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Universidad Nacional de Rosario

Facultad de Ciencias Económicas y Estadística

PSICOLOGÍA DEL TRABAJO


Y DE LAS ORGANIZACIONES:
TRABAJO FINAL

Problemática: Estudiar y trabajar al mismo tiempo.

Integrantes:
Gonzalo Gómez - G-2549/6
Nicolás Pagliaricci - P-2355/8
Lucas Berardi - B-2906/8
Diego García - G-4124/6
INDICE:
Página
- Introducción- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 3
- Planteamiento de la Problemática- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -3
- Objetivo General- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -4
- Objetivos Específicos- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -5
- Marco Teórico- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -5
- Metodología - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -9
- Desarrollo- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -10
- Observaciones finales- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 13
- Bibliografía- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 14
- Anexo 1 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -15
- Anexo 2 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 17
- Anexo 3 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 19

2
Introducción

Dentro de las Orientaciones y Situaciones del Aprendizaje en la Universidad, hemos


tomado como eje abarcar la problemática de estudiar y trabajar, orientándonos a los
efectos que tiene en el rendimiento del estudiante el ingreso al ámbito laboral, desde el
punto de vista del nivel académico; como así también los conocimientos y experiencia
que se adquieren en el trabajo y que permiten ser volcados a la universidad.
En este trabajo se busca analizar la problemática que se presenta en aquellos
estudiantes que toman la decisión de trabajar considerando vigentes las intenciones
de continuar la carrera universitaria.

Planteamiento de la problemática

Abarcamos la situación del estudiante universitario inserto en el ámbito laboral,


analizando las consecuencias que tiene sobre el estudiante en cuanto a su
rendimiento académico, como así también los motivos que llevan al estudiante a tomar
la decisión de volcarse al mundo laboral manteniendo su objetivo de conseguir un
título universitario.
Una parte importante de los jóvenes, cuando inician estudios en la universidad, por
necesidad o buscando independencia económica de su grupo familiar, se encuentra
frente al problema de continuar sus estudios, y a la vez, ocuparse en un empleo.
Existen aquellas personas que, por el hecho de tener que trabajar, van dilatando la
terminación de sus estudios y cada vez se torna más difícil finalizarlos. Dentro de ese
período, algunos se casan y tienen hijos, lo cual incrementa la responsabilidad y los
requerimientos de dinero, disminuyendo la disponibilidad horaria para el estudio.
Podemos incluir en está problemática a quienes interrumpen los estudios superiores
por unos años, y luego deciden iniciar nuevamente su carrera, habiendo quedado la
época de estudiante muy atrás; la falta de práctica sumada a tener que trabajar y
estudiar generan un gran desafío que cuesta remontar.
Por otro lado, como idea general, se puede afirmar que toda experiencia laboral será
positiva, en la medida en que tenga conexión o relación con lo que se está estudiando.
La permanente capacitación laboral es una buena carta de presentación al momento
de terminar los estudios y buscar trabajo. Fundamentalmente, si el estudiante se
focaliza en aquello que está necesitando para el tipo de trabajo al que apunta
conseguir, una vez terminados sus estudios.
Las preguntas que con mayor frecuencia se hacen los estudiantes que inician
una carrera son:
3
• ¿Qué es mejor: estudiar o estudiar y trabajar?
¿Se pueden hacer bien ambas cosas?
• Trabajar, ¿es bueno para el estudio?
Es evidente la creciente preocupación de los estudiantes por tomar la decisión de los
interrogantes anteriormente mencionados respecto sobre su futura inserción laboral.
En la actualidad, se plantean tres posibles alternativas:
- Estudiar.
- Trabajar.
- Estudiar y trabajar.
Hasta hace algunos años no cabía plantear estas tres alternativas. A no ser que la
situación familiar lo permitiera, o el alumno tuviera unas cualidades muy especiales, el
futuro de la gran mayoría de los jóvenes era trabajar en lo que fuera cuanto antes.
Pero hoy en día las circunstancias son otras, con la extensión de la educación
obligatoria y gratuita a niveles educativos medios, el sistema de becas, el retraso en
acceder al mercado laboral y la incorporación de la mujer a todos los sectores sociales
y laborales, como así también cuestiones políticas, económicas y los efectos de la
globalización hacen que cambie notablemente el panorama de la educación y lo
laboral.
Antes se asociaba estudiar con hacer una carrera universitaria. Hoy todos los oficios y
todos los trabajos exigen una capacitación o preparación profesional, que sólo se
consigue con el estudio, entrenamiento y la experiencia laboral.
Vivimos en un mundo cada vez más exigente, donde falta mano de obra cualificada,
por lo que estudiar ayuda a estar al día y a abrirse un camino seguro hacia el futuro.
Pero la realidad muestra en aquellos alumnos que deciden trabajar, lo complicado que
es acomodar los horarios laborales con los horarios lectivos, teniendo en cuenta que
en cada cuatrimestre las materias, los horarios de cursado y las asignaciones de
comisiones varían considerablemente. Por ejemplo, uno puede entrar a clases a las 9
horas y salir a las 18 horas, eso sin contar los “tiempos muertos” entre una materia y
otra. También puede ocurrir que existan comisiones de años superiores de la carrera
que cuentan con un solo horario de cursado sin tener en cuenta que a esa altura de la
carrera es probable que el alumno se encuentre inmerso en el ámbito laboral.

Objetivo general

Conocer las consecuencias de estudiar y trabajar al mismo tiempo.

4
Objetivos específicos

- Conocer las causas que llevan al alumno a tomar la decisión de trabajar mientras
continúa sus estudios.
- Conocer la posible variación en el rendimiento académico cuando se trabaja.
- Identificar ventajas y desventajas de estudiar y trabajar.
- Identificar si la experiencia laboral puede ser trasladada al estudio.

Marco teórico
La sociedad poscapitalista se ocupa del ambiente en que se vive, se aprende y trabaja
el hombre, no se ocupa de la persona, pero en la sociedad del saber hacia la que
vamos la persona es lo esencial. El saber siempre está encarnado en una persona, es
transportado por una persona, aumentado o mejorado por una persona, es utilizado
bien o mal por una persona. Por lo tanto el paso a la sociedad del saber convierte a la
persona en lo esencial y al hacerlo plantea nuevos retos, problemas nuevos,
cuestiones nunca vistas respecto del representante de la sociedad en la sociedad del
saber: la persona instruida será la sociedad en la sociedad postcapitalista, en la cual el
saber se ha convertido en un recurso básico1.
La realidad de nuestro país cambió con la llegada de nuevas organizaciones
multinacionales que demandaban nuevos conocimientos para manejar nuevas
tecnologías.
La precarización del empleo colaboró para que una mayor cantidad de personas
emprenda una carrera universitaria para obtener una estabilidad laboral a largo plazo.
A partir de los años cuarenta hicieron su aparición en el panorama de la región los
organismos de formación profesional, destinados especialmente a atender las
necesidades específicas de capacitación del mercado de empleo, con el propósito de
cubrir cierto vacío dejado por el Estado en cuanto a educación pública ante el proceso
de industrialización2.
La idea de la formación profesional planteada entonces se basó en el criterio de que
era claramente diferente de la educación, ya que mientras la primera perseguía
propósitos de aplicación inmediata y concreta, la segunda se encargaba de moldear al
hombre para su proyección cultural y social en el mundo.

1
Peter F. Druker - La sociedad poscapitalista. La persona instruida. Pág. 174.
2
José A. de Simone - Educación, trabajo y Empleo de Jóvenes en América Latina. Pág. 79.
5
Durante la década del cincuenta y comienzos de la década del sesenta la problemática
de la educación y del trabajo fue abordada fundamentalmente desde la formación
profesional3.
A partir de la década de los sesenta se produjo también en la región una importante
expansión del nivel medio y de la universidad, no compatible con la expansión de los
mercados de trabajo. Esta diferencia entre la oferta del sistema educativo y de la
demanda de puestos de trabajos no es solamente cuantitativa; también se producen
ciertos “cuellos de botella” en cuanto a la necesidad de contar con mano de obra
intermedia, con características específicas de capacitación tecnológica4.
En la década del ochenta se comenzó a percibir un movimiento hacia la
transformación del nivel medio, a fin de coordinarlo con las necesidades definidas
desde las optimistas posturas desarrollistas que preveían un futuro mejor, por lo cual
se apuntó, en general, hacia la implantación de un nivel medio profesionalizante5.
Durante la década del noventa las necesidades de recuperar la economía bajo
parámetros de productividad y eficiencia productiva impusieron criterios de cambio en
las empresas a nivel tecnológico y de gestión de recursos humanos. Los nuevos
patrones productivos afectaron inevitablemente las calificaciones laborales y la
composición sociodemográfica del mercado de trabajo. El impacto producido por el
proceso de apertura comercial y financiera, la reconversión industrial y la tercerización
económica, implica una verdadera mutación sobre la estructura y dinámica de los
mercados de trabajo6.
Se acrecienta la contracción de la demanda laboral en los sectores primarios e
industrial al tiempo que se expanden los servicios cada vez más diversificados. Se
produce una rápida descalificación de muchos oficios y una vertiginosa precalificación
que modifica el perfil tanto de la oferta como de la demanda de trabajo. A estos
cambios cualitativos en la demanda de empleos se le debe agregar un fuerte proceso
de aumento de la tasa de actividad sobre todo de mujeres y jóvenes, que asociados a
otros factores elevó a niveles sin precedentes la tasa de desocupación, facilitando así
situaciones de precarización y flexibilización del empleo.
La sobre-educación y la subcalificación de los puestos afectan de manera significativa
a quienes han accedido a la educación del nivel superior7.
Con los grandes cambios que se produjeron en las últimas décadas en la sociedad
mundial debido a la globalización, los avances tecnológicos, las crisis sufridas y los
cambios generacionales, han llevado al hombre a cambiar y adaptarse a los nuevos

3
Ibídem.
4
José A. de Simone – Educación, trabajo y Empleo de Jóvenes en América Latina. Pág. 80.
5
Ibídem.
6
Marcelo Gomez – Inserción ocupacional de los egresados universitarios recientes. Pág. 2.
7
Ibídem.
6
obstáculos que han surgido; acotando lo expuesto anteriormente, estos cambios
afectaron directamente a las organizaciones en la manera de afrontar sus negocios y
con eso a los jóvenes que pasaron a ser un atractivo principal a la hora de la inserción
laboral.
Considerando a la subjetividad como eje de transformaciones sociales y
obligadamente vinculado a la problemática, partimos del supuesto de que la
subjetividad se constituye en las relaciones sociales, en el sentido de que las
transformaciones sociales implican la gestación de nuevas formas de organización de
la identidad y que cada sociedad estimula aquellos rasgos de personalidad mas
adecuados para su mantenimiento8.
Como resultados de estos acontecimientos y modificaciones transcurridas, la sociedad
tiende a adaptarse a ellas y esto se refleja en las nuevas generaciones que toman
actitudes totalmente diferentes a las de décadas pasadas, dándole prioridad a la
educación superior por encima de los trabajos de oficios que generalmente pasaban
de generación en generación. Todo esto explica que en esta nueva generación
predomina una sociedad con personas instruidas, donde el conocimiento es generador
de un valor predominante y como un crecimiento psicológico de la persona.
El crecimiento es concebido como proceso, no como resultado definitivo. Lo que hoy
significa crecimiento mañana puede significar estancamiento. Como proceso el
crecimiento psicológico es construcción o reconstrucción de pensamientos, afectos y
conductas que conducen a la conquista de metas superiores.
Una construcción integradora ocurre cuando la incorporación de cogniciones, afectos y
conductas significan cambios hacia niveles superiores de la condición humana. Los
niveles superiores de construcción integradora suelen conducir a la superación.
El individuo comprende las limitaciones del medio social en que vive y elabora
construcciones que le permiten rebasar esas limitaciones.
Sin embargo, esta construcción sólo es realmente integradora en medida en que la
persona es capaz de funcionar eficientemente en la cultura mayor predominante.
La finalidad del crecimiento es seguir creciendo, permanecer en la vivencia del
proceso de continuar integrando nuevas experiencias, hechos o conocimientos a
nuestra nueva identidad.
En definitiva, cambios positivos para el crecimiento individual son aquellos que van en
la dirección de la evolución genética: mayor y mejor uso de la inteligencia y la
creatividad. Para crecer se necesita construir en términos de logro, instrumentar
consistentemente y obtener resultados con significado personal enriquecedor9.

8
José Luis Álvaro Estramiana. Fundamentos sociales del comportamiento humano. Pág. 297.
9
Oswaldo Romero García. Crecimiento psicológico y motivaciones sociales. Pág. 189, 190 y 197.
7
Este crecimiento psicológico genera experiencias tanto positivas como negativas, las
cuales generan distintas motivaciones, pero lo importante es que el crecimiento
continúe en una evolución constante y no se frene por las circunstancias que se
presenten.
Cada motivo presenta a su vez aspectos positivos y negativos para el crecimiento
psicológico, tanto en la dimensión interior como en la exterior. La valencia de los
aspectos está determinada por la presencia exagerada o disminuida de uno o varios
componentes operacionales.
A nivel individual el crecimiento puede ocurrir debido al fortalecimiento de los aspectos
positivos de cualquiera de los tres motivos (logro, afiliación y poder). Esto es,
concebimos el crecimiento como influenciado por el logro, la afiliación y el poder. El
fortalecimiento de cada motivación es en función de las carencias o excesos a ser
corregidos para propiciar el crecimiento psicológico, esto es, la integración interior y
exterior.
Debe también aceptarse que la mayor parte de las personas no serán capaces de
alcanzar grados elevados de autorrealización y exigírselos solo contribuirá a
mantenerlas en un estado de constante ansiedad.
Los resultados del crecimiento serán proporcionales al potencial de la persona.
Cada uno de nosotros tiene por delante espacios infinitos para nuestro propio
crecimiento, siendo el techo función de nuestro propio esfuerzo.
El desarrollo personal no ocurre en el vacío. La sociedad exterior plantea demandas
especificadas sobre el sujeto a través de instituciones sociales. Un desarrollo personal
auténtico puede implicar la necesidad de superar esas demandas, de construirlas de
una manera creativa, adecuada a la propia constitución personal10.
Al construir la educación un rasgo de la realidad económica de la sociedad y de la
cultura podemos presuponer que se verá inevitablemente afectada por los cambios
que suscitan los procesos de globalización, aunque no se pierden las referencias de
carácter más local sobre las que venían actuando los sistemas educativos.
Las políticas neoliberales sostenedoras de un mercado globalizado han proyectado el
economicismo en el que se apoyan los criterios acerca de que se entiende por calidad
de educación. Han desplazado la política educativa, de ser un cometido del estado, al
ámbito de las decisiones privadas. Han devaluado al sistema educativo como un factor
de integración e inclusión social, a favor del incremento de la iniciativa privada, de la
ideología que busca un mayor acoplamiento del sistema escolar, al laboral y a las
necesidades de productividad económica apoyándose y acentuando las desigualdades
sociales.

10
Ibídem. Pág. 205, 206, 207, 210, 211, 212, 213, 224, 225, 229.
8
A la educación se le plantea un reto de preparar pero no se sabe muy bien qué, al
desconocerse qué saberes y competencias serán rentables en el futuro de los sujetos
e invertir en ellas. Pedir al sistema educativo una mayor atención y adecuación a las
necesidades de la sociedad es una pretensión cuyo triunfo socava las relaciones que
pudieran haber existido entre la educación y el empleo.
Se está poniendo una puesta al servicio de la productividad y de la competitividad que
exigen los mercados globalizados; al mudar rápidamente nos dejan sin referencias
claras.
En un tercer plano, los procesos de globalización afectan a la educación porque
inciden sobre los sujetos, los contenidos del curriculum y las formas de aprender11.
El rasgo a tener en cuenta sobre la situación por la que pasan los jóvenes está referido
a la característica histórica de la Argentina del pasado en la que, sobre una situación
cercana al pleno empleo, el desempleo juvenil era considerablemente más alto. El
panorama actual parece ser distinto. Los efectos provocados por la apertura
económica a la producción importada y las privatizaciones, instalaron como novedad
en nuestra sociedad el problema del desempleo del jefe de hogar. Este hecho, así
como el deterioro del ingreso de los hogares por efecto de la precarización, impacta en
un doble sentido sobre la situación juvenil. Por un lado, obliga a adelantar las salida
laboral del joven aún antes de completar su ciclo de formación; por otro, modifica los
roles en el hogar al transformar rápidamente el ingreso del joven en parte sustancial
del ingreso de la familia. Asimismo, esto conlleva un rápido proceso de maduración
que se expresa en una mayor cantidad de hogares con jefes en edad juvenil. Lo
expuesto se ve potenciado a su vez por otro rasgo propio de los nuevos procesos
productivos y tecnológicos. Es demostrable la fuerte tendencia que exhiben las firmas
de punta en las principales actividades productivas, comerciales o financieras, de
reducción en la edad laboral promedio. La decisión de demandar fuerza de trabajo en
edad inferior a los treinta y cinco años se explica por la mayor permeabilidad que los
jóvenes exhiben frente al cambio tecnológico y, también, por ser más flexibilizables en
tanto carecen de historia laboral alguna. En este sentido, la ocupación estable, en
blanco y por tanto, con aportes previsionales y cobertura social, que sigue siendo un
paradigma histórico de los trabajadores de mayor edad, ha desaparecido como
experiencia laboral cotidiana de los jóvenes argentinos12.

Metodología

11
José Gimeno Sacristán. La educación en un mundo en el que se producen procesos de globalización.
12
Claudio Lozano. El trabajo de los jóvenes. Pág. 34 y 35.
9
La obtención de la información para abordar la problemática fue lograda a través de un
diseño de tipo exploratorio en el que se intentó conseguir una visión sobre una
cuestión poco difundida en el ámbito universitario, en la cual nos encontramos hoy en
día los estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas.
Como fuente primaria recurrimos a las encuestas de tipo autoadministrada, con
preguntas abiertas provistas por la cátedra que fueron realizadas a estudiantes de la
carrera de Licenciatura en Administración durante el cursado del 2º cuatrimestre del
año 2009.
Como complemento, este grupo decidió realizar otra encuesta, con preguntas
cerradas, a estudiantes de la carrera de Administración, a los cuales la condición para
ser incluidos en la población fue que, además de estudiar, se encontraran inmersos en
el ámbito laboral.

Desarrollo
En base a las encuestas llevadas a cabo por la cátedra realizamos el siguiente análisis
interpretativo de las respuestas que se vinculaban a la problemática abordada. Para la
confección del mismo citamos los comentarios de los sujetos encuestados, los cuales
se agruparon en base a distintos interrogantes.
- En cuanto al interrogante de porque decidieron comenzar a estudiar se obtuvieron los
siguientes comentarios:
Violeta: “Decidí comenzar para el día de mañana tener un titulo y poder trabajar
de lo que me gusta e interesa. Para ganar conocimientos y trabajar como profesional.”
KK: “Me gusta la carrera en cuanto a las materias y el perfil de la carrera,
estudio porque quiero un logro personal y tener una salida laboral.”
Estudiante 1: “Ingresar a la universidad es para mi una meta, sería un logro
personal que indefectiblemente seria un logro familiar, una seguridad y un medio.”
María: “Ingresar significaba un gusto para mi y progresar en un logro personal.”
Willy: “Comencé los estudios porque siempre me gusto la idea de trabajar en
una empresa y desempeñar labores empresariales.”
Piscu: “Aprovecho la oportunidad que tengo de estudiar lo que me gusta, de
trabajar de lo que me gusta.”
“Decidí comenzar los estudios porque es un sustento o un apoyo para el futuro.”

De estas respuestas se observa que es notable la inclinación que los estudiantes


tienen de querer conseguir un titulo académico, como un logro personal, meta, ó
progreso, y en base a esto una posición reconocida en la sociedad. También
consideramos el hecho de que lo hacen por una cuestión de gusto y satisfacción,
dando los primeros pasos para desempeñarse en un su futuro como profesionales.
10
- Respecto a por qué empiezan a trabajar:
KK: “Trabajo porque necesito el dinero, soy administrativo de atención al
cliente, me gustaría ganar un mejor sueldo, y quisiera ser empresario que se logra
siendo una persona emprendedora.”
Estudiante 1: “Soy la encargada de un local de la empresa familiar, mis tareas y
responsabilidades son iguales a las de un dueño, lo hago porque me gusta, porque
puedo y me sirve. Es un medio para aprender y aplicar mis conocimientos.”
María: “Trabajaba porque no me gustaba solo estudiar, lograba lo que me
pedían y ponía en practica mis conocimientos aunque no sea de mi agrado el trabajo
que realizaba.”
El perro dinamita: “Trabajo porque lo necesito”
“Me siento insatisfecho porque mi trabajo no está relacionado con lo que estudio”
El puma: “Trabajo porque lo necesito para vivir en Rosario y cubrir mis
necesidades personales”
Tordo: “Trabajo porque necesito un ingreso de dinero”
Tubérculo: “Trabajé porque me pareció importante aprender determinadas
habilidades que no se aprenden en la facultad.”
Viejo: “Trabajo porque lo considero necesario.”
“Trabajo porque lo considero una necesidad, un logro, una forma de poder llevar a
cabo mis gustos, objetivos.”

La necesidad es el factor predominante en las respuestas obtenidas por los


estudiantes, más allá de ser considerado un logro para algunos, cabe dentro de lo que
podríamos definir como un lugar donde adquirir experiencia y donde volcar los
conocimientos adquiridos a nivel académico.

- Respecto al actual rendimiento académico y las consecuencias de trabajar


obtenemos los siguientes comentarios:
Violeta: “Yo he trabajado, pero no lo estoy haciendo actualmente por
cuestiones de tiempo. Me sentía satisfecha porque aprendía cosas nuevas,… tenía
mis propios ingresos.”
El perro dinamita: “No alcance a recibirme en el tiempo adecuado por el
trabajo.”
El puma: “No he logrado cursar todas las materias del cuatrimestre por mis
horarios laborales”

11
Viejo: “Ha variado mi rendimiento desde el ingreso debido a que comencé a
trabajar y no me permitió dedicarle lo suficiente, es decir baje el rendimiento.”
“Mis dificultades son la dedicación y lo atribuyo al trabajo y a las ganas de disfrutar de
otras cosas.”

En cuanto a la variación en el rendimiento académico de los estudiantes, la tendencia


respecto a las respuestas obtenidas, hacen notar que el mismo disminuye y es
atribuido generalmente a la carga horaria laboral, la cual limita los tiempos dedicados
al estudio y el cursado de materias.

Estos pensamientos no se encuentran aislados de otros factores como, la economía,


la búsqueda de independencia y crecimiento personal, siendo estos desencadenantes
a la hora de insertarse en el ámbito laboral o de no salirse del mismo.

Para constatar lo antes expuesto se analizaron las respuestas obtenidas en las


encuestas que realizamos a estudiantes de la carrera de Administración, que como
condición para ser entrevistados debían cumplir con el requisito de tener que estar
inmersos en ámbito laboral.
De las encuestas realizadas obtenemos una mínima visión de la realidad que vive un
estudiante que trabaja y observamos que ante el primer interrogante planteado de por
qué tomó la decisión de trabajar mientras estudiaba, una gran mayoría coincide en que
la necesidad económica lo llevo a tomar dicho camino, a lo cual algunos le suman la
necesidad de independizarse.
El incluir en la vida estudiantil jornadas laborales y las responsabilidades que las
mismas acarrean provoca como consecuencia una disminución, en la mayoría de los
encuestados, de su rendimiento estudiantil, respondiendo a la 2º pregunta de la
encuesta, donde planteamos si el rendimiento varió al comenzar a trabajar.
Este gran esfuerzo que enfrenta el estudiante, ya sea por necesidad económica o
crecimiento e independencia personal, el cual genera un gran desafío donde no sabe
con lo que se encontrará y en el que la realidad no siempre cumple con las
expectativas esperadas, lejos de ser un motivo para abandonar los estudios,
consideramos que esto genera un incentivo para terminarlos en casi la totalidad de los
encuestados, esa es la opinión que obtenemos de las respuestas al tercer interrogante
sobre la intención que existen de terminar la carrera.
Al plantear la pregunta de que si tuvieran que volver a decidir si estudiar, trabajar o
realizar ambas cosas a la vez, notamos una amplia inclinación hacia la opción de
estudiar y trabajar por lo que se puede llegar a pensar que la experiencia tiene una
mayor cantidad de puntos a favor a la hora de colocarlos en la balanza.
12
Como último interrogante planteamos cuánto aplica el estudiante, en su carrera, los
conocimientos adquiridos en el ámbito laboral, para determinar si el trabajo al que se
dedica está vinculado con su carrera universitaria y si este aporta elementos para
facilitar su desenvolvimiento en su formación; del mismo obtuvimos como respuesta
que un alto porcentaje aplica los conocimientos adquiridos en el trabajo, aunque no
siempre en su totalidad.

Observaciones finales

Como reflexión de haber realizado este trabajo sobre las diferentes vivencias de los
estudiantes que se han hallado en la situación de estudiar y trabajar a la vez, el grupo
considera este camino elegido como un factor condicionante en cuanto a la demora en
los tiempos estipulados del estudiante respecto a obtener su titulo universitario, no
siendo esto la razón principal que lleve al alumno a abandonar su carrera.

Algo que notamos destacable entre las respuestas de los encuestados ha sido la
concordancia de los mismos en que al colocarse en la situación de tener que volver a
decidir si elegir estudiar y trabajar nuevamente, la inclinación fue superior hacia esta
opción.
Como interrogante abierto que queda a este grupo sería conocer la situación de los
estudiantes en un largo plazo, en cuanto al camino seguido respecto a su situación
laboral y el progreso académico conseguido en ese tiempo, en virtud de que los
tiempos son difíciles y las necesidades son muchas, los objetivos y sus decisiones
están afectadas por la variabilidad, teniendo en cuenta las condiciones establecidas
para el estudiante que trabaja, respecto a como la Universidad podría amoldarse a las
demandas de los sujetos que además trabajan.

13
Bibliografía

- DE SIMONE, José A. – Educación, trabajo y empleo de jóvenes en América Latina.


En: Capacitación y empleo de jóvenes en América Latina. CINTERFOR/CELAJU/MEC
Brasil, Belo Horizonte, noviembre 1989. p. 71-86.

- DRUCKER, Peter – La sociedad postcapitalista. Ed. Sudamericana, Buenos Aires,


1993. Cap. 1: Desde el capitalismo a la sociedad del saber, p 23-45; Cap.10: El
saber: su economía, su productividad, p 151-180.

- GOMEZ, Marcelo – La inserción ocupacional de los egresados universitarios


recientes. En: MAYO, Revista de estudios de juventud. Nº 1. Dirección Nacional de
Juventud. Ed. Eudeba, Buenos Aires, Noviembre, 2001.p 123- 148.

- LOZANO, Claudio – El trabajo de los jóvenes. En: Revista de estudios de juventud,


Dirección Nacional de juventud, Noviembre 2000.

- ROMERO GARCÍA, Oswaldo – Crecimiento psicológico y motivaciones sociales. En:


MONTERO, Maritza – Construcción y crítica de la psicología social. Ed. ANTHROPOS,
Barcelona, 1994.

- VIEIRA SEVERIANO, María de Fátima – ESTREMIANA, José L. – Sociedad


moderna y sociedad mundial. En: ESTREMIANA, José L. (editor). Fundamentos
sociales del comportamiento humano. Cap. V. Ed. UOC, Barcelona, 2003.

Otras publicaciones
- SACRISTÁN, José Gimeno – El significado y la función de la educación en la
sociedad y cultura globalizadas. En: Revista de Educación, Nº 325. Ed. Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte, Madrid, mayo-agosto 2001. p. 121-142.

14
Anexo 1

-La Nación.com - ¿Se puede estudiar y trabajar al mismo tiempo? Por Carmen
María Ramos (Sábado 6 de Diciembre de 2008).
El avance imparable del conocimiento exige mayor dedicación y las horas destinadas
al trabajo en muchos casos no se valoran como experiencia de vida ganada sino como
déficit en la formación y el aprendizaje intelectual.
El imparable avance del conocimiento exige mucho más estudio y dedicación que
antes y quienes tengan que distraer 8 o 9 horas diarias trabajando estarán,
indefectiblemente, en inferioridad de condiciones a la hora de enfrentar en el futuro el
mundo profesional. Antes parece haber quedado el tiempo en que trabajar y estudiar
era la síntesis perfecta en la formación de los universitarios y un motivo de íntimo
orgullo; comenta Aníbal Jozami, rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero
(Untref).

“Estudiar y trabajar es algo que todos los estudiantes de todas las carreras pasados
los primeros años desearían, pero no todas las carreras lo permiten”, sostiene Claudia
Messing, directora del Curso para Graduados en Orientación Vocacional con Abordaje
Vincular – Familiar que se dicta con el aval académico de la Universidad de Flores.
“Son tradicionales las dificultades de las Ingenierías con excepción de la UTN, que
nació con el proyecto de permitir el trabajo y el estudio y en general de todas las
Ciencias Exactas, por la exigencia horaria de cada materia. También es prácticamente
imposible trabajar en la carrera de Medicina, y bastante difícil hacerlo en la carrera de
Diseño Industrial y en otros diseños de la UBA, a pesar de que es muy frecuente la
realización de trabajos free lance mientras se cursa”, dice Messing, graduada en
Sociología y en Psicología en la UBA.
Su experiencia le lleva a afirmar que la duración de las carreras universitarias cuando
se trabaja es, en general, un 60 por ciento más largo del previsto, si bien también
otorgan experiencia en el campo laboral que es algo que todas las empresas exigen, a
excepción de los programas de jóvenes profesionales y pasantías rentadas. “Es
tradicional trabajar mientras se cursa Administración de Empresas salvo en algunas
universidades de muy alto nivel de exigencia. Como también es tradicional ingresar al
mercado laboral antes de recibirse en las carreras de Sistemas y Computación
prolongando los años de estudio o directamente abandonándolos a cambio de una
buena inserción en el área laboral”, ejemplifica.
Para la especialista, si bien es cierto que el trabajo necesariamente retrasa la fecha de
recibimiento, la inserción laboral no es el único motivo. También las cada vez más
frecuentes conductas fóbicas ante el estudio hacen que los jóvenes no se puedan
15
concentrar, que nos se puedan sentar a estudiar, que se duerman, que se aburran o
se estudien exclusivamente a último momento generándose gran stress con sus
consecuentes somatizaciones.
“También la híper exigencia interna con que encaran el estudio hace que no se
puedan presentar en los exámenes, que no puedan hablar, que se bloqueen. Las
dificultades que tiene para jerarquizar les impiden organizar adecuadamente la
información, encontrar un método de estudio eficaz, jerarquizar los conceptos en un
texto de estudio y entender las categorías abstractas de los estudios superiores”, dice.
La híper exigencia y las dificultades de ponerse en situación de aprendizaje hace que
se desmotiven, y avancen muy lentamente en muchos de los casos alargando así los
estudios.
“Todos estos síntomas se corresponden con el posicionamiento interno simétrico de
los jóvenes que han internalizado generacionalmente una posición de igual a igual con
sus padres y esto les genera dificultades adicionales a la hora de realizar sus
estudios”, asegura.

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Anexo 2

- Publicación en Página Web de la Universidad Nacional de Córdoba – Trabajar y


estudiar, ¿Un imposible? Licenciado en Psicología Matías Dreizik, Secretario de
Asuntos Estudiantiles de la Universidad Nacional de Córdoba.
En virtud de la problemática que se decidió abordar en este trabajo consideramos
importante incorporar en lo que significa el marco teórico, fragmentos de la publicación
en la página Web de la Universidad de Córdoba con el nombre “Trabajar y estudiar,
¿un imposible?
En el imaginario social juega un rol fuerte la idea de que un estudiante que debe
costearse sus estudios trabajando, tiene muy pocas posibilidades de hacer una carrera
exitosa en el ámbito universitario.
Para Matías Dreizik, se trata de un fenómeno que se viene dando hace algunos años y
que forma parte de los temas importantes por abordar. “A veces, la currícula y la forma
de cursado hacen imposible o dificultan los estudios para quienes trabajan. Las
Facultades deberían, y de hecho algunas lo hacen, adaptar o brindar mayores horarios
para quienes viven esta situación. No se trata de bajar la exigencia, sino de generar
más posibilidades”, sostiene.
Junto a esta realidad, aparece también el modo en que cada uno logra costear sus
estudios. La existencia o no de aportes familiares guarda relación con el tipo de
empleo que asumirá el estudiante, es decir, quienes reciben aportes familiares para
costear sus estudios, la mayor parte realiza actividades laborales de manera temporal
y la menor parte un empleo permanente. De la comparación entre el tipo de tareas
remuneradas y la existencia de ayuda familiar se estima que existen más chances de
que un alumno, sin estos aportes respecto de otro que sí lo recibe, debe emplearse
de manera permanente para poder costear sus estudios.
La investigación también permite determinar que el tipo de empleo al que acceden los
estudiantes se vincula con la calidad de la relación laboral. La mayor parte de los que
poseen trabajo permanente reciben aportes jubilatorios, pero es muy bajo el
porcentaje de quienes realizan tareas eventuales y acceden a este derecho. Esto
revela la fragilidad de la situación laboral de este último grupo, y aunque el empleo
informal afecta en gran medida a todo el país, entre los estudiantes universitarios esto
se ve agravado por su necesidad de contar con ocupaciones de menor carga horaria
para dedicar tiempo a sus carreras.
De acuerdo a esta publicación y en virtud del origen de este estudio, nos permitimos
plasmar en este trabajo parte de los resultados volcados en dicha publicación
considerándolo relevante más allá de que la investigación haya sido realizada en la
Universidad Nacional de Córdoba. Con todo esto se quiere llegar a volcar la mayor
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parte de los resultados de la investigación y detallando particularmente la cantidad de
alumnos que trabajan en dicha Universidad, conociendo el impacto que esto puede
tener en su desempeño estudiantil y estableciendo una relación entre quienes poseen
empleo de tipo permanente y la frecuencia con que cursan materias, determinando
una concurrencia al cursado de materias, determinando una frecuencia relativamente
baja, y dándose todo lo contrario, es decir con una actividad académica intensiva en
alumnos con un trabajo temporario.
Para Hebe Goldenhersch, considera a estos datos importantes en tanto demuestra
que “se puede estudiar y trabajar”. Y amplía: “Seguramente a ese estudiante la carrera
le va a llevar más tiempo. Quizás porque tiene que ajustar el cursado a sus
posibilidades”.

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Anexo 3

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