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Luis González-Carvajal Santabárbara

Profesor de Teología en Un. Comillas


22 de Febrero de 2011. CHAMINADE

Laico es el Estado, no la sociedad. El título adecuado sería: “La Iglesia en una sociedad plural y en
un Estado laico”. Quede aclarado desde el principio. Vivimos en una sociedad nueva, plural en la que las
culturas no están aisladas, las aduanas son ya una figura del pasado. Lo que parece propio de una cultura
los medios de comunicación social lo publicitan y toman la palabra y lo exponen a la Humanidad.

Asistimos a una cierta homogeneización de la cultura europea e incluso


mundial. Decía Pascal que “ lo que es verdad más allá de los Pirineos es verdad
también en el lado opuesto”. La cultura actual es compleja, casi caótica, aunque
siempre han existido subculturas, de la misma manera que junto a los idiomas existen
siempre unos dialectos. Pero a la vez las minorías étnicas, sexuales, religiosas,
culturales y estéticas han tomado la palabra y se ha generalizado la convicción de que
ya no existe una sola forma de humanidad verdadera.

La pluralidad cultural en España es un hecho, también la


religiosa, distinta de la de otros países occidentales. Las tablas demoscópicas
demuestran que se han producido cambios notables en el panorama español, en el que se
ha pasado:
- del monopolio católico a la pluralidad religiosa
- católicos practicantes en 1965 del 83% al 36´3% en 2007
- engrosan el número los no practicantes: del 15% al 37´5 %, en esos años.
- pertenecientes a otra religión…de 0 al 4´5 %
- el número de indiferentes llega ahora al 10´8 %
- el número de no creyentes (ateos e indiferentes) del 2 %b al 9´7 %, con
lo que el número de indiferentes llega aun 20 %.
- un 3 % de inmigrantes son de religión musulmana, contando con 50.000
conversos al Islam en España.
- los protestantes se ha pasado de un 3% a la mitad de extranjeros
comunitarios o de América latina, más los propios españoles.
- Ortodoxos… 1´4 %, rumanos la mayoría.
- a los que hay que añadir los testigos de Jehová, budistas, judíos
- crecen los católicos practicantes apenas creyentes, que mantienen la forma
- y van a más el número de ateos y anticlericales.
Hoy en la cultura cristiana no se puede pertenecer a una institución religiosa sin creer.

Aún es mayor la pluralidad ética, hay católicos practicantes que ni siquiera


siguen las doctrinas de la Iglesia, debido a un individualismo expresivo ejercido con
plena libertad y basado en unas nuevas formas subjetivistas y de afectividad.
La pluralidad se diferencia del pluralismo y del relativismo. Antes se daba el
“Roma locuta causa finita”=“Habló Roma, se acabó la controversia”, hoy no corre
ya. Decía Unamuno que “ en muchas decisiones de la vida queda siempre una
sombra de incertidumbre, quién sabe, se oye decir… es como una voz tapada que
dice quién sabe”.

El mismo Santo Tomás de Aquino afirmaba que “ la fe genera menos


certidumbre que el conocimiento” y estamos en el siglo XIII. Hoy día aumenta más la
increencia. Nuestra cultura, además de plural es pluralista. La pluralidad es una
situación de hecho, el pluralismo es una actitud de respeto ante esa diversidad.
Solemos reaccionar a la contra de los que dogmatizan en la televisión sean Obispos o
sean come-curas por igual, necesitan ambos un poco más de humildad. Frecuentemente
la pluralidad no ha llevado tanto al pluralismo como al relativismo, según el cual todo
puede ser afirmado o negado porque lo bueno y lo malo son siempre relativos a
algún grupo humano. El relativismo es la postura más generalizada en España. Lo he
comprobado en los cursillos prematrimoniales: todas las religiones son iguales, dicen
algunos y no han estudiado ninguna de ellas, ni siquiera la cristiana. Lo son un 60´5%
de izquierdas, 65´3 % son universitarios, los más son los votantes se Izquierda Unida,
que son un 67´5 %. Se puede concluir que más del 50 % son relativistas., según se
deduce de unas encuestas en las que se repitió la misma pregunta: 1981-1990-1999-
2008. Se considera un valor el pluralismo como respeto al otro que piensa de manera
distinta. El relativismo es una actitud empobrecida. Dice Susana Tamaro que “la
sociedad ha renunciado a su labor educadora”. Sólo se transmiten conocimientos no
valores. Antes se quiso imponer violentamente una manera de pensar, pero no justifica
el tránsito al otro extremo actual. La verdad se tiene que imponer por su propia fuerza,
nos recuerda el CV IIº.

Un Estado laico
Con el pluralismo religioso y ético, que caracteriza nuestra sociedad no
permiten establecer ya Estados confesionales, que no es el ideal, ni mucho menos. El
Estado laico se distingue del Estado confesional porque se mantiene neutral frente a a
las distintas religiones. Pero se distingue también del Estado laicista, porque contempla
con benevolencia el hecho religioso y apoya a cada iglesia de modo proporcional a su
implantación social.
…Noruega, Suecia y Dinamarca están con predominio protestante luterano
…Gran Bretaña con el anglicanismo. Grecia con la religión ortodoxa
…El Vaticano con religión católica.

Las relaciones entre un Estado laico y las Iglesias se caracterizan por la


independencia y la colaboración. Se da el apoyo del Estado laico a las diversas
confesiones religiosas que se justifican igual que el apoyo a la cultura o al deporte,
porque están al servicio del bien común. La cuestión está en “precisar lo del bien
común en lo cual no hay consenso”.
La religiosidad no necesita ir al templo para desarrollarse, como tampoco el ir a
un polideportivo o a un museo para ser deportista o tener cultura. Esto sólo se verifica
en todos los Estados totalitarios. Las Iglesias son una parte del bien común con sus
ofertas religiosas. Un Estado laico no se siente autorizado a inmiscuirse en su vida y
misión. Sólo un Estado coactivo interfiere en todo aquello que se refiere al orden
público. Sí puede intervenir el Estado en cuanto se refiere a la paz, a la convivencia, a
los derechos humanos, a la moralidad pública. La religión como el Deporte y el Teatro
apoyan en eso al Estado, pero sin intervenir directamente.
El artículo 16 de la Constitución española de 1978, tras afirmar que “ninguna
confesión tendrá carácter estatal” añade “ que los poderes públicos tendrán en
cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las
consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás

confesiones”. Manifiesta una cierta ambigüedad y no especifica el tipo de cooperación.


No es una actitud confesional ni laicista, sino la propia sólo de un Estado laico. El
Tribunal Constitucional habla de una laicidad positiva. Ésta siempre va a más. Todas las
Constituciones españolas se han situado entre la confesionalidad y el laicismo, menos
la primera y segunda república que fueron laicistas puras. La de 1978 no es ni
confesional ni laicista sino laica, lo que es una novedad. Ya decía Agustín de Foxá que
“los españoles vamos siempre detrás de los curas o con un cirio o con un palo”.
Ahora ni lo uno ni lo otro. La Iglesia en España ha estado tiempo “apoderándose” del
Estado y de la sociedad en etapas pasadas, produciéndose tensiones. Un 18 de Julio de
2005, 20 Obispos españoles se manifestaron por la calle a favor de la familia
tradicional y contra el matrimonio homosexual produciendo una tensión máxima.

Fundamento ético de la legislación civil


“Dichosa edad aquella en la que un jefe bajo la sombra de un olmo pronunciaba una
palabra de paz y de justicia” decía Don Antonio Mesonero Romanos antes de 1837.
Hoy no existe esa tranquilidad que permita la convivencia en paz en la sociedad con
unas convicciones tan contrapuestas. Se hacen intentos de solución. Los estados
confesionales hoy día ya no son válidos sean ateos o religiosos.
1.- En un régimen confesionalmente católico las leyes civiles se
inspiran en la moral cristiana.
Fue el caso del régimen de Franco, quien consideró como un timbre de honor la ley de
Dios, considerando únicas las verdades religiosas. Es un positivismo jurídico que
suponen una actitud tan poco respetable. En este modelo no caben, en principio,
discrepancias entre las leyes civiles y la moral cristiana ( a pesar de lo cual hubo
algunos conflictos).
2.- En un Estado laico, las leyes civiles no se inspiran ya en la moral
cristiana. Las leyes civiles no necesitan un fundamento ético. El famoso Hobbes “La
autoridad no la verdad es quien hace la ley”, decía; es un poco brutal ya que según
esto no se podía calificar de negativa a ninguna ley. Hitler sería una consecuencia de
este presupuesto. Podrían haber tres posibilidades:
a) El positivismo jurídico, que hace depender la validez de las leyes civiles
únicamente de su adecuada promulgación, de acuerdo con la legalidad vigente en cada
país b) El iusnaturalismo: ( derecho natural) que exige a las leyes civiles
conformidad con las exigencias de la naturaleza humana. Ernst Bloch, famoso
comunista, vincula el derecho a la naturaleza y a la dignidad del hombre. Esta solución
ha sido muy querida por la Iglesia, aunque no todos admitan la existencia de este
derecho natural. Feministas e Iglesia mantienen posiciones contrarias en relación con el
matrimonio homosexual. Existen hoy varios modelos de ius-naturalismo, y la Iglesia no
puede pretender que un Estado no confesional se inspire precisamente en el que ella
propone.
c) Otra posibilidad hay, nos guste o no. Sólo cabe que la legislación tome
como referencia la ética civil o ética de mínimos, identificada con el patrimonio ético
compartido por las diferentes éticas de máximos ( ética marxista, ética cristiana, ética
liberal…). En esta ética civil coinciden todos los grupos. La Iglesia, a pesar de su
simpatías por el modelo anterior del ius-naturalismo, ha aceptado en varias ocasiones
ésta última En España hay que aceptar el conjunto de valores morales que están bien
vistos por la sociedad y llegar a un acuerdo de un denominador común a este respecto, y
que sea aceptado o en el que coincidan la ética marxista, la cristiana, la ética liberal y
una ética X, si la hubiera.

d) Diferencias de naturaleza entre la moral y el derecho. No todas las


exigencias de la ética civil deben convertirse en leyes. Hay dos filtros que cerrarán el
paso a algunas de ellas.
a) Esos objetivos distintos implican también medios diferentes. La ética
pretende educar, convencer, hacer personas virtuosas y lo hace mediante los profesores
y predicadores; virtud a la fuerza no es tal. El derecho no renuncia a convencer, pero,
por si acaso, recurre también a la coacción e intenta hacer buenos ciudadanos.
Esto exige limitar el campo de aplicación del derecho. Para que una exigencia etica se
convierta en exigencia jurídica, es necesario probar, en cada caso particular, que la
convivencia social y los derechos de los demás exigen recurrir a esos medios coactivos.
Éste es el primer filtro.
b) Además “el derecho no debe regirse por la “ética de la convicción” sino
por la ética de la responsabilidad” (Max Weber). Es el segundo filtro. “Las leyes
humanas, decía Domingo de Soto, han de acomodarse a la manera de ser de los
hombres así como no se han de dar las mismas leyes a hechos y hombres”. Sucede
igual en la sociedad donde coexisten los más vistosos y los menos. A los niños se les
consienten cosas por la edad que tienen y a ciertos adultos y sociedades le sucede lo
mismo, lo cual complica la convivencia ciudadana, al carecer de madurez suficiente. La
ley seca de Estados Unidos prohibía comercializar y consumir alcohol, provocando más
inconvenientes con su venta clandestina.
En España no son contradictorios el divorcio y la moral con la ley que lo
permite, pues sin la ley del divorcio se cometería una mayor injusticia al dejar sin
protección y desasistidos a los afectados. Hay que tener en cuenta también las
necesidades éticas de la gente. Con lo del aborto aún es más seria la situación. Hay que
acudir a una ética de convicción, de principios…no sea que se cumpla “fiat iustitia
pereat mundus”= “hágase justicia aunque se hunda el mundo”. La ética de
responsabilidad tiene en cuenta las consecuencias. A la hora de legislar hay que
utilizar la ética de convicción.

Los cristianos ante una ley que consideran injusta


No es algo baladí este asunto, ni carece de importancia, se trata del respeto a la vida
intrauterina entre otros temas. No parte de una ética civil de mínimos ni está recogida en
leyes civiles.
1.- Si la legislación de un Estado laico no se fundamenta en la moral cristiana
existirá siempre la posibilidad de que se promulguen leyes contrarias a ella.
2.- Ni la Iglesia ni nadie tienen derecho a cuestionar la aplicación de una ley
aprobada por el Parlamento mientras no haya sido derogada, pero lógicamente los
ciudadanos que la consideren injusta no deben regular su conducta por esa ley.
3.- Cuando la ley se limita a permitir una acción injusta, basta no aprovechar esa
permisividad, pero si la lay exigiera realizar una acción injusta, sería obligatorio
practicar la objeción de conciencia o la desobediencia civil, como hizo Martin Luther
King. El derecho a la objeción de conciencia la ejercen profesionales de medicina en los
casos de aborto. ¿Intolerante la Iglesia con el aborto? Ni la ley ni nadie obliga a abortar.
Aquí está en juego el derecho a la vida, la vida de unos seres humanos no la tolerancia
Además de practicar la objeción, es lógico que quienes consideran injusta una
ley, traten de cambiarla ( y esto no supone en absoluto intolerancia). Caben dos medios:
- que la Iglesia actúe como grupo de presión ( suena mal ¿no?, pero
cualquier grupo organizado en la sociedad lo es por el mero hecho de existir)
para luchar contra una ley injusta, lograr hacer un discernimiento
comunitario con prestigiosos moralistas para intentar cambiar la ley. Una
actitud que no es mala desde el punto de vista ético
- y que intentemos enriquecer la ley civil, actuando sobre ella e
indirectamente sobre la ética civil.

La Iglesia en una sociedad plural


Un día a Stalin le oyeron decir al hablar de Pío XII ¿ de cuántas divisiones
dispone el Papa? , demostrando una falta de comprensión de la influencia que puede
ejercer una institución de un gran prestigio moral. Si bien la Iglesia no puede renunciar
a emitir un juicio al respecto de ciertos temas, sí presiona a los gobernantes a que se
acomoden a ese juicio, creando agresividad si trata de imponer un modo de pensar
determinado. Como dice el teólogo Alfred Loisy: “Quisiera gobernar el mundo, pero
educa poco”. La Iglesia antes mandaba, ahora no educa.
a) El patrimonio ético de la sociedad puede perfeccionarse y los católicos
deben “colaborar en su enriquecimiento por las vías del diálogo y
de la persuasión”. ( CVIIº Los católicos en la vida pública, 68 )
b) Aunque los creyentes tenemos derecho a emplear en ese diálogo
argumentos bíblicos y teológicos, si queremos que nos entiendan los
de fuera debemos hacer un esfuerzo por traducirles nuestras
convicciones argumentando con criterios racionales y culturales.
c) Además conviene no olvidar que el diálogo se caracteriza por un clima
de reciprocidad, lo que significa que todos los interlocutores están
llamados a dar y a recibir, a aprender y a enseñar.
En el diálogo final se dijo…

- La Iglesia así como ha sido antiabortista desde siempre ¿ por qué no es de igual modo
e intensidad antiabolicionista y antibelicista?
Con respecto al aborto está en debate desde cuándo es persona el feto. Esto es un tema
largo y no es el momento ahora.
Hoy la Iglesia sí está contra la guerra, como lo demostró Juan Pablo II ante la
guerra de Irak, y también los Obispos españoles aunque con menor convicción El
Catecismo de la Iglesia Católica reelaboró la redacción del tema de la pena de muerte.
- La ética civil es un común denominador de las propuestas éticas. Ética de
mínimos. No existe un resorte que resuelva el problema. Se habla de la ética civil a
partir de una encuesta del CIS que sí recoge éticas diversas de la sociedad. Se ha de
intentar enriquecerla mediante convicciones éticas de la sociedad misma. El diálogo es
difícil no imposible. Ya sabemos qué pensaba Machado…“de diez españoles uno
dialoga, el resto embiste”.
- Las leyes civiles son más amplias que las de la Iglesia? La Iglesia puede aprender
mucho de fuera de ella. Y estar atenta a la “profecía exterior” que decía Schilleebeckx

…asíterminóunamagistralleccióndepuestaldíaenalgoqueestáenelcandeleroculturaljaviserna…

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