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Un docente puede ser un erudito en diversos temas, pero en muchos casos suele
ser un pésimo comunicador y expositor, que en consecuencia lleva al hastió y falta
de interés y aún más si no sabe leer los mensajes de sus alumnos o del grupo en
general, que le brindan información sobre el grado de comunicación que se está
realizando.
Hay tres clases de movimientos observables: los faciales, los gesticulares y los de
postura. Este tipo de comunicación expresa mucho más de lo que
tradicionalmente pensamos o aceptamos. Muchas de las respuestas que
obtenemos por parte de nuestros interlocutores están determinadas por nuestra
comunicación no verbal. Pero es nuestro rostro el que más expresiones tiene, tal
como lo acentúa Keydar:
Lo verbal no hay mucho problema en los docentes, pues los entienden de acuerdo
a lo que expresan, sin embargo lo más importante aquí, es lo que no dicen en
forma verbal y que lo expresan a través de sus gestos corporales, faciales y de
postura, y que son importantes en el proceso de enseñanza aprendizaje que
estamos propiciando.
Las piernas muy cruzadas y el brazo cruzado sobre el pecho (defensa); mientras
la cabeza y el mentón están un poco inclinados hacia abajo (hostilidad). El
mensaje no verbal nos expresa “no me gusta lo que está diciendo y no estoy de
acuerdo”.
Cuando el alumno dice una mentira, se lleva la mano a la boca el gesto de taparse
la boca se vuelve más refinado en la edad adulta.
Cuando alguien desea ser franco y honesto, levanta una o ambas palmas hacia la
otra persona y dice algo así como: "voy a decirle la verdad”, “voy a ser sincero".
Rascarse el cuello en este caso el índice de la mano derecha rasca debajo del
lóbulo de la oreja o rasca el costado del cuello, revela algo interesante: indica
duda, incertidumbre, y es característico de la persona que dice: «no sé si estoy de
acuerdo.»
Las manos con los dedos entrelazados al principio puede parecer que éste es un
gesto de bienestar porque la gente que lo usa a menudo está sonriendo al mismo
tiempo y parece feliz. Pero realmente es un gesto de frustración o actitud hostil y
la persona que lo hace está disimulando una actitud negativa.
Los gestos con los brazos cruzados al cruzar uno o los dos brazos sobre el pecho
es formar una barrera que, en esencia, es el intento de dejar fuera de nosotros la
amenaza pendiente o las circunstancias indeseables. Una cosa es cierta: cuando
una persona tiene una actitud defensiva, negativa o nerviosa, cruza los brazos y
muestra así que se siente amenazada y si además la persona ha cerrado los
puños, las señales son de defensa y hostilidad.
El gesto de cogerse los brazos observarán que esta forma de cruzar los brazos se
caracteriza por oprimirlos para reforzar la posición y anular cualquier intento de
liberarlos que pudiera dejar expuesto el cuerpo, inclusive puede llegar a ser tan
fuerte que a veces impide la circulación de sangre. Este estilo se observa
comúnmente en las personas que están en la sala de espera de un hospital,
médico dentista, o los que viajan en avión o barco por vez primera.
Los dedos en la boca: la explicación sobre este gesto es que este alumno se pone
los dedos en la boca cuando se siente presionado. El adulto no sólo se pone los
dedos en la boca sino que inserta en ella cosas como cigarrillos, pipas, lápices,
etc.
Los ojos son un gesto facial importante, ya que una mirada fija indica amenaza, un
guiño expresa complicidad o simpatía, los hombros sirven para expresar dudas o
ignorancia sobre un tema, la cabeza nos sirve para indicar conformidad o
negación; las cejas para expresar dudas, sorpresa, incomodidad, así como los
labios evocan desde una sonrisa de aceptación hasta una mueca de
desaprobación.
Los gestos son tan importantes, ya que a través de ellos expresamos amor,
indiferencia, odio, temor, tristeza, alegría, etc., y si sabemos leerlos, analizarlos y/o
emplearlos estaremos dando un paso más hacia una educación eficaz y de
calidad.
Por eso la forma de sentarse de alumnos, nos indica la posición de ellos con
respecto a los otros; cuando se sientan en ángulo es cuando hay colaboración,
amistad, permite el contacto visual completo; en posición de colaboración es la
manera en la que suelen sentarse dos personas cuando realizan juntas algún
trabajo; cuando hay una mesa como barrera da entender que hay una competición
donde no habrá avances, porque se percibe una interacción de superior a
subordinado y la independiente cuando un alumno no quiere interactuar con otro,
lo que indica hostilidad, temor, timidez, etc.
Indiferente: son aquellos que no les interesa ni el docente, ni los contenidos, que
creen que se esta perdiendo el tiempo, que no hay nada nuevo. En este caso se
sugiere que indague los saberes previos de los alumnos, para que integre temas
nuevos que vayan acorde a sus intereses y motívelos de manera diferente.
Agresivo: En este caso, es frecuente que la actitud del profesor que ha estado o
esta con el grupo es autoritaria y prepotente, razón por la cual ha provocado una
reacción agresiva y hostil la sesión o al profesor y se convierte en una
confrontación que no va a tener resultados positivos en el curso. En algunas
ocasiones se combina la agresión con la ironía, tanto del docente como del
alumno o de alumno a alumno, provocando la deserción de alumnos. La
sugerencia es que el docente se enseñe a aceptar sus errores, que actué con
humildad, sencillez y modestia, que este consciente de que él no es el poseedor
de la verdad y que también está aprendiendo con el grupo.
Participativo: este es el grupo ideal que desearía el enseñante para desarrollar un
curso. En este tipo de grupos hay que aprovechar al máximo la participación,
manteniendo el interés de los asistentes.
Por otra parte, también debemos considerar el ambiente áulico y tomar en cuenta:
la distribución de los lugares donde se sientan los alumnos, la iluminación, la
ventilación, lo accesible de los materiales de apoyo, etc.,
Aún cuando no es correcto, finalizare con una cita de Abad, donde hago propias
sus palabras e invito a que las hagan suyas, el indica lo siguiente:
BIBLIOGRAFÍA