situaciones y circunstancias que sirvan para evaluar su capacidad
económica. En todo caso, se presumirá que devenga al menos el salario mínimo
legal. Esta presunción surtirá efecto desde la admisión de la demanda, para la
fijación de los alimentos provisionales.

Artículo 126. Trámite ejecutivo. La demanda ejecutiva de alimentos se llevará


en cuaderno separado, sobre el mismo expediente en caso de existir proceso
previo de alimentos fallado, a menos que el niño, la niña o el joven haya
cambiado de lugar de residencia, se realizará por el trámite ejecutivo de mínima
cuantía en el cual no se admitirá otra excepción que la de pago.

Parágrafo. Las mesadas alimentarías dejadas de pagar y reclamadas dentro del


trámite ejecutivo, causarán el interés moratorio vigente a la fecha de su cobro.

Artículo 127. Ejecución de la obligación de hacer. Todas las ejecuciones


derivadas del incumplimiento de una obligación alimentaría debida a los niños, las
niñas o los jóvenes, serán de conocimiento de los Jueces de Familia o Promiscuos
de Familia del lugar de residencia de aquellos y se tramitarán de acuerdo a lo
previsto en el Código de Procedimiento Civil.

Artículo 128. Medidas. El Juez de oficio o a solicitud de parte, desde la


admisión de la demanda o durante el proceso o en la sentencia, deberá tomar las
siguientes medidas, sin perjuicio de las garantías de cumplimiento que convengan
las partes o establezca la ley, con el fin de garantizar la oportuna satisfacción de
la obligación alimentaría:

1. Ordenar que se den alimentos provisionales, desde la admisión de la demanda.

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2 Dar aviso al Departamento Administrativo de Seguridad, con el fin de que se


adopten las medidas necesarias, y en especial para que se asegure que el
demandado no pueda ausentarse del país sin prestar garantía suficiente que
respalde el cumplimiento de la obligación alimentaría.
3. Ordenar al respectivo pagador o empleador, descontar y consignar a órdenes
del Juzgado, hasta el cincuenta por ciento (50%) de lo que legalmente compone
el salario mensual del demandado, y hasta el mismo porcentaje de sus
prestaciones sociales, cuando el obligado a suministrar alimentos fuere
asalariado. El incumplimiento de esta orden, hace al empleador o pagador en su
caso, responsable solidario de las cantidades no descontadas. Para estos efectos,
previo incidente dentro del mismo proceso, en contra de aquél o de éste se
extenderá la orden de pago.
4. Decretar el embargo de los inmuebles y el embargo y secuestro de los bienes
muebles, en cantidad suficiente para garantizar el pago de la obligación y hasta el
cincuenta por ciento (50%) de los frutos que ellos produzcan, cuando no fuere
posible el embargo del salario y de las prestaciones.

Parágrafo Primero. Del embargo y secuestro quedarán excluidos los bienes de


uso personalísimo de la persona llamada a cumplir la obligación alimentaría y las
demás excepciones pertinentes consagradas en el artículo 684 del Código Civil.

Parágrafo Segundo. El embargo se mantendrá, hasta tanto el obligado


garantice mediante caución prendaría, hipotecaria u otra que asegure el
cumplimiento de las mesadas alimentarías futuras.

Artículo 129. Concurrencia de embargos para fijación de la cuota


alimentaría. Si los bienes de la persona obligada a sus ingresos se hallaren
embargados, por virtud de una acción anterior fundada en alimentos o afectados
al cumplimiento de una sentencia de alimentos, el Juez de oficio o a solicitud de
parte, al ser informado de la existencia de otros procesos, asumirá el
conocimiento de ellos, para el solo efecto de señalar la cuantía de las varias
pensiones alimentarías, tomando en cuenta las condiciones del alimentante y las
necesidades de los diferentes alimentarios.

Artículo 130. Revisión de la cuota de alimentos. La cuota alimentaría


establecida mediante ofrecimiento, conciliación o fijada por el funcionario
competente, podrá ser revisada en audiencia de conciliación, cuando cambien las
circunstancias que dieron origen a su determinación. La solicitud de revisión,

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deberá estar acompañada de la copia del Acta de Conciliación, del ofrecimiento o


del documento que la decreto.

Parágrafo. La revisión se adelantará en el mismo expediente en cuaderno


separado cuando el trámite se adelante ante la misma autoridad, a menos que el
niño, la niña o el joven haya cambiado de lugar de residencia. Fracasada ésta, las
partes podrán presentar sus pretensiones ante la Jurisdicción de Familia.

Artículo 131. Incumplimiento y consecuencias. Cuando sin justa causa


previamente comprobada la persona llamada a suministrar alimentos al niño, niña
o joven, no cumpla o no se allane a cumplir la obligación alimentaría, no será
tenido en cuenta en la reclamación que haga de los derechos que pueda tener
con relación al alimentario, excepto el derecho del niño, la niña y el joven a
relacionarse con sus padres para fortalecer el vínculo afectivo, siempre y cuando
no se afecte el interés superior de aquellos.

Artículo 132. Sentencia. Surtida la instrucción, el Juez oirá hasta por veinte
(20) minutos a cada parte y proferirá la sentencia en la misma Audiencia si ello
fuere posible o en otra que convocará para dentro de los seis (6) días siguientes,
en la que emitirá el fallo aunque no se encuentren presentes ni las partes ni sus
apoderados.

Artículo 133. Suspensión o privación de la autoridad parental. Cuando a


los padres se imponga la suspensión o privación de la autoridad parental, no por
ello cesará la obligación alimentaría.

Artículo 134. Prohibición de transmisión, venta, cesión o renuncia del


derecho de alimentos. El derecho de pedir alimentos no puede trasmitirse por
causa de muerte, ni venderse o cederse de modo alguno, ni renunciarse. El que
debe alimentos no puede oponer al demandante en compensación lo que el
demandante le deba a él.

Parágrafo. No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, las pensiones


alimenticias atrasadas podrán renunciarse o compensarse y el derecho de
demandarlas trasmitirse por causa de muerte, venderse o cederse, con
autorización judicial, sin perjuicio de la prescripción que compete alegar al
deudor.

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Artículo 135. Reclamación de alimentos cuando el obligado reside en el


exterior. Respecto de la reclamación de alimentos cuando el obligado reside en
el exterior se aplicará lo señalado en las Leyes 471 del 5 de agosto de 1998, 449
del 4 de agosto de 1998 y en los Tratados y Convenios Internacionales
relacionados con la materia.

Artículo 136. Facultades especiales. El Defensor de Familia podrá promover


en beneficio del niño, cualquier otro proceso que fuere necesario para obtener el
pago de las mesadas alimentarías decretadas en su favor, incluyendo aquellos
que busquen la revocación o declaratoria de simulación de las enajenaciones
hechas en perjuicio de los intereses del niño, la niña o el joven.

TITULO III
PROTECCIÓN INTEGRAL
CAPITULO I
CAUSALES DE APLICACIÓN

Artículo 137. CAUSALES DE APLICACIÓN. Las medidas de protección al


niño, previstas en este código se aplicarán ante la amenaza o la vulneración de
sus derechos:

A. Por ausencia, abuso u omisión de los deberes y responsabilidades


por parte de su familia, de sus representantes legales o de las
personas responsables de su cuidado.

B. Por acción u omisión por parte del Estado o de la sociedad de las


responsabilidades señaladas en la Constitución y la ley.

C. Por razón de la conducta del niño, cuando amenace o vulnere sus


derechos, los derechos de los demás o el orden jurídico.

Parágrafo Primero. La protección de niños indígenas se realizará aplicando las


normas de parentesco, solidaridad, reciprocidad, unidad, integralidad e identidad
propias de la tradición cultural de su pueblo de origen.

Parágrafo Segundo. En ningún caso la carencia de recursos materiales


constituye motivo suficiente para la separación del niño de su familia.

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CAPITULO II
COMPETENCIA Y PROCEDIMIENTOS

Artículo 138. Competencias y Procedimientos. El procedimiento en relación


con la protección especial a los niños se regirá conforme a lo dispuesto de manera
especial en éste código, y en lo no previsto por las disposiciones del Código
Contencioso Administrativo.

Artículo 139. Gratuidad e intervención de Apoderado. Las actuaciones


adelantadas ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar son gratuitas y no
requieren la intervención de apoderado. No obstante, si el interesado quisiere
hacerse representar, sólo podrá hacerlo mediante abogado inscrito.

Artículo 140. Deber de informar. Sin perjuicio del deber de denunciar, toda
persona o autoridad que tenga conocimiento de la vulneración o amenaza de los
derechos y garantías del niño consagrados en la constitución o en la ley deberá
informar, de manera inmediata el hecho al Defensor de Familia del lugar más
cercano o en su defecto a la autoridad de policía, con el fin de que se adopten las
medidas provisionales para su protección.

La autoridad competente que no tramite la denuncia o aviso oportuna y


adecuadamente, o que no remita a quien corresponda, incurrirá en causal de
mala conducta, sin perjuicio de las demás sanciones previstas en la ley.

Artículo 141. Competencia. Corresponde al Instituto Colombiano de Bienestar


Familiar, por intermedio del Defensor de Familia del lugar donde se encuentra el
niño, brindarle protección integral especial cuando se de alguna de las causales
de ley, quien actuará de oficio o a petición de parte.

Una vez establecida plenamente la residencia, este será remitido junto con las
diligencias adelantadas para ante el Defensor de Familia de la jurisdicción
correspondiente, quien continuará con el procedimiento hasta su culminación.

Artículo 142. Apertura de la investigación. El Defensor de Familia de


manera inmediata al conocimiento de un hecho que amanece o vulnere los
derechos del niño, iniciará la investigación por medio de auto, en el cual
ordenará:

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1. La notificación a los representantes del niño, o las personas


responsables de su cuidado. Igualmente se le dará aviso al
Agente del Ministerio Público, quien podrá intervenir en la
actuación administrativa.

2. La práctica de las pruebas tendientes a establecer las


circunstancias que configuran la amenaza o vulneración de los
derechos del niño, de acuerdo con el código de Procedimiento
Civil.

3. La medida de protección provisional que más convenga al niño


cuando las circunstancias lo ameriten.

Artículo 143. Garantía. Para garantizar el interés superior del niño y facilitar
que sus representantes legales o personas de quienes el niño dependa hagan
valer sus derechos en el proceso especial de protección, procederán la
notificación personal, por conducta concluyente y la notificación pública.

Artículo 144. Notificación Personal. La notificación se hará personalmente a


los representantes legales o a las personas responsables del cuidado del niño si
se conoce su identidad y residencia mediante citación dentro de los cinco días
siguientes a la fecha del auto de apertura de la investigación.

Si los citados no se hallaren en la dirección indicada en las diligencias, la citación


deberá entregarse a la persona que allí se encuentre, quien firmará la copia. Si
se negaré a hacerlo, firmará un testigo que dará fe de ello. En todo caso la
citación se fijará en la puerta de acceso al lugar y así se hará constar en la copia
que se adjunte al expediente del niño.

Artículo 145 Notificación pública del auto. Si se desconoce el domicilio o


lugar de residencia de las personas de quien dependa el niño, la notificación se
surtirá dentro de los diez días siguientes a la fecha de apertura de la
investigación, mediante publicación o transmisión en un medio masivo de
comunicación nacional que incluirá, en el primer caso y si es necesario, la
fotografía del niño.

La constancia de la publicación o transmisión, se adjuntará al expediente del


niño.

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Artículo 146 Término probatorio. Las pruebas ordenadas en el auto de


apertura de la investigación, deberán practicarse en un plazo máximo de treinta
(30) días, contados a partir del vencimiento de la notificación.

Si dentro del término probatorio los notificados se hacen presentes y solicitan


pruebas, el defensor de familia mediante auto, deberá ampliarlo hasta por diez
(10) días más para practicar y decretar las que de oficio estime pertinentes.

Artículo 147. Entrevista obligatoria al niño. El Defensor de Familia


entrevistará al niño con el objeto de obtener la mayor certeza sobre las
circunstancias que lo rodean y la medida más aconsejable para su protección,
salvo que por imposibilidad manifiesta del niño no pudiere llevarse a cabo.

Artículo 148. Comisión para la práctica de pruebas. Los funcionarios


administrativo que cumplan funciones policivas y los Jueces deberán, a partir de
la vigencia del presente código, practicar las pruebas decretadas por los Jueces
de Menores o de Familia o los Defensores de Familia que les sean solicitadas.

La práctica de estas pruebas se sujetará a las normas del Código de


Procedimiento Civil relativas a la comisión.

Artículo 149. Decisión. Vencido el término probatorio el Defensor de Familia


dentro de los veinte (20) días siguientes deberá, pronunciar su decisión mediante
resolución motivada en la cual decretará una o más medidas de protección. Con
todo el defensor de familia antes de pronunciar su decisión, valorará las pruebas
y el concepto que debe emitir el equipo profesional interdisciplinario del centro
zonal respectivo dentro de los cinco (5) días siguientes al vencimiento del término
probatorio. En el evento en que se apartare de dicho concepto, deberá expresar
en la resolución las razones en que se funda.

Artículo 150. Contenido de la Resolución. La resolución deberá contener una


síntesis de los hechos que dieron lugar al proceso, el examen de las pruebas, los
fundamentos de derecho y la justificación de la medida de protección que más
conviene al interés superior del niño.

La parte resolutiva contendrá la indicación de la medida, su forma de


cumplimiento, la periodicidad de su evaluación y los demás aspectos que

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interesen a la situación del niño. Cuando proceda, incluirá también la indicación


de la cuantía con la cual el responsable del cuidado del niño debe contribuir a su
sostenimiento durante la vigencia de la medida y el nombre del depositario.

La resolución obliga tanto a los particulares como a las autoridades prestadoras


de servicios requeridos para la ejecución de la medida. En el primer caso, la
resolución prestará mérito ejecutivo.

La resolución indicará los recursos que proceden contra ella y la oportunidad para
interponerlos.

Artículo 151. Terminación de la patria potestad sobre el niño adoptable.


La resolución en que se disponga como medida de protección la declaratoria de
Adoptable producirá respecto de los padres, la terminación de la patria potestad
del niño adoptable.

Artículo 152. Notificación Personal. La Resolución deberá notificarse


personalmente a quienes hubieren comparecido al proceso, dentro de los cinco
(5) días siguientes; de no ser posible su práctica, se notificará por Edicto.

Artículo 153. Notificación por Edicto. El edicto deberá contener:

1. La palabra edicto, en letras mayúsculas, en la parte superior.

2. La información sobre la actuación de que se trata y el nombre de las partes,


dejando a salvo la reserva sobre la identidad de los niños afectados, a menos que
fuere absolutamente necesario identificarlos.

3. El encabezamiento y la parte resolutiva de la providencia.

4. La fecha y hora en que se fija y la firma del Secretario.

El edicto se fijará en lugar visible del respectivo Despacho por cinco (5) días, y en
él se anotará, por el Secretario la fecha y hora de su desfijación y el original se
agregará al expediente.

Artículo 154. Recursos. Contra la resolución que profiera el Defensor de


Familia, proceden los siguientes recursos:

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El de reposición ante el mismo funcionario que dictó la providencia para que se


aclare, modifique o revoque.

El de apelación para ante el correspondiente Director Regional del Instituto


Colombiano de Bienestar Familiar con el mismo objeto, concediéndose en el
efecto devolutivo.

El de queja ante el jefe de las Defensorías de Familia, cuando se deniegue el de


apelación.

Los recursos anteriores podrán ser interpuestos por todos aquellos que acrediten
un interés legítimo en relación con el niño, respecto de quien se define su
situación.

Artículo 155. Oportunidad de los recursos. Los recursos de reposición y


apelación deberán interponerse por escrito en la diligencia de notificación o
dentro de los tres (3) días siguientes a la misma o a la desfijación del edicto,
según el caso.

El recurso de queja deberá interponerse dentro de los tres (3) días siguientes a la
notificación de la decisión que negó el recurso, adjuntando copia de ésta.

En la sustentación de los recursos, deberá expresarse en forma clara y concreta


los motivos de la inconformidad y relacionarse las pruebas que pretenden hacer
valer, indicando el nombre y dirección del recurrente.

Artículo 156. Recursos de Reposición y Apelación. Los recursos de


reposición y apelación se resolverán de plano, salvo que al interponerlos se
aleguen hechos nuevos directamente relacionados con el asunto, se solicite la
práctica de pruebas que tengan que ver con los hechos materia de reclamación o
que del Defensor de Familia considere necesario decretarlas de oficio.

Para la práctica de pruebas, si fuere el caso, se señalará un término de cinco (5)


días, prorrogables hasta por cinco más, si fuere necesario.

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Concluido el término probatorio, se proferirá la decisión mediante resolución


motivada dentro de los cinco (5) días siguientes, la cual deberá notificarse
personalmente o por edicto.

Artículo 157. Homologación. La Resolución mediante la cual se dispone la


declaración de adoptable del niño, sólo requerirá ser homologada por el Juez
competente cuando las personas cuyo cargo estuviere el cuidado, la crianza y
educación del niño, se hubieren opuesto a esta medida dentro del trámite
administrativo en que se decretó, o dentro de los veinte (20) días siguientes a la
fecha en que hubiere quedado en firme tal medida, término dentro del cual
deberán presentar al Defensor de Familia las alegaciones y pruebas que
sustenten la oposición a la medida decretada.

Artículo 158. Inscripción. La declaración de adoptable prevista en el artículo


anterior una vez ejecutoriada o la sentencia de homologación si fuere el caso,
deberá ser inscrita en el libro de varios de la Notaría u oficina de Registro
respectivo.

Artículo 159. Remisión del Expediente. Vencido el término legal, el Defensor


de Familia para los efectos de homologación, remitirá al Juez de Familia o
Promiscuo de Familia del domicilio de la persona o entidad a cuyo cargo se
encuentre el niño tanto el expediente como las nuevas alegaciones, si se hubieren
presentado, para que éste, dentro de los quince (15) días siguientes, dicte de
plano la sentencia de homologación.

Si el Juez estimare que no se cumplieren los requisitos de ley, mediante auto


devolverá la actuación al Defensor de Familia para que se subsanen los defectos
que hubiere advertido.

Contra la sentencia que homologa la decisión del Defensor de Familia, no procede


recurso alguno.

Artículo 160. Agotamiento del Trámite administrativo. En firme la


resolución que niega la solicitud de revocación, de modificación o terminación de
la medida impuesta por el Defensor de Familia queda agotado el trámite
administrativo. Los padres o las personas que tengan el cuidado personal de la
crianza y educación del niño podrán solicitar al Juez de Familia o Promiscuo de

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Familia la terminación de los efectos de las declaraciones hechas por el Defensor


de Familia y la finalización de las medidas de protección adoptadas.

Para este efecto deberán mostrar plenamente que se han superado las
circunstancias que les dieron lugar y que hay razonables motivos para esperar
que no volverán a producirse.

Esta acción podrá intentarse siempre y cuando no se halla homologado la


declaratoria de adoptable o decretado la adopción.

Artículo 161. Conocimiento del competente. De la acción prevista en el


artículo anterior conocerá, en única instancia, el Juez de Familia o Promiscuo de
Familia del domicilio de la persona o entidad a cuyo cargo se encuentra el niño.

Esta acción se tramitará de acuerdo con el procedimiento verbal sumario


establecido en el Decreto 2282 de 1989.

En el proceso correspondiente también serán partes el niño y la persona o


entidad a cuyo cuidado se encuentre. El Defensor de Familia deberá ser citado
para que se haga parte en el proceso.

Artículo 162. Fijación de la contribución. El actor en los procesos de que


tratan los artículos precedentes, deberá acreditar que han variado
favorablemente para el niño las circunstancias que dieron lugar a las medidas de
protección decretadas.

El Juez señalará en el auto admisorio de la demanda, la cantidad con la cual el


demandante deberá contribuir al sostenimiento del niño mientras dure el proceso.
Las sumas así depositadas, deberán ser entregadas a la persona o entidad que
tenga el cuidado del niño sin perjuicio de la subrogación de que trata la ley.

CAPITULO III
ALLANAMIENTO

Artículo 163. Rescate del menor. Cuando el Defensor de Familia establezca


sumariamente que un niño se encuentra en situación de grave peligro, procederá
a su rescate a efecto de prestarle la protección necesaria; y si las circunstancias
así lo ameritan, ordenará, mediante auto, el allanamiento del sitio donde el niño

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se hallare, para lo cual podrá solicitar el apoyo de la fuerza pública, la cual no


podrá negarse a prestarlo.

Parágrafo. Para los efectos de este artículo se entiende por peligro grave, toda
situación en la que se encuentre comprometida la vida o la integridad personal
del niño.

Artículo 164. Auto que ordena la diligencia. Antes de proceder al


allanamiento y registro del sitio donde se encuentra el niño, el defensor de familia
deberá dar lectura del auto que ordena la diligencia, a quien se encuentre en el
inmueble. Si los ocupantes al enterarse del contenido del auto, entregaren al
niño sin resistencia o si se desvirtuaren los motivos que originaron la medida, el
Defensor de Familia suspenderá la práctica del allanamiento.

Artículo 165. Práctica del allanamiento. Si el Defensor de Familia no


encontrare persona alguna en el inmueble para comunicarle el allanamiento,
procederá a practicarlo.

Artículo 166. Limitaciones en la diligencia. En la diligencia de allanamiento y


registro prevista en los artículos anteriores, deben evitarse las inspecciones
inútiles y el daño innecesario a las cosas; en ningún caso se podrá molestar a los
ocupantes del inmueble con acciones distintas a las estrictamente necesarias para
cumplir su objetivo, cual es la protección inmediata del niño.

Artículo 167. Contenido del Acta del allanamiento. Durante la diligencia de


allanamiento y registro se levantará un acta en la que conste:

a) Si se surtió la comunicación del auto que la ordenó.


b) La identidad de las personas que ocupaban el inmueble
c) Las circunstancias en que se encontró el niño y los motivos que
fueron aducidos para explicar dichas circunstancias.
d) Los demás hechos que el defensor considere relevantes.
e) Las medidas provisionales de protección adoptadas.

CAPITULO IV
MEDIDAS DE PROTECCIÓN

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Artículo 168. Medidas de Protección. El Defensor de Familia podrá decretar


las siguientes medidas de protección:

1. Asignar la custodia y el cuidado personal del niño a uno de los parientes


conforme al artículo 61 del Código Civil.
2. La colocación familiar.
3. La ubicación en un medio comunitario.
4. La ubicación residencial comunitaria.
5. La atención integral al niño en un Centro de Protección.
6. La declaratoria de adoptable del niño.
7. Cualesquiera otra cuya finalidad sea la de garantizar el desarrollo integral del
niño.

Parágrafo. Solo procederá la declaratoria de adoptable de que trata el numeral


6 del presente artículo, cuando el Defensor de Familia habiendo agotado todas las
posibilidades para facilitar el reintegro del niño a su familia de origen y
examinadas las condiciones, se acredite plenamente que ésta no quiere o no es
idónea para asumir el cuidado del niño.

Artículo 169. Medidas aplicables a los padres o a los miembros de la


familia. El Defensor de Familia podrá disponer, según corresponda, las
siguientes medidas aplicables a los padres o personas responsables del cuidado
del niño:
1. La amonestación.
2. La fijación de una cuota de sostenimiento y apoyo a la colocación
familiar o Institucional.
3. La asistencia a cursos o programas de orientación, ayuda y
asesoría sobre
4. la forma de ejercer sus responsabilidades.
5. La vinculación a programas destinados a la protección integral de
la familia.
6. El tratamiento médico, psicológico, psiquiátrico o terapéutico.
7. Cualesquiera otras cuya finalidad sea la de garantizar el desarrollo
integral del niño.

Artículo 170. Deber de accionar. Cuando el interés superior del niño exija la
intervención de otra autoridad administrativa, o cuando las medidas decretadas
por el Defensor de Familia no se cumplan o se cumplan de manera insuficiente o

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cuando la amenaza o vulneración de los derechos del niño indique la necesidad de


una decisión judicial, el Defensor de Familia deberá promover ante la autoridad
competente cualquiera de las acciones previstas en la Constitución o en la ley.

Artículo 171. Visitas del Defensor de Familia. El Defensor de Familia


practicará visitas mensuales a la institución, al hogar propio, al hogar sustituto o
al lugar en donde se hubiere ubicado al niño, con el fin de constatar
personalmente la situación en que se encuentra, dejando constancia de la misma
en el expediente del niño. El cumplimiento de las recomendaciones será
verificado en la visita siguiente.

El Defensor de Familia podrá delegar en el equipo interdisciplinario del centro


zonal.

Artículo 172. Modificación de las Medidas de Protección. El Defensor de


Familia en cualquier tiempo, de oficio o a petición de parte, deberá revisar las
medidas de protección decretadas y podrá modificarlas cuando exista
incumplimiento o cuando las circunstancias lo requieran. Para el efecto, solicitará
previamente al equipo interdisciplinario del Centro Zonal del Instituto Colombiano
de Bienestar Familiar, informe sobre los resultados del seguimiento realizado al
niño y a su familia.

CAPITULO V
EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS

Artículo 173. De la custodia o cuidado personal. Sin perjuicio de las


acciones judiciales correspondientes, el Defensor de Familia podrá asignar
provisionalmente la custodia o cuidado personal del niño a aquel de los parientes
señalados en el artículo 61 del Código Civil, que ofrezca mayores garantías para
su desarrollo integral.

Artículo 174. Acta de entrega del niño. De la diligencia de entrega del niño
se elaborará acta, suscrita por el Defensor de Familia y las demás personas que
intervengan en ella, en la que se harán constar las obligaciones y derechos que
competen a quienes asumen la custodia del niño, así como las sanciones a que
haya lugar por el incumplimiento de las primeras.

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Artículo 175. Sanciones por incumplimiento. El incumplimiento de la orden


de asignación provisional de la custodia o cuidado personal del niño, así como de
las obligaciones contraídas en el acta de entrega, dará lugar a la imposición, por
parte del Defensor de Familia, de las siguientes sanciones:

A. Multa de hasta cien (100) salarios mínimos diarios legales convertibles


en arresto a razón de un (1) día por cada
salario diario mínimo legal de multa.
B. Arresto inconmutable hasta de sesenta (60) días.

Parágrafo. Las anteriores sanciones también se aplicarán a los padres,


familiares o personas que impidan las relaciones materno o paterno filiares.

Artículo 176. Colocación Familiar. La colocación familiar consiste en la


entrega provisional de un niño a una familia para su cuidado, en sustitución de la
familia de origen.

Artículo 177. Duración. La medida de colocación familiar podrá ser decretada


hasta por seis (6) meses prorrogables por el mismo término por causa justificada,
previo concepto del equipo interdisciplinario del Centro Zonal correspondiente al
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

En ningún caso podrá otorgarse la colocación familiar a personas residentes en el


exterior, ni podrá salir del país el niño que esté sujeto a esta medida sin la
autorización del Defensor de Familia.

Artículo 178. Acta de compromiso. La diligencia de entrega del niño a los


responsables del hogar sustituto se solemnizará mediante acta que será firmada
por quienes intervienen en ella.

Artículo 179. Responsabilidades del hogar sustituto. Las personas que


reciban al niño en colocación familiar están obligadas a:

1. Brindar al niño todos los cuidados necesarios para obtener su desarrollo


integral.
2. Informar al Defensor de Familia, con la periodicidad establecida en el
acta de entrega sobre el estado general del niño y cualquier cambio de
residencia.

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3. Solicitar autorización al Defensor de Familia para ausentarse con el niño


del lugar de su domicilio.
4. Facilitar al equipo interdisciplinario del centro zonal correspondiente del
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la asesoría y seguimiento.
5. Entregar al niño en el momento en que el Defensor de Familia así lo
disponga.

Artículo 180. Incumplimiento de las responsabilidades. El incumplimiento


de las obligaciones previstas en el artículo anterior dará lugar a la pérdida de la
calidad de hogar sustituto, sin perjuicio de la responsabilidad penal o civil a que
haya lugar.

Artículo 181. Aporte para el sostenimiento del niño. El Instituto


Colombiano de Bienestar Familiar podrá asignar un aporte mensual al hogar
sustituto, para atender exclusivamente los gastos del niño. Por consiguiente, el
hogar sustituto no tendrá derecho a reclamar remuneración alguna por el cuidado
del niño, ni por ello se configurará relación laboral o contractual onerosa con el
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Artículo 182. Vigilancia y Sanción. El Instituto Colombiano de Bienestar


Familiar vigilará la destinación que la familia sustituta dé al aporte, imponiendo
multas hasta por el doble del valor mensual asignado, a quienes incumplan lo
dispuesto en el artículo anterior.

Artículo 183. Subrogación Alimentaría. Mientras un niño permanezca bajo


medida de colocación familiar o ubicación institucional, el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar se subrogará en los derechos de aquel contra toda persona que
le deba alimentos.

Si como consecuencia del ejercicio de las acciones correspondientes, el Instituto


Colombiano de Bienestar Familiar recibiere sumas superiores a los aportes que
estuviera entregando o a los gastos que haya ocasionado la atención del niño, los
excedentes se invertirán en beneficio del niño.

Artículo 184. La ubicación en un medio comunitario. Es la ubicación del


niño a uno de los proyectos o programas de las Alcaldías o Localidades, que con
la coordinación del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar busca colaborar

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con la prestación de los servicios y garantías de los derechos del niño cuando
estos han sido vulnerados, sin desvincularlo de su medio familiar.

Artículo 185. La ubicación en casa hogar comunitaria. Es un tipo de


atención intermedia entre hogar sustituto e institución de protección, en el cual
una entidad que haga parte del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, asume la
protección de poblaciones de niños, niñas y jóvenes menores de dieciocho (18)
años.

Artículo 186. Atención integral del niño en un centro de protección. Se


entiende por atención integral en un centro de protección, el conjunto de acciones
tendientes a satisfacer las necesidades y propiciar el desarrollo físico y psicosocial
del niño, en un adecuado ambiente educativo y con la participación de su familia,
la comunidad y las entidades que forman parte del Sistema Nacional de Bienestar
Familiar.

Artículo 187. Amonestación. La medida de amonestación consiste en la


conminación a los padres o a las personas responsables del cuidado del niño,
sobre el cumplimiento de las obligaciones que les corresponden o la ley les
impone. Si el caso lo amerita, la amonestación podrá hacerse también al niño.

De la diligencia de amonestación se elaborará acta suscrita por lo que en ella


intervinieron, en la que deberá constar:

1. Los hechos que dieron lugar a la conminación.


2. Las obligaciones que se imponen a los amonestados.
3. Las sanciones que origina el incumplimiento de las obligaciones
impuestas en la diligencia.

Artículo 188. Sanciones por incumplimiento. El incumplimiento de las


obligaciones impuestas en la diligencia de amonestación, acarreará a los padres o
a las personas de quienes el menor dependa, la sanción de multa equivalente al
valor de uno (1) a cien (100) salarios mínimos diarios legales, convertibles en
arresto a razón de un (1) día por cada salario diario mínimo legal de multa. Para
lo cual solicitara la orden al Juez de Familia o Promiscuo de Familia, o en su
defecto al Civil Municipal. Esta sanción será impuesta por el Defensor de Familia
mediante resolución motivada.

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Artículo 189. La Adopción. La adopción es una medida de protección bajo la


vigilancia del Estado, cuya finalidad es restablecer y garantizar el derecho del
niño a crecer y desarrollarse en el seno de una familia.

Artículo 190. Efectos de la Adopción. La adopción establece de manera


irrevocable la relación parento-filial entre personas que no la tienen por
naturaleza.

Adoptante y adoptivo adquieren con ocasión de la adopción, los derechos y


obligaciones de padre o madre e hijo. La adopción establece el parentesco civil
entre el adoptivo, el adoptante y los parientes consanguíneos o adoptivos de
éste.

El adoptivo llevará como apellidos los del adoptante. El nombre, sólo podrá ser
modificado cuando el adoptado sea menor de un año, o consienta en ello, o
cuando el Juez encuentre justificadas las razones de su cambio.

El adoptivo deja de pertenecer a su familia consanguínea y pierde con ella todo


lazo de parentesco. No obstante, se mantiene la prohibición matrimonial del
ordinal 9° del artículo 140 del Código Civil.

Cuando se adopte al hijo del cónyuge o compañero permanente, el adoptivo


conservará el vínculo jurídico de consanguinidad con éste y su familia.

Artículo 191. El adoptable. Previo el cumplimiento de lo establecido en este


Código, el niño solo podrá ser adoptado cuando:

A. Se declare como adoptable por parte del Defensor de


Familia.
B. Sea autorizada por el Defensor de Familia.

Artículo 192. Causales de Autorización. El Defensor de Familia autorizará la


adopción de niños o jóvenes mediante resolución motivada en los siguientes
casos:

1. Cuando el niño, niña o joven no sea declarado adoptable.


2. Cuando carezca de representante legal.

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3. Fuere pariente del adoptante hasta el tercer grado de


consaguinidad o segundo de afinidad.
4. Fuere hijo de cónyuge o compañero permanente adoptante.

Parágrafo: Para los numerales 3 y 4 se tramitará a solicitud de los


representantes legales.

Artículo 193. Niño indígena. La adopción de un niño indígena, sólo procede


cuando por factores de profunda cambio cultural, mestizaje, pérdida de la
identidad o desarraigo, sea aceptado por las autoridades tradicionales de su
pueblo de origen, las autoridades nacionales deben asumir la jurisdicción y
competencia para la adopción por parte de personas ajenas al pueblo indígena.
El Defensor de Familia debe iniciar las acciones pertinentes para su adopción por
parte de personas ajenas al pueblo indígena.

En todo caso deberá notificarse a la División de Asuntos Indígenas del Ministerio


del Interior o al organismo o entidad que haga sus veces.

El incumplimiento de lo establecido en el inciso anterior, será causal de mala


conducta independientemente de las sanciones civiles o penales a que haya lugar.

Artículo 194. Adopción de mayores de edad. La adopción de mayores de


edad sólo procede cuando el adoptante hubiere tenido el cuidado personal del
adoptable antes de que este llegare a dicha mayoría.

El correspondiente proceso se adelantará directamente ante el Juez de Familia o


Promiscuo de Familia ante quien se dará el respectivo consentimiento y se
tramitará por el proceso de jurisdicción voluntaria.

Artículo 195. El adoptante. Podrá adoptar:

1. Quien siendo plenamente capaz haya cumplido veinticinco (25) años de


edad, tenga al menos quince (15) años más que el adoptante y garantice
idoneidad física, mental, moral y social suficiente para brindar una familia
adecuada y estable a un niño. Estas mismas calidades se exigirán para
quienes adopten conjuntamente.

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2. El adoptante casado y no separado de cuerpos sólo podrá adoptar con el


consentimiento de su cónyuge a menos que este último sea absolutamente
incapaz para otorgarlo. Se debe eliminar este numeral porque en la
práctica se han presentado muchas dificultades.

3. El guardador al pupilo o expupilo una vez aprobadas las cuentas de su


administración.

4. Conjuntamente los compañeros permanentes, que demuestren una


convivencia ininterrumpida de por lo menos dos años. Este término se
contará a partir de la sentencia de divorcio, si con respecto a quienes
conforman la pareja o a uno de ellos, hubiera estado vigente un vínculo
matrimonial anterior.

5. El cónyuge o compañero permanente, al hijo del cónyuge o compañero,


que demuestre una convivencia interrumpida de por lo menos dos (2) años.

Parágrafo Primero. No se opone a la adopción el que el adoptante tenga o


llegare a tener hijos.

Parágrafo segundo. Si el niño tuviere bienes, la adopción se hará con las


formalidades exigidas por los guardadores.

Parágrafo tercero. La edad del adoptante y la diferencia de edad con el


adoptado, previstas en el numeral 1 del presente artículo, no se tendrán en
cuenta en caso de adopción por parte del cónyuge o compañero permanente, los
mayores de edad y cuando entre adoptante y adoptivo exista vínculo de
consanguinidad hasta el tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad.

Artículo 196. Acciones de reclamación. Nadie podrá ejercer acción alguna


para establecer la filiación de sangre del niño dado en adopción, ni reconocerlo
como hijo.

Sin embargo, el adoptivo podrá promover en cualquier tiempo las acciones de


reclamación del estado civil respecto de sus padres de sangre, únicamente para
demostrar que quienes pasaban por tales, al momento de la adopción, no lo eran
en realidad.

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La prosperidad de las pretensiones del adoptivo en este caso, no extinguirá los


efectos de la adopción, salvo declaración judicial que la ordene en atención al
interés superior del niño y previo el consentimiento del adoptivo. El adoptante
deberá ser oído en el proceso.

Artículo 197. La autoridad central en materia de adopción. Es el Instituto


Colombiano de Bienestar Familiar, a través del grupo de Adopciones o quien haga
sus veces.

Parágrafo. Solamente podrán desarrollar programas de adopción, el Instituto


Colombiano de Bienestar Familiar y las instituciones debidamente autorizadas por
éste.

Artículo 198. Adopción internacional. La adopción internacional además se


regirá por los convenios, tratados y convenciones que Colombia haya ratificado en
esta materia y dará preferencia al trámite con ciudadanos residentes en países
que hayan ratificado las mismas normas.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, podrá suspender las adopciones


con países que no ofrezcan las garantías suficientes para la protección integral de
los niños beneficiarios de tal medida, y de ello deberá informar a las instituciones
que adelanten los programas de adopción.

La inobservancia de la suspensión por parte de cualquiera de estas instituciones,


será sancionada con la cancelación de la licencia de funcionamiento; la omisión
por parte de la autoridad central colombiana en materia de adopciones, acarreará
las sanciones a que hubiere lugar.

Artículo 199. Programa de Adopción. Se entiende por programa de


adopción, el proceso de protección integral que se brinda a un niño declarado
adoptable y por autorización, tendiente a restituirle el derecho fundamental a
desarrollarse en el seno de una familia, e incluye la selección de los eventuales
adoptantes y presentación de la respectiva demanda.

Artículo 200. Responsabilidad del Estado en materia de Adopción. En


materia de adopción, es responsabilidad del Estado, a través del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar:

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76

1. Garantizar que todo trámite o proceso relativo a la adopción sea


con el único fin de restablecer al niño el derecho a crecer y
desarrollarse en el seno de una familia.

2. Garantizar que la asignación de una familia al niño corresponda a


las necesidades y características particulares de éste.

3. Reglamentar los trámites administrativos para la adopción.

4. Cooperar y promover la colaboración con las autoridades centrales


de otros Estados, para asegurar el cumplimiento de los convenios
relativos a la protección del niño y a la cooperación en materia de
adopción internacional.

Artículo 201. Naturaleza de la Instituciones. Las instituciones autorizadas


para desarrollar programas de adopción, deberán tener la naturaleza legal de
personas jurídicas sin ánimo de lucro. El Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar reglamentará y vigilará la destinación de los bienes e ingresos de
aquellas en los fines señalados en sus Estatutos.

Artículo 202. Calidades de los Directivos. El personal Directivo de las


Instituciones autorizadas para desarrollar programas de adopción, deberá tener
nacionalidad colombiana.

Artículo 203. Calidades del personal de los programas de adopción. Es


obligación de las instituciones vincular personal idóneo para el desarrollo de sus
programas.

Artículo 204. Representante en las Juntas de adopción. En las Juntas


Directivas de las Instituciones autorizadas para ejecutar programas de adopción,
habrá un representante del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, designado
por el Director General, el cual intervendrá con derecho a voz y voto.

Artículo 205. Licencia de Funcionamiento. Las licencias de funcionamiento de


las instituciones que desarrollan programas de adopción solo podrán ser
otorgadas por el Director General del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,
mediante resolución motivada y de conformidad con la reglamentación que

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expida la Junta Directiva del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, con la


aprobación del Gobierno Nacional.

Artículo 206. Responsabilidad de las Instituciones. La institución


autorizada para desarrollar programas de adopción, garantizará integralmente los
derechos de los niños declarados adoptables, mientras permanezcan bajo su
cuidado, y no podrá entregarlos a persona alguna sin el cumplimiento de los
requisitos consagrados en la ley.

Artículo 207. Inspección y Vigilancia. El Instituto Colombiano de Bienestar


Familiar a través de los comités de adopción de las Regionales y Agencias
asesorará, inspeccionará y vigilará a las instituciones que adelanten programas
de adopción y las casas de madres soleteras.

Los funcionarios competentes y el agente del Ministerio Público tendrán libre


acceso a los libros, expedientes y documentos de estas instituciones.

Artículo 208. Sanciones. En caso de incumplimiento de las disposiciones


previstas en la ley o en las normas reglamentarias, el Director General del
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, aplicará a las instituciones
acreditadas, sin perjuicio de las demás acciones a que hubiere lugar, una de las
siguientes sanciones administrativas:

A. Requerimiento por escrito.


B. Multa hasta de cien (100) salarios mínimos legales mensuales.
C. Suspensión de la licencia de funcionamiento, hasta por el término de un
(1) año.
D. Cancelación de la licencia de funcionamiento.
E. Suspensión de la personería jurídica, hasta por el término de un (1) año.
F. Cancelación de la personería jurídica.

Artículo 209. Prohibición de pago. Esta prohibido al Instituto Colombiano de


Bienestar Familiar y a las instituciones acreditadas, cobrar directa o
indirectamente retribución alguna por la entrega de un niño para ser adoptado.

Artículo 210. Comité Nacional Asesor de Adopciones y Funciones. Créase


el Comité Nacional Asesor de Adopciones, el cual estará integrado por:

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El Director General del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar quien lo


presidirá.

a) El Secretario General.
b) El Director de la Subdirección de Intervenciones Especializadas.
c) El Jefe de la División de Adopciones quien ejercerá la Secretaría del
d) Comité.

El Comité Nacional de Adopciones tendrá las siguientes funciones:

1. Proponer ajustes al desarrollo del programa de adopción a nivel


nacional.
2. Colaborar con la supervisión del comportamiento de los procesos de
adopción en las Regionales, con base en los indicadores establecidos
en el Sistema de Información del Programa de Adopción y potros que
considere necesarios.
3. Evaluar el cumplimiento de las disposiciones legales y técnicas del
programa de adopción.
4. Las demás funciones que le sean asignadas por el Director General
del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Artículo 211. Comités de Adopción. En cada Regional y Agencia del Instituto


Colombiano de Bienestar Familiar funcionará un Comité de Adopción colegiado
impar, que tendrá a su cargo:

1. Estudiar, rechazar o aprobar y seleccionar a los eventuales adoptantes de


nacionales y extranjeros cuando éstos residan en Colombia, dentro del término
máximo un mes.

2. Asignar el niño o los niños a los solicitantes aprobados, que más se ajusten a
las características indicadas por ellos y para las cuales fueron preseleccionadas,
buscando el interés superior del niño y teniendo en cuenta la prioridad, que en
igualdad de condiciones deba darse a las solicitudes de adoptantes colombianos
frente a la de los extranjeros. Igualmente tendrán prelación las familias
seleccionadas que soliciten la adopción de grupos de hermanos, de niños con
discapacidad y de niños mayores de cinco (5) años.

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3. Informar a las personas solicitantes, a través del secretario del Comité dentro
de los tres (3) días hábiles siguientes a la celebración del Comité el nombre del
niño o los niños que les hallan sido asignados en adopción, adjuntando los
respectivos expedientes y la historia médica del niño y los demás datos que le
permitan a las personas solicitantes la toma de una decisión consciente.

4. Verificar a través del secretario del Comité, los documentos de los solicitantes,
con el objeto de que posteriormente no se produzca demoras u otros
inconvenientes dentro de los respectivos procesos judiciales.

5. Solicitar por intermedio del Secretario del Comité a la División de Adopciones el


certificado de idoneidad física, mental y moral de las personas adoptantes
colombianas o extranjeras residentes en el exterior, previamente a la llegada de
éstas al país.

6. Solicitar por conducto del secretario del Comité el seguimiento de los procesos
de adopción adelantados a favor de personas colombianas o extranjeras
residentes en Colombia, hasta que la sentencia de adopción quede debidamente
ejecutoriada.

7. Cuando se trata de personas colombianas o extranjeras residentes fuera del


país, este seguimiento se efectuará hasta obtener la nacionalidad del niño
adoptado conforme al compromiso suscrito por la entidad gubernamental o la
agencia autorizada.

8. Reportar a la División de Adopciones de la sede nacional, mediante los


formatos y procedimientos establecidos, las decisiones tomadas en cada una de
las sesiones del comité en relación con los solicitantes aprobados y rechazados,
niños aptos para la adopción, niños asignados y solicitantes a los cuales no fue
posible asignarles un niño en esa sesión.

9. Determinar, cuales solicitantes aprobados se consideran aptos para constituir


un hogar amigo.

10. Invitar a los solicitantes considerados aptos, conforme al numeral anterior, a


que reciban un niño, bajo la modalidad de hogar amigo advirtiéndole que los
niños en protección no necesariamente son niños que puedan entregarse en
adopción posteriormente.

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11. Informar por intermedio del secretario del Comité a los defensores de familia
encargados de la protección sobre solicitantes que fueron aprobados por el
Comité y seleccionados como aptos para constituirse como hogar amigo, con el
objeto de que en ellos se puedan ubicar los niños que se encuentren involucrados
en un proceso administrativo de protección.

12. Solicitar por intermedio del Secretario del Comité al Defensor de Familia
competente la colocación familiar bajo la modalidad de hogar amigo, de los niños
asignados a los futuros adoptantes. Que hallan sido calificados como tales,
mientras se adelantan los trámites de adopción.

13. Las demás que le asigne el Director Regional o Seccional de Agencia, dentro
del área de competencia.

Parágrafo. Habrá un listado único en la División de Adopciones de la sede


nacional de familias seleccionadas y aprobadas que serán reportadas a los
comités regionales de adopciones. Las instituciones que adelanten programas de
adopción tendrán el deber de reportar igualmente las familias.

Artículo 212. Integración del Comité de Adopciones. Los Comités de


Adopciones de las Regionales o Agencias del Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar estará integrado por:
1. El Director de la Regional o Agencia o su Delegado.
2. El Coordinador del grupo programático.
3. El Coordinador del grupo de Adopciones.
4. La Defensoría de Familia que tuvo el conocimiento del caso, cuando el Comité
lo estime pertinente.
5. El Coordinador del grupo jurídico.
6. La Trabajadora Social del grupo de Adopciones.
7. La Sicóloga del Grupo de Adopciones.

Parágrafo. En aquellas Agencias donde no exista coordinador de grupo


programático, coordinador de adopciones, coordinador de jurídica asistirá al
Coordinador del Centro Zonal de la capital del Departamento y el Defensor de
Familia designado por el Director Seccional de Agencia.

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Artículo 213. Demanda de adopción. La adopción únicamente podrá ser


solicitada por los interesados en ser declarados adoptantes, mediante demanda
presentada por intermedio de apoderado ante el Juez de Familia o Promiscuo de
Familia del domicilio del niño.

Artículo 214. Requisitos de la demanda. La demanda de adopción deberá


acompañarse de los siguientes documentos:

1. La resolución de declaratoria de adoptable del niño, o la autorización para la


adopción según el caso.

2. La certificación sobre la idoneidad física, mental, moral y social de los


adoptantes, con vigencia no mayor de cuatro (4) meses, expedida por el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar o la Institución autorizada para desarrollar
programas de adopción, según el caso.

3. Constancia de la manifestación de la voluntad del niño adoptable mayor de


siete (7) años.

4. El certificado expedido por la Defensoría de Familia que conoció el caso, en el


cual conste la integración personal del niño con el adoptante o adoptantes y el
concepto favorable a la adopción. Tratándose de niños mayores de dos años, el
período de integración no será inferior a ocho (8) días.

5. El certificado vigente de antecedentes penales o policivos de los adoptantes,


expedido por autoridad competente.

6. El Registro Civil de Nacimiento de los adoptantes y del niño.

7. El Registro Civil de Matrimonio o la prueba de la convivencia extramatrimonial


de los adoptantes, con antelación no menor a seis (6) meses.

8. La aprobación de cuentas del curador, si procede.

9. La certificación vigente de la licencia de funcionamiento de la institución


autorizada para desarrollar programas de adopción, si procede.

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Artículo 215. Convivencia extramatrimonial. Para los fines de la adopción,


la convivencia extramatrimonial podrá probarse por cualquiera de los medios
siguientes:

1. Inscripción del compañero o compañera permanente en los registros de las


cajas de compensación familiar o de las instituciones de seguridad o previsión
social.

2. Inscripción de la declaración de convivencia que haga la pareja, en la Notaría


del lugar del domicilio de la misma, con antelación no menor de dos años.

3. El Registro Civil de Nacimiento de los hijos habidos por la pareja.

Parágrafo. Cuando se trate de compañeros permanentes residentes en el


exterior, la convivencia extramatrimonial se probará de conformidad con la
legislación del país de residencia de los solicitantes.

Artículo 216. Adoptantes extranjeros. Si los adoptantes son extranjeros y


residen fuera del país, deberán aportar además los siguientes documentos:

1. Autorización del Gobierno del país de residencia de los adoptantes para el


ingreso del niño adoptable.

2. Certificación expedida por la autoridad central, organismo acreditado y


organismo público o privado oficialmente autorizado, donde conste el compromiso
de efectuar el seguimiento del niño adoptado durante los seis (6) meses
siguientes a la sentencia de adopción o en todo caso hasta su nacionalización.

Artículo 217. Reglas especiales de procedimiento. El Juez admitirá o


inadmitirá la demanda, dentro de los tres (3) días siguientes a su presentación.

Admitida la demanda, se correrá el traslado al Defensor de Familia por el término


de cinco días. Si el Defensor se allanare a ella, el Juez dictará sentencia dentro
de los diez (10) días siguientes a su admisión.

El Juez podrá señalar un término de máximo diez (10) días, para decretar y
practicar las pruebas que considere necesarias. Vencido este término, tomará la
decisión correspondiente.

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Si la sentencia fuere favorable, ésta surtirá efectos desde la admisión de la


demanda.

Artículo 218. Notificación Personal de la Sentencia. La sentencia que


decrete la adopción será notificada personalmente al menos a uno de los
adoptantes, al apoderado y al Defensor de Familia. En ningún caso la sentencia
se notificará por edicto.

Si la notificación a los adoptantes no pudiere realizarse por su culpa o renuncia,


dentro de los términos establecidos en la ley, se entenderá que hay desistimiento
de la pretensión y en consecuencia se dará por terminado el proceso, el Defensor
de Familia adscrito al juzgado dará aviso al Comité de Adopciones de la Regional
o Agencia, para la iniciación de los trámites de nueva asignación de familia al
niño.

Artículo 219. Suspensión del Proceso. El proceso de adopción podrá ser


suspendido por una sola vez, por un término improrrogable de un mes, siempre
que exista causa justificada. Pueden solicitar la suspensión o reanudación del
proceso los adoptantes o el Defensor de Familia.

Si vencido dicho término no se solicita su reanudación, el proceso terminará, en


este evento se aplicará lo dispuesto en el inciso segundo del artículo anterior,
quedando el niño adoptable bajo la protección del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar.

Artículo 220. Reglas Especiales en el caso de adopción conjunta. Si la


adopción fuere conjunta y uno de los adoptantes falleciere antes de proferirse la
sentencia, el proceso continuará con el sobreviviente que manifieste su intención
de persistir en ella y aquella surtirá efectos jurídicos frente a los dos adoptantes.
Si ambos fallecieren, el proceso terminará.

Artículo 221. Incumplimiento. El incumplimiento injustificado, por parte del


Juez competente, o del Defensor de Familia, de cualquiera de los términos
establecidos en este código para el proceso de adopción, será causal de mala
conducta.

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Artículo 222. Inscripción de la sentencia de adopción. La sentencia deberá


contener los datos necesarios para que su inscripción en el Registro Civil
constituya nueva acta de nacimiento del adoptivo, reemplazando la de origen,
que se anulará. En la sentencia y en el registro se omitirán los nombres de los
padres biológicos y la denominación del hijo adoptivo.

Artículo 223. Recursos. La sentencia que decrete la adopción podrá ser


apelada ante el Tribunal Superior del Distrito Judicial, de conformidad con el
trámite establecido en el Código de Procedimiento Civil, en donde intervendrá el
Defensor de Familia.

Artículo 224. Revisión extraordinaria de la sentencia. La sentencia que


decreta la adopción, será susceptible del recurso extraordinario de revisión
reglamentado en el Código de Procedimiento Civil.

Artículo 225. Reserva. Todos los documentos y actuaciones administrativas o


jurisdiccionales propios del proceso de adopción, serán reservados por el término
de treinta (30) años, de ellos sólo se podrá expedir copia por solicitud que los
adoptantes o el adoptivo hicieren directamente o por intermedio de su apoderado
o del Defensor de Familia.

También podrán solicitar copia del expediente, el Instituto Colombiano de


Bienestar Familiar, el Ministerio Público, la Fiscalía General de la Nación, la Sala
Jurisdiccional o Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, nacional o
seccional, para efectos de investigaciones disciplinarias o penales a que hubiere
lugar, o por causa grave debidamente justificada ante el Tribunal Superior
respectivo.

Con todo, cuando se presenten graves motivos que justifiquen el levantamiento


de la reserva o se haya admitido el recurso extraordinario de revisión a que se
refiere el artículo anterior, el Tribunal Superior del Distrito Judicial
correspondiente al juzgado que decretó la adopción ordenará el levantamiento,
previo un trámite incidental.

Parágrafo. El funcionario que viole la reserva, permita el acceso o expida copia


a personas no autorizadas, incurrirá en causa de mala conducta.

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Artículo 226. Derecho del adoptable a conocer familia y origen. Sin


perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, todo adoptable tiene derecho a
conocer su origen y el carácter de su vínculo familiar. Los padres juzgarán el
momento y las condiciones en que no resulte desfavorable para el niño o joven
conocer dicha información.

Parágrafo. El adoptado, no obstante, podrá acudir ante el Tribunal Superior


correspondiente, mediante apoderado o asistido por el Defensor de Familia,
según el caso, para solicitar que se ordene el levantamiento de la reserva y el
acceso a la información.

Artículo 227. Permiso para salida del país. Para permitir la salida del país de
un niño adoptado, bien sea por extranjeros o nacionales colombianos, deberá
estar ejecutoriada la sentencia que decreta su adopción.

Las autoridades de emigración exigirán copia auténtica de la sentencia de


adopción con la constancia de ejecutoria.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar podrá asesorarse de organizaciones


no gubernamentales que tengan como finalidad el cuidado de la niñez, para
efectuar el seguimiento de los niños o jóvenes adoptados por extranjeros.

TITULO IV
DISPOSICIONES ESPECIALES PARA LA PROTECCIÓN INTEGRAL DE
POBLACIONES VULNERABLES

CAPITULO I
RESTITUCIÓN INTERNACIONAL DE NIÑOS, NIÑAS Y JÓVENES

Artículo 228. Restitución Internacional de niños, niñas y jóvenes. Los


niños, niñas y jóvenes retenidos ilícitamente por uno de sus padres, personas o
instituciones encargadas de su cuidado o cualquier otro organismo en el exterior
o en Colombia, serán protegidos por el Estado colombiano, contra todo efecto
dañino de un traslado o no regreso ilícitos, para lo cual dará plena aplicación a las
Leyes 173 del 22 de diciembre de 1994 y 620 del 25 de octubre de 2000, por las
cuales se aprueba el Convenio sobre Aspectos Civiles del secuestro internacional
de niños suscrito en la Haya el 25 de octubre de 1980 y la Convención

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Interamericana sobre restitución internacional de menores, suscrita en


Montevideo Uruguay, el 15 de julio de 1989, respectivamente.

Artículo 229. Autoridad Central. Corresponde al Instituto Colombiano de


Bienestar Familiar actuar como Autoridad Central para el cumplimiento de las
obligaciones señaladas en las Convenciones mencionadas en el artículo anterior.

Artículo 230. Trámite Judicial. De no haber acuerdo entre las partes el


Defensor de Familia, presentará la demanda de restitución ante el respectivo Juez
de Familia quien decidirá de fondo sobre la situación del niño, niña o joven
retenido ilícitamente.

Parágrafo. El Defensor de Familia intervendrá ante la Jurisdicción de Familia en


representación del interés del niño, la niña o el joven retenido ilícitamente sin
perjuicio de la actuación de apoderado de la parte interesada.

CAPÍTULO II
PROTECCIÓN INTEGRAL A LOS NIÑOS, NIÑAS Y JÓVENES MENORES DE
EDAD DESVINCULADOS DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO

Artículo 231. Sujetos de protección. Se entenderá como niños, niñas y


jóvenes menores de edad desvinculados de grupos armados al margen de la Ley
a quienes se desvinculen del conflicto armado en forma individual o grupal así:

1. Que hayan sido capturados.

2. Que se hayan entregado voluntariamente.

3. Que hayan sido entregados al Estado por grupos armados


al margen de la Ley.

Artículo 232. Procedimiento. Los niños, niñas y jóvenes menores de edad, que
en cualquier condición, se desvinculen del conflicto armado interno, una vez se
establezca su desvinculación de los grupos armados, deberán ser entregados por
las Fuerzas Militares, Autoridades de Policía, o cualquier otra autoridad del Estado
u Organismos de carácter internacional o nacional públicas o privadas que
presten ayuda humanitaria, al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, de

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manera inmediata o a más tardar dentro de las treinta y seis (36) horas
siguientes a su desvinculación.

Artículo 233. Beneficios. Corresponde al Programa Presidencial para la


reinserción, en el ámbito de su competencia, adelantar los trámites de carácter
administrativo necesarios para otorgar los beneficios a que tienen derecho los
niños, niñas y jóvenes menores de edad que se desvinculen del conflicto armado.

Artículo 234. Competencia del Defensor de Familia. Cuando se debata en el


Comité Operativo para la dejación de armas, de que trata el Decreto No.1385 del
30 de junio de 1994, la concesión de beneficios a los niños, niñas y jóvenes
menores de edad, deberá citarse al Defensor de Familia para que actúe en
representación de su interés superior, también puede acudir el Defensor Público o
el Defensor de Oficio, o el apoderado si lo tuviere. El Defensor de Familia deberá
en todo caso impulsar el proceso administrativo de protección, de conformidad
con la competencia y el procedimiento que se establece en éste Código.

CAPITULO III
PROTECCIÓN INTEGRAL A LOS NIÑOS, NIÑAS Y JÓVENES MENORES DE
EDAD VÍCTIMAS DEL DESPLAZAMIENTO FORZADO

Artículo 235. Políticas Públicas. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar


diseñara y ejecutará programas tendientes a brindar atención especializada a los
niños, niñas, jóvenes y familias víctimas del desplazamiento forzado.

Artículo 236. Comités Departamentales y Municipales de Atención


Integral a la población desplazada por la violencia. El Director Regional, de
Agencia, o el Coordinador del Centro Zonal, según sea del caso, formarán parte
de los Comités Departamentales, Distritales y Municipales de atención a la
población desplazada.

Artículo 237. Atención del I.C.B.F. en caso de desplazamiento. En el ámbito


de su competencia el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar brindará
atención especial y prioritaria a los niños, niñas, jóvenes menores de edad y sus
familias víctimas del desplazamiento forzado.

CAPITULO IV
PROTECCIÓN INTEGRAL A NIÑOS, NIÑAS Y JÓVENES INDÍGENAS.

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Artículo 238. Políticas Públicas. Las políticas públicas sociales de protección a


los niños, niñas y jóvenes indígenas fortalecerán la existencia étnica y cultural de
los pueblos indígenas.

Artículo 239. Interpretación de las normas. Las autoridades tanto


administrativas como jurisdiccionales tendrán en cuenta para la interpretación de
las normas, de éste Código, además de los artículos 5, 7, 8, 30, 31, 32 y 33, las
Políticas de Protección a la diversidad.

Artículo 240. Causales de aplicación. Las situaciones descritas en las causales


de aplicación de las medidas de protección consagradas en este Código par los
niños, niñas y jóvenes indígenas deben ser entendidas y aplicadas respetando la
cultura a la que pertenecen y teniendo en cuenta la jurisdicción especial indígena
de conformidad con los mandatos Constitucionales y legales vigentes.

Artículo 241. Del Defensor de Familia. El Defensor de Familia, como autoridad


administrativa deberá tener en cuenta en el análisis de situaciones de vulneración
de derechos a niños, niñas y jóvenes indígenas, la Política Pública Institucional de
Protección a los pueblos indígenas de Colombia.

Artículo 242. Respeto por los derechos indígenas. El Estado garantizara la


debida garantía de los derechos de los niños, niñas y jóvenes indígenas,
especialmente a su territorio, creencias, autonomía, prácticas sociales, formas de
gobierno, de resolución de conflictos, de socialización propias, costumbres, usos,
tradiciones, diversidad cultural, a la integridad étnica y cultural, educación
bilingüe, igualdad de culturas, preservación de su hábitat natural, seguridad
social, a su sistema de administración de justicia leyes y regulaciones especiales.

Artículo 243. Competencias. Corresponde al Instituto Colombiano de Bienestar


Familiar el diseño y ejecución de Políticas Públicas Sociales dirigidas a la
protección de los niños, niñas y jóvenes indígenas a partir del respeto por sus
tradiciones, usos y costumbres y por su propio sistema de administración de
justicia, que en lo relacionado con procesos administrativos de protección implica
la formulación de alternativas concertadas y coordinadas de intervención,
definición de procedimientos, decreto de medidas y toma de decisiones por parte
de las autoridades competentes.

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Artículo 244. Acciones institucionales. En todas las gestiones y acciones de


carácter estatal, se tendrá en cuenta que los niños, niñas y jóvenes indígenas
forman parte de pueblos particulares y han de ser sujetos de tratamiento
especial.

Artículo 245. Autoridad Administrativa. El Defensor de Familia es la


autoridad administrativa competente para atender los casos de protección de
niños, niñas y jóvenes pertenecientes a una minoría étnica y cultural indígena,
razón por la cual deberá contactar a las autoridades del pueblo al que pertenezca
el niño, la niña o el joven sujeto de protección, en reconocimiento y valoración de
su diversidad étnica y cultural.

Artículo 246. El Defensor de Familia y todos los servidores públicos en


general, deben reconocer y valorar la autoridad indígena como depositaria de
legitimidad y dotada de potestades públicas en igualdad de condiciones con las
autoridades administrativas para tomar medidas de protección.

Artículo 247. Acción multicultural. En el contexto de la acción multicultural de


protección integral a los niños, niñas y jóvenes indígenas el Defensor de Familia
debe conocer:

1. La pertenencia del niño, la niña o el joven indígena a un pueblo


particular.

2. Los motivos por los cuales el niño, la niña o el joven indígena se


encuentra en la sociedad mayoritaria y no es sujeto de protección
internamente en su comunidad.

3. Las relaciones establecidas culturalmente entre el niño, la niña o el


joven indígena, entre la familia y su comunidad y entre ésta y la
autoridad tradicional.

4. Las situaciones definidas cultural y normativamente en el pueblo


particular, que lleven a concluir que el niño, la niña o el joven
indígena debe ser protegido con una o varias de las medidas de
protección consagradas en éste Código.

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5. Las manifestaciones de pluralismo jurídico que con base en el


ordenamiento propio o en las prácticas jurídicas de cada pueblo,
informen sobre los antecedentes e intervenciones dadas según las
normas que orientan la protección integral.

6. La evidencia de las causas de la situación en que se encuentra el


niño, la niña o el joven, diferenciando entre causas materiales,
económicas, de enfermedad, malformación, orfandad y causas
culturales definidas como el nacimiento de mellizos, el rechazo a
un miembro de género masculino, la estigmatización al hijo de
padre o madre no indígena, o la demanda del duende para recibir
a un niño, entre otros.

Artículo 248. Equipos de trabajo. Cuando se intervienen casos relacionados


con niños, niñas o jóvenes indígenas, el equipo de trabajo interdisciplinario es
indispensable para tomar decisiones integrales de protección, acordar medidas
con soportes trasdisciplinarios con un enfoque participativo, propositivo y de
resultado de las partes intervinientes.

Artículo 249. Formulación local de políticas públicas sociales. Los casos de


protección de competencia de los Defensores de Familia y de los equipos de
trabajo interdisciplinarios deben constituirse en referente de la formulación local
de políticas públicas sociales de atención a la familia indígena, entendiendo por
éstas, las unidades estructurales, según concepciones culturales, usos y
costumbres particulares.

Artículo 250. Amenaza o vulneración de los derechos de los niños, niñas


y jóvenes indígenas. Ante la amenaza o vulneración de los derechos del niño, la
niña o el joven y para las medidas de protección y decisiones que adopte el
Defensor de Familia deberá tener en cuenta la cultura a la cual pertenecen
solicitando la participación e intervención de la Jurisdicción Indígena cuando la
situación lo amerite.

Artículo 251. Investigación. Las Entidades del Estado deben promover la


investigación y la difusión de los valores culturales de las comunidades y pueblos
indígenas con el fin de que la intervención de los operadores administrativos se
realice con una perspectiva multicultural y de pluralismo jurídico y de

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conocimiento profundo de la cultura de donde proviene el niño, la niña o el joven


sujeto de protección.

Artículo 252. Pautas mínimas. El Defensor de Familia y su equipo de apoyo


para garantizar la efectividad de los derechos colectivos indígenas reconocidos
constitucionalmente y de las decisiones y medidas tomadas en el proceso de
protección integral para niños, niñas y jóvenes indígenas, deben someter su
análisis a unas pautas mínimas dictadas por la dogmática jurídica constitucional,
de la interpretación constitucional y de los nuevos paradigmas de las ciencias. Las
pautas mínimas son:

1. El principio de constitucionalidad base para todos los argumentos.


2. Los mínimos jurídicos de obligatorio cumplimiento.
3. El principio de proporcionalidad.
4. La teoría del núcleo esencial.
5. El test de igualdad.
6. La aplicación edificante de la ciencia.

Artículo 253. Procedimiento. Corresponde al Defensor de Familia del lugar


donde se encuentre el niño, niña o joven indígena o a la autoridad indígena
competente decretar las medidas de protección necesarias que impidan la
amenaza o vulneración de sus derechos.

Artículo 254. Publicidad de las actuaciones administrativas. Para la


publicidad de las actuaciones en el proceso administrativo de protección se tendrá
en cuenta que las lenguas indígenas son oficiales en el territorio en donde éstas
se hablan socialmente por lo que habrá de implementarse la difusión de
información escrita en lengua propia o a través de emisoras, mensajes que
permitan ser comprendidos por las comunidades, agotando la publicidad de las
actuaciones administrativas en el ejercicio de la transparencia de la función
pública y de garantía del debido proceso y del derecho a la defensa.

Artículo 255. Medidas de protección. El Defensor de Familia podrá concertar


con las autoridades indígenas de acuerdo a los usos y costumbres de la
comunidad la aplicación de las medidas de protección consagradas en éste Código
tendientes a garantizar la protección integral del niño, niña o joven indígena en el
seno de su familia y su comunidad, y si es el caso, disponer que los padres o

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personas a cuyo cuidado este, cumplan alguna de las medidas aplicables a estos
de conformidad como lo señala éste Código.

Artículo 256. Reintegro del niño, la niña o el joven indígena a su medio


familiar y comunitario. De la diligencia de entrega o reintegro del niño, la niña
o el joven a su medio familiar y comunitario se elaborará un Acta suscrita por el
Defensor de Familia.

Artículo 257. Vigencia de la Ley. La presente Ley rige a partir de su


publicación y deroga todas las que le sean contrarias en especial el decreto 2737
de 1989 o código del menor.

MARINO PAZ OSPINA


Representante a la Cámara
Departamento del Valle del Cauca

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