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3.1.

BRAILLE

3.1.1. Percepción háptica

“Inteligencia visual e inteligencia táctil”

Visión y tacto

La visión, como afirman científicos y filósofos, es el sentido con mayor


implicación en el desarrollo cognitivo del ser humano. Hay autores que consideran que el
80 % de los aprendizajes tanto cognitivos como sociales son visuales. Mediante la visión
se integran y sintetizan los datos y la información recogida por otros canales
perceptivos.

La misión de tratar de suplir o compensar la carencia o déficit visual en las


etapas escolares se nos plantea como un reto complejo y difícil y hemos de admitir de
antemano, que aunque con el resto de los sentidos podemos paliar enormemente este
porcentaje (siempre teniendo en cuenta las capacidades del propio sujeto y del medio
en que viva), quedará un porcentaje que no se puede sustituir.

Queremos señalar aquí que no es cierto que la persona ciega oiga más o huela más.
La información sensorial no visual, que muchas veces el vidente no aprovecha porque no
le indica apenas nada en comparación con los datos aportados por la vista, para el ciego
es vital. Los estímulos sensoriales que percibe el ciego por los cuatro sentidos
restantes, son para él mucho más significativos y sabe organizarlos de forma más
adecuada para orientar su conducta. La diferencia entre la percepción sensorial del
ciego y la del vidente no es pues de orden cuantitativo sin o fundamentalmente
cualitativo, pues estriba en que cada uno organiza de distinto modo los distintos
elementos sensoriales que posee.

En general, podemos hablar de dos tipos de inteligencia para aprehender y


conocer el entorno, la "inteligencia visual" y la "inteligencia táctil" para aquellos que
carecen de visión. Las dos comparten un desarrollo progresivo y requieren de un
posterior proceso asimilativo, pero difieren en varios aspectos fundamentales. La
"visual" es globalizadora e involuntaria y permite una actitud más pasiva, ya que la mera
observación nos permite mantener una pasiva distancia respecto de los hechos u
objetos. La "táctil" es básicamente analítica y activa, requiriendo por lo tanto mayor
motivación y voluntariedad para conseguir una información parcelada que luego hay que
integrar para hacer un todo.

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Si , por ejemplo, pretendemos conocer la suavidad de un tejido, nuestros ojos,
que ven el objeto a distancia podrán darnos sus características de color o tamaño, pero
sólo podremos conocer su textura si deslizamos la superficie de nuestros dedos sobre
el tejido.
Es esta zona de nuestra piel la que mayor número de receptores cutáneos posee
pero solo, en cada momento, una parte del objeto puede entrar en contacto con la piel.
Es por eso que la percepción táctil de los objetos es analítica y por lo tanto es muy
importante el tamaño de los objetos a percibir ya que cuanto más grande sea, más
tiempo se tarda en su exploración y mayor cantidad de información debe el receptor
integrar en su memoria.

Percepción háptica

El ciego aprehende y organiza la realidad a través del tacto. Es lo que le ayuda a


entender que fuera de su cuerpo hay objetos y que cada uno de ellos tiene una forma y
un uso determinado. AI niño con visión le atraen los objetos de su entorno y son un
estimulo para él. Cuando el niño es ciego el adulto deberá acercar los objetos al niño
para despertar la predisposición a tocar .

Las manos en el niño ciego se convierten en el órgano primario de percepción.


Mediante el tacto activo (percepción háptica) va sumando la información que percibe a
través de la piel y la adquirida a través del movimiento.

Por tanto la percepción háptica es un procedimiento exploratorio y no un sentido


meramente receptivo. Tiene capacidad de procesar y codificar información procedente
de distintos tipos de estímulos como pueden ser la temperatura, dureza, rugosidad,
tamaño, textura y junto con la información proporcionada' por el movimiento del propio
cuerpo logra que el niño ciego reciba una información útil sobre los estímulos que le
rodean. EI tacto sin movimiento no proporciona ninguna información.

Por el simple echo de mantener un objeto en nuestra mano no somos capaces de


reconocer de que objeto se trata. Es necesario desplazar los dedos por su superficie y
contorno para poder descubrir de qué se trata. Lo mismo sucede cuando queremos
saber que tipo de tejido estamos tocando; tanto para saber si se trata de algo suave
como áspero debemos realizar leves movimientos laterales de las yemas de los dedos
sobre una pequeña superficie del tejido.
Estos movimientos específicos que realizamos para reconocer las propiedades del
objeto se denominan PROCEDIMIENTOS EXPLORATORIOS que serán diferentes
según la característica que queramos percibir. Así, cuando busquemos obtener
información sobre el pesa levantaremos el objeto con la palma abierta sin ningún intento
de rodear el objeto con la mano pero si lo que queremos es detectar la dureza
aplicaremos fuerza sobre un punto en concreto de la superficie. De esta forma podemos
contar con un tipo de procedimiento exploratorio para reconocer cada propiedad
estructural (pesa, volumen, forma y tamaño) y cada propiedad de la sustancia (textura,
dureza y temperatura)

Por otro lado esta información que obtenemos mediante la percepción háptica
debe ir complementada con explicaciones verbales sobre el objeto a explorar. Es
necesario que el adulto se anticipe dándole la mayor cantidad de datos sobre lo que está
tocando, decirle qué es y cuales son los rasgos significativos que le permitirán volver a
reconocerlo.

Entre otros consideramos que hay tres grandes bloques de contenidos los que
abarcan y hacen referencia a la percepción háptica:

. el desarrollo del tacto


. el reconocimiento de formas y objetos y
. la coordinación manual

Los tres bloques están muy relacionados ya que para conocer un objeto hay que
manipularlo utilizando ambas manos.

Dentro del bloque del desarrollo del tacto empezaremos por lograr una
sensibilización de yemas y dedos (amasar plastilina, tocar el piano... ). A continuación
realizaremos ejercicios de prensión y presión ( enroscar, cortar con tijeras, marcar
huellas en plastilina, barra...)

Desde pequeños es importante tocar y manipular cuanto más objetos mejor,


haciéndolo de una forma ordenada, empezando por figuras sencillas y cotidianas. Las
primeras formas que se empiezan a conocer son las "redondas" y "alargadas", son las
que más fácil se memorizan.

Hay que tener en cuenta que la memoria a corto plazo para estímulos táctiles no
familiares es pequeña. Si, por ejemplo, le damos al niño a explorar por primera vez; 10
objetos, debemos ser conscientes que se acordará solamente de la mitad de ellos.

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Ante un objeto la exploración ha de realizarse con las dos manos (coordinación
bimanual). La mano no dominante sujetará el objeto y es la que proporcionará
referencias fijas y la mano dominante será más activa, realizará movimientos amplios y
es la que llevará a cabo la integración de todos los datos.

Los movimientos palpadores o exploratorios son de dos tipos: "leves", que


informan de detalles o de partes significativas de un objeto y "amplios" o de síntesis de
todos los datos.

Es importante enseñar al niño a que utilice el eje de su propio cuerpo como marco
de referencia a partir del cual empezar a realizar una correcta exploración de cualquier
objeto. Esta demostrado que existe mejor percepción háptica cuando se realiza con
objetos tridimensionales que se pueden manipular activamente llevándolos a la línea
media del cuerpo con las manos, que cuando se trata de una exploración integrada por
puntos o figuras bidimensionales a relieve ya que aquí entra en juego la organización
espacial y la codificación del espacio a través del tacto se toma muy difícil.

Hasta aquí hemos hablado sobre el reconocimiento de los objetos en el plano


tridimensional mediante la exploración y coordinación bimanual. Ahora bien, si queremos
pasar a una representación bidimensional debemos tener en cuenta los siguientes pasos:

. tocar objetos reales (tridimensionales)


. realizar plantillas del objeto para que con el punzón dibujen la silueta del mismo
. representación bidimensional del objeto sin modelo

Por ejemplo, si queremos que realice la representación bidimensional de una


manzana seguiremos los siguientes pasos. Se le presentará una manzana real para que la
toque y reconozca todas sus partes. Se parte la manzana por la mitad dándosela a tocar
para que comprenda que la parte plana será la que colocaremos sobre el papel. Una vez
ahí puesta, con un punzón, se marca la silueta de la manzana. Después de realizado el
contorno se toca este reconociendo las partes significativas que se apreciaron con la
manzana completa. Por último se intentará realizar la representación sin utilizar el
modelo.

En conclusión

Muchas veces, ante un alumno ciego nos olvidamos de que su forma de percibir es
totalmente diferente al resto de sus compañeros. Este cuadro puede ayudarnos a tener
en cuenta ciertos aspectos.
VISIÓN

1. La discriminación y exploración visual es continua, casi involuntaria. Mayor capacidad


para memorizar.

2 Obtenemos una información de la globalidad o del todo de manera inmediata.

3. El proceso de percepción es sintético: pasamos del todo a las partes, hay que fijarse
detenidamente para obtener información de los detalles.

4. No hay limitaciones. De un solo golpe tiene en cuenta casi todos los aspectos
significativos.

5. Fácilmente podemos generalizar.

TACTO

1. La discriminación y exploración háptica es más exclusiva, requiere de la voluntariedad.


Menor capacidad para memorizar.

2. La obtención de información es secuencial y lenta.

3. Pasamos de las partes al todo: va tocando cosa por cosa hasta conseguir la idea de
globalidad, hasta comprender, interpretar o intuir el todo.

4. Tiene limitaciones espaciales y abarca la extensión de los brazos. Solo percibimos lo


que tocamos, lo demás no existe.
5. Es difícil la generalización a través de la exploración y reconocimiento táctil.

Los alumnos con BV (Baja Visión) reciben información visual pero está sujeta a
modificaciones, es incompleta y sesgada lo que les lleva a cometer errores de
interpretación.

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Por lo tanto, al plantearnos el conocimiento de los objetos mediante la percepción
háptica debemos hacer hincapié en:

 Tocar todo y cuanto más mejor. Como ya hemos comentado anteriormente, la


experiencia táctil no siempre es agradable pero es necesario que los alumnos ciegos
y con BV se acostumbren a tocar todo lo que les sea posible. Cuantas más
experiencias directas tengan con objetos reales más rico será su conocimiento del
medio y mayor su posibilidad de generalizar en posteriores aprendizajes.

 Tocar pero ordenadamente. Cuando un ciego toca un objeto lo hace con la intención
de extraer información que le indique de qué objeto se trata y qué características
tiene para que le sirvan como señales de reconocimiento en posteriores encuentros
con el mismo objeto. Para conseguir esta información la forma de tocar debe ser
ordenada, siguiendo unos pasos precisos, teniendo en cuenta la colocación del objeto
con respecto al eje corporal del sujeto, con una perfecta coordinación de las dos
manos (una sujeta y la otra se desliza por el contorno del objeto) de forma que los
datos extraídos sean realmente significativos.

 Explicaciones verbales. Siempre que el alumno se encuentre por primera vez con un
objeto es preciso que, al mismo tiempo que realiza las exploraciones hápticas
descubriendo las características del objeto, se le aporten explicaciones verbales que
le ayuden o confirmen lo que él esta tocando.

 Memoria. Con la memoria intentamos interiorizar todas las características de un


objeto para que, cuando volvamos a encontrarnos con él no tengamos que realizar
necesariamente una exploración tan exhaustiva y que' un detalle nos sirva para
reconocer el objeto.

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