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LA LIEBRE Y LA TORTUGA
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sí, sin parar. Enseguida, la liebre se adelantó
muchísimo.
descansar.
detenerse.
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NO HAY QUE BURLARSE NUNCA DE LOS
DEMÁS.
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EL PATITO FEO
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patito feo empezó a darse cuenta de que allí
no le querían. Y a medida que crecía, se
quedaba aún más feo, y tenía que soportar
las burlas de todos. Entonces, en la mañana
siguiente, muy temprano, el patito decidió
irse de la granja. Triste y solo, el patito
siguió un camino por el bosque hasta llegar a
otra granja. Allí, una vieja granjera le
recogió, le dio de comer y beber, y el patito
creyó que había encontrado a alguien que le
quería. Pero, al cabo de algunos días, él se
dio cuenta de que la vieja era mala y sólo
quería engordarle para transformarlo en un
segundo plato. El patito salió corriendo como
pudo de allí.
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también en el estanque.
Y uno de los cisnes le contestó:
- Pues, ¡claro que sí! Eres uno de los
nuestros.
Y le dijo el patito:
- ¿Cómo que soy uno de los vuestros? Yo soy
feo y torpe, todo lo contrario de vosotros.
Y ellos le dijeron:
- Entonces, mira tu reflejo en el agua del
estanque y verás cómo no te engañamos.
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Había una vez un príncipe que quería
casarse con una bella princesa. Pero quería
que fuese una princesa de verdad. ¡Había
muchas princesas falsas!
Un día se marchó a dar la vuelta al mundo
para buscar una princesa con la que casarse
pero a todas las princesas que encontraba
les veía algún defecto. Había muchas
princesas pero nunca podía asegurarse que
fueran de verdad, a todas les faltaba alguna
gracia real.
Finalmente cansado y desilusionado volvió a
su casa muy triste porque no había
encontrado a la princesa de sus sueños.
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mojada y muy cansada y dijo que quería irse
a dormir.
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Los tres guisantes fueron expuestos en el
museo del castillo para que todo el mundo
pudiera verlos. Y colorín colorado este
cuento se ha acabado.
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muchos splash seguidos en la rompiente,
otras veces están enfadadas y hay olas
grandotas que rompen haciendo mucho
ruido, como quien da un portazo, en algunas
ocasiones están perezosas y ni se mueven,
es porque están dormitando y una pequeña
ola, que casi no dice nada sobre la arena,
significa que está roncando.
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¡Mira mamá!, ahí hay una que está jugando
con las olas. ¿Sabes mami que las gaviotas
flotan porque tienen una panza muy gorda?
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qué es en realidad, como cuando uno cree
que tiene algo por decir y no recuerda qué —
Le explicaba la mamá pegando su mejilla
contra el de su hija de cuatro años.
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LA OVEJA NEGRA
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– Ovejita triste: para soportar golpes y
desprecios, mejor estarías en los cerros,
sin pastor que te trasquile y sin colegas
blancas que te joroben la vida.
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sol en los gramales, se quedaba dormida
junto a la quebrada, oyendo el rumor del
agua, y se paraba a balar en lo más alto
del cerro, como proclamándole al mundo
su contento.
Una mañana se encontró con el tigre, que
la saludó de esta manera:
– Buenos días, doña ovejita distinta. Y te
digo así porque en poco tiempo de buena
vida eres realmente otra. Antes
impresionabas por lo flaca y desmirriada.
Ahora luces gorda, imponente, hermosa.
Además de que en el balido se te notan la
salud y el buen genio.
– En realidad me siento distinta de lo que
era –contestó la oveja.
Y eso, ¿a quién se lo debes?
– A ti, buen amigo.
– Es apenas justo que lo reconozcas –
observó el tigre–. Y agregó:
– Valdría la pena que te vieran las otras
ovejas: las que se quedaron en el fétido
corral.
– Estoy seguro de que se morirían de
envidia.
No se necesita mucha malicia para
adivinar que esa misma tarde la oveja fue
a visitar a sus antiguas compañeras, sin
pasar, naturalmente, la cerca de púas.
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– ¡Qué llena y fuerte estás! –le dijo la
oveja que más la mortificaba con los
topones.
– Es increíble tu cambio –le confesó la
oveja madre–. Me parece que ahora eres
la mejor de la familia.
– ¡Qué doncellota estás! –fue el piropo del
carnero que nunca antes había puesto en
ella los ojos.
– Que te ves muy bien ni lo dudo, observó
la oveja de ojos claros que por el exceso
de lana era llamada La Mechuda. Ahora,
lo importante es saber a qué se debe tan
ventajoso cambio.
– A la vida libre del cerro, a la hierba
fresca y al agua limpia disfrutada a
voluntad, explicó la oveja.
– Y ¿el tigre? –preguntaron con afán más
de dos baladoras a la vez.
– Esos temores los han creado los chismes
del pastor, para que no nos alejemos del
potrero –respondió la aventurera–. Puedo
jurar que el tigre es un buen amigo
nuestro. Si les dijera que justamente es él
quien me indica en dónde están los
mejores pastos, ustedes no lo creerían.
– La conducta del tigre con nuestra
hermana negra me parece bastante
sospechosa. Yo no me movería de aquí –
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afirmó La Mechuda, cuyos reparos
pusieron recelosas a muchas ovejas.
Habló así, entonces, La Motosa, la de los
rulos en la lana, que por continuo mirar a
las lejanías de los páramos tenía fama de
clarividente:
– No niego que el tigre sea uno de los
riesgos de la libertad: pero, ¿qué es
preferible: la pradera abierta con tigre o
el corral perpetuo?
Después de este concepto, la oveja negra
no tuvo necesidad de aclarar que al tigre
le hacía daño la carne de cordero, porque
dejando a La Mechuda con su
desconfianza, el resto del rebaño
atropelló la cerca dé alambre y se perdió
por los cerros en busca de pastos en flor.
No es difícil imaginar que las ovejitas
estuvieron muy contentas durante los
primeros días de hierba fresca y de
libertad; pero no así cuando comenzaron
a notar que ciertas madrugadas
desaparecían una de ellas y cada vez el
tigre se volvía más gordo y dormilón.
Y colorín colorado, que este cuento se ha
acabado.
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E L C ANANCOL
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diagonales para señalar el centro; se
orienta la milpa del lado de Lakín
(Oriente) y la entrada queda en esa
dirección. Terminado esto, que siempre
tiene que hacerlo un men (hechicero) se
toma la cera necesaria de nueve
colmenas, el tanto justo para recubrir el
canancol, que tendrá un tamaño
relacionado con la extensión de la milpa.
Después de fabricado el muñeco, se le
colocan los ojos, que son dos frijoles; sus
dientes son maíces y sus uñas, ibes
(frijoles blancos); se viste con holoch
(brácteas que cubren las mazorcas). El
canancol estará sentado sobre nueve
trozos de yuca. Cada vez que el brujo
ponga uno de aquellos órganos al
muñeco, llamará a los cuatro vientos
buenos y les rogará que sean benévolos
con (aquí se dice el nombre del amo de la
milpa), y le dirá, además, que es lo único
con que cuenta para alimentar a sus hijos.
Terminado el rito, el muñeco es
ensalmado con hierbas y presentado al
dios Sol y dado en ofrenda al dios de la
lluvia; se queman hierbas de olor y anís y
se mantiene el fuego sagrado por espacio
de una hora; mientras tanto, el brujo
reparte entre los concurrentes balché,
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que es un aguardiente muy embriagante,
con el fin de que los humanos no se den
cuenta de la bajada de los dioses a la
tierra. Esta es cosa que sólo el men ve.
La ceremonia debe llevarse a efecto
cuando el sol está en el medio cielo. Al
llegar esta hora, el brujo da una cortada
al dedo meñique del amo de la milpa, la
exprime y deja caer nueve gotas de
sangre en un agujero practicado en la
mano derecha del muñeco, agujero que
llega hasta el codo.
El men cierra el orificio de la mano del
muñeco, y con voz imperativa y
gesticulando a más no poder, dice a éste:
Hoy comienza tu vida. Este (señalando al
dueño), es tu señor y amo. Obediencia,
canancol, obediencia... Que los dioses te
castigarán si no cumples. Esta milpa es
tuya. Debes castigar al intruso y al
ladrón. Aquí está tu arma. Y en el acto
coloca en la mano derecha del muñeco
una piedra.
Durante la quema y el crecimiento de la
milpa el canancol está cubierto con
palmas de huano; pero cuando el fruto
comienza a despuntar, se descubre... y
cuenta la gente sencilla que el travieso o
ladrón que trate de robar recibe pedradas
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mortales. Es por lo que en las milpas
donde hay canancoles nunca roban nada.
Es tan firme esta creencia, que si por
aquella época y lugar se encuentra herido
algún animal, se culpa al canancol.
El dueño, al llegar a la milpa, toma sus
precauciones y antes de entrar le silba
tres veces, señal convenida; despacio se
aproxima al muñeco y le quita la piedra
de la mano; trabaja todo el día, y al caer
la noche, vuelve a colocar la piedra en la
mano del canancol, y al salir silba de
nuevo. Cuando cae la noche, el canancol
recorre el sembrado y hay quien asegura
que para entretenerse, silba como el
venado.
Después de la cosecha se hace un
hanincol (comida de milpa) en honor del
canancol; terminada la ceremonia se
derrite el muñeco y la cera se utiliza para
hacer velas, que se queman ya en el altar
pagano, ya en el altar cristiano.
Y calló el viejecito después de haber
hablado con acento de creyente perfecto.
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L OS M ONOS
Una respuesta al Rey de España fue la que dio origen a que nos llamarán “monos”
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curiosos animales llamados monos, que
podrían formar parte de su colección.
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dos jaulas para ellos y los alimentaba
personalmente, riendo con los saltos y
gracias de los animales. Cierta tarde, casi al
anochecer, el desventurado monarca fue
víctima de una crisis nerviosa, y
desquiciando echó a correr dejando puertas
y jaulas abiertas, para refugiarse en su
oratorio. Mas ocurrió que uno de los monos,
encariñado con su amo, lo siguió hasta la
capilla. Carlos II no lo vio y el mono trepó al
altar hasta situarse sobre la imagen del
Redentor.
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guayaquileño y puede causarle algún
espanto”. Pasó el tiempo y algún vecino
trajo el comentario hasta América, y desde
entonces se da el apodo de “monos” a los
nativos de Guayaquil.
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EL ORÍGEN DEL LAGO
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Por lo acontecido, contó a los demás en
especial a sus hijos, porque según la leyenda
de la Cochamama fue un castigo de Taita
Dios.
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NINA PACCHA , PRINCESA DEL LAGO
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indígenas cruzaban a nado el lago como
ofrenda sagrada".
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B RUJAS SOBRE I BARRA
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Se decía que en esa época, tal vez a inicios
de siglo, viajaban abiertas los brazos, por los
cielos estrellados de Imbabura.
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resultados. Sus familiares estaban
desesperados. El tiempo pasó y una tarde, un
conocido del doctor Miranda que recorría
unas huertas por Mira vio a un hombre
desaliñado con un azadón.
Creyó reconocerlo. Al acercarse comprobó
que era el doctor Miranda. Lo sacó del lugar
y con algunas curaciones el doctor volvió a
su estado normal y nunca más se sintió gallo.
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• La suerte es el resultado de la
planificación minuciosa de todos los
detalles. (El Gallo)
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• El mejor momento para plantar un árbol
fue hace 40 años, el segundo es ahora
mismo.
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vence al fin todos los obstáculos: es la
fuerza creadora que distingue a la
condición humana. Es la fuerza del
espíritu. (Federico Mayor Zaragoza.)
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C ORRIDO A P EPE F IGUERES
Allá en La Lucha y en San Cristóbal
un estandarte yo vi flotar
triunfo
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nuestro gallardo Libertador.
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a enterrar los muertos, que no se
quemaron
aquí no hay vencidos, todos
vencedores.
Hector
Miranda
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E L M ILAGRO SE C UMPLIÓ
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con bombos y con platillos al campesino
engañó
y el Pastor y el Presidente, sus patrañas
les creyó.
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la prisión, el hambre, más viudas, y más
hijos sin papá.
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que laboraba la tierra, y trenzaba la
cabuya
tomó un día la radio y metiendo mucha
bulla
al destierro fue a parar: "y trajo la
libertad".
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HECTOR MIRANDA C.
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L OS 30 DE LA T RINCHERA
Plasmado quedó en la Historia
La odisea que los treinta
Asediados por trescientos
Z atrapas, llenos de odio y licor
Alojados solamente en una
estrecha trinchera
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D OMINGO G ARCÍA
Desamparados cuna de héroes
hoy
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HECTOR MIRANDA C.
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POEMA 20
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Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
Pablo Neruda
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POEMA 5
Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
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A MIS ENEMIGOS
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¡QUEJAS!
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ANHELO
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A buen sueño, no hay cama dura.
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A casa vieja, puertas
nuevas.
A chillidos de cerdo,
oídos de carnicero.
A confite de monja pan de
azúcar.
A consejo ruín,
campana de madera.
A cordero extraño no
agasajes en tu rebaño.
A cualquier dolencia, es
remedio la paciencia.
A cuenta de los gitanos
hurtan muchos castellanos.
A cuentas viejas,
barajas nuevas.
A chica cama, échate en
medio.
A Dios de rodillas; al rey
de pie, y al demonio en
el canapé
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"Para entrar en esta casa
atrevido?"
Siquiera no me dijiste
levantate cabezón."
"Cuando yo me
malanocho
el sereno de cobija
y las piedritas de
almohada".
la gringuita se enamoró.
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Adivinen qué pasará
si en la Bola me quedo
yo."
será la de Guachalá.
he de olvidarte mi amor,
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Había una madre godable, pericotable y
tantarantable
que tenía un hijo godijo, pericotijo y tantarantijo.
Un día la madre godable, pericotable y
tantarantable
le dijo a su hijo godijo, pericotijo y tantarantijo:
- Hijo godijo, pericotijo y tantarantijo
tráedme la liebre godiebre, pericotiebre y
tantarantiebre
del monte godonte, pericotonte y tantarantonte.
Así el hijo godijo, pericotijo y tantarantijo
fue al monte godonte, pericotonte y tantarantonte
a traer la liebre godiebre, pericotiebre y
tantarantiebre.
(Enviado por Maria Fernanda Ruiz de México D.F.)
En una zarzamorera
estaba una mariposa
zarzarrosa y alicantosa.
Cuando la mariposa
zarzarrosaba y
alicantaba,
las zarzamoras
mariposeaban.
Dos que van corriendo llegan tarde a misa
y otros dos llegan a tiempo sin ir deprisa. Luisa:
cuando vas a misa
pisas paja, paja pisas.
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paisajes por poca plata para
pagar pasajes para pasear
por París.
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• Fuerte como trompada de oso
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• Peor que casarse y vivir con la suegra
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En verdes ramas nací, De verde me volví negra
Blanquilla es mi nombre
Ave me llaman a veces
y endulzo la vida al
y es llana mi condición.
hombre.
(La avellana)
(El azúcar)
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por la cara me lo como.
(Las berzas)
(El caramelo)
En el campo me crié,
Fui a la plaza
atada con verdes lazos,
y las compré bellas,
y aquel que llora por mí
llegué a mi casa
me está partiendo en
y lloré con ellas.
pedazos.
(Las cebollas)
(La cebolla)
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Cuando yo tenía 13 años estaba en segundo curso yo
era una persona muy inquieta un día cuando
estábamos en el receso todos los del curso nos
pusimos a jugar dentro del aula, nos pusimos a jugar
con un balón como unos locos, pateabamos de un lado
a otro hacíamos una bulla cuando una compañera con
otra amiga patean muy duro el balón y hacen caer la
lámpara, intentamos arreglarla antes que se dieran
cuenta, mis compañeros se subieron en una mesa para
ello, pero no pudimos ocultar la travesura porque la
señora Perla se dio cuenta y nos amonestó bajandonos
en conducta, pese a ello a mi me pareció muy
divertido.
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después de una hora más o menos desperté pero
como todavía tenía un poquito de sueño seguí
recostad a y me volvía a dormir, de pronto me desperté
sobresaltada porque sentía que una gillete me cortaba
el pie, empecé a gritar mucho, mi mamá acudió muy
sobresaltada, le conté lo que me pasaba ella revisó y
encontró que había en mi pie una tapa de esfero la
cual yo presionaba y me lastimaba, pero como yo
estaba dormida pensé que era una gillete, luego de
que paso el susto me reí mucho por la confusión.
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no podía contener mi risa de ver al Profesor empapado
y rojo como un tomate.
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