Lo que se considera ético quizás varié entre las diversas personas de una organización y de una cultura a otra. Estas diferencias se dan porque en última instancia los individuos son diferentes y varían en su comportamiento. Hay un interés cada vez mayor en ética en la administración. Muchos estudiantes de administración afirman que preferían trabajar para organizaciones que contaran con una buena reputación en términos de ética y responsabilidad social. Al mismo tiempo, los medios de comunicación informan de manera constante sobre práctica de negocios escandalosos. Los gerentes y otros empleados pueden aprender a reconocer problemas éticos y hacerles frente con eficiencia entendiendo las fuerzas que influyen en el comportamiento ético y las distintas perspectivas que pueden considerarse para elaborar juicios a este respecto. Existen cuatro fuerzas que influyen en las acciones éticas de una persona y estas son : Las normas y la cultura, las leyes y reglamentos de la sociedad, las prácticas y la cultura de la organización, y el punto de vista del individuo. Todas actúan en conjunto e influyen en el comportamiento ético. Las normas y la cultura de la sociedad comprenden valores compartidos que son la base de las normas de comportamiento aceptable. Las leyes y los reglamentos reflejan normas sociales que los tribunales se encargan de hacer cumplir. Las prácticas y la cultura de las organizaciones comprenden políticas formales, como un código de ética, y normas informales, como la definición que determinan los gerentes del desempeño de sus empleados. Por último, el punto de vista del individuo sobre lo que es correcto y no, influye en la respuesta que dé a los otras tres fuerzas. Por lo general, gerentes y empleados dependen de uno o varios modelos éticos para guiar sus acciones en la toma de decisiones. El modelo utilitarista se concentra en las decisiones o acciones que tienen mayor probabilidad de influir en la rentabilidad. En los negocios, las ganancias señalan el desempeño financiero y económico. El modelo de los derechos morales confirma los derechos fundamentales de los miembros de la sociedad a la vida y la seguridad, la confianza, la privacía la libertad de conciencia y de expresión, y a la propiedad privada. El modelo de Justicia defiende la distribución imparcial y equitativa de costos y beneficios entre individuos y grupos en función de tres principios: Justicia distributiva, reciprocidad y derecho natural. La denuncia puede contribuir a detener las acciones carentes de ética o ilegales. Las organizaciones que busquen reducir al mínimo los actos no éticos deben de contar con procedimientos establecidos para exhortar a quienes son testigos o tienen pruebas sobre actos indebidos a que emprendan acciones de denuncia y asegurarles que tales actos no traerán represalias en su contra. Entre otras prácticas gerenciales adecuadas se encuentran tener un código de ética, nombrar a un responsable de estos asuntos y ofrecer una línea telefónica para asuntos éticos, dar capacitación en materia ética e incluir la adherencia a normas éticas como criterios para las decisiones relacionadas con sueldos y ascensos.