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LA MORAL CRISTIANA

COMO SEGUIMENTO
DE JESUCRISTO

Cristina Peña Serrano y Marta Gutiérrez Díaz


Primero de Bachillerato Ciencias

Índice
Página
- Introducción.................................................................................... 3
1. Fuentes de la moral cristiana ......................................................... 5
a) Sagradas Escrituras.......................................................... 5
b) Tradición........................................................................... 6
c) Magisterio de la Iglesia..................................................... 6
2. El cristianismo es el seguimiento de una persona.......................... 7
• Cristo, Persona viva................................................................. 7
• Cristo, razón de nuestra existencia......................................... 7
• Medios que nos propone Cristo................................................ 8
3. Las Bienaventuranzas, autorretrato de Dios..................................10
4. Las Bienaventuranzas, autorretrato de los santos
• Los santos
• La criatura más parecida a Dios: La Virgen Maria
5. Conclusión

2
Introducción
Moral procede del latín ′ morālis′ y significa ′ Ciencia que trata
del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o
malicia.′
Cristiana proviene del latín ′ christiānus′ y tiene por significado
′ Perteneciente o relativo a la religión de Cristo. Que profesa la fe de
Cristo.′ 1
Por tanto, la moral cristiana, es el obrar conforme a la fe en
Cristo.
Para hablar de ella, nos referiremos a sus fuentes, y
relacionaremos cada una de las Bienaventuranzas con diferentes
momentos de la vida de Jesucristo. Usaremos también las
Bienaventuranzas para relacionarlas con aquellos que acogieron la
moral cristiana hasta sus más altas cimas: los santos.

1
Bibliografía: Diccionario RAE (21º EDICION)

3
En todo momento iremos acompañados del Magisterio de la
Iglesia, con textos relacionados con el contenido de nuestro tema,
puesto que el Magisterio es fundamental para un cristiano.
Nuestro trabajo va está formulado para nuestra formación
como católicos, pero también, como un conjunto de enseñanzas para
nuestra vida por las cuales alcanzaremos la santidad.

1. Fuentes de la moral cristiana.


Las fuentes de la moral cristiana son principalmente tres: la
judía, la romana y la cristiana. Dentro de ésta, se encuentran las
Sagradas Escrituras, es decir, Antiguo y Nuevo Testamento; la Tradición
Divina y el Magisterio de la Iglesia. Todas ellas tienen su base en la
Revelación que Dios ha hecho de Sí mismo en la Persona de Jesucristo.
Como ya hemos citado antes, las fuentes cristianas se basan
en las Sagradas Escrituras (principalmente en los Evangelios), en la
Tradición y en el Magisterio de la Iglesia.
a) Las Sagradas Escrituras es la Palabra de Dios escrita en los libros
sagrados que componen la Biblia. La Biblia, a su vez está dividida
en dos partes:
- En el Antiguo Testamento se recogen la historia y
tradiciones del pueblo de Israel, el pueblo elegido por Dios
hasta el nacimiento de Jesucristo. Todo el Antiguo
Testamento es un preludio de lo que sucederá en el nuevo.
En Él se nos revela a Dios Padre como Creador y Padre de
todas las criaturas, que cuida amorosamente de todo lo
creado.
- En el Nuevo Testamento: En los Evangelios está contenida
toda la Revelación. “El misterio de la Encarnación del Hijo
de Dios y el de la Redención por Él llevada a cabo para
todas las criaturas constituyen el mensaje central de
nuestra fe”2. Basándonos en esta afirmación de Benedicto
XVI, el centro de nuestra fe está en el Evangelio. En Él,

2
Mensaje de la JMJ 2000

4
Jesucristo, se revela a sí mismo como Dios y da a conocer al
Padre y al Espíritu.
b) La Tradición. Explicaremos con palabras de nuestro Papa actual lo
que significa la Tradición: “La Tradición apostólica de la Iglesia
consiste en la transmisión de los bienes de la salvación. La
Tradición se llama así porque surgió del testimonio de los
Apóstoles y de la comunidad de los discípulos en el tiempo de los
orígenes, fue recogida por inspiración del Espíritu Santo en los
escritos del Nuevo Testamento y en la vida sacramental y de fe, y
a ella —a esta Tradición, que es toda la realidad siempre actual
del don de Jesús— la Iglesia hace referencia continuamente como
a su fundamento y a su norma a través de la sucesión
ininterrumpida del ministerio apostólico.”3
c) Por último, el Magisterio de la Iglesia Etimológicamente, la palabra
magisterio proviene del latín, magister, “el que es más”, maestro.
El maestro es el que enseña a sus discípulos, porque es más que
éstos.
El Magisterio es la autoridad de la Iglesia, investida a los
obispos, como sucesores de los Apóstoles, para enseñar la fe en
comunión con el Sumo Pontífice, sucesor de Pedro, Vicario de
Cristo y cabeza del colegio episcopal. El Magisterio incluye la
enseñanza de la doctrina, la moral y las costumbres. Se encarga
de enseñar a los fieles mediante cartas apostólicas, encíclicas…
El magisterio de los pastores de la Iglesia en materia moral se
ejerce ordinariamente en la catequesis y en la predicación, con la
ayuda de las obras de los teólogos y de los autores espirituales.
Así se ha transmitido de generación en generación, bajo la
dirección y vigilancia de los pastores, el “depósito” de la moral
cristiana, compuesto de un conjunto característico de normas, de
mandamientos y de virtudes que proceden de la fe en Cristo y
están vivificados por la caridad. Esta catequesis ha tomado
tradicionalmente como base, junto al Credo y el Padre Nuestro, el

3
Benedicto XVI, Audiencia General del 26 de abril de 2006

5
Decálogo que enuncia los principios de la vida moral válidos para
todos los hombres.4

4
CEC núm. 2033

6
2.- Cristianismo, seguimiento de una Persona

El cristianismo consiste en el seguimiento de Jesucristo, que es


una Persona, una persona que es a la vez Dios, un misterio que nuestra
razón no puede llegar a comprender. Por lo tanto si es Dios y persona a
la vez, es una persona viva, en la que muchas personas encontramos la
razón de nuestra existencia, y a quien llegamos utilizando los medios
que Él mismo nos ha propuesto.

2.1 Cristo, Persona viva


Jesucristo, antes de sufrir su Pasión salvadora, no quiso
abandonar a los hombres en la tierra, por lo que decidió quedarse en la
Eucaristía. En la Eucaristía se encuentra encerrado un misterio de amor
por parte de Cristo inexplicable, por lo que dice San León Magno que “lo
que era visible en nuestro Salvador ha pasado a sus sacramentos”
“Lo que caracteriza la fe cristiana, a diferencia de todas las
otras religiones, es la certeza de que el hombre Jesús de Nazaret es el
Hijo de Dios, la Palabra hecha carne, la segunda Persona de la Trinidad
que ha venido al mundo (…) Dios, el invisible, está vivo y presente en
Jesús, el hijo de María, la Theotokos, la Madre de Dios. Jesús de Nazaret
es Dios-con-nosotros, el Emmanuel: quien le conoce, conoce a Dios;
quien le ve, ve a Dios, quien le sigue, sigue a Dios, quien se une a Él
está unido a Dios”5 Estas palabras de Juan Pablo II, resumen la fe
cristiana, como una relación de tú a Tú, con Aquel que nos ha creado.
Esa es la esencia de nuestra fe. La fe cristiana no se basa, no puede
basarse en el seguimiento de un hombre que ya murió. Cristo
resucitado, vivo, es la clave del cristianismo. Si al contemplar a Cristo
nos quedamos en su muerte y no trascendemos, no vamos más allá,
perdemos lo más importante de nuestra fe. Cristo con su resurrección
vence al pecado y a la muerte, abriéndonos las puertas de la Vida
Eterna, para que no muramos, sino que vivamos en Él.

5
Mensaje JMJ 2000 (2)

7
2.2 Cristo, razón de nuestra existencia.
“La verdadera plenitud de la vida se encuentra sólo en Cristo,
muerto y resucitado por nosotros. Solamente Cristo puede llenar, hasta
el fondo, el espacio del corazón humano. Sólo Él da el valor y la alegría
de vivir, y esto, a pesar de los limites u obstáculos externos. (…)
(…) Pero no es suficiente descubrirlo una sola vez. Cada vez
que se descubre, se recibe un llamamiento a buscarle más aún y a
conocerle mejor a través de la oración, la participación de los
sacramentos…”6 Estas palabras del venerable Juan Pablo II en el
Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud de 1989, unidas a las de
su sucesor, Benedicto XVII, “La fe cristiana no es sólo creer en la
verdad, sino sobre todo una relación personal con Jesucristo”7 son el día
a día de muchísimos cristianos. Cuando verdaderamente se encuentra a
Cristo, en su Iglesia, no se puede sino abandonar todo para seguirle. Un
encuentro con Cristo cambia la vida. Los santos tuvieron ese encuentro
con Cristo, algunos muy pronto, otros después; pero todos respondieron
a su llamada. La llamada de Cristo es para todos. Cristo nos pide a todos
los cristianos la santidad: cada cual por su camino: sacerdocio, misión,
matrimonio cristiano, vocación religiosa… siguiendo el camino que
Cristo nos muestra, llegaremos a la Patria Celestial. Sin ese encuentro
con Jesucristo el hombre no encuentra la felicidad.

2.3Medios que nos propone Cristo


“El hombre alcanza la bienaventuranza en virtud de la gracia
de Cristo, que lo hace partícipe de la vida divina. En el Evangelio, Cristo
señala a los suyos el camino que lleva a la felicidad sin fin: las
bienaventuranzas. La gracia de Cristo obra en todo hombre que,
siguiendo la recta conciencia busca y ama la verdad y el bien, y evita el
mal”8
Los medios que nos propone Cristo son para todos los hombres
iguales: son la fe, la oración y los sacramentos.

6
Mensaje JMJ 1989 (1)
7
Mensaje JMJ 2011 (2)
8
Compendio CEC num. 359

8
Le fe se define como un don de Dios, y a la vez un acto
humano, consciente y libre, que la Iglesia como madre de los creyentes
engendra y alimenta. La fe se define también como una virtud
sobrenatural por la que creemos firmemente lo que Dios nos ha
revelado y la Iglesia nos enseña. Eso sí, ya desde los comienzos del
cristianismo, el apóstol Santiago nos advierte de que la fe por sí sola no
basta para salvarse, en su epístola nos dice “Como el cuerpo sin el
aliento está muerto, así está muerta la fe sin obras.” (St 2, 26)

Refiriéndonos a la oración, en el Catecismo de la Iglesia


Católica encontramos cuatro definiciones de oración.

 La oración es la elevación del espíritu hacia Dios (2098).

 “La oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada


lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto
desde dentro de la prueba, como desde dentro de la alegría.”
(Santa Teresita del Niño Jesús)

 “La elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes


convenientes”. (San Juan Damasceno)

 La oración es un don de Dios, es alianza y es comunión. Es un


don porque el deseo de orar viene de Él. Es el encuentro de la
sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de que el
hombre tenga sed de Él. (2560).

Y verdaderamente, el hombre no puede vivir sin oración, dice


Santa Teresa de Jesús que la oración “No es otra cosa oración mental,
sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con
quien sabemos nos ama”. Como antes hemos dicho, Cristo está vivo y
es la razón de nuestra existencia, por lo que no podemos tratarlo como
alguien que está muerto. Quizá nunca en la oración veamos a Dios tal
cual es, pero sentiremos su presencia. Los santos fueron almas de
oración y así llegaron a conquistar el Corazón de Cristo. Así nosotros

9
también podemos conquistarle acudiendo a Él a diario, y
conquistaremos con ello el Cielo.

Otro medio que nos propone Cristo son los Sacramentos. El


Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica los define como “signos
sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la
Iglesia, a través de los cuales se nos otorga la vida divina. Son siete:
Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos,
Orden y Matrimonio.” (225) Y después de esto cabe preguntarse, ¿pero
son eficaces los Sacramentos? Bien, pues el Compendio en su número
229 nos lo explica diciendo “Los Sacramentos son eficaces porque es
Cristo quien actúa en ellos y quien da la gracia que significan,
independientemente de la santidad personal del ministro. Sin embargo,
los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones
del que los recibe.”
Pero es más, además de ser eficaces, son imprescindibles para
la salvacion, puesto que “aunque no todos se den a cada uno de los
fieles, son necesarios, porque otorgan la gracia sacramental, el perdón
de los pecados, la adopción como hijos de Dios, la configuración con
Cristo Señor y la pertenencia a la Iglesia.”
En resumen, como medios que nos propone Jesucristo para
nuestra santificación, están la fe, que debe de ser acompañada de las
obras; la oración, que es un acompañar a Cristo diario, y los
Sacramentos, que suponen recibir la gracia de Cristo.
3. Las Bienaventuranzas, autorretrato de Dios

“Las Bienaventuranzas son el centro de la predicación de


Jesús; recogen y perfeccionan las promesas de Dios, hechas a partir de
Abraham. Dibujan el rostro mismo de Jesús, y trazan la auténtica vida
cristiana, desvelando al hombre el fin último de sus actos, la
bienaventuranza eterna”9
Dios es un ser infinitamente perfecto; bueno, sabio, poderoso y
eterno, el principio y el fin de todas las cosas, según el Catecismo. Pero
9
Compendio CEC núm. 360

10
ese mismo Dios tomó carne, es decir, tuvo una vida mortal como
nosotros, y nos dio una serie de pautas para alcanzar la vida eterna.
Estas pautas se resumen en la Imitación de su Persona teniendo como
ejemplo las Bienaventuranzas.
“Bienaventurados los pobres en el espíritu porque de ellos es el
Reino de los Cielos”
El pobre de espíritu es el que está completamente abierto a la
acción de Dios. En la vida de Cristo se manifiesta su pobreza de espíritu
en Getsemaní: Se adelantó un poco y, postrado rostro en tierra, oró así:
-Padre, si es posible, que se aparte de mí esta copa. Pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya. (Mt 26, 39)
Aunque Cristo sabe que la Pasión le va a costar, es mayor la
sumisión que tiene a Dios Padre, ofreciéndose a Él para redimir a los
hombres.
“Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra”
La mansedad de Cristo puede ser observada durante los
treinta años que duró su vida oculta. Estos treinta años, fueron
únicamente de sumisión a sus padres, sin que el propio Evangelio dijera
de este periodo de su vida que “Jesús crecía en estatura y gracia ante
Dios y los hombres” (Lc 2, 52) Más tarde, Cristo mismo se pondría como
ejemplo diciendo “aprended de Mí, que soy manso y humilde de
corazón” (Mt 11, 29)
“Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados”
Jesús viene a la Tierra para llevar a todos los hombres al Cielo,
y al ver la negativa de los hombres ante su intención, llora al ver a
Jerusalén separarse de su voluntad: “¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata
a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuantas veces he
querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las
alas, y no habéis querido! (Mt 23, 37)

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,


porque ellos serán saciados.”

11
La justicia puede salir a la luz en la vida en Cristo
especialmente cuando devuelve a su Padre el templo, expulsando a los
mercaderes que habían hecho de él un lugar de estafa y trapicheo. “Se
hizo un látigo de cuerdas y expulsó a todos del templo, ovejas y bueyes;
esparció las monedas de los cambistas y volcó las mesas; a los que
vendían palomas les dijo:-Quitad eso de aquí y no convirtáis la casa de
mi Padre en un mercado”. (Jn 2, 15-16)
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia.”
Jesús en sus predicaciones frecuentemente hablaba de esta
virtud. De hecho, San Lucas en su Evangelio, tiene una parte llamada
las parábolas de la misericordia. Pero Cristo demostró su misericordia
en el episodio de la adultera, que la libró del castigo de la ley y de sus
pecados: “Jesús se incorporó y le dijo: ---Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te
ha condenado?[11]Ella contestó: ---Nadie, señor. Jesús le dijo:
---Tampoco yo te condeno. Ve y en adelante no peques más.” (Jn 8, 10-
11)
“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a
Dios”
El limpio de corazón es aquél que solo busca en su vida la
voluntad de Dios, Jesús propuso un modelo, los niños, por su inocencia y
capacidad de abandono en brazos de su Padre. “Le traían niños para
que los tocara, y los discípulos los reprendían. Jesús, al verlo, se enfadó
y dijo: -Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis, porque
el reino de Dios pertenece a los que son como ellos.”(Mc 10, 13-14)

“Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados


hijos de Dios”

Dios se define a sí mismo como “príncipe de la Paz” (Is, 9,5),


pero Cristo corrobora esta definición cada vez que, después de la
Resurrección, saluda a sus discípulos diciendo “la paz os dejo, mi paz os
doy” (Jn 14, 27)

12
“Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la
justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos”.
Esta bienaventuranza está íntimamente ligada con la persona de Cristo,
pues su Pasión redentora fue a causa de la persecución que los
romanos, fariseos y demás enemigos desataron contra Él, que fue
vendido por uno de sus apóstoles por treinta monedas de plata.

13
4. Las Bienaventuranzas, autorretrato de los santos.
Los santos son hombres que han seguido la moral propuesta
por Jesucristo hasta llegar a su imitación en grado heroico. Todo santo
se caracteriza por la imitación de Cristo en una o varias de sus virtudes,
de manera que aplicaremos las bienaventuranzas a distintos santos
para clarificar su semejanza a la Persona de Cristo.

“Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el


reino de los cielos” Con esta bienaventuranza proponemos los
ejemplos de San Francisco de Asís y Santa Teresita del Niño Jesús. San
Francisco de Asís es un santo italiano del siglo XI hijo de un rico
mercader. En su juventud decidió imitar a Cristo pobre, apartándose del
mundo para dedicarse a la oración. Fundó los franciscanos y con su
ejemplo arrastró a otros santos como santa Clara de Asís. Santa Teresita
del Niño Jesús es una santa francesa del siglo (XIX) que habiendo
entrado con quince años en el convento de Carmelitas de Lisieux, llegó
a ser patrona de las misiones por medio de la oración y la mortificación.
“Los pobres de espíritu son aquellos que están más abiertos a
Dios y a las "maravillas de Dios" (Act 2, 11). Pobres, porque están
prontos a aceptar siempre ese don de lo alto, que proviene del mismo
Dios. Pobres de espíritu, los que viven conscientes de haber recibido
todo de las manos de Dios como un don gratuito y que dan valor a cada
bien recibido. Constantemente agradecidos, repiten sin cesar: "¡Todo es
gracia!"10

“Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra”


En esta bienaventuranza encuadramos a Santa Juana de
Lestonnac y a San Juan de Ávila. Santa Juana de Lestonnac es una santa
francesa del siglo XVII, que dedicó su vida a la educación de las niñas.
Destaca su mansedad desde su niñez, cuando su madre la obligaba a
asistir a reuniones calvinistas, en su juventud, cuando le fue denegada
su entrada al convento y durante toda su vida al obedecer las ordenes

10
Discurso de Juan Pablo II en su visita a Río de Janeiro en 1980.

14
de sus superiores. San Juan de Ávila es conocido por “el apóstol de
Andalucía”.
(EXPLICACION)

“Es manso aquel que vive en Dios. No se trata de cobardía, sino del auténtico
valor espiritual de quien sabe enfrentarse al mundo hostil no con ira, no con violencia,
sino con benignidad y amabilidad; venciendo el mal con el bien, buscando lo que une y no
lo que divide, lo positivo y no lo negativo, para «poseer así la tierra» y construir en ella la
«civilización del amor». He aquí una tarea entusiasmante para vosotros”. 11

“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán


consolados”
Santa Mónica y San Patricio. (EXPLICACION)

“Los jóvenes, poniendo en juego su generosidad, no han de tener nunca miedo


al sufrimiento visto a la luz de las bienaventuranzas. Han de estar siempre cerca de los
que sufren y han de saber descubrir en las propias aflicciones y en las de los hermanos el
valor salvífico del dolor, la fuerza evangelizadora de todo sufrimiento.”12

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,


porque ellos serán saciados”

Un ejemplo de esta bienaventuranza es el Papa Benedicto IV


(900-903), que en medio de la universal corrupción supo conservar la
Santa Sede en su integridad. Entre tantos odios buscó el camino de la
justicia. También podemos señalar a Sergio III Papa. Hizo reconstruir la
Basílica de San Juan en Laterano destruida por un incendio. Reivindicó y
defendió los derechos de la Iglesia contra los feudatarios
(EXPLICACION).

“El cristiano auténtico ha de asumir responsablemente las exigencias sociales


que nacen de su fe. La visión del mundo y de la vida que nos da el Evangelio y que nos
11
Juan Pablo II, homilía en el hipódromo de Monterrico en su viaje Apostólico a Venezuela, Ecuador, Perú y
Trinidad y Tobago.
12
Juan Pablo II, homilía en el hipódromo de Monterrico en su viaje Apostólico a Venezuela, Ecuador, Perú y
Trinidad y Tobago.

15
explica la doctrina social católica, impulsa ala acción constructiva mucho más que
cualquier ideología, por muy atrayente que parezca.”13

“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzaran


misericordia”
San Maximiliano Kolbe y la madre Teresa de Calcuta.
(EXPLICACION)
“A través de este amor misericordioso, el hombre es llamado a vencer el mal y
el pecado en sí mismo y en relación con los otros: "Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia" (Mt 5, 7). "La prueba de que Dios nos ama es que
Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros", escribía San Pablo (Rom
5, 8).”14

“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a


Dios”.
Santa Maria Goretti y los pastorcillos de Fátima
(EXPLICACION)
“Cristo proclama bienaventurados a los que no se contentan
con la pureza exterior o ritual, sino que buscan la absoluta rectitud
interior que excluye toda mentira y toda doblez”15

“Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados


hijos de Dios”
Pío XII y Juan Pablo II
(EXPLICACION)
“Cada laico debe ser ante el mundo un testigo de la
resurrección y de la vida del Señor Jesús y una señal del Dios vivo.
Todos juntos y cada uno de por sí deben alimentar al mundo con frutos
espirituales y difundir en él el espíritu de que están animados aquellos
pobres, mansos y pacíficos, a quienes el Señor en el evangelio proclamó

13
Juan Pablo II, homilía en el hipódromo de Monterrico en su viaje Apostólico a Venezuela, Ecuador, Perú y
Trinidad y Tobago.
14
Juan Pablo II, Audiencia general del 7 de septiembre del 1988.
15
Juan Pablo II, Homilía del 1 de Noviembre de 2000, solemnidad de todos los santos y 50 aniversario de la
definición dogmática de la Asunción.

16
bienaventurados. En una palabra, "lo que el alma es en el cuerpo, esto
han de ser los cristianos en el mundo"”

“Bienaventurados los que padecen por causa de la justicia,


porque de ellos es el reino de los cielos”.
En la Historia de la Iglesia, ha habido muchos santos a los que
Cristo les marcó un camino especial por medio del martirio. Dos
ejemplos de mártires son Santo Tomas Toán, que fue repetidamente
torturado para conseguir su apostasía. Se mantuvo firme y confesó la
fe. Llevado a la cárcel y abandonado en ella, murió de miseria, sed y
hambre. Otro mártir es San Pedro, el primer Papa que murió mártir,
según la tradición, crucificado, pero al no considerarse digno de una
muerte como la de su Señor, murió crucificado cabeza abajo por
mandato del emperador Nerón.
“Un creyente «sufre por causa de la justicia» cuando, por su
fidelidad a Dios, experimenta humillaciones, ultrajes y burlas en su
ambiente, y es incomprendido incluso por sus seres queridos; cuando se
expone a ser contrastado, corre el riesgo de ser impopular y afronta
otras consecuencias desagradables. Sin embargo, está dispuesto
siempre a cualquier sacrificio, porque «hay que obedecer a Dios antes
que a los hombres» (Hch 5, 29).”16

por encima de todos estos ejemplos se encuentra la criatura más


parecida a Dios: su Madre, la Virgen María. Partiendo de la base de que
es la Inmaculada concepción sin mancha de pecado original, todas y
cada una de las bienaventuranzas se verifica en su vida y en su
persona. (EXPLICACION)
(TEXTO PAPAL)

16
Juan Pablo II, Homilía del 7 de junio de 1999 en Bydgoszcz.

17
CONCLUSION

¿Pero hoy es posible ser santos? Si solo se contase con las fuerzas
humanas, tal empresa seria sin duda, imposible. De hecho, conocéis
bien vuestros éxitos y vuestros fracasos; sabeos que cargas pesan
sobre el hombre, cuantos peligros lo amenazan y que consecuencias
tienen sus pecados. Tal vez se puede tener la tentación del abandono y
llegar a pensar que no es posible cambiar nada, ni en el mundo ni en sí
mismos. Aunque el camino es duro, todo lo podemos en Aquél que es
nuestro Redentor. Nos os dirijáis a otro sino a Jesús. No busquéis en otro
sitio lo que sólo él puede daros, porque “No hay bajo el cielo otro
nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos”
(a.C. 4, 12). Con Cristo, la santidad –proyecto divino para cada
bautizado- es posible. Contad con Él, creced en la fuerza invencible del
Evangelio y poned la fe como fundamento de vuestra esperanza17

17
Mensaje JMJ 2000

18
BIBLIOGRAFÍA
1. Libros
• Catecismo de la Iglesia Católica,
• Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica Libreria Editrice
Vaticana, 2005
• Tales Herrandis, Juan Andrés: La familia en el Magisterio de la
Iglesia, Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre
matrimonio y familia, Segorbe, 2008.

19

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