Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
§1. Introducción
Con este pequeño aporte se parte de la hipótesis que “el art. 64 de la Ley 13634 ha sido
de nominado “el agujero negro dentro del régimen de protección integral de los
derechos del niño”. La Corte Suprema de Justicia se ha negado a declarar la
inconstitucionalidad de este artículo, mientras que tribunales inferiores lo han hecho,
con el fundamento legal que contraviene lo dispuesto en la Convención de los Derechos
del Niño. Partimos de la base que por un lado rige la Ley 22278 y por otro, un sistema
de protección integral, que a nuestro entender, no necesariamente excluye las medidas
de seguridad, teniendo en cuenta el interés superior del niño.
Del análisis de la ley 22278, 23849, 26061, 13298, 13634, y de la normativa
internacional en la materia, nos planteamos como objetivos:
1.- Conocer el punto conflictivo de la aplicación del art. 64 de la Ley 13634.-
2.- Analizar si la aplicación de medidas de seguridad a menores de 16 años contradice la
normativa internacional.
3.- Por el contrario, analizar si en casos de extrema gravedad, puede ser aplicable, el art.
64 de la Ley 13634, en virtud del juego armónico de otros artículos de la Convención
introducidos con jerarquía constitucional luego del año 1994.-
4.- Analizar la jurisprudencia de la CSJN y de tribunales inferiores.
5.- Analizar la jurisprudencia de la CIDH.-
1
.-O”Donnell, Daniel, en www.iin.oea.org/ en “La Convención de los Derechos del Niño – Estructura y
Contenido”.-
Tambien resaltó el gran número de niños, especialmente de familias pobres, que se
encuentran privados de un medio familiar y colocados en instituciones de asistencia
pública o internados, a menudo lejos de su hogar (CRG/C/15/Add, 187 parrafs, 15, 40,
42, 62 y 63). También lo hizo respecto de otros países: Paraguay, El Salvador,
Guatemala.
§10.- JURISPRUDENCIA
A) INTERNACIONAL:
CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS:
1.-Caso de “Los Niños de la Calle” – Villagran Morales y otros vs. Guatemala –
19/11/1999.
-Cuando los Estados violan los derechos de los niños en situación de riesgo están
violando el art. 19 CADH.- En segundo lugar atentan contra su propia integridad y
hasta contra su propia vida.
-Al interpretar un tratado no sólo su texto sino el sistema dentro del cual se inserta.
Esto es una “interpretación evolutiva”.-
El art. 19 reza “Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su
condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado”.
Las medidas de protección a la que alude el art. 19 CADH son: la no discriminación,
a la asistencia especial a los niños privados de su medio familiar; a la garantía de
supervivencia y el desarrollo del niño, al derecho a un medio de vida adecuado y a
la reinserción social de todo niño victima de abandono o explotación.-
B) NACIONAL
Pena encubierta y debido proceso
La Corte admite en forma expresa que el régimen penal de minoridad argentino se
encuentra en una situación de fuerte tensión con los tratados ratificados por nuestro país
en materia de garantía de menores. Ello es así toda vez que a titulo de “tutela” habilita
la privación de la libertad de menores no punibles. Cuando exista una pena encubierta
bajo la denominación de medida de seguridad, la misma no pierde su carácter de PENA,
y cualquier denominación que se le pretenda dar a estas medidas que contrarían
convenciones internacionales, es inconstitucional.
Esto se debe a que no existe un proceso propiamente dicho ya que el juez de garantías
dicta, penalmente hablando, su sobreseimiento inmediato.(debido proceso) y por otro
lado, a que la duración de las medidas impuestas al menor son por tiempo
indeterminado. Ello coloca a estos menores en una situación IRREGULAR que lejos de
situarlos en una situación preferencial respecto de los mayores de edad, los coloca en
una situación aun más desventajosa.
d) Jurisprudencia local.-
Fallo “XXX/ abuso sexual en bahía blanca” de la Cámara de Apelaciones y
Garantías en lo Penal de Bahía Blanca
Introducción:
El menor de 16 años fue sobreseído definitivamente del delito de abuso sexual por no
resultar punible. Hasta el momento del fallo se encontraba alojado en el hogar Carlos
Márquez de La Plata.
El fiscal solicito una medida de seguridad que fue rechazada por el juzgado de garantías
del menor.
La medida fue apelada y la Cámara resuelve de la siguiente manera:
1) Establece, siguiendo la doctrina de la corte suprema en el fallo “García
Méndez”, que la legislación de fondo a que hace referencia el art. 64, no es otra
que la ley 22.278, y que la misma no es inconstitucional, ya que la carencia de
legislación especifica no habilita a la corte a sustituirla por vía judicial.
2) Sostiene que la ley 22.278 en su art. 1 habilita al juez a “disponer” provisional o
definitivamente del menor en caso de estimarlo conveniente.
3) Hace mención a: A) la necesidad del menor de recibir apoyo psicológico en
forma inmediata (según informes del cuerpo técnico auxiliar)
B) a los esfuerzos con resultado negativo de los servicios de
protección de los derechos del niño de encontrar una solución alternativa al
conflicto.
C) al estado de abandono y falta de contención familiar.-
Hace lugar a la medida respecto del menor, estableciendo que es el juzgado de garantías
el órgano que deberá establecer la modalidad de la misma.
§11. Conclusiones.
Consideramos al igual que la CSJN, que la declaración de inconstitucionalidad de la
norma – sólo rige el caso concreto - y no soluciona el problema de fondo, sino que
coloca a los menores acusados de delitos graves, en la misma o peor situación en la que
se encontraban antes de cometer el ilícito.
La imposibilidad de los Servicios Locales y –zonales de protección de los derechos del
niño de someter coactivamente a los menores a las medidas que consideren adecuadas,
tales como tratamiento psicológico, a las adicciones, etc. Sumado a la carencia de planes
para el tratamiento integral a la familia del menor, ya que en su mayoría los menores
carecen de contención su seno familiar, no hacen más que afirmar la necesidad de algún
tipo de intervención por parte del estado.
Las medidas de los Servicios zonales, lejos de ser consideradas como una sanción,
pretenden encaminar la conducta de los jóvenes facilitando su reinserción social,
evitando así conductas que a futuro puedan clasificarse como reprochables.
La nueva ley de responsabilidad penal Juvenil hace hincapié en que el menor
comprenda la criminalidad de sus actos y tome responsabilidad por los mismos,
evitando de esta manera adentrarse en el futuro en el régimen penal de mayores, que
como es sabido, esta lejos de lograr una correcta reinserción del individuo en la
sociedad.
Seria lógico pensar que si la ley considera que los menores e 16 años no tiene el grado
de madurez necesario para comprender la criminalidad de sus actos, tampoco lo tengan
para determinar el camino a seguir en sus vidas. Y ya que no cuentan con una asistencia
o contención en su grupo familiar, considero necesaria la intervención estatal, todo ello
en virtud de garantizar su interés superior, ello por el menor tiempo posible y revisables
periódicamente.
Reflexionando por la vena de la temática, Wenceslao Fernández entiende que siguiendo
la obra de Federico Carlos Castillo en “Adecuación a la convención Internacional sobre
los derechos del niño, la libertad como principio general en el proceso judicial
bonaerense de los niños”, considero que si el texto de la ley reenvía las medidas de
seguridad en el contexto de la ley de fondo, una ingeniosa interpretación seria la de
aplicar el art. 34 del C. P.; con la salvedad de que no seria le juez de garantías penal del
joven el que seguirá el tratamiento, sino el juez de familia, quien previa derivación
entenderá. La justicia de familia con competencia civil seria la encargada natural del
tratamiento, que lógicamente debería ser en lugar apto para alojar niños y jóvenes.