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Las Tortugas también vuelan es una película del director kurdo-iraní Bhaman Ghobadi,
en la cual se recrean los hechos ocurridos entre enero y marzo de 2003, justo antes de la
invasión de EEUU a Irak, en un campo de refugiados kurdo localizado en la frontera entre
Turquía a Irán. Los protagonistas de encuentran dentro de un grupo de niños refugiados que
ante la situación de guerra se ven obligados a naufragar entre una niñez huérfana y perdida y
un instinto de supervivencia que, aunque suene paradójico, amenaza con quitarles la vida.

La situación de guerra y subdesarrollo que rodea a los protagonistas lleva a que en el

transcurso de la película sobresalga un elemento que se constituye como el hilo conductor de la
misma: la información. Desde el comienzo de la película el espectador sabe que para los
protagonistas la información, pero sobre todo el acceso a ésta, es necesaria dentro del contexto
de guerra que se está viviendo. El tema de la información y el manejo que se le da a ésta se
convierte rápidamente en un asunto de poder, pues aquel que maneje más rápido la
información, es decir, el que tenga acceso a ella de manera más rápida, es aquel que tiene el
poder.

Bajo este orden de ideas encontramos dos personajes que se sitúan en la relación
información/poder: Satéllite, el niño líder del campo de refugiados, y Hengov, un niño sin
brazos que tiene la habilidad de predecir el futuro. En primer lugar, el papel de Satellite en el
desarrollo de la película es significativo ya que aparece como el proveedor de información y el
que decide qué hacer con los refugiados en aras de su protección. Satellite, un niño de
aproximadamente 15 años, se constituye como el líder principal del campo de refugiados, será
pues no sólo es el encargado de dirigir las actividades de recolección de minas anti-persona por
parte de los niños huérfanos, sino también de ser el interlocutor responsable de conectar al
campo de refugiados con la información que circula a propósito de la guerra que está a punto
de estallar. Acontecimientos como el hecho de que sea él quien le enseñe a los refugiados a
utilizar las mascaras en caso de bombardeo, ratifican la confianza que depositaban, no sólo los
niños huérfanos a su mando, sino todos los miembros del campo de refugiados.

Aquí es preciso hacer una salvedad acerca de la relación entre Satellite y los
estadounidenses, los cuales son primordiales en la película ya que durante el desarrollo de la
misma los protagonistas manifiestan estar esperando la llegada de las tropas norteamericanas a
territorio iraquí ya que existe cierta idea de que con su llegada las cosas mejorarán. Entonces,
en la primera parte de la película vemos cómo desde un contexto de guerra Satellite ha
construido en su imaginario una idea de los estadounidenses, y además, la ha sublimado hasta
tal punto de adaptar a su lengua palabras en ingles. Es por esto, por su cercanía y admiración
hacia los estadounidenses, y hasta por su precario manejo del inglés, que Satellite logra
posicionarse dentro del campo de refugiados como un líder. Sin embargo, también es
importante aclarar que la cercanía de Satellite con los estadounidenses no es suficiente, ya que
cuando le piden el favor de interpretar lo que están transmitiendo por las noticias él no tiene
ningún inconveniente en inventar.

Por su parte, a diferencia de Satellite, Hengov es un niño que a pesar de no ser líder,
cuenta con la habilidad de predecir el futuro. Es decir que es el primero en tener acceso a la
información, lo que en un momento podría pensarse como algo que marcará el curso de la
película positivamente, ya que será el mismo Hengov el encargado de evitar cualquier tipo de
tragedia al interior del campo de refugiados.

La diferencia entre el papel de Satellite y el de Hengov es que mientras el primero

cuenta con la autoridad para dirigir a todo el campo de refugiados, no cuenta con la
información necesaria para tomar las decisiones adecuadas. Sin embargo, aunque Hengov sí
cuenta con la información necesaria, gracias a su habilidad, no siempre puede tomar las
decisiones correctas y evitar tragedias, como por ejemplo el asesinato de su sobrino y el
suicidio de su hermana.

La relación entre información y poder se ve claramente en la relación que se establece

entre Satellite y Hengov, pues ante la autoridad del primero y la habilidad el segundo, se
evidencia el poder de Satellite gracias a la información que Hengov le ha dado. Esto puede ser
visto en escenas como aquella ocurrida mientras los niños limpian los despojos de la guerra y
Hengov predice que un camión va a explotar. Por alguna razón supersticiosa Satellite cree en él
y le ordena a los niños bajo su mando evacuar dicho camión. Otra escena en la cual se denota
el poder de Satellite sobre los refugiados es cuando ante una predicción de Hengov acerca de
un bombardeo al campo de refugiados, Satellite les ordena a todos subir a las alturas de la
montaña. Aunque en este caso no ocurre bombardeo alguno, es claro que la relación entre
información y poder, pues es gracias al manejo que Satellite le da a la información que recibe
que él puede ejercer poder sobre los refugiados, dándoles un ritmo de vida con el fin de
protegerlos.

Siendo así, si la información es poder para aquel que sea el primero en tener acceso a
ella, ésta puede ser considerada por si misma como un privilegio. Sin embargo, resulta
paradójico pensar en la situación de Hengov, quien a pesar de ver con anterioridad la muerte
de sus padres, la violación de su hermana, el asesinato de su sobrino y el suicidio de su
hermana, no pudo evitar ninguna de éstas tragedias. En este caso la información deja de ser un
privilegio y se convierte en una carga muy pesada que condena a Hengov a vivir de por vida un
sentimiento de impotencia frente a lo que fue la desaparición de su familia entera.