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VIII JORNADAS PATAGÓNICAS DE GEOGRAFÍA

Eje Temático: Procesos de reestructuración urbana y rural.

PROCESOS SOCIO-ESPACIALES EN EL SUDOESTE BONAERENSE


Y SU INCIDENCIA EN EL ESPACIO RURAL.
LOS CASOS DE BAHIA BLANCA Y CORONEL DE MARINA LEONARDO
ROSALES A FINES DEL SIGLO XX.

Natalia Luque natalialuque333@hotmail.com


Matias Alamo malamo@uns.edu.ar.
Departamento de Geografía y Turismo - Universidad Nacional del Sur.
Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales (CEISO).

RESUMEN:

El Siglo XX ha sido testigo de importantes transformaciones en el espacio rural


argentino, como consecuencia de los distintos procesos socio-territoriales desarrollados a
partir de la profundización del modelo económico impuesto por las políticas neoliberales en
la década de los 90.
En tal sentido la región del Sudoeste Bonaerense está compuesta por 22 partidos
entre los que se encuentran Bahía Blanca y Coronel de Marina Leonardo Rosales. En su
espacio rural, se desarrollan procesos de deslocalización y fragmentación espacial, como
consecuencia de las crecientes innovaciones tecnológicas y cambios socio-económicos que
rigen las producciones agropecuarias; ocasionando un proceso acentuado de desequilibrio
territorial.
El objetivo del presente trabajo es identificar los cambios socio-espaciales que se
manifiestan en el espacio rural de los partidos de Bahía Blanca y Coronel Rosales a partir de
1990, y durante los años subsiguientes, en los que se evidencian importantes
transformaciones, encontrándose dentro de las más destacadas, el proceso continúo de
despoblamiento rural; la migración hacia las áreas urbanas; los cambios en los modos de
producción y en la tenencia de la tierra; la desaparición de explotaciones agropecuarias y la
concentración de tierras.
Metodológicamente se han aplicado diversos procedimientos, entre los cuales
podemos mencionar la recopilación de información bibliográfica y el análisis de datos

1
estadísticos provenientes de los censos nacionales de población y vivienda de los años
1991, 2001 y 2010 y agropecuarios 1988, 2002 y 2008.
Finalmente, intentamos mostrar el rol significativo que adquieren estos procesos socio-
espaciales en la configuración actual del espacio rural de los partidos analizados.

PALABRAS CLAVE: cambios socio-espaciales; espacio rural; despoblamiento rural.

ABSTRACT:

The twentieth century witnessed important changes in the Argentine rural space as a
result of different socio-territorial processes developed from the deepening of the economic
model imposed by the neoliberal politics in the 90's.

In that sense, the Provincia de Buenos Aires ‘s Southwest region have 22 districts,
between Bahia Blanca and Coronel de Marina Leonardo Rosales. In the rural areas, are
developing relocation processes and spatial fragmentation as a result of increasing
technological innovations and socio-economic changes that govern agricultural production,
causing a pronounced process of territorial imbalance.

The porpouse of this study is identify socio-spatial changes that occur in rural areas of
the district of Bahia Blanca and Coronel Rosales from 1990 and subsequent years, which
shows significant changes, among which include a continuous process of rural depopulation,
migration to urban areas, changes in modes of production, land tenure, the disappearance of
farms and land concentration.

Methodologically, we have implemented various procedures, among which we mention


the recopilation of bibliographic information and analysis of statistical data from national
censuses of population and housing for the years 1991, 2001 and 2010 and agriculture 1988,
2002 and 2008.

Finally we attempt to acquire to show the significant role that these socio-spatial
processes acquire in the rural areas current configuration of the analyzed districts.

PALABRAS CLAVE: changes socio-spatial; rural area; rural depopulation.

Introducción

2
A comienzos de la década de 1990 se puso en marcha en la Argentina un nuevo plan
económico basado principalmente en la libre convertibilidad peso-dólar, con la paridad uno a
uno, en las privatizaciones de empresas del sector público, en la financiación externa a
través del endeudamiento, la desregulación y la apertura de la economía.
Estas políticas económicas de corte neoliberal y el modelo de ajuste estructural
llevadas a cabo en estos años, impactaron directamente sobre el espacio rural de nuestro
país, produciendo una fuerte crisis sobre el modelo rural vigente, la cual se manifestó en un
aumento del proceso de concentración de la tierra, nuevas formas de producción, éxodo y
despoblamiento rural y la postergación social en las áreas rurales y en las áreas urbanas
receptoras de estos migrantes rurales.

A partir del plan de convertibilidad implementado por el Gobierno Nacional en el año


1991, se produjo una aguda profundización del proceso de concentración económica en el
agro donde un incremento relativo de la intensificación y de la producción agrícola fue
acompañado de una creciente desocupación, endeudamiento de los pequeños y medianos
productores, crisis de las explotaciones-atribuidas oficialmente a que se hallaran ahora fuera
de escala- desnacionalización de la agroindustria de insumos y transformación y un
creciente éxodo rural (Azcuy Ameghino, 2004).
Destacamos lo sostenido al respecto por Azcuy Ameghino,

“…la concentración económica del capital y de la producción como rasgo esencial del desarrollo
capitalista, con el consecuente proceso de acumulación –desacumulación de sus agentes
socio-económicos (con las especificidades que la dependencia y el latifundio otorga a países
como la Argentina) y las políticas especificas aplicadas durante la ultima década, que
agudizaron y precipitaron características y efectos ya presentes en aquel proceso de larga
duración…” (Azcuy Ameghino, 2004: 219).

Estas transformaciones manifestadas en el espacio rural están relacionadas con los


cambios en las formas de producción agrícola-ganadera tradicional, en particular en la
agrícola, con la incorporación de tecnología a partir del uso cada vez más frecuente de
semillas genéticamente modificadas, maquinarias con avances técnicos que permiten
mejorar las prácticas productivas -un claro ejemplo es la siembra directa-, la generalización
en el uso de fertilizantes, herbicidas, inoculantes y otros agroquímicos, la incorporación del
riego suplementario.
Esto generó un proceso de expansión agroindustrial, en donde se le impone al
productor rural una aguda dependencia de las innovaciones tecnológicas y de las relaciones
que establece con otros agentes económicos. En este sentido los más perjudicados fueron

3
los pequeños y medianos productores, que en muchos casos al no poseer el capital
económico necesario para afrontar dichos cambios tecnológicos quedaron afuera del nuevo
sistema productivo.
Entre los años 1988 y 2002 desaparecieron 87.688 explotaciones agropecuarias
-EAPs.- a nivel nacional de las cuales 57.160 se encontraban en la región pampeana. Todas
por debajo de las 500 has, y con un mayor nivel de casos a medida que descendía la escala
de extensión, lo cual puso millones de hectáreas de tierra a disposición de las escalas
mayores-particularmente las que se encontraban por encima de las 1000 has-que
redundaron en un aumento del 42 % en la superficie utilizada por ese segmento superior de
explotaciones1.
Este proceso de cambios tecnológicos y concentración de la tierra ha expulsado a
decenas de miles de productores, familiares y trabajadores rurales. Paralelamente, esta
situación está acompañada por un proceso de deterioro social que da cuenta, incluso de
situaciones de pobreza e indigencia.
Sobre este punto Villulla señala que:

“…el sistema de siembra directa, los herbicidas que reemplazaron labores mecánicas, los
nuevos tractores y cosechadoras, aumentaron la proporción de los trabajos cortos temporarios
por sobre las tareas permanentes o prolongadas, sin requerir la residencia permanente en la
explotación como otrora lo hacían la chacra mixta, el tambo o la ganadería…” (Villulla,
2010:83).

En la Pampa Húmeda y en el resto de las provincias el éxodo rural-agravado por la


desindustrialización y el levantamiento de ramales ferroviarios –va desarraigando a miles de
habitantes que en buena proporción marchan a hacinarse en los cordones de miseria y
desocupación de las grandes ciudades, lo cual, además de lo fundamental que son sus
perniciosas consecuencias sociales (Azcuy Ameghino, 2004).
Junto a los pequeños y medianos productores que perdieron sus explotaciones, otra
de las victimas fundamentales de la crisis agraria son los trabajadores rurales: algunos
pudieron conservar sus empleos, debiendo aceptar para ello salarios más bajos, jornadas
más largas y precarización de sus condiciones de trabajo- y otros que se vieron desplazados
del sector, transformándose en desocupados.
Las transformaciones y modernización de la agricultura han llevado a visualizar un
quiebre y fragmentación en el espacio rural de nuestro país, en particular en la región

1
VILLULLA, J. 2010: “La política de los 90 y sus efectos sobre la organización social del trabajo
agrícola en la pampa húmeda, 1991-2001” Documentos del CIEA Nº 5. Buenos Aires. Centro
interdisciplinario de Estudios Agrarios Facultad de Ciencias Económicas. Universidad Nacional de
Buenos Aires. p.82.

4
pampeana donde se observan profundos cambios en la relación entre la producción agraria,
su organización socio-espacial y el desarrollo rural.

En tal sentido no podemos dejar de mencionar que este proceso de modernización


trajo aparejado consecuencias muy importantes desde el punto de vista demográfico, tal es
así el proceso de despoblamiento que viene sufriendo el medio rural.

Dentro de este contexto económico signado por la expansión del capitalismo y la


implementación de políticas económicas neoliberales, aparecieron nuevos actores
económicos que fueron los responsables de llevar a cabo los cambios estructurales en el
agro argentino, se trata de los grandes grupos empresarios que actúan en toda la cadena
productiva, especialmente en la provisión de insumos y en la logística y comercialización de
los productos. Estos actores emergieron con fuerza a partir del proceso de desregulación de
la economía y la reforma del Estado2.
En el período analizado se profundiza en nuestro país el proceso de agriculturización,
aumenta la producción agrícola, la agricultura se posiciona como la actividad de mayor
volumen de negocios en las áreas rurales.
Sobre el particular, citamos a Sili, quien señala que:

“…el proceso de agriculturización consiste en el crecimiento absoluto y relativo de la agricultura


con respecto al Producto Bruto Interno Total agropecuario. La ganadería y sus actividades
conexas se alejan del corazón pampeano y de las áreas agroecológicamente mas ricas, para
localizarse en áreas marginales desde el punto de vista productivo…” (Sili, 2005: 18-19).3

En los últimos años asistimos en la región pampeana, a un proceso de intensificación


de la expansión agrícola que se expresa por los aumentos significativos en la producción de
los principales granos. En general, los cultivos cuyas producciones crecieron más fueron
aquellos destinados principalmente a la exportación y en los cuales se introdujeron

2
Entre las principales empresas transnacionales productoras de fertilizantes en nuestro país
encontramos a Monsanto, Syngenta, BASF y DuPont. Estas también concentran la mayor parte de
la producción en plaguicidas, herbicidas y semillas comerciales. Asimismo los grandes consorcios
agroindustriales controlan el transporte de las materias primas a través de concesiones ferroviarias,
flota de camiones propios o terciarizados. Estos consorcios exportan operando en la gran mayoría de
los puertos, como concesionarios o propietarios y se constituyen en el vínculo con la cadena a nivel
mundial a través del control del comercio exterior que establecen sobre los granos, las aceites y los
subproductos de cereales y oleaginosas, entre ellos se destacan: Cargill, Bunge y Born, Aceitera
General Deheza, Vicentín, Dreyfus, Molinos Río de la Plata y Nidera.

3
En este sentido la producción de cereales y oleaginosas, que promediaba los 35 millones durante la
década de los ochenta, tuvo un crecimiento importante durante los noventa, llegando a culminar esa
década con un total de 64.376.000 toneladas. A partir de 2000 este comportamiento continúa en
constante incremento, pues la campaña 2007-2008 ya supera los 96 millones de toneladas. (BARSKY
y DAVILA, 2008:19).

5
innovaciones tecnológicas y cambios en las formas de producción; destacándose la
producción de soja y la de oleaginosas vinculadas a la industria de aceites vegetales.
Por lo antes expuesto, destacamos que el despoblamiento rural, la disminución y
pérdida de fuentes de trabajo en las explotaciones agropecuarias son fenómenos
complementarios y se acompañan a otros procesos, tales como el cambio en los sistemas
productivos y las estructuras agrarias.
En torno a la problemática que estamos analizando es pertinente conceptualizar a los
procesos socio-espaciales como los cambios que se manifiestan a lo largo del tiempo en
una sociedad y en el espacio que estas habitan, a través de las sucesivas transformaciones,
de carácter político, tecnológico, económico y ambiental, de las cuales estos grupos
humanos son objeto y los cuales van a ejercer una influencia sobre el espacio
modificándolo y transformándolo permanentemente.
Asimismo, debemos caracterizar al espacio rural como:

“…el ámbito territorial de baja densidad poblacional relativa con una infraestructura y
equipamiento directamente vinculado a la valoración de las actividades productivas agro-silvo-
pastoriles, en donde predomina una relación directa entre naturaleza y sociedad y donde existe
una identidad especifica construida históricamente…” (Sili, 2002: 73).

El espacio rural debe ser considerado desde una perspectiva social, política y científica
como el área de población dispersa, en el ámbito rural o en conjunto, en poblados de menos
de 2.000 habitantes cuya matriz económica tiene un predominio de actividades primarias.
Entonces coincidimos con Reboratti cuando afirma que:

“…el campo, no empieza ni termina en la tranquera del productor agropecuario. Pero también
es verdad que no todo el espacio rural es escenario de este tipo de procesos, progresivamente
nuestro campo se esta dividiendo entre lo moderno y lo tradicional, en otros términos, entre
incluidos y excluidos. Pero por causas distintas, ambos son fuente de emigración rural…”
(Reboratti, 2007: 105).

El mismo debe ser entendido como una construcción social que puede representarse
como un conjunto de relaciones sociales y naturales, donde el poder juega un papel
preponderante en la determinación de las vinculaciones que se concentran en dicho
espacio. Estas relaciones de poder y conflicto lo atraviesan y le imprimen una dinámica
propia, que se modifica permanentemente produciendo períodos de desterritorialización y
reterritorialización, es decir la construcción de un nuevo territorio y la destrucción del
territorio anterior.

6
Características de los partidos de Bahía Blanca y Coronel de Marina Leonardo
Rosales

A fin de abarcar en toda su dimensión la problemática que nos ocupa en la presente


investigación, es preciso caracterizar previamente a la región del Sudoeste Bonaerense,
donde se encuentran los partidos de Bahía Blanca y Coronel Rosales.

Sus limites se pueden convenir coincidiendo con la circunscripción de la VI Sección


Electoral de la provincia de Buenos Aires y su superficie alcanza los 101.809 kilómetros
cuadrados, involucrando actualmente, en lo político y administrativo a veintidós municipios.
Se trata de los partidos de Adolfo Alsina, González Chávez, Bahía Blanca, Benito Juárez,
Coronel Dorrego, Coronel Suárez, Coronel Pringles, Coronel Rosales, Daireaux, General
Lamadrid, Guaminí, Laprida, Monte Hermoso, Patagones, Pellegrini, Púan, Saliqueló,
Saavedra, Tornquist, Tres Lomas, Tres Arroyos y Villarino.

Posee una superficie de 8.824.636 hectáreas, cuenta con aproximadamente 706.000


habitantes representando el 5,0% de la población de la provincia de Buenos Aires4. Según el
Censo Nacional Agropecuario -C.N.A 2002-, en la zona hay menos de 7.800 EAPs., que
ocupan alrededor del 23% del territorio de la Provincia.

En relación con los usos del suelo, en ella se encuentra un 15% del rodeo bovino de la
provincia, y es esencialmente una zona ganadera con agricultura. Desde el punto de vista
agrícola la participación de los principales cinco cultivos en el uso del suelo agrícola ilustra el
perfil triguero de la región, el promedio comparando las campañas 1994-1995 a 2006-2007,
al trigo se destina el 68,5% del suelo, al girasol un 17,5%, a la cebada cervecera un 5,3%, a
la soja el 5,0% y al maíz el 3,7% restante.

Su relieve en general es bajo y carente de accidentes notables a excepción del


conjunto de Ventania, que es un encadenamiento de sierras de altitud media. En la parte
norte del área la llanura es totalmente dominante, en una altitud variable entre 350 metros y
50 metros (González Uriarte, 2002).

En cuanto al clima de acuerdo a Burgos y Vidal (1951) varía en subhúmedo húmedo a


subhumedo seco en la sección norte y semiárido en el extremo sur. Las temperaturas
medias anuales oscilan entre los 14 y 16 grados centígrados, entre los extremos sur y

4
Elaboración propia en base al Censo Nacional de Población y Viviendas 2001 y al Censos Nacional
Agropecuario 2002, INDEC.

7
norte del área. Los vientos predominantes soplan en dirección noroeste, la velocidad
promedio anual que alcanzan es de 22 kilómetros por hora.

La distribución de la vegetación esta determinada de acuerdo a los tipos de suelos, en


algunos sectores encontramos el típico pastizal pampeano –provincia del pastizal
pampeano-en condición subhumeda húmeda y en los sectores con mayor restricción hídrica
el arbustal caducifolio o monte xeròfilo –provincia del espinal- predomina en el paisaje 5.

La producción regional se caracteriza por el cultivo de cereales-principalmente trigo-y


oleaginosas –girasol en su mayoría-y la cría de ganado vacuno. Sin embargo en los últimos
años la región evidenció un aumento en la importancia de la agricultura en detrimento de la
ganadería, fundamentalmente en la superficie explotada6.

Al respecto es dable destacar que debido a las condiciones agroecológicas propias del
área de estudio solo es posible realizar cultivos agrícolas de invierno, por ello la
imposibilidad de poder efectuar cultivos alternativos, ante estas limitantes naturales los
productores se inclinan por sembrar exclusivamente cultivos de invierno. Los dos partidos
analizados se encuentran en una zona de transición climática entre las condiciones
pampeanas y las patagónicas; bajo la isoyeta de los 450 milímetros anuales y, por lo tanto,
sometida a frecuentes sequías que condicionan fuertemente el desarrollo de una agricultura
sostenible.

Continuando con el análisis desde el punto de vista demográfico, en la provincia de


Buenos Aires, según el INDEC, la población en el año 1991 ascendía a 12.594.974, de las
cuales 11.986.709 de habitantes vivían en el ámbito urbano, mientras que la población rural
era de 608.285 personas, por su parte en el año 2001 la población total creció a 13.827.203
de personas, siendo la cantidad de personas que vivían en el ámbito urbano de 13.324.241
y en el ámbito rural 502.962. En la actualidad según datos provistos por el censo 2010 la
población asciende a 15.594.428 habitantes.

5
En CABRERA, A. 1976: Regiones fitozoogeogràficas Argentinas. Enciclopedia Argentina de
Agricultura y Jardinería. Tomo II, Fascículo 2. Acme. Buenos Aires.
6
En este sentido es ilustrativo citar el caso del partido de Tres Arroyos, que es uno de los distritos de
la región del Sudoeste Bonaerense donde el proceso de agriculturización se vio reflejado con mayor
intensidad en los últimos años. En este distrito según datos de la Secretaria de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación, Delegación Tres Arroyos se cultivaron 251.892
hectáreas de trigo, 140.518 hectáreas de girasol, 36.874 hectáreas de soja –de primera y de
segunda-, 25.714 hectáreas de maíz y 24.204 hectáreas de cebada cervecera. (ALAMO, 2008)

8
Los datos antes mencionados nos muestran el fuerte proceso de despoblamiento y
migración rural hacia las áreas urbanas que esta sufriendo en la actualidad el territorio de la
provincia de Buenos Aires.
Para afirmar esta idea nos permitimos citar la información suministrada por Reboratti
(2007), quien destaca que desde el año 1947 se produce un vaciamiento del campo en
nuestro país, en ese año la población rural alcanzaba el 38 % de población total, la misma
fue decreciendo pasando a representar en el censo nacional de población del año 1991 el
13% y a comienzos del Siglo XXI, en el censo nacional de población del año 2001, la
población rural equivalía al 11 % de la población total de la Argentina 7.

Figura N° 1
Localización de Bahía Blanca y Coronel Rosales en el sudoeste de la provincia de
Buenos Aires

Fuente: Elaboración propia sobre la base del Atlas de la Republica Argentina, La Nueva Provincia,
2009.
En primera instancia caracterizaremos al partido de Bahía Blanca, el cual se encuentra
ubicado en el Sur de la provincia de Buenos Aires, limitando al Norte con el partido de

7
Otro dato que nos ilustra este proceso de migración del campo a la ciudad es la pérdida “…Entre
1991 y 2001 en la región pampeana de más de 600.000 habitantes rurales…” (REBORATTI, 2007:
101).

9
Tornquist, al Oeste con el partido de Villarino, al Este con el partido de Coronel Pringles y al
Sur con el partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales y el Mar Argentino.

Su relieve se caracteriza por poseer una planicie con desniveles hacia la costa,
mientras que en el sector noreste aparecen terrazas de 70 metros de altura, como contraste
coronando sus sector de de máximo declive, se encuentra el mar como limite natural en
forma de bahía hacia el Este.

En relación con el clima, teniendo en cuenta la clasificación de Thornthwaite podemos


definirlo dentro del grupo subhúmedo seco. Los valores anuales de precipitaciones promedio
se encuentran en los 584.6 milímetros8. En relación con las características edáficas
predominan los suelos molísoles y entísoles, se los puede calificar a estos como poco
evolucionados, ello se traduce en perfiles con pocos horizontes.

Posee una población de 301.531 habitantes, según el Censo Nacional de Población y


Vivienda (INDEC, 2010). La superficie total del distrito es de 230.000 hectáreas. La ciudad
de Bahía Blanca concentra la mayor población del partido. Se destacan además las
localidades de Ingeniero White-puerto comercial- General Cerri, Grunbein y Cabildo.

Tabla Nª 1
Evolución de la población en el partido de Bahía Blanca. Años 1991-2010

Población
Urbana Rural Total
Año 1991 268.097 4.094 272.191
Año 2001 283.149 1627 284.776
Año 2010 S/D S/D 301.531

Fuente: Elaboración propia en base al Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, INDEC y
ROMERO, Fernando. 2009: “Las políticas de desarrollo rural en la Argentina reciente. Programas y
proyectos en el SO Bonaerense”. Tesis de Magister en Gestión y Desarrollo Territorial Bahía Blanca,
Universidad Nacional del Sur.

En este sentido la Tabla N° 1 observamos como la población total del partido de Bahía
Blanca, entre los años 1991 y 2010, evidencia un crecimiento de 29.380 habitantes, que
representa un aumento del 9.74 %. Por otro lado la población rural en el periodo intercensal
1991-2001 descendió 2.467 habitantes, que equivale a 60.2 % menos.

8
MARINISSEN, A. 2009: “Caracterización del partido y de la agencia de extensión del INTA Bahía
Blanca. Documentos de la Agencia de Extensión del INTA Bahía Blanca, EEA INTA Bordenave.

10
Tabla Nro. 2
Partido de Bahía Blanca cantidad y superficie de explotaciones agropecuarias –EAPs-
según escala de extensión

Más de
CNA 1988 0 a 50 ha. 50 a 100 ha. 100 a 500 ha. 500 a 1000 ha. 1000 a 2500 ha. 2500 a 5000 ha. 5000 ha. Total
EAPs. 73 8 142 61 47 11 6 348
CNA 2002
EAPs. 48 10 107 51 44 9 6 266
Sin
Variación -34% 25% -24,60% -16,30% -8,50% -18,80% variación -23,56%

Fuente: Elaboración propia en base a ROMERO, Fernando. Op. Cit.

Por otro lado, en cuanto a la cantidad y superficie de explotaciones agropecuarias la


tabla Nro.2, nos muestra una pérdida en la mayoría de los segmentos de las EAPs. De
acuerdo a su superficie, destacando la mayor disminución en el período intercensal 1988-
2002, en el segmento de 0 a 50 hectáreas con un 34 % menos. En cuanto al total de
explotaciones se registran 82 explotaciones agropecuarias, representando un 23.56 %
menos del distrito. Es interesante observar que sumando el total de EAPs de los estratos de
500 a 1.000 hectáreas, 1.000 a 2.500 hectáreas, 2.500 a 5.000 hectáreas, y más de 5.000
hectáreas, totalizan 110, representando el 41.35 % del total para el año 2002 9.

En el distrito según el Censo Nacional Agropecuario 2002 existen 266 EAPs., de las
cuales 217 se dedican a la ganadería bovina, principalmente a la modalidad de cría.
Asimismo la cantidad de hectáreas de uso agrícola ascienden a 85.925, sobre un total de
214.656 representando un 40.02 %. Son características las explotaciones agropecuarias
que poseen sistemas productivos con más del 50 % de su superficie destinada a la
ganadería y ganadería-agricultura, estas representan el 88 % del total y ocupan un 95.8 %
de la superficie.

Asimismo las EAPs. en donde la actividad ganadera ocupa el 80 % o más de su


superficie representan el 64 % de los casos y el 70 % de la superficie bajo producción. Su
principal actividad es la producción de carne vacuna -cría y ciclo completo - (Marinissen,
2009).

9
En nuestro país, el tamaño promedio de las EAPs con límites definidos, creció de 469 hectáreas en
el año 1988 a 588 hectáreas en 2002 -25%-. El mayor crecimiento se observa en la Región
Pampeana, donde la escala promedio se incrementó un 35% -pasando de 400 hectáreas en 1988 a
533 hectáreas en 2002. En la provincia de Buenos Aires la disminución de las EAPs de hasta 200
hectáreas es del 31.5 %; de las de entre 200 y 500 hectáreas es del 23 % y de las EAPs de entre 500
y 1.000 hectáreas, de un 10 %. En contrapartida, las explotaciones de 1.000 a 2.500 hectáreas
aumentaron un 1.5 % y las de más de 2.500 hectáreas, un 8.5 %. (ALAMO, ROMERO y STOLZE,
2005).

11
En este caso la agricultura ocupa un papel secundaria, fundamentalmente por las
condicionantes climáticas. El principal cultivo es el trigo con una superficie promedio de
45.800 hectáreas para el periodo 1969-70-2008-2009, una participación del 78 % en
superficie sembrada y del 89 % en el volumen total de granos producidos 61.800 toneladas,
otro de los cultivos destacados es la avena con 9.000 hectáreas sembradas, siendo de
escaso significado la cebada cervecera y el girasol. (Marinissen, 2009)10.

Tabla Nª 3
Evolución de los principales cultivos en el partido de Bahía Blanca. Años 1989-1990-
2009-2010
Superficie sembrada
campaña campaña campaña campaña campaña Variación
Cultivos 1989/1990 1998/1999 2002/2003 2005/2006 2009/2010
Avena 9.000 Ha. 15.000 Ha. 14.000 Ha. 7.200 Ha. 4.100 Ha. -54.44%
Cebada
cervecera 1.550 Ha. S/D 500 Ha. 1.300 Ha. 3.500 Ha. 55.71%
Cebada forrajera 1.800 Ha. 0 S/D S/D S/D S/D
Girasol 1.000 Ha. 5.000 Ha. 2.400 Ha. 2.000 Ha. 1.000 Ha. S/V
Maíz 1.000 Ha. 500 Ha. 500 Ha. 1.000 Ha. 1.200 Ha. 20 %
Sorgo 1.000 Ha. 0 S/D 400 Ha. 200 Ha. -80 %
Trigo 46.000 Ha. 52.300 Ha. 52.000 Ha. 45.500 Ha. 31.400 Ha. -31.73%
Trigo candeal S/D 800 Ha. S/D 2500 Ha. 4.200 Ha. 80.92%

Fuente: Elaboración propia en base a información del Proyecto Estimaciones Agrícolas de la Bolsa
de Cereales y Productos de Bahía Blanca.

Los principales cultivos, según la tabla nro. 3 nos muestra que los principales cultivos
en el partido son: el trigo, que representa 68.85 % de la superficie sembrada, el trigo
candeal con 9.21 %, la avena - 8.99 %- y la cebada cervecera- 7.67 %- estos cuatro
cultivos representaron en la campaña 2009-2010 el 94.72 % del total de la superficie
sembrada. La superficie cultivada del distrito experimentó, en el periodo analizado una
disminución del 25.67 %, se paso de 61 350 a 45.600 hectáreas.

Tabla Nª 4
Evolución de la existencia de ganado bovino en número de cabezas en el partido de
Bahía Blanca
Variación
% 1998-
Año 1998 Año 2002 Año 2007 Año 2008 Año 2009 2009
10
Es oportuno señalar que las campañas agrícolas 2005-2006 y 2008-2009 se vieron seriamente
afectadas por las intensas sequías que afectaron a los partidos analizados.

12
Bahía
Blanca 145.665 108.301 109.880 109.122 69.660 -52.17 %

Fuente: Elaboración propia en base al Censo Nacional Agropecuario-2002, INDEC, El mensual


ganadero. Sector de ganados y carnes. Bolsa de cereales y productos de Bahía Blanca. Diciembre-
2009 y ROMERO, Fernando. Op. Cit.

Por otra parte en relación con la ganadería la tabla Nro 4., evolución de existencia de
ganado bovinos en número de cabezas de ganado bovino en el partido de Bahía Blanca, del
análisis se observa una disminución muy importante en el número de vacunos entre los
años 1998 y 2009, llegando a 76.005 cabezas de bovinos, que representan entre los años
analizados un 52.17 % menos.11 En tal sentido no podemos obviar y dejar de mencionar que
las políticas agropecuarias gubernamentales implementadas en los últimos años asociadas
a dos periodos de extremas sequías en la región -campañas 2005-2006 y 2008-2009-
impactaron negativamente en la producción ganadera regional.

En segundo término, identificaremos al partido de Coronel Rosales. Su cabecera es la


ciudad de Punta Alta y limita al Oeste y Noroeste con Bahía Blanca, al Norte con Coronel
Pringles, al Sudeste con Coronel Dorrego, haciendo de límite natural el arroyo Sauce
Grande, y al Sur con el Mar Argentino.

En el ámbito marítimo, y por el decreto provincial 449/99, el municipio ejerce la


administración de las islas Del Embudo, Bermejo y Trinidad, tres de las islas de la ría de
Bahía Blanca, que suman alrededor de 400 kilómetros cuadrados. En el partido, se
encuentran la Base Naval de Puerto Belgrano, y la Base de Infantería de Marina Baterías
pertenecientes a la armada argentina.

El relieve se caracteriza por ser una llanura de disposición escalonada con valores que
disminuyen hacia la bahía, con una pendiente en sentido Norte-Sur. Las alturas varían entre
los 80 metros y los 2 metros sobre el nivel del mar.
Posee un clima templado de transición, la temperatura media anual es de 15.3 grados
centígrados. Predominan los vientos de dirección Norte y Noroeste. El promedio anual de
precipitaciones es de 540 milímetros. En cuanto a la vegetación predomina la de espinal o
del monte de chañares. Existe además una estepa herbácea psamófila, arbustiva halófila y
matorrales halófilos. El suelo presenta una textura franco arenoso (Bróndolo, .2001).

11
En relación con la ganadería, la existencia de ganado bovino en nuestro país, según registros del
año 2010 asciende a 48.949.743 cabezas, en la provincia de Buenos Aires encontramos un stock de
15.982.834 cabezas, mientras que en los partidos de: Bahía Blanca existen 69.660 cabezas, que
equivalen al 0.43 % del total de la provincia.

13
El distrito posee 61.651 habitantes (INDEC, 2010)12. Entre las localidades más
importantes, además de su cabecera, se encuentran Villa General Arias, Pehuen-Co y Bajo
Hondo.
Tabla Nª 5
Evolución de la población en el partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales.
Años 1991-2010

Población
Urbana Rural Total
Año 1991 56.427 3.116 59.543
Año 2001 57.296 3596 60.892
Año 2010 S/D S/D 61.651

Fuente: Elaboración propia en base al Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, INDEC y
ROMERO, Fernando. Op. Cit.

A partir de los datos demográficos provistos por la Tabla Nro. 5, destacamos un leve
crecimiento de la población del partido de Coronel Rosales, entre el período intercensal
comprendido entre los años 1991-2010, la población aumento 2.108 habitantes, significando
un 3.41 % más. En relación a la población rural en el período intercensal 1991-2001 el
partido creció un 15.4 %, es decir 480 personas más.
Desde el punto de vista edáfico se destaca la presencia de suelos molisoles de aptitud
mixta agrícola-ganadera, entre los principales cultivos encontramos al trigo13, la cebada y la
avena.

Por otro lado, la ganadería es de bajos requerimientos para la cría y recría de ganado
vacuno y ésta es representada -casi en su totalidad- por ganado vacuno, siendo las
principales razas: Shorthorn y Aberdeen Angus-, existiendo también ovinos y en menor
medida porcinos. El partido contaba con un stock de 36.346 cabezas de ganado bovino para
el año 200914.

La actividad hortícola es complementaria, destacándose los cultivos de tomates,


cebolla, acelga, pimientos y algunas variedades de zapallos, desarrollándose principalmente
en la localidad de Villa General Arias.

12
60.892 habitantes, INDEC, 2001.

13
En la campaña 2007-2008 se registraban un total de 37.045 hectáreas sembradas con trigo en el
partido de Coronel Rosales. Fuente Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires.

Fuente: El mensual ganadero. Sector de ganados y carnes. Bolsa de cereales y productos de Bahía
14

Blanca. Diciembre-2009.

14
En el distrito de Coronel Rosales en el año 1988 había un total de 169 EAPs., para el
año 2002, las mismas descendieron a 136 EAPs, en términos porcentuales representaban
un 27 % menos. Del total de explotaciones agropecuarias del partido-136-, 110 EAPs. se
dedicaban a la ganadería bovina, en cuanto a la cantidad de hectáreas dedicadas a la
agricultura, las mismas ascendían a 56.071, representando un 53.59 % del total de
superficie productiva que era 104.612 hectáreas.

Otro de los indicadores que caracterizan el proceso que estamos describiendo es la


desaparición de EAPs. y la concentración de la tierra en el distrito, sobre este punto es
oportuno observar los datos expuestos a continuación:
Tabla N° 6
Partido de Coronel de Marina Leonardo Rosales cantidad y superficie de
explotaciones agropecuarias –EAPs-, según escala de extensión

Más de
CNA 1988 0 a 50 ha. 50 a 100 ha. 100 a 500 ha. 500 a 1000 ha. 1000 a 2500 ha. 2500 a 5000 ha. 5000 ha. Total
EAPs 4 9 100 33 - 4 - 169
CNA 2002
EAPs 11 6 64 30 16 7 2 136

Variación 63,63% -33,33% -36% -9% - 42,80% - -19.52%

Fuente: Elaboración propia en base a ROMERO, Fernando. Op. Cit.

En la Tabla nro.6, el partido de Coronel Rosales evidencia el mismo comportamiento


en el período intercensal 1988-2002 que el partido de Bahía Blanca, una disminución de
EAPs., en particular los segmentos de 0 a 1.000 hectáreas de superficie promedio, que
significan 33 EAPs menos en el total, representando una baja de 19.52 %. Asimismo
destacamos un aumento en los estratos superiores, es decir en las EAPs. con más de 1.000
hectáreas de superficie promedio. Estas EAPs en su conjunto suman 25 –según CNA 2002-
que equivalen al 18.3 % del total.

En cuanto al número de unidades productivas, predominan en el partido las de 100 a


500 hectáreas, dato que refleja una heterogeneidad en el uso del suelo propio de zonas
próximas a centros urbanos surcados por una densa red de circulación. Se destaca en ellos
el cultivo de cereales con ganadería de invernada y cría. Existen asimismo, áreas
improductivas ubicadas sobre la costa por la composición del suelo y las características
naturales de salitral y medanos.

15
Con el objetivo de observar los cambios producidos en los usos del suelo en el distrito
incorporamos los datos de los principales cultivos y la existencia de stock de ganado vacuno
en las últimas dos décadas.

Tabla Nª 7
Evolución de los principales cultivos en el partido de Coronel de Marina Leonardo
Rosales. Años 1989-1990-2009-2010

Superficie sembrada
campaña campaña campaña campaña campaña Variación
Cultivos 1989/1990 1998/1999 2002/2003 2005/2006 2009/2010 %
Avena 8.000 Ha. 9.000 Ha. 10.000 Ha. 6.400 3.900 -51.25 %
Cebada
cervecera 2200 Ha. 2.000 Ha. 9.500 Ha. 21.000 Ha. 16.500 Ha. 86.66 %
Cebada forrajera 100 Ha. S/D S/D S/D S/D S/D
Girasol S/D 2.000 Ha.. 1.500 Ha. 2.000 Ha. 1.900 Ha. -5 %
Maíz 3.000 Ha. 500 Ha. 500 Ha. 1200 Ha. 1.800 Ha -40 %
Sorgo 500 Ha. 0 S/D 300 Ha. 280 Ha. -44 %
Trigo 33.000 Ha. 33.300 Ha. 42.000 Ha. 42.500 Ha. 24. 900 Ha. -24.54 %
Trigo candeal S/D 2.400 Ha. 500 Ha. 500 Ha. 2.200 Ha. -8.3 %

Fuente: Elaboración propia en base a información del Proyecto Estimaciones Agrícolas de la Bolsa
de Cereales y Productos de Bahía Blanca.

Los principales cultivos - tabla nro. 7- son el trigo -48.36 %-, la cebada cervecera-
32.05 %- y la avena -7.57 %- que representan el 87.98 % del total de la superficie
sembrada. Entre la campaña 1989-1990 y 2009-2010 se experimentó un crecimiento del 10
%, se pasó de 46. 800 a 51.480 hectáreas.

Tabla Nª 8
Evolución de la existencia de ganado bovino en número de cabezas en el partido de
Coronel Rosales

Variación
% 1998-
Año 1998 Año 2002 Año 2007 Año 2008 Año 2009 2009
Coronel
Rosales S/D 41.196 56.872 50.728 36.346 -11.77 %

16
Fuente: Elaboración propia en base al Censo Nacional Agropecuario-2002, INDEC, El mensual
ganadero. Sector de ganados y carnes. Bolsa de cereales y productos de Bahía Blanca. Diciembre-
2009 y ROMERO, Fernando. Op. Cit.

En cuanto al número de cabezas de ganado bovino, en la Tabla nro. 8 en el partido de


Coronel Rosales la disminución es notoria, la caída de vacunos entre los años 2002-2009
equivale a 4.850, representando un 11.77 % menos del rodeo que existía en el año 2002.

Imágenes del espacio rural analizado en la actualidad

Fuente: fotografías tomadas por Matías Alamo en la localidad de Bajo Hondo, partido de Coronel
Rosales, Febrero- 2011.
Los indicadores citados anteriormente no hacen más que reforzar la idea de que el
continuo despoblamiento y vaciamiento que esta sufriendo el espacio rural analizado en la
actualidad obedece fundamentalmente a los cambios en los modos de producción, en la
concentración de la tierra y la pérdida de explotaciones agropecuarias, principalmente en las
más pequeñas.

Consideraciones finales

17
Con el presente trabajo intentamos exponer los cambios socio-espaciales que se
manifestaron en el espacio rural de nuestro país, particularmente en los partidos
bonaerenses de Bahía Blanca y Coronel Rosales durante el período analizado.
Destacamos la incidencia que ha tenido en el agro argentino, la instrumentación de
políticas económicas de corte neoliberal llevadas a cabo a partir del año 1991. Estas
produjeron un fuerte impacto en la población rural, que se evidencia con un marcado
crecimiento de la pobreza rural, lo que conlleva a un aumento progresivo de despoblamiento
rural, provocando la aparición de áreas deprimidas, relacionadas al vaciamiento del espacio
rural y paralelamente, el incremento de la densidad poblacional de otros espacios
determinados, generalmente ciudades medianas y pequeñas, generándose un desequilibrio
territorial.
Algunos de los aspectos más significativos que debemos resaltar, producto del análisis
del presente trabajo: En los dos partidos analizados experimentan cambios demográficos en
cuanto a la composición de sus poblaciones urbanas y rurales, en los dos casos la población
urbana aumenta y la población rural disminuye en el período intercensal 1991-2010.
Claro es el ejemplo del partido de Bahía Blanca, donde se registra un marcado
descenso de población rural, que se evidencia en los registros de datos de los censos de
población 1991 y 2001. Y un aumento progresivo de la población urbana, que se encuentra
concentrada mayoritariamente en la ciudad de Bahía Blanca.
Por otro lado observamos en los últimos años, como se manifiesta un creciente
proceso de concentración de la tierra y desaparición de explotaciones agropecuarias –
EAPs- se modificaron las formas y organización de la producción, hay un avance de la
agricultura en detrimento de la ganadería. En los partidos analizados aun prevalece el uso
mixto en las EAPs pero es notoria la pérdida de cabezas de ganado vacuno.
Los distritos bajo estudio evidencian el mismo comportamiento en cuanto a la pérdida
de explotaciones agropecuarias en el periodo intercensal 1988-2002, una disminución en el
número de EAPs, en particular los segmentos cuya superficie varia entre 0 a 1.000
hectáreas.
Por lo antes expuesto, vemos que es necesario y urgente detener y revertir las
tendencias en curso a la concentración en pocas manos del capital agrario, la producción y
la tierra, debiendo apuntar hacia una reforma agraria integral, que garantice el desarrollo
socialmente sustentable del mundo rural. Para ello se debe pensar la propuesta de
desarrollo rural teniendo en cuenta a este como un proceso integral de mejora de la calidad
de vida de las poblaciones rurales.

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