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Permítanme un sondeo.

Alguien ha dejado de bañarse por dos días, tres, cuatro, cinco.


Yo recuerdo que por allá del 4 día ya no me soportaba, no me quería mover para no olerme. Por mucho
tiempo creí que era una fina persona sin embargo, al llegar al quinto día empecé a dudar de cuan finos
somos los seres humanos. Es increíble lo que puede salir, emerger, desprenderse, olerse de una persona
con tantos días evitando el agua. Recuerdo hace algún tiempo de una persona en tan mal estado que las
moscas volaban atraídas a su persona.

¿Que puede detenernos de darnos un baño?, ¿que cosa puede ser suficiente como para no darnos un
chapuzón y meternos con el jabón?, pero por favor, alguien me puede decir que puede hacer que una
persona huya de la regadera?. De sentirse rico, fresco, ligero, liviano. Recuerdo que después de no
haberme bañado por 5 días, hasta sentí que rejuvenecí, me sentía tan suave, que hasta que me
acariciaba solo. Me abrazaba solo.

Considerando esto, ¿Quien de los presentes prefiere no bañarse?, ¿cuantos de ustedes prefieren los
placeres de sentirse revolcados por polvo y fango que nieguen el poder de un buen baño?
¿quienes de los aquí reunidos desea más la suciedad que el estar en sociedad?, ¿NADIE VERDAD?.

Sin embargo nos les parece increíble que la mayoría de nosotros prefiera una vida alejada de Dios que
aquella de plena comunión. ¿Que la mayoría de nosotros guste de vivir a su manera que de aquella vida
que Dios nos da en su Palabra?. ¿Nos les parece inverosímil y cuasi-aturdidor que prefiramos de las
zanjas bajas de nuestros temperamentos a las fragantes y refrescantes aguas del Creador?

YO NI SIQUIERA lo HABIA PENSADO. Hay aquí algunos que en términos espirituales no se han
bañado en toda una vida. Otros no se han pasado un peine en años y otros más no se han pasado un sólo
cotonete en los auriculares en décadas, que para que escuchen algo de Dios, parece que Dios tiene que
gritarles.

¿Que nos hace huir del baño?, ¿que nos puede asustar del peine?, ¿porque puede provocarnos una huida
el escuchar el caer del agua? Aparentemente nada, sin embargo, mejor que un peine, mejor que un
baño, mejor que el agua es el tener una relación personal y real con el Creador del Universo, pero
increíblemente muchos la evitamos, si tenemos una religión, si leemos muy bien la biblia, si vamos a
una iglesia, si hasta hablamos de las propiedades curativas del H2O, y sin embargo, Dios no está en
nuestras vidas, no hay evidencias de cambio, de vida, de limpieza, de realización, de poder, de su
gracia.

Creo que estas pueden ser algunas razones del porque huimos de la regadera, de ser limpiados en lo
más profundo del corazón.

Nos sentimos tan sucios, tan indignos que creemos que nunca será posible que el agua quite nuestra
inmundicia. Nos creemos tan inmerecedores de un baño que preferimos ocultar nuestra suciedad que el
reconocer y venir a que nos den una cepillada...con mucho amor.

O tal vez creamos que no lo necesitamos, parece que es la moda, a todo podemos adaptarnos, todos
están así y ni se preocupan. Para algunos es mejor tener ropa más cara, que me vean en un auto más
nuevo, o que desde lejos admiren donde vivo, que preferir que se acerquen a mi.

O tal vez hacerme de algún repelente, que el polvo o la mugre no puedan tocarme, un tipo de burbuja
anti-bacterial que evite el contaminarme, que excluya toda posibilidad de ensuciarme. Pero yo soy el
que está sucio y quiero cuidarme de que no me ensucien, que situación más contradictoria.
O tal vez esta, tu te ensuciaste, ¿para que te ensuciaste?, haz tu mejor esfuerzo, con poder de voluntad
lo lograrás, prueba este libro, ve a este seminario, intenta seguir esta disciplina, y quedarás limpio.
Sin embargo, promesas incumplidas, mucha teoría sin práctica, y casuales motivaciones, creo que son
el resultado de tales intentos por mejorar. Es el deseo de por fin sentirme limpio.
El famoso “tienes que ganarte el derecho” ¡pero como si estoy tan sucio!, me descalificas desde el
mismo inicio. Me dicen que estoy sucio y sin embargo, me ensucian más, al acusarme.

O, el agua es tan escasa que no creo que me toque, no creo que pueda acceder a ella. (esto parece casi
real por la escasez del agua pero no es el caso), eso es sólo para personas buenas, así fue mi madre, soy
como mi padre, ellos tampoco pudieron, no se les dio la oportunidad, lo intentaré pero quieres que te
diga la verdad, no creo que me tomen en cuenta, no creo que Dios sepa o quiera saber de mi. Somos
tantos y hay mejores, seguramente El está muy ocupado atendiendo a otros.

O ya se, parece que algunos empiezan a darse cuenta que uno puede sentirse mejor con un buen baño
sin embargo, eso significa que si creo eso ya no seré normal, el estar sucio parece ser tan normal, es
normal que haya violencia, es normal la infidelidad, es normal que te mientan, es normal que roben, ya
no seré “normal”, la gente me preguntará que te hiciste, ¿estás yendo a Comunidad en Cristo verdad?
cuando todos puedan acceder a un baño, eso significa que peligra el sistema que se ha creado de los 5
pasos para estar sucio y preocupado.

Creen que puedan existir tales casos, permítanme presentarles uno esta mañana.

Todos huimos porque estamos sucios.

Is. 64:5b, 65:1,2

Todos vivimos en menor o mayor medida en el modo de huida y lo hacemos porque no deseamos que
nos conozcan, que nos rechacen, que nos juzguen, que nos señalen y menos de una persona tan
importante como es Dios. Todos deseamos sentirnos muy amados por Dios, sin embargo, esta no es la
experiencia más común.

Mucho de los malos hábitos, de las adicciones, conductas destructivas residen, tienen su poder en una
mentalidad de pecado, de sentirme indigno, condenado, sucio y quien se siente amenazado termina por
huir.

¿como saber que estoy huyendo?, de que formas lo hago?, porque huyo?, que gano al huir?, de que
manera puedo romper el ciclo?, que provoca en nosotros el que huyamos?, como Dios me busca?, si
Dios me busca, para que me quiere?, ¿como encontrarme con El?

Cuando huimos de Dios nos escondemos en nosotros. El escondernos en nosotros puede ir desde
el extremo del orgullo nacionalista hasta la co-dependencia enfermiza. Vivimos para nosotros y
para protegernos, a la defensiva.

Usualmente huimos cuando nos olvidamos de la realidad, cuando asumimos un papel en el que ya no
me puedes enfrentar porque simplemente no estoy, me buscas y no me encuentras, vivo ausente de
otros emocionalmente o físicamente. No estoy en las condiciones para ponerme de pie.
Huir de la realidad o una mejor, destruir la realidad. Si huyo de algo o de alguien, porque mejor no lo
mato. En el primer caso encontramos los malos hábitos, las adicciones, las conductas destructivas; en el
segundo, el orgullo nacionalista, la pretensión de no necesitar de Dios. .

En el primer caso, no nos es posible mantenernos en pie, en el segundo tienen que derribarnos.

Este es el caso del Saulo de Tarso, posteriormente conocido como el apóstol Pablo.
EL ANTECEDENTE DE PABLO. Saulo deseaba acabar con el cristianismo. Unos huyen, pero Pablo
va contra la pared. El estaba dispuesto a acabar con aquello que ni el imperio romano pudo controlar. El
no se consideraba sucio, peor aún, creía que era el único limpio. Y razones tenía para asumir esto. Era
un hombre intachable, honorable, un emblema de la cultura del esfuerzo, y sin embargo, estaba sin
Dios, sin conocerle, deseando acabar con El.
ES AQUI DONDE lo INTERCEPTA la GRACIA de Dios
Conforme observamos como Saulo pasa a ser Pablo el Apóstol, nos asombraremos de la gracia, bondad
y misericordia de Dios en nuestras vidas.

¿COMO PODEMOS EXPERIMENTAR un ENCUENTRO TRANSFORMADOR con la GRACIA de


Dios?

1.- SOMOS SENSIBILIZADOS A NUESTRO PROPIO PECADO HECHOS 9:1-6


2.- SOMOS DESPERTADOS a la GRACIA de Dios HECHOS 9:10-19
3.- SOMOS PROYECTADOS A NUESTRO DESTINO HECHOS 9:20-22

1.- SOMOS SENSIBILIZADOS A NUESTRO PROPIO PECADO HECHOS 9:1-6


Lo que nos abre al amor de Dios es darnos cuenta de nuestro terrible pecado

Muchas veces Dios hará esto, detenernos para que no nos destruyamos, cuando vivimos en pecado, ya
sea huimos de Dios o vamos en contra de El. Y el pecado no nos permite darnos cuenta de esto. Dios
nos detendrá porque quiere hacernos ver nuestro pecado. Mientras vayamos en nuestra dirección no nos
daremos cuenta de nuestro propio pecado, pero bendito sea Dios quien nos derriba de nuestro caballo.
Para algunos el ser derribado tal vez significará enfrentarse a su realidad al caer de lo que con tanto
esfuerzo lograron, por años. Esa era su seguridad. En lo que estaban montados.
Dios le hace ver a Saulo de su ceguera espiritual, te das cuenta Saulo cuan incapaz eres, y es lo que
Dios ha hecho con muchos de nosotros, nos ha detenido, nos ha derribado, de lo que creíamos era
nuestra seguridad, y lo ha hecho para que nos demos cuenta que el rumbo que llevábamos era el de
nuestra destrucción. Sin Dios en nuestras vidas nos estamos destruyendo. Somos auto destructivos,
lamentablemente estamos ciegos y no nos damos cuenta de ello.

Pablo empieza a darse cuenta que el cáncer no era el cristianismo sino su cerrazón, que el problema no
eran ellos sino el, se da cuenta de su vida atropellada, de toda su arrogancia y creída suficiencia. se
darse cuenta quien realmente es.

Cuando Dios nos derriba de quien creemos ser nos damos cuenta de lo limitados e incapaces que
somos.
Una experiencia con Dios que nos transforma empieza cuando nos damos cuenta de lo extraviados,
perdidos, ciegos y arrogantes personas que somos. De que ninguna de nuestras proezas es suficiente
para cubrir nuestra suciedad y horror.
El pecado, una vida enfocada en nosotros mismos, no nos permite darnos cuenta que vamos en contra
de Dios, no sentimos que estamos mal y que necesitamos limpieza, un cambio, una nueva dirección.

He encontrado este principio, que las personas que más critican, que más persiguen a otros, que por que
hacen esto, que no me gusta que hagan aquello, que quien se cree que son, mientras más señalan a otros
más ignorantes son de ellos mismos, más ciegos son de nuestro propio pecado. Pueden creer que haya
personas que creen que están bien criticando y hablando mal de otros, pueden creer que haya personas
que creen que están bien mientras se comen al prójimo, mientras viven en amargura, odio y
resentimiento.
Existen personas que creen que están ayudando a su familia trabajando tan duro cuando cada vez las
alejan mas y mas de ellos.
Cuando los problemas, tragedias o rupturas nos sorprenden en la vida, usualmente es porque
cabalgamos en nuestra dirección y no en aquella que se destaca por la fe, el amor y la esperanza.
Es la naturaleza engañosa del pecado.
Esta es la clave, aceptar lo sucios que estamos, abrirnos a Dios para que nos muestre lo errados
que estamos cuando El nos derriba de nuestro caballo. Somos tan sensibles a la gracia,
misericordia y bondad de Dios como aceptemos que Dios nos ama tanto como para cambiarnos la
jugada y llevarnos en otra dirección. Lo aceptaremos?

Una experiencia con Dios que nos transforma empieza cuando


1.- SOMOS SENSIBILIAZDOS A NUESTRO PROPIO PECADO HECHOS 9:1-6
02.- SOMOS DESPERTADOS a la GRACIA de Dios HECHOS 9:10-19

Esta es la parte asombrosa de la historia, a pesar de lo cruel que había sido Pablo con la Iglesia, de ir en
contra de Dios, de aun querer destruir su obra, Dios lo recibe con increíble gracia, misericordia y
bondad.
Muestra de su gracia, misericordia y bondad es que Dios nos envía personas que nos ayuden a ver lo
que no veíamos. Personas que nos muestran con amor cuan errados estamos.
Dios nos empieza a mostrar quienes somos para El. Pablo es llamado un instrumento escogido, esto es
ridículo, pero así es la gracia de Dios, extravagante, asombrosa, inexplicable.
Es conmovedor que Dios desea abrazarnos cuando nosotros queremos golpearlo, es conmovedor que
Dios desea ayudarnos cuando nosotros le escupimos, es conmovedor experimentar su gracia.

Lucas 7:47 Quien ha sido perdonado poco, poco ama


Ahora entiendo porque Pablo era un hombre que amaba tanto y tan compasivo

No confiamos en Dios porque confiamos en nosotros mismos. Cada vez que peligra lo que creemos que
es nuestro, nos escondemos en nosotros mismos, nos aferramos a quien creemos ser y no quien Dios
quiere que seamos. Nos da miedo enfrentar a Dios cuando El nos espera.

Estamos sucios y creemos que estamos limpios y huimos de quien nos dicen que necesitamos una
bañadita, nos quiere hacer bien pero huimos. ¿Que pasaría si admitieras que necesitas limpieza? ¿que
harías después que lo admitieras? ¿como te sentirías una vez hecho lo anterior?

Una experiencia con Dios con la gracia que nos transforma empieza cuando SOMOS
SENSIBILIZADOS A NUESTRO PROPIO PECADO, y es sellada con el increíble milagro de ser
DESPERTADOS a la GRACIA de Dios a pesar de quienes somos, y esta misma gracia obra en
nosotros PROYECTANDONOS A NUESTRO DESTINO DIVINO.
3.- SOMOS PROYECTADOS A NUESTRO DESTINO HECHOS 9:20-22
Muchos aun dentro de la iglesia resultarán sorprendidos de lo que Dios quiere hacer en tu vida. Esto
fue lo que paso con Ananias, discípulo de Jesús.
Quien fue Pablo en la Cristiandad? Su Obra.

Una experiencia con Dios con la gracia que nos transforma nos proyectara hacia nuestro destino divino.

Nos DAREMOS CUENTA que FUIMOS HECHO PARA UNA CAUSA MAYOR a NOSOTROS
MISMOS. QUE HAY ALGO MAS EN LA VIDA QUE EL AQUI Y EL AHORA, QUE TENEMOS
UNA ASIGNACION CELESTIAL, que FUIMOS CREADOS PARA LA ETERNIDAD y en ELLO
TENEMOS UNA MISION.

Cuando experimentamos la gracia de Dios en nuestras vidas encontramos la mas increible motivación
para hacer el bien, para amar, tener una visión de vida y para creerle a Dios en lo que El quiere hacer
en nuestras vidas.

Su gracia nos transformara de ser materialistas a dar con gratitud y generosidad


Su gracia que nos perdona nos hace perdonar a otros y soltar todo resentimiento
Su gracia incondicional transformará la sofocante ansiedad en una vida de paz y confianza
Su gracia será más que suficiente para llevar a cabo Sus planes y vivir en su voluntad que en tratar de
satisfacernos egoístamente cerrándonos para no servir a otros
Su gracia es lo que finalmente necesitamos para salir de nosotros mismos a un mundo que grita su
necesidad de aceptación y perdón

TODOS TENEMOS UN SAULO de TARSO QUE Dios desea tranformar en PABLO el


VISIONARIO. Y solo su gracia será suficiente para romper la confianza en nosotros mismos que
caracterizaba a Saulo y ser transformados a la semejanza de Cristo, la gracia es lo que permite a Dios
obrar en nosotros tal transformación, y este es un proceso en el que la gracia esta presente de principio
a fin, no fuimos salvos por Dios por su gracia para continuar nosotros con el resto de la obra, confiando
en nuestra capacidad, es de Dios la obra de principio a fin. NO podemos prescindir de ella.
La misma gracia que te salvo, es la misma gracia que te discípula, vive en su gracia.

EFESIOS 2:8-10

Pablo nunca se olvido de lo que Dios hizo por el, de su gracia.

Has tenido un real encuentro con Dios por medio de su gracia?, Has experimentado la gracia de Dios
que te hace ver tu pecado, que te atrae hacia Dios, que te limpia, que te llena de vida y te lanza en un
propósito personal de vida que agrada a Dios?

Has experimentado el sublime milagro de la gracia de Dios?

El ESTA EXTENDIENDO SU MANO HACIA TI, la TOMARAS y no te soltaras de ella hasta que
seas la personas que El creo que fueras.
Su gracia es gratuita pero tendrás que dar todo para recibirla, te resistirás o te entregaras. Seguirás
montado, te derribaran o te bajaras.

Pablo puede decirte que es lo mejor que puedes hacer con tu vida.

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