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PROYECTO DE LEY

LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA SANCIONA CON FUERZA DE

LEY

Autonomía, Derechos y Obligaciones de los Pacientes

I. Sobre derechos y obligaciones

ARTICULO 1º: Derechos. Enumeración. Son derechos de todas las


personas en su relación con el sistema de salud y con los
servicios de atención tanto del ámbito público como privado:

a. El respeto a la personalidad, dignidad e identidad individual y cultural;

b. La inexistencia de discriminación de orden económico, cultural, social, religioso,


racial, de sexo, ideológico, político, sindical, moral, de enfermedad, de género o
de cualquier otro orden;

c. La intimidad, privacidad y confidencialidad de la información relacionada con su


proceso salud-enfermedad;

d. El acceso a su historia clínica y a recibir información completa y comprensible


sobre su proceso de salud y a la recepción de la información por escrito al ser
dado de alta o a su egreso;

e. Inexistencia de interferencias o condicionamientos ajenos a la relación entre el


profesional y el paciente, en la atención e información que reciba;
f. Libre elección de profesional y de efector en la medida en que exista la
posibilidad ( se exceptúan los casos de urgencia );

g. Un profesional que sea el principal comunicador con la persona, cuando


intervenga un equipo de salud;

h. Solicitud por el profesional actuante de su consentimiento informado, previo a la


realización de estudios y tratamientos;

i. Simplicidad y rapidez en turnos y trámites y respeto de turnos y prácticas.

j. Solicitud por el profesional actuante de consentimiento previo y fehaciente para


ser parte de actividades docentes o de investigación;

k. En el caso de enfermedades terminales, atención que preserve la mejor calidad


de vida hasta su fallecimiento;

l. Acceso a vías de reclamo, quejas, sugerencias y propuestas habilitadas en el


servicio en que se asiste y en instancias superiores;

m. Ejercicio de los derechos reproductivos, incluyendo el acceso a la información,


educación, métodos y prestaciones que los garanticen;

n. En caso de urgencia, a recibir los primeros auxilios en el efector más cercano,


perteneciente a cualquiera de los subsectores;

ARTICULO 2º: Garantía de derechos. La autoridad de aplicación garantiza


los derechos enunciados en el artículo anterior en el
subsector estatal, y verifica su cumplimiento en la seguridad social y en el subsector
privado dentro de los límites de sus competencias.

ARTICULO 3º:
Obligaciones. Las personas tienen las siguientes obligaciones en relación con el
sistema de salud y con los servicios de atención:

a. Ser cuidadosas en el uso y conservación de las instalaciones, los materiales y


equipos médicos que se pongan a su disposición;

b. Firmar la historia clínica, y el alta voluntaria si correspondiere, en los casos de no


aceptación de las indicaciones diagnóstico-terapéuticas;

c. Prestar información veraz sobre sus datos personales.

ARTICULO 4º: Información de derechos y obligaciones. Los servicios de


atención de salud deben informar a las personas sus
derechos y obligaciones.

II. Sobre la intimidad, privacidad y confidencialidad de la información relacionada


con el proceso salud-enfermedad-atención.

ARTICULO 5º: Los profesionales de la salud, integrantes de equipos


médicos, colaboradores, auxiliares, y empleados de los
centros asistenciales, deberán abstenerse de divulgar cualquier tipo de información que
confiare o revelare un paciente. También queda incluida dentro de esta prohibición la
información que surja de la documentación producida con motivo de la atención de un
paciente. Ello, sin perjuicio de las disposiciones legales vigentes en la materia.

III Sobre el acceso a la historia clínica

ARTICULO 6º: 1. El médico está obligado a proveer a su paciente toda la


información relevante disponible, relacionada con su
diagnóstico y tratamiento.

Dicha información, oral o escrita, será provista de manera clara y veraz, y deberá
brindarse conforme a las posibilidades de comprensión del asistido.

2. La Historia Clínica y los registros profesionales deberán estar redactadas en forma


legible, sin dejar espacios en blanco ni alterar el orden de los asientos. Las enmiendas
o raspaduras deberán ser salvadas. Estos documentos serán llevados al día, fechados
y firmados por el profesional actuante, con aclaración de su nombre, apellido y número
de matrícula profesional.

3. Al egreso de un establecimiento asistencial se entregará al paciente el resumen de


su historia clínica, donde conste:

nombre y apellido; datos de filiación; diagnóstico; procedimientos


aplicados; tratamiento y motivo o causa de la derivación si la hubiere;
firma del profesional interviniente, certificada por la máxima autoridad del
establecimiento. Una copia del documento firmada por quien corresponda,
quedará como constancia de recepción.

4. En caso de derivación a otro establecimiento, se aplicará igual procedimiento a


solicitud expresa del paciente ambulatorio.

Si se hubiere producido el fallecimiento del paciente, o si este no estuviere en


condiciones de recibir el resumen de su historia clínica, la entrega se efectivizará
a su representante legal, cónyuge, pariente más próximo o allegado.

5. Cuando intervenga un equipo de salud, tanto en casos de atención


ambulatoria o de internación, se informará al paciente el nombre y apellido de
todos sus integrantes, así como el del principal comunicador. En caso de
ausencia de este último, deberá designarse un profesional en su reemplazo.

IV Sobre el consentimiento informado


ARTICULO 7º: 1. El profesional que solicite el consentimiento informado de
su paciente para la realización de estudios y tratamientos,
previo a ello deberá brindarle información respecto a los estudios o tratamientos
específicos, riesgos significativos asociados y posibilidades previsibles de evolución.
También se le deberá informar la existencia de otras opciones de atención o
tratamientos significativos si las hubiere. 2. El paciente podrá solicitar durante el
procedimiento seguido para manifestar su consentimiento informado, la presencia de
personas de su elección. 3. Toda persona que esté en condiciones de comprender la
información suministrada por el profesional actuante, que tenga suficiente razón y se
encuentre en condiciones de formarse un juicio propio, puede brindar su consentimiento
informado para la realización de estudios y tratamientos. Se presume que todo/a niño/a
o adolescente que requiere atención en un servicio de salud está en condiciones de
formar un juicio propio y tiene suficiente razón y madurez para ello; en especial
tratándose del ejercicio de derechos personalísimos (tales como requerir información,
solicitar testeo de HIV, solicitar la provisión de anticonceptivos). 4. Una síntesis de la
información brindada por el profesional actuante deberá quedar registrada en la Historia
Clínica o registros profesionales con fecha, firma del profesional, aclaración y número
de Matrícula. En idéntica forma deberá registrarse la declaración de voluntad del
paciente que acepta o rechaza el estudio o tratamiento propuesto, así como el alta
voluntaria si correspondiere, con su firma y aclaración. Para el caso de rechazo
informado, deberá explicarse al paciente las consecuencias de su decisión de no recibir
o interrumpir el tratamiento, las que se registrarán del mismo modo en la Historia Clínica
o registros pertinentes. 5. Cuando el paciente no esté en condiciones de comprender la
información suministrada, el consentimiento informado podrá ser otorgado por su
cónyuge, cualquiera de sus padres, o representante legal, si lo hubiere. En ausencia de
ellos, también podrá prestar el consentimiento informado su pariente más próximo, o
allegado que, en presencia del profesional, se ocupe de su asistencia. El vínculo
familiar o la representación legal en su caso, será acreditado por la correspondiente
documentación. En los supuestos de urgencia, a falta de otra prueba, podrá prestarse
declaración jurada al respecto. El manifestante, en este supuesto, quedará obligado a
acompañar dentro de las 48 horas la documentación respectiva. Solo en caso de
negativa injustificada a consentir un acto médico requerido por el estado de salud del
paciente, por parte de las personas mencionadas, se requerirá autorización judicial. 6.
En ningún caso el profesional deberá alentar o persuadir a un paciente a que renuncie a
su derecho a dar su consentimiento informado. 7. Se podrá prescindir del procedimiento
para obtener el consentimiento informado del paciente cuando: i) a criterio del
profesional actuante existan riesgos para la Salud Pública; e ii) cuando el paciente no
pueda expresar su consentimiento y la gravedad del caso no admita dilaciones, salvo
que existan indicios que permitan presumir la negativa del paciente a aceptar los
estudios o tratamientos propuestos.

V Sobre las prácticas de docencia e investigación

ARTICULO 8º: Cualquier práctica docente o de investigación deberá ser


precedida de información adecuada a cada paciente, con
detalle de los objetivos, métodos, posibles beneficios, riesgos previsibles e
incomodidades que la experiencia puede acarrear.

En todos los supuestos, deberán agotarse las precauciones para resguardar la


intimidad del paciente, y reducir al mínimo los efectos disvaliosos de dichas prácticas.

Los pacientes deberán ser informados del derecho a rechazar su participación en las
practicas docentes o de investigación, y para retractar en cualquier momento la
autorización conferida en tal sentido, sin perjuicio de la continuidad de su atención.

El consentimiento informado del paciente para participar de actividades de docencia e


investigación deberá registrarse en la Historia Clínica, en un espacio habilitado a tal fin,
con expresa mención de la fecha, firma del paciente, y del profesional actuante, con
aclaración de nombre, apellido y número de matrícula.
Las actividades de docencia e investigación deberán ser autorizadas por los comités de
bioética, y de docencia e investigación del establecimiento en el que se realicen.

VI. Sobre acceso a vías de reclamo

ARTICULO 9º: Cada centro asistencial habilitará un registro en donde


quedarán asentados en orden cronológico, los reclamos,
quejas, sugerencias y propuestas de los usuarios.

La manifestación o presentación que el usuario formule, en toda circunstancia deberá


ser firmada por el mismo, con aclaración de su nombre y apellido, registro de su
documento de identidad y domicilio.

A dichas peticiones se les deberá dar respuesta en el plazo de diez (10) días hábiles,
pudiendo por razones debidamente fundadas prorrogarse por igual término, dando
noticia de ello al presentante.

Los establecimientos de salud remitirán a la autoridad de salud de la zona a la cual


correspondiere, por la modalidad y con la frecuencia que ésta establezca, un listado de
la cantidad y tipo de requerimientos efectuados por los usuarios y su resultado.

Los servicios de atención de salud deberán exhibir de manera clara y visible el texto de
los artículos 1 y 3 de la correspondiente ley, en las áreas a las que el público tiene
acceso.

VII.Disposiciones generales

ARTICULO 10: Autoridad de aplicación. La autoridad de aplicación de la


presente ley será el Ministerio de Salud de la Provincia de
Santa Fe.

ARTICULO 11: Comuníquese al Poder Ejecutivo


FUNDAMENTACION

Sr Presidente:

relación médico-paciente ha estado impregnada por el denominado


"paternalismo médico", fundado entre otras cosas en la autoridad que emana del
vocabulario e imagen social que representa el galeno, así como en la asimetría
de información sobre una determinada patología o dolencia del que disponen las
partes. Sin menoscabo de tales consideraciones, fue abriéndose paso, impuesto
por el progresivo desarrollo humano, la conciencia que tienen los pacientes de
sus derechos elementales y básicos en el plano de las relaciones genéricamente
denominadas "médico asistenciales", no habiendo sido ajeno a ello la labor
desarrollada por los Organismos Internacionales con competencia en la materia,
en especial la Organización Mundial de la Salud, que se ha preocupado
específicamente sobre los derechos de los pacientes.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales


(art.12), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo
(Ley N° 23.313), la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 4) (ratificada
por Ley N° 23.054), la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de
Genocidio (Decreto-ley N° 6.286/56), la Convención Internacional sobre la Eliminación
de todas las Formas de Discriminación Racial (art. 5 e-iv) (Ley N° 17.722), la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
(arts.11-1.e) y f), y 12-1. y 2.) (Ley N° 23.179), la Convención contra la Tortura y otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (Ley N° 23.338) y la Convención
sobre los Derechos del Niño (arts. 3, 4, 5, 6, 19, 23 a 27, 31 a 39) (Ley N° 23.849),
también desarrollan una serie importante de normas que contemplan, con diversos
enfoques, el más amplio reconocimiento de este derecho fundamental.

En particular, la Convención Americana de Derechos Humanos, en su


artículo 11 establece que "las personas tenemos derecho al respeto de la honra y al
reconocimiento de la dignidad así como a la protección de los ataques a la honra y la
reputación"

También, la propia Unión Europea ha suscripto en 1997 el Convenio


sobre los Derechos del Hombre y la Bio-medicina, que fue el primer instrumento
internacional que da tratamiento explícito sobre los derechos de los pacientes, entre los
que resalta el derecho a la información, el consentimiento informado y la intimidad de la
información de la salud de las personas.

Es así que universalmente se consideran derechos inherentes a la


condición depacientes, entre otros, los siguientes: a) El de recibir atención médica
adecuada; b) El de recibir un trato respetuoso y digno por parte de los profesionales de
la salud; c) El de recibir información veraz, suficiente, clara y oportuna sobre el
diagnóstico, pronóstico y tratamiento médico y a ser tratado con confidencialidad; d)
Contar con historia o expediente clínico completo y acceso directo y personal a tal
expediente; En función del principio básico de respeto a la dignidad humana,
advertimos que un conjunto de disciplinas relacionados con la bioética, poniendo el
acento en la autonomía, del cual se nutren el derecho a la información, el
consentimiento informado y el debido resguardo a la intimidad. La armonización de
ambas concepciones nos facilitará reconocer tanto el respeto a la autoridad de la
palabra médica, como el respeto a la voluntad del sujeto-paciente. Ya son muchos los
países que han dejado de debatir en torno de consagrar el ejercicio del derecho a la
información y la consiguiente propiedad de ella, más aún, cuando se trata del propio
cuerpo humano. En nuestro país, todavía no hemos logrado tales progresos, salvo en
algunos casos aislados, como ser el marco de la Ley Básica de Salud de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.

No debe entenderse, por tanto que el otorgamiento del consentimiento


informado del paciente, constituye el hecho liberador de responsabilidad del médico,
para luego negarle a aquél la posibilidad de acceder a un conocimiento efectivo de lo
que efectivamente ocurre con su salud psicofísica, así como poder contar con los
elementos indispensables, para cotejar el diagnóstico y terapia con otro profesional, si
no que la misma constituye un derecho de toda toma de una decisión en relación con el
tratamiento médico propuesto, Consagrar el derecho a la información, y reconocer la
propiedad de la Historia Clínica en el paciente, no es otra cosa que hacer operativo el
llamado "Derecho a la Salud" garantizado por normas de rango constitucional. Diversas
Organizaciones de la sociedad civil en nuestro país, se han ocupado de llamar la
atención sobre la falta de normativa expresa que garantice estos derechos inherentes a
la condición de paciente, y fundamentalmente el de acceder libremente y en forma
personal a la historia clínica y la información necesaria para brindar un consentimiento
informado a las diversas prácticas médicas. Es así que vemos que en la ley 17.132
consagra en su artículo 19° el principio de la autonomía de la voluntad del paciente,
pero dicha norma sólo habla de consentimiento y no de "consentimiento informado"
como expresamente se regula en el presente proyecto, y ello no es novedoso, pues una
importante jurisprudencia incorpora el deber del profesional de la salud de "informar en
forma previa" al paciente. La ley 24.193 de "ablación y transplante de órganos",
contiene en lo específico varias disposiciones referidas al "consentimiento informado",
pero obviamente tal normativa está acotada al ámbito de aplicación de la misma y no
institucionaliza este derecho en forma plena para el resto de las prestaciones
asistenciales. También, específicamente y siguiendo los lineamientos contenidos en el
art. 19, 2do párrafo de la Constitución Provincial, con un texto muy avanzado para la
época en que fue legislado, que establece el principio de voluntariedad, y en el mismo
sentido lo recoge la ley que regula la actividad médica, 17.132/ 67, art. 19, inciso c., -
citado precedentemente- se consideran aquellos contenidos en la ley 24.240-arts. 5° y
6°- sobre el derecho del consumidor-, y en la inteligencia que la manda contenida en el
artículo 42° de la Constitución Nacional, nos impone vehiculizar normativamente el
derecho de los pacientes, que indubitadamente y además son consumidores de
servicios de salud, ya que se considera que la presente normativa abarca también al
sector privado y de la seguridad social.
Y en el entendimiento que aunque existen antecedentes legales sobre la
materia, su dispersión y falta de especificidad atentan contra la operatividad plena de
este derecho, es que considero del todo necesario avanzar con una norma que regule
integralmente los derechos del paciente, en todo aquello que atienda a recibir la
atención médica adecuada, en el marco de un trato respetuoso y digno por parte de los
profesionales de la salud y en especial en lo que hace al acceso a la información,
propiedad de la historia clínica, el deber de información del profesional de la salud y de
resguardo y depósito de los antecedentes médico-clínicos.

Finalmente, cabe aclarar que, para que los derechos sean ejercidos no
basta con aceptar su existencia y su presencia escrita, es fundamental la difusión y el
conocimiento de los mismos por parte de toda la población, por eso es imprescindible
no sólo legislar para garantizarlos, sino realizar las acciones pertinentes para su
correcta difusión.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente


proyecto.

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