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LA INTERACCIÓN COMUNICATIVA, DEL ENSEÑANTE ACTUAL EN EL AULA.

Autor: Lorenzo Alberto Guzmán Barraza.


Asesor de UPN-162 de Zamora, Mich.

Hoy, un elemento imprescindible en la educación actual, es la comunicación,


principalmente la que se efectúa en el aula; uno de los principales elementos del
enseñante actual, con el que se debe contar y dominar perfectamente, pues este es un
recurso indispensable en la práctica, dado que las interacciones que tiene con el
alumnado, le facilitarán las explicaciones, comentarios, preguntas, dudas, etc., y muchos
de los obstáculos que se dan el proceso de enseñanza aprendizaje se verán minimizadas
de manera significativa, tanto para entendimiento del alumno como para nuestro clima
áulico.
La comunicación implica tres ámbitos básicos de acción: la relación que se
establece entre los actores de dicho proceso, la mecánica que rige a lo
interno del proceso y, por último, el contexto en el cual se enmarca el
proceso de comunicación. La esencia del proceso comunicacional poco ha
cambiado a lo largo de la historia: la transmisión de contenidos, bien sea de
forma oral, escrita o pictórica, se mantiene desde la antigüedad hasta
nuestros días. (KORIN, 2007:13)

Razón por la cual, la comunicación se entiende como un proceso de socialización


e integración entre las personas, por medio del cual se expresan sus cualidades
psicológicas, en el que también se forman y desarrollan sus ideas,
representaciones y sentimientos, etc.

Cada persona tiene su sistema propio de comunicación en función de sus


actitudes, sus orientaciones respecto a si misma y hacia los demás, su trabajo, la
organización general de su vida y todo un conjunto muy complejo de factores.

Hoy por hoy educación en materia de “comunicación”, pública o privada, es


una mercancía más. Determinada por las leyes del mercado y las
necesidades de control burgués sobre las masas, esas escuelas acomodan
la teoría y la práctica académicas no para resolver problemas sociales
nucleares, en materia de comunicación, sino para generar mano de obra útil
al modo de producción comunicacional dominante. Las “ciencias de la
comunicación”, cuyo rigor suele ser cuestionado, se producen, se venden y
se compran como otro artículo cualquiera. Sus productores no son ajenos a
la alienación. (ABAD, 2006:378-379)
La comunicación, como la educación en su conjunto, es un dominio de la actividad
humana y específicamente en la práctica educativa que requiere profundizarse en
su estudio, ya que es una herramienta imprescindible de la actividad docente y
dada la complejidad de la comunicación interpersonal se requiere de un abordaje
interdisciplinario.

Dado que los medios de comunicación son actualmente los principales


emisores de conocimientos y saberes, presentados como verdades
inalterables que configuran una realidad determinada, resulta
indispensables que los educadores reflexionen sobre los efectos que
producen sus mensajes en sociedades y grupos sociales, en especial
porque no existen medios “neutros”, carentes de intencionalidad e
intereses. Así como la escuela, los medios de comunicación constituyen
uno de los principales aparatos de producción y difusión ideológica de
nuestro tiempo. Una actitud crítica frente a ellos resulta necesaria a la hora
de la formación de personas autónomas y proclives a construir relaciones
sociales basadas en el bienestar colectivo, echando mano a las
características de su entorno y no a las realidades virtualizadas promovidas
por los medios. (KORIN, 2007:14-15)

El profesor recurre a la comunicación constantemente también para propiciar el


aprendizaje en sus alumnos y en ese campo se genera una constante interacción,
misma que se tipifica de la siguiente manera: Interacción biológica personal,
cultural, interacción con sí mismo y la trascendental.

En esta interacción áulica, suceden todas las interacciones tipificadas, y las de


mayor frecuencia son las últimas tres; sin embargo habrá que señalar que
entendemos por interacción, la cual se define como “las relaciones entre dos o
más personas en las que las acciones de una afectan a las otras y viceversa
provocándose otras acciones de respuestas o reacciones de unos y otros”. Estos
vínculos de respuestas pueden ser diferentes de un sujeto al otro, por ejemplo
para entender el comportamiento de un alumno habrá que considerar su historia
personal, sus características psicológicas, posición del grupo, situación social,
frecuencia en sus interacciones, etc.
Si en un alumno, tenemos que considerar una serie de situaciones para tener una
interacción pertinente y adecuada, en un grupo tenemos que considerar normas
de conducta que propicien las reglas de comunicación, de tal manera que el
proceso comunicativo del grupo influya de manera significativa en la estructura
informal de cualquier grupo escolar, con el propósito de revelar los estrechos
vínculos entre la interacción, la comunicación, las estructuras grupales y la
necesidad de estudiar los resquicios que hay, para comprender el comportamiento
grupal de los alumnos y diseñar programas de intervención.

Para que el profesor pueda intervenir apropiadamente se exhorta que domine


ciertamente su disciplina, que sea capaz de desempeñarse con profesionalismo,
que tenga actitud de compartir con sus alumnos, como acompañante en el
sendero del conocimiento y que disfrute lo que hace.

Un docente puede ser un erudito en diversos temas, pero en muchos casos suele
ser un pésimo comunicador y expositor, que en consecuencia lleva al hastió y falta
de interés y aún más si no sabe leer los mensajes de sus alumnos o del grupo en
general, que le brindan información sobre el grado de comunicación que se está
realizando.

La comunicación se emite principalmente de manera presencial o virtual, a través


de dos maneras, verbal y no verbal; sabías tú profesor que según estudios sobre
este campo, entre ellos entre ellos el de Knapp (1988), utilizamos el 7% en forma
verbal, el 55% en forma corporal y el 35% en forma paralingüística que se emite
en el discurso, y en la generalidad de las ocasiones lo hacemos de forma
inconsciente y tú puedes decir ¿cómo?, te voy a decir ¿ cómo lo haces?, los que
ya lo saben me van a dar la razón y los que no también. No debemos de olvidar
que:

El hablar es el vehículo que lleva conocimiento en el estudio de diversos


tópicos artísticos y científicos. La comunicación no verbal, la cual a menudo
no la conoce el informante, es parte de su mensaje verbal, y tiene un efecto
emocional y persuasivo. El empleo inteligente y calculado de este canal
informativo, por su unificación efectiva de comunicación verbal y emocional,
facultará al profesor para crear un cuadro completo y vívido, resultado de su
habilidad para asociar a sus estudiantes con el conocimiento, y hacerlos
sentir personalmente implicados en la asimilación del mismo. La unificación
correcta de comunicación verbal y no verbal aporta medios emocionales
visibles y audibles a la transferencia de un mensaje sensible y asegura que
sea bien y confiadamente recibido. (KEYDAR, 2005:xvi)

Hay tres clases de movimientos observables: los faciales, los gesticulares y los de
postura. Este tipo de comunicación expresa mucho más de lo que
tradicionalmente pensamos o aceptamos. Muchas de las respuestas que
obtenemos por parte de nuestros interlocutores están determinadas por nuestra
comunicación no verbal. Pero es nuestro rostro el que más expresiones tiene, tal
como lo acentúa Keydar:

La cara es la parte más expresiva del cuerpo humano, muestra emociones,


gustos y disgustos, puntos de vista. Las expresiones faciales son activadas
por miles de fibras musculares, las cuales dibujan una referencia del
hombre a su propio yo, a las situaciones existentes, a la dinámica
comunicativa, a su material didáctico, a la persona o personas a las que él
da la cara. Las expresiones faciales son la forma más intensa y más
inmediata de desenmascarar el pensamiento del hombre, sus patrones
conductuales y emocionales. (KEYDAR, 2005:25)

Para el maestro, es importante que conozca todos estos detalles, ya que le


permite mejorar la interacción con sus discípulos y es una forma de estar al
pendiente de las diferentes situaciones con el grupo y fomentar la disciplina, por lo
cual se recomienda lo siguiente: hablar de pie, genera control sobre el grupo,
además su cuerpo debe de permanecer confortablemente derecho y evitar
apoyarse en la pared o en el escritorio, sin olvidar transitar con seguridad por el
aula.

En relación con la manera de vestir, proyecta una personalidad propia, pulcra,


formal, seria, que vaya acorde al ambiente, por favor evite llevar vestuario
llamativo o vistoso.
En relación a su mirada, debe evitar la mirada hacia el techo, piso o a los
materiales de apoyo, trate de situar su mirada al grupo de los participantes y
establezca contacto visual con ellos.

Los mensajes transmitidos por la postura vacilante y perezosa de un


profesor. Un cuerpo inclinado hacia delante, hombros relajados, manos
incontroladas, cabeza baja, cuerpo caído, pueden sugerir:
Complejo de inferioridad, baja autoestima, carencia de decisión, carencia de
creencia en la habilidad de comunicación, bajo grado de autoridad, brecha
entre la participación personal y el tema que interesa, brecha entre
emociones personales y la clase, nerviosismo, carencia de voluntad,
indiferencia, pasividad, aburrimiento, falla en el contacto visual y uso del
espacio, baja resonancia vocal. (KEYDAR, 2005:24-25)

Los mensajes no verbales en las posturas mencionadas, su vestimenta, su actitud


su postura, su posición fija, etc., reflejan falta de habilidad y conocimiento, mismas
que causaran falta de participación e interés en el alumnado. Por otra parte del
docente está obligado a leer los mensajes que le trasmiten sus alumnos, tanto
verbales como los no verbales, para partir de ellos e intervenir adecuadamente.

Lo verbal no hay mucho problema en los docentes, pues los entienden de acuerdo
a lo que expresan, sin embargo lo más importante aquí, es lo que no dicen en
forma verbal y que lo expresan a través de sus gestos corporales, faciales y de
postura, y que son importantes en el proceso de enseñanza aprendizaje que
estamos propiciando.

Si un profesor desea establecer rápidamente una buena relación y crear un


ambiente tranquilo con un alumno, debe analizar las evidencias que le
proporcionan sus oyentes y analizarlas críticamente; y así puede detectar niños
con problemas de distinta índole desde los retraídos hasta los que están siendo
abusados, pero primero debemos saber como nos mandan los mensajes tanto
verbales como no verbales; por ejemplo tenemos las siguientes:

Las piernas muy cruzadas y el brazo cruzado sobre el pecho (defensa); mientras
la cabeza y el mentón están un poco inclinados hacia abajo (hostilidad). El
mensaje no verbal nos expresa “no me gusta lo que está diciendo y no estoy de
acuerdo”.

Cuando el alumno dice una mentira, se lleva la mano a la boca el gesto de taparse
la boca se vuelve más refinado en la edad adulta.

La palma de la mano el gesto de exhibir las palmas de las manos se ha asociado


siempre con la verdad, la honestidad, la lealtad y la deferencia.

Cuando alguien desea ser franco y honesto, levanta una o ambas palmas hacia la
otra persona y dice algo así como: "voy a decirle la verdad”, “voy a ser sincero".

Rascarse el cuello en este caso el índice de la mano derecha rasca debajo del
lóbulo de la oreja o rasca el costado del cuello, revela algo interesante: indica
duda, incertidumbre, y es característico de la persona que dice: «no sé si estoy de
acuerdo.»

Las manos con los dedos entrelazados al principio puede parecer que éste es un
gesto de bienestar porque la gente que lo usa a menudo está sonriendo al mismo
tiempo y parece feliz. Pero realmente es un gesto de frustración o actitud hostil y
la persona que lo hace está disimulando una actitud negativa.

Los gestos con los brazos cruzados al cruzar uno o los dos brazos sobre el pecho
es formar una barrera que, en esencia, es el intento de dejar fuera de nosotros la
amenaza pendiente o las circunstancias indeseables. Una cosa es cierta: cuando
una persona tiene una actitud defensiva, negativa o nerviosa, cruza los brazos y
muestra así que se siente amenazada y si además la persona ha cerrado los
puños, las señales son de defensa y hostilidad.

El gesto de cogerse los brazos observarán que esta forma de cruzar los brazos se
caracteriza por oprimirlos para reforzar la posición y anular cualquier intento de
liberarlos que pudiera dejar expuesto el cuerpo, inclusive puede llegar a ser tan
fuerte que a veces impide la circulación de sangre. Este estilo se observa
comúnmente en las personas que están en la sala de espera de un hospital,
médico dentista, o los que viajan en avión o barco por vez primera.

Los dedos en la boca: la explicación sobre este gesto es que este alumno se pone
los dedos en la boca cuando se siente presionado. El adulto no sólo se pone los
dedos en la boca sino que inserta en ella cosas como cigarrillos, pipas, lápices,
etc.

Los ojos son un gesto facial importante, ya que una mirada fija indica amenaza, un
guiño expresa complicidad o simpatía, los hombros sirven para expresar dudas o
ignorancia sobre un tema, la cabeza nos sirve para indicar conformidad o
negación; las cejas para expresar dudas, sorpresa, incomodidad, así como los
labios evocan desde una sonrisa de aceptación hasta una mueca de
desaprobación.

Los gestos son tan importantes, ya que a través de ellos expresamos amor,
indiferencia, odio, temor, tristeza, alegría, etc., y si sabemos leerlos, analizarlos y/o
emplearlos estaremos dando un paso más hacia una educación eficaz y de
calidad.

La proximidad es un valioso elemento para propiciar ese entorno cálido y


adecuado para lograr la confianza del alumno, Keydar señala cuatro tipos de
espacios: el íntimo, el personal, el social y el público; y señala que “cada persona
reserva su propio espacio de acuerdo con su cultura, la situación específica en la
cual se encuentra, su ubicación y el tema que le concierne…Cada quien considera
su propia área espacial como una propiedad privada y cualquier penetración o
infiltración sin su consentimiento se convierte en una amenaza a su propia
existencia” (KEYDAR, 2005:30-31).

Por eso la forma de sentarse de alumnos, nos indica la posición de ellos con
respecto a los otros; cuando se sientan en ángulo es cuando hay colaboración,
amistad, permite el contacto visual completo; en posición de colaboración es la
manera en la que suelen sentarse dos personas cuando realizan juntas algún
trabajo; cuando hay una mesa como barrera da entender que hay una competición
donde no habrá avances, porque se percibe una interacción de superior a
subordinado y la independiente cuando un alumno no quiere interactuar con otro,
lo que indica hostilidad, temor, timidez, etc.

Cuando observamos al grupo en general y si sabemos analizar sus características


en su comportamiento, veremos los mensajes que nos mandan: tales como
bostezos, frecuentes miradas al reloj, vista al piso, cambios constantes de
posturas, murmuraciones y conversaciones con compañeros en voz baja fuera del
tema, etc., cuando esto sucede, y tú como docente te haces el indiferente ante
esos mensajes, el grupo reacciona de una manera hostil (brotes de indisciplina,
indiferencia, fastidio a la escuela, al grupo, al docente), lo cual te pone en una
figura de autoritario, muy común de la escuela tradicionalista, hasta en los
espacios universitarios se dan con frecuencia este tipo de casos, ya que es
frecuente que el “asesor universitario” reparta los temas que se van a enseñar y él
nada más los monitorea, parece increíble que suceda en el nivel académico más
elevado, ¡pero sucede!.

Cuando estos envíos de comunicación no verbales se exteriorizan en un grupo, el


docente debe estar atento, para cambiar la estrategia didáctica que permita atraer
la atención del alumnado, para lo cual debe de abrir su abanico de posibilidades e
intentar algo diferente, para seguir en el proceso de propiciar la enseñanza
aprendizaje de los contenidos curriculares tanto los formales como los informales.

Sin embargo, si el docente limita el intercambio y el diálogo entre sus alumnos


durante la sesión, no elimina la necesidad de expresar sentimientos o ideas de
satisfacción o malestar, solo los detiene por un breve tiempo, pero estos surgirán
en otro momento, ya sea en el recreo o en otra clase, y esto acontecerá en el
instante en que otros factores coadyuven a que exploten de acuerdo a las
circunstancias, y que pueden afectar al docente, padres de familia o a los propios
alumnos. Y a veces nos surgen preguntas, como las siguientes: ¿cómo, si era un
grupo muy disciplinado?
Los docentes tenemos que enfatizar en el proceso comunicativo como factor del
aprendizaje y buscar tener una comunicación multidireccional que propicie en el
alumno una comunicación asertiva.

Hablando de grupos podemos decir que hay de varios tipos:

Ruidoso: murmuraciones y conversaciones en voz baja, provocan que el docente y


el resto de los compañeros se distraigan, para lo cual se recomienda, que utilice el
lenguaje no verbal a través de una mirada a uno o varios participantes que
murmuran y que les pregunte sobre el tema o bien estar parado junto a ellos y si
aún así no hay cambio, utilice otra estrategia didáctica.

Silencioso: si el grupo se muestra en un total silencio, indague las causas, puede


haber una situación anormal, hostilidad, complicidad de algún hecho, falta de
confianza, etc., y como sugerencia use técnicas de integración y participación que
ayuden a que haya confianza, cordialidad y compañerismo.

Indiferente: son aquellos que no les interesa ni el docente, ni los contenidos, que
creen que se esta perdiendo el tiempo, que no hay nada nuevo. En este caso se
sugiere que indague los saberes previos de los alumnos, para que integre temas
nuevos que vayan acorde a sus intereses y motívelos de manera diferente.

Agresivo: En este caso, es frecuente que la actitud del profesor que ha estado o
esta con el grupo es autoritaria y prepotente, razón por la cual ha provocado una
reacción agresiva y hostil la sesión o al profesor y se convierte en una
confrontación que no va a tener resultados positivos en el curso. En algunas
ocasiones se combina la agresión con la ironía, tanto del docente como del
alumno o de alumno a alumno, provocando la deserción de alumnos. La
sugerencia es que el docente se enseñe a aceptar sus errores, que actué con
humildad, sencillez y modestia, que este consciente de que él no es el poseedor
de la verdad y que también está aprendiendo con el grupo.
Participativo: este es el grupo ideal que desearía el enseñante para desarrollar un
curso. En este tipo de grupos hay que aprovechar al máximo la participación,
manteniendo el interés de los asistentes.

Por otra parte, también debemos considerar el ambiente áulico y tomar en cuenta:
la distribución de los lugares donde se sientan los alumnos, la iluminación, la
ventilación, lo accesible de los materiales de apoyo, etc.,

El ambiente donde ocurre la comunicación entre las personas ejerce una


considerable influencia subconsciente sobre el dar y recibir. La atmósfera
puede llevar a amistad, hostilidad, confort o incomodidad. El ambiente
puede incentivar pensamiento y acción o aburrimiento e indiferencia. La
reacción del hombre al ambiente que lo rodea es instantánea. …Los
miembros del grupo de estudio pueden mejorar la regularidad del flujo de
conocimiento del profesor a los estudiantes por su conducta cooperativa.
Los muebles que pueden movilizarse para mejorar el ambiente son
escritorios, sillas, iluminación y ayudas de la enseñanza como proyectores,
diapositivas, cortos y películas. (KEYDAR, 2005:78)

Tal como lo manifiesta Keydar, si pensamos en lo importante de estar comodo,


estaremos en el paso de interactuar de forma eficaz y la confianza de estar
haciendolo bien.

Aún cuando no es correcto, finalizare con una cita de Abad, donde hago propias
sus palabras e invito a que las hagan suyas, el indica lo siguiente:

Hay profesores que son indispensables gracias a su trabajo tenaz y


permanente. Modelan en muchas generaciones los valores y la moral del
estudio como una lucha necesaria. Mantienen abiertas las cuentas
dialécticas de su propio aprendizaje y ventilan en público sus ganancias y
deudas coherentes. No esconden sus faltantes, ofrecen con generosidad
sus hallazgos y no tienen reparos en recoger la crítica como parte de su
obra. No se les ve besando la mano de nadie para ganarse publicaciones o
años sabáticos.
No le piden permiso a nadie para pensar, para opinar ni para intervenir en lo
que consideran justo. No se bajan los pantalones para recibir cargos. No
tienen miedo, o se camuflan para declarar sus marcos teóricos ni sus
definiciones políticas. Son esos trabajadores del conocimiento que
contribuyen a fortalecer la certeza de que la verdad es posible y que es de
todos, que la ciencia no es propiedad privada de comerciantes del saber y
que la ciencia debe servir a la transformación definitiva del mundo. (ABAD,
2006:389)

BIBLIOGRAFÍA

ABAD, F. B. (2006). Filosofía de la comunicación. Caracas, Venezuela: Impreso


en la República Bolivariana de Venezuela.

ABAHAM, A. e. (1984). El enseñante también es una persona. París, Francia.:


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KNAPP, Mark. L. (1988) “La comunicación no verbal: el cuerpo” Editorial Paidos.


Barcelona.

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