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La crisis afecta a 1 de cada 6 personas y agrava la situación de la mitad de las familias


argentinas

ROSENDO FRAGA. Director del Centro de Estudios Nueva Mayoría

En los próximos días se conocerá la nueva tasa de desempleo, tomada durante el mes de mayo. Todos los
indicadores anticipan que habría aumentado y que aproximadamente la nueva medición mostrará que uno de
cada seis argentinos busca trabajo y no lo encuentra.

Pero esta cifra debe ser analizada en un contexto más amplio, para advertir su V  
. Un sondeo
reciente del Centro de Estudios Nueva Mayoría muestra que el 55% de las personas tiene un desempleado en
su núcleo familiar.

Desde esta perspectiva, el desempleo es un problema que está afectando a un conjunto de familias muy
importante y dado el arraigo que el sentimiento familiar tiene en la cultura argentina, tener alguien sin trabajo
en la familia es compartir el problema.

Dos años atrás, no llegaban al 40% quienes manifestaban tener un desempleado en su grupo familiar, lo que
confirma el aumento que está registrando la falta de trabajo.

Otro dato del mismo estudio, permite constatar cómo el problema se comparte, ya que cuatro de cada diez
personas que tienen trabajo están contribuyendo a sostener un desempleado en su familia. Gran parte de
quienes trabajan asisten con parte de sus ingresos a familiares que no lo tienen. Hace dos años, quienes
contribuían a sostener un desocupado en su núcleo familiar no llegaban al 30% y esto también corrobora el
incremento del desempleo que se ha registrado en los últimos tiempos.

A ello se agrega que más de la mitad de quienes tienen trabajo hoy temen perderlo. La depresión económica
junto con la inestabilidad laboral hacen que, aun quienes tienen trabajo, aunque no tengan un desempleado
en su núcleo familiar, se vean afectados por el problema, por el temor a perder el puesto de trabajo. También
en este caso se registra un agravamiento, dado que dos años atrás, eran el 48% quienes tenían temor a
perder el empleo y ahora llegan al 56%.

  
Ampliando este razonamiento, aunque alguien tenga trabajo y no tema perderlo, si algún miembro de su
familia sí tiene temor a quedar desocupado ello lo lleva a compartir el problema.

La familia aparece así como el factor de  


más importante del fenómeno creciente del
desempleo y muestra de esta manera una sociedad fuertemente solidaria. Pero también esta situación refleja
que en un contexto de depresión económica como el que hoy vive la Argentina, quebrar la expectativa sobre
el desempleo resulta fundamental para que la gente comience a consumir.

En una situación como la actual, en la cual gran parte de la sociedad comparte el desempleo aunque no lo
sufra directamente, ya sea en función de la solidaridad familiar o el temor a perder el puesto de trabajo, es
difícil que mejoras en materia de ingresos se vuelquen al consumo.

La realidad muestra que primero es necesario el crecimiento para luego mejorar el empleo. Pero también es
cierto que las expectativas sobre lo que está sucediendo en materia de empleo, actúan sobre el consumo y por
ende sobre el crecimiento.

Desde esta perspectiva, el desempleo y la percepción de la gente sobre cómo éste evolucionará en el futuro
inmediato, no constituye solamente un problema social sino que también es un        

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.

En conclusión, advertir que el desempleo no es sólo un problema que afecta a 1 de cada 6 argentinos sino que
también alcanza a más de la mitad de las familias y a quienes tienen trabajo pero temen perderlo, resulta
fundamental no sólo para advertir que el problema está afectando a la mayor parte de la sociedad sino
también para mostrar que cambiar esta situación resulta fundamental para el crecimiento de la economía.


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