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Sala Administrativa
ESCUELA JUDICIAL
“RODRIGO LARA BONILLA”
ACCIONES POPULARES
AUTOR:
SANDRA LISSET IBARRA VÉLEZ
ESCUELA JUDICIAL
“RODRIGO LARA BONILLA”
Así mismo definirá los casos de responsabilidad civil objetiva por el daño
inferido a los derechos e intereses colectivos.
Las acciones populares no son una política legislativa reciente, luego no pueden
considerarse como una novedad pues ellas ya se encontraban positivisadas en
nuestro ordenamiento civil, al respecto el Maestro Bojosa Vadel1, expuso:
Naturaleza Jurídica
Finalidad
Derechos Colectivos
1
Bujposa Vadell, Lorenzo-Mateo OP. Cit., p. 81 -
Los derechos colectivos son aquellos mediante los cuales aparecen
comprometidos los derechos de la comunidad cuyo radio de acción va más allá de
la esfera de lo individual o de los derechos subjetivos previamente definidos por
la ley. Consejo de Estado Sección Cuarta. Consejera Ponente Ligia López Díaz
20010321.
a) los intereses difusos. Que son aquellos que unen a unos interesados
indeterminados, por una misma situación de facto (como por ejemplo, el derecho
a un medio ambiente sano, la seguridad y salubridad pública),
La acción popular es una acción pública, lo cual significa que puede interponerla
cualquier persona. La Ley 472 (artículo 12) dispone que son titulares de esta
acción, esto es, están legitimados para usarla, dentro de los que encontramos los
siguientes:
Requisitos de la demanda.
Traslado
3 días 10 días 3 días 20 días
Traslado
5 días 20 días 3 días 20 días
Procedimiento:
• Se presenta la demanda.
• Tres días para la admisión de la demanda.
• Si no se admite: 3 días para corregir, so pena de rechazo in limine .
• Si se admite: se decreta al tiempo notificar al demandado y se decretan
medidas cautelares.
• Se realiza la notificación (sin plazo).
• Diez días de traslado al demandado.
• Tres días para citar a audiencia y concertar pacto de cumplimiento
• Se realiza la audiencia especial (sin plazo).
• Si hay pacto: 5 días para revisarlo y dictar sentencia.
• Si no hay pacto: sigue el proceso
• Se decretan las pruebas (sin plazo para decretar).
• Veinte días de período probatorio, ampliable por otros 20; si hay peritos:5 días
más de traslado a las partes.
• Cinco días de traslado para alegatos.
• Veinte días para proferir fallo de primera instancia.
• Se notifica la sentencia.
• Si se falla a favor: plazo prudencial para cumplir lo dispuesto en la sentencia y
se crea comité de verificación.
• Si no se apela: allí acaba el proceso.
• Si se apela: va al Superior para que tramite la segunda instancia.
• El juez de segunda instancia recibe el proceso, admite la apelación y puede
decretar pruebas por 10 días
• Veinte días para dictar sentencia de segunda instancia.
• Notificación y cumplimiento igual que en la primera instancia.
Tiene efectos de cosas juzgada erga omnes, esto es, produce efectos respecto no
solo de las partes sino también del público en general. Es cosa juzgada absoluta,
salvo que se presenten hechos o pruebas nuevas, caso en el cual pasa a ser
relativa de conformidad con la jurisprudencia constitucional, o sea, que se puede
volver a demandar, si aparece pruebas que incidan en la protección de un
derecho colectivo, se puede interponer una nueva acción popular por los mismos
hechos aunque exista sentencia (C-622/2007, M.P: Rodrigo Escobar Gil, 14 de
agosto de 2007 )
La Ley 472 de 1998 crea este Fondo, administrado por la Defensoría del Pueblo,
para promocionar y promover la presentación de acciones populares y de grupo,
así como para manejar el pago de las indemnizaciones en esta última.
Ca. (Cuestionario De Autoevaluación)
Este cuestionario de autoevaluación será muy útil para medir sus conocimientos
de la subreglas desarrolladas por la jurisprudencia del Consejo de Estado. Le
sugerimos que responda las preguntas antes de analizar los casos.
2
Procedimiento Civil tomo I, parte general. Hernán Fabio López Blanco. Novena edición, Dupré editores
página 493.
le señale el juez (art. 20). No obstante, considera la Sala que la
demanda en una acción popular también puede ser rechazada
cuando tiene el mismo objeto de otra que se haya en curso y en
relación con la cual ya se ha realizado la notificación ordenada
por el artículo 21 ibídem a los miembros de la comunidad, a
través de un medio masivo de comunicación o de cualquier
mecanismo eficaz, pues esa comunicación tiene por objeto,
precisamente enterar a los miembros de la comunidad de la
existencia de la acción para que, si a bien lo tienen participen
como coadyuvantes en la misma, pero no invitarlos a presentar
nuevas acciones con el mismo objeto. Esto por cuanto la acción
popular no busca la satisfacción de ningún interés personal sino
“la protección efectiva de derechos e intereses colectivos, de
manera que se hagan cesar los efectos de su
resquebrajamiento”. De lo cual se deduce que la solidaridad es
lo que debe motivar a los ciudadanos a interponerla y no la
búsqueda de intereses individuales. Si realmente el actor tiene
interés en la protección del derecho colectivo y posee
elementos de juicio adicionales a los aportados por quien
primero interpuso la acción popular con el mismo objeto,
tendrá la opción de coadyuvarla, según lo establecido en el
artículo 24 de la ley 472 de 1998. Existe identidad de demandas
sólo cuando las partes, el objeto y la causa son los mismos. No
obstante, en una acción popular resulta irrelevante, para
definir esa identidad quién sea el actor, pues como ya se
señaló, con ésta no se pretende la satisfacción de intereses
individuales. Carece de razonabilidad admitir una demanda
presentada en ejercicio de una acción popular que tenga el
mismo objeto y se fundamente en los mismos hechos de una
acción que ya está en curso, para proceder luego a su
acumulación, ya que acumular procesos significa acumular
pretensiones, y esta sumatoria no se da cuando las pretensiones
son las mismas. Es decir, en estos casos no habría propiamente
una acumulación de procesos, sino una agregación de actores.
Admitir una demanda presentada en ejercicio de una acción
popular cuando ya cursa otra con el mismo objeto no sólo
implica desconocimiento del principio de economía procesal y
el riesgo de que se produzcan decisiones contradictorias, sino
que, además, ordenar su acumulación a otro proceso que ya
está en curso, puede afectar los intereses del actor popular que
originalmente interpuso la acción y que por su esfuerzo tiene
derecho al incentivo, pues esto daría lugar a que una vez
enteradas de su existencia, otras personas presenten la misma
demanda con el fin de que ésta se acumule a la primera y así
obtener parte de ese beneficio”3.
En este caso el juez señalará los defectos que adolezca para que el
demandante los subsane en el término de cinco días. Si no lo hiciere
rechazará la demanda.
Si el rechazo se debe a la falta de competencia el juez la enviará con sus
anexos al que considere competente dentro de la misma jurisdicción; en
3
Sentencia. Consejo de Estado en sentencia de Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección
Tercera, Consejero Ponente: Ricardo Hoyos Duque, cinco de Febrero de 2004
los demás casos, al rechazar la demanda se ordenará devolver los anexos,
sin necesidad del desglose.
La apelación del auto que rechaza la demanda comprende la de aquel que
negó la admisión, y se concederá en el efecto suspensivo.
4
Sentencia CE SIII E 945 de 2004. Sala: Contencioso Administrativa
Magistrado Ponente: Alier Eduardo Hernández Enríquez. Actor Demandante: SERGIO SÁNCHEZ, Fecha de la
Decisión: 2004/09/02 Fecha de expedición: 2004/09/02 Fecha de publicación: 2004/09/02.
Primera, Consejero Ponente: Rafael E. Ostau de Lafont Pianeta,
Bogotá, D. C., tres de mayo de 2007:
“La Ley 472 de 1998, prevé de forma expresa las providencias susceptibles
del recurso de apelación; así, dispone en sus artículos 26 y 37 que el
recurso de apelación procede contra el auto que decreta medidas previas
y contra la sentencia de primera instancia. De la consagración expresa de
las providencias que ostentan el carácter de apelables, podría concluirse
que sólo es posible impugnar por medio del recurso de apelación la
sentencia de primera instancia y el auto que decreta medidas previas; es
decir que aquellas decisiones del juez, distintas de las mencionadas no
podrían impugnarse sino por medio del recurso de reposición, en virtud de
lo previsto en el artículo 36 de la Ley 472 de 1998. Así lo ha entendido la
Corte Constitucional, que al pronunciarse sobre la exequibilidad del
Artículo 36 de la Ley 472 de 1998, consideró que, la improcedencia del
recurso de apelación contra el auto que rechaza la demanda, no
constituye vulneración de derechos fundamentales, sino que, por el
contrario, consulta la naturaleza de las acciones populares. Sin embargo,
la Jurisprudencia de ésta Corporación ha entendido que una interpretación
sistemática de la Ley 472 de 1998 permite concluir que el recurso de
apelación procede contra el auto que rechaza la demanda. La Sala Plena
de ésta Corporación, al referirse al pronunciamiento del la Corte
Constitucional, sobre la exequibilidad del artículo 36 de la Ley 472 de
1998, consideró que por tratarse de una declaratoria de inexequibilidad no
condicionada, es posible interpretar la norma en un sentido amplio y
dentro del contexto de toda la Ley”5
“La Ley 472 de 1998 señaló que el auto que decreta medidas previas y la
sentencia de primera instancia, son las providencias susceptibles de ser
recurridas mediante apelación dentro del trámite de la acción popular, lo
cual podría llevar a concluir que contra las demás providencias solamente
procede el recurso de reposición, de conformidad con lo señalado en el
artículo 36 ibídem. No obstante lo anterior, al efectuar una interpretación
sistemática de la ley, se vislumbra que el legislador previó que se podían
presentar situaciones no reguladas dentro del contenido normativo de la
misma, razón por la cual, en el artículo 44, estableció una regulación
residual o subsidiaria por parte del Código Contencioso Administrativo. En
este sentido, el Consejo de Estado precisó que el auto que rechaza la
demanda no corresponde a aquellos que se dictan dentro del trámite de la
acción popular, dado que por su naturaleza, impide el inicio del proceso.
Por lo tanto, al regular exclusivamente la ley 472 los recursos procedentes
contra los autos dictados dentro del trámite de la acción popular, debe
aplicarse, entratándose del auto que rechaza la demanda, el artículo 181
del Código Contencioso Administrativo, correspondiéndole al Consejo de
Estado la competencia funcional para decidirlo”6.
5
Sentencia del 2 de septiembre de 2002, Sala: Contencioso Administrativa Magistrado Ponente: Alier
Eduardo Hernández Enríquez..
6
Sentencia seis de junio de 2006. Sala: Contencioso Administrativa. Magistrado Ponente: Alier Eduardo
Hernández Enríquez 2006/06/02.
Ca. (Cuestionario de autoevaluación)
1. ¿En qué consiste el rechazo de la demanda en una Acción Popular?
2. ¿Cuándo procede el rechazo de la demanda en una Acción Popular?
3. ¿Qué recurso es procedente contra el auto que rechaza la demanda en una
Acción Popular?
4. ¿Procede el rechazo de plano de la demanda en la acción popular?
5. ¿Cuáles son las causales del rechazo de la demanda?
6. ¿Cuáles son las consecuencias que tiene el rechazo de la demanda de una
Acción Popular?
7. En qué momento procesal tiene ocurrencia el rechazo de la demanda?
8. Cuáles son los Recursos procedentes ante el rechazo de la demanda en las
Acciones Populares?
ENSAYO CONCEPTOS CLAVE: Según las disposiciones de la Ley 472 de 1998, los
recursos aplicables a este tipo de acciones son dos: en primer lugar, el Recurso
de Reposición, que procede contra los autos dictados durante el trámite de la
acción, y en segundo, el Recurso de Apelación, que procede contra la sentencia
que se dicta en la primera instancia, dentro de los 20 días siguientes contados a
partir de la radicación del expediente en la secretaría del tribunal
correspondiente; cualquiera de los dos se interpondrán en la forma y oportunidad
señalada en el Código de Procedimiento Civil.
“La ley 472 de 1998, en su Título II, reglamentó las acciones populares y
consagró respecto de ellas la procedencia de los siguientes recursos: a. El
de reposición contra los autos dictados durante el trámite de las mismas;
b. El de apelación contra la sentencia que se dicte en primera instancia; y
c. El de reposición y apelación contra el auto que decrete las medidas
previas”.
Procedencia de los recursos:
Recurso de Apelación
7
CONSEJO DE ESTADO, SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCIÓN QUINTA, Consejero ponente:
DARÍO QUIÑONES PINILLA, Bogotá, D.C., dieciséis (16) de agosto de dos mil dos (2002), Radicación número:
11001-03-15-000-2002-0501-01(AP-030), Actor: ALVARO URICOECHEA TERAN
establece claramente que son procedentes los recursos de
reposición y apelación solamente frente al auto que decrete las
medidas previas. En el sub lite, el auto apelado no es
precisamente el que concedió las medidas solicitadas sino por el
contrario el que las negó, situación que no contempló el
legislador; por lo tanto y siguiendo el orden de ideas esbozado
con la lectura de la normatividad transcrita, es necesario
concluir, que el auto objeto de recurso solamente es
susceptible de reposición (artículo 36), medio de defensa que
fue debidamente utilizado por la parte actora y resuelto por el
A quo, a través de auto de abril 2 de 2002. La solución legal,
anteriormente descrita, tiene su razón de ser en que el decreto
de una medida cautelar puede irrogar ingentes daños al
demandado, mientras que el que la niega sólo mantiene el
statu quo”.
“De conformidad con el artículo 36 de la Ley 472 de 1998, contra los autos
dictados durante el trámite de la acción popular solo procede el recurso
de reposición. El de apelación está previsto únicamente para el auto que
decrete las medidas cautelares y la sentencia que ponga fin a la acción
(artículos 26 y 36 ídem). De otro lado, según el artículo 41 de la Ley 472,
incurrirá en sanción de hasta cincuenta salarios mínimos mensuales la
persona que incumpliere una orden judicial proferida en los procesos que
se adelanten por acciones populares, sanción que será impuesta por la
misma autoridad que profirió la orden judicial, mediante trámite
incidental y que será consultada al superior jerárquico, quien decidirá en
el término de tres (3) días si debe revocarse o no la sanción. Significa lo
anterior que el auto mediante el cual se deniegue la declaración de
desacato no es susceptible del recurso de apelación. Sobre este aspecto,
la Corporación ha dicho8: «Encuentra la Sala que la providencia por la cual
se interpone el recurso de apelación no es susceptible de tal impugnación,
como quiera que para efectos del control de la decisión que niega el
incidente de desacato el legislador no consagró la procedencia de recurso
alguno. Conforme a lo dispuesto en el artículo 41 ib., respecto al desacato
del fallo dentro de la acción popular únicamente se ha previsto la
consulta ante el superior jerárquico, cuando el fallador de instancia
8
Auto de 10 de agosto de 2000, expediente AP-069, M.P. Dra. Ligia López Díaz.
impone la sanción a quien incumpliere la orden judicial. La sanción por
desacato es una medida disciplinaria impuesta por el juez que profirió el
fallo dentro de la acción popular y exige que se reúnan dos requisitos: uno
objetivo, referido al incumplimiento de la orden; y otro subjetivo, relativo
a la culpabilidad de la persona encargada de su cumplimiento. Su
verificación corresponde al juez de instancia, razón por la cual si hay lugar
a la imposición de la sanción por desacato, dicha decisión es la que puede
ser consultada ante el superior y no la providencia por medio de la cual se
niega el incidente». Se declarará, entonces, improcedente el recurso de
apelación deducido por la coadyuvante”9.
Recurso de Reposición
11
CONSEJO DE ESTADO, SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCION TERCERA, Consejera
ponente: MARIA ELENA GIRALDO GOMEZ, catorce (14) de octubre de dos mil cuatro (2004), Radicación
número: 25000-23-26-000-2001-0326-01(AP), Actor: JAIME JURADO ALVARAN
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