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EXPRESIÓN PLÁSTICA Y DIBUJO

ALUMNA: PAULA PRIMO HERNANDO


TUTORA: NOEMÍ PEÑA SÁNCHEZ

Actividad tema 1: C o m e n t a r i o

IMAGEN 1: ALTE PINAKOTHEK (SELF-PORTRAIT), MUNICH 2000.


Cat. 7691.
116,5 x 147,0 cm (158,5 x 184,0 cm enmarcada)
exhibido en DMA, MOCA, MET y MCA

Esta fotografía corresponde al mismo Struth mirando el autorretrato de


Durero (del año 1500) y es por este motivo que la he escogido porque él
forma parte también de este público espectador formando parte del mismo
cuadro. Esta fotografía, seguramente, corresponde a las primeras que hizo
porque se ve al espectador de espaldas; luego, con el tiempo, Struth se
volvió menos tímido y casi no se ven las obras y, en cambio, sí se ven las
caras de las personas que miran algo.

IMAGEN 2: PANTHEON, ROMA 1990. Cat. 4171


137,5 x 194,0 cm (183,5 x 238,0 cm enmarcada)
exhibido en DMA, MOCA, MET y MCA
EXPRESIÓN PLÁSTICA Y DIBUJO

Thomas Struth, en su obra utiliza herramientas del pasado para hacer algo
novedoso. El Panteón romano era un templo al principio de la era cristiana,
ahora está transformado, como es natural, en un museo. Es por esto que
Struth ha fotografiado a la gente observando esta belleza, que es lo que él
quiere destacar, el espectador contemplando. Aunque en esta fotografía el
espectador no contempla el espacio sino que se siente inmerso.

IMAGEN 3: MUSEO DE ORSAY 1, PARÍS 1989. Cat. 4051


101,0 x 138,0 cm (147,0 x 183 cm enmarcada) exhibido
en DMA y MOCA.
EXPRESIÓN PLÁSTICA Y DIBUJO

En esta imagen, Thomas Struth convierte al público en el verdadero


protagonista y principal destinatario de su obra. Los verdaderos
protagonistas son los espectadores y no el museo en sí, prácticamente no
se ve con claridad si pertenece al Museo de Orsay o a otro museo. Es la
expresión de la gente lo que pretende remarcar Struth, le da más
importancia a los gestos, a las miradas, a las expresiones de sus caras y las
obras de arte quedan en segundo plano.

 ¿Qué relación estableces entre los espectadores que


aparecen en las fotografías y tu propia actitud como
espectador?
 ¿De qué manera influye el espacio expositivo ante la
mirada de la obra?

Según dice el mismo Struth, su intención es “hacer reproducciones


fotográficas de imágenes pintadas y al mismo tiempo producir imágenes
nuevas en las que también se muestre a la gente de hoy.” (Struth,
1990:29) y “Las fotografías iluminan esa conexión y deberían conducir a los
espectadores a alejarse de una mirada fetichista sobre las obras de arte e
iniciar su propia comprensión a través de relaciones de tipo histórico.”
(Struth, 1990:40)

“No desmejoro ni rebajo al visitante, sino todo lo contrario. Tanto ellos


como yo somos espectadores y, con mi trabajo, les elevo a un grado de
importancia. Quiero tratar a las personas que aparecen en mis imágenes de
la misma manera que, por ejemplo, Velázquez trataba a sus personajes de
Las Hilanderas', comentó el fotógrafo, para quien es importante recordar
que 'Velázquez también fue en su día un vanguardista'”.

“El que mira es quien hace el museo, quien plantea los elementos del
museo. ¿Es el museo la forma final de comprensión, de juicio?
M.Duchamp

Seguramente, alguna vez, todos nos hemos preguntado como nos ve


alguien que nos esté observando de lejos. Y también como esta persona
que nos mira, al mismo tiempo, es observado por otro y así sucesivamente.
Thomas Struth propone un juego parecido con sus fotografías de
espectadores contemplando cuadros.

En sus exposiciones aparecen sus cuadros en medio de obras de Velázquez,


de Tintoretto o de El Bosco. Sus fotografías muestran espectadores
contemplando un cuadro, es decir, el museo dentro del museo. El visitante
se convierte en una pieza de arte y el que observa es, al mismo tiempo, el
observado. Una actividad rompedora, presentado con naturalidad, pero con
mucha originalidad también, como si se tratase de un cuadro más.

El juego sorprende, principalmente, por dos motivos: por el tipo de


fotografía y porque se muestra en los principales museos de las grandes
ciudades, convirtiéndose en una propuesta arriesgada. Paseando por el
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recinto ha habido testigos de los comentarios que levantan estas


exposiciones: de sorpresa, de diversión, de rechazo incluso (por el
intrusismo del arte contemporáneo en lugares tan solemnes).

La idea de Thomas Struth es magnífica y sus fotografías también lo son. No


tan solo por lo que tienen de paradójicas, ni por lo sugerentes que somos
las persones ante una obra de arte; también por el tratamiento de las fotos,
el color y las composiciones, que producen efectos singulares, paradójicos y
sugestivos. En alguna de sus obras se produce un efecto continuo entre la
obra observada y los observadores; en otras la imagen más dinámica, la
más viva y real, es la imagen muerta y observada y no la viva y
observadora.

Cuando Struth fotografía a los visitantes de un museo contemplando los


cuadros, está introduciendo una imagen (la del cuadro) dentro de otra (la
de la fotografía), con lo que la obra de arte (el cuadro) se transforma en
objeto y el visitante en personaje de una nueva obra de arte (la fotografía
de Struth). Así, de esta manera, la obra de arte que es el cuadro se traslada
al ámbito de la realidad, es decir, lo que es fotografiable y la realidad
fotografiada se hace con el papel de obra de arte. Parece un juego de
palabras pero se trata de un juego de interrelaciones entre arte y realidad.

Las fotografías de Struth muestran, entre otras muchas cosas más, cómo la
gente que hoy visita los museos se desenvuelve a través de posturas y
poses muy similares a las que parecen adoptar las figuras humanas que los
pintores de otros siglos representaron en los cuadros que allí se exponen.
De este modo Struth convierte las salas del museo en un escenario en el
que los espectadores serán el centro de atención, y sus actitudes, gestos y
fisonomía, la obra a observar.

En la fotografía se tiene que distinguir dos ámbitos diferenciados que no


siempre están relacionados: el de la creación de la imagen y el de su
recepción en un contexto determinado. El primer ámbito se refiere al
fotógrafo y a los medios de producción; el segundo, a los espectadores que
consumen imágenes y a los medios de distribución. La práctica fotográfica
se desarrolla entre estos dos ámbitos. Supuestamente, la imagen
fotográfica se parece a lo que ha sido fotografiado, no obstante, la relación
entre ella y lo que representa no sólo es analógica.

Son las miradas que se proyectan sobre la imagen fotográfica las que le dan
significado. El significado de la fotografía es el resultado de la suma de las
miradas que se han ido dirigiendo. En la mente de un espectador, una
fotografía evoca una serie de imágenes que son sus “equivalentes”. El
significado de una fotografía no está contenido necesariamente en ella
misma ni en su referente, sino que son los contextos sociales y culturales
en los que la imagen se integra, los que le dan su significado. Por ejemplo,
una fotografía del álbum familiar publicada en un periódico adquiere un
significado específico sólo por el simple hecho de haberla cambiado de
contexto. La cultura visual del espectador le permite percibir la profundidad
del espacio en una imagen, ya sea un cuadro o bien una fotografía. Cuando
se percibe una escena fotografiada o pintada, el espectador restituye
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mentalmente el espacio representado. No obstante, hay fotografías como


por ejemplo la del Panteón de Roma de Struth que consiguen abolir la
distancia entre el sujeto y el espacio representado; en este caso, el
espectador no contempla el espacio, sino que se siente inmerso.

En estas fotografías de Struth, no siempre es fácil distinguir quien es


público y quien es la institución u obra. El público contribuye a definir el
proceso, el contenido y el resultado.

Las fotografías de Struth muestran, entre otras muchas cosas más, cómo la
gente que hoy visita los museos se desenvuelve a través de posturas y
poses muy similares a las que parecen adoptar las figuras humanas que los
pintores de otros siglos representaron en los cuadros que allí se exponen.
De este modo Struth convierte las salas del museo en un escenario en el
que los espectadores serán el centro de atención, y sus actitudes, gestos y
fisonomía, la obra a observar.

Me doy cuenta que nunca he estado interesada por la fotografía en si


misma, sólo en las que hago yo o pertenecen a mi familia o gente de mi
alrededor. A pesar de haber sido un medio artístico que he utilizado
constantemente lo he hecho siempre como una herramienta, como un filtro
para seleccionar aquellos gestos, personas u objetos que luego uso
pictóricamente.

Las fotografías de Struth me han hecho reflexionar, parecen estar paradas


en “pause”, me exige un tiempo de lectura prolongado, ya que no contienen
una lectura explícita, se tienen que observar y observar para entender la
descripción de los gestos retratados de manera silenciosa de los personajes
prácticamente quietos, que casi esbozan justo un intento de gesticulación o
de expresión mínima.

De acuerdo con la lectura de Joaquín Roldán,


 ¿Cuáles son los inconvenientes que el individuo se
encuentra ante el disfrute de la obra de arte?

El arte puede significar muchas cosas diferentes en épocas y lugares


diversos. En realidad, no se puede decir que exista ningún motivo ilícito
entre los que pueden hacer que guste una escultura, un cuadro, una
película, etc…

Cuando observamos cualquier obra de arte nos ponemos a recordar mil


cosas que influyen sobre nuestros gustos o aversiones, pero a veces hay
causas equivocadas para que no nos guste la obra de arte. A mucha gente
le gustaría ver en los cuadros lo que ve en la realidad, se trata de una
preferencia muy habitual (a mí, personalmente, me ocurre). A todos nos
atrae la Naturaleza y agradecemos a los artistas que lo recojan en sus
obras. Pero esta inclinación por los temas bonitos y atractivos, puede
convertirse en mala si nos conduce a rechazar obras que representen
asuntos menos agradables.
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Pero ¿por qué nos gustan más unas obras que otras? La confusión proviene
porque varían muchísimo los gustos y criterios con lo referente a la belleza.
Y lo mismo podríamos decir de la expresión, muy a menudo es la expresión
de un personaje en el cuadro lo que hace que nos guste o no. Algunas
personas se sienten atraídas por una expresión cuando pueden
comprenderla con facilidad y por eso les emociona profundamente.

También nos encontramos con otra dificultad: la de admirar la destreza del


artista al representar los objetos. Y lo que más gusta, en general, son los
cuadros en los que aparece alguna cosa “como si fuese de verdad” tipo los
de Thomas Struth en los que siempre aparecen edificios, paisajes, gente…
en los que los objetos son fácilmente reconocibles. Todavía se siente un
mayor desprecio por obras que se consideran “mal dibujadas” (reitero,
siempre con un criterio general de personas normales que no entienden de
arte).

En cambio, si vemos una película de Walt Disney, por ejemplo, sabemos


que es perfectamente correcto dibujar cosas diferentes a como se
presentan, cambiarlas y alterarlas de una u otra manera. Micky Mouse no
tiene gran cosa que ver con un ratón de verdad y la gente lo acepta
perfectamente. Son, por tanto, los prejuicios que tienen las personas de a
pie que van a ver una exposición de arte moderno o contemporáneo y no el
arte el que falla, prejuicios que no aparecen cuando van a ver una película
de Walt Disney.

Pensemos lo que pensemos de los artistas modernos, podemos estar


seguros de que tienen los conocimientos suficientes para dibujar con
corrección, si no lo hacen así, seguramente es porque tienen razones
similares a las que tiene Disney. Tendemos a aceptar colores y formas
convencionales como si fuesen exactos. Los niños acostumbran a creer que
las estrellas son “estrelladas”, por ejemplo, cuando en realidad no lo son y
las personas insisten en que el cielo de un cuadro tendría que ser azul y las
hierbas verdes, van en la misma dirección que los niños. Y, a nosotros, para
poder disfrutar de las obras de arte tenemos que mirarlas con una mente
abierta, capaz de percibir cualquier indicio y sentir cualquier armonía oculta;
un espíritu capaz de elevarse por encima de todo, sin entorpecerlo con
palabras muy rebuscadas o frases hechas.

Mirar una obra de arte es como viajar dentro de ella y es muy difícil precisar
cuantas cosas podremos traer de vuelta, pero seguro que no vendremos
con las manos ni el corazón vacíos.

 Como futura/o maestra/o ¿qué podemos proponer para


transformar la mirada hacia una actitud más estética?

Los maestros que imparten clases de educación visual y plástica tanto en


primaria como en secundaria, tienen dos metodologías, normalmente: la
que trabaja a partir de referentes visuales para copiarlos de manera
mimética y la que, desde una didáctica en que se da prioridad al proceso,
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no usa únicamente modelos visuales, sino que quiere la interacción con


otras áreas de conocimiento para llegar a soluciones diferentes.

La educación estética, desde la práctica de la educación visual y plástica, se


ve más enriquecida cuando se sigue una vía inductiva en que se potencia la
sensibilidad y, en consecuencia, la imaginación y la creatividad. La vía
inductiva queda reflejada en el trabajo de proyectos que, desde el
pensamiento divergente, incita a reflexionar y descubrir nuevas maneras de
conocer, interpretar y transformar el entorno. El hecho de ser sensible ante
las diferentes manifestaciones artísticas nace de un proceso de aprendizaje
que madura en una cultura determinada y que no puede enseñarse de
manera lineal y cerrada; las expresiones artísticas no se tienen que
entender, se tienen que sentir. Si todo se queda en una explicación objetiva
e intelectual por parte de los expertos, no se da una verdadera experiencia
estética. Tener una experiencia estética en las artes plásticas no significa
sólo disfrutar de formas y colores, sino que se trata de entender la relación
que se establece, en un contexto determinado, entre lo que se pretende
decir y de qué manera se dice.

Los valores atribuidos al arte que adquieren los niños y niñas de la


enseñanza reglada en la etapa de primaria probablemente están más
influidos por factores externos que por factores internos provenientes de la
enseñanza de estos conceptos. Para conseguir transformar la mirada hacia
una actitud más estética para estos alumnos, podríamos hacer una
selección de imágenes que tengan un grado variable de presencia pública,
por ejemplo. Se trataría de escoger un número suficiente de imágenes,
algunas de ellas seguramente los mismos niños las conocerán nada más
verlas y, en cambio otras no (aunque quizás sean muy conocidas e
importantes para la historia del arte). El tipo de imágenes tendría que ser
suficientemente relevantes para que puedan formar parte de una historia
académica del arte. Además, tendríamos que contar con un número elevado
de imágenes que fuera difícil de retener una secuencia arbitraria en la
memoria (unas veinte imágenes sería suficiente). Se trata de aplicar el
aprendizaje por descubrimiento, básicamente.

La metodología para estos niños y niños sería interesante que fuera de tipo
empírico-analítico que se basa en construir el conocimiento de forma auto-
correctiva y, sobretodo, progresivamente. Aunque sea una metodología que
suele caracterizar a las ciencias descriptivas, también es una de las más
utilizadas ya que se basa en las proposiciones de la lógica empírica.

BIBLIOGRAFÍA

Apuntes propios de la asignatura

Arte, Individuo y sociedad 2009, vol. 21 99-106

La transgresión en la representación plástica. Revista catalana de pedagogía


nº 5, 2006, págs. 63-75.
EXPRESIÓN PLÁSTICA Y DIBUJO

Thomas Struth. Tour Virtual. http://thomasstruth25.com/

El fotógrafo Thomas Struth, primer artista vivo que entra con sus obras en
el Museo del Prado. Artículo de “El Mundo”. Extraído el 3 de marzo de 2011
de http://www.elmundo.es/elmundo/2007/02/06/cultura/1170785434.html

Exposición de fotografía: Thomas Struth - Making Time. Extraído el 9 de


abril de 2011 de
http://www.constructalia.com/es_ES/actualidad/exposicion-de-fotografia--
thomas-struth---making-time/1583157/117745/page.jsp

Fotografía plástica. Extraído el 4 de marzo de 2011 de


http://www.mchampetier.com/arte-movimiento-
FOROGRAFIA_PLASTICA.html

¿Fotografía vs. Artes plásticas? Extraído el 4 de marzo de 2011 de


http://www.latinartmuseum.com/foto_estetica.htm

Inusitado mimetismo entre obra y visitante en el Museo del Prado. Extraído


el 10 de abril de 2011 de
http://www.jornada.unam.mx/2007/03/11/index.php?section=cultura&artic
le=a03n1cul

Juego de espejos en el Prado. Artículo de El País. Extraído el 2 de marzo de


2011 de
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Juego/espejos/Prado/elpepucul/200
70207elpepicul_2/Tes

La fotografía escala posiciones en las colecciones. Extraído el 10 de abril de


2011 de
http://www.fotomundo.com/index.php/opinion/35-1/290-la-fotografia-
escala-posiciones-en-las-colecciones-gursky-bate-todos-los-records-con-su-
efecto-vidriera-.html

Making time. Extraído el 9 de abril de 2011 de


http://www.arte10.com/noticias/monografico-264.html

Marian Goodman Gallery. Extraído el 3 de marzo de 2011 de


http://www.mariangoodman.com/artists/thomas-struth/ y
http://www.mariangoodman.com/exhibitions/2003-11-08_thomas-struth/

Proyecciones, tatuajes y otras intervenciones en las obras del museo (Un


fotoensayo a partir de T. Struth). Extraído el 2 de marzo de 2011 de
http://revistas.ucm.es/bba/11315598/articulos/ARIS0909110099A.PDF

Thomas Struth I: Fotografía urbana. Extraído el 4 de marzo de 2011 de


http://www.haciendofoco.com/2008-12-15/1990/thomas-struth-i-
fotografia-urbana/

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