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COLONIALES

MOTIVOS

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SAN FRANCISCO DE LA PAZ
UN CAPITULO DEL LIBRO “MOTIVOS COLONIALES”

Por EMILIO VILLANUEVA P.


Ilustraciones del artista italiano
Emilio Amoretti
No podríamos decir fruto de qué artífice es este templo, ni qué circunvecino, si la barroca fantasía de sus entrepaños, la talla
influencias individuales filtráronse en el numen que dio vida y de sus columnas cosmatescas, el arco trilobulado de su
severa prestancia a su arquitectura. No fueron ciertamente el puerta axial, y hasta la desnuda torre con que un tardío reparo
gusto atildado de Juan de Mora o Alonso Carbonell, ni la ha desequilibrado su contorno, no asumiesen a primera vista
ostentación decorativa de Miguel Zumárraga o de Tomé, los rasgos de una fisonomía preeminente, noble y provecta.
tampoco la severidad clasicista de Fray Ascondo y de Fray Situada en ángulo de una irregular plazuela, que es verdadero
Lorenzo de San Nicolás, que vivieron con la espina nostálgica zoco a donde converge el ajetreo de buhoneros y traficantes al
de la aspereza herreriana, los que alentaron el juicio y por menor, la dignidad de sus formas reñiríase con la
acicatearon la inspiración del anónimo artista. A la verdad, que mezquindad del barrio que la circunda, si no la precediera un
sólo cabe pensar que lo que dio vuelo a la capacidad creadora extenso atrium. Dijérase que así se aparta del innoble medio
de éste, fue lo mismo que impulso a tantos como él, urbano con alcurniano miramiento, y a las veces, que la
desconocidos autores de templos y cenobios: la llama de sonoridad grave y recóndita, de vibración profunda, de sus
acendrada fe mística y el arrebato de una sincera y profunda campanas, asumiera el místico predicamento de otros
vocación. tiempos para imponer silencio y recato al tráfago ruidoso de
los aledaños mercachifles.
Típica y arcaica, con ese tono bistre que adquieren las fábricas
seculares, esta iglesia muéstrasenos como un ejemplar No han presidido en ella la gallardía y las delicadas
peregrino de arte colonial. No hubiéramos detenido en ella preocupaciones que aparejaron fina molduración y tallas

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nuestra observación por el sólo talante del paisaje ponderadas en sus congéneros de la ciudad de los Reyes,
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donde el estilo no se detiene, dócil, a expresar la propia “paternal” férula y virreinal del inflexible Almendáriz, no eran
peculiaridad de la comarca, sino que se encamina hacia la auspiciosos campos donde pudieran madurar las mieses de
tutela de la Metrópoli y trata de hacer un trasunto fiel de todos artísticos refinamientos ni aparecer prestantes arquitecturas.
los primores que el campeante barroco de Alonso Cano hacía
florecer en la Clérica de Salamanca o en San Isidoro el Real de Sólo el misticismo conventual y misionero, en su infatigable
Madrid. Tampoco tiene la atildadura clásica y el ritmo de cruzada evangélica, era capaz de trasfundir fuerza, entusiasmo
ordenada distribución que en la Catedral de Méjico nos dicen y ayuda al genio creador de peregrinos artífices entre
cuán hábiles copistas fueron aquellos alarifes discípulos de beatísimos votos y poéticas geometrías—; sólo el misticismo
Herrera y cuán persistente afección guardaban al arte conventual y misionero, poderoso entonces, podía alentar la
escurialense de allende los mares. Es una iglesia sencilla, erección de ornamentadas canterías. Pero no fuera capaz de
austera, fosca, donde han hecho obra común el primer gran llevar a término esta obra, íntegramente ejecutada de labrada
principio, que es la Verdad, y la primera gran cualidad, que es arenisca desde los sillares de podios hasta las dovelas
el vigor. anulares que cierran el primoroso dombo del crucero, el solo
esfuerzo de la orden franciscana, aun cuando ésta, inspirada
De aquí que San Francisco sea de una individualidad única. Es en milagrosas leyendas, donde la fe allana lo insuperable y
una especie de romance criollo donde han perdido valor familiariza con el prodigio, hiciera surgir, desde en la virreinal
prístino las voces del hispano solar, para dar sitio a las urbe hasta en la aldea del último corregimiento, iglesias y
entonaciones indias, produciendo una sola y viril modulación: capillas, con porfiado tesón e iluminado numen. Por más que
la hispano-americana; porque, magüer todas las básicas el tiempo abonanzara un tanto por virtud del crecimiento de
formas que el arte ibérico ha prendido en esta arquitectura, las minas, las siempre necesitadas arcas del convento no
hay compenetradas en ella muy revelantes influencias habríanse dado abasto para llenar en orden y en cumplido
comarcanas. tiempo las cuentas de cantería y las de tallistas y retableros.
Fue preciso que interviniese un milagro, como aquellos que
Aquel ancestral amaño de los entalladores “collas” que sirvieron para historiar las primeras piedras catedralicias del
escuadraron las dovelas horizontales de Sillustani y trabajaron siglo undécimo, o estotros que adornan el episodio de
la urdimbre afiligranada de la Puerta del Sol arrabá incásico, leyendas y consejas, para que surgiese sin impedimentos ni
donde ha quedado eternizado el torvo Viracocha y su extraña aflicativos percances, la fábrica todo del templo y la
cohorte de pasantes antropocóndores, aquel ancestral amaño, caprichosa maraña de sus altares y púlpitos.
decimos, de los autóctonos de Tihuanacu, unido a la enjundia
del genio hispano mudéjar, salió a luz para expresar con
candor y extraña originalidad las formas romanescas de las
fábricas: bóvedas, arcos y pilares, y el barroquismo
enlaberintado de las portadas y retablos.

Alboreaba el décimo octavo siglo, no había concluido su


primer cuarto, a la época en que el rey Don Felipe V llevaba la
Metrópoli tras del tono fastuoso y absolutista de su muy
grande e ilustre tío Luis XIV recogiendo carísimos laureles en
Flandes e Italia y ahogando en sangre los ímpetus
regionalistas de Valencia y Aragón, cuando en esta América
implantábanse los primeros regalismos con que el régimen
borbónico, no contento con alcabalas, encomiendas,
almojarifazgos, estancos y el quinto cuantioso del oro y la
plata extraída de las minas, inauguraba sus nuevos sistemas
explotativos. Y aunque el fervorizante mecenismo del Marqués
de Villena llevara a implantar académicas fundaciones en la
Metrópoli y Felipe de Anjou hiciera, en la Granja y el Real
Palacio de San Ildefonso, ostentosos trasuntos versallescos,
estos corregimientos alto-peruanos, sujetos a la férrea y

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Y es así que aconteció, a decir de la tradición, que habiendo en aquella
época, entre la muy devota feligresía del convento, un minero criollo que
andaba tras de descubrir ciertos yacimientos auríferos en la cuenca del
río Orco y como quiera que no pudiese dar cima a sus proyectos con
sólo la ayuda de sus esfuerzos, hizo fervorosa manda de coadyuvar a la
construcción del templo si el santo de Asís alcanzábale de Nuestro Señor
la gracia de encontrar lo que afanosamente buscaba. Y diz que así fué, y
que en habiéndose efectuado el milagro y él entrado en posesión de muy
grandes recursos, cumplió el ofrecimiento hecho al patrono franciscano,
donando a la caja afecta a los gastos de la iglesia 600 mil pesos de a 8 de
buena ley.

Con este valioso subsidio bien pronto estuvieron los pilares, muros y
estribos a punto de recibir las bóvedas, las que fueron cerradas el año de
gracia de 1768 con gran contentamiento de alarifes y canteros, y con
inusitado júbilo del guardián misacantos y legos del convento.

Seis años tardaron en preparar los altares los maestros tallistas, y el


templo concluido interiormente, faltando a la fachada las dos torres,
recibió en 1772 la solemne consagración que entregábalo al culto, de
manos de aquel dignísimo prelado cuya memoria aún perdura: don
Gregorio Francisco de Campos, teólogo del Claustro de Oviedo, del
Consejo de su Magd., y que distinguiérase por su ferventísimo celo
evangélico y sus muy grandes virtudes.

Lástima es, y muy grande, que el frontispicio no hubiera podido ser


rematado completamente por el maestro que hizo la concepción del
conjunto arquitectónico. En el sitio que ocupa la torre desoladamente
escueta y horriblemente uniforme, fruto del arte simplista y rudimentario
de algún moderno constructor, estamos seguros que habríase levantado
un gracioso campanario, como aquellos que con sus gradaciones y
remates, recuerdan en Jaén y Zaragoza el alminar morisco; o quién sabe
el contorno de esta fachada hubiera estado flanqueado por dos
expresivas y grandiosas torres como las muy bellas del Obradoiro de
Santiago de Compostela.

La portada, como todas aquellas donde el churriguerismo ha puesto el


desenfreno decorativo iniciado por Guarini y desarrollado en España los
artistas cuyas licencias mereciérales el ser llamados “heresiarcas
salmanticenses,” es un campo de abundantes festones, donde alternan
con igual predominio las lacerías, las conchas, las hojas, las volutas y los
entrelazados.

Pero aquí el adorno no se retuerce grácil y serpenteante, como en el


Hospicio de Madrid o en la Casa del Marqués de Dos Aguas, en Valencia,
sino que adquiere una rigidez y un relieve asaz significativos, por cuanto
nos hablan de la índole de los artífices que ejecutaron la obra.

El realismo de la interpretación ibérica, propio del arte occidental, no se


expresa libre y abiertamente, está paralizado por sospechosa manía
estilizante, delatora de fuentes asiáticas, manía estilizante que a nosotros
se nos ocurre trasfundida por dos distintas modalidades: la mudéjar y la
aymara.
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Esta doble sugestión, que se insinúa


fuertemente en todo el conjunto, dando
rigidez a los perfiles, quietud y solemnidad a
los paneles, lleva el vuelo de nuestras
asociaciones hasta encontrar extrañas
coincidencias de gusto y temperamento
entre la raza americana y aquella de los
conversos que hicieron esta fábrica.
Si se examinan las formas predilectas de los
tallistas “collas,” se verá que en su
disposición y en sus relieves guardan el
mismo ritmo y la misma expresión que los
atauriques y caireles que coronan las puertas
de entrada moriscas: la misma entonación a
las tracerías profusas, el mismo amor a lo
geométrico y a la repetición.

La piedra de Viacha, de la que está hecho


todo el frontispicio, tiene una entonación que
se aviene muy bien con estas complicaciones
arquitectónicas, y que les da un aspecto de
seriedad y de vetustez muy pronunciado. El
pardo terroso y uniforme de esta arenisca,
muy lejos del tono riente de las calcáreas
blanquecinas y de la amena coloración de
los granitos feldespáticos, no es propicio
para abonar flamantes paramentos y sí para
ostentar la verdinegra pátina de venerables
fábricas.

La ordenanza exterior, hecha sobre tres líneas


axiales, correspondientes a las tres puertas,
se ve justificada cuando se penetra la parte
interna y desde el espacio cubierto por el
audaz arco escarzano del coro, se contempla
la perspectiva concertada de la nave central y
de las de deambulatorio.

La forma del plano es la basilical, sin capillas


laterales ni absidiales, con presbiterium
rectangular está inspirada, sin duda, en las
plantas coetáneas de la Península. Esta
disposición de triple nave, crucero, ábside
sencillo y cimborrio, es la de todas las
iglesias conventuales y de parroquia
esparcidas por el celo ferventísimo de
cenobios y clerecías en ciudades y villorrios
del altiplano. Pero hay en ésta algo diferente
del aspecto de todas ellas, y es el obraje de
cantería, rasgo que pone en el conjunto una
característica superior, de prestancia
genuina.
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Ya no son los entrepaños de muros
enjalbegados, iluminados con luz de
ingenuos y pretenciosos dorados, ni las
molduraciones finas y complicadas hechas
de yeso, ni las enbrolladas ordenanzas
donde arquitrabes y cornisas se quiebran y
entrelazan para formar candorosas sutilezas
de ornato, ni menos aún las muy ingenuas
imitaciones del mármol, en placas y zócalos.
Es la piedra en toda su pureza de sinceridad
constructiva, mostrando en las faces del
sillar, del salmerón, de la dovela, la estática
cumplida de la obra, la índole homogénea
del conjunto, su legitimidad, su carácter
fuerte, resistente y duradero. No fue, en el
numen del franciscano artífice que ordenó
esta estructura, divisa directora y pauta
ejemplar la gracia complicada y la atildada
delicadeza del churriguerismo, que puso en
la Cartuja de Granada y en la iglesia de los
Santos Juanes, en Valencia, hermanados
brotes de los sutiles florilegios de Góngora,
sino la austeridad que expresó Simón
Rodríguez en San Francisco de Santiago de
Compostela, o la de aquellos templos de
más reculada época, en que la sobriedad
cristiana recién salida de las Catacumbas, sinceridad constructiva; sinceridad constructiva, reflejo del cristiano amor a la
buscaba el tono sencillo y recatado que se verdad, que deja que se acusen los defectos y errores, antes de incurrir en la
ven aún en las románicas estructuras de San mentira de aparentes revestimientos! Dichos lunetos dejan penetrar una luz asaz
Esteban de Nevers o Nótre Dame la Grande escasa y difusa, no tanto por la limitación del vano como por la calidad de la
de Poitiers. ventana, donde el nunca bien ponderado purismo arquitectónico del constructor,
ávido de adaptar las formas a la calidad de los materiales del país, ha despreciado
La nave principal está cubierta por una el vidrio y ha reemplazado por dallas monolíticas de alabastro extraído de canteras
bóveda de cañon dividida en tramos por comarcanas. Ese alabastro llamado “berenguela”, de reflejos opalinos y color
arcos torales que corresponden a los pilares. marfileño, se aviene con propiedad admirable a la franciscana sobriedad de los
En el intradós de estos arcos, al igual que en paramentos pétreos.
la bóveda misma, hay placas festoneadas a
manera de exornación que recuerdan Malgrado la amortiguada claridad que traslucen, estas alabastrinas dallas, que
tímidamente los casetones del estilo romano guardan el mismo ritmo de severidad penitente del interior de la iglesia, se nos
pero que también podrían resumir otras muestran con bastante propiedad, pues están allá con la misma armonía con que
reminiscencias, donde bien pudieran estar se complementan, con expresión diametralmente opuesta, la suntuosidad del
comprendidas los florones octopetálicos de gótico flamígero y la esplendidez lumínica de las vidrieras de Chartres o de
arte bizantino. Amiens.

Acometen el medio cañón lunetos circulares, Las naves colaterales, umbrosas y escuetas, son de corrección geométrica
los cuales muestran en sus artistas de encantadora. Cada uno de los tramos en que están divididas, afectan la forma
penetración pronunciadas inflexiones, que si cuadrada y están cubiertos por una bóveda vahida, la cual al penetrar en los
son muestras delatoras de cimbraje muros y arcos torales, hace ver bien aparejadas enjutas. El regular dovelado de
deficiente o de descuidada obra de mano, ellas y del casco superior del dombo, son cosas muy acabadas y que indican que
son también patentes demostraciones de quien las ejecutó fué fabricante de gran talla y hombre de mucho juicio; lo que es
digno de admiración, pues no siempre aquellos alarifes que profesaron el arte

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MOTIVOS

arquitectónico, fueron diestros y peritos en el acomodo de La esplendidez de su decoración unida a la policromía, fuerte
bóvedas y arcos, más aun si tales órganos estaban llamados a o vaga, pero siempre abundosa, con que el ingenio de
salvar grandes luces o claros. Y a esta sazón, viénesenos a la ornamentistas y pintores corona las formas gráciles y
memoria el caso que Cayetano Botari cuenta en sus atinados ostentosas de los estilos ornamentados, da la impresión de
Diálogos, de fontana el joven, a quien se le cayó la columna una fiesta lineal y cromática, del contorno variado, del tono
Antonina de Monte Citorio y que una otra vez, habiéndosele pictórico y otros cien detalles. Son los accidentes externos los
derrumbado el arco toral de una gran capilla y quitado la vida que ejercen dominio absoluto sobre nosotros. Así es el
a muchas personas dijo con flema y serenidad que esas eran espíritu decorativo que predominó, verbigracia, en aquellas
cosas del cuidado del albañil. ciudades coloniales donde hicieron brote las formas
cortesanas de la metrópoli hispana, o el modo exultante, vivaz
y expresivo de las ciudades de Andalucía. Tal pasa en las
capitales de Méjico y del Perú, cuyas matrices se visten de
muy galanos y preciados primores.

Bien se ve que San Francisco de La Paz no recibió este


género de impulsos. Su ordenanza, repetimos, es fosca y
austera como la de los templos ejecutados en el estilo
llamado “de placas”, inventado por Casas de Novoa y
desarrollado por Fray Miguel Ferro Cabeiro. Hay en sus naves
la sencillez y la grandeza de la iglesia franciscana levantada en
la capital coruñesa a la época en que reaccionábase contra el
florilegio licencioso de Churriguera y Tomé, y que había de ser
un canon de plásticas formas en que hubieron de troquelarse
muchas iglesias erigidas bajo la advocación de San Francisco
de Asís.
Formación geológica en la zona de Sopcaahi y Llojeta foto Bedregal
Ciertamente, el carácter, las cualidades, el temperamento y el
tono moral de un artífice, impregnan fuertemente el conjunto
y la esencia de su obra, y así como las creaciones extra-
ornamentadas del Churriguera expresan a las claras que
fueron profano numen y profanas manos de donde salieron,
así estas del estilo “de placas” dicen muy bien que fueron
cenobitas sus autores, aquellos Fray Samos, Fray Ferro, Fray
Castro, Fray Fontecoba: uno de cuyos secuaces debió ser, a
Cábenos conjeturar que el autor de estas fábricas no fue no dudar, el autor de estas graves y sencillas fábricas.
hombre de tan vulgar talante. Fue a no dudar, de ingenio y de
recursos, con sobrado caudal de experiencias, “con muchas No es posible negar que San Francisco de La Paz fue hecho
endostrías y jometrías,” como aquellos cistercienses de por manos criollas: hay ciertas tosquedades y cierta impericia
Borgoña cuyos únicos desvelos alternábanse entre el místico en los detalles. Las cornisas, fuertes y aboceladas, no siguen
fervor de vísperas y maitines y las muy hondas y largas ningún perfil, igualmente los capiteles. No obstante el digno
reflexiones sobre el vuelo de bóvedas y arbotantes, y que sobre continente de sus masas, se ve, pues, que no fueron hechas
ser poseedores de artístico numen, fueron muy diestros y estas naves para esplender con faustos procesionales y
amañados fabriqueros. pomposas liturgias. En sus muros no hay la pulcritud, la
delicadeza, el refinamiento que tiene Santo Domingo de
Las iglesias cubiertas por suntuoso revestimiento, con pilastras Lima, por ejemplo, donde se ve a las claras un cuadro digno
acanaladas, frisos rameados, frontones y otros elementos del del boato y del esplendor que tras si arrastraban, en festivales
acervo neo-clásico, o con placas, conchas, cornucopias y días, provectas figuras de virreyes y cabildantes. En los muros
demás pormenores propios del barroco, distraen la vista con de esta iglesia no hay pulcritud, delicadeza ni refinamiento;
sus variaciones y disloques. sus suelos no están revestidos con dallas de ajedrezado

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EMILIO

VILLANUEVA
mármol ni con esmaltadas solerías; sus pilares no tienen Pero donde se hace mayor el interés artístico de una iglesia,
paneles ni recuadros; no hay prestantes rejerías en el ábside, donde culminan los reparos constructivos, es en el
ni en el fondo de su transcepto hay túmulos enterratorios ni transcepto, mayormente cuando como aquí, los paramentos
ornamentadas hornacinas; todo es franciscanamente rudo y se revisten de una expresión de equilibrio, donde hay la
sencillo. En el ámbito de estas naves trasciende el voto de un dinámica concertada de pilares, bóvedas y arcos,
ascetismo claustral y rígido. expresándose en toda su disposición interna, llevando la vista
a seguir la curva de los intradoses y la mente a considerar el
Sólo los altares y los doseles se cubren de atavío. Sobre ellos cálculo de esfuerzos y empuje.
ha caído la fiesta de un aderezo inverosímil y estupendo,
donde hay todos los retorcimientos imaginables. Es la misma Asi, pues, el encanto de este templo porque este templo tiene
exuberante riqueza de los retablos de Acosta que en el un encanto: la fuerza, el vigor, el carácter de sus líneas totales,
Salvador de Sevilla proclama a máxima expresión del su bien concertada estructura de piedra; su incomparable
barroquismo imperante, y de todos aquellos salidos de manos sabor criollo-colonial, el encanto de este templo, decimos,
de obrajeros churrigueras, donde éstos hicieron correr acrece en el cimborrio. Dijérase que por un momento su
abundosa y potente la inventiva y el ingenio, dando en el fisonomía interna afloja el ceño de su severidad y se reviste de
campo del arte plástica digna réplica a los sutiles culturismos alegres apariencias; que el ambiente caliginoso se hace
de aquel tiempo. transparente y ligero; que las formas rudas y graves
transfórmanse en gráciles y esbeltas.
Pero en esta enlaberintada urdimbre no hay el tono castizo; se
mezclan en la composición insinuaciones indianas y muy
revelantes pruritos agarentos. La factura de estos atares,
repetimos, es una constatación de aquellas fuerzas que
pervivieron juntas en el arte arquitectónico de aquellas épocas
coloniales. El áureo encaje de sus tallas, y que resplandece
hoy ya tristemente con el brillo amortiguado de sus oros
raídos, haciendo contraste con la rudeza que pone en el
conjunto el aparejo visible de la cantería, parécenos amasado
por manos ibéricas, muslímicas y aymaras. Todas tres tuvieron
así una hora coincidente en el estilo barroco, cuya expresión
sirvió para que injertasen, con peregrina simpatía. su amor
asiático al ornato frondoso y sin deslinde.

El tono bistre de la piedra, suavizado por el blanquecino color


del emboquillado, forma al amparo de las medias luces y de
las sombras, variadas sinfonías de tonos grises y ocres, desde
las exultantes y claras del lucernario hasta las obscuras de los
muros laterales. En esta gama de tintes pardos, que a ser sola
hubiera ahogado la perspectiva interna en desolada
monotonía, estética ley de oposición exigía un tema de valores
contrapuestos, y he aquí que a llenar tales fines de artística
preocupación, vienen al parecer con premeditados
miramientos, los grandes altares del fondo, y los tronos y
doseles adosados a los pilares.

Cada uno de estos tronos, acopio lujurioso de retorcidos


ramajes, destácase sobre la desnuda piedra, dando a la visión,
cansada de la desnudez geométrica y esteorotómica de la
construcción, un necesario socorro de ornato, el cual lleva la
atención de la ponderada estática de la estructura al motivo

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puramente ornamental, donde sólo han afincado el genio y la
fantasía. Es de esta suerte que aquello que hubiera sido
lóbrego y desnudo transfórmase en austero y despejado; lo
que hubiérase mostrado con pobreza y desolada vacuidad,
revístese de expresión y de carácter.
COLONIALES
MOTIVOS

El orden ascendente de las líneas y la luz difusa


y uniforme que baja del lucernario, llevan el ojo
a subir al punto zenital del alífero conjunto,
siguiendo las circulares directrices de
archivoltios y arquitrabes. El dovelado aparente,
que en las bóvedas y arcos bajos ayuda a
razonar sobre la juiciosa disposición de las
masas, de acuerdo con leyes de estática, en los
grandes arcos formeros de crucero, nos insinúa
técnicas reflexiones sobre la dinámica contenida
en el bien concertado equilibrio de esos
órganos.

Resulta de aquí una admiración que va


haciéndose más grande cuanto más justificado
se encuentra el detalle constructivo, cuanto más
sale en relieve el intrínseco valor de la
ordenanza, cuanto más evidénciase el ajustado
obraje de la fábrica.

Se ve bien por qué el autor no quiso poner nada


sobre estos sillares, y los dejó tal como
resultaron, con sus defectos, pero también con
todas las excelencias de sus cortes y
combinaciones. Los estucados y arrocabes, por
muy cuidadosos que hubiesen sido, hubiéranse
avenido mal con esta arquitectura, la cual, si
aceptó en sus altares el corrugado festón de
tallas barrocas, por ser divina ofrenda y
homenaje al tabernáculo, no quiso revestirse de
otras seducciones que las muy lógicas y parcas
que naturalmente se desprenden de la
estructura.

Este carácter es singular en el arte colonial, arte


cuya filiación no arranca de graves y recatados
estilos, y sí más bien de aquellas esplendorosas
escuelas que dieron al acervo, artístico de
España las gracias del “plateresco”, la
desenvoltura del “barroco” y las formas
movedizas y embrolladas del “churriguerismo,”
tal como se constata en las innúmeras iglesias
que de la época colonial aún subsisten en esta
América, pues sería extraño encontrar, entre los
templos parroquiales y de convento, o entre
aquellas más humildes que atalayan las
plazuelas de aldea, alguno que no luzca
elementos decorativos, y cuyos muros de
ladrillo o de modesto adobe, no se cubran con
ingenuas y pretenciosas exornaciones.
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EMILIO

VILLANUEVA
¿Cuál es el estilo de San Francisco de La Paz? Aunque nos
hemos referido a los rasgos de su austera fisonomía y a la
factura de sus fábricas, no hemos dicho nada respecto a su
estilo. Este templo, como es fácil presumir, es barroco, pero
con un barroquismo singular y peregrino, porque, mientras en
la portada del frontispicio y en los altares campea
extraordinaria profusión decorativa sembrada de pruritos
orientales y aymaras, los órganos interiores asumen una muy
expresiva fisonomía románica.

Entre aquellos motivos dignos de atención, no sólo por su


admirable y acabada factura, sino también por la rareza y el
exotismo de sus formas, están los temas esculturados de las
pechinas del cimborrio. No es mudéjar la fuente de donde ha
venido la concepción de estos motivos, pues no hay nada
parecido en ninguna de las iglesias levantadas por artífices
mozárabes.

El arabismo de los siglos XIV y XV, en Santa María la Blanca,


en Toledo, o en San Pablo de Córdova, se expresa en otra
forma: son las tracerías, los almocárabes, los atauriques, ya
solos o ya combinados con pormenores góticos o
renacentistas. los que demuestran claramente la influencia
agarena. Pero estos temas, en que aparece un pote y sobre el
pote el frondoso y enlaberintado ramaje de un árbol, que bien Fuera indispensable hacer una labor de búsqueda paciente y
podía ser el árbol de la vida de los coptos o el ciprés de prolija para desentrañar el origen de este extraño motivo
Zaratustra, no tienen una filiación clara. ornamental, repetido con persistencia lo mismo en las enjutas
y nichos como en paneles decorativos y ataires de puertas.
Aunque la forma del pote del follaje tiene carácter
acentuadamente americano por la rigidez del trazo, el
carácter de la composición es netamente asiático.

Si alguien ha calificado de muslímico este tema, no es


precisamente porque corresponda al arte de este tronco
étnico, sino porque pudo aparecer en las obras de aquella
masa agarena que, después de la Reconquista, quedó en la
península ibérica a convivir con la población cristiana y dentro
la cual agitáronse muy heterogéneos componentes orientales,
desde el hebreo y el sirio hasta el persa sasánide.

San Francisco de La Paz, envuelto en el ropaje de su sencilla


a la vez que insólita arquitectura, donde hay la más peregrina
fusión de artísticas influencias, es la concreción tangible de su
valioso espíritu pretérito.

El fraile que concibió sus masas y sus ámbitos; los pacientes


obrajeros que calaron los retorcidos festones de sus doseles y
altares, los rosetones y tracerías de la portada externa; los

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VII BIENAL DE ARQUITECTOS

amañados canteros, que concertaron sus


dombos y su extraordinario cimborrio, y
tallaron sus pechinas; los retablistas que
hicieron la urdimbre barroca del presibiterio,
no han inscripto su nombre sobre ningún
plinto ni platabanda; pero han dejado en
esas esmeradas formas un jirón de su alma,
sencilla y fervorosa.

La turbulenta corriente del progreso, la


indispensable evolución, en el devenir de las
cosas y acontecimientos, impondría
caracteres nuevos y flamantes a la ciudad,
aumentando su clamoreo industrioso y su
inquieta actividad.

Entonces la mustia quietud del rincón


franciscano sumiríanse más profundamente
en el sueño de las pasadas centurias
coloniales. Pero sobre la grave y misteriosa
calma de su portón trilobular, donde
descansa el cobre herrumbroso de sus
simbólicas aldabas, posáranse los ojos de
algún insólito soñador, de vez en cuando,
como a la puerta de un ensueño viviente
que encerrase preciados secretos de
artística tradición.

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VII BIENAL DE ARQUITECTOS

San Francisco, grabado de Genaro Ibañez. “Plazuela”,iglesia de San Francisco de La Paz, grabado del artista paceño Genaro Ibañez.

COLONIALES
MOTIVOS

61
El Neptuno, estatua de estilo barroco italiano
42
Plaza del montículo en La Paz.
Portada de estilo barroco mestizo, Montículo, La Paz.
LA QUESTIÓN
DU CHACO BOREAL
----oOo----
El punto de vista de Bolivia
----------------
Seguimiento de un artículo sobre el
punto de vista neutral,
“El conflicto de Bolivia y Paraguay”
de Luois Guillaine, redactor político de “Le temps”

prefacio de Henry Brouard


-----0-----
impreso por Joseph Jitschtaler 1934

CAPÍTULO I

El Sr. Caballero de Bedoya, Ministro del Paraguay en Francia que acaba de hacer diplomático, en vista de que esto significa olvido o
una exposición sobre la cuestión del Chaco Boreal en el semanario parisino desconocimiento de los antecedentes de la cuestión,
“L`Amerique Latine” comienza su primer artículo afirmando que el litigio entre como el memorando dirigido por el Dr. Mariano Baptista
Bolivia y el Paraguay en el pasado no era más que un diferendo que consistía al gobierno paraguayo en 1891, donde el Ministro de
únicamente en una delimitación de fronteras, esta aserción no tiene fundamento, Bolivia dice textualmente “Es solo con el afán de zanjar
La Cancillería boliviana ha establecido desde el inicio de los debates diplomáticos sobre un terreno de amistad que el gobierno boliviano
que los dos puntos esenciales alegados reportan precisa y justamente sobre el renuncia a un debate rigurosamente jurídico, donde la
derecho de propiedad de la “Real Audiencia de Charcas”, sobre la totali-dad del noción pura del derecho daría a cada uno lo que le
territorio comprendido entre los ríos Paraguay y Pilcomayo, mientras que el otro pertenece: para Bolivia todo el Chaco Boreal”. Se podría
muestra la base jurídica de su tesis, es decir el “uti possidetis” de 1810. hacer numerosas citas como las que ponen en evidencia
el litigio desde sus orígenes, que es un diferendo de
El afirmar que la evolución de lo que llama las pretensiones bolivianas, datan de posesión.
estos últimos tiempos y que uno puede darse cuenta al examinar los diversos
tratados y protocolos realizados con la finalidad de arreglar el litigio. Pero al mismo tiempo que se habla de un cambio
repentino de la tesis boliviana a partir de 1929, nos
Para comenzar es preciso afirmar que esos tratados y protocolos nunca han esforzamos en constatar una evolución gradual de esos
estado concluidos, siendo solamente acomodos propuestos por Bolivia y reclamos.
rechazados por el Paraguay, estos acuerdos, por otra parte, han comportado una
característica transaccional que se deduce del mismo texto, por ejemplo el Vamos a remarcar, sin embargo que esta evolución tal
tratado de Guijarro-Decoud dice en su artículo 1º “las Repúblicas de Bolivia y como nos la muestra el Sr. Bedoya a través de los
Paraguay declaran que ellas han convenido en fijar sus límites sin discusión de tratados y protocolos caídos, es una evolución, en sentido
títulos y antecedentes”. También el tratado Ichazo-Benítez no deja ninguna duda inverso. En efecto por los datos e indicios precisos que da
sobre la materia en litigio, basta decir su primera cláusula: “En nombre de Dios el tratado Guijarro-Decout (15 de octubre de 1879), deja
todopoderoso las Repúblicas de Bolivia y Paraguay y con la meta de zanjar su al Paraguay alrededor de 11.250.000 hectáreas; el tratado
antigua querella sobre el territorio ubicado sobre la orilla derecha del río Paraguay Ichazo-Benites, de 23 de noviembre de 1894, atribuía al
y la orilla izquierda sobre el río Pilcomayo…”. Paraguay 10.750.000 hectáreas y, finalmente el protocolo
Pinilla-Soler, dejando a este mismo país, 16.875.000
Se habla también de un cambio de la tesis boliviana.“Es muy reciente, dice el Sr. hectáreas, desde el primer acuerdo hasta el último el
Bedoya, que Bolivia no considere la cuestión del Chaco como una controversia avance paraguayo es considerable del paralelo 22 al 20-
de fronteras, haciendo consignar en el acto de final Washington que se trata de 30 ocupando sucesivamente Puerto Sastre, Puerto
una cuestión territorial”. Esta afirmación no nos asombraría por parte de un Guaraní, Puerto Olimpo, Puerto Oleda, etc., hasta llegar a
periodista, pero nosotros la encontramos casi inexplicable formulada por uno Puerto Pacho en 1888, esto mostraría un cosa paradójica,
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EMILIO

VILLANUEVA
que Bolivia considera que sus límites son Audiencia de Buenos Aires es suprimida. El Chaco se englobó en la capitanía y
más ventajosos, además que abrevian su gobernación de Santa Cruz, Bolivia, que últimamente, cuando las ordenanzas de
territorio. intendencias en 1782, el obispo de Santa Cruz y la intendencia del mismo nombre tenían
la misma jurisdicción, comprendiendo en sus límites el Chaco Boreal, en una palabra
Es evidente que el gobierno boliviano jamás podemos ver en la historia a través de todos los cambios políticos y administrativos de la
hizo avances progresivos, todo lo contrario, época colonial que la región en litigio ha constituido una entidad bien definida,
su política es de respeto y consideración, perteneciendo a la Audiencia de Charcas, por disposición expresa del rey de España.
una política de concesiones y
reconocimientos. La tesis boliviana es tan evidente que no tiene necesidad de otras pruebas, que las que
surgen de acontecimientos importantes de la historia colonial de América española.
Insinuando que en una lógica elemental que Bolivia no ha inventado teorías para sostener sus derechos, tampoco ha ido a hurgar los
la nación boliviana desarrolló un plan de archivos en busca de índices probatorios, no ha concebido consideraciones jurídicas
penetración sistemática, que en lugar de especiales, las mismas proposiciones que sus hombres de Estado proponían hace
ratificar los acuerdos los habría rechazado, cuarenta años son las de sus publicistas de hoy.
admitiéndolos tal vez al principio, como el
Paraguay, para sepultarlos finalmente en los Por el contrario, el Paraguay, en lo que concierne a sus procederes y sus ideas sobre este
archivos de su Parlamento. asunto, ha hecho una considerable evolución, desde épocas del canciller Venancio López,
que confesaba ingenuamente en 1891 no estar todavía preparado para responder al
En verdad, estas cosas irracionales son ministro boliviano Mariano Baptista , habiendo hecho éste las más categóricas
afirmadas como un pretexto para afirmar un afirmaciones del “uti possidetis”, de derecho hasta nuestros días, donde ese principio ha
pretendido cambio de tesis, es así que el Sr. sufrido un arreglo especial, el progreso es considerablemente notablemente.
Bedoya no duda en decir que Bolivia, por
necesidad de su causa, ha llegado a negar la Veamos cómo se han tomado en consideración dos elementos dentro de este principio de
existencia del Chaco como una antigua posesión, “la posesión” y la posesión “de hecho”, como pretende el Sr. Bedoya y de ésta
colonia, este es un notorio absurdo, manera han puesto como referencia la fecha de 1810, como punto de partida, único del
justamente la existencia de esta entidad es lo derecho de posesión americana.
que los publicistas bolivianos han sostenido
todo el tiempo. Donde ese principio ha sufrido un arreglo, en efecto los publicistas paraguayos ahora han
transformado el “uti possidetis” en doctrina “de hecho” olvidando que no ha sido
En cuanto a la opinión del historiador, adoptada en América en el sentido que tiene el derecho romano, es decir, en la forma en
pensamos que no han hablado precisamente que es entendido y adoptado entre dos o varias naciones en guerra, estando los límites en
de este sujeto, para tener una idea del Chaco ese caso establecidos de acuerdo a la ocupación. En los países hispanoamericanos el “uti
como una entidad colonial, no hay que possidetis” regla las delimitaciones de sus territorios respetando la última voluntad del rey
inquirir en los libros del Sr. Enrique de de España, en el momento de la emancipación, por consecuencia es definido por la ley
Gandia, Paraguayófilo, sospechoso de española (cédulas reales) estableciendo jurisdicción por orden directa del Soberano. Por
parcialidad, es suficiente consultar cualquier esta razón no se pueden considerar dos elementos en este principio, la posesión “en
texto de América española y allí se verá que potencia” y la posesión “en acto” como pretende el señor Bedoya y es también por lo que
las tierras del Chaco fueron aumentadas a se ha fijado la fecha de 1810 como punto de partida del derecho de posesión americano.
las que habían sido explotado por Andrés
Manzo y Nuflo de Chávez, fueron acordadas La extraña concesión de ubicar el “uti possidetis” en 1810 en 1825, el año de la
por la corona de España en 1563 a la “Real independencia de Bolivia, es realmente arbitraria. Nunca se ha hecho parecidas
Audiencia de Charcas”, que el soberano transposiciones, aunque se dicen, que son usuales. Esta es la nueva teoría inventada por
español por Cédula Real del 1 de octubre de Eusebio Ayala, con la finalidad de encontrar un periodo único de posesión paraguaya,
1566 especifica que el Chaco hace parte del (1810 a 1825) sobre el Chaco Boreal. Pero el Señor Ayala no ha tomado en cuenta que su
territorio de Charcas, estableciendo país ha permanecido en estado federativo hasta 1842, siendo éste en realidad el año de la
expresamente que la tierra de Guara, independencia del Paraguay.
Paraguay no se liga a la región del Chaco,
que el rey Felipe IV en 1661, por Cédula Real La diferenciación sutil que descompone el “uti possidetis” donde se consideran dos
de ese año, conserva la misma extensión que elementos es inadmisible. El “uti possidetis” significa en América título de posesión; para
el territorio de la Real Audiencia de Charcas; aplicarlo no hay que arreglar un sustratum de posesión de hecho, como dice el Sr.
que diez años después, cuando la Real Bedoya, puesto que esta posesión de hecho no es otra cosa que la ocupación fundada en

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COLONIALES
MOTIVOS

la violencia y en muchos casos favorecida


por la proximidad, como en el caso del
Paraguay. La posesión de hecho nos llevaría
a pensar que el espíritu que inspira el “uti
posideteis”, en los países americanos, como
solución jurídica para los litigios de fronteras
ha sido falseado desde el momento en que San Javier de Velasco
solo quisiera justificar y sancionar la
conquista.
San Javier de Velasco.
CAPÍTULO II
dominio exclusivo, no viene de una
El Paraguay no podía prescindir de los iniciativa paraguaya. Esta placita fuerte no
aspectos histórico-legales del problema y fue tampoco erigida con vistas a extender el
tuvo que buscar antecedentes para justificar territorio del Paraguay, ostensiblemente,
la ocupación del litoral al oeste del río que como pretendía el Señor Rosario de
lleva el mismo nombre. Vio el peligro de ir al Miranda, que la rivera derecha pertenece a
encuentro del “uti possidetis” y terminó por ese país. La Corona española la construyó
aceptar, acomodando sus puntos de vista por para defender sus posiciones de las
esos “doctores en límites”. Por otra parte, incursiones de los portugueses. Fue una
puso en evidencia los menudos incidentes de obra, como dicen todos los historiadores, San Ignacio de Velasco.
su vida colonial, para sacar conclusiones que de protección de la soberanía
defendían su tesis. hispanoamericana. Sur. El padre Bautista, autor de la
homología del Paraguay, el padre Guevara,
Es así que algunas tentativas de “reducción” Por otra parte, el emplazamiento del fuerte el padre Solís, Fray Juan Patricio Fernández,
entre las que se encuentra el establecimiento Borbón en la rivera occidental del río fue Fray Diego de Mendoza y otros, cuando
de una finca por el carpintero Ascencio determinada por las condiciones de hablan de las obras de catequización dentro
Flecha, también un campo de labranza resistencia del suelo no podían consolidarse de la región comprendida ente los ríos
establecido por el padre Amancio Gonzales en el litoral opuesto a causa del mal Paraguay y Pilcomayo, afirma que siempre
(carpintero y padre por otra parte que terreno. Así lo testimonia un reportaje fueron realizadas dentro del “Chaco de la
volvieron pronto a la rivera opuesta por dirigido al Rey de España D. Felipe Charcas”.
miedo a que los maten los avispones y las D´Azara, cosmógrafo, historiador y
abejas) son presentados como esfuerzos geógrafo al servicio de Carlos IV. Nosotros estamos de acuerdo con el Sr.
secundarios cumplidos por el Paraguay para Bedoya cuando dice como principio, sin
catequizar a los indígenas del Chaco. Si nos En cuanto a la jurisdicción eclesiástica del ninguna excepción, que la división
remitimos al diario del capitán de Fragata Chaco, ningún documento histórico eclesiástica está sujeta a los mismos límites
don Francisco Aguirre, jefe de la Delimita- atestigua que haya sido sometida a los que para la administrativa. Siguiendo esta
ción entre España y Portugal (1793), esos obispos de Asunción. Todo lo contrario, la regla, si el Chaco pertenecía al Obispado de
pretendidos profesores de catecismo no cédula real del 5 de agosto de 1777 Santa Cruz, es lógico que haya sido una
fueron sino “buenas gentes que atravesaron establece expresamente que ese distrito dependencia de la “Real Audiencia de
el río buscando y tratando de llevar un pertenecía el gobierno del arzobispado de Charcas”.
pequeño ganado al pasto de la rivera Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Además de
inexplorada”. la bula del papa Pablo III, del 1 de julio de Nosotros no quisiéramos establecer esta
1547 que nombra al obispo de Asunción, circunstancia como argumento principal
Y como esas magras hazañas, de los que el establece claramente que esa diócesis que pruebe la jurisdicción política y
Paraguay pretende sacar títulos históricos, comprendía sólo lo que le sería asignado administrativa de Bolivia sobre la tierra
son casi todas las acciones heroicas y por el Rey. Y éste adjudica el Chaco a la disputada, al estilo del Sr. Bedoya, sino
civilizatorias de esos “conquistadores “Real Audiencia de Charcas”. queremos mostrar que ese punto de vista
espirituales” de los que habla el Sr. Bedoya. viene a confirmar lo que está establecido
Además de las cédulas reales y la bula de por las cédulas reales y como testimonio de
En cuanto a la fundación del fuerte Borbón, fundación hay el testimonio de casi todos numerosas expediciones enviadas por las
invocada a menudo como prueba de los religiosos misioneros en América del
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.

EMILIO

VILLANUEVA
María etc., son empresas industriales con sede
en Buenos Aires. El gobierno paraguayo, tomo
la iniciativa de ocupar para adquirir el derecho
de lo que se llama posesión “de hecho”. Su
contribución a esas explotaciones consistió
en autorizar la subasta de esas tierras o de
entregarlas a título gratuito. Tratándose de
tierras ajenas, no tiene ningún mérito.
Concepción de Velasco.
Como ya dijimos, es sólo después de la guerra
En muchas ocasiones, los aventureros que se contra Brasil, Argentina y Uruguay que ésta
atrevían a pasar al litoral del oeste eran “valorización” del Chaco comienza en ese
cruelmente asesinados. El terror causado por la entonces. Anteriormente, el Paraguay no se
furia de los indígenas era tan grande que durante encontraba en condiciones de poblar, ni
mucho tiempo no querían repetir la aventura. civilizar; ni siquiera su propio territorio. El
historiador argentino Carlos Navarra la Marca,
Cuando leemos las crónicas de los capitanes y afirma que la República de Paraguay hasta
de los misioneros que relataban los incidentes de 1870 quedó aislada y embrutecida y que entra
la vida colonial del Chaco a todas luces es en la vida civilizada sólo después de la guerra
San José de Chiquitos. insensato y desatinado decir que el Paraguay ha de la triple alianza.
descubierto, catequizado, poblado y civilizado
ese territorio. Las únicas “reducciones” Contrariamente a lo que dice el Sr. Bedoya,
mencionadas por los historiadores son las que se Bolivia ha ejercido sobre el Chaco una
antiguas provincias bolivianas, verdaderas llamaban “Remolinos” y “Naranjay”. Pero si jurisdicción efectiva desde la primera época de
expediciones, no simples incursiones de una además nos remitimos al comisario Real D. Juan la dominación española. Efectivamente la
orilla a otra del río Paraguay, como aquellas Francisco de Aguirre, veremos que están “Real Audiencia de Charcas” ordena en 1590
que los españoles de Asunción situadas en la rivera izquierda y que toda su tarea a Beltrán Otazo de Guevara el establecimiento
emprendieron en el siglo XVIII sin consiste en vivir en paz con las tribus de los de Nueva Rioja: en 1614 a Días de Guzmán, la
autorización ni conocimiento del gobierno alrededores, no habiendo bautizado más que a fundación de Colonias y de pueblos de San
de la metrópoli. un viejo guaycurú “in artículo mortis”. Pedro de Magdalena y El Palmar en el territorio
de los Llanos de Manzó (Chaco). En 1615,
CAPITULO III He aquí todo el esfuerzo secular del Paraguay Fernando de Araujo realiza una exploración en
para catequizar El Chaco! la misma región. En 1673 don Martín Armenta
Las incursiones del Paraguay fueron y Zárate recorre la zona del Pilcomayo. La
dictadas sólo por la codicia. La mayor parte Entonces la penetración paraguaya no comenzó “Real Audiencia de Charcas” ordena también
de sus ciudades están situadas en las orillas en 1855 con la fundación de Villa Burdeos, hoy la fundación de las misiones religiosas de
del río de ese nombre, nos damos cuenta Villa-Hayes. Tambalera y Tayaguazú.—, también de San
que sus habitantes en la época colonial Ignacio de Samucos . Sería pues larga la
hubieron sentido necesidad de llegar a la Después de la guerra de la triple Alianza, esta enumeración de todas las expediciones y de
orilla opuesta atraídos por la riqueza de sus penetración se convirtió en un verdadero éxodo, todos los establecimientos que ella organiza
bosques vírgenes, abriéndose ante sus ojos la necesidad de resarcirse de largos años de durante el periodo de la conquista y el
como una promesa de inagotable tesoro. lucha llevó al gobierno de Asunción a desplegar virreinato.
Miraban con tanta codicia por el mismo un plan sistemático de ocupación industrial de
hecho que pertenecía a otra provincia a tierras en litigio, pero hay que decir que estas Bolivia, durante el transcurso de su vida de
Charcas. Sin embargo, el Paraguay no pudo ondas expansivas, no fueron obra ni esfuerzo de nación independiente, también ha ejercido
jamás penetrar en esas tierras por miedo a capitanes paraguayos. Los grandes explotadores jurisdicción sobre el territorio en litigio. En
las hordas feroces, a los avispones y abejas forestales y agrícolas establecidas en la orilla 1831, siguiendo el consejo del eminente
que se mostraban terriblemente hostiles derecha del río pertenecen a compañías explorador francés D´Orbigny, envió
llegando incluso a atravesar el río para extranjeras en especial argentinas. Puerto expediciones que atravesaron el
saquear a los pueblos de la orilla izquierda. Casado, Puerto Galileo, Puerto Pinasco, Puerto Chaco Boreal entre las cuales la más

Fotografias F. Bedregal 65
EMILIO

VILLANUEVA
COLONIALES
MOTIVOS

importante es la de Manuel Luis Oliden, que Una vez proclamada la independencia del
estableció en esas tierras pequeñas explotaciones Alto Perú se la llamó República Bolívar en
agrícolas y varios pueblos. En 1843 el gobierno honor al Libertador de América y a su
boliviano otorga a una compañía belga un millón capital Sucre, el nombre del Gran Mariscal
de acres de terreno cerca del río Pilcomayo. Este de Ayacucho. Negar que Bolivia es la
mismo año el geógrafo Magariños lleva a cabo antigua Charcas equivaldría a decir que su
una expedición en los mismos lugares y funda capital y la ciudad de Charcas no son lo
las colonias de Caiza y Bella Esperanza. En 1844 mismo.
quinientos hombres comandados por el general
Fermín Rivero, llegando justamente hasta Jaurú, Además, las audiencias coloniales de
cerca de la desembocadura del río Villa María. De América no fueron solamente tribunales,
1864 a 1870 los bolivianos hicieron todavía sino instituciones políticas y
otras importantes exploraciones en el Chaco. administrativas. La corona de España les
Se ve pues por todos los actos de soberanía atribuía facultades de gobierno: iniciaban
cumplidos por Bolivia que bien podría hacer valer conquistas, fundaban reinos, organizaban
esa posición “in acto” del que habla el señor expediciones militares, ordenaban el
Bedoya, si se admitiera el concepto del “uti establecimiento de misiones religiosas etc.
possidetis” de hecho. Los “gobernadores” de los “corregidores”
los “alcaldes mayores” dependían de las
En cuanto a la posesión de derecho invocadas audiencias. Su autoridad era tan grande
por el gobierno boliviano el Ministro del Paraguay que las leyes coloniales (Leyes de Indias)
en Francia cree que es puramente hipotética. las facultaban incluso para nombrar
“Bolivia, dice ha hecho la transposición de una virreyes al orden “cuando era necesario
jurisdicción judicial en un derecho de propiedad pero sin demostración de publicidad”.
territorial y pretende recuperar el Chaco como
heredera de una institución que es solo un La “Real Audiencia de Charcas” antes y
tribunal de apelación”. después de la ordenanza de intendentes,
fue la depositaria de la autoridad real.
Por otra parte, afirma que Bolivia se ha formado Ejerció autoridad en los distritos creados
de cuatro provincias del virreinato de Buenos por ley de 1782, siendo su presidente el
Aires, no habiendo sido constituida en el pasado capitán general de otras provincias y jefe
por ninguna entidad colonial. del gobierno militar de Mojos y Chiquitos.

Para comenzar hay que decir que los pueblos Según el eminente profesor argentino Ruiz
bolivianos en virtud de parentescos étnicos y Guinazú, las audiencias fueron verdadera
geográficos, como también por el acercamiento provincias federales, grupos históricos
de su cultura precolombina tienen características jurídica y políticamente circunscritos
muy netas. He aquí porque han adquirido una encerrando un concepto definido de
personalidad propia desde las primeras épocas soberanía local; la base sustancial y
de la conquista española, habiendo constituido positiva del sistema político español. Ellas
una entidad bien definida que se ha mantenido lógicamente han debido moldear la
invariable a través de todos los cambios. estructura geográfica de las
nacionalidades hispano-americanas.
Nacida bajo el nombre de Nueva Toledo, Alto
Perú y Charcas, también su capital tenía tres Por consecuencia es absurdo decir que
nombres: Ciudad de la Plata, Charcas y Bolivia funda su tesis sobre ese principio,
Chuquisaca. traspasa de manera abusiva una
jurisdicción puramente jurídica en un
derecho de propiedad territorial.

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San Javier y Concepción de Velasco
Santa Cruz de la Sierra. Fotos F. Bedregal.

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