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A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.

S.·.F.·.U.·.

R.·.L.·.S.·. CARIDAD Y TOLERANCIA No. 30, H.·.A.·.M.·. BERGMAN VACA PEREIRA BANEGAS

V.·. DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA, 8 DE JULIO DE 2.010 e.·.v.·.

LA FAMILIA Y LA MASONERÍA

Los masones consideramos a la Humanidad como a una Gran Familia, partiendo de la Idea de que Todos
venimos de un mismo Padre, Origen Divino, del Uno o G.·.A.·.D.·.U.·., y ésta es la condición básica que se le
exige a aquellos candidatos a ingresar a nuestra Institución, que juren por su honor Creer en Un Ser Supremo,
porque de esta creencia se desprende que ellos trabajarán con incesante ardor por llevar a buen término la gran
obra de los masones, es decir La Fraternidad Universal.
La Masonería, como parte inseparable de la Sociedad Civil, reconoce a la Familia como la institución más
estable y duradera, primer y más importante eslabón social formador de Valores Espirituales, Morales y Sociales
en la Comunidad, país, o nación en la cual ella se desenvuelve, que tiene su propia y decidida función como
trasmisora y perpetuadora de estos Valores Humanos, únicos y verdaderos antídoto válido para combatir a La
Ignorancia, La Hipocresía y a la Ambición, por ello la Masonería concede una importancia sublime a la
existencia de una familia moralmente sana, bien definida y estructurada en su jerarquía natural.
Los cambios radicales ocurridos en el mundo contemporáneo, han colocado a la institución familiar ante una
crisis evidente que está fomentado su dispersión y desintegración, entre estos cambios introducidos en nuestra
cultura, se pueden citar los siguientes: la urbanización de grandes ciudades, la industrialización, migraciones
continuas, pérdida de la religión y de la cultura tradicional, etc.
Pero existen otros factores que igualmente inciden en los cambios que actualmente ocurren en la familia
moderna, tales como:
- La autoridad tradicional del padre se enfrenta a cambios radicales que se presentan como resultado de que las
parejas tienden a tener los hijos cada vez más jóvenes, lo cual implica que éstos en la actualidad ven a sus
progenitores, mas como a unos amigos o compañeros, como a iguales, y no como a la autoridad indiscutible del
hogar.
- La integración paulatina de la mujer en el mundo social, político y económico, lo cual priva, en una medida muy
importante, a los hijos de su presencia formadora de valores morales y espirituales.
- El sentido del matrimonio tradicional se encuentra bajo un fuerte cuestionamiento, prevaleciendo en la
actualidad las uniones de parejas a prueba o concubinato, sin poder desconocer que en ciertos países se ha
llegado a aprobar las uniones entre miembros de un mismo sexo.
- La infidelidad conyugal ha perdido la importancia social que en años anteriores se le daba, y en la actualidad la
separación, mediante el divorcio u otras formas, de las parejas es un hecho aceptado y hasta natural.
Todo lo anterior constituye el cúmulo de dificultades que actualmente inciden a nivel mundial sobre la institución
familiar, con la inevitable secuela de la ruptura de la familia y la pérdida de los Valores Morales, Espirituales y
Sociales que en ella se forjan.
A todo candidato se le condiciona el ingreso a nuestra Orden Fraternal, a ser buen hijo, buen hermano, buen
esposo, y, sobretodo, un buen padre, porque no se concibe que quien aspire a formar parte de una Gran Familia
Universal, no sea un ejemplo en el Amor, Fidelidad y Dedicación que ha de dispensar a su familia.
La masonería es algo maravilloso, y significa mucho para los que estamos aquí. Precisamente por eso puede
convertirse, sin darnos cuenta, en un gran rival para nuestras familias.
Si se está absorto en una tarea que se disfruta mucho, es entendible que uno no quiera dejar de hacerla, ni que
nadie lo moleste o lo distraiga. Y en eso debemos ser muy cuidadosos para no afectar a terceros por las
decisiones personales que tomemos y es cuando nuestro sentido común balancea nuestras necesidades de
instruirnos en la búsqueda de la luz con las necesidades de nuestras familias.
Grave sería si, por buscar la luz, dejáramos de ser responsables con nuestra esposa, padres, hermanos o hijos.
Y la mejor forma de poder cumplir con las obligaciones familiares es teniendo un aliado que nos "cubra las
espaldas" dentro de la familia., ese compañero de batalla que está con nosotros de sol a sol se llama esposa.
Ella nos da el apoyo necesario para poder aventurarnos a nuevos horizontes. Como dice el conocido refrán:
"detrás de todo gran hombre, hay una gran mujer" y además: "Gracias a una gran mujer es que se pueden
desarrollar los potenciales de un gran hombre".
Otro aspecto a mencionar es el referido a que en nuestras familias no podemos escoger a nuestros hermanos.
Ellos nos son "asignados" por el G.·.A.·.D.·.U.·. Él decide en cuál familia nacemos y quiénes son nuestros padres
y hermanos. Los masones en cambio sí escogemos pertenecer a la Familia Masónica Universal gracias a
nuestro libre albedrío, y tratamos de emular a las familias al llamarnos hermanos. Con esto llevamos a la
masonería al seno de cada hogar, como si deseáramos tener lazos consanguíneos y pertenecer a una misma
familia.

He Cumplido V.·.M.·.

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