Vous êtes sur la page 1sur 313

Aullando a la Luna

Howling at the Moon


Karen McInerney
Sinopsis
Traducido por Elizabeth

S
ophie Garou parece tenerlo todo: un grandioso trabajo en una prestigiosa
firma de contabilidad, un armario que rivaliza con la sala de exposición
de Nordstrom, y un magnífico novio quien no teme usar la palabra con
“M”. Sólo existe un pequeñísimo problemita: Sophie es una mujer-lobo – y su
período del mes adquiere todo un nuevo significado.
Capitulo 1
Traducido por Sweet Angel

T engo un secreto. Un gran gordo y peludo secreto.

Y no estoy hablando de pequeñeces como aquella vez que deje a Joseph


Applebaum esperándome detrás de la escalera del séptimo piso, o la cera
brasileña que conseguí después del trabajo el viernes pasado o que tengo
escondido un vibrador azul neón llamado el tobogán eléctrico en mi mesita de
noche. Que no estoy usando, en caso de que se lo pregunten.

No, esto es completamente diferente. Y hasta donde sé, solo dos- bueno,
técnicamente una, pero diremos que son dos- personas en el mundo entero
saben.

Hasta esta mañana.

Usualmente, entro a mi oficina en “Withers y jóvenes” con mi café con


leche, extra espuma, y sin nada más pero siempre hay una aseada pila de
carpetas de manila esperando por mí. Hoy, sin embargo, al lado de las
carpetas de manila – etiquetados con la nueva manzana verde y stickers
rosados que me compre la semana pasada – había una caja.

Ahora, debería haberlo sospechado. Quiero decir, era demasiado temprano


para el correo, y la única cosa en la parte de delantera del paquete, era mi
nombre en letras cursivas. No era una correspondencia de negocios normal,
eso era seguro. Y además, era una radioyente, ¿Qué persona en el mundo
podría enviarme este paquete?

Pero ninguna de estas ideas se asomaba por mi lento cerebro esa mañana.
Había levantado la caja cuando mi ruidosa asistente Sally entro, usando el
pantalón ajustado de moda y una discorde camisa floral que apenas cubría sus
senos. “Adele quiero hablar contigo sobre la cuenta de las aerolíneas del
Sudoeste”. Ella me dio una sonrisa ajustada acentuando el arco de Cupido que
estaba ubicado fuera del perímetro de sus labios. Entonces sus pequeños ojos
se fijaron en la caja. “¿Qué es eso? ¿Algo de tu novio tenista para ti?” “No lo
sé”. Sacudí la caja, era muy liviana. “Probablemente chocolate” Mi novio
Heath tenía una preferencia para sorprenderme con cajas de chocolate.
Amaba eso- especialmente las de crema de avellana- pero estaba empezando
a hacer un infierno con mi cintura.

“Yum. ¿Puedo tener uno?


“Seguro” Intente levantar la tapa con los dedos, pero esta no iba a ceder.

“Jeez, está envuelto con un cinta”

Sally tenía razón; era una de las cajas de chocolate de Fort Knox. La recorrí
con mi lengua y mis filosos dientes, tenía la tentación de usarlos con la cinta
pero con Sally sobre mi escritorio, no era una buena idea.

“Iré por unas tijeras” dijo ella, alejándose de mi escritorio y desapareciendo


por la puerta. Un momento después, regreso con unas tijeras y corto el papel
en un abrir y cerrar de ojos.

Dentro de la caja no había una lámina de oro, era de marrón claro y a mi café
con leche le debieron haber dado patada. Además, mis instintos me decían
que no me gustaría lo que había dentro. Y ya que mis instintos eran fuertes,
realmente debería haberlos escuchado.

Pero retrospectivamente, como dicen es un veinte-veinte.

“No luce como chocolate” dijo Sally, y estaba sobre mí como un buitre de
flores de noche oliendo a almizcle.

“No, de todos modos” Un teléfono sonó en la distancia. “¿Ese no es tu


teléfono?” Sally me dio una sonrisa de yo no iba a salir de mi oficina sin él “Es
de Mindy”

“¿Estás segura?”

“Claro”

Ella no estaba pendiente entonces lo abrí.

Mala idea.

En lugar de filas de chocolate puro cubierto por láminas de oro, dentro de la


caja había una bolsa llena de hojas verdes y secas.

Cerré la tapa hacia abajo, esperando que Sally no fuera una botánica
aficionada.

Los ojos negros de Sally se agrandaron. “¿Es eso una olla?”

“¿Qué?” grazne. Un segundo pensé, tal vez sería mejor si ella fuera una
botánica aficionada. Podrían ser hierbas venenosas, pero al menos no podría
ser detenida por esto.

“Esa bolsa” dijo ella, señalando la caja “Parece mala hierba”

“Oh, es solo menta” dije, lanzando una risa apagada que sonaba como si me
estuviera ahogando con un hueso de pollo. “Probablemente la envió mama”
Sally tenía sus pequeños ojos fijos en mí. “Por que enviaría tu madre menta”

“Té de menta” dije. “Ella sabe cuánto me gusta”. Esto no era del todo una
mentira, mi mama me enviaba te regularmente, solo que no era de menta.

Moví la caja a un lado, resistiéndome al pánico y tratando de evitar el hecho


de que Sally me seguía mirando. Un teléfono sonó en algún lugar del edificio,
“No deberías contestar” sugerí.

“No, es de Mindy otra vez” Sally arrugo la nariz. “Esto no huele como menta”
Ella puso un dedo sobre un papel amarrillo que estaba pegado en la tapa.

“¿Es una nota?”

“Sabes, estaba ocupada esta mañana”

“¿Todavía no la has leído?

Justo en ese momento sonó el teléfono fuera de la puerta “Mejor ve a


contestar” dije brillantemente.

Sally frunció los labios “No puedo esperar”

Mire hacia la caja tratando de parecer ansiosa. “No creo que Adele se alegre
de oír esto”

Adele era la jefe del departamento, tenía muy poca tolerancia con cualquier
cosa que fuera poco profesional. Estaba desconcertada ya que Adele había
contratado a Sally.

Sally le dio un último vistazo a la oficina y salió. Unos momentos después, ella
aun no había regresado. Cogí la nota fuera de la caja y la abrí.

Las rosas son rojas,


Las violetas azules
Y sé lo que eres
Y tu jefe pronto, también.

Bueno, mierda.

Guarde la nota y despiste a Sally haciéndola pensar que lo que había en la


caja no era una olla. Ya que era mucha pero mucha menta. Mucha gente, en
general, la podría considerar venenosa.

Pero yo no era de esas personas.

Yo era una mujer lobo y alguien más lo sabía.


Tome otro respiro, inhalando ese olor familiar. Desde que soy hija única- de
sangre de un hombre lobo y una bruja psíquica (vaya suerte la mía). He tenido
que enfrentarme a cosas muy impactantes en mi vida. Si no fuera así, tendría
la tendencia a transformarme cada vez que me asusto.

Desafortunadamente, mi madre no consiguió una receta para esto hasta que


tenía casi diez, lo que significa que gran parte de mi infancia se dedico a
empaquetar muñecas (Y aprendí lo fácil y bonito que era no ser una barbie
mujer lobo) y sentándome al lado de mi mama con un camión U-Haul desde
que mi papa lobo escapo después de mi primer cumpleaños, mi mama me
cuido sola, es decir, que pasaba mucho tiempo cuidándome.

Lo cual es bastante sencillo si tienes un niño normal, pero es una pesadilla si


tienes un bebe lobo. Todas las noches de luna llena teníamos este problema,
por supuesto-aunque por esos días, con la ayuda de la cerveza de mi mama,
mis cambios involuntarios se fueron limitando a cuatro veces por año- pero lo
peor es que era más propensa a tener brotes de dientes y piel cada vez que
algo me molestaba o enojaba. Puedes imaginarte lo que paso cuando no me
dieron mi biberón a tiempo.

Uno de los momentos más memorables fue cuando estaba en segundo grado y
una chica popular llamada Megan Soggs pensó que sería divertido poner un
sapo debajo de mi camisa en el descanso. No sé quien estaba más asustada;
yo por el sapo, o Megan por la cachorrita loba. Pero, una semana después,
estábamos en la U-Haul otra vez, yendo a otra ciudad.

Por fortuna, a final del tercer grado, mi mama descubrió como usar el té de
malas hierbas para mantenerme bajo control para que no pudiera causar
ningún daño. Una vez encontramos un pueblo donde los hombres lobo eran
libres-que resulto ser Austin- mi mama desempaco lo que había en la
camioneta y construyo una pequeña casa. No nos habíamos vuelto a mudar
desde, que sigo tomando galones de té pero aun no sabe bien. Como un niño,
tenía que tomarlo con jarabe de chocolate, jarabe de fresa o miel pero
últimamente uso esplenda1

Me di una vuelta rápida recordando quien estaba detrás de mí en estos


momentos aunque Sally aun seguía en el teléfono, le di un vistazo rápido a la
caja. Café, cigarrillos, el tenue aroma de una mujer, superpuesto a la nota y
el sudor de un hombre. También tenía el olor de un animal-gato, ¿Tal vez?-
abrí la bolsa. Las malas hierbas eran puras, probablemente eran hierbas que
crecieron en los Alpes por el olor a madera.

Cogí las la caja y la atasque debajo de uno de los cajones de mi escritorio,


detrás de la casilla Momentos de Tensión con mis propias bolsas de té.
Relájate, Sophie, relájate. Jalo mis pantimedias y empiezo a respirar
profundamente para calmarme, como mi amiga Lindsay me había enseñado.
Después del tercer respiro, lo deje- si no iba a hiperventilarme. Además, no
quería explicar porque estaba perdiendo el control hasta arriba de mis senos

1 Esplenda: Endulzante artificial


si Sally volvía a entrar en la oficina. Instantáneamente, mire atrás y empecé a
ver la parte de debajo de mi escritorio.

Según la caja alguien sabía que yo era un hombre lobo. Esto era un problema
muy, muy grande. Por un lado- yo no había dicho mucho- a menos que no se
tengan todos los hechos, en los libros de la actualidad dice que si alguien
como yo tiene de esas cosas verdes que hay en la bolsa, se morirían como
algunas flores en Agosto. Una versión no violenta de una bala de plata.

Pero al menos podía comerme una bolsa entera de esas cosas, las malas
hierbas no podían herirme. Tomaba de esto tres veces al día, regularmente.
Ya que todo lo que hago lo planeo entorno a esto. Porque si alguna vez olvido
tomarla- podrían suceder cosas…bueno, digamos que peludas.

Le di una patada al cajón inferior y me volví a sentar en la silla.

Un momento después Sally caminaba de regreso a la oficina trayendo el olor a


almizcle con ella. “¿Ya sabes lo que era?”.

Me encogí de hombros “Como había dicho solo era una caja de té de mi


mama”

Sally fijo sus ojos en mi “¿Té, no?

“Si” dije. Esto no estaba demasiado lejos de la verdad, desde que cada mes
mi mama enviaba una caja con mis bolsas de te especial.

Sally me miraba sospechosamente, el teléfono sonó. La llamada debía ser de


la tienda de mi mama. Lo cual solo te hacía pensar que en algunos momentos
no debería ser psíquica. Después de una mirada atenta, Sally se quedo
acechado fuera de mi oficina, no pude evitar notar que sus pantalones
estaban pegados. Sorprendiéndome totalmente, me pude haber vinculado con
Sally.

Levante el teléfono “Sophie Garou”

“¡Sophie!”

Esa no era mi madre, no, desafortunadamente tampoco era Heath, cuya voz
de chocolate era aun mas deliciosa que cuando me sorprendía con las cajas.
En lugar de ello, era la ayudante de mi mama.

Me relaje un poco y mire por la ventana al condado de Travis, la luz del sol
brillaba de un modo impresionante y no han dejado ningún paquete
desagradable sobre mi muy limpio escritorio “Hola Emily” “¿Qué pasa?”

“Es sobre tu madre”

No me gustaba admitir esto- particularmente no a mis clientes y


definitivamente no a mi jefe- pero mi mama era la dueña de Sit A Spell, una
tienda de magia que ella abrió cuando tenía quince años y está ubicada en el
centro de Austin.

“¿Qué sucede con ella?” pregunte apremiantemente. La última vez que Emily
llamo, yo había tenido que sacar a mi mama de un problema con la IRS. Mi
mama fue muchas cosas- una caza fortunas, bruja y médium son algunas de
ella- pero ella no era una escritora famosa y la última cosa que necesitaba
eran las locas practicas de mi madre.

“Ohh… es demasiado terrible para decirlo” dijo Emily.

“No puede ser tan horrible”

“Oh, pero esto lo es…”

“¿Ella olvido escribir los ingresos de la tienda?”

“Esto es peor….”

Gemí. “¿No me digas que olvide el archivo de ella después de haber llenado
todos los formularios y demás?”

“Tu mama…” Emily inhalo y pude escuchar el martilleo de su corazón.

Tome un poco de café y lamí la espuma que quedo en mi labio “Emily, solo
dime”

“Bueno…. Veras…. ¡Ella está en la cárcel por asesinato!”


Capitulo 2
Traducido por Sweet Angel

M e enderece en la silla y casi derramo el café. “¿Qué?”.

“Era uno de los concejales de la ciudad. Sabes, ¿Era ese tipo? ¿Ted Brewster?”

“¿Qué puede ocurrir en este mundo para que Ted Brewster y mi mama estén
relacionados?” My mama había estado yendo de un lado a otro en los últimos
días, y Brewster había sido tan republicano como era posible sin llegar a ser
un George W. Washington.

“Bueno, la cosa es, que él fue a pedir un hechizo de amor…tu mama dijo que
su esposa moriría en unos meses, y el podría elegir a la joven con la que se
encontró en la biblioteca.”

No podía dejar de mover mi cintura. “¿Qué paso?”.

“Tu mama, al día siguiente ya le había hecho una poción. Le dijo que la
tomara toda y….”

Mire por la ventana, tratando de imaginar a Ted Brewster, que pesaba


alrededor de 250 libras, cuya cabeza parecía un brillante huevo con pedazos
de tierra, ordenando una poción de amor. “¿Y?”.

“Bueno, veras, el hizo todo lo que ella le dijo…y al instante la chica de la


librería se enamoro de él, cayó muerto bien muerto! Y ellos vinieron y se
llevaron a tu dulce madre lejos, como si fuera capaz, de lastimar a una
mosca.”

Mi pequeño café con espuma extra se empezó a revolver en mi estomago.


“Puede ser serio, podrían culparla de asesinato”.

Emily sollozo en el teléfono. “Se la llevaron esta mañana, ni siquiera había


desayunado la pobrecita”.

Puse mi cabeza sobre el escritorio. Este día no podía empeorar, pensé.

Y estaba equivocada.
Llame a mi mejor amiga Lindsey mientras iba de camino a la cárcel. Lindsey
era la única chica de mi piso en “Withers y jóvenes” y tenía la tendencia de
hacer que los hombres olvidaran que existía.
Algo como sus piernas largas, sus minifaldas y los labios de Angelina Jolie. Era
un pequeño precio para una gran amistad.

“¿Qué hay de nuevo, amor?”

“Cierra la puerta” dije.

“Uh-Oh” dijo “Espera”.

Un momento después, ella estaba en la línea. “Por favor, no me digas que


estas embarazada”.

“No, no estoy embarazada” dije, mientras esquivaba a un chico en bicicleta


“¿Por qué siempre piensas que estoy embarazada?”.

La luz del semáforo se puso en rojo y un tipo de cabello largo y rubio, salió
del paso de peatones. Me miro y casi dejo caer el teléfono.

Sus ojos eran de un dorado iridiscente, su cabello era un tono más oscuro que
el color de sus ojos, tenia jeans y una camiseta hecha jirones, su cuerpo era
musculoso y bronceado, radiante a la luz del día. Y cuando sonrió, sus dientes
eran puntudos.

Nuestras miradas se cruzaron, él se detuvo en el paso peatonal y eso fue todo,


no pude mantener mi cabeza fuera de la ventana y empezar a jadear.
Sabía exactamente que era él.

No me pregunten cómo pero sabía que el reconocimiento era mutuo.

A medida que nos mirábamos, la luz cambiaba. Por un momento, nada paso;
luego un carro sonó de algún lugar, y el peli largo hombre lobo continúo
cruzando la calle. Se volvió para mirarme y otra vez el sonido del motor me
golpeo, intente resistir el impulso que sentía de ir hacia él, ¿Quién era?
¿Dónde habían más como él? ¿Por qué era tan magnífico? ¿Qué hacia él en
Austin? Y mientras tanto yo me había acercado.

Me sacudí. Jeez, actuaba como una perra en celo.

¡Concéntrate, Sophie! Seguía taladrándome con la mirada desde la esquina


mientras veía mi coche con ojos brillantes, ojos depredadores, ojos que me
enviaban un escalofrió a la columna vertebral y no me permitían
concentrarme en la carretera.

Respire hondo, recordando los dos avistamientos de hombres lobo que podía
recordar, ninguno había tratado de acercarse.
Mi mama había estado en algunas manadas cuando se mudo a Austin pero yo
no tenía ningún recuerdo de eso, probablemente porque ella me había
protegido de ellos. Y aunque he vivido en Austin más de veinte años, solo he
podido encontrar dos hombres lobo, uno flaco de cabello desgreñado, al cual
vi en una esquina pidiendo dinero, y el otro, era una mujer hispana en la H-E-
B (Tienda de comestibles) en el sur de Lamar. Había sido un tipo con mucha
barba, afortunadamente, a pesar de su olor a trago, a perro sin bañar y su
olfato de lobo. La mujer había comprado unos tamales en una tienda en el
parqueadero. Parecía una mujer normal excepto por sus ojos, que brillaban
como el sol del atardecer. Y su escancia, era picante con un toque de animal
que daba miedo, para ser honestos. Entre en pánico y me aleje del
parqueadero todo lo que me fue posible y desde ahí me hice una nota mental
para evitar esa tienda en el futuro.

Nadie me había visto, había salido lo más rápido posible y al mismo tiempo el
viento me había ayudado. Según sabía era que desde mi niñez no había sido
bienvenida por los hombres lobo, y toda la sobreprotección de mi mama era
por mi propio bien. Todavía no había perdonado que mi papa nos abandonara
porque “nos quería” (Ya había leído sobre esto, no había sido algo
precisamente halagador, de todos modos, ellos se centraban en desgarrar
extremidades y alabar a la luna pero de algún modo yo no había tenido que
seguir esa rutina).

Mis ojos seguían fijos en el espejo retrovisor, buscando al hombre lobo que
había estado en la esquina. Cuando pase la curva él desapareció. Me sentía
inquieta, como si con su pérdida me hubieran apuñalado. Lo cual era lo más
molesto, siendo honestos. Vez, por eso había decidido tan pronto que el
mundo de los hombres lobo no era para mí, pero hasta esta mañana nunca
había sentido una conexión así. Casi excitante, ¿Acaso era porque él era muy
lindo? Me pregunté ¿O eran las hormonas de hombre lobo que habían decidido
jugaban conmigo?

“¿Sophie?”

Ese sonido venia del asiento del lado, y me di cuenta de que había dejado el
teléfono. Lindsey. Mi mama. Cárcel. Levante el teléfono. “Lamento esto”
habían sido sus relucientes ojos.

“¿Estás bien? A veces se pierde la señal en esa zona”

“Estoy bien” mentí, las manos me estaban temblabando “bien...”

“¿Y no estás embarazada?”

“No” dije, agarrando el volante “Es peor que eso, ahora” Tome un respiro
profundo intentando de concentrar mi mente en mi mama.

“No puede ser” dijo “Pero cuéntamelo de todos modos”


Voltee a la izquierda en la calle decima y pude ver el blanco edificio de la
cárcel del condado de Travis, me esforcé por no dar la vuelta e ir en busca del
hombre lobo. Jeez, ¿Qué estaba mal conmigo? Me había esforzado mucho por
tener una vida humana. Había sido muy tentador, fue una muy mala idea
involucrarme, como pude olvidar no involucrarme, ya era muy malo que me
hubiera visto.

Había demasiado en juego.

De hecho, si la poca información que había conseguido era verdad, volvería y


haría acto de presencia, para participar.

Mierda.

Conduci el coche alrededor e hice mi mejor esfuerzo para que el caliente


señor hombre lobo saliera de mi mente y me pudiera centrar en la llamada
que recibí Lindsey.

Cuando termine, Lindsey suspiro “Así que tu mama está en la cárcel por
asesinar a un concejal republicano.”

“Congresista, ahora. Bueno, futuro congresista. Pienso que habría sido elegido
para la cámara.”

“Mucho mejor. Así que tu mama fue acusada de asesinar a un congresista…. Y


por decirle a tu jefe que ella está en la unidad de cuidados intensivos del
hospital”

“Mucho mejor” dije “¿Adele quería enviarle flores a mi mama?” Incluso


hablando con Lindsey, seguía obsesionada con esos ojos dorados. ¿Cuál era su
nombre? ¿De donde era?

“Flores” repitió Lindsey.

“Uh-Huh”

“¿Qué hiciste? ¿Darle la dirección de la cárcel a Adele?”

“¡Claro que no!”

“Bueno, ¿Entonces que le dijiste?

“Le dije que tu mama era alérgica a todo tipo de flores”

“Humm. Lo mejor es que Adele no lea los papeles”

Prendí el aire acondicionado, afuera hacía noventa y cinco grados, y solo eran
las diez de la mañana. Septiembre en Austin. Austin ¿Qué hacia un hombre
lobo en Austin? Mama. Me recordé a mí misma, cárcel, hablábamos de la
cárcel. Y de lo que pasaría si “Withers y jóvenes” se enteraran sobre mi
mama. “Estaba segura de que esto era un gran descuido, y ella estaría fuera
al final del otro día. Además mi apellido era diferente al de ella”

“Bueno, los reporteros se cansaran en uno o dos días, de todos modos”.

“¿Crees que puedan hacer la conexión?”

“Cariño, eso es lo que hacen. Encuentran cosas. Y no es como si estuvieras en


el programa de protección a testigos o algo así” se detuvo “¿Tu no?”

“No, pero podría estar. Withers y jóvenes es una gran firma, y si hay una cosa
que a las grandes firmas no les gusta, es el escándalo social.”

Lindsey se aclaro la garganta. “Jeez, que mierda de día”.

Lindsey no sabía lo del paquete de sorpresas que me había llevado, mi


avistamiento del hombre lobo, que aun me transmitía adrenalina. Y un poco
de otras hormonas también…. “Gracias por la charla. Para rematar, tengo que
terminar unas cuentas con el exterminador y el lunes tengo que tener lista
una exposición para el viernes.”

“La cosa de las aerolíneas” dije “Mi mama siempre escoge los mejores
momentos para meterse en problemas”.

“Tengo un proyecto para el viernes, pero igual te voy a ayudar con lo de las
aerolíneas”

Me sorprendí “¿Lo harás?”.

“Si me dices donde están los archivos, mirare que puedo hacer”

Unos minutos después, Parquee seis cuadras antes y camine hacia la acera de
hormigón de la cárcel, me sentía magníficamente ya que Lindsey se había
ofrecido a ayudarme con uno de mis problemas. Aunque no estaba interesada
en tener algo con el hombre lobo, quería estar segura de que no me había
mirado a mí porque había una enorme mancha de café en mi blusa.

No, no era una mancha de café, ya que resulto ser que desafortunadamente,
el calor había dañado el efecto del gel que me había echado esta mañana,
haciendo que mi pelo castaño-rojizo regresara a su estado natural. Frágil
como una lechuga.
Después de entregar mi bolso a los de seguridad, recorrí el camino hacia el
puesto de información y me obligue a concentrarme en los negocios que tenía
entre manos, uno de los cuales era sacar a mi mama de la cárcel. “Vine a ver
a mi mama” anuncie a la mujer hispana del puesto. El uniforme era corto y no
podía dejar de notarlo. “Carmen Bianca” Dándole un poquito de ayuda cuando
la mujer me dio una mirada en blanco.

Mientras buscaba duro alrededor de unos veinte minutos, después, me había


acariciado, pase por el detector de metales. “Tienes quince minutos”, dijo
rudamente antes de salir por la puerta. Con barras en el mismo. Querido dios,
¿Cómo pudo pasar esto?, en un momento eres la encargada de las cuentas de
la empresa, y al siguiente, estas visitando a tu mama en prisión.

Me senté en la dura silla de plástico, un policía escolto a mi mama hasta la


puerta del otro lado. Ambos estaban riendo y me estremecí al pensar que
estaba compartiendo el sentido del humor de mi mama.

En el lugar donde debía estar la firma de mi mama solo se veían unos


garabatos anaranjados, ¿Cómo el tipo de publicidad llamativa que hacen las
empresas? Y el color no era halagador. Normalmente, su firma tenía un tono
verde. De nuevo, podría ser de un color fluorescente si estaba en un lugar
como el estadio de futbol de la universidad de Texas en la noche. Me esforcé
por mantener mi cara alegre como la de mi mama, le di algunas palabras al
policía y me acerque de una a la ventana que me separaba de mi mama, fue
fácil para ella estar ahí sentada en una silla de plástico, excepto por las rejas,
las municiones del policía y las cadenas.

En cambio, yo estaba a punto de tener un paro cardiaco.

“Estoy muy agradecida de que estés aquí”, dijo ella a través del teléfono de
plástico, sus ojos castaños estaban animados. “¿Emily te llamo?”.

“Esta mañana. ¿Conseguiste un abogado?

Ella me saludo de lejos. “Oh, cariño, no necesito un abogado. Todo estará


claro mañana. Además, esto ha sido toda una aventura. ¿Creo que tienes tres
clientes nuevos?” se inclino hacia mí y me susurro, “¿Gloria tiene problemas
con los hombres?”

“¿Gloria?”

“La dulce, dulce mujer que viene hacia acá. ¡La semana pasada se entero que
su esposo tenía una aventura con su sobrina! Sacudió la cabeza “Como sea, le
dije que fuera a la tienda”

Dijo sombríamente “Es muy malo que ellos tengan mi bolso, podría usar la
tarjeta de visitante”.
“No tienes un abogado” me incline hacia adelante, presionando mi frente
contra el vidrio “Mama, no entiendo. Ser detenida por asesinato, es algo
serio.”

Parpadeo “Pero querida, no estoy haciendo nada malo”.

Intente respirar como Lindsey me había enseñado para poder calmarme.


“¿Has hablado con alguien de lo que paso?”.

“Claro que lo hice corazón. Cuando unos buenos policías me hicieron unas
preguntas, y les dije la verdad” sus ojos brillaron “Soy inocente, ¿Por lo que
no hay nada malo en esto?”

“Mama, no importa que seas inocente, tenemos que conseguir un abogado”.

“Oh, rayos, Sophie. Te preocupas demasiado, siempre tienes que ser mi


espíritu guía” dijo mama “Además, el esposo de mi amiga me ha traído unas
revistas bastante interesantes, donde aprendí como hacer galletas de
murciélago para hacerlas en el día de Halloween”.

Me volví a acomodar en la silla, estaba adolorida “Mama, volvamos a la cosa


del abogado y Ted Brewster”

“Si lo sé, tenemos que averiguar quién le hizo esa atrocidad” suspiro, “Pobre
hombre…”

“Exactamente, ¿Qué paso?”.

Ella puso sus manos sobre el regazo como una de esas colegialas de la escuela
católica. Podía ser cualquier cosa pero… “¿Quieres oír que le dije a esos
gentiles policías?”

“Si” dije entre dientes “Cada palabra”.

“Bueno, no sé si sabes pero Ted Brewster había sido muy dulce con una
bibliotecaria”.

“No, no lo sabía, pero eso fue lo que dijo Emily”.

“Bueno, el otro día el entro a la tienda y se veía realmente nervioso. El había


estado por ahí un par de veces a fuera pero nunca había entrado. Sombrero,
gafas, el trabajo. Probablemente estaba preocupado por alguien de la iglesia
o tal vez una de las noticias que pudo haber visto en el periódico” entorno los
ojos “Sabes las cosas fundamentales de los hechizos y esas cosas. Como sea,
él quería un poco de leña para avivar el fugo, si sabes a lo que me refiero”
Parpadeo varias veces hacia mi “Personalmente, creo que si hubiera cambiado
de peinado, pero no soy peluquero, así que…”
Me incline hacia adelante “¿Exactamente que le diste?”
“Una simple poción de amor. Un poco de cuarzo roza, unos pétalos de lirio de
tigre… trabajo todo el tiempo.”

Trate de imaginarlo “Lo cierto es cierto”

“Ted Brewster puso la poción de amor en el café de la mañana, pero él no


estaba trabajando”

“¿Así que la tomo?”

“Él la bajo con los huevos y el tocino” suspiro “Luego el estaba muerto,
pobre alma”.

“¿Y la policía pensó que fue la poción de amor?”

“Imagino que eso hicieron” dijo “Simplemente no lo puedo entender. He


mesclado la pociones miles de veces…recuerdo cuando Héctor y Serena se
casaron el verano pasado” dijo mientras asentía.

“¿En serio?” Siempre me había preguntado cómo habían terminado juntos


“Héctor, era pequeño, gordo y calvo. Había trabajado en la comisión de
ferrocarriles de Texas por treinta años. Su esposa Serena era bonita y tenía
una inclinación por el paracaidismo. “¿De quién fue la idea?”

Mi mama parpadeo hacia mí “Clasificado, querida. Como sea, la poción de


amor es una cosa poderosa, debe ser por el cuarzo rosa. ¿Si alguna vez quieres
una…?”

“No” dije rápidamente, pensando en Heath, sus ojos castaños, sus largos y
lentos besos…y entre todas las cosas. Yo no le había dicho, como mis músculos
de hombre lobo se habían deslizado entre sus jeans azules ¡Ack!

Me voltee para asegurarme de que ningún oído nos estaba escuchando “Ahora,
quiero decirte algo”, dije en voz baja.

Alzo la ceja derecha, “¿Qué pasa, corazoncito?”

“Vi a otro hombre lobo hoy”

“Oooh, Sophie, ¿En serio? ¡Qué emocionante!” Esto había sido. Excitante y
terrorífico. Pero no le iba a decir esto a ella. “¿Dónde?” Pregunto.

“Camino a aquí, hace poco”

Sus ojos se agrandaron. “¿El te vio? ¿El era uno?”

Me recorrió un escalofrió. “Si” dije “Lo era y sí, eso pienso”

“¿Fue lindo?”
“¡Mama!”

Mantuvo una extraña rigidez en las manos. Normalmente, ella usa mucho oro
y plata lo que hace que cuando pase por los detectores de metal estos
suenen. Era desconcertante no verla con sus seis libras de joyas encima.

“Solo pregunta”

“Solo… es que tu no admites a ningún joven, querida. ¿No crees que es tiempo
de pensar en tu propia familia?”

Empecé “¿Una familia propia?”¿Acaso ella había estado demasiado tiempo con
las pociones?

“Mama” dije “Tengo novio. Uno muy bueno y exitoso, ¿Recuerdas?”

“Lo sé, corazón” acaricio mi mano “Se que estas encariñada con él, pero él no
es…” se encogió de hombros “Tu sabes”

Mire al guardia y me di cuenta de que se estaba mirando las uñas, murmure


“Un hombre lobo”

Mi mama asintió “Exactamente, querida”

“Tu tampoco lo eras” le recordé.

“Y fue muy difícil” dijo, sus ojos oscuros miraban en las tinieblas en busca de
una luz.

Uh-Oh, aquí vamos otra vez.

“Estábamos enamorados….muy enamorados. El era muy fuerte, tenía unos


grandes bíceps y tenía un poco de cola…”

Chille “Demasiada información, Mama. Aunque el lobo de hoy tenía un buen


trasero…” Continuo “Sus ojos eran dorados, casi iridiscentes. Como los tuyos”
Suspiro, evidentemente lejos, muy lejos de esta silla plástica y del olor de la
habitación, con una mala aura. “Una mujer podría ahogarse en esos ojos…”

“Si estuvieran cerca de él”, le recordé

“Esa no fue su elección” dijo, cogiendo mis manos con las suyas.

“Teníamos que protegerte. El nos dejo porque nos amaba.”

Resistí el impulso de mirarla a los ojos. Si, cierto, veinte ocho años si una
tarjeta de “Desearía que estuvieran acá” y mi mama sigue pensando, que aun
está en la luna. Había oído la trágica saga de Carmen Bianca y Luc Garou un
billón de veces, y todavía no la he comprado. La forma en que se encontraron
a lo largo del Sena, cuando mi mama estaba en Paris, quedándose con unas
tías. Como mi mama había estado en uno de esos barcos a lo largo del rio
Sena (Llamado bateux como olvidar cosas así) ,como la había salvado de
ahogarse en el rio. Como sus ojos se encontraron blah, blah, blah un cliché
total.

El amor prohibido, claro; mi mama era de familia gitana y ellos no permitirían


que estuviera con alguien que no fuera gitano y mucho menos un hombre
lobo (No sabían esto, por supuesto) y los hombres lobo evidentemente se
sentían considerados. Así que mis padres eran como Romeo y Julieta, ese año,
decidió ir a Paris para terminar volteando hamburguesas en una cafetería de
América Montarte, mientras él hacia cualquiera de esas cosas que hacen los
hombres lobo. Obviamente, debían estar juntos en sus descansos. Cuando no
había luna llena, supongo.

Y a lo largo todo parecía ser como un cuento de hadas, con la única diferencia
de que aquí el príncipe azul era un gran y feroz lobo, pero el cuento de hadas
termino cuando nací.

Una vez hubo una pequeña infante llena de promesas, hasta que de repente
su papa la dejo porque sentía que no podía quedarse. De hecho, el convenció
a mi mama de que lo mejor era que ella dejaba la ciudad. Porque si ellos me
descubrían podría ser malo, según él dijo, el hecho de que fuera mestiza y de
que su relación no hubiera sido bien recibida, significaba que mi único valor
en la ciudad de parís para la manada seria, ser un almuerzo ligero. Tal vez
frita o al vapor, evidentemente los hombres lobo sentían demasiado respeto
por eso de los “Pura sangre”. Como la clase de francés con lo de la
contaminación se sienten con palabras como perro caliente. Elitistas. Que tipo
tan raro es, cuando piensas en esto. Quiero decir, no es que transformarse
una vez al mes en una bestia peluda sea una característica agradable o algo
así. No hay posibilidades de probar, supongo.

Como sea, para hacer la historia más corta, mi mama dejo al hombre lobo
amor de su vida y me llevo de regreso a Nueva York. En parte porque era de
donde ella venia y en parte porque estando en un lugar lejos de Europa se
sentía más segura. Según mi madre era el peluche de la familia, todos ellos
estaban obsesionados con la herencia genética.

La gente del pueblo, los hombres lobo.

Por supuesto, también había problemas con los gitanos, porque mis
transformaciones no iban a ir bien con la familia, ya que estaban menos
complacidos porque mi mama no decía el nombre de papi. Mi mama termino
la mudanza y se quedo unos meses con sus padres, pero cuando tuvo que
hacer demasiado para ocultar mi pequeño y peludo problema de ellos, se
mudo lejos.

De repente, me di cuenta de que mi mama seguía hablando. “Sé que fue


difícil para ti crecer sin el” ella me estaba diciendo “Pero fue por tu propio
bien, Sophie. ¿Sabes que hubiera sucedido si hubiesen descubierto que eras?”
Como decía, porque yo era mestiza y el sindicato no “Aprobaba la familia”, si
se enteraban, las probabilidades eran buenas, no hubiera podido llegar a mi
primer cumpleaños.

Pero todavía no entendía por qué mi papa nos dejo. Si nosotras pudimos dejar
Paris, ¿Por qué el no? Quiero decir, es difícil ser madre soltera, pero cuando
tienes miedo de dejar a tu hijo en una guardería, porque podrían empezar a
brotarle pelos y dientes, era una total pesadilla. Mi mama siempre me ha
dicho que mi papa lloro cuando nos dejos, prometió encontrarnos. Pero hasta
ahora no habíamos tenido ninguna noticia suya y había tenido 28 años para
encontrarnos.

Por alguna razón, mi mama no encontraba ningún problema en esto. Pero yo


sí, basta ya de esto que quería tener algo con un hombre lobo. Incluyendo el
que había visto hoy, tan atractivo como podía ser….

“Así que, ¿Tu y el hablaron de todo?” mi mama pregunto. Como si pudiera leer
la mente, que de hecho podría pasar; después de todo, venia de una larga
línea de brujas psíquicas.

“¿El hombre lobo?” dije. “No exactamente” Bueno pues al menos estuve
detrás de él, además es difícil hablar cuando tu vas en un carro y el va
caminando por la calle “¿Por qué iba a hacerlo?” Aparte del hecho de que
verlo había despertado mis hormonas y había hecho cosas que nunca había
sentido. ¡Ack! No pienses en eso, Este no era el momento de dejar de vigilar
al no hombre lobo policía.

“¿No has pensado alguna vez en iniciar tu propia manada?” pregunto ella. “Sé
que la manada de Paris era un poco… antigua… pero este es el nuevo mundo,
querida. Estoy segura de que las cosas serán diferentes.”

“¿Antigua?” dije “¿Antigua? Personalmente, creo que eso está muy lejos de la
realidad”

“Sin embargo, tu manada podría ser diferente”.

“No quiero empezar una manada, mama.” Por muchas razones. Entre las que
estaba que yo no quería pasar mi pequeño problema a las otras generaciones.
“Estoy más preocupada por ser descubierta. Si él quiere empezar una nueva
manada y ellos quieren saber cosas de mí, esas podrían ser las malas noticias”

“Tal vez” dijo, asintiendo sabiamente “Pero algo me dice que no te debes
preocupar por eso.”

“¿Oh?” Me sentí muchísimo mejor, últimamente; las intuiciones de mi mama


eran buenas. “Además, nadie pertenece a Austin y ¿Qué podemos hacer?”

“No lo sabemos” dije

“Sophie, Sophie, ¿Has visto cuantos hombres lobo se han mudado aquí?”
“Dos o tres incluyendo el de hoy”

“Exactamente, nunca he sabido porque hay tantos vampiros, pero no hay


muchos hombres lobo”. Era verdad. No había pensado en eso antes, pero
había muchos vampiros por ahí, pero no mucho de los nuestros. “Eso era
bueno, especialmente cuando eres joven y vulnerable. Pero ahora… estoy
asustada, te he mantenido mucho tiempo así”

“Soy feliz con los humanos, gracias”

“Sophie” mi mama continuo “Ya no eres un cachorro. Eres fuerte, hermosa;


podrías ser un gran alfa. Y encontrar un buen alfa de pareja”.

Basta ya de hablar de lobos. Jeez. La siguiente cosa que sabes, es que nos
transformamos con la luna llena. “Paso, gracias” dije. Echando un vistazo al
reloj y lamentando haber llegado a este tema. “Cambiemos de tema, no
tenemos mucho tiempo. Y estamos aquí para hablar de tus problemas”.

Parpadeo. “¿Qué problemas?”

“¿No crees que ser acusada de homicidio es un problema?”

“Te preocupas demasiado, como siempre”

“En realidad, no estoy segura de preocuparme lo suficiente” replique “Ahora,


hablemos de cómo te vamos a sacar de aquí”.

Ella se froto las manos “En realidad, ya he pensado mucho en eso”

“¿En serio?”Me relaje un poco en la silla. Tal vez ella lo estaba tomando en
serio.

“Si, sabía exactamente qué harías”

“¿Qué?”

“Tenemos que mantenernos en contacto con el”

“Mantenernos en contacto con quien ¿El abogado?”

“Ted Brewster”

Parpadee sorprendida. Después, de todos estos años no deberías estar


sorprendida pero lo estaba. “Ted Brewster”

Ella asintió. “Él será capaz de decirnos que paso”

“Pero mama, el esta muerto”


Se encogió de hombros “Y, que” Lo llamaremos en el equinoxio, que será
pronto. Por lo que el tiempo es perfecto…”

Además, no podía hacer nada en el equinoxio. Y mi mama, de entre todas las


personas, debería saberlo. “No para mi” dije.

“Oh, está bien” dijo, se dio una palmada en la frente “¿Podrías olvidarte de
eso y creerme?” Ella mastico un dedo de la mano que estaba manchado de
morado “Esta bien, creo, que tal vez podríamos hacerlo sin ti”

“Pero estas en la cárcel” señale.

Ella me sonrió brillantemente "Bueno, primero. Tienes que sacarme."

Cerré mis ojos, me pregunto que abre hecho en mi vida anterior para
merecerme esto. Mi mama, estaba en la cárcel por asesinato, no sentía la
necesidad de contratar un abogado. En lugar de ello, su defensa consistía en
llamar a el que había sido asesinado para limpiar su nombre.

Gaste diez incómodos segundos pensando en esa escena. Mi mama, vestida


con seda morada y su armamento de oro y plata, dirigiéndose al jurado.
Bueno, su señoría, celebramos una sesión anoche y Ted Brewster dijo que era
completamente inocente, ¿Qué es lo que planeaba hacer, ir al otro mundo y
examinar al fantasma?
Capitulo 3
Traducido por Bellatrix

“Sophie estoy tan contenta de que estés aquí” Emily se lanzo hacia mí, los
ojos me ardían cuando abrí la puerta alrededor de las 6:00 de la tarde, me
sentí como si hubiera sido atropellada varias veces por unas 18 ruedas.
Después de que mi mundo se volviera al revés y fuera conducido por un
hombre lobo mientras iba y visitaba mi mama en la cárcel. Había pasado el
día entero en el teléfono hablando con abogados, tratando de encontrar a un
que no pronuncie la súplica de locura en el momento en que expliqué la
situación de mi madre. Finalmente había encontrado alguien, tal vez. Él no
se había encontrado con mi mama aún, así que el trato no estaba hecho aun.

“Estoy feliz de poder ayudar”, dije a Emily, dándome una pequeña sonrisa.
Emily Star era la mano derecha de mi madre, a pesar de su apariencia, ella
mantuvo a mi mamá sobre el camino del bien, tanto como pudo, de todos
modos. Tenía el pelo teñido de rubio claro desde la última vez que la había
visto, y tal vez tenía nuevos percings en la nariz.

Los cristales que colgaban de las ventanas brillaron con la luz del atardecer,
mientras Emily me llevaba hacia la parte trasera de la tienda.

Cada espacio disponible tenía libros, encantos, estatuas de diosa de piedra,


velas para hechizos, y otros artículos "mágicos". Mi madre era una bruja y una
psíquica talentosa. La adivinanza, los hechizos, hablar con los muertos que
todos habían controlado en la familia, y mi madre lo había heredado todo.

Por suerte, aunque tuviera le tendencia de convertirme en un hombre lobo


siempre que había la luna llena, yo no había heredado los aspectos psíquicos.
Y había algunas ventajas al tener una madre bien dotada con siglos de ciencia
gitana. Gracias al té especial de mi mamá, mis transformaciones involuntarias
habían sido limitadas al máximo, solo cuando la luna estaba muy cerca, en los
equinoccios y solsticios.

¿Y como para las transformaciones voluntarias? Según sabía, no había ninguna


mala hierba en el mundo que pudiera impedir que esto pasara. Pero
francamente, había veces cuando la capacidad de transformarme en el
momento era en realidad conveniente.

De todos modos las malas hierbas eran solamente la punta del iceberg del
conocimiento herbario y mágico de mi madre. Y ahora ella estaba en un
problema debido a ello. Como para poder dar una demostración, los
corazones de cuarzo de rosa habían sido etiquetados " Para la Pasión
Suplementaria, " me pregunté que había exactamente en la poción de amor
que ordeno el concejal.

Los cantos gregorianos se escuchaban en las habitaciones, seguí a Emily, los


olores mezclados de cera de abejas, hierbas, y el incienso me provocaron una
ola de recuerdos de mi infancia. Tardes después de escuela, haciendo mi
tarea al sonido de canciones de ballena y tubos indios. La forma en que la
mamá de mi amiga Annie no la dejaba ir a la tienda, por miedo a que mi
mama corrompiera la educación de su hija Baptista. No importa el hecho que
el padre de Annie bebía cerveza por el caso y tuviera un hábito repugnante
de tocar el culo a las camareras abajo en el Roto, me refiero a cada viernes
por la noche.

No podía imaginarme lo que ellos habrían pensado si supieran que la mejor


amiga de su hija era un monstruo paranormal. (En realidad, si podría
imaginármelo. Ya lo había visto antes, cuando mis colmillos habían salido y
había mordido a Edna, mi profesor de guardería en Spokane, porque ella me
había dado el jugo de manzana en vez del zumo de naranja. Esto no había
sido lo suficientemente alarmante como para que las personas del pueblo me
hubieran amenazado después, gracias a Dios, nadie más había estado
alrededor; la mujer se fue convencida de que yo era el diablo encarnado. Por
suerte, no había ningunos testigos y esto se pareció a una mordedura de
perro, mi madre podía con solamente un poco de ayuda mágica convencer al
personal de que el profesor estaba confundido, quizás un toque inestable,
aún. De todos modos un ratito allí, esto había sido aclarado.)

Habíamos entrado a la cocina, donde los bultos de hierbas secas colgaban del
techo, las memorias resurgieron. Aquellos cuatro días al año cuando había
sido encerrada encima de la tienda, allí todavía quedaban señales
improvisadas de mis garras sobre la puerta. Las primeras pruebas del té de
malas hiervas, que supo como la corteza elaborada y me hicieron querer
vomitar. (La adición de clavos y azúcar ayudaban.) Recordé mis experimentos
con un equipo de cera, tratando de encontrar un método para retirar el pelo
que no tuviera que ver con la navaja de afeitar ya que se quemaban (Mala
idea, por cierto. Ouh)

El lugar se sintió el igual que hace diez años, los pisos de madera y las
antiguas colecciones de pentaculos que colgaban de las paredes púrpuras.
Excepto por una cosa: Mi mama no estaba ahí.

“¿Quieres una taza del té? " Preguntó Emily mientras me dejaba caer encima
de una de las sillas de la cocina.

“Sí, por favor, " dije, ella puso una olla sobre la antigua cocina de gas. Crucé
mis piernas y tiré de mi falda hacia abajo unas pulgadas. “Solamente tráeme
una taza de agua caliente, si no te importa tengo mis propias bolsas de té. "

Unos minutos más tarde, sumergí un saquito de mi té en la taza, Emily se


sentó en la silla que había enfrente de mí.
"¿Cómo esta ella?" pregunto ella.

Suspiré. “Igual que siempre, ella quiere ponerse en contacto con Ted
Brewster y averiguar que pasó. "

Los ojos de Emily se encendieron. ¡" Esto es una gran idea! ¿Por qué no pensé
en esto? “Luego, arrugo la frente. "Pero si fue envenenado, podría no saber
quién fue el asesino."

Me resistí al impulso de golpear mi cabeza contra la pared. Conocía a


Emily bastante bien pero la convocación de un fantasma no era lo que mi
mama necesitaba ahora. Lo que ella necesitaba ahora, era un abogado que
fuera a la cárcel, antes de que ella se pegara un tiro en el pie. Otra vez. Bebí
a sorbos mi té, el cual era amargo, como siempre. La hierbabuena que mi
madre añadió estos días, no camufló el sabor completamente.

"¿Necesitas ayuda con la tienda?"

"Sí, probablemente", dijo, mordiéndose el labio. "Tengo clases por las tardes,
así que no puedo quedarme." Ella hecho un vistazo a su reloj. "No me gusta
preguntar, pero ¿Podrías hacerte cargo esta noche? Tengo que ir me unos
quince minutos."

"Claro", le dije cansada. ¿Por qué no? Me traje mi portátil. Tal vez, si pudiera
hacer que mi mente se enfocara en el hecho de que alguien puede ser estar
tratándome de chantajear, que un hombre lobo me induzcan a la lujuria, y
que mi mama estaba en la cárcel por asesinato, ¿Qué podría ser capaz de
hacer?

Emily me miró y luego miró a la distancia. "¿Tu mamá no te ha mencionado


nada sobre la tienda?"

"La tienda: No. ¿Por qué? ¿Es algo malo?" ¿Aparte del hecho de que su titular
se encontraba extrañamente ligada a la muerte de un concejal?

"Bueno, no exactamente", dijo, jugueteando con su té.

"Escúpelo Emily".

Dio un gran suspiro, y su nariz brillo con las luces. "Bueno, ya ves, tuvimos una
reunión hace tiempo. Margaret Munson, uno de nuestros clientes regulares,
está tratando de ponerse en contacto con Jimmy Dean. Para desearle un feliz
cumpleaños." Emily me lo dio a saber. "Ella siempre tuvo un flechazo con él."

"Pero. ¿Qué tiene que ver con la tienda?"

"Bueno, verá, es la cosa, tenemos algo, pero no pensamos que sea Jimmy
Dean". Ella me miró de soslayo.
"¿Se mudó en?"

Se inclinó hacia adelante y le susurró, "Le gusta esa mujer."

"Así que lo que me estás tratando de decir es que hay un fantasma que vive
aquí. Y le gusta esa mujer." Emily asintió enérgicamente, tomé un sorbo de
mi té, pensando, ¿Por qué yo, Dios? ¿Qué he hecho para merecer esto? Miré a
Emily por encima del borde de mi copa. "Si no te molesta mi pregunta, ¿Cómo
puedes decir eso?"

Emily se sonrojo ligeramente. "Ya verás". Luego ella tomó un trago de té,
agarró una mochila de un gancho, y se dirigió a la puerta. "Gracias por la
ayuda", dijo, mirándome por encima de su hombro. "Voy a venir mañana por
la mañana para abrir".

"Espera. ¿Qué debo hacer con el fantasma?"

"No sé". Ella abrió la puerta, y luego agregó, "Ten cuidado cuando vayas al
baño."

Fantasma o no fantasma, las próximas dos horas pasaron sin incidentes. Una
mujer entró a pedir un remedio a base de plantas para su enfermo, un perico,
pero le dije no era un especialista en animales, y dejó un paquete con la raíz
de malvavisco. "Eso es lo que Carmen siempre me da", dijo, ¿Qué podía decir
yo? El siguiente cliente estaba apegado a una chaqueta, a pesar de que afuera
hacían más de 80º centígrados.

Evidentemente se avergonzó de estar en la tienda, ella permaneció en la


sección de encantos de la mesa por un tiempo antes de irse por la puerta
principal.

Intentaba centrar mi mente en las cifras de la máquina registradora, pero


simplemente no podía alejar mi mente del lobo que había visto antes. Ese
encuentro, a pesar de haber sido corto, me había sacudido hasta la médula.
Mi pequeño y privado encuentro, de hecho, todavía sentía esa cálida
sensación de sólo pensar en sus relucientes ojos y la forma en que su trasero
parecía se veía debajo de los vaqueros...

Dios. Estaba empezando a sonar como mi mama. Ella se había enredado con
un hombre lobo, y mira lo que le pasó. Abandonada, recorriendo el país por sí
sola con una bebe lobo, tratando de encontrar una guardería en la cual no
tuviera que llamar al control de animales. No más pensamientos lujuriosos
sobre el hombre lobo, me prometí. Ninguno.

En lugar de ello, traté de recordar todo lo que sabía acerca de los hombres
lobo, lo cual no era mucho. Lo que mi mama me había hecho saber sobre las
dificultades de los hombres lobo contribuía a reducir la necesidad de cambiar,
que eran ferozmente territoriales y no como forasteros, que se cría con
permiso (y sólo entre lobo), y que había unos misteriosos códigos me dijo. No
sabía mucho, porque, obviamente, mi padre no había tenido el tiempo
suficiente para compartir esa gran cantidad de información tan importante. Y,
evidentemente, él y mi mama no habían dedicado mucho de su tiempo libre
juntos a hablar.

Pero entre lo poco que sabía por mi mama y los aterradores cuentos que había
leído en la biblioteca (comían niños, causaban estragos en el campo, y varios
pasatiempos igualmente repugnantes), no estaba segura de querer saber más
acerca de los hombres lobo. Por supuesto, mi mamá siempre me dijo que no
debía creer todo lo que leía, ninguno de los libros que se habían escrito,
tenían la perspectiva de un hombre lobo. Por otra parte, se había enamorado
de uno, por lo que su opinión no era exactamente parcial. Pero donde hay
humo hay fuego, ¿verdad?

Mi pequeña lujuria por el hombre lobo era el menor de mis problemas ahora,
de todos modos. Mi mama parecía pensar que él era bueno a pesar de nunca
lo había visto, incluso seguía estando preocupada. Pero que iba a hacer, ¿Si se
corría la voz acerca de mí? ¿Qué pasaba si él no estaba solo, y su manada me
atacaba?

Y luego estaba mi mama, sin duda, era buena con sus recetas como para
atraer nueva clientela. Bueno, tal vez en la cárcel no le permitirían estas
cosas. ¿Además que iba hacer si el abogado con el que hable decide no tomar
el caso? ¿Y quién había matado a Ted Brewster?

Luchaba para concentrarme en los números que tenía al frente, pero estaba
demasiado distraída. Imágenes de mi mama con un overol anaranjado
mientras hacía las pociones cuando finalmente logre alejar a mi mente de
este tema. Estaba empezando a preocuparme por la caja que había
encontrado esta mañana y que estaba debajo de mi escritorio. O recordando
esa deliciosa mirada que a la vez daba miedo, del hombre lobo que había
visto en la mañana.

Mientras miraba los números de la pantalla del portátil, me preguntaba de


donde había venido esa hermosa criatura que tenía los ojos fijos en mí. Estaba
dispuesta a apostar mis dientes caninos a que ese era un hombre lobo recién
nacido, pero yo no tenía mucha experiencia, así que era difícil saber. Sabía
por mi mama que había tres tipos de hombres lobo nacidos unos eran los pura
sangre, al igual que mi padre, los mestizos, como yo. Y el tercer tipo son los
que no nacieron lobos, pero por un misterioso proceso se hicieron uno, y,
evidentemente, no tenían el mismo carácter de lobo. No tenía idea de cómo
clasificar a los otros dos que había visto, pero sabía que no me sentía igual a
como había estado esta mañana ¿Quién estaba seguro de que era un pura
sangre?

Lo supe desde el momento en que lo vi, fue como un café triple de expreso
Starbucks después de toda una vida bebiendo Cristales. Pensé en sus ojos
dorados, que tenían un toque de iridiscencia en la mañana a la luz del sol.
Tenía unos buenos brazos, pero no demasiado. Y los pectorales...
Me sacudí. Suficiente, Sophie. Mejor debería centrar mi mente en la visita e3
Heath esta noche; evidentemente mis hormonas estaban mejor que yo. Me
gaste unos momentos pensando en una fantasía con Heath, una caja de trufas,
y una lata de crema batida, pero entonces el Sr. Sexi lobo se presento con el
jarabe Hershey y tuve que cortar la fantasía.

Estúpido lobo.

Le eche un último vistazo a la gran fila de números y decidí que era hora de
hacer una llamada. Había sido un día terrible. Mi mamá estaba en la cárcel
por asesinato. Por primera vez, había visto e identificado a un maravilloso
hombre lobo, para estar seguros, pero todavía seguía siendo un hombre lobo.
Y no olvidemos el pequeño y lindo poema en mi escritorio, lo que significaba
que alguien estaba a punto de bajar el indicador en este caso, haciendo que
el lobo saliera.

Estaba a punto de cerrar el portátil y la tienda cuando sonó el teléfono.

"¿Sit a Spell, ¿Qué necesita?"

"¿Sophie?”

La sangre se apresuraron a mis mejillas, y casi se me cae mi portátil. Un breve


recuerdo de la crema batida y la trufa de mi fantasía cruzo mis piernas.
Mmmm. Luego me di cuenta que estaban llamando a la tienda, no a mi
teléfono celular.

Mierda.

"Heath. ¿Cómo supiste dónde encontrarme?"

"Lindsey me dijo."

"¿Lindsey te dijo?" Tenía un par de cosas que decirle para la próxima vez que
habláramos. Mi mamá y su profesión como la tienda de magia estaban en la
lista de temas prohibidos.

La voz de Heath era cálida y afectuosa, sentía que mi cuerpo estaba


preparado para responderle cuando me pregunté por milésima vez como
termine estando con él. No sólo era encantador y carismático con su informe
anual sobre la cuestión de abogados, Texas Monthly le había nombrado uno de
los mejores en estado físico al igual que Fabio. Menos por el falso uniforme
rubio y labios hinchados, de todos modos. Seis pies dos, curtidas de los fines
de semana en la pista de tenis, pelo de color marrón oscuro brillante (de
nuevo, más corto que Fabio, pero que estaba bien conmigo), y los ojos cálidos
y marrones como el chocolate derretido. Amenace a mi amiga Lindsey con un
bate de beisbol para que no se acercara ni diez pasos a él. Hasta ahora, la
amenaza de romperle las rotulas había servido.
Hablando de Lindsey, iba a recibir una llamada caliente a penas colgara con
Heath. "¿Cuándo hablaste con Lindsey?”, Pregunte.

"Hace unos minutos. Como no contestabas ni en tu casa, ni contestabas tu


celular, la llamé a ella".

Busqué en mi bolso y me di cuenta de que el celular estaba descargado y el


cargador lo había dejado en el coche. “Olvide traerlo, supongo."

"Ella dijo que había algunos problemas con tu mamá."

"Sí", le dije. "No es gran cosa. Estoy ayudando en su tienda, durante unos
días."

"¿Una tienda? No sabía que tenía un almacén. ¿Cómo se llama?"

"Sit A Spell," murmure.

"Gran nombre. ¿Qué tipo de cosas venden? ¿Sillas mecedoras?"

"No exactamente", le dije. "Mira, tengo algunas cosas por hacer. ¿Puedo
llamarte luego?"

"¿Está bien tu mama?"

"Ella va a estar bien", mentí. "Te llamo más tarde esta noche, ¿Está bien?"

"Te amo, Sophie Garou".

Mi corazón latió fuertemente en mi pecho. "También te amo", murmure,


quitando todas esas ideas del lobo en la esquina de la calle.

"¿Llamas más tarde?"

"Te esperare".

Colgué y volví a poner mi laptop sobre el mostrador de madera, el corazón


seguía latiéndome fuertemente. Maldición. Maldición, maldición, maldición.
¿En qué había pensado Lindsey?

Heath y yo estábamos muy juntos. Tan unidos que no me sorprendería


encontrar un anillo de compromiso oculto en uno de los croissants de
chocolate que le gustaba recoger para mí en Dulce Colina de Café y
Panadería. El único obstáculo en nuestra relación, era, este gran, gordo y
peludo secreto del que hablo.

Lamentablemente, se trata de un obstáculo bastante grande. Bueno, eso y el


hecho de que él tampoco sabía que mi mama era una bruja psíquica.
O que estaba en la cárcel por homicidio.

Juré en voz baja mientras marcaba el número celular de Lindsey. Por


supuesto, ella no contesto. Gallina.

Mire al reloj, ya casi eran las ocho. Era hora de cerrar por esta noche y volver
a casa a ahogar mis preocupaciones con una botella de Chardonnay y un baño.
Me levanté y me dirigí a la parte delantera de la tienda, parando por un
momento para organizar el dinero que había ganado hoy, cuando oí el sonido
de un vidrio al quebrarse. Afuera en la oscuridad, la alarma de un coche
empezó a sonar.

Corrí hacia la puerta justo a tiempo para ver una sombra alejándose de mi
Mercedes. Mi nuevo BMW M3! Asientos de cuero, Harman estéreo. ¡Ni siquiera
lo había terminado de pagar!

La adrenalina aumentó a través de mí. Apague la luz del porche y cerré la


puerta detrás de mí.

La ola de adrenalina empezó a recorrer mi cuerpo de arriba a abajo, como


una onda cálida bajo mi piel. Mi espalda se arqueo, y la sangre recorría mis
venas, de repente, el olor del árbol explotó a mi lado, la humedad de la
noche tenía un millar de nuevas dimensiones. Apenas tuve tiempo para
quitarme la chaqueta y la blusa mientras que mis oídos se esforzaban por
encontrar los pasos que se perdían en la distancia. Mi falda se resbaló cayendo
en el porche mientras saltaba, dejando a mis nuevos zapatos Pradas a la
deriva en el porche. Un momento después, estaba trotando en el pavimento
mientras dejaba detrás de mí mis pantimedias.

El tipo que rompió mi ventana estaba a punto de aprender una gran lección
de vida:

Si le vas a romper algo a un coche, lo mejor es asegurarse de que no le


pertenece a un hombre lobo.
Capitulo 4
Traducido por Sweet Angel

T
odas mis preocupaciones eran: mi mama, Heath, la mala hierba en mi
escritorio, el hombre lobo, el ladrón que se iba perdiendo a medida que
avanzaba por la oscura calle. Mi nariz me estaba quemando pero
captaba varias esencias. Un hidrante para el fuego, el cual era popular entre
los perros, el freír de los ajos en algún lugar, el brote tardío de una rosa… un
idiota que había roto la ventana de un BMW.

Un momento después, una brillante luz atravesó la calle, unos tipos de unos
veinte años, con una camisa negra, musculosos y con tatuajes, la mitad de
ellos tenían tatuadas mujeres desnudas las cuales abarcaban casi una pulgada
de su piel cada una. Maravilloso, unos tipos con mucho pecho y brazos estaban
molestando mi carro.

El se volteo lentamente hacia la esquina, tomando un momento para limpiarse


la frente con la mano izquierda. ¿Por qué usa esa mano? Porque en su mano
derecha tenía mi bolso de Katy Spade.

Mis instintos me decían que debía atraparlo y enseñarle una lección. Después
de todo, el era un ladrón y que es lo que iba a hacer ¿Llamar a el control de
animales y quejarme?

Pero había dos problemas con el plan. Uno, era que tenía mi bolso en la mano
derecha y yo no quería hacerle daño. El segundo, atacar personas era una de
las cosas que intentaba evitar. Creo que podríamos llamarlo mi código de
hombre lobo. Perseguir ardillas, bien. Perseguir gente, no.

Pero este era un sucio ladrón que había roto la ventana de mi M3 y tomado mi
nuevo bolso de marca, ¿Realmente calificaba como persona?

Trotaba detrás de él, considerando las opciones de que me salieran callos, y


solo había perdido treinta dólares en una pedicura. El tipo se detuvo y dio una
vuelta, pude ver el blanco de sus ojos. Pero no el de los dientes, porque sus
dientes eran marrones y le faltaban algunos. Tal vez el robo mi bolso para
pagar un tratamiento odontológico.

Un gruñido bajo surgió de mi garganta como si me estuviera preparando para


correr en un rosal en primavera. No le haría mucho daño, decidí que quería
asustarlo lo suficiente para que Jesús se alejara de él. Y pudiera tener mi
bolso de vuelta, por supuesto.
Desafortunadamente, escogió el peor momento para sacar algo de su bolsillo.
Un segundo después, algo hizo que vibrara el buzón que estaba como a dos
pies de distancia de mí.

El pequeño cabron tenía un arma.

La suerte estaba a mi favor ya que era seguro que él no iba a tener balas de
plata, pero no me emocionaba mucho la idea de recibir una de esas balas. Las
balas de plomo no podían matarme, pero podían dejar unas cicatrices
desagradables. Tendría que ir al hospital, cirugía plástica…. Y tenía suficiente
que explicarle a Heath como también tener que explicar esto.

Bueno, si este idiota quería jugar duro, yo también. Un gruñido surgió de mi


garganta. Me acuclille y…. salte.

El hocico fue el primero en tocar el piso, mis pantimedias se habían


enganchado en un rosal.

Mire hacia atrás, mientras sostenía el nilón con mis dientes, ¿Qué demonios le
habían puesto a esa cosa? Mientras pensaba en esto, el idiota volvió a
disparar, sentí como la bala paso por el lado de mi oreja izquierda. Esto era
ridículo. Un tipo con tatuajes de conejita Play Boy tatuadas sobre el cuerpo
me estaba disparando, y yo tenía mis pantimedias enredadas en un rosal.

Tire de ellas fuertemente, pero no se iban a mover, Porqué no podía usar unas
panti medias por cinco segundos sin luego tener que correr, pero tirando la
mierda lejos, ¿No podía romperlo con mis dientes? El volvió a disparar y el tiro
me paso rozando. Cambie la táctica, trate de votarlo al piso en vez de
romperlo a mordiscos, cayó de espaldas en unos cactus mientras otra bala me
pasaba rozando.

Lo embestí en una fracción de segundo, el arma cayó y se deslizo cerca de mi


bolso. Mire por encima del bolso y me di cuenta de que se encontraba
bastante lejos, gracias a Dios, todavía parecía estar bien. El idiota empezó a
levantarse, pero me asegure de que se quedara en el piso.

“Que….qué demonios….”

Gruñí de una forma amenazante.

Estaba preparando un segundo gruñido desde el fondo de mi garganta cuando


algo empezó a rasgar mi estomago.

Mire hacia abajo. Una gota de sangre caía de una herida poco profunda que
tenía en el abdomen. ¡El tenia un cuchillo! ¡El pequeño idiota tenía un
cuchillo!

Tome su mano entre mis dientes y lo sacudí como a una muñeca de trapo.
Cuando eso no funciono, lo mordí más fuerte, pareció funcionar; porque
segundos después, el cuchillo cayó al suelo.
Después el olor a orines lleno mi nariz. ¡Ew! Vote su mano como a un huevo
roto. Y así fue como probé lo que era un coctel picante, con algo de ajo y
cerveza vieja.

Nunca entenderé todos esos mitos que tiene la gente de hombres lobo
comiendo personas. Ick. Quiero decir, ¿Por qué ir detrás de un humano
cuando puedes ir a un buen restaurante y ordenar un jugoso bistec? Cuando
me estaba recuperando del espantoso sabor que había en mi boca, el se puso
en pie y echo a correr. Pero él no era lo suficientemente rápido, no logro ni
dar tres pasos cuando yo ya lo había vuelto a votar al piso, tratando de
esquivar los orines que había.

Golpeo el suelo como si fuera una tonelada de ladrillos. Pero esta vez, el no
se levanto.

Demasiado para mi código personal de hombre lobo.

Me pare cerca de él para escuchar. Al menos, todavía respiraba y su corazón


seguía latiendo. Decidí hacer una llamada anónima al servicio de emergencias
y luego volver a Sit a Spell.

Recogí con cuidado mi bolso y mis medias, y corrí hacia la tienda de mi


madre.

Diez minutos después, cerré la puerta principal de Sit a Spell detrás de mí y


abrí el BMW. No era lo que necesitaba, lo que antes había sido la ventana del
pasajero ahora era un agujero. Entonces metí la llave y encendí el carro, me
dirigí hacia su casa por unas curitas y una vaso gigante de Chardonnay.

“¿Puedes creerlo? Otro ataque canino”

Mire por encima del pan a Lindsey, la cual estaba sentada en una de mis
sillas, leyendo el periódico. No, pensé. No puede ser. ¿Pudo ese maldito que
trato de robar mi BMW hablar con la prensa?

“¿Qué ataque canino?” pregunte

“Paso ayer por la noche” dijo Lindsey. “Cerca de la tienda de tu mama” Ella
me miro “¿Qué es esa cosa en tu nariz?”
Levante mi mano hacia la pequeña costra recordando como perdí mis pantis la
noche anterior. “Me tropecé con algo” dije.

“Parece repugnante. Como sea, este tipo dijo que casi lo mata”

“Déjame ver” dije, tomando el periódico. Un pedazo de pan se atoro en mi


garganta y trate de tragarlo con algo, mientras ella me entregaba el
periódico.

“Estúpidos dueños de perros” dijo Lindsey “Es una locura que la gente deje a
sus perros hacer lo que quieran. Este es el tercer incidente este mes” Se
recostó un poco y cruzo las piernas “El tipo dice que una manada de pastores
alemanes vinieron tras él. Actuaban completamente locos, como si tuvieran
rabia o algo”

¿Manada? ¿Rabia? ¿Totalmente locos? Reflexione. Sé que he estado golpeando


un poco, pero esto no era tan grande. Y siempre he sido la sana de la familia.

“Tal vez el no estaba solo de paseo” sugerí “Tal vez el perro trataba de
proteger a alguien” O algo. Como un bolso de marca de Kate Spade.

“Cierto” dijo ella. “El tipo luce como un pequeño matón. Pero mira esto; el
perro no tenía pelo en sus piernas. Y estaba usando panti medias. ¡Panti
medias! ¿Puedes creerlo?”

Casi me ahogo con el café. Cuando me recupere, dije, “Raro” intentando que
mi voz sonara indiferente. Luego añadí “¿Estás seguro que no estaba
drogado?”

“Tal vez. Pero encontraron las panti medias allá, así que tal vez el no está
inventando esto”

Revise el periódico, mientras deseaba que me pudiera afeitar las piernas


como un humano y fueran peludas como hombre lobo. Era suficientemente
difícil tratar de mezclarse con los perros cuando eras lobo y mucho más difícil
cuando tus patas traseras parecen piernas de pollo.

Obviamente, yo era un perro en cuestión. Quiero decir, ¿Cuantos hombres


lobo tienen las piernas desnudas (o perros) con pantimedias podían existir en
Austin? Y por supuesto, había una foto del tipo, ahí, en la primera página
completa estaba el con un par de senos tatuados debajo de la manga.
“Hombre local atacado por perro” se leía en el artículo. Unas pocas líneas y
leí que el nombre del idiota era Greg Thompson.

Respire con indignación y apreté con mi mano los vendajes de mi estomago.

“Solo salí a caminar” dijo él. Me disparo, me corto, destrozo la ventana de mi


BMW y trato de robarse mi nuevo bolso de marca. Tal vez debería darle un
cambio a mi código personal de hombre lobo.
Estaba imaginando todas las cosas que me gustaría hacerle a Greg Thompson
cuando la voz de Lindsey me trajo de vuelta a asuntos más urgentes.

“También hay unas cosas de tu mama aquí” dijo ominosamente.

Quite mi mirada de aquel hombre “¿Es grave?”

Ella hizo una mueca “Podría ser mejor. La poción de amor es como un rumor,
es lo que está al inicio pero la única sospechosa de la que hablan es tu mama”

“¿Algo de mí?”

“Nada todavía”, dijo ella, mostrándome la pagina principal. “¿Cómo va la


búsqueda del abogado?”

“Podría ser mejor” dije. Lo cual era decir poco. De los diez que había llamado
ayer, nueve habían empezado a murmurar acuerdos con la fiscalía y
“incompetencia mental” desde que nombre las palabras tienda de magia y
poción de amor. Pero el decimo parecía prometedor “Tengo una cita con
alguien esta tarde”.

“Pareces necesitarlo” dijo ella mientras volvía a revisar el periódico.

Mi estomago se estremecía a medida que leía. La primera pagina de Estado


era “Dueña de tienda mágica es sospechosa por la muerte del concejal”
Revise el artículo de Brewster más a fondo, había una ficha policial de mi
mama y no mencionaban mas sospechosos. Según el reportero, al inicio el
médico forense pensó que había sido un ataque cardiaco, pero bien había sido
una semana calmada en la morgue o algo no andaba bien, así que ellos
hicieron una prueba taxonómica. ¿El resultado? La muerte fue causada por
envenenamiento con una nocturna. Un registro a la casa y la oficina de Ted
Brewster dio como resultado, el encuentro de un frasco pequeño con la
etiqueta de “Sit a Spell”, lleno de una gran dosis de nocturna.

El lado positivo, era que solo era uno ¿No podía ser peor?

Pase a la siguiente página y casi se me cae el pan, “¡Aquí dice que mi mama
lo amenazo en las noticias! Esto no puede ser cierto”

“¿En las noticias? ¿Qué canal?”

“El canal local, las noticias van a estar todo el día. El nueve.”

“¿De qué trataba?”

“Ya sabes están tratando de construir sobre la parte superior de “Barton


Springs”.
Barton Springs era considerada como una joya en la ciudad de Austin. Era
natural, ya que tenía unos manantiales cerca de la ciudad. Cuando los planes
de desarrollo fueron publicados en el periódico, media ciudad se levanto con
armas.

“No puede ser tan malo” dijo Lindsey “Todo el mundo está protestando por
eso, probablemente solo están haciendo un gran negocio fuera de él. Algo
para vender papeles, ¿Cierto?”

Cerré mis ojos y puse mi cabeza sobre el escritorio, pensando en que tenía
que pedirle al servicio de limpieza que cambiara lo que estaban usando para
limpiar los muebles ya que olía a orines de gato.

“Sabes que tenemos que sacarla de ahí” dijo Lindsey

Levante mi cabeza lo suficiente como para poder mirar a Lindsey a través de


mi cabello, “Si, soy consciente de eso, es por eso que tengo una cita para
almorzar con un abogado, el cual es bastante costoso”

Lindsey cruzo las piernas y frunció los labios. Pensé como por ochocientava
vez que no le agradaba mucho. Tendría que matarla, maldita Angelina Jolie
“No sé como un abogado pueda ser de mucha ayuda, parece que los policías
ya están haciendo la investigación” dijo ella “Ellos piensan que ya tienen al
asesino”

Quería decirle que ella estaba mal, pero sabía que no era así “¿Así qué, que
hacemos?

“Investiguemos”

“Investiguemos” repetí “Me gusta que hables de nosotras. Pero exactamente


¿Cuándo encontraremos tiempo para hacer eso?” Le hice un gesto hacia la pila
de archivos que crecía en la esquina de mi escritorio “Tengo que terminar de
hacer las cuentas, la reunión con las aerolíneas del sudoeste está cerca, tengo
que remplazar a mi mama en la tienda y Heath se esta quejando de que no
nos vemos.” Además, se está acercando uno de esos días mágicos del año en
el que gasto la mayoría del tiempo aullando a la luna “Y la última vez que te
vi tú eras una contadora, no una agente de policía.”

“Es tu mama Sophie”

“Lo sé. Es por eso que estoy gastando todo mi tiempo y mi dinero buscando un
abogado. Un profesional, entrenado en las cuestiones legales” Me mordí los
labios “Hey ¿Johnny Cochran todavía está entrenando?”

“No a menos de que tu madre pueda llamar de vuelta a los muertos. Vamos a
hacerle frente, Sophie. Si nosotras no la sacamos quien lo hará, tu pobre
mama se quedara leyendo las cartas del tarot en la cárcel”. Ella se inclino
hacia adelante “¿Puedes imaginarte a tu mama gastando veinte años de su
vida sin cristales de energía? ¿Ninguna meditación en luna llena?”
Me estremecí ante la mención de la luna llena, era mi peor época del año, me
recosté un poco en la silla. Mis ojos se dirigieron hacia el palacio de justicia,
distante y alto. Detrás de él estaban construyendo una cárcel blanca. Mi
mama estaba en algún lugar de ahí. Y Lindsey tenía razón; si nosotras no
limpiábamos su nombre, iba a pasar mucho tiempo para que volviera con sus
cristales de energía. ¿Y quién iba a hacer mi te de malas hierbas?”

Un pensamiento aterrador me molestaba al fondo de mi mente, lo había


estado tratando de evitar. La cárcel era un gran problema, pero no era el
único problema. Texas era la capital del Estado de la pena de muerte.

Mire a Lindsey que estaba atrás “¿Por dónde empezamos?”

Lindsey se enderezo, y sus ojos grises chispearon. “Sé que viste la luz. Solo
piensa, seremos como Nancy Drew2”

Apreciaba su optimismo, pero mi mama estaba en la cárcel, no era


exactamente como “La Pista En El Material Del Viejo Ático” “La mama de
Nancy estaba muerta, no en la cárcel por envenenar a un político”

“Oh, no seas aguafiestas. ¡Sera divertido!”

Gruñí. Tenía que averiguar quién me había dejado el paquete, no estaría mal
darle un pequeño vistazo al caso de Brewster mientras hacía esto.

Lindsey se mordió el labio y saco su celular. Tecleo la pantalla con el stylus un


momento, “Miremos, alguien tiene un motivo, la pregunta es ¿Quién?” dijo
ella.

“El era un político. Lindsey. Hay millones de personas que tenían algo en su
contra”

“¿Vez? Ya estamos progresando”

“Saquemos el directorio telefónico y empecemos a llamar personas, luego”

Ella tecleo otra vez con el stylus “¿Qué hay de la bibliotecaria?”

“¿La que estaba enamorada de él?”

Lindsey rodo sus ojos “Oh, no. Pensé que íbamos a elegir una al azar”

La ignore, “Ya sabes, no es mala idea. Probablemente tu mama necesito algo


de ella, para el hechizo de amor”

2
Nancy Drew: Es una historia acerca de una chica que trata de resolver un asesinato.
Lindsey hizo una mueca “Espero que no sea ni pelo ni uñas, Ick”

Ick. De hecho, mire las uñas de mis dedos y me di cuenta que estaban
creciendo como locas ya que no las había cortado últimamente. Era hora de
otra cita con “Manos Felices”. “Apuesto que mi mama escribió su nombre en
algún lado o al menos se acordara de el”

“Bueno, ¿vámonos, o Quieres almorzar en “Sit A Spell”?

“No podemos almorzar hoy, me voy a reunir con el abogado y tengo que
ponerme al día con el trabajo”

Lindsey estaba a punto de responder, cuando llego Sally con su escote y


perfume barato. El escote de hoy era ajustado, morada y francamente, no
muy a la altura. Estábamos hablando del mal funcionamiento que tenía su
guardarropa.

“¿Qué pasa Sally?”

“Es tu novio. Está en la línea 2”

“Gracias” dije, mientras ella salía. Desafortunadamente, serian al menos 20


minutos más hasta que el perfume desapareciera del aire, usualmente cuando
Sally andaba cerca, deseaba poder amordazar mi sentido del olfato.

La puerta se cerró y me gire hacia Lindsey. “Hablando de Heath” dije, “¡Creo


que te dije que “Sit A Spell” estaba fuera de limites!”

Ella sonrió tímidamente, “Yo solo le di el numero, no el nombre. El estaba


preocupado por ti”

Ella puso el stylus en el celular y se levanto “Por el camino, con todo esta
excitación. Olvide decirte, alguien esta esparciendo el rumor de que tienes un
gran maleta de marihuana en tu escritorio.”
Capitulo 5
Traducido por Sweet Angel

“¿Qué?”

Lindsey se retorcía las manos. “No mates al mensajero. Yo solo te dije lo que
oí”

“Asistente, estúpida” murmure, mientras le daba una mirada asesina a la


puerta.

“¿Quién? ¿Sally?”

“Tenía una gran caja de….uh….té ayer. Sally estaba ahí cuando la abrí”

“¿Por qué diría ella que es marihuana?”

“Es una especie de té de hierbas, con menta. Mi mama me lo envió” Mi


estomago se retorció cuando volví a recordar la nota que venía con él. Sally y
su maldito perfume, si no usara todo un tarro de perfume, podría haber
tenido la oportunidad de captar la esencia de la nota.

Lindsey se agito un poco “Oh, no te preocupes por eso”, dijo ella “Mientras
que no tengas ninguna hierba real, estas limpia” Entrecerró sus ojos hacia mi
“Tu no, ¿Cierto?”

“¡No!”

“Solo estaba bromeando, ¿Nos vemos mañana en la noche?”

Suspire “Supongo que ya tienes un plan”

Lindsey señalo a la luz que parpadeaba en mi teléfono. “Si fuera tú, no


mantendría a ese delicioso hombre esperando”

¡Heath! Casi me había olvidado de él.

Mire a Lindsey, la cual me estaba mirando expectantemente.

“¿Mañana en la noche?” dijo ella.

“Seguro”, respondí y conteste el teléfono.


“¿Quién es mi chica favorita?” pregunto Heath. Con lo distraída que estaba su
voz me hizo temblar. De acuerdo, este era el día hormonal del mes, así que
esto no iba a tomar mucho tiempo.

“Bien” dije “¿Cómo estás?”

“¿Esta tu mama mejor?”

Pensé en mi mama, que sin duda estaba leyendo el aura de sus compañeros de
celda “Nada la mantiene mal por mucho tiempo” dije.

El se rio “Suena como alguien que conozco. Como sea, me alegra que ella este
mejor. Me muero por conocerla”

“Ummm….” Intente cambiar el tema “¿Cómo va el trabajo?”

“Conseguí un nuevo caso hoy. Vamos a ir por la ciudad… es un poco


interesante, realmente. Te lo diré todo esta noche”

“¿Esta noche?”

“Nuestra cena, ¿Recuerdas? Tengo una reservación en el Shoreline Grill”

Bueno, mierda. No, no me acordaba. Había pensado en adelantar algo de


trabajo y tal vez encontrarme con el abogado para cenar. Para hablar sobre
cómo sacar a mí mama de la cárcel del condado. “Ya sabes. Detesto
preguntar, pero ¿Podríamos posponerlo?”

“Ya lo pospusiste. El viernes pasado”

“Tenía esa gran cuenta, y estaba tratando de terminar con la aud….” Y tengo
que sacar a mi mama de la cárcel y encontrar quien me mando la caja de
mala hierba, añadí silenciosamente, pensando que probablemente no era el
momento de compartir estas cositas. Por eso intente la excusa del adicto al
trabajo “¿Recuerdas lo difícil que fue llegar a pertenecer a la asociación?”

El suspiro “Creo que tienes razón, solo tuve que mantener mis impulsos
animales bajo control. Supongo”

Resople. Heath no sabía que era un impulso animal y más si este venia con un
mordisco en tu cola. Me agache para tocar mis piernas, ya se empezaban a
sentir como cepillos otra vez; ya era hora de afeitarse “Tan pronto como
acabe con esto, iré a verte”

“Bueno. Porque no he tenido una comida decente en estas semanas”.

“Pobre bebe privado”

“Rápido consigue esa asociación” gruño el “No es solo la comida que estoy
perdiendo”
Reí “Toma un baño de agua fría”

“Ya tome tres esta mañana. Mis compañeros me preguntaron por que tenia la
necesidad de estar tan limpio”

Pensé en todos los abogados de la gran oficina donde trabaja Heath. Eso era
un inconveniente, realmente; no podía llamar a alguien que trabajara en la
firma de Heath, lo cual había cortado aun más mis opciones legales. ¿Heath
sabía mucho de las hermosas leyes de Austin, como sea tenía que conseguir
información del tipo con el que me iba a encontrar hoy pero como preguntar
sin asociarlo?, intentando sonar casual, dije “Por cierto, ¿Qué sabes de Marvin
Blechknapp?

“¿Marvin Blechknapp? ¿Por qué necesitas saber de él? El es un abogado que


está defendiendo un criminal. Por ahora el guarda silencio. Sophie ¿Estas
metida en algún problema?”

“Oh, no” dije, forzando una sonrisa. “Es solo… que un amigo mío tiene un
pequeño problema con la ley. Y le dije que averiguaría sobre el tipo.”

“El es un experto, caro como un demonio, pero un experto. Me gustaría que él


fuera mi abogado, además le gusta el desafío.”

Le gusta el desafío. Bueno, eso lo explica todo. “Genial”, dije “Le diré a ella
que hizo una buena elección” Y empezare a hacer mi cuenta de jubilación.

“Hazme saber, si hay algo en lo que te pueda ayudar”, dijo el

“Gracias”

“Y no te atrevas a programar algo, para nuestra primera cita aniversario” dijo


en voz baja y sexi, con un gruñido gutural en la garganta. “Tengo planes para
ti, señorita Garou.”

Mis hormonas se pusieron en marcha otra vez, cerré mis piernas ajustándolas
un poco. “No me lo perdería por nada en el mundo”.

Solo fue hasta que colgué el teléfono y revise el calendario que me di cuenta
que tenía un problema. Nuestro aniversario era en seis días, y también había
luna llena.

Llegue a la oficina de Blechknapp y Smith a las doce en punto. Según Heath,


el era uno de los mejores abogados que defendían criminales en esta ciudad.
Pero lo que más me gusto de él, fue que no empezó inmediatamente con el
interrogatorio de el historial psiquiátrico de mi familia cuando le conté la
situación.

Marvin Blechknapp, como se veía, era pequeño, era acuerpado aun para tener
cuarenta. Estaba un poco decepcionada, realmente por la voz del teléfono,
esperaba a alguien más alto. Y rubio, como una especie de sol rayado de Clark
Gable. Desafortunadamente, el era más un Danny DeVito.

“Gracias por venir, señorita Garou” dijo él, ajustándose la corbata y


dirigiéndose hacia la oficina conmigo detrás de él. Mi estomago se estremeció
a medida que seguía el brillo de su cabeza calva. No había tenido tiempo para
comer, pero él había tenido carne para almorzar y fue por su aliento que me
tuve que mantener pasando saliva. Cuando él se volteo y me miro, tuve que
oler otra vez su respiración con carne. Hongos y un toque de ajo. Yum.

“Este va a ser un caso difícil”, dijo él, meciéndose en su silla de cuero.

Intente alejar mis pensamientos de la carne y luche por concentrarme.

El cruzo sus regordetas manos sobre el escritorio de caoba, “Estoy seguro de


que usted ya leyó,…el… brebaje… que su madre le vendió a Ted Brewster
estaba envenenado. Y en el fondo se oculta el problema”.

“Pero estamos en Austin”, proteste “Quiero decir, hay travestis que se


postulan a alcaldes. Esto solo es una pequeña poción de amor, ¡Por el amor a
Dios! Además, no es como si hubiera sido atrapada sacrificando personas a la
luna llena o algo así.” Que yo supiera, por lo general, no salía cuando había
luna llena.

“Podemos estar en Austin, pero Texas sigue firme en el cinturón de la biblia”


dijo él. “Ahora, el primer obstáculo que tenemos es conseguir la libertad bajo
fianza. Afortunadamente, tengo algunos amigos en la corte, así que
probablemente consiga fijar una audiencia para fijar la fianza mañana.”

“¿Mañana? ¿Así que podría salir dentro de poco?”

“Tan pronto como convenzamos al jurado de que tu mama no es ningún


peligro”

Me reí de él y hice un gesto con mi mano “Ella es una mujer de edad media,
¿Qué tan difícil puede ser?”

“Ella es una bruja de mediana edad, acusada de envenenar a un concejal.”

Dicho así, esto no sonaba muy bien “¿Cree que esa frase puede sonar mejor?”

El me dio una sonrisa forzada “Claro, así no es como lo voy a presentar. Pero
eso va a ser lo que el jurado diga, así que lo mejor será que te prepares.
¿Sabes algo de la relación de tu madre con el fallecido?”

“Yo no sabía que ella lo conocía hasta que me entere que estaba en la cárcel
por matarlo”

“Nada de nada, ¿Entonces?”


“Leí algo en el periódico sobre la amenaza que se desarrollo. El estadista hizo
un gran alboroto de esto, pero estoy segura de que realmente no fue nada”

Sus regordetes labios formaron una línea sombría. “¿Has visto las noticias
últimamente?”

“No.”

El saco un video del cajón del escritorio, abrió el armario que había detrás de
él y empujo el video en la video casetera. Wow, que bueno, ¡Esta era una
oficina donde se podían ver películas a la hora del almuerzo! Un momento
después, mi mama apareció en la pantalla. Con su sombrero de bruja y su
vestido de seda verde. Junto a ella, estaba Katie Couric3 la cual usaba
demasiado labial rosa. De pronto, tuve la sensación de que hubiera sido mejor
ver una de esas películas de piratas del Caribe.

“¿Qué piensa usted de la propuesta para Barton Springs?” dijo la


presentadora, una rubia postiza de traje rojo y puso un micrófono en frente
de mi mama.

Mi mama sacudió la cabeza, sonriendo con una de esas sonrisas de Buda,


haciendo que sus pulseras sonaran como campanillas del viento. “Si esa
propuesta es aprobada, destruirán los manantiales con sus aguas cristalinas,
los arboles y los animales,” dijo ella.

“¿Así que usted cree que el consejo debe votar en contra?”

“Absolutamente, si están de acuerdo con la propuesta, los miembros del


consejo deberían agregar asesinato a su hoja de vida”

La presentadora sacudió su cabello rubio artificial. “Asesinato, esa es una


palabra poderosa”

Mi mama se encogió de hombros “Los arboles también son personas. Sin


embargo, el consejo debería pensar detalladamente esta situación” Ella
entrecerró los ojos, dándole a la cámara la misma mirada que yo había tenido
cuando estaba en tercer grado y había incendiado un kilo de azafrán en el
inodoro de la escuela “Porque todo lo que pones en el mundo regresa a ti”
dijo ominosamente “A veces, tres veces”.

El aspirante a Couric hizo una sonrisa falsa “Muchísimas gracias, esta es


Melanie Waters informándoles de la protesta contra Barton Springs. Volvemos
contigo Fed”

Marvin presiono el botón de stop, y yo me hundí en la silla. Tenía razón, unos


pocos minutos de atención de Jhonny Deep habría sido más agradable.

3
Katie Couric: Periodista que llego a ser reconocida como co-presentadora de la NBC.
Cerré mis ojos y me frote las sienes, ¿Todo el incienso que había olido mi
mama, finalmente se habrá ido a su cerebro? Había dirigido una amenaza al
consejo de la ciudad. En televisión, por amor a dios y entonces tuvo que ir a
matar a uno de ellos.

Hablando del mal karma.

Abrí los ojos a Marvin, quien me miraba con un poco de presunción en el


rostro “Bueno, la respuesta a mi pregunta sobre el motivo” dije.

“Tal vez podría haber elegido sus palabras con más prudencia” añadió el.

Bueno, duh.

“Esto no se ve bien”, continuo el “Pero creo que podemos trabajar con esto,
¿Tu mama tiene algún tipo de historia que yo debería saber? ¿Algo inusual que
pudiera presentarse en el juicio?”

¿Aparte del hecho de que su hija era una mujer loba? Decidí que lo mejor era
no decir esto. A menos de que quisiera en una habitación junto a mi mama en
el manicomio.

“No que yo sepa,” dije, pensando en la mala hierba que había encontrado en
mi escritorio, tenía que averiguar quién había puesto eso ahí y pronto.

“Bueno” dijo él, mirándome fijamente, con sus ojos oscuros “Si sucede algo,
me dirás, ¿Cierto?”

¿Cómo las transformaciones en luna llena? Sí, claro “Por supuesto”, mentí,
cruzando las piernas y jalando la falda hacia abajo.

El roce de la tela con mis piernas hizo que recordara que ya era hora de una
afeitada. En el momento en que él empezó a hacer esquemas de sus planes, y
a darme pautas de cómo reaccionar con los periodistas. Estaba segura de que
fue en ese momento cuando había empezado a volverme peluda. Salí
corriendo de su oficina y me metí al baño. Mi cara, gracias a dios, estaba bien
pero mis piernas necesitaban atención urgentemente. Después de una
afeitada rápida.

Me escabullí de regreso a “Withers y jóvenes” e hice una parada rápida en


decíais de Jasón para comprar un pan francés estaba más deprimida que antes
de salir.

Por la tarde, estaba sentada en mi oficina, empezando una gran fila de


números y tratando de no pensar en mi mama, cuando alguien toco a la
puerta.

“Pase” dije, preparándome para otro ataque del perfume de Sally. Pero no
era Sally.
“¡Heath!” dije, abandonando mi computador y levantándome de la silla.

“Tenía que verte” dijo con voz ronca mientras le echaba un pequeño vistazo y
me felicitaba por mi buen gusto en novios. El estaba usando su traje de
“Brooks Brothers” el cual era ancho en sus hombros y ajustado en la cintura.
La tela era de un chocolate marrón como el de sus ojos.

“¿Cómo pudiste pasar por Sally sin que te arrancara la ropa? ¿Y qué te hizo
pasar por aquí?” Sospechaba que haber aplastado a Sally con Heath era una de
las razones por la cual ella no me soportaba.

“Estaba pensando en la cita por nuestro aniversario”, dijo él, cerrando la


puerta tras de si. “Y luego estaba pensando en ti, y luego no pude dejar de
pensar en ti. Así que vine a verte.” Hizo una pausa y me miro “¿Qué pasa con
tu nariz?”.

Mi mano voló hacia mi nariz, tocando la cicatriz que tenía “Tropecé con una
piedra” murmure, agradeciendo que no le prestara atención a los detalles.

El me envolvió en sus brazos, rodeándome con su picante, esencia masculina,


recordé aquella noche en la que lo había conocido. ¿Había pasado un año?
Lindsey y yo habíamos estado en Chuy para jóvenes urbanos, solteros y
profesionales. (Que desafortunadamente abreviado es YUSP4) en la hora feliz.

Más de un plato de enchiladas y pollo, ella se estaba lamentando por la falta


de hombres disponibles cuando el camarero llego con un helado. Para mí. Del
caballero que estaba en el bar, que también era miembro del club YUSP.

Heath.

El se detuvo para presentarse, y en los primeros treinta segundos, yo ya


estaba impresionada. Heath era todo lo que se podía buscar en uno de esos
anuncios de solteros: era un joven abogado que tenía un montón de confianza
en sí mismo, una sonrisa picara y si, unos hombros anchos con una hermosa
cintura. Y ese fabuloso olor, por supuesto, podía inhalar felizmente de aquel
hombre sexi. Muy, muy sexi.

Y sin un soplo de hombre lobo.

Esa primera noche, el me pidió una tarjeta y nos dejo con las enchiladas. Al
día siguiente, un ramo de rosas había sido mandado a mi oficina con una
invitación para el ballet. El ballet había sido algo romántico y maravilloso, no
me podía acordar del nombre pero lo que ocurrió después lo que puedo
recordar con más vivacidad.

Mmmmm.

4
YUSP: Young urban single and professional.
En total, pensé, como el traje de “Brooks Brothers” estaba apretado contra
mí, definitivamente esto era una fecha para celebrar, solo deseaba que no
coincidiera con la luna llena. Una imagen del hombre lobo con ojos dorados
revoloteo en mi cabeza rápidamente. Me pude preguntar cómo podía parecer
lobo, pero pude alejar este pensamiento rápidamente. Realmente necesitaba
un motivo para posponer nuestro aniversario. “Sobre nuestra cita” empecé,
pero luego la boca de Heath estuvo sobre la mía y todos los pensamientos se
disolvieron. A excepción del recuerdo de que a mi oficina no le servía el
seguro.

“No podemos” murmure, obligándome a desprenderme de Heath.

“¿Por qué no?” su voz estaba llena de una lujuria apenas contenida, como la
mía “La puerta” dije “No tiene seguro”.

“¿No podemos ponerle una silla?”

“¿Crees que eso detenga a Sally?”

Suspiro “Maldición” dijo él, liberándome “¿Por qué siempre nos está
molestando? ¿Y por que usa tanto perfume?”

En ese preciso momento, hubo un ligero golpe y la puerta se abrió. Era Sally,
y todo lo que podía hacer era no cubrir mi boca y mi nariz. Evidentemente se
había echado una dosis extra de perfume ya que Heath estaba aquí.

Di un paso atrás y me arregle la chaqueta “¿Si?”

“Adele quiere verte” dijo ella, mirando a Heath.

“¿Por qué? ¿Qué hice?” dijo Heath.

“No a ti, tonto” se burlo ella desagradablemente “Quiere ver a Sophie. Pero
tengo algunas fotos nuevas en las que podrías estar interesado” dijo mientras
pasaba un dedo por la parte superior de su vestido, en su pecho abultado y
todo lo que podía hacer era rodar mis ojos.

“Son las mejores” dijo con su mejor voz de cantante de cabaret.

“Me encantaría” dijo Heath, enderezo su chaqueta y luego miro el reloj


“Pero, se me está haciendo tarde, y solo pase para saludar a mi novia”

Sally me lanzo una mirada malévola.

Entonces Heath me envolvió en sus brazos y me beso con fuerza. Sally todavía
me estaba mirando cuando él me soltó. Me falto el aire, tome una bocanada
de aire que contenía el olor a almizcle de Sally, inmediatamente me arrepentí
de hacerlo.
“Me tengo que ir” dijo él, “¡No olvides nuestra cita!” me guiño el ojo y
desapareció por la puerta.

Nuestra cita, pensé lamentablemente mientras trataba de recuperar el


aliento. Teníamos que reprogramarla, a menos que, que quisiera que supiera
que su novia es realmente un hombre lobo.

“Adele te está esperando” me recordó Sally, de una manera agria, luego salió
tras Heath por el pasillo. La vi irse, luego revise mi lápiz labial el cual estaba
un poco corrido, lo arregle y obedientemente me dirigí a la oficina de mi jefe.

Por supuesto, ella no estaba ahí.

“Pensé que Adele quería verme” le dije a Sally cuando me detuve en su


oficina por unos minutos.

“Oh, ¿No te lo dije? Ella no regresara hasta dentro de una hora”

Fruncí el seño y me marche hacia mi oficina para volver a la batalla con los
números. El que haya dicho que los asistentes facilitan el trabajo nunca se ha
encontrado con Sally.

“Así que, ¿Vas a ir a la audiencia?” me pregunto Lindsey a la mañana


siguiente. Había sido algo bueno que quemara el aceite de medianoche la
noche anterior, ya que Marvin había sido fiel a su palabra. La audiencia
empezaba a las 10 AM.

“Por supuesto, ¿Por qué no iría?”

“Reporteros” dijo ella ominosamente, levantando una de sus cejas bien


formadas “Va a haber toneladas de ellos”

“Pero ellos estarán ahí para cubrir a mi mama. Yo estará en la audiencia, ¿Se
les llamara audiencia?”

“Ellos siempre miran a la familia. ¿No has visto las fotos de la familia
angustiada cuando sale del jurado?”

Me encogí de hombros, “Ellos no saben quién soy. Además, puedo ir de


incognito, ya sabes, con un gorro y las gafas”

Lindsey rodo los ojos “Al igual que no sería evidente, que tuvieras una costra
del tamaño de una fresa en tu nariz.”

“Gracias por recordármelo”

Ella me miro a la cara “De todos modos, ¿Cómo fue que te lo hiciste? No es
que se vea mal o algo así…”

“Te lo dije. Tropecé”


Lindsey chasqueo su lengua “Suena como si alguien hubiese estado cortando
margaritas”

“Muy graciosa. Para tu información, solo tome una copa de Chardonnay”. Era
una copa de té helado pero a la final esto estaba fuera de lugar. “Y eso fue
después de que me cayera y me raspara la nariz”

“Estrictamente medicinal” dijo ella, sonriendo “¿Así que vas a ir a la


conferencia?”

“¿Cómo no?, es mi mama”

“Podría ir por ti”

“No, Lindsey. Tengo que ser yo, estaré bien”

Ella me dio una mirada dubitativa y abrió su bolso. Después de unos minutos
de pesca, saco un estuche para gafas del bolso, “Usa esto, por lo menos”

Lo abrí, y saque un par de gafas “¿Qué es esto?”

“Mis gafas. Para cuando mis contactos me están dando problemas. Póntelas”
me urgió ella “Te hacen ver diferente”.

Me los puse, y la habitación cambio inmediatamente a una pintura


impresionante. Actualmente, para ser honestos, todo era como una gran
mancha. Me las quite de la cara y restregué mis ojos. “Jezz, Lindsey. No tenía
idea de que eras prácticamente ciega”

“¿Las quieres o no?” dijo ella ásperamente.

“Las tomare” dije.

“No las pierdas”, dijo ella, levantándose para irse. “Llámame cuando
regreses. Y cuidado con los reporteros” añadió cuando estaba en la puerta.

Unos minutos después, salí de mi oficina y me dirigí al parqueadero. Me volví


a aplicar lápiz labial, esto era: la misma ruta que había tomado esta mañana y
no me hacía daño el prepararme. Después de todo, nunca sabes con quien
podrías encontrarte.
Además, seguía usando las gafas de Lindsey.

No estaba muy contenta de dejar la oficina, no era algo decente dejarla


mientras eras parte de la asociación, pero había hecho todo mi esfuerzo por
cubrirme. Esa mañana, entre en la oficina de Adele y le conté que mi mama
se había hecho un procedimiento. Y estrictamente hablando, no estaba
mintiendo. Después de todo, una conferencia es un procedimiento, ¿Cierto? Y
el señor sabe que pude haber usado morfina y luego…

Cuando me baje del ascensor hacia el parqueadero, me quite las gafas y las
guarde en el bolso, me limpie el brillo que tenía en los labios. Con sexi
hombre lobo o sin sexi hombre lobo, decidí, que no iba a hacer ningún
esfuerzo en especial. Ya tenía un novio y últimamente las cosas con el iban
muy bien, la última cosa que necesitaba en mi vida era otro hombre lobo en
ella. Además, a pesar de mi limitada experiencia con el mundo sobrenatural,
tenía la impresión de que los hombres lobo no eran exactamente parejas a
largo plazo.

Si mi mama había hecho un hechizo para que los hombres lobo vinieran aquí a
husmear, decidí, que tendríamos que tener una seria discusión. Mi vida ya era
un caos sin que mi mama estuviera llamando a lo que según ella era mi
“Verdadera naturaleza” Y personalmente, la única vez en la que realmente
había sido un lobo, era cuando la luna llena estaba en lo más alto del cielo
(Aunque las películas de terror no importan, la verdad no es importante si es
de día o de noche) Yo sentía que mi “Verdadera naturaleza” era más humana
que de lobo, como sea. Después de todo, yo era medio humana. Y gracias a la
mala hierba, solo tenía que gastar cuarenta y ocho horas al año con una cola.

Qué extraño era, cuando realmente tratas de pensar en algo y no consigues


demasiado. La luna gobernaba mi vida. ¿Pero por qué? ¿Y porque los solsticios
y los equinoxio bloquean el efecto de la mala hierva? Gracias adiós, mi mama
había descubierto como hacer medicina preventiva para los hombres lobo, o si
no estaría faltando cada mes al trabajo. Yo me la tomaba todos los días,
incluso cuando no había luna llena; cuanto más cerca estaba la luna, mas
crecía mi pelo y la mala hierba me ayudaba a reducir las veces que debía
afeitarme. Además, no importaba lo que la luna estuviera haciendo, si alguien
me sorprendía o me asustaba, siempre corría el riesgo de que me
transformara involuntariamente. Y esto no era algo que te gustaría que
pasara, digo, imagínate un día a la hora del almuerzo y que tu jefe
accidentalmente te riegue café caliente en el regazo, o una cita doble para
ver piratas del Caribe. (¿Recuerdas la parte donde un zombi se alza en toda la
pantalla? Bueno, la audiencia y Heath tendrán más de lo que esperaban de un
viernes en la noche)

Por mucho tiempo yo no había pensado en esto; había estado muy ocupada
creando una buena, constante y normal, vida humana. Pero todavía tenía que
lidiar con esto. Además, todavía había muchas cosas que no sabía y mi mama
no podía ayudarme con esto. ¿Sera que el hombre lobo que había visto ayer
tenía alguna respuesta para mis preguntas? ¿O solo quería arrancarme
miembro por miembro? ¿O tal vez quería arrancarme la ropa? Sentí un
escalofrió de lujuria al pensar en esto y rápidamente lo amortigüe, estúpida
naturaleza de hombre lobo.

Tal vez mi mama tuviera un poco de razón. Seguro, puedo reprimir a mi lobo
interior, pero no puedo hacer que desaparezca. Quiero decir, ¿Desde cuándo
los hombres con camisetas y tatuajes me parecen atractivos? Generalmente
me gustaban los hombres de “Brook Brothers” o Armani.

Me subí al coche y le di un pequeño vistazo al retrovisor, me dirigía hacia la


casa de justicia. Prácticamente preparándome, para no caer en la tentación
cuando el señor sexi volviera a aparecer. Al final resulto que, no importaba lo
que hubiera estado haciendo el hombre lobo ayer, hoy estaba haciendo otra
cosa.

No pude evitar el sentimiento de decepción.

Eran las 9:45, caminaba dentro de la sala de audiencias, esperaba que Marvin
fuera tan bueno como Heath había dicho, y sacando todos los pensamientos
no humanos fuera de mi cabeza. No había usado un gorro, pero me había
puesto las gafas de Lindsey. Las cuales me hacían ver diferente pero también
hacia que desplazarme por la sala fuera un poco difícil.

El súper abogado estaba revolviendo los papeles encima de la mesa, pero


tenía que mirar por encima de las gafas para estar segura, por que los lentes
de contacto le hacían parecer como un vegetal. El no me vio, y eso estaba
bien, ya que mi objetivo era entrar y salir inadvertidamente. Elegante y
sigilosa como un lobo.

Di otro paso cautelosamente, como si fuera la forma lupina de James Bond y


vi una cara espectacular con forma de planta con tres mujeres de pelo azul.

Todas las personas de la sala se giraron para poder ver como dos hombres
jóvenes estaban trabajando para desentráñame de los octogenarios. No hay
caderas rotas, gracias a dios, pero uno de sus bolsillos se rompió dejando caer
medicamentos para el corazón por todo el piso. Tomo un total de cinco
minutos recoger todas las tabletas que se habían caído, incluyendo algunas
que habían caído en la mitad del jurado.

“Lo siento” murmure a la mancha de pelo azul que estaba más cerca, tenía un
extraño olor a naftalina.

“No hay problema, cariño” dijo ella. “Deberías hacerte una revisión”.

“¿Perdón?” dije mientras buscaba por el piso otra de esas tabletas.


“Tus gafas”

“Oh, cierto” dije, sintiendo que había otra tableta cerca. Cuando estuve
convencida de que la tableta era real, la puse de nuevo en el embase.
Esperaba que ella pudiera decir cual tableta era cada una, la última cosa que
necesitaba era otro envenenamiento en la familia.

Cuando la ultima tableta estuvo de vuelta, la sala entera vio como me


tropezaba hasta que pude llegar a mi asiento. Creo que se decepcionaron
cuando vieron que no hice una repetición.

Poco a poco se recupero la excitación de la sala, me senté con las manos


apoyadas en mi regazo, haciendo parecer que estaba lo más aburrida posible y
ocupándome de clasificar los olores que se arremolinaban a mi alrededor.
Desodorante, sudor, polvo de bebe, maquillaje y pino fresco, el cual era uno
de los líquidos para limpiar el piso que menos me agradaba.

Finalmente toda la atención se centro afuera, yo estaba tratando de


identificar un perfume que no conocía, era una especie de olor moderno,
todos estaban vestidos de anaranjado. Tres de los detenidos se detuvieron,
apáticamente. El cuarto, miraba alrededor alegremente, como si se
preguntaran donde tendrían oculto el pastel de cumpleaños.

Yo me estaba recuperando de ver a mi madre, cuando sus oscuros ojos


castaños se fijaron en mi y su cara se ilumino, luego grito: “¡Yoo-Hoo! Hola
Sophie”
Capitulo 6
Traducido por Kat

T odos los periodistas se giraron para mirarme cuando mi mama levanto


una mano para soplarme un beso. Las cadenas en sus muñecas no le
permitían subir sus manos lo suficientemente alto, pero no importaba,
el daño estaba hecho.

Le di una rápida sonrisa y un gesto con la cabeza, tratando de parecer fresca


y desinteresada, pero ya era demasiado tarde. Algunos de los periodistas en la
primera fila estaban consultando; Entonces uno de ellos tomó su cuaderno y
se levantó, mirándome especulativamente.

Ya era hora de irse.

Me levanté y me quite las gafas, manteniendo la cabeza gacha mientras


trotaba hacia la puerta. Por suerte mía, había un reportero que pasaba su
tiempo libre haciendo carreras cortas; apenas estaba atravesando la puerta
cuando ella cayó detrás de mí, oliendo a right guard5 y a mentas para el
aliento.
"¿Es usted pariente de Carmen Bianca?" preguntó ella.

"Sin comentarios", dije.

"Su nombre es Sophie. Sophie..."

"¿No tienes una audiencia que cubrir?" Espete, y eche a correr.

Podría ser buena en los sprints6, pero no era un hombre lobo. Yo estaba en la
esquina y estaría bajando a la entrada antes de que ella supiera lo que la
golpeó.
El clip-clop de sus tacones se acercaba a la esquina cuando hice una pausa en
el baño de damas... y luego di tres pasos e irrumpí en el baño de los
hombres.
"Disculpe", le dije a un hombre de traje a rayas. El estaba de pie en uno de
los urinarios mirándome atónito. "Emergencia", añadí cuando él se metió de
nuevo a Mr. Friendly, se subió la cremallera apresuradamente, poniéndose
colorado.

5
Right Guard: es una marca de desodorantes para hombres.
6
Sprints: carreras cortas.
Él empujó la puerta cuando me metí en un compartimento y respire hondo.
Lamentándolo inmediatamente; El baño estaba pidiendo a gritos un baño de
lejía7. Me concentré en la respiración a través de mi boca y considere mi
situación.

Sería sólo un minuto antes de que la pequeña reportera hubiera averiguara a


dónde había ido. Y el resto de la manada, probablemente estaría allí con ella.
Si me seguían hasta el coche, me podrían seguir a través de la licencia
plateada de mi M3 que en sí no era exactamente de incógnito, ya que no
había tenido la oportunidad de fijar la ventana rota aún.

¿Y ahora qué?

Podía correr rápido, pero mi coche estaba aparcado a menos de media cuadra
de la corte, y estaba segura de que ellos estarían cerca a mi lugar.

Entonces se me ocurrió.

Ellos estaban buscando a una mujer.

Pero ellos no estaban buscando un lobo.

Que no me gustara cambiarme de ropa en público era un problema, por no


decir más, pero en tiempos desesperados se necesitan medidas desesperadas.
Me quité la chaqueta y desabroche la blusa, luego me quite la falda, mirando
mi cartera y deseando juzgar la siguiente.

Me quité los zapatos, tratando de no pensar acerca de la gama de bacterias


en el suelo, y llevando todo los tampones no esenciales, un fajo de recibos, y
un rubor que no estaba loca para dejarlo fuera de mi bolso. Pasé un minuto
completo en busca de una toalla sanitaria en la basura antes de que
recordara que estaba en el baño de los hombres.

No quería salir de mi escondite de tampones, recibos y mi viejo maquillaje en


el suelo, apuesto a que la Sra. Reportera vendría en busca de pistas sobre mi
identidad, y aunque yo dudaba que un tampón fuera suficiente para seguir
adelante, los recibos lo harían bastante obvio.

Entonces, abrí el compartimento y fui hacia el bote de basura, llevando sólo


un sostén y bragas.

Y fue entonces cuando la puerta se abrió.

Era Mr. Pinstripes, me quedé mirándolo por un breve momento, durante el


cual él me dio una mirada de arriba abajo y se volvió en un tono aún más
brillante de color rojo. Yo no lo estaba mirando, pero suponía que Mr.
Friendly había recibido una llamada de atención. Después de un largo e
7
Baño de lejía: blanqueador.
incomodo momento, la puerta se cerró, afortunadamente. Me apresuré a
disponer de mi exceso de equipaje y volví corriendo a mi compartimiento,
donde guardé la ropa en mi bolso. Los zapatos, por desgracia, no cabían, así
que los guarde detrás de la taza del baño tal vez tendría la oportunidad de
regresar por ellos más tarde. Por lo menos no eran los Pradas.8
Entonces me quité la ropa interior, la introduje en la parte superior de mi
cartera, y deje que el impulso que me ha venido afectando durante días se
diera rienda suelta.

Unos minutos más tarde, un lobo con una fresa en su nariz y un elegante bolso
de Kate Spade en sus fauces iba al galope más allá de un abogado de mediana
edad con madera y un grupo de periodistas sorprendidos.

Todo lo que puedo decir es que, gracias a Dios, no permiten entrar cámaras a
los juzgados.

"Entonces, ¿cómo te fue?" preguntó Lindsey, al devolverle sus gafas.

"No preguntes", le dije con voz ronca. Me había escondido detrás de un


arbusto durante media hora antes de que hubiera sentido que era seguro
transformarme, y estaba bastante segura de que había recogido un par de
pulgas en el camino. Mi traje no lucía muy fabuloso.

"¿Tu mamá va a salir?"

Me agaché para rascarme detrás de mi rodilla derecha. "No sé".

"¿Qué quieres decir con que no lo sabes? Has estado ausente durante dos
horas, ahora. Pensé que habías dicho que fuiste a la audiencia."

"Tuve que salir rápidamente".

Lindsey me golpeó una. "Te dije que ellos averiguarían quién eras tú. ¿Cómo
te las arreglaste para pasar desapercibida?"

“No me lo creerías si te lo dijera," le dije.

"¿Qué pasó con tus zapatos?"

"Los dejé en el baño de los hombres. ¿Tienes un par de repuesto? No tengo


tiempo para ir a casa."

"El baño de los hombres? ¿Qué hiciste, trepar por la ventana?"

¿Por qué no pensé en eso? "Es una larga historia. Zapatos, ¿Por favor?"

8
Pradas: zapatos fabricados por una firma italiana de moda del mismo nombre.
Buscó en su escritorio y sacó un par de stilettos9 de cuatro pulgadas con
lentejuelas rojas pegadas por todas partes.

Los recogí cuidadosamente. "Lentejuelas Jesús, ¿Lindsey?"

"Tuve una cena hace unas semanas que se canceló en el último minuto".

Los deje colgando en mis dedos. "¿Qué clase de cita o qué?"

Ella me sacó la lengua. "Fue la noche de tango de Manuel. Sin embargo, Todd
tiene intoxicación alimentaria, por lo que tuvo que reprogramarla".

"¿Puedes caminar con esto?"

"Es un desafío", admitió. "Pero se ven tan fabulosos, que vale la pena.
Además, cuando estás bailando, te dan una excusa para apoyarte en tu
pareja. "Ella miró mi traje verde y se mordió el labio. "No son los mejores con
verde, sin embargo. Tengo la esperanza de que no tengas ninguna reunión."

Dejé los zapatos y me los puse. "Gracias".

Ella me guiñó un ojo. "En cualquier momento, dedos centelleantes".

“¿De dónde has huido tan rápido? ¿Y desde cuándo empezaste a usar horribles
gafas? tu visión es perfecta... igual que la de tu padre”.

Agarré el teléfono y ahogue un suspiro de irritación. No había visto a mi padre


desde que nací, pero mi mamá todavía hablaba de él como si estuviera fuera
de la ciudad en un corto viaje de negocios. Así que él me había dado la vista
perfecta. Discúlpenme si no me emociono por esto. Sobre todo teniendo en
cuenta que también me dio los genes que me convirtió en un lobo peludo,
ladridos de vez en cuando y me hizo pasar por tantas máquinas de afeitar, ya
estaba considerando comprar acciones en Gillette.

El lado positivo, mi mamá ya no estaba en la cárcel del condado. La audiencia


de fianza se había ido cuando el dulce Marvin había entrado. "Lo siento. Yo
estaba tratando de mantener un perfil bajo", dije. "Después de que te fuiste,
un periodista vino después de mí, así que me encontraron inocente". Crucé
las piernas, entrecerrando los ojos cuando las lentejuelas de los zapatos de
Lindsey atraparon un rayo de sol, y trate de suavizar las arrugas en mi falda.
Tal vez necesitaba tratarme a mí misma con una terapia de compras esta
tarde. El señor sabía que yo no estaría de nuevo en el baño de hombres de la
corte. Y no había manera de que fuera al exterminador de termitas mirando
Dorothy en una versión adulta y cinematográfica del mago de Oz.

"Bueno, es demasiado malo, te lo perdiste. Fue tan emocionante!" estaba


diciendo mi mama. "Al igual que Matlock10. Y el abogado que me has
9
Stilettos: zapatos en punta.
encontrado es tan listo.... le voy a hacer un hechizo de buena suerte a él." Su
voz de repente sonó de ensueño. "Se veía tan varonil allí...."

Oh mi Dios. Mi mama estaba loca por Danny DeVito. "No hagas hechizos de
amor, mamá", dije con firmeza.

"¡Oh, Sophie. No eres divertida".


"Mamá."

"Vale, vale." Hizo una pausa por un momento. "¿Qué paso después del juicio?"

¿Cómo podía estar interesada en Danny DeVito? Era tan atractivo como una
papa asada. Tal vez menos. "Una vez que el juicio termine, tu puedes hacer lo
que quieras", le dije. Suponiendo que la han encontrado inocente, una voz
dentro de mí, dijo. "Sólo mantén la hierba morada fuera de él, ¿De acuerdo?"
"¡Sophie! He trabajado con las hierbas por más de cuarenta años. ¿Crees que
cometería un error así?"

"Yo sé", le dije, masajeando mis sienes. "Sólo estoy diciendo... ten cuidado,
¿De acuerdo?"

"Lo siento, cariño. Yo sé que no lo decías en serio", dijo. "Simplemente no lo


entiendo. ¿Por qué querrían hacerle daño? Después de todo, él iba a cambiar
su voto."

Mis oídos se agudizaron "Brewster? ¿Cómo sabes eso?"

"Nosotras las brujas tenemos nuestros métodos...”, dijo tímidamente. Antes


de que pudiera preguntarle qué quería decir, dijo, "Pero me pregunto quién le
hizo esto a ese buen hombre"

"¿Te refieres al buen hombre que amenazaste con matar a las cinco de la
tarde de nuevo?"

"¿De qué estás hablando?"

"Mamá, he visto la filmación de las noticias de las 9. El de la demostración."

"Oh, ¿Eso? Eso no era una amenaza. Se trataba de karma, querida."

"Me pareció como si estuvieras a punto de lanzar el libro de hechizos."

"No, en absoluto, querida. Así el ciclo de vida. Cualquier Wicca11 se daría


cuenta de eso".

10
Matlock: serie americana de drama.

11
Wicca: es una religión pagana, popularizada por el británico Gerald B. Gardner como un renacimiento
de la antigua religión de la brujería.
Agarré duro el teléfono. “Bueno, la mayoría del resto de Austin no está
familiarizado con la filosofía Wicca, es posible que desees hacer las cosas un
poco diferente la próxima vez que estés delante de una cámara. Mientras
tanto, hay que averiguar quién enveneno a Brewster ya que todavía están
sospechando de ti."

"Es por eso que esta noche voy a hacer una sesión de espiritismo."

Me mordí el labio. "La sesión de espiritismo."

"¿Te acuerdas? Hablamos de él cuando viniste a visitarme. "

"Así que vamos a pedirle a Ted Brewster que nos diga quien lo mató".

"¡Exactamente!"

Una vez más, resistí el impulso de golpear mi cabeza contra la superficie más
cercana. La fresa en mi nariz ya era bastante mala, no tenía necesidad de un
hematoma gigante en la frente para ir con ella. En cambio, me tome un largo
trago de té y dije: "Pensé que estabas ahorrando la sesión para el
equinoccio".

"Bueno, ya que no vas a estar entonces, me imaginé que podría hacerla un


poco antes. Por supuesto, no es el momento óptimo, pero no creo que unos
días hagan una gran diferencia. De todos modos, lo he programado para las
siete. Emily estará allí, y puedes traer a tu amiga Lindsey si lo deseas, cuanta
más gente, mejor. Ah, y ¿Has sabido más de ese hombre lobo?"

"No", dije secamente.

"¿De veras?" Parecía decepcionada. "Bueno, estoy segura de que se


encontrarán de nuevo. Muy pronto, probablemente."

"Hechizos no, mamá, Ninguno en absoluto. "

"¡Oh, Sophie, no seas tonta. Te veré a las siete."

"Pero, mamá...”

"¡Oops! Un cliente acabo de entrar amor, mi amor... ¡Nos vemos esta noche!"
Y luego colgó.

Me estaba acomodando una crisis con algunos números para la reunión de las
aerolíneas del sudeste cuando Adele entro en la habitación.

La mire y sonreí. "Hola, Adele."


"¿Estás lista para la reunión?"

"¿Reunión?" mire mi reloj y empecé; nosotras estábamos ahí debido a que el


exterminador de termitas vendría en veinte minutos.

"¡Miércoles! Pensé que era antes". A pesar de que estábamos corriendo e


íbamos tarde, me bebí el resto de mi té; Ya era bastante malo tener que
llevar los tacones stilettos de lentejuelas de Lindsey a la reunión de un cliente
con Adele. Sólo me podía imaginar cómo reaccionaría ella, si me comenzaran
a brotar los colmillos en el vestíbulo frente al exterminador de termitas.

"Yo justamente estaba preparándome para la reunión de las aerolíneas del


Suroeste," le dije, cayendo en mis zapatos prestados y tambaleando el
escritorio.
"Estoy en una especie de pista perdida en el tiempo. Pero estoy dispuesta si tu
lo estas."

Adele miró mi traje arrugado, después mis pies."Interesante elección de


calzado."

"Mis otros zapatos..." Dudé un momento. Cómo iba a explicar que los dejé en
el baño de los hombres en el tribunal mientras me transforma en un hombre
lobo, "Se rompieron," Terminé con un débil intento de sonrisa.

"¿Se rompieron?"

"El talón, quiero decir. Uno de ellos se rompió de inmediato. Así que pedí
prestado un par”, Dije, deseando fervientemente que hubiera encontrado el
tiempo para ir al centro comercial. El lado positivo, había encontrado un
minuto para afeitarme.

Podría parecer una X-Rated Dorothy, pero al menos ya no me estaba brotando


pelo.

"Bueno, si ellos están buscando un auditor que puede hacer una pole dance,
estamos preparadas", murmuró.

Me sonrojé y trate de tener aspecto profesional. Lo cual era un reto cuando se


está tambaleando en un traje de negocios verde con unos zapatos rojos de
lentejuelas molestándome.

Bueno, si no es nada más, pensé mientras luchaba para que combinara con los
zapatos pacethe de Adele que eran un poco grandes, Tenía miedo de que me
diera un esguince de tobillo, aunque todavía tenía mi elegante bolso de Kate
Spade.

El viaje a Termite Terminators era un poco helado, Y no sólo por el aire


helado de de ventilación del Mercedes de Adele. Por lo general tomamos mi
coche, a Adele no le gusta que otras personas se sentaran en sus asientos
sucios, supongo. Hoy, sin embargo, desde que mi asiento de copiloto estaba
cubierto de un vidrio de seguridad, me sugirió que el Mercedes podría ser una
mejor opción.

Cuando Adele sacó el coche del garaje, me moví incómodamente en mi


asiento de cuero, tratando clandestinamente de estirar algunas de las arrugas
de mi solapa.

"¿Cómo va el trámite de su mamá?-preguntó ella.

"Ha ido muy bien", dije. "Ella ya está libre." Y, probablemente, está
preparando pociones mientras hablamos.

Adele me dio una sonrisa forzada. "Me alegra oír eso. Mi asistente trató de
encontrarla en el hospital, pero no había Garous12".

Tragué saliva. "Ella tiene un apellido diferente," dije rápidamente.

"Ah", dijo Adele, inclinando la cabeza en el respaldo del asiento. "Bueno, me


alegro de oír que está mejor ahora". Tras una breve pausa, dijo: "Vamos a ver
más de ti en la oficina ahora, supongo."

¿Ver más de mí? Yo había trabajado un montón de horas últimamente, pero


decidí dejar de andar. Adele tenía razón, yo había salido mucho durante el
día últimamente. Y, por desgracia, aunque "el procedimiento” de esta
mañana había ido bien, mi mamá no estaba fuera de peligro todavía.

"Absolutamente", dije, con más autoridad de la que sentía.

"Bien", dijo. "Me alegra oír eso." Cuando entramos en la calle sexta, ella dijo,
"No me importa decirte que he estado un poco preocupada últimamente."

"¿Qué quieres decir?"

Sus finos labios estaban apretados. "He estado escuchando algunos rumores".

"Rumores", repetí, lanzando una mirada a su picudo perfil y el cambiar en un


intento de hacer de mis zapatos lo más discreto posible. Sally, pensé. "¿Qué
clase de rumores?"

Adele miró mi traje arrugado y se apoderó de los encuadernados en cuero del


volante con una mano. "Hasta ahora, su labor y comportamiento no han sido
nada menos que profesionales".

"Gracias", dije, ignorando "hasta ahora" la otra parte. Pero ella no la había
dicho todavía.

12
Garous: Los Hombres Lobo (llamados Garou en su lengua).
"Sophie, no necesito decirte que”. Pero ella no se ha hecho todavía. "Sophie,
no necesito decirte que “Withers y jóvenes” tienen una política muy estricta
en relación con sustancias controladas".

Me mordí los labios y empecé a hacer mentalmente una lista de tareas para
Sally: lavar el interior de la nevera de oficina, re alfabetizar todos los
gabinetes del archivo, limpieza de la lechada alrededor de los baños con su
cepillo de dientes... "Ah, ya entiendo", dije, arrojando fuera de lo que
esperaba que fuera una risa ligera. "Se trata de la caja de té de hierbas que
mi mamá me envió, ¿no?"

"Yo no sé de té de hierbas," dijo Adele. "Sin embargo, su comportamiento ha


sido... peculiar últimamente."

Ella dirigió una mirada a mis pies. "Yo reenvié sus archivos, no parece haber
un patrón regular de ausencias".

Uh-oh. "Me gusta tomar unos días de descanso de vez en cuando, para
mantenerme fresca", dije. Y evitando asustar a mis clientes.

Adele se detuvo en una plaza del aparcamiento frente a un letrero de neón


gigante de termitas de company's trademarkand y se volvió hacia mí. "Estoy
segura de que no es nada. Pero yo quería dejarte saber que estamos
empezando pruebas de droga la próxima semana".

Mi boca se volvió seca. Estaba casi seguro de que la mala hierba no calificaba
como una sustancia prohibida, pero todavía no era algo que quería que
apareciera en mi prueba de drogas. Sin embargo, no podía dejarlo ahora, que
estaba cerca de la época en que más lo necesitaba, Cuándo me di cuenta de
que Adele estaba esperando una respuesta, asentí con la cabeza.

"Suena como una buena política" dije.

"Me alegra que pienses así," dijo ella, y abrió la puerta del coche. Agarré mi
bolso y los archivos y salí del estacionamiento después de ella, luchando por
mantenerme en pie. ¿Cómo había logrado Lindsey bailar tango con esos
tacones stilettos de cuatro pulgadas?, nunca lo sabremos.

Adele, no podría haber sido amante de mi calzado, pero el público de


Terminators termites, parecían estar apreciándolo. Cuando el presidente de
la compañía, un hombre ligeramente obeso llamado Herb, ojeo mis piernas,
me fui a través de los números lo más rápidamente posible, el olor de los
productos químicos desde el almacén de al lado estaba haciendo rizar los
pelos de mi nariz.

Entre las picaduras de pulgas y el hedor de los insecticidas, no estaba segura


de si iba a sobrevivir, pero finalmente, una hora más tarde, estábamos de
regreso en el Mercedes de Adele. Cuando me agaché para rascarme el tobillo,
estúpidas pulgas, Adele apareció con un CD de "Barry Manilow's Copacabana"
que sonaba por los altavoces. Miré en la parte superior del sistema de sonido y
se encogió, entonces apreté los dientes cuando mi jefe estaba cantando
desafinadamente.
¿Acaso es que este día nunca termina?
Capitulo 7
Traducido por Kat

"Nunca he estado en una sesión de espiritismo antes", dijo Lindsey, cuando


nos detuvimos en frente de la tienda de mi mamá esa noche. Después de mi
pequeño viaje por la carretera con Adele, el resto del día había sido
relativamente tranquilo, pero esta noche yo estaba conteniendo la
respiración."Estoy segura de que habrá un montón de risas” dije.

"¿Dime otra vez lo que está tratando de lograr tu mamá trayendo de vuelta a
Brewster?", preguntó Lindsey, desplegando sus largas piernas en el asiento del
copiloto de mi BMW. Paré en “Cash n 'Splash” después del trabajo para aspirar
el asiento de pasajero; todavía no había conseguido el vidrio substituto pero
al menos podías sentarte sin perforarte. O a mis asientos de cuero.

"Por alguna razón, mi mamá piensa que Brewster sabe quién lo mató”, dije.
“Y que llamándole, resolveremos el caso."

Lindsey resopló. "¿Cómo lo sabes? Quiero decir, obviamente, no sabía ni


siquiera con que fue envenenado”.

"Y él está muerto", le recordé. Por alguna razón, nadie excepto yo parecía
encontrar eso relevante.

"Siempre me olvido de eso", dijo. "Sin embargo, si alguien puede traerlo de


vuelta, es tu mamá."

Tome la sugerencia de mi mamá e invite a Lindsey a venir, a lo largo


estábamos planeando hacer de detectives esta noche de todos modos, así que
fue algo natural. Cuando se lo comenté a ella, se iluminó como si le hubiera
ofrecido un certificado de regalo para un fin de semana en el lago Austin Spa
Resort.

"Bueno, será divertido", dijo Lindsey alisándose su largo cabello y abriéndose


paso hasta la calzada de piedra. Como yo todavía estaba usando sus tacones
de cuatro pulgadas, seguí detrás de ella con cautela.

Las campanas que estaban por encima de la puerta sonaron cuando entramos,
y el aroma familiar de centenares de hierbas mezcladas, incienso y velas
flotaba sobre nosotras. Mi mamá barrió en la habitación cuando nosotras
cerramos la puerta. "¡Sophie, cariño! ¡Hola!"

"Hola, mamá", dije mientras ella me envolvía en un gran y a romántico


abrazo. No llevaba grilletes esta noche, gracias a Dios, sólo sus habituales
cuarenta pulseras. Para la ceremonia de esta noche se había cubierto a sí
misma en largos vestidos negros con lunas y estrellas de plata salpicadas en
ellos. Era un alivio verla en algo más que otro mono traje color anaranjado
calabaza, pero quisiera que ella redujera el patchouli.13

"Oooh, Sophie... amo tus zapatos", dijo, admirando mis pies.

"Se los pedí prestados a Lindsey."

"Debería haberlo imaginado", dijo, dándole Lindsey un abrazo. "Te lo juro,


estas más bella cada vez que te veo."

"Gracias", dijo Lindsey, con una gran sonrisa. No era de extrañar que a mi
mamá le gustara mucho. "¿Qué son estos?" preguntó mi amiga, recogiendo un
medallón con una cadena de plata de una mesa cercana.

"Son amuletos de atracción", dijo mi madre. "Acabo de conseguirlos la semana


pasada, y se están vendiendo como pan caliente. Adelante, úsalo. No es que
lo necesites, con tu apariencia. "

"Gracias", dijo Lindsey, jugueteando con el cierre. "¿Cómo funcionan?"

"Todo lo que tienes que hacer es ponértelo", dijo mi mama. “Y los hombres
estarán sobre ti."

Rodé mis ojos. Un encanto de atracción era la última cosa que Lindsey
necesitaba. Si en realidad trabajaba, yo embalaba una palanca y un spray de
pimienta, la anterior vez que hicimos "happy hour" en la calle sexta.

También habría que prohibir que estuviera a menos de veinte metros de


Heath.

Mientras Lindsey se abrochaba la cadena al rededor de su delgado cuello,


pregunté, "¿Quién más viene?"

"Emily está aquí," dijo mi mamá. "Y Tania."

Agudice mis sentidos. "¿Tania?" Tania fue una de las ayudantes de medio
tiempo más reciente de mi mamá. Cuando yo la conocí hace unas semanas,
había sido todo, redondas mejillas y sonrisas tipo versión morena de la Sra.
Claus de uno de los antiguos dibujos animados de los especiales de Navidad.

Ya sabes, uno de los que está con Rudolph y el abominable muñeco de nieve.

Pero algo en ella me había molestado, bueno quiero decir no era sólo su
perfume JLO. (Que era un poco chocante, viniendo de la Sra. Claus.)

13
Patchouli: Es una planta y aceite esencial obtenido de las hojas de la planta del mismo nombre.
"¿No podríamos conseguir a alguien más?" -Dije.

Mi madre se mordió los labios. "Ya somos pocos como estamos."

"Pero ella es tan nueva," dije.

"Ella lo hará muy bien", dijo, acariciando mi brazo. "Me gustaría que
tuviéramos un sexto integrante en el grupo. Llamé a Rosemary y Whitehawk,
pero no podían hacerlo en tan corto plazo". Gracias a Dios, pensé. Ya que
había conocido Whitehawk una vez. Llevaba plumas en su pelo y salpicaba
todas las frases con una especie de chillido ahogado. No es exactamente la
clase de persona que quería a mi lado cuando estuviéramos llamando a gente
muerta.

Mi madre se volvió hacia mí. "Tú no tienes otro amigo al cual llamar, ¿Verdad?
¿Qué pasa con ese joven con el que has estado saliendo?" Ella se tocó la
barbilla con un dedo. "¿Cuál era su nombre? ¿Heap? ¿Heat?"

"Heath”,-dije-. "Y no creo que él sea absolutamente lo que estás buscando."

"Tal vez no", dijo. "Él es un abogado, después de todo, y los abogados no
suelen ser... bueno, abiertos a la otras partes. Pero debemos hacer la cena
pronto”.

“Mmm," le dije.

"Entonces, ¿Todo listo?" -Le pregunté, ansiosa por cambiar de tema. Sería
bastante difícil introducir al país-club Heath a Carmen la bruja psíquica. Pero
algo me dijo que reunirse para convocar a un concejal muerto no era la
situación ideal para una primera reunión. En especial, desde que mi mama
había sido acusada de asesinar al concejal.

"Emily está en la parte posterior, consiguiendo la tabla, y Tania sólo va a


recoger algunas cosas más. Vamos de nuevo", dijo ella, con sus ropas
ondeando tras de sí mientras se dirigía hacia la cocina. "Y Sophie, ¿Es hora de
tomar el té?" -preguntó ella, examinándome con los ojos.

"Sí", dije. "Y tengo que ir al baño antes, si eso está bien."

"Voy a poner la tetera", dijo.

Antes de dirigirme al baño, le susurre a mi mama, "Necesito un poco más de


poleo, si tienes."

"¿Las pulgas?"
Asentí. Había sido una gran fan de los baños de poleo durante casi toda mi
vida, cada vez que salía como un lobo, al parecer, volvía con pulgas. Y el
poleo14 seguro olía mejor que el champú matapulgas.

Mi madre me tomó del brazo, y luego miró a su alrededor para asegurarse de


que estábamos solas. Emily y Lindsey estaban charlando en la habitación de al
lado. "¿Has visto al hombre lobo de nuevo?" – murmuró ella.
"No", dije, sintiendo una oleada de calor de solo pensar en él. Hice mi mejor
esfuerzo para apagarlo. "Sé que estás totalmente en contra ", dijo en voz
baja. "Y sé que nunca has perdonado a tu padre por lo que tuvo que hacer".

“¿Te refieres a desertar de nosotras? "

"Fue para salvar su vida, cariño." Sus ojos que por lo general eran brillantes,
se ensombrecieron un poco. "Y sé que si hubiera podido venir con nosotras, lo
habría hecho. A menudo me pregunto que lo mantuvo..." Resople.

Me apretó el brazo. "Sophie, sé que ha sido... bueno, doloroso para ti. Pero
hay que ver esto como una bendición, no como una maldición. Algo para ser
abrazado."

¡Oh, por favor! Apuesto a que es lo que le dijeron a la gente que se enteró
que tenía cáncer. Yo amaba a mi madre, pero a veces su contacto con la
realidad era... digamos, ¿Tenue? Quiero decir, la mujer hizo encantos al IRS15
en lugar de presentar sus impuestos. Hasta ahora no había sido objeto de
auditoría, pero era sólo una cuestión de tiempo. "De alguna manera no creo
que yo estaría abrazado con demasiada frecuencia, si dejé de beber el té", le
dije.

"Los seres humanos no entendemos, cariño. Las dos sabemos eso. Pero aunque
yo no soy como tú, te puedo decir que estar con un hombre lobo es..." Se
detuvo por un momento. "Bueno, es algo increíble".

Así que mi padre había sido grande en la cama. Una vez más, era más
información de la que necesitaba.

"Y no puedes negar tu naturaleza para siempre", continuó.

"Mamá..."

"Es tu destino, cariño."

La miré con severidad. "Por favor, dime que no vas a lanzar un hechizo."

14
Poleo: planta medicinal.
15
IRS: Internal Revenue Service, es la agencia federal del Gobierno de los Estados unidos, encargada de
la recaudación fiscal y del cumplimiento de las leyes tributarias.
Ella miró el reloj. "Sophie, querida, tenemos que empezar. Déjame a mi lo del
poleo, sin embargo."

"Mamá...”

"Voy a buscar un poco de té", dijo. "Y un paquete de poleo". Antes de que
pudiera detenerla, fue animadamente a la habitación de al lado, dejándome
con la profunda sospecha de que ella había hecho algo que yo no aprobaría.
Juré no marcharme hasta que averiguara que era. Salí del baño unos minutos
más tarde, menos una pierna con bigotes, mi mamá me dio una taza llena de
té de malas hierbas. Ella debía haber conseguido un nuevo cargamento ya que
su sabor era más fuerte que de costumbre, intenté no hacer una mueca de
dolor en el primer sorbo.

"¿Qué es esa cosa que tu mama preparo en la tetera?", preguntó Lindsey,


mirando el líquido verdoso.

"Uh-huh, " Dije, forzándome a tomar otro sorbo.

Lo que yo realmente buscaba era un extra-espuma macchiato16 de caramelo o


quizá un vaso extra-grande de Merlot.17

Pero la cosa de la sesión de espiritismo iba a ser bastante extraña sin tener en
cuenta mis brotes de pelo. "Huele interesante”, dijo ella, olfateando mi taza.
"¿Puedo probar un poco?"

Mamá y yo nos miramos, lo último que necesitaba era a Lindsey desplomarse


por envenenamiento. "Es como un gusto adquirido", dije. "Pero tengo una
agradable manzanilla de melocotón que sería perfecta", dijo mi madre.
"Relájate un poco antes de la sesión."

Lindsey no estaba comprando. "¿Qué tiene de especial aquel té?" -preguntó


ella.

Mi mamá puso una mano sobre el brazo de Lindsey. "Sophie tiene... bueno,
una condición médica especial," - le murmuró ella al oído. "El té ayuda, pero
si tú no tienes la condición, no es bueno para beberlo." Lindsey me dirigió una
mirada de preocupación. "¿Una condición médica? Sophie, nunca me dijo."

"Es congénita," mi madre me dijo con dulzura. "Y Sophie está bien. Gracias a
su té especial, la situación está completamente bajo control".

Bueno, eso extiende las cosas un poco, pensé.


16
Macchiato: es un café cortado típico de Italia, consistente en un expreso con una pequeña cantidad
de leche caliente y espumada.
16
Merlot: es una variedad de vid tinta.
Mi mama le sonrió a Lindsey como una versión plus en tamaño de la Bruja
Buena Glinda. Sin el vestido de Tinkerbell, por supuesto. Y el pelo rubio.

"Ahora, ¿Qué tal un poco de té de manzanilla de melocotón?"

"Bueno, supongo", dijo Lindsey, dejándose guiar por mi mama hacia la cocina.

"Pero todavía quiero saber acerca de esta condición tuya ", dijo ella.

"Me hago un poco peluda a veces, " Le confié cuando seguimos a mi mama.

Sus ojos grises se ampliaron. ¿Y el té ayuda? "

Yo asentí.

"Wow", dijo ella, después de mi mamá. "¿Tienes algo para la celulitis?"

Habíamos estado sentados por casi media hora alrededor de la mesa de la


cocina envuelta en terciopelo morado y cubierta con tantas velas que parecía
una torta de cumpleaños de un octogenario ,antes de que Tania llegara, con
una bolsa grande de color blanco. Ella era pequeña y en forma de pera, y sus
mejillas rojas le dieron un aspecto alegre como dije, un ser idéntico a una
joven señora Claus. Pero todavía me ponía los pelos de punta, podía percibir
su olor a rosas, polvo de bebé, algo que no pude descifrar y barbacoa.

¿Barbacoa?

"¿Recibiste todo?" preguntó mi mama cuando Tania puso la bolsa sobre el


mostrador.

"El plato de brisket18, extra-seco, ¿verdad?" -preguntó ella.

"¿Con las patatas y ensalada de col?"

Tania asintió.

"No sabía que era una cena y sesión de espiritismo", dijo Lindsey.

Mi mamá se rió. "Oh, no. Es para Ted."

Como por centésima vez, le recordé a mi mama que Ted Brewster estaba
muerto. Ella me ignoró. "estupendo", dijo ella con aprobación cuando Tania
sacó una tina de plástico de la bolsa. “Recordaste el zapatero".

"No conseguí el helado", dijo Tania. "Pensé que podría derretirse, espero que
este bien."

18
Brisket:(carne) falda.
"Es perfecto, cariño," dijo mi mama, desenvolviendo el plato de brisket y
poniéndolo en el centro de la mesa, rodeado por el bosque de velas. La saliva
inundó mi boca cuando Tania sirvió la salsa de barbacoa sobre la carne en
rodajas. Me había faltado una gran cantidad de comidas últimamente; tal vez
podríamos empezar con una bolsa de aperitivos de carne seca.

"¿Eso viene de los saladeros19?" preguntó Lindsey. "Huele celestial... pero ¿qué
es?"

No estaba segura de querer saber cómo mi mamá estaba tan familiarizada con
los hábitos de comer de Ted Brewster. Y porque lo que yo no sabía, no podía
ser sacado fuera de mí durante el interrogatorio, decidí no preguntar. Lindsey
se lamió los labios. "Cuando hayamos terminado con esto, ¿Podemos tener las
sobras?"

"He traído un poco más", dijo Tania. Tragué más saliva y mire a la nueva
asistente de mi mamá con un nuevo respeto. Tal vez la había juzgado mal.

"¿Hay alguna salchicha allí?" preguntó Lindsey.

"Lo siento", dijo Tania. "Sólo tengo brisket y pollo."

"Vamos a comer cuando hayamos terminado," dijo mi mama mientras


encendía las últimas velas. "No debe tomar mucho tiempo. El no ha estado
ausente de este plano durante más de unos pocos días." Las velas se
encendieron cuando apagaron el aire acondicionado, inundando la habitación
con una mezcla de especias y aromas florales. Mamá debe haber ungido las
velas con algún tipo de aceite de lo que alguna vez fue casi lo
suficientemente fuerte como para dominar el olor del brisket.

Casi. Tal vez podría echarme un muslo de pollo antes de empezar...

"Hay que ponerse en marcha mientras todavía está caliente", dijo mi mamá
mientras yo miraba la bolsa de grasa blanca manchada. "El calor va a sacar el
espíritu".

"¿Qué hacemos?" pregunto Lindsey.

Mi mama apagó el último fosforo y las luces. Con las persianas cerradas y las
luces apagadas, la sala de color púrpura oscuro se transformo en una cueva
oscura, iluminada con velas.

"¿Listo?" dijo ella en voz baja.

"Creo que sí," dije, cuando todo el mundo se estableció en torno a la mesa
redonda.

19
Saladero: Establecimiento fabril destinado a producir carne salada y seca.
"Tómense de las manos y relájense," dijo mi madre. Percibí el olor del aire
perfumando de carne y velas, pensando que sería mucho más fácil relajarse
con un atracón de pollo y brisket, y alcanzando las manos de mis compañeros.
La piel de Lindsey era fresca y suave al tacto, gracias a años de manicura
semanal. Pero recibí un escalofrío poco agradable cuando mis dedos tocaron
la arenosa mano de Tania, no fue sólo a causa de que se come las uñas. Le
lance una mirada a su redonda cara, pero estaba concentrada en mi mama.

"Todo el mundo a relajarse," dijo mi mama. "Una vez que todos estamos en
sintonía y la energía este bien, yo lo llamaré."

Mi estómago rugía audiblemente.

"Vacía tu mente," mi mama entonaba. Es fácil para ella decirlo, ya que


probablemente ya comió. "Y no importa lo que pase", añadió en voz baja, "no
se suelten de las manos".

Bueno, eso sonó ominoso.

Así que he vaciado mi mente. O lo he intentado, de todos modos. Entre el olor


de la barbacoa y la manera inquietante en que mis pensamientos siguen
volviendo al hombre lobo en la esquina, no estaba funcionando muy bien. ¿Mi
mama estaría en lo correcto acerca de mi verdadera naturaleza? , Me
pregunte. Yo soy un hombre lobo.

Pero también soy un ser humano.

¿No podría elegir el camino que quisiera?

Luego, el aire acondicionado se volvió a encender, envío una ráfaga de aire


perfumado de carne hacia mí, y mis fantasías se volvieron bruscamente de
nuevo a la barbacoa. Por un momento, de todos modos, los ardientes hombres
lobo, de pura sangre son difíciles de competir, incluso los saladeros. Después
de unos minutos de estar sentados allí, mirando el brisket que probablemente
sería frío en el momento en que fueron hechos, pensé con una punzada de
pesar de que evidentemente considere juzgar a mamá en el momento en que
tenia la razón.

"¿Todo el mundo listo?"

Asentí con la cabeza ligeramente. Yo estaba lista, está bien. Estaba lista para
este espectáculo en la carretera.

"Hacemos un llamamiento al espíritu de nuestro querido recién fallecido Ted


Brewster a estar entre nosotros", mi mama dijo con firmeza.

Y fue entonces cuando sonó mi celular.


Traté de ignorarlo, esperando a que aquel que me llamaba se diera por
vencido. Y lo hicieron. Pero al mismo tiempo que mi mama abrió la boca para
hablar, el estúpido teléfono sonó por segunda vez.

"Lo siento. Solo un momento “dije, rompiendo el pequeño círculo y corriendo


a mi bolso.

"¡Hola!", susurre en el teléfono.

"Porque la voz sexy, Sophie. ¿Qué está pasando?" era Heath.

"Estoy... uh" Eché un vistazo a la mesa, donde todo el mundo me miraba


atento "ocupada".

"Muy mal. Yo estaba pensando en ir", dijo. "Pensé que podría ser capaz de
terminar lo que empezamos hace un momento."A pesar de que tres personas,
incluyendo a mi mama, me estaban mirando, esperando mi ayuda para
contactar con un concejal muerto, sentí un cosquilleo pensando en esta
tarde.

"¿Dónde estás?" Tenía la voz ronca.

"Um... en la tienda de mi mamá."

"Oh, la tienda de sillas. ¿Cómo se llamaba? ¿Sit A Spill?"

Yo decidí no corregirlo. Todo lo que necesitaba era que él comprobara en la


guía telefónica.

"Sabes, realmente tienes que presentármela", dijo. "Ha sido casi un año,
Sophie, ¿Qué estás esperando?"

"Yo...uh..."

"Además, si ella es como tú, ella debe ser genial."

Miré a mi mama, que estaba envuelta en varios metros de seda de color


violeta y unos cuarenta brazaletes. Por mucho que amaba a mi madre, las
semejanzas entre nosotras, eran menos que sorprendentes. Al menos yo
esperaba eso.

"La comida se enfría, ¡Amor!" llamo mi madre.

Yo estaba encorvada sobre el teléfono. "Mira ¿Puedo llamar más tarde? Estoy
un poco ocupada."

"¿Qué está pasando?"

"No puedo hablar Me tengo que ir," yo cantaba en el teléfono. "¡Te amo!"
No espere la respuesta antes de colgar, mi timbre volvió a vibrar, y me
apresure a regresar a la mesa. Un momento después, el teléfono empezó a
zumbar, pero lo ignore y tome a Lindsey y a las manos arenosas de Tania. Mi
madre asintió con la cabeza hacia mí y repitió su petición de Ted Brewster a
pasar por un brisket.

Me preguntaba, ¿Como un fantasma iba comer? Cuando mi mama entono


algunas palabras extrañas y traté de no babear sobre mí, todos esperamos a
que Ted hiciera su aparición. No sé lo que estaba esperando, que las luces
parpadearan, o tal vez, que la mesa empezara a balancearse.

Pero no pasó nada.

Puede que te sorprenda oír esto, pero esta fue mi primera sesión de
espiritismo. Porque mi mama por lo general las hacía en luna llena, cerca de
un equinoccio o solsticio, de lo que ella llama las épocas de "poder" del año en
las que nunca había estado en el estado adecuado, si saben lo que quiero
decir, a asistir.

Nos sentamos por unos minutos más en la habitación a oscuras, esperando que
pasara algo. Estaba a punto de sugerir que partiéramos las patatas nuevas y
tal vez un poco de alimento ayudaría, cuando las velas parpadearon y una
brisa helada se extendió por la habitación.
Capitulo 8
Traducido por Sweet Angel

M
i primer pensamiento fueron los respiraderos del aire acondicionado,
pero la brisa provenía de otro lugar de la habitación.

“Ted” dijo mi mamá en voz baja y áspera.

Algo golpeó la mesa.

Bendita mierda.

“Si eres Ted Brewster, golpea una vez”

Algo volvió a golpear la mesa, y me alegré de haber ido al baño antes de


empezar con esto. Mis brazos tenían piel de gallina, y no era solo por el frío
de la habitación, aunque la temperatura había bajado unos 15º. Miré a
Lindsey, que tenía los ojos abiertos como platos, y luego a mi mamá, que
tenía los ojos cerrados y estaba tan relajada que parecía dormida. “¿Cómo
sabemos que es Ted?” susurré.

La mirada serena de mi mamá desapareció por un momento y unas arrugas


surcaron su frente. Luego, su rostro se volvió a relajar. “Ted” dijo ella.
“¿Cuántas yardas tuvo que correr Vince Young para lograr la anotación en
Rose Bowl?”

Después de un momento de silencio en el que creí que Ted estaba recordando


el juego, golpeó la mesa nueve veces. Mi mama sonrió. “Lo tenemos”.

Las velas empezaron a arder en el centro de la mesa, y el olor a carne se


intensificó. Ted debe estar comprobando la carne de la barbacoa. “¿Cómo
diablos sabes cuantas yardas corrió?” le murmuré a mi mamá.

“Yo fui a ver el partido, ¿recuerdas?” susurró ella. Luego se aclaró la


garganta.

“Ted. Te hemos llamado para que nos ayudes. Sabemos que tu vida en tierra
fue acortada, ¿podrías ayudarnos a descubrir quién apresuró tu salida?”

Después de un momento de silencio, ella añadió: “Simplemente golpea una


vez para sí y dos para no”

Golpeó la mesa una vez.


“Genial”, dijo ella, radiante. Me quedé en el centro de la mesa, donde
aparentemente algo se estaba metiendo en el plato. ¿Podría ser que Ted
realmente estaba tratando de comer?

“¿Es alguien que conocemos?”

Hizo una pausa por un momento, luego golpearon la mesa tres veces.

“Una para sí, dos para no” le recordó mi mamá.

Otra vez, tres golpes. Y el plato estaba definitivamente deteriorado.

Después de un largo momento, mi mamá suspiró. “No suelo hacer esto”, dijo
ella. “Pero si esto te sirve para ayudarnos te puedo ofrecer mi cuerpo para
que nos digas lo que necesitamos saber”.

Fuera lo que fuera, la cosa había dejado de hurgar en el plato. Mi mamá se


estremeció una vez, y un momento después, se sacudió las manos que había
mantenido juntas y se acercó al plato. “¿Alguien tiene un tenedor?”, preguntó
ella en voz baja y ronca, con un acento de Texas tan espeso que se
necesitaría un cuchillo para cortarlo.

“¿Mamá?” dije con voz temblorosa.

“Esa ya no es tu mamá” me susurró Emily. Luego, en voz más baja, ella dijo
“Los tenedores están en la maleta, que está en el mostrador”.

Mi mamá fue pesadamente, recogió la maleta y sacó un tenedor del paquete.


“Mmm” dijo ella un momento después, con la carne llena de carne. “Extrañé
esto”.

“¿Señor Brewster?” dijo Emily a mi mamá, mientras ella se metía un bocado


de col. Masticando el repollo, dijo: “¿Tiene algún Shiner Bock20?” No solo no
era mi madre, sino que era Ted Brewster. Esto era algo muy, pero muy raro.

Emily, sin embargo, lo tomó con calma “Lo siento, señor Brewster. Pero no
tenemos cerveza. Ahora, hablando de su reciente… muerte. ¿Tiene alguna
idea de quién pudo ser el responsable?”

Ted miró hacia arriba. “¿Por envenenarme?”

“Por envenenarlo”, repitió Emily.

“Bluebonnets21” dijo él, mientras le daba otro bocado a la carne. Y una gota
de salsa barbacoa cayó sobre la camisa de mi mamá.

20
Shiner Bock: Es una cerveza fabricada en estados unidos.
21
Bluebonnets: Es un lugar en Texas.
“¿Perdón?” dijo Emily.

“Bluebonnets”, repitió el con voz grave, “El puente 360. Ahí encontrarán lo
que buscan”.

¿El puente 360? ¿Qué tiene que ver un puente pintoresco, con esto? A menos
que el asesino de Ted Brewster se haya ido a vivir debajo de él, lo cual
parecía poco probable.

Tal vez fue bueno no tener ninguna Shiner. A Ted le estaba resultando difícil
hablar de este tema mientras estaba sobrio. “Mmm, ¿Señor Brewster?” le dije
a mi mamá. A Ted, me recordé a mí misma. “¿Puedo llamarlo Ted?”.

“Seguro, querida” hizo una pausa mirando molesto “¿Puedes esperar tu


turno?”

“¿Perdón?” dije.

La cara de mi mamá se aflojó. Un momento después, Lindsey gritó.

“¿Qué es?”

“¡Algo me toco!”

Mi primer pensamiento fue que mi mamá, bueno, Ted realmente, sus dos
manos estaban ocupadas sosteniendo un cuchillo y un tenedor. Luego algo me
pellizcó el pecho izquierdo.

Traté de pasar saliva, luego solté a Lindsey y aparte a la mano invisible. Pero
como sea esta ya había desaparecido. Un momento después, una risa aguda
resonó en la habitación.

“Junten las manos” ordenó mi mamá, que había soltado los cubiertos y se
había reclinado en la silla, para hablar. Excepto por la salsa barbacoa que
tenía regada, parecía completamente bajo control.

Agarré a Lindsey y a Tania. Cuando volvimos a conectar el pequeño círculo,


sonó la voz de mi mamá. “Gracias por visitarnos, espíritus, pero ahora les
pedimos que se vayan”.

Las velas volvieron a parpadear, y el frío desapareció.

Después de un momento algo extenso, mi mamá dijo unas pocas palabras más.
Luego nos dijo que ya podíamos relajar las manos. “Bueno, pues yo no
recuerdo nada”, dijo ella alegremente cuando se levantó para apagar las
luces. “Supongo que él llegó, ¿consiguieron algo bueno?”

“¡Algo me tocó!”, dijo Lindsey algo ofendida.


Mamá asintió con la cabeza. “Es el fantasma. Tendré que hacer algo con él.
Desde que llego Marge, él ha sido un dolor de cabeza. ¿Pero qué hay de Ted?
¿Qué dijo?”

“Parece que a él le gusta la barbacoa” dije. “Por el camino, conseguiste algo


de salsa en tu barbilla”.

Ella cogió una servilleta del escritorio y se limpió la cara. “Yo sabía que eso lo
iba a enganchar. Así que, ¿qué cositas conseguiste?”

“Bluebonnets”, dije.

Mi mamá me miró pensativa, “¿Bluebonnets?”

“No olvides el puente 360” añadió Lindsey.

Ella frunció los labios y suspiró. “Algunas veces, desafortunadamente, los


espíritus no hablan tan claro como me gustaría”

“Él estaba enfocado en la cerveza”, dije.

Los ojos de mi mamá brillaron. “¿Él quería una cerveza?”

Asentí.

“Bueno el viejo Ted”, dijo ella. “Podríamos volver a intentarlo, ¿qué piensas?”

“No” dijimos Lindsey y yo rápidamente.

“¿Están seguras?” preguntó ella.

“Seguro”, dije. “Además, estoy hambrienta”

“Eso es extraño” dijo mi mamá. “Por alguna razón, yo no”. Todas nos giramos
a ver el plato donde antes había estado la barbacoa.

Emily sonrió “Creo que es verdad lo que dicen, tú no puedes llevártelo”

Después de que mi mamá apagó todas las velas, (evidentemente soplarlas era
algo malo), nosotras nos repartimos lo que quedó de la barbacoa. Tania se
excusó porque sus principios morales no se lo permitían, ella era vegetariana.
Lo cual me hizo feliz dos veces; no solo porque ella se fuera sino también
porque con su salida había aun mas comida.

“Así que, ¿quién es este fantasma?", preguntó Lindsey, cogiendo otra papa. La
habitación entró en calor, después de todo era una casa vieja y afuera la
temperatura era alrededor de 19º, pero todavía se sentía algo de ese frío
sobrenatural. No todos los días tu madre es poseída por un concejal muerto,
recordando como aquel acento texano salía de los labios de mi mamá, me
encontré a mi misma deseando una Shiner. Instantáneamente, tomé otro
trago de mi té de mala hierba.

“No estamos seguras”, dijo mi mamá. “Nosotras lo llamamos Freddy”

“¿Freddy?”
“Freddy Fingers”, dijo Emily.

“Ah”

“Como sea”, continuó mi mamá. “Él vino cuando estábamos haciendo una
sesión de espiritismo hace unos meses. Intentamos que se fuera con algunos
hechizos, pero no lo hemos conseguido”.

“Justo cuando crees que se ha ido, vuelve a aparecer”, dijo Emily. “A una
mujer que estuvo aquí en la tienda, hace unos días, él le jaló la tanga hasta
sacarla de la falda”

“Ouch”, dije.

“Ella no me creyó cuando le dije que aquí había un fantasma” dijo Emily.

“Eso es lo que pasa cuando usas un hechizo de atracción”, dijo mi mamá


sabiamente.

“Ella no estaba usando uno”, dijo Emily.

Lindsey toco su medallón nerviosamente. “¿Tú crees que es por…”

Mi mama le dedicó una sonrisa “…Yo creo que a él le gustarías tu, sin importar
lo que usaras”.

“Gracias, Carmen” dijo Lindsey, todavía tocando el medallón. “Mientras


tanto, Sophie y yo estábamos pensando que como la sesión de espiritismo no
fue exactamente lo que esperábamos, deberíamos empezar a preguntar para
descubrir quién fue el que hizo esa poción.”

Mi mamá alzó las cejas, “¿Piensas que no funcionó? Pero a pesar de todo
conseguimos dos grandes pistas…”

“Cierto, Bluebonnets y el puente 360” dije.

“Exactamente” dijo mi mamá “Estoy segura de que son importantes”

Lindsey intento otra táctica. “Estoy segura de eso también. Pero mientras
estamos esperando que los espíritus del mundo… bueno, sean un poco más
claros, tal vez deberíamos intentar con métodos más tradicionales.”

Mi mamá estaba mordisqueando un pepinillo. “¿Cómo qué?”


“Estábamos pensando en hablar con la bibliotecaria que a Brewster le
gustaba”, dije, agradecida de estar pensando en otra cosa que no fuera ese
estúpido hombre lobo. Un problema que era estrictamente humano. Incluso si
era el juicio por asesinato de tu madre. “¿Puedes recordar su nombre?”.

“Hmmmm, una idea interesante. Creo que empezaba con J. Jennifer tal vez,
o Julia…”

“¿Mantienes registros de las pociones que haces?”

“¡Bien pensado, Sophie!”. Se levantó y se dirigió a la otra habitación “Sé que


están en algún lado” murmuró ella, y pude oír el sonido de los cajones al
abrirse y cerrarse. Me sorprendió que se encontraran efectivamente en un
archivador, tal vez el sistema de organización de mi madre estaba mejorando.

Ella regresó minutos después con una gran caja de cartón repleta de
documentos, y suspiré. “¿Están organizados por fecha?” pregunté
esperanzada.

Mi mamá se mordió el labio. “No realmente”, dijo ella, “yo solo los tiro ahí.
Pero es extraño, no puedo encontrar mi libro de hechizos por ningún lado”.

“No sé porque” dije secamente. Su “oficina” parecía que hubiera sido


saqueada por ladrones. Es un milagro que logre mantener “Sit A Spell” a flote.

“Yo siempre lo tengo por encima de los archivadores, pero esta noche no está
ahí”. Ella se mordió el labio “Bueno, no creo que lo necesite. Me sé la
mayoría de los hechizos de todos modos, además el nombre de la bibliotecaria
debe de estar por aquí” Y empezó a hurgar entre los papeles.

“¿Por qué cada una no se queda con una pila?” sugirió Emily.

“Buena idea” dijo mi mamá. “El nombre de Ted debería estar en esta, con
una poción de amor y algo de cuarzo, estén atentas a todo lo que diga eso.”

“Lo tengo” dije.

Mientras hojeaba mi pila, me sorprendí al ver esa cantidad de hechizos y


pociones, por no hablar de la variedad. ¿Cómo podía mi mamá acordarse de
todo esto? Sabía que muchas de ellas habían sido trasmitidas de generación en
generación. Por el lado de la familia de mi madre, eran conocidos por sus
excelentes capacidades psíquicas. Habían hechizos para amor, dinero… incluso
para mejorar el pene. “Él no tenía dinero para la cirugía", me explicó mi
mamá cuando le pregunté por esto.

“Mi abuela dijo que pudo alimentar a toda la familia, gracias al dinero que
hizo con eso”. Sonreí, ¿quién iba a pensar que la obsesión masculina por el
tamaño del pene iba a tener una historia?
“¿Para qué es el trigo sarraceno?", preguntó Lindsey, mientras miraba una
página arrugada cubierta de garabatos de mi mamá.

“Se supone que atrae la riqueza”. Mi mamá parecía un poco soñadora.


“También es bueno con el cerdo”.

“Acabas de comer”, le recordé.

Mi mamá se encogió de hombros. “Siempre puedo comer. Además, fue Ted,


no yo”

“Entonces, ¿cómo es que todavía hueles a cebolla?”

Lindsey nos interrumpió. “Un chico acaba de llegar y estaba buscando algo de
aceite. Raro”

“Usualmente son las mujeres las que preguntan por eso”, dijo mi mamá.
“Pero de vez en cuando, llega un hombre que pregunta por él…”

La mire. “¿Y accediste a darle esto?”

Ella se encogió de hombros. “¿Qué tiene de malo?”

“A menos que seas el niño en cuestión”, murmuré.

“¡Sophie!”, dijo Lindsey, “No sabía que habías hecho un hechizo”.

Bajé los papeles que estaba mirando, recordando las dudas de mi mamá antes
de responder. Tenía un mal presentimiento sobre el pedazo de papel que
Lindsey tenía levantado. “¿De qué estás hablando?”, pregunté levantando una
ceja hacia mi mamá, la cual estaba intentando ver la página que Lindsey tenía
entre manos.

“A menos que haya otra Sophie Anne”.

Miré a mi mamá. “Tú no…”

“Está aquí” dijo Lindsey, mirando la página. “Sophie Anne. Fue lanzado en
agosto”. Ella se giró hacia mi mamá. “¿Pero qué es lo de la raíz de Jezabel?”.

Mi mamá se puso roja como un tomate y le arrebató la página a Lindsey de las


manos.

“¿Para qué es la Jezabel?” demandé.

Mi mamá se aclaró la garganta. “Para la buena fortuna, querida” Ella guardó


el papel. “Seguí tu consejo, cariño, y comencé a centrarme en el trabajo.”

Al igual que había hecho al escribir la fecha, hizo todo a las mil maravillas.
“Espera un minuto”, dije, revisando la página. “Lirios, cuarzo rosa…” miré a
mi mamá, que de repente se había centrado en sus uñas. “Esto no es para la
buena fortuna. ¡Me hiciste un hechizo de amor!”

Ella se encogió de hombros “Oh, Sophie. ¿Cuál es la diferencia? Además, no


era exactamente un hechizo de amor…”

“Oh, ¿No?” Me había sentido avergonzada cuando mi mama había venido a mi


graduación de noveno grado vestida como Morticia de los locos Adams. Me
había sentido humillada cuando donó una cesta de hierbas medicinales para
una rifa del colegio. Había sido mortificada cuando ella insistió en comprobar
la fecha de la graduación con su péndulo mágico.

¡Pero un hechizo de amor! Mire a mi mamá, pero ella rehuía mi mirada


“Entonces, ¿qué fue exactamente?”

Ella se aclaró la garganta. “Fue más un hechizo de atracción, en realidad”

Mi respiración silbó entre mis dientes. “Un hechizo de atracción. Me hiciste un


hechizo de atracción”. Volví a revisar la página. Justo debajo de la palabra
cuarzo estaba mala hierba. Este no era un hechizo de atracción ordinario.

Este era un hechizo de atracción que incluía hombres lobo.

Tomé aire profundamente y estaba a punto de decirle a ella lo que pensaba


de lanzarle hechizos a inocentes víctimas y más cuando estas son sus hijas
cuando la puerta del frente sonó.

Mi mamá se levantó de un salto. “¡Mejor ve!”

A medida que se alejaba hacia la parte delantera de la tienda, la llamé.


“Todavía no termino contigo”.

Lindsey se giro hacia mí con entusiasmo. “Bueno, ¿funcionó?”

Ella rodó los ojos. “El hechizo, tonta”

“Dios, ¡no!” dije, haciendo una revisión mental de las últimas semanas. Claro,
Herb el exterminador de termitas no podía apartar los ojos de mí. Pero tú no
necesitas un hechizo de atracción para hacer que esto pase; él no podría
apartar la mirada de nada que caminara. Además, estaba usando el vestido de
cabaret de Lindsey con sus zapatos de tango. Y aunque estaba cubierto de
pelo, Herb definitivamente no era un hombre lobo. “Y es algo bueno
también”, dije. “Tengo suficiente con mi vida”.

En ese momento, mi mamá volvió a la cocina con una gran sonrisa. “Sophie”
cantó ella. “Creo que alguien quiere verte”.
Capitulo 9
Traducido por Sweet Angel

“Eso es imposible, nadie sabe que estoy aquí”.

“Mira por ti misma” dijo ella, y sus ojos brillaban.

Di un suspiro. “Bien pero aún no he acabado de discutir sobre el hechizo. De


hecho, quiero que lo elimines, inmediatamente.”

Ella ignoró mi último comentario y comenzó a quejarse con la tabla.“Niñas,


¿Podrían hacerse cargo de las velas?”, le preguntó a Emily y Lindsey.

Como las tres empezaron a trabajar limpiando el bosque de parafina, caminé


hacia la habitación principal y me encontré cara a cara, bueno, cara a espalda
pero de todas formas, con un hombre lobo.

Él estaba de pie cerca de la mesa que atravesaba la sala en frente de mí;


reconocí sus hombros anchos y su largo y rubio cabello inmediatamente. Pero
no necesitaba verlo para saber exactamente que era; podría decir que era un
hombre lobo solo por su olor.

El cual era tan embriagante que casi me hace caer de rodillas.

Tal vez mi mamá tenía razón sobre los hombres lobo.

No vayas allá, Sophie.

Me di la vuelta, con las esperanzas de regresar a la cocina, pero era


demasiado tarde. Él había captado mi olor.

Sus dorados ojos empezaron a brillar a medida que les daba la luz y se giraba
hacia mí. Todas las preguntas que tenía en mente se habían ido; en vez de
pedir detalles sobre las fases lunares, me encontré mirándolo con la boca
entreabierta. Después de parpadear por la sorpresa, él me dió una gran y
perezosa sonrisa tachonada con brillantes dientes. Antes de que pudiera
detenerme, me encontré preguntándome como sería besar a alguien con los
dientes así. Me alisé la falda y di un paso vacilante hacia adelante. De todos
los días para perder mis zapatos…

“Hola” dijo él.


Era una sola palabra, pero algo sobre la forma en que lo dijo con voz ronca,
con un leve gruñido me hizo querer fundirme en el suelo en ese mismo
instante. Me eché hacia adelante y agarré el mostrador.

Concéntrate, Sophie.

“¿Puedo ayudarte?” dije, solo con un poco de aliento.

Sus ojos me recorrieron de pies a cabeza, descansando en mi cara. Él estaba


usando los mismos vaqueros descoloridos, y una camiseta negra que se
extendía a través de su gran pecho. “¿Cómo es que no te había visto antes?”,
preguntó él.

“Me viste el otro día” dije, con la esperanza de que él recordara nuestro
encuentro en el boulevard Lamar. Luego pensé, ¡qué vergüenza si no se
acuerda!

“En el carro. Lo sé”

Menos mal ¡uf!

“Pero pensé que conocía a todas las personas de Texas”. ¿Todas las personas
de Texas? ¿Cuántas habrá?, me pregunté

Él se adelantó y se inclinó sobre la mesa del mostrador, sus ojos dorados


estaban sobre mí. Su acento era extraño, algo recortado, definitivamente no
era de Texas y olía de una manera picante, con un tono fuerte algo
embriagador. Yum. Tomé un profundo respiro, nunca había olido algo como
esto, silvestre y forestal de alguna manera. Casi salvaje. Y como sea esto
estaba haciendo que mi cuerpo respondiera de la manera más primordial.
Inquietantemente primordial.

Estúpidos genes de hombre lobo.

Di un paso de regreso al mostrador, con la esperanza de no verme como me


sentía, una perra en celo.

“¿Eres nueva aquí?” preguntó él.

Crucé los brazos y traté de mirarlo tranquilamente, qué estaba pensando,


¿hacerle preguntas a él?. No tenía idea de quién era o con quién estaba
asociado. O lo que haría si se llegase a enterar de que no soy una pura sangre.
Un escalofrió se deslizó por toda mi columna vertebral, esta vez mezclado con
un poco de miedo.

“No sé de qué estás hablando” dije, lanzándole otra mirada furtiva. ¿De
dónde era él? ¿Era parte de una manada? Estuve a punto de preguntarle algo,
cuando me acordé de que no debía hacerlo. Instantáneamente, dije “¿Puedo
ayudarte con algo?”.
Él mantuvo mi mirada por un momento, estudiándome, luego se hizo hacia
atrás del mostrador. “No, definitivamente me habría dado cuenta de ti así
que debes ser nueva”

“No lo soy” dije, casi involuntariamente “Nueva, quiero decir”

Sus ojos me recorrían “¿De qué manada eres?”

“¿Manada? No sé de qué estás hablando” Dije recatadamente, haciendo mi


mejor esfuerzo por sonar como Julie Andrews en Mary Poppins. Lo cual es muy
difícil de hacer si no eres británico y estás teniendo una conversación con un
hombre lobo por primera vez en la vida y muriendo por saber más pero
aterrorizada por preguntar y pensando en cómo luciría sin camisa. Lo que no
debía ser así, porque tenía un hermoso y amoroso novio humano.

“¿No?” dijo mirándome. “Supongo que no”, dijo lentamente. "Qué extraño,
¿Nadie se te acercó?”

Sacudí mi cabeza.

“Increíble”. Sus ojos, bueno… brillaron. No hay otra palabra para eso. “Así
que ellos realmente no saben que estas aquí”

“No” dije, antes de darme cuenta de lo que estaba diciendo. Nunca le había
contado a nadie lo que era, y ahora estaba teniendo una discusión crítica
sobre esto, por cierto, era un debate con un extraño y además hombre lobo..
“¿Quiénes son ellos?”, pregunté. Y ¿cómo se sienten con respecto a los
mestizos?

“La manada de Texas, por supuesto”.

Me enderecé. Si ellos tenían la misma opinión de los mestizos que la manada


de mi papá, la negación sería la mejor opción. A pesar de que probablemente
fracase, ambos sabíamos que él sabía lo que yo era. Pero todavía no lo había
admitido, así que eso era algo. Tal vez. “Realmente no sé de lo que estás
hablando”, dije rápidamente. Sí, claro. ¿Pero que se suponía que debía decir?
Me encontré mirando a sus ojos dorados otra vez. Mamá tenía razón, era
completamente posible ahogarse en esos ojos. Me sacudí un poco y me centré
en mirarle las manos. Largas y con cabellos dorados en ellas, fuertes, ¿cómo
se sentiría si…?

No pienses en eso. Levanté la mirada, enfocándome en un pentagrama que


estaba en la pared detrás de su oreja izquierda, y dije, “Si necesitas algo, voy
a conseguir a mi… al dueño de la tienda” Por poco digo a mi mamá.

“Tú sabes lo que necesito” dijo él en voz baja, y fue la sugerencia que usó
con su tono de voz lo que hizo que me sonrojara.
Me permití otro vistazo rápido, después de todo, ¿qué tan seguido te
encuentras con un hombre lobo de raza pura?. (Afortunadamente, no mucho)
Y aunque fue una pequeña mirada, conseguí un gran vistazo. Su cuerpo era
delgado y musculoso, como si él trabajara con regularidad o hiciera largos
recorridos por el país, lo cual era más probable; pelo rubio y largo; fuerte; el
mentón parecía cincelado y por supuesto, sus ojos de color dorado. Si sus ojos
hubieran sido azules, él hubiera sido escogido directamente para dirigir una
ópera. Siempre que pudiera cantar, por supuesto.

Él era, en otras palabras, dulce para los ojos. Y me quedé pensando en sus
ojos dulces, nada más. ¿Qué daño podría hacer?. Además no se podía negar
que tenía cierta vibración escandinava. El sonrió lenta y seductoramente, lo
que me permitió ver sus dientes blancos y puntiagudos, la clase de dientes
que puedes imaginar mordiendo el lóbulo de tu oreja. U otras cosas…

Me sacudí a mí misma. No había forma de que fuera a montar o dar un paseo


al atardecer con un hombre lobo y cuanto más tiempo me quedaba ahí, más
tentada me sentía a revelar preguntas. Así que no tenía sentido prolongar las
cosas. “Voy a buscar al dueño de la tienda” dije, empujando la puerta para
entrar a través de la cocina… donde estaba mi mamá, la que se quedó
mirándome como si uno de los editores de la cámara de compensación
acabara de llegar. “¿Así que?’’ dijo ella.

“Mamá…”

“¿Cómo fue?” preguntó ella brillantemente.

Terriblemente, terriblemente lujurioso. Tomé un profundo respiro y dije, tan


calmadamente como me fue posible: “Estuviste equivocada, él te necesita a
ti, no a mi”.

Sus ojos brillaron cuando dijo “No estoy muy segura de eso”. Sin embargo, fue
a la parte del frente.

“¿Qué fue todo eso?” preguntó Lindsey cuando ella se fue.

“Nada” dije despreocupadamente, más o menos despreocupadamente, de


todos modos.

“Bueno, si nada te dejo con ese aspecto” dijo ella, “lo mejor será que vaya a
averiguar quién es nada”. Ella se ajustó el encantamiento de protección que
se encontraba en su escote, y me encontré a mi misma deseando cogerla para
hacerla regresar. Tenía un muy mal presentimiento sobre esto. “¿Me veo
bien?”

“Realmente, no es nada” dije, mientras ella caminaba hacia la parte


delantera de la tienda. “Mi mamá tiene esto bajo control”

“No por mucho” dijo ella.


Y luego ella se había ido.

A seducir a un hombre lobo.

Lo cual era más que un poco preocupante, particularmente por que ella era
mi mejor amiga. ¿Y si él era uno de esos hombres lobo que comían mujeres
de los que yo había leído en los mitos y leyendas? O, pensé, con una
desagradable punzada de celos… ¿Molesta con ella? Lindsey era, después de
todo, hermosa por definición. Y ella estaba usando un amuleto de atracción,
para empezar.

Me hundí en la silla más cercana y cogí un montón de papeles, ciegamente.


Seguí ojeando el resto de hechizos de mi mamá y tensé mis oídos para tratar
de escuchar la conversación que estaba sucediendo en la parte delantera de
la tienda. Seguía pensando sobre las mismas cosas de mí que me confundían.

Tales como... ¿Y si a él le gustaba Lindsey? (Por supuesto, yo sabía que a ella


le gustaría. Quiero decir, ¿cómo no te iba a gustar? Claro, mientras no
supieras que era un hombre lobo, que lo era)

Seguido, naturalmente de, ¿qué pasaría si mi mejor amiga empezaba a salir


con un hombre lobo?

Y el pensamiento más preocupante de todos, ¿cuánto tiempo iba a poder


mantener mi pequeño y peludo secreto en secreto?

“Así que le di mi número”, dijo Lindsey mientras conducía a su apartamento


media hora más tarde. Mi mamá se negó, por supuesto, a decirme el hechizo
que me había lanzado a medida que se iba tan pronto como tuvo tiempo.
Lindsey solo había gastado veinte minutos hablando con el hombre lobo en la
parte delantera de la tienda, y ahora me estaba dando los detalles jugosos.

“¿Tú qué?”

“Yo le di mi número y él me dio el suyo”

Tomé un profundo respiro.

“¿Pasa algo? Pensé que no estabas interesada”.

Tuve problemas para concentrarme en el camino. “¿Estás segura de que…


bueno, él es tu tipo?”

“¿Qué quieres decir? Sabes que amo a los tipos altos, de esos acuerpados. Y
con ese pelo… que pueden saquear a cualquier hora.” Ella me dio un codazo
“Tal vez te podríamos conseguir uno de esos amuletos de atracción.”

“Tengo novio” dije remilgadamente. “Además, mi mamá ya usó un hechizo de


atracción en mí, ¿recuerdas?” Aunque yo estaba adivinando que era la mala
hierba, no ese hechizo, lo que había elaborado al señor hombre lobo en la
tienda.

“Si” dijo Lindsey, mientras nos dirigíamos al centro, al congreso que había en
el sur. “Pareciera como si ella quisiera juntarte con otra persona que no es
Heath”. Lo que ella no sabía es que los criterios para el novio adecuado según
mi mamá, eran que se transformaran las noches de luna llena y comieran
carne cruda.

Los criterios que se ajustaban al tipo que acababa de intercambiar números


con Lindsey.

A medida que nos acercábamos al lago Lady Bird, el viento golpeaba a Lindsey
en la cara a través de la ventana abierta, trayendo consigo un remolino de
olores que se escapaban en la noche, vegetación en descomposición y el débil
aroma de la madreselva. Olí; me di cuenta de que el hombre lobo se había ido
y yo no sabía cuál era su nombre.

“¿Conseguiste su nombre?” pregunté.

“¿El nombre de quién? ¿El tipo de la tienda?”

“Si”

“Tom”, suspiró ella.

Tom. Hmmm…

“Tentar a Tom” dijo ella. “Esos brazos… ¿Y viste como era cuando se dio la
vuelta?”

“Creo que no estaba tan mal” admití.

Ella se volvió hacia mi incrédula “¿No estaba tan mal? Jesús, Sophie. Ese tipo
era muy sexi, tal vez necesitas gafas.”

Me encogí de hombros.

Lindsey se asomó por la ventana para ver las luces de la ciudad. “Sabes, yo no
puedo poner mi dedo sobre la llaga, pero él parecía… diferente, de alguna
forma”

“¿Diferente?” Era solo una palabra para eso.

“No puedo hacer que pienses menos, pero sí. Algo… casi… peligroso. ¿Viste sus
dientes?”
Si, había visto sus dientes, los más grandes eran una pulgada más grande que
un diente normal, así que era difícil perderlos de vista. Mis propios dientes
eran un poco más afilados y largo de lo normal, particularmente mis caninos
(por supuesto), pero tal vez porque era medio humana, no eran los
suficientemente grandes para llamar la atención de alguien. Excepto de mi
dentista, que siempre se burla de mí y me llama su cliente vampiro.

Si tan solo él supiera.

“Todos eran puntiagudos” continuó Lindsey. “Casi como colmillos”. Lindsey


pensó en esto por un momento. “¿Tú crees que él los afila?”

Dios, ¿no podíamos hablar de algo más? ¿Cualquier cosa?. “¿Cómo están las
cuentas con las aerolíneas del suroeste?”, dije mientras nos girábamos hacia
la calle séptima.

“Oh, bien” dijo ella. Luego siguió hablando de su materia favorita. “Sabes,
normalmente, pensaría que sus dientes son extraños pero en él… es un poco
sexi. Solo parecían ajustarse a él, de alguna forma”

Tal vez porque él era un extraño hombre lobo. “Mmmm” dije evasivamente, y
luego volví a tratar de cambiar el tema. En voz alta, como sea, mi mente
volvía corriendo al hombre lobo. Yo había estado muy bien tratando de evitar
preguntas. Y no había saltado sobre él, aunque la idea sí había pasado por mi
mente. Pero todavía moría de curiosidad, estaba segura de que él sabía todo
tipo de cosas sobre los hombres lobo, las manadas y tal vez mejores formas
para evitar la transformación. Formas que quería saber.

Y también estaba sufriendo un nivel de lujuria que nunca había


experimentado. Lo cual significaba, que me estaba preguntando mucho lo que
había debajo de esa camisa hecha jirones, y esos jeans…

Me sacudí a mí misma. Hora de un baño de agua fría. Y me recordé a mí


misma cambiar de tema. Particularmente, desde que Lindsey había empezado
a jugar con Tom, por así decirlo. No, por supuesto, yo lo quería. “Esta fue una
noche extraña, ¿cierto?” dije. “Lo de Brewster. Honestamente, no estoy
segura de lo de la sesión de espiritismo, pero al menos, encontramos el
nombre de la bibliotecaria. ¿Qué dices de ir a visitarla en el almuerzo?”

“¿Crees que debemos ir a Uchi?” preguntó ella. “Amo el sushi, pero no todo el
mundo lo hace”

“Estaba pensando en ir por un bocadillo” dije.

“No para nosotras” dijo ella, “estaba hablando sobre Tom”

Mierda. No había manera de alejarla de aquel hombre musculoso. “¿Para una


primera cita? Creo que Sullivan o Fleming sería mejor”, dije con una pequeña
punzada de celos. Y una gran puñalada de recelo, aunque, ¿por qué Lindsey
no podía salir con Tom? Pero él era un hombre lobo, intervino mi conciencia.

¿Qué iba a hacer ella cuando se enterara de lo que ocurría en las noches de
luna llena?

Le recordé a mi conciencia que yo también era un hombre lobo y estaba


saliendo con un humano. Un humano que estaba empezando a hablar de
anillos de compromiso, de hecho, y todavía no sabía nada de mi “día del mes”
que requería de algo más fuerte que un Midol.

Además de mis reservas. No podía evitar que Lindsey y Tom tuvieran una cita
y si ellos lo hacían, el sushi no iba a ser suficiente. “Él parece una de esas
personas que les gusta ir por un jugoso bistec” dije amablemente.

“¿Tú crees?”

Trate de sonreír, pero me temo que salió más una mueca. “Confía en mi” dije
“Acabo de tener un presentimiento”
Capitulo 10
Traducido por Sweet Angel

N
o sé si era el plan de Lindsey era ir a bailar tango con Sigfrido el hombre
musculoso, la posibilidad de visitar a mi madre los próximos 20 años en
la cárcel o el hecho de que después de mantener un secreto por 20
años, todo un hombre lobo parecía andar volando por mi cara, pero después
de treinta minutos merodeando por mi casa, me di cuenta de que no había
forma de que me fuera a dormir pronto.

Estaba sirviéndome otra taza de mi te especial y apunto de abordad alguna de


las historias con las aerolíneas del suroeste, si estuviera despierta, pensé. Lo
cual podría ser productivo, entonces el teléfono sonó. Era Heath, la cual era
una distracción muy bienvenida.

“¿Qué estás haciendo?”


Suspire “Trabajando, lamentablemente”

“¿Estas ocupada?”

“Tengo que ir a una gran reunión para el lanzamiento de las aerolíneas. Pero
la verdad es, que estoy teniendo dificultades para dormir” dije, recostándome
en mi silla y cerrando los ojos.

“¿Quieres algo de compañía?” pregunto él, su voz era un poco ronca “Estuve
pensando en ti todo el día”

Sentí que un pequeño cosquilleo me atravesaba “¿En tu casa o en la mía?”

“Estaré allá” dijo él.

Cerré mi laptop con alivio, y cuando Heath llamo a la puerta 20 minutos


después, tenía una rosa roja en las manos, Dios, era tan romántico que salte
sobre él.

El olor de él era a afrodisiaco, la rosa cayó al suelo y Heath pateo la puerta


“Estuve pensando en ti todo el día” murmuro él, tirando de mi blusa.

Gemí anticipadamente, paseando con mis manos sobre su abdomen plano.

“Dios, te extrañe” suspiro él en mi oído.


Yo habría respondido, pero mi boca estaba ocupada. El tenía problemas con
los botones de mi blusa, y un momento después, la tela se deslizo, sus manos
se deslizaban por mi espalda, desabrocho mi falda y la dejo caer al suelo.

“Muy impresionante” murmuro él.

“Gracias” dije, mordisqueando el lóbulo de su oreja, “He estado haciendo


muchas abdominales”

“Bueno, eso también” dijo él. “Pero estaba hablando sobre tu ropa interior”

“El servicio de lavandería fue ayer” susurre.

“Ah” Dijo él, y llego a la parte del broche de mi sujetador. “Eso lo explica
todo. Pero te prefiero al natural” dijo él, y procedió a rasgar mi ropa interior
y coordino lanzarla hacia la esquina de mi habitación.

Tanto para la lavandería.

Ahora ya no estaba envuelta en los encajes de Victoria Secret, el inclino su


cabeza sobre mi pecho desnudo, su barbilla ligeramente erizada rozaba mi
piel. Suspire y cerré los ojos mientras su boca tapaba mi pezón, luego el otro,
antes de trazar una línea vertical sobre mi abdomen.

Cuando pensé que no podía soportarlo mas, el me levanto y me llevo a la


cama, llevándome debajo de las cobijas y hundiendo su lengua caliente
dentro de mí. Ola tras ola de calor me estremecían, y yo estaba al borde de
tener un orgasmo.
Y luego él se detuvo.

Mis ojos se abrieron de golpe “Estaba muy cerca, ¿Por qué te detuviste? ¿Qué
estás haciendo?”

“Ajustes de los desequilibrios en la ropa” dijo él, desabrochando su cinturón.

“¿Ahora?”

El sonrió, una sonrisa perezosa la cual hizo que me dieran ganas de lanzarme
encima de él. Pero un momento después, su largo, cuerpo bronceado dejo de
estar comprometido por su traje de “Brooks Brothers”, el me agarro las
piernas con sus cálidas manos y se puede resumir en que había empezado.

Yo estaba al borde de tener una segunda vez, cuando él se aparto.

“¡No!” Llore.

“Si” dijo él, y luego él lo clavo en mi.

“Si” gemí. “Si, si, si” Y por un feliz momento, todos mis temores se
disolvieron con el calor que había entre nosotros.
Estábamos tendidos en la cama, con Heath acariciando mi cabello, cuando el
dijo “Realmente estoy esperando nuestro aniversario”.

Oh, sí. Nuestro aniversario, el cual tendrá lugar en luna llena. En el


equinoxio, por lo menos. “Quería hablar de eso” dije. “¿Hay alguna forma de
que lo podamos posponer unos idas? ¿Tal vez hasta el fin de semana? Es un
gran día, y quiero poder realmente disfrutarlo” Para ser una humana, pero
eso no lo añadí.

“Yo ya tengo todo planeado” dijo él, acariciándome el cabello hacia atrás.
“No estás tratando de retroceder”

“No es que no esté emocionada” dije, con sus dedos preocupados por una
maraña leve. “Es que en un fin de semana, yo no tendría que preocuparme
sobre…” ¿Convertirme en un hombre lobo? “El trabajo del día siguiente”
termine.

“Te prometo que traeré la oficina a tiempo” dijo él. “Es nuestro aniversario.
Es un día importante” dijo él, rozando mi mejilla con sus labios “He estado
planeando esto por meses. Sabes, tengo que conseguir ir a Connecticut con
mis padres para encontrarnos pronto” dijo él mientras yo me movía incomoda
debajo de el. “Ellos te aman. Lo sé”

Si, pensé. Solo hasta que sepan que soy un hombre lobo, como sea “Seguro”
dije a medias, pensando, agradecer a Dios que ellos vivan en Connecticut.

“Pero tu mama está en la ciudad” continuo Heath, “¿Cuándo vas a


presentarme?”

Sentí mi cuerpo rígido “¿Mi mama?

“Si” dijo él, inclinando su cabeza sobre mi y paseo sus dedos sobre mis labios
“Estamos siendo muy serios o eso creo”
“Oh, sí” dije para responder a la pregunta que había en su voz. “Por
supuesto, también pienso eso. Quiero decir, que estamos tomando las cosas
muy en serio”

“Entonces ¿Cuál es el problema? ¿Estás preocupada de que yo no le agrade?”


Sus labios rozaron el lóbulo de mi oreja y gruño “Te prometo que me
comportare muy bien. Por lo menos hasta la hora de dormir”

Trague saliva, “Oh, no. No es eso. Es solo que ella… bueno, ella viaja mucho”
Yo no mencione lo que era y que iba a ir a un jurado. Y la cárcel, “Sabes, lo
mejor es que vaya a poner la rosa en agua” dije, levantándome de la cama.

Heath se apoyo en un codo, y me miro con esos ojos color chocolate “Sin
duda, ella esta parte del tiempo en la ciudad” dijo él, “Después de todo, ella
tiene una tienda aquí, ¿Cierto?”
“Ella consiguió una asistente que la ayuda con eso” dije mientras llenaba un
vaso con agua.

“¿Estás segura de que no hay ninguna otra razón, para no presentarnos aun?”
pregunto él.

¿Era transparente? Trague, “Para ser honestos, mi mama es…” me quede sin
voz. ¿Cómo iba a decirlo? ¿Una bruja psíquica que había cometido un
homicidio?

“¿Tu mama qué?” me impulso Heath.

“Bueno, ella es una especie de… gustos adquiridos” dije “Ella es un poco
inusual”

“¿Qué es lo raro en ella aparte de que tiene una hija maravillosa, inteligente,
perfecta y que no quiere ayudar pero si violar?” El me miro con algo más que
lujuria en sus ojos.

En lugar de responder, deje caer el vaso sobre la mesa de la cocina y me


apure por volver a la cama, donde la próxima media hora, nuestra
comunicación fue afortunadamente de la variedad no verbal.

Más tarde esa noche, sin embargo, mientras me acurrucaba en el brazo de


Heath, me encontré despierta y preocupada por el encuentro entre mi madre
y Heath ¿Cuánto tiempo iba a ser capaz de evitar lo inevitable? ¿Y lo
inevitable podría tener lugar en una penitenciaria, con mi mama vestida de un
íntimo anaranjado?

Podía sentir como todo mi cuerpo se volvía a tensar, así que trate de pensar
en algo más. El problema era, que la primera cosa que venía a mi mente era
el hombre lobo Tom. Pensé en su largo pelo rubio, su rostro cincelado. La
manera en que se veía con su jean el otro día mientras cruzaba Lamar.

Todavía me sentía perturbada por cómo me había sentido hacia él. Está bien,
la reacción de lujuria. Tan sexi como Heath era, había algo en Tom que
realmente la despertaba. Supongo que eso fue porque el atraía a mi
naturaleza animal, por así decirlo.

Hasta ahora, nunca había considerado que pudiera encontrar a un hombre


lobo atractivo, mucho menos malditamente sexi. Quiero decir, los dibujos de
los hombres lobo en los libros no eran exactamente así, solo tenían pelo y
cola, algunos de los cuales tenían parte del cuerpo colgando de la boca.

Y el único otro hombre lobo que he visto, estaba borracho y olía a perro sin
bañar, lo cual había sido menos que apetitoso si sabes a lo que me refiero.

Pero Tom no se parecía a nada ni nadie que hubiera conocido.

Lo cual significaba que los libros estaban equivocados.


De hecho, finalmente me di cuenta de que los libros estaban equivocados en
muchas cosas. Nunca había pensado en esto. En todo lo que leía, las personas
pierden todo el sentido de sí mismas cuando se transforman en su alter ego
peludo. Pero cuando yo era un lobo, todavía seguía sintiendo, no era como si
todo mi lado racional se hubiese ido por el inodoro.

Mis sentidos se agudizaban, por supuesto, y eso hizo mas difícil todo (Lo cual
me hacía pensar que no era muy diferente de cuando estaba en mi forma
humana) pero todavía seguía siendo yo.

Mientras estaba en los brazos de Heath, el mundo entero parecía estar


reorganizando todo lo que había a mi alrededor. Había gastado la mayor parte
de mi vida creyendo todo lo que había leído sobre los hombres lobo. Que eran
criaturas sedientas de sangre, inconscientes y repulsivas. Lo cual de alguna
forma me las arregle para creerlo pasando por alto el hecho en que era un
hombre lobo.

Y me gustaba pensar que ninguna de estas características se aplicaban a mí.

¿Podría ser que siempre estuve equivocada sobre los hombres lobo? Quiero
decir, sabía lo que mi madre decía de ellos, y sabía que mi papa me había
abandonado, presuntamente para que la manada de Paris no hiciera una tarta
de Sophie.

Pero la verdad era, que yo no sabía nada de hombres lobo. Y el que me había
encontrado hoy era cualquier cosa menos repulsivo.

Me acerque más a Heath, tratando de no pensar en Tom. Era irrelevante cuan


atractivo lo encontraba, me dije a mi misma. Ahora estaba aquí con Heath.
Pero desgraciadamente, la lujuria no era mi único problema.

Mis días de anonimato se habían ido, no solamente alguien había dejado


pequeños paquetes de mi te especial en mi oficina, también un lobo pura
sangre sabia de mi existencia. Y no tenía idea de que pensaba el sobre un
mestizo viviendo incógnitamente en Austin, mientras estaba ahí trataba de
contar los hilos de satén. Me preguntaba qué haría si unos hombre lobos se
presentaran en frente de mi puerta con unas estacas en la mano. Tal vez,
trataría de convencerlos de darme algún tipo de perdón o algo así. ¿O tal vez
ofrecerme para un trabajo libre de impuestos por mi protección?

Y mientras tanto, Lindsey estaba saliendo con Tom al tango, yo sabía que él
no era repulsivo, de hecho, el no era nada pero no tenía idea de su sed de
sangre. El no parecía o actuaba como si la tuviera, ¿Pero quién era yo para
saber? Era suficiente para darme pesadillas.
Me preguntaba, ¿Habrá sido mi responsabilidad advertirle a mi amiga de que
su pareja de baile era un ser sobrenatural?

¿Y ella me creería? Sin importar el hecho de que era su mejor amiga y que no
le había contado de que yo era un hombre lobo también.
Me di la vuelta, tratando de olvidar todos esos pensamientos perturbadores, y
finalmente sumiéndome en un sueño inquieto en el cual participaba Tom el
hombre lobo, un cuarto de cambio en uno de los centros comerciales más
importantes de Estados Unidos e inexplicablemente una marcha de la
universidad de Texas.

Y realmente, cosas que no quieres saber.

Llegue a la oficina de Lindsey por las 11:30 am, sintiéndome como si no


hubiera dormido más de dos horas la noche anterior. Lindsey estaba inclinada
sobre su computador, mirando fijamente el monitor. Yo esperaba que eso
significara que paso del modo zorra al modo normal. La última cosa que
necesitaba ahora, era que ella hubiera tenido una gran noche con Sigfrido el
vikingo hombre lobo.

“¿Lista?” Dije brillantemente, gracias a las cuatro tazas de café que había
tomado esa mañana, era hora de nuestro viaje con Jennifer la bibliotecaria.

“Rayos ¿Es tan tarde?” dijo ella mirando su reloj “¿Prefieres comer antes de ir
a la librería? Sin importar lo que hagamos, tengo que volver antes de la una.”

“No estoy tan hambrienta, primero vayamos a la librería y tomemos un


sándwich de regreso a la oficina.”

Mientras entrabamos al ascensor, mi celular sonó.

“Hola, Sophie querida” Era Heath.

Un agradable cosquilleo me recorrió. Toma eso Señor hombre lobo “Hola


Heath” dije con mi voz más sexi.

“Te llame a la oficina, pero te sigo echando de menos”

“Bueno, ahora estoy aquí. ¿Qué pasa?”

“Te estaba llamando para que estuvieras lista esta noche a las seis y media.”

“¿Qué hay a las seis y media?”

“Nuestra reservación en Fleming”

“Suena genial, pero ¿No íbamos a ir en nuestro aniversario?” dije,


inmediatamente deseando no haberlo hecho. Ya sabes, por el equinoxio y esas
cosas.

“No puedo esperar tanto” dijo él en voz baja y grave, que provoco un
hormigueó en mi interior “Así que a las seis y treinta. Bueno, las
reservaciones son a las siete, pero estaba pensando en tomar algo antes de
ir.”
“¿Así que nos encontramos ahí?” Pregunte, Fleming estaba a poca distancia de
mi oficina y de esa manera podría trabajar menos. No podría tener la
oportunidad de cambiarme, pero estaba usando un traje negro que me
quedaba bien.

“¿Estás segura de que no quieres que te recoja?” pregunto él.

“No, así está bien. Nos veremos ahí, además, necesito hacer algo de
ejercicio”

“Tendrás un montón en el futuro” Murmuro él y me reí.

“¿Cuál será el motivo?” Pregunto Lindsey mientras metía el celular en mi


bolso y entrabamos al vestíbulo del edificio.

“Cita en Fleming” Le dije a ella.

“Ooh, tal vez podríamos estar todos juntos”

“¿Quién?”

“Tu y Heath, Tom y yo”

Me tropecé y Lindsey cogió mi codo.

“¿Estás bien?” pregunto Lindsey.

“Bien” dije, ajustando mi bolso de Katy Spread “Solo bien”


Capitulo 11Traducido por Kat

L
a Bibliotecaria resultó ser una mujer alta, esbelta y pelirroja, con una
falda ceñida y escotada, eso hizo ver fácilmente por qué Brewster se
había interesado. También era fácil saber por qué surgió la poción de
amor; Brewster había tenido la edad suficiente como para ser su abuelo.

"¿Puedo ayudarles?" preguntó ella, perpleja por haber sido llamada a una mesa
para reunirse con nosotras.

"¿Tienes unos minutos?", pregunté. Cuando ella asintió, Lindsey y yo la


guiamos hasta una mesa apartada en un rincón. Ella olía bien, como a lirios
del valle, polvo de talco, y ¿Conejos...? Sí. Definitivamente a conejos. Arrugue
la nariz.

"Tenía la esperanza de que podríamos preguntarle algunas cosas acerca de


Ted Brewster," Dije, mientras nos acomodamos en las antiguas sillas de
plástico marrón. No pienses en conejos, Sophie. Los ojos dorados de Tom aun
seguían flotando en mi mente. O eso, ninguno de los dos. ¡Hola! Tu mamá ha
sido acusada de asesinato, ¿Recuerdas?

Mientras organizaba mis pensamientos lo mejor que podía y dadas las


circunstancias, Jennifer empezó a dar golpecitos con sus uñas pintadas de
color rosa en la desbastada mesa. "¿Ted Brewster?" preguntó ella, una
pequeña arruga apareció en su frente ligeramente pecosa. Parecía una
modelo de diecisiete años, fresca y ligera. No podía dejar de preguntarme si
Ted Brewster tenía reprimidas algunas tendencias pedófilas.

"Era un gran hombre", dije, sosteniendo mis brazos para demostrar la


circunferencia.

"Con poco pelo", agregó Lindsey. "¿Una especie de gnomo grande, y gordo?"

"Oh sí", dijo, sus ojos color avellana se iluminaron. "Yo sé de quién están
hablando. El concejal, ¿verdad? El de las botas de cocodrilo. Está aquí todo el
tiempo."

"Estaba, en realidad," dijo Lindsey.

Jennifer frunció los labios como si estuviera arrugándolos para un anuncio de


lápiz labial. “¿Estaba?”
"Está muerto", le dije. Definitivamente conejos, pensé, y volví a inhalar. Dos
de ellos.

Jennifer levantó una pálida mano sobre su garganta. Sus uñas estaban
perfectamente formadas, me preguntaba donde se había hecho la manicura.
Su falda era preciosa de la nueva colección de DKNY22, si no me equivocaba.
Para una bibliotecaria, ella parecía estar bastante bien por sí misma.

¿Muerto? Ella respiro. "¡Oh, Dios mío. No tenía ni idea... lo siento mucho".

"Está bien", dijo Lindsey. "No era como si fuera mi tío, ni nada. Sólo
preguntaba si podríamos hacerle algunas preguntas. Estamos investigando su
muerte."

Mis sentidos se dispararon, y le di Lindsey una mirada de advertencia. Qué


pasaría si Jennifer preguntara quiénes éramos, Nosotros no éramos
exactamente la policía o incluso investigadores autorizados.

Por supuesto, Lindsey me ignoró.

Y, afortunadamente, Jennifer no era del tipo que solicitaba credenciales.

"Claro", dijo. "Aunque no sé si pueda ser de mucha ayuda”.

"Así que puedo considerar que no lo conocía muy bien", dijo Lindsey.

"No realmente", dijo. "Pero a él le gustaba preguntarme mucho".

“¿Preguntas?” sugerí.

"Material de investigación. Tú sabes, cómo donde encontrar las cosas en


LexisNexis, y todo eso." Ella encogió sus delgados hombros y tiró del dobladillo
de su falda, que se aferraba a las curvas de su cadera como pegamento.

"Cosas curiosas, de verdad. Acerca de ranas y salamandras. Todas estas cosas


de las especies en peligro de extinción". Extraño. ¿Qué querría un político pro-
desarrollo al preguntar acerca de las especies en peligro de extinción? A
menos que él estuviera tratando de encontrar la manera más eficiente para
deshacerse de ellos.

"Siempre preguntó por mí, por alguna razón", agregó Jennifer.

22
DKNY (Donna Karan New York) es la marca de la diseñadora Donna karan. También el nombre de una
cadena de ropa en Nueva york asociada a la línea de Donna karan. DKNY es una colección moderna,
juvenil.
Vaya, yo no podía entender el por qué.

"Él fue muy lindo, me imagino", continuó. "Era una especie de gran oso de
peluche.

Lindsey y yo nos miramos. ¿Ted Brewster? ¿Lindo? Supongo que si hubiera osos
de peluche sin pelo y con un neumático de repuesto gigantesco, yo podía
verlo. Aunque. Tal vez él le había dado la poción de amor.

"¿Alguna vez él le trajo algo?" preguntó Lindsey.

Jennifer tamborileo sus uñas de nuevo. "¿Traerme algo? ¿Cómo qué?"

"No sé", dije. "¿Un café o algo así? ¿Un trago?", Yo sabía que para que una
poción de amor surtiera efecto una persona debía tomarlo. Yo había oído los
consejos de mi mama para muchos de sus clientes diciendo que duraría
incluso años. En general, les dijo que para que la poción diera efecto en
primer lugar, debían administrar una dosis de hasta diez o más, que siempre
parecían excesivas para mí, pero la poción parecía tener efecto. Si no
funciona, dijo, por lo general es porque no recibieron la dosis completa.

Ahora bien, yo seré la primera en admitir que mi mama está dotada en el


campo de la magia, pero todo lo del hechizo de amor siempre me ha parecido
un poco sospechoso.

Por otra parte, no podía negar el hecho de que el hombre lobo no volvió
mucho después de que mi mama hiciera un hechizo de cuarzo de rosa con mi
te especial...

"No, no me compro un café", dijo Jennifer, sacudiendo la cabeza. Luego se


detuvo. “Espera. Me trajo uno de esos Frappuccinos de Té Verde la semana
pasada dijo que tenía un compre uno y reciba otra completamente gratis. Ella
arrugó la nariz. "Debió ser un nuevo sabor a flores. Bebí un poco de él,
pero...”

"¿Cuánto bebiste?", Le pregunté.

"No lo sé. ¿Tal vez la mitad?"

¿Y te sentías bien después de esto? "preguntó Lindsey, inclinándose hacia


delante en la silla.

"Sí..." Jennifer entrecerró los ojos con suspicacia. "¿Por qué quieres saber
eso?"

"Creemos que... bueno, podemos estar equivocadas, pero creemos que a Ted
Brewster le gustabas", dijo Lindsey.

"¿Y?"
"Creemos que a él le gustabas tanto que trató de darte algo para que le
gustaras", dije.

“¿Tú crees en los fantasmas, verdad?”

Entonces se dio cuenta de las implicaciones de lo que acababa de decirle.


"Espera un segundo. ¿Quieres decir... que él trató de drogarme?”

Lindsey le dio unas palmaditas en su mano. "No lo sabemos con certeza...


pero sí sabemos que compró una poción de amor para ti.”

Ella puso una mano en su garganta. "¡Oh, Dios mío! ¿Una poción de amor?
¡Peculiar!"

"Evidentemente no funcionó", murmuré para Lindsey.

"Ciertamente, no tuvo el efecto que Brewster esperaba," respondió ella.

"¡Qué bueno también!"

Jennifer se animó un poco a este intercambio. "¿Qué quieres decir? ¿Cómo


murió?"

"¿Debemos decirle?" Le dije a Lindsey.

"No puedo pensar por qué no".

Me mordí el labio. "Bueno, de acuerdo con los papeles... fue envenenado".

Jennifer se quedó sin aliento. "¿Envenenado? Oh, Dios mío..." Sus ojos color
avellana se ampliaron. "No creo... el Frappuccino...”

"Probablemente no", le dije. "Porque todo lo que él bebió lo dejó así. Tú no te


sientes enferma ni nada, ¿Verdad?"

Jennifer sacudió la cabeza.

"Y él era un poco más grande que tu", agregó Lindsey. "En un orden de
magnitud, de verdad."

"¿Hay un Starbucks cerca de aquí?" Le pregunté a Jennifer.

"¿Por qué?" Lindsey y Jennifer preguntaron al mismo tiempo.

"Sólo quiero hacer un experimento. A ver si se alteró la bebida".

"Hay uno a una cuadra de distancia," ella dijo.

"¿Puedes salir por unos minutos? Voy a otro lugar que tenga Frappuccino”.
"Permítanme verificar", dijo. Cuando regresó con el visto bueno, las tres
acudimos por el café.

Una ráfaga de aire con sabor a café, me golpeó cuando abrimos la puerta
giratoria, noqueando a casi todos los demás olores incluyendo el aroma a
conejillo distractorio de Jennifer.

Cinco minutos después, mientras sorbía mi pequeño latte con espuma extra y
Lindsey comía un pedazo de pastel de limón, Jennifer tomó un sorbo
provisional de un Blackberry de Té Verde Frappuccino. Lo había ordenado del
tamaño más grande, por supuesto.

"¿A qué sabe?" Le pregunté con ansiedad.

Ella lo agitaba alrededor de la boca y asintió.

"¿Qué significa eso?" Lindsey preguntó.

"¿Es la misma bebida?"

Jennifer tragó saliva y miró la taza. "¿Cuántas calorías creen ustedes que tiene
esto?"

¿Quién sabe? ¿A quién le importa?, “¿Es la misma bebida?,” insistí.

Dio otro sorbo, y luego movió la cabeza. "No".

Miré a Lindsey. "¿Ves?"

"¿Ver qué?", preguntó con la boca llena de migas.

"La poción. El no fue envenenado al salir de la tienda de mi mama. Si hubiera


sido así, ella habría estado afectada también."

"¿La tienda de tu mamá?" Jennifer dijo. "Cool. ¿Tu mamá tiene un Starbucks?"

Lindsey no le hizo caso. "Estamos asumiendo que hay que poner la poción en
su bebida. Pero no hay manera de saber".
"Ella dijo que hoy sabía diferente de lo que sabía el día en el que él le compró
uno", le recordé. "Supongo que es porque fue manipulado".

Lindsey se volvió hacia Jennifer. "¿Cómo te sientes acerca de Ted Brewster?"

Jennifer tomó otro trago largo y parpadeó. "Pensé que habías dicho que
estaba muerto."

"Bueno, bueno," dijo Lindsey. "¿Cómo te sientes acerca de él?"

Ella se encogió de hombros. "No fue tan malo, supongo. No fue como si yo
hubiera querido casarme con él ni nada. Pero fue bonito. Es una lástima que
muriera."

Le levanté una ceja Lindsey. "Lindo". ¿Ves? "

"No exactamente concluyente", dijo.

"Estamos hablando de Ted Brewster. ¿Te acuerdas? ¿Calvo, obeso? No es como


si estuviera Hugh Grant."

"Verdad."

Me volví hacia Jennifer. "¿Cuándo te llevo el Frappuccino?"

"Creo que fue el lunes pasado. Espera, no... El martes pasado."

"Y de acuerdo a mi mama, él compró la poción lunes", le dije.

"Así que si Jennifer no se enfermo después de beberlo, entonces Ted no debió


haber sido envenenado cuando estuvo en la tienda."

"Eso es algo, supongo," dijo Lindsey, lamiendo el último glaseado de limón de


sus dedos. “Tú no guardaste la bebida, ¿Cierto?", preguntó, mirando a
Jennifer.

Jennifer la miró como si tuviera frutos secos y tomó otro sorbo de su bebida
verde gigante.

Oh, bien.

Después de dejar a Jennifer y su Frappuccino de vuelta en la biblioteca, nos


dirigimos al carro de Lindsey. Mi auto todavía tenía un gran agujero en lugar
de una ventana. A medida que cruzamos la ciudad por la parte superior hacia
abajo, un cóctel de olores se arremolinaron a través del auto: árboles de
plátanos, los patos del lago Lady Bird, los gases de escape de un camión
diesel. Y los vagabundos en la calle 6.

Ick.
"¿Podemos poner la capota?”, Le pregunté.

"¿Por qué?"

"Apesta".

"Tú y tu nariz", dijo, presionando el botón para elevar la capota. "A veces
pienso que eres parte sabueso”.

No exactamente, pero no estaba muy lejos tampoco. "Así que sabemos que la
poción no lo enveneno al salir de la tienda de mi mamá," le dije mientras nos
dirigíamos hacia la tienda de bocadillos.

"Todavía no sé lo había puesto a su bebida."

"Vamos", dije. "Ella dijo que Brewster era lindo. ¿Qué más pruebas se
necesitan?"

“Decir que alguien es lindo no es exactamente lo mismo que caer enamorado


de él", dijo. "Pero ella dijo que el Frappuccino sabia diferente".

"Así que la próxima cosa que tenemos que saber es quién puso el veneno".

"Sabes, creo que sólo podrías hacer de Sherlock Holmes para el


funcionamiento del dinero."

Le saque la lengua. "Muy bien, Nancy Drew. ¿Alguna sugerencia?

Lindsey se volvió hacia mí, sus ojos grises brillaban. "¿Qué te parece si vamos
a hacer una visita al director de la campaña de Brewster?".

"Sabes, que no es una mala idea", dije. "Tal vez podríamos saber algo más
sobre su vida personal también".

"Tal vez pasar la nariz por su despacho."

Cambié mi asiento y controle mis piernas. ¿Qué fueron todas esas metáforas
de perro? ¿Me había olvidado de afeitar o algo así? mire a Lindsey. ¿Sería
posible...

¿Lindsey se había enterado de mi peludo secreto?

Descarté la idea de inmediato. Lindsey no lo sabía. ¿Cómo saberlo? Además,


incluso si lo hiciera, ella no trataría de chantajearme.

¿Verdad?

Sacudí mis sospechas y dije, "Esperemos que el director de campaña de


Brewster sea hombre. De esa manera puedes distraerle, para que yo pueda ir
a husmear".
"Me parece bien."

"Cuando volvamos a la oficina, voy a llamarle y hacer una cita. ¿Para comer
mañana?"

Yo me reí. "Déjame ver si es un hombre o una mujer de primera. Y Vamos a


ajustar el dobladillo para adaptarse".

"No recuerdo que Nancy Drew sedujera a ninguno de sus sospechosos."

"Piensa en ti como Nancy crecida."

"Dios", dijo Lindsey, examinando su cabello oscuro en el espejo retrovisor.


"¿Crees que debo ir de color fresa rubio?"

"Tal vez deberías hablar con Tom," le dije.

"Mmm. Es algo, ¿no?"

Era algo, está bien. Lindsey no sabía exactamente qué era ese algo. "¿Has
hablado con él desde que se reunieron en la tienda?", Le pregunté.

Ella me miró. "¿Por qué?"

"Sólo por curiosidad", dije, tratando de parecer indiferente.

"Me llamó anoche, y hemos acordado una cita. Ah, y preguntó acerca de ti",
dijo.

Podía sentir mis orejas arriba. "Ah, ¿Sí?"

"Quería saber cuánto tiempo habías vivido en Austin. Yo le dije que habías
crecido aquí."

Tragué saliva. "¿Ah sí?".

"Por alguna razón, parecía sorprendido de que no hubiera tropezado contigo


antes."

"No puedo saber por qué ", dije, tratando de disminuir mi ritmo cardíaco, el
cual sentía que se acercaba a los 200 latidos. "¿Así que cuando vas a salir?", Le
pregunté, tratando de cambiar de tema.

"Esta noche, en realidad," dijo.

Sentí un nudo en el estómago. "Él no pierde el tiempo, ¿verdad?"

"No puedo decidir qué ponerme", dijo. "Tal vez me deslice antes de tiempo a
Nordstrom."
Ahogue un suspiro. Una pre-fecha del viaje Nordstrom significaba que era más
que un poco interesados. No es que yo pudiera culparla. "Bueno, quiero saber
cómo va", dije, aunque no estaba segura de que quería saber. "Y ten cuidado",
le dije. "Tú no sabes nada de él. Por lo que sabemos, podría ser peligroso", le
advertí. "Es posible que desees traer tu spray de pimienta, por si acaso".

"No te preocupes", dijo, mirándome como un gato "Tú me conoces. Cuidadosa


es mi segundo nombre."

Eso no fue un consuelo.


Capitulo 12 Traducido por Kat

C
uando apague el computador, me di cuenta de que faltaba un cuarto
para las seis. Me sentía un poco mejor sobre las cosas. No estoy diciendo
que las cosas sean color de rosa todavía tenía que hacer la prueba de
drogas, mi mama todavía era acusada del asesinato, y mi mejor amiga había
empezado a salir con un hombre lobo, pero al menos, tenía la cuenta de las
aerolíneas del sudoeste bajo control y una cita para cenar en Fleming.

El sol parecía una gran pelota naranja inmersa en el horizonte, me detuve;


unos minutos después, los fríos edificios de Withers y jóvenes desaparecían a
medida que volteaba hacia la izquierda derecho hacia la calle sexta cerca a
Fleming. Realmente estaba babeando de solo pensar en un bistec.

Está bien, no solo era el bistec. Amo los buenos cortes de carnes exóticas,
pero admito que esta noche estaba más interesada en saber sobre las
actividades que había planeado Heath para esta noche, y no creo que fuera
café con crème brûlée.23 Hice un rápido repaso mental, con la esperanza de
no haberme puesto ropa de abuela esta mañana.

Después de la pequeña verificación del vestido y darme cuanta de que no


llevaba esa ropa, tome un profundo respiro, inhalando la mescla de los olores
que traía la ciudad, los cuales con la noche ya se había transformado de los
hombres en pantalones a las mujeres en spandex24. El olor de algunos cuerpos
sin bañar irrumpía en el aire húmedo, junto con el olor a basura, pero a pesar
de todo, amaba la mescla de olores de una multitud de personas.

Especialmente de la gente de la calle sexta por la noche, el cual tenía un


buen aderezo de calor sexual.

Aspire profundamente, tratando de organizar los olores, detecte uno cobrizo


de algún vampiro, un olor frío que era de esperarse, a menos de una cuadra
de Fuga, un Bar de Austin sólo para vampiros. Por supuesto, la mayoría de
Austin no lo sabía. Al igual que yo, a la población de vampiros le gustaba volar
bajo el radar. Lo cual debe ser difícil cuando se tiene que morder a la gente
para ganarse la vida. Tomé otra bocanada de aire, haciendo otro
reconocimiento olfativo. No había hombres lobo.

23
Crème brûlée: Es un postre.
24
Spandex: Alguna clase de tela elástica.
No había Tom.

Al cruzar la calle sexta para evitar el lugar de reunión de los vampiros, pero
hasta donde yo sabía, ellos no sabían nada acerca de mi, mi mente volvió al
lobo que había conocido en Sit A Spell, y a su enloquecedor olor. ¿Acaso él y
Lindsey realmente habían empezado a salir? ¿O acaso la consideraba un
atractivo bocadillo de medianoche? Tom hizo una referencia a las manadas,
pero yo no sabía si pertenecía a una.

¿Y cómo se siente América acerca de los hombres lobo que datan los seres
humanos? ¿Tienen en los últimos veinte y tantos años derechos civiles en el
mundo los hombres lobo? Después de todo, esto era Estados Unidos, el crisol
de las grandes razas. ¿La cosa interracial de la aceptación del conjunto se
extendió a los hombres lobos?

Al pasar el Chuggin' Monkey, el cual ya se estaba llenando de estudiantes


universitarios, mostrando sus identificaciones falsas; en un ir y venir de fotos
de la prueba de 100-Kool-Aid, recordé lo poco que sabía sobre la actividad de
los hombres lobo en Texas. Estaba bastante segura de que había manadas en
las grandes ciudades que habían capturado varios grupos de hombres lobo de
vez en cuando en algún viaje de negocios a Dallas y Houston. A pesar de mi
curiosidad, me había mantenido a distancia. Dudé que un enfrentamiento con
hombres lobo hiciera mucho para impresionar a mis clientes. Y, además, en lo
que se refiere al mundo de los hombres lobo, yo creía firmemente que cuanto
más tiempo se quedaran ignorándome, mayor seria la probabilidad de que me
quedara feliz. O por lo menos viviera. Pero de alguna forma no estaba segura,
como siempre me las había arreglado para permanecer fuera del rango. Y
apuesto a que nadie se había aparecido en mí puerta preguntándome si
quería una tarjeta de miembro de la manada o una estaca de madera a través
del corazón, pensé que mi secreto estaba a salvo.

Ahora, sin embargo, alguien me estaba enviando paquetes de mi te especial,


lo que significa que al menos una persona, probablemente una persona, lo
había averiguado. Una cosa que tenía clara, sin embargo. Quienquiera que
fuese, no tenía ningún interés romántico en mí.

Pensé en los dorados ojos de Tom, la forma en que comía, como si él


estuviera viendo el fondo de mi alma, o al menos el fondo de mi agotamiento
mental. Suprimí un escalofrío. Tom sabía de mí también. ¿Iba a dejar que el
gato o en este caso, el lobo me sacara de la bolsa?

El aire por entre los dientes produjo un silbido. Tras veintiocho años de
mantener el peludo secreto escondido, de repente, mi doble vida se estaba
viendo en riesgo de ser expuesta.
Por primera vez pude recordar, que yo estaba deseando que mi padre se
hubiera tomado el tiempo suficiente para darme algunos consejos sobre la
etiqueta de los hombres lobo. No es que tuviera el deseo de unirme al mundo
de los hombres lobo. Quiero decir, ¿Quien quería estar con un grupo de
monstruos a los cuales les gustaba perseguir a las personas solo por deporte?
Al menos creo que cazaban a la gente como he dicho, no es que estuviera al
día sobre los deportes y pasatiempos de los hombres lobo. No, yo no estaba
interesada en formar parte del extraño show sobre colmillos y pieles. Yo sólo
quería saber cómo mantenerme bajo el radar. Y si eso no fuera posible, cómo
evitar que la gente me persiguiera por la ciudad con un camión lleno de
estacas de madera.

Tomé un respiro profundo, tratando de limpiar mi cabeza y me detuve cuando


percibí un nuevo olor en la brisa.

Hombre lobo.

Jeez. ¿Acaso hubo una convención en la ciudad de hombres lobo o algo así?
Casi me había conseguido arreglar cuando un tipo con 100- en la prueba de
aliento y menos que los hábitos de higiene exigentes chocó contra mí.

"¡Cuidado!, señora, dijo con brusquedad, y procedió a entrar tras un poste de


luz.

Dio unos cuantos pasos de distancia, resistí la tentación de plantar mis


zapatos puntiagudos en su amplio trasero. No tenía sentido arriesgar unos
Scuff de cuero. A medida que me enfrentaba al dilema, olí de nuevo, tratando
de obtener una lectura sobre la pista que había recogido antes de que el Sr.
alcohol y mal olor corporal casi cortaran el olor. Era débil, nada como Tom,
pero lo que es, es.

¿Pero dónde?

Una gran parte de mí quería seguir caminando. Porque tenía hambre, Heath
estaba esperando por mí, y me moría por un buen vaso de Cabernet
Sauvignon. Y después de todo, si yo no los podía ver, pensé, que entonces
ellos no podían verme.

Pero alguien me estaba amenazando. Y si un hombre lobo era el responsable,


quería saber donde se encontraba.

Troté lejos, impregnada del aroma a alcohol, el cual ahora estaba encerrado
en lo que parecía ser un mortal combate con un bote de basura, y este se
deslizó por la calle lateral más cercana. El aliento de cerveza se había ido,
pero había sido sustituido por el olor irresistible de verduras podridas y grasa
rancia.
Me concentré en el perfume del hombre lobo, tratando de bloquear los olores
que había, casi me perdí por un instante, pero una ligera brisa lo atrajo de
nuevo a mí. Unos minutos más tarde, di vuelta a la esquina justo a tiempo
para oír un gruñido y una mordida.

Me asomé a un callejón oscuro con tres lobos mixtos bien dotados en forma de
triangulo delta.

Parecía la escena de una película de bajo presupuesto de terror. Pero como


no había cámaras, fue una buena suposición de que lo que estaba mirando era
algo real.

Mientras miraba, el más grande de los tres que no decía mucho, porque todos
eran lo bastante insignificantes, se acercó a la muchacha, con sus colmillos
descubiertos. Él tenía un peinado divertido con el pelo sobre cada ojo como
cejas de hierba. Y el resto de él parecía demasiado suave, como una especie
de conejo de Angora cubierto de vegetación.

"Basta ya", le dije.

El afelpado se dio la vuelta, sus cejas de lobo poofy se sacudieron por la


sorpresa. Los otros dos me miraron con cautela. Uno de ellos era tan
descarnado que tuve un súbito deseo de echarle un par de palitos de carne
seca.

La piel del otro era tan enmarañada que parecía un lobo arenoso, una fuerte
brisa me trajo el olor de su piel, yo casi me amordazo. Dulce Jesús. Me tapé
la nariz con una mano y di un paso involuntario hacia atrás. ¿A caso era mitad
zorrillo?

Como ya me estremecía con el ramo personal de Apestoso y Afelpado se


estaba recuperando de la sorpresa. Me decidí por Flaco y su piel, él me dio
otro punto de vista con sus colmillos amarillentos y dio dos pasos hacia mí.

Y fue entonces cuando salió un gruñido de mi garganta.

El mayor de ellos se congeló, y los tres de ellos Afelpado, Flaco, y Apestoso


me miraron, tenían las orejas tiesas hacia adelante.

Le di una sonrisa con mis grandes dientes a Afelpado, la lucha contra el


impulso de cambio la sentía hirviendo bajo mi piel. Pero la joven de la
hermandad estaba mirando hacia mí como si susurraran hombre lobo, y yo no
estaba demasiado interesada en que me brotara un abrigo de piel en frente
de un testimonio humano. Era casi una lástima que no los hubiera logrado
golpear, de verdad.

Supe instintivamente que esos tres perros no eran rival para la comida,
aunque estoy bastante segura de que nunca me los había encontrado antes,
era evidente que ellos habían sido hechos y no habían nacido lobos. Debido a
que su olor era mucho más humano que lobo y no tenía nada que ver con
Tom, cuyo olor era...

Deja de pensar acerca de Tom, Sophie. Quiero decir, jeez. Ahí estaba yo cara
a cara con tres hombres lobo, y me pongo a pensar en otro tipo...

Afortunadamente, otra bocanada del aroma de Apestoso me trajo de vuelta a


la realidad.

"Quiero que te vayas", le dije, usando la voz que me gusta utilizar cuando
Sally me molesta. Esperaba que hubiera un mayor efecto sobre Afelpado,
Apestoso, y flaco de lo que hizo en ella.

"Y si alguna vez te veo de nuevo, me aseguraré de que no le hagas daño a


otra persona nunca." Miré a la rubia que se agazapa. Ella estaba en el
triangulo Delta... pero aún así.

Afelpado dudó un momento, me gustaría decir que estaba pensando en ello,


pero podría ser una sobreestimación, luego él dio otro paso hacia adelante.

Tanto para mi estrategia de transformación.

Estaba a punto de tirar toda la precaución a la basura y el riesgo de arruinar


mi traje de Tahari cuando un olor familiar se apoderó de mí.

Cuando me volví, un gigantesco lobo rubio estaba allí, oliendo a una de las
mejores colonias del mundo.

Afelpado, Apestoso y flaco chocaron con el suelo más rápido de lo que se


podría decir tío, y con el rabo entre las piernas firmemente por lo que pude
ver, no había mucho más allí de todos modos, ya que se habían escabullido
por el callejón en un instante.

"Tenía todo bajo control, muchas gracias", murmuré.

El lobo gigante se me quedó mirando un momento antes de irse.

Vi que se veía bien como un lobo, y no, no estaba prestando especial atención
a lo que estaba debajo de la cola hasta que alguien dijo: "Disculpe".

Era del triangulo delta, quién subía a sus pies y cepillaba un pedazo de tierra
perdido fuera de su impertinente trasero. "¿Estoy soñando?", dijo, "¿O acabas
de hablar con los perros?"

"Tengo una facilidad con los animales", le dije. "¿Estás bien?"

"Me imagino", dijo. "Eso fue tan extraño. ¿Qué son, como coyotes o algo así?"
"No sé", mentí. "Mira, ¿por qué no vas de vuelta a la calle sexta?" Miré a mi
reloj ya habían pasado las siete. “Tengo que darme prisa, voy tarde".

"Va a ser sólo un segundo", dijo, moviendo su cabello rubio y comprobando en


su bolso su lápiz de labios.

Jesús. ¿Qué parte de la tarde no podría comprender? "Se me hace tarde",


repetí.

"Muy bien", dijo a regañadientes, subiendo una de las tirantas de su sostén.

Respiraba a través de mi boca, entonces me armé de valor para tomar una


rápida aspiración del aire. El olor a col podrida y grasa de freír vieja fue
abrumador, pero me obligué a hacer un rápido chequeo olfativo.

Afortunadamente, el efecto del té no había pasado ya que yo no podría


haberlo manejado, pero prefiero reunirme con ellos cuando yo tenía un
triangulo en el remolque. Olí de nuevo, o yo estaba imaginando cosas o hubo
un indicio prometedor de Tom en el aire.

Tom. Parecía en tan buena forma como lobo, y lo hizo en sus jeans
desteñidos. De repente, todas mis emociones sobre hombres lobo me
torturaron y la lujuria estaba fuera de lugar.

¿De dónde diablos había salido? ¿Y pensaba que no podía manejar un grupo de
aspirantes lobo?

Estaba empezando a ponerme nerviosa cuando la niña termino de ajustarse a


sí misma y corrió tras de mí. "Bruta", dijo, rozando la pierna de sus pantalones
cortos. "Tengo algo desagradable en mí."

"Mejor de lo que podría haber sido", le dije. la acababa de salvar de ser


mutilada por una jauría de lobos escuálidos que ya sabían de mi existencia y
se habían ido antes de que pudiera averiguar por qué estaban en Austin , así
que no me sentía muy preocupada por sus cortes. "¿Y qué pasó?"

"Yo estaba caminando hacia Chuggin' Monkey ", dijo con una voz tan llena de
vitalidad que casi se podía ver los corazones que salpicaban. "Es gratis la
fotografía nocturna, y el cantinero es tan lindoooo. Tiene, como, un tatuaje
de águila en el pecho"

"¿Que paso?", le insistí.

"Oh, sí. Por supuesto. Bueno, estaba casi en la calle Sexta, cuando estos
coyotes comenzaron a seguirme. Fue totalmente extraño. Uno de ellos trató
de morderme ¿Puedes creerlo?"

Bueno, quizás no eran del todo malos después de todo. ¿Por qué Afelpado,
apestoso, y flaco la habrían acorralado? ¿Estaban tratando de hacerla un
hombre lobo también? Yo había leído en alguna parte que la mordedura de un
hombre lobo podía convertir a una persona en un hombre lobo. Que era algo
que yo haría para tener en cuenta, pensé. En particular, durante algunas de
mis sesiones de tarde-noche con Heath. Tal vez sólo quería hacerlo un hombre
lobo de la hermandad caliente para pasar el tiempo. "¿Qué hiciste?"

"Acabo de correr, ¿sabes? Quiero decir, ¿Que quieres que haga al ser mordida
por un perro?" Se mordió los labios de color rosa. "¿Crees que tenían, como
rabia o algo así?"

"Nunca se sabe", le dije suavemente. "¿Se las arreglaron para morderte?"

"No lo creo. Quiero decir, no me hubiera gustado, lo sentiste, ¿verdad?"

"Probablemente”, dije. "Entonces, ¿Qué hiciste cuando comenzaron a


seguirte?"

“Empecé a correr. Me gusta, corrí un montón en la escuela secundaria. Así


que puedo comer sin tener que vomitar todo el tiempo, ¿Sabes?"

Tan fascinante como su peso, las estrategias de control que podría haber
tenido, yo quería volver al tema en cuestión. "Así que corriste," apunte.

“Sí. Corrí bastante rápido, pero me tropezaba con mis zapatos”. Señaló su
plataforma flip-flops, que parecía ser de dos tiras de hilo dental brillante y un
par de kilos de corcho. Fue sorprendente que en realidad hubiera
permanecido en posición vertical. "Me tropecé..."

Pude ver por qué.

"Y entonces me sorprendieron en ese callejón." Se estremeció un poco. "Oye,


por cierto, quiero darte las gracias. Por ello, como, lo que sea que hiciste allá
atrás. El rugido y todo eso de hablar con el coyote. Si no fuera por ti, yo sería,
como, carne de perro o algo así. "

"Me alegro de poder ayudarte", le dije, mirando el reloj dando un paso atrás
en la multitud en la calle sexta. "Mira, ¿Estás bien? Tengo que irme... se me
está haciendo tarde."

“Claro. Chuggin' Monkey, queda hacia la derecha. "

"¿Tienes algún amigo que pueda acompañarte a tu auto?"

Sus ojos marrones se agrandaron. "¿Crees que podrías, como, venir detrás de
mí de nuevo?"

"Lo dudo", le dije. De lo que podía oler, era todo lo pasado. Olí de nuevo,
¿Fue Tom? Y si es así, ¿Dónde estaba? "Pero es posible que desees tener a
alguien contigo por si acaso".
"Está bien. Gracias", dijo.

"No hay problema” dije. La seguí todo el camino a Chuggin' Monkey sólo para
estar segura antes de apresurarme a Fleming para una relajante velada
romántica. Tenía que ser más relajante que estar cara a cara con un trío de
semi hombres lobo. Y Tom.

Cuando iba hacia el distrito Warehouse, me estaba preguntando ¿De dónde


había salido? ¿Y si él había ido detrás de mí?

El lado positivo, pensé mientras cruzaba la Avenida Congress, era que el resto
de la noche sería estrictamente humana. Un filete de Niza, una buena
conversación, y entonces... bueno, tú sabes.

Era un buen plan, de todos modos.


Capitulo 13
Traducido por Kat y Sweet Angel

E
l olor de la mantequilla dorada del Fleming, la carne, y un toque de ajo
fue un respiro de los deliciosos maduros olores de la ciudad en
septiembre. Yo todavía estaba conmocionada por el encuentro en el
callejón, quiero decir, después de años de vivir una vida relativamente libre
de hombres lobo, de repente, al parecer no podía caminar diez metros sin
tropezar con uno de ellos. Y yo no tenía idea de por qué estaban allí. Sin
embargo, mi boca empezó a babear cuando la puerta se cerró detrás de mí, y
yo trataba de centrarme en la noche por delante, dejando a los hombres lobo,
mi té especial, y el resto de mis problemas detrás de mí.

O no.

Mis pelos estaban de punta cuando olí, escaneado la habitación. A menos que
estuviera soñando, Tom todavía estaba en algún lugar cercano. ¿Estaba al
acecho? ¿Seguía detrás de mí? Cuando mis ojos se extendieron por la
habitación por segunda vez, vi a Heath apoyado en la barra, como un modelo
GQ pasando por un ejecutivo de negocios. Traje oscuro, la piel bronceada,
camisa blanca impecable, y los dientes blanqueados haciendo juego.

Peiné mi cabello abajo, me ajusté la chaqueta del traje, y me dirigí a la


barra, ya sintiendo un cosquilleo de anticipación. Olvida a Tom, él puede
esconderse en el callejón todo lo que quiera. Esta noche es para Heath y yo.
Me oculté furtivamente detrás de él, a punto de tocar su hombro, cuando me
di cuenta que estaba enfrascado en una conversación con una mujer
curvilínea, una zorra con el pelo largo oscuro y un vestido rojo que apenas
existía. Sheesh. ¿Voy quince minutos tarde y él comienza a conversar con las
mujeres en el bar?

Le puse una propietaria mano sobre su brazo, ¡zorra! Y él se dio vuelta y


sonrió.

"¡Sophie! ¡Por fin llegaste! Me preguntaba si tenía que presentar un informe


en personas desaparecidas".

Entonces la mujer ligera de ropa junto a él miró hacia arriba. Era Lindsey. Y
junto a ella...
No. No puede ser.

Pero así era. Él me dio una gran sonrisa de complicidad, mostrando sólo un
poco de sus caninos puntiagudos.

Juré en voz baja y contemplé una estrategia de salida. A cómo abordarlo


sobre el terreno (ese era mi hombre lobo hablando). O, alternativamente, y
tal vez más sabiamente, correr gritando del edificio.

Pero antes de que pudiera hacer una carrera corta hacia la puerta, Heath se
puso de pie y se cruzó de brazos. Olía, como siempre, como a almidón de
lavandería y a CK One25, pero el aroma del Sr. Alfa falso creo otra fragancia
en el cuarto. A pesar de que me abracé con Heath, mantuve un ojo en el
hombre lobo vikingo de Lindsey.

Tom era capaz de hacer cualquier otra cosa, tuve que darle unos puntos
tirándome junto a él, rápido. Yo no sabía dónde había escondido la ropa, pero
nunca se sabría que quince minutos antes él había estado en galas de lobo
completo, amenazando a un grupo de hombres lobo desordenados en un
callejón. Y tuve que admitir que me parecía bastante bueno en jeans, aún en
una camiseta. Pero era imposible no dejar de mirarlo.

O al menos yo no podía.

Heath me dio un abrazo y me soltó. "Yo estaba sentado aquí esperando, y


luego Lindsey se presentó", dijo, con sus labios de pastoreo en la mejilla. Su
olor familiar era fuerte, pero no lo suficientemente fuerte como para disipar
el de Tom, el hombre lobo alfa. Me miró con recelo. Y, sí, un poco para
desear.

¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Estaba detrás de mí? ¿Fue su constante presencia
una amenaza? ¿Y cómo sabe siempre dónde encontrarme?

Me preocupo que no hubiera podido determinar con precisión cuando él entró


de nuevo, aun no había podido localizar quien me había dejado mi té
especial el otro día. Tal vez era tiempo de volver a mi prescripción de
antihistamínicos.

“Siento llegar tarde. Tenía un poco de dificultad para llegar aquí." Le


entrecerré los ojos a Tom, pero su sonrisa sólo se hizo más grande.

"¿Una reunión de última hora?" Tom preguntó inocentemente, con sus ojos
dorados brillando.

25
CK One: Es la ropa de marca de Calvin Klein.
"Se puede llamar así", le dije, tan fríamente como me fue posible. "Yo tenía
las cosas completamente bajo control... hasta que alguien vino y trató de
tomar el relevo."

“¿No odias eso?” dijo Lindsey. "Eso ocurrió el otro día cuando estaba reunida
con Harvey. Cada vez que intentaba decir algo, me cortaba”.

Los ojos de Tom brillaron. "Nunca se sabe. Tal vez sólo estaba tratando de
ayudar."

¿Ayudar? ¿Por eso estaba allí? "O bien él tenía su propia agenda", le dije,
levantando la barbilla. "Además, puedo mantenerme por mi cuenta".

Heath me miró a mí y a Tom. "¿Ustedes dos se conocen?"

Tom asintió. "Si, desde antes."

"Sólo hace unos minutos, de hecho," dije.

Tom me dio otra sonrisa con sus dientes. "Me temo que debes estar
equivocada."

¿Equivocada?

Yo no lo creo.

"¿De qué estás hablando?" preguntó Lindsey, mirándome. "Pensé que habías
dicho que estabas en una reunión."

Tom me dio una sonrisa llena de sus brillantes dientes blancos. "Yo no creo
que haya sido debidamente presentado, sin embargo," dijo. Su voz era baja y
un poco áspera.

Le entrecerré los ojos a Tom, sintiendo la extraña sensación de miedo y un


calor con impulsos.

"Soy Tom," gruñó. "Tom Fenris."

Lindsey miró su mano, y luego a mí. Casi podía oír lo que estaba pensando.
Grandes manos...

"Sophie Garou". Llegué a estrecharle la mano, y casi tiró de nuevo cuando los
dedos se tocaron. Es como tocar un cable de alta tensión. Una corriente
eléctrica parecía a disparar hacia mi brazo, y luego alrededor de mí...
Basta.

Heath me agarró del brazo. Mi novio, Heath. Mi agradable, normal, novio


humano Heath. Que no era un hombre lobo y no me acecha.

"¿Vamos a decirles que estamos todos aquí?" preguntó Lindsey, tocando el


hombro de Tom. Estacando su reclamo. Bueno, no exactamente
estacándolo... "Espero que no te importe nuestra presencia", dijo.

"¡Cuando me dijo que iba a Fleming, llamé a Tom... y aquí estamos!"

"Me di cuenta", le dije, mirando a Tom cuando Heath pasó un brazo alrededor
de mi cintura.

"He hablado con el mesero ', dijo Heath. "Van a darnos una mesa más grande."

"¡Qué divertido!", chilló Lindsey.

“Sí. Un partido regular ", dije en voz baja.

Como yo estaba en desventaja después de tres de ellos en el comedor a


oscuras, me encontré deseando que hubiera entrado en el triangulo delta de
gelatina. O al menos ordenado un Martini doble en el bar. Tan pronto como
nos sentamos, agarré la carta de vinos. ¿Sería malo ordenar una botella sólo
para mí?

“Así qué” dijo Tom mientras me debatía entre un vino y trago pesado.

“Lindsey me dijo qué tú eras una auditora”. Lo miré, sus ojos brillaban con la
luz de las velas. Esos ojos brillantes, con su nariz y orejas hiperactivas, eran
una de las características de los hombres lobo que nunca terminaban de irse.
(Eso lo sabía por experiencia). Incluso habiendo estado cerca a una manada de
hombres lobo, ninguno era tan intenso como Tom.

Dirigí mí mirada a la lista de vinos, me di por vencida y le pase la carta a


Tom.

Definitivamente licor pesado.

Busqué a la camarera, necesitaba un Martini, y lo necesitaba ahora, pero ella


definitivamente se había alejado de este mundo. “Soy una auditora” dije
brevemente.

Tom se inclino sobre el respaldo de la silla. “Interesante. Tenía la esperanza


de que tuvieras una profesión más… de depredador”
¿Depredador? Una antigua imagen de esos hombres lobo en los cuales tenían
brazos que colgaban de la mandíbula se filtro por mi mente e hizo qué me
estremeciera.

“Oh, ella es una muy buena depredadora” dijo Lindsey. “Cuando se pone
sobre la pista de alguien que esconde dinero… Lo mejor es que tengas
cuidado”

“Como un sabueso, entonces” dijo Tom.

No le hice caso, lo cual fue algo difícil, por decir menos, ya qué cada célula
de mi cuerpo era consciente de qué él estaba ahí y me gire hacia Heath “Así
que, ¿deberíamos pedir una botella de tinto o de blanco? ¿O qué tal los dos?”

“Tinto” dijo Tom, inclinándose hacia adelante y mirándome. “Dime, Sophie”


dijo él, saboreando mí nombre como si se tratara de una trufa de Gadovia.
“¿Cuánto tiempo has vivido en Austin?”

Me estremecí un poco y dije, con un ligero temblor “¿Por qué quieres saber?”
¿Era él el qué me había enviado la mala hierba?, me pregunté. Pero eso no
tenía sentido, quiero decir, él no parecía tener ningún problema para estar
enfrente de mí. ¿Por qué tendría qué esconderse detrás de noticas? Esto no
parecía encajar.

“Supongo que me sorprende que no nos hayamos encontrado antes” dijo él.

“Me gusta mantener un bajo perfil” dije.

“Si, es verdad” dijo Lindsey. “¿Cómo aquella noche del martes fat?”

Oh, Dios. No la historia del martes fat.

“¿Ese bar de la calle sexta?” pregunto Heath.

Le dirigí una mirada a Lindsey pero no funciono.

“Fue una despedida de soltera” dijo Lindsey. “Alguien mezclo los tragos un
poco fuerte y Sophie… bueno debieron haberla visto”

Lindsey se inclino hacia adelante y puso una mano sobre la rodilla de Tom.
“¿Pueden creer que nos toco bajarla de una mesa y arrastrarla cuando fue
hora de irse?” Yo no me acordaba de haber sido arrastrada de una mesa. Pero
me levante a la mañana siguiente con un tatuaje de media luna en el hombro
derecho que tampoco recuerdo cuando me lo hice, así que no estaba en
condiciones de discutir.
“Una fiesta salvaje, ¿eh?” pregunto Tom con una sonrisa maliciosa.

“¿Dónde estaba esa noche?” pregunto Heath. “¿La contadora se suelta el pelo
y me la pierdo?”

“Auditora” lo corregí, mirando más allá para poder ver a la camarera. “Soy
una auditora” Dios, necesito una bebida.

Afortunadamente, Heath cambio de tema por mí. “Así qué, Tom, ¿De dónde
eres?” pregunto Heath, “Tu no suenas como un texano”

“Tom es de noruega, en realidad” respondió Lindsey. Mirando a su cita con


unos ojos grandes y dulces.

Bueno, eso en realidad explicaba su acento.

“Noruega” repitió Heath “¿Y qué te trae a Austin?”

Mis oídos se agudizaron.

“La… empresa tuvo una pequeña sacudida” dijo Tom, mirándome “Así que,
decidí crear algo diferente”

“¿Qué clase de negocios?” dijo Heath, inclinándose hacia adelante.

“Trabajo por contrato” dijo él.

“¿Trabajos por encargo?” pregunto Lindsey. “¿Cómo los computadores?”

“Me especializo en sacar a la gente de problemas” dijo él, dándome una


sonrisa torcida “Si una organización tiene problemas, ellos me contratan
para… bueno, para cuidar de ellos”

Yo no quería pensar ni que significaba. Y si yo podría ser una de “ellos”.


Busqué a la camarera, qué, ¿había ido a México o algo así? Rápidamente corte
la mirada con Tom. Si él trabajaba para una organización de otras manadas,
¿Se supone que él pertenece a una? ¿Estaba aquí para presionarme? Si así era,
ciertamente estaba teniendo éxito. Disimuladamente me quite una gota de
sudor de mi frente.

“¿Y todavía estas con la compañía?” pregunte.

Tom se recostó en la silla “Soy más un lobo solitario, en realidad”


Un lobo solitario. Mire a Lindsey y a Heath, pero parecían ajenos del tema de
estar sentados con un hombre lobo de raza pura. Estudie a Tom por la
coronilla del ojo. Con esos dientes brillantes y aquellos ojos dorados, él me
dio una rápida sonrisa predadora, y baje mi mirada hacia el menú. Tenía la
esperanza de que él ordenara un bistec con salsa tártara y una cabeza de
conejo.

Al menos él estaba solo. Me dije a mi misma. Lo cual esperaba qué significara


que no había ninguna manada respirando sobre mi cuello, que me dijera qué
estaba en su territorio. O como sea que llamen a sus pequeñas áreas, pero si
alguna vez había pertenecido a una manada, ¿Por qué ya no? Y si él era
noruego, ¿Qué estaba haciendo aquí? Oh, sí. Eliminando problemas. Suprimí
otro escalofrió. “¿Así que no eres un gran fan de la mentalidad de manada?”
Me aventure mientras miraba el menú.

Sus ojos dorados estaban clavados sobre mí. Era casi vertiginoso, las palabras
de mi mamá volvieron, una mujer podría ahogarse en esos ojos… “Lo probé”
dijo él lentamente “Pero decidí que quería un poco más de independencia”

“¿La mayoría de tus negocios están aquí en Austin?” pregunto Heath,


sondeando a Tom sobre un cliente potencial. Algunas veces me molestaba,
pero por el momento estaba agradecida de que él preguntara las cosas que
quería saber.

“Tengo un trabajo en Austin por el momento” dijo Tom, mirándome.

El interior de mí boca se volvió papel. Él dijo que su trabajo era “encargarse


de los problemas”

¿Él estaba hablando de mí? ¿O aun albergaba la esperanza de que él estuviera


aquí por su manada? En cualquier caso, ¿Quién lo había contratado y cuál era
el problema?

“¿Estás asentado en Texas?” dijo Lindsey.

“No realmente, recibo llamadas de las organizaciones de todo el país, en


realidad. A veces del extranjero” Sus ojos estaban sobre mí “Sin embargo, me
estoy aficionando a Austin”

“Bueno, espero que te quedes aquí un rato” ronroneo Lindsey, llegando a


tocar su brazo. Quería levantarme y gritar ¡El es un hombre lobo!

Pero no lo hice, por supuesto. Yo solo sonreí y desee que la mesera volviera
de Cancún o Mazatlán o donde sea que ella estuviera para que pudiera
ordenar mi Martini.
Capitulo 14
Traducido por Sweet Angel

F
inalmente la mesera volvió a deslizarse a la mesa, y ordene mi Martini
doble. Lindsey, como una verdadera amiga, me acompaño con un Cosmo,
y Heath ordeno una botella de Cabernet Sauvignon para toda la mesa.
Tom pregunto por aguardiente.

Cuando la mesera se fue, Heath se inclino sobre mí y me dio un afectuoso


beso en la mejilla. “Casi olvido preguntar por tu mama ¿Cómo va?”

“Bien” dije rápidamente, Jesús ¿No había alguien más que quisiera hablar del
clima?

“¿Tu mama?” pregunto Tom y casi pude ver como sus orejas se agudizaban,
preguntándose si había otro hombre lobo en Austin que él no conociera.

“Ella tiene algunos problemas médicos” dijo Lindsey despreocupadamente.

“Pero ella está mucho mejor” dije y me incline en los brazos de Heath,
acariciándolos. Tan curiosa como estaba por Tom, yo realmente quería dejar
el tema de mi mama por fuera “Pero hablemos de algo más interesante.
Heath, ¿No tenias un caso del cual querías hablarme?” Interrogaría a Tom
después, decidí. Después de que lograra llevar la conversación lejos de mi
mama.

Heath sonrió, mostrando una línea de rectos y parejos dientes, muy distintos
de los puntiagudos dientes del hombre lobo de Tom y me relaje. Nos habíamos
alejado de las mareas peligrosas por el momento, de todos modos. Mire a mi
joven y apuesto novio, al cual le apreté la mano con gratitud. Una vez que
Heath empezara a hablar, nadie podría decir ni una palabra en por lo menos
la siguiente media hora. “Bueno, no es tanto un caso es más una causa” dijo
él, recostándose en su silla. “No sé si alguno de ustedes ha visto las noticias
últimamente, pero ha habido problemas con una manada de perros callejeros
en el área. Atacan a la gente”

Demasiado para encontrar un lugar seguro en el mundo de la ley, mis ojos


fueron sobre Tom y el estaba estudiando a Heath.

“Oh, sí” dijo Lindsey “Como el gran pastor alemán. El cual mutilo a ese tipo”

Yo no era un gran pastor alemán, y el pobre inocente no era más que un


grasiento y vulgar ladrón pero lo deje pasar. “Ese no estaba en una manada”
le recordé.
Lindsey dijo “Oí en las noticias otro caso de esto. En la corte” Ella me miro
“De hecho, eso fue cuando…” sus ojos se posaron en Heath y ella se detuvo
justo a tiempo, recordando que supuestamente mi mama estaba en el hospital
y no en la cárcel. Y mucho menos en el palacio de justicia de Texas, como es
el caso.

Afortunadamente, Heath no capto su desliz. “Lo leí en el periódico de esta


semana” El sacudió la cabeza, “Solo otro ejemplo de que las cosas se están
saliendo de control”

“Si” dijo Lindsey. “La otra noche estaba usando pantimedias. ¡Y


aparentemente estaba llevando un bolso!”

Heath se inclino hacia adelante, con una mirada intensa “La cuestión es lo
que el perro hizo en el jurado”

“Yo no sé” dijo Lindsey “Quizá el mayor problema es que ha habido una gran
ola expansionista de perros travestis”

Me sonroje ligeramente y revise mis uñas, evitando la mirada de Tom, ¿Podía


el saber algo?

“El asunto es” repitió Heath, volviendo a su tema, “Que ha habido cierto
número de ataques últimamente.” El se veía muy serio, sus ojos oscuros
brillaban, como si estuviera hablando de otra cosa que no fuera detener a
perros callejeros u hombres lobos. Me hubiera derretido de nuevo. Pero el
estaba hablando de hombres lobo callejeros. Quiero decir perros. Y
personalmente, pensé que el cambio de tema había llevado mucho tiempo.

Mire a Tom, su rostro era inmutable.

Heath continuo “Y si no podemos caminar seguros por nuestra calles, ni


siquiera en nuestros tribunales. Por el amor de Dios, ¿No es el momento para
pedir hacer algo al respecto?” Heath miro alrededor de la mesa. Por un
momento, me pregunto si él había olvidado que estaba en una cena con
compañeros esta noche, no un jurado.

“¿Qué tienes en mente?” dijo Tom sin problemas.

“Necesitamos una mejor aplicación de las leyes, por supuesto” dijo Heath.

“¿Y los perros callejeros…?” pregunte, tenía la boca seca.

“Mas perreros” dijo él.

“¿Pero no es peligroso?” dijo Lindsey “Quiero decir, según los documentos, el


perro del otro día era simplemente brutal. Incluso usando panti medias”
Le lance una mirada a Tom, cuyos ojos se arrugaron ligeramente. Podría ser
que… ¿Qué sospechara que el pastor alemán era yo?

“No, si estamos bien equipados” dijo Heath seriamente “Hice algunas


investigaciones previas. Armas con sedantes son la mejor opción, además, las
usan en Tulsa y Chicago”

“¿Cómo saber la dosis correcta?” pregunte nerviosamente, más contenta que


nunca por salir de la ciudad con mis transformaciones involuntarias. Hace
años, mi mama y yo encontramos una pequeña casa para un fin de semana por
el Hill Country, justo al lado de una gran reserva, donde podía ir y disfrutar
de mi naturaleza animal libre del control humano.

Había hecho una reserva, cuatro veces al año y usualmente, pasaba un buen
rato persiguiendo conejos y asustando coyotes, aunque no lo crean. Había
algo sobre esto que me hacía sentir tan bien, además, me hacía sentir más
descansada. A pesar de que necesitara una buena maní y pedí cure cuando
regresara.

Pero ahora Heath enviaba perreros armados con pistolas tranquilizadoras mal
calibradas, ahora estaba doblemente feliz de tener un refugio fuera de
Austin. Porque la última cosa que me faltaba era terminar en una jaula con
una etiqueta de “Frisky” en ella, en el centro de adopción de animales cerca
al lago.

“Bueno, no puedes ser muy cierto, pero no puedes subestimarlo. Y si es un


perro vicioso de todos modos…” el se encogió de hombros.

Un perro vicioso, mis pies. ¡Me estaba tratando de proteger a mí y a mi bolso


de Katy Spread! Y en el juzgado, todo lo que hice fue correr por el pasillo.

Sheesh.

“Solo echarlo a los lobos, ¿Cierto Heath?” dijo Lindsey sonriendo.

Trague saliva y me gire hacia Heath, esperando que esto solo fuera una
pesadilla y que pronto me iba a levantar. Cerré los ojos y me pellizque pero
cuando volví a abrir los ojos, todos seguían estando allí. En especial, uno que
me miraba con sus ardientes ojos dorados que provocaba un hormigueo en mi
piel. Dios, que semana. Si la teoría del karma de mi mama fuera cierta,
probablemente alguien ya estaría cabreado “¿Por qué estas tan interesado en
todo esto tan de repente?” pregunte. Aunque sabía parte de la respuesta,
Heath tenía aspiraciones políticas y defendiendo estas causas era la mejor
forma de ganarse a la prensa.

“Solo estoy interesado en la seguridad política, por supuesto”

Sí, claro. Eso y el futuro en la política, me resistí a las ganas de rodar los ojos.
Por el momento, finalmente la mesera llego con la bandeja de bebidas. Tome
unos tragos de mi Martini, mirando a Tom por el rabillo del ojos mientras el
bebía su aguardiente.

“Entonces ¿Cuál es tu plan?” le pregunte a Heath, no muy segura de querer


saber la respuesta.

“Estoy solicitando al consejo de la ciudad” dijo Heath, inflando su pecho “Y


contacte al estadista del otro día, ellos pondrán en funcionamiento la historia
dentro de una o dos semanas y pronto haremos circular una petición”

Amorosamente.

Lindsey levanto su Cosmo para hacer un brindis improvisado. “Por la campaña


de Heath para salvarnos de los perros travestis”

“Perros peligrosos” la corrigió Heath.

De mala gana, eleve lo que me quedaba de Martini. Tom levanto su vaso vacio
con una sonrisa irónica mientras las copas tintineaban, nuestras miradas se
cruzaron y se atraparon. El ruido del bar, Lindsey y Heath hizo que el olor a
carne, desaparecieran, sustituidos por el calor de su mirada y sacando las
respuestas de alguna parte de mi interior.

“¿Sophie?” pregunto Heath, parpadee rompiendo la conexión, “¿Estás bien?”

“Bien” tartamudee, sacudiéndome a mí misma. La verdad era, que no estaba


del todo bien. Quiero decir, aquí estaba yo, sentada en una mesa con un
hombre lobo pura sangre que podía reducirme a jalea con solo una mirada. Un
hombre lobo que, además, fue a Austin para cuidar un “problema” y parecía
estar acechándome. Por no mencionar que salía con mi mejor amiga.

Mire a Lindsey, que se apoyaba en Tom obviamente extasiada. Oh, Lindsey,


pensé, con una puñalada de miedo y celos. ¿Cómo le puedes decir a tu mejor
amiga que está saliendo con un ser sobrenatural? ¿Un homicida potencial?

Mis ojos se dirigieron a Tom, cuyos brazos con cabellos dorados estaban sobre
los hombros descubiertos de Lindsey. Sus ojos dorados me atraparon por un
instante pero aparte mi mirada. Una parte de mi deseaba acorralarlo y
mitigar mi curiosidad.

A pesar de mis problemas con el mundo de los hombres lobo. Tenía el


presentimiento de que él me podía decir casi cualquier cosa que quisiera
saber sobre el mundo de los hombres lobo.

Pero ¿Que iba a hacer, coger su brazo y sacarlo a la calle para interrogarlo?
Suspire. Había muchas cosas que quería hacer, y muy pocas opciones reales.

Así que en lugar de sacar a Tom para hacerle preguntas o decirle a Lindsey
que estaba saliendo con un hombre que tiene mucha atracción animal, hice
cualquier cosa normal que se supone que una mujer de veinte ocho años
haría.

Tome el resto de mi bebida.

Y ordene otra.

En el momento en que salimos de Fleming, eran las nueve pasadas. En el


transcurso de la noche, me había tomado tres Martinis (estrictamente
médicos), dos vasos de Cabernet, y un filete con cazuela de patatas dulces. (Y
un crème brûlée, el cual juro pasó directamente de mí estomago a mis
muslos)

Normalmente el muslo se inflamaba a un lado ya que estaba hecho para una


hermosa noche. Particularmente desde que compartía con Heath. Pero
teniendo a Tom en la escena, tocando a Lindsey, lanzándome miradas
iridiscentes, y succionando el aquavit como agua que parecía no tener ningún
efecto en el, había puesto algo que amortiguara esto antes. Y eso era decir
poco.

“Eso fue divertido” dijo Lindsey, apoyándose en el gran pecho de Tom, casi
me atragante. El se acaricio el cabello, y me obligue a mirar a otro lado.
Desafortunadamente, la primera cosa que atraparon mis ojos fue Leslie, un
hombre barbudo de cuarenta años que pasaba la mayor parte de su tiempo en
las esquinas de la calle con correa. Mis ojos se deslizaron de nuevo a la feliz
pareja, cuando Lindsey dijo “Deberíamos hacer esto otra vez”

¿Divertido? Personalmente, hubiera preferido tener espinas de cactus entre


las uñas de mis pies o pararme en la calle usando postizos pero sonreí y dije,
“Vamos a ver”.

“Necesito llevar a esta joven mujer a casa” dijo Heath, tirando de mi.
Permitiéndome oler el almidón de la lavandería CK mesclado con el aroma a
alfa de Tom que provoco que algo muy dentro de mí. A pesar de la pesadilla
de esta noche, sentí como mí cuerpo respondía y se acercaba más a él.
“Tenemos algunos asuntos sin terminar por atender”, murmuro él en mi oído,
y pude sentir su calor en mí.

Lindsey corrió un mechón de pelo de la mejilla de Tom, “¿Me acompañas a


casa?” ronroneo.

“Me encantaría” dijo é con una voz guturalmente baja, mostrando la punta de
sus dientes. Oh, Dios, ¿Qué tenía en mente para mi amiga?

“Ten cuidado” le dije a Lindsey, mirándola fijamente.

“Oh, estaré bien, desde que Tom este conmigo” dijo ella.
Mire al alto hombre lobo, deseando compartir sus habilidades de protección.
“Se cuidadosa”, repetí, gruñendo un poco al hablar. Desafortunadamente,
creo que era menos intimidante.

Su boca se transformo en una pequeña mueca, lo cual hizo confirmar mi


sospecha. “Siempre soy cuidadosa”

“Bueno” dije, mientras el pasaba su brazo sobre Lindsey y la alejaba de mí.


Esto era como estar mandando a la pequeña caperucita roja con el gran
hombre lobo, pensé mientras ella se apoyaba en él. Todo lo que ella
necesitaba era una pequeña capa para su vestido.

“¿Qué fue todo eso?”

“¿Qué?” me gire hacia Heath.

El me estaba interrogando con la mirada “Todo eso de que tuviera cuidado”

Me encogí de hombros, “Ella es mi mejor amiga” dije, “Me preocupo por ella”

“Por lo qué me has dicho, él es el que debería tener cuidado”, dijo Heath.
Guardo silencio un momento “¿Estás segura de qué tú y ese tipo Tom no se
conocen?”

“Nos conocimos cuando él conoció a Lindsey” dije. Luego añadí en voz baja
“¿En tú casa o la mía?”

“La mía” gruño. “Está más cerca y no creo que pueda esperar tanto tiempo”

Leslie se estaba revisando las piernas cuando pase por su lado, y estaba
agradecida de haberme excusado unos minutos para ir al baño durante la
cena. Apenas alcanzamos a llegar al desván cuando Heath me quito la
chaqueta y empezó a buscar la cremallera de mi falda “Estuve pensando en ti
toda la tarde” me susurro mientras mi falda caía al piso.
“Yo también” Le susurre mientras mi sujetador se caía. Un momento después,
su boca estaba en mis pechos y mi ropa interior estaba con mi falda.

“Qué ¿No estaba a la venta la ropa de marca?” pregunto él, mirando hacia el
sujetador y las bragas verdes.

“He estado un poco ocupada” dije, mientras le quitaba la chaqueta y le


desabrochaba los botones de la camisa, y recorriendo con la lengua su pecho y
uno de sus pezones. El sabía un poco salado pero delicioso. “Espero qué no te
importe” murmure.

“Creo que puedo dejarlo pasar esta vez, Señorita Garou” dijo él, con las
manos calientes en mis pechos desnudos.

“Aunque puede haber consecuencias” dijo él.


“¿Oh?” pregunte, buscando a tientas su cinturón “¿Cómo cuales?”

Pero antes de que él pudiera responder, lo libere de los confines de los


calzoncillos y lo metí en mi boca. Cuando estaba a punto de venir, lo solté.

“¡No te detengas!” jadeo.

“¿No?” pregunté. Se devolverá al infierno, supongo. Me empujo al sofá y me


subió, por un momento antes de bajar hacia sí mismo. Me agarro de las
caderas y me tiro hacia abajo sobre él, su boca estaba sobre mis pezones.
Jadee, y luego él empujo de nuevo, de nuevo, muy dentro de mí, hasta que
sentí qué iba a estallar. Por un momento, justo antes de estallar en una ola
de orgasmo, una imagen de Tom paso por mi mente.

Mis ojos se abrieron de golpe. Heath, pensé.

Y entonces todos los demás pensamientos se disolvieron.

Cuando las ondas se habían ido, puse mi cabeza sobre el hombro de Heath,
sintiéndome mejor de lo que me había sentido en días. “¿Valió la pena
esperar?” pregunte.

“Siempre” susurro él. “Haría cualquier cosa por ti, Sophie”

¿Cualquiera? Me pregunte.

¿Incluso si supiera que soy realmente?

Desterré esa idea de mi mente y trate de disfrutar el momento. Dietas y todas


esas cosas, una hora y media más tarde, lo hice otra vez.

Mientras estaba en la cama de Heath más tarde esa misma noche,


sintiéndome cálida, acogedora y saciada. Trate de no pensar en Lindsey y Tom
y que podrían o no podrían estar haciendo. Después de todo, no había nada
que pudiera hacer al respecto. Y por lo menos yo sabía qué habían ido a casa
con el estomago lleno y ella había guardado mucho de esa extraña planta.

Así qué en vez de eso, me distraje a mi misma con una de mis fantasías
favoritas: construyendo una vida con Heath y algún día podríamos compartir.
No nos podríamos quedar en el centro de la ciudad, por supuesto, no con
niños; probablemente conseguiríamos una linda casa en Tarrytown, algo con
un garaje para dos carros. Probablemente seguiría trabajando, pero aparte de
qué íbamos a ser como los Cleavers. Una casa tradicional con dos padres, tal
vez con una pequeña niña o niño, y sin necesidad de ir en pueblo a pueblo
para evitar ser devorados por lobos.

Podríamos hornear galletas juntas e ir a pasear por el parque y toda esa clase
de cosas que suelen hacer las familias normales que yo nunca llegue a hacer.
(Seguro, había pasado tiempo en la cocina con mi mama, pero era haciendo
pociones no chocolate caliente)
Y tal vez, pensé con un dolor en el estomago, los niños no serian hombres
lobo.

Me acomode en el hueco del hombro de Heath. ¿Cómo le iba a decir lo de mi


pequeño problema? Tan preocupada como estaba de que alguien más hablara
de mi secreto, la verdad era, que algún día tendría que decirle. Podía
esconderlo por ahora, cuando no estuviéramos jugando juntos. El sabía que
tomaba té de hierbas. El sabía qué me iba lejos cuatro veces al año, aunque
yo había estado esperando que no se diera cuenta de la regularidad de mis
viajes. Aunque desde que había programado una cita la noche de luna llena,
parecía como si él estuviera a punto de saber sobre mis transformaciones
involuntarias.

¿Si le contaba qué era, él me dejaría?

¿O habría alguna forma de mantener el secreto?


Capitulo 15
Traducido por Sweet Angel

“La noche pasada fue muy buena, ¿No crees?”

Me atragante con el café.

“¿Sophie?”

Después de que Lindsey me golpeara la espalda dije, “Bueno, el bistec estaba


bueno, creo” Luche contra la tentación de poner la cabeza en el escritorio,
realmente no me había levantado para tener esta discusión antes de que
terminara la primera taza de café y antes de que el Tylenol contrarrestara el
efecto de los tres Martinis, Pero Lindsey se había metido en la oficina y se
había sentado en una de las sillas de mi oficina, así que, parecía que no tenia
elección. Y voy a confesar que me sentí aliviada por un momento de ver que
ella estaba en una sola pieza, sin ninguna señal de haber sido mutilada.

“Bistec, shmeak.” Dijo ella “Ellos se llevaron bien, ¿Cierto?”

“¿Quién? ¿Heath y Tom?”

“Por supuesto, tonta. Tom es un caballero, “¿Puedes creer que ni siquiera me


dio un beso de buenas noches?”

“¿De veras?” dije, sintiéndome alegre de repente.

“El dijo que primero deberíamos conocernos mejor”

“Oh” dije, un poco menos animada. Por una mala razón, en realidad. Debería
haberme sentido aliviada de que no hubiera pasado nada entre ellos, pero en
realidad no era así. Además yo tenía un novio maravilloso sin problemas de
pelo y sin ninguna necesidad de aullar a la luna. Y anoche, nos escapamos de
Fleming, de todos modos había sido sorprendente. A pesar de mi dolor de
cabeza, sentí un poco de calor por los recuerdos.

Mire al cajón que tenía mi caja de té. Mi estomago se revolvió pensando en él,
pero tendría que preparar otra taza pronto.

“Así que, vamos a volver a salir este viernes” continuo Lindsey, tratando de
arreglarse el pelo. Hoy tenía un toque francés que resaltaba el ovalo de su
delicado rostro. Con su labial rosa y un perfecto traje rosa, ella casi parecía
recatada. Entonces una sonrisa maliciosa cruzo sus labios y la ilusión
desapareció. “Voy a darle su primera lección de tango” dijo ella.
Maravilloso.

“Por cierto” añadió ella “¿Te acuerdas de nuestra cita con el director de
campaña de Brewster?”

“Dispara. Es hoy ¿Cierto?”

“Si, en unas tres horas en realidad. Fui a la liga de Junior hoy.” Dijo ella,
indicando el rosa pálido de su vestido, “Incluso llevaba perlas”. Se toco la
cadena de marfil alrededor de su cuello.

“¿A qué hora?”

“Mediodía” Ella se levanto y se enderezo la falda hasta la rodilla “Es mejor


que trabaje un poco primero ¿Nos vemos a las once y media?”

“No puedo esperar” dije sin entusiasmo mientras Lindsey cerraba la puerta
detrás de ella, busque en mi cajón un Tylenol y algunos Tums, preguntándome
si los antiácidos aparecían en los exámenes de drogas.

Saque dos Tylenol de la botella y me los comí cuando Sally abrió la puerta.

Me pase las píldoras con un trago de café y mire a mi asistente. Hoy ella
usaba unos pantalones capri ceñidos con un top morado que no llegaba a
cubrir todo su vientre. Con un rápido respiro puedo decir que había usado una
menor cantidad de almizcle noche de aviance, pero todavía era capaz de
despojar la pintura al contacto. Por no hablar de las membranas dentro de mi
nariz.

Desafortunadamente, sus ojos estaban fijos en la botella de píldoras.


Probablemente se preguntaba si estaba tomando anfetaminas, además de
fumar marihuana. “Dolor de cabeza” le explique, tratando de respirar por la
boca para evitar el olor de su perfume. Mi estomago estaba lo bastante
molesto ya, zarandee la botella hacia ella. “Solo estaba tomando algo de
Tylenol ¿Puedo ayudarte con algo?

“Tú tienes otro paquete” dijo ella.

“¿El de las aerolíneas del sudeste?”

“No” dijo ella, con una risita desagradable.

Mi ritmo cardiaco aumento “¿Dónde está?”

“Oh, yo lo tengo” dijo ella, y reapareció un momento después con un paquete


envuelto, el cual puso en la mesa con una sonrisa de suficiencia.

Mierda.
Los ojos de Sally se deslizaron del paquete a mí. El mismo papel, el mismo
guion.

“Gracias” dije, con un tono despectivo. Cuando ella no mostro señal de


querer irse de mi oficina, dije “¿No tienes trabajo que hacer?”

“Estoy en mi descanso” dijo ella, “¿Por qué no la abres? Me muero por ver lo
que tu mamá te mando esta vez.”

“Probablemente nada importante” dije, empujando el paquete al borde de la


mesa. “¿De dónde lo mandan?” pregunte, tratando de sonar indiferente.

“No lo sé” ella se encogió de hombros. “Fui por una copa de café, y cuando
regrese, estaba sobre mi escritorio”

Subí mí mirada a la caja, luego pase a la sonrisa que esbozaba Sally “Bueno,
estoy en la fecha límite con la cuenta de las aerolíneas del sudeste, así que
realmente necesito trabajar. El próximo miércoles es la reunión”

“No, no lo es” dijo ella alegremente.

“¿Qué quieres decir?”

Sus cejas con lápiz rosa se alzaron fingiendo sorpresa “¿Adele no te dijo?”

“¿Decirme qué?”

“La reunión se corrió para el lunes”

“¿Qué?” grite.

“Lunes, sabes ¿El día que va después del domingo?”

Lunes. El equinoxio.

“Pero…”

Ella suspiro “El cliente se mostro inflexible. Es el único día en el que él puede
asistir. Así que creo que tendrás que posponer tus otros planes.”

“Pensé que Adele había dicho… no hay forma de que pueda hacer esto”
balbucee.

“Buena suerte” dijo Sally, en dirección a la puerta. “Y me muero por escuchar


sobre lo que tu mamá te ha enviado”

Cuando la puerta se cerró detrás de ella, me levante y cerré con llave. “¿Hay
alguna forma para que reasignen a Sally, a algún lugar como Nigeria?”
Dejando de un lado los pensamientos de lo que me gustaría hacer con mi
desafiante asistente, volví mi atención al paquete que había sobre mi
escritorio. ¿Quién lo había enviado?

Lo cogí y lo olí. Gatos otra vez y olor corporal, pero nada lo suficientemente
para tener una lectura. Aunque también podría ser solo el perfume de Sally
borrando cualquier rastro. La caja había sido entregada como la última, no
había ninguna marca en esta.

Cogí un bisturí y corte la cinta que sellaba el paquete, luego me incline para
oler. No había nada de mí té especial, esta vez era algo como espiga, en su
lugar había algo metálico.

En el interior de la caja, había una pequeña caja de madera, con un trozo de


papel pegado a ella. Abrí el papel para poder leer el otro poema alegre.

Las flores están muy bien,


Darlas no es un delito,
Pero esta flecha de Cupido.
Va directo a tu corazón.

Después de leerla por segunda vez, me sacudí hacia un lado. ¿Qué estaba
pasando con la poesía? ¿Estaba recibiendo cartas de un demente ingles
importante? Levante la tapa de la caja de madera, preguntándome que tipo
de flecha tenía adentro. ¿Cupido quería decir que alguien se había enamorado
de mí?

Me quede mirando el contenido de la caja y trague saliva. Si alguien se había


enamorado, era por atracción fatal.

Guarde la nota en el interior y cerré la tapa de la caja, luego la guarde en mí


cajón, juntando la tensión entre el domador y mi té especial. Empujando el
cajón cerrado con el dedo del pie, me hundí en mí silla, agarrándome los
brazos hasta que mis nudillos se pusieron blancos.

Quien fuera el que mando esto no era Robert Frost pero no era necesario, el
mensaje detrás de la bala de plata paso alto y claro.
Capitulo 16
Traducido por Sweet Angel

“Así que ¿Quién tiene tu ropa interior?” pregunto Lindsey mientras asesinaba
con la mirada al Maita que pasaba por la línea de coches aparcados.

Estábamos de camino a hablar con el jefe de campaña de Brewster. Lindsey


tenía razón, desde que ella me había entregado mi poco cuidado paquete,
había estado teniendo problemas para concentrarme y el hecho de que
Lindsey todavía oliera un poco a Tom, no me estaba ayudando.

“¿Es tan evidente?” pregunte mientras salíamos del garaje hacia una cegadora
luz.

“Da-“dijo ella.

Suspire. “Adele cambio la reunión a un día al que yo no puedo asistir”

“¿La programo en tu día libre?

“Si”

“Entonces, es mejor que reprogrames tu cita” dijo ella, revisando su lápiz


labial en el espejo. Tengo que admitir, que cuando ella quería lucir como una
mujer divorciada o esposa, lo podía hacer.

“No es posible” dije.

“¿Qué crees que no es posible? Todo es posible” dijo ella, volviéndose a


aplicar lápiz labial.

No exactamente, pensé, pero gracias a mis experiencias con la luna llena lo


mejor era limitarse, lo deje pasar. “El problema es el billete” mentí, “No son
reembolsables.”

“Es más barato que estar desempleado” dijo ella, mirándome “Estoy segura
de que Heath entenderá”

Lo cual me recordó que todavía no le había dicho a Heath que tuvimos que
posponer nuestro pequeño aniversario juntos. Siempre podía decirle que tenía
algo de trabajo extra como si fuera uno de esos socios del bufet que requiere
prácticamente un periodo de setenta horas por semana, no le podría quedar
muy difícil de relacionar. El problema era, que yo tenía que trabajar. Y el
mayor problema era, que si no encontraba una excusa razonable, como que
unos terroristas me dispararan o que me enfermara con el virus de Ebola,
tendré que asistir a la reunión con un abrigo de piel natural.

Empuje el fin de semana que se avecinaba a mi lista mental de “Cosas con las
que tratare más tarde” cuyo cajón ya estaba lleno de arena de enmalle, así
que me centro en el tema. “Así que, ¿Cuál es el plan para esta tarde?”
pregunte mientras Lindsey se dirigía hacia el oeste, el cual me gustaba llamar
“El distrito de abogados”

“Vamos a ir a hablar con ella sobre las donaciones y posiciones políticas”

“¿Eso es todo?”

“Bueno, me gustaría entrar a la oficina de Brewster”, dijo ella “Pero solo si se


nos presenta la oportunidad”

“¿Tal vez un viaje bien programado al baño de mujeres?”

“Podría funcionar” dijo ella “Agudizaremos el oído”

Había considerado numerosas estrategias para escaparme el fin de semana tal


vez podría fingir un accidente de paracaidismo o el funeral de un pariente
lejano, tal vez el desafortunado accidente de un trineo en Islandia en Miata
herida por las calles de hoja del este de Austin. Magnificas mansiones de los
años veinte que salen a unas estrechas avenidas hoy, en lugar de ser hogares
familiares, la mayoría se habían vuelto oficinas de abogados. Podía oler el
tóner de la impresora desde el carro.

Lindsey se detuvo delante de una gran piedra, con un profundo hueco que
sería perfecto para un par de mecedoras o tal vez una hamaca. En vez de eso,
la decoración solo era unas placas de bronce que indicaban los nombres de la
empresa y sus empleados.

Después de una última revisión en el espejo retrovisor, Lindsey se giro hacía


mi. “¿Lista?”

“¿Tengo que elegir?”

“Anímate Sophie, será divertido”

“Es fácil para ti decirlo, tu mamá no tiene una cita en la corte”

El olor a tóner en la oficina de Brewster era fuerte, pero no lo suficiente para


anular el olor de madera seca que tenía la casa, almizcle, jabón y copia de
papel. Y palomitas en el microondas.

Subimos por la crujiente escalera de madera que llevaba a la oficina de


Brewster, la cual estaba ubicada en la planta superior del edificio. Gruesas
alfombras orientales se esparcían por el oscuro suelo de madera, y caras
pinturas adornaban las paredes color crema. Todo, incluyendo el pesado y
antiguo escritorio que había en la recepción, excepto por el cajón superior en
el que hurgaba una mujer. Su pecho amenazaba con escapar de los confines
de ese ajustado spandex, cuando la secretaria de Brewster se puso de pie
para saludarnos, supuse. Parecía recién salida de la secundaria lo cual me
recordó a Sally, aunque a diferencia de Sally, ella era (Afortunadamente) un
poco más prudente con la aplicación del perfume.

Las palomitas del microondas eran de ella, ya se había comido la mitad y el


resto reposaba sobre la superficie de madera, y uno de los cascos de las
palomitas de maíz se había aferrado a uno de sus dientes delanteros. “¿Puedo
ayudarle?” dijo ella.

“Estamos aquí para ver a María”, dijo Lindsey.

“¿Su nombre?”

“Lola Davenport” dijo Lindsey.

“Voy a hacerle saber que está aquí” dijo el clon de Sally, bajando por el
pequeño pasillo. Su falda verde de leopardo imprimida, y no, no estoy
bromeando era tan corta como su top. Por alguna razón, dude que Brewster
la hubiera contratado por sus habilidades.

“¿Lola?” le susurre a Lindsey.

“Tú eres Gertrude” dijo ella.

“¿Gertrude?” Balbucee.

Antes de que pudiera seguir protestando, la pequeña señorita recién graduada


llego a la recepción con una mujer alta, la mujer parecía muy competente.
Nada de spandex, su traje era azul y conservador, además, parecía el
producto de un sastre de primera clase.

“Tú debes ser Lola” dijo ella, sosteniendo cuidadosamente la mano de Lindsey
“Soy María Jiménez”

“Gracias por tomarse el tiempo de reunirse con nosotras” dijo Lindsey. “Esta
es mi amiga Gertrude”

Mientras María me tendía su mano, sentí un pequeño destello de algo, pero no


estaba segura de que. ¿Reconocimiento tal vez? Pero estaba segura de que
nunca me la había encontrado antes. “Encantada de conocerle” dije,
sacudiendo su fría y seca mano. Tome un pequeño respiro, incluso con las
palomitas de maíz. Todavía podía distinguir su aroma.

Jabón caro, hierbas… y algo más, algo exótico.


“Encantada de conocerte” dijo ella, estudiándome con sus ojos entornados,
“¿Nos conocemos?”

Así que, ella también lo sintió. “No que yo sepa” dije.

“Estoy segura de haberla visto” dijo ella, poniendo un mechón de cabello


negro azabache detrás de su oreja. “¿Por qué no vienen a mi oficina? ¿Les
apetece una taza de café o algo así? ¿Una coca-cola de dieta?”

Lindsey sonrió cortésmente, “No, gracias”

Cuando me negué, María se giró y nos llevo a un pequeño pasillo hacia una
pesada puerta de madera.

Mientras caminábamos, hice una rápida inspección. Además de la oficina de


María, había otras dos puertas. Una de ellas estaba cerrada, ¿El baño tal vez?
Pensé que podía oler Lysol, la otra estaba entreabierta y tenía un leve olor a
cigarrillo. Estire el cuello cuando pasamos. Dentro había un gran escritorio
con una silla de cuero y una pared llena de fotos.

“¿Esa es la oficina del concejal?” pregunte mientras pasábamos.

Sus labios se apretaron. “Congresista electo, en realidad. Y si, esa era”

“Oh, sí” dije mientras seguíamos por el pasillo a través de la puerta de


madera.

“Que hermosa oficina” dijo Lindsey y tenía razón. La oficina de María era
grande y espaciosa, con un elegante mobiliario y enormes ventanas que
permitían la entrada del sol. Un débil aroma floral impregnaba la habitación.
Pensé en mi oficina en el decimo quinto piso del centro, con el olor a rancio,
aire re circulado, y perfume de Sally. Sentí una punzada de celos.

“Por favor, siéntense” dijo María, mientras señalaba las dos sillas antiguas
que estaban frente de su escritorio. “¿Qué puedo hacer por ustedes,
señoritas?”

Lindsey cruzo las piernas y se inclino hacia adelante “Como ya mencione


cuando hablamos por teléfono, nosotras éramos grandes partidarias de
Brewster” Suspiro ella dramáticamente, “Semejante tragedia, ¿No cree?”

“Sí, una tragedia” dijo María, con rostro inexpresivo.

“Tengo entendido que el tenia familiares en la zona, ¿Cierto?” dijo Lindsey.

“Sí, el tenía un hijo”

“Debió ser horrible para él”


“No puedo decir nada. No he hablado con él” dijo María secamente, cruzando
las piernas e irguiéndose en la silla.

“¿Cree que el siga los pasos de su padre?” pregunto Lindsey.

María movió la cabeza con decisión “No creo que él vaya a seguir el mismo
camino de su padre”

“No puedo recordar su nombre” dijo Lindsey, mordiendo su regordete labio


carmesí. “¿Cuál era?”

“Tad” dijo María brevemente, luego junto sus dedos sobre el escritorio, “A
ver” dijo ella, re direccionando la conversación hacia la supuesta razón de
nuestra visita, “Ustedes habían llamado por lo que se refiere a las
contribuciones para las causas de Brewster o las de su sucesor. Pero me
avergüenza un poco admitir que después de que habláramos, revise los
archivos y no pude encontrar ningún registro de sus donaciones.”

“Preferimos hacerlo anónimamente” dijo Lindsey, y se lanzaron a una


conversación de política que se me escapaba por completo. Mientras ellas
hablaban, me encontré husmeando. Había algunos olores interesantes en la
habitación, definitivamente incienso y otras hierbas también. Las cuales no
encajaban con el vestido de María Ann Tylor Laura Ashley y el esquema de la
habitación.

De repente me di cuenta de que Lindsey me estaba dando pequeñas patadas.


La mire; ella movió una ceja y me sonrió.

Le devolví la sonrisa, y movió las cejas unas cuantas veces más. Estaba por
preguntarle que andaba mal cuando me di cuenta de que esta era mi señal.

“Disculpe, ¿Puedo usar el baño?” pregunte.

Lindsey rodo los ojos.

“Por supuesto. Esta justo en el pasillo.” Dijo María.

“Ahora, ¿A quién cree que debemos apoyar en lugar de al concejal Brewster?”


pregunto Lindsey mientras me metía por la puerta para salir al pasillo. Solo
que en vez de ir al baño, me dirigí a la oficina de Brewster.

Mientras bajaba por el pasillo, mire hacia la recepción. La secretaria de


Brewster no era visible, pero podía escucharla hablando por el teléfono con
un amigo. Le oí decir “Noche de chicas” evidentemente, la discusión era
sobre los planes para el viernes. Ella probablemente también era fan de
Chuggin' Monkey. Tenía la esperanza de que fuera un largo debate.

Un momento después, entre a la oficina de Brewster y revise mi entorno. Un


escritorio de caoba enorme, una estantería llena de libros encuadernados en
piel antigua, grandes sillones de cuero rojo y como un millón de fotografías
enmarcadas de Brewster con personas importantes. Solo tenía algunos
minutos: ¿Cómo debería empezar?

El escritorio, por supuesto.

Mientras me apresuraba hacia el enorme escritorio de madera, le eche un


vistazo a las fotos de la pared. En todas aparecía Ted, con un elegante vestido
y sus ligeramente obesas muñecas que salían del traje. La misma cabeza
brillante, la misma sonrisa estúpida, la única cosa que cambiaba era el
vestido y el accesorio del brazo.

Sandra Bullock, George Bush, Michael Dell, y un montón de gente que no


conocía pero estaba segura de que salían habitualmente en las páginas de
sociedad.

Abrí los cajones del escritorio, empezando por los superiores. La policía había
estado aquí, lo cual no era sorprendente ya que podía oler (y ver) rastros de
huellas dactilares en el polvo. Yo solo esperaba que ellos hubieran dejado
algo que yo pudiera encontrar.

El primer cajón tenía un cepillo, una botella de Aveda para el volumen del
pelo, supuse y un vial de Polo. Revise el resto de los cajones y descubrí un
libro de citas con un increíble numero de citas y contactos, pero nada que
pareciera sospechoso y un montón de archivos con nombres que no conocía. Si
hubiera tenido el tiempo para poder revisarlos todos, podría haber encontrado
algo interesante, pero como se suponía que debía estar en el baño, solo tenía
algunos minutos.

En la parte posterior del cajón, encontré un sobre de manila algo gastado. Mi


nariz se torció mientras abría el sobre, ¿Había algo ahí? Un momento después,
deslice el contenido sacando tres esquinas dobladas de la copia de la revista
Barely Legal. Mire la foto de la portada, la cual mostraba a una joven en
uniforme que podría haber sido una niña que iba a una escuela católica en
sexto grado, excepto que, estaba usando un ligero y parecía no usar ropa
interior. Regrese las revistas al sobre y resistí mi urgencia de salir corriendo al
baño y lavarme las manos. Evidentemente a Brewster le gustaban jóvenes.

Con el sobre de nuevo en el cajón, le di otro vistazo rápido al escritorio.

Desafortunadamente, o bien la policía se había llevado todo lo de interés o


bien no había nada que encontrar.

Me recosté en la silla de Brewster, aspirando el aroma a cigarrillos cubanos, y


le lance una mirada a la foto panorámica de Austin que había colgada frente a
su escritorio. Las imágenes siempre parecían estar en primavera, como si
Austin se mantuviera entre Bluebonnets y pinceles indios con una mescla
imposible de puntos de referencia en Austin. La torre de la universidad de
Texas, la capital, el puente 360, y el horizonte, que salía de unas suaves y
hermosas colinas con unas hermosas flores de color azul del estado de Texas.
Me sacudí en posición vertical, los pelos de mis brazos se erizaron.
Bluebonnets. El puente 360.

Yo los estaba mirando.


Capitulo 17
Traducido por Sweet Angel

L
a luz de las velas por las noches en Sit A Spell, el olor a barbacoa y la
extraña voz de Ted Brewster regresaban a mi mientras le daba vuelta a
la mesa y colocaba las manos sobre el marco de la imagen. “Encontraras
lo que estas buscando” había dicho el. Succionando mi aliento, se me facilito
alejar la pintura de la pared mientras rogaba que Brewster no estuviera
equivocado.

O bien era una gran coincidencia, o Brewster realmente había regresado de la


muerte por un plato de barbacoa. Porque perfectamente escondido detrás de
la tela enmarcada había un plano de metal asegurado, en el yeso.

Mientras hacia una rápida inspección, trate de escuchar las voces si alguien
me atrapaba, iba a ser muy difícil explicar cómo había perdido el camino al
baño y aun más como había encontrado un muro de seguridad oculto en la
oficina de Brewster. Era un pie y medio el cuadrado, con una cerradura de
combinación, lo cual era una buena noticia. Teniendo en cuenta la
tranquilidad y el tiempo suficiente, probablemente yo sería capaz de abrirla.
Desafortunadamente, las voces habían dejado de ser un zumbido y parecían
estar subiendo de tono, y yo estaba llevando al límite lo que se supone que
era una salida al baño razonable.

Por muchas ganas que tuviera de saber que había ahí, simplemente no había
tiempo. Me apresure a volver a poner la foto, no estaba muy recta, pero así
tendría que ser si la Señorita recién graduada entraba.

Se paró en seco, sacudiéndose como un tazón de gelatina y tuve la súbita


necesidad de darle un sostén decente. Si ella no les daba un pequeño apoyo,
las chicas le estarían llegando a las rodillas cuando tuviera treinta.

Solté el cuadro y di un paso atrás, fingiendo que lo estaba admirando.

“¿Qué estás haciendo aquí?” pregunto ella, con sus ojos azules sorprendidos.

“Estaba buscando el baño” dije. “Pero cuando caminaba por la oficina del
Señor Brewster, pensé que este cuadro era muy hermoso y tenía que ver quien
lo había hecho”

Una línea apareció entre sus cejas, “Pero no se puede ver desde la puerta”

Excelente punto, ¿Y ahora qué? Mire alrededor, en busca de inspiración y mis


ojos cayeron sobre las fotos de Brewster y sus muñecas. “Vi la pintura del
Señor Brewster con Lance Armstrong y tenía que acercarme para poderla ver
bien.” Dije, con la esperanza de que realmente existiera esa foto y que
estuviera en alguna de las paredes. “Me encanta Lance” balbucee “El tiene
las mejores piernas.”

“¿Qué estabas buscando de nuevo?”

“El baño” dije. “Pero ahora que lo mencionas, creo que voy a esperar” Si no
regresaba a la oficina de María pronto, esto parecería sospechoso. Aunque yo
sospechaba que las cosas ya se deberían ver lo suficientemente sospechosas,
cuando la Señorita recién graduada derramo los granos de mi supuesta
fijación por Lance.

Sonreí benevolentemente y apreté el paso hacia el clon de Sally, tratando de


aparentar que no había estado husmeando en la oficina de Brewster. ¿Sabría
ella que Brewster tenía escondidas unas revistas medio ilegales en su
escritorio? Aunque, con eso al final del pasillo, parecía como un melón en una
bandeja, no podía saber porque necesitaba de esa revista. No estaba segura
de que ella se fuera a creer mi historia de Lance Armstrong, pero era lo mejor
que podía hacer. “Voy a volver a mi reunión ahora” dije.

“Okeydokey” dijo ella dubitativamente, y se quedo mirándome hasta que


llegue al final del pasillo.

La directora de campaña me mando una mirada oscura mientras me deslizaba


por la puerta. “Me alegro de que volvieras” dijo ella, con un tono de frialdad
en la voz. “Nos estábamos empezando a preocupar por ti”

“Oh, está bien, gracias. Solo estaba dando una vuelta por ahí, solo eso” Me
senté y cruce las piernas, mientras me daba cuenta de que realmente
necesitaba orinar, ¿Por qué no simplemente me había tomado un tiempo en el
baño de mujeres?

“Esa es Gertie26” rió Lindsey, “Siempre se está perdiendo. Deberías haberle


dado un mapa”

¿Gertie? La próxima vez, yo decidiría y estaría a cargo de los alias. Apreté mis
piernas mientras las juntaba y deseaba haber podido tomar un poco de café
en la mañana, le di a María una brillante sonrisa, doblando mis manos
modestamente en mi regazo y dije “¿Qué me perdí?”

“Así que, ¿Encontraste algo?” pregunto Lindsey mientras caminábamos frente


a su carro, veinte minutos después.

“¿Recuerdas las cosas de los Bluebonnets y el puente 360?”

“Sí, ¿Qué hay con eso?”

26
Gertie: Diminutivo de Gertrude.
“Me imagine lo que significaba para Brewster”

Lindsey me miro, “¿Qué quieres decir?”

“Hay un cuadro en su oficina, ya sabes, una de esas cosas del paisaje de


Austin. Bueno, mire detrás de él y había una caja fuerte.”

“Oh, por Dios. No puedo creer que funcionara.” Los ojos de Lindsey se
agrandaron aun más. “¿Cuan espeluznante fue que el volviera de la muerte
para decirnos donde estaba su caja fuerte…” Ella me miró, “Así que, ¿La
revisaste?”

“¿Qué te parece?”

“Bueno, te fuiste por siempre. Estaba empezando a preguntarme si te habías


quedado a comer un sándwich o algo así”

“Tuve que revisar sus cajones, y no encontré nada. Unas cuantas revistas pero
nada incriminante”

“¿Revistas?”

Hice una mueca, “Para adultos”

“No es eso…”

“Si” dije.

“Yuck”

“Si. Y se veían… bueno, como si hubiera tenido un buen tiempo.”

“Doble Yuck” dijo ella, desbloqueando el coche.

“Ojala hubiera tenido tiempo para ver que había en la caja” Y orinar, pero
eso estaba fuera de lugar. “A pesar de que la policía probablemente nunca la
vaya a encontrar. Es una cerradura de combinación, así que creo que puedo
descifrarla.”

Lindsey me miró especulativamente, “Que, ¿De repente eres una súper chica
o algo así?”

Por Dios. Me había olvidado de que Lindsey no sabía de mi súper oído de


hombre lobo. “Solo tengo el don, eso es todo” Mentí. Bueno, en realidad no
había mentido, era como una especie de don pero tenía que ver más con mi
peludo problema que con abrir cerraduras.

Me deslice en mi asiento y me abroche el cinturón de seguridad. Cuando


levante la vista, Lindsey todavía me estaba mirando. “¿Qué?”
“Nada” dijo ella, deslizando la llave en el contacto, “Por un momento pensé
que ibas a decirme que eras un ladrón o algo así”

Algo así, ¿Cómo un lobo ladrón? La mire rápidamente; ¿Sabía ella de mi? ¿Pero
cómo? Había sido muy cuidadosa… Apreté mis piernas e ignore la advertencia
de mi vejiga. “¿Descubriste algo mientras estaba fuera?” pregunte, ansiosa de
cambiar el tema.

“En realidad no. Pero conseguí los nombres de los principales contendientes
por el puesto de concejal.”

“Apuesto que María es una de ellos.”

“Ella no lo menciono, pero tengo la misma impresión” dijo Lindsey, “Y


conseguimos el nombre de su hijo, Tad ¿Cierto?”

“Cierto. Y sea como sea el no piensa heredar el trono de su padre”

“Si. Ella no quería hablar de él en absoluto ¿No? Me pregunto por qué”

“Deberíamos atraparlo para saber si él sabe algo.”

“Diablos” dijo Lindsey, “El podría ser el candidato ideal. Por lo que he oído,
Ted Brewster formaba parte de un gran cambio”

“Lástima que no podamos tener su voluntad en las manos”

“Voy a ver que puedo averiguar al respecto” dijo Lindsey mientras volteaba
en la calle quince. Dejando atrás el distrito de abogados, yo sabía que ella
podría estar llamando a uno de sus ex novios, los cuales estarían encantados
de inclinarse para ayudarla.

Levante la vista cuando nos acercamos a la intersección donde había visto a


Tom por primera vez, olfatee el aire. ¿Dónde se estaba quedando? Había
estado oliendo por cada lugar por el que pasaba, pero no había podido captar
ningún rastro de él. Tal vez estaba equivocada, después de todo tal vez él no
me estaba acechando. Lo cual sería un alivio pero también una decepción.

No podía ver a Tom, pero el edificio de la cárcel era visible a través de la


copa de los árboles, un recuerdo tangible de lo que había en la tienda de mi
mamá si no consigo averiguar quién mato a Ted Brewster.

“Me da escalofríos saber que la sesión de espiritismo sirviera” dijo Lindsey “Es
escalofriante.”

“Podría ser una coincidencia” dije.

Lindsey sacudió la cabeza, y un mechón de su oscuro cabello se aferro a su


mejilla. Ella lucia como si hubiera pisado la portada de una revista. No era de
extrañar que Tom la hubiera invitado a salir, y tenían una cita de tango para
el viernes en la noche.

¿Debería decirle que él era un hombre lobo? Pero luego tendría que decirle
que yo también era uno, lo cual por obvias razones no estaba en mi lista de
prioridades.

En ese momento el teléfono de Lindsey sonó.

“¿Hola?”

Ella acomodo el teléfono en su oreja, y su voz se volvió sensual “¿Esta noche?


Eso sería genial”

Tom. Tenía que ser.

“¿Sophie? Ella está aquí, espera un momento”

Ella me entrego el teléfono, “Es para ti”

“¿Hola?” dije

“No me voy a comer a tu amiga” gruño Tom, haciendo que mi cuerpo se


emocionara, lo cual decidí tomar como aprehensión.

“Me alegra oír eso” dije, lanzándole una mirada a Lindsey, la cual me miraba
con una ceja levantada. “Soy amiga de ella”

“Quiero avisarte. Cuidado con los que se hicieron”

“¿Perdón?”

“Los que hicieron, ahora ellos saben de ti, ellos trataran de encontrarte”

“¿Por qué?” ¿Podrían ser los tres hombres lobo los responsables de los
paquetes de mi te especial?

“Ellos quieren lo que tú tienes” dijo él.

“¿Un trabajo en una de las cuatro mayores firmas?” Mire a Lindsey otra vez y
ahora sus labios formaban una fina línea, y decidí que era momento de colgar.

“No. Ellos quieren tu sangre.”

¿Mi sangre? Mire a Lindsey, que tenía los labios apretados por la impaciencia,
“Ummm… ¿Cómo funciona esto exactamente?” pregunte.

“Nos tenemos que encontrar para hablar” dijo él en voz baja, con urgencia.
“Te diré lo que quieras saber, lo cual estoy sospechando que es mucho y yo te
hare algunas preguntas también.”

Tenía curiosidad por saber que preguntas quería hacerme, pero no tan curiosa
como estaba por saber todo lo que Tom podría contarme del mundo de los
hombres lobo por no mencionar lo que él estaba haciendo en Austin. Me moría
de ganas por conseguir el tiempo y el lugar, pero ¿Cómo podría explicarle a
Lindsey la razón por la cual iba a hacer un mano a mano con su cita?

“¿Cómo funciona qué?” pregunto Lindsey desconfiadamente.

“Eso sería bueno” le dije a Tom, ignorando la pregunta de Lindsey. Lo que


realmente quería decir era “¿Cuándo y dónde?” pero no pude. No con Lindsey
sentada a mi lado derecho. La amaba, pero en este momento, deseaba que
más que nada en el mundo Lindsey estuviera en otro lado. Estaba ardiendo de
frustración; no tenía ninguna forma de ponerme en contacto con Tom,
excepto a través de Lindsey. Y no podía ponerme a intercambiar teléfonos con
ella, exactamente.

“Llámame” dijo él, y me dio un número de teléfono.

“¿Una vez más?” pregunte, y él lo dijo de nuevo. Cuando me había repetido el


número algunas veces (Mentalmente por supuesto) le pase el teléfono a
Lindsey, la cual casi me lo rapo de la mano.

Un momento después, ella pregunto, “¿A qué hora?” Su voz evidentemente


sonaba más fría, “Te veo entonces” Cerro el teléfono y me dirigió una mirada
muy fría, “Tu y Tom parecían totalmente muy amistosos. ¿De qué andaban
hablando?”

“Quería asegurarme de que sus intenciones eran estrictamente honorables”

“Guardo la esperanza de que no lo sean” dijo ella, relajándose un poco.


Bueno. La última cosa que necesitaba ahora era pelearme con mi mejor
amiga. “Tú le diste una mirada muy severa anoche”

“No confío en el” dije, mientras me repetía mentalmente el número que me


había dado antes.

“¿Por qué no?”

“Parece…” ¿Qué? ¿Lobuno? “Predador” dije.

“Lo sé. Esa es una de las cosas que me gustan de él. Pero ¿Qué te estaba
preguntando el de Withers y jóvenes?”

“Yo creo que él está buscando nuevos clientes.” Mentí, mientras me repetía
mentalmente el teléfono como si fuera un mantra.

“¿Entonces por qué no me pregunto?” pregunto ella.


“No lo sé” Hora de cambiar de tema. Busque en mi bolsa un lápiz y un papel
para poder anotar clandestinamente el número. Por supuesto, yo no tenía.
“¿Qué crees de María?”

Lindsey miro el espejo retrovisor y cambio de carril, “Creo que María tiene
grandes ambiciones”

“Yo también” dije. Y de pronto me di cuenta de que tenía un PDA27. ¡Duh! Lo


saque y teclee el número, manteniendo la pantalla lejos de Lindsey. ¡Uf!
Ahora podía concentrarme en la conversación que estaba teniendo. Estaba
planeando llamar a Tom, ahí mismo llegara a la oficina. Apague mi PDA y me
volví a concentrar en Lindsey, la cual estaba sacudiendo la cabeza y diciendo,
“Todavía no puedo creerlo”

“¿Creer que?”

“Que Ted Brewster regresara de la muerte para decirnos de su caja de


seguridad en la pared”

“El no nos dijo exactamente que estábamos buscando eso” Señale, cruzando
las piernas y mirando con nostalgia una boca de incendios que íbamos dejando
atrás. Y pensando en Tom y todas las cosas con las que podría ayudarme.

“Oh, vamos Sophie. El nos dijo donde encontrarlo, ¿No?”

Bueno, si, si contamos que tenía la cara rellena de salsa barbacoa y estuviera
divagando sobre los Bluebonnets y algunos otros lugares de Austin.

“Tenemos que encontrar la manera de ver que hay en él” dijo ella.

No estaba muy preocupada por ver que había en la caja fuerte. Así
consiguiera volver a la oficina sin María o la Señorita recién graduada colgada
sobre mis hombros, ese era el problema “¿Qué crees que haya adentro?”

“Espero que sean de ocho a diez brillantes” dijo Lindsey.

Me estremecí, “No de Brewster, espero”

“Dios, no. Cualquier cosa en sano juicio lo quemaría”

“Excelente punto”

“Bueno, una vez estemos allí, lo sabremos”

“Es más fácil decirlo que hacerlo” dije. “Yo podría ser capaz de abrir la caja
fuerte, pero ¿Cómo vamos a mantener a María y a la recepcionista ocupadas?”

27
PDA: Asistente personal digital.
“Esa chica en realidad necesita un sostén decente, ¿Cierto?” dijo Lindsey
pensativamente. Así que yo no era la única que lo había notado. “Pero no creo
nos tengamos que preocupar por distraer a nadie. La ventana de enfrente no
tenia seguro.”

Me senté derecha, ignorando el chapoteo en mi abdomen, “¿Qué?”

“La que estaba al lado de la puerta. Le quite el seguro antes de irnos. Nada
de alarmas, o bien, eso es lo que puedo decir.”

“Eres brillante” dije con admiración.

Lindsey me lanzo una mirada de soslayo, “Así que, si tú eres tan hábil como
dices que eres…”

Me recosté en mi asiento y sonreí, dejando que el viento soplara en mi pelo.


“Tal vez deberías pensar en ir rubia después de todo”

“No” dijo ella, mirándome especulativamente. “A pesar de que sería un buen


compañero. La próxima vez, en lugar de Gertrude, tal vez podría llamarte
Bess. Ya sabes, ¿Cómo la fornida amiga de Nancy Drew?”

Me enderece, apretando las rodillas. “¿Fornida?”

“Bueno, no exactamente fornida…”

La hubiera pateado, pero ella estaba conduciendo.


Capitulo 18
Traducido por Kat y Sweet Angel

U
na vez llegue a la oficina, le envié rápidamente un e-mail a Adele
preguntándole si podría reorganizar la reunión con las aerolíneas del
Sudeste para un día más conveniente. Como por ejemplo un día cuando
yo no estuviera aullándole a la luna.

Luego cerré la puerta y saque mi PDA, y llame a Tom.

La adrenalina corría a través de mí mientras el teléfono sonaba del otro lado.


Finalmente iba a conseguir algunas respuestas para las preguntas que me
habían estado acosando durante años. Sonó tres veces antes de que alguien
respondiera. O algo, en realidad; era un mensaje automático, informándome
que el número que había marcado no estaba disponible.

Mierda.

Volví a revisar el número y volví a marcar.

Lo cual dio exactamente el mismo resultado.

Trate con algunas variaciones del número pero ninguna de ellas dio con Tom.
Mire mi PDA, estaba tan frustrada que quería tirar todas las cosas por la
habitación.

En vez de eso, me obligue a mi misma a prender el computador y tratar de


hacer algo.

Desafortunadamente, ya fuera que Adele estuviera fuera de la oficina o que


ella no pudiera ser molestada, no recibí ninguna respuesta. El resto de la
tarde la gaste revisando mi e-mail por posibles correos de Adele y tratando de
enterrarme a mí y mis preocupaciones en el trabajo.

Era un buen plan, pero no era uno realmente eficaz. Mientras yo ordenaba las
interminables columnas de números, no podía evitar ser distraída en algunas
ocasiones por pensamientos de Tom, de mi mamá y del contenido de mi
cajón, el cual olía un poco. Un par de veces cerraba la puerta y sacaba la más
reciente caja, oliendo por todas partes intentando una vez más captar la
esencia de la persona que lo había enviado. Excepto por el olor a gato, seguía
estando en blanco.

Finalmente, cuando no pude seguir mirando la computadora, levante el


teléfono y llame a Heath. El no estaba en casa, así que intente con su oficina;
él respondió al segundo timbre. Por lo menos alguien contestaba cuando lo
llamaba, pensé.

“¿Ocupado?” Pregunte con mi voz más seductora.

“¿Qué tienes en mente?” pregunto él.

“Oh… no se… ¿Tal vez un pequeño descanso para tomar café?”

“Estaba esperando algo más que un café… ¿Puedo tomar el control de la


lluvia? Este caso va a juicio la próxima semana y tengo que terminarlo.”

Demasiado para distraerme visitando a Heath.

“Te dejare con eso, entonces” dije.

“Maldición. Realmente quería verte antes de que dejara el pueblo…”

Oh, sí. El se iría el viernes en la noche al valle y no volvería hasta el domingo


en la noche. Demasiado para un trabajo nueve cinco.

“Siempre hay un lunes” dijo él.

Pero el lunes era un problema para mí. Un gran, gordo y peludo problema.
“Sobre el lunes…” Empecé.

“Tengo las reservaciones, por lo que no podrás salirte de esta.” Dijo él y mi


estomago se encogió. Tal vez podría fingir tener gripe aviar o algo
hipercontagioso entre ahora y el lunes, tendría que pensar algo. Por ahora,
sin embargo, dije “Estoy segura de que encontraremos algunos minutos en
algún lugar. Para trabajar, y luego para dormir.”
“Probablemente podría descansar unos quince minutos…”

Me reí, “Nada de eso abogado, termina con tu caso y nada de distracciones.”

“Te amo” dijo él, su voz volvió a sonar de esa manera ronca pero sexi. El
podría ser excesivamente ambicioso en el departamento del trabajo, pero el
también podría serlo en otras formas. Otras formas muy interesantes.

“Yo también te amo” dije, y antes de que pudiera ser tentada colgué.

Me senté y me quede mirando el computador en los siguientes veinte minutos,


pero fue inútil; mi cerebro seguía girando en torno a Tom, en la inminente
sentencia de cárcel de mi mamá y el paquete misterioso que estaba en el
cajón de mi escritorio. Finalmente me di por vencida, agarre ambas cajas y
baje las escaleras hacia mi carro.

Veinte minutos después, me detuve al frente de Sit A Spell. Cuando abrí la


puerta, el familiar aroma de esencias y cera se mesclaba con el de café
quemado. Algo crujió bajo mis pies, me agache y tome unas hojas de pino
seco, habían unas cuantas más esparcidas por el resto de la habitación.

“Estoy aquí, cariño.” Llamo mamá cuando la puerta se cerró justo detrás de
mí. Seguí su voz hasta la cocina, donde estaba una mesa rodeada de hierbas
recién sacadas de la parte de atrás del jardín. A su lado había un cuchillo de
mango blanco, el cual solía usar para hacer rituales o pociones.

“¿Cómo supiste que era yo?” pregunte, a pesar de que ya sabía la respuesta.
Después de todo, ella era una psíquica. “¿Y qué pasa con los frijoles?”

“¿Los frijoles? Son para Freddy”

“¿Freddy?”

“Freddy Fingers” dijo ella.

Ah, el fantasma.

“Es un hechizo para alejar fantasmas.” Ella continúo.

“¿Alimentar con frijoles al fantasma hará que se vaya lejos?”

Mi mamá se encogió de hombros y sus pendientes brillaron por la luz, “No


estoy muy segura de cómo funciona, tal vez le dé una indigestión o algo así.
Sin embargo, vale la pena intentarlo.”
“Si eso no funciona, el café quemado podría servir.” Dije acercándome a la
olla, “¿Puedo tirar todo esto?”

Mi mamá se echo a reír. “No es lo que hay en la olla, querida, lo acabo de


hacer hace unos minutos. Hoy estoy haciendo un hechizo doble, frijoles y café
quemado.” Dijo haciendo un gesto hacia un caldero de metal que estaba
sobre la estufa, el cual estaba lleno de un líquido negro y fétido. “Hasta ahora
he usado eupatorio y lirios de tigre, incluso limpio todo con un filtrador de
Juno, cada vez Freddy regresa.”

“¿Filtrador de Juno?”

“Es complicado.” Dijo ella, “Pero si el café y los frijoles no funcionan, tendré
que ser más creativa.”

Personalmente, pensaba que el café quemado y los frijoles ya era algo muy
creativo, pero tal vez solo era yo la que pensaba así. Mi mamá suspiro,
“Desearía poder encontrar ese libro de hechizos, sé que tengo uno que podría
funcionar en Samhain.”

Samhain, sabía que era algo que para los wiccanos era llamado Halloween.
“Bueno, por lo menos aun te queda un mes,” dije “Estoy segura de que esto
se arreglara.”

“Pero suficiente de mí. ¿Qué te trae por aquí? Podría decir que has tenido un
contratiempo.” Dijo mi mamá, caminando hacia la mesa. Su vestimenta era
muy tenue: unos vaqueros y una camisa de hombre de gran tamaño: la cual
yo esperaba que no hubiera sacado de la casa de su abogado. Lo mejor era no
pensar en eso, en realidad.

Puse las cajas debajo del borde de la mesa y permití que ella me envolviera
en un abrazo. Su familiar olor a pachuli era más ligero que el habitual, el cual
era cubierto por el olor de hierbas frescas. Por lo general creía que este olor
tan empalagoso siempre iba creciendo, solía lavarme la cara y las manos cada
vez que llegaba de la escuela, con la esperanza de que nadie más pudiera
olerlo. No podía hacer mucho por el olor a incienso en mi ropa, así que
cuando alguien preguntaba, solo decía que era perfume.

Ya era lo suficientemente malo tener que escaparme del salón para afeitarme
cada dos horas como si fuera un niño. Todavía tengo pesadillas de la vez que
salí de mi casa sin la razuradora; eran principios de verano, y estaba usando
un top, así que podrán imaginarse que las cosas se pusieron un poco peludas.
Pero tratar de sobrevivir a la secundaria con una madre que dona lecturas de
la mano y pociones en las rifas de tu escuela. Especialmente cuando se vive
en Texas.

Esta noche, sin embargo, el olor a tierra era reconfortante, y me encontré a


mi misma relajándome con el entorno familiar.

“Espero que no estés preocupada por toda esta situación del caso con la
corte.” Dijo ella, liberándome de su abrazo. “Tú sabes que voy a estar bien.”

“No es eso.” Dije, a pesar de lo que acababa de decir había aumentado mi


presión sanguínea algunos puntos. “Bueno, no completamente.”

“¿Es por ese apuesto hombre lobo?” dijo ella mientras me estudiaba. No
estaba segura de haberle dicho que él era un hombre lobo, pero con esos
ojos, cualquiera que estuviera familiarizado con la especie podría reconocerlo
en un santiamén. De ahí venia su entusiasmo, por mucho que yo quisiera ser
humana, ella quería verme caminando hacia un dulce atardecer junto a otro
hombre lobo.

“No… bueno, tal vez un poquito.” Admití, pensando involuntariamente en los


maravillosos ojos dorados de Tom y cuanto tiempo pasaba con Lindsey además
del número telefónico que no sirvió. Y sobre la manada que había atacado el
Tri-Delta. La manada que ahora, gracias a mis instintos de buen samaritano,
sabían que era un hombre lobo. “Pero ahora, estoy preocupada por esto.”
Dije, señalando las cajas que había sobre la mesa.

Mi mama sonrió calmándome un poco a medida que sus ojos se encontraban


con las cajas. “¿Qué hay en ellas?”

“Mala hierba.”

“¿Mala hierba?” repitió mi mamá, arqueando las cejas sobre sus ojos oscuros.

“Y una bala.”

Ella contuvo el aliento, “Es plata, ¿Cierto?”

Asentí. “Tenía la esperanza de que me pudieras ayudar a encontrar a la


persona que lo mando.”

Mi mamá volvió su atención hacia las cajas, cerrando los ojos, primero uno
luego el otro. Tratando de captar las vibraciones o algo así. “Quien te haya
enviado esto, te está deseando el mal.” Murmuro ella, como si necesitara de
un psíquico para que me dijera eso.
“¿De dónde vienen?” pregunto ella.

“La primera estaba en mi escritorio,” dije. “La segunda la habían dejado con
Sally, mi asistente. Había una nota en cada una de ellas,” dije, sacando las
tiras de papel y desplegándolas sobre la mesa.

A medida que leía, mi mamá arrugaba la nariz, “No es del todo Pablo Neruda,
ella tiene razón, ¿No?”

“¿Ella?”

“Pienso que es una mujer. Quien escribió esto, ¿Se inclina mucho hacia la
verdad? Además también tiene un secreto propio que ocultar, puedo decirte,
puedo decirte que es de manos estrechas.” Ella me miró, “Creo que
deberíamos hacer una lectura.”

“¿Cartas?” Por esta vez, estaba de acuerdo con la idea. Después de todo, ella
se las había arreglado para llamar a Brewster de entre el mundo de los
muertos, y yo estaba un poco más que ansiosa por saber quien me había
enviado los paquetes. Por no hablar de saber quien escribía esa horrenda
poesía.

Ella asintió, “Permíteme aclarar esto y vamos a seguir adelante.”

Salude con las hierbas en la mano, “¿Qué es todo esto, de todos modos?”

“Déjame ver, estaba trabajando en un amuleto para cirugías, una poción para
aumentar el pecho, un hechizo de inmigración y un hechizo de apertura.”

“¿Hechizo de apertura?”

“Sí. Ellos han estado trabajando en Barton Springs Road para uno de los
propietarios de restaurantes que quería saber si podría apresurar las cosas.
¡Oh madre!, casi se me olvida un hechizo de pies alados. Una de esas madres
suburbanas que está buscando mejorar su tiempo en el triatlón Danskin el
próximo año”.

Me quedé mirando la masa verde en la mesa. "Estás bromeando, ¿verdad?"

"No," dijo, señalando a algo que había cordones de los zapatos sucios. Ick.

"Ella realmente no desea alas en los pies, ¿verdad?"


"Sólo en sentido figurado," mi madre me dijo, moviendo las hierbas y los
cordones de los zapatos al mostrador separando un mantel de seda azul sobre
la mesa gastada.

"¿Dónde están Tania y Emily?”, pregunté. Si tuviéramos que hacer una lectura,
yo preferiría que fuera en privado en particular de Tania, que por alguna
razón no le tenía confianza.

"Se han ido por la noche", dijo. "nos relajaremos solo nosotras".

Cuando terminó de organizar los montones de hierbas en el mostrador, me


preguntaba de donde había venido el hechizo de apertura. A pesar de sus
raíces gitanas y su entrenamiento mágico, el cual se transmite a través de las
generaciones de la familia de su madre, que sospechaba que mi madre había
ramificado un poco para satisfacer las necesidades más modernas. Miré los
cordones de los zapatos sucios; dudé que mi abuela fuera muy llamada para
los hechizos que implican la carrera de nuevo en Lituania.

Después de apagar las luces, mamá encendió una vela y un poco de incienso,
tomó unas cuantas respiraciones profundas, y puso las manos en las cajas de
cartón mientras yo estaba sentada frente a ella, observando. Después de unos
minutos, llegó a las cartas, con una cubierta tan suave y flexible como la tela.

Me las pasó a mí para mezclarlas. Las aplaste juntas un par de veces, eran
grandes y flexibles, y yo no era especialmente buena mezclando cartas incluso
con una baraja normal y se las devolví.

Mientras observaba, puso una serie de cartas sobre la tela de seda azul. Por
desgracia, tuve poca o ninguna idea de lo que quería decir. Cuando yo era
muy pequeña, pensé que las imágenes eran interesantes, pero mamá dijo que
las cartas son demasiado delicadas y de edad para jugar. Y más tarde, cuando
quiso enseñarme, yo le dije que estaba aprendiendo todo lo que necesitaba
saber en la escuela. Ahora, afortunadamente, Emily estaba llevando a cabo la
tradición familiar de hechizos y se dedicaba a la adivinanza. Lo cual fue un
gran alivio. Además, pensé que hizo una contribución considerable sólo por
mantener a mi mamá fuera de las malas influencias con el IRS.

Mi madre volteo una carta y me miró rápidamente. Tragué saliva. A pesar de


mi falta de formación, yo estaba bastante segura que la carta de la muerte
que acababa de voltear no era una buena noticia.

"Eso no se ve bien," le dije, señalando con el dedo el esqueleto.

"Shhh", dijo, todavía por las cartas.


"¿Qué quiere decir?" Tenía una idea bastante buena, pero yo estaba esperando
que me equivocara.

"Mantén tus caballos, querida."

"Me encantaría, mamá. El problema es que ya hay un caballo y tiene un


esqueleto en él, le dije, señalando la forma ósea, que estaba sentado en lo
alto de un caballo amarillo. "Sólo estoy esperando que no fuera yo."

Sus ojos oscuros se ensancharon hacia mí. "Podría ser Brewster, querida."

"Oh". Excelente punto. Yo estaba feliz de tenerlo a bordo.

Luego de voltear otra carta contuvo el aliento.

"¿Qué?”, Le pregunté.

Ella miró a la carta. Era la rueda de la fortuna y no me refiero a una como la


de la televisión. "Tenemos problemas".
Capitulo 19
Traducido por Sweet Angel

M
ire la carta, la cual parecía una versión antigua del juego de ruedas,
solo que había gente en el en vez de signos de dólares y luego estaba
mi mamá. “¿Qué quieres decir con problemas?”

Sus anillos brillaron con la suave luz que había en la habitación a medida que
ella seguía revelando el resto de las cartas, luego se sentó y miro las cartas.
“El problema es, que esto es invertido. Normalmente, esto no sería tan malo
pero con todas las espadas en una lectura…”

“¿Qué hay de malo con las espadas?”

“Un par no está mal pero cuando hay un montón de ellas…”ella suspiro. “Estas
en una encrucijada, querida. Y hay un montón de influencias negativas.” Su
mano paso sobre la carta de la muerte y puso el dedo sobre la sacerdotisa.
“Esta es la carta de las encrucijadas. Alguien de gran poder está trabajando
en tu contra.”

“¡Magnifico!” dije, sintiendo como un escalofrió recorría mi espalda. “Voy a


mantener un puesto de observación para una mujer con manto azul y blanco,
entonces.”

“Sophie, esto no es algo para reírse. Tienes que tener cuidado. Ella es
poderosa y por alguna razón, ella te ha puesto a ti como su enemiga.”

Empecé a masajear mis sienes lentamente, cuestionando mi juicio por pedirle


ayuda a mi mamá. Hasta ahora, yo no estaba recibiendo mucho de esta
lectura, solo estaba recibiendo algunas sugerencias y amenazas que me
estaban asustando cada vez más ¿Por qué no podía haber un tipo de
adivinación en que revelaran el nombre y las caras de los involucrados? ¿Había
alguna razón para que el mundo de los espíritus tuviera que ser tan
terriblemente impreciso? Un mechón de incienso cayó sobre mí mientras
observaba las cartas que había sobre la mesa. Mi mama tenía razón, eso era
realmente espinoso con espadas. Finalmente, mi mamá se sentó y suspiro.
“Ella puede ser la que te está enviando esas cajas, pero no está muy claro.”

Una vez más, la información no era precisamente útil. Me quede mirando la


sonrisa de la enigmática mujer ¿La carta en realidad representa a la persona
que me estaba amenazando con notas desagradables? ¿O todo era una
casualidad?
“Hay dos hombres en tu vida, también.” Dijo mi mama. Mis cejas se
levantaron ¿Dos hombres? Yo solo estaba saliendo con uno, “Este” golpeo el
caballero de pentaculos “Y este” su dedo se poso sobre el caballero de bastos.

Tenía la esperanza de que sus características definidas no fueran que se


paseara con una armadura. No es que yo tuviera problema con el caballero de
brillante armadura, solo que prefería que fuera en sentido figurado. Y que
existiera solo uno de estos.

“El caballero de pentaculos generalmente significa que es un joven de


confianza. No tiene una gran imaginación pero es un gran trabajador. Leal.”

Heath, pensé.

“El caballero de bastos, por otra parte, es muy diferente. Individualista,


fuerte, algunas veces es un viajero.” Ella arqueo una ceja, “Por lo general,
también es un buen amante.”

Bueno, a menos que él fuera un maestro del disfraz, estaba segura de que eso
no describía a Herb de Termite Terminators, y a otros como él, mi contacto
con los miembros del sexo opuesto últimamente han sido bastantes limitados.

Limitados a Heath y Tom, de hecho.

A pesar de mis mejores esfuerzos, mi mente seguía dándole vuelta al alto


hombre lobo de pelo largo.

El hombre lobo, que olía a la colonia más embriagadora del mundo. El hombre
lobo que estaba saliendo con mi mejor amiga.

“¿Sophie?”

“Lo siento,” dije, sentada en la silla tratando de concentrarme en la difusión


que había frente a mí. “¿Entonces cuál de estos dos hombres?”

“Creo que tienes una decisión que hacer.” Dijo ella, con ojos brillantes.

“Pero solo veo un hombre.”

“Tal vez.” Dijo mi mamá con escepticismo, con su piel suave brillando a la luz
de las velas. “Pero no va a seguir así.”

Me obligue a pensar en el color chocolate de los ojos de Heath, su olor


masculino, la forma en que se sentían sus labios cuando me besaba… Nunca
renunciaría a él. Y no había forma de que me fuera a enrollar con un hombre
lobo pero para sacar a mi mamá del tema, dije “De acuerdo, así que mi vida
en pareja experimentara una reorganización pronto. Poco probable pero
posible.” Me puse el pelo detrás de la oreja y me incline hacia adelante, “Por
ahora, sin embargo ¿Podemos volver al extraño paquete?”
“Desafortunadamente, podemos guiar las cartas más no obligarlas. Y todos
estos elementos están entrelazados.” Su pulsera de oro sonó mientras ella
apretaba mi mano. “Sophie, querida, quédate alerta hay por lo menos dos
personas acechándote.”

“Lástima que no tengo idea de quienes son.”

“Sea quienes sean, al menos uno de ellos tiene gran fuerza y hay que tenerlo
en cuenta. Y la segunda persona no es lo que aparenta ser.” Dijo ella,
soltando mi mano y pasando un dedo por las cartas, “Hay algo oculto.”

¿Lindsey? Susurro mi mente.

“En cuanto a la carta de la muerte…” mi mama se encogió de hombros.


“Algunas veces significa muerte. En este caso, podría significar Brewster.
Otras veces, el significado cambia.” Sus ojos oscuros se posaron sobre mí.
“Como cuando se deja el pasado atrás y se empiezan a hacer nuevas cosas.”

Si ella pensaba que iba a dejar mi vida actual por abrazar al lobo que había en
mí, ella estaba ladrando al lado equivocado. “Dios,” dije. “Eso es alentador.”
Tal vez la idea de la lectura no fue tan mala después de todo.

“Y luego esta, esta carta.” Dijo ella, señalando la imagen que había estado
tratando de ignorar. Dos perros, aullando a la luz de la luna llena. Los pelos
de mi cuello hormiguearon y aparte mi mirada, “No puedes negar tu
naturaleza.” Dijo ella dulcemente.

“Ha funcionado los últimos veintiocho años” dije con aspereza.

“Este hombre, el abogado que has estado viendo.” Dijo ella en voz baja,
“¿Qué va a decir cuando se entere de lo que realmente eres?”

“¿Quién dice que tengo qué?”

“Creo que probablemente le gustaría saberlo antes de tener hijos.” Me miro


significativamente, “¿O debería decir… cachorros?”

Me abrace a mí misma. Había pensado en esto antes, por supuesto. Pero no


quería hablar de esto ahora, “Tú no sabes si ellos serán como yo,” dije.

Los brazaletes se deslizaron por los brazos de mi mama mientras levantaba las
manos, “Solo estaba diciendo…”

“¿Podemos volver a la cuestión de la mano?” pregunte, dándole una mirada a


las cajas de cartón.

“Porque ahora, alguien me amenaza con balas de plata. Y si muero, la


pregunta de qué especie serán los niños es discutible ¿No?”
Ella suspiro. “Tenía la esperanza de que la lectura fuera más clara.
Obviamente hay un montón de influencias y es difícil separarlas. Todas
parecen estar conectadas. El lado positivo, es que el resultado todavía no está
decidido.”

“¿Eso es una ventaja?” pregunte.

Ella volteo la última carta, la cual era una torre dividida en dos por un rayo.
“Al menos no es un desastre,” dijo ella. La gente saltando de la parte superior
de la tierra con su ropa incendiándose no se veían muy felices para mí pero yo
no era la pitonisa de la familia, así que solo asentí.

“Pero las cosas definitivamente van a cambiar,” dijo ella, “Pronto.”

Genial. Mi vida era un desastre, con nada pero más probable en el horizonte y
ahora estábamos más cerca de saber quien me enviaba los desagradables
paquetes. Me quede mirando la carta de la luna y trate de ahogar mi
decepción cuando mi mama registró la lectura en un gran libro que estaba
encuadernado en piel.

“¿No tiene otro significado?” dije.

“¿Qué, querida?”

“La carta de la luna,” dije. “Quiero decir, no todo el mundo es un hombre


lobo, así que tiene que tener otro significado ¿Cierto?”

Ella suspiro y me miro con sus oscuros ojos, “También significa engaño.” Dijo
ella tranquilamente, “Una persona deshonesta.”

Me retorcí un poco en la silla de madera ¿Cómo una especie de hombre lobo


que sale con un humano y esta no cede a sus tendencias naturales?

“¿Estás segura de esto?” pregunte. “¿No hay otros significados posibles?”

“Buenos, algunas veces representa a un artista o veterinario,” dijo ella, con


sus ojos oscuros brillando.

“Pero de alguna forma no creo que eso aplique.”

Oh, bueno.

Un minuto después, recogió las cartas y las envolvió en el pañuelo de seda,


“¿Te has hecho una lectura últimamente?” pregunte.

Su boca se torció en una mueca, “Por supuesto.”

“¿Y?” insistí.

La mueca se hizo más grande.


“¿Nada de carta de la muerte?”

“No hay carta de la muerte,” dijo ella. “Pero saque los amantes.”

Levante una mano, pensando en la piscina de bolas de mi mama en forma de


abogado, “No me digas.”

“No iba a hacerlo.”

“Gracias. Solo quería recordarte que tu relación con el abogado debe ser
estrictamente profesional.”

“Creo que ya lo has mencionado una o dos veces.” Dijo mi mamá.

Mientras ella ponía las cartas boca arriba, dije, “¿De todos modos cómo es que
terminaste vendiéndole una poción de amor a Ted Brewster?”

Ella sonrió. “Él había venido aquí hace algún tiempo. Estaba asustada por que
él iba a abandonar, el estaba muy nervioso.”

“Ya habías mencionado que él había venido antes un par de veces, también.”

“Si. Obviamente algo lo llamo. Por un tiempo, pensé que podría ser un poco
más dulce conmigo.”

“Pero en realidad su interés sexual era por la bibliotecaria.”

Ella asintió, “Es una vergüenza, ¿No?”

“¿Entonces de que hablaban ustedes?”

“Bueno, cuando me entere de quien era, comencé a hablar sobre la


urbanización.”

“¿La de Barton Springs?”

Ella asintió. “Pensé que tal vez podría persuadirlo de cambiar su voto.”

“Bueno, debiste haber tenido algún impacto en él ya que el aparentemente


solo le pedía a la bibliotecaria información de especies en peligro de extinción
¿Qué le dijiste exactamente?”

“El sentía curiosidad sobre la Wicca, creo. Le explique sobre el poder de la


tierra y como toda la tierra es sagrada, y algunos lugares en particular.”

“¿Cómo fue eso?”

“Sorprendentemente bien, en realidad. Por supuesto, podría haber ayudado


un poco…”
Uh-ho, “¿Qué quieres decir con, ayudado un poco?”

“Bueno, podría haber… ya sabes… hacerlo un poco más receptivo a las nuevas
ideas.”

Levante una mano. “No me digas, por favor.” Una vez más, si no lo sabía, no
estaría obligada a admitirlo en la corte.

“Como sea, querida, esto no importa ahora. El está muerto.”

“Gracias por recordármelo.”

Ella me miró con sus cálidos ojos marrones. “Hay algo más que quieras
preguntar, ¿No es así, querida?”

Ella siempre sabía, lo cual había sido un inconveniente cuando estaba en la


secundaria. Es difícil escaparse cuando tu mamá puede leer tu mente pero
esto tenía sus beneficios ahora que era un adulto. Bueno, tal vez no eran
beneficios ya que todavía me asustaba cuando ella llamaba tres segundos
antes de que marcara su número pero al menos ya no me impedía escaparme.

“Hay una manada en la ciudad.” Dije.

Ella alzo la cabeza, “¿Licántropos?”

Asentí, “Ellos son de esa especie ¿Mi papá nunca te conto como ocurrió?”

Ella suspiro, “Me temo que no.”

Rayos. Si tan solo tuviera el número correcto de Tom… “Los encontré


atacando a una mujer de la hermandad el otro día.” Dije.

“¿Crees que están relacionados con el hombre lobo que estuvo el otro día
aquí?” pregunto ella. “A pesar de que parece el verdadero McCoy28 para mí”

“Lo es.” Dije rápidamente.

Ella asintió. “Así es, tú debes ser capaz de decirlo ¿No? No creo que él lo
hubiera hecho. El es antiguo, probablemente del norte. Me recuerda a tu
padre, en cierto sentido aunque sin aquel fabuloso acento francés…”

“¿Alguna vez Luc te hablo de los territorios?” Pregunte. Luc en cierto modo se
me hacía más apropiado que decir papá al describir al gran peludo que me
había donado la mitad de mis genes.

28
McCoy: Frederick McCoy ( * Dublín, 1817 - Melbourne, 16 de mayo de 1899) fue un botánico,
paleontólogo y museólogo británico, que trabajó activamente en Australia.
“Él nunca me dijo mucho, no creo que él hubiera supuesto que teníamos que
hablar de eso o si no me lo hubiera dicho. Tengo entendido que pueden ser
muy grandes, creo que su manada controlaba todo Paris y varios kilómetros a
su alrededor. Y las manadas defienden su territorio con fiereza, me sorprende
que hayan tolerado a tu amigo, ¿De todos modos como es que se llama él?”

“Tom” dije, “El dijo que no era parte de la manada pero creo que él trabaja
para una.”

“Inusual. De lo que me habían dicho, ellos no suelen ser solitarios.”

“No sé,” dije. Y eso era verdad. Como un niño, uno de los libros que tenía mi
mama de los hombres lobo había llegado a mis manos, y lo que había leído me
había horrorizado tanto que me prometí nunca tener que ver algo con ellos
otra vez. Además, cuando tú eres un niño, tú no quieres ser diferente. Y en la
escuela primaria de Travis Heights, si te anda brotando un abrigo de piel y
una boca llena de colmillos cada veintiocho días, eso no es ser exactamente
“Normal.”

Es cierto que en los últimos años, mi mamá había intentado de involucrarme


con lo que ella sabía o llamaba mi “especie”. Pero ella no sabía mucho y por
mucho tiempo, al menos trataba de crear nuevas formas para evitar mis
brotes de piel y colmillos. Casi me daba miedo saber eso, hasta ahora.

“Finalmente has llegado.” Dijo ella. “Estoy tan contenta, querido.” Ella se
acerco y me apretó la mano, su piel era suave y cálida. “Sophie, no todos los
hombres lobos son malos. Tu padre era un hombre maravilloso, a su manera.”

“No sé,” dije fríamente. “Nuestra relación fue muy corta.”

“Cariño,” dijo ella, “Lamento que te haya herido.”

Había estado evitando el tema de mi padre. La última cosa que necesitaba


ahora era una charla acerca de mi padre, sus responsabilidades con la manada
y su necesidad de seguir su instinto animal. Quiero decir, vamos ¿Se podría
decir que evito su propia responsabilidad? “Los tres que vi la noche anterior
no parecían para nada amables,” dije.

“Pero no puedo hablar sobre Tom.”

“¿Cómo sabes que ese solitario hombre lobo no es parte de una manada?”
pregunto mi mama.

Uh-ho. “¿Qué quieres decir?”

Sus ojos marrones brillaron, “Lo que quiero decir es ¿De eso hablaron el otro
día en la tienda? ¿O te has estado viendo con él?”

“No,” dije rápidamente.


“No, ¿No hablaron de eso el otro día?” Voy a decir una sola cosa de mi mama:
ella es sumamente persistente. “¿O no tú no te ves con él?”

“No me estoy viendo con él, no.” Dije tragando saliva ruidosamente.

Los ojos de mi mamá brillaron con comprensión, “Oh, por dios. El amuleto de
atracción, es Lindsey la que está saliendo con él ¿Cierto?”

Asentí.

“¿Se lo dijiste?”

“¿Qué crees?”

Ella frunció los labios, “Bueno, alguien va a tener que hacerlo.”

“Mamá…”

“Yo no dije que fuera a decirle.” Dijo ella, mirándome con sus oscuros ojos
color chocolate, “Después de todo, yo no soy su mejor amiga.”

Cerré mis ojos y me empecé a frotarme las sienes.

Las cosas definitivamente no parecían mejorar.

Sábado en la mañana, deje los papeles del carro en el concesionario y me


dirigí a trabajar. Había tratado de convencer a Heath de mover nuestra
sorpresa de aniversario para esta noche mientras todavía era humana pero fue
inútil. El estaba afuera hasta el lunes. Ah. Lunes. Nuestro aniversario, la
reunión con las aerolíneas de sudeste, el equinoxio de otoño… y la luna llena.

Alrededor de las cinco, me di por vencida con la cuenta y conduje el carro de


préstamo hasta el concesionario para recoger a mi carro rehabilitado. Cuando
lo recogí, el carro había adquirido una capa de arce en vez del tapete, los
mecánicos debían de tener aversión al jabón pero al menos la ventana estaba
arreglada.

Baje la ventanilla y busque el spray naranja en aceite y empecé mi camino de


regreso con mi M3.
Con Heath fuera de la ciudad y Lindsey haciendo Dios sabe que cosas, por eso
había evitado llamarla, así que por alguna razón la tarde era mía y tenía
planeado disfrutarla.

Acaba de cenar en Lean Cuisine, estaba acostada con una copa de Chardonnay
mientras veía televisión cuando el teléfono sonó.

Era Lindsey.

“¿Así que, que tienes planeado?” Su voz burbujeaba de la emoción y sentí una
sensación de opresión. Ella había salido con Tom anoche aunque siempre me
sentía con ganas de saber que había pasado, esta vez en realidad no quería
saber cómo había terminado.

Tome un poco de vino y le baje el volumen al televisor, “¿Para qué?”

“Otro viaje a la oficina de Brewster.”

“¿La oficina de Brewster?” No tenía ningún deseo de ir a la oficina de


Brewster. Tenía mi vino, tenía mis suaves pantuflas de conejitos además de
Que no usar. Y todavía estábamos a diez minutos de averiguar como Stacy y
Clinton transformaran a un ama de casa con 250 libras en una modelo de
pasarela. Además de las predicciones de mi mam sobre personas misteriosas
que trataban de arruinar mi vida y tenía un hombre lobo que no estaba
interesado en cosas a corto plazo.

“¿Qué tienes en mente?” pregunte, ya eran después de las ocho.

“Esta noche, tonta.”

Ahogue un suspiro y trate de centrarme en Clinton, el cual sostenía una


camisa la cual tenía la impresión de un animal en ella mientras el propietario
de la prenda se ruborizaba.

“No sé cuánto tiempo este abierta la ventana.” Dijo Lindsey mientras Clinton
lanzaba la prenda a un cubo de basura, “Por ahora lo que sabemos, ellos
podrían haberlo cerrado ya.” Lindsey continúo mientras miraba como él
recogía otra cosa, algo fibroso y rosado que parecía demostrar su fascinación
por las enfermedades. “Te habría llamado la noche anterior para que lo
hiciéramos pero estaba ocupada.”

“Oh, sí. Tú cita.” Tome un trago de vino, “¿Cómo fue?”

“Fue fabulosa.” Suspiro ella.

“Me alegra oírlo.” Dije secamente, sofocando el impulso de quejarme ¿Por


qué no podía haber sido un fracaso? Trate de enfocarme en otra cosa que no
fuera Tom y Lindsey y el armario de los horrores que se desplegaba en mi
televisor. “¿Así que, cual es el plan para esta noche?”
“Vamos, entramos, consigues abrir la caja fuerte.”

“¡Dios! Lo haces sonar tan fácil.”

“Asegúrate de usar ropa oscura, siquiera.”

“Muy bien.” Dije, tomando mi vino. Demasiado de Que no usar, “¿Vas a venir
a recogerme o nos encontramos ahí?”

“Nos encontramos ahí, ¿Está bien?”

“Nos vemos en veinte.”


Capitulo 20
Traducido por Sweet Angel

M
e quede sola el tiempo suficiente para ver el manifiesto. Stacy y
Clinton eran buenas pero ellas no tenían materia de hada madrina,
supongo que hay límites en lo que se puede llegar a hacer con una tela.

Después de hacerme una taza rápida de té, me quite mis pantuflas de


conejitos y me puse unos vaqueros oscuros, fue solo cuando llegue al edificio
de Brewster que me di cuenta de que nunca había encontrado una buena
explicación para decir cómo puedo abrir una combinación de cerraduras solo
por audición.

“¿Por qué tardaste tanto?” Lindsey silbo mientras yo acababa de cerrar la


puerta del carro.

“Tuve que esperar.” Dije, un poco avergonzada de decirle que quería ver el
final de un reality show.

“¿Una cita caliente?”

Resople. “Difícilmente. Heat está en un deposito fuera de la ciudad.”

Me deslice por la acera para colocarme detrás de mi voluptuosa amiga, ella


dijo, “Revise la ventana, y creo que todavía está abierta.”

Yo tenía el presentimiento de que esto no era así. La oficina de Brewster


tenía cierto aire amenazador esta noche, las ventanas oscuras parecían
agujeros sin fondo. La idea de volver a casa con mis pantuflas de conejitos y
otra repetición de Que no debes usar sonaba cada vez mejor. “¿Cuál era?”

“Esa” dijo ella, señalando a la gran ventana que estaba a la derecha de la


puerta.

“Bueno, entonces, vamos a darle una oportunidad.” Mire a mí alrededor con


recelo. Tenía la incómoda sensación de que me estaban mirando, y esto no
me gustaba ni un poquito. Después de una rápida respiración y otro vistazo
sobre mi hombro, me agache y me tire por la ventana. Esta no se movió.
“¿Estás segura de que está abierta?”

“Lo estaba hace quince minutos.” Dijo ella, agitando la linterna. Mi


sentimiento de sentirme vigilada se iba intensificando a medida que ella
enfocaba el candado. “Todavía lo está, tal vez la pintaron cerrada.”
“Vamos a intentarlo juntas.” Dije.

Estaba empezando a pensar que podría tener una segunda sesión con mis
pantuflas de conejito cuando la ventana saliera disparada con un ruido sordo.

Lindsey se tambaleo hacia atrás en el porche. “Mierda.”

“¿Qué pasa? ¿Te lastimaste?”

“Creo que me rompí una uña.”

“¿Una uña?” dije. “Sheesh, pensé que habías perdido un dedo.”

“Es fácil para ti decirlo. Tu no acabas de perder cincuenta dólares en una


manicura.”

Mientras Lindsey se examinaba su uña, mire a mi alrededor, buscando la


fuente de mi inquietud. ¿Quién me estaba observando? ¿O era solo mi
imaginación? “Lindsey. Estamos a punto de cometer un acto ilegal ¿Podríamos
hablar de la uña después?”

Ella dijo, levantando la vista de su uña dañada. “¿Tienes un reparador de


uñas?”

“No creí que lo fuera a necesitar. Ahora, vamos.” Un momento después,


trepamos por la ventana hacia el vestíbulo. Tenía la esperanza de que estar
en el interior me haría sentir mejor, pero el sentimiento de estar siendo
vigilada iba creciendo. Tome un profundo respiro y mi collar me roso.

“Hay algo diferente.” Dije, “Huele raro aquí.”

“Huele como a polvo para mí.” Dijo ella, arreglándose la falda. Solo Lindsey
usaría una falda para un robo, pensé. Al menos era negra.

“Estos son para ti, por cierto.” Dijo ella, entregándome un par de guantes de
goma anaranjados.

“¿Vamos a lavar los platos después?”

“Las huellas dactilares.” Dijo ella. “En marcha, necesito tener esta uña
arreglada antes de que se rompa totalmente ¿Cómo pudo haber pasado esto el
día después de hacerme la manicura?”

“¿Podemos discutir esto después?” susurre.

Me dirigí por las escaleras después de ella, con cada paso el piso crujía. El
olor se hacía más fuerte a medida que íbamos subiendo; mientras llegábamos
a las puertas de la oficina de Brewster, el olor era lo suficientemente fuerte
para tumbar un buey. Por no mencionar un hombre lobo.
“¿No hueles eso?” susurre, cubriéndome la nariz con una mano mientras
trataba de mantener los contenidos de mi estomago en él.

“No, yo no.” Dijo ella, deteniéndose ante la pesada puerta de madera.”Pero


me había olvidado por completo de que había otra puerta. Mierda.”

“Tal vez, está abierta.” Dije, sabiendo que no era así. Alguien no nos quería
aquí; lo podía sentir en el aire. Era algo pesado, casi empalagoso y era algo
más que un olor horrible. ¿Quién no nos querría aquí? ¿María? ¿La asistente
alegre de Brewster? ¿O era otra persona?

Probé el picaporte. Bastante seguro, estaba cerrado con llave.

“¿Ahora qué?” dijo Lindsey.

“Tal vez deberíamos volver a casa.” Dije, dando un paso atrás para escapar
del olor.

“Tenemos que averiguar lo que hay en la caja fuerte.” Lindsey me recordó


mientras ella seguía por las escaleras hasta la ventana. El olor me estaba
haciendo enfermar; no podía esperar a salir.

“No podemos irnos sin al menos tratar de entrar.” Continúo ella. “Puede que
esta sea la única manera de limpiar el nombre de tu mamá.” Lindsey pensó un
momento, “¿Qué pasa con las ventanas de arriba?”

“¿Qué pasa con ellas?” pregunte, con lo que solo puede clasificarse como
serias dudas.

“Podemos treparlas.” Sugirió ella brillantemente.

“¿Treparlas?”

“Bueno, en realidad, estaba pensando en que tú podrías treparlas. Vez, tengo


miedo a las alturas…”

Lindo.

“Sera fácil.” Dijo ella, “Este lugar está rodeado por unos robles enormes.”

Estaba a punto de tirar la toalla y volver con mis pantuflas de conejitos y el


resto de la botella de vino cuando se me ocurrió que había una gran ventaja
con el plan de Lindsey. Si realmente podía entrar por la ventana podría tener
la oportunidad de hacerle frente a la caja de seguridad sin que Lindsey
estuviera observándome.

“Creo que vale la pena intentar.” Dije, mientras subía por la ventana. Como
Lindsey me siguió, mire en la oscuridad con ojos cautelosos, tratando de
encontrar al observador que solo podía sentir pero no podía ver.
El aroma de las hojas muertas y moldes era llevado a mí como si rodease un
edificio. Mire las ventanas del segundo piso relativamente, luego entrecerré
los ojos en las ramas.

“Aquella se ve muy cerca.” Dijo Lindsey, señalando una rama curva que
estaba a unos cinco pies de distancia de la ventana de la oficina de María. Yo
no la llamaría la más cercana en el área general pero en realidad era nuestra
única opción.

Suspire, “Creo que lo mejor es terminar con esto, ayúdame a subir ¿Puedes?”

Con Lindsey empujando y gruñendo (innecesariamente, en mi opinión) detrás,


me las arregle para sujetarme de la rama más baja. Justo cuando me
encontré de pie, algo exploto en la parte superior del árbol con un chillido. Yo
estaba a punto de caer sobre mi mejor amiga cuando mi mano izquierda se
encontró con una rama. La agarre justo a tiempo.

“¿Qué fue eso?” susurro Lindsey mientras me incorporaba y trataba de no


tener un paro cardiaco. Sabía que esta era una mala idea. Así que ¿Por qué lo
seguía haciendo?

“No lo sé.” Le susurre, con el corazón martilleando en mi pecho. “Alguna


clase de pájaro, supongo.” La corteza era rugosa debajo de mis manos a
medida que me agarraba de la otra rama y me impulsaba hacia arriba. En
poco tiempo, estaba a la misma altura de la ventana de María. Una brisa llego
a mí por un momento y volví a captar ese horrible olor aun con la ventana
cerrada, era un olor muy fuerte. Una segunda brisa paso mientras me
preparaba para agarrar la otra rama lo cual hizo que me fuera hacia atrás.

En algún lugar cercano había un hombre lobo.

Mi collar me volvió a rosas cuando volví a olfatear, esforzándome por captar


el olor pero era tan débil que no lo pude volver a conseguir y desapareció.

Cogí la corteza de la rama, tratando de tranquilizarme ¿Era Tom? Esta no era


la manada pero no había captado mucho de esa esencia así que no podía estar
segura.

“¿Qué pasa?” Llamo Lindsey desde abajo.

Salte con el sonido de su voz. “Nada” dije, “Pensé haber escuchado algo.”

“¿Cómo vas a entrar?”Pregunto ella.

“Shhh Estoy pensando.”

Y estoy tratando de captar la esencia de un hombre lobo. Otra brisa paso pero
el olor que había captado se había ido. Olfatee algunas veces más pero el olor
no volvió, me acerque a la ventana tratando de conseguir un buen vistazo de
los bloqueos en el otro lado de los paneles de vidrio. A la luz de la casi luna
llena, podía ver dos cierres que habían sido perfectamente cerrados. Mire de
reojo la tercera ventana, los pestillos estaban sueltos.

El problema era, ¿Cómo iba a acercarme lo suficiente para poder abrirla?

Por supuesto, esa tenía que ser la ventana más alejada de la sucursal. Mire
alrededor intentando encontrar un punto de apoyo pero no había más aparte
del vacío de dos yardas entre la rama y la ventana.

Tendría que ser más creativa.

Me acerque a lo largo de la rama de robe hasta que me estuve lo más cerca


posible de la ventana. Entonces contuve la respiración y di un paso gigantesco
con mi pie izquierdo, con la esperanza de que la oficina hubiera mantenido la
madera en buen estado.

“¿Qué estás haciendo?” Susurro Lindsey mientras yo me estremecía a varios


pies de altura sobre aire muerto, rezando por no caer sobre una colonia de
termitas.

“Esa última parece estar abierta.” Dije.

“No es una buena idea, Sophie.”

No le recordé que toda esta aventura, de hecho, había sido su idea. En lugar
de eso, me concentre en buscar una mejor posición hacia la ventana, la cual
no era tan sólida como me hubiera gustado. De hecho, crujió bajo mi peso
cuando cambie mi peso.

“Jesús, Sophie. Tal vez debería llamar al 911 ya.”

Llegue con mi mano derecha y me empuje hacia arriba de la ventana. Esta no


se movió ni un milímetro. Volví a presionar de nuevo, un poco más duro esta
vez. Demasiado duro, estaba corriendo el riesgo de romper la madera pero
forcé mi suerte un poco más y le di un empujón. De nuevo, no se movió
¿Habrá sido pintada cuando estaba cerrada?

“¿Qué estás haciendo ahí arriba?” Susurro Lindsey mientras me preparaba para
levantar la ventana y le daba otro empujón.

Una fracción de segundo más tarde, la madera cedió, la ventana se abrió y caí
de barriga en el alfeizar de María. Desafortunadamente, también aterrice
sobre una violeta africana en un florero anaranjado. Y luego, como si tener
pedazos terracota incrustados en el vientre no fuera lo suficientemente malo
empecé a deslizarme. Me había vuelto abrir la herida que me había hecho ese
ladrón y ahora tenía nuevas heridas que combinaban perfectamente con esa.
Al menos no me había puesto mi camisa nueva. Tome una profunda y
temblorosa respiración. El olor a putrefacción era peor adentro que afuera.

“Bien.” Respondí, tratando de no pensar en el olor que había a mí alrededor.


Capitulo 21
Traducido por Sweet Angel

“¡Sophie!” Grito Lindsey desde abajo mientras me quitaba del alfeizar. Lo


había alcanzado justo a tiempo. Si no fuera porque tenía un poco de hombre
lobo y los beneficios de mis viajes semi regulares al gimnasio hubiera
terminado en el suelo. Me arrastre a la oficina de María y caí en el piso con un
ruido sordo.

“¿Estás bien?” Pregunto Lindsey mientras me levantaba la camisa y me


quitaba los pedazos terracota que había en mi estomago. Me había vuelto a
abrir la herida que me había hecho el ladrón la otra noche y ahora tenía un
gran juego de heridas que irían bien con esa. Al menos, no me había puesto
mi nueva falda de DKNY. Tome una profunda y temblorosa respiración. El olor
a podrido era peor adentro que afuera.

“Bien.” Le respondí, tratando de no pensar en el olor que había a mi


alrededor. Estaba segura de que no era la luz, mesclada con las flores y las
antigüedades de hoy. Estaba tratando de no vomitar sobre mis zapatos, mire
la tierra y los fragmentos del jarrón que seguían esparcidos por el suelo.
Demasiado para una entrada silenciosa.

“¡Sophie!”

Me asome por la ventana, agradeciendo el soplo de aire fresco. “¿Qué?”

“Voy a estar por aquí ¿Podrías dejarme entrar?”

“Dame un minuto.” Dije, revisando el lio que había en el piso. Podría limpiar
la suciedad y quitar los pedazos del jarrón pero no podía remplazar la planta.
Por otra parte, María no parecía ser del tipo hogareño, así que tal vez no la
extrañaría.

El ajuste colgando en el exterior del edificio, por otro lado…

Tapándome la nariz con una mano y mí sangrado estomacal con la otra, pase
de punticas alrededor de la planta y seguí hacia el pasillo, haciendo una pausa
en la oficina de Brewster. ¿Debería abrir la caja fuerte ahora antes de que
Lindsey estuviera aquí?

Empuje la puerta que estaba semi abierta y entre, una ola de aire asqueroso
cayo sobre mí. Cerré la puerta y me quede sin aliento. El personal de limpieza
debería reconsiderar su elección de productos o dejar de acoger zorrillos ¿Iba
a ser capaz de concentrarme lo suficiente para poder abrir la caja fuerte? ¿Y
qué demonios era ese olor?

Estaba tambaleándome fuera de la oficina de Brewster cuando Lindsey


empezó a llamar a la puerta. Corrí hacia la puerta principal, agradecida de
poder alejarme todo lo que fuera posible de la fuente del olor. Todo el lugar
era asfixiante y no solo por el olor. Alguien no nos quería aquí y yo estaba
segura de eso.

Quite el cerrojo y se abrió la puerta, Lindsey se escurrió en el interior.

“Por un minuto tuve miedo de que terminaras mal.” Dijo ella.

“Si, yo también.”

Lindsey se fijo rápidamente en mi estomago. “Jeez. Realmente entraste


¿Estás bien?”

“Estaré bien.” Dije, no estaba segura de que pudiera usar bikini muy pronto
ya que los cortes no eran algo precisamente sexi pero me di cuenta de que no
eran daños importantes.

“¿Qué te hiciste?”

Hice una mueca, “Caí sobre un jarrón.”

“Ouch.” Lindsey encendiendo la linterna y alumbrando mi cintura. “Sophie,


eso se ve realmente mal. Tal vez deberíamos empacar e ir a la sala de
emergencias.”

“De ninguna manera.” Dije. “Casi me mato subiendo hasta aquí. No voy a
volverlo a hacer.” ¿Y que si mi estomago parecía un mosaico? Al menos tenía
la oportunidad de encontrar las pruebas para sacar a mi mamá de la cárcel. El
único problema era que iba a hacerlo con Lindsey mientras usaba mis poderes
de mujer lobo.

“¿Qué vamos a hacer con el jarrón?” pregunto ella, caminando hacia la oficina
de María.

Pide y se os dará, pensé, tratando de ignorar el sentimiento de aprensión y el


olor a huevos podridos. “Tenemos que deshacernos del mugre y del jarrón
roto. Te diré algo. Voy a vigilar mientras tú buscas la forma de limpiar esto.”

“¿Dónde crees que estén los suministros de limpieza?”

“Mira en el baño. Creo que es por el pasillo,” dije mientras Lindsey iba hacia
el pasillo. Puse parte de mi camisa sobre mi cara para respirar el débil aroma
floral que aun quedaba en la tela, no era exactamente aire fresco pero era
mejor que nada y entre en la oficina de Brewster.
Desafortunadamente, el olor no se había disipado en mi pequeña ausencia.
Preparándome, abrí la puerta y entre, deseosa de acabar con esto de una vez
antes de que pudiera vomitar. Levante la pesada pintura de la pared y la
apoye en el escritorio de Brewster, entonces respire hondo y me arrepentí al
instante. Todo olía a zorrillo solo que cien veces peor.

Concéntrate, Sophie.

Agarre el dial de la cerradura y trate de bloquear todo el inmundo olor, con la


sensación de que me estaban observando, los trozos de terracota en mi
estomago, el hecho de que mi vejiga se sintiera como un globo demasiado
lleno. Apreté mi oreja contra la caja de seguridad, girando el dial hacia la
derecha. Probablemente la policía ya habría pasado por la caja fuerte pero
tenía la esperanza de que hubieran dejado algo que pudiera encontrar.

Ya me había equivocado tres veces cuando sonó un golpe en el pasillo.

“¡Lindsey!”

“Lo siento” murmuro ella y volví a intentar.

Podía oír los tambores, o lo que fueran esas cosas, girando alrededor y oí un
clic. Mire el número, treinta y cuatro.

Conteniendo mi respiración, volví a girarlo a la izquierda, esperando por otro


clic. Mientras escuchaba, me di cuenta de que no sabía de cuantos clics
necesitaba para abrirla. Estaba asumiendo que funcionaba igual que el
casillero de mi escuela o eso creía ¿Cómo se obtiene una combinación tan
fantasiosa? Pero realmente no lo sabía.

Lo cual, francamente, me estaba poniendo un poco nerviosa. Debí haber


investigado la cerradura antes de venir. Quiero decir ¿Y si no logro abrirla? No
quería tener que volver a entrar aquí una segunda vez. La primera vez casi me
mata. Estaba a punto de volver a girar el dial cuando la puerta de algún carro
se cerró en el exterior. Corrí a la ventana; alguien se acercaba por la acera.

“¡Lindsey!” susurre.

“¿Qué?”

“¡Apaga la linterna! ¡Alguien viene!”

Salí de la oficina de Brewster para no vomitar y me refugie bajo el escritorio


de María ¿Podrían darse cuenta de la ventana abierta? Mientras me agachaba
en el piso de madera, oí el tintineo de las llaves y la puerta se abrió. Contuve
la respiración. En parte porque tenía miedo y en parte porque el lugar olía
terrible.

La puerta se cerró y espere a escuchar los pasos que subían las escaleras. Pero
mi suerte debía haber cambiado, porque nadie subió. Se escucharon algunos
crujidos en el piso de abajo y el sonido de un cajón cerrándose de golpe.
Entonces la puerta se abrió y se volvió a cerrar, después de otro tintineo de
llaves. Quien sea se apresuro hacia la acera y se fue.

Lo sé porque corrí hacia la ventana de Brewster y alcance a ver como el carro


se iba.

“¿Crees que se dio cuenta de la ventana?” pregunto Lindsey desde la entrada


de la oficina del concejal.

“No lo sé pero si llama a la policía, es mejor que nos demos prisa y salgamos
de aquí.”

Lindsey le dio un vistazo a la caja fuerte, la cual estaba iluminada por la


tenue luz de la farola que había en el exterior.

“Parece que todavía tenemos trabajo que hacer.” Observo ella.

Me mordí la lengua mientras ella regresaba a la oficina de María.

Las palmas de mi mano estaban sudando y los pelos de mi nariz estaban


erizados, volví a abordar la caja fuerte, girando el dial hacia la derecha. Por
favor, por favor, por favor funciona, recé silenciosamente, escuchando el
sonido de las sirenas acercándose aunque ¿La policía usaría sirenas si tratara
de acercarse a un silencioso ladrón?

Entonces lo oí, setenta y dos.

Gire hacia la derecha una última vez, esperando, esperando que fuera como
mi viejo casillero… y aparentemente fueran solo tres mágicos números,
porque gracias a Dios, se abrió.

“¡Lo tengo!”

Escuche el ruido de la cerámica al romperse, luego Lindsey gritando, “¡Estas


bromeando!” Mientras abría la caja, ella vino a la oficina de Brewster.

“¿Qué hay adentro?” pregunto ella, tratando de iluminar el interior de la caja


con la linterna. La policía ya había estado aquí, podía ver en el polvo los
rastros de huellas dactilares pero habían regresado lo que encontraron,
aparentemente.

“No lo sé todavía,” dije. “Hay una especie de caja aquí.”

“Ohh,” dijo ella. “¿Qué crees que es?”

“No lo sé.” Dije, recogiendo la caja, tenía la mitad del tamaño de una caja de
zapatos. Se la entregue a Lindsey. “Voy a agarrar los papeles, tenemos que
movernos rápido. Si el que acaba de salir vio la ventana abierta, debió de
llamar a la policía. Vamos a la oficina de María.”
“Lo tengo.” Dijo ella.

Agarre la pila de papeles y seguí a Lindsey por el pasillo hacia la oficina de


María, un libro se deslizo de mis manos y cayo en el piso de madera.

Lindsey se agacho para recogerlo y lo alumbro con la linterna. “Que extraño.”

“¿Qué?”

“Es el libro de Al Gore. Ya sabes ¿El de calentamiento global?”

“¿Lo mantuvo en la caja fuerte? ¿Me pregunto que mas hay ahí?”

“No lo sé. ¿Una tarjeta de socio de GreenPeace29?” Dijo Lindsey mientras


depositaba la caja sobre el escritorio de María y miraba el contenido de la
pequeña pila, la cual incluía algunos libros de tapa dura, algunos papeles y la
caja.

“No podría estar muy lejos de la realidad. El tiene un par de libros ecologistas
aquí,” dije, “Silent Spring y la tierra en la balanza.”

“Así que él tenía las revistas sucias en el escritorio y los libros ecologistas en
la caja fuerte.” Dijo Lindsey, levantando el libro de Silent Spring y
sacudiéndolo. “Solo en caso de que estuviera escondiendo algo entre las
paginas.” Se explico.

“Si él lo hizo,” dije tristemente, “Estoy segura de que la policía ya lo


encontró.”

Cuando nada se cayo, ella hecho un vistazo a la parte posterior de la cubierta.


“Hey ¿No es esta etiqueta de precios de la tienda de tu mamá?”

Cogí el libro. Lindsey tenía razón, podía reconocer la escritura de mi mamá en


el pequeño sticker blanco. “Siempre pensé que era Súper pro-desarrollado
¿Crees que tal vez también estaba teniendo una tarde de vida para cambiar el
corazón?

“O eso, o tu mamá lo hechizo.”

De lo que conocía a mi mamá, podría decir que las probabilidades de eso eran
bastante grandes pero preferí la negación. “Me quedo con la teoría del
cambio de corazón,” dije, agarrando la caja “Vamos a ver, que hay en esta.”

Levantamos la tapa, revelando un tubo de plástico unido a una de esas


bombas como las que suelen usar con brazaletes cuando se toma la presión
sanguínea.

29
GreenPeace: Organización ecologista mundial cuya estrategia es la resistencia pacífica.
“¿Es esto algún tipo de equipo médico?” Pregunte, agudizando mis oídos en
busca del sonido de las sirenas o carros. Todo lo que pude oír fue el sonido de
los grillos sin embargo alcanzaba a escuchar el lejano zumbido del trafico.
Todavía seguía sintiendo esa incomoda sensación de estar siendo observada.

“¿Para qué crees que sea?” pregunto Lindsey, levantando el tubo. El cojín de
color rosa con forma de pelotas quedo colgando en el aire.

“No lo sé ¿Hay instrucciones?”

Miro en la caja y saco un folleto, “Como usar tu… oh… Por dios.”

“¿Qué es?”

“Es un pene inyector.”

“¿Un qué?” Agarre el manual de instrucciones, efectivamente, el titulo se leía


“El agrandador.”

“Se supone que esto hace… bueno, más grande. Ya sabes… ¿Lo infla?”

“Asqueroso.” Rápidamente desterré la imagen de Brewster usando el


“agrandador” ¿Dónde lo había usado de todos modos? ¿La silla del escritorio?
Me había sentado en esa silla del escritorio…

Ick.

“¿Por qué lo habrá guardado en la caja fuerte?” pregunte.

“¿Te gustaría que alguien lo encontrara en tu escritorio?”

“Te refieres a los cajones del escritorio ¿Cierto?”

Ella me pego con “El agrandador”

“Ew,” dije, limpiándome con la manga. “Esa cosa ya había sido usada, sabes.
Además, tenemos que darnos prisa. La policía podría llegar aquí en cualquier
momento.”

“Buen punto,” dijo ella, empujando el tubo en la caja y limpiándose las


manos con la falda. “¿Crees que lo lavaba?”

“No quiero pensar en eso.”

“Siempre me había preguntado quien compraba ese tipo de cosas.” Dijo


Lindsey.

“Ahora, lo sabemos.” Dije.


Lindsey frunció los labios mientras abría la pila de papeles que tenía al frente
mío, “¿Crees que Brewster recordó lo que había ahí cuando nos dijo que
miráramos detrás de la foto?”

“Asumiendo que fue Ted Brewster el que estuvo en la sesión.”

“Vamos, Sophie ¿Quién más pudo haber sido? Además, no es como si encontrar
estas cosas pudiera afectar su carrera política. Quiero decir, estaba muerto
cuando lo hizo.”

“Cierto,” dije, entrecerrando los ojos ante la primera pagina de documentos,


“Pero esto parece ser algo interesante.”

“¿Qué es?” pregunto Lindsey.

“Una copia de su testamento, creo.”

“¿Quién es el beneficiado?”

Voltee el papel, “Tad Brewster.”

“Déjame ver.” Lindsey se movió a mi lado para ver sobre mi hombro,


“Bastante desagradable el testamento.” Dijo ella, señalando con el dedo
índice un gran párrafo en la mitad de la página. “Hereda… pero la única
condición es que el este ganando al menos cincuenta euros al año.”
“Así que debe hacer dinero para ganar dinero.” Dije. “Interesante estrategia
de motivación.”

“¿Tú crees?”

“Tengo la impresión de que Brewster junior no está siguiendo los pasos de su


padre exactamente.”

“Es seguro que María no quiso hablar mucho de él ¿No?” pregunto Lindsey,
entregándome el testamento y entrecerrando los ojos para ver debajo de los
papeles. “Pero los policías obviamente vieron el testamento,” dijo ella, “Así
que ¿Por qué se enfocan en tu mamá, en vez de transportar a Brewster Junior
e interrogarlo?”

“Supongo que por la poción envenenada de Sit a Spell, así que pensaron que
no era necesario buscar más.”

“Desafortunadamente, es probable que tengas razón. Tenía una especie de


esperanza de que encontráramos la botella de la poción aquí pero no la he
visto.”

“Lo cual me hace pensar que puede que esa no sea la única cosa que la policía
tomo,” dije tristemente. Tenía la esperanza de que la policía tampoco
hubiera tomado lo que Brewster quiso que encontráramos.
Lindsey saco otro fajo de papeles. “Me pregunto qué es esto. Parece una obra
de algún tipo.”

“Déjame ver,” Me incline sobre su hombro para ver la primera línea, “Es por
la propiedad junto a Barton Springs. En la que van a hacer las construcciones.
Aparentemente la mayor parte de esa propiedad es de un fideicomiso30.”

Lindsey saco una pila de ganchos de debajo de ella. “Hay una evaluación
medio ambiental aquí también.”

Mire hacia arriba. “Huh ¿Por qué iba a tener eso en una caja fuerte?”

“No lo sé,” dijo ella. “Tal vez el era secretamente el dueño de la propiedad.
No se supone que el deba votar por el desarrollo si él tiene un interés
personal en esto ¿No?”
“Buen punto.”

“¿Y la bibliotecaria no dijo que él estaba haciendo investigaciones sobre


especies en peligro?” Lindsey ojeo rápidamente las paginas. “Esto no tiene
ningún sentido para mí, pero no tenemos tiempo para revisarlo todo. Iré a
sacarle copia a todo.”

“¿Incluyendo las instrucciones del “agrandador”?”

Lindsey se estremeció, “Solo si quieres.” Ella me sonrió “Aunque mirándolo


por encima, no creo que Heath lo necesite.”

La patee por debajo del escritorio.

“Está bien, está bien.” Dijo ella, frotándose la pierna. “La fotocopiadora esta
en el escritorio de la recepcionista ¿No?”

“Si tu vas a hacer las copias, yo devolveré los libros a la caja fuerte.”

“Lo mejor es que lleves el “agrandador” contigo.”

“Tenía la esperanza de que tú te encargaras de eso, en realidad.”

“Si voy a hacer las copias,” dijo ella, “Lo menos que puedes hacer es devolver
el agrandador a la caja fuerte.”

Ella tenía un punto.

Volví a empacar el artefacto, tratando de tocarlo lo menos posible y evitando


imaginar la relación de Brewster con él. Cuando todo estuvo encajonado,

30
Fideicomiso: Es un contrato o convenio en virtud del cual una persona, llamada fideicomitente o
también fiduciante, transmite bienes, cantidades de dinero o derechos, presentes o futuros, de su
propiedad a otra persona (una persona natural, llamada fiduciaria), para que ésta administre o invierta
los bienes en beneficio propio o en beneficio de un tercero, llamado fideicomisario.
respire profundamente y lleve la primera pila a la oficina de Brewster.
Mientras deslizaba los libros en la caja fuerte, accidentalmente le di un
codazo a la pintura, la cual había apoyado en la pared con mi pie. Empezó a
caerse pero logre atraparla justo a tiempo.

Mientras apoyaba la espalda contra la pared, me di cuenta de que una esquina


del papel sobresalía del respaldo. Me agache para mirarlo más de cerca, se
trataba de la esquina de un sobre, en realidad. Alguien había levantado el
respaldo del papel, metiendo el sobre y dejándolo ahí. Pero no muy bien.

La emoción recorrió mi cuerpo ¿Podría ser esto a lo que Brewster se refirió en


la sesión de espiritismo?

Contuve la respiración, levante el sobre y salí rápidamente de la habitación,


donde el olor no era tan fuerte. No había polvo sobre el sobre y había
encontrado lo que la policía no pudo descubrir. Estaba dirigida a Brewster en
las colinas del lago oeste con la dirección de su casa ¿Tal vez? Y fue sellada
hace tres semanas. Saque el contenido del sobre y casi pierdo los nervios por
tercera vez esa noche.
Capitulo 22
Traducido por Sweet Angel

E
ra ocho por diez, pero no era exactamente brillante y estaba agradecida
por eso. Porque a pesar de que era cuatro por seis y borrosa, ya había
mucho, mucho más de Brewster de lo que yo habría querido ver.

“¡Lindsey!”

“Estoy aquí,” me respondió. Seguí su voz hasta la sala de copias.

Ella me miró desde la copiadora, “Todavía no acabo ¿Qué pasa?”

“Mira esto,” dije, girando la foto hacia ella.

Sus ojos se abrieron como platos, “Ew, eso es asqueroso.” Se acerco para ver
mejor, “Wow. Puedo ver por qué se compro el agrandador.”

No quería verlo de cerca, “Es lo que hay escondido detrás de la imagen,” dije.

Lindsey volvió a examinar la foto, su labio se curvo en una clara señal de


disgusto. Mire de nuevo: Era una imagen de Brewster dando su todo (Lo cual
se vio después no era mucho) y una chica con medias hasta la rodilla y zapatos
adornados. Y nada más. “Entiendo porque la mantuvo oculta pero ¿Quién
crees que es la pobre chica?”

“No lo sé pero se ve tan joven como para ser su nieta.”

“¿Había algo con ella?” pregunto ella.

Buena pregunta. Le di el sobre y un trozo de papel cayo sobre la palma de mi


mano. El mensaje parecía haber sido impreso, al igual que la dirección en el
sobre.

“¿Qué quiere decir?” Me pregunto Lindsey.

“Si no haces la decisión correcta el siete de octubre, busca esta imagen en el


American-Statesman31.”

Lindsey enarco una ceja. “Para mi suena como un chantaje.”

“¿Pero el cambio de opinión acerca de qué?”


31
American Statesman: Es uno de los principales periódicos en Austin
“No lo sé,” dijo ella, “¿Hay dirección de retorno?”

“No” Mire la foto de nuevo y esta vez me di cuenta de que tenía marcada la
fecha en que fue tomada en la esquina superior derecha de la voluminosa
nalga derecha de Brewster. “Esto fue tomado hace algún tiempo,” dije.

“¿Por qué lo dices?”

“La fecha es de hace dos años.”

“Entonces, esto podría no estar relacionado con su muerte,” dijo ella.

“Pero la marca de envió es de hace dos semanas” le recodé.

Lindsey movió la foto hacia un lado, entrecerrando los ojos en la extensa


nalga blanca de Brewster.

“Bueno, como sea, el fotógrafo no tomo su lado bueno.”

Mientras Lindsey terminaba de hacer las copias incluyendo una de la foto,


regrese a la oficina de María. El sentimiento de estar siendo vigilada no había
disminuido de todos modos, sentarme y esperar a Lindsey solo hizo que
empeoraran las cosas. Me senté en la silla del escritorio de María, esforzando
mis oídos para que escucharan el sonido de las sirenas por si se acercaban y
mirando por la ventana la casi luna llena. Dios, odiaba la luna. Mientras
miraba el disco blanco, el cual se parecía a una tortilla desequilibrada esta
noche o tal vez solo estaba hambrienta, una briza movió un poco de polvo del
alfeizar de la ventana y el mal olor se hizo más fuerte.

Mire hacia abajo y me di cuenta de que el polvo era muy grueso. El polvo
estaba distribuido en una línea recta, de hecho, todo menos el lugar en el que
había roto el jarrón. Me agache para tocarlo y olí mis dedos.

Lo cual fue una mala idea, ya que mi mano ahora olía a zorrillo concentrado.

Me limpie la mano con la alfombra, odiaba tener que arruinar tan buena
alfombra pero no podía soportar tener esa cosa en mis dedos por más tiempo.
Entonces me levante y camine alrededor de la habitación, examinando el
lugar con la linterna, muy segura, de que la cosa había sido distribuida por
todo el lugar. Pero ¿Qué era? ¿Y por que estaba ahí?

Mientras me limpiaba los dedos por segunda vez en la alfombra ya que seguían
oliendo terriblemente, se me ocurrió la idea de investigar en la oficina de
María mientras esperaba. Me senté en el escritorio y me dispuse a hacer algo
más que husmear.

La copiadora zumbaba por el pasillo mientras rebuscaba en los cajones de la


administradora de campaña.
No había muchas cosas interesantes, era buena combinando colores y tenía
una forma de escribir muy clara pero me desilusiono, que todo pareciera
como si siempre estuviera en progreso. Encontré un archivo que contenía una
lista sobre las donaciones que se habían hecho recientemente, hojee y
encontré algo que podría sonar como una campaña. Desafortunadamente, no
pasó nada; me sorprendió, sin embargo, descubrir que muchas de las
donaciones de la campaña de Brewster provenían de San Antonio y México
¿Era esta la razón por la que Brewster había contratado un director de
campaña latino? Si es así, sus conexiones con nuestros vecinos del sur
ciertamente habían trabajado para su beneficio.

Estaba a punto de dejar de investigar cuando encontré una cosa extraña


enterrada debajo de los lápices.

Era una muñeca de cera, la recogí y me produjo un escalofrío. Alguien la


había tallado toscamente, un tajo para la boca y dos agujeros para los ojos.
Un trozo de tela color marrón y lo que parecía ser un par de cabellos se había
trabajado en la cera cerca de la mitad de la muñeca.

La estaba sosteniendo con la punta de los dedos, mirando la tosca cara y las
grumosas extremidades cuando Lindsey se apresuro a regresar.

“¿Lista?” dijo ella.

“¿Qué crees que es esto?” pregunte, tratando de iluminar a la horrenda


muñeca.

“Parece un muñeco Vudú o algo así ¿Dónde la encontraste?”

“En el escritorio de María.” Dije.

Ella se encogió de hombros. “Tal vez es una muñeca anti-estrés o algo así.
Algo que se puede amasar con las manos cuando se está estresado o algo así.”

“Tal vez,” dije, no estaba segura de que eso fuera algo reconfortante para
mí, de hecho, me estaba dando mareo. Metí la muñeca en el cajón y lo cerré,
aliviada de no poderla ver. “Por cierto, ya sé de dónde viene el olor. Es una
especie de polvo que esta regado por toda la habitación.” Dije, señalando el
alfeizar que había detrás de mí. “Y estoy segura de que hay más en la oficina
de Brewster pero no pienso volver para comprobarlo.” Señale la línea de
polvo que había sobre el alfeizar de la ventana, “¿Puedes olerlo?”

Ella se inclino y olio, “Huele un poco a azufre pero no es tan malo.”

Parpadee, ¿No tan malo? Esa cosa huele peor que un buey.

Ella se enderezo, “Como sea ¿Quién sabe lo que es? Los papeles y la foto ya
están de vuelta en la caja fuerte, así que salgamos de aquí.”
Mire al cajón donde estaba la muñeca una vez más y luego me dirigí a la
ventana, “Vamos,” le dije a Lindsey, “Vamos. No puedo esperar a salir de
aquí.”

“Llámame loca pero pensé que íbamos a salir por la puerta principal.”

“Pero no tenemos una llave para dejar la puerta con candado.”

“¿Crees que se darán cuenta?”

“¿Tu no?” dije, “¿Qué tal si tu sales por la puerta, y después yo le pongo
seguro y salgo por la ventana?”

“¿Estás segura?”

Mire a la ventana vacía. “Al menos no hay plantas ni jarrones con los que me
pueda estrellar esta vez.”

Deje salir a Lindsey e hice una rápida inspección para asegurarme que todo
estaba en su sitio, todo a excepción del jarrón africano violeta pero no había
mucho que pudiera hacer al respecto. Entonces salí por la ventana y estire
una pierna hacia la rama de roble.

Acababa de poner los dos pies en la rama y había vuelto a cerrar la ventana
cuando sonó un fuerte crujido a mis pies. Apenas tenía el tiempo suficiente
para pensar. Definitivamente esta no era mi semana.

La rama se cayó completamente y aterrice sobre mi espalda en una pila de


hojas muertas.

Me quede allí por un momento, medio aturdida, mirando a la luna a través de


las ramas y moviendo brazos y piernas de manera experimental. Y rezando
para que cualquier hombre lobo que hubiera sentido anteriormente no fuera
por mí en este momento. Estúpida rama de árbol.

Lindsey troto alrededor del edificio mientras me levantaba


tambaleantemente.

“Oh por dios,” dijo ella, “¿Estás bien?”

“De todos modos, todavía estoy viva.” Dije, masajeándome el tobillo y


mirando hacia la ventana, la cual se abrió ante nosotras, “Demasiado para una
entrada clandestina.”

“Ya sabía que esa rama no era segura, ¿Puedes caminar?”

“Eso creo,” dije. Mi tobillo vibro mientras apoyaba mi peso sobre él e hice
una mueca.

“Probablemente ambas debimos salir por la puerta.” Dijo Lindsey.


Retrospección siempre es lo mejor, “”Si, bueno, ahora es demasiado tarde.”

Lindsey miró por la ventana, “¿Crees que se darán cuenta de la ventana


abierta?”

Le di a mi amiga una mirada que probablemente no pudo ver y me apoye en


ella mientras cojeaba hacia el carro, todavía oliendo por hombres lobo. Por
fortuna, no parecía haber ninguno por el lugar. Mi tobillo no se sentía
demasiado caliente, aunque no estaba roto pero para mi futuro no me veía en
una maratón.

Estábamos a unos pocos metros del mercedes cuando algo grande se agito
sobre nosotras, y por un momento, cogí otra bocanada de hombre lobo. ¿Qué
estaba pasando con eso? Quiero decir, en estos días no puedo ni dar diez
pasos cuando un hombre lobo aparece encima de mí.

¿O había alguien más acechándome?

“Espera un momento,” dije y Lindsey se detuvo.

“¿Qué?” dijo ella.

Cerré mis ojos y deje que los olores de la noche llegaran a mí. Moho, hojas, la
basura de hace dos días de un bote de basura cercano.

Nada de hombre lobo.

“Sigamos,” dije, abriendo los ojos. “Creí haber escuchado algo, pero me debí
haber equivocado.”

Mientras entraba cautelosamente en mí BMW, pensé en la ventana abierta y la


rama rota que había dejado atrás. Por no mencionar el alfeizar de la ventana
perdido, probablemente debí haber tomado la muñeca de cera para
mostrársela a mi mamá, después de todo, habíamos sido tan sutiles como una
manada de elefantes.

Mire atrás hacia el oscuro edificio, pensando en la ventana abierta del


segundo piso, la rama rota del árbol y la ventana colgando de un tramo. Sin
importar las cosas que el futuro reservaba para mí, había decidido, que muy
probablemente no iba a ser de detective privado.

“Entonces ¿Qué hacemos ahora?” pregunto Lindsey mientras revisábamos las


copias de los archivos que habíamos encontrado en la caja fuerte de Brewster.
Ella me había seguido hasta la sala después de nuestra aventura nocturna.
Había tomado algo de Motrin32, me lave las manos casi un millón de veces
para deshacerme del olor y envolví con hielo mi tobillo.

Ahora estábamos sentadas en la mesa de mi cocina, leyendo los documentos


de Brewster.

“Tenemos que averiguar de qué se trata la obra.” Dije.

“¿Crees que tenga relación con la poción envenenada?”

“Tal vez. Y probablemente deberíamos hablar con Tad, ver si estaba en la


ciudad entre el martes y jueves de la semana pasada.”

Lindsey asintió, “Porque tuvo que ser después de que la bibliotecaria lo


tomara…”

“Pero antes de que Brewster muriera,” termine por ella. “Así que quien lo
hizo tuvo que estar aquí desde el principio de la semana pasada.”

“Y tener acceso a la poción.”

“Cierto.”

“¿Qué piensas de María?” pregunte, “Ella definitivamente tenía acceso a la


oficina.”

“Es posible, pero no había nada de ella en la caja fuerte.”

“Cierto.”

“Además ¿Cuál es su motivo?” pregunto Lindsey.

Me encogí de hombros, “¿Moverse en el mundo de la política? Brewster solo


estaba a un paso de la cámara de representantes… ya sabes, ¿Para sustituir al
tipo que recibió un tiro hace unos meses?”

“Oh sí, la elección de emergencia. Casi me olvido de eso.”

Asentí. “Tal vez María pensó que podría usar a los partidarios de Brewster y
hacerles una oferta.”

“Es posible,” dijo Lindsey. “Pero tenemos que fijarnos en Brewster Jr


también. Ahora es millonario.”

“Siempre que este ganando cincuenta euros al año.”

32
Motrin: Marca de analgésico.
“Buen punto,” dijo ella. “De lo que he oído, no pagan mucho en Thundercloud
Subs33.”

Parpadee, “¿El hijo de Brewster hace sándwiches para vivir?”

“Aparentemente él trabajo en el bulevar del lago de Austin por un año.”

Solté un silbido, “No es de extrañar que María no estuviera tan excitada por él
¿Puedo ver eso de nuevo?” pregunte.

“Seguro,” Lindsey empujando el testamento a través de la mesa hacia mí.

Mire la fecha de la primera página, “Esto es un documento reciente.”

“¿Y qué?”

Pase a la última página, la línea de la firma estaba en blanco. “Creo que


tenemos que poner a Tad en la lista de sospechosos,” dije.

“¿Por qué?”

“Porque a menos de que haya otra copia de esto, Brewster nunca lo firmo.”

33
Thundercloud Subs: Restaurante en Austin.
Capitulo 23 Traducido por Kat

A
la mañana siguiente, mi tobillo se sentía mucho mejor, gracias al
Motrin, el hielo, y mis genes de hombre lobo, estaban casi como nuevos.

Tiré mi bata, y devoré un pan junto con un poco de café; estaba preparada
para llamar a Thunder Cloud Subs, cuando sonó el teléfono.

Era Frank, el portero.

"Tiene un visitante en el vestíbulo, señorita Garou. ¿Lo dejo entrar?"

¿Visitante?, Heath se había ido temprano. “¿Es Heath?”

“No. Un tipo llamado Tom Fenris.”

Un escalofrío recorrió mi espalda. Tom. Todas esas preguntas que yo tenía…


Tom sería capaz de responder a ellas. Lo sabía. Y estaríamos solos… reprimí
un escalofrío pero ¿Cómo sabía dónde vivía?

“¿Señorita Garou? ¿Sigue ahí?”

“Si. Quiero decir que sí. Sí, estoy aquí.”

“¿Qué quiere que haga?” preguntó.

“Creo que puede dejarlo subir.”

“Lo hare,” dijo y colgó.

Mierda. Mierda, mierda, mierda. Corrí a la habitación y me puse la bata. ¿Por


qué no le pedí a Frank que me diera unos minutos? Miré mi pelo en el espejo
mientras lo retorcía con un sujetador, luego corrí hacia el armario y
vacile. ¿Qué debo llevar? Algo casual, pero no anticuado. Tampoco demasiado
sexy mientras estaba allí medio desnuda, en un debate entre un modesto top
negro, y una especie de blusa romántica de encaje blanco, sonó el timbre.

Agarré la blusa, me puse unos vaqueros, y corrí a abrir la puerta.

Cuando abrí la puerta, el embriagador olor a hombre lobo de Tom me llegó


como un tren de carga. Llevaba unos vaqueros desteñidos y una camiseta
verde desteñida atrayéndome a sus ojos color dorado. Haciendo que cada
célula de mi cuerpo empezara zumbar. Tomé una profunda bocanada de aire,
olía y se veía bien, lo suficiente para comérselo. Me quedé mirándolo
fijamente durante un segundo antes de que se aclarara la garganta y me
apuntara al pecho. "Creo que olvidaste apuntarte el botón."

"¿Qué?" Miré hacia abajo, por supuesto, mi blusa se había abierto, exponiendo
mi sostén de Victoria's Secret color crema para el mundo o por lo menos para
Tom. Sofoco; tomé las dos mitades de la camisa y murmure, "Adelante"

Él me siguió hasta la sala, me apresuré a apuntar los botones de mi


blusa. Cuando estuve decente, fui donde Tom.

"¿Qué estás haciendo aquí?”, Le pregunté. “¿Cómo supiste dónde vivo?"

"Tengo mis medios", dijo, mirándome de una manera que me hizo


estremecerme. "¿Puedo sentarme?"

"Claro", le dije, sentándome al borde de mi sillón y recordarme a mí misma


que la lujuria que inducía el hombre de cabellos dorados que estaba al frente
mío, no era en realidad un hombre. Porque él era un hombre lobo. Que estaba
saliendo con mi mejor amiga. Cerré los ojos y rece para que Lindsey no
decidiera venir con rosquillas o por algo esta mañana. Porque si lo hacía,
¿Cómo iba a explicarle que estaba haciendo con su potencial novio en mi
sala?

"Traté de llamar antes", dijo. "Debo haber escrito el número de abajo mal".

"Me preguntaba por qué no había oído hablar de ti".

Me miró por un momento; hipnotizados. Había algo misterioso en él, en esos


ojos que parecían mirar a través de mí. Me pregunté qué habían visto esos
ojos. ¿Cuánto tiempo había sido un hombre lobo? , Me preguntaba, sí había un
montón de hombres lobo en Noruega, Qué se sentiría tocarlo. Recordé el rayo
de energía que paso a través de mí cuando nuestras manos se habían
tocado. "¿De dónde eres?" Solté. "¿Qué estás haciendo aquí?"

"¿En tu apartamento?"

"Bueno, quiero decir aquí. En Austin. ¿Alguien te envió a..." ¿A qué? a


desmembrarme a mí? ¿A excomulgarme? Para arrancarle la ropa y... No,
Sophie. No vayas allí. Respire profundo. "... a hacerme algo?"

El sacudió la cabeza lentamente, un amague de sonrisa se mostraba en su


boca. "No", dijo. “No sabía nada acerca de ti. Y tampoco nadie más. O si lo
hicieron, no me dijeron," dijo él, todavía mirándome con esos ojos de
fuego. "Pero ¿Cómo has permanecido oculta durante tanto tiempo?"

"No sé", dije. "Tal vez porque yo soy..." Me miró, estaba esperando que no
fuera a sentenciarme a muerte "... mitad humana?"
"Tal vez". Él siguió mirándome. "Pero yo no creo que eso sea todo."

Tragué saliva. "Entiendo que en Francia, no están demasiado interesados en


mestizos".

"Es cierto. ¿Cómo es que sabes ese pedacito de información?"

"Un pariente”, dije vagamente, y luego seguí adelante. "¿Y en Estados Unidos?
¿Comparten esa opinión?"

"Afortunadamente, son un poco más indulgentes aquí", dijo. Bueno, gracias a


Dios por los pequeños favores. Me mordí el labio. "Pero tú no eres de aquí".

Se encogió de hombros. "Yo no soy de ningún lado".

"Pensé que eras de Noruega."

"Al principio, sí." Sus ojos se clavaron en mí. "Pero ahora, no tengo ninguna
lealtad."

"¿Así que la mitad de mí sangre no te molesta?"

Sacudió la cabeza lentamente. “No, no me molesta. Pero no puedo hablar por


los hombres lobo en cuyo territorio se está viviendo. "

Se sentía como si alguien hubiera arrojado un balde de agua helada sobre


mí. Parpadeé. "¿Qué? Pero nunca hay hombres lobo aquí. Es por eso que yo
vivo aquí. Es una especie de zona neutral".

"Austin no es neutral."

Mierda. Otra ilusión destruida. ¿Y ahora qué? "¿Entonces de quién es? No he


visto a nadie aquí. ¿Y cuántos hay? ¿Dónde diablos están todos?"

"Houston", dijo en voz baja. "Austin es de Houston."

"Estás bromeando. Eso es como a trescientos cincuenta kilómetros de


aquí." Me tragué. “¿Qué van a hacer si se encuentran tan lejos?"

Se encogió de hombros. "Ellos tienen el control hasta el momento. Tal vez


no".

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. ¿Tom les contaría sobre mí? "Estás
trabajando para Houston, ¿verdad?

Él asintió con la cabeza.

"¿Eso significa que tu tendrás que decirles acerca de mí?"

"Yo no lo vi en mi contrato", dijo con una pequeña sonrisa.


Estaba aliviada. No me había dado cuenta hasta ahora de cuán grande era el
temor de tener que abandonarlo todo. Tenía un trabajo, un hogar, una
vida. Yo no quería irme. Miré a Tom, el cual me observaba
mansamente. Bueno, realmente no era ligeramente, aún ardían un poco, pero
tal vez eso era sólo por mi deseo hablando. Y mi deseo no sólo estaba
hablando, me gritaba a mí. Me gritaba que me arrojara a él.

Abajo, chica. Me crucé de brazos y sonreí cortésmente. "Nunca he hablado


con un hombre lobo antes, así que lo siento si tengo un montón de preguntas."

“¿Y tu señor y tu señora?”

"¿Señor?"

"Tus padres," dijo.

"Oh. Bueno, mi madre es humana, y mi padre... bueno, él no se quedó mucho


tiempo. Es por eso que estoy detrás de la bola ocho de todo acerca de los
hombre lobo".

Tom arqueó una ceja, pero no dio más detalles. "Los hombre lobo, en general
se sienten por todas las preguntas, pero eres la primera persona, hombre lobo
con la que he tenido la oportunidad de hablar bien, sobre hombres lobo."
Dios, Sophie, ¿Podría sonar más tonto? "Bueno, de todas formas, de hecho he
leído un montón, y hay algunas cosas que provocan bastante miedo allá
afuera".

Él asintió con la cabeza.

"No... Quiero decir que... los humanos no cazan ni nada, ¿verdad?" Le


pregunté, recordando el episodio del Tri-Delta de la otra noche.

"En su mayor parte, no. Hay unos pocos, sin embargo...”

"¿Al igual que los que vimos la otra noche?"

"Ellos son jóvenes," dijo. "Ellos no saben el código".

“Ellos hicieron algo, “le dije.

Él asintió con la cabeza.

"¿Cómo funciona eso?"

"Se pasa a través de la sangre. Él hecho es que nunca serán tan fuertes, pero
no están obligados por la luna." Me miró. "Así como tú y yo".

Sentí que me ruborizaba. "¿Así que tú no puedes conseguirlo apenas de una


mordida?"
"No por lo general, no. ¿Y por lo general eres tan curiosa?"

"Siempre," dije. "Soy un auditor de cuentas, ¿Recuerdas?"

Se echó a reír, mostrando sólo un poco de sus dientes blancos. Suficiente para
hacer latir mi corazón. "No me parece que va a ninguna parte en el corto
plazo", dijo, "¿Así que puedo tomar una copa?"

"Oh, lo siento. Por supuesto. ¿Qué te sirvo? No tengo aguardiente, pero..."

"Café estaría bien, si lo tienes."

"¿Leche y azúcar?" Le pregunté, sonando como Martha Stewart.

"Negro", dijo.

"Ya vuelvo". Me apresuré a la cocina, donde comprobé los botones de mi blusa


y respiré hondo mientras vertía su café en una taza. Entonces miré mi reflejo
en la puerta del horno microondas, se me erizó el pelo un poco; y me dirigí al
hombre lobo de la sala. Cuya presencia era un potente afrodisíaco.

Cuando le entregué la taza, nuestros dedos se tocaron de nuevo, y otra


descarga se disparó a través de mí. Me aparté de él, hacia la seguridad del
sofá; él es un hombre lobo, que es de Lindsey, y yo estoy con Heath; él
preguntó, "¿Qué más quieres saber?"

Tomé un trago de mi café y trate de calmarme. Tom era vertiginosamente


sexy de una manera que ni siquiera podía describir. Era casi
desconcertante. Pero estaba estrictamente fuera de mis límites. Mi objetivo
era conseguir tanta información de él como pudiera. Tomé un profundo
suspiro y dije: "¿Por qué no hay hombres lobo en Austin? ¿Es debido a los
vampiros?"

"Parcialmente", respondió él. "Pero más porque es en el borde del territorio.


Cerca de la zona neutral."

"La zona neutral". Por lo menos había una zona neutral. Tal vez no me podía
mover y conmutar.

“¿Hasta dónde llega la zona neutral?"

"Comienza al norte de San Antonio y se extiende hasta donde empiezan los


territorios de la manada de México”.

¿Había manadas en México? Qué interesante. "Pero tú no eres parte de la


manada de Houston", le dije. "O la manada de México".

"No", dijo. "Yo trabajo para ellos, pero yo no pertenezco a ellos".


"Así es", dije. “Cuídate de los problemas”

"Sí".

"Así que si no estás aquí para vivir... ¿Cuál es el problema en Austin?"

"Tu te reuniste con ellos la otra noche," dijo.

"La manada".

Su ceja se torció un poco. "Un nombre interesante. Hacemos un llamamiento a


los que lo hicieron. Pero sí. Estoy aquí porque su presencia no está sancionada
y porque están causando problemas".

Tomé un respiro profundo, y la tasa me aumento el pulso en respuesta a su


olor. Dios. ¿Qué era? ¿Feromonas? Si hubiera botellas de perfume de Tom, que
harían millones de personas. "¿No puede tratar la manada con ellos?", Le
pregunté, tratando de no pensar en lo que había bajo su camiseta. O sus
vaqueros.

"Es más fácil para alguien como yo manejarlo. Yo soy un extraño."

"Pero no siempre," dije lentamente, y algo así como el dolor parpadeaba en


sus ojos. Tuve el impulso de ir a consolarlo. Sólo por un momento, sin
embargo.

“No, no lo era. "

"¿Qué pasó? ¿Por qué te fuiste?"

Él me dio una sonrisa forzada. "Es una larga historia. Y ahora que ya te he
informado del mundo de los hombres lobo, tengo algunas preguntas para ti."
No había hecho mis preguntas y aún quería saber acerca de esta cosa del
código del hombre lobo, de donde exactamente vino Tom, cuántos hombres
lobo habían en la manada de Houston, y si su comida favorita eran los
mestizos pero aparentemente mí tiempo se había terminado.

"Creo que es justo. ¿Qué quieres saber?" Le pregunté con cautela.

Se encogió de hombros. "No muy a menudo me encuentro con hombres lobo


que son... bueno, no afiliados. Quiero saber cómo te has quedado de esa
manera."

"Nadie sabe de mí", dije, tratando de no mirarlo.

"Así que se reunieron. Pero ¿por qué?"

"No sé", dije. "Me imaginó que era porque no nadan por Austin muy a
menudo."
“Ellos deben saber de ti, lo hacen de reconocimiento”. Sacudió la cabeza, y la
luz de la ventana brillaba en su pelo rubio. Dios, era magnífico. "Pero supongo
que si sabían acerca de ti, tu lo sabrías. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?”,
preguntó, con esa voz gruñona, y sexy.

"Toda mi vida", le dije, luchando contra su atracción magnética. "Bueno,


desde que tenía diez años, de todos modos. Hemos viajado mucho antes de
eso."

"¿Problemas con manadas?", preguntó.

Asentí, luchando contra otro impulso de arrojarme a él. Me miró, buscando


alguna señal de que él sentía lo mismo por mí, ¿Sintió la electricidad
también? Sin embargó, lamentablemente, no parecía tener problemas para
resistir las ganas de acercarse a mí. He ganado un vistazo hacia abajo de mí
misma. ¿Era porque yo era poco atractiva? Por supuesto, no me había lavado
los dientes, sin embargo, pensé que parecía bien en el espejo. ¿Y si me
hubiera olvidado de algo? ¿Había alguna espinaca de la cena de anoche
atrapada entre mis dientes?

¿O estaba interesado en mí profesionalmente porque yo tenía una magnífica


mejor amiga?

No importa, me dije. Probablemente sea más fácil sin tener que hacer frente
a una atracción mutua, de todos modos. También había muchas
complicaciones...

"¿Tus padres están aquí también?" me dijo mientras yo subrepticiamente pasé


la lengua por los dientes delanteros, en busca de espinacas callejeras. Por si
acaso.

"Mi madre esta".

"Así que tú has hecho todo esto sin la ayuda de una manada. Es increíble que
tu hallas estado todo este tiempo sin atraer la atención de Wolfgang."

"Supongo. ¿Quién es Wolfgang?"

"El macho alfa de la manada de Houston."

"¿Realmente se llaman así? ¿Alfas?"

"Sí", dijo.

"Así que el alfa es Wolfgang," dije. ¡Qué nombre tan ridículo para un hombre
lobo!

"Tú has hablado de tu señor," dijo Tom lentamente, con sus dorados ojos
sobre mí. Era muy consciente de su cuerpo, el calor de él, bajo la camiseta y
vaqueros desteñidos. Sus cuádriceps eran increíbles, y me preguntaba qué
aspecto tenían sin ropa de dril sobre ellos.

Basta, Sophie.

“Me parece increíble que tu padre te permita desarrollarte sin ninguna


orientación.”

Me quedé mirando hacia el suelo, atenuando mi lujuria ligeramente por la


picadura de la edad del abandono. "¿Cuál es su nombre?" Tom preguntó con
suavidad.

"Probablemente no lo conoces.” Dije, encogiéndome de hombros, con una ola


de malestar por la dirección que la conversación había tomado. Estaba cerca
de la vergüenza, casi, estaba recibiendo la impresión de que incluso en el
mundo de los hombres lobo, no era propio de una manada abandonar a su
hijo. El cual era una especie de sorpresa desagradable, de verdad. Siempre
pensé que simplemente, las cosas fueron hechas así. "Ni siquiera estoy segura
de si todavía está vivo," dije.

"Pruébame", dijo. "Puedo tener noticias a través de él."

Suspiré. "Bien. Es Luc. Luc Garou. La última vez que escuche de él, estaba en
París."

Tom frunció las cejas con sorpresa.

"¿Lo conoces?", Le pregunté.

"He oído hablar de él." Algo en el tono de Tom me hizo pensar exactamente lo
que había oído. Fuera lo que fuese, tenía la impresión de que no era muy
halagüeño.

Mi curiosidad se torno aún más caliente. ¿Qué sabía Tom de mi padre? Casi me
preguntó, yo estaba formando la cuestión con mis labios. Pero en el último
segundo me detuve. Probablemente era mejor no saber. Si mi padre tenía una
inclinación a correr alrededor del campo para comer personas y el abandono
de niños, pensé, que era información de la cual yo preferiría no saber. ¿Había
otros como yo? , Me preguntaba. ¿He tenido una serie de medio-hermanos
privados de sus derechos de itinerantica del mundo?

Era algo que nunca había pensado antes, pero ahora no era el momento. Pero
me di cuenta que era una cuestión importante que no me había formulado
antes. "Agradezco toda la información que me has dado y tú oferta para
mantener mi secreto seguro. Pero tengo algo que debo preguntarle.”

“Puedes preguntar," dijo.

"Se trata de Lindsey."


"Ah, sí. Lindsey." Él sonrió, y me dió una buena vista de sus relucientes
caninos. "Tu amiga es una mujer hermosa."

Me sentía como doblegada mientras las palabras salían de sus labios. Si era
porque él la encontró más atractiva que yo o porque temía por mi amiga, yo
no podría decidir cuál. Probablemente una de las dos.

“Sí, “dije. "Ella es hermosa. Y amable. Y humana. Lo que me lleva a otra


pregunta, exactamente ¿Cuando ibas a decirle que no?"

"¿Yo no soy hermoso y amable?" -preguntó suavemente.

"Sabes lo que quiero decir", dije, sonrojándome.

Sonrió aún más, lo cual no había creído posible, y mi corazón dio un


vuelco. Bueno, tal vez no era mi corazón. Podría haber sido algo un poco más
abajo, en realidad.

"¿Y le has dicho a tu novio un poco acerca de tu problema?" preguntó en voz


baja, con los ojos fijos en los míos. "¿Cuál es su nombre? ¿Calor?"

"Heath," dije en breve. "¿Y qué si le digo a Heath?, no es de tu incumbencia"

Se encogió con sus amplios y musculosos hombros, y me pregunté cómo las


relaciones sexuales entre hombres lobo podrían ser diferentes. Incluso desde
el otro lado de la habitación, sentí literalmente el calor; si todo su cuerpo
corrió a una temperatura más alta. ¿Que se sentiría cerca de mi piel? Y los
dientes blancos y afilados...

Tom me dio una sonrisa que expuso una media pulgada bien de sus dientes. Su
voz era un gruñido sexy. “Entonces, ¿Por qué es tu asunto lo que sucede entre
Lindsey y yo? "

"Porque es mi amiga”, dije, de pie. "Y yo estoy preocupada por ella."

"Te agradezco tu preocupación," dijo, inclinándose más hacia atrás en los


cojines. Mi desván iba a oler como hombre lobo al menos por una semana,
para ser honesta, no era del todo malo. Sus dorados ojos se clavaron en
mí. "Pero Lindsey está segura conmigo."

"Me alegra oírlo”, le dije, aunque no estaba segura de que me


creyera. "Hablando de Lindsey, creo que realmente no deberías estar
aquí". Podría haberlo mantenido allí durante horas, pero de repente sentí que
no era tan buena idea. "De hecho, creo que es hora de que te vayas."

"Pero estábamos a punto de conocerte," dijo, acariciando el sofá junto a él y


me tiro una mirada seductora que convirtió mi interior en gelatina. "Por favor,
siéntate. Todavía no entiendo cómo ha conseguido eludir a la manada de
Houston por casi dos décadas. Seguro que hay alguna información que tú me
puedes dar...”

Aunque todas las células de mi cuerpo me decían que fuera hasta él, era como
un imperativo biológico hombre lobo o algo por el estilo, pero el humano en
mí se mantuvo firme. Crucé los brazos sobre el pecho. "Tal vez no salgo
mucho."

“Ah. Entonces el incidente ocurrido el martes fue una anomalía.”

Me sonroje.

"Sophie". Miré hacia arriba, la voz de Tom se había ido de las burlas a
graves. "Incluso si tú nunca has abandonado la ciudad, la manada todavía sabe
de tu existencia. Así que debe haber otra razón."

Nos movíamos por el territorio que no quería visitar, Por así decirlo. "Mira", le
dije. "Realmente no tengo idea de por qué no saben de mí. Y me encantaría
charlar, pero tengo una cita." El nombramiento era hasta tres horas, pero no
necesitaba saber eso.

"Entonces, creo que tendremos que continuar esta conversación más tarde.”
Tom se levantó, y toda una nueva ola de perfume de hombre lobo alfa se
apoderó de mí. A pesar de mi temor, que era todo lo que detenía el arrojarme
a él allí mismo, en medio de mi sala de estar. Piensa en Heath, me dije. Sexy,
guapo, él humano Heath.

Traté de no darme cuenta de lo bien que se llenaban sus vaqueros, en lo que


lo seguía hasta la puerta. Pero cuando estaba en el pasillo, por un impulso, le
toque el brazo, sacudidas pasaron atreves de mi. Se volvió hacia mí, tan cerca
que pude sentir el calor de su cuerpo. ¿Lo había sentido él también? Me sentía
mareada, y de repente, caliente. Ardiendo. De pie junto a él se sentía como
una lámpara solar. Una lámpara de gran carga erótica. Y su olor...

"¿Has cambiado de opinión?", preguntó con una voz cargada de invitación.

"No", balbuceé. "Es sólo que... ¿Estás seguro de que no le dirás a la manada de
Houston de mí?"

"No", dijo, en voz baja y tranquila, y el calor se intensificó tanto que pensé
que podría desmayarme.

Yo estaba inclinada hacia adelante, a punto de besarle, cuando él volvió a


decir en voz baja: "No, Sophie Garou".

Di un paso atrás, confundida. No, ¿Él no quería darme un beso? O no, ¿Le
contaría a nadie de mí? Parpadeé, sintiendo como subía la sangre a mi cara.
Antes de que pudiera decir o hacer cualquier otra cosa, se inclinó hacia
delante, y tenía la boca sobre la mía.
El mundo se derrumbó alrededor de mí, luego se amplió en un millón de
direcciones diferentes. Sus dientes me rozaron el labio inferior, y su
embriagador aroma de hombre lobo exóticos vino hacia mí. Ya no tenía
control sobre mí misma, la parte humana de mí se había perdido en la lujuria
animal. Agarré a Tom, sintiendo el calor en mi mano, y cuando envolví sus
brazos alrededor de mí, todo fue disuelto, por Tom y yo. Nunca había sentido
nada como esto antes.

Nada en absoluto.

Se apartó entonces, suavemente, y me dejó abandonada en la puerta,


jadeando por más. Mientras estaba allí, tambaleándome entre la lujuria y la
confusión, le llegó buen mechón de pelo a los ojos.

"Tu secreto está a salvo conmigo", dijo, pero apenas podía formular un
pensamiento, y mucho menos responder. ¿Y qué secreto? ¿El hecho de que yo
era un hombre lobo? ¿O el hecho de que yo acababa de besar al hombre, más
bien, al hombre lobo que estaba saliendo con mi mejor amiga?

Si se podría llamar un beso. Era más como una sensación fuera del cuerpo. No
estaba segura de que había regresado por completo. Y si eso era sólo un beso,
yo sólo podía imaginar lo que se siente...

No.

Cerré ese pensamiento tan rápido como pude. Pero antes de que pudiera
recuperar mi juicio lo suficiente para pedir lo que quería decir acerca de un
secreto, él sonrió de nuevo, me mostraba un poco de sus brillantes dientes
blancos. Un momento después, se había ido.
Capitulo 24 Traducido por Kat

N
ecesite de media hora para recuperarme y considerar usar teléfono.

Lo que había sucedido era una anomalía, me dije. Había sido una
reunión necesaria, y ahora sabía mucho más acerca de hombres lobo, en
general, pero la combinación de la luna creciente y mis hormonas habían
sacado lo mejor de mí. Me estremecí al pensar lo que habría hecho si no
hubiera roto ese beso...

El beso que nunca debió haber ocurrido, me reprendí con severidad.

El beso que había sido diferente a todo lo que jamás había experimentado.

Después de darme una buena sacudida, miré en el espejo mis dientes, gracias
a Dios no había espinaca alguna, y aunque mi pelo estaba un poco plano por
un lado, al menos mi blusa estaba completamente abotonada ahora. Incluso la
cicatriz de la nariz casi había desaparecido, lo cual fue un alivio, después de
todo, no quería entrar a la reunión de las aerolíneas del sudeste y que me
estuvieran observando como si me hubiesen acabado de asaltar.

Mientras que en el exterior parecía razonablemente bien, por dentro estaba


en una confusión total. ¿Qué era lo que me pasaba? Casi había sido abusada
sexualmente por un hombre lobo en el pasillo hacia ya media hora. Por el
hombre lobo que estaba saliendo con la mujer a la cual yo llamaba mejor
amiga.

Después de esponjar mi pelo y ponerle un poco de spray para cabello, me


prepare una taza de mi te especial y me armé de valor para llamar a Lindsey.
No había necesidad de decirle algo acerca de la visita de Tom, me dije. Ya era
bastante malo que hubiera venido a mi casa; ¿Cómo había averiguado dónde
vivía? Además, nuestra relación, si puede llamarse así, solo era de amistad. Si
por platónico significaba que no había habido ningún contacto físico real.
Aparte de ese beso increíblemente alucinante, que yo no inicie. No pasaba
nada; ¿Cierto?

Deja de pensar en eso, Sophie, lastimosamente era más fácil decirlo que
hacerlo. Porque yo tenía una seria lujuria por un hombre lobo. Que acababa
de enterarse de que estaba viviendo en el territorio de otra manada.

Después del cuarto timbre, Lindsey respondió, su voz sonaba adormilada, y


sentí una punzada de culpa por desear a Tom. "¿Qué pasa?", preguntó,
bostezando. ¡Y pensar que yo había estado preocupada por que viniera con
donas!

"Pensé que podríamos ir a visitar a Tad Brewster hoy", dije, tratando de no


pensar en lo de Tom. "Está trabajando hasta las dos."

"Bien", se quejó.

"¿Por qué no nos reunimos a tomar un café? De esa manera tu tendrías un par
de horas para cafeinarte a ti misma".

"Llamé a un amigo mío para preguntar acerca de Brewster".

"¿Antes del café?", Le pregunté.

"¿Estás bromeando? No, me llamó anoche. ¿Recuerdas a Jesse?"

"Jesse". Lo pensé un momento. "No".

"Salí con él el año pasado. ¿Te acuerdas? Era un abogado de impuestos.


Cabello rojo y buenos bíceps”.

"Aún no me suena," dije. Necesitaba una hoja de cálculo para mantenerme al


día con los novios de Lindsey. Excepto Tom, pensé con un escalofrío. Tom era
un poco difícil de olvidar.

"De todos modos", continuó Lindsey, "Me dijo que el abogado de Brewster
presentaría la última voluntad de él tan pronto como él o ella supieran que
Brewster está muerto, así que es probable que este en el registro público por
ahora."

"Ahora ya sabemos lo que haremos hoy", dije.

"¿Entonces decidiste cancelar tu fecha de aniversario?"

Mierda. Lunes. El equinoccio. Otro problema del que no me había ocupado.


"Pensándolo bien, tal vez tú podrías bajar y verificar."

"Oh, cierto. Tú te reunirás con las aerolíneas del sudeste."

"Creo que me tocó un caso de Ébola en lo próximo," dije.

"Bueno, espera hasta después de que hayamos hablado con Tad, ¿De acuerdo?
Te encontraré allí a la 1:45."

Colgué y me dirigí a la cocina lejos de la esencia de Tom, la cual todavía


estaba enloqueciéndome fuertemente. Mientras luchaba para despejar mi
cabeza, prepare una dosis extra fuerte de té, cada célula de mi cuerpo era
consciente de la luna creciente, y podía sentir el cambio que se avecinaba, un
sentimiento turbio, justo debajo de mi piel. Me habría gustado un Valium
también, pero por desgracia, no era una opción.

Si pudiera hacerlo en los próximos días, pensé, cuando tomaba el té y


ordenaba mi ropa limpia, tratando de alejar los pensamientos del beso de
Tom de mi mente.

Lindsey estaba sentada en una silla de plástico fuera de la tienda de


bocadillos cuando llegué, llevaba un vestido de color rojo brillante, que
dejaba muy poco a la imaginación. Me alegré de haber pensado en ir a
buscarla, yo seguía usando los mismos vaqueros, a pesar del hecho de que
tuve tres horas para prepararme, había estado tan distraída que no me había
puesto maquillaje. Miré a Lindsey y sonrió, ¿Quién podría resistírsele a ella?

Yo sólo esperaba que Tad Brewster no fuera gay.

"¿Listo?" dijo Lindsey, arreglándose el vestido.

"Vamos."

Si tenía alguna inquietud sobre el hijo de Ted, se disipo casi


instantáneamente. Había dos personas detrás del mostrador. Uno de ellos era
una mujer con tanto metal en la nariz que probablemente mejoraría la
recepción de la TV sólo con conducir por el barrio. El otro era un clon de Ted
Brewster con un poco más de pelo, tal vez, y unos cuantos kilos menos, pero
aparte de eso, eran casi iguales.

No hice caso de la mujer y me dirigí a Tad.

"¿Puedo ayudarle?”, preguntó.

"Sí", dijo Lindsey ronroneando, apoyándose en el mostrador.

Sus turbios ojos se echaron hacia el escote.

"Nos gustaría pedir unos bocadillos", dijo Lindsey, presionando sus pechos
contra el mostrador, lo que les daba un aspecto como los rollos de Parker
House con demasiada levadura. "Pero también nos gustaría hablar con usted".

"¿Yo?" Tad miró detrás de él, con una mirada franca de incredulidad en su
rostro. Evidentemente, la autoestima no la había heredado junto con los
atributos físicos de Ted. Cuando Brewster Jr. Se había cerciorado de que Brad
Pitt, no estuviera de pie justo detrás de su hombro izquierdo, tragó saliva y
dijo: "Muy bien".

"Gracias", me dijo unos minutos después, cuando nos entregó dos bolsas llenas
de bocadillos de pavo. Mientras furtivamente daba una mirada a los rollos
Parker House de Lindsey, haciendo que casi me cortara el dedo en lugar de
un pepino. "¿Por qué no te reúnes a nosotras afuera cuando esté listo?"
Él asintió con la cabeza y siguiéndonos con sus ojos hasta el porche. Bueno,
siguiendo a Lindsey, principalmente.

Habíamos comido sólo la mitad de nuestros bocadillos antes de que Tad


Brewster saliera disparado por la puerta hacia nosotras, luchando por
liberarse del nudo de su delantal verde.

Lindsey esbozó una gran sonrisa depredadora. "Gracias por unirte a nosotras",
dijo.

Se sentó en una silla de plástico vacía y se sacó el delantal por su cabeza.


"¿Usted dijo que quería hablar conmigo?"

"Las dos, en realidad," dijo Lindsey.

"Te ves familiar", le dije.

"Como alguien famoso", dijo Lindsey ronroneando, inclinándose hacia adelante


más de lo estrictamente necesario.

Los oídos de Tad se volvieron rosa, pero su voz era firme. "Usted debe estar
pensando en mi padre. Nos parecemos mucho, y él últimamente ha estado en
muchos noticieros."

"¿Quién es tu padre?”, Le pregunté.

"Mi padre es... es... un concejal. Sólo fue elegido al Congreso, en realidad."

Los ojos de Lindsey se agrandaron. "¡Eso es! Tú eres el hijo de Ted Brewster!
Ese pobre hombre que murió..." Puso una mano sobre su brazo lleno de pecas.
"¡Pobre de ti!".

"¡Y trabajando tan pronto después de perder a tu padre!"

Se encogió de hombros. "Para pagar las cuentas."

"Yo no creo que sea un problema para ti ", dijo Lindsey. "Pensé que tu padre
era un hombre muy trabajador. ¿No pasa contigo?"

Le di una mirada de advertencia a Lindsey, pero yo no tenía de qué


preocuparme. Tad se veía tan contento con la atención que yo no creía que le
hubiese importado si hubiera dicho que su cartera esta en blanco.

"Los abogados están trabajando en eso ahora", dijo. A pesar de que le faltaba
el carisma de su padre, no parecía un mal tipo. Un poco más grande y torpe,
tal vez, pero agradable. "¿Usted sabe que fue asesinado?"

“¿Asesinado?”, la fina mano de Lindsey saltó a su garganta.


"Sí", dijo Tad, y un parpadeo de dolor cruzó por su cara. "La policía arrestó a
una mujer que piensan que es una bruja".

"¿Una bruja?", dije, como si esta fue la primera vez que había oído hablar de
esto. He decidido no tomar a mal la descripción de mi madre, para ser
honestos, él tenía una especie de punto. "Qué extraño", le dije suavemente.
"¿De verdad crees que es quién lo mató?"

Tad se encogió de hombros. "No lo sé. Parece un poco extraño, ella le vendió
algo, ¿Por qué iba a envenenarlo? Ella tenía que saber que la policía la
buscaría a ella."

"Por lo que he leído", le dije, "La policía no piensa que nadie más tuviera un
motivo."

Tad resopló. "¡Oh!, vamos. Mi padre era un político. Hay toneladas de gente
que estaba en contra de él".

¿Cómo quién? “, Le pregunté.

"Bueno, Austin es una ciudad muy liberal. Y mi papá..."

“¿No lo era? ", le dije.

Los ojos marrones de Tad Brewster brillaron un poco. "Exactamente. Pero te


diré una cosa," dijo. “Creo que incluso algunos de sus compinches no estaban
muy contentos con él".

"¿Qué quieres decir?", Le pregunté.

"Bueno, él consiguió el escaño de la Cámara y se suponía que era el candidato


favorito para encabezar el comité de inmigración. Pero últimamente, no había
obligación de ajustarse bastante a los conservadores”.

“¿No?” pregunto Lindsey.

"Fue causando problemas. Por lo general era favorable para el desarrollo,


pero estaba arrastrando sus pies un poco en un nuevo desarrollo que se
atrevieron a votar en el Consejo."

"¿La de Barton Springs?", Le pregunté.

Él asintió con la cabeza. "Ese es el uno. Escuché un par de llamadas en la


casa."

Pensé que la historia de Brewster era verdad. Yo no sabía por qué estaba allí,
pero si sabía que lo que Tad acaba de decir era cierto, fue una buena elección
venir. Aun así, si mi madre había lanzado un hechizo sobre él para hacerle
cambiar de opinión, debe haber sido uno bastante bueno.
"¿Vives con tu papá?" preguntó Lindsey, inclinándose hacia delante tanto que
tuve que apartar mis ojos. No era de extrañar que Tom estuviera enamorado.

"Sí", dijo Tad, paralizado por el escote de Lindsey. "Desde que murió mi
madre... él dijo que la casa era demasiado grande para él solo."

"Oh, eso es cierto", dije, tratando de hacer que Tad se concentrara. "Tú
perdiste a tu madre hace unos años."

"El año pasado," dijo, mirándome. "Ataque cardíaco".

Miré a Lindsey, que parecía estar pensando lo mismo que yo. La foto que
había encontrado de Brewster, seguro que se la habían tomado a Brewster
mientras aún estaba casada. Y a menos que ella hubiera tenido una cirugía
plástica mayor, la mujer que estaba con él no había sido su esposa. "¿Y no se
volvió a casar?"

“No”, dijo bruscamente.

Lindsey cambió la conversación. "Por lo tanto, ¿Hay una posibilidad de que tu


estés siguiendo los pasos de su padre?" -preguntó ella, ampliando sus ojos de
largas pestañas grises y frunciendo los labios.

"¿Quieres decir que si tendré una espectacular carrera de derecho y luego en


la política?" Volvió la cabeza hacia la tienda y le dio Lindsey una sonrisa
irónica.

"¿Por qué no?" dijo Lindsey, encogiéndose de hombros. "Quiero decir, incluso
te pareces a tú papá. Podría ser un legado familiar. Al igual que la familia
Bush. Uno de sus abuelos era gobernador, ¿no?"

"¡Oh!, sí. Yo me crié oyendo todo sobre Theodore Brewster.”, Suspiró. "lo
intente una vez. Y no salió bien." Le dio una risa amarga, cortando la mirada
de Lindsey."Además, yo no creo que a los conservadores les agrade
demasiado”

Me incliné hacia adelante. "¿Qué hiciste para intentarlo?"

"El Senado de Texas." Su boca se inclino hacia un lado. "Como un libertario."

Solté un largo y lento silbido. "No es de extrañar que a los conservadores no


les agrades tú."

Frotó una mancha de la mesa de plástico y luego me miró con una sonrisa
triste. "Sobre todo desde mi plataforma para la legalización de las drogas".

Whoa. No es de extrañar que María no saltara de alegría porque Tad siguiera


los pasos de su padre.
Después de una mirada más a escondidas con Lindsey, Tad miró su reloj. O
Lindsey había olvidado ponerse su amuleto de atracción, o el hechizo se
desgasto. "Mira. ¿Había algo que querías hablar conmigo?"

Lindsey se encogió de hombros. "Simplemente parecía una buena persona con


quien hablar," dijo.

Sus labios se volvieron una fina línea. "Sí, claro. ¿Qué documento de trabajo
necesitas?”, preguntó.

"Ninguno".

"Uh-huh." Se volvió hacia mí. "¿Y tú?"

Sacudí la cabeza. "Soy una auditora."

"¿Una auditora?"

"Palabra de Scout'", dije, señalando a Lindsey. "Ella igual".

¿Entonces por qué están tan interesadas en mi papá? "

"Estamos interesadas en la verdad", dijo Lindsey.

"¿Por qué?"

Buena pregunta. Lindsey y yo nos miramos una a la otra. ¿Debo decirle que la
bruja era mi madre?

"¿Acaso importa?" dijo Lindsey por último, inclinándose hacia adelante, una
vez más mostrando el beneficio de su vestido de corte bajo.

"Con un poco de suerte”, Tad ronroneó, parpadeando sus ojos de largas


pestañas, “Lo que nos acabas de decir nos llevará un poco más cerca.”

"Creo que no vas a decirme lo que realmente quieres. No es que importe." Se


coló otra mirada al escote de Lindsey, luego desvió la mirada. "De todos
modos, si descubres quién lo hizo, házmelo saber. Porque a pesar de que
tengo a esa mujer en la cárcel, creo que se están perdiendo algo". Se pasó
una mano por el pelo, de repente agitado. "Incluso me interrogaron. Como si
envenenara a mi propio padre", dijo con amargura.

"Lamento lo de tu padre", le dije suavemente. Y lo estaba. Yo sabía lo que


significaba perder uno.

Tomó una respiración profunda, yo podía sentir el dolor que emanaba de él.
“Gracias por la visita," dijo, "Pero me tengo que ir". Se levantó y se apresuró a
regresar a la tienda, con los ojos enrojecidos. No estaba segura, pero creo
que se limpió una lágrima.
Cuando la puerta se cerró tras él, Lindsey se volvió hacia mí. "Bueno, yo no
estoy segura de lo productivo que fue".

¿Necesitaría una mega dosis de té para mantener mi naturaleza animal en


secreto? Yo nunca había tenido que hacerlo "Pobre diablo", le dije.

"Él parecía muy destrozado al respecto", dijo Lindsey, acabando su sándwich


de pavo. "Pero podría ser un buen actor."

"Yo realmente no creo que lo haya hecho", le dije, envolviendo los restos de
mi sándwich y el relleno en la bolsa. De alguna manera se me había ido el
apetito. "Pero fue interesante lo que dijo acerca de su padre y la obligación
de no seguir sus pasos. ¿Crees que alguien podría haber llegado hartarlo?"

"No sé", dijo. "Pero no hará daño conseguir información hasta el lunes.
Mañana hare unas llamadas."

Lunes. Hice una mueca. La luna estaba tan cerca que podía sentirlo, mi piel
hormigueante, me instaba a cambiar. No había manera de que yo fuera a ir a
esa reunión mañana ni mucho menos a mi cita con Heath pero todavía no me
había puesto en contacto con Adele. Tampoco había logrado inventar una
razón de ser viables en otros lugares. Después mi madre siempre me advirtió
de los peligros de no haberlo dicho hasta ahora, siempre había conseguido
inventar una razón para estar fuera de la ciudad.

Pero esta vez no.

¿Qué haría exactamente una enorme dosis de té conmigo?

Lamentablemente, parecía que iba a tener que averiguarlo.

Y tener la esperanza de que el té no se presentara en la prueba de drogas.


Capitulo 25
Traducido por Sweet Angel

E
l día siguiente lo empecé con mi tradicional café latte… y una dosis
cuádruple de mi té especial.

“¿No hay alguna forma para que te puedas salir de eso?” pregunto mi mamá
cuando la llame para preguntarle qué ocurriría si aumentaba la dosis.

“Nop.”

“Sophie, tengo un mal presentimiento de esto. Estoy realmente preocupada.


Las dos sabemos que tu puedes manejarlo mejor que las personas normales
pero la mala hierba todavía es toxica y tú no eres un hombre lobo completo.
Además, incluso si bebes litros de eso, nadie garantiza que funcione. ¿Y he
mencionado los efectos secundarios? Sudoración excesiva, alucinaciones,
problemas del habla…” ella hizo una pausa, “… tal vez incluso la muerte.”

“No tengo elección,” dije, conteniendo un temblor. Seguramente la cosa que


bebo a diario no me mataría, “Estoy contando con mi mitad humana para
poder sobrellevar el día.”

“Incluso tu padre tenía cuidado con la dosis,” dijo ella. “Y el era un hombre
lobo completo. La calibramos bastante bien pero aun seguíamos poniendo una
dosis baja. No tengo idea de lo que podría pasar si tomas demasiado.”

“Mamá…”

“Esta es una mala idea,” dijo ella.

“Tal vez,” dije. “Pero hasta que tenga algo mejor que esto. Es el único plan
que tengo.”

Colgué unos minutos más tarde, sintiéndome menos optimista de lo que me


había sentido al inicio.

Pero ¿Qué otra opción tenía?

Esa mañana, finalmente me había puesto en contacto con Adele, la cual se


había quedado en el teléfono el tiempo suficiente para dejarme claro que
nada a excepción de un certificado de fallecimiento con mi nombre en él, me
podría disculpar de la reunión con las aerolíneas del Sudeste. Mi teléfono sonó
con la llamada entrante de Heath lo cual no mejoraba las cosas.
“No voy a aceptar un no por respuesta,” dijo él. “Has estado trabajando muy
duro últimamente. Necesitas un descanso; además, he estado planeando esta
noche durante meses.”

“Pero Heath.”

“Nada de peros. Pasare a recogerte a las seis. Te amo.”

El colgó antes de que pudiera responder.

Llegue a la oficina a las seis, cargando mi maletín y un vaso de té en la mano.

“Buenos días,” dijo Sally fríamente, ajustándose el escote y barriéndome con


la mirada. Llevaba unas sandalias de tira con plataforma y un mini vestido de
spandex con un arcoíris de colores espeluznantes que la hacían parecer como
si estuviera en una audición para remplazar a una de esas mujeres en bikini
que aparecen en la lucha libre.

Yo, por otra parte, me había puesto mi mejor traje de Donnan Karan, con mis
nuevas zapatillas marca Prada y unas nuevas medias de marca. Ahora, si
pudiera usarlo todo el día sin convertirlo en un abrigo de piel, estaría bien.

“Buenos días, Sally.” Dije fríamente, caminando delante del escritorio con la
barbilla en alto.

“Oh, estas aquí.” Dijo ella, “No te olvides de tu prueba.”

Me di media vuelta. “¿Mi qué?”

Sally guardo un vaso y un fajo de papeles en su escritorio, “Tú prueba de


drogas.” Dijo ella, con un brillo de triunfo en sus ojos.

“Oh,” dije, levantando los papeles de su escritorio. Mierda, mierda, mierda.


De todos los días para tener un examen de drogas, tenía que ser el día en que
estaba tomando más mala hierba que hasta mi piel se estaba empezando a
tornarse verde.

“Y Adele quería que te recordara que la reunión es a las nueve.” Dijo ella, su
voz sonaba venenosa, “Espero que estés lista.”

“Lo estoy,” dije. Exceptuando por algunas pequeñas cuestiones, como que el
pelo de mis piernas ya era un cuarto de pulgada más largo y me había
afeitado hace media hora. Era una lástima que usar la cera me causara
crecientes problemas de piel, realmente necesitaba una alternativa de mayor
duración. Pero la última vez, que lo había intentado. Me habían arrancado la
mitad de la piel de mi pierna izquierda, así que era un poco más que
desconfiada del proceso.
Cerré la puerta de la oficina detrás de mí, tomé un gran trago de té, tome la
navaja de afeitar y la loción que estaban en mi escritorio. Mis pantimedias se
agruparon alrededor de mis tobillos, estaba empezando por rasurar la segunda
pierna cuando llamaron a la puerta.

“Solo un momento,” dije, guardando la navaja en el cajón y acomodándome


las pantimedias. No había conseguido subirme las medias por encima de las
rodillas cuando la puerta se abrió y entro Adele.

“Me alegra ver que estas aquí,” dijo ella.

“No me lo hubiera perdido,” le conteste, corrí mi silla hasta la mesa para


ocultar mis piernas desnudas y trate de subirme las pantimedias
sigilosamente. Mi lengua se sentía un poco extraña, me di cuenta de que se
sentía como cuando regresas del dentista. Deje de jalar mis pantimedias
cuando me di cuenta de que una de mis piernas seguía cubierta de loción, así
que trate de ocultar aun más mis piernas.

Adele asintió con la cabeza a la pila de papeles y a la taza que había en la


esquina del escritorio, “Veo que tienes el aparato de prueba.”

¿Aparato? ¿Una taza de plástico clasifica como aparato? “Claro que sí,” dije
brillantemente, sintiendo el hormigueo en la lengua. “¿No suele hacerse en un
laboratorio?”

“Usualmente, pero con la reunión de hoy, ellos consintieron que nosotros


lleváramos las muestras. Solo tenemos que tener testigos de las muestras.”

“¿Testigos? ¿Cómo alguien de un establo?”

“No,” dijo ella. “Solo necesitamos tener a alguien en el baño contigo.”

Personalmente, pensé que el protocolo parecía poco ortodoxo, por decirlo


menos pero ahora tenía otras cosas en mente. Además, se trataba de una
especie de toma tú tiempo para la prueba, así que tal vez la podría aplazar
hasta que el contenido de mi té especial saliera de mi sistema. “Hablemos de
la reunión,” dije. “¿Cuál es el plan?”

Adele se encaramo sobre una de las sillas de mi oficina, “Les mostraremos


nuestro historial de búsqueda de irregularidades y deficiencias.”

“Y les demostraremos cuánto dinero podemos salvarles,” termine.

“Exactamente ¿Tienes lista la presentación?”

Le di unas palmaditas a mi portátil, “Todo está aquí,” dije. Me había quedado


despierta hasta las 2am, dándole los toques finales.

Adele sonrió, dejando mostrar una fina línea de dientes, “Maravilloso.”


“Ellos vienen a la oficina ¿No?”

“Ellos estarán aquí a las nueve y quince,” dijo Adele, “Nos encontraremos en
la habitación de Bluebonnets y luego almorzaremos en Sullivan.”

“Suena bien,” dije torpemente, pensando que sonaba de una manera distinta
pero podía pensar alrededor de un millón de cosas que hubiera hecho como
hacer paracaidismo en la Antártida, caminar sobre piedras ardientes,
depilarme las líneas del bikini, todo era preferible a hacer la presentación
hoy. Sobre todo si la tendencia de que se me durmiera la lengua continuaba.

Adele me dio una mirada penetrante, “¿Estás bien?”

“Bien, bien,” dije tranquilamente. Estaba a punto de convertirme en una


criatura de cuentos de hadas, con las piernas sin afeitar, pero aparte de eso,
todo era color de rosa.

“Bueno, encantada de tenerte en el equipo,” dijo Adele. “Todos tenemos que


estar en buena forma hoy, ya que esta es una cuenta importante.” Ella se
inclino hacia adelante, mirándome con sus ojos azules. “Acaban de abrir una
oficina en la esquina y si perdemos esta cuenta…”

Oficina esquinera, asociación.

“¡Hagámoslo!” dije, luchando por hacer funcionar bien mi lengua.

“Te veo a las nueve y cuarto, entonces,” dijo ella, dándome un guiño antes de
salir caminando fuera de la oficina, dejando la puerta abierta,
desafortunadamente.

Trate de caminar hasta la puerta con las medias en los tobillos, cerré la
puerta rápidamente antes de correr hacia el escritorio para terminar de
afeitarme las piernas. Limpie la hoja con un pañuelo de papel y guarde la
navaja en el cajón. Luego cambie de opinión y la escondí en mi bolso, en caso
de que al empezar la reunión me empezara a poner peluda. Mi lengua se
sentía extraña, pero hasta el momento, muy bien, sobre todo porque no eran
circunstancias normales, con la luna llena y el equinoxio a la mano, ahora
podría ser un lobo completo. El té, gracias a dios, estaba funcionando.

Tome otro trago del amargo té especial y repase mi presentación por última
vez. Estaba a punto de acabar de afeitarme mientras tomaba otro trago de té
cuando Lindsey llamo.

“¿Hola?”

“¿Qué pasa con tú voz?”

“¿Pegna me?”

“Sophie ¿Estas tomada?”


“No,” dije, luchando por controlar mi lengua. “¿Qué quieres decir? Estoy
bien…”

“Bien. Solo llamaba para desearte suerte en la reunión,” dijo ella. “He oído el
rumor de que si todo va bien, tendrás un puesto en la asociación.”

“Eso es lo que dice Adele, de todos modos,” dije. “A propósito, gracias por
ayudarme con esto. No hubiera podido hacerlo sin ti.”

“No te preocupes,” dijo ella. “Y mientras tu cortejas a los grandes perros, yo


mirare qué más puedo averiguar de Ted Brewster.”

“Un millón de gracias,” dije.

“¿Todavía saldrás con Heath esta noche?”

“Aun no lo sé,” dije.

Lindsey se quedo callada por un momento. Luego dijo, “¿Estás segura de que
estas bien? Suenas un poco extraña.”

“No, estoy bien,” dije.

“Probablemente, solo necesitas más café.”

No sabía que decir. La verdad era, que necesitaba mucho más que café.

“Bueno, tengo que correr. Tú puedes hacerlo, Sophie.”

“Daré lo mejor de mí.”

Después de colgar, me hice un último retoque con la navaja, recogí mi laptop


y puse cuatro bolsas de té en mi vaso. Luego, revise mi reflejo en la ventana
de mi placa de vidrio, no estaba mal. Considerando, que tenía alrededor de
dos galones de mi té especial y que normalmente estaría caminando en cuatro
patas por ahora. Me dirigí a la sala de conferencias, deteniéndome en el
camino solo para llenar mi vaso de agua caliente.

Adele ya estaba lista en la sala de conferencias, la cual, como cualquier otra


habitación de Withers y jóvenes, estaba decorada como una sala de negocios
de color beige, con una pantalla desplegable para las presentaciones. Mi jefa
estaba acompañada por una mujer sureña del departamento de contabilidad.

“Sophie ¿Conoces a Koshka?” dijo Adele mientras caminaba por la sala.

“Creo que te he visto en las salas,” dije, dándole la mano. Ella sonrió y fijo
sus grandes ojos verdes en mí, y mi nariz se arrugo. Podía decir que esta era
una de esas mujeres, que tenían la casa llena de gatos. El olor a amoniaco
casi pasaba por encima de mí. Efectivamente, el hombro de su traje rojo, el
cual estaba ligeramente arrugado, tenía pelo de gato.

“Encantada de conocerte,” dijo ella, mirándome fijamente.

“De igual forma,” dije, pero algo me decía que ella y yo nunca podríamos
llegar a ser mejores amigas.

Ella me siguió mirando y comencé a sentirme acomplejada ¿Me habían


empezado a brotar los bigotes?

“¿Tengo algo en la cara?” pregunte, luchando por hacer funcionar mi lengua


correctamente. Esta realmente se sentía como si hubiera acabado de salir del
odontólogo.

“No. Tus ojos son de un color inusual, eso es todo.”

Si, dorados como los de un hombre lobo al igual que Tom, “Gracias,” dije.
“Eso creo.”

“¿Por qué no disfrutan de la comida antes de que ellos lleguen?” dijo Adele,
señalando la tabla con sus bien cuidadas manos. La gran mesa redonda estaba
cargada de Croissants, fresas, una jarra de café y una gran variedad de
panecillos.

“No importa si lo hago,” dije. Tal vez la comida podría ayudar a contrarrestar
los efectos secundarios del té especial. Cogí un croissant de chocolate y
conecte mi laptop.

Me excuse con un último viaje al baño imaginándome que podría afeitarme


mientras pudiera en una rápida sesión con mí máquina de afeitar, regrese a la
sala de conferencias.

“¿Listas señoritas?” dijo Adele, con una mirada depredadora en la cara.

“Nunca he estado mejor,” mentí, con la mitad del croissant atorado en mi


boca y tratando de masticar sin sacar la lengua, la cual se sentía como una
pelota de caucho. Tome un gran trago de mi té hirviendo y cerré los ojos,
tratando de calmar los escalofríos que recorrían mi cuerpo, instando a que la
naturaleza siguiera su curso.

¿Podría aguantas otras tres horas?

¿Tenía opción?
Capitulo 26Traducido por Sweet Angel

S
ally llego con el equipo de las aerolíneas del Sudeste a las 9:20, ellos
cayeron sobre el plato de golosinas como una manada de lobos
hambrientos. Bueno, probablemente no era la mejor analogía. Pero ellos
hicieron mucha mella con el montón de pastelitos mientras hacían bromas con
Adele y dejaban calentar su cuerpo en el terreno de juego. Recogí los restos
de mi croissant, asintiendo vigorosamente con la cabeza mientras la mujer de
al lado me hablaba sobre el triatlón que había terminado la semana anterior.

Estoy aquí para decirles, que cuando tratas de una manera desesperada que
no te broten colmillos y piel, es un poco difícil perderse en una discusión
sobre los neumáticos de una bicicleta, el crecimiento de algas en el lago y la
deshidratación.

El coctel de olores asalto mi nariz, lo que hacía más difícil concentrarme en el


triatleta que estaba a mi lado el cual era un gran fan del desodorante Secret,
y alguien en la sala, no podría decir cual no se había bañado después de su
entrenamiento. Una de las mujeres de la habitación estaba enamorada, podía
recoger el olor a acre de la infatuación34 y otro estaba envuelto en un suave
aroma a bebe. Tome otro sorbo de té y luche por hacer parecer que no había
nada más interesante que los detalles que me estaba dando esa mujer sobre
un programa de entrenamiento aunque estaba convencida de que el cabello
me seguía creciendo mientras ella me hacia una descripción de la rodilla que
se había lesionado recientemente y cruce las piernas.

“¿Dónde te hiciste las uñas?”

“¿Qué?” dije, mirando al triatleta el cual me estaba mirando las manos. Uh-
ho. Mis uñas estaban por lo menos un cuarto de pulgada más largas que en la
mañana. Cogí mi té y tome un pequeño trago. ¿Iba a convertirme en un
hombre lobo a mitad de la reunión?

Deje el vaso, “Manos felices,” dije con voz ahogada.

“¿Son reales?” dijo la mujer, tomando mi mano. Entonces me di cuenta de


que más cabellos rojizos habían empezado a brotar.

34
Infatuación: Es el estado caracterizado por el dejarse llevar por una pasión irracional, tratándose de
un amor adictivo. La infatuación ocurre normalmente al inicio de una relación amorosa. La misma está
caracterizada por: urgencia, intensidad, deseo sexual y/o ansiedad donde hay una extrema absorción
del uno con el otro
Tire de mi mano nuevamente, y el triatleta me dio una mirada divertida.
Afortunadamente, en ese momento, Adele dijo, “¿Lista, Sophie?”

Le sonreí con los labios cerrados, así que mis dientes, los cuales habían
empezado a crecer cada vez más, no se vieran y él asintió inexpresivamente.
Me puse de pie, un murmullo recorrió la habitación. Cogí mi vaso y tome otro
trago de mi té.

“Es bueno que el habito del café haya llegado hasta aquí,” bromeo el director
general, de manera elegante, arreglándose su traje gris.

“Té, en realidad.” Le sonreí, preguntándome porque su olor era diferente.

Ahumado, de algún modo, pero no como el humo de cigarrillos. Más parecido


a una fogata, “Me mantiene humana,” dije.

“Cualquier cosa que te funcione,” dijo él, levantando su copa como si fuese a
realizar un brindis.

Mientras terminaba de arreglar el proyector, Adele se lanzo a la cancha.


“Ahora, Sophie les pondrá una presentación que creo que les mostrara por que
Withers y jóvenes es la empresa adecuada para las aerolíneas del sudeste.”

Estaba enchufando el proyector cuando algo se rompió en mi dedo, “¡Ouch!”

Adele levanto la cabeza para poder mirar alrededor, “¿Todo está bien?”

“Juro que eso me mordió,” dije señalando el extremo del cable. Mire hacia
arriba y me di cuenta de que toda la sala me estaba mirando ¿Era esto a lo
que mi mamá se refería cuando dijo efectos secundarios? “Lo siento,”
murmure y volví a recoger el cable.

“Bueno ahora que todo está bien,” dijo Adele con voz fría, “Les venía
diciendo…”

Me agache e investigue el extremo del cable pero se veía normal, nada de


dientes. Lo enchufe y me recosté, mirando los pequeños pelillos de mis
piernas que sobresalían de las medias de nylon pero ¿Qué iba a hacer?
¿Preguntarles a todos si tomábamos un descanso de diez minutos mientras iba
y me afeitaba las piernas?

Mientras Adele seguía hablando, tome otro sorbo de té y mire alrededor de la


habitación. Mis ojos se deslizaron pasando del señor Armani al director y luego
se deslizaron hacia atrás.

¿Era mi imaginación o él tenía cuernos?

Estaba mirándole la cabeza, tratando de identificar, tratando de distinguir si


se trataban de unos desafortunados mechones o si eran un par de cuernos
cuando Adele me toco el hombro.
“Sophie.”

Di media vuelta. “¿Qué?”

“Estas de pie,” siseo ella, con sus intermitentes ojos azules.

“Oh. Por supuesto.” Arrastre las palabras, dirigiéndome a toda la sala, mis
ojos seguían pegados a la cabeza del director. Eran cuernos, estaba
convencida de eso. Y sus ojos eran azules. Llamativos, en realidad. No tan
llamativos como los cuernos, aunque…

“Gracias a todos por venir,” dije, forzando a mis ojos a alejarse de la cabeza
del director. Koshka se quedo mirándome, con sus ojos verdes sin pestañear.
“De lo que me gustaría hablar hoy es de lo que Withers y jóvenes puede hacer
para ayudar a las aerolíneas del podeste… Quiero decir Sudeste… Las
aerolíneas funcionen con mayor eficiencia.”

Me gire hacia la pantalla y moví la lengua un par de veces, tratando de


someterla. Si tan solo pudiera hacerlo a través de esta presentación…

La primera diapositiva apareció en la pantalla, y empecé a través de esta,


“Vamos a empezar con unos casos a través de su historia…” Mi lengua se
deslizaba de vez en cuando, pero me las arregle para mantenerla bajo control
y en realidad estaba empezando a sentirme bien. Las preocupaciones de mi
mamá parecían ser totalmente infundadas ¿Por qué no había intentado subir
la dosis antes? Entonces no tendría que salir de la ciudad cuatro veces al año,
de hecho, no tendría que transformarme del todo. Tome otro sorbo de té y
mande la siguiente diapositiva.

Y ahí fue cuando comenzaron los flashes de calor.

Ahogue un gruñido. Había empezado mi camino a través de los dos primeros


casos y tenía a toda la sala asintiendo con la cabeza incluyendo al director
general, cuyos cuernos ahora eran una pulgada más largos y ¿Por qué yo era la
única que me daba cuenta? Pero ahora, sentía como si mi piel estuviera
ardiendo.

Hice una pausa para beber otro sorbo de té pero eso solo hizo que las cosas
empeoraran. Pronto, mi espalda estuvo empapada de sudor y mi concha de
seda parecía estar aferrándose a mi cuerpo. Podía sentir una gota flotando en
la punta de mi nariz. Por el rabillo del ojo, el cable de la computadora se
movió, y podría jurar como el inicio del enchufe se esforzaba por salir.

“Eso es lo que puede,” dije, señalando a la pantalla e ignorando el cable, el


cual ahora parecía estar retorciéndose como una lombriz.

“¿Sophie?” Adele me estaba mirando de una forma extraña.

“¿Si?”
“¿Estás bien?”

“Bien” mentí, “Muy bien,” repetí, luchando por pronunciar bien. Me limpie la
frente y pase la lengua sobre los dientes. Mierda. Eran más largos que antes.

Me agache para coger el vaso y bebí el té al tiempo que me di cuenta que el


pelo de mis piernas era mucho más largo, y podía sentir la comezón bajo mi
piel. Mire la pantalla. Yo no iba a hacerlo después del almuerzo, pero si tan
solo pudiera conseguir que a través de la presentación…

Mientras recorríamos el último caso, me esforzaba por no mirar los cuernos


del director general o el cable que se retorcía, algo comenzó a maullar.

Me detuve a mitad de la oración.

“¿Sophie?” Se me quedo mirando Adele.

Empecé de nuevo, pero también lo hizo el maullido. Parecía provenir de la


esquina, estire la cabeza para mirar, no había nada.

“Soy yo,” dije. “¿O hay un gato aquí?”

Todos me quedaron viendo incapaces de comprender incluyendo al director de


delgados cuernos lo cual me llevo a la conclusión de que yo era la única que lo
había oído. Pero el olor a gato se hacía definitivamente más fuerte. Mire a
Koshka ¿Eran sus ojos diferentes?

Dios ¿Qué me estaba pasando? Tal vez mamá tenía razón después de todo, y el
té especial no era solo una idea extrema. Aunque se sentía como si la
conferencia estuviera a 150º ahora, así que tal vez no se calentara el adjetivo
correcto. Algo me hizo cosquillas en el mentón y me di cuenta de que estaba
babeando.

Querido dios. Me estaba brotando pelo, creciendo los dientes, balbuceando,


escuchando gatos imaginarios y babeando, al frente del mayor cliente posible
que había tenido alguna vez. No me atreví a mirar a Adele pero podía sentir
sus ojos clavados en mí mientras sudaba al final de la presentación.

Por fin, había llegado a la última diapositiva, hablando más y más fuertes en
mi intento de acallar al gato. Koshka se me había quedado mirando con sus
ojos verdes sin pestañear y los cuernos en la cabeza del director general
parecían brillar a la luz fluorescente. El cable seguía tratando de liberarse,
una o dos veces, estaba segura de que había gruñido.

Avance por los últimos puntos de la conferencia lo más rápido que pude,
“¿Alguna pregunta?” pregunte, rezando fervientemente por qué no hubiera
ninguna. O que si la hubiera, no fuera sobre mi balbuceo súbito o mi babeo.
“Creo que lo has cubierto todo,” dijo el director general y podría haberle
besado con cuernos y todo. Ahora que lo pensaba, el era muy sexi incluso con
esas cosas que le salían de la cabeza. No tan sexi como Tom, aunque…

Me sacudí a mi misma y le di al Armani diablo sin dientes, con la esperanza de


babear menos una sonrisa, “Muchas gracias.”

Evitando los ojos de Adele, corrí hasta mi asiento, limpiándome el sudor que
tenía en la frente.

Solo eran las 10:30. La reunión estaba programada para durar una hora más,
luego vendría el descanso para el almuerzo.

Me pase la lengua por los dientes y tome otro sorbo de té, tratando de ignorar
el sonido del gato maullando de la esquina. No había forma de que fuera a
llegar tan lejos.

“¿No es esto lo que ocurrió durante la auditoria de Prevco, Sophie?”

Gire la cabeza hacia Adele, la cual me miraba expectante, el cable dio un


último tirón y salió de la pared, luego empezó a retorcerse hacia mi pie
izquierdo.

“¿Pegdoneme?”

“La auditoria de Prevco. Les estaba hablando de los problemas en la materia


fiscal.”

“Oh. Oh, sí.” Dije, levantando el pie que me había mordido el cable, estaba
segura de eso y asentí con la cabeza como un muñeco.

Adele se quedo callada, esperando a que continuara. Me seque la frente con


una servilleta de papel. Prevco. Prevco ¿Qué diablos era Prevco?

Entonces lo recordé. Algo sobre la evasión de impuestos… “Tenían que salir de


un buen apuro si mal no lo recuerdo.” El cable se acerco más y yo trate de
alejarlo aun más de mis pies.

“Tenía la esperanza de que pudieras contarnos un poco más de eso,” dijo


Adele fríamente.

“En realidad, no me estoy sintiendo muy bien ahora tendré que excusar yo
excusarme por un minuto.”

Y mientras Adele y el director general con cuernos se me quedaban viendo,


tome mi bolso de Kate Spade y corrí hacia el baño. No podría jurarlo, pero el
cable parecía estar decepcionado.
Capitulo 27 Traducido por Kat

S
ally se estaba pintando los ojos de rosa mientras yo corría de su escritorio
al baño de mujeres. Un momento después, la puerta del baño se cerró
tras de mí, y mire debajo de las puertas del baño, no se veía ningún par
de pies. Estaba sola.

Luego me pose frente al espejo.

Si había alguna pregunta acerca de mi capacidad de continuar la reunión, fue


respondida en el momento en que me mire a mí misma en el espejo. Arroyos
de sudor vertidos por toda la cara y la sudada blusa se pegaba a mi pecho.
Ick. Pero eran aun más preocupantes los colmillos que sobresalían por debajo
de mis labios. Y no habría cuchilla de afeitar en el mundo capaz de mantener
al margen el vello de mis piernas o las patillas que estaban brotando de mis
mejillas.

En resumen, la única manera en que podía volver a esa sala de conferencias


seria con una bolsa de papel sobre mi cabeza. Y a partir de la sensación de mi
piel encrespada en las mangas de mi traje, incluso la bolsa no sería
suficiente.

Sequé el sudor de mi cara y abrí mi blusa un poco más, estaba preparada


para enfrentar a Sally. No había nada que pudiera hacer con respecto Adele
que acababa de informar a Sally, la noticia de mi repentina enfermedad.
Después de mi balbuceo y babeo repentino, apostaría que no sería una
sorpresa. Pero ya era hora de hacer frente a esas patillas para que pudiera
salir del edificio sin aterrar a mis compañeros de trabajo.

Saqué mi bolso y agarré la navaja, a continuación, enjaboné mis mejillas.


Había terminado el lado derecho y estaba a punto de hacer frente a la
izquierda cuando la puerta del baño se abrió y el olor del almizcle llenó la
habitación.

Sally.

Guarde la maquinilla de afeitar de nuevo en mi bolso y salpique agua en mi


cara mientras ella paseaba por el baño. Me miró por el rabillo del ojo, los
colores del arco iris en su vestido parecían estar girando.

"No te ves tan caliente", dijo con una sonrisa maliciosa en su rostro.
"En realidad, estoy ardiendo. Tengo una fiebre muy alta", dije, pegándome a
mi bolso y tratando de mantener la parte peluda de mi cara apartada de ella.
"¿Adele te dijo que tuve que salir temprano?"

"Ella me dijo que si algo salía mal con esta cuenta, rodarían cabezas", dijo
Sally con voz ominosa.

"Estoy frita."

"¿Perdón?"

"Enferma", dije con un esfuerzo, poniendo mi bolso por encima del hombro.
"Me dirijo al médico. Dile que lo Tiento... lo siento... que tenía que salir
temprano."

"Sólo hay una cosa que necesito que hagas antes de ir", dijo.

"¿Qué?"

Levantó un vaso de plástico. "Adele dijo que tenías que hacerlo hoy."

"Ahora mismo, tengo una fiebre como de cien e ir a un laboratorio no es el


tipo de cosas que suelo hacer"

Ella se cruzó de brazos y se apoyó contra la pared de azulejos, con su vestido


girando alrededor de ella. "Es una nueva compañía".

"Suena como una empresa que necesita una auditoría de procedimientos."

“Puedes discutir esto con Adele más tarde. En este momento, necesito una
muestra. Prometí que las tendría todas en el laboratorio esta tarde."

"Lo haré mañana", le dije. "En el laboratorio".

"Como he dicho, tu puedes hablar con Adele al respecto. Sólo estoy haciendo
mi trabajo."

"Pero..."

"Sólo te tomará un momento. Voy a esperar."

Momentos después en el coche, mi piel se sentía como las líneas de


estacionamiento que se deslizaban alrededor del hormigón como serpientes.
Estúpido hombre lobo. Pero había conseguido que en la reunión predominara
mi parte humana.

Me tomó tres intentos conseguir que el auto encendiera. Yo no estaba en


condiciones para conducir, pero con mis colmillos y patillas germinando,
probablemente era la única opción; las probabilidades de conseguir un taxi en
la parada para mí en este momento eran bastante bajas. Era más probable
que pudiera conseguir transporte con el control de animales.

Yo todavía estaba furiosa porque ¡Sally se había quedo parada mientras


orinaba en una taza! Por supuesto, el tiempo extra que me había dado me dio
la oportunidad para afeitar la patilla restante.

Pero aun así.

Me recordé que la humillación del recipiente plástico con Sally al pie de la


puerta estaba bastante bajo en mi lista de problemas. Quiero decir, mi mamá
estaba arriba con cargos de asesinato, Lindsey estaba saliendo con un hombre
lobo, y el aniversario con mi novio estaba cercano. Además, mis manos
estaban transformándose rápidamente en patas.

Por no mencionar el hecho de que una empresa de análisis de drogas ya tenía


mi muestra de orina.

Me seque la cara y la desvié al garaje de estacionamiento, solo faltaba un


hombre en bikini. Al menos creo que llevaba puesto un bikini, porque yo
estaba convencida de que el director de las aerolíneas del sudeste tenía
cuernos, así que no estaba segura de nada en ese momento. Deje de pensar
en mis alucinaciones, y busque mi vaso ya que lo necesitaba para evitar la
transformación por lo menos durante otros diez minutos y me di cuenta de
que lo había dejado en la sala de conferencias.

Mierda.

Me aferré al volante. No sólo había dejado mi té atrás, sino que también mi


cajón estaba repleto de bolsas de mi té especial. Y apostaría hasta mi último
centavo a que Sally lo sabía.

¿Podría irrumpir de nuevo esta noche y deshacerme de la caja? Demasiado


arriesgado. Nunca pasaría más allá de las personas de seguridad e incluso si lo
lograba, ¿Cómo iba a hacer funcionar el ascensor?

Antes de que pasara el punto de no retorno en el garaje, agarré el teléfono y


le marque Heath.

"¿Hola?"

"Cariño, voy a tener que cancelar." Dije pero salió más como un "canthelar".

"¿Qué?"

"Estoy enferma," dije. "Voy al médico."

"Sophie, ¿Porqué suenas horrible? Suenas horrible."

“Te llamaré cuando pueda ", le dije. "lo thi…thiento. Te quiero."


"Sophie..."

"Te llamo más tarde... me tengo que ir," gruñí, y colgué mientras todavía
podía. Pobre Heath. Había estado planeando esta noche durante meses, y le
rompí el corazón cancelando en tan corto plazo, pero ¿Qué podía hacer? ¿Ir en
cuatro patas? Seguro que le daría un nuevo significado a la frase de estilo
perrito. Estúpidos genes de hombre lobo.

Arroje el teléfono a mi bolso y conduje por el estacionamiento cuando volvió


a sonar. ¿Heath? No, el número era de Withers y jóvenes. ¿Adele? Sería mejor
que él. Lo agarré con una mano la cual estaba empezando a parecerse más a
una pata que a una mano. Una pata muy bien cuidada, pero sin embargo una
pata.

"¿Hola?" gruñí.

"¿Sophie?"

"¿Qué?"

"Soy Lindsey. ¿Qué pasa con tu voz? Sally dijo que parecía que fueras un pavo
frío o algo así."

Sally de nuevo. Ella me habría descuartizado si pudiera. "Estoy enferma",


murmuré. Quería colgar el teléfono. Tenía que hacerlo.

"¿Tú qué?"

Luché para pronunciar mis palabras. "Enferma, con Fiebre y una rana en la
garganta."

“Parece algo más grande que una rana. "

"Voy al doctor."

"¿Necesitas que te lleve al hospital?"

"No" Hombre lobo, me acordé de repente. Había dejado el vaso en la sala de


conferencias. Pero peor aún, había dejado la caja de bolsitas de té en mi
escritorio. "Lindsey".

"¿Qué?"

"El té. En mi escriporio".

"¿El té? Sophie, ¿De qué estás hablando?"

"El téeh de mi mamá está en mi escriporio. Deshazte de él."


"¿Por qué? Ah, cierto... tú estás preocupada por la prueba de drogas." Hizo
una pausa. "¿Que tiene el té?"

"No importa” jadee mientras tiraba el coche en el garaje del


estacionamiento... Cerré los ojos, y sentí como una onda pasaba a través de
mí. No podía esperar mucho más tiempo. "Me tengo que ir", ladré, y pulsé el
botón de colgar con una garra pintada.

Dos minutos más tarde le di un codazo a la puerta del mercedes, la cerré con
mi nariz, hurgué el botón de bloqueo con mi llavero usando una garra, y
empujé las llaves detrás de la cubierta con mi pata.

Sólo esperaba que nadie les prestara atención a las cámaras de seguridad.

Si alguna vez tuviera la mala fortuna de volver transformarme en Austin,


había decidido que esperaría agachada detrás de un contenedor de basura en
el callejón al lado de mi edificio, que era el mejor lugar para hacerlo en vez
de un garaje en el estacionamiento del centro.

Habían pasado dos horas desde que había escuchado el llamado de la


naturaleza, y el sol todavía estaba alto en el cielo. Demasiado alto, realmente
no estaba segura si era por los efectos residuales del té o por el abrigo de piel
natural, pero el callejón se sentía más como el Valle de la Muerte que una
calle de la ciudad de Austin. ¡Si hubiera logrado evitar el cambio hasta que
hubiera llegado a mi apartamento!, me dije. Por desgracia, en mi estado
actual, no había manera de pasar al portero, y mucho menos darle un
puñetazo al botón del ascensor correcto y desbloquear mi desván. No
importaba el hecho de que se viera raro, ni siquiera podía sostener una tecla.

Nunca te das cuenta de lo útil que son los pulgares hasta que no los tienes,
supongo.

Por el lado positivo, los otros efectos secundarios del té parecían haber
desaparecido, no había peatones con cuernos deslumbrantes, ningún objeto
inanimado me había mordido, y el sudor había disminuido de galones a litros.
No podía decir lo mismo acerca de la lengua, sin embargo, se sentía bien,
pero es difícil hablar cuando eres un lobo.

Fui al otro lado del callejón, lejos del contenedor, y me acosté en el lugar
más limpio que pude encontrar. Exactamente ¿Que había en el depósito de
basura para que oliera tan mal? Me cubrí la nariz con una pata. Sé que a la
mayoría de perros les encanta revolcarse en cosas que huelan mal, pero nunca
he compartido la fascinación canina por las sustancias orgánicas repugnantes.
Por otra parte, la mayoría de los perros no pagan depilaciones profesionales
con cera, tampoco.

Si no hubiera habido tanto frenesí en la prensa últimamente, podría haber


trotado por casualidad hasta la zona verde, donde al menos podía caminar sin
asustar a la gente del lugar. Pero con la manada cerca y los camiones de
control de animales que había visto rondar por las calles, yo estaba recelosa
sobre mostrar mi cara peluda alrededor de la ciudad hasta que el sol se
pusiera. Después de la semana que había tenido y teniendo en cuenta que hoy
era lunes, un viaje a la perrera sería simplemente la punta del pastel.

Estaba rascándome los cuartos traseros controlando las pulgas, cuando una
puerta se abrió.

Corrí detrás de una papelera vacía y vi a un joven latino abrir el contenedor y


lanzar una bolsa de basura fresca en él antes de desaparecer de nuevo en el
edificio.

Sin cerrar el contenedor de basura.

Si el olor era malo antes, ahora era diez veces peor. Contuve la respiración y
retrocedí al último rincón del contenedor de basura, pero una brisa traía el
olor hacia mi dirección, entonces se arremolino alrededor del callejón sin
salida.

Yum.

No había manera de que yo fuera capaz de permanecer en este callejón hasta


la noche.

Estaba acostada en un pequeño callejón que daba a la calle, pero el


contenedor lo ampliaba a un posible puesto de atraque. Estaba a solo seis
cuadras de Caminata del Lago Lady Bird; si me guiaba por los circuitos para
bicicleta; y me pegaba a los arbustos, podría ser capaz de cruzar el puente y
llegar al Parque Zilker sin atraer demasiado la atención. ¿Por qué el Parque
Zilker? Bueno, venden unos excelentes conos de nieve, pero eso no va al caso,
porque aquella tarde estaba más interesada en la zona verde. Si pudiera
llegar allí y permanecer fuera de la pista, las únicas personas que realmente
corro el riesgo de ver es la gente sin hogar que acampa en el bosque.

Por desgracia, los seis bloques estaban llenos de coches por no mencionar a
los peatones y los coches de control animal, dos de los cuales yo había
observado patrullando regularmente.

Dudé, ya que vi una manada de mujeres empresarias por la acera. Pug. No


había manera de que pudiera pasar por la acera sin ser vista.

Pero una brisa fresca me recordó que no había manera de que pudiera pasar
las próximas dos horas en el callejón.

Esperé hasta que el grupo de mujeres se volvieran hacia una calle lateral.
Después de todo, ¿Qué tengo que perder? Simplemente no podría ser mucho
peor.

¿O sí?
Después de una rápida charla mental recordé que había algunos perros muy
amistosos en el refugio la última vez que lo había visitado.

Dos minutos después, un hombre con mocasines y pantalones Sansabelt


miraba como un lobo con las piernas desnudas iba al galope por la calle
Colorado, se estrello contra el parachoques de un camión de control animal.

Me sacudí a un lado justo a tiempo y corrí lo más fuerte que pude. Pero un
momento después, algo fuerte se hundió en mi nalga izquierda.
Capitulo 28
Traducido por Sweet Angel

E
che un vistazo hacia mi cola y casi me tropiezo con un hidrante.

Un dardo tranquilizante colgaba de mí nalga derecha.

¡El me había disparado!

Estúpido Heath. Si no fuera por su campaña para eliminar perros salvajes,


podría haber llegado a la zona verde sin ser molestada por los perreros ¿Por
qué no podía encontrar otra causa razonable que apoyar como juguetes para
travestis o salvar a los niños?

Me resbale hasta detenerme, mordiendo frenéticamente mi cuarto trasero y


sacando el dardo en el tercer intento. Mientras sonaba un traqueteo en la
acera, me detuve un instante para mirar al perrero, era un hombre alto, con
las piernas flacas y unos anteojos lamentables. Levanto el arma por segunda
vez y yo hice mi mejor impresión de un lobo feroz.

Como si eso fuera a funcionar.

Un segundo dardo reboto en la pared que estaba a mi lado mientras corría


calle abajo por la tercera ¿Qué pasaba con toda la gente que había tratado de
matarme? ¿Acaso tenía un letrero o algo así? El lugar donde me había
disparado me estaba ardiendo y podía oler la sangre. Si me llega a quedar
alguna cicatriz en el culo, pensé, voy a demandarte.

Por supuesto, iba a ser difícil encontrar un abogado que pudiera llevar el caso
pero me preocuparía de eso después.

En el momento en que llegue a la calle 2, estaba empezando a sentirme un


poco mareada. O bien era un efecto secundario de mi té especial o no había
llegado a sacar el dardo con suficiente rapidez. El señor perrero aun me
pisaba los talones, como si él fuera un participante regular de la maratón en
Boston ¿Por qué? O ¿Por qué no habían conseguido un perrero regordete?

Cruce la calle 1º como si fuera una carrera de muertos, saltaba sobre los
arbustos, y finalmente apareció el camino. Era más fácil ir rápido sobre el
camino que en los arbustos y desde que el hombre maratón ya estuvo detrás
de mí, empecé a galopar entre las multitudes, pensando en que no importaba
que me vieran. Un gran Terrier tenso su propia correa, con la lengua afuera y
no pude evitar sentirme un poco petulante. Con las piernas afeitadas o sin
afeitar. Evidentemente, seguía teniendo cierto atractivo sexual, incluso si se
trataba de un perro que parecía un trapero gigante.

Aminore un poco el paso, calculando que el hombre maratón estaba lo


suficientemente lejos como para que pudiera tomar un respiro. Además, podía
disfrutar de la expresión de sorpresa en las personas cuando un lobo medio
afeitado pasaba trotando junto a ellos.

Lástima que me había olvidado de los policías que usaban bicicletas.

“¡Allí esta!” grito alguien detrás de mí. Mire por encima del hombro para ver
a los dos hombres corpulentos, con uniformes azules y pantalones cortos.
Normalmente, no sería tan malo que esos policías tuvieran piernas fuertes.
Pero en mi estado actual, no pensaba que me estuvieran persiguiendo para
invitarme a cenar.

Mierda.

Me puse una explosión extra de velocidad. Si pudiera cruzar el puente, podría


desaparecer entre los arbustos y escabullirme hasta el parque.

Pero con un par de galones de mi té especial aun palpitando a través de mí


por no hablar de los estúpidos efectos del dardo tranquilizante. No estaba en
mi mejor forma, y el puente seguía estando a unos cien metros de distancia
cuando él más rápido me alcanzo.

Habíamos establecido un ritmo y me pregunte exactamente que tenía en


mente él. El no parecía tener una pistola tranquilizadora y no parecía estar
buscando un arma real ¿Acaso solo íbamos a trotar juntos? ¿O acaso iba a
intentar algo heroico como correr sobre mí?

Mire a un lado. El estaba jugando con algo en su cinturón; probablemente eso


no era una buena noticia. Me aproveche de su distracción para poner un poco
de distancia entre nosotros, el hecho de que tuviera que evitar una silla de
paseo triple, no dolía tanto. Un momento después. Él me alcanzo y estuve a
punto de golpearme con una rama.

Eso era todo lo que necesitaba: una nueva contusión cerca de la costra en la
nariz y un hueco en mi trasero. Por otro lado, no era una pistola o un dardo
tranquilizante.

El se volvió de nuevo y esta vez me rozo la oreja izquierda. Gracias a dios casi
habíamos llegado al puente. Corrí hacia la escalera, esquivando otro golpe
salvaje y subiendo de a tres en tres lo escalones. La policía tuvo que tomar las
rampas, lo cual les quito un poco de velocidad, estuve al otro lado del puente
antes de que la primera bicicleta apareciera. Me resistí a la tentación de
sacarles la lengua, sabía que ahora tenía una casa gratis y eche a correr por el
resto del camino.
Mientras ellos cruzaban el puente, esquive a un doberman enamorado y dos
labradores, me había ocultado de una forma segura entre unos arbustos de
hojas verdes.

Los policías pasaría como una bala al frente mío, me tome un momento para
revisar la herida que había dejado el dardo. Dolía como el infierno pero no era
tan malo como cuando había tenido que jalarme la piel de cabo a rabo para
sacarme el dardo pero las mujeres se recuperan rápidamente sin cicatrices.
No sabía si era por mi té especial, la carrera súbita o el dardo tranquilizante
pero me sentía mareada. Cuando los hombres de poliéster no volvieron a
aparecer después de algunos minutos, me di la vuelta tres veces y me acosté
apoyando la cabeza sobre mis patas. Tenía los parpados caídos y la única cosa
que recordaba era un ramo mixto de hojas muertas, el lago y el intenso olor a
sudor de los corredores cercanos.

El sol hacía tiempo que se había ocultado por el horizonte cuando abrí los
ojos. Seguía estando entre los arbustos en lugar de una jaula de alambre
reforzado, así que imaginaba que mi policía había evitado el trabajo.

Por lo menos estaba pasando algo bueno esta semana.

La luna se filtraba a través de los arboles mientras me ponía de pie, me sacudí


las hojas muertas y estire los músculos. Tome un gran respiro del aire
nocturno. Nutria, ardilla, un par de borrachos sin lavar y pipi de perro.
Montones y montones de pipi de perro. La policía pudo no haberme
encontrado pero la locación local de perros, seguro que me había olido
mientras la mitad de la población canina de Austin había decorado los
arbustos a mí alrededor.

Me sacudí el último par de hojas y camine hasta la pista abandonada,


teniendo cuidado de pasar sobre los charcos de orina semifrescos.

Tenía muchas horas que matar como hombre lobo, pensé mientras trotaba en
la pista. Desde que el alboroto con mi mama había empezado, no había
estado yendo mucho al gimnasio y mi ropa había estado recibiendo solo un
trato cómodo (No es que estuviera usando ropa ahora, por supuesto) Pensé en
mis posibilidades de ser asaltada o violada en el camino eran históricamente
mínimas, por lo que era justo para que la noche de luna llena corriera en un
circuito de seis kilómetros.

Estire las piernas y trate de coger el ritmo, disfrutando de la brisa de la noche


a través de mi piel. Mi trasero todavía me dolía un poco pero no era tan malo.
¿Qué horas serian? Me pregunte, ¿La cita con Heath seguiría en pie? ¿Tom
seguiría bailando tango con Lindsey?

¿Todavía tenía trabajo?

También estaba preocupada pero lo menos importante era el problema más


cercano: En pocas palabras, ¿Qué iba a hacer con la ropa cuando regresara a
mi forma humana?
Con esfuerzo, logre sacar esos pensamientos de mi cabeza. Era un lobo me
gustara o no, así que acudir a mi jefe o a mi novio no era una opción. Tendría
que abordar la cuestión de la ropa más adelante; por ahora, tenía pegado un
abrigo de piel.

Mientras trotaba, trate de tragar y mi lengua hinchada se pego a la parte


superior de mi boca. Dios, estaba sedienta. Estaba demasiado sudada debido a
mi té especial y todo mi esfuerzo más las altas temperaturas del clima no
ayudaban, para nada.

El lago estaba a unos quince metros de distancia, golpeando ligeramente las


orillas fangosas pero no estaba tan desesperada. De hecho, no estaba segura
de haber estado tan desesperada alguna vez. Además ¿No había una fuente de
agua por aquí?

Había pasado el sendero, escuchando a las ranas y buscando un lugar para


tomar un trago. Estaba empezando a reconsiderar la idea del lago cuando me
sorprendió un destello.

Gracias a dios, pensé, aumentando el ritmo. Ya podía saborear el agua fría


cuando me levante sobre mis patas traseras y puse la pata sobre el botón, mi
boca estaba junto a la fuente.

Volví a empujar el botón con mi pata.

Nada paso.

No importaba que tan fuerte apretara el botón, mi pata no podía hacer


suficiente presión para que hiciera correr el agua. Era ridículo que estuviera
aquí, un hombre lobo con una velocidad y fuerza sobre natural, y, si lo digo
yo, pasando bajo un departamento de miradas, fuera incapaz de tomar un
simple trago de agua.

Me pasee alrededor de la fuente unas cuantas veces, buscando una solución


alternativa. Ciertamente, no había un plato para perros pequeños debajo del
grifo pero no estaba segura de poder darle la vuelta. Además, era casi tan
malo como el lago. Tal vez peor, en realidad. No estaba segura de que los
hombres lobo pudieran enfermarse pero no quería tener que descubrirlo.

Me volví a levantar en mis patas traseras, con la determinación de hacer


funcionar la fuente. Después de varios intentos, finalmente, un poco de agua
apareció y casi me avergüenza admitir que lo lamí. Con un poco más de
experimentar, encontré una posición para crear un goteo constante, estaba
ocupada lamiendo cuando algo gruño detrás de mí.

Ya sabía quién era antes de que me hubiera dado la vuelta.

La manada me había encontrado.


Capitulo 29
Traducido por Kat

H
ay muchas maneras de hacerle frente a un adversario. De pie en la cima
de una roca gigante y con un aullido. O gruñendo amenazadoramente
con la boca llena de dientes.

Encabritarme sobre mis piernas traseras y lamer agua de una fuente no estaba
en mi lista de los diez primeros.

Me dejé caer en cuclillas, el agua seguía goteando de mi boca, y les di una


buena vista de mis dientes. Más vale tarde que nunca, ¿verdad?

Apestoso parecía un poco nervioso, pero Suave y Sedoso sólo me gruñeron;


Después de un momento, Escuálido siguió su ejemplo.

¿Cómo habían aparecido de nuevo? Por lo general me llegaba el olor de casi


todo el mundo por no hablar de un hombre lobo con una importante demanda
de higiene mucho antes de que pudieran acercarse a mí. Tomé una aspiración
profunda, sin duda podía oler ahora. En todo caso, Apestoso había llegado
afrutado desde nuestra pequeña riña en la calle sexta. Tal vez el té había
paralizado un poco mis sentidos de hombre lobo. O tal vez había sido el dardo
tranquilizante que me lanzaron.

En realidad no importaba ahora, sin embargo. Suave dió un paso


amenazadoramente hacia mí, con sus subordinados a su espalda. Eché un
vistazo detrás de mí, me habían acorralado en una esquina, con nada más que
un muro de piedra y el lago detrás de mí, él volvió a gruñir.

Tom había dicho que aquellos hombres lobo no eran tan fuertes como
nosotros los de nacimiento, y yo estaba bastante segura de poder vencerlos.
Aunque seguía un poco mareada por el té, sin mencionar el hambre que tenía
pero definitivamente podía manejar a estos tres.

¿En verdad podía?

El trío avanzaba un poco más lejos, en forma de abanico delante de mí.


Apestoso parecía haber recuperado su valor, por desgracia, estaba tan cerca
que tenía que respirar por la boca. Busqué una apertura para deslizarme por
ella, pero de repente, tuve una sensación de desconfianza. De hecho, había
decidido, que tal vez sería mejor no entrar en la apertura en este momento
ya que no estaba exactamente en plena forma.
Agrupe mis músculos hacia arriba, preparándome para pasar junto a ellos.
Entonces algo del tamaño de un pterodáctilo salió de los árboles junto a mí,
aleteando hacia la luna.

Sacudí la cabeza para mirar. Lo que no fue una buena jugada por mi parte, ya
que fue en ese momento en el que Suave y Sedoso vieron hacia mí, con sus
brillantes dientes amarillentos por la luz de la luna.

Lo primero que noté fue que Suave y Sedoso podían utilizar algo del enjuague
bucal, y que todo lo que había estado comiendo no estaba exactamente
fresco.

La segunda cosa que noté fue que sus dientes se incrustaron en mi cuello. Y
quiero decir incrustados; dolía como el infierno.

Si él hubiera sido un hombre lobo pleno, hubiera perforado mi hueso.


Afortunadamente, no era tan fuerte y una buena sacudida me envió a
tambalearme entre los arbustos aunque probablemente le hizo algún daño
adicional a mi pobre piel. Me gruñía y por segunda vez en ese día, sentía el
olor de mi propia sangre. Pero la sensación que corría por mi cuello, hizo que
me imaginara usando cuellos ortopédicos durante mucho tiempo.

Antes de que Suave pudiera pararse, me lance contra ellos pero Escuálido
aprovechó la oportunidad para caer sobre mi trasero. Oh, Dios mío. Había
dolido, pero lo peor de todo fue la indignidad. Ahí estaba yo, con un hombre
lobo de media sangre, y un escuálido hombre lobo poco nutrido que había
hundido sus sucios dientes en mi nalga derecha.

Apestoso estaba un poco rezagado pero estar con un hombre lobo aferrado a
tu trasero ya era bastante malo.

¡Y entonces creo que él empezó a lamer!

¡Ew!

Le di una patada, y un aterrizaje en su pata trasera. No fue un tiro perfecto


pero fue suficiente para alejar su viscosa lengua de mi culo.

Miré a mí alrededor. Suave estaba agazapado, listo para saltar de nuevo y


Apestoso miró como si estuviera pensando en entrar en acción.

Tiempo de irme.

Irrumpí junto a ellos y galope por el sendero, pasando por alto el dolor donde
había sido mordida y tratando de averiguar qué hacer a continuación. No eran
hombres lobos completos, pero todavía tenían un fuerte sentido del olfato,
por lo que sería un poco duro deshacerme de ellos. Y estaba muy mal herida,
lo cual me ponía en una gran desventaja. Podría ser capaz de poner un poco
de distancia entre nosotros, pero finalmente lograrían alcanzarme.
¿Y luego qué?

Eché un vistazo a la luz de la luna brillante en el lago. Siempre podría


intentar el nadado del perrito. Pero ellos sabrían por donde me fui, y si venían
tras de mí, no estaba segura de que estar en aguas profundas fuera una
ventaja.

Más que nunca, estaba deseando poder encontrar una manera de acercarme
sigilosamente a mi sala e instalarme con una bolsa de carne seca y una buena
película. Tal vez incluso ver Sex and the City.

A pesar del dolor, pude sentir las glándulas salivales pidiendo me comida. No
había comido nada desde el croissant de chocolate, y estaba muerta de
hambre. Y cansada. Y... mareada. La luna comenzó a moverse a la derecha en
alguna parte, y los árboles parecían estar acercándose a mí alrededor.
Concéntrate en el camino, Sophie. No importa cuánto lo intenté, sin embargo,
mantuve el sendero retorciéndome para no quedarme. Unos momentos más
tarde me rocé con un ciprés, añadiendo una raspadura a mi cada vez mayor
colección de heridas.

Tropecé de nuevo en el camino, escuchando el sonido de pisadas tras de mí.


Hubo un acantilado bastante empinado de unos cinco pies a mi derecha, así
que decidí que lo mejor sería reducir un poco la velocidad.

Lo que no sé es lo que tenía que estar haciendo en ese momento en


particular. Parecía como si fueran un grupo de cazadores Ingleses viejos y
alegres y yo fuera el pequeño y pobre zorro.

Esto no podía estar pasando, pensé. Era un hombre lobo de nacimiento, por el
amor de Dios. Aspiré el aire de la noche, con la esperanza de que tal vez
hubieran abandonado la persecución y pudiera meterme en un arbusto. Pero
no hubo suerte. Apestoso no estaba lejos y superaba el olor de la madreselva.

Que necesitaba para funcionar.

Recorrí cincuenta metros más antes de empezar a temblar a un lado. Baja por
el camino, Sophie. Con mi última gota de energía, me tropecé con un arbusto
cercano y me derrumbé en un montón de hojas. Allí estaba arremetida,
gruñendo, y luego, de repente, una oleada de olor primitivo. Abrí los ojos,
allí, en el camino, había un enorme lobo, con su piel plateada por la luz de la
luna. A pesar de mi estado de peligro, un escalofrío de la lujuria pasa a través
de mí. Fue probablemente bueno que no pudiera casi moverme, porque en
ese momento, no estoaba segura de poder aguantar el no tirarme hacia él.
Incluso como un lobo que era increíble su pecho sólido, esos ojos, ese olor...

Mientras miraba el musculoso cuerpo de Tom, recordándome a mí misma que


era mi aniversario con Heath, la manada patinó hasta detenerse en el camino,
lloriqueando. Parpadeé. Entonces la luna una vez más, se tambaleó y se fue.
Cuando abrí los ojos, la luna se había ido y ya no era de noche. De hecho, el
sol estaba alto en el cielo, y era tan condenadamente brillante que dañaba.

Lo miré y me moví un poco, tratando de evaluar los daños, y me di cuenta de


que había cambiado la hora del día.

Ya no era más un lobo.

Y estaba completamente desnuda.

Olía mucho. ¿Qué había ocurrido con la manada? Ellos habían estado fuera
ayer por la noche, y yo no había sido exactamente un blanco en
movimiento. Entonces me acordé de las alas. Y el lobo. Olí de nuevo, y la
sangre se agolpó en mi cara.

Tom había estado aquí.

Y yo estaba desnuda.

¡Oh, Dios!

Miré a mi alrededor y me di cuenta de que no estaba donde había estado


cuando me había desmayado, estaba sumida en un bosque de bambú. ¿Cómo
había llegado hasta aquí? Estaba segura de que Tom había tenido algo que ver
con esto. Debió haber sido él quien ahuyentó a la manada. Lo cual era un
poco embarazoso, teniendo en cuenta que le había contado acerca de
interferir en el callejón la otra noche. Es cierto que ha habido circunstancias
atenuantes después de todo, no todos los días tú tomas una dosis cuádruple
de mi té especial y eres golpeada por un dardo tranquilizante, pero aun
así. Mi cara se sonrojaba cuando me acordé de la conversación y me pregunté
cuándo exactamente había ocurrido mi cambio de lobo a humana. Con todo lo
que había sucedido, no había tenido tiempo de averiguar cuándo sucedió la
puesta de la luna.

¿Tom me había visto desnuda?

El crujido de unos zapatos sobre la gravilla llegó a mis oídos, y me di cuenta


de que todavía no estaba muy lejos de la pista. Qué problema. ¿Exactamente
cómo iba a regresar a mi sala sin ser arrestada por exhibicionismo?

Miré a mí alrededor, tratando de encontrar algo que pudiera utilizar para


cubrirme. Siempre podía volver a transformarme en lobo, pero después del
juego de caza de ayer, esa opción no era tremendamente atractiva.

Mi culo latía a mil por hora. Me volví para examinar el daño en mi trasero,
sólo para descubrir que había un ungüento pegajoso recubierto con las marcas
de dientes en mi nalga derecha. Cuando toque mi cuello, mis dedos
encontraron la misma sustancia pegajosa.

Tom.
Tuve que admitir que para ser un hombre lobo, era un tipo bastante guay. Me
protegió de la manada, me llevo a una zona más oculta, e incluso trató mi
herida por la mordedura. Decidí operar bajo la suposición de que él había
cumplido su propósito, mientras yo todavía estaba en forma de lobo. Si no, al
menos tenía la esperanza de que estuviera demasiado oscuro para que no
notara el poco de celulitis que tenía en la parte posterior de mis muslos.

Lástima que no había tomado unos minutos adicionales para encontrarme algo
de ropa.

Miré a mi alrededor para evaluar mis opciones. Hojas de bambú, que no


dejarían mucho a la imaginación. Corteza de los árboles, que además de ser
frágil, parecían muy ásperas. Y una parra35, que supuse que parecería una
especie de extraño atuendo de Jardín del Edén.

En resumen, estaba jodida.

Arraigue hojas alrededor por un rato, esperando que alguien hubiera dejado
caer una camisa o algo así. Por lo menos, habría sido feliz de encontrar un
paño de cocina, al menos hubiera tenido algo con lo cual cubrirme. Pero
después de diez minutos de patear hojas muertas, lo único que encontré fue
una taza Slurpee descolorida por el sol y la mitad de una bolsa de pan rallado
de la señora Baird.

Me deje caer contra un árbol cuando un destello de color a través del bambú
me llamó la atención, un spandex de mujer color rosa, pero tenía que correr
más allá de un bote de basura.

Un bote de basura.

Tal vez no tuve suerte después de todo.

Me arrastré hacia la pista, con la esperanza de que podría haber una bolsa de
reserva en el bote que no fuera a ser de plástico transparente. Puede que las
bolsas fueran algo frágiles, pero al menos me gustaría estar cubierta. Y
después de todo, se trataba de Austin.

Esperé un momento a que se calmara el tráfico y me lance a la


papelera. Evidentemente, no había sido vaciada en un tiempo, sino que
rebosaba de bolsas de botellas vacías de peces de colores y Gatorade. ¡Ick, ick
y ick! .Había mucho popo perro en bolsitas de plástico.

Por no decir que al borde de la bolsa de la papelera era negro.

Tire de uno de los bordes, con la esperanza de encontrar una bolsa de


recambio. Pero el ruido de pasos acercándose me hizo volver de vuelta en el
bambú, y tuve que esperar como tres horas más antes de que hubiera otro

35
Parra: Clase de planta.
quiebre en el tráfico. Hasta entonces, no me había dado cuenta de lo
preocupados por el ejercicio que eran en la ciudad de Austin, y desee que la
gente tomara con más interés el desarrollo de su adicción a la televisión.

Finalmente hubo una interrupción en el tráfico, y me lancé de nuevo a la


papelera y tire de la bolsa de nuevo.

No había bolsas de repuesto debajo de ella.

Eché un vistazo al costado, y estaba todavía claro, gracias a Dios. Excave a


través del contenido de la bolsa, en busca de algo que pudiera usar. Me
conformaría con la parte superior de un tubo, o una banda, e incluso podría
haber usado una correa en ese momento. Por lo menos hubiera cubierto
algo. Pero a menos que pudiera armar algo con bolsas de Doritos, Gatorade y
bolsas con popo de perro, seguiría desnuda.

Bueno, quizá no desnuda del todo. Examiné la bolsa de basura, que fue
cubierta por una variedad de sustancias orgánicas. La cual había sido
marinado por el calor hace un par de días.

Ick.

Aun así. A menos que quisiera hacer una impresión de Lady Godiva, sin
tiempo, mi única opción era utilizar una cascada de cabello para cubrir las
partes importantes. Así que después de un momento de vacilación, saqué la
bolsa, haciendo que su contenido callera fuera de la papelera, y corrí de
nuevo al bambú, tratando de ignorar el olor a fermentado a Gatorade y
sándwich de pavo podrido. Y por supuesto el olor a caca de perro. Cinco
minutos después, salí de la pista usando una bolsa de basura aromática la cual
se estiro un poco y recé para que ninguno de mis clientes fuera un fanático
del ejercicio.
Capitulo 30
Traducido por Sweet Angel

L
a máquina contestadora estaba parpadeando cuando me quede en la sala
media hora más tarde. Cerré la puerta, rompí la bolsa y la arroje a la
basura, el olor todavía zumbaba a través de la tapa cerrada antes de que
mirara el reloj. Ya eran las nueve y media.

Un buen empleado llamaría a Adele para averiguar si todavía tenía trabajo


con o sin asociación, después de pasar media hora cojeando con una bolsa de
basura, la cual olía a un cruce entre un contenedor de basura y el baño de
hombres, no era mi prioridad. No estaba segura de cómo pero me las había
arreglado para atravesar el parqueadero y subir las escaleras sin encontrarme
con ningún conocido. Ahora estaba lista para tomar una copa, un filete y un
baño muy, muy caliente, no necesariamente en ese orden.

Mientras la bañera se llenaba, me limpie las cosas más asquerosas con una
toalla y me dirigí a la cocina. Abrí la nevera, con la esperanza de que hubiera
un poco de carne azada, encontré una gran olla llena de sopa y unas galletas
de soda al lado de esta.

¿De dónde había salido eso?

Abrí la tapa y olfatee; era sopa de pollo. De Heath; su esencia estaba por todo
lado.

Puse la sopa de regreso en la nevera y busque en vano los embutidos frescos.


Finalmente, me di por vencida y fui por la carne seca. Sentí un nudo en el
estomago mientras me servía té, no el especial. Mi mente seguía regresando a
la sopa de pollo que estaba en la nevera. Le había dicho a Heath que iba a ir
al doctor ¿Sera que él pensaba que yo aun estaba en el hospital? ¿Por qué no
había dejado una nota? Tendría que llamarlo para decirle que estaba bien.
Pero desde que no podía soportar estar en la misma habitación conmigo,
había decidido que el baño era la mayor prioridad. Lo llamaría tan pronto
como hubiera terminado.

Había llevado mi taza de té al baño y me metí en el baño de burbujas, en


caso de que se lo estén preguntando, el agua caliente sanitaria en las heridas
de hombre lobo dolían como un demonio cuando el teléfono sonó.

Tuve la tentación de no contestar pero en caso de que fuera una buena


noticia, a lo mejor le habían quitado los cargos a mi madre; tal vez la manada
de Houston se había ido a Saturno; tal vez Lindsey se había enamorado de un
agradable humano; o tal vez había ganado un puesto en la cámara de
compensación. Me salí del agua y corrí a coger el teléfono.

Era Lindsey.

“Hola,” dije, deseando haberme quedado en la tina.

“¡Sophie! ¡Regresaste! ¿Estás bien?”

“Estoy bien pero estaba tomando un baño ¿Te puedo llamar ahorita?” Un
charco se estaba formando en mis pies y había empezado a temblar. Por
mucho que me agradara Lindsey, estaba deseando que la comunicación se
cortara.

“Heath me llamo ayer por la noche, estaba frenético.”

“Vi la sopa de pollo que dejo ¿Cuándo estuvo aquí?”

“El fue directo a tu casa después de que lo llamaste. Entonces me llamo lleno
de pánico. Tu carro estaba ahí pero tú no.”

“¿Cómo entro?”

“El administrador del edificio le abrió la puerta. El pensó que podrías estar…
bueno, inconsciente. Sonabas terrible por el teléfono.”

“Lo sé,” dije.

“Luego llamó a los hospitales e incluso pensó en ponerse en contacto con la


policía.”

Me trague un pedazo de cecina de res y casi me ahogo. “¿Llamo a la policía?”

“Le hable de que desistiera de la idea. Supongo que finalmente se rindió y se


fue a su casa.”

Mis ojos se deslizaron a la nevera y pensé en la olla llena de sopa de pollo.

“Pero ¿A dónde fuiste?” pregunto ella.

Porque, estaba esquivando a un perrero y peleándome con un montón de


hombres lobo. Incluyendo a Tom. Pensé en ese beso húmedo y la culpa se
adueño de mí. Había traicionado a mi propia amiga. Por no hablar del novio
que me había llevado la sopa de pollo.

“Fui al hospital,” dije. “Para averiguar que estaba mal conmigo.”

“¿Sin tu carro?”
Oops. ¿Cómo había llegado hasta allí si mi carro seguía estando en el
parqueadero? “Tome un taxi,” improvise. “No estaba segura de poder
conducir hasta allí.”

“Tomaste un taxi,” dijo ella, en un tono de voz que no sonaba exactamente


convencida, “Y estuviste en el hospital toda la noche.”

“Tuve que esperar mucho tiempo,” dije sin convicción.

Ella soltó un bufido.

“Ellos me tuvieron un rato esperando. Bajo observación. Creo que estaba


deshidratada o algo.”

“Uh-huh,” Lindsey sonaba un poco escéptica, “Así que ¿Ya le contaste todo
eso a Heath?”

“Todavía no,” admití.

“Bueno, probablemente deberías. Hable con él hace cinco minutos. Ya me ha


llamado seis veces esta mañana y tres veces al trabajo.”

“Maravilloso.”

“Si yo fuera tú, lo llamaría lo antes posible,” dijo ella.

Tome otro bocado de carne seca y mire al baño. Había esperado posponer
todo el asunto de las llamadas y mentiras por lo menos hasta que me hubiera
podido bañar y sacar toda la mugre de mi pelo. Un picor se empezó a
extender por la parte posterior del muslo, me gire y me rasque. “¿No podrías
llamarlo por mí?” le pregunte con la boca llena de carne seca.

“Nop. El no lo creerá hasta que lo oiga de ti. Aun así, no estoy segura.”

“¿Al menos podrías decirle a Adele que sigo enferma?”

“Oh, sí. Casi me olvido de ella.”

“¿Qué pasa con ella? ¿Se enloqueció?”

“Le dije que tenias mucha fiebre. ¿Ella dijo algo sobre un enchufe que te
mordió?”

Me sonroje. “Alucinaciones. Fiebre alta.”

“Sally…” Lindsey se fue apagando.

“¿Sally, que?”

“No importa,” dijo ella rápidamente. “Le diré a Adele que sigues enferma.”
“Gracias,” dije.

Había un zumbido y Lindsey dijo, “Me tengo que ir, hay clientes. Llámame
más tarde ¡Y no dejes a Heath esperando!”

Colgué y me dirigí a la bañera. No me importaba lo que Lindsey pensara; la


llamada de Heath tendría que esperar hasta que me hubiera sacado toda la
basura.

Un picor estallo en mi estomago ¿Habría vuelto a coger pulgas? Con todos los
perros que había por el camino, no me sorprendería. Otro picor empezó a
recorrerme la espalda, me di la vuelta para poder rascarme.

Tal vez debería añadir unas cucharadas de poleo36 al baño.

Arranque otro pedazo de carne seca, deje caer la toalla y me gire para entrar
en la bañera. No fue hasta que sumergí un pie en agua caliente que me
alcance a ver en el espejo y grite.

Todo mi cuerpo estaba cubierto de ronchas rojas.

Mierda.

Me quede mirándome en el espejo, observando las marcas rojas que cubrían


mi cuerpo y resistiéndome al impulso de arrancármelas de la piel. Entre las
marcas de mordiscos y ronchas, parecía como si las últimas doce horas me las
hubiera pasado jugueteando con vampiros y otras clases de monstruos. Si
fuera a trabajar con este aspecto, solo podría imaginar los rumores de que
estuve volando el viernes.

¿De dónde pudieron haber venido estas ronchas? ¿Podría ser una reacción del
lametazo de Escuálido? Me estremecí solo con pensar en eso pero las heridas
por los mordiscos no parecían estar inflamadas. ¿Tal vez era un efecto
secundario de la sobredosis de mi té especial? Algo así como ver cuernos en la
cabeza del director general de las aerolíneas del Sudeste y escuchar gatos
maullando en mitad de una conferencia. Al menos, yo esperaba que eso fuera
un efecto secundario.

Una nueva comezón empezó detrás de mí rodilla izquierda, cuando paro de


picar, me di cuenta de una pequeña serie de ampollas. De repente hicieron
clic.

Eso tenía que ser por hiedra venenosa.

Como si hubiera estado esperando a que me enterara que eran empezaron a


explotarse en su totalidad, el picor empezó a recorrer todo mí cuerpo. Esto
había ocurrido antes de mis desafortunados incidentes nocturnos en el área

36
Poleo: Hierba con propiedades medicinales.
boscosa pero por lo general mi piel trabajaba como una especie de barrera de
baja tecnología. Pero no esta vez. Las ronchas eran tan malas que las hojas
debieron haber hecho contacto directo con la piel. Y desde que me había
levantado en el bosque de bambú, no había pisado hiedra venenosa…

A pesar de la erupción cutánea rosada que cubría mi cuerpo, podía sentir mi


rubor. No pienses en eso, Sophie. Pero ahí estaba, tú no te envenenas con
hiedra venenosa con hojas de bambú. Lo cual significa que debí haberme
transformado antes de que Tom me moviera.

Trate de distraer mis pensamientos exactamente de cuánto de mí debió haber


visto Tom mientras aplicaba su medicina. Por fin encontré el benadryl37 y me
tomé dos capsulas inmediatamente. Entonces agarre una botella de Ivarest38 y
me dirigí de regreso a la bañera.

La llamada telefónica a Heath tendría que esperar definitivamente.

A las 10:30, estaba cubierta de una loción rosada y una bata de baño. Y
todavía no había llamado a Heath.

Sabía que retrasarlo solo empeoraría las cosas pero no me atrevía a coger el
teléfono. ¿Qué podía decir? ¿Qué me enferme de gripe y fui secuestrada por
extraterrestres? ¿Qué había ido accidentalmente al edificio equivocado y solo
lo había descubierto hasta esta mañana? Dicen que la verdad es siempre la
mejor respuesta pero de alguna forma no pensaba decirle a Heath que lo
había dejado plantado por convertirme en un hombre lobo, fuese la mejor
solución.

Probablemente debería aferrarme a la historia que le había contado a


Lindsey. Ya sabes, ¿En la que hay un taxista el cual me lleva a una clínica toda
la noche?

Pero Heath interroga a las personas para ganarse la vida, y no tardaría más de
unas preguntas antes de que mi historia tuviera más huecos que yo. Y después
de mi encuentro con la manada y el perrero, me estaba diciendo algo.

Estaba tratando de recordar el nombre de una clínica que estuviera abierta


toda la noche si le iba a decir la mentira, detalles como el nombre de la
clínica, la cual había visitado supuestamente sería una buena información
para tener cuando el teléfono sonó. Mire el identificador de llamadas: Por
supuesto que era Heath. Después de tres timbres, conteste y cruce los dedos.

“¿Hola?” dije con mi voz más patética y débil.

“¡Sophie! ¿Dónde has estado? ¿Estás bien?”

37
Benadryl: Antialérgico.
38
Ivarest: Crema para aliviar la comezón.
“He estado enferma, realmente enferma.” Hice una pausa para toser, “Pero
ahora me siento mejor, gracias.”

Sus palabras salieron como en una carrera. “¿Qué paso? ¿Por qué no llamaste?
Pensé que te había ocurrido algo terrible.”

“Es… es que ocurrió de manera repentina.” Mi transformación involuntaria


había sido un poco repentina, así que técnicamente no estaba mintiendo.

“¿Qué era?”

“Umm… la gripe.” Está bien, puede que esta parte fuera mentira. Pero
vamos, ¿Qué iba a decir?

“Vine a tú casa ayer en la noche.”

“Lo sé,” dije, sintiendo una oleada de culpabilidad. Mientras Heath había
estado aquí con una olla de sopa de pollo. Yo había estado caminando y
deseando a otro hombre. Bueno, tal vez no un hombre, exactamente, pero
aun así… “Muchas gracias por la sopa,” dije. “Y las galletas. Fue muy
considerado.”

Su profunda voz se volvió tensa. “Tú carro estaba en el garaje. El


administrador del edificio me dejo entrar pero no estabas ahí.” Hubo un breve
silencio, “Estaba a puno de llamar a la policía pero Lindsey me hizo desistir.”

Trague saliva.

“Sophie,” dijo él. “¿Hay algo que debo saber?”

Por un momento, el impulso de confesarme fue abrumador. Estaba a punto de


decirle todo sobre lo que yo era una mujer lobo, que cuatro veces al año no
tenía otra elección a parte de transformarme, que había pasado la noche
anterior siendo atacada por una manada de hombres lobo y que había
caminado hasta mi casa sin llevar ropa alguna excepto por una bolsa de
basura, pero en el último momento mi sentido común me hizo reaccionar.
¿Por qué diablos iba a creerme? Y aunque él me creyera… ¿Qué pasaría?

Tomé una respiración profunda y evoque una imagen de Heath, su oscuro y


sedoso cabello, el brillo en sus ojos marrones, su firme musculo abdominal, la
forma en que me hacía sentir cuando me tomaba entre sus brazos. No podía
soportar la idea de perderlo. “Es mi mamá,” Solté, sintiendo el sudor en mi
frente.

“¿Tu mamá?”

“Ella esta… ella estará en un juicio muy pronto. Yo no quería decirte, no sabía
lo que podías pensar…”
“Así que el abogado por el que preguntaste el otro día… es por eso que lo
necesitabas.”

Trague saliva, “Uh-huh.”

“¿Cuáles son los cargos, Sophie?” pregunto él, calmadamente.

“Homicidio,” dije en voz baja.

Hubo una larga pausa y me encogí, Oh, dios ¿Qué había hecho? Esto era mejor
que decirle a Heath que era una mujer lobo pero no por mucho. Finalmente,
él dijo, “¿Homicidio?”

Las palabras salieron apresuradamente de mi boca, “Ellos dicen que ella


enveneno a Ted Brewster pero ella no lo hizo. Todo fue un error… Hablamos
con la bibliotecaria y ella tomo la poción pero no le paso nada.”

“Espera un momento,” dijo él. “¿Tú mamá es la bruja que sale en todos los
periódicos? ¿Una Carmen algo?”

“Um… Si...”

“Pero cariño. ¿Por qué no me dijiste? Podría haberte ayudado.”

Sostuve el teléfono por un momento, “Pero pensé… pensé que tendrías


problemas con eso.”

“¿Con que?”

¿Con que? ¿Me estaba tomando el pelo? “Con el hecho de que mi mamá es una
bruja y que ella fue arrestada por asesinato.”

“Sophie,” dijo él, gentilmente. “Te amo. Tu familia es mi familia. Dios sabe
que tengo suficientes rarezas conmigo. ¿Alguna vez te había contado de mi
abuelo Geoffrey? Era un hombre orquesta. Solía avergonzar a mi mamá en
cada evento familiar, ya sabes cómo es ella. Tenía el labio superior tenso.
Para ser honesto, estoy casi aliviado.”

No podía creerlo. Heath estaba de acuerdo con tratar de sacar a mi mamá de


la cárcel y la evidente transgresión de la noche pasada había quedado
olvidada. Sentía como si un gran peso se hubiera quitado de mis hombros.

“¿Aliviado?” pregunte.

“Si. Tú has estado muy distante últimamente, pensé que podría ser… bueno,
que estabas viendo a alguien más.”

Sentí un destello de culpabilidad ante la idea del beso con Tom lleno de
pasión. A pesar de que uno guardaba el secreto del otro. Heath podría creer
lo de mi madre, pero lo del hombre lobo podía ser un poco más difícil de
tragar.

"Fue Marvin, ¿no? Me pondré en contacto con él mañana", Heath estaba


diciendo. “Tú mamá está en libertad bajo fianza, ¿no?"

“Sí “dije. “Sí, lo está. El juicio está programado para unas pocas semanas a
partir de ahora, sin embargo. "

“Bueno, entonces, quiero conocerla. " Él sabía todo ahora, e hizo que mi
corazón se hinchara. “Vamos a planear una reunión de estrategia",
dijo. "¿Tiene Marvin otros posibles sospechosos?"

“No” dije, sintiéndome mucho más optimista sobre toda la investigación ahora
que Heath estaba involucrado. Fue un gran alivio no tener que sobrellevar sola
toda esta intemperie. O no toda, al menos la de mi madre. "Pero he estado
haciendo algunas investigaciones con los míos, y creo que hay algunas
opciones que la policía no han considerado." Mejor no hablar del allanamiento
de morada, sin embargo, me decidí.

“Bien hecho, Sophie. ¿Podemos almorzar juntos? ¿Tal vez mañana? ¡No puedo
esperar para conocer a tu mamá! "

"Voy a llamarla y ver qué puedo hacer", le dije.

"Estoy tan contento que me lo contaras. Pero anoche... ¿era tu mamá? ¿O tu


realmente estabas enferma?"

"Ambos, de verdad. Yo estaba con fiebre", le dije, que era totalmente cierto
“y ahora tengo esta terrible erupción".

"¿Te sientes mejor esta mañana?"

"Un poco", le dije. "Estoy contenta de que no me ejecutaras cuando te hablé


de mi mamá", confesé.

"Te quiero, Sophie. A Todas ustedes. No es nada de qué avergonzarse".

“Gracias” dije, sintiendo mi interior cálido y acogedor. "Yo también te amo."

"No hay secretos", dijo en voz baja. "Si tú tienes problemas, me lo haces
saber. Estoy aquí para ti, ahora y siempre. ¿De acuerdo?”

“De acuerdo” dije sin entusiasmo, ya que no se sintió tan cálido cuando
mentí, una vez más. Pero en mi defensa, mis opciones eran bastante
limitadas.

"No te preocupes por tu mamá, nosotros nos encargaremos de ella. Tu acaba


de trabajar para mejorarte", dijo. "Y todos almorzaremos mañana."
Colgué el teléfono, un momento después, sintiéndome menos fabulosa. No
hay secretos, había dicho. Y aun me acordaba.

¿Podría alguna vez confesarle la verdad? Nunca había sido una opción en el
pasado, pero yo sólo le dije que mi madre era una bruja psíquica, y sobre los
cargos de homicidio, y en lugar de convertirse y de darme la espalda, había
corrido en mi ayuda.

Al abrir una nueva bolsa de carne seca, pensé en nuestra conversación. Yo


siempre había supuesto que Heath a la primera señal seria un poco…
ortodoxo.

Pero hasta ahora, no lo había sido.

¿Había alguna forma de que pudiera hacer esto después de todo?


Capitulo 31 Traducido por Kat

"Te ves horrible", dijo Lindsey cuando abrí la puerta de la calle esa noche. Ella
estaba con una apretada y curiosa camiseta, en sus brazos tenía una bolsa de
comestibles.

“Vaya, gracias. " Tiré de mi cuello; incluso con una temperatura de sesenta y
ocho grados, todavía estaba caliente.

"No, en serio. Tu cara esta hinchada como una ardilla." Ella dudó. “No es
contagioso ni nada, ¿verdad?”

"No, no soy contagiosa."

“Bien “dijo, dando un paso por la puerta y dirigiéndose hacia la cocina. "Pare
a comprar varios alimentos para la cena. No es de extrañar que lo llamen
cheque de pago Total. Una taza de ensalada de frutas vale como cinco
dólares."

La seguí a la cocina. "Pensé que ibas a salir con Tom esta noche”

"Creí que tú me necesitabas más de lo que Tom me necesita", dijo, poniendo


la bolsa sobre el mostrador. Entonces sus labios formaron una sonrisa
malvada. "Además, a veces es bueno mantenerlos distanciados un poco."
Descargo la bolsa. "Traje algunas cosas como una cazuela de pollo de King
Ranch, ensalada de frutas, unas galletas de chocolate, y..." Sacó una botella
de la bolsa. “Una botella enigmática".

Yum. Vino blanco, mi favorito. "Por eso, casi te puedo perdonar por el
comentario de la ardilla".

Mantuvo la botella lejos de mí. "Si tú estas bien como para beber, claro."

Yo agarre la botella diciendo. "Yo no estoy muerta, ¿verdad?"

Ella me miró especulativamente. "Tal vez no ahora, pero al parecer podría ser
una muerte inminente." Ella miró mi hinchada cara. "¿Llamaste a Heath?"

Busqué un sacacorchos. "En realidad, no he tenido la oportunidad, él me


llamó".

"¿Cómo te fue?"
"Él ahora sabe lo de mi mamá."

"Me di cuenta de eso. Después de todo, él no es estúpido, estudio en la


escuela de leyes."

"En realidad, se enteró porque le dije." localicé el sacacorchos y lo metí en el


corcho, sirviendo dos vasos mientras Lindsey me miraba.

"¿Me estás tomando el pelo? ¿Qué ha dicho?"

Me tomé un trago grande de vino, y luego seguí con otro. Con fines
medicinales, por supuesto. Yo sólo esperaba que no reaccionen con los seis
Benadryl que había tomado. "Él se ofreció a ayudar, aunque no lo creas.
Quiere reunirse con mi madre y conmigo para almorzar mañana."

“Tu faltaste a su gran cita, has estado evitando sus llamadas, y pasaste la
noche en otro lugar diferente de tu apartamento... ¿Y todo está bien con él? "

“Sí “dije, en realidad no quería entrar en más detalles sobre la aventura de la


noche anterior. Es hora de cambiar de tema. ¿Debo preguntar sobre Tom? No,
Tom no. "¿Cómo está Adele?” Le pregunté sin convicción.

Lindsey arqueó una ceja. "Ella no estaba muy feliz con el hecho de que tú la
dejaras en plena reunión ayer, solo te puedo decir eso."

"Me lo imaginé. La llamé un par de veces, pero ella no contesto. He dejado un


mensaje en su buzón de voz."

"Por lo menos hiciste el esfuerzo", dijo. "Esperemos que las aerolíneas del
Sudeste no se ofendan".

"Yo estaba enferma”, le dije.

"Si vas mañana al trabajo como estas hoy, nadie va a pensar que estabas
fingiendo."

“Muchas gracias”, le dije.

"Que es probablemente algo bueno, porque..." Lindsey vaciló.

"Porque, ¿Qué?"

Ella suspiró. "Debido a que tu ayudante mantiene la propagación de rumores


acerca de que sigues recibiendo algunas entregas de drogas extrañas”.

Me atraganté, arrojando un sorbo de vino. "¿Ella dijo qué?"

"Algo acerca de estos paquetes que obtengo. Le he dicho a todo el mundo


Sally tiene algunos tornillos flojos, pero aún así...”
Cerré los ojos y tome otro trago de vino. Entonces los abrí con un
sobresalto."Lindsey". Agarre la mesa. "¿Recibiste el té?"

El té no era exactamente una droga, pero si alguien, alguien como Sally


decide ir a buscar, ¿Cómo iba a explicar que mantenía una sustancia tóxica en
mi escritorio? En particular, cuando mi mamá había sido detenida
recientemente por envenenar a un político. No es que nadie en la oficina
supiera acerca de ese problema. Todavía no, pero de todos modos.

"¿El té?"

No era bueno. "El té. ¿Te acuerdas? Te dije que lo fueras a buscar."

Se mordió el labio. "Mieerr. Sabía que estaba olvidando algo."

Mi estómago hacía flip-flop, y extendí la mano para masajearme las


sienes."Oh, Dios mío. No puedo creer que hayas olvidado el té."

"¿Cuál es el problema? Pensé que era sólo un remedio a base de hierbas."

"Tú no me creerías si te lo dijera," le dije.

"Tu mamá dijo que era para el crecimiento excesivo de vello", dijo ella,
mirándome fijamente. “Pero es otra cosa, ¿No?"

"No. Sí. Bueno, más o menos. Es una afección complicada. Algún día te lo diré
al respecto", le dije. Yo estaba segura de que nunca sería el momento
adecuado para explicarle "Es una condición médica", pero estaba bastante
segura de que no era eso.

Lindsey tomó un sorbo de vino. "Puedes confiar en mí", dijo.

"¿Podemos hablar de otra cosa?" Le pregunté. ¿Tal vez sobre la política o el


calentamiento global o el control de la natalidad? Heck, incluso yo estaba
dispuesta a escuchar acerca de su práctica de tango con Tom.

“Bien”, dijo ella. "Mantén tu pequeño secreto, entonces”. Ella clavó un


arándano con el tenedor. "Pero al menos dime por qué está usando una
ramera. Como si estuviéramos a noventa grados."

"Es lo único que tengo limpio”, mentí y tome otro sorbo grande de enigma.

Lindsey se inclinó hacia delante en su silla. "Hice un poco de investigación en


memoria de Brewster hoy".

"¿Y?"

"El nuevo testamento nunca fue archivado."


Tome un momento para asimilarlo "Wow. ¿Tal vez por que Brewster murió
antes de que él lo cambiara, así que Tad obtiene todo?"

"Así es." Lindsey asintió con la cabeza. "También le pedí a un amigo mío, un
estadista que fuese a ver qué podía averiguar sobre aquel hecho que hemos
encontrado en la caja fuerte."

"¡Cielos!. Has estado muy ocupada."

"Bueno, alguien tiene que trabajar", dijo. "¿Adivina quién es el dueño de la


tercera parte de la propiedad?"

"¿Quién?"

"Patti Pendergast, el marido."

Dejé escapar un largo silbido. "Patti Pendergast es el ambientalista más


grande en el consejo de la ciudad, ¿No?"

"Bingo".

"Así que aunque en los registros esta como una protesta por el desarrollo, su
marido está vendiendo los terrenos a los desarrolladores."

Lindsey clavo un Arándano y se lo metió en la boca. "Su electorado


probablemente no estaría demasiado feliz por esto, ¿Verdad?"

"Eso ciertamente le da un nuevo giro a las cosas”, dije, Haciendo girar el Vino
en mi copa." Heath es todo lo que me juego, a pesar de que la Policía de
servicios parece haber ignorando este convenientemente. “¿Crees que
Brewster estaba amenazando con dejar salir el gato de la bolsa?”

Lindsey se encogió de hombros con un sí. "No lo sé pero es un poco extraño


que el documento estuviera bloqueado si no era delicado. "

"Por otra parte, también había un libro de Al Gore detrás de la cerradura y la


llave."

"Yo diría que es un tipo al que le gustaba Gore", dijo Lindsey.

"¿Sabes lo que quiero decir?" Mientras yo raspaba hasta el último pedazo de


comida en mi plato. A pesar de haber comido todos los alimentos de Lindsey y
dos bolsas de carne seca mi estómago seguía retumbando. Cogí una galleta de
chocolate, y resolví que me iba a limitar a la ensalada para el almuerzo de
mañana. Si no dejaba de devorar cosas pronto, iba a empezar a buscar
trabajo como uno de los hipopótamos que bailan en Disney.

"Entonces, ¿Tú crees que su interés por el ecologismo era una especie de crisis
de la edad?" preguntó Lindsey.
"Un poco tarde para una crisis de la edad, ¿No te parece?" Dije con la boca
llena de galletas. "Quiero decir, él tenía sesenta y cinco, ¿No?"

"De lo que he leído, estas cosas pueden golpear en cualquier momento."

"Pero aun así. ¿No lo hacen generalmente con coches ostentosos y mujeres
jóvenes?"

"¿Recuerdas la bibliotecaria?”

Pensé en Jennifer, no la veía fuera de una cafetería de la escuela secundaria.


Y las revistas Barely en el cajón del escritorio de Brewster. “Tienes razón. "

"Así que al menos tenemos dos sospechosos", dijo Lindsey.

"Es un comienzo", le dije.

"Sólo hay un problema".

¿Sólo uno? "

"Tenemos a dos sospechosos con motivos. ¿Pero cuáles son las otras dos cosas
que se supone que tienen?"

"¿Los medios y la oportunidad?", suministré.

"Eso es todo", dijo.

Cogí otra galleta. “Bueno, de lo que se, por aquí crece la hierba venenosa. "
Yo no sabía mucho acerca de plantas, pero después de que había tratado de
hacer un pastel de hierba cuando era niña, mi madre me aseguró que había
muchas venenosas. Y en Austin, había un montón de ellas.

"Así que todos tenían los medios", dijo Lindsey. "Pero, ¿Quién demonios sabe a
lo que se parece una hierba venenosa? Yo no la reconocería así me mordiera.
Por lo que sé, está creciendo en mi jardín."

Me toqué el cuello cuando menciono “morder”, todavía ardía un poco donde


me habían hundido sus dientes. Estúpidos hombres lobo. "Es como una
pequeña flor púrpura con las hojas de plata", le dije. "Están por todo el lugar.
Además, incluso si no puedes identificar la parte superior de la cabeza, no es
demasiado duro buscar plantas venenosas en Internet."

“Es verdad “dijo, tocando su copa de vino con una uña de color rosa mate.
"Pero ¿Qué pasa con la oportunidad?"

“Bueno, quienquiera que fuese, tenía que saber sobre pociones y estar en
condiciones de envenenarlo. "
"Esa es la parte difícil", dijo Lindsey. "No me imagino a Brewster anunciado el
hecho de que él había comprado una poción de amor. Incluso si lo hiciera, no
creo que eso fuera con los ideales de un rival político."

"Podría habérselo dicho a su hijo," le dije.

"Tienes razón". Se incorporó un poco más erguida. "¿Ves? Te dije que no lo


podíamos descartar".

Pensé en Tad cansado de Brewster, con la cara pastosa. ¿Era realmente el


causante de la muerte de su padre o estaba simplemente buscando la
simpatía de Lindsey? “

“No lo sé”, dije. "Yo sólo sigo pensando que hay algo que nos falta."

"¿Cómo qué?"

"Si hubiera sabido eso, no sería lo que falta. Es sólo un sentimiento."

“Bueno, hasta que podamos entender tus sentimientos, más concretamente,


vamos a tener que concentrarnos en lo que tenemos."

Suspiré. "Lo que significa en Patti Pendergast y Tad Brewster."


Capitulo 32
Traducido por Sweet Angel

N
o sabía si era el Benadryl o la loción pero cuando me levante a la
mañana siguiente, el reflejo del baño se veía más humano de lo que
había estado en días. Mis mejillas aun se veían como si me hubiese
metido un par de avellanas en los cachetes pero al menos ya no eran del
tamaño de un pomelo39. Y mis verdugones, aun me producían comezón,
parecía como si hubiese sido atada y golpeada en una fusta.

Por supuesto, mi cuello seguía pareciendo un queso suizo al igual que mi nalga
derecha. Pero mis planes para el día no implicaban a nadie ni si quiera a Sally
así que solo tenía que preocuparme por el área sobre el cuello.

Después de una media hora con la razuradora y el maquillaje, me di un último


vistazo y me dispuse a enfrentar a Adele. Y una posible reunión entre mi
mamá y Heath.

Seguía tratando de averiguar cual restaurante podría ser el lugar perfecto


para presentar a mi madre y a Heath mientras estaba en el ascensor de
Withers y jóvenes, con un café en la mano. En el momento en que se abrió la
puerta, sabía que este era otro día para Sally.

Bebí un sorbo de mi café con leche, asegurándome de que la bufanda que me


había amarrado alrededor de mi cuello estuviera cubriendo mis heridas, salí
por el vestíbulo hacia mi oficina. Los ojos negros de mi asistente se abrieron a
medida que pasaba por su escritorio.

“¿Qué te paso?”

“Un mal virus,” dije.

“A mí me parecen paperas,” dijo ella.

“¡Sophie!” Levanta la mirada para ver a Adele atravesando el pasillo con


grandes zancadas, en vuelta en un traje rojo de Vera Wang.

“¡Te ves horrible!” dijo ella, centrando sus filosos ojos en mis mejillas.
Caramba, gracias. Extendió la mano para tocarme la hinchada cara. Tal vez
había dejado el desván muy apresuradamente después de todo.

39
Pomelo: Fruto en forma de bola, como la naranja pero de tamaño más grande y de sabor ligeramente
amargoso
“En realidad me veo mucho mejor hoy.”

“Estábamos preocupados por ti,” dijo ella, dándole una mirada a Sally, cuyos
labios pintados se curvaron en una sonrisa lo cual me decía que la
preocupación no había sido su emoción principal.

“Solo fue un mal virus,” dije, “Siento haber dejado la reunión tan pronto pero
la fiebre llego muy rápido y tenía miedo de desmayarme ¿Todo estuvo bien
después de que me fui?”

“Todo salió bien, Sophie, muy bien,” dijo ella radiante, dándome unas
palmaditas en la espalda tan fuertes que parte de mi café con leche se
derramo sobre el escritorio de Sally. “Acabo de recibir la llamada ¡Llegamos a
la siguiente ronda!”

Me quede sin palabras, mi café con leche seguía goteando. Incluso con mis
alucinaciones, babeo, el crecimiento excesivo de vello y con los problemas de
lengua, habíamos logrado pasar a la segunda ronda de entrevistas.

Adele me miró. “¿Sophie? ¿Estás bien?”

“Bien… Es solo que… ¡Es genial! ¡No puedo creerlo!”

Adele me dio otra palmada en la espalda, enviando otra lluvia de café con
leche sobre el puesto de Sally. Mi asistente me lanzo una mirada desagradable
y seco el reguero con un pañuelo de papel.

“El presidente pensó que tú eras realmente fuerte,” dijo Adele. ¿Podría ser
porque yo era la única persona que había notado sus cuernos, me pregunte?
“Si conseguimos la cuenta,” continuo Adele, “El quiere que dirijas el equipo.”

Parpadee, “¿Yo?”

“El te pidió específicamente. Tú realmente lo impresionaste,” dijo ella.

“Wow,” dije. “No tenía ni idea.”

“Te lo mereces,” dijo Adele, dándome otra palmada y regando un poco más
de café sobre el escritorio de Sally. “Dejaste tu computadora y tu bebida
atrás pero Sally guardo tu equipo en tú escritorio y lavo el vaso por ti.”

Mis ojos se fijaron en Sally, la cual me estaba sonriendo ¿Qué otra cosa habrá
hecho mientras estaba en mi oficina? “De todos modos,” Adele continuó,
“Estoy de camino a encontrarme con un cliente pero la próxima reunión está
prevista para dentro de dos semanas. Hiciste un buen trabajo preparando la
reunión del lunes, esto debe ser un trabajo fácil.”

“Por supuesto,” dije mecánicamente. Abrí la boca para preguntarle sobre la


empresa que estaba haciendo la prueba del análisis de drogas pero antes de
que pudiera decir una palabra, ella estaba hablando de nuevo.
“Me pondré al día contigo más tarde,” dijo ella, mostrándome una sonrisa
extraña, casi maternal. Tan maternal como una mujer vestida de ropa fina de
Vera Wang puede llegar a ser, de todos modos. “Buen trabajo. Si sigues así,
creo que las cosas van a ir bien, muy bien para ti, Sophie.”

“Gracias,” dije pero ella ya estaba a mitad del pasillo, el olor a cuero y jabón
seguían presentes.

Sally limpió los últimos derrames de café con leche con un golpe exagerado
con el pañuelo, enviando una ola de olor a almizcle en mi dirección. “A
propósito,” dijo ella, “Envié tu muestra el lunes.”

“¿Muestra?”

“¿Recuerdas? ¿La prueba de drogas?”

Trague saliva. Hablando del diablo. Realmente tendría que hablar con Adele
de eso. Pero por el lado positivo, yo no había estado en el laboratorio cuando
tomaban la prueba, si algo aparecía, siempre podría decir que ha sido
contaminada o alterada. Lo cual me hizo pensar, ¿Por qué no teníamos que ir
al laboratorio?

“Los resultados deberían estar listos al final de esta semana.” Dijo ella.

Vaya, casi no puedo esperar. “Bueno, tengo que ir a trabajar.” Dije


indiferentemente, tome otro sorbo de café con una mano que se movió tan
mal que parecía como si tuviera Parkinson. Dándole a Sally una sonrisa
forzada, camine a mi oficina y cerré la puerta detrás mío.

Entonces revolví mi escritorio y abrí el cajón superior. La caja seguía estando


ahí pero al menos de que hubiera vuelto a alucinar, habían desaparecido
algunas bolsas de té.

Ya que no había nada que hacer con el té perdido, ¿Qué iba a hacer, salir y
preguntarle a Sally si ella había tomado mis bolsas de té? Decidí obtener una
ventaja inicial con las aerolíneas del Sudeste. Pero antes, llamaría a mi mamá
para ver si podíamos reunirnos para almorzar, aunque para ser francos, yo no
estaba muy ansiosa por esto. Escuchar a mi mamá era una cosa, conocerla era
algo totalmente distinto.

Había decidido ir a El Sol y La Luna, un pequeño restaurante mexicano al sur


de la ciudad, sería perfecto. No era muy ordinario pero tampoco muy
elegante. Además, había grandes comidas, fuertes margaritas, los cuales
pensaba que podría necesitar.

Afortunada o desafortunadamente, mi mamá no estaba en la tienda cuando


llame. Deje un mensaje con Emily y cruce los dedos, tal vez podríamos
postergar el pequeño encuentro un poco más.

Después de colgar el teléfono, empuje todos los pensamientos de novios y


hombres lobos lejos de mi cabeza para centrarme en mi escritorio, tratando
de decidir que podría hacer que fuera productivo. Considere hacer una
llamada para acordar una cita con Patti Pendergast pero después de la
reacción de Adele hacia mis mejillas, decidí esperar hasta que la hinchazón se
clamara un poco más. Además, algo me decía que Patti no era la razón por la
que Brewster había muerto.

Simplemente quería saber quién era.

Estaba en un callejón sin salida con respecto al asesinato, así que decidí
enfocarme en el trabajo. Estaba en mitad de un caso sobre una empresa de
recolección de basura y estaba en peligro de caer en un coma inducido por el
aburrimiento cuando Lindsey apareció para salvarme, usando un traje gris
perla y una camiseta de seda con un escote impresionante. El amuleto de
atracción plateado brillaba sobre su piel pálida y no podía dejar de pensar que
si Tom estuviera aquí en este preciso momento, él probablemente estaría
babeando. Tom. Dios, ¿Qué era lo que tenía él que me hacia reaccionar como
un adolescente lleno de lujuria?

Lindsey se sentó frente a mí y cruzó sus largas piernas, “Wow.”

Me recosté en mi silla de cuero, “¿Qué?”

“Pensé que habías dicho que la inflamación se redujo.”

Entrecerré los ojos, “Dios, es bueno tener amigos que te apoyan.”

“Irritable, delicada.”

“¿No lo estarías tú? De todos modos, en comparación de ayer, ha bajado.”


Dije.

“¿Heath ya te vio?”

“No.”

“Quiero saber cómo te van las cosas.”

“Gracias,” dije, resistiendo las ganas de sacarle la lengua.

“Oh,” añadió ella, “Por el camino, ya que estabas fuera de servicio, programe
una cita para almorzar con Patti Pendergast.”
Las grandes mentes piensan igual. “¿Cómo lo lograste?”

“Le di un pequeño vistazo de lo que podría ser una línea de contribución


sustancial.”

Levante una ceja. “Tú sabes, van a haber muchos políticos decepcionados
cuando se enteren de que estas en quiebra.”

“Sí pero al menos vamos a saber lo que necesitamos. Por cierto, investigue un
poco de ella.”

“¿Y?”

“¿Adivina que estudio?”

“¿Ciencias políticas?”

“No,” Ella se inclino hacia adelante y sonrió. “Botánica.”


Capitulo 33 Traducido por Kat

C
on Lindsey a mi izquierda, intenté una vez más concentrarme en los
detalles financieros de la empresa de eliminación de basura, pero por
alguna razón, simplemente ya no funcionaba. Me quedé pensando en la
licenciatura de botánica de Patti y de cómo pudo ser capaz de obtener que mi
madre fuera descolgada. ¿Qué haría Heath con este poco de información?, me
pregunté. Si tuviéramos el almuerzo hoy, tal vez me enteraría.

Por último, me di por vencida con el tema de la basura y cogí el teléfono otra
vez.

Mi mamá contestó al tercer timbre. "¡Sophie!"

"A veces me gustaría que tuvieras identificador de llamadas," le dije.

"¡Pero no lo necesito!"

“Eso es. Es un poco espeluznante. ¿Recibiste mi mensaje? "

"Lo siento, cariño. Emily me dijo, pero simplemente no tuve la oportunidad de


devolverte la llamada. De hecho, acabo de hablar por teléfono con el abogado
es buen mozo", dijo. Por un momento pensé que estaba hablando de Heath, y
se me helo la sangre. Entonces me di cuenta de que quería decir Danny
DeVito.

"¿Y?"

"Nos reuniremos esta tarde," ronroneó ella.

Uh-oh. "Mamá, Este hombre está tratando de ayudarte a comprobar que la


acusación de asesinato es falsa," le recordé.

“Ya lo sé ", dijo. "¿No es romántico?"

Extendí una mano para masajearme las sienes, tratando de no imaginar a mi


madre en una cita con Danny DeVito. O besando a Danny DeVito. O... no. Yo
no podía ir allí.

Me obligué a concéntrame en otra cosa. Cualquier otra cosa. Al igual que mis
uñas, que, después de mi pelea, necesitaban ir de viaje nuevamente a Manos
Felices.
"Bueno, antes de ir con él, ¿Estás libre para el almuerzo? Tengo alguna
información nueva, y si quieres puedes llevar a tu abogado."

"¿Almuerzo con mi hija favorita? ¡Por supuesto!"

Tomé una respiración profunda. "Y Heath”.

"¿Tu novio abogado?"

“Sí”, dije. "Le hablé de ti, y él quiere conocerte. Él puede ayudar."

"No puedo esperar", dijo. "¡Qué divertido! ¿Cuándo y dónde?"

"Tengo que consultar con Heath, pero ¿Qué tal al medio día en El Sol y la
Luna?"

"Voy a estar allí con campanas", dijo ella, y le creí. "Tengo dos abogados. Qué
te parece."

"No menciones nada sobre los hombres lobo," le advertí. "¡Y nada de pociones
de amor!"

"Por supuesto, cariño." Por el tono de su voz, supuse que ella ya tenía uno o
dos cartas bajo la manga, dispuestas a caer en Marvin Blechknapp. "¿Por
cierto, cómo te fue ayer, cariño? No supe nada de ti. ¿Funcionó la dosis
extra?"

"Oh, funcionó a la perfección." Si, ignorando todo el asunto de las


alucinaciones y la lengua, lo fue. No me había estallado un abrigo de piel
natural, pero me fui en medio de la entrevista así que en general creo que me
fue muy bien.

"Gracias a Dios", dijo. "Yo estaba preocupada por los efectos secundarios, ya
que lo último que necesitamos, es que termines en el hospital."

Por un momento fantasee con estar sentada en la cama con un control remoto
y un grupo de enfermeras que me ayudaran amigablemente. Sin estrés, sin
Sally, sin Tom...

"Casi voy a tu apartamento”, continuó, sacándome de mi fantasía."Pero tuve


la sensación de que no estabas allí. "

"No estaba ahí." En algún momento le diría todo sobre el encuentro, con la
excepción de la parte que incluye a Tom, que es algo de lo que no hablare por
el momento. "He encontrado algo sobre lo cual quería preguntarte, sin
embargo. Lo encontré en el escritorio de la jefa de campaña de Brewster".

"¿El escritorio de su gestor de campaña? Sophie, ¿Cómo lo lograste?"


“No importa”, le dije. "De todos modos, era una pequeña muñeca. Hecha de
cera."

Mi madre contuvo el aliento. "Hmmm. Suena como una muñeca vudú".

"Eso es lo que yo pensaba. ¿Puedes decirme qué es?"

“No, yo no me relaciono mucho con esa rama de la magia. ¿Todavía la tienes?"

“No, la deje allí ". Recordé la desagradable sensación que tuve cuando la
manipule, y me estremecí.

Ella chasqueó la lengua. "Es una lástima. Es posible que desees que pase por
la Yerberia, allí pueden ayudarte a averiguar qué era." Ella me dio una
dirección en el lado este. “Veré lo que puedo averiguar desde aquí, espero
que el Yerbero te de una mejor apuesta. "

"Gracias, mamá".

"En cualquier momento, cariño. Me gustaría poder ayudarte. Por cierto,


¿Supiste quién te ha estado enviando esas cajas?"

“Todavía no”, le dije.

"Cuidado, cariño. Estas en un momento peligroso."

Me toque las costras del cuello. Una vez más, no necesité un psíquico para
saber cómo me veía. "Tendré cuidado”, le dije.

"Sólo espero que con esto baste. ¡Nos vemos al mediodía!, cariño”

No podía imaginarme el encuentro entre mi mamá y Heath, probablemente


con él jurando no volverse a acercarse a mí (y a mi mamá) para siempre o por
lo menos hacer la señal de la cruz, pero los dos se volvieron amigos antes de
que fuéramos a mitad de camino a través de la primera canasta de papas
fritas.
A medida que nos bebimos nuestros margaritas, mi mamá estaba bebiendo
algo congelado y azul, y Heath tenía un clásico de Oro Cuervo en las rocas, mi
mama señalo mi cara y dijo: "Sophie se parece a las seis rondas que tuvo
Muhammad Ali, ¿verdad?”

"Ella dice que fue peor ayer", dijo Heath, esbozando una sonrisa y bebiendo
mi margarita.

Mi mamá reajusto sus brazaletes y se inclinó hacia Heath. "Sophie, ¡Nunca me


dijiste que era tan guapo! Mira esos bíceps," dijo ella, dándole masajes al
antebrazo de Heath.

"Mamá", gruñí, pero ella no me hizo caso.

"Así que, ¿Hace cuánto tiempo hace que conoces a Marvin?", preguntó Heath.
"Parece un abogado maravilloso. ¡Tanta confianza y bien informado!”

"Ha estado practicando desde hace décadas, hizo una excelente elección.
¿Sophie me dice que tienes una reunión con él esta tarde?"

"Si", dijo. "¿Quieres unirte a nosotros?"

"Me gustaría", dijo, "Pero tengo una deposición. Voy a ver si puedo almorzar
con él en breve, sin embargo. Sophie mencionó que ella tiene un par de
sospechosos potenciales."

“Sí, eso creo. "Dije; tenía como sospechosos próximos a Tad Brewster y a Patti
Pendergast pero; por suerte, la discusión de asuntos legales estaba casi a la
mitad de nuestras placas de enchilada.

En ese momento, por desgracia, Heath decidió cambiar de tema. Se volvió


hacia mi mamá y le dijo: "Así que, estoy seguro que usted tiene algunas
historias jugosas que me hablara de su encantadora hija. ¿Como cuando era
niña? Ella no me dijo nada... a pesar de que le dije a ella todo sobre la
pérdida de mis pantalones cortos en la competición de saltos de séptimo
grado. "

"¡No lo hizo!" mi madre chilló. "¡Qué vergüenza! ¿Qué hiciste?"

"Los recupere", dijo. "Me llevó cinco minutos de natación para encontrarlos y
recuperarlos."

Mi madre se echó a reír. "¡Sophie nunca me dijo que tenías un sentido del
humor!"

"Sospecho que hay un montón de cosas que Sophie no te dijo", dijo Heath. Yo
me ocupaba de mi margarita, que estaba casi vacía, y comencé a buscar a la
camarera.
"Por lo tanto, Carmen," dijo Heath, arrastrando las palabras como remate de
su propia bebida. "Dime todo acerca de todos los detalles jugosos".

Mi mamá se echó a reír y dijo con coquetería: "Oh, ¡No era más que un
animal!"

Le lancé una mirada de advertencia. Si ella estaba pensando en hablar sobre


Megan Soggs y la rana, me mataría a mí misma.

"Aún así", dijo Heath, dándome una mirada muy sugerente que me hizo querer
estar en cualquier otro lugar del planeta. Pero teniendo en cuenta a mi mamá
que ya estaba en su segundo margarita, no había manera de que los dejara a
los dos sin supervisión. Antes de que nos diéramos cuenta, ella le estaría
diciendo a Heath todo acerca del tiempo en que estuve a punto de masticar
la mano de la señorita Edna.

"La infancia de Sophie no era la ideal", dijo. "Estoy segura de que te dije que
la crié sola”.

"¿Un divorcio?, preguntó Heath, y todo mi cuerpo se puso tenso. ¡Cuidado,


mamá!

Mi madre alisó su túnica de seda teñida, y sus pulseras tintinearon


ligeramente. Yo habría jurado que Heath iría al otro lado cuando la vio, pero
en realidad, parecía encantado. Supongo que mi madre era un cambio
refrescante del country club en que creció. "El padre de Sophie tuvo que irse
cuando ella era muy joven, y nunca volví a saber de él realmente", dijo.

Heath se acercó y le dio la mano con un apretón simpático. “Lo siento,


Carmen. Debe haber sido muy difícil”.

“Oh, sobreviví. Tengo una profesión móvil en el mercado para las brujas. "

Eché un vistazo a Heath, pero parecía estar tomando todo esto muy bien,
gracias a Dios. Yo, sin embargo, tomé otro trago de mi Margarita.

"¿Cómo decidiste que era tu vocación?, Heath preguntó.

"Es una cuestión familiar", dijo mi mamá. "¿No te dijo Sophie? Ella viene de
una larga línea de brujas Rom".

"¿Rom?”, Heath me miró con curiosidad.

"Es otra palabra para gitano," contesté secamente, ansiosa por cambiar de
tema. Lo siguiente que supe, es que hacían recetas para el aumento del pene.
“Hablando de negocios, mamá, ¿Has recibido tu reporte del fiscal general?
Tenemos que hacer el pago estimado. "
"Evidentemente, la cosa de brujas se salta una generación", dijo Heath con
sequedad. "Aunque Sophie hace magia trabajando con un libro de
contabilidad."

"Oh, creo que ella puede tener más dotes de los que sabes", dijo Carmen, con
un brillo malvado en sus ojos. "Hay mucho más en Sophie de lo que ella está
dispuesta a admitir."

Le disparé otra mirada de advertencia, pero ella no me hizo caso y miró a su


teléfono celular. "¡Oh Dios mío1. No tenía idea de que fuera tan tarde. ¡Tengo
que irme!" Ella buscó dinero en su bolso, pero Heath negó con la cabeza.

"Yo invito”, dijo.

"¿Estás seguro?"

"Absolutamente, Carmen. Ha sido maravilloso conocerte."

"Igualmente”, dijo, sonriendo. Varios abrazos y besos después, atravesando el


restaurante hacia la puerta, mientras que Heath pagaba la cuenta.

"Ella es una mujer encantadora", dijo Heath cuando salimos del restaurante,
después de unos pocos minutos. "¿Por qué estabas tan preocupada porque nos
conociéramos?"

"Ella es un poco inusual...”, le dije.

"Ella es encantadora". Extendió la mano y tiró de mí hacia él, y dijo con su voz
ronca. "Al igual que su hija". Sus dedos se entrelazaron en mi espalda, y sus
ojos se pusieron oscuros con el deseo. "¿Puedo verte esta noche?"

"¿A qué hora?"

"Siete en punto", dijo. "En mi casa".

"Nos vemos allí," le dije, sintiendo un escalofrío de anticipación. ¿Por qué


llegué a pensar en Tom cuando tenía un varón humano de sangre roja como
Heath cerca?

Volví a la oficina con una nueva determinación y pensando un poco sobre lo


que me esperaba esta noche.

A las siete ya estaba en la puerta de Heath con un vestido negro ceñido, mis
tacones de Prada. A pesar de la Benadryl, mis mejillas todavía estaban un
poco hinchadas, y la hiedra venenosa causo ronchas que cruzaban las piernas
y la espalda. Hice lo mejor que pude con maquillaje y había inventado una
historia de portada que incluía correr en el campo, la hiedra venenosa, y el
alambre de púas. No había nada que pudiera hacer al respecto con las marcas
de los dientes, pero mis esperanzas estaban en que tenía poca luz.
Golpeé la puerta de su apartamento y esperé, tratando de tener una pose
seductora.

Desafortunadamente, él no respondió.

Me apoyé en el timbre de nuevo, a continuación, llamé a la puerta por si


acaso no estaba funcionando. Estaba a punto de llamar por segunda vez
cuando la puerta se abrió.

“Hola”, ronronee, mirando a través de los ojos de Heath.

"Lo siento", dijo. "Yo estaba hablando por teléfono."

“Oh” dije, sintiéndome un poco molesta.

"Pero no ahora", dijo, y me atrajo a su sala.

Miré la sala de Heath, inmaculada como siempre. Las porciones de sofás de


cuero marrón de baja altura, una alfombra de felpa geométrica en el suelo de
cemento, mostradores de granito liso y ordenado en la cocina, y una pila
ordenada de GQ en la mesa de café. Usted podría haber encontrado el lugar
adecuado para un conjunto de catálogo de Pottery Barn.

Esta noche, sin embargo, estaba iluminada con velas y una botella de
champán frío yacía en un cubo en la mesa de café. Heath me llevo a uno de
los sofás con un beso, y luego hizo estallar la botella, sirvió dos copas antes
de deslizarse a mi lado. Cerré los ojos y aspiré el olor del cuero, café, y el
olor picante de Heath. Su picante, el olor de todos los humanos. Me apoyé en
él, frotándome contra su camisa almidonada, y sus dedos trazaron mi cuello.

"¿Qué pasa con esta erupción?"

"Fui a dar un paseo el otro día y se me metieron algunas hiedras venenosas.


Soy alérgica a ellas."

"Evidentemente", dijo, y antes de que pudiera preguntarle algo, lo besé.

Sus labios estaban hambrientos de los míos. Después de días de la supresión


de mis hormonas, me sentía casi mareada con el deseo cuando él me sentó en
su regazo. Envolví mis brazos alrededor de él, gimiendo cuando él acarició mi
oído, y luego sus labios se movieron al sur, sus manos recorrían mi espalda, en
el lugar donde se suponía que estaba mi sostén.

Por supuesto, no tenía.

"Finalmente", dijo con voz ronca. "Mi ropa interior favorita."

"Sólo para ti", le susurré.

Él me acarició el cuello y quedé paralizado. "¿Qué pasó?"


"Nada importante", le dije, y me incliné, con la esperanza de distraerlo.

Evidentemente funcionó.

Un momento después, sus dedos se cerraron sobre la cremallera de mi


vestido, tirando de él hacia abajo con un movimiento uniforme. Entonces con
sus labios en mis pechos, su lengua tocando mis pezones. Me agaché y le
acaricié el bulto que crecía en sus pantalones de algodón de color caqui, y
hurgue en la cremallera. Empujé mi vestido hasta la cintura mientras se
quitaba los calzoncillos.

"Dios, te he extrañado", murmuró mientras me coloca sobre él y lo puso


dentro de mí. Hemos encontrado nuestro ritmo rápido que seguro fue gracias
al tenis y en poco tiempo la hiedra venenosa y las marcas de colmillos fueron
olvidadas, y yo estaba gimiendo, pidiendo más.

Pero no por mucho tiempo.

Más tarde, cuando nos acostamos en la alfombra juntos, los dedos de Heath
acariciaron mi piel dañada, y un pensamiento seguía flotando en mi mente. Si
alguien sabía lo que el ayuntamiento tenía en su lista, sería Heath, que siguió
a la política local con un interés que bordeaba la obsesión."Heath, cuando es
la audiencia sobre el desarrollo de Barton Springs?"

Detuvo el rastreo de las marcas en mi espalda y me miró, confuso. "¿Qué?"

"La audiencia Barton Springs. En el concilio de la ciudad."

"Creo que es la primera semana de octubre", dijo, perplejo. "¿Por qué me lo


preguntas?"

“He leído algo al respecto en un documento ", dije vagamente,


extendiéndome sobre la alfombra junto a él otra vez. Y antes de que pudiera
hacerme cualquier pregunta más, volvió su atención a otras cuestiones más
inmediatas.

Eran casi las cinco de la mañana, cuando entré en mi garaje y me eche una
mirada rápida más en el espejo retrovisor. Nada demasiado incriminatorio, mi
cara estaba un poco roja, pero no de manera obvia. Sobre todo porque
todavía se veía como si me estuviera recuperando de las paperas. Comprobé
el vendaje en el cuello para asegurarme de que seguía en su sitio; Heath
había hecho algunas preguntas acerca de la marcas de mordidas, pero le
murmuré algo acerca del alambre de púas y ataqué antes de que pudiera
preguntarme nada más.

No sé si el lobby suele estar ocupado a las 4:45 de la mañana, pero estaba


como un hervidero de gente. Y varios de ellos iban vestidos de poliéster de
color marrón.
"¡Sophie!" Era mi vecina, la señora Gerschwitz, vestida con una bata de satén
rosa que estaba en venta en mulas marabú. Ella habría sido una octogenaria
sexi si no fuera por los rulos de plástico y la redecilla.

"¿Qué está pasando?”, le pregunté mientras ella agarraba mi mano con un


hueso, y la mano con un anillo.

"¡Estoy tan contenta de que estés bien! ¡Estaba terriblemente preocupada por
ti!"

"¿Preocupada?” Miró a los policías, que estaban reunidos alrededor de un


cuerpo postrado.

Reconocí a Harry, uno de los porteros. Dos médicos estaban grabando algo con
un taco de gasa en la frente.

"Había un montón de matones pobres y Harry se acercó. Derribaron la puerta."


Se estremeció con regocijo. Desde que su esposo Floyd había muerto, la
señora Gerschwitz no había tenido demasiadas emociones en su vida. "Gracias
a Dios que no estabas allí."
Capitulo 34 Traducido por Kat

D
i un paso atrás. ¿Los matones habían roto mi puerta?

“Estaba segura de que iban a… molestarte, o peor.” Se estremeció ella


dramáticamente, luego me miró a la cara, “¿Qué le paso a tus mejillas,
querida?”

"Reacción alérgica", dije. "A la hiedra venenosa".

"Se ve terrible", dijo la señora Gerschwitz. Sus oscuros ojos me miraban de


arriba a abajo, registrando mí cortó vestido negro y mis tacones altos, enarco
una de sus cejas. "¿De todos modos, donde estabas anoche?"

Sentía mi cara ardiendo y jale mi falda hacia abajo. "Hasta tarde en la


oficina", murmuré.

"Hmmm," dijo la señora Gerschwitz, mirándome escépticamente. Luego


extendió su mano para ajustarse uno de sus rulos y continuó. "De todos
modos, Harry dice que exigió saber a dónde iban, y pusieron una pistola sobre
él, después subieron y tiraron abajo la puerta. Cuando me enteré de todo el
alboroto, como soy de sueño ligero, me desperté y llamé a la policía."

"¿Los capturaron?”, Pregunté, no estaba segura de si eso sería algo bueno o


algo malo.

Los rulos de plástico rebotaron cuando ella negó con la cabeza. "Los policías
no llegaron lo suficientemente rápido. Probablemente estaban demasiado
ocupados devorando donas en Krispy Kreme40. Pero están buscando huellas
dactilares en el polvo."

Lo que significaba poner un asqueroso polvo por todas partes,


probablemente. Y con la policía rastreando por todo el lugar, yo esperaba que
no se hubiera pasmado el olor de los intrusos.

"Gracias por ayudar, señora Gerschwitz". Eché un vistazo a la manada de


policías y extendí una mano para poner mi pelo detrás de las orejas. "Voy a
ver si todavía puedo subir al desván."

"Avísame si llegan a saber algo".

40
Krispy Kreme: Es una cadena de almacenes vendedores de donas.
“Por supuesto”, dije, tirando otra vez de mi falda y caminando hacia el
policía más cercano, un hombre corpulento con un evidente amor a las
donas. La señora Gerschwitz había tenido razón con lo de Krispy Kreme, él
olía a mermelada de frambuesa y a levadura. Además, tenía un leve
espolvoreo de azúcar en polvo adornando su cuello.

“Perdón”, dije.

“¿Señora? ", Se volvió y me miró de arriba abajo, arrugue mi nariz. Las donas
de mermelada y Drakkar Noir41 no eran una buena combinación.

"Yo soy la dueña del lugar”, dije, tratando de respirar por la boca.

Los ojos de la policía, se extendieron a mi pecho, que había hecho al aire en


el vestíbulo notablemente alegre. Crucé los brazos, deseando llevar ropa
interior. O por lo menos un sujetador.

"Nos gustaría hacerle algunas preguntas", dijo, llevándome con la manada de


policías vestidos de poliéster que rodeaban a Harry.

Genial, me dije. Justo para mi suerte, la noche que paso con Heath, llego a
casa a las 4:45am y en mi garaje encuentro una docena de los mejores
policías de Austin, los cuales me van a interrogar. Estuve tentada de
preguntar si podía subir las escaleras para buscar un sostén, pero en cambio
pensé que probablemente no me dejarían. Además, ¿Quién quiere buscar en
un cajón de ropa interior con un montón de extraños mirando? La próxima vez
que piense seducir a Heath, me prometí mientras los ojos de un policía
recorrían mi pecho, por lo menos cargaría un sujetador y unas bragas en mi
bolso.

Al final resultó que, fueron más de veinte preguntas. En el transcurso de un


par de horas, los hombres de poliéster y azúcar en polvo me preguntaron
dónde había estado mientras rompían la puerta, y me aconsejaron que
consiguiera un cerrajero para cambiar la cerradura. Me sonrió y asintió con la
cabeza, pero como los merodeadores habían evitado toda la cosa de la
cerradura y rompieron mi puerta, no estaba segura de cómo iba a obtener
ayuda para bloquear la puerta. Conseguir una puerta llego al puesto número
uno de la lista de prioridades.

Por el lado positivo, a pesar de lo que le había dicho al policía, por lo menos
sabía con quién estaba tratando. La manada, y especialmente Apestoso,
habían dejado un rastro tan fuerte que fue increíble que los policías no
pudieran olerlo.

Eran casi las 7:30pm cuando por fin pude cerrar lo que quedaba de la puerta,
con ayuda de unas cuantas piezas de madera contrachapada que clavaron en
ella, pero no era exactamente sólida. Después de que se fue el último hombre
vestido de marrón, abrí todas las ventanas. El aire fresco era una necesidad,

41
Drakkar Noir: Loción para hombres.
mi sala apestaba. Además, el equipo forense había empleado cerca de tres
libras de polvo de huellas dactilares, lo cual me hacia estornudar.

Cuando una pequeña brisa con olor a contenedor levanto ligeramente mis
cortinas Crate & Barrel, me dirigí a inspeccionar los daños.

La manada había roto varias cosas entre las cuales estaba mi pintura favorita
de Picasso, que yacía hecha añicos en el piso de madera; pero aparte de
rebuscar en mis cajones (vergonzosamente, mis sujetadores y las bragas
estaban esparcidos por la habitación), o de mis sofás volcados, no habían
hecho muchos daños permanentes. De hecho, por lo que dijeron los policías y
me di cuenta, ni siquiera habían tomado mi joyería de zafiro ni nada; estaba
intacto.

Mientras que el daño no era demasiado grande; Suave y sus secuaces habían
cortado mi sofá nuevo, algo que iba a tomar un poco de trabajo para
reparar. Los cojines estaban tirados por todas partes, mis libros estaban
abiertos de cara en el suelo, junto con mi ropa interior, y mi colección de CDs
había sido volteada en un rincón. Me incliné para recoger un disco, y una
lluvia de vidrios rotos brillaban a la luz. Se me ocurrió que tal vez no había
sido una idea tan mala barrer el suelo.

¿Dónde estaba Tom cuando lo necesitaba? Me pregunté. Si tan sólo hubiese


conseguido su número la última vez que lo vi. Necesitaba hablar con él. ¿Por
qué la manada estaba tras de mí? ¿Por qué entraron en mi apartamento? Y si
estuviera aquí para cazarlos, pues bien, en mi opinión, el necesitaría abrirse
paso entre los objetos rotos. Estuve tentada a llamar a Lindsey y preguntarle
el número de Tom. El único problema era que no podía pensar en una excusa
lo suficientemente buena para hacerlo.

Al empujar la escoba debajo del sofá para barrer una copa, algo rodó por el
suelo de cemento de colores, y di un paso involuntario hacia atrás.

Era una jeringa.

¡Ick! Puse la escoba hacia abajo y me apresuré a la cocina por un rollo de


toallas de papel. Entonces me agaché y utilicé una de las toallas de papel
para recoger la jeringa, que sostenía con la punta lejos de mí. No se veía
como si hubiera sido utilizada, pero nunca se sabía y lo último que necesitaba
era coger alguna enfermedad extraña de un hombre lobo adicto al
crack. Ahora que lo pensaba, ¿Los adictos al crack utilizan jeringas? ¿O era
más una cosa de la heroína?

Me acordé de lo que Tom había dicho, que la sangre de los hombres lobo
podría hacerte más fuerte. Ugh. Aún así, me pregunté cómo la policía había
pasado tres horas en mi desván y no se habían percatado de una jeringa lo
suficientemente grande como para ofrecer una oferta por un mes de
insulina. O heroína. Por un momento, pensé en llamar a los policías para
informarles que tenían que renovar su formación de investigación por lo
menos en el caso de los forenses, pero decidí no hacerlo. Con todas las cosas
de las pruebas de drogas en el trabajo, tal vez lo mejor era que no la
hubieran encontrado.

¿Pero por qué estaba aquí?

En caso de duda, siempre siga la nariz. Sobre todo si eres un hombre lobo.

Levanté mi nariz para dar una rápida olfateada e inmediatamente deseé no


haberlo hecho.

Definitivamente fue Apestoso, él que había tocado por última vez la aguja con
punta de plástico.

Por cautela puse la jeringa en el mostrador y miré debajo del sofá para ver si
la policía había perdido cualquier golosina repugnante, pero solo había unas
pocas motas de polvo y un trozo de vidrio, el piso estaba vacío. Unos minutos
más tarde, después de barrer hasta el último trozo de vidrio, apoyándome
contra la pared, puse una silla debajo de la puerta y deslicé una mesa por el
suelo para reforzarla. Con puerta de entrada o sin ella, no iba a trabajar hasta
que me diera una ducha.

No fue hasta que estuve de pie bajo el chorro de agua caliente con un
aromatizante de gel con aroma a vainilla que reaccioné.

Si Apestoso, Suave, y Escuálido habían encontrado mi hogar, eso significaba


que sabían mi nombre.

Eran casi las 9:00 cuando me tambaleé en la oficina, sintiéndome como si no


hubiera dormido en días. Lo cual, ahora que lo pensaba era un poco cierto.

"Me alegra de que hayas podido venir", dijo Sally, mientras yo llevaba a mi
pobre trasero cubierto de hiedra venenosa por el mordisco a mi escritorio.

Le di una sonrisa forzada y resistí el impulso de darle un tirón. La verdad era


que no importaba lo que Sally pensara. Incluso si Adele me diera problemas
tampoco me importaría, siempre podía contar con el apoyo de la señora
Gerschwitz. Además, con la cuenta de las aerolíneas del Sudeste
prácticamente en la bolsa, mi acción era bastante alta en este momento.

Sonó el teléfono tan pronto como me senté en mi escritorio. Lo agarré y di


media vuelta en mi silla, mirando por la ventana a la Cárcel del Condado de
Travis. Seguramente era Lindsey o quizá el abogado qué cobraba $300 por
hora hasta que mi mamá fuera declarada inocente.

"¿Hola?" Le dije.

Era Lindsey. "¿Cómo te fue con Heath?" preguntó.

“Genial”, dije, sintiendo una oleada de calor ante la idea de lo que había
ocurrido en los sofás de cuero con Heath anoche. Y la alfombra Pottery
Barn. Y el mostrador de la cocina, y lo que pienso de ella ahora. Yo no había
caído realmente en el fregadero, pero había estado a punto de hacerlo.

"¿Qué hiciste?"

Crucé las piernas. Todavía estaba un poco adolorida pero había valido la
pena. "Tal vez la mejor pregunta es, ¿Qué no hicimos?"

Lindsey se echó a reír. “Supongo que las mejillas no encontraron el camino.


¿Qué hiciste, cenaron en casa, contigo de postre?”

“No. Hice una visita a domicilio, y todo está bien ahora. “Yo esperaba que las
cosas estuvieran bien, de todos modos. Me pareció bastante bueno, mientras
yo estaba en la cocina la noche anterior. ¿O era esta mañana?

"Bueno, eso es una buena noticia. Y por lo menos alguien tuvo un poco de
emoción la noche anterior."

"Me vendría bien un poco menos, en realidad."

"Oh, por favor. Un poco de jactancia. Tom no pudo salir, así que terminé
quedándome en casa viendo repeticiones de Friends".

“Hablo en serio”, le dije. "Alguien entró en mi desván mientras yo estaba en


casa de Heath."

Podía oír la ingesta aguda de la respiración en la línea. "¿Qué?"

"Ellos rompieron la puerta y destrozaron el lugar."

"Gracias a Dios que no estabas allí", susurró. "¿No robaron nada?"

“No, pero la sala esta un desastre. Acabo de llegar a la oficina, la policía no


salió del lugar hasta hace una hora”. No le dije acerca de la jeringa. O ella
estaría haciendo algún tipo de intervención con drogas.

"Jesús, Sophie. Eres como una especie Triángulo de las Bermudas


últimamente."

“No me digas ".

"¿Tienen alguna idea de quién lo hizo? Tal vez sea la misma persona que
irrumpió en tu coche la otra noche."

Me había olvidado de eso. "Estoy bastante segura de que era alguien más", le
dije.

"Uno nunca sabe", dijo.


En realidad, yo habría reconocido el olor del ladrón de coches a huevo podrido
en cualquier lugar, incluso al lado del distintivo aroma de Apestoso, pero no
podía explicárselo a Lindsey, así que lo deje pasar. "¿Qué pasó con Tom?”,
Pregunté, aferrándome a un tema seguro. Bueno, una especie de caja fuerte,
pero de todos modos.

“No lo sé. Algo ocurrió anoche ", dijo. "Pero él es oscilante en la oficina."
"Mmm".

"Nos aseguraremos que pare a saludar", dijo.

“Genial”, dije, sonando como si en realidad eso fuera lo que quisiera decir.

"Por cierto, fui a hablar con Tad, y el dejo su trabajo."

Me senté con la espalda recta. "¿Cuando pasó eso?"

"Me llamó ayer y me dijo que estaba dando el aviso, con efecto inmediato."

"Supongo que con la herencia, no necesitaba más rebanadas de pepinos".

"Supongo que no. Y es bueno que todavía lo tengamos como sospechoso".

"¿Qué pasó con Patti Pendergast?”, Le pregunté.

"¿No has leído el periódico de esta mañana?" Lindsey preguntó.

“Sí, con mi abundante tiempo libre. "

“Bueno, entonces, tú deberías saber. "

"Lindsey. ¿Qué sucede?"

"Al parecer, Patti estaba chantajeando a los políticos. Tenía unos archivos los
cuales utilizo para influir en los votos".

Pensé en la foto que había en la caja fuerte de Brewster. "Y la nota de cuatro
por seis"

"Fue probablemente una nota de amor de Patti".

"¿Cómo se supo?" Le pregunté, de repente me sentía mucho más optimista


acerca de las cosas.

"Uno de los miembros del consejo que estaba tratando de persuadir alertó
acerca de ella. Volví a hablar con mi amigo el estadista, al parecer un pocos
políticos estaban involucrados, pero el documento no daba nombres".

Dejé escapar un largo silbido. "Así que ella estaba tratando de convencer a
Brewster y otros miembros del Consejo a votar a favor del desarrollo".
“Correcto. Así que ella no está involucrada”.

"¡Lindsey, esto es grande! Hablaron acerca de un sospechoso. Ella tiene


motivos, ella tiene los medios..."

"Sólo hay un diminuto problema con la parte de la oportunidad”.

"¿Qué quieres decir?"

Lindsey dejó escapar un suspiro. "Ella estaba en Alaska cuando Brewster


murió."

Apreté mis ojos cerrados. "No"

“Yo supe acerca de esto; incluso ella dio una pequeña charla. Para un grupo
de mujeres. "

"Mierda", dije. "Así que estamos de vuelta al punto de partida."

"Siempre esta Tad", me recordó.

Pensé en la cara pastosa de Tad Brewster. No sé por qué, pero estaba segura
de que él no era un asesino. "Como dije, estamos en ceros de nuevo” repetí,
y miré por la ventana a la Cárcel del Condado de Travis.

"Oye, ¿te puedo llamar más tarde? Tengo que terminar de prepararme para
una reunión, y tengo una cita con Tom esta noche.”

Tom. “Claro”, dije.

"Hablamos más tarde," dijo ella, y cuando me colgó el teléfono, me pregunté


una vez más lo que había impulsado a Tom para convertirse en un solitario.

Y por qué tenía un efecto tan fuerte sobre mí.

Estaba empacando para irme cuando el tentador olor a hombre lobo entro por
la puerta, me gire y miré a los ojos dorados de Tom.
Capitulo 35
Traducido por Sweet Angel

D
eje mi bolso y cruce mis brazos sobre el pecho, tratando de sofocar el
fuego que corría en mi interior. Y tratando de no pensar en lo que Tom
podría o no haber visto la otra noche.

Por el lado positivo, finalmente él estaba aquí. Lo cual significaba que podría
conseguir respuestas a mi creciente lista de preguntas.

Tom se inclinó contra el marco de la puerta, enviando otra bocanada de su


embriagador perfume hacia mí, y no podía dejar de mirar la forma en que sus
anchos hombros completaban su camisa. El realmente parecía un guerrero
vikingo; él era por lo menos de seis a cinco pies de alto, con un cuerpo que no
podías dejar de mirar. O no, de todas formas. Era un poco inquietante.

“¿Así que donde está Lindsey?” pregunte, tratando de sonar casual.

“Estará aquí en un minuto,” dijo él, con una voz que me hizo estremecer.

“Oh.” Me aclaré la garganta. ¿Cuál era exactamente el protocolo para hablar


con un hombre lobo que te había visto desnuda recientemente? No hacerle
caso, decidí. “¿Te importaría cerrar la puerta?”

“Seguro,” dijo él, entrando a mi oficina y cerrando la puerta tras de sí.

Ahora el cuarto estaba completamente lleno de las feromonas de lobo, y eso


era todo lo que podía hacer para evitar jadear. Tom señaló una de las sillas.
“¿Te importa si me siento?”

“Hum… por supuesto que no”, dije, nerviosa. El se tendió en la silla más
cercana, un poco de cabello dorado brillo en su cuello y me encontré mirando
sus iridiscentes ojos. Cuando me di cuenta de que lo estaba mirando, me
obligué a centrarme en el diploma que había en la pared detrás de él. Sophie
Anee Garou, Licenciada en Letras. Podría ser un hombre lobo pero también
era una profesional altamente capacitada, fresca y tranquila. ¿No?

“Mira”, dije firmemente. Podía ser profesional y todo lo que quisieras, pero
cada célula de mi cuerpo estaba molestamente contenta con que hubiera
otro hombre lobo, que fuera particularmente guapo, con un olor que me
embriagaba y que estaba a cuatro pies de mí, acostado en mi silla para
visitantes. “Yo, hum, solo quería agradecerte por lo de la otra noche.”
El asintió con la cabeza. “Ah sí, la cuestión que estabas teniendo con los
otros.” Sus ojos brillaron de una manera lujuriosa.

Oh, Dios. El me había visto desnuda. Me aclaré la garganta y dije: "Yo, er,
aprecio tu colaboración.”

Aparté la vista del diploma y le di un vistazo rápido. Dios, él era tan sexi.
Detente, Sophie. Piensa profesionalmente. No pienses en el beso. Ese gran
beso que hizo que mi interior se volviera gelatina…

Me volví a enfocar en el diploma. Lástima que estaba en latín. Podría haber


usado un poco de mi material de lectura para entenderlo. “Por lo general, no
estoy fuera de casa así y en Austin, pero fue una especie de mal día.”

“Veo,” dijo él.

“En cualquier caso, quería decirte… que no se han ido todavía.”

“Lo sé, pero, ¿Cómo lo sabes?”

“Porque ellos entraron a mi casa la noche anterior,” dije.

Sus ojos dorados me quemaron con la intensidad de su mirada, y él dijo algo


en voz baja. Podría haber sido una mala palabra, pero yo no hablaba noruego
así que no sabría qué decir.

“¿Cómo sabían dónde encontrarme?”

“Ojala lo supiera. Pero lamentablemente no estoy aquí para ayudarte.”

“No es tu responsabilidad,” dije, aunque una parte de mi se estaba


derritiendo al pensar en Tom el caballero de la brillante armadura. Está bien,
el lobo en la brillante armadura. Estaba lo suficientemente cerca.

“¿Te hicieron daño?” preguntó, sus ojos recorrían mi cuerpo. En busca de


algún daño, me dije.

Sacudí la cabeza. “No… no estaba ahí. Cuando llegué, ellos se habían ido y la
policía estaba por todo el lugar”. Por alguna razón no quería mencionar que
había estado en la casa de mi novio. “Pero ellos se habían ido dejando una
jeringa tras de sí”.

Él contuvo la respiración. “Es porque quieren tu fuerza”.

Había tenido razón con la jeringa, al parecer. “¿Así que van a sacarme sangre
para inyectársela ellos mismos? Eso es repugnante”.

Él se encogió de hombros. “Y peligroso, pero eso es lo que pretendían. Debí


haber estado ahí”.
“¿Cómo se supone que ibas a saber?” dije. “Además, no es como si fueras mi
guardaespaldas, pero si lo de la sangre es peligroso, ¿no hay reglas contra eso?
Quiero decir, evidentemente, hay una especie de código por ahí. ¿No hay
alguna forma de obtener una copia?”

“No es de amplia difusión. Y se enseña generalmente desde que nacemos.”

“Me temo que me perdí la ceremonia de iniciación de hombre lobo.”

“Lo entiendo.”

“Así que, ¿Puedes conseguirme una copia?”

“Veré que puedo hacer.”

Dejé de mirar el diploma y me limité a mirarlo. Después de todo, me dije,


había sido un hombre lobo libre, la mayor parte de mi vida. Y ahora que tenía
a otro hombre lobo a unos cinco pies de distancia lejos de mí, tenía un poco
de curiosidad. Y ciertamente, un poco de lujuria. Está bien, más que un poco
de lujuria, pero ¿Quién podría culparme? Aparte de Lindsey, por supuesto. La
cual vendría a buscar a Tom en cualquier momento, ahora que pensaba en
ella.

“¿Cuánto tiempo estarás aquí?” pregunté. “¿Cómo puedo ponerme en contacto


contigo? Hay muchas cosas que quisiera saber.” Esto me hizo pensar en una de
las cosas que rondaban mi mente. “¿Cómo me encontraste la otra noche?”

“Estaba persiguiéndolos.”

“Pero a mí no.”

“No,” dijo él. “No a ti, todavía no de todos modos.”

“¿Todavía no?”

“Ya que la manada de Houston todavía no sabe de ti, tú no eres el problema,


por ahora.”

La piel de los brazos se me puso de gallina. “¿Eso significa que si ellos te lo


piden, me darás caza?”

Tom se inclinó hacia delante de su silla, mirándome de una forma que hizo
que todo mi cuerpo quisiera fundirse en ese preciso momento, a pesar de que
me aterrorizaba la idea de ser la siguiente. “Yo no he dicho eso”.

“Así que no lo harías”.

“No,” dijo él. “No lo haría”.


Bueno, gracias a Dios por los pequeños favores. “Por cierto, ¿Cómo eliminas a
los hombres lobo? ¿Con una estaca de madera?”

El se encogió de hombros. “Yo los deshago”, dijo él, como si fuera una lata de
Raid y se encargara de las cucarachas.

“¿Deshacerlos?” No estaba segura de querer saber lo que eso significaba. Tal


vez había peores cosas que una estaca de madera. ¿Acaso se trataba de ácido
o de algo así?

“Esto no significa tener que matarlos”.

“Ah. Comprendo.” Por un momento, me pregunté si Lindsey estaba saliendo


con un asesino al igual que con un hombre lobo. “Pero, ¿cómo diablos se
deshace un hombre lobo? Quiero decir, ¿hay una bebida especial para eso o
algo así?” ¿Y había alguna forma de que yo pudiera conseguir un poco de eso?
Añadí silenciosamente. Sin duda, eso resolvería muchos problemas.

Desafortunadamente, antes de que Tom pudiera responder, la puerta se abrió


y Lindsey entró, sus zapatos de tango brillaban en la sobrecarga de luces. Su
sonrisa se convirtió en un ceño fruncido cuando registró la presencia lobuna
de Tom en mi silla para visitantes. “¿Qué está pasando aquí?”

Tom deslizo sus pies en un movimiento tan depredador como él. Por un
segundo, tuve la urgencia de alejar a mi amiga de él, pero la sensación
desapareció tan rápido como había llegado.

Lo cual era una cosa buena, ya que no estaba segura de que Lindsey estuviera
muy interesada en que su amiga apartara a su novio de sus brazos. Bueno, su
cita, de todos modos. Tenía la esperanza de que no fuera su novio.

“Sophie y yo solo nos estábamos conociendo,” dijo Tom suavemente,


inclinándose para besarle la frente.

Lindsey me lanzó una mirada inquisitiva y sentí que me volvía a sonrojar. “Él
me estaba diciendo que lo ibas a llevar al tango,” añadí.

“Tú y Heath deberían unírsenos alguna vez”, dijo Lindsey, arqueando una de
sus cejas de manera significativa y envolviendo uno de sus brazos de manera
posesiva alrededor de la cintura de Tom.

Casi me atraganto, pensando que prefería quitarme las uñas con unas pinzas
antes de unirme a Lindsey y a Tom en su tango-cita. Bueno, tal vez no pinzas,
pero sabes lo que quiero decir.

“¿Estás listo, cariño?” ronroneó ella, mirando a través de sus pestañas. Me di


cuenta de que el amuleto de atracción seguía estando entre sus pechos, lo
que no me ayudó a dejar de mirar el prominente escote del muy ajustado
vestido rojo. Por un segundo, una punzada de celos me atravesó, pero logré
ignorar el sentimiento.
“Por supuesto”. Él se acercó aún más a ella y luego se giró hacia mí. “Disfruté
de nuestra conversación, Sophie.” Sus ojos dorados se clavaron en mí. "Por
favor, asegúrate de cuidarte.”

“Lo haré”, dije. Y un momento después ellos se habían ido, solo la tentadora
esencia de Tom se mantenía ahí.

Me senté en mi escritorio por un largo tiempo, tratando de no pensar en lo


que Lindsey había planeado para esa noche entre ella y Tom. Mi mente seguía
pensando en lo que Tom me había dicho, había una forma para deshacerse de
los hombres lobo. ¿Podría convencerlo de que me hiciera eso?

¿Y realmente quería ser una humana si pudiera?

Toqué el escritorio con mis uñas, frustrada. La manada había entrado en mi


apartamento, mi mamá había sido acusada de asesinar a un político y alguien
estaba dejando cuidadosamente unos paquetes sobre mi escritorio. Además,
estaba deseando secretamente a un hombre lobo, el cual estaba bailando
tango con mi amiga.

No vayas allá, Sophie. Obligué a mis pensamientos a alejarse de lo que yo no


podía controlar, Tom y Lindsey; y traté de pensar en cosas que pudieran tener
algún impacto en él. Tales como el resultado del juicio de mi mamá. Sabía
que mi mamá pensaba que su espíritu guía vería a través de esto, pero yo no
estaba del todo confiada en la capacidad que tenía el mundo sobrenatural.

Aun así, por más que quisiera saber quién había matado a Ted Brewster, no
había nada que pudiera hacer en este momento; ya habíamos interrogado al
hijo de Brewster y Lindsey prácticamente ya había descartado a Patti
Pendergast.

Estaba segura de que me estaba perdiendo de algo, pero ¿qué era?

Le eché un vistazo a mi escritorio, y mis ojos se fijaron en una hoja de papel


que había garabateado antes cuando le iba preguntar a mi mamá sobre la
muñeca que había encontrado en la oficina de María. Podría ir y comprobar
que funcionara. Sin nada más, era mejor que quedarme sentada en mi
escritorio o ir a casa y mirar “Qué no usar” en mis pantuflas de conejito otra
vez. Este era el escenario más probable, ya que Heath tenía una reunión esta
noche. Eran las 5:00, si me apuraba, podría llegar a la tienda antes de que
cerraran.

Además, esto podría distraerme del hecho de que mi mejor amiga estaba
seduciendo al hombre lobo Tom.
Capitulo 36Traducido por Sweet Angel

L
a Yerberia Verde era un lugar rosado escondido entre un puesto de tacos
y una frutería. Afuera, una gran mano roja proclamaba que ahí
realizaban lectura de manos, y las ventanas estaban atestadas de velas
cada una dedicada a una causa diferente, dinero, amor, problemas judiciales
o a los santos. Estuve tentada a comprar una de problemas judiciales para mi
mamá, pero mi mamá ya se había cubierto por arte de magia en ese aspecto
tanto como era posible, pensé, de todos modos.

Una embriagadora mezcla de velas, incienso y hierbas me golpeó cuando


entré por la puerta. Este era un dolor diferente a Sit a Spell, algún modo, con
un denso olor a almizcle, que me recordó a Lindsey. Miré alrededor en las
ofertas, buscando algo que se pareciera a la muñeca que había encontrado en
el escritorio de María.

El mostrador de la entrada estaba vacío, pero podía escuchar el crujir de


alguien detrás. Mientras esperaba a que el dueño apareciera, hice un
inventario rápido de las cosas de la tienda.

Al lado de las velas había una mesa cubierta de unos frascos pequeños, todos
con sus respectivas etiquetas escritas en español. Aunque mi dominio en
idiomas extranjeros se limita a Donde está el baño, la mayoría de las
imágenes tenía apariencia voluptuosa, mujeres con poca ropa o pilas de
billetes de un dólar. Me dio una idea bastante buena de lo que era.

A la izquierda había una pared llena de frascos con hierbas, lo cual me


recordó a la tienda de mi mamá, aunque no pude reconocer la mayoría de los
nombres. Había una mesa llena de frascos, todos con su respectiva etiqueta
en español y en la parte trasera, una selección de velas que me dieron ganas
de cruzar las piernas. Eran penes, eran enormes y de colores sorprendentes.
No quería pensar para que se utilizarían, así que tendría que preguntarle a mi
mamá. O tal vez no, pensándolo mejor, hay algunas cosas que es mejor no
saberlas.

Había recogido uno y estaba buscando una mecha cuando oí un ruido detrás
de mí. Me apresure a dejar la vela, que era del tamaño de un tarro de
Pringles42 y me giré para mirar a una arrugada mujer de ojos oscuros.

42
Pringles: Es una marca de snack con forma de patata frita producida por Procter & Gamble.
“¿Puedo ayudarte?” dijo ella, con un fuerte acento inglés. Sus ojos se
dirigieron a la vela que había estado sosteniendo. “¿Tienes problemas en la
cama?”

“No, no” dije. “Estoy bien en ese departamento, gracias.”

Ella asintió con la cabeza sabiamente. “Esas velas… mucho ayudo…”

“Um… si alguna vez tengo problemas, lo tendré en cuenta.” Miré hacia


adelante; y por primera vez, me di cuenta que también había velas de
vaginas.

Ew.

“¿Estás segura?” persistió la mujer.

“Positivo”, dije, alejándome unos pasos de la sección de velas para


Kamasutra. “Espero que me pueda ayudar, sin embargo.”

“¿Cuál es el problema?”

“Tengo una pregunta acerca de una muñeca que vi el otro día.” Mientras
describía lo que había visto, la cara de la mujer se empezó a ensombrecer.
“¿Qué cree que era?”, pregunté.

“Vudú.” Ella se fue al cuarto de atrás, regresando después con un muñeco de


cera exactamente igual al que tenía María.

Un temblor recorrió toda mi espina dorsal. “Vudú,” repetí, acercando un dedo


para tocar a la muñeca. A diferencia de lo que había sucedido en la oficina de
María, no sentía nada cuando toque la cera. Mire a la mujer que estaba detrás
del mostrador. “¿Qué hacen?”

“Esto es para… como se dice… controlar a una persona,” dijo ella lentamente.
“Hace que una persona te ame. O para herir a una persona.” Ella se encogió
de hombros. “Sin ver a la muñeca, no puedo decirlo.”

Me quedé mirando las velas que había a la distancia. “Cuando la cogí, se


sintió… mal”, dije.

“Malo” murmuró ella.

Y yo sabía que ella tenía razón.

“Había algo más”, dije. “Algún polvo que olía terrible. Estaba cubriendo toda
la habitación.”

Ella asintió con la cabeza. “Polvo de retiro, probablemente.”

Asentí con la cabeza, aunque no tenía idea de lo que eso significaba.


Mientras yo estaba ahí, deseando haber llevado un diccionario Ingles-Español,
la vieja mujer arrastro los pies hasta la pared de hierbas. Luego sacó un
frasco de polvo, lo abrió y lo sostuvo en alto para que pudiera olerlo.

Me acerqué para olerlo, luego trate de ahogar un estornudo. “Era igual que
esto”, dije, frotándome la nariz.

Y era verdad, reconocí algunos elementos. “Pero peor.”

Ella se mordió el labio inferior, “¿Más malo?”

“Si,” dije. “Como a zorrillo.” No tenía idea de cómo se decía zorrillo en


español y no quería intentarlo.

Afortunadamente, ella pareció entender lo que estaba tratando de decir,


porque volvió a asentir con la cabeza, sacó un frasco de polvo amarillo de la
estantería. Sus oscuros ojos estaban brillando por la curiosidad mientras abría
la tapa; ella probablemente se estaba preguntando quien le había hecho eso a
una gringa como yo. Pude oler la cosa incluso antes de que ella sostuviera el
tarro de huevos podridos ante mí.

“Sí”, dije, tapándome la nariz y alejándome de ella. “Era todo eso mezclado
con otra cosa ¿Para qué sirve?”

“Para ahuyentar,” dijo ella. “¿Dónde?” pregunto ella, curiosa, sin duda
alguna, de donde había encontrado un muñeco vudú, el polvo de algo.

“En la oficina de un político, lo suficientemente extraño.” Dije, y la mujer se


tensó. La miré, “¿dije algo malo?”

“No, no”, dijo ella, cerrando la tapa del frasco. “¿Necesitas algo más?”

“No lo creo”, dije. Entonces me empecé a sentir mal; después de toda su


ayuda, debería comprar algo. Mis ojos se fijaron en unas bolsas de cuero que
estaban atadas a unas cadenas. Cada una estaba marcada con el símbolo de
un pequeño animal; parecían de esos collares que usaban los indios. “¿Para
qué son esos?”

“Protección,” dijo ella.

“Llevaré uno”, dije, cogiendo uno que se parecía vagamente a un lobo y


entregándoselo a ella. Fue muy apropiado, después de todo. Además, de la
forma en que iban las cosas, debería usar toda la protección que pudiera
conseguir. Le entregué el amuleto a la mujer de cabello oscuro; ella
desapareció por la parte trasera de la tienda un momento y luego regresó.

“¿Qué hiciste con él?” pregunté.

“Yerbas.” Dijo brevemente. Yo asumí que quería decir hierbas.


Mientras buscaba diez dólares en mi cartera, la mujer lo había envuelto en
una bolsita con manos hábiles y lo empujó a través del mostrador hacia mí,
repentinamente hostil. ¿Qué había dicho? ¿Había cruzado alguna frontera
cultural? El aire cargado de incienso se empezó a sentir pesado y opresivo
mientras me dirigía hacia la salida, contenta de empujar la puerta hacia el
aire fresco y el olor a tacos. Podía sentir como los ojos de la mujer me
seguían a través del estacionamiento.

De vuelta en el Mercedes, me pregunté qué había hecho para ofender a la


mujer. Ella sin duda había tenido prisa para sacarme de allí. ¿Habría alguna
forma de que ella hubiera descubierto que era un hombre lobo? Estaba
bastante segura de que había olido mala hierba de entre todas las hierbas de
la tienda, si tú bebías tanto como yo lo hacía, podrías olerla desde una milla
de distancia. Por el lado positivo, cualquier cosa que la hubiera ofendido
ocurrió después de que hubiera encontrado lo que necesitaba saber. Por
supuesto, sabía que María había usado un desagradable muñeco vudú y saber
que aquel polvo servía para mantener a la gente alejada no me había llevado
más cerca de resolver el asesinato de Brewster pero supongo que hay que
investigar a fondo todas las pistas. Además, la repetición de Que No Usar era
esta noche.

Cuando me senté en mi silla de cuero, tragué de nuevo un poco de baba,


amaba la comida mexicana y el olor a carne me estaba dando hambre;
desenvolví la bolsa que acababa de comprar, tocando con las yemas de mis
dedos la imagen del lobo. Si había tenido un mal presentimiento con la
muñeca de la oficina de María, la pequeña bolsa de cuero me dio una
sensación opuesta; su peso sobre mi mano era reconfortante. Por capricho, la
deslice sobre mi cabeza, metiendo la bolsa de cuero debajo de mi blusa.
Entonces giré la llave para encenderlo y ajusté el cinturón de seguridad,
sintiéndome un poco más optimista ahora que tenía algo de yuyu bueno de mi
propiedad.

Solo fue cuando me retiraba de la entrada que me di cuenta del nombre que
había en la parte inferior del signo de la Yerberia.

Yolanda Jiménez.
Capitulo 37 Traducido por Kat

Jiménez.

No era de extrañar que la mujer hubiera cerrado cuando mencioné que


encontré aquel polvo en la oficina de un político, probablemente ella fue la
que lo vendió. Y el muñeco de vudú también. Jiménez podría ser un apellido
hispano bastante común, pero yo habría apostado mi último centavo a que la
mujer con la que acababa de hablar estaba relacionada con el jefe de
campaña de Brewster.

Regrese a la plaza del aparcamiento y me apresure a regresar hasta la tienda,


pero ahora estaba cerrada. Me asomé por la ventana nublada, pero la viejita
no estaba por ningún lado.

Mientras me dirigía hacia el coche, saqué mi teléfono y marque a


“información de marcados”. Unos minutos más tarde, gracias al 411 y a mi
laptop, encontré la dirección del apartamento de María Jiménez.

La situación de María no debía de estar tan mal, ya que su apartamento


estaba en una casa de ladrillo viejo agraciado en Tarrytown, cuando me
acerque a su puerta, mi nariz reconoció un olor familiar. Efectivamente,
había un aroma de pólvora igual al que había olido en la Yerberia.

Contuve la respiración y toque a la puerta, sin saber lo que diría si María


abriera. Por suerte o por desgracia no tenía que pensar en ello, ya sea porque
ella no estaba en casa o ella no quería abrir la puerta. A pesar del maloliente
polvo en el suelo, pude oler el aroma floral de María, definitivamente ella
había estado en casa, pero no recientemente.

Llamé una vez más, sólo para estar segura.

A continuación, trate de girar la manija de la puerta, solo por si acaso.

Por supuesto, estaba cerrada.

Di un paso atrás del apestoso polvo y considere la situación. No sé por qué,


pero tal vez tenía más de los poderes psíquicos de mi mamá de lo que estaba
dispuesta a admitir, pero de alguna forma sabía que tenía que entrar en su
apartamento. No sabía lo que estaba buscando, pero por alguna razón estaba
convencida de que las respuestas a mis preguntas, estaban detrás de esa
puerta.
Pero, ¿Cómo entró?

La puerta de entrada era de madera sólida. Podía hacer lo que hizo la


manada, entrando rompiendo la puerta, pero una larga fila de diez metros de
coches estaba pitando detrás de mí, de modo que probablemente no sería el
plan más discreto. A menos que yo quisiera pasar más tiempo de calidad
hablando con la policía, y en lo que a mí respecta, las tres horas que había
pasado en su compañía por la mañana eran más que suficiente.

Mientras caminaba por el edificio en busca de una entrada alterna, algo como
una puerta trasera; un pájaro gigante negro lanzó un graznido y se echó a los
árboles por encima de mí, asustándome hasta los calcetines. Bueno, hasta los
pantis, de verdad.

Bueno, sé que soy algo nerviosa; Pero, ¿Qué estaba pasando con la población
de aves en Austin? Parecía como si cada vez que me diera la vuelta
últimamente, uno de ellos saliera de un arbusto o algo así.

Cuando mi corazón reanudo un ritmo razonable, continué mi investigación en


el edificio. El apartamento de María debía haber tenido un montón de luz
natural, ya que tenía seis ventanas de tamaño completo por el lado del
edificio. Traté de mirar adentro, pero las largas cortinas blancas estaban
cerradas. Pero no era demasiado difícil darse cuenta de que eran suyas,
porque cada una de ellas había sido generosamente rociada con la misma
mezcla de olor putrefacto. Polvo de lo que sea, con un poco de azufre.

Por supuesto, estaban cerradas con llave. Eché un vistazo a la calle con
mucho tráfico, yo podría romper una ventana, pero no había nada que me
protegía de la vista de la calle. Al igual, que no había nada ni siquiera un
arbusto.

Crucé los brazos y me apoyé contra la pared del edificio, frustrada. Ya había
agotado las opciones fáciles. Si quería llegar al apartamento de María, sin ir a
la cárcel, tendría que ser creativa.

Estaba embutida contra el respaldo del frente del edificio, llamando a la


puerta de la vivienda vecina. Una mujer joven con cabello rubio brillante
respondió, con los dedos separados por espuma y olor a acetona, adivine que
había interrumpido su pedicura.

“Hola”, le dije. "Soy una amiga de María... Susan."

"Hola, Susan. Soy Kelly."

"¡Oh, Kelly!", dije con una gran sonrisa. "María te ha mencionado muchas
veces."

"¿En serio?" Ella se mostró sorprendida. "Me acabo de mudar de hace un mes."
“Sí”, dije. “Pero ustedes dos realmente debieron haber congeniado. " Kelly
me dio una sonrisa dudosa, pero yo se la invertí.

"Algunos de nosotros estamos planeando una fiesta sorpresa para María, pero
no queremos que se entere. Odio a preguntar..." Me quede callada.

"¿Preguntar qué?"

“Bueno, no sé si tú tienes la llave de su apartamento, pero me preguntaba si


me podrías dejar entrar para que yo pudiera... medirlo ".

La joven parpadeó frente a mí. "¿Medir qué?"

Excelente pregunta. Ojalá pudiera responderla.

“Bueno, es parte de la sorpresa ", balbucee, " Es que íbamos a regalarle un... "

Kelly se quedó mirándome sin comprender.

"A... Un sofá que ella quería. Sí. Un sofá."

Ella parpadeó rápidamente y surco las cejas. "Un sofá."

“Sí”, dije, asintiendo la cabeza con furia. "Un sofá."

"Pero pensé que ella acababa de comprar un sofá nuevo."

Ahogue un gemido. "Una silla de juego, quiero decir. Por el sofá nuevo.
Bueno, es más un asiento de amor, de verdad."

"Un asiento de amor", repitió Kelly. Para ser honesta, estaba empezando a
encontrar toda la cosa, un poco molesta.

"Así que tengo que entrar en su apartamento y medir", le dije a Kelly


concordando con la mentira original. "Para asegurarme de que ajuste."

"Hay que medir", dijo Kelly, resistí el impulso de estrangularla. Finalmente,


pareció tomar una decisión. "Me encantaría ayudar," dijo ella alegremente, y
yo podría haberla besado. "El único problema es que no tengo la llave".

Bueno, tanto esmero para ese plan.

Luego añadió: "Pero creo que la señora de arriba la tiene", y de repente me


sentí mucho más optimista.

"¿En serio?"

"No sé si ella está, pero podemos ir a revisar. Solo permíteme quitar esta
espuma de mis pies", dijo. Luego cerró la puerta y me dejó fuera.
Eché un vistazo a mi reloj mientras esperaba, sintiéndome un poco
impaciente. Y un poco nerviosa. No tenía ni idea de a qué hora regresaría
María a casa. Si lo hacía, iba a ser bastante obvio que ella y yo no éramos
amigas. Y si ella entraba mientras yo estaba en su apartamento,
aparentemente haciendo una medición en la sala para el asiento del amor
imaginario...

Afortunadamente, Kelly abrió la puerta antes de que pudiera pensarlo, y unos


minutos más tarde, la vecina del piso de arriba, una matrona con una
lamentable debilidad por el lápiz de labios de “coral helado” estaba abriendo
la puerta de María para mí.

La señora pintalabios desapareció por las escaleras con una sonrisa de colores,
pero Kelly se demoró.

“Gracias”, dije, haciendo lo que yo esperaba fuera una sonrisa desdeñosa.

"En cualquier momento. ¿Necesitas ayuda?" Pregunto Kelly.

"¿Ayuda?", Le dije.

"Si, una persona para sostener la cinta de medir", dijo.

“Oh, no”, dije, acariciando mi bolso. "Voy a estar bien. Gracias de nuevo voy
a cerrar en cuanto me valla”, dije empezando a cerrar la puerta detrás de mí.

"¿Como me dijiste que te llamabas?" Dijo Kelly.

"Susan", le dije. "Estoy segura de que las dos recibirán sus invitaciones pronto.
Voy a anotar la dirección de tu apartamento antes de irme."

Eso pareció satisfacerla, un momento después me encontré sola en el


apartamento de María.

Tenía razón acerca de las ventanas, incluso con las cortinas del piso al techo,
el sol de la tarde inundó la habitación con una luz suave, haciendo que las
frondosas plantas brillaran. No me hubiera gustado la elección de María del
escaparatismo, pero su gusto en la decoración era envidiable. En particular,
el nuevo sofá, que era de un verde pálido, con salvia blanca melocotón en los
cojines. Toque la tela, preguntándome dónde la había comprado, antes de
recordar que no estaba aquí para tomar notas sobre diseño de interiores.

Estaba aquí buscando pruebas.

Pero, ¿Qué tipo de pruebas?

Empecé con el librero de la esquina. Un estante de libros de ciencias políticas


no era de extrañar allí y debajo de ella, varios tomos bien manoseados de
diseño de interiores. Si yo estaba buscando una guía de plantas venenosas o
un libro de “como matar a tu jefe en cinco fáciles pasos”, estaba
decepcionada. Había un pequeño folleto de cómo hacer tu propio popurrí,
pero que difícilmente puede considerarse prueba de algo.

Me abrí camino a toda prisa por el resto de la habitación, escuchando pasos


cuando revolvía las facturas en el mostrador y mire su estante de especias
(lotes de comino y chiles secos, pero no belladona). De hecho, estaba
empezando a preguntarme por qué estaba allí. Claro, María había tenido un
muñeco de vudú en su escritorio, y hubiera apostado que ella era la
responsable de la asquerosa pólvora por toda la oficina Brewster por no hablar
de su propio apartamento. Pero nada de eso significaba que había matado a
su jefe.

Mientras me dirigía a la habitación de María, se me ocurrió que había estado


en su apartamento un tiempo terriblemente largo para alguien que se suponía
que solo tomaría medidas para un nuevo asiento de amor. Todo lo que podía
hacer era esperar a que Kelly hubiera regresado a su apartamento para una
segunda capa de esmalte de uñas.

La habitación de María era tan limpia, decorada y con buen gusto como su
sala; incluso la cama, que, al igual que el sofá, estaba lleno de pintorescos y
atractivos cojines. Estaba empezando a pensar que María había perdido su
vocación, ella podría haber hecho una fortuna vendiendo sus servicios a los
habitantes de los suburbios como diseñadora de interiores. Su gusto estaba
extendido también en su vestuario. Entré en su armario y admire las pilas bien
ordenadas de suéteres de cachemira, dejándome envidiada con su bolso de
Louis Vuitton.

Pero no belladona.

Respiré hondo, el olor no era tan malo aquí, gracias a los bloques de cedro y
lavanda, y atrape un aroma de otra cosa. Algo familiar.

Salí del armario, siguiendo el olor. Era cera de abejas y un poco de otra cosa.

Fuera lo que fuese, venía de la cama.

Un momento después, yo estaba de rodillas, tirando de una caja de


almacenamiento de plástico fuera de su casa en las profundidades del
cobertor encajes. Incluso antes de que levantara la tapa, sabía que no iba a
encontrar suéteres.

Una ráfaga de olor a tierra igual que en la Yerberia, me golpeó cuando quite
la parte superior de plástico. Velas en una variedad de colores, me alegré ya
que no eran velas de penes. A su lado había un cuenco de metal pequeño,
como una caldera, probablemente un rollo de discos de carbón, y varias
bolsas de plástico llenas de hierbas. Y un libro encuadernado en cuero, y la
tapa adornada con palabras en español.

En otras palabras, toda la parafernalia de una bruja promedio.


Tome el libro fuera de la caja, moviéndolo de un tirón. Las páginas estaban
llenas de “pequeñas Marías”, pero bien podría haber sido en blanco. La
frustración brotó en mí cuando pasaba las páginas, parecía una revista de
algún tipo, pero como era en español, no entendía mucho de esto. Sin
embargo, tenia fechas. Pasé a través de las páginas a principios de septiembre
y se acelero mi pulso cuando llegué al 3 de septiembre. No podía leer en
español, pero no era demasiado difícil encontrar el nombre de Brewster. Y
hasta un total de monolingües sabe que “amor” significa “amor”.

Me asomé a la entrada, deseando haber prestado un poco más de atención en


clase de español. Hubo un breve párrafo en la parte superior, escogí la
palabra “Mañana”, “mañana y Esposa”, que me pareció significaba esposa.
Debajo había algo que parecido a una receta, pero mi español no tenia tal
altura. Mientras hojeaba el resto del libro, me pregunté una vez más lo que
impulso a Ted Brewster a querer un hechizo por un filtro de amor. ¿Será que
María se lo sugirió?

Un golpe sonó fuera, y me congele, escuchando el sonido de una llave en la


cerradura. Decidí que sería mejor darme prisa. Cuando ya había sustituido el
libro en el cuadro, tuve un soplo de un olor familiar, y un escalofrío me
recorrió la espalda. Rápidamente abrí cada una de las bolsas de plástico,
olfateando el contenido. María tuvo una impresionante variedad de hierbas
que podía identificar: artemisa, manzanilla, y una bolsa casi vacía de esas
cosas, un polvo, pero no del que yo estaba buscando.

Revise todas menos dos cuando me di cuenta de otra serie de bolsas escondida
bajo una madeja de seda. Mis pelos se levantaron de punta, cuando cogí una
de la parte superior, encontré una foto de Ted Brewster en su escritorio,
sonriendo a la cámara, con los pocos pelos marrones que le quedaban.

Pensé en la muñequita de cera en el escritorio de María. ¿Usaría los pelos en


la muñeca de alguna manera? ¿Y si era así, que era exactamente lo que su
cajón se supone que representaba? Escarbe por el resto de la caja, en busca
de la fuente de ese olor difícil de alcanzar. Al empujar la seda a un lado, una
pequeña baya marchita callo.

Nocturna.

Me metí todo, incluyendo la bolsa de la baya seca amarilla, parecía una uva
pasa de oro, pero no era algo que querrías en tu almuerzo. Entonces tomé la
tapa de nuevo y me balancee sobre mis muslos.

Por alguna razón que todavía no estaba segura, María había matado a
Brewster.

Pero ¿qué iba a hacer al respecto?

Acababa de deslizar la caja posterior debajo de la cama cuando escuché el


tintineo de las llaves, y luego la puerta principal se abrió.
Capitulo 38
Traducido por Sweet Angel

D
eslicé la caja debajo de la cama y me precipité al armario. Mientras
intentaba sumergirme en una hilera de trajes de tintorería, pensé en si
solo hubiera sido cinco minutos más rápida. O si tan solo el armario de
María hubiera sido un poco menos organizado.

Retrocedí en la esquina, escondiendo mi cabeza detrás de una repisa mientras


trataba de desaparecer detrás de seis pares de pantalones. Lo que tal vez
hubiera funcionado si María no hubiera caminado directamente a la habitación
y dijera, “Sal del armario con las manos en alto.”

Demasiado para el plan A.

Como no había forma de convertirse en uno con las líneas del traje y porque
estaba bastante claro que María no estaba jugando al gato y al ratón, me
separé de la fila de pantalones y camine fuera del closet. No tenía idea de
cuál era el plan B, pero era algo que probablemente necesitaría saber pronto.

María se detuvo en el traje de Vera Wang que era el gemelo del que Adele
había llevado. Tenía que admitir que ella se veía mucho mejor con él que mi
jefa. La única cosa que no me gustaba de su atuendo, de hecho, era su gusto
con los accesorios. No es que los Manolos no fueran magníficos y no es que me
hubiera molestado tener un armario completo de esos accesorios. Pero podría
haberlo hecho sin la desagradable arma.

Sin embargo, las cosas podrían ser peores, me dije a mi misma. Quiero decir,
quedarse atrapado en el armario de alguien era malo y tendría que hacer
algún comentario rápido para salir de esta. Pero no era como si ella tuviera
balas de plata.

Entonces María dijo, “No te comiences a hacer ideas, hombre lobo. Está
cargada con balas de plata.”

¿Hombre lobo? Me quede mirando el cañón de la pistola que se había vuelto


potencialmente letal y empecé a sudar.

Jeez. ¿Acaso todas las personas de Austin conocían mi pequeño problema? No


es que yo fuera a admitir que ella tenía razón, “¿Disculpe?” dije, dibujándome
a mi misma y tratando de parecer ofendida, en lugar de quedarme
petrificada. “¿Qué acaba de decir?”
“No te molestes en mentir. Mi tía me llamo cuando dejaste su tienda. Ella
reconoció tus ojos. Además, cogiste el amuleto del lobo.”

Ahogué un gemido.

“¿Por qué estás en mi apartamento?” preguntó ella.

Buena pregunta. Ella corrió el arma una fracción de pulgada hacia la derecha
para asegurarse de que apuntaba a mi corazón mientras yo luchaba por
encontrar una explicación convincente. Pero María no estaba de humor para
esperar. “Tú también te colaste en mi oficina ¿Cuál es tu verdadero nombre?
Estoy segura de que no es Gertrude.”

Por lo menos no me parecía a una Gertrude. “Sophie”, dije.

“¿Sophie, qué?”

“¿Realmente importa?”. Di un paso hacia adelante y ella levantó el arma.


Ahora estaba dirigida hacia mi cabeza. “Mira, no sé quien se coló en tu
oficina”, dije.

María entornó los ojos. Eran duros y oscuros, como piedras de río. “¿Entonces
por qué estas en mi habitación, hombre lobo?”

Pensé en decir otra mentira, pero algo en su mandíbula me dijo que sería
inútil. Y si no puedes ser honesto con la bruja que te está apuntando con un
arma, ¿con quién puedes ser honesto entonces? “Quería encontrar al asesino
de Brewster.”

Su voz era aguda. “¿Por qué?”

“Porque mi mamá fue culpada por eso y ella no lo hizo.”

María levantó las cejas sorprendida. “¿Tu mamá? ¿Estás relacionada con esa
bruja de tres cuartos que le vendió esa patética poción a Brewster?”

“Ella no es una bruja de tres cuartos,” gruñí, determinando la distancia entre


nosotras. “Y ella no es una asesina”. Mientras yo hablaba, me quedé mirando
a la pistola y al dedo de María, que estaba temblando.

¿Cómo iba a salir viva de esta?

“Lo sé”, dijo María, con los labios contraídos en una pequeña pero malévola
sonrisa que me hizo estremecer.

Con la adrenalina pulsando a través de mis venas, podría haberme


transformado en un instante. Y María ya sabía lo que era, así que difícilmente
podía comprometer mi secreto. Además, estaba a punto de morir de todos
modos.
La pregunta era: ¿podría saltar antes de que me disparara? “Usted fue la que
lo envenenó,” dije.

Ella asintió con la cabeza.

“Si no es mucho preguntar, ¿qué cosa sobre la tierra pudo hacer que Brewster
se obsesionara con comprar una poción de amor?” pregunté. No es que fuera
pertinente, pero me estaba muriendo por saberlo, además, quería posponer la
cosa de disparar-con-una-bala-de-plata el tiempo que me fuera posible.

“Fue mi idea”, dijo ella, alisándose el pelo con su mano libre. La que no
estaba sujetando el arma. “Pero pensé que lo decía en serio para mí. No
quería que él supiera lo mucho que sabía del tema; para algunas personas, las
brujas son un inconveniente.”

Trata ser un hombre lobo, pensé.

“Así que le dije que una amiga me había traído uno de esos libros,” continuó
ella, “y que había funcionado”.

“¿Por qué le dijiste que fuera a Sit a Spell?”

“No lo hice. Solo pensé que sacaría un libro de la librería y después mezclaría
algo. Él fue a Sit a Spell por su propia cuenta. Lo cual era muy conveniente,
ya que resultó perfecto”.

Sí, ya que la policía parecía no poder ver más allá de mi mamá. María estaba
empezando a parecer un poco impaciente, y no había podido llegar a concebir
un plan que me dejara salir con vida del apartamento. Cálmate, Sophie,
cálmate. “Dejaste algo de hierba debajo de tu cama”, espeté.

“¿Lo hice?” una arruga apareció entre sus cejas depiladas. “¡Pero me deshice
de él!”

“No de todo”. Mantén el curso, Sophie. Tal vez si lograba distraerla, podría
saltar sobre ella o algo así.

“Pero lo que quiero saber es: ¿cómo es que Brewster murió cuando lo tomó y
la mujer a la que se lo dió no lo hizo?”

“La poción no era para él”, dijo ella. “No tenía idea de que él se iba a tomar
esa cosa. Se suponía que era para esa estúpida bibliotecaria”.

“Jennifer”.

“Él debió habérsela dado el día que la consiguió”. Ella sacudió la cabeza con
irritación. “Había hecho un encanto sobre él; se suponía que debía venir hacia
mí. Pero algo fue mal, y él terminó enamorado de esa chiquilla tonta”. Ella se
encogió de hombros. “Se supone que el veneno se encargaría de ella, nunca
me habría molestado con la poción si hubiera sabido que él ya se la había
dado. O que él la iba a beber”.

“¿Así que estás enamorada de Brewster?” pregunté, mirando a María, la cual,


a pesar de su desagradable personalidad, de repente era maravillosa para
matar. Está bien, mala elección de palabras. Sin embargo, la atracción era
algo difícil de comprender.

Ella se estremeció. “Dios, no. Solo necesitaba su dinero y su influencia


política. Una vez que él muriera, me quedaría con su nombre y su fortuna y
podría haberles dado un verdadero uso”. Ella puso una especie de mirada
soñadora en su rostro. “María Brewster para el Congreso”. Ella se encogió de
hombros. “¿Quién sabe? Podría haber sido gobernadora". Ella se estremeció
rápidamente como si de pronto hubiera recordado donde estaba y quien
estaba con ella. “Todavía podría”.

“¿Qué quieres decir?” pregunté. Entonces me acordé de las otras fotos en el


cuadro y todo encajó.

“Ahora vas tras de Tad, ¿no es cierto?”

“Por supuesto. ¿Qué fue lo que el Ministro dijo?. Nevah, nevah, nevah, me
rindo.”

Según lo que había leído, no creía que Winston estuviera hablando de asesinar
a la gente para lograr un cargo político, pero no estaba dispuesta a discutir
eso con María. Después de todo, ella tenía en la mano una pistola cargada.

“¿Por qué estabas tan preocupada porque la gente entrara en tu oficina?”


pregunté.

“Mi tía me lo advirtió”, dijo ella. “Dijo que tuviera cuidado”.

Al igual que mi mamá me había advertido, pensé. María y yo teníamos algunas


cosas en común, realmente. No las suficientes; sin embargo, si ella dejaba de
lado la pistola podría invitarme a tomar un café con leche y hablar entre
chicas. Ella se pasó la pistola de mano en mano, meditando sus opciones.
“Ahora solo tengo que decidir qué hacer contigo”.

Tenía un montón de sugerencias, pero no creía que ella fuera a prestarle


atención a cualquiera de ellas. Por lo tanto, traté de seguir hablando. “¿Para
qué era la muñeca que había en tu oficina?”

“Pensé que no te habías colado en mi oficina”.

Me encogí de hombros. “Bueno, quizás fue solo un poco”.

“Era para Tad”. Dijo ella. “Después de lo que pasó con su papá, no quería
correr ningún riesgo”.
“¿Era un hechizo de amor?” pregunté. No se había sentido muy cariñosa
cuando la toqué.

“Manejar y obligar”, dijo ella. “Lo quería completamente bajo mi control”.

Qué romántico.

“Pero todavía tengo que averiguar que hacer contigo”, dijo ella, mordiéndose
el labio inferior. “Te mataría aquí pero odiaría arruinar mi nuevo cubrecama.
Además, los vecinos podrían hablar”. Ella asintió con la cabeza hacia la
puerta. “Así que vamos”.

Con María presionando el arma en mi espalda, caminé a través de la sala de


estar, repasando mis opciones.

Desafortunadamente, eran demasiado limitadas y para cuando llegué a la


puerta principal ya había pasado por la mayoría de ellas y todavía no tenía
idea de qué hacer a continuación. “¿A dónde vamos?” pregunté, con la
esperanza de poder inspirarme.

“No es asunto tuyo”, dijo ella, cogiendo las llaves de la mesa del vestíbulo.

Yo no estaba de acuerdo con su respuesta pero no me molesté en decírselo.

Desafortunadamente, Kelley y el vecino de arriba no aparecían por ningún


lado mientras salíamos a la luz de la tarde. Me volví para mirar a María; ella
tenía el arma demasiado cerca de mi cuerpo, para que pudieran ser vista por
los carros que iban pasando. Ondas de pánico comenzaron a estremecerme, y
luché con el impulso de cambiar. Yo era más fuerte y rápida como hombre
lobo pero estaba segura de que María dispararía en el momento exacto en que
comenzara a transformarme. Además, si ellos encontraban a un lobo muerto,
ella podría librarse fácilmente. Y por supuesto, yo estaría muerta.

Ahora solo estábamos a unos pasos del coche de María, y sabía que si entraba
en su pequeño Audi, estaría frita.

Era ahora o nunca.

Mientras María pulsaba el botón de abrir de su llavero, fingí tropezar con los
adoquines, cayendo al suelo con un grito.

“Levántate”, siseó María, mirando alrededor.

“No puedo”, dije, forzando una mueca de dolor. Lo cual no era demasiado
esfuerzo, en realidad; había tenido una semana difícil. “Me duele mi tobillo.”

“Arrástrate al carro, entonces”.

“Solo necesito un poco de ayuda para levantarme”, dije.


La irritación y el disgusto iluminaron su rostro de huesos finos mientras ella se
quedaba quieta en mitad del camino. Sus opciones se limitaban a ayudarme a
levantar o dispararme a la vista de todo el pueblo en la carretera Enfield. Ella
debió haber llegado a la misma conclusión que yo, porque un momento
después, ella dio un paso hacia adelante y extendió su mano izquierda.

Lo cual era exactamente lo que yo necesitaba que hiciera.

Todo ocurrió al mismo tiempo. Tiré de su brazo con mi mano derecha,


balanceando mi brazo izquierdo hacia la pistola al mismo tiempo. Al hacer
contacto, un destello explotó y algo se chamuscó en la acera que había junto
a mí. Cogí su mano izquierda, oliendo la esencia a lavanda de María, perfume
caro y aceite mientras le quitaba el frío metal de las manos. Este se cayó en
la acera; un momento después, algo chocó contra María, mandándola a través
del pavimento.

Me tambalee sobre mis pies. La pistola descansaba en la acera. Junto a ella,


un gran lobo había dejado clavada a María en la entrada.

Lo miré de nuevo, mi lobo en brillante armadura. ¿Cómo había sabido que me


encontraría aquí? Él había dicho que estaba acechando a la manada. ¿Acaso
también me estaba vigilando?

Muchas preguntas… ninguna podría ser contestada. Por lo menos no en este


momento. Cogí el arma y le apunté a María, Tom la dejó y fijó sus dorados
ojos en mí.

“Gracias”, le murmuré, y él bajo la cabeza. Estuve a punto de decir algo más,


todavía no estoy segura de qué, pero en ese momento, la puerta principal del
apartamento de Kelley se abrió, y ella me miró con una sonrisa brillante. “Oh,
todavía estas aquí. ¿Conseguiste las medidas que necesitabas?”

Levanté la mirada para verla, y en ese momento, Tom se fue corriendo,


desapareciendo en un macizo de arbustos.

Mientras veía como se alejaba, deseando poder seguirlo, Kelley dijo: “Oh, por
Dios. ¿Eso es un arma?”
Capitulo 39Traducido por Sweet Angel
Corregido por Laqua

M e tomó algunos minutos convencer a Kelley de que María y yo no


éramos amigas de infancia y de que la razón por la que yo estaba
alzando el arma hacia ella era porque ella había tratado de matarme. Por
último, logré persuadirla para que corriera hacia su apartamento y llamara al
911. Mi brazo me estaba doliendo cuando los blanco y negro se hicieron
presentes. Fue un alivio entregarles el trabajo a los profesionales.

Tom, por supuesto, se había ido lejos.

A medida que la policía me interrogaba, no pude dejar de mirar a la jefa de


campaña de Brewster. María era una política consumada, se veía serena
incluso con las manos esposadas. Era una lástima que su potencial se
desperdiciara. A pesar de sus repetidas afirmaciones de que me había colado
en su apartamento y había tratado de matarla, solo era una parte de la
verdad, por supuesto. La policía tenía las manos sobre su diario y decidieron
que ella necesitaba hacer un viaje a la estación de todos modos.

Evidentemente, ella había sido menos perspicaz sobre sus ambiciones políticas
en papel, incluyendo sus ambiciones sanguinarias. (Todo lo que puedo decir es
gracias a Dios por los policías bilingües). Esto era una buena noticia para mí,
porque significaba que mi mamá había dejado de ser la principal sospechosa
del asesinato.

La policía me hizo relatar los acontecimientos de la noche alrededor de unas


veinte veces. Fue un poco agotador, considerando que este era mi segundo
tête-à-tête43 con la policía en estas veinticuatro horas. Yo era un poco vaga
con los detalles de cómo me había metido en el apartamento de María en
primer lugar, y Kelly no era exactamente útil, pero de alguna forma había
logrado convencerlos para que no me ficharan por allanamiento de morada.

Hice una gran historia de cómo un “perro” callejero me había salvado de


recibir un disparo. En parte porque me daba un cálido sentimiento de solo
pensar en eso y en parte porque “los perros callejeros” necesitaban toda la
buena prensa que pudieran conseguir. Era de noche cuando por fin estuve a
media cuadra de mi coche aparcado, y estaba más lista que nunca para un
gran vaso de Chardonnay.

43
Tête-à-tête: Expresión francesa que significa cabeza-con-cabeza y equivale a la expresión coloquial en
español "mano a mano".
Hice una pausa antes de entrar al carro, olfateando por la esencia de Tom,
pero la única esencia en el aire era el hedor de los uniformes de poliéster, las
tuercas del escape del carro y un leve olor a levadura de una panadería
cercana.

Oh, bueno.

Mientras me subía a mi Mercedes, el amuleto que me había dado la tía de


María golpeó contra mi esternón. Me agaché para tocar el suave cuero. ¿Y si la
bolsita de cuero me había ayudado a salir bien esta noche? Recorrí la imagen
del lobo con mi dedo. Preguntándome brevemente que había hecho Yolanda
con ella antes de haberla envuelto. Luego puse el coche en marcha y me dirigí
hacia el sur. Por mucho que quisiera llegar a casa y meterme en las zapatillas
de conejitos, tenía una parada más para hacer.

“No lo puedo creer,” chilló mi mamá cuando entré en Sit a Spell y le di las
noticias de hace media hora.

“Había sido su directora de campaña todo el tiempo,” dije mientras ella me


daba un aromático abrazo y encendía un poco de hierbas para dar gracias a
los espíritus. Aunque honestamente, no podía decir que las encontraba
particularmente útiles. “Pensé en eso cuando fui a la Yerberia", dije. “¿Sabías
que su tía era la dueña del lugar?”

“¿Quién, Yolanda Jiménez? ¿Su sobrina es la jefa de campaña de Brewster?”

“¿Qué tan bien la conoces?”

“Nos conocimos profesionalmente”, dijo mi mamá. “En una conferencia de


hace unos años. Buena mujer. Practica principalmente el vudú con un toque
mexicano. Ella sabía sobre la muñeca, ¿no?”

“Creo que ella fue la que hizo esa maldita cosa. Y evidentemente, ella le
estaba enseñando a su sobrina algunos trucos de su oficio", dije, y le di un
resumen de lo que había descubierto.

Cuando terminé mi historia, mi mamá dejó escapar un profundo suspiro. “Es


una vergüenza, cuando las cosas van mal. Estoy segura de que eso no era lo
que Yolanda tenía en mente.”
No estaba segura de estar de acuerdo con ella, pero no iba a compartir mis
dudas. “Incluso Brewster no sabía quién lo había hecho”, dije, dándome
cuenta solo después de decirlo que estaba admitiendo que él en realidad
había aparecido en la sesión de espiritismo. “Dijo que la clave de su asesinato
está detrás de la imagen. Probablemente él pensó que era Patti Pendergast.”

“Ese es el problema con el veneno”, dijo mi mamá. “Si alguien te apuñala, o


te dispara, es mucho más fácil identificar a su asesino”.

“Nunca lo había pensado de esa forma”, dije con un estremecimiento.

“Bueno, gracias a Dios todo ha terminado, al fin”, dijo ella. “E hiciste un buen
trabajo para entenderlo todo. Sobre la terrible sobrina de Yolanda, por
supuesto”. Ella cogió su taza y tomó un sorbo.

“Mmm. Deberías probar este té, cariño. Es una nueva mezcla, con ginseng y
ginko. Ayuda para el ánimo ¿Puedo traerte un poco?” preguntó ella. “¿O es
hora de otra dosis del té regular?”

“No puedo quedarme mucho tiempo”, dije, “Pero tomaré una taza.”

“¿Quieres probar la mezcla de ginseng?”

“Es mejor hacer el de siempre”, dije. Habían pasado horas desde mi dosis de
mala hierba, y la luna llena no se había ido muy lejos. Además, a pesar de que
solo había limpiado el nombre de mi mamá, por alguna razón seguía estando
nerviosa. “Solo voy a ir al baño. Es seguro ir al baño en estos días, ¿no?”
pregunté. La última cosa que necesitaba era ser atacada por un fantasma
insolente mientras estaba sentada en el retrete.

“Oh, sí”, dijo ella. “¿No te lo dije? Hace unos días hicimos un exorcismo, y
funcionó como un hechizo. No hemos tenido accidentes desde el martes.”

“Así que es seguro volver a usar tangas”, dije.

“¿Usas tangas?”

“No importa”, dije, dejando a mi mamá quejándose con las cosas del té.

Al volver de la visita a la habitación de niñas, durante la cual, gracias a Dios,


no fui atacada por ningún hombre sobrenatural; le hice frente a la torre de
papel de la oficina de mi mamá. No era de extrañar que ella hubiera perdido
su libro de hechizos, pensé. Podríamos haber encontrado una manada de ñus
debajo de los montones de papel. Evidentemente, el libro de hechizos
desaparecido había asomado la cabeza fuera de las pilas de papel, sin
embargo, ella lo volvió a apoyar de nuevo en una posición precaria sobre la
parte superior del archivador.
“Veo que encontraste tu libro de hechizos", dije cuando volví a la cocina color
púrpura, la cual ahora estaba impregnada del amargo olor a menta de mi
hierba especial.

“¿Qué?” Los ojos de mi mamá se agrandaron mientras ella deslizaba una taza
hacia mí.

“Está de regreso en la parte superior del gabinete”, dije. “¿No lo pusiste ahí?”

Ella recogió su caftan44 y pasó por delante de mí hacia la oficina.”Oh, gracias


a Dios”, dijo ella, pasando el dedo corazón por las cubiertas usadas. “Voy a
tener que agradecerle a mi espíritu guía por la devolución. Me pregunto donde
habrá estado”.

“Espera”, dije, antes de que ella cogiera el pesado tomo. “Déjame ver
primero”.

“Pero...”

“Solo necesito olerlo”, dije, y la comprensión brilló en sus ojos.

“Tu realmente no crees que alguien lo tomó, ¿cierto?” preguntó ella mientras
yo inhalaba profundamente. Olía a papel viejo, hierbas, cuero… y a
fotocopiadora.

Y Tania.

“¿Bueno?” dijo mi mamá mientras yo volvía a inhalar profundamente, solo


para estar segura, y dárselo a ella.

“Huele como Tania”, dije, imaginándome la cara de la asistente de mirada


furtiva de mi mamá. Ella podría ser como la señora Claus, pero yo estaba muy
segura de que el parecido terminaba ahí.

“Oh, esa dulce chica”, dijo mi mamá, sonriendo. “Ella debió encontrarlo y lo
trajo de regreso”. Los brazaletes de mi mamá tintinearon cuando abrió el
libro y empezó a hojear las gruesas páginas gastadas por el tiempo.

Un pedazo de papel doblado cayó al suelo, y me incliné a recogerlo. Era una


impresión de una página web. “Si, ella lo regreso, de acuerdo”, dije,
revisando la página. “Solo después de haber copiado todos tus hechizos para
su negocio de ventas por correspondencia”

“¿Su qué negocio?”

Le entregué la hoja de papel; era una lista de pociones, con precios. “Su
negocio en línea de pedidos por correo”, dije. “Con tus fórmulas secretas.”

44
Caftan: Es una túnica de algodón o seda abotonada por delante, con mangas, que llega hasta los
tobillos y que se viste con una faja.
Mientras ella estudiaba la página, mi mamá contuvo el aliento, y sus por lo
general cálidos ojos brillaron.

“Por qué, esa pequeña bruja”. No era exactamente un insulto muy ofensivo,
considerando la profesión de mi mamá, pero sabía lo que ella quería decir.
“Cuando le ponga mis manos encima…”

Puse una mano sobre su brazo. “Tranquila, mamá, tranquila.”

“¿Tranquila? ¡Pero ella robó mis hechizos! ¡Los hechizos de mi mamá! Han
estado en la familia por generaciones… son nuestra herencia.” Ella negó con
la cabeza. “¡Y pensar que le estaba pagando!”

“Tal vez deberíamos hablar con el abogado”, dije, apretándole el brazo. “A


ver si hay algo sobre los secretos comerciales o derechos de autor.”

Mi mamá se iluminó, “Que idea más maravillosa, Sophie. Hablando de


abogados, ¡nunca me dijiste lo guapo y encantador que era Heath!”

“En realidad, él dijo las mismas cosas sobre ti.”

Ella se mordió el labio. “Él no es un hombre lobo, por supuesto, y sigo


pensando que deberías soltarle todo. Pero él no es una mala alternativa, para
un hombre. Hablando de hombres, tuve un tiempo maravilloso con Marvin.”
Ella levantó una mano para acariciarse el pelo, que se formó en Aqua-Net45 en
un casco negro brillante. Sus aretes colgantes de cristal brillaban a la luz. “Y
ahora que ya no soy su cliente…”

Pensé en el abogado de mi mamá y reprimí un escalofrió. “Si él muestra un


caso de infracción sobre los derechos de autor, todavía serás un cliente.” Le
recordé.

Ella suspiró. “Tal vez le pida que me recomiende a alguien más.” Ella siguió
pasando las páginas del antiguo libro. “Y si lo estimulo un poco con…”

Yo sabía que quería decir una poción de amor, y yo no quería pensar en eso.
Hablando de pociones, aunque… “A propósito, he tenido la intención de
preguntar, ¿qué fue lo que hiciste exactamente para que Brewster cambiase
su voto sobre Barton Springs?”

“¿Qué quieres decir?” preguntó ella, pero sus ojos castaños brillaron.

“Tú sabes exactamente lo que quiero decir”, dije.

“Oh, solo pensé en lanzar junto un poco de algo. Él se quedó un día para el té
y nos pusimos a hablar, y pensé… ¿Por qué no?”

45
Aqua-Net: Spray de pelo, es la solución acuosa de un hogar común que se utiliza para mantener el
pelo duro o en un determinado estilo. Más fuerte que el gel para el cabello o el pelo de cera, se
pulveriza para sostener los estilos para un largo período.
Solo podía pensar un millón de razones, pero decidí que no valía la pena
decírselas. “Solo no lo vuelvas a hacer, ¿bueno?”

“¿Hacer qué?”

“La poción conjunta.”

“Sophie, querida, ¡es mi forma de vida!”

“Me refiero a darle pociones a víctimas inocentes”, dije, mirando el reloj. Si


salía de aquí ahora, podría terminar algunas cosas en la oficina. Después de lo
que ocurrió en el apartamento de María, necesitaba distraerme un poco. Mi
mente seguía deslizándose por un terreno peligroso. Un terreno peligroso de
ojos dorados. “Me tengo que ir”, dije, desterrando a Tom de mis
pensamientos.

“Gracias por el té.”

Mi mamá me envolvió en un fuerte abrazo con olor a patchulí, y luché por


alejar la tensión de mí. María estaba en la cárcel, y mi mamá estaba fuera de
peligro. Entonces, ¿por qué todavía me sentía como si estuviera en alerta
roja?

“Muchas gracias por tu visita, querida,” dijo mi mamá. “Sé que mis espíritus
guías solo me estaban poniendo a prueba. Pero solo pensar… ¡Si no fuera por
ti, podría haber acabado en la cárcel!”

Le di a mi mamá un último abrazo y me dirigí hacia la puerta, segura de que


mi mamá estaría pegada al teléfono, cuadrando un nuevo almuerzo con su
abogado antes de que yo entrara al carro. Apenas había tocado el pomo de la
puerta cuando algo tiró de mi sostén y salté unos seis pies.

Exorcizado o no exorcizado, el fantasma seguía libre.

Todas las luces de la oficina estaban prendidas cuando salí del elevador de
Withers y jóvenes media hora más tarde. Todavía tenía mucha adrenalina
como para irme a casa, así que decidí aprovecharlo para trabajar un poco.
Pase junto a la mesa de Sally, arrugando la nariz ante el fuerte olor a Aviance
almizcle nocturno, gato… y algo más.

¿Pero qué?
Mientras hacia una pausa, tratando de identificar el olor, no pude dejar de
notar el montón de cartas que había sobre el escritorio de Sally. El sobre
superior, el cual estaba dirigido a Adele (Usualmente Sally lo abría por ella),
era de los laboratorios de Relcore. ¿Mi resultado estaba entre ellos? Después
de mirar alrededor para asegurarme de que estaba sola, deslice el sobre
abierto y saque su contenido con manos sudorosas. El mío era el tercer
intento y estaba marcado como no valido.

Parpadee ante las palabras de la página. ¿No valido? ¿Acaso la mala hierba
había sido expulsada de algún modo? Estudie la pequeña letra, tratando de
averiguar cuál era el problema, y este se veía en la segunda página.

Habían identificado la muestra como orina de perro.

Pero esa no era la única característica interesante del informe, me di cuenta.


El propietario del laboratorio estaba listado como Jerome Zwiercinski. Y a
menos de que fuera una completa casualidad, eso significaba que el dueño
estaba relacionado con Sally Zwiercinski, mi asistente en spandex.

Volví a apilar perfectamente la pila en la esquina de Sally. No era de extrañar


que la prueba fuera tan poco ortodoxa, ya que se trataba de un familiar de
Sally. Sin embargo, las buenas noticias eran que el laboratorio no había
detectado la mala hierba. Las malas noticias eran que ellos pensaban que
había sustituido la muestra por una falsa. Lo cual era muy difícil de explicar
sobre todo porque Sally me había visto cuando la había hecho. Bueno ella no
me había visto exactamente, pero ella se había quedado para afuera mientras
lo hacía.

Tome una respiración profunda para aclarar mi mente y me arrepentí de


inmediato. ¿Qué clase de productos de limpieza estaban usando en estos días?
Quizás para primavera ellos deberían usar algo con aroma a limón en vez de
agua de caja de arena. Pero había algo más. Volví a oler y me di cuenta de
que el olor extraño era verde y era más fuerte al frente del escritorio de
Sally. Era algo como una hoja.

¿De hoja?

Fuera lo que fuera, venía del cajón de Sally.

Mire alrededor para asegurarme de que estaba sola, todavía no estaba segura
de quien había encendido las luces, entonces abrí el cajón. Nada más que
archivos, esmalte de uñas con una sorprendente variedad de colores, y ese
olor, un olor que reconocí de mis días de universidad. Metí la mano y sentí el
fondo del cajón. Lo suficientemente segura, de que mis dedos pronto se
cerrarían sobre una bolsa de plástico pegada al fondo.

Cuando cerré el cajón un momento después, tenía una gran sonrisa en la cara.
Ahora comprendía porque Sally había contratado a un laboratorio de gestión
familiar. No estaba segura de cómo iba a lidiar con los resultados de la
prueba, pero estaba bastante segura de que Sally no iba a delatarme.

No con la bolsa de marihuana pegada a la parte posterior de su cajón.

A pesar de la mescla de olores entre orín de gato y marihuana, seguía


sonriendo mientras me paseaba por la oficina, pensando que los días con Sally
pronto llegarían a su fin. Entonces abrí la puerta y casi me amordazo.

El olor a gato era abrumador.

Y el olor a sangre también.


Capitulo 40
Traducido por Kat y Sweet Angel

E
ncendí las luces. Había una caja de cartón sobre mi escritorio, marcada
con una letra muy familiar. Me acerque y olfatee de nuevo, también
había sangre.

De hecho, pude ver que se filtraba por la parte inferior del cartón, a la
derecha de una mancha. Asqueroso.

Cuando levanté la tapa con una uña, el olor se hizo más fuerte, y di un paso
involuntario hacia atrás.

En el interior había un corazón púrpura carnoso. Y en él había una estaca de


madera.

Me quedé mirando el paquete con sangre en mi escritorio. Era lo mismo que


en todas las otras veces: con una excepción.

Esta vez, el olor era fresco.

La adrenalina bombeaba rápidamente a través de mis venas cuando bajé la


nariz hasta el escritorio. Un momento después, seguí la pista del olor por la
puerta de mi oficina a la izquierda, luchando contra el impulso de
transformarme. Como lobo, podría rastrear el olor mucho mejor, pero
Withers y jóvenes no era exactamente el lugar ideal para dejar brillar mi
naturaleza lobuna. Particularmente, cuando no estabas segura de quién más
estaba en la oficina.

Afortunadamente, el olor era bastante fuerte para seguirlo, incluso en mi


forma humana. Lo seguí hasta la sala de descanso, la persona que me había
dejado el paquete se había tomado un descanso para lavarse en el fregadero y
luego bajar por el pasillo, esperando a que la siguiera por la escalera.

Para mi sorpresa, el rastro no condujo a la salida, sino a otra oficina. Y


reconocí el nombre en la puerta.

La empuje y entre. Koshka saltó, sorprendida, y me miró con ojos verdes


reflectantes. Podía oler un aroma a gato, pero en este momento, parecía más
como a rata acorralada.

"Gracias por los paquetes ", dije, tratando de mantener una voz neutra.
"No sé de lo que estás hablando", dijo, reorganizando un montón de papeles
sobre su escritorio. Desempolvando pelo de gato de la parte delantera de su
vestido negro, tal como lo hizo el otro día, en la reunión con las Aerolíneas
del Sudeste.

"Tonterías", le susurré.

Y fue entonces cuando se transformó.

En un momento estaba mirando a una mujer desaliñada de ojos verdes, con


un vestido holgado, y en el siguiente, me enfrentaba a un gato atigrado de
color naranja que estaba luchando para escapar de una maraña de tejido
negro. La mire por un segundo, y reconocí los ojos verdes de Koshka.

"Así que así es como lo sabías," dije, con admiración. Yo sabía que había
hombres lobo. Pero ¿Hombres gato? No tuve mucho más tiempo para pensar,
porque un segundo más tarde, una mancha borrosa naranja escapó de entre
los pliegues del vestido, y pasó como una bala al pasillo.

La miré a mitad de camino yendo hacia el ascensor.

"¿Cómo es que no te transformas con la luna?", gruñí, cogiéndola por el


pescuezo de su cuello. Ella maulló lastimeramente, cuando yo la remolcaba
de vuelta a la oficina, donde cerré la puerta y espere a que ella volviera a ser
humana.

Un momento después, en forma humana, agarró su vestido y se acurrucó en


un rincón. "No soy un lobo", dijo.

"Me di cuenta. Pero eso no contesta la pregunta. ¿Cómo es que no se


transforman?”.

"La luna no nos afecta de esa manera."

La mire parpadeando. "¿Hay varios?".

Ella asintió con la cabeza, y yo trate de procesar esta nueva pieza de


información. Había hombres gatos en el planeta. Y, evidentemente, había
trabajado con una. ¿Qué otras bestias estaban por ahí de las que yo no sabía
nada? Y quizás lo más importante, ¿cómo me había descubierto?

"¿Cómo supiste de mí?", Pregunté, mirándola a la cara.

Hizo un gesto hacia mi cara. "Los ojos", dijo. Luego arrugó la nariz. “Además,
hueles como a perro".

Mejor que apestar a caja de arena, pensé, resistiendo el impulso de olfatear


mis fosas.
¿Necesitaba cambiar de desodorante? "Hay más de ustedes en Austin?”, Le
pregunté.

Ella se encogió de hombros. "Unos pocos".

"¿Tienen territorios? ¿Mandas?”.

"Somos gatos", olfateó. "No perros".

Con curiosidad acerca del mundo de los hombres gato pero no muy informada,
decidí seguir con los temas en cuestión. En concreto, los regalos poco
amistosos que Koshka me había estado dejando. Por no hablar de los poemas
horribles. "¿Por qué me amenazas?”.

"¿Qué piensa?", preguntó, de pie un poco más erguida. Ella estaba


recuperando su confianza, y yo no estaba segura de que fuera algo bueno.

"Si lo supiera, no estaría preguntando”, dije, enseñando los dientes de un sólo


un toque.

Koshka se encogió de hombros. "Si no puedes resolverlo, entonces ¿Por qué te


lo digo?"

“Porque soy mucho más grande que tú ", gruñí.

Sus ojos verdes se precipitaron hacia la puerta, y corrí a bloquearla por


completo. Luego sonrió malvadamente, y pude ver sus dientes puntiagudos.
"Quería tu trabajo", dijo. "Pensé que si te asustaba, Adele me lo daría a mí".

"Ahora estamos a mano, sin embargo...."

"¿Qué quieres decir?"

"Tú sabes acerca de mí”, dije lentamente. "Y yo sé de ti. Es un punto muerto."

"Tal vez".

"Puedo ser razonable, sin embargo..."

Hubo un gran silencio. Evidentemente era la única que hablaba aquí.

"¿Qué tal esta propuesta?" Le dije. "Tú no volverás a dejar ese tipo de
paquetes, limpias el que dejaste anoche en mi oficina, y dejaras de tratar de
que me despidan”.

"¿Y a cambio?"

"No diré nada sobre ti. Y tal vez encuentre la manera de conseguir hasta el
último de los reportes acerca de los impuestos. También podría hablar con
Adele acerca de algunos rumores que he estado escuchando."
No era lo ideal, pero ¿Qué otra cosa iba a hacer? Si me las arreglaba para
deshacerme de ella, no habría nada que le impidiera volver a jugar conmigo
otra vez. De esta manera, cada una de nosotras tendría un secreto para
guardar... y una buena motivación para mantenerlo.

Ella parpadeó con sus ojos verdes, considerando las alternativas. Las cuales no
eran muy numerosas, en realidad, si se decide a hacerme la vida difícil, con
mucho gusto me podría transformar, creando una batalla en la cual ella no
tendría muchas posibilidades de resultar ganadora. Para recordarle ese hecho,
lamí mis dientes, sintiéndome como salida de los cuentos de los hermanos de
Grimm. Sólo que Koshka no era Caperucita Roja. Era más como el Gato con
botas, sin botas. "Es una buena oferta. Yo la tomaría, si fuera tú."

Ella se encogió contra la pared, agarrando su vestido, y luego asintió con la


cabeza casi imperceptiblemente.

“Bueno”, dije, tratando de alcanzar el picaporte. "Ah, y una cosa más".

"¿Qué?" dijo en tono molesto.

Le di otra sonrisa con dientes. "Tú podrías recoger el corazón del cerdo antes
de salir."

Mientras caminaba por el pasillo, pude oír su molestia, mientras ella luchaba
con su vestido.

A las 10:30, me paré delante de la puerta de Heath. Koshka tuvo que poner
en dos ocasiones aceite de naranja sobre mi escritorio, pero el olor a sangre
de cerdo aún seguía en mi oficina, y entre eso y el ligero aroma de Tom en mi
silla, junto con el hedor persistente a caja de gato. Sería muy difícil
concentrarme en el trabajo.

Heath estaba ya en la puerta cuando llegué a su piso. "¡Sophie!"

"¿Puedo entrar?"

“Claro”, dijo. "Recibí una llamada de tu mamá, ¡Oí que encontraste el


culpable!" Él me dio un abrazo calentándome por todas partes. "Dios, eres una
mujer increíble. ¿Cómo lo haces?"
"Sólo suerte, supongo."

“No lo creo, cariño. Tú eres increíble,” dijo él, apartando el pelo de mis ojos.
“Inteligente, hermosa, divertida…”

Una chica puede acostumbrarse a esto, pensé felizmente.

Luego su voz se puso seria. “Pero ¿Por qué no me llamaste? Tú mamá me


conto que casi te disparan. Te llame un millón de veces, pero no respondiste.
Estaba a punto de ir a ver si estabas en tú oficina.”

“Estuve ahí; es solo que el teléfono pasa al correo de voz por la noche.”

“¿Tú celular también?”

Me mordí el labio. “En casa sobre la mesa. Pero suficiente de mí ¿Qué has
estado haciendo?”

“Nada tan interesante como tú. En realidad, solo estaba haciendo un trabajo
antes de que tú mamá me llamara. ¿Puedes creer que están diciendo que no
tienen presupuesto para mantener las patrullas de control animal.”

“Que lastima,” mentí, siguiéndolo a su sala. Mi trasero seguía resentido por el


dardo tranquilizante que me había pegado.

“Pero basta de mí ¿Qué puedo traerte? Te ves fantástica.”

Me desplome en el sofá de cuero y lo mire. Era tan agradable estar a cargo de


él. Heath podría no tener la misma chispa que Tom, pero él era
hermosamente sorprendente. “¿Tienes algún Chardonnay?” pregunte.

“Te traeré un vaso,” dijo él, y se dirigió a la cocina.

El regreso un momento después, con dos vasos en la mano, y se unió a mí en


el sofá, con el olor a cuero y a especias.

“Tú sabes,” dijo él, “Es una cosa buena que te dieras cuenta que el jefe de
campaña de Brewster era el asesino, porque de lo contrario Tad Brewster
podría estar acompañando a su padre. Suponiendo que tenemos a Carmen
fuera de esto ¿Sabes si él va a seguir los pasos de su padre en el consejo?”

“¿En serio?” Esto es nuevo para mí. Desde hace unos días, Tad había jurado
que estaría fuera de la política para siempre; ahora, estaba aspirando a la
oficina. “Pensé que era un libertario.”

Heath parpadeo ante mí. “¿Desde cuándo has estado en la escena política?
Pensé que te provocaba urticaria.”
Me encogí de hombros. “Después de la semana pasada, se todo tipo de cosas
de Tad Brewster. Eso no quiere decir que estoy en la política.”

“Al menos algunas cosas nunca cambian,” dijo él.

Me burle de él- le di un puñetazo y él se rió. “Bueno, tienes razón sobre que


él era un libertario,” dijo Heath, él se acerco más a mí y froto mis hombros de
una manera que me hizo querer derretirme. “Pero afortunadamente para él,
ser ejecutado en una fiesta. Parecía ser una posibilidad remota. Nunca se
sabe, sin embargo, con el nombre correcto y la financiación suficiente…”

Heath estaba pensando en su propio futuro político, sabía que siempre era así
cuando tenía esa mirada brumosa en los ojos. Pensé en Tad y sus políticas
inusuales. No estaba muy segura de cómo la legalización de las drogas iba a ir.
Por otra parte, se trataba de Austin.

“Si alguna vez te postulas para el cargo,” dije, “¿Podría mi mamá, bueno…
con su inusual carrera ser un problema para ti?

“Siempre y cuando no estés ocultando ningún otro y oscuro secreto,” dijo él,
“Creo que va a estar bien.”

Bueno, eso fue menos alentador. Podría vernos a nosotros en la campaña con
nuestros pequeños hijos hombres lobo… yikes. Tal vez deberíamos cruzar ese
puente cuando llegáramos allá. “He tenido la intención de preguntar: Ya que
estas tan arriba de lo que está pasando en Austin ¿Has escuchado algo sobre el
desarrollo de Barton Springs?”

“Se ha hundido,” dijo él. “El lugar del trabajo resulto ser realmente costoso,
y entre eso y la protesta pública, supongo que el desarrollador tiene los pies
fríos.”

“Así que todo el chantaje de Patti fue para nada.” Hice una nota mental para
preguntarle a mi mamá sobre el desarrollo la próxima vez que hablara con
ella; estaría dispuesta a aceptar que ella había hecho algo de magia para
ayudar.

“Pero no quiero hablar de política esta noche,” dijo Heath.

“Oh ¿No?” pregunte, moviéndome más cerca de él.

“No,” dijo él con voz ronca, y él se inclino para presionar su boca con la mía.
Me derretí con la urgencia de su beso, y mientras él me envolvía con sus
fuertes brazos, pensé en la lectura del tarot que mi mamá había hecho por
mí. Al menos en parte, me di cuenta que ella había estado en lo cierto; había
estado una mujer muy poderosa en mi contra, María y Koshka había sido
después. ¿Era ella la que se estaba ocultando algo?

O, pensé con un escalofrió ¿Era yo?


Me aparte y le quite a Heath el pelo de los ojos, sintiendo una punzada de
culpabilidad por mis sentimientos hacia Tom. ¿Era él el segundo caballero de
la lectura? Recorrí su pómulo con la yema de mi dedo, su fuerte mandíbula.
Sus ojos cálidos, tan confiados…

Mi mamá me había dicho que tenía que escoger entre los dos hombres, pero
tal vez ella estaba equivocada. Tom era un hombre lobo, después de todo, no
era un hombre. Y Lindsey tenía el derecho de reclamarlo.

Heath me recogió y me llevo al dormitorio, respire su familiar, esencia


humana. No tenía la racha de salvajismo de Tom, pero había calor en él, y mi
cuerpo respondió mientras Heath me desabrochaba la blusa, se movían
torpemente y con urgencia.

“Te amo, Sophie.” Dijo él un momento después, mientras se deslizaba dentro


de mí.

Vacile solo un instante, pensando en los dorados ojos de Tom y en todas las
cosas que Heath no sabía de mí. Entonces le susurre, “Te amo,” y sucumbí.

Me arrope en el edredón de satén blanco de Heath, mi cabeza sobre su pecho


caliente, cuando algo me despertó.

Me senté con la espalda recta, tirando las sabanas hasta mi barbilla ¿Qué fue
eso?

Entonces oí un sonido de graznidos, desde la ventana. Cogí mi blusa y me


acerque a la ventana, mirando a través de las cortinas.

Un pájaro negro gigante estaba sentado en el balcón. Cuando me vio, volvió a


graznar.

Abrí la ventana para espantarlo, luego mire hacia la calle y trague saliva.

Al lado de la acera había una motocicleta. Y sobre la motocicleta estaba


sentado Tom.
Capitulo 41Traducido por Sweet Angel

M
e apresuré a abotonarme la blusa y jalar mis pantalones. Entonces corrí
hacia la puerta y bajé a la calle, dándole una sorpresa al portero con
una sonrisa superficial mientras empujaba las puertas de cristal en la
noche balsámica.

Mi aliento quedo atrapado en mi garganta mientras inhalaba el forestal olor


de Tom, un aroma primitivo, mezclado con el aroma de almizcle de cuero de
su chaqueta de cuero negro. El cuero le quedaba bien al igual que la
motocicleta, la cual estaba estacionada a pocos metros de la acera. Ambos
eran oscuros y un poco peligrosos. Al igual que su dueño.

Tom estaba apoyado contra la pared del edificio de Heath. Su largo y rubio
cabello, recogido en una cola de caballo, brillaba con el reflejo de la luz del
farol, y podía ver las fuertes líneas de sus nórdicos pómulos. Probablemente
era por el estrés de la noche, pero tuve la repentina urgencia de apoyar mi
cabeza contra su pecho vestido de cuero.

Por fortuna, me las arreglé para acorralar ese impulso y crucé mis brazos
sobre el pecho en su lugar.

“Gracias por ayudarme a salir antes”.

“El placer es mío”, dijo él. “¿Por qué estaba tratando de dispararte?”

“Es una larga historia”, dije. “Y de nuevo, gracias, pero ¿cómo me


encontraste?”

El se apartó de la pared de ladrillo y se encogió de hombros. “Un pajarito me


dijo dónde estabas”, dijo él.

Señalé al buitre que estaba encaramado en el balcón de Heath. “¿Esa cosa?”

“Ese pájaro”, dijo él. “Sí.”

“Si eso es un pajarito, solo puedo imaginar lo que consideras grande", dije, las
ruedas en mi cabeza comenzaron a girar. Me había preguntado cómo Tom
lograba saber donde estaba todo el tiempo, pero ahora todo estaba claro.
Sabía que había visto el ave fuera de la oficina de Brewster, y la volví a ver
cuando estuve en el apartamento de María. Y estaba muy segura de haberla
oído en el camino, justo antes de que Tom apareciera para salvarme de la
manada. ¿Por qué no me di cuenta antes? “Así es como supiste donde estaba
esta tarde, ¿no?, cuando viniste ayudarme. El pájaro te lo dijo.”

El asintió con la cabeza. “Le pedí que te mantuviera vigilada. Como parecías
estar en problemas, decidí intervenir.”

“Dios, gracias”, dije.

“En cualquier momento”, sonrió, y sus ojos dorados brillaron con los faros de
un carro que iba pasando. Un estremecimiento pasó a través de mí
involuntariamente porque era absolutamente hermoso, pero en parte porque
había algo en él que me asustaba un poco. Más que un poco. “Por cierto, su
nombre es Hugin.”

Miré al amigo con plumas de Tom, el cual estaba sentado allí, mirándome.
Luego Tom extendió un brazo; como un rayo, el pájaro negro se lanzó desde
la baranda del balcón, cayó cuatro pisos, y aterrizó en el antebrazo.

Di un paso atrás involuntariamente. “¿Tienes un pavo buitre como mascota?”

Tom río. Otro haz de luz pasó sobre ellos, brillando en los dientes de Tom y
las lisas plumas del pájaro negro. Ahora podía ver que Hugin no era un buitre.
Se parecía más a un cuervo gigante ¡Uno con una tía-abuela pterodáctilo!

“Muy bien, así que es un cuervo, no un buitre,” dije. “¿Puedes hablar con
cuervos?”

“Él es un Raven” dijo Tom. “Él me ayuda a seguir mi presa.”

Presa. Estaba hablando con un hombre lobo que había admitido abiertamente
seguir a la presa. “¿Cómo una manada?” dije, con la esperanza de que presa
no fuera una palabra global que abarcara escuela de niños, corredores con
movimientos lentos, y hogares para ancianos.

“Al igual que las manadas han hecho. Si.”

“¿Alguna vez has perseguido…um, humanos?” pregunté. Recordaba que él me


había dicho que tener una presa humana estaba contra el código, pero no
dolía asegurarse.

“No a menos de que quieran ser perseguidos”, dijo él con los ojos brillantes.

“Gracias a Dios”, dije. “Hablando de la manada, ¿la has visto?”

“No van a volver a molestarte.”

Lo miré de soslayo. “¿Tú…”


“Los deshice”. Apoyó la cabeza sobre el gran cuervo y le susurró una palabra
en un idioma que no entendía. Hugin se lanzó hacia el aire, desapareciendo
en la oscuridad.

“Tú los deshiciste”, dije, apretándome los brazos contra el pecho y


preguntándome lo que eso significaba. “Solo eso.”

Tom se giró hacia mí. “Bueno, no fue solo eso, pero sí. Ya no están.”

Contuve la respiración. “¿Están muertos?”

“No dije que estuvieran muertos. Simplemente ya no están con nosotros”.

“Así que ellos ya no son hombres lobo”, dije, solo para aclarar.

Él sacudió la cabeza. “No.”

“Así que, ¿qué les va a impedir volver a entrar a mi sala?”

Sus ojos brillaban. “Les dije que si te volvían a molestar, estarían muertos”.

Bueno, eso era sin duda un impedimento. “Gracias", dije, tragando saliva.
“Creo.” Lo miré un buen rato, las preguntas brotaban de mi interior. “¿Te
molesta que sea… bueno… mestiza?”

Sus dorados ojos me estaban siguiendo. “No”, dijo él. “De hecho, me parece
fascinante. Además, algunas veces los mestizos son muy fuertes”, dijo él,
tranquilamente. “Incluso más fuertes que algunos pura sangre. Esa es en parte
la razón por la cual algunas manadas no admiten mestizos”.

“¿Cómo pueden ser más fuertes?”

“No siempre sucede. Y no está claro porqué es así. Pero creo que en tu caso,
es seguro decir que eres un hombre lobo inusualmente poderoso”.

“¿Cómo puedes decirlo? Quiero decir, estoy casi avergonzada de lo mal que
manejé a la manada el otro día. Si no fuera por ti, seria carne de perro
ahora”.

“Estabas debilitada por la mala hierba”.

“¿Cómo lo sabes?”

“Pude olerlo. Tomas gran cantidad de hierba, hasta el punto que afectas tu
escudo.”

“¿Escudo?” Parpadee a Tom. “¿Qué escudo?”

Él arqueó una ceja. “¿No lo sabes?”


Obviamente no, pensé. “Si lo supiera, ¿estaría preguntando?”

“Sophie, tú eres un excelente escudo. Eso significa que puedes esconderte a ti


misma. Es un talento raro, y muy útil.”

¿Quién sabía? “Así que, ¿soy una especie de hombre lobo encubierto
naturalmente?”

“¿Crees que lograste mantenerte bajo el radar durante tanto tiempo solo por
suerte?”

“Solo asumí que la población de hombres lobo en Austin era muy, muy
pequeña.”

“No es de las pequeñas”, dijo él. “Tu capacidad de protección te hace muy
especial, Sophie. Solo los hombres lobo más poderosos pueden hacerlo, y tú
eres una de esos”.

“¿Cómo tú?”. pregunté.

“Como yo”, estuvo de acuerdo. “Y eso te ha protegido durante todos estos


años. Pero ahora estoy asustado, podrías estar en peligro”.

“¿Qué quieres decir? Pensé que te habías encargado de la manada”.

Sus ojos dorados se clavaron en mí. “Lo hice. Pero ellos podrían haberle
contado a otros sobre ti”.

Mi boca se secó. “¿Y qué significa eso?”

“Significa que hay una buena oportunidad de que la manada de Houston se


entere de ti. Si aun no lo han hecho.”

Delicioso.

“Has hecho un increíble trabajo de supervivencia sin ser detectada", continuó


Tom. “Pero eso podría cambiar pronto”.

Aparté la mirada de Tom, centrándome en las luces de neón del mini


supermercado que había media cuadra abajo. “Tienda de 24 horas".
Parpadeó, en neón rojo y verde. Un perro aulló en alguna parte, y me
estremecí. “Es ese estúpido código de hombre lobo otra vez. Ni siquiera sé lo
que es el código”, dije, girándome hacia Tom. “Y estoy cansada de eso”.

“Entiendo tu frustración. Pero si ellos se acercan a ti, temo que tengas que
unirte a la manada”. Él hizo una pausa. “Es decir, ellos te van a tener”.

“¿Y si no lo hago? ¿O ellos no lo hacen?”


“Vas a ser forzada a irte”, dijo él brevemente. “Las manadas no toleran a los
solitarios”.

Se me hizo un nudo en el estómago. Me había pasado toda mi vida evitando a


los otros hombres lobo, solo para ser expuesta por un grupo de aspirantes a
hombres lobo. Los cuales evidentemente ya no eran hombres lobo. “¿Y tú? No
formas parte de alguna manada”, dije.

“Eso es diferente”, dijo él, y algo parecido al dolor cruzó su rostro.

Sabía que él no quería hablar de eso, pero si había alguna manera de evitar
ser reclutado o desalojado, necesitaba saberlo. Así que lo presioné de todos
modos. “¿Cómo es diferente?”

“Solo digamos que es una situación inusual”. Su mandíbula se endureció un


poco. “Una que no aplica en este caso”.

Eh. Así que él había dejado su manada por una situación inusual de la cual no
quería hablar. Al parecer Tom era un tipo inusual de persona, incluso para los
hombres lobo. Tenía que serlo, si la manada de Houston lo había contratado
para que viniera de Noruega, o de donde sea que haya vivido en esos días,
para hacerle frente a unos extraños hombres lobo. Lo cual era otra cosa que
me andaba preguntando. “¿Por qué te contratan?” pregunté. “Quiero decir, si
son tan grandes y poderosos, ¿por qué no le hacen frente a las cosas ellos
mismos?”

“Es más seguro para ellos”, dijo él. “No tengo que matar a los intrusos; solo
los deshago, así que es menos sucio. Con la ciencia forense, las cosas se han
complicado. Cuando ellos me llaman, normalmente no hay cadáveres. Y no
hay nada que lo conecte con la manada”.

Normalmente. Decidí no pensar mucho en eso. “Así que te contratan para que
les ayudes a mantener su secreto”, dije. Evidentemente, a la manada también
le preocupaba ser descubierta. Al igual que a mí.

El asintió con la cabeza. “Exactamente”.

“¿Por qué no pueden deshacerlos ellos mismos? ¿Por qué tienen que hacerte
venir?”

“Solo unos pocos de nosotros podemos”, dijo él. “Es un viejo conocimiento”.

Decidí hacerle una pregunta que había estado persistiendo en mí desde que
me enteré que un hombre lobo podía deshacerse. “Si puedes deshacer a los
que se hicieron”, dije, “¿puedes deshacer a uno que nació así?”

“¿Por qué preguntas?”

Tomé una respiración profunda. “No hay razón”, dije.


“Sophie”, dijo él, acercándose a mí. Aun con el calor de la noche, pude sentir
su calor; su olor era embriagante, y mi cuerpo se inclinó hacia él, como si él
fuera algo magnético o algo así.

“Ha pasado mucho tiempo desde que conocí a alguien como tú”.

Tragué saliva. “¿Qué quieres decir?”. Mi voz era ronca.

“Tú… tú eres diferente”.

Él estaba tan cerca que podía sentir el calor de su piel. “Diferente”, grazné.
“¿Eso es algo bueno?”

“Sí”, murmuró él.

De pronto, sus brazos estaban a mí alrededor, pegándome a su pecho, y


envolviéndome con su picante y forestal esencia. El mundo a mi alrededor se
deshizo hasta que no hubo nada más que Tom y yo, y un anhelo que nunca
había experimentado antes. Un anhelo que no solo era lujuria; aunque estaría
mintiendo si no dijera que ese era un gran componente; había una exactitud
sobre estar con Tom, como algo que yo siempre había sabido que estaba ahí
pero me había asustado. Algo profundo y verdadero.

Nuestras caras estaban apartadas por unas pulgadas, sus ojos dorados
brillaban con la luz de las farolas. Las palabras de mi mamá hicieron eco en
mi cabeza. Una chica podría perderse en esos ojos. “Tom…” suspiré.

“Shhh.” Él puso uno de sus callosos dedos en mis labios, trazando una curva;
podía sentir el escozor de mi piel bajo su contacto. Mis ojos trazaron sus
pómulos angulares, su sensual boca, y el brillo de sus blancos dientes. Yo lo
quería, lo quería a él por completo, con un deseo torrencial que convirtió mi
centro de metal en un líquido fundido.

Su cuerpo estaba tenso contra el mío, y podía sentir la urgencia de él. Tienes
que detener esto, me recordó mi cerebro, y luego sus labios estuvieron sobre
los míos y todo pensamiento se disipó.

Un calor líquido se disparó a través de mí mientras su lengua probaba mi


boca, y todo lo que podía pensar era más, más, más. El mundo que nos
rodeaba se disolvió y una ola de lujuria pura se estrelló contra mí como un
tsunami.

Nunca en mi vida había sentido un beso así. Ni mucho menos. El se apretó


contra mí, y me aferré a él, queriendo rasgarle la ropa, para tocar cada
centímetro de su cálida piel, para devorarlo ahí mismo en la acera.

Él es un hombre lobo. No es tuyo. Piensa en Heath.

Heath.
Con un tremendo esfuerzo, me obligué a alejarme.

Mientras me paraba en la acera, sin aliento, Tom alzó la mano para tocar mis
hombros. “Tú eres muy intrigante, Sophie Garou”, murmuró él,
manteniéndome apartada de él, estudiando mi cara.

Intrigante.

Él era mucho más interesante que el infierno para mí. Sin embargo, no podía
creer lo que estaba escuchando.

Y menos, del Dios de los nórdicos.

Miré hacia el balcón por encima del balcón de Heath y sentí un nudo apretado
en el estómago por la culpa.

Heath y yo estábamos casi comprometidos, y yo estaba afuera con un hombre


lobo a menos de diez pies de distancia de su edificio. Un hombre lobo que mi
mejor amiga pretendía.

“¿Qué hay de Lindsey?” pregunté. Y Heath, añadí silenciosamente.

Tom no dijo nada, y por un segundo, mi culpa fue sustituida por un destello
ardiente de celos.

Hubo un revuelto de alas arriba y una baja, ronca llamada. Tom se apartó,
repentinamente alerta, como si estuviera escuchando algo que yo no podía
oír. “Me tengo que ir ahora”, dijo él.

Mi estómago se tambaleó, y tomé una profunda, temblorosa respiración,


tratando de recuperar el control de mi renegado cuerpo. Tras dejarlo era
como si me hubieran arrancado algún miembro. Como si fuera menos de lo
que era.

Pero Tom era un hombre lobo, me recordé a mí misma. Un hombre lobo


increíblemente caliente y el besador más asombroso que había visto en mi
vida. Pero no era exactamente el compañero ideal. Solo habíamos tenido un
momento increíblemente íntimo, y él ya estaba en la puerta.

No importaba el hecho de que él estaba saliendo con Lindsey. Y yo no era


exactamente soltera.

“Regresaré cuando pueda”, dijo él, y mi estómago volvió a sacudirse. Él


realmente se estaba yendo por ahora. “Ten cuidado, Sophie". Él apartó un
mechón de pelo de mis ojos. “Y si la manada se acerca a ti, sé cordial”.

“¿Cordial?”
El me sonrió. “Bueno, intenta no molestarlos”, dijo él, y entonces se inclinó
para un último beso que me volvió a sacar de la acera. Me agarré a él, como si
de alguna forma pudiera retenerlo conmigo.

“¿Tienes que irte?” Me quedé sin aliento cuando me soltó.

“Por ahora”, dijo él. Un momento después, mientras trataba de controlar mis
emociones, él paso la pierna sobre su Harley en un movimiento fluido. Sus
ojos dorados seguían mirándome, el quitó el pie de apoyo, aceleró el motor, y
me dio una última sonrisa. Luego, un momento después, las luces traseras de
su motocicleta desaparecieron en la noche; el cuervo era una sombra en la
oscuridad que pasó sobre mí.

Me quedé parada en la acera por un largo tiempo, mirando la parpadeante


señal de la tienda de 24 horas en la oscuridad, tratando de sacarlo de mi
cabeza. ¿Qué tenía Tom que me hacía perder la razón?

¿Era porque él era un hombre lobo?

Y si era así, ¿todos los hombres lobo nacidos iban a tener ese efecto en mí?

Di otro suspiro profundo, respirando dolorosamente, tratando de volver a


ordenar mis pensamientos. Tom podía deshacer a los hombres lobo, también
era un gran besador. Pero no había forma de que alguna vez pudiera haber
algo entre nosotros, así que lo mejor era no pensar en ello. A pesar de que
todavía podía olerlo en mí. Y Dios, él olía bien.

Al empujar las puertas giratorias del vestíbulo con aire acondicionado del
edificio de Heath, dejando la oscura noche atrás, las palabras de Tom
volvieron a flotar en mi mente. La manada se enterará de ti. Si todavía no lo
han hecho. Desterré el miedo de mi estómago y apreté el botón de arriba del
ascensor. No había ninguna razón para suponer que cualquiera de los ex
hombres lobo y Tom sabían mi secreto. Quiero decir, la manada de Houston
había contratado a Tom para rebajar a la manada, por el amor a Dios. Así que
pensé que era bastante seguro que Flaco, Apestoso y Sedoso no hubieran
pasado mucho tiempo con la manada de Houston, compartiendo filetes e
intercambiando chismes.

Cuando me acerqué de nuevo a la habitación de Heath unos minutos después,


me sentía un poco más normal. El hombre lobo era una parte de mí, una parte
que Tom había molestado pero era solo una parte. Y ahora que Tom se iba,
esa parte podría volver a estar inactiva.

Me quedé mirando a Heath, su rostro fuerte, el lento ascenso y caída de su


musculoso pecho. Entonces me volví a deslizar bajo las mantas y me
acurruqué con él, respirando su reconfortante olor a humano. Mi cuerpo se
relajo en él, y pensé: "aquí es donde yo pertenezco". Mi futuro estaba con mi
lado humano, con Heath, con mi carrera en Withers y jóvenes, finalmente con
la familia que Heath y yo tendríamos juntos.
Por supuesto, no estaba muy segura de cómo darle la noticia de mis
tendencias sobrenaturales, pero sabía que iba a llegar a algo. Después de
todo, a la revelación de que mi mamá era una bruja psíquica la había llevado
muy bien. Y nuestros hijos solo serían un cuarto de hombre lobo, así que las
probabilidades eran buenas, ellos serían completamente humanos o al menos
más resistentes al impulso de la luna llena.

Aún tenía que encontrar la forma para que Lindsey rompiera con su caliente
vikingo hombre lobo, pero si el comportamiento de mi papá era algo habitual,
Tom probablemente no volvería a pasar por la ciudad, de todos modos.
Además, con el registro de records de citas de Lindsey, Tom ya estaba a
medio camino de ser noticia de ayer.

Heath se agitó en el sueño, y besé su cálida mejilla. Sea lo que sea que haya
pasado con la manada de Houston, estaba decidida a no dejar que se
interpusiera en mi camino. Y a pesar de la advertencia de Tom, siempre había
una posibilidad de que la manada de Houston ni siquiera supiera de mí. Tom.
¿Alguna vez lo volvería a ver? ¿O él solo estaba de paso? Ahora que su olor se
desvanecía, él parecía menos real.

Al igual que el mundo entero de hombres lobo.

Me arropé con las cobijas y besé la mejilla de Heath por última vez, luego
cogí el amuleto del lobo que estaba alrededor de mi cuello, encontrando
comodidad en la suave bolsa de cuero. Manada de Houston o no manada de
Houston, estaba segura de que encontraría una manera de continuar mi vida
normal en Austin.

O por lo menos eso esperaba.

Fin
Agradecimientos
 BLOG “THE DARK ALIANCE”
 http://the-dark-aliance.blogspot.com

 FORO LOS ANGELES DE LOS LIBROS


 http://uncielodelibros.foroactivo.com

 TRADUCTORES
 Bellatrix
 Kat
 Sweet Angel

 CORRECTORES
 Laqua
 Sweet Angel

 RECOLECCION Y FORMATO EN GENERAL


 Sweet Angel

RESPETA LOS CREDITOS, SI DESEAS PONER ESTE DOCUMENTO EN TU FORO O


BLOG, NO OLVIDES PONER LOS CREDITOS: LA PAGINA Y LAS PERSONAS QUE LO
TRADUJERON.
SI DESEAS QUE TE RESPETEN, ¡RESPETANOS!

Vous aimerez peut-être aussi