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El trabajo Interdisciplinario con Adolescentes

Introducción

Nuestro objetivo hoy es presentar nuestro Equipo, mostrar


nuestra labor que desde hace cuatro años venimos llevando
a cabo.

El proyecto de conformar un Equipo Interdisciplinario de


Adolescencia surge en 1998, a partir de la inquietud e
interés de un conjunto de profesionales de distintos
servicios del Hospital Ramón Santamarina.

En principio, la observación del significativo aumento de


embarazo precoz entre la población asistida en los servicios
de Obstetricia y Ginecología se convirtió en una de las
mayores motivaciones para la conformación del consultorio
a fin de lograr una estrategia de intervención en esta
problemática.

Por otro lado, a poco de comenzar con la idea, tomamos


contacto con el Sub-Programa Provincial de Salud Integral
del Adolescente que nos hizo conscientes de la necesidad
de abordar de modo integral el tema de la salud de esta
franja etaria.

Descubrimos así, que el embarazo adolescente no podía ser


visto independientemente de los aspectos psicológicos,
sociales, culturales y de la compleja serie de factores
generales de salud que es necesario considerar cuando de
adolescentes se trata.

El Sub-Programa mencionado se desprende del Programa


Materno Infantil del Ministerio de Salud de la Pcia de Bs.
As., elaborado en conjunto con la Organización
Panamericana de la Salud, que tiene como propósito
contribuir al mejoramiento de la condiciones de vida, así
como promover el cumplimiento del derecho a la salud de
mujeres, niños y adolescentes.
En virtud de ello, se hizo necesario crear un espacio
interdisciplinario que apuntara a la atención física, psíquica
y social del adolescente.

La idea de la interdisciplina se incorpora aquí con especial


insistencia dado que la complejidad del tema así lo
requiere. Se trata de intentar un entramado que pueda
contener la problemática adolescente en toda su
dimensión. Sin la convicción de ello se hará simplemente un
abordaje multidisciplinario que atenderá desde sus
diferentes saberes a los distintos aspectos, tal vez
repitiendo el modelo de atención llevado a cabo hasta este
momento.

Desde el punto de vista operativo, la tarea comenzó con la


convocatoria a los profesionales que tuvieran interés en
comprometerse con esta temática, promoviendo reuniones
que tendieran a conformar criterios y lenguaje comunes en
la atención tanto como en los de derivación, con
intercambios de material bibliográfico, creando un espacio
de reflexión en donde plantear dudas, ansiedades y
consultas, además de articular con las distintas
dependencias administrativas para instalar un dispositivo a
fin de solicitar turnos con el Equipo, reservar consultorios,
horarios, etc.

En una segunda etapa nos abocamos a promocionar la


actividad del Equipo dentro del ámbito hospitalario, dirigida
a otros servicios, profesionales y pacientes, como así
también iniciamos la búsqueda de capacitación y
asesoramiento en instituciones especializadas y servicios
ocupados en la temática adolescente.

Además, cabe señalar el reconocimiento del


funcionamiento del Equipo por parte de las autoridades del
Hospital con lo que, en el año 2000, nos constituimos en la
Unidad de Adolescencia.
Finalmente iniciamos la etapa de promoción de la actividad
del Equipo fuera del Hospital a través de acciones en la
comunidad, charlas en escuelas de EGB y Polimodal sobre
educación sexual, adicciones, trastornos alimentarios, etc..

Acerca de la implementación

Actualmente el Equipo se encuentra conformado por dos


médicos ginecólogos, una obstétrica, una médica clínica,
una psicóloga, una nutricionista, un médico pediatra y dos
trabajadoras sociales.

En lo que respecta a la acción específica de los


profesionales, el servicio Social ha concentrado su trabajo
fundamentalmente en lograr la asistencia de las
adolescentes al consultorio, haciendo un esfuerzo de
concientización de la población sobre la necesidad de
comenzar con el cuidado de la salud reproductiva desde
una edad temprana. En este sentido el incremento en la
cantidad de menores atendidas durante los años de
funcionamiento del consultorio dan cuenta de un cierto
éxito al respecto. En términos generales, los objetivos han
estado orientados, cuando se atiende a adolescentes que
han comenzado su actividad sexual, a tres puntos claves:
prevenir las enfermedades de trasmisión sexual, evitar el
embarazo no planificado y prevenir las enfermedades
oncológicas, este último por estar epidemiológicamente
muy relacionado con las infecciones genitales virales y la
actividad sexual precoz.
La relevancia de estos objetivos se manifiesta ya desde la
primera entrevista entre la Trabajadora Social y la
adolescente. En general, nos encontramos con que las
adolescentes concurren solas, en ocasiones con sus madres
y en algunos casos con amigas, muy infrecuentemente con
sus parejas. Comúnmente las madres expresan el deseo de
que sus hijas se realicen controles ginecológicos y que
reciban asesoramiento, dando cuenta de su propia
inhibición o limitación al respecto. Este contexto de
desinformación y tabú muestra inmediatamente la
importancia de una actividad de difusión en base a los
objetivos establecidos anteriormente.

Se intenta desarrollar la actividad de difusión en el contexto


de una entrevista informal aunque con objetivos específicos
por parte de las Trabajadoras Sociales en el primer
acercamiento. La adolescente es recibida por la
Trabajadora Social quien le explica como es el
funcionamiento del Equipo, presenta al resto de los
profesionales y la función de cada uno. Completa la Historia
Clínica con datos sobre salud, educación, hábitos,
estructura familiar, tipo de vivienda, ocupación, etc. Se
aclara que se mantendrá la confidencialidad. Durante estas
entrevistas se registra un rico material que deben leer
todos los profesionales, ya que permiten una comprensión
más global de la realidad del paciente.

La Trabajadora Social acompaña al Médico ginecólogo en el


momento de la atención, llevando registro de concurrencia,
periodicidad de los controles, anotaciones de interés en la
H.C.

El Médico ginecólogo realiza la asistencia, diagnóstico y


tratamiento de la patología ginecológica, además del
control de embarazo brindando la contención de la paciente
en los primeros momentos del diagnóstico del mismo, y
apoyando con el asesoramiento pertinente. El seguimiento
de las pacientes se hace regularmente acompañado a la
adolescente embarazada durante todo el proceso.

La preparación para el parto está a cargo de la Obstétrica,


quien a través del curso de psicoprofilaxis brinda el
asesoramiento y la ejercitación para que las pacientes
lleguen con mejores recursos al momento del parto y del
puerperio. De este curso participan el resto de los
profesionales completando la información, desde cada
especialidad.

El médico pediatra tiene a cargo la atención del recién


nacido en el momento del parto, asesoramiento en
puericultura y el posterior seguimiento del niño.

En lo que respecta al abordaje psicológico, se abre un


espectro de demandas provenientes de diferentes ámbitos:
educativo, judicial, distintos servicios del Hospital incluso
del de Guardia, además de las surgidas en consultas con
otros profesionales del mismo Equipo.

La demanda del propio adolescente, merece un párrafo


aparte, dado que en líneas generales no lo hace
espontáneamente sino que es traído a la consulta por la
familia o por sugerencia de la institución a la que
pertenece.

Esto es recabado en la primera entrevista, tanto el motivo


de consulta del acompañante como el del mismo
adolescente.

En general, los adolescentes sostienen su rechazo a través


de comentarios tales como, “yo no estoy loco” o “no soy yo
el que tiene que venir” o a través de una actitud desafiante.

La propuesta inicial es mantener algunas entrevistas


individuales orientadas a la obtención de un diagnóstico,
evaluar la necesidad de psicoterapia, de manera de otorgar
un tiempo para que se manifieste algún tipo de demanda y
para definir la estrategia de abordaje que puede ser
individual o familiar. En este primer encuentro se explicita
el encuadre y la garantía de confidencialidad.

En forma muy reducida podríamos decir que las consultas


son, en su mayoría referidas a: adicciones, intentos de
suicidio, bulimia y anorexia, que si bien no son exclusivas
en tratamientos con sujetos de una determinada edad ni
tampoco privativo de una estructura psicopatológica, en la
clínica con adolescentes son muy frecuentes.

Nos encontramos también con problemas escolares,


dificultades en la relación familiar, abuso sexual y
trastornos psicosomáticos.

Para los trastornos de la conducta alimentaria, realizamos


un abordaje que abarca los aspectos clínicos, nutricionales
y psicológicos. En este último la terapéutica se hace en
forma grupal con controles periódicos a cargo de la médica
clínica y los planes alimentarios en manos de la
nutricionista.

La consulta médica del adolescente se realiza, en términos


generales, por patología banal aunque puede observarse
que aparece un motivo de consulta manifiesto referido a
algún malestar físico que enmascara una demanda, que en
muchos casos está relacionada con la iniciación sexual y la
búsqueda de un método anticonceptivo. Los contactos con
el médico clínico suelen hacerse por única vez y
generalmente acompañados por los progenitores,
mayoritariamente por la madre.

En general, podríamos decir que el espacio logrado en el


marco del hospital general goza ya de cierto
reconocimiento, tanto por parte de los profesionales como
de la población asistida, sin embargo es necesario
mencionar que no es una tarea sencilla constituirse en un
grupo interdisciplinario aunque todos los que lo integramos,
tenemos la convicción de la necesidad de este tipo de
trabajo como de la de generar un espacio en el que los
adolescentes se sientan asistidos, escuchados y
contemplados en sus demandas.

Lic. Patricia
Labombarda

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