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UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA CALI

ENRIQUECIMIENTO PERSONAL A PARTIR DE LA LECTURA LITERARIA

Por
Yolanda Hurtado
ENRIQUECIMIENTO PERSONAL A PARTIR DE LA LECTURA LITERARIA
 Evocar el pasado es un ejercicio que pocas veces realizo porque me gusta tener visión de futuro
y no de pasado (a pesar que no lo podemos desconocer, porque a partir de él se evidencia nuestro
progreso), pues me considero bastante optimista y positiva, lo cual me ha llevado a lograr las metas
personales y profesionales que me he trazado hasta el momento. Pero, si de asumir un reto se trata
– como en este caso particular de la Maestría – pues tendré que devolverme un par de años atrás
para rememorar el ejercicio lector que realicé en tres etapas fundamentales de mi vida: niñez,
adolescencia y adultez, para analizar las contribuciones que dicha labor le han hecho a mi vida.

De la niñez recuerdo muy claramente y con alegría, dos lecturas particulares que hice en la
denominada “Cartilla Charry”, ellas fueron: (1) La Pobre Viejecita, y, (2) La Cangreja Consejera,
ambas me llamaron mucho la atención porque tenían un contenido trascendental, que a raíz de mi
corta edad, no comprendía aún muy bien, pero la primera de ellas me sorprendió porque no
alcanzaba a captar la razón por la cual una anciana tenía tantas cosas materiales para satisfacer sus
necesidades físicas y no tenía familia para que le diera amor, esto me parecía muy triste y me hacía
pensar en no desear una vida como esa, que no deseaba vivir en mi futuro y gracias a Dios no es así
en la actualidad. El aporte de dicha lectura para mi vida personal ha sido evidente, porque su
moraleja motivó la proyección de mi vida al lado de mi familia (pues no proyectaba vivirla sola), la
cual es muy unida, le he brindado mi apoyo (en la medida de las posibilidades) para que tenga
estabilidad en todos los aspectos, mis padres aprueban todas las decisiones que he tomado y con
base en los valores humanos que siempre nos enseñaron, para que el logro de las metas sea aún más
beneficioso y satisfactorio; de igual forma me he preparado académicamente para ser cada vez
mejor (en mis proyectos personales y profesionales, contrario a lo que no lograron hacer mis padres)
y aportar así en el crecimiento social de la ciudad y la región en la que habito y me desempeño. De
manera personal considero que lo material no es lo más importante en mi vida, aunque sí es
necesario para subsistir, pero no los considero imprescindibles y simplemente trato de llevar una
vida sana, feliz y cómoda, dentro de las posibilidades que me brinda mi trabajo como docente.

En cuanto a la segunda lectura, se trataba de una cangreja madre que guiaba a su hija por el
buen camino y haciéndole ver que el ejemplo recibido de su progenitora era vital para su formación;
de ella me llamó mucho la atención, la belleza física de la mamá, porque tenía unas hermosas y
largas pestañas, así como unos bellos labios y un vestido inimitable. Su aporte a mi vida se dio por
el gran interés que siempre demostré por servir de guía a otras personas que lo requirieran; fue así
como llegué a convertirme en “profesora”, inicialmente de niños de Básica Primaria y actualmente
de Básica Secundaria y Media, lo que me ha permitido replicar esa labor de la cangreja, que tanto
admiré en la fábula antes mencionada, pero en la vida real.

En mi adolescencia, leí “María” de Jorge Isaacs y también su contenido le hizo aportes

importantes a mi vida (pese a la simplicidad de su argumento), porque me cautivó la historia de un
amor atravesado por las dificultades, y, esto me llevó a desechar la posibilidad de tener una relación
afectiva en la distancia ni que estuviera enmarcada por diferencias económicas, pues sería algo
traumático y difícil de sostener. Afortunadamente, hasta el momento me ha ido muy bien en
cuestiones sentimentales, creo que tal vez por la reacción ante aquella historia que leí cuando aún
cursaba mi Educación Básica Secundaria. Así mismo, la historia de Efraín movilizó mis
expectativas de forjarme un buen futuro a través del estudio, el cual no debía tener límites, porque si
él en aquella época tan antigua, lo logró fuera del país, yo también podría hacerlo aún en mi propio
país de nacimiento y con los mejores resultados académicos; todo esto lo he logrado, gracias a mi
persistencia, perseverancia, dedicación y responsabilidad que aprendí en el seno de mi hogar.

Finalmente, hace poco leí “El Nombre de la Rosa” de Umberto Eco y me aportó bastante en el
campo del conocimiento, porque me llevó a replantear mi posición frente a la “supuesta
transparencia y honestidad” de los predicadores de la religión católica, pues allí se describen hechos
muy detallados y reprochables por cualquier ser humano, pero que no se sacan a la luz pública
porque siempre se han percibido a los religiosos como individuos sanos, castos y puros, cuando en
realidad no son así. De igual forma, dicha historia creó en mí una nueva visión de las personas,
porque si en el ámbito religioso ocurren cosas tan macabras que deben ocultar para no defraudar a
sus fieles: ¿Qué no podrán hacer los hombres del común con nosotros? Entonces, he llegado al
punto de ser más cauta y prudente en las relaciones interpersonales, para evitar contratiempos o
sorpresas mayores que puedan atentar contra mi buen nombre, mi honestidad y mi transparencia.